LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS Patricia McLauchlan de Arregui PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS Antonio Mabres ALGUNOS APORTES AL DEBATE SOBRE LA REFORMA UNIVERSITARIA EN EL PERÚ León Trahtemberg DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO EN EL PERÚ Patricia McLauchlan de Arregui N o t a s para el D e b a t e / 1 2 a 1 Edición: Lima, junio 1 9 9 4 I m p r e s o en el Perú O G r u p o de Análisis para el D e s a r r o l l o , G R A D E Av. del E j é r c i t o 1 8 7 0 , San I s i d r o , Perú E d i c i ó n : J o s é Peláez Cáceres C E N D O C - B I B L I O T E C A - G R A D E : C a t a l o g a c i ó n e n l a fuente M c L a u c h l a n d e Arregui, Patricia; Valdivia, N é s t o r ; M a b r e s , A n t o n i o ; T r a h t e m b e r g , León. La situación de las universidades peruanas. P r o b l e m a s y perspectivas de las universidades peruanas. A l g u n o s aportes al d e b a t e sobre la r e f o r m a universitaria en el Perú. D i n á m i c a de la transformación del sistema educativo en el P e r ú . - - L i m a : G R A D E , 1 9 9 4 - - ( N o t a s para e l d e b a t e , 1 2 ) . <SISTEMAS EDUCATIVOS >< CALIDAD DE LA EDUCACION >< EFICIENCIA DE LA EDUCACION >< ENSEÑANZA S U P E R I O R >< ENSEÑANZA TECNICA> < F O R M A C I O N E M P R E S A R I A L> <R E L A C I O N E D U C A C I O N - T R A B A J O > <EGRESADOS><UNIVERSIDADES><INDICADORES EDUCATIVOS><PERU> ISBN 84-89305-40-4 Notas para el debate es una publicación del G r u p o de Análisis para el Desarrollo - G R A D E - , a través de la cual se difunden artículos académicos en temas vinculados a las áreas de investigación de la institución, productos preliminares de algunos estudios, o los resultados de ciertas actividades, c o m o seminarios o conferencias. Su propósito es contribuir a la discusión pública sobre alternativas de política e c o n ó m i c a y social, desde la perspectiva de quienes vienen investigando y reflexionando sobre estos temas. Las opiniones y recomendaciones vertidas en este d o c u m e n t o son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el punto de vista de G R A D E , ni el de las instituciones a las que pertenecen. Contenido Presentación 7 LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES P E R U A N A S Patricia McLauchlan de Arregui 9 1. 2. 3. 4. Introducción Expansión y actual cobertura El financiamiento del sistema universitario público Eficiencia externa e interna de las universidades 9 10 15 21 P R O B L E M A S Y PERSPECTIVAS DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS A n t o n i o Mabres 39 1. 2. 3. 4. 5. 39 40 41 43 44 Introducción L o s problemas L o s vínculos entre universidad y sociedad C o n d i c i o n e s para la recuperación Propuestas para el desarrollo universitario ALGUNOS APORTES AL DEBATE SOBRE LA REFORMA UNIVERSITARIA EN EL P E R Ú León Trahtemberg 47 1. Puntos de consenso 47 2. Algunos aportes sobre temas en los cuales aún no hay consensos 49 DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN D E L SISTEMA EDUCATIVO EN EL PERÚ Patricia McLauchlan de Arregui 53 1. Introducción: C r e c i m i e n t o de los niveles educativos de la población en el Perú 53 2. Expansión, cobertura, recursos y eficiencia del sistema educativo 2 . 1 . Educación inicial 55 57 ó CONTENIDO 2 . 2 . Educación primaria 2 . 3 . Educación secundaria 2 . 4 . Educación superior n o universitaria 2 . 5 . Las universidades 2 . 6 . Educación ocupacional 3. Principales problemas de calidad, eficiencia y equidad del sistema 3 . 1 . Educación básica 3 . 2 . Educación post secundaria y ocupacional 4. Dinámicas de transformación del sistema educativo peruano 4 . 1 . El Decreto 6 9 9 4 . 2 . Los D e c r e t o s Leyes d e 1 9 9 2 4 . 3 . E l debate constitucional 5. La agenda educativa en el Perú y las propuestas de la C E P A L y U N E S C O : coincidencias, divergencias y vacíos Bibliografía 58 61 62 64 67 68 69 77 82 83 84 87 91 95 Presentación Las transformaciones en el manejo de los asuntos públicos iniciadas en 1 9 9 0 , estuvieron inicialmente concentradas en los problemas de la política e c o n ó m i c a . Sin e m b a r g o , a medida que se han ido asentando esas reformas, se ha ido también haciendo palpable la necesidad de prestar atención a otros sectores, entre los que destaca c o n nitidez el sector educativo. C r e c i e n t e m e n t e , el tema de la educación ha ido ganando protagonismo en el debate público, y c o m o consecuencia, ha pasado a formar parte de la agenda de reformas del actual g o b i e r n o . I n n e g a b l e m e n t e , cualquier transformación que se decida emprender en el sistema educativo peruano debe estar respaldada por un cuidadoso análisis de su viabilidad y conveniencia. En tal sentido, el G r u p o de Análisis para el Desarrollo ( G R A D E ) considera tarea fundamental participar en el debate nacional sobre este tema, aportando algunas reflexiones y hallazgos surgidos en el curso de sus investigaciones, así c o m o r e c o g i e n d o la opinión de reconocidos expertos en el tema educativo. La presente edición de N o t a s p a r a el D e b a t e está pues dedicada a discutir las reformas que se vienen planteando en relación al sistema educativo, así c o m o a brindar información estadística necesaria para enriquecer la discusión. S o n dos los temas que se encaran en los cuatro artículos que c o m p o n e n esta entrega: la reforma del sistema universitario, que es materia de los tres primeros artículos, y la situación del sistema educativo en general, de la cual se ocupa el último de ello. En el primer artículo, " L a situación de las universidades peruanas", Patricia Arregui plantea algunos temas de obligada revisión para evaluar la conveniencia de las reformas que hoy se están p r o p o n i e n d o para el sistema universitario peruano. L u e g o de discutir la expansión y cobertura del sistema, revisa el problema del financiamiento de la universidades públicas, analiza la respuesta de las universidades a las necesidades del país en cuanto a número y calidad de los profesionales, y examina las posibilidades que ofrece el mercado de trabajo a éstos. C o n o t r o enfoque sobre el m i s m o tema, A n t o n i o Mabres analiza en su artículo "Problemas y perspectivas de las universidades peruanas", lo que él considera son los cinco problemas más importantes de la universidad peruana: bajo nivel académico, incertidumbre e c o n ó m i c a , escasa investigación de calidad, tenues relaciones de colaboración académica entre universidades, y falta de 8 PRESENTACIÓN relación con el sector empresarial. A c t o seguido, establece las condiciones para que las universidades inicien un proceso de recuperación -disponibilidad de recursos e c o n ó m i c o s , creciente eficiencia y competitividad, y existencia de una buena legislación universitaria-, y esboza algunas propuestas para encarar esos problemas. Las soluciones que plantea incluyen la implementación de un sistema de acreditación, el fomento del acercamiento entre la empresa y la universidad, la supresión de la gratuidad indiscriminada y la aplicación de una política que fomente el financiamiento y las donaciones para las universidades. Por su parte, L e ó n T r a h t e m b e r g revisa en su artículo "Algunos aportes al debate sobre la reforma universitaria en el Perú", temas vinculados a la reforma universitaria en el Perú, tanto aquéllos sobre los cuales hay consenso entre autoridades y catedráticos, c o m o los que todavía suscitan polémicas. Asimismo, llama la atención sobre aspectos que no están siendo suficientemente discutidos o están erróneamente planteados, y sugiere alternativas para enfrentar los problemas que él considera existen en la actualidad. El cuarto artículo c o n t e n i d o en esta entrega, "Dinámica de la transformación del sistema educativo en el Perú", de Patricia Arregui, tiene un o b j e t o de análisis más amplio. L u e g o de revisar la evolución de los niveles educativos alcanzados por la población peruana, la autora describe algunas características institucionales del sistema, tales c o m o la expansión reciente, la cobertura actual, recursos disponibles y eficiencia interna de cada uno de sus niveles. De estas características se desprenden algunos de los problemas básicos de calidad, eficiencia y equidad del sistema, que son tratados c o n mayor amplitud. Posteriormente, describe las reformas propugnadas por el actual g o b i e r n o , así c o m o el debate que ellas han suscitado, para finalmente revisar las principales carencias y vacíos de tal propuesta. Lima, o c t u b r e d e 1 9 9 4 La situación de las universidades Patricia McLauchlan de Arregui peruanas 1 Resumen En este artículo se e s b o z a un panorama de la situación de las universidades peruanas, tratando de deslindar sus reales p r o b l e m a s de los que son más bien infundados m i t o s y prejuicios sobre el sistema universitario p e r u a n o . C o n c r e t a m e n t e , se revisa el p r o c e s o de expansión del sistema y su actual c o b e r t u r a , l u e g o se discute el p r o b l e m a del financiamiento de la universidades publicas, para finalmente analizar la respuesta de las universidades a las necesidades del país en c u a n t o a n ú m e r o y calidad de los profesionales, y las posibilidades q u e éstos tienen en el m e r c a d o de trabajo. 1. Introducción Por diversas vías, m u c h o s agentes sociales están hoy promoviendo la transformación de la universidad peruana. Las propias universidades están embarcadas en un proceso de reflexión y debate sobre la mejor forma de encarar los problemas y asumir los retos que les plantea el actual c o n t e x t o nacional. Cuan exitosa pueda ser una propuesta de c a m b i o , sin e m b a r g o , depende en gran medida de la correspondencia que guarde con aquello que se pretende transformar. Esta advertencia no es por obvia m e n o s necesaria: en ocasiones, encomiables voluntades de cambio se sustentan en percepciones distorsionadas, prejuicios e incluso el desconocimiento del o b j e t o de preocupación. Conviene pues detenerse a evaluar cuál es la real situación de la universidad peruana. Tal evaluación puede servir de punto de referencia para constrastar la bondad de las reformas que hoy se están proponiendo. En esa dirección, este artículo plantea algunos temas que es imprescindible revisar para tener un panorama más c o m p l e t o sobre dicha situación. C o n c r e t a m e n t e , se hace una breve discusión sobre la expansión y cobertura del sistema; luego se revisa más detenidamente el problema del financiamiento de la universidades públicas; finalmente, se analiza la respuesta de las universidades a las necesidades del país 1. La autora es Directora Ejecutiva del Grupo de Análisis para el Desarrollo ( G R A D E ) . Este artículo está basado en la ponencia que fuera presentada en el Diálogo Nacional sobre la Universidad Peruana, convocado por la Asamblea Nacional de Rectores y realizado el 21 de abril de 1 9 9 4 en el centro de convenciones del Hotel El Pueblo. 10 PATRICIA DE ARREGUI en cuanto a n ú m e r o y calidad de los profesionales, y se examinan las posibilidades que ofrece el mercado de trabajo a estos profesionales. El artículo consiste fundamentalmente en la presentación y comentario de información estadística. En algunos casos esta información sólo ilustra la magnitud de las tendencias y problemas por todos c o n o c i d o s ; en otros relativiza ciertos extendidos consensos sobre las universidades peruanas, que es menester revaluar para poder decidir si constituyen terrenos donde vale la pena diseñar alguna intervención; finalmente, en otros lo único que hace es poner en evidencia dónde sí resulta imperioso desarrollar estrategias que aseguren la superación de los problemas involucrados. 2. Expansión y actual cobertura En el Perú, c o m o en muchos otros países del T e r c e r M u n d o , la segunda mitad de este siglo ha sido escenario de una expansión sin precedentes del sistema educativo en general y de la educación superior universitaria en particular. Ello ha elevado marcadamente el nivel promedio de logro educativo formal de la población: mientras que en 1 9 4 0 menos de uno de cada cien peruanos mayores de quince años había alcanzado algún nivel de educación superior, en 1 9 8 1 el porcentaje de peruanos adultos con estudios postsecundarios equivalía a 10% de los mayores de quince años (véase el cuadro 1 ) . Este porcentaje era casi equivalente al vigente en Inglaterra ( 1 1 % ) , y superaba largamente al de Italia ( 4 . 1 % ) y España ( 7 % ) , así c o m o al de m u c h o s otros países cuyas capacidades científicas y tecnológicas excedían con creces las del Perú (véase el cuadro 2 ) . Cuadro 1 P o b l a c i ó n d e q u i n c e a ñ o s o m á s , s e g ú n m á x i m o nivel d e educación alcanzado: Perú 1 9 4 0 - 1 9 9 1 (en p o r c e n t a j e s ) 1940 Total 100.0% - Ninguna educación 57.6% - Pre escolar y algún año de primaria 36.9% - Algún año de secundaria 4.7% - Superior 0.9% - Nivel no especificado 0.0% 1961 1972 1981 1993 100.0% 37.6% 100.0% 26.3% 100.0% 15.2% 100.0% 12.0% 46.3% 11.2% 2.3% 2.6% 47.7% 20.4% 4.4% 1.2% 41.4% 30.4% 9.9% 3.1% 31.3% 35.0% 20.1% 0.0% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a cifras de O N E C ( 1 9 7 4 ) e INEI ( 1 9 8 4 y 1 9 9 4 ) . LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS II Cuadro 2 P o b l a c i ó n d e 2 5 a ñ o s o m á s c o n nivel e d u c a t i v o p o s t s e c u n d a r i o ( p o r c e n t a j e s para diversos países) Canadá 1981 37.4% Estados Unidos 1981 32.2% Reino Unido 1976 11.0% PERÚ 1981 10.1% México 1990 9.2% España 1986 7.0% Argentina 1980 6.1% Brasil 1980 5.0% Italia 1981 4.1% Turquía 1980 3.6% India 1981 2.5% G R A D E - Raneo de Datos de Educación, elaborado en base a datos de U N E S C O ( 1 9 8 6 ) . El más reciente C e n s o Nacional de Población, realizado en 1 9 9 3 , revela que 2 0 . 1 % de la población de 15 ó más años de edad había alcanzado niveles educativos superiores (véase la última columna del cuadro 1 ) . Si se restringe el análisis a la población adulta joven -que c o m p r e n d e a quienes se encuentran entre los veinte y los 34 años de edad-, el porcentaje se elevaría a más de 3 5 % del total, según estimaciones basadas en la Encuesta Demográfica ( E N D E S ) . La matrícula en el nivel educativo superior, que creció explosivamente durante los años sesenta y c o n t i n u ó aumentando aceleradamente en la década de los setenta, disminuyó su ritmo de crecimiento hacia mediados de los ochenta y parece haberse detenido en una meseta en los últimos cinco años. En lo que respecta a las universidades, la matrícula se i n c r e m e n t ó desde un total de 2 5 5 , 6 1 4 estudiantes en 1 9 8 0 hasta 3 7 1 , 0 1 4 en 1 9 9 1 (véase el cuadro 3 y el gráfico 1 ) . La expansión educativa también se hace patente en el crecimiento del n ú m e r o de universidades. Antes de 1 9 6 0 existían nueve universidades en t o d o el país; treinta años más tarde existían 46 instituciones operando efectivamente y cinco más q u e , aun cuando no operaban, estaban oficialmente creadas. Sin e m b a r g o , la comparación con otros países seleccionados sugiere que existe una escasa relación entre mayor cobertura del sistema universitario por un lado, y nivel y ritmo de desarrollo p o r el otro (véase el cuadro 4 ) , razón por la cual no es fácil evaluar lo adecuado del m e n c i o n a d o patrón de expansión. Asimismo, hay que señalar que la evolución en el caso peruano ha sido sumamente desequilibrada, pues j u n t o al c r e c i m i e n t o explosivo de la matrícula en la educación 12 PATRICIA DE ARREGUI superior se han mantenido cientos de miles de personas sin ninguna educación, o con muy pocos años de una harto deficiente educación primaria. Cuadro 3 Matriculados por universidad: P e r ú 1960 TOTAL 1965 1970 1960-1992* 1975 1980 1985 1990 1991 1992 30,102 6 4 , 0 8 9 107,228 173,689 2 5 5 , 6 1 4 354,097 359,461 3 7 1 , 0 1 4 365,825 89.77% 83.87% 10.23% 16.13% 24.70% 25.74% 9 26 31 32 Universidades publicas 75.30% 74.26% 71.40% 64.50% 63.94% 64.99% 63.59% 28.60% 35.50% 36.06% 35.01% 36.41% 33 44 47 50 51 Universidades privadas Total de universidades G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y por diversas universidades. * No incluye a los matriculados en programas académicos de postgrado. Gráfico 1 Evolución de la matrícula: (miles de personas) 1960-1992 LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 13 Cuadro 4 Matrícula universitaria p o r cada 1 0 , 0 0 0 habitantes (países s e l e c c i o n a d o s , alrededor d e 1 9 8 8 ) Uruguay Estados Unidos Venezuela Corea España Argentina Ecuador Italia PERÚ 373 343 267 261 250 243 230 224 205/182* Francia 188 177 169 156 148 125 103 65 Taiwán Japón Israel México Chile Brasil Reino U n i d o G R A D E - Banco de Datos de Educación. Los datos de América Latina provienen del Banco de Datos de Ciencia y Tecnología de GRADE. Los de Taiwan, de República China ( 1 9 9 2 ) y las de los demás países de U N E S C O ( 1 9 9 1 ) * Los datos corresponden a dos fuentes distintas. C o n t o d o , la demanda insatisfecha por educación superior es considerable, ya que, pese a la mejora en la tasa de acceso experimentada en los últimos años (véase el cuadro 5 ) , en p r o m e d i o sólo logra ingresar un tercio del total de personas que solicitan admisión a alguna universidad. C a b e recalcar acá, sin e m b a r g o , que esto puede ser una subestimación del nivel real de acceso, porque las estadísticas no se refieren a personas que postulan sino al n ú m e r o de postulaciones; es bastante frecuente -quizás menos ahora que en el pasado- que los jóvenes intenten repetidas veces, e incluso simultáneamente, acceder a alguna institución educativa. En 1 9 9 2 existían ya 52 universidades, que en c o n j u n t o ofrecían más de 6 0 0 programas en más de cien especialidades de diferente nomenclatura. Esta última cifra se refiere únicamente al pregrado, por lo cual cabría preguntarse hasta qué punto la diversifícación de especialidades es real y responde a alternativas reales de desempeño ocupacional. En alguna medida, la diversifícación parece ser más bien resultado de estrategias de mercadeo para reclutar alumnos, sin diferenciar el c o n t e n i d o y orientación de la carrera; muchas especialidades han aparecido c o m o simples desdoblamientos de carreras previamente existentes . En todo 2 2. Diversos expertos opinan que la mayor parte de la diversifícación curricular no es más que un simple maquillaje de programas tradicionales, realizado para justificar el crecimiento de las plazas docentes de una facultad o en respuesta a presiones de profesores que no logran que el curriculum medular de la carrera se modernice. Se dice, no tan en broma, que es más fácil mudar un cementerio que cambiar un curriculum, o que la tasa de renovación curricular está en función directa de la tasa 14 PATRICIA DE ARREGUI Cuadro 5 Postulantes e ingresantes universitarios: P e r ú 1 9 6 0 - 1 9 9 2 Año Postulantes Ingresantes I/P 1960 18,207 5,429 29.8% 1966 55,926 17,097 30.6% 1972 79,324 29,327 37.0% 1976 140,643 35,499 25.2% 1978 172,595 38,946 22.6% 1980 239,700 58,575 24.4% 1982 274,075 68,098 24.8% 1984 234,430 64,129 27.4% 1986 311,683 60,483 19.4% 1988 325,039 69,926 21.5% 1990 257,897 77,028 29.9% 1992 238,032 81,023 34.0% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y por diversas universidades. caso, lo cierto es que cerca de la mitad de los programas ofrecidos por las universidades se concentran en apenas diez especialidades. O t r o c a m b i o sustancial ha sido la mayor participación del sector privado en la gestión educativa. Hasta 1 9 6 0 sólo existía una universidad privada. H o y existen 28 universidades públicas y 24 privadas, respondiendo las primeras por 6 4 % de la matrícula y las segundas por 3 6 % de la misma. E v i d e n t e m e n t e , el papel del sector privado en el nivel superior, tanto en el universitario c o m o en el no universitario (donde atiende a 4 3 % de la matrícula), es m u c h o más intenso que en los niveles básicos, donde el sector público tiene una m u c h o mayor participación en la provisión de los servicios educativos: entre 85 y 8 8 % de la educación inicial, primaria y secundaria es cubierta por el sector público (véase el cuadro 6 ) . Es también notoria la "división del trabajo" entre ambos sectores: las carreras agropecuarias, las ciencias naturales y exactas y las ingenierías -es decir, las carreras costosas- se ofrecen principalmente en las universidades públicas; las universidades privadas se concentran en las áreas administrativas, de leyes y en algunas ciencias sociales. de mortalidad del cuerpo docente; por lo tanto, los profesores que quieren hacer renovaciones prefieren crear sus propios programas. A ello se añaden las presiones políticas, que también influyen con frecuencia, o las pugnas internas por el poder. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 15 Cuadro 6 D i m e n s i o n e s , c o b e r t u r a y r e c u r s o s del s i s t e m a e d u c a t i v o p e r u a n o ( 1 9 9 1 ) Nivel Tasa de escolarización (1990) a/ Gasto % del gasto público EficienCober- público unitario cia tura educativo (US$) Terminal pública b/ c/ d/ Matrícula Educación inicial 48% 808,580 (10.7%) 88% 6.8 62 n.d. Educación primaria 88% S'944,843 (52.1%) 88% 34.4 62 59.8% Educación secundaria 88% L'921,220 (25.4%) 85% 32.5 125 68.9% No universitaria 41% 252,957 (3.3%) 86 35.2% 41% 373,714 (5.0%) 57% 64% 2.1 Universitaria 19.8 514 34.0% Educación superior Educación especial Educación ocupaciona 1 Total 19,405 (0.3%) 83% 1.6 608 n.d. 239,024 (3.2%) 49% 2.1 101 n.d. 7'559,743 (100.0%) 100.0 G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a información estadística proporcionada por el Ministerio de Economía, Ministerio de Educación y el Banco Central de Reserva, así como con resultados de estudios realizados en G R A D E . a/ Porcentaje del grupo de edad de referencia matriculado en algún programa educativo, de cualquier nivel. b/ Se refiere al gasto público corriente educativo total. c/ Sólo considera el gasto público corriente total, dividido entre la matrícula pública en cada nivel, d/ Porcentaje estimado de los ingresantes que se gradúan hasta con dos años de retraso. 3. El financiamiento del sistema universitario público Un tema álgido es el de los presupuestos de las universidades públicas, que han sido harto volátiles a lo largo de las últimas dos décadas. A los usuales déficit de apertura seguían c o n frecuencia intensas movilizaciones institucionales y políticas que, al m e n o s en el pasado, inducían erráticas asignaciones de recursos de año en año. La inestabilidad, y la inexistencia de un índice de costos que permita deflatar de manera adecuada los m o n t o s nominales del gasto total universitario, hacen difícil definir una tendencia en la evolución de éste. Al convertir la serie nominal del gasto total de las universidades públicas a distintas unidades, los resultados son diversos (véase el cuadro 7 ) ; evidentemente, cada uno de ellos conduce a conclusiones muy distintas sobre la tendencia del financiamiento. En nuevos soles constantes, la caída es dramática a partir de 1 9 8 8 , pero no se ve c o m o un proceso constante a lo largo de t o d o el periodo (véase el gráfico 2 ) . Si se usa la moneda extranjera c o m o referente, en dólares constantes, parece no haber una caída del volumen total de recursos asignados a las universidades (véase el gráfico 3 ) . 16 PATRICIA DE ARREGUI Cuadro 7 E v o l u c i ó n del p r e s u p u e s t o e j e c u t a d o d e u n i v e r s i d a d e s p ú b l i c a s : P e r ú 1 9 7 0 - 1 9 9 2 (en m o n e d a c o n s t a n t e d e 1 9 9 1 ) * Año 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1991 1992 En nuevos soles constantes* 145,651,687.4 154,777,325.7 165,091,344.9 182,619,334.4 147,878,347.0 239,501,799.8 243,500,665.1 209,215,360.8 287,549,895.0 230,787,989.1 100,614,841.6 133,943,134.0 91,018,695.0 E n dólares constantes* 87,094,093.9 78,098,080.1 103,581,695.6 120,260,490.3 83,958,515.9 181,338,447.3 182,411,151.0 119,643,184.0 143,797,733.9 67,623,512.6 98,194,566.1 173,053,144.7 121,604,756.4 G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por el Ministerio de Economía (varias fechas). * Se utilizó como deflator el IPC Geométrico calculado por G R A D E . Gráfico 2 P r e s u p u e s t o ejecutado de universidades públicas (en millones de nuevos soles de 1 9 9 1 ) LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 17 Gráfico 3 P r e s u p u e s t o ejecutado de universidades públicas (en millones de dólares de 1 9 9 1 ) Si se considera la expansión de la matrícula, sin e m b a r g o , la caída generalizada en la capacidad de gasto de las universidades públicas se hace m u c h o más clara. Así, el gasto corriente p r o m e d i o por cada estudiante de universidad pública en 1 9 9 2 ( 4 2 6 nuevos soles, en m o n e d a corriente) resultó en términos reales equivalente a sólo 7 0 % de lo que se gastó el año inmediatamente anterior, la cuarta parte de lo disponible en 1 9 8 7 y menos de la cuarta parte del m o n t o gastado en 1 9 7 0 . El m o n t o equivalente en moneda norteamericana para 1 9 9 2 fue de apenas 3 4 2 dólares corrientes. Aun así, el gasto universitario absorbe una considerable proporción del total del gasto público corriente en educación. Para 1 9 9 1 , esa proporción estaba cerca del 2 0 % (véase el cuadro 6 ) , pese a que la matrícula universitaria responde por sólo 4% de la matrícula atendida por el sector público en todos los niveles. Así, el gasto por alumno universitario resulta o c h o veces mayor que el gasto por alumno de primaria o inicial . C o n t o d o , pese a absorber buena parte del 3 4 3. Si se incluye en el cálculo los gastos de capital, el porcentaje aumenta a 25% del gasto público total. 4. Esto levanta la pregunta sobre la equidad de esa distribución, particularmente cuando se viene subrayando que la inversión en los niveles básicos tiene mayores retornos sociales. En realidad, es un falso dilema plantear que lo que se da a un nivel educativo está necesariamente quitándosele a otro; sin embargo, es un argumento usado muy frecuentemente en el medio local y por organismos internacionales. 18 PATRICIA DE ARREGUI financiamiento disponible para el sector público, el gasto por alumno continúa muy por debajo de los costos unitarios estimados de otros países: 1 , 7 0 0 dólares en Chile en 1 9 8 9 , 4 , 7 6 0 dólares en Israel en 1 9 8 8 , 9 0 6 dólares en España en 1 9 8 5 , 8 , 7 2 4 dólares en Estados Unidos en 1 9 8 4 y 5 , 9 8 6 dólares en Japón en 1985. Agrava la escena el que los 3 4 2 dólares mencionados oculten importantes diferencias entre instituciones; agrava o alivia, según c ó m o se vea el problema. Las universidades menos afortunadas disponen de menos de un d é c i m o del m o n t o utilizado por las mejor provistas, y de menos de la mitad del m o n t o promedio. Si bien las universidades limeñas suelen o b t e n e r un m o n t o por alumno algo mayor al del c o n j u n t o de las universidades provincianas, no se observan sesgos regionales en la distribución de los recursos provenientes del T e s o r o , al menos en los últimos años. Sin e m b a r g o , los criterios -primordialmente históricos y políticos- aplicados en la distribución tienen p o c o que ver con el r e c o n o c i m i e n t o de los logros o de la eficiencia de cada institución, ni c o n sus necesidades reales. El financiamiento no ha sido utilizado por el E s t a d o peruano c o m o mecanismo p r o m o t o r de la calidad y pertinencia de la formación de profesionales . 5 Adicionalmente, la mayor parte de recursos ha sido destinada a gastos corrientes ( 9 0 % en p r o m e d i o durante los años setenta y los o c h e n t a , 8 2 % en años más recientes). El resultado es que muy poca inversión, si alguna, ha sido llevada a c a b o en la mayoría de universidades; los efectos sobre la calidad de la educación y sobre sus frutos resultan así previsibles . La absoluta preponderancia de los gastos corrientes no es más que un reflejo del gran peso que en el presupuesto universitario tienen el gasto en remuneraciones y otros costos salariales (aunque su importancia ha decrecido en los últimos años). Sin e m b a r g o , que dicho gasto se haya repartido entre un n ú m e r o creciente de docentes y trabajadores administrativos, ha ocasionado que los salarios docentes se deterioren dramáticamente (véase el cuadro 8 ) . En lo que respecta a las fuentes de ingresos, han sido las transferencias directas, casi en su totalidad provenientes del gobierno central, las que han financiado la abrumadora mayoría del gasto de las universidades públicas: 9 2 . 8 % del total de gastos durante la pasada década, porcentaje incluso algo mayor que el 8 9 % registrado durante los años setenta. 6 5. Posiblemente sea preferible que haya sido así, dado el contexto teñido por consideraciones políticas de los últimos años. Sin embargo, ésa es una cuestión que debe revisarse más a fondo. 6. No se dispone de información comparable para las universidades privadas, pues sólo un grupo poco representativo de éstas proporcionó sus presupuestos de apertura, sin el gasto efectivamente ejecutado a lo largo del año. Lo único que se puede afirmar es que entre esas universidades el rango de variabilidad en el gasto por alumno anticipado era bastante mayor que entre las universidades públicas, contando alguna con sólo 4% de los recursos disponibles para la mejor dotada. En las públicas, la más pobre tenía un décimo comparado con lo que tenía la más rica. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 19 Cuadro 8 Remuneraciones mensuales de docentes universitarios: P e r ú 1 9 8 3 - 1 9 9 3 (meses s e l e c c i o n a d o s ; en nuevos soles de 1 9 9 1 ) Fecha Mayo 1 9 8 3 Febrero 1 9 8 6 Octubre 1 9 8 7 Enero 1 9 9 0 Mayo 1 9 9 0 Julio 1 9 9 0 Octubre 1 9 9 2 Diciembre 1 9 9 3 Principal Asociado Auxiliar 541.2 1075.3 1828.7 273.2 357.8 329.5 210.7 199.4 460.7 770.0 1463.0 218.5 286.2 263.6 180.6 169.2 380.3 697.0 1005.8 150.2 196.8 181.2 150.5 145.7 G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a Normas Legales. Sin e m b a r g o , esas transferencias se han ido contrayendo paulatinamente. En vista de ello, resultaba natural que las universidades públicas buscaran nuevas fuentes de fondos, que no sólo contrarrestaran el declinamiento de las transferencias y el crédito, sino que también aumentaran su autonomía relativa. Esas fuentes, llamadas "recursos propios" en las cuentas públicas, normalmente han incluido c o b r o s por servicios educativos especiales distintos a la instrucción en sí (la cual es casi gratuita en el sistema universitario estatal p e r u a n o ) , prestación de servicios educativos de extensión, venta de bienes y servicios, asesoría técnica y profesional, rentas por propiedad y otros rubros. En años recientes, estas actividades generadoras de rentas han ampliado su gama. Si bien las cuentas oficiales muestran que las universidades públicas sólo autofinanciaron un promedio de 7% de sus gastos entre 1 9 8 1 y 1 9 8 9 , con desviaciones p o c o significativas de año en año, la real contribución de esas rentas debe ser sustancialmente mayor y permanece no reportada. Las universidades temerían que si sus cuentas prueban una creciente capacidad de financiar sus gastos c o n recursos propios, el Ministerio de E c o n o m í a y Finanzas, y la C o m i s i ó n de Presupuesto, lejos de premiar su eficiencia, tendría justificaciones para recortes adicionales en las asignaciones del T e s o r o . Q u e d a pendiente de evaluación, por otro lado, el impacto que estas actividades generadoras de recursos tienen sobre la calidad y relevancia de la investigación y la docencia, tanto en las universidades públicas c o m o en las privadas. Se vende la idea de esta actividad generadora de rentas c o m o una forma de potenciar la calidad y relevancia de la docencia, el acercamiento de la universidad a las reales necesidades del sector productivo. Aunque el argumento es válido, en la práctica hay m u c h o por discernir antes de poder concluir si efectivamente estas actividades nutren c o n algo más que recursos financieros a las universidades. 20 PATRICIA DE ARREGUI Es claro, en cualquier caso, que la decreciente participación del sector educativo en el gasto total del g o b i e r n o (véase el cuadro 9) puede explicar en parte el relativo estancamiento del n ú m e r o de universidades públicas. Cuadro 9 P a r t i c i p a c i ó n del g a s t o p ú b l i c o e d u c a t i v o e n e l g a s t o t o t a l del g o b i e r n o c e n t r a l (en nuevos soles c o r r i e n t e s ) Año 1970 1974 1978 1982 1986 1988 1990 1991e Gasto público en Educación (a) Gasto total del g o b i e r n o central ( b ) 9.03 17.94 49.98 499 12763 109550 136280000 533932000 48 99 430 3633 78027 713260 1136971000 4454551000 (a)/(b) 18.84% 18.17% 11.62% 13.74% 16.36% 15.36% 11.99% 11.99% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos del Ministerio de Economía (varios años) y el Banco Central de Reserva ( 1 9 8 9 ) . Gráfico 4 E v o l u c i ó n d e las p o s t u l a c i o n e s : 1 9 6 0 - 1 9 9 2 (miles de personas) GRADE Banco de Datos de Educación. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 21 4. Eficiencia externa e interna de las universidades Una de las críticas más frecuentes que se hace a los universitarios y a las universidades peruanas en general, es su concentración en profesiones " tradicionales" de corte humanista y de "escaso o hasta negativo impacto sobre la producción y el c r e c i m i e n t o " . Se critica el peso de las artes, letras y humanidades, en contraposición a los saberes de supuesto mayor impacto sobre el desarrollo, c o m o serían las ciencias e ingenierías; se lamenta la preferencia por los saberes útiles para "actividades de influencia", c o m o las llaman los economistas, en desmedro de las "actividades productivas". Las cifras, sin e m b a r g o , muestran que las ingenierías, las ciencias naturales y exactas, y las carreras agropecuarias en c o n j u n t o , absorben buena parte de la demanda y del output del sistema universitario (véanse los cuadros 1 0 , 11 y 1 2 ) . Esas carreras dan cuenta de 31 % de la matrícula, cifra que según la U N E S C O se compara favorablemente con los promedios de todos los continentes -a excepción de Europa, que registra un 3 5 % . En América Latina, de doce países para los cuales hay datos disponibles, sólo Chile y Argentina tienen proporciones mayores de estudiantes dedicados a esas áreas. De los países asiáticos industrializados, Japón sólo tiene 2 3 % de su matrícula en esas tres áreas, Indonesia 2 1 % , Corea 3 6 % y Taiwán 3 5 % . 7 En realidad, el "problema" del desfase entre la educación superior universitaria y las necesidades del país, de existir, radicaría más en cuántos terminan sus estudios, en la calidad de la formación, y en la capacidad del aparato productivo para absorber la oferta de recursos humanos capacitados. Así pues, una cuestión central en la discusión sobre las universidades peruanas es la de su eficiencia externa e interna . Estas son las dos áreas de quizás mayores mitos en nuestro medio. Las imágenes del abogado taxista, el médico vendedor de remedios o el maestro de la Orquesta Sinfónica que vende lapiceros en las calles céntricas han pasado ya 8 7. Debe notarse, sin embargo, que aunque las ingenierías absorben un porcentaje muy razonable de la oferta de profesionales, preocupa la relativa escasez de graduados en ciencias (véase el cuadro 1 3 ) . Esto podría condenarnos, en el mejor de los casos, a ser buenos seleccionadores de tecnología, pero no generadores de la misma. Incluso en América Latina, casi ningún otro país tiene una proporción de sus graduados en las ciencias exactas y naturales menor que el 2% del Perú. Podría angüirse que a Japón no le va tan mal con el 6% que muestra, pero recordemos las diferencias que significa cada punto porcentual cuando las bases tienen magnitudes tan inmensamente diferentes (estamos hablando de cien millones más de pobladores en el país asiático). Ese 6% son muchas personas. 8. En la jerga de quienes estudian los procesos educativos desde la perspectiva económica, la eficiencia externa de una institución o un sistema se refiere a sus resultados (es decir, el destino laboral, los ingresos, los niveles de empleo de los egresados); la eficiencia interna se refiere más bien a la capacidad de esa institución o sistema de completar el proceso usando el menor tiempo requerido (y, por lo tanto, el menor número de recursos). 22 PATRICIA DE ARREGUI Cuadro 10 Postulaciones p o r g r u p o s d e especialidades: P e r ú 1 9 6 0 - 1 9 9 2 * Postulaciones totales 1980-84 1985-89 1990-92 88,667 256,544 277,764 240,607 49,667 0.9% 256,066 1.3% 277,136 1.5% 239,637 1.5% 20.9% 13.2% 24.3% 18.4% 6.4% 13.3% 18.4% 21.4% 18.9% 2.8% 12.2% 16.4% 22.3% 18.7% 3.9% 14.6% 13.8% 21.0% 19.2% 3.9% 4.0% 8.3% 3.6% 3.6% 9.9% 10.4% 3.5% 10.6% 11.1% 7.8% 8.7% 9.4% 1960-64 1970-74 24,314 21,216 Áreas específicas Artes y humanidades 0.8% Ciencias sociales y de la comunicación 8.0% Ciencias administrativas 1 1 . 0 % 14.7% Ingeniería 17.5% Salud 5.3% Agropecuarias Ciencias naturales 6.2% y exactas 27.4% Educación 9.2% Derecho G R A D E - Raneo de Daros de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y por diversas universidades. * Promedios anuales para cada quinquenio. Cuadro 11 M a t r í c u l a p o r g r u p o s d e especialidades: P e r ú 1 9 6 0 - 1 9 9 2 * 1960-64 1970-74 1980-84 1985-89 1990-92 40,952 131,485 294,780 363,973 364,753 36,388 Áreas específicas 1.1% Artes y humanidades Ciencias sociales y de la comunicación 7.1% Ciencias administrativas 1 4 . 6 % Ingeniería 14.9% Salud 14.5% Agropecuarias 5.8% Ciencias naturales y exactas 3.9% Educación 26.7% Derecho 11.4% 102,943 0.7% 294,001 1.0% 362,595 1.4% 362,321 1.6% 21.2% 14.8% 20.2% 10.4% 6.7% 17.9% 21.7% 23.2% 9.8% 5.3% 16.0% 19.7% 22.5% 11.6% 4.3% 14.8% 18.1% 23.7% 12.5% 4.7% 3.2% 15.3% 7.7% 4.8% 8.7% 7.5% 4.1% 11.4% 9.1% 3.8% 12.3% 8.5% Matrícula total G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y por diversas universidades. * Promedios anuales para cada quinquenio. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 23 Cuadro 12 B a c h i l l e r a t o s o t o r g a d o s p o r á r e a s d e las ciencias: P e r ú 1 9 8 0 - 1 9 8 9 Áreas 1980 Artes y humanidades 1981- 1 9 8 9 * 59 <1% 941 C i e n c i a s sociales 2,538 17% 27,293 17% Ciencias administrativas 2,412 17% 32,750 21% Ingenierías 2,734 19% 30,037 19% Salud 1,902 13% 22,458 14% Agropecuarias 690 5% 9,058 6% Ciencias naturales y exactas 420 3% 3,898 2% 2,900 20% 20,154 13% 891 6% 11,066 7% Educación Derecho <1% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y por diversas universidades * Agregado para los nueve años. Cuadro 13 P a r t i c i p a c i ó n de las c i e n c i a s n a t u r a l e s y las i n g e n i e r í a s e n e l t o t a l d e g r a d u a d o s d e d i v e r s o s países (alrededor de 1 9 8 8 ) Países Ciencias natu- Ingenierías rales y exactas Estados U n i d o s 12% 7% 36% URSS 14% Francia 16% 19% Italia 18% 14% 8% 14% Suecia Reino Unido 10% 6% China 12% 26% India 26% 4% 6% 20% Japón Sur C o r e a 13% 17% Taiwán 14% 21% 2% 21% Perú G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos del National Science Board ( 1 9 9 1 ) y, para el caso peruano, con información proporcionada por la A N R y algunas universidades. 24 PATRICIA DE ARREGUI a formar parte del folklore nacional -y de lo que sentimos c o m o nuestra tragedia también. Hace p o c o se dijo en un importante foro que de cada mil peruanos que inician sus estudios primarios, sólo trescientos terminan la secundaria, setenta ingresan a la universidad, treinta la terminan y sólo tres ejercen la ocupación para la cual se prepararon; este argumento ya se está repitiendo con frecuencia, especialmente en los medios de prensa. Diversas encuestas nacionales realizadas en los últimos años y una serie de estudios parciales sugieren que la situación es menos dramática. C o m o ya se dijo, 16% de la población no infantil tiene alguna educación superior; limitando la observación a la población adulta joven (aquéllos que están entre los veinte y los 34 años de edad), se observa que cerca de un tercio tiene ya alguna educación superior; luego, no son setenta de mil, sino 3 2 0 . S u p o n i e n d o , en base a la actual distribución de la matrícula en el nivel superior, que la mitad va a la universidad y el resto a institutos superiores tecnológicos y pedagógicos, se tiene que por lo menos 1 6 0 ingresan a la universidad. Algunos estudios recientes muestran que, en promedio, algo más de un tercio de los ingresantes terminan la universidad . Según estimaciones realizadas en G R A D E , de esos 56 jóvenes egresados, bajo la hipótesis pesimista de que se mantendrá la actual situación del mercado de trabajo nacional, 23 podrán ejercer su profesión y otros cinco se dedicarán a otra ocupación, que requiere, sin e m b a r g o , una formación de nivel equivalente. El resto, o bien puede darse el lujo de permanecer inactivo esperando tiempos mejores, o se ocupará en otras áreas, en las cuales, sin e m b a r g o , les irá algo mejor que a aquellos que no tuvieron la oportunidad de una mayor formación o capacitación para el trabajo. 9 Por otra parte, es evidente que ni todos los taxistas de Lima son profesionales fracasados, ni más de una mínima parte de todos los profesionales se dedican a choferes o vendedores ambulantes. Se ha podido determinar que solamente 2% de los que tienen alguna educación superior en Lima tienen c o m o ocupación principal o secundaria la conducción de vehículos. Y si se dedican a esas actividades, lo más probable es que ganen el doble que sus colegas menos educados ( c o n el consiguiente desplazamiento de los menos educados de los escasos reductos que les quedan, lo que ya es o t r o tipo de problema, no menos serio pero que no cabe discutir aquí). Lo que sí hay que evaluar es si el paso masivo por la educación superior resulta muy costoso tanto en términos privados c o m o en términos sociales, dado el tipo de oferta de puestos de trabajo que hay en el mercado. E s t o es algo que valdría la pena explorar con detenimiento. En términos estrictamente e c o n ó m i c o s , el bajo c o s t o relativo de la educación peruana en todos sus niveles, el decreciente 9. Esta proporción habrá de crecer en la actual generación de estudiantes, dada la eliminación del requisito de tesis para obtener el bachillerato. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 25 volumen de recursos totales que se le dedican, y el bajísimo costo de oportunidad del t i e m p o invertido en educarse (dadas las escasas probabilidades de encontrar e m p l e o ) , dan espacio para considerar que quizás el aparente "desperdicio" no lo sea tanto y que las decisiones privadas de invertir en educación no sean tan irracionales c o m o se dice. En términos de una evaluación social, las expectativas insatisfechas y la frustración de los sueños de l o g r o profesional, quizás no sean más terribles que la falta de sueños prevaleciente en sociedades más contentas de su suerte y en las cuales la decisión de quién tiene la oportunidad de llegar a niveles superiores se toma tempranamente, en la vida escolar. Vale también la pena detenerse a discutir el supuesto problema constituido por el h e c h o que una persona se dedique a un área distinta a aquella para la cual se e n t r e n ó directamente. E s t o , que es visto c o m o una cuasi tragedia en nuestro país, puede ser demostración de flexibilidad, capacidad de adaptación a distintas demandas laborales gracias a una sólida base general, espíritu de iniciativa, etcétera. El departamento de sociología de una universidad norteamericana ha diseñado un afiche muy original que utiliza c o m o propaganda, en el cual se usa c o m o e l e m e n t o de mercadeo las variadísimas experiencias laborales que han tenido sus egresados. Lo que parece motivo de vergüenza en nuestro medio, en otros lugares es usado c o m o un motivo publicitario. Es innegable que los fines de la universidad pueden ser múltiples, desde trasmitir c o n o c i m i e n t o científico, t e c n o l ó g i c o , humanista y artístico, hasta generar c o n o c i m i e n t o nuevo a través de la investigación. Además, parte de dicha investigación debe ser difundida para su aprovechamiento por el aparato productivo, pero también parte de ella puede ser perfectamente inútil, excepto para crear belleza y empujar cada vez más lejos los límites del potencial h u m a n o , en todas sus facetas. Es obligación principalísima de la universidad formar conciencia crítica y capacidad de liderazgo para el c a m b i o ; crear y formar, en fin, mejores ciudadanos y mejor país. Sin e m b a r g o , en los próximos años la legitimación social de la universidad, la aceptación de que merece ser apoyada, su sobrevivencia misma, ha de pasar por demostrar que lo que hace es útil para ayudar a los jóvenes a insertarse en el mercado laboral. Y esto resulta comprensible y aceptable, dado que la civilización del o c i o no parece estar entre ninguna de las opciones deseables ni viables para el Perú del futuro próximo. En tal sentido, conviene notar que a las personas con educación superior completa, particularmente a los universitarios, les suele ir mejor en lo que a empleo e ingresos se refiere, incluso cuando se controlan las diferencias de origen s o c i o e c o n ó m i c o . Lo demuestran los sofisticados estudios realizados por el B a n c o Mundial en los últimos años utilizando las Encuestas Nacionales de Niveles de Vida, y lo confirman las estadísticas trabajadas en G R A D E . En principio, se constata que a lo largo del accidentado periodo 1 9 8 1 - 1 9 9 1 , las personas con educación superior completa tuvieron mayores niveles de 26 PATRICIA DE ARREGUI actividad e c o n ó m i c a que aquéllos con sólo secundaria completa o que el p r o m e d i o de la población (véase el cuadro 1 4 ) . Sus niveles de desempleo, salvo en 1 9 9 1 , fueron bastante menores que los de los otros dos grupos mencionados. Además, la proporción de ellos que estaba ocupada c o m o profesional, técnico calificado o personal directivo, es bastante mayor, pese a la caída registrada a lo largo del periodo -y que refleja principalmente la "desprofesionalización" de la carrera docente y la reducción del empleo público. Por último, pese a la casi increíble caída de los ingresos reales de la población ocupada experimentada a lo largo de las últimas dos décadas, los diferenciales promedio entre los distintos niveles muestran las obvias ventajas de los más educados (véase el cuadro 1 5 ) . Las diferencias son aun más marcadas si se limita el análisis a Lima M e t r o p o litana. En este caso, los ingresos de los egresados universitarios más que duplican los de aquéllos que sólo terminaron la secundaria (véase el cuadro 1 6 ) . Lo mismo ocurre con el empleo, ya que salvo pocas excepciones, los indicadores de actividad, de empleo y de "empleo adecuado" (en lo que se refiere a niveles de ingresos) son ampliamente superiores para los más educados (véase el cuadro 1 7 ) . Sin e m b a r g o , también queda claro que tener alguna educación superior y no completarla, no da generalmente mayores ventajas -si alguna- respecto a quienes culminaron la secundaria, en lo que a ingresos se refiere (véase el cuadro 1 8 ) . Lo mismo ocurre c o n los niveles de empleo. Cuadro 14 Actividad económica, empleo y ocupación de distintos g r u p o s educacionales: P e r ú 1 9 8 1 - 1 9 9 1 1981 Total Fuera de PEA PEA desocupada Sec 1991 1985-6 Sup. Total Sec. Sup 48.1% 45.5% 14.8% 2 8 . 4 % 3 3 . 6 % 17.7% 5.2% 8.3% 3.8% 8.2% Total Sec. Sup. 40.3% 33.9% 19.1% 2.6% 4.1% 6.6% 4.5% 7.0% 7 0 . 6 % 9.9% 1 3 . 5 % 6 5 . 2 % 20.1% 17.1% 61.7% 86.6% 84.6% 25.6% 87.4% 80.5% 34.8% 2.7% 6 . 0 % PEA ocupada c o m o profesional, técnico o directivo PEA ocupada en otras actividades 75.8% 76.3% 33.8% Total: población de 14 años o más, excepto en 1 9 8 1 , cuando sólo se dispone de datos para los de 15 ó más. S e c : aquellos que tienen educación secundaria completa. Sup.: aquellos con educación superior (universitaria y no universitaria) completa. G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base al Censo de 1981 y a las Encuestas Nacionales de Niveles de Vida del INEI ( 1 9 8 5 - 6 ) ( 1 9 9 1 ) . LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 27 Cuadro 15 Ingresos mensuales promedio de la población ocupada c o n d i s t i n t o s niveles e d u c a t i v o s : P e r ú 1 9 7 2 - 1 9 9 1 (en soles de a g o s t o de 1 9 9 1 ) * 1972 1985-86 2074 1064 174 736 105 Secundaria completa 422 90 Sin educación superior alguna 201 70 Estudios universitarios c o m p l e t o s 1991 Estudios superiores no universitarios completos GRADE - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos de Carnoy ( s / f ) y a los de E N N I V ( 1 9 8 5 - 6 y 1 9 9 1 ) e INEI y Cuánto ( 1 9 8 6 ) ( 1 9 9 1 ) . * Se utilizó como deflator el IPC Geométrico calculado por G R A D E . Cuadro 16 I n g r e s o s m e n s u a l e s p r o m e d i o s e g ú n nivel e d u c a t i v o d e l a P E A ocupada: Lima, 1 9 8 6 - 1 9 9 2 (en soles de a g o s t o de 1 9 9 1 ) 1986 1989 1990 1992 Sin instrucción 212 90 133 89 Primaria incompleta 312 107 208 111 Primaria completa 367 144 210 109 Secundaria incompleta 291 129 216 116 Secundaria completa 466 184 259 165 Superior pedagógica incompleta 153 n.d 137 121 Superior pedagógica completa 538 n.d 260 153 192 233 Superior tecnológica incompleta 419 178* 308 Superior tecnológica completa 712 169* 337 Superior universitaria incompleta Superior universitaria completa P E A total 496 203 367 239 1072 293 572 429 473 180 287 190 * Corresponden a toda la educación superior no universitaria. G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado con las bases de datos de las Encuestas de Hogares de Ministerio de Trabajo. 28 PATRICIA DE ARREGUI Cuadro 17 N i v e l d e a c t i v i d a d y e m p l e o s e g ú n nivel e d u c a t i v o e n Lima Metropolitana: 1 9 8 6 a 1 9 9 2 (en p o r c e n t a j e ) Adecuadamente Empleados Subempleados Desempleados Fuera de P E A 1992 1986 1992 1986 61.26 80.87 6.25 5.87 51.52 57.76 55.38 85.70 2.54 5.98 34.58 43.34 1986 1992 1986 Sin instrucción 32.51 13.23 Primaria incompleta 42.10 8.30 Primaria 1992 43.99 6.33 53.15 84.75 2.85 8.91 37.65 43.80 Secundaria incompleta 38.86 6.67 55.43 83.58 5.73 9.75 49.20 57.42 Secundaria completa 47.25 10.16 45.40 79.85 7.34 9.99 36.28 39.16 n.d. n.d. 100.00 49.99 n.d. 49.99 66.67 33.33 53.85 completa Pedagógica incompleta Pedagógica completa 49.99 22.23 49.99 55.56 n.d 22.23 28.57 Tecnológica incompleta 45.60 13.93 46.40 73.42 8.00 12.65 47.26 52.98 T e c n o l ó g i c a completa 69.29 17.13 28.22 71.24 2.49 11.65 27.84 27.72 Universitaria incompleta 58.40 19.48 34.52 67.79 7.08 12.72 40.84 61.56 Universitaria completa 78.45 43.10 17.07 51.51 4.49 5.39 12.11 21.09 Población total 49.06 14.40 45.60 76.30 5.34 9.30 38.16 43.34 GRADE- Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos de las Encuestas de Hogares del Ministerio de Trabajo ( D G E ) (varios años). Las tabulaciones para 1989 fueron proporcionadas gentilmente por el Instituto de Estudios Peruanos. Cuadro 18 Ingresos mensuales de la población ocupada con educación superior, relativos a la población con secundaria completa ( = 1 0 0 ) : L i m a , 1 9 8 6 - 1 9 9 2 1986 Secundaria c o m p l e t a Superior pedagógica i n c o m p l e t a Superior pedagógica c o m p l e t a Superior t e c n o l ó g i c a i n c o m p l e t a 1989 1990 1992 100 100 100 100 33 n.d. 53 73 115 n.d. 100 92 90 97 119 116 153 92 130 141 Superior universitaria i n c o m p l e t a 106 110 141 145 Superior universitaria c o m p l e t a 230 159 221 260 P E A total 101 98 111 115 Superior t e c n o l ó g i c a c o m p l e t a G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado con las bases de datos de las Encuestas de Hogares del Ministerio de Trabajo. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 29 Por ultimo, al revisar el nivel de concordancia entre la formación para el trabajo y la ocupación principal desempeñada por la población ocupada de Lima Metropolitana (véase el cuadro 1 9 ) , se aprecia que la mitad de las personas que tuvieron alguna formación de nivel superior y que tienen empleo, están ocupados en el mismo campo para el cual se prepararon o en algo que realmente requiere educación de ese nivel. E s t o varía e n o r m e m e n t e de acuerdo a las carreras y al interior de ellas (véase el cuadro 2 0 ) , reflejando que podría haber cierta saturación en algunos terrenos y, muy p r o b a b l e m e n t e , que hay una gran dispersión resultante de distintos grados de calidad de la formación recibida. En cuanto al tema de la eficiencia interna de la educación superior, el número de graduados que viene produciendo anualmente el sistema ha fluctuado entre 25 y 4 5 % , más o menos, del n ú m e r o de personas que ingresan a las universidades seis años antes (véase el gráfico 5 ) . Para eliminar las fluctuaciones registradas de año en a ñ o se pueden sumar los bachilleratos otorgados entre 1 9 8 0 y 1 9 9 0 y calcular su ratio respecto a todos los ingresantes entre 1 9 7 5 y 1 9 8 5 (véase el cuadro 2 1 ) ; se aprecia que más o menos un tercio de los ingresantes pueden estar c o m p l e t a n d o sus estudios. El desempeño de las distintas universidades al respecto es muy variado y puede atribuirse a una serie de factores, no todos vinculables necesariamente a la calidad de sus programas, pero que deben ser considerados en los planes de desarrollo institucional; que muchos repitan de año puede no ser totalmente responsabilidad de la universidad, pero debe preocupar a ésta. Las diferencias entre carreras Cuadro 19 C o n c o r d a n c i a entre f o r m a c i ó n para el trabajo y ocupación principal de la población empleada: L i m a , 1 9 8 6 y 1 9 9 1 Profesión u oficio para la cual se recibió preparación Total Ocupación principal Ocup. en Lo mismo o Algo Muy lo mismo igual nivel encima encima Algo Muy debajo debajo 1986 9% D e nivel universitario 414 43% 57% De nivel superior no universitario 536 42% 46% 3% 2304 77% 99% <1% D e nivel básico, n o superior 34% 51% <1% 1991 D e nivel universitario De nivel superior no universitario De nivel básico, no superior 519 8% 40% 50% 337 48% 54% 4% 1091 55% 98% 1% 41% 42% 1% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado con las bases de datos de las Encuestas de Hogares del Ministerio de Trabajo. 30 PATRICIA DE ARREGUI Cuadro 20 Ingresos mensuales y c o n c o r d a n c i a entre formación para el trabajo y o c u p a c i ó n principal (en porcentajes del total de c a s o s ) Profesión u oficio para c! cual se recibió preparación Ocupación principal Ocup. Lo mismo Ingresos en lo Muy o igual Algo promedio* lo mismo nivel Debajo debajo Desocupado de PEA Fuera 1986 Abogacía Administración Contabilidad Economía 1171 29% 51% 3% 26% 0% 20% 982 12% 28% 4% 48% 3% 17% 1100 41% 47% 4% 27% 4% 19% 791 16% 29% 2% 47% 2% 20% 584 51% 60% 13% 11% 0% 16% 1094 17% 17% 33% 33% 0% 17% Ingeniería eléctrica 522 33% 33% 0% 33% 11% 22% Ingeniería industrial 782 5% 30% 20% 15% 15% 20% Ingeniería mecánica 2823 31% 46% 0% 15% 0% 38% 603 41% 41% 0% 15% 7% 37% 1148 65% 71% 0% 6% 0% 24% 581 38% 38% 5% 33% 10% 14% Abogacía 415 40% 49% 6% 21% 8% 17% Administración 382 4% 19% 6% 55% 4% 16% Contabilidad 344 29% 36% 7% 35% 4% 18% Economía 580 25% 32% 4% 47% 6% 11% Educación 285 47% 53% 10% 14% 2% 20% Análisis de sistemas 273 17% 17% 7% 39% 15% 22% Ingeniería eléctrica 709 11% 56% 22% 11% 0% 11% Ingeniería industrial 482 12% 36% 16% 24% 4% 20% Educación A n á l i s i s de sistemas Enfermería Medicina Psicología 1992 Ingeniería mecánica 508 20% 33% 0% 47% 0% 20% Enfermería 149 47% 47% 0% 18% 0% 35% Medicina 397 82% 82% 0% 0% 6% 12% Psicología 142 2% 8% 15% 27% 4% 46% * Los ingresos promedio se refieren sólo a los ocupados, aunque los porcentajes de personas en cada categoría se refieren al total de la muestra (y no sólo a la PEA). Todas los ingresos están expresados en soles de agosto de 1 9 9 1 . G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado con las bases de datos de las Encuestas de Hogares del Ministerio de Trabajo. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS Cuadro 31 21 G r a d u a d o s * u n i v e r s i t a r i o s c o m o p r o p o r c i ó n d e los i n g r e s a n t e s : Perú 1975-1990 Total U n i v e r s i d a d e s públicas Mayor de San Marcos San A n t o n i o Abad De La Libertad San Agustín De Ingeniería San Luis G o n z a g a San Cristóbal de Huamanga Del C e n t r o del Perú Agraria La Molina De la Amazonia Peruana Del Altiplano De Piura De Cajamarca Pedro Ruiz Gallo Federico Villarreal Hermilio Valdizán Agraria de la Selva Daniel Alcides Carrión De Educación Del Callao José F. Sánchez Carrión Jorge Basadre Grohmann Santiago Antúnez de Mayólo U n i v e r s i d a d e s privadas Católica del Perú Peruana Cayetano Heredia Católica Santa Maria Del Pacífico De Lima De San Martín de Porres Femenina del Sagrado Corazón Inca Garcilaso de la Vega De Piura Ricardo Palma Andina Néstor Cáceres Velásquez Los Andes Unión Incaica Andina del C u s c o Graduados 1980-90 (A) Ingresantes 1975-85 (B) 198,263 586,173 33.8% 136,252 20,451 8,016 10,641 11,459 8,327 8,399 4,613 7,282 3,476 1,302 3,259 2,567 3,543 5,628 17,881 2,805 542 2,601 7,055 2,735 3,132 323 6 360,367 53,619 31,124 22,443 24,135 16,683 27,302 11,230 17,762 6,174 6,791 10,900 8,310 7,147 9,892 36,189 12,086 1,932 11,836 15,740 12,208 8,013 5,964 1,447 37.8% 38.1% 25.8% 47.4% 47.5% 49.9% 30.8% 41.1% 4 1 0% 56.3% 19.2% 29.9% 30.9% 49.6% 56.9% 49.4% 23.2% 28.1% 22.0% 44.8% 22.4% 39.1% 5.4% 0.4% 62,011 3,967 1,842 6,382 732 5,168 16,828 1,748 18,516 1,088 5,107 107 0 16 261 225,806 16,869 2,077 22,610 2,314 22,037 61,626 3,331 51,847 2,985 25,593 2,678 5,710 689 1,425 27.5% 23.5% 88.7% 28.2% 31.6% 23.5% 27.3% 52.5% 35.7% 36.5% 20.0% 4.0% 0.0% 2.3% 18.3% A/B G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la ANR y diversas universidades. * Bachilleres. 32 PATRICIA DE ARREGUI Gráfico 5 G r a d u a d o s c o m o porcentaje de la c o h o r t e e ingresantes: 1 9 6 5 - 1 9 9 0 Ratio: Graduados / Ingresantes G R A D E - R a n e o de D a t o s de E d u c a c i ó n son también muy marcadas (véanse los cuadros 22 y 2 3 ) . Las razones, nuevamente, pueden ser de muy diversa índole, incluyendo desde el mayor c o m p o n e n t e "vocacional" que parecen tener algunas carreras, hasta el proceso más selectivo de ingreso a la carrera que han podido quizás asegurar algunos gremios profesionales, restringiendo la creación de nuevos programas. Cuan serio es este problema puede evaluarse desde muy distintas perspectivas. Se ha visto ya cuan pocas ventajas en el mercado de trabajo da una educación superior inconclusa. Es más, esto "puede resultar un handicap, ya que muchos empleadores prefieren no tener mano de obra aparentemente sobrecalificada y, quizás, "reclamona". Por o t r o lado, para quien estuvo en camino de convertirse en un profesional, la decisión de aceptar un trabajo de m u c h o m e n o r nivel puede ser particularmente penosa. O t r o criterio para evaluar la magnitud del problema es el costo del tiempo y del dinero que invirtió "inútilmente" el estudiante. Algunos considerarían este c o s t o casi nulo debido a la gratuidad de la enseñanza y a la falta de oportunidades de trabajo, mientras que otros sí lo considerarían un desperdicio ya que hubiera podido ser invertido en adquirir por otras vías c o n o c i m i e n t o s , habilidades y destrezas más relevantes para el desarrollo de esas personas y del país. Un tercer criterio es el costo que representa para el Estado el tiempo adicional que t o m a educar a un estudiante que repite sus cursos y que, por último, nunca LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 33 Cuadro 22 E f i c i e n c i a i n t e r n a * d e las u n i v e r s i d a d e s p e r u a n a s s e g ú n á r e a s del c o n o c i m i e n t o : 1 9 8 4 - 1 9 8 9 Áreas Artes y humanidades Ciencias sociales y comunicación Ciencias administrativas Ingenierías Ciencias de la salud Agropecuarias Ciencias naturales y exactas Educación Derecho 1984 1989 34% 32% 43% 31% 59% 37% 17% 53% 55% 17% 36% 32% 26% 45% 48% 15% 48% 27% G R A D E , Banco de Datos de Educación, estimado en base a datos proporcionados por la A N R y diversas universidades. * Eficiencia interna = E g r e s a d o s / ingresados _ t t 5 Cuadro 23 E f i c i e n c i a i n t e r n a e n especialidades s e l e c c i o n a d a s (Grad. 1 9 8 0 a 1 9 8 9 / I n g r . 1 9 7 5 a 1 9 8 4 ) Medicina humana Ingeniería eléctrica Ingeniería agrícola Contabilidad Economía Ingeniería industrial Ingeniería civil Turismo Literatura Arte Geología Enfermería Educación Derecho Administración , Sociología Matemáticas Ciencias de la comunicación Arqueología 97% 58% 50% 40% 32% 25% 21% 16% 8% 1% 72% 51% 43% 39% 25% 21% 19% 12% 3% G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos proporcionados por la A N R y diversas universidades. 34 PATRICIA DE ARREGUI se gradúa. Ese fue el criterio que primó durante el debate constitucional sobre la gratuidad de la enseñanza superior -que luego fuera desechado para c o n c e n trarse en razones puramente políticas y de c o r t o plazo. Desafortunadamente, no hay estimaciones del tiempo y recursos" excesivos" que consumen esos estudiantes para el caso peruano, y no es posible cuantificar por el m o m e n t o este problema. Por último, pueden hacerse comparaciones con otros países. Es evidente que el índice de eficiencia interna, cualquiera que se use, es muy sensible al ritmo de expansión de las vacantes, al crecimiento del sistema y a sus reglas de j u e g o respecto a selectividad en el ingreso, duración de las carreras, tolerancia de la repetición, asistencia e c o n ó m i c a para los alumnos, etcétera. Por ello, su uso para fines comparativos debe ser cuidadoso. Las pocas cifras disponibles muestran que en el Reino U n i d o , en carreras que duran en p r o m e d i o tres años, la eficiencia suele fluctuar entre 8 0 % y 9 0 % , pero debe considerase que existen sistemas de selección muy estrictos, se conceden becas y no se permite la repetición. En Francia, en c a m b i o , donde el acceso es abierto y hay poca ayuda financiera, 5 0 % de los estudiantes abandona la carrera después del primer año, y sólo terminan entre 30 y 3 5 % , c o m o en el Perú. En otros sistemas, donde es c o m ú n que los estudiantes trabajen, se necesitan por lo general siete años para completar una licenciatura. Se puede también usar un indicador más simple y de fácil construcción, el ratio entre el número anual de graduados y el n ú m e r o total de matriculados en ese mismo año, c o m o indicador de tasa de eficiencia interna. En este caso, el Perú aparece con la tasa más baja de un grupo de o c h o países latinoamericanos, a un nivel cercano a la quinta parte del rendimiento p r o m e d i o , el mismo nivel en que se coloca al hacer la comparación con nueve países europeos. Es por esta deserción de estudiantes verificada a lo largo del proceso, por esta ineficiencia del sistema, que el supuesto exceso de profesionales del cual se culpa a la proliferación de escuelas y programas no parece ser tan dramático c o m o algunos lo pintan. Estimaciones realizadas en G R A D E sobre el stock de profesionales universitarios hacia 1 9 8 9 , muestran cifras bastante menores que las sugeridas por algunos cálculos tremendistas (véase el cuadro 2 4 ) . En sólo pocos casos se percibe una dotación exagerada, al m e n o s en comparación con países tan distintos c o m o Uruguay y Estados Unidos (los únicos para los cuales se dispone de información c o m p a r a b l e ) , o con normas internacionales fijadas para algunas ocupaciones claves, c o m o las relacionadas con educación y salud. Si se considera las altas tasas de emigración registradas en los últimos años, el stock se reduce más aun. Así pues, los desajustes entre la oferta y demanda de profesionales deben provenir más del lado de la castigada e c o n o m í a que no puede absorberlos, o del lado de la idoneidad de los profesionales, que no responden a los requerimientos y necesidades de los escasos empleadores públicos y privados o que no están capacitados o motivados para generar sus propias empresas. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 35 H o y se percibe claramente la gran preocupación existente por los aparentes desajustes entre la oferta y demanda de profesionales, y por el aparente ajuste perfecto entre la demanda -pobremente informada y orientada- y la oferta educativa. Si bien desde hace m u c h o tiempo se cuestionaba la contribución de la educación superior al desarrollo e c o n ó m i c o y social del país, es sólo reciente. - Cuadro 24 Stock estimado d e profesionales: P e r ú 1 9 8 9 Profesiones Habitantes por profesional 1972 1989 Perú EE.UU. Uruguay 1/ 4 / Educadores Total ingenieros Ingenieros civiles Ingenieros industriales Ingenieros químicos Ingenieros mctarlúrgicos Ingenieros pesqueros Contadores Abogados Economistas Médicos Administradores Agrónomos Enfermeras Psicólogos Trabajadores sociales Veterinarios y zootecnistas Sociólogos Biólogos Obstetrices Químicos Físicos 67561 15641 3288 893 1552 727 315 14289 6890 4082 5853 6880 4771 4468 896 1201 1166 1059 843 993 835 202 137758 57803 8529 9745 8378 2722 3147 46172 24966 24409 20782 19767 12739 12528 8639 7791 5702 5171 4125 3132 1545 458 153 365 2477 2168 2521 7760 6712 457 846 865 1016 1069 1658 1686 2445 2711 3704 4085 5121 6744 13672 46120 /2 3/ 63 136 993 1243 3692 1297 3688 3826 8169 673 334 2027 451 155 1178 469 767 321 1065 1866 1866 1432 3212 2027 4806 8523 G R A D E - Banco de Datos de Educación, elaborado en base a datos de O N E C ( 1 9 7 4 ) , A N R y diversas universidades. La población estimada para 1 9 8 9 ( 2 1 * 1 2 3 , 0 0 0 ) es de Webb y Fernández Baca ( 1 9 9 1 ) . 1/ Menores de 45 años en 1 9 7 2 . 2/ Los datos se refieren a la población civil ocupada. 3/ Los datos se refieren a la población profesional afiliada a la Seguridad Social, activa o inactiva, de la República de Uruguay. 4/ El stock en 1972 incluye a todos los que aparecen como profesores "con título" en el Censo de 1 9 8 1 . 36 PATRICIA DE ARREGUI m e n t e que se ha puesto en duda incluso los beneficios privados de o b t e n e r más o mejor educación, y con ello, la conveniencia de continuar invirtiendo en el nivel educativo superior, particularmente en aquel sector sostenido por los contribuyentes. La información aquí presentada relativiza la imagen de insensatez que tiene la asignación de recursos públicos o privados a la inversión en la universidad. Asimismo, esta información evidencia que la posibilidad real de restringir la expansión del sistema educativo o llevarlo en direcciones centralmente planificadas son bastante reducidas, particularmente cuando el sector de mayor expansión es el privado. Por ello, las energías de la sociedad peruana deben estar puestas, antes que en procurar controlar la proliferación de instituciones nuevas, en producir y diseminar información que oriente m e j o r las decisiones públicas y privadas, y, sobre t o d o en diseñar y aplicar mecanismos eficaces de acreditación y evaluación. LA SITUACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 37 Bibliografía ASAMBLEA NACIONAL DE R E C T O R E S (Varios Planillones de registro de datos sobre postulantes, ingresantes, años) matriculados y graduados por universidad y por especialidades. BANCO CENTRAL DE RESERVA 1989 M e m o r i a 1 9 8 9 - Lima C A R N O Y , Martín s/f "University Education i n the E c o n o m i c Development o f Perú". California, Stanford University and T h e Center for E c o n o m i c Studies (mimeo). GRADE 1990 E d u c a c i ó n S u p e r i o r e n e l P e r ú : D a t o s p a r a e l Análisis. Lima, G R A D E ( D o c u m e n t o d e Trabajo N o . 9 ) . I N S T I T U T O NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA (INEI) 1984 Censos N a c i o n a l e s 1 9 8 1 V I I I d e P o b l a c i ó n I I I d e Vivienda. Volumen A. T o m o s I y I I . L i m a , I N E I . 1993 C o m p e n d i o E s t a d í s t i c o 1 9 9 2 - 1 9 9 3 . Lima. 1994 C e n s o s N a c i o n a l e s d e 1 9 9 3 . R e s u l t a d o s Definitivos. Perfil S o c i o - D e m o g r á f i c o . Lima. I N S T I T U T O NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA (INEI) y CUANTO 1986 Encuestas Nacionales de Niveles de Vida (bases de datos). 1991 Encuestas Nacionales de Niveles de Vida (bases de datos). M I N I S T E R I O DE E C O N O M Í A Y FINANZAS 1979 Aspectos E c o n ó m i c o s y Financieros de la Educación Peruana, 1 9 6 0 - 1 9 7 9 . Lima. 1980-88 Balances de C o m p r o b a c i ó n - Lima. 1989 C a l e n d a r i o d e C o m p r o m i s o . Lima. 1990-93 Calendario de C o m p r o m i s o por Subprogramas y P r o g r a m a s . MINISTERIO DE EDUCACIÓN. DIRECCIÓN DE ESTADÍSTICA 1993 I n d i c a d o r e s C u a n t i t a t i v o s del Sistema E d u c a t i v o . Lima. MINISTERIO DE EDUCACIÓN E INSTITUTO LATINOAMERICANO DE E C O N O M Í A Y E D U C A C I Ó N 1993 F i n a n c i a m i e n t o d e l a E d u c a c i ó n . Lima MINISTERIO DE TRABAJO. DIRECCIÓN GENERAL DE EMPLEO Y FORMACIÓN PROFESIONAL (Varios E n c u e s t a s d e H o g a r e s p a r a M e d i c i ó n d e Niveles d e E m p l e o . Años) NATIONAL SCIENCE BOARD 1991 Science a n d E n g i n e e r i n g I n d i c a t o r s . Washington D . C 38 PATRICIA DE ARREGUI OFICINA NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS (ONEC) 1974 C e n s o s N a c i o n a l e s 1 9 7 2 V I I d e P o b l a c i ó n I I d e Vivienda, Lima, ONEC. R E P U B L I C OF CHINA. C O U N C I L F O R E C O N O M I C PLANNING AND DEVELOPMENT 1992 T a i w a n Statiscal D a t a B o o k . Taiwan UNESCO 1986 A n u a r i o E s t a d í s t i c o . París. 1991 W o r l d E d u c a t i o n R e p o r t 1 9 9 1 . París, U N E S C O W E B B , Richard y Graciela F E R N A N D E Z B A C A 1991 P e r ú e n N ú m e r o s 1 9 9 1 . Lima, C u á n t o , S.A. 1992 P e r ú e n N ú m e r o s 1 9 9 2 . Lima, C u á n t o , S.A. Problemas y perspectivas de las universidades peruanas Antonio Mabres 1 Resumen L u e g o de analizar lo q u e él considera son los c i n c o p r o b l e m a s más importantes de la universidad peruana -bajo nivel a c a d é m i c o , i n c e r t i d u m b r e e c o n ó m i c a , escasa investigación de calidad, poquísimas relaciones de c o l a b o r a c i ó n a c a d é m i c a e n t r e universidades, e inexistencia casi total de relación c o n el s e c t o r empresarial el autor de este artículo e s b o z a algunas propuestas para encarar esos p r o b l e m a s . E s t a b l e c e antes las c o n d i c i o n e s para que las universidades inicien un p r o c e s o de recuperación: disponibilidad de recursos e c o n ó m i c o s , c r e c i e n t e eficiencia y competítividad, y existencia de una buena legislación universitaria. Las soluciones que plantea incluyen la implementación de un sistema de a c r e d i t a c i ó n , la supresión de la gratuidad indiscriminada, el f o m e n t o del a c e r c a m i e n t o entre la empresa y la universidad, y la aplicación de una política q u e f o m e n t e el financiamiento y las d o n a c i o n e s para las universidades. 1. Introducción El objetivo de este artículo es presentar algunas reflexiones sobre la situación por la que atraviesan las universidades peruanas. A partir de tales reflexiones se esbozan algunas pautas para la elaboración de propuestas integrales de modificación de la legislación y la política universitaria en el Perú. Estas pautas están sólo enunciadas, pues el ánimo no es otro que el de proporcionar puntos de partida para una discusión más extensa. Antes de entrar en el tema, es necesario hacer algunas precisiones. En primer lugar, debe entenderse que cualquier análisis de la situación de las universidades en nuestro país tiene que hacerse considerando la heterogeneidad que oculta el c o n c e p t o de la universidad peruana. Es imposible hacer valoraciones generales, pues la situación de unas universidades respecto a otras es del t o d o dispar e, incluso, suelen existir acusadas diferencias entre facultades de una misma universidad. 1. El autor es rector de la Universidad de Piura. 40 ANTONIO MABRES Un segundo factor que debe tenerse en cuenta es que se está dando un profundo proceso de c a m b i o en muchas universidades, especialmente en las nacionales. Este proceso resulta principalmente de las modificaciones que en su e n t o r n o e c o n ó m i c o y social ha experimentado el Perú en los últimos años; sin e m b a r g o , ya desde antes las universidades venían experimentando transformaciones que de alguna manera han favorecido su capacidad para adaptarse a la nueva situación del país. Lo más notable ha sido la desideologización de vastos sectores al interior de las universidades y el decidido respaldo de estos sectores a quienes propugnaban criterios de eficiencia en la gestión universitaria, al margen de su tendencia política. Así, aunque la lucha política por el poder no ha desaparecido, se plantea ahora lejana de los viejos esquemas. Los motivos recién expuestos hacen riesgoso aventurar diagnósticos demasiado rígidos y globales. En t o d o caso, es alentador el que algunas universidades hayan demostrado una notable capacidad de innovación y que la Asamblea Nacional de R e c t o r e s ( A N R ) esté haciendo planteamientos novedosos, impensables hace unos años. E l l o sugiere que se está superando paulatinamente la vieja mentalidad, caracterizada por esperar que las reformas se impongan desde fuera. 2. Los problemas Las universidades peruanas enfrentan una problemática que, aunque c o m ú n , se manifiesta en distintos grados y bajo distintas formas. No obstante, de manera simplificada podría decirse que esos problemas son c i n c o : bajo nivel académico -lo cual está asociado a la dificultad de los egresados para o b t e n e r trabajo-, incertidumbre e c o n ó m i c a , escasa investigación de calidad, poquísimas relaciones de colaboración académica entre universidades, e inexistencia casi total de relación con el sector empresarial. El problema más grave, evidentemente, es el del bajo nivel académico. En gran parte de las facultades los profesores están p o c o preparados y desmotivados, lo que se traduce en niveles bajos de exigencia al estudiante. En general, la universidad no hace otra cosa que arrastrar el lastre de la mala preparación impartida en la escuela secundaria. Por ello es frecuente escuchar quejas de los empleadores por el desempeño deficiente de los recién egresados; la dificultad para conseguir trabajo de muchos profesionales también responde a la mala preparación. L ó g i c a m e n t e hay excepciones: las ofertas de trabajo suelen ser para profesionales provenientes de ciertas universidades, lo que demuestra que ellas otorgan un m e j o r nivel de formación. La incertidumbre e c o n ó m i c a es el segundo problema que aqueja prácticamente a todas las universidades. La escasa disponibilidad de recursos lleva a tomar medidas negativas, sobre t o d o en las universidades particulares, c o m o aumentar excesivamente el n ú m e r o de alumnos. T a m b i é n tiene efectos negativos PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 41 la creación de los llamados C e n t r o s de Producción, los cuales suelen desviar a los profesores de la labor universitaria para dedicarse a actividades empresariales tendientes a generar recursos, casi siempre con poca eficacia . Esta incertidumbre a nivel institucional va unida a la escasísima retribución que reciben los profesores, lo que profundiza la dificultad para lograr niveles de calidad mínimos en la enseñanza. 2 O t r o problema muy frecuente es que, además de hacerse muy poca investigación, ésta es de pobre calidad. Sin duda, en este tema se ha retrocedido en lugar de avanzar. L o s recursos e c o n ó m i c o s que las universidades destinan a la labor de investigación de los docentes son ínfimos, y sobre t o d o , cada vez es más notoria la falta de capacidad. Es escaso el número de publicaciones o comunicaciones de nivel aceptable, y son contadas las universidades que realizan investigación con continuidad y resultados . 3 C a b e también mencionar la ausencia de relaciones de colaboración académica entre universidades. Este problema se reproduce a nivel de los docentes; es sintomática la poca colaboración científica entre colegas de la misma área que laboran en distintas universidades del país. Finalmente, está el problema de la desconexión entre la universidad y la empresa, lo que afecta tanto la posibilidad de los graduados de insertarse rápidamente en el mercado laboral, c o m o la necesidad del sector empresarial de contar c o n cuadros que se adapten prontamente a la labor productiva. El p o c o c o n t a c t o que se establece se da casi siempre por relaciones particulares, las cuales no garantizan continuidad. Pese a sus evidentes necesidades, las empresas guardan todavía m u c h o esceptismo respecto la capacidad de las universidades de satisfacerlas. 3. Los vínculos entre universidad y sociedad Antes de plantear algunas propuestas para enfrentar la problemática recién expuesta, conviene reflexionar acerca del vínculo entre la universidad y las necesidades de la sociedad peruana. U n a primera interrogante que suele surgir en la discusión sobre este tema es si el n ú m e r o de universidades es excesivo o insuficiente. Sin embargo, debe notarse que la pregunta está formulada de manera tan abstracta que no admite respuesta. El problema no reside en que existan muchas universidades, sino en que sean de un escaso nivel. No tendría nada de malo que se creen nuevas 2. No es usual en cambio que se recurra a actividades de extensión y de investigación aplicada -que sí constituyen una tarea propiamente universitaria- para generar recursos. 3. Por lo general, las universidades que sí realizan investigación lo hacen porque cuentan con algún tipo de apoyo internacional. 42 ANTONIO MABRES universidades si han de tener la calidad necesaria; al contrario, deben ser bienvenidas. Pero si no van a satisfacer estándares mínimos de calidad, mejor es que no nazcan. Más relevante es la pregunta sobre si las universidades forman los profesionales que la sociedad necesita. Definitivamente, las universidades peruanas aún están lejos de ese objetivo, en alguna medida porque no tienen todavía un c o n o c i m i e n t o adecuado de las necesidades del país. D e b e evitarse un enfoque demasiado o exclusivamente teórico; es preciso formar para el trabajo, y para ello es conveniente fomentar más las prácticas pre profesionales y otras medidas encaminadas a la rápida inserción en el á m b i t o productivo. D e b e n además formarse profesionales que no estén sólo preparados para ser empleados, sino también capacitados para hacer empresa y generar trabajo. Sin e m b a r g o , ello no debe implicar que se ignore la necesidad de nuestra sociedad de contar con profesionales en áreas humanísticas y en las artes, carreras que por su incierta rentabilidad e c o n ó m i c a a veces son relegadas. En todo caso, hay que r e c o n o c e r que la rigidez de la ley y un excesivo apego a la tradición académica han impedido la p r o m o c i ó n de reformas y alternativas. Un ejemplo c o n c r e t o es la enseñanza tecnológica y, en general, las carreras cortas pero de buen nivel. No se puede excluir a las universidades de la responsabilidad de diseñar y ofrecer esas alternativas de formación profesional. O t r o aspecto que es necesario discutir es el del reclamado apoyo estatal. Las universidades estatales permanentemente demandan un presupuesto mayor, mejores sueldos para sus profesores, etcétera. Las universidades privadas también piden constantemente apoyo estatal, directo o indirecto, para poder mantener sus puertas abiertas a todos, con independencia de su capacidad de pago. Innegablemente este apoyo es necesario si se quiere un verdadero desarrollo universitario; sin e m b a r g o , también es cierto que el apoyo debe o b e d e c e r a criterios de eficiencia. No se puede seguir protegiendo la mediocridad; al contrario, se debe estimular la calidad. C o m o los resultados no son fáciles de cuantificar, llevar a c a b o con éxito una eficiente política de apoyo selectivo a las universidades implica necesariamente la existencia de sistemas de acreditación y evaluación. La gratuidad de la enseñanza universitaria es un tema en el cual también se están experimentando grandes cambios en la manera en que es entendido. Casi existe consenso respecto a que la gratuidad indiscriminada en los tiempos que hoy le toca vivir al Perú es injusta y puede condenar a las universidades públicas a no salir de la mediocridad, constituyendo así un impedimento a la genuina igualdad de oportunidades. ¿ C ó m o hacer realidad mecanismos que permitan una educación gratuita para quien la necesita y merecer Este es un problema clave que hay que tratar con m u c h o realismo en un c o n t e x t o no distorsionado por intereses políticos. 1 Finalmente, debe también establecerse con claridad cuánto le cuesta al Estado formar un profesional en las universidades nacionales. Es necesario que exista un PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 43 gran sentido de responsabilidad en la administración de los fondos del erario publico, dando cuenta de los resultados sin soslayarlos con cifras que no expresan los verdaderos costos. Un claro ejemplo de esto es el de las universidades que tratan de presentar sus resultados en términos de los alumnos matriculados, evitando mencionar al mismo tiempo el n ú m e r o de egresados y titulados. 4. Condiciones para la recuperación La primera condición necesaria para que las universidades inicien o consoliden un proceso de recuperación es la disponibilidad de recursos e c o n ó m i c o s . Sin ellos es imposible exigirles calidad. Es más, es vital para el país que lleguen a las universidades m u c h o s recursos y que éstos sean bien empleados. Por ello, el Estado debe encauzar hacia las universidades recursos del erario público y fomentar que por diversas vías lleguen otras muchas ayudas, tanto a las universidades públicas c o m o a las privadas. Las fuentes pueden ser tanto nacionales c o m o internacionales. Conviene por ejemplo que existan incentivos tributarios a las donaciones que hagan las empresas, debiendo buscarse paralelamente otros mecanismos que fomenten el apoyo de las empresas a las universidades . Otra forma de generar recursos para las universidades es la creación de un sistema de becas que, al otorgar recursos a los alumnos que las merezcan y necesiten, permita canalizar recursos a todas las universidades, de forma saludable. U n a segunda condición necesaria para el despegue del sistema universitario peruano es el fomento de la eficiencia y la competítividad . Así c o m o una empresa ineficiente arroja pérdidas y si no supera esa ineficiencia no hay más alternativa que cerrarla, ante la ineficiencia de una universidad no se debe actuar c o m o si nada pasara. El problema es que en el caso de una universidad la ineficiencia no se refleja en déficit e c o n ó m i c o s sino en la no consecusión de sus objetivos, c o m o la formación de buenos profesionales, lo que involucra aspectos no tan fáciles de medir. La pregunta central es ¿cuándo es buena una universidad?, es decir, ¿con qué criterios se debe efectuar la evaluación? 4 5 Este tema de la evaluación es de importancia crucial, pues es un excelente mecanismo para estimular la calidad. Todas las universidades deben recibir recursos suficientes para pagar sueldos dignos a todos los profesores y asegurar 4. Dicho apoyo debe ir unido, en la posible, a la realización de investigación y prestación de servicios de éstas a aquéllas. 5. Esta eficiencia debe ser evaluada con criterios de productividad que no pueden ser simplistas pues, como ya se dijo, las situaciones son muy distintas en la capital y en provincias, en unas carreras y en otras. 44 ANTONIO MABRES un m í n i m o de otros gastos, pero cualquier ayuda adicional debe responder a los méritos y resultados que se puedan determinar mediante una evaluación. La ayuda y los estímulos -cuanto más se o t o r g u e , mejor- deben necesariamente llegar a quienes lo merezcan y puedan aprovecharlo bien. Finalmente, es urgente que se avance en el diseño e implementación de una b u e n a legislación universitaria. D i c h a legislación debe ser positiva, no reglamentarista, que r e c o n o z c a y respete las características y potencialidades propias de cada universidad y, a la vez, establezca criterios adecuados para asegurar los niveles de calidad mínimos admisibles. 5. Propuestas para el desarrollo universitario Cualquier intento de potenciar el sistema universitario peruano debe partir de una clara definición y conciencia general del verdadero papel de la universidad en la sociedad, esto es, brindar educación superior y realizar investigación . Para lo primero se requiere contar con alumnos idóneos (por preparación previa, motivación y capacidad intelectual) para seguir carreras universitarias, y con profesores que tengan el adecuado nivel. Para lo segundo, es imprescindible que estos profesores estén formados y tengan los medios para hacer investigación. No debe perderse de vista, en t o d o caso, que la investigación de calidad, bien aplicada, termina atrayendo o generando los recursos que necesita. Para que la universidad en el Perú pueda desempeñar a cabalidad ambas tareas se requiere empezar a implementar una serie de medidas de mediano plazo. En principio, se debe mejorar cada vez más la preparación de los alumnos durante la escuela secundaria, y afinar los procesos de admisión. También se debe formar un buen profesorado, c o n estudios de postgrado en universidades nacionales y extranjeras de calidad. Esta última meta es fundamental. Es evidente que un requisito imprescindible para lograr t o d o lo anterior es contar c o n recursos y orientarlos bien. P o r ello, debe prestarse especial atención al desarrollo de la capacidad de las propias universidades para generar y administrar esos recursos. En principio, es necesario suprimir la gratuidad indiscriminada, implementando a la vez una buena política de becas que permita canalizar recursos a las universidades, favoreciendo a los que más lo merecen. El Estado podría dar becas a buenos estudiantes, para pagar los costos universitarios. Esta beca se perdería si el rendimiento es bajo. Las becas deberían tener en cuenta, para el m o n t o , los costos diferenciados debidos a cada facultad y a otras circunstancias. Además 6 6. La investigación debe ser adecuada a las necesidades, en sentido amplio, del entorno de influencia de la universidad, tanto como a las propias posibilidades y prioridades de la universidad. PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS DE LAS UNIVERSIDADES PERUANAS 45 debería estudiarse un sistema de préstamos, a partir de un fondo de solidaridad que sea bien administrado y q u e tenga mecanismos que garanticen la devolución posterior del p r é s t a m o . 7 En segundo lugar, es necesario implantar un sistema de acreditación. Las universidades, o mejor aun, las facultades, podrían "someterse" a acreditación voluntaría y, según la puntuación o nivel o b t e n i d o , podrían acceder a distintas ayudas o beneficios . La acreditación podría también ser aplicable individualmente a los profesores, poniéndose c o m o requisito para recibir otros estímulos directos para ellos o para sus equipos de investigación. 8 En t o d o caso, no debe pensarse que es fácil poner en marcha un sistema de acreditación; todo lo contrario, es muy complejo y c o s t o s o . Se requiere ayuda externa para poder materializar un buen sistema. Lo ideal sería sumarse a algún sistema de acreditación internacional: algunos grupos de países ya están permitiendo en cualquiera de ellos el ejercicio de profesionales titulados en universidades que tienen determinada acreditación. Por o t r o lado, es importante tener en cuenta que la acreditación debe ser voluntaría (esto es, ofrecida antes que impuesta), positiva (es decir, que su objetivo sea viabilizar el acceso a beneficios y no castigar a las universidades) e independiente; además, preferiblemente debe ser de gestión privada. D e b e haber además un medio de acreditación orientado a las universidades de reciente creación . Otra forma de permitir que las universidades generen recursos es fomentando el acercamiento entre la empresa y la universidad. A la larga ahí hay un gran potencial y una garantía de mejoría para todos. Las universidades podrían hacer investigación para atender las necesidades y planes de investigación y desarrollo de las empresas, y éstas financiarían la realización de dicha labor (lo que muchas veces puede ser menos o n e r o s o para las empresas que tener un departamento de investigación y desarrollo p r o p i o ) . Por último, es conveniente una política que fomente el financiamiento y las donaciones para las universidades. Se deben dar estímulos tributarios a las empresas que realizan d o n a c i o n e s , permitiendo también que c o n dichas donaciones las empresas financien proyectos de investigación e n c o m e n d a d o s a la universidades. Se estimulará así la generosidad del sector privado: es gratificante poder ayudar y saber que se contribuye a un esfuerzo educativo necesario para 9 7. Por ejemplo, podría exigirse a los egresados que recibieron un préstamo como estudiantes que destinen un porcentaje de su sueldo (alrededor de 5%) a dicha devolución, hasta completar el monto adeudado. 8. Estos resultados de los procesos de acreditación deberían tener una vigencia limitada, por ejemplo de tres años. 9. Esto es algo que ya ha previsto la Asamblea Nacional de Rectores. 46 ANTONIO MABRES 10 el país, del que se beneficiarán las propias empresas . Asimismo, conviene fomentar y facilitar el m á x i m o al acceso a fuentes de financiamiento y cooperación técnica internacional. En lugar de presionar para la centralización de los recursos, el g o b i e r n o debe más bien fomentar la canalización hacia las universidades de recursos de cooperación internacional, tanto gubernamental c o m o a través de organizaciones no gubernamentales. 10. Eso sí, hay que asegurar, exigiendo total transparencia y castigando a los infractores, que no se abuse de estas medidas. Quienes especulen y defrauden con estas ayudas deberán perder todos los beneficios. Algunos aportes al debate sobre la reforma universitaria en el Perú León Trahtemberg 1 Resumen E s t e artículo revisa algunos temas vinculados a la reforma universitaria en el P e r ú , t a n t o aquéllos s o b r e los cuales hay c o n s e n s o entre autoridades y catedráticos, c o m o los q u e todavía suscitan p o l é m i c a s . A s i m i s m o , llama la a t e n c i ó n sobre aspectos q u e no están siendo suficientemente discutidos o están e r r ó n e a m e n t e planteados, y p r o p o n e alternativas para enfrentar los p r o b l e m a s que el autor considera existen en la actualidad. La lectura de artículos y declaraciones de rectores y autoridades universitarias, así c o m o los argumentos debatidos en diversos marcos de reunión en los que se han c o n g r e g a d o catedráticos y autoridades universitarias en el último año, permite concluir que en el debate sobre la reforma universitaria, j u n t o a temas que aún suelen desatar arduas polémicas, existen algunos asuntos sobre los cuales parece existir un creciente consenso. Asimismo, hay algunos asuntos que pese a su importancia aún no han sido suficientemente discutidos o aún no son planteados con suficiente claridad y contundencia. Este artículo apunta a reseñar los primeros y a brindar algunas ideas sobre los segundos, c o m o un aporte al enriquecimiento del debate aún no agotado sobre la problemática universitaria en nuestro país. 1. Puntos de consenso Un primer aspecto en el cual percibo consenso es en lo que concierne a la necesidad de una más amplia autonomía e c o n ó m i c a y administrativa de la universidad, lo cual inclusive ya ha sido recogido por la Constitución de 1 9 9 3 , aunque aún no está del todo claro c ó m o implementarlo. Para todos es claro que 1. El autor, especialista en temas de políticas y gestión educativas, es Supervisor Pedagógico del Colegio León Pinelo y consultor internacional. El presente artículo recoge las ideas vertidas por él en el foro Debate sobre la Reforma Universitaria, organizado por la Universidad Nacional de Ingeniería entre marzo y abril de 1 9 9 4 . 48 LEÓN TRAHTEMBERG en lo laboral la universidad pública no debe manejarse c o m o una empresa estatal, sino c o m o una institución privada. Por la misma razón, los profesores no pueden ser considerados empleados públicos sino profesionales que se contratan privadamente. O t r o tema en el cual percibo consenso es el de la elección de las autoridades. Parece haber coincidencias en que el rector y sus vicerrectores deben constituir un equipo, por lo que deben ser elegidos c o m o una sola lista o plancha. T a n t o ellos c o m o los decanos deben ser elegidos por el voto universal de profesores y alumnos, de toda la universidad o de la facultad, según el caso, evitando las componendas políticas entre los representantes-electores de los estamentos. Asimismo, hay acuerdo en que no debe prohibirse la reelección de los rectores y otras autoridades. T a m b i é n que la pertenencia al tercio estudiantil debe ser un mérito, por lo que los elegibles deben ser los estudiantes de más alto rendimiento (cuarto o quinto superior). Finalmente, que si los graduados, al igual que los trabajadores administrativos y de servicios, no son parte activa del quehacer académico universitario, entonces no deben tener representatividad en los órganos ejecutivos de la universidad. O t r o consenso ya maduro es el que se refiere a la Ley de Educación Superior Universitaria. Se piensa que no debe ser una ley reglamentarista sino esencialm e n t e una ley de bases, que ponga énfasis en la autonomía económico-financiera necesaria para el mejor funcionamiento de cada universidad. En lo que concierne al tema de los títulos, parece ya generalizada la idea de que las universidades deben ser libres de dar títulos a n o m b r e propio para sus grados y profesiones. Sin e m b a r g o , aún no hay consenso sobre las fórmulas de acreditación. Hay quienes piensan que de subsistir los títulos a n o m b r e de la Nación c o m o requisito esencial para el ejercicio profesional, esto debe serlo sólo para algunas profesiones muy sensibles y deben poderlos otorgar sólo las instituciones que sean capaces de acreditar la competencia de los egresados, luego de una evaluación rigurosa. Se debe tratar de garantizar la responsabilidad pública de que sólo ejerza una profesión quien esté calificado para ello. Las universidades no pueden ser j u e z y parte exclusiva en esta calificación, sin mayor opinión de terceros. P r o b a b l e m e n t e sea difícil acreditar todas las profesiones, pero al menos debería hacerse con las vinculadas a la vida, la salud y la seguridad. Finalmente está el tema del c o n t r o l , donde también existen importantes coincidencias en los puntos de vista. Así c o m o para el caso de los títulos profesionales, también debe haber algún control sobre el gasto de los recursos públicos que realizan las universidades. E s t o no implica violar la autonomía e c o n ó m i c a , sino hacer las veces de una auditoría, que permita c o m p r o b a r el uso h o n e s t o y apropiado de los fondos, en función de las metas a las que se haya c o m p r o m e t i d o la universidad al solicitar los recursos estatales. El control sería e n t o n c e s sobre el buen uso de los recursos, más que una regulación detallista y rígida de la forma en que deben ser usados. ALGUNOS APORTES AL DEBATE SOBRE LA REFORMA UNIVERSITARIA 49 2. Algunos aportes sobre temas en los cuales aún no hay consensos Un primer tema en el cual c r e o necesario insistir es el de la o b t e n c i ó n del bachillerato o grado. Se debe mantener la norma que establece que éste se o b t e n g a no necesariamente mediante una tesis, sino también por haber concluido los estudios. Si la universidad considera que t o d o profesional debe ser capaz de hacer un trabajo integrador o de investigación, no hay por qué esperar a que el estudiante esté por egresar; se pueden ir planteando trabajos integradores en los distintos ciclos y cursos de la carrera profesional. No veo m u c h o sentido a la fórmula de exigir obligatoriamente la tesis, de m o d o que si ésta no se hace, desde el punto de vista del reconocimiento, queden invalidados todos los estudios acumulados. Sí se puede exigir en c a m b i o una tesis para la o b t e n c i ó n de los postgrados. Pero me parece que debe buscarse una mayor relación entre las tesis universitarias y las necesidades del país. Si bien es cierto ello no puede ser obligatorio, sí hay que alentar a los ministerios a que sugieran listados de temas sobre los cuales necesitarían que las universidades investiguen. Ello permitiría además que los ministerios de cada sector aporten o consigan algún financiamiento para la investigación universitaria, de m o d o que los estudiantes hagan tesis relevantes para los r e q u e r i m i e n t o s del país. D e b e n existir hoy en día más de 1 0 0 , 0 0 0 tesis sobre el tema educativo en el Perú; sin e m b a r g o , estimo que por lo menos 9 5 % no han tenido efecto alguno en el quehacer práctico de la educación peruana. S u p o n g o que en otras carreras debe suceder algo similar. Se debe por lo tanto articular toda la energía y voluntad de trabajo de los estudiantes, c o n los temas que puedan ser planteados por los ministerios o los organismos de planificación. D a d o que hablamos del tema de la investigación, cabe también mencionar la necesidad de revisar el mito de que todas las universidades y facultades deben hacer investigación. Ello es algo totalmente discutible. Es natural que la investigación sea sentida c o m o algo importante, pero es una cosa totalmente distinta pretender q u e todas y cada una de las facultades deban dedicarse a investigar, porque de lo contrario carecerían de legitimidad c o m o centros de educación superior. Me parece q u e se hace bastante cuando se prepara adecuadamente a un profesional; ése es ya un desafío importante. No se puede pretender que todos y cada u n o de los catedráticos y estudiantes se orienten a la investigación y que todas las universidades tengan la capacidad para sostener eso. O t r o tema en el cual conviene detenerse es la necesidad de crear una instanciaun C o n s e j o Nacional de E d u c a c i ó n Superior o algo por el estilo-, que tenga que ver con la acreditación y la investigación sobre tendencias, logros y estadísticas educativas en general; la estandarización de pruebas, titulaciones y equivalencias internacionales; la planificación de la oferta de carreras, los créditos y becas; la divulgación de tipo vocacional, etcétera. Es decir, un ente que pueda fijar 50 LEÓN TRAHTEMBERG lineamientos para que el c o n j u n t o del sistema tenga elementos orientadores, obviamente no compulsivos (salvo para casos e x t r e m o s ) . O t r o problema que debe revisarse con detenimiento es el del ingreso a la universidad. Para que un postulante acceda a la educación universitaria deben tenerse en cuenta, j u n t o a su performance en las pruebas específicas que plantea cada universidad, sus antecedentes escolares. No puede ser posible que se diga a los estudiantes que t o d o lo h e c h o antes del examen de ingreso no tiene ningún sentido. La conciliación entre los logros del estudiante en la secundaria y las expectativas que tiene la universidad con respecto al postulante, podrían permitir una mejor articulación entre el quehacer escolar y el universitario. En o t r o terreno, creo que hay que pensar en la doble titulación, sobre t o d o para que los profesionales puedan hacer una carrera docente paralela. Así, por ejemplo, alguien que haya estudiado ingeniería podría titularse c o m o profesor de ciencias en un periodo más c o r t o que el que implica hacer otra carrera. Esta especialización en más de un área le daría flexibilidad al profesional para desempeñarse en el mercado laboral, y contribuiría a elevar el nivel de la oferta docente. Evidentemente, podría pensarse en otras áreas que también permitan esta modalidad. En esta misma línea de pensamiento, tendiente a abrir el abanico de capacidades y posibilidades del profesional egresado, creo que debe incorporarse al currículo profesional una orientación productiva y que se estimule la creación de empresas. El sistema en su c o n j u n t o todavía forma profesionales con la idea que todos van a ser empleados de "alguien". Me parece que tanto en la educación escolar c o m o en la universitaria falta una mayor definición respecto a la posibilidad de que, por ejemplo, economistas, ingenieros y abogados se asocien para armar empresas. Se evitaría así lo que hoy sucede, que existen miles de profesionales desempleados, que no tienen ninguna iniciativa ni formación c o m o para constituir sus propias empresas. He dejado para el final el tema del financiamiento porque m e r e c e un tratamiento especial. En principio, creo importante vincular el financiamiento público con los logros en metas de calidad y eficiencia. No todos los recursos se deben otorgar automáticamente; deben emplearse criterios de evaluación para el destino de los recursos. P o r ejemplo, hay que fomentar la existencia de fondos de investigación para ciencia y tecnología, por los cuales las universidades puedan competir participando en licitaciones, concursos, proyectos, etcétera. Esta es una modalidad que el E s t a d o debería estimular. Paralelamente, las universidades deberían generar recursos propios mediante venta de bienes y servicios, cooperación nacional e internacional, empresas universitarias, e n d e u d a m i e n t o para financiar p r o y e c t o s , o pensiones escalonadas en función de la capacidad de pago de los a l u m n o s . Sin e m b a r g o , en el caso 2 2. Obviamente esto debe ir amarrado a los sistemas de becas y crédito educativo, tema que requiere estudios más profundos. ALGUNOS APORTES AL DEBATE SOBRE LA REFORMA UNIVERSITARIA 51 c o n c r e t o de las empresas universitarias, no debe descuidarse un aspecto i m p o r t a n t e que es el de los impuestos. Si las universidades quieren c o m p e t i r en el m e r c a d o productivo, el h e c h o de estar exoneradas de los impuestos les p r o p o r c i o n a una e n o r m e ventaja frente a las otras empresas, por lo que competirían deslealmente c o n ellas, h a c i e n d o uso de un beneficio tributario pensado originalmente para o t r o s fines. Este t e m a m e r e c e una adecuada elaboración. C r e o también que se debe tratar diferencialmente a las facultades, no solamente en función de sus estructuras de costos, sino en lo que concierne a los niveles de saturación de las carreras. ¿Qué sentido tiene, por ejemplo, seguir financiando masivamente carreras de administración o contabilidad, c o m p r o m e tiendo recursos estatales que podrían aplicarse a formar más médicos? D e b e n pues r e c o n o c e r s e las demandas que hay en el mercado y las urgencias que tiene el país de determinados tipos de profesionales, de manera que eso también juegue un papel en la evaluación que se debe hacer antes de distribuir los escasos recursos fiscales destinados al sector educativo. F i n a l m e n t e , hay una tendencia a plantear que las universidades, j u n t o con el E s t a d o , los empresarios y la c o o p e r a c i ó n internacional, deberían empezar a reunir fondos para brindar c r é d i t o educativo a los estudiantes. E s t o se hace masivamente en muchas partes; en el Perú, todavía n o . Es una forma de c o n t r i b u i r a q u e los estudiantes paguen el c o s t o real de sus estudios de acuerdo c o n sus posibilidades presentes y futuras. P o r e j e m p l o , si un a l u m n o le cuesta a la Universidad Nacional de Ingeniería 2 , 0 0 0 dólares al a ñ o , ¿debe ser la U N Í la que le dé la beca? ¿O es acaso m e j o r que la U N Í reciba los 2 , 0 0 0 dólares de algún e n t e q u e ayude o pague por el alumno? En este último c a s o , la U N Í o b t i e n e su d i n e r o , la universidad no "sufre" en su e c o n o m í a por la existencia de alumnos gratuitos, ya que éstos tienen arreglada su situación por i n t e r m e d i o del m e n c i o n a d o e n t e , que se o c u p a del crédito educativo. De esta forma, las universidades pueden establecer sus costos reales y cobrarles a t o d o s , t a n t o a los que pueden pagarlos por sí solos, c o m o a aquellos q u e lo hacen c o n apoyo de las becas y del crédito educativo. La universidad se beneficia p o r q u e cuenta c o n el total de recursos q u e requiere para cubrir sus c o s t o s , y el estudiante q u e r e q u i e r e una e d u c a c i ó n gratuita no se perjudica p o r q u e o b t i e n e el financiamiento r e q u e r i d o . Las posibilidades de c o n s t i t u i r esos fondos son m u c h a s , i n c l u s o c o n c o o p e r a c i ó n extranjera: en M é x i c o y C o l o m b i a los fondos iniciales para c r é d i t o e d u c a t i v o provinieron p r e c i s a m e n t e de c o o p e ración t é c n i c a i n t e r n a c i o n a l . Este tema es p o l é m i c o y amerita debates y reflexiones intensas, ya que por un lado se reformula la gratuidad -aunque difiriendo a futuro los pagos- pero por o t r o lado, se beneficia a los estudiantes, ya que al contar las universidades c o n más recursos pueden ofrecer una educación de mayor calidad, lo que a su vez eleva para el profesional la posibilidad de una mayor renta futura. 52 LEÓN TRAHTEMBERG La exigencia de obtener más recursos fiscales automáticos y directos para la educación superior, hablando c o n realismo, no parece ser viable inclusive para el m e d i a n o plazo. Más viable parece ser la creación de fondos para fines más específicos y asignaciones basadas en requerimientos y méritos precisos. Dinámica de la transformación del sistema educativo en el Perú Patricia McLauchlan de Arregui 1 Resumen En este artículo se analiza la evolución del sistema educativo p e r u a n o , sus características, problemas y las reformas que se están e m p r e n d i e n d o . En la i n t r o d u c c i ó n se revisa la evolución de los niveles educativos alcanzados p o r la población peruana. En la segunda sección se describen algunas características institucionales del sistema educativo, tales c o m o la expansión reciente, la c o b e r t u r a actual, recursos disponibles y eficiencia interna de cada u n o de sus niveles (inicial, primario, secundario, superior universitario y no universitario y ocupacional). De estas características se desprenden algunos de los problemas básicos de calidad, eficiencia y equidad del sistema, tratados c o n m a y o r amplitud en la tercera p a r t e , diferenciando los que afectan a los niveles básicos de los que afectan a la educación superior y a la formación profesional. La c u a r t a sección describe las reformas propugnadas p o r el actual g o b i e r n o , así c o m o el debate que ellas han suscitado. F i n a l m e n t e , en el último acápite se revisan las principales carencias y vacíos de tal propuesta. 1. Introducción: Crecimiento de los niveles educativos de la población en el Perú 2 El análisis de los datos sobre logros educativos contenidos en los cuatro últimos censos nacionales, evidencia con claridad que los niveles educativos formales de la población del Perú se han elevado velozmente. Hasta 1 9 4 0 , sólo 5.6% de los 1. La autora es directora ejecutiva e investigadora principal de G R A D E . Este artículo se basa en el informe que ella preparara en noviembre de 1 9 9 3 como contribución al Programa sobre Educación, Equidad y Competitividad Económica en las Américas del Diálogo Interamericano, una de cuyas primeras actividades ha sido la elaboración de un informe sobre los problemas que caracterizan a la educación en América Latina, las tendencias de cambio perceptibles y sus implicancias para el desarrollo futuro de la región, en el contexto de las transformaciones fundamentales que vienen experimentando sus economías y sociedades. La elaboración del informe fue posible gracias a los estudios realizados en el área de Políticas de Educación, Ciencia y Tecnología de G R A D E , con el apoyo de la Fundación Ford, la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional ( A C D I ) y el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo ( C I I D ) . 2. Las tres primeras secciones de este artículo se apoyan fuertemente en los resultados de una serie de estudios recientemente realizados por diversas instituciones nacionales, públicas y privadas, 54 PATRICIA DE ARREGUI peruanos mayores de quince años había alcanzado al menos alguna educación secundaria; en 1 9 8 1 , en c a m b i o , la cifra correspondiente fue 4 0 . 3 % . En 1 9 4 0 , más de la mitad de los adultos carecía de instrucción escolar alguna, mientras que en 1 9 8 1 esa situación afectaba a una proporción m u c h o más reducida ( 1 5 . 2 % ) de la población. Por último, mientras en 1 9 4 0 m e n o s de uno de cada cien peruanos mayores de quince años tenía acceso al nivel educativo superior, uno de cada diez de ellos lo lograba en 1 9 8 1 (véase el cuadro 1 ) . Cuadro 1 Población censal de quince años y más, según nivel de educación alcanzado: Perú 1 9 4 0 - 1 9 8 1 (en miles de habitantes) Censos nacionales Nivel alcanzado 1940 % Total 3596 100.0 - Sin nivel 2 0 7 2 57.6 - Pre escolar y algún. año de primaria 1325 36.9 - Algún año de secundaria 168 4.7 - Superior 0.9 31 - Nivel no especificado ----- 1961 % 5617 100.0 37.6 2113 1972 % 1981 % 7602 100.0 1998 26.3 9992 100.0 15.2 1516 2598 46.3 3624 47.7 4135 41.4 629 131 146 11.2 2.3 2.6 1553 335 92 20.4 4.4 1.2 3042 985 314 30.4 9.9 3.1 Fuente: INEI 1992 (Tomo I: 3 7 8 ) . C o m o cabría esperar, estos niveles de l o g r o son bastante mayores para los grupos más jóvenes de la población. P o r ejemplo, en 1 9 8 1 17% de los peruanos entre los 25 y los 29 años de edad tenían alguna educación postsecundaria, y 3 5 % de los mismos tenían por lo menos secundaria completa (Arregui y Melgar 1 9 9 3 b ) . E l l o sugiere una expansión más significativa aun que la indicada por las cifras anteriores. 3 Estimados para fechas más recientes muestran que los niveles educativos alcanzados por la población han continuado elevándose. En 1 9 9 1 , 5 0 % de la como contribución a un diagnóstico general de la educación peruana actualmente en curso en el Ministerio de Educación. Las referencias a la educación superior están sustentadas principalmente en los estudios que sobre el tema se vienen desarrollando en G R A D E . 3. Dado que los resultados del Censo Nacional realizado en 1993 aún no están disponibles, estos datos se basan en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar ( E N D E S ) 1 9 9 1 - 1 9 9 2 , reportados por el Ministerio de Educación ( 1 9 9 3 : tabla 1.18.A). DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 55 población de cinco años y más tenía por lo m e n o s educación secundaria (mejorando el 3 0 . 2 % en dicha situación en 1 9 8 1 ) . O t r o indicador de logro educativo, el promedio de grados de educación recibidos por la población de cinco y más años de edad, confirma la tendencia: de 3 . 7 en 1 9 7 2 se i n c r e m e n t ó hasta 6 . 7 en 1 9 9 0 y 6 . 8 en 1 9 9 1 (Ministerio de E d u c a c i ó n 1 9 9 3 : tabla 1 . 1 6 ) . Para los adultos jóvenes (entre los veinte y 39 años de edad) dicho p r o m e d i o está alrededor de once grados de escolaridad. A u n q u e el promedio general apenas sobrepasa hoy el nivel primario, la tendencia hacia mayores niveles de logro educativo parece tener asegurada su continuidad, aun si no fuera por otra razón que la demanda creciente que harán los padres, cada vez más educados. En c a m b i o , hay ciertos aspectos del patrón de expansión del sistema educativo cuyo impacto sobre la equidad, eficiencia, calidad y pertinencia del sistema son menos predecibles. Revisar esos aspectos es el propósito de la siguiente sección. 2. Expansión, cobertura, recursos y eficiencia del sistema educativo La mejora en los niveles educativos de la población se logró gracias a una ampliación de la matrícula bastante más acelerada que el crecimiento poblacional. Incluso durante los difíciles años ochenta, la matrícula en todos los niveles y modalidades del sistema creció a un promedio anual de 3 . 5 % , pasando de 5 ' 4 4 5 , 4 0 0 a 7 ' 6 5 7 , 3 0 0 alumnos a lo largo de la década. E n t r e t a n t o , la población m e n o r de 24 años sólo crecía a una tasa de 1.6% al año. No obstante, datos para años más recientes revelan que los incrementos de matrícula vienen siendo bastante inferiores a los observados en el pasado. C o m o consecuencia de las inusitadamente altas tasas de deserción que habrían seguido a la aplicación del severo programa de ajuste e c o n ó m i c o , y de las prolongadas huelgas que afectaron el funcionamiento del sector desde inicios del año escolar de 1 9 9 1 , la tasa de crecimiento de la matrícula fue apenas equivalente a 0 . 0 6 % en 1 9 9 1 y a 1.26 en 1 9 9 2 , año en que se matricularon un total de 7 ' 7 5 8 , 2 0 2 alumnos (Ministerio de E d u c a c i ó n 1 9 9 3 : tablas 1.6.A y B ) . 4 5 4. Existen marcadas discrepancias sobre el particular. Algunos autores han estimado que en 1991 no se matriculó un 28% de la población escolar proyectada para ese año (Helfer s/f: 1 3 ) . Sin embargo, otros han cuestionado el sustento de las proyecciones y el mismo cálculo oficial de la deserción, debido a que a lo largo del periodo 1 9 8 5 - 1 9 9 0 la estadística educativa no sólo estuvo severamente descuidada, sino que también fue deliberadamente inflada para justificar innecesarias contrataciones de personal docente y administrativo. Tras revisar las cifras y la metodología, el Ministerio de Educación ( 1 9 9 3 : 12) estima que en 1991 habría desertado 5.5% del alumnado. 5. Todos los datos sobre matricula y número de docentes utilizados en ésta y las siguientes secciones provienen de esta fuente, que forma parte del diagnóstico general de la educación 56 PATRICIA DE ARREGUI Esta m e n o r tasa de expansión de la cobertura ha h e c h o que subsistan algunos déficit que podrían ser importantes, de ser correctas las proyecciones poblacionales en que se basan las estimaciones del cuadro 2. Estimaciones más recientes, basadas en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar ( E N D E S ) de 1 9 9 1 - 1 9 9 2 , confirman los datos del cuadro, hallándose que la tasa de escolarización de la población de seis a quince años era 8 7 . 8 % . Cuadro 2 Población, matrícula y tasas de escolarización por grupos de edades: Perú 1 9 9 0 Grupo Población Matrícula Tasa de escolarización T 654,585 3'186,101 2'495,397 3'465,574 10'801,657 9*006,348 794,598 2'814,711 2'198,891 1'435,043 7'243,243 395,498 48.0 88.3 88.1 41.4 etáreo 3-5 6-11 12-16 17-24 3-24 25+ 67.1 4.4 Fuente: Ministerio de Educación ( 1 9 9 3 : tablas 1.11 y 1.12). Esta cobertura es provista mediante un sistema organizado en cuatro niveles. El nivel inicial o pre escolar atiende a los menores de seis años. La educación primaria requiere una edad mínima de seis años para el ingreso y c o m p r e n d e seis grados, tanto en su modalidad para menores c o m o en la dirigida a adultos o ingresantes tardíos. La educación secundaria, de cinco grados, se ofrece también en dos modalidades, para menores y para adultos, y admite opciones diversificadas durante los últimos tres años: la secundaria c o m ú n (científico-humanista) y la secundaria técnica (especialización agropecuaria, artesanal, comercial o industrial). Por último, la educación superior se ofrece en universidades e institutos pedagógicos, tecnológicos o artísticos, c o n programas que se extienden a lo largo de tres o más años de estudios. L o s servicios educativos también se proveen bajo otras dos modalidades: educación especial y educación ocupacional, c o n programas de extensión diversa. P o r último, existen programas de alfabetización de adultos y programas no escolarizados para todos los niveles. desarrollado el Ministerio como supuesto paso previo a la realización de un programa de reforma sectorial. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 57 Es importante resaltar q u e , pese a los avances logrados en el acceso de la población a alguna educación formal, subsisten tasas altas de analfabetismo. L o s resultados de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida ( E N N I V ) de 1 9 8 5 - 1 9 8 6 muestran que 1 6 . 6 % de la población nacional mayor de quince años era analfabeta, si bien el p r o m e d i o para los grupos menores de cuarenta años eran bastante más bajos. Ese es u n o de los problemas a discutir en este artículo. Antes de ello, sin e m b a r g o , en lo que sigue se ofrecen algunas estadísticas básicas sobre las dimensiones, cobertura, recursos y eficiencia interna de cada u n o de los niveles del sistema . 6 2.1 Educación inicial Este es el nivel educativo que más rápida expansión ha experimentado en los últimos decenios, habiéndose multiplicado diez veces el volumen de su matrícula entre 1 9 7 0 y 1 9 9 1 (de 7 4 , 0 0 0 a 8 0 8 , 5 8 0 a l u m n o s ) . En la actualidad responde por 1 0 . 7 % del total de alumnos matriculados en todos los niveles del sistema. Aun así, su cobertura -de la cual 8 8 % es provista por el sector público- continúa siendo relativamente deficitaria. Tras haberse expandido a un ritmo p r o m e d i o anual de 1 8 % durante los años setenta, su tasa de crecimiento se redujo a 7% durante los o c h e n t a , seguramente c o m o consecuencia de la crisis e c o n ó m i c a que forzó a los padres de familia a reducir la prioridad otorgada a la atención educativa de sus hijos . En consecuencia, hacia 1 9 9 0 sólo 4 8 % de los niños entre los tres y c i n c o años de edad asistía a alguno de los programas disponibles en t o d o el territorio ( 3 0 % de los de tres, 4 9 % de los de cuatro años y 6 7 % de los de c i n c o ) . Este nivel de participación incluye a una buena porción ( 3 7 % ) de asistentes a programas no escolarizados en zonas rurales y urbano-marginales. Alrededor de 2 1 , 0 0 0 docentes dedicados a este nivel pertenecen al sector público. En proporción semejante a la observada hacia 1 9 9 0 en el nivel primario y secundario, cerca de una preocupante mitad de ellos carece de título pedagógico. En 1 9 9 1 , 6 . 8 % del total del gasto público corriente en educación se destinó a este nivel, que concentraba 1 1 % de la matrícula pública. El gasto p r o m e d i o anual por alumno resultaba equivalente a 62 dólares ( I L E E 1 9 9 3 ) ; a esto debe sumarse el gasto complementario que hacen las familias de los escolares que asisten a la escuela pública inicial (cuyo m o n t o no está disponible). 7 8 6. Debido a su tamaño relativamente pequeño y a la falta de información pertinente, no se hacen referencias a la educación especial y a los post grados universitarios, así como a las modalidades básicas para adultos. 7. La matrícula registrada para 1 9 9 2 fue de 8 2 1 , 5 3 1 alumnos (Ministerio de Educación 1 9 9 3 ) . 8. Diversas encuestas de hogares realizadas en Lima entre 1 9 8 5 y 1 9 9 0 muestran que el gasto en educación se redujo de 3.6% a 2.4% del total de la canasta familiar en ese lapso ( I L E E 1 9 9 3 ) . 58 PATRICIA DE ARREGUI La Constitución recientemente aprobada introduce c o m o elemento novedoso la obligatoriedad de la educación inicial, así c o m o la gratuidad de su oferta pública. Si la obligatoriedad se refiere no sólo al c o m p r o m i s o de los padres de familia de matricular a sus niños, sino también al del Estado de proveer los necesarios servicios, y si se considera el actual déficit de cobertura en este nivel, el cumplimiento de la nueva norma requerirá un considerable i n c r e m e n t o en los recursos fiscales asignados a este nivel . 9 2.2 Educación primaria La matrícula anual en este nivel educativo fue 6 0 % mayor en 1 9 9 0 que en 1 9 7 0 , llegando a 3 ' 9 4 4 , 8 4 3 alumnos en 1 9 9 1 , cifra que da cuenta de p o c o más de la mitad ( 5 2 . 1 % ) de la matrícula global del sistema. A diferencia del nivel inicial, éste es el nivel educativo que menos ha crecido en los últimos años, lo que resulta explicable en vista de la ya extendida cobertura que exhibía desde tiempo atrás. En 1 9 8 0 , 8 8 % de los niños entre los seis y los o n c e años de edad estaban matriculados en alguna escuela, mientras que 8 7 % de la matrícula en primaria era absorbida por el sector público; en 1 9 9 0 , 9 0 % del grupo etáreo estaba matriculado y el sector público continuaba absorbiendo la mayor parte ( 8 8 % ) de la demanda por educación primaria. El déficit de atención a ese grupo de edad se habría reducido de 1 2 . 3 % a 9 . 6 % a lo largo del lapso mencionado. 1 0 T a m b i é n se percibe una mejora en la edad de ingreso a la escuela. En 1 9 8 0 , 2 2 % de los ingresantes tenía siete o más años de edad, mientras que hacia 1 9 9 0 sólo 1 0 % excedía la edad normativa al iniciar sus estudios. Sin e m b a r g o , la repetición del primer grado es altísima, c o m o lo sugiere el que la matrícula casi duplique el n ú m e r o de ingresantes. U n a reciente revisión de los indicadores de eficiencia interna utilizados por el Ministerio de Educación ( 1 9 9 3 ) , basada en los datos de la c o h o r t e que inició sus estudios en 1 9 8 2 , estima en 3 5 % la tasa de repetición del primer grado, y en 5% la tasa de deserción del m i s m o . Estas tasas se reducen en los grados superiores, aunque siguen siendo elevadas: en prome11 9. Se ha realizado un cálculo grueso de ese costo adicional para el Estado, basado en los datos de 1 9 9 0 y suponiendo que la obligatoriedad alcanza sólo al grupo de cinco años, que la provisión pública de los servicios se mantiene en la misma proporción, y que el costo unitario no varía mayormente respecto de lo arriba indicado. El cálculo arroja un mayor gasto corriente de por lo menos diez millones de dólares anuales, equivalente a 0.2% del gasto público corriente total. 10. En 1 9 9 2 se matricularon 3 ' 9 7 3 , 3 7 1 alumnos. 1 1 . Entre los que repiten el primer grado se dan luego más casos de deserción, con lo cual este porcentaje se elevaría a 7.6% de los ingresantes. Este sería uno de los argumentos que justifican la importancia asignada a la educación inicial en la nueva Constitución. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 59 12 dio, 2 2 % de los estudiantes de primaria están repitiendo algún g r a d o , lo que ocasiona que 2 8 . 5 % de la matrícula en primaria de menores esté constituida por alumnos que superan la edad normativa. Además, 3 . 5 % del total matriculado en el nivel primario deserta cada a ñ o . 13 C o m o resultado de lo anterior, se estima que de cada mil alumnos inscritos en primer grado, sólo 1 9 8 completan la primaria en el lapso normal de seis años; 4 0 0 más lo harían en los siguientes dos años y, c o n el correr del tiempo (hasta con o c h o años de d e m o r a ) , un total de 7 6 7 completarían sus estudios. Durante su p e r m a n e n c i a en el nivel primario, "consumirían" un total de 6 , 7 1 0 años-alumno, lo cual significa 8 . 9 años-alumno por cada graduado y que cada uno de éstos ha permanecido en la escuela primaria 7 . 6 años en promedio (en lugar de los seis n o r m a t i v o s ) . E s t o representaría una mejora en relación a la situación imperante años atrás: para la c o h o r t e que inició estudios en 1 9 6 8 se estimó un p r o m e d i o de 9 . 3 años por graduado, para la que empezó en 1 9 7 1 , 1 0 . 3 , y para la que inició la primaria en 1 9 7 4 , 1 0 . 2 a ñ o s . Evidentemente, los promedios varían mucho de una región a otra, y están fuertemente correlacionados con sus características s o c i o e c o n ó m i c a s . 14 15 16 Se ha estimado que las aulas y docentes adicionales empleados en atender a los alumnos retrasados (y los que abandonan sus estudios sin lograr los objetivos mínimos de escolaridad) representan una inversión de 2 0 7 millones de dólares, y gastos corrientes anuales de alrededor de 40 millones de dólares (Ministerio de Educación 1 9 9 3 : 3 2 ) . 1 7 12. Estas cifras se han estimado en base a la cohorte que inició sus estudios en 1 9 8 2 , y son significativamente más altas que las reportadas para 1 9 8 8 en anuarios de organismos internacionales (Unesco 1 9 9 2 ) . 13. Hacia 1 9 9 0 , el "punto de quiebre" parecía estar alrededor de los nueve años. A esa edad, la tasa de escolarización, que ascendía a 9 3 . 1 6 % entre los niños de ocho años, empieza a decrecer muy gradualmente. El abandono de la escuela parece luego intensificarse a los catorce años de edad y, más marcadamente, a los diecisiete. 14. Estas estimaciones se han hecho con las estadísticas correspondientes a la cohorte que inició sus estudios primarios en 1982 (Ministerio de Educación 1 9 9 3 : cuadro 4 . 3 ) , tras una evaluación de las deficiencias conceptuales y metodológicas que subyacían a cálculos oficiales del mismo Ministerio en el periodo anterior (que produjeron indicadores de eficiencia muy distintos a los aquí presentados). 15. Datos de diversas fuentes, citadas en Fernández y Rosales ( 1 9 9 0 : 148 y 1 4 9 ) . El desconocimiento de los supuestos y la metodología utilizados impide determinar si los datos son realmente comparables; incluso los cálculos de Fernández y Rosales para la cohorte que empezó la primaria en 1 9 8 2 son muy distintos de los obtenidos por el Ministerio de Educación para la misma cohorte ( 1 0 . 1 contra 8.9 como promedio nacional). 16. En ocasiones se ha intentado medir la incidencia de factores propios del aparato educativo, pero los estudios no han sido particularmente acertados en su selección de variables explicativas, altamente correlacionadas entre sí y prácticamente idénticas a las variables dependientes, con lo cual las "fuertes relaciones" halladas son en verdad tautológicas. 17. Estimados para el periodo 1 9 8 5 - 1 9 9 1 hechos por Miranda y Pacheco (citados en I L E E 1 9 9 3 ) colocan las cifras alrededor de 33 millones de dólares anuales, mientras que Schiefelbein y 60 PATRICIA DE ARREGUI El gasto público corriente en educación primaria ha venido decreciendo sostenidamente en términos reales desde 1 9 8 7 , a un ritmo ligeramente mayor que el gasto corriente educativo t o t a l . Hacia 1 9 9 1 era menor en casi dos tercios al gasto ejecutado en 1 9 8 7 ; en ese año, cuando la matrícula en el nivel primario equivalía a 5 5 % de la matrícula pública total, el gasto en primaria absorbió 3 4 % del gasto corriente fiscal en educación. 18 En términos de gasto unitario, el subsidio estatal a la educación primaria en 1 9 9 1 era de unos 62 dólares. Por encima de ello, el gasto que efectúan las familias -aun restringiendo el universo a aquéllas que envían a sus hijos a escuelas públicas- parece ser considerable: según estimados recientes, la contribución familiar por a l u m n o que asiste a un colegio primario estatal sería equivalente a 1 8 8 % del subsidio estatal en L i m a , 1 5 1 % en otras ciudades y 6 1 % en el medio rural ( R o d r í g u e z 1 9 9 3 ) . Aun así, el costo unitario de la educación privada resulta bastante más elevado: estimados de esta última fuente, referidos a 1 9 9 1 , lo sitúan alrededor de 4 7 8 dólares anuales en Lima Metropolitana, 2 6 8 en otras zonas urbanas y 86 dólares en el área rural. 19 En cuanto a los docentes, de los 1 3 8 , 9 9 4 profesores dedicados a la educación primaria de menores en 1 9 9 0 , 9 0 % pertenecía al sector público, y tenían una carga promedio de aproximadamente 28 alumnos. Datos para 1 9 8 1 indican que, a diferencia de los maestros de otros niveles educativos, la proporción de ellos trabajando en áreas rurales (aproximadamente 4 0 % ) era similar a la proporción de la población nacional que residía en dichas regiones; la violencia imperante en el campo debe sin duda haber modificado esta relación desde entonces. P o r otro lado, c o m o ya se m e n c i o n ó , cerca de la mitad de los docentes ( 4 7 . 6 % ) carecían de título p e d a g ó g i c o , situación que debe haberse agravado t r e m e n d a m e n t e en los últimos tiempos con el dramático deterioro de las remuneraciones . Si se t o m a en cuenta que más de un tercio del total de los centros educativos del país 2 0 21 Heikkenen ( 1 9 9 1 ) estiman que en 1 9 8 8 la repitencia en primaria originó un gasto equivalente a 65 millones de dólares. Las diferencias resultan comprensibles por tratarse de un periodo de alta inflación y de retraso cambiario, lo cual dificulta la deflatación y conversión de las cifras. 18. El gasto ejecutado total durante 1 9 8 7 y los años siguientes no refleja sino parcialmente las prioridades de atención que los planes formales del gobierno aprista asignaban a las áreas del Trapecio Andino, a las microrregiones, a las comunidades campesinas y nativas, a las áreas urbano-marginales, etcétera. Pese al intento de dar también prioridad a la inversión educativa, como parte de su estrategia reactivadora, el nivel de 8.6% de gasto de capital registrado en 1 9 8 6 no se reeditó, habiendo en promedio girado alrededor de 4% del gasto total educativo (este cálculo excluye la educación universitaria; I L E E 1 9 9 3 ) . 19. Incluye gastos directos en matrícula, libros, uniformes y otros. 2 0 . La educación primaria de adultos contaba hacia 1 9 9 0 con no más de 1 0 0 , 0 0 0 alumnos en todo el país. 2 1 . Según un reciente estudio de G R A D E (Arregui 1 9 9 3 ) , el deterioro de los niveles de ingreso y empleo registrados entre 1 9 8 6 y 1 9 9 1 de quienes se formaron para ser maestros, es mayor que el de todas las otras carreras más comunes. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 61 son unidocentes -principalmente las escuelas primarias situadas en el medio rural-, la falta de formación de los maestros resulta un factor más preocupante aun. 2.3 Educación secundaria En 1 9 9 1 se matricularon 1 ' 9 2 1 , 2 2 0 estudiantes en el nivel secundario, cifra que casi triplica la registrada veinte años atrás y que corresponde a 2 5 % de la matrícula total del sistema e d u c a t i v o . Pese a que en los dos últimos años la tasa de crecimiento de la matrícula pública en este nivel ha sido negativa, 8 5 % de los estudiantes continuaban siendo atendidos en colegios del Estado. 22 Del grupo de edad normativo, 12 a 16 años de edad, 8 8 % estaba asistiendo a la escuela en 1 9 9 0 ; m u c h o s de ellos, sin e m b a r g o , estaban matriculados en algún grado de primaria, d e b i d o a un ingreso tardío, a deserciones temporales o a la repetición de u n o o varios grados. La matricula en secundaria de menores (1 ' 6 9 7 , 9 4 3 en 1 9 9 0 ) no llega a más de 6 8 % del grupo de edad normativo, pero incluía a m u c h o s estudiantes de mayor e d a d ; por lo tanto, el porcentaje de los adolescentes de doce a dieciséis años que estaban matriculados en secundaria debe ser aun menor. No ha sido posible, con las cifras disponibles, calcular qué porcentaje de los que terminan la primaria se matriculan efectivamente en el primer año de secundaria . C o m o ocurría en el caso del nivel primario, la repetición del primer año de estudios es muy alta ( 2 6 . 3 % según los más recientes estimados disponibles), c o m o también lo es la deserción ( 6 . 4 % ) . En promedio para t o d o el nivel, la tasa de repetición es 2 2 % y la deserción 5% (Ministerio de Educación 1 9 9 3 ) . De cada mil alumnos que empiezan los estudios, 3 4 2 se gradúan en el plazo normal de c i n c o años, y o t r o tanto lo hacen en los siguientes dos años; c o n mayor demora, el estimado final de graduados llega a 7 4 4 . Estos 7 4 4 graduados permanecen un promedio de 5 . 8 años en la secundaria (en lugar de los cinco necesarios), aunque la c o h o r t e inicial" c o n s u m e " 6 . 9 años-alumno por cada uno de ellos. E s t o significa un "sobregasto" de aproximadamente veinte millones de dólares anuales (Ministerio de E d u c a c i ó n 1 9 9 3 ) . 23 24 2 5 2 6 2 2 . La matrícula en 1 9 9 2 llegó a 1 ' 9 3 0 , 1 5 7 personas. 2 3 . Cálculos para 1 9 8 6 muestran que 20% de los matriculados en la secundaria de menores superaban la edad normativa. Por departamentos, ese porcentaje variaba en un rango de 8 a 37% (Ministerio de Educación 1 9 9 3 : tabla 4 . 5 ) . 2 4 . Hasta ahora, sólo la educación primaria ha sido obligatoria. 2 5 . Los indicadores de eficiencia interna sólo se refieren a la educación de menores, que abarca un 88% del total de la matrícula en ese nivel. 2 6 . Miranda y Pacheco ( I L E E 1 9 9 3 ) estiman una "pérdida" anual equivalente a quince millones de dólares anuales, con un periodo de referencia más reciente que el utilizado por el Ministerio para sus cálculos. 62 PATRICIA DE ARREGUI El gasto público corriente en el nivel secundario se ha reducido en términos reales prácticamente a la mitad del de 1 9 8 7 , y a tres cuartas partes del de 1 9 8 5 . Sin e m b a r g o , su caída ha sido relativamente m e n o r a la experimentada por el c o n j u n t o del sistema y por el nivel primario. En 1 9 9 1 el gasto corriente total en secundaria fue muy similar al destinado a la primaria ( 3 2 . 5 % del gasto educativo corriente total), pero d e b i d o al m e n o r tamaño de su matrícula ( 2 6 % de la matrícula pública total), el m o n t o disponible por alumno ( 1 2 5 dólares) resulta el doble del gasto unitario en primaria. Aun así, el gasto familiar adicional por cada hijo que asistía a un c o l e g i o secundario público fue en promedio mayor que el m o n t o del subsidio, e x c e p t o en el medio rural. 2 7 R e s p e c t o de los d o c e n t e s , 9 5 % de los 9 0 , 3 7 7 que trabajan en este nivel se desempeñan en el sector público, con una carga promedio de 21 alumnos. La proporción de ellos que trabajaba en el medio rural, 9%, era cuatro veces m e n o r al tamaño relativo de la población. Hacia 1 9 9 0 , 4 5 % del personal docente carecía de título p e d a g ó g i c o . 28 2A Educación superior no universitaria Se estima que hacia 1 9 9 0 , 4 1 . 2 % de los peruanos entre los diecisiete y los 24 años de edad (el referente convencional para la educación superior) estaba recibiendo alguna educación formal. S i , considerando que buena parte de ellos estaba todavía cursando la secundaria, reducimos el grupo de referencia a los peruanos entre veinte y 24 años, se o b t i e n e una cobertura aproximada de 3 0 % , incluyendo a los estudiantes universitarios. B u e n a parte de esa c o b e r t u r a la realiza la educación superior no universitaria, que ha experimentado un crecimiento realmente explosivo durante los veinte años pasados. De 2 4 , 0 0 0 alumnos en 1 9 7 0 , la matrícula registrada en 1 9 9 1 ascendió a 2 5 2 , 9 5 7 ( 3 . 3 % de la matrícula g l o b a l ) . Es destacable el surgimiento de una oferta considerable. Al darse la Ley de Educación de 1 9 8 3 , estaban operando 77 instituciones de educación superior no universitaria, que se convirtieron entonces en Institutos Superiores T e c n o l ó g i cos ( I S T ) . D i e z años más tarde, a inicios de 1 9 9 2 , existían 4 1 9 I S T , de los cuales 5 3 % eran estatales y el resto privados ( G R A D E 1 9 9 3 ) . Pese a la evolución bastante diferente de las instituciones de formación magisterial (muchas viejas Escuelas Normales se cerraron durante los años setenta, y durante los o c h e n t a 29 2 7 . Debe señalarse que éste fue el punto más alto de gasto público educativo total de los últimos veinte años, con la excepción de 1 9 8 1 , pero también, con excepción de 1 9 8 3 , el año de más alto déficit fiscal. 2 8 . Apenas diez años atrás el porcentaje correspondiente ascendía sólo a 12%. 2 9 . La cifra para 1992 fue 2 6 7 , 0 0 7 (Ministerio de Educación 1 9 9 3 ) . DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN D E L SISTEMA EDUCATIVO 63 crecieron vertiginosamente los Institutos Superiores Pedagógicos, en base a una provisión mayoritariamente estatal), éstas tuvieron resultados similares, pasando de d i e c i o c h o a cien establecimientos en apenas diez años. L o s institutos pedagógicos, tecnológicos y artísticos recogen actualmente a un tercio de los aspirantes a educación superior . E s t o se debe, entre otras razones, a la gran variedad de carreras ofrecidas , a la mayor dispersión geográfica de las instituciones que ofrecen este tipo de servicios educativos, a la promesa de una inserción más rápida y "garantizada" en el mercado de trabajo, y al m e n o r crecimiento de las universidades en años recientes. 30 31 Se sabe p o c o sobre la eficiencia interna de estos institutos. Salvo excepciones, el acceso es relativamente abierto para los egresados de secundaria, siendo m u c h o s los institutos que no someten a sus postulantes a una prueba de selección (especialmente en el sector privado). Las estadísticas publicadas no permiten estimar de manera agregada cuántos de los ingresantes culminan sus carreras; sin e m b a r g o , un estudio de G R A D E limitado a quince casos representativos de I S T en L i m a Metropolitana (Fernández 1 9 9 3 ) , muestra que en promedio para todos los institutos y todas las especialidades, 2 9 . 8 % de los ingresantes logra terminar su carrera a t i e m p o . Si se c o n c e d e dos periodos de gracia y se sigue a los repitentes, la tasa promedio de egresados se eleva a 3 5 . 2 % , y el promedio de ciclos-alumno por graduado resulta 1 0 . 5 , en lugar de los seis normativos. Las diferencias entre instituciones y especialidades fluctuaban entre 6 . 5 en el caso más exitoso hasta 33 en el menos eficiente, variaciones que pueden atribuirse, en el caso de los I S T privados, tanto al estrato s o c i o e c o n ó m i c o de sus estudiantes c o m o al nivel de calidad de la formación impartida. En el caso de los I S T estatales, cuya tasa p r o m e d i o de egresados es mayor ( 5 2 . 5 % contra 2 9 . 3 % de los alumnos de los I S T privados), el factor que mejor parece explicar su capacidad de retención del alumnado es el grado de selectividad en el ingreso y su relativa cercanía a los domicilios de sus usuarios. 32 3 0 . Muchos de ellos se plantean esta opción como una alternativa al fracaso anticipado o experimentado en la admisión universitaria. En una muestra de más de 1,500 estudiantes de I S T de Lima Metropolitana entrevistados por G R A D E para un estudio en curso, se encontró que 52% habían postulado a la universidad, muchos de ellos en más de una oportunidad. 3 1 . En 1 9 8 9 , en los I S T hubo matrícula en más de cincuenta carreras, estando autorizado el funcionamiento de casi setenta. Un tercio de ellas son ocupaciones típicamente vinculadas al quehacer técnico-productivo (y la mayor parte de su oferta está en el sector público), mientras que los otros dos tercios son carreras del sector servicios, y constituyen el grueso de la oferta de las instituciones privadas. Pese a esta diversificación, 70% de los programas en funcionamiento se concentran en apenas diez de las carreras de mayor demanda. 32. Este estudio se hizo mediante el seguimiento a lo largo de ocho semestres de la matrícula y los resultados semestrales (deserción, desaprobación o aprobación) e inter semestrales (deserción, repetición, promoción) de una cohorte de cerca de 6 , 0 0 0 ingresantes a distintas carreras en los IST. Se consideró "ingresantes" sólo a los matriculados en primer ciclo que no eran repitentes ni reentrantes (pero podían ser traslados de otros I S T ) y se descartó a aquéllos que abandonaron los 64 PATRICIA DE ARREGUI El gasto fiscal destinado a la educación superior no universitaria alcanzó en 1 9 9 1 un m o n t o estimado equivalente a 2 . 1 % del total del gasto público, sólo muy ligeramente por debajo de la proporción de la matrícula pública que le correspondió atender ( 2 . 3 % ) . El gasto corriente unitario bordea los 86 dólares, cifra q u e representa apenas un tercio de lo que en términos reales recibía cada estudiante en 1 9 8 9 o en 1 9 8 5 , y m e n o r a la invertida más recientemente en la educación secundaria. No se dispone de datos q u e permitan estimar el aporte privado a la educación pública de este nivel y modalidad, pero t o d o hace presumir que sea considerable, c o m o también lo es el pago por servicios privados, que constituyen una proporción de la oferta mayor que en los niveles primario o secundario. 2.5 Las universidades En el Perú, c o m o en m u c h o s otros países del T e r c e r M u n d o , la segunda mitad de este siglo ha sido escenario de una expansión sin precedentes del sistema educativo en general y de la educación superior universitaria en particular. En efecto, c o m o ya se señaló, mientras en 1 9 4 0 m e n o s de uno de cada cien peruanos mayores de quince años había alcanzado algún nivel de educación superior, en 1 9 8 1 el porcentaje de peruanos adultos con estudios postsecundarios ( 1 0 . 1 % de los mayores de 2 4 ) era casi equivalente al de Inglaterra ( 1 1 . 0 % ) , y superaba largamente al de Italia ( 2 . 6 % ) y España ( 7 . 1 % ) , así c o m o al de m u c h o s países cuyas capacidades científicas y tecnológicas excedían largamente las del Perú ( G R A D E 1 9 9 0 : 4 ) . Se ha señalado ya también que cerca de 3 0 % de los peruanos de entre veinte y 24 años de edad estaban asistiendo a una institución educativa, p r o b a b l e m e n t e de nivel superior, incluyendo tanto universidades c o m o institutos de diversos tipos. La matrícula en este nivel educativo ha seguido creciendo a lo largo de la década pasada, de un total de 2 5 7 , 2 2 0 universitarios en 1 9 8 0 hasta 3 7 9 , 5 7 3 en 1 9 9 1 . Antes de 1 9 6 0 existían nueve universidades en t o d o el país; treinta años más tarde existían 46 instituciones operando efectivamente y c i n c o más que, aun cuando no operaban, estaban oficialmente creadas. Pese a t o d o , la demanda 3 3 estudios antes de los primeros exámenes semestrales, suponiendo que gran parte de esos desertores, que alcanzan con frecuencia la mitad de la matrícula inicial, son personas que no estaban eligiendo una opción de formación, sino tan sólo ocupando su tiempo mientras encontraban otra alternativa. Debe mencionarse que no se ha podido considerar los traslados de especialidades o de instituciones que puedan haber ocurrido, los cuales, de ser significativos, bajarían los aparentes niveles de deserción, incrementando así los índices de eficiencia observados. 3 3 . Estas son cifras recientemente revisadas por la Dirección de Estadística e Informática de la Asamblea Nacional de Rectores, bastante menores que las consignadas en anteriores publicaciones. Para 1 9 9 2 se han registrado 3 9 8 , 2 0 6 alumnos. DINÁMICA DE LA TllANSFORMACION DEL SISTEMA EDUCATIVO 65 insatisfecha es considerable, ya que sólo logra ingresar en promedio la cuarta parte de las personas que solicitan admisión a alguna universidad. En 1 9 9 2 existían 52 universidades, que en conjunto abarcaban más de seiscientos programas en 1 1 7 especialidades diferentes . 28 eran universidades públicas y 24 privadas , captando las primeras 6 2 % de la matrícula y las segundas 3 8 % . Resulta pues evidente que la participación del sector privado en el nivel superior, tanto en el universitario c o m o en el no universitario (particularmente en la educación técnica), es m u c h o más intensa que en los niveles básicos. Es también notoria la "división del trabajo" entre ambos sectores: las carreras vinculadas al área agropecuaria, las ciencias naturales y exactas y las ingenierías se ofrecen principalmente en las universidades públicas, mientras las universidades privadas se concentran en las áreas administrativas y de leyes y en algunas de las ciencias sociales. 34 35 L o s presupuestos de las universidades públicas han sido harto volátiles a través de las últimas dos décadas. A los frecuentes déficit de apertura seguían intensas movilizaciones institucionales y políticas que generaban asignaciones de recursos en forma más o menos errática de año en año. Pese a esa inestabilidad, se distingue una cierta tendencia declinante en la asignación de recursos para el c o n j u n t o de las universidades públicas, menos dramática que la detectada para los niveles básicos educativos. Si se considera la expansión de la matrícula, sin e m b a r g o , la caída generalizada en la capacidad de gasto de dichas instituciones se hace m u c h o más clara. El gasto corriente promedio por cada estudiante de universidad pública en 1 9 9 1 ( 3 9 8 soles) resultó en términos reales equivalente a menos de la cuarta parte del m o n t o gastado en 1 9 7 0 , y apenas equivalente a 5 1 4 dólares n o r t e a m e r i c a n o s . 1 9 9 1 significó una recuperación del financiamiento universitario (en 1 9 9 0 el 36 37 3 4 . Esto se refiere únicamente al pre grado, por lo cual cabría preguntarse hasta qué punto esta diversifícación es real y responde a alternativas reales de desempeño ocupacional, o si se trata más bien de estrategias de mercadeo para reclutar estudiantes, sin diferenciar el contenido y orientación de la carrera: hay un gran número de especialidades que aparecen como simples desdoblamientos de carreras previamente existentes, incluso por su nomenclatura. Algunos expertos opinan que la mayor parte de la diversificación curricular no es más que un simple maquillaje de programas bastante tradicionales, realizado para justificar el crecimiento de las plazas docentes de una facultad o en respuesta a presiones de profesores jóvenes que no logran que el curriculum medular de la carrera se modernice. Nótese además que casi la mitad de los programas ofrecidos por las universidades se concentran en apenas diez especialidades. 3 5 . Hasta 1 9 6 0 sólo hubo una universidad privada. 3 6 . Estos datos difieren de los reportados en Arregui y Melgar ( 1 9 9 3 a ) debido a la actualización de cifras tanto sobre matrícula como sobre ejecución presupuestaria, las que anteriormente sólo estaban disponibles como datos estimados o preliminares. 37. Esto se debió principalmente a la distribución de recursos provenientes de un fondo especial creado el año anterior, al cual los profesionales aportaban 1% de sus remuneraciones, el cual dejó de operar posteriormente. 66 PATRICIA DE ARREGUI nivel de gasto per cápita fue 4 0 % m e n o r en términos reales), absorbiendo este nivel el 1 9 . 8 % del total de recursos públicos corrientes destinados a la educación. D a d o el m e n o r volumen relativo de la matrícula pública en el nivel ( 3 . 8 % ) , el gasto por alumno resulta o c h o veces mayor que el gasto por alumno de primaria o inicial. Aun así, continuaba estando muy por debajo de los costos unitarios estimados de otros países . 38 Agrava la escena el h e c h o que el m e n c i o n a d o m o n t o promedio oculta grandes diferencias entre instituciones. Las universidades menos afortunadas pueden disponer de apenas un d é c i m o del m o n t o utilizado por las mejor provistas, y sólo cerca de la mitad del m o n t o p r o m e d i o . Si bien las universidades limeñas suelen o b t e n e r un nivel de recursos por alumno algo superior que el c o n j u n t o de las universidades de provincias, no es posible detectar fuertes sesgos regionales en la distribución total de los recursos que provienen del T e s o r o . Pese a t o d o , los criterios -primordialmente históricos y políticos- aplicados en la distribución de recursos a las distintas universidades ( G o n z á l e z Norris 1 9 9 3 ) , tienen p o c o que ver c o n el r e c o n o c i m i e n t o a los niveles de logro o de la eficiencia de cada una de las instituciones; el financiamiento no ha sido utilizado por el E s t a d o peruano c o m o mecanismo p r o m o t o r de la calidad y pertinencia de la formación de sus profesionales. Adicionalmente, la mayor parte de los recursos ha sido destinada a gastos corrientes ( 9 0 % en promedio para todas las universidades durante los años setenta y los o c h e n t a ) . El resultado es que muy poca inversión, si alguna, está siendo llevada a c a b o en la mayoría de universidades; los efectos de esto sobre la calidad de la educación y sobre sus frutos resultan fácilmente previsibles. En lo que respecta a las fuentes de ingresos, han sido las transferencias directas, casi en su totalidad provenientes del g o b i e r n o central, las que han financiado la abrumadora mayoría del gasto de las universidades públicas: 9 2 . 8 % del total de gastos durante la pasada década, porcentaje incluso algo mayor que el 8 9 % registrado durante los años setenta. Sin e m b a r g o , esas transferencias han venido contrayéndose paulatinamente. En vista de esto, resultaba natural que las universidades públicas buscaran nuevas fuentes de fondos, que no sólo contrarrestaran el declinamiento de las transferencias externas y el crédito, sino que también incrementaran su autonomía relativa. Esas fuentes, llamadas "recursos propios" en las cuentas públicas, normalmente han incluido cobros por servicios educativos distintos a la instrucción en sí (la cual es c o m p l e t a m e n t e gratuita en el sistema universitario estatal p e r u a n o ) , prestación de servicios educativos de extensión universitaria, venta de 3 8 . Información personalmente proporcionada por José Joaquín Brunner señala que dichos costos unitarios estaban alrededor de 1,700 dólares en Chile en 1 9 8 9 , 4 , 7 6 0 dólares en Israel en 1 9 8 8 , 9 0 6 dólares en España en 1 9 8 5 , 8 , 7 2 4 dólares en Estados Unidos en 1 9 8 4 y 5 , 9 8 6 dólares en Japón en 1 9 8 5 . DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 67 bienes y servicios, asesoría técnica y profesional, rentas por propiedad y otros c o b r o s , pero en años recientes han abarcado una gama m u c h o más amplia de actividades generadoras de r e n t a s . Si bien las cuentas oficiales muestran que las universidades públicas sólo han autofinanciado un p r o m e d i o de 7% de todos sus gastos entre 1 9 8 1 y 1 9 8 9 , la real contribución de esas rentas d e b e ser sustancialmente mayor y permanece no r e p o r t a d a ; no se c o n o c e t a m p o c o su impacto sobre la calidad y relevancia de la investigación y la docencia universitarias. 39 40 Es difícil saber cuántos de los jóvenes peruanos que ingresan a la universidad obtienen el grado académico y título profesional y en qué plazos. U n a aproximación gruesa podría darla la relación entre el n ú m e r o total de graduados entre 1 9 8 0 y 1 9 8 9 y el n ú m e r o total de ingresantes entre 1 9 7 5 y 1 9 8 4 (siendo seis años el tiempo m í n i m o requerido en el Perú para o b t e n e r un primer grado universitario en la gran mayoría de las carreras). Ese p r o m e d i o , equivalente a 3 4 % , varía intensamente de una universidad a otra (entre 6 6 % y 2 0 % ) y de una especialidad a otra (entre 9 7 % y 1%) (Arregui y Melgar 1 9 9 3 b ) . O t r a manera de evaluar la eficiencia interna consiste en comparar la relación entre el n ú m e r o anual de egresados y el n ú m e r o total de matriculados en ese mismo a ñ o . A diferencia de la modalidad anterior, ésta carece de c o n t e n i d o normativo implícito (por ejemplo, que todos los ingresantes deberían graduarse dentro de un lapso d e t e r m i n a d o ) y sólo sirve para medir las desviaciones con respecto a un p r o m e d i o (de un sistema, una región u o t r o ámbito p e r t i n e n t e ) . En el Perú ese porcentaje ha estado alrededor de 5% en años recientes, mientras que la cifra para nueve sistemas universitarios europeos es 1 1 . 3 % ( B r u n n e r y Briones 1 9 9 2 ) , y para Chile fue 1 0 . 4 % en 1 9 9 0 . 41 2.6 Educación ocupacional Los más de 1 , 1 0 0 centros educativos ocupacionales ( C E O ) constituyen quizás el c o m p o n e n t e más h e t e r o g é n e o del sector educación, y también u n o de los de mayor c r e c i m i e n t o en los últimos años. Aunque su r i t m o de expansión se frenó notablemente en el último d e c e n i o , bajando de 1 6 . 4 % de crecimiento promedio 39. Para una descripción detallada de este proceso, véase Arregui y Melgar 1993a. 4 0 . Las universidades temerían que si sus cuentas prueban una creciente capacidad de financiarse con recursos propios, el Ministerio de Economía y Finanzas y la Comisión Bicameral de Presupuesto, lejos de premiar su eficiencia, podrían tener justificaciones para recortes adicionales en las asignaciones de fondos públicos. 4 1 . C o m o cualquier otro índice comparativo, sin embargo, debe interpretarse con cuidado, especialmente cuando los ritmos de expansión y la heterogeneidad (mezclas de carreras de distintas duraciones, por ejemplo) de diversos sistemas difieran mucho unos de otros. 68 PATRICIA DE ARREGUI anual en los años setenta a 6 . 2 % durante los o c h e n t a , continúa muy por encima de la tasa de c r e c i m i e n t o general de la matrícula, gracias principalmente a la iniciativa privada. Quizá debido a ello es también la opción de formación para el trabajo m e n o s conocida y estudiada, y la menos regulada por los organismos sectoriales. En principio, la formación ocupacional podría ofrecer tantas especializaciones c o m o ocupaciones registradas tiene el Ministerio de T r a b a j o , encargado de formular los perfiles sobre los cuales se diseñaría el curriculum. En la práctica, dichos perfiles casi no se han formulado y la capacitación se desarrolla de manera improvisada, no documentada ni evaluada. 42 En 1 9 9 1 se registró una matrícula de 2 3 9 , 0 2 4 a l u m n o s , cifra equivalente a 3.2% de la matrícula total del sistema. Cerca de la mitad de ellos asistían a instituciones del E s t a d o , conformando 1.8% del total de la matrícula pública y absorbiendo 2 . 1 % del presupuesto corriente del sector. El gasto público promedio por alumno fue en 1 9 9 1 de 1 0 1 dólares americanos, 2 0 % m e n o r al gasto en secundaria y 2 0 % mayor q u e el gasto público en primaria. C o m o en el caso de varios niveles educativos, se estima que casi la mitad de sus docentes carecen de título pedagógico. En los últimos tiempos el Ministerio de Educación ha realizado un esfuerzo especial para identificar y cuantificar adecuadamente las dimensiones y características del subsector, para una posterior evaluación y reorganización del mismo. 3. Principales problemas de calidad, eficiencia y equidad del sistema M u c h o s de los principales problemas que afectan al sistema educativo peruano en sus distintos niveles se han podido ya visualizar en la breve caracterización anterior. En primer lugar, resulta claro que la política de ampliar el acceso y la cobertura seguida durante las últimas décadas, animada por un legítimo anhelo democratizador y de ampliación de la ciudadanía (o de cooptación de sectores emergentes, dependiendo de la perspectiva del observador), ha llevado a que se ponga énfasis en la cantidad antes que en la calidad de la educación. A juzgar por la situación actual del país, los resultados han estado muy alejados de lo esperado en lo que se refiere a la generación de un capital h u m a n o capaz de sostener un proceso de desarrollo e c o n ó m i c o que revierta, con la urgencia que las circunstancias políticas y sociales del país lo demandan, en una mejor calidad de vida para todos los peruanos. No debe dejarse de r e c o n o c e r el esfuerzo desplegado por generaciones anteriores en el desarrollo de un sistema escolar y una infraestructura de servicios 4 2 . La cifra para 1 9 9 2 fue 2 3 5 , 1 5 5 alumnos. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN D E L SISTEMA EDUCATIVO 69 que han permitido el significativo acceso de cada vez mayores porciones de la población. El problema es que ello no necesariamente ha significado hasta ahora mejores oportunidades de adquirir c o n o c i m i e n t o s , habilidades y destrezas con los cuales los individuos podrían gobernar mejor sus propios destinos. Más aun, si se restringe inicialmente la observación al p r o c e s o de ampliación de la cobertura, se detectan deficiencias que requieren atención, desde la perspectiva de la equidad, eficiencia y relevancia del sistema. A continuación se analizan estos problemas tanto para la educación básica c o m o para la superior. 3.1 Educación básica U n a preocupación fundamental en cuanto a la educación básica es la referida a la asignación geográfica de los recursos. Se ha podido constatar que entre los departamentos que reciben m e n o s que el promedio de recursos corrientes p o r a l u m n o y p o r c e n t r o e d u c a t i v o están precisamente algunos de los más pobres del país y aquellos donde mayor proporción de sus pobladores residen en zonas rurales. N ó t e s e que, tratándose del gasto unitario por alumno y centro escolar, no es posible argumentar que el m e n o r gasto en las zonas de menor desarrollo se deba a una menor demanda efectiva por educación. Igualmente grave es el altísimo nivel de fracaso observado entre los alumnos del primer grado de primaria, y el h e c h o que este fracaso parece estar fuertemente vinculado tanto al ingreso familiar c o m o al "capital cultural" del medio en el cual se asiste a la escuela . Ello hace patente la imperiosa necesidad de reforzar y extender la educación pre escolar, si es que se pretende que el sistema educativo contribuya, entre otras cosas, a superar los déficit acumulados de la pobreza. El predominio de modelos no escolarizados de educación inicial en medios donde las carencias son mayores (zonas rurales o urbano-marginales) hace necesaria una cuidadosa revisión de la calidad de dichos programas y su impacto en el posterior desempeño de los estudiantes, especialmente en m o m e n t o s en que el Estado se está c o m p r o m e t i e n d o a dar educación inicial gratuita y obligatoria en un c o n t e x t o de severa restricción fiscal. 43 44 De otra parte, que 3 6 % de los centros educativos del país sean unidocentes y que 8 0 % de éstos estén en el c a m p o , si bien amplía las oportunidades de acceso 4 3 . Existe evidencia indirecta del mayor retraso escolar de quienes pertenecen a niveles socioeconómicos más bajos. Según datos de la E N N I V de 1 9 8 5 - 8 6 , de la población de doce a dieciséis años que asistía a algún centro educativo y que pertenecía al quintil más pobre, 66% estaba aún en el nivel primario, mientras que entre los que provenían del quintil más rico, sólo 37% no había empezado aún la secundaria. 4 4 . Las tasas de repetición más altas ocurren en los mismos departamentos donde el nivel educativo promedio es menor y, donde el gasto promedio por alumno y por centro educativo es también menor. 70 PATRICIA DE ARREGUI a poblaciones desperdigadas en áreas extensas y p o c o comunicadas entre sí, no necesariamente asegura iguales oportunidades en términos de calidad educativa. Existen " etnografías del aula" que pintan cuadros desoladores sobre la interacción entre los alumnos y los docentes de dichas escuelas, en las cuales el dictado, la repetición memorística de discursos carentes de sentido y el "copiado" de la pizarra (malos sustitutos ante la inexistencia de textos y cuadernos de trabajo) no dejan espacio para un real aprendizaje y un desarrollo intelectual y emocional. D a d o que es probable que sea mayor la proporción de docentes no calificados justo ahí donde se requieren habilidades especiales para contrarrestar las deficiencias del e n t o r n o , se refuerza la idea de que la mera ampliación de acceso no significa necesariamente una mejora en las oportunidades de aprendizaje y desarrollo. L o s escasos progresos logrados en el desarrollo de una educación intercultural y bilingüe también contribuyen a la acumulación de déficit adicionales para los habitantes de las zonas andinas rurales. E s t o no debe llevar a pensar que, para solucionar el problema, bastaría con reemplazar a los docentes sin título pedagógico por los viejos retirados o por los nuevos egresantes de universidades e institutos. Por una serie de razones se requiere una radical revaluación del magisterio, p o c o menos que su reconstrucción desde la base. No obstante, en las actuales circunstancias la tarea resulta un reto gigantesco. En primer lugar, los ingresos por trabajo d o c e n t e son con seguridad los que más han caído entre las ocupaciones que requieren formación de nivel superior para su ejercicio, permaneciendo muy por debajo incluso de los ingresos promedio de la mayoría de ocupaciones que no requieren educación superior . En Lima Metropolitana, pese a una ligera recuperación en 1 9 9 2 , en términos reales continúan estando bien por debajo de la mitad de lo que fueron en 1 9 8 6 . Asimismo, se hace cada vez más palpable que los estudiantes de los institutos pedagógicos y de las facultades de educación provienen crecientemente de estratos s o c i o e c o n ó m i c o s más bajos que el p r o m e d i o de los estudiantes de educación superior, incluso dentro de una misma universidad, y parece que cada vez m e n o s de los más capaces o con más altos rendimientos optan por la carrera 45 4 6 4 5 . Entre las veinte profesiones de mayor volumen de matrícula y egresados, los docentes son los que perciben menores ingresos, "compitiendo" año a año con las enfermeras. 4 6 . Pese a ello, cerca de la mitad de quienes se formaron para ser maestros practican su profesión, proporción mayor que la observada en buena parte de las carreras más comunes. Esta decisión podría estar vinculada en mayor o menor grado al fuerte componente vocacional de la carrera, a una falta de flexibilidad para incursionar en otras, o quizás a los "retornos no pecuniarios" de su ejercicio, esto es, las extendidas vacaciones de verano y el menor número de horas requeridas en el lugar de trabajo, muy convenientes para el creciente contingente femenino entre los educadores peruanos o para los maestros que, como tantos otros profesionales, tienen más de una ocupación como fuente de ingresos (Arregui 1 9 9 3 ) . DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 71 47 d o c e n t e . L o s docentes de los futuros maestros, a su vez, rara vez han recibido formación de post grado de calidad aceptable, lo que frecuentemente refuerza las deficiencias de la formación profesional originalmente recibida. Adicionalmente, cerca de la mitad de los actuales profesores no son pedagogos calificados. O t r a buena proporción o b t u v o tales calificaciones a través de programas de profesionalización ofrecidos por universidades e institutos durante los meses de verano. Estos programas, si bien en muchos casos pueden estar contribuyendo a mejorar la práctica de quienes de h e c h o son los educadores de grandes mayorías de estudiantes, no logran neutralizar siquiera los estilos antipedagógicos, dogmáticos y autoritarios que prevalecen en las aulas del país. Por o t r o lado, el e m p o b r e c i m i e n t o de docentes, alumnos y escuelas, y la radicalización de los gremios y sus dirigentes, a b o n ó un terreno ya fértil para el proselitismo senderista. No resulta sorprendente, por lo tanto, que en el m e d i o rural andino S e n d e r o concentrara su trabajo en las escuelas. Lo que resulta más incomprensible es que la formación y capacitación magisterial no se haya convertido aún en prioridad del g o b i e r n o y del sector privado, aun si no fuera por otra razón que la de pacificar al Perú. Para complicar el panorama, está el problema de la poca pertinencia del curriculum escolar, "univalente, uniforme, determinista, orientado al pasado, enciclopédico, d o g m á t i c o , individualista, castigador (...) rígido, memorístico, que rinde culto al orden y al m é t o d o " ( T r a h t e m b e r g 1 9 9 3 : 6 4 , 1 4 3 ) . Se dice además que no define realista ni anticipadamente el perfil de capacidades básicas que debe reunir un egresado y que contiene un n ú m e r o excesivo de cursos y poca referencia a la realidad. Un balance de las reformas curriculares intentadas desde los años cuarenta en nuestro m e d i o concluye que: "Fueron aislados los casos de construcción del curriculum que recogieron y sistematizaron los c o n o c i m i e n t o s y experiencias de los profesores de aula ( . . . ) En general, en el proceso de la reformulación de los planes y programas y del curriculum, predominaron criterios político-partidarios y administrativos, dejando en segundo plano los criterios técnico-pedagógicos ( . . . ) En el proceso de reformas curriculares ocurridas desde 1 9 5 7 se viene cuestionando el carácter enciclopédico de los contenidos curriculares. Se señalan c o m o características negativas del curriculum: el excesivo n ú m e r o de asignaturas o líneas de acción educativa, contenidos abstractos que no responden al nivel de desarrollo del niño, contenidos desvinculados del e n t o r n o sociocultural de los educandos, etcétera. Sin e m b a r g o , constata- 4 7 . Los exámenes de ingreso a los programas universitarios de educación son menos exigentes que las pruebas generales de admisión y, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de las otras carreras, las universidades no son reacias a aceptar "traslados" de institutos superiores para completar el bachillerato. 72 PATRICIA DE ARREGUI mos que en todas las etapas de reformulación de los Planes y Programas o de las Estructuras Curriculares, se siguen repitiendo estas deficiencias" (Tincopa 1 9 9 3 ) . Wolff, Schiefelbein y Valenzuela ( 1 9 9 3 : 4 9 ) estiman que menos del 2 0 % de los requerimientos de textos escolares para primaria están satisfechos, muy frecuentemente bajo la forma de "enciclopedias" que reúnen material para todos los cursos q u e , según el curriculum oficial, debe dictarse en cada grado. Los criterios para la aprobación por parte del Ministerio de Educación parecen estar centrados en la ausencia de contenidos "no permisibles" más que en exigencias respecto a la calidad pedagógica de los textos (casi no existen guías para los docentes ni cuadernos de trabajo), su calidad material (durabilidad), ni m u c h o menos respecto a la diagramación, ilustraciones, etcétera. L o s textos carecen de fecha de publicación, no indican su tiraje ni tienen tablas de c o n t e n i d o . El vocabulario frecuentemente excede el nivel de comprensión y utilización del lenguaje esperable de un niño de la edad normativa. Las "explicaciones" de fenómenos naturales o sociales acaban así por no explicar nada y resultan meras invitaciones al aprendizaje memorístico, vacío de significado. Para c o l m o , buena parte de los estudiantes no tienen acceso ni siquiera a esos textos defectuosos. Sus padres no disponen de recursos para ello (sólo ocasionalm e n t e se han distribuido ediciones gratuitas), y paralelamente las bibliotecas escolares son pobres en e x t r e m o . No sorprende, por tanto, que el cuaderno de apuntes siga siendo el material didáctico de mayor empleo, y que las clases consistan en su mayor parte en el copiado de lo que escribe el maestro en el pizarrón ( T h o r n e , C o r d a n o y B l u m e n 1 9 9 3 ) . Sumados los problemas de la calificación de los docentes y las c o n d i c i o n e s en las que d e b e n trabajar a las deficiencias del curriculum y las limitaciones de los textos, no sorprende que el resultado m i s m o del proceso educativo esté en cuestión. No obstante, la escasez de evaluaciones y estudios ad h o c impiden ofrecer un panorama general más sustentado. En lo que concierne a la secundaria, se suele afirmar que no es más q u e una antesala a la universidad, pero simultáneamente se la acusa de no preparar adecuadamente a los alumnos para los estudios superiores ni para, alternativam e n t e , desempeñarse en el mercado de trabajo. R e p o r t a n d o los resultados de una prueba de c o n o c i m i e n t o s sobre historia, literatura y ciencias sociales aplicada a una muestra heterogénea de alumnos del ú l t i m o a ñ o de s e c u n d a r i a , P o r t o c a r r e r o y Oliart c o m e n t a n : "... L o s menores niveles de rendimiento se concentran en aquellas ciudades en que la población escolar de los sectores populares proviene principalm e n t e del c a m p o , c o n una educación primaria bastante deficiente, lo que dificulta la lectura y la escritura. Pudimos observar, en algunos c o l e g i o s , la DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 73 e n o r m e dificultad de los alumnos para leer mentalmente la encuesta, produciendo con la lectura un constante murmullo" ( P o r t o c a r r e r o y Oliart 1989). Esa dificultad para la lectura que Portocarrero y Oliart comentan es muestra palpable de la pobreza de la formación impartida; téngase en cuenta que el "demostrar fluidez en la lectura oral y silenciosa" figura entre los objetivos del t e r c e r g r a d o d e e d u c a c i ó n p r i m a r i a ( T r a h t e m b e r g 1 9 9 3 : 1 4 2 ) . E s t o obliga a hacer una observación muy importante: dada la escasez de mediciones de aprendizaje efectivo, hay que interpretar con mayor cuidado los "niveles de logro educativo" medidos mediante la simple matrícula en sucesivos grados escolares . 48 Aunque el tipo de análisis realizado por Portocarrero y Oliart no permite concluirlo definitivamente, parece evidente que existe un desempeño diferenciado del alumnado entre colegios bajo distintos regímenes de gestión: "Es un lugar c o m ú n relacionar el rendimiento escolar con las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, explicar los bajos niveles de rendimiento por la mala alimentación, la falta de materiales de estudio y el bajo grado de instrucción de los padres. Sin e m b a r g o , otras razones, vinculadas al funcionamiento m i s m o de los centros educativos, pueden ser igualmente importantes para el rendimiento escolar. Pensemos en factores tales c o m o la organización de la escuela, la mística de autoridades y profesores, el seguimiento de la evolución personal de los alumnos, la relación cercana con los padres de familia, la vigilancia y evaluación constante de los objetivos pedagógicos prefijados. La ausencia de estos factores se expresa en el a b a n d o n o , el caos organizativo y el sinsentido para alumnos y profesores de la asistencia al c o l e g i o " ( P o r t o c a r r e r o y Oliart 1 9 8 9 : 1 4 5 ) . Por último, c o m e n t a n d o las diferencias entre colegios estatales laicos y religiosos y entre los nuevos y los antiguos colegios estatales, concluyen: "Salvo honrosas excepciones, el desorden y el caos es la regla general. Constituye un espectáculo s o b r e c o g e d o r y desafiante ver colegios q u e , a pesar de no haber sido nunca terminados, se encuentran ya depredados. Es la ruina prematura de algo no concluido. P o r lo general, los alumnos no tienen capacidad e c o n ó m i c a para adquirir textos, y los profesores, sin ninguna clase de estímulos, se encuentran muchas veces desmoralizados y 4 8 . Tampoco debe confundirse matrícula con asistencia escolar, siendo esta última preferible como indicador de cobertura. 74 PATRICIA DE ARREGUI burocratizados, sin encontrar sentido al ejercicio d o c e n t e " ( P o r t o c a r r e r o y Oliart 1 9 8 9 : 1 4 6 ) . En el Perú existen amplios consensos aparentes respecto a la caducidad del m o d e l o educativo orientado a la mera transmisión de c o n o c i m i e n t o s , a la necesidad de aprender a aprender, a la urgencia de proporcionar tempranamente al estudiante herramientas mínimas que le ayuden a insertarse productivamente en la s o c i e d a d (pese a lo cual el mayor peso de la formación debe dirigirse a la educación general antes que a alguna especialización), y a la necesidad de modernizar y descentralizar la gestión. Sin e m b a r g o , todos estos principios no están ni siquiera incipientemente traducidos a los currículos escolares ni incorporados en la formación magisterial, lo cual hace imposible su puesta en práctica. 49 B u e n a parte de los problemas hasta aquí reseñados pueden atribuirse en última instancia al sistema de gestión altamente burocratizado y centralizado del Ministerio de E d u c a c i ó n , a su falta de capacidad para sustentar sus demandas ante el Ministerio de E c o n o m í a en época de vacas flacas, y a su incapacidad de tomar decisiones sobre la base de una planificación adecuada, incluso en épocas m e j o r e s . Desde hace m u c h o tiempo no existen lincamientos claros en la política educativa oficial ni nada que se parezca a un proyecto educativo nacional. E s t o , que se debe en parte al gradual desmantelamiento del sistema nacional de planificación, también puede atribuirse a la corporativización de los actores del sector y a la falta de grupos de presión que trasciendan sus intereses inmediatos y sus diferencias ideológicas, y compartan un m í n i m o de visiones sobre hacia dónde debe conducirse la educación peruana en el mediano y largo plazos. 50 C o m o resultado, los planes anuales se aprueban cuando ya el año está avanzado, siendo inútiles para fines de integración y coordinación de políticas y presupuestos. L o s cambios de ministro han sido numerosos y la proliferación de cargos de confianza hasta niveles relativamente bajos de la estructura funcional del Ministerio ha sido notoria, con lo cual la capacidad de tomar decisiones fuera del despacho ministerial -excepto quizás en lo que a emisión de normas menores se refiere- se ha tornado casi nula. Ha sido notable desde hace ya buen n ú m e r o de años la alta rotación del personal del Ministerio (hasta cuatro personas ocuparon una Dirección General en sólo un a ñ o ) , buena parte de la cual o b e d e c i ó al objetivo de dar acceso al relativamente generoso sistema de pensiones a sinnúmero de funcionarios transeúntes. En este c o n t e x t o , no sorprende la profusión de normas inconsistentes y hasta contradictorias que 4 9 . Lo cual es fundamentalmente una respuesta de emergencia a algo indeseable pero cierto: muchos muchachos se ven obligados a dejar la escuela antes de culminar los estudios. 5 0 . Esta parte del texto dedicada a analizar la gestión sectorial se apoya en el diagnóstico elaborado por I N T E R E D U , resumido en Acha y Ansión ( 1 9 9 3 ) . DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 75 arriban a las oficinas de los órganos ejecutores; afortunadamente para ellos, son también abundantes los mecanismos disponibles para obviarlas. El esquema de incentivos para la renuncia del personal del sector público aplicado en años recientes sirvió para que un buen n ú m e r o de personal de carrera pasara al retiro. Si bien el deterioro de la calidad p r o m e d i o de los cuadros del sector a lo largo de años anteriores era ampliamente r e c o n o c i d o , y quizás no hay grandes pérdidas que lamentar en las recientes renuncias, es dudoso que el actual recurso intensivo a asesores externos, a consultores independientes y a misteriosos " e q u i p o s t é c n i c o s " c o n t r a t a d o s p o r cada m i n i s t r o pueda sustituir eficientemente una planta estable de profesionales y técnicos motivados y c o m p r o m e t i d o s institucionalmente. Por o t r o lado, los colegios públicos carecen de la mínima autonomía para contratar, remunerar y promover a docentes en función a su desempeño, más que a su antigüedad o calificación formal. L o s organismos intermedios se limitan a cumplir actividades de c o n t r o l , principalmente enfocadas sobre la actividad administrativa; la supervisión pedagógica es prácticamente inexistente y la evaluación de resultados no va más allá de la que realiza cada maestro de sus propios alumnos y la contabilización del n ú m e r o de estudiantes aprobados y desaprobados. Asimismo, la deserción se disfraza ante el t e m o r de que su correlato sea la disminución de plazas docentes del c e n t r o educativo. Las operaciones administrativas se han h e c h o rutinarias al extremo de perder sentido. Las estadísticas -voluminosas, de dudosa confiabilidad y escaso procesamiento- se generan con considerable retraso. P o r lo tanto, quienes deben tomar decisiones no pueden sustentarse en ellas, limitándose a utilizar su sentido c o m ú n y las estimaciones o intuiciones de sus asesores. A su vez, la constatación de la inutilidad de los resultados de su trabajo no contribuye a motivar un mejor desempeño de las unidades responsables de generar los datos. Se genera así un círculo vicioso que obliga, muy de vez en cuando, a la realización de esfuerzos gigantescos para generar información relevante. Esa falta de planificación y programación induce a una pésima asignación del gasto. Pese a la prioridad explícitamente concedida a la inversión educativa en todos los planes y programas educativos divulgados durante los últimos lustros, el r u b r o principal continúa siendo el pago de remuneraciones y pensiones de retiro a docentes y trabajadores administrativos, siendo buena parte del remanente para adquisición de bienes y servicios; para gastos de capital no se destina más de 7% del presupuesto total del Ministerio ( I L E E 1 9 9 3 : cuadro I . 4 ) . E s t o no puede sino incidir sobre la ya baja dotación de materiales de estudio y la mala situación de la infraestructura , la cual hasta hace muy p o c o fue prácticamente 5 1 52 5 1 . De este cálculo se excluye el gasto universitario, 52. Se estima que 45% de los 3 2 , 1 9 0 locales escolares registrados hacia 1 9 9 0 serían obsoletos, que 25% de los locales urbanos y 83% de los locales rurales carecen de agua, desagüe y electricidad, 76 PATRICIA DE ARREGUI 53 responsabilidad de los padres de familia . T o d o ello, a su vez, afecta la calidad de la educación impartida. E n t r e los pocos aspectos del sistema educativo que no parecen merecer preocupación preferencial está la diferencia de oportunidades vinculada al género. Si bien hacia 1 9 9 0 la frecuencia del analfabetismo era m u c h o más alta entre las mujeres y el n ú m e r o de grados promedio alcanzados por la población femenina era 6 . 1 , frente al 7 . 3 de los hombres (Ministerio de Educación 1 9 9 3 : tabla 1 . 1 6 ) , esto parece ser más un rezago de condiciones prevalecientes en el pasado que de las hoy vigentes. De la población entre seis y quince años de edad, la diferencia entre el porcentaje de varones que asiste a la escuela ( 8 8 . 2 % ) y el de mujeres ( 8 7 . 5 % ) , es p o c o significativa. Incluso en zonas rurales la diferencia sólo es de dos puntos porcentuales ( 8 3 . 6 % contra 8 1 . 5 % ) (Ministerio de Educación 1993: 18). Las diferencias más acentuadas entre el logro educativo de hombres y el de mujeres se dan ahí donde el l o g r o educativo general es más b a j o , c o m o es el caso de los departamentos del Trapecio Andino. E s t o refuerza la importancia de concentrar esfuerzos de captación y retención del alumnado en las áreas más pobres del país. En tanto los niveles educativos de las madres parecen gravitar fuertemente sobre los niveles de asistencia escolar de los jóvenes (directa e indirectamente, a través de sus efectos sobre la tasa de natalidad y sobre la nutrición y salud familiar, por ejemplo) y dada la altísima prevalencia de analfabetismo femenino en las zonas rurales, sí sería urgente reforzar los programas de alfabetización en dichas áreas, asegurando su adecuación a las exigencias del trabajo de las mujeres del campo. Es importante resaltar q u e , pese a los avances logrados en el acceso de la población a alguna educación formal, subsisten tasas altas de analfabetismo. Los resultados de la E N N I V de 1 9 8 5 - 1 9 8 6 muestran que 1 6 . 6 % de la población nacional mayor de quince años era analfabeta, si bien el promedio para los grupos menores de cuarenta años eran bastante más bajos ( 4 . 4 % para los de quince a 1 9 , 7 . 2 % para los de veinte a 29 y 1 4 . 5 % para los de treinta a 3 9 ) . A esos promedios contribuyen fuertemente las mujeres ( 7 3 . 8 % del total de analfabetos) y los pobladores de zonas rurales, cuyas tasas de analfabetismo, incluso entre los grupos más jóvenes, son diez veces mayores que en las ciudades ( W e b b y Fernández B a c a 1 9 9 1 : cuadro 4 . 2 0 ) . 54 que 85% necesita rehabilitación importante, que tres alumnos se disputan una carpeta y que sólo dos de cada cinco profesores disponen de pupitres (Ministerio de Educación 1 9 9 3 ) . 5 3 . Contribución que no está contabilizada en los gastos privados que realizan las familias para la educación de sus hijos, mencionados anteriormente. 5 4 . Medido, por ejemplo, en términos de grados aprobados por el promedio de la población o del porcentaje de la población que no ha tenido instrucción formal alguna. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 77 Al anterior problema está asociado el de la multiplicidad cultural del Perú y el reto de la integración pluralista, respecto a lo cual hay diagnósticos, propuestas y experiencias valiosas, que no han podido o sabido ser recogidas aún por el sistema formal. Finalmente, debe mencionarse que, debido entre otros factores a la gestión altamente centralizada predominante en el sector educativo peruano, y a su no obligación de rendir cuentas ante la sociedad, no se han desarrollado herramientas de evaluación de los resultados logrados por las distintas instituciones educativas. No existen en el Perú pruebas estandarizadas de c o n o c i m i e n t o s u otros m é t o d o s de evaluación extensiva que permitan detectar deficiencias o r e c o n o c e r logros, para corregir las primeras y estimular los segundos, ambos aspectos indispensables para una gestión eficaz. 3.2 Educación post secundaria y ocupacional La educación superior en el Perú comparte muchos de los problemas señalados para la educación básica. Sin e m b a r g o tiene también una problemática específica, en cierta medida similar a la de otros países de la región. Si bien algunas manifestaciones de los problemas de eficiencia interna -de los cuales se habló anteriormente- han ocupado hasta hace p o c o a la opinión p ú b l i c a , puede afirmarse que lo que más preocupa a la población es el tema de la eficiencia externa. H a c e buen tiempo que se duda que la creciente oferta de recursos humanos calificados haya reportado beneficios tangibles al país en términos de crecimiento e c o n ó m i c o y de desarrollo. Más recientemente, ya en el c o n t e x t o del severo programa de ajuste en curso, se ha empezado a cuestionar el q u e la educación superior garantice siquiera un puesto de trabajo o una remuneración adecuada. Las ya comunes imágenes del abogado taxista, el médico vendedor de productos farmacéuticos y el maestro dedicado a la venta ambulatoria de golosinas se han ido convirtiendo en el más recurrido argumento contra la formación superior en general y universitaria en particular. Sin e m b a r g o , la información disponible no parece avalar estas creencias y actitudes (que además podrían estar ya traduciéndose en c o m p o r t a m i e n t o efectivo, c o m o lo sugiere la caída en la tasa de crecimiento de la demanda por educación universitaria). Si bien la caída del empleo y de los ingresos tras el shock y el inicio del programa de estabilización afectó gravemente a profesionales y técnicos calificados (al m e n o s en Lima Metropolitana, éstos fueron los más 55 5 5 . La introducción de limitaciones a la enseñanza gratuita en las universidades públicas en la recién aprobada Constitución, ha sido defendida por sus mentores argumentando que es la mejor forma de acabar con los "estudiantes eternos", dedicados a la política y a la subversión. 78 PATRICIA DE ARREGUI afectados), su situación respecto a los grupos menos educados c o n t i n u ó siendo ventajosa (Arregui 1 9 9 3 ) . A un más alto nivel de participación en la fuerza l a b o r a l se suman menores niveles de desempleo abierto ( 5 . 4 % contra 9 . 3 % ) y un mayor porcentaje de personas adecuadamente empleadas, en términos de los ingresos que recibían ( 4 3 % contra 1 4 % ) . El promedio de ingresos de los graduados universitarios duplica largamente el o b t e n i d o por quienes sólo completaron la secundaria . Aunque las ventajas de quienes siguieron estudios superiores tecnológicos no son tan claras (debido principalmente a sus menores ingresos y mayor d e s e m p l e o ) , su tasa de participación en la fuerza laboral es m u c h o más alta y sus ingresos en 1 9 9 2 eran por lo menos 2 0 % superiores a los de los egresados de secundaria . 56 57 58 Distinto, penoso y paradójicamente muy c o s t o s o para el país es el caso de los egresados de los institutos pedagógicos. C o m o ya se dijo, los docentes son el grupo ocupacional cuyos haberes parecen haber experimentado las mayores reducciones. En 1 9 9 2 , en promedio, sus ingresos no eran iguales ni siquiera a los de quienes sólo completaron la secundaria. Por tanto, no sorprende que más de la mitad de quienes completaron su formación pedagógica en institutos superiores se mantengan inactivos, ni que 2 2 % esté abiertamente desempleado. T a m b i é n se critica a la universidad el que continúe ofreciendo carreras en áreas profesionales "tradicionales", de corte humanista y de p o c o (o negativo) impacto sobre el proceso productivo. Sin e m b a r g o , es necesario un examen más detallado de esta cuestión, si es cierto lo que sugieren algunas estadísticas de la U N E S C O ( 1 9 9 2 ) . Las ingenierías, ciencias naturales y agropecuarias absorben 3 1 % de la matrícula universitaria en el Perú, cifra que se puede comparar favorablemente con los promedios de todos los continentes, a excepción de E u r o p a ( 3 5 % ) . En América Latina, de doce países para los cuales hay datos disponibles alrededor de 1 9 8 8 , sólo Chile y Argentina tienen una proporción mayor de sus estudiantes en esas áreas; de los países asiáticos industrializados, Japón sólo tiene 2 3 % de su matrícula en esas tres áreas e Indonesia 2 1 % , mientras que C o r e a tiene 3 6 % y Taiwán 3 5 % . Así pues, de existir el problema, radicaría más bien en la eficiencia interna del sistema, en la calidad de la formación y en la capacidad del aparato productivo para absorber la oferta de recursos humanos capacitados. O t r o argumento esgrimido contra la universidad es que continúa ofreciendo vacantes en carreras al parecer saturadas, con el resultado de que los egresados acaban trabajando en ocupaciones muy distintas a aquélla para la cual se 5 6 . 2 1 % de las personas con educación universitaria completa estaban en 1 9 9 2 fuera de la PEA, frente a un nivel general de no participación de 43%. 5 7 . Ello es así incluso si se controlan las diferencias de edad promedio entre ambos grupos. 5 8 . Los diferenciales reportados se refieren al grupo más joven; aumentan hasta más de 40% en promedio para los mayores de treinta años. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 79 formaron. Sin e m b a r g o , cálculos realizados recientemente en G R A D E sugieren que tal saturación aun no se ha presentado (especialmente "gracias" a las bajas tasas de terminación de los estudios); asimismo, es bien sabido que el desempeño de personas con educación superior en ocupaciones distintas a aquélla para la cual se prepararon -incluyendo algunas no estrictamente profesionales, técnicas o directivas- ha sido una ocurrencia de larga data en el país, c o m o lo es posiblemente en casi todos los lugares del m u n d o (Arregui y Melgar 1 9 9 3 b ) . E s t e cuestionamiento, sin e m b a r g o , llama a reflexión sobre un aspecto importante de la educación superior y la formación profesional: la tradición nacional de una especialización temprana. En el Perú, los jóvenes egresados de secundaria tienen que optar por una carrera desde la edad de los diecisiete años, y no se ha evaluado si los currículos tienen c o m p o n e n t e s suficientes y adecuados para permitir la flexibilidad que el mercado de trabajo requerirá eventualmente de ellos. L o s estudios generales incorporados a cada carrera suelen ser diseñados c o m o cursos de nivelación o c o m o filtros adicionales más que c o m o la provisión de herramientas esenciales para el desarrollo de la actividad intelectual y el desempeño en cualquier c a m p o de actividad laboral y ciudadana. A u n q u e ya es bien sabido que los empleadores reclaman que sus trabajadores más educados arriben a sus empresas c o n capacidades básicas que los hagan "entrenables", y no necesariamente con una especialización avanzada, la demanda social por una profesionalización temprana (entendida principalmente c o m o especialización) continúa imponiéndose. 59 60 L o s cuestionamientos sobre la eficiencia interna y externa de la educación superior han h e c h o surgir naturalmente la pregunta de si es justificable asignarle recursos. Se ha mencionado ya que el gasto público por alumno universitario fue o c h o veces mayor que el asignado a los alumnos del nivel inicial o primario en 1 9 9 1 . Esta diferencia -no vista desde mediados de los sesenta, y quizás no cuestionable en sí misma- tiene sin e m b a r g o consecuencias indeseables sobre la distribución del ingreso, por lo menos en el c o r t o plazo. Según un estudio realizado en G R A D E con datos de 1 9 8 6 , la política de gasto público en educación es menos progresiva, en términos de redistribución de los ingresos, 6 1 5 9 . Los estudios generales se concentran usualmente en los dos primeros años, durante los cuales se presentan las más altas tasas de deserción. 6 0 . No faltan quienes opinan que son un eficaz mecanismo de financiamiento, ya que permiten absorber a un número de estudiantes mucho mayor que el que la facultad o programa está en condiciones de preparar, a sabiendas de que buena parte de ellos desertarán antes de acceder a la especialidad. 6 1 . En ese año, el gasto público en el nivel universitario fue sólo 6.6 veces mayor que en primaria; 16% del gasto público total en educación se destinó a las universidades en las cuales entonces (como ahora) estaba matriculado sólo 5% del total de personas que asistían a un centro educativo estatal. 80 PATRICIA DE ARREGUI que lo deseable ( R o d r í g u e z 1 9 9 2 ) ; ello responde a que incluso dentro de las universidades públicas los estudiantes provienen de los quintiles más altos de i n g r e s o s , así c o m o a que el gasto estatal en cada uno de ellos es mayor que el destinado al nivel básico ( d o n d e la participación de estudiantes de los sectores menos favorecidos es relativamente m a y o r ) . 62 63 Aparte del tema de la equidad del gasto, se cuestiona también, principalmente en círculos académicos, la eficiencia del m i s m o . Este cuestionamiento responde al h e c h o que las tasas de retorno a la inversión en educación superior, tanto privadas c o m o sociales, son bastante menores (entre un tercio y la mitad) que los retornos de la educación primaria ( R o d r í g u e z 1 9 9 3 ) . En un c o n t e x t o de insuficiente cobertura de la educación inicial o secundaria, de altas tasas de deserción de la primaria y de pobre calidad y pertinencia de la educación escolar en general, resulta comprensible que haya quienes consideren injustificado el actual patrón de asignación de recursos públicos entre los distintos niveles educativos. Al margen de la validez de ese a r g u m e n t o (resulta difícil aceptar que el dar mayores recursos a un nivel educativo implique necesariamente quitárselo a o t r o ) , es evidente la necesidad de que las universidades justifiquen su situación relativamente "privilegiada" mediante su impacto en la sociedad y mediante la utilización eficiente de los recursos que absorben. O t r o de los principales problemas que aquejan a la educación superior es el c o n c e p t o trasnochado de autonomía universitaria, tras el cual se escudan temores a procesos de evaluación de cualquier tipo. Es por ello que p o c o se puede decir respecto a la calidad de la misma que no esté basado en impresiones subjetivas o indicadores muy parciales. Sin e m b a r g o , algunos de éstos son muy reveladores: creación de programas e instituciones sin dotación mínima de recursos humanos, financieros y de infraestructura; inexistencia de mecanismos de acreditación y evaluación académica; currículos obsoletos o simplemente inexistentes; concursos de méritos para ingreso y ascenso en la carrera docente que ni sirven para seleccionar a los más idóneos ni estimulan la productividad de los profesores; incremento de la carga d o c e n t e sin cambios registrados en la tecnología educativa; práctica desaparición de la dedicación exclusiva, y "tiempos c o m p l e t o s " que no lo son; maximización de horas dedicadas al dictado de cursos en detrimento de preparación de clases, asesoría a los alumnos, capacitación continua, investigación o publicación; insuficiencia de docentes con títulos 6 2 . Estimados basados en la E N N I V de 1 9 8 5 - 8 6 sugieren que 30% de los estudiantes de universidades públicas provienen de familias del quintil de ingresos más alto, mientras que sólo 7% pertenecen al quintil más pobre. 6 3 . Aun cuando resulte paradójico, este cuestionamiento se circunscribe al círculo de académicos y economistas, sin alcanzar a la mayoría de la población, como lo atestigua la movilización intensa en contra de la limitación a la gratuidad de la enseñanza superior propuesta en la nueva Constitución. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 81 académicos avanzados; bajísima participación de peruanos entre los autores de artículos científicos publicados en revistas de circulación internacional; escasa vinculación de la investigación universitaria c o n las necesidades del aparato productivo y de los formuladores de políticas, etcétera. Existe un consenso respecto al deterioro de la educación universitaria, que no suele considerar el m u c h o más diversificado capital cultural con que llegan las masas estudiantiles en la actualidad. Si bien tiene mayor aceptación que en el pasado la posibilidad y deseabilidad de introducir mecanismos de evaluación, no existen acuerdos mínimos sobre si lo que hay que evaluar es el resultado o los procesos; nadie ha sugerido aún que la evaluación t o m e c o m o referente el punto de partida de cada programa o institución y mida el progreso logrado hacia objetivos trazados para un periodo, sin que sea necesario que esos objetivos sean iguales para todas las instituciones. De hecho, el m i t o del Sistema de la Universidad Peruana (así, con mayúsculas) según el cual todas las instituciones deben tener los mismos objetivos y desarrollar las mismas actividades (docencia, investigación, desarrollo tecnológico, extensión o proyección social, producción de bienes y servicios) sigue vivo y goza de buena salud, pese a los reiterados desmentidos que hace la realidad. S o n pocas las autoridades universitarias dispuestas a r e c o n o c e r , incluso en privado, que su institución atiende principalmente a un segmento determinado de la población que ocupará un nicho específico del mercado de trabajo. Se prefiere suponer que todas las universidades son iguales, y se pretende que el egalitarismo sea sinónimo de equidad. Así, cualquier propuesta en la dirección de ligar financiamiento a desempeño, por ejemplo, es vista c o m o un mecanismo que agravaría o incluso introduciría diferenciaciones indeseables, c o m o si esas diferenciaciones no existieran ya de h e c h o . En la discusión pública al respecto, se suele invocar al mercado de trabajo c o m o el último evaluador, sin considerar que para estos fines resulta un indicador p o c o transparente. Es difícil controlar los factores extraeducativos que inciden en la adjudicación de un puesto de trabajo a un egresado de una u otra institución. Aun si no fuera así, sin e m b a r g o , no existe información que permita evaluar o comparar resultados de distintas rutas educativas. L o s resultados de los escasos estudios de seguimiento de egresados que realizan algunas universidades e institutos privados no son puestas a disposición pública, y no se c o n o c e n evaluaciones sistemáticas del asunto por parte de los empleadores. Si bien el discurso más reciente de las autoridades universitarias está cargado de referencias a la necesidad de evaluación, pueden anticiparse grandes resistencias a mecanismos externos y a la ligazón del financiamiento con el desempeño. Significativamente, la Asamblea Nacional de R e c t o r e s , el organismo coordinador de las universidades, de escasa efectividad en lo que respecta a capacidad de efectuar propuestas de política, acordó hace algún t i e m p o instituir un organismo independiente responsable de la acreditación y evaluación institucional al interior de la misma Asamblea. 82 PATRICIA DE ARREGUI En cuanto a los aspectos positivos, y al igual que en la educación básica, t a m p o c o en la educación superior parecen existir procesos discriminatorios en función al género. En el caso de las universidades, el porcentaje de postulantes de sexo femenino a fines de los ochenta ascendía a 4 0 % del total, cifra algo m e n o r que su participación en la masa de egresados de secundaria pero muy similar a la encontrada para la distribución por género de los ingresantes, matriculados y graduados. E s t o significa que el proceso de formación no contiene elementos discriminatorios (por lo menos no insalvables) para las mujeres. 64 Por el contrario, sí resulta preocupante la m u c h o m e n o r presencia de mujeres entre los docentes universitarios, que hacia 1 9 9 0 sólo era de 19% del total. Para evaluar si existen factores intrauniversitarios que puedan estar contribuyendo al mantenimiento de esta baja participación femenina, sería necesario c o n o c e r su participación en las distintas categorías académicas y en las distintas especialidades, pues la actual distribución podría estar reflejando solamente la tradicionalmente m e n o r participación de las mujeres en la fuerza de trabajo y su escasa presencia en las profesiones que más abundan en la actual oferta de programas universitarios (por ejemplo, las ingenierías). C a b e aquí también destacar que las tasas de retorno privadas y sociales a la educación superior son muy similares para a m b o s géneros, resultando incluso más "rentable" para las mujeres que para los h o m b r e s en Lima y en las zonas rurales (Rodríguez 1 9 9 3 ) . 4. Dinámicas de transformación del sistema educativo peruano " Escribir sobre los últimos treinta años de educación en el Perú es una tarea muy dolorosa, porque exige hacer conciencia (...) de lo p o c o que se ha avanzado y cuan irreversible parece el proceso de deterioro en caso de mantenerse los modelos educativos y las políticas de acción formuladas y ejecutadas durante estas tres décadas" ( T r a h t e m b e r g 1993: 3 3 ) . La tarea de discutir las dinámicas actuales del sistema educativo, partiendo de la observación de las conductas y no sólo de los discursos oficiales, genera la misma sensación de pérdida que menciona T r a h t e m b e r g , particularmente a quienes participaron de la euforia de los intentos por realizar la Reforma Educativa de los años setenta, y que atestiguaron luego la disolución de m u c h o s de sus esfuerzos. Así, ante la pregunta sobre la actual situación del sistema, 6 4 . En 1 9 8 1 , según datos extraídos del Censo Nacional, 4 5 % de los matriculados en el último año de secundaria eran mujeres. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN D E L SISTEMA EDUCATIVO 83 surgen c o m o respuestas el a g o t a m i e n t o del m i s m o , el d e t e r i o r o de la institucionalidad pública (desprofesionalización del magisterio, déficit de infraestructura, inadecuada dirección y administración), la no sostenibilidad de los niveles de cobertura, la indefinición de las políticas y del m o d e l o educativo c o m o excusa para la desatención a los problemas inmediatos, el inmovilismo frente al deterioro (Iguíñiz 1 9 9 3 ) . Sin e m b a r g o , las políticas y programas de reforma en curso permiten cierto optimismo. Se insinúa en el g o b i e r n o el propósito de al m e n o s darle al sistema un m í n i m o de coherencia y sostenibilidad. Aun c u a n d o los pronunciamientos oficiales han resultado, a más de escasos, contradictorios, y p o c o de lo anunciado ha sido puesto en práctica, es posible especular que la situación puede eventual mente mejorar, si lo que se puede colegir de las normas hasta hoy dictadas resulta cierto. A continuación se hace un análisis de las reformas emprendidas por el actual g o b i e r n o en el plano educativo. 4.1 El Decreto 699 A principios de noviembre de 1991 se expidió el D e c r e t o Legislativo 699 utilizando las facultades legislativas delegadas en el Poder Ejecutivo por el C o n g r e s o . En dicha norma se declaraba "de interés nacional y de necesidad pública la participación de la comunidad organizada en la prestación del servicio educativo, en todos los niveles y modalidades", c o m o manera de contribuir a la pacificación nacional y a la generación de empleo. El decreto autorizaba la transferencia de la administración y conducción de los centros educativos estatales a entidades promotoras, reservándose para control estatal directo un n ú m e r o de centros y programas q u e , por diversas razones (entre ellas, la disponibilidad presupuestaria), se considerara necesario retener. Se cedía en uso la infraestructura, el mobiliario y las plazas docentes y administrativas de los centros transferidos a las promotoras mediante convenios temporales, sujetos a supervisión y evaluación por parte del Ministerio. 65 E n t r e los p r o m o t o r e s posibles (asociaciones de padres de familia, cooperativas de servicios educacionales, entidades religiosas, etcétera) se mencionaba también a las Fuerzas Armadas y a las municipalidades. E n t r e las obligaciones y los derechos de los p r o m o t o r e s destacaban los de recibir los recursos cedidos por el Estado, generar recursos adicionales para el c e n t r o educativo, asumiendo el financiamiento de la expansión de las plazas docentes, seleccionar a sus trabaja65. 1 9 9 1 fue un año muy turbulento para el sector, gravemente afectado por el inicio del programa de estabilización y por las normas de racionalización de personal -que llevaron a una huelga magisterial y administrativa de muchos meses-, así como por la intervención militar de las universidades donde se había asentado Sendero Luminoso. 84 PATRICIA DE ARREGUI dores y racionalizar las plazas, y coordinar con las Asociaciones de Padres de Familia (cuando no fueran éstas mismas las entidades promotoras) el c o b r o de pensiones. La reacción inmediata al decreto fue variada. Algunos sectores, c o m o la Asociación de Colegios Particulares, lo recibieron c o n beneplácito. Expertos y ex funcionarios lo declararon, cautelosamente, "digno de estudio". Las reacciones negativas se sucedieron p o c o después, focalizadas en el cariz privatizador de las reformas, en el impacto que tendría sobre la exigua canasta familiar la posible reducción de la gratuidad de la educación, y en una alegada militarización de la escuela que sólo agravaría la tensión ya existente en ella. Se criticó que el Estado reservara para sí exactamente aquellas funciones que nunca había desempeñado adecuadamente, tales c o m o la supervisión; que el proyecto ignoraba las atribuciones de los gobiernos regionales; por último, q u e librar la educación a la competencia aseguraría cualquier cosa menos mayor calidad. Las críticas terminaron por inclinar a la opinión pública y a los partidos políticos -que reconocían c o m o positiva la p r o m o c i ó n de una mayor participación de los padres de familia en la gestión escolar- en contra de la ley. Aunque la Cámara de Diputados declaró que el decreto no atentaba contra lo estipulado en la Constitución, y algunos connotados educadores aconsejaron prudencia ( T r a h t e m b e r g 1 9 9 1 ; L ó p e z Soria 1 9 9 1 ) , el S e n a d o decidió derogarlo el 6 de diciembre, por considerar que atentaba contra la gratuidad de la enseñanza y que rebasaba las facultades extraordinarias concedidas al Poder Ejecutivo. A ello contribuyeron la oposición al decreto liderada por el Partido Aprista y Acción Popular, la preocupación de la Iglesia Católica expresada por la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal, el recurso de amparo planteado por el sindicato magisterial y -quizás los dos factores más importantes- el escaso papel asignado al magisterio en la reforma propuesta y la falta de disposición del g o b i e r n o para un diálogo aclarando un texto que dejaba m u c h o por definir. Fue éste uno de los incidentes que más afectó las relaciones entre el P a r l a m e n t o y un P o d e r E j e c u t i v o q u e e n a r b o l a b a la b a n d e r a de la "antipartidocracia", deterioro que culminó en el ya c o n o c i d o autogolpe de abril de 1 9 9 2 . La atención de la opinión pública estuvo centrada desde entonces sobre los problemas internos y externos que ello g e n e r ó , aunque debe anotarse que el tema educativo c o n t i n u ó ocupando a la prensa de manera permanente. 4.2 Los Decretos Leyes de 1992 A fines de 1 9 9 2 , tres días antes de la instalación del C o n g r e s o Constituyente, se publicó una serie de decretos tendientes a iniciar la denominada modernización educativa. El conjunto de normas incluyó el DL 2 6 0 1 1 referido a la participación comunal en la gestión y administración educativas, el DL 2 6 0 1 2 referido al DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 85 financiamiento educativo, y el DL 2 6 0 1 3 , Ley de Mejoramiento de la Calidad y Ampliación de la C o b e r t u r a de la Educación Peruana, muchos de cuyos contenidos no hacían sino ratificar los del polémico D e c r e t o Legislativo 699. La primera de las normas mencionadas dispuso el inicio inmediato de una transferencia gradual de la gestión y administración de los centros educativos estatales a los municipios. Para promover una mayor eficiencia en las funciones educativas, del personal d o c e n t e y no d o c e n t e , el cuidado de los locales y los demás recursos sectoriales, se dispuso la creación de Consejos Comunales de E d u c a c i ó n ( C o m u n e d ) , q u e reemplazarían al Ministerio en esas funciones en los niveles inicial, primario y secundario. D i c h o s C o m u n e d estarían presididos por los alcaldes y estarían integrados por un regidor, un representante electo de los directores de todos los centros educativos de la circunscripción, un representante de los docentes y o t r o de las asociaciones de padres de familia, además de representantes de la Iglesia y de la actividad empresarial privada. A ellos se transferiría también la propiedad de los locales y el personal de los centros, quienes conservarían el régimen laboral previo. L o s C o m u n e d serían responsables de aplicar la política nacional y los planes y programas de educación establecidos por el Ministerio, y de establecer la política comunal al respecto. Podría decirse que el margen para la participación comunal en el diseño de la ley que normaría su propia actuación futura en la gestión educativa fue escaso. Significativamente, el D e c r e t o Ley 2 6 0 1 1 fue dado a c o n o c e r el día 20 de diciembre, invitando a dirigir sugerencias al Ministerio de Educación hasta el 2 4 . La ley, que j u n t o con las otras dos mencionadas conformaría el m a r c o legal de una anunciada reforma educativa, fue publicada en el diario oficial el día d o m i n g o 27 de diciembre... ¡firmado en la Casa de G o b i e r n o el día 7 de diciembre! Sin e m b a r g o , d e b e r e c o n o c e r s e que el anteproyecto circuló informalmente durante algunos meses, e incluso fue filtrado a través de la prensa a fines de o c t u b r e . La segunda ley modificaba el patrón de asignación de fondos a los servicios educativos públicos, reemplazando la distribución que solía hacer el Ministerio de E d u c a c i ó n , por la transferencia mensual directa que haría el Ministerio de E c o n o m í a a los C o m u n e d , equivalente a una cantidad por cada alumno cuya asistencia estuviera registrada en cada u n o de los centros educativos a su cargo. D i c h a cantidad variaría según niveles educativos de acuerdo a una n o r m a establecida, y fluctuaría según la disponibilidad de recursos fiscales. El D e c r e t o 2 6 0 1 3 , por último, establecía la posibilidad de transferir los centros educativos a otras personas jurídicas, distintas a los C o m u n e d , que lo solicitaran y suscribieran un c o n v e n i o con el Ministerio, previa aprobación de los C o m u n e d y los padres de familia. E s t o s p r o m o t o r e s podrían recibir una asignación (de magnitud no especificada) por alumno asistente. Así, se abría la posibilidad de subsidio estatal a la educación privada. 86 PATRICIA DE ARREGUI El mismo decreto instituía la evaluación anual de la calidad de la enseñanza impartida en los centros estatales y los dependientes de los C o m u n e d , c o n la provisión de estímulos ( r e c o n o c i m i e n t o público) y castigos y correctivos (declaración de reorganización, reasignación de personal, asignación de recursos adicionales para los centros educativos con problemas) para quienes excedieran o incumplieran metas establecidas de manera no especificada. D i c h a evaluación podría también aplicarse a los centros no estatales a iniciativa del Ministerio o a solicitud propia, pudiendo los resultados ser o no publicados según lo solicite el centro. Algunos meses después, la C o m i s i ó n Episcopal de Educación solicitó, mediante carta dirigida al Presidente de la R e p ú b l i c a , " un gran debate sobre el tema educativo, a fin de encontrar, entre todos, las líneas de convergencia y de c o n s e n s o " . El texto de la carta muestra una posición muy equilibrada frente a las propuestas del g o b i e r n o : "Nos preocupa el m a r c o teórico global en que se insertan los cambios de la Reforma Educativa actualmente en curso. ( . . . ) En ella p o d e m o s identificar numerosos aspectos positivos que inspiran su articulado: el esfuerzo descentralizador, el deseo de simplificación burocrática, la participación comunal y de los padres de familia, el esfuerzo de racionalización y eficaz utilización de los recursos educativos, el mayor acercamiento de las instituciones a la problemática educativa, etcétera. (...) Pero nos preocupan sobre t o d o aspectos esenciales de la misma, aquellos que darían la clave para interpretar el valor y el significado de los cambios propuestos dentro del Sistema Educativo. Podríamos enumerar los siguientes: la falta de referencia a lo que serían las líneas maestras en las que se inspira la Reforma Educativa (sólo la Filosofía de la Educación daría sentido y orientación a estos c a m b i o s ) , la carencia de un Proyecto Educativo definido y viable, la falta de una reglamentación precisa (que podría poner a la educación en peligro de caer en manos de extremistas o en poder de ideologías extrañas a la unidad e identidad n a c i o n a l ) , la no explicitación de los mecanismos de financiamiento adecuado y permanente de la educación, el t e m o r de que no quede suficientemente garantizada la gratuidad de la Educación para la inmensa mayoría del país, y finalmente el t e m o r de que los C o m u n e d sean condenados a la ineficiencia por falta de recursos presupuestarios para su normal funcionamiento" (Gurruchaga s / f ) . 66 6 6 . Poco después, el Consejo Permanente del Episcopado Peruano emitió un manifiesto de contenido muy similar, en el cual se sustituía esta cláusula por otras dos, la primera de las cuales aludía a "una reglamentación excesivamente fiscalizadora" y la segunda a una "atomización de la educación, entregada a un mercado de intereses privados..." (Conferencia Episcopal Peruana 1993). DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 87 U n a intención evidente del conjunto de cambios propuestos por el g o b i e r n o es acercar al sector educativo a la lógica del mercado, utilizando el financiamiento y la c o m p e t e n c i a por recursos c o m o una palanca para mejorar la calidad y la cobertura, tanto en el sector público c o m o en el privado. Sin e m b a r g o , existe un t e m o r razonable a que, dadas las actuales condiciones de la e c o n o m í a y de las instituciones sociales, se podría estar librando la educación a las fuerzas de un mercado inexistente y sin estar satisfechos los requisitos mínimos para que éste funcione. Para los más críticos del proceso, el real propósito no sería o t r o que liberar al E s t a d o de sus responsabilidades financieras c o n este sector, ignorando las repercusiones que ello podría tener en una sociedad c o n profundas desigualdades c o m o la peruana. O t r o objetivo de la reforma es descentralizar la gestión educativa, otorgando mayor a u t o n o m í a a los centros educativos y a las comunidades para definir y aplicar su propia propuesta pedagógica. El Ministerio de E d u c a c i ó n se reserva las funciones básicas normativas y de supervisión, pero en la práctica sería el Ministerio de E c o n o m í a quien t o m e las decisiones fundamentales respecto al financiamiento, sin resultar claros los canales mediante los cuales el primero podría influir en tales decisiones. Ello ha hecho que la autenticidad de este objetivo de descentralización sea cuestionada. En realidad, ha sido notoria la desconfianza en los gobiernos locales y la poca voluntad del Ejecutivo de aclarar los alcances e implicancias de sus propuestas, pese a los razonables cuestionamientos hechos desde todas las posiciones. Si esto obedeció principalmente a los fragores de la coyuntura económica y política que requerían, según sostiene el Presidente Fujimori, controlar centralizadamente los gastos fiscales y evitar la "utilización política" de las reformas, o si en realidad obedeció a un proyecto implícito de desarrollo nacional que no deja espacio para una descentralización real de las funciones del gobierno, es algo que se irá aclarando en los próximos m e s e s . A u n q u e la oposición política preparó algunos proyectos de ley alternativos, en los meses subsiguientes el debate político se centró en la nueva Constitución. El g o b i e r n o , preocupado por la posible "utilización política o partidaria" de la municipalización de la gestión educativa y al no contar c o n casi ningún sector que la apoyara resueltamente, no avanzó en la reglamentación e implementación de las reformas. 67 4.3 El debate constitucional El debate constitucional incluyó en tres m o m e n t o s el tema de la educación. En un principio, la mayoría gobiernista de la Comisión de Constitución i n t e n t ó que 6 7 . Una omisión reincidente de la norma, resaltada tanto por simpatizantes como por opositores de la reforma, ha sido la definición del papel que tendrían que jugar los maestros. 88 PATRICIA DE ARREGUI el t e x t o reflejara claramente la posición fuertemente liberal de algunos de sus miembros. Así, el articulado en conjunto tenía c o m o idea básica la reducción de la intervención estatal, que sólo se debía darse en circunstancias que la iniciativa privada fuera insuficiente o requiriera ser estimulada. Esta tendencia se aprecia con mayor claridad en textos c o m o aquél c o n el cual se pretendía normar la creación de universidades: en él se suprimió el párrafo de la Constitución de 1 9 7 9 que establecía que "las universidades nacen por ley", derivándose la iniciativa a " entidades promotoras". Un punto que fue motivo de confrontación entre la mayoría oficialista y la minoría opositora fue la eliminación de la asignación obligatoria de 20% del Presupuesto General de la República al sector educativo. Para los congresistas de la mayoría, tal eliminación se justificaba por las dificultades fiscales para atender el gasto. El argumento de uno de ellos, "¿qué hacemos con un porcentaje que en el futuro puede no ser necesario si el sector privado se hace responsable del servicio educativo?", revela la intención privatizadora subyacente. El tema que fue motivo de mayor debate durante la primera fase de discusiones fue la interpretación que podía hacerse de una redacción p o c o clara sobre la gratuidad de la educación. Se pensó que lo que se quería era limitar la gratuidad a los niveles básicos, excluyendo la educación superior, gratuidad que además se insinuaba más c o m o una subvención a la educación privada que c o m o un derecho irrestricto en las instituciones estatales. Esta interpretación resultaba hasta cierto p u n t o fundamentada por el antecedente de los decretos sobre transferencia de la gestión, ya comentados. C u a n d o el proyecto redactado por la Comisión de Constitución fue elevado al pleno del C o n g r e s o Constituyente, algunos de los textos iniciales ya habían sido modificados en respuesta a las presiones de diversas fuentes. Mientras la oposición mantenía su abierta discrepancia respecto a temas c o m o la gratuidad, la supresión del profesorado de las instituciones estatales c o m o carrera pública y los mecanismos de creación de las universidades, la mayoría oficialista mostró su disposición a aceptar ciertos planteamientos que redujeran las tensiones políticas y evitaran conflictos con los intereses populares. La postura de la mayoría oficialista se tradujo en el resurgimiento de algunas tendencias populistas, reflejadas en la aprobación de la gratuidad irrestricta de la educación en t o d o s los niveles. Este paso atrás motivó que en su mensaje a la nación del 28 de julio el Presidente Fujimori hiciera un severo llamado de atención sobre el particular. Algunos de los rectores protestaron también por la medida, la cual podía afectar gravemente la economía de las instituciones públicas. Se dijo que se estaba favoreciendo a un grupo de estudiantes que disponen de recursos suficientes para financiar su e d u c a c i ó n , y de alguna 68 6 8 . Algunos rectores de universidades públicas sostienen que entre 20 y 30% del alumnado podrían sufragar los costos de su educación, o al menos parte de ella. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN D E L SISTEMA EDUCATIVO 89 manera asegurando la permanencia de elementos que utilizan la universidad con fines políticos o que no tienen capacidad para continuar con estudios superiores. Ante tales argumentos, el t e x t o fue nuevamente modificado. Finalmente, el Congreso Constituyente entró en una etapa de reconsideración de algunos de los textos, la cual se vio influida por el hecho del próximo sometimiento del proyecto de Constitución a un referéndum para su aprobac i ó n . E n t r e los cambios estuvo la inclusión de un párrafo sobre el reconocimiento de la docencia en centros estatales c o m o carrera publica. E s t o , sin e m b a r g o , no bastó para obtener la anuencia de la dirigencia del gremio docente, ya que c o n el nuevo régimen gran parte de los maestros pasarían a depender de los C o m u n e d ( n o mencionados expresamente en la Constitución) o del sector privado, introduciendo diferenciaciones salariales que debilitarían al sindicato único de los educadores. 69 Durante la campaña política previa al referéndum, el intenso debate sobre la educación estuvo teñido de un alto contenido ideológico y político, usándose argumentos no muy contundentemente sustentados por la oposición. Se dijo que el proyecto propuesto amparaba la progresiva transferencia de las responsabilidades del Estado al sector privado; que se perdería la gratuidad de la enseñanza, sobre t o d o en las universidades donde el establecimiento del requisito de un rendimiento mínimo podría eliminar una gran masa de estudiantes; que se eliminaría el cogobierno estudiantil, y que la supresión de derechos c o m o la estabilidad laboral haría irremediable la situación del magisterio. Por parte del gobierno, la campaña no sólo se limitó a desmentir a la oposición; el propio Presidente Fujimori se tiñó de populismo al anunciar la gratuidad del examen de ingreso a las universidades públicas, ante lo cual la Asamblea Nacional de Rectores declaró su anuencia siempre y cuando el E s t a d o entregara los fondos que las universidades dejarían de percibir por dicho concepto. Aun así, la aprobación del proyecto por un estrechísimo margen sugiere que el tema educativo -fundamentalmente, el t e m o r a recortes en la gratuidad- gravitó fuertemente en el voto popular, casi tanto c o m o el no totalmente desvinculado tema de la descentralización. Los siguientes son los principales cambios que ha introducido el nuevo texto constitucional: a) La diferencia fundamental radica en que la Constitución de 1 9 7 9 concebía al Estado c o m o un ente omnipresente, que debía abarcar desde la formulación de políticas hasta la implementación administrativa; la nueva Constitución plantea un Estado que sólo debe establecer lincamientos, dando preponderancia a la comunidad, las instituciones y la iniciativa privada. 6 9 . El referéndum consistió en someter el íntegro del texto propuesto a decisión popular, mediante la fórmula simplista de elección entre las opciones "Si" (aprueba) y "No" (desaprueba). 90 PATRICIA DE ARREGUI b) Se ha extendido la obligatoriedad a la educación inicial y a la secundaria (anteriormente sólo la primaria era obligatoria), excediendo todas las sugerencias o demandas al respecto. C a b e resaltar, sin e m b a r g o , que el texto constitucional no define c o n claridad quién se obliga a qué: los padres a cumplir su deber de educar a sus hijos, o el Estado y la sociedad a proveer los servicios necesarios para posibilitar esa educación. c) C o m o ya se m e n c i o n ó , se ha eliminado la obligación de asignar 20% del presupuesto público al financiamiento educativo. d) Se ha abierto la posibilidad de que el Estado subvencione la educación privada de quienes no puedan pagarla, reemplazando a la formula meramente declarativa del texto anterior ( " E l Estado r e c o n o c e , ayuda y supervisa la educación privada"). En el pasado esto se hizo mediante subsidios encubiertos c o m o exoneraciones tributarias y estímulos de igual naturaleza a potenciales donantes. e) Se ha eliminado el c o m p r o m i s o -largamente incumplido- del Estado a asegurar a los maestros una remuneración justa " de acuerdo a su elevada m i s i ó n " . f) Se ha limitado la gratuidad a aquellas personas que no teniendo recursos, muestren buen rendimiento en las universidades . U n a libre interpretación sugiere que esta misma selectividad puede extenderse a otros niveles. g) Se ha eliminado el requisito de "creación por ley" para las universidades, sustituyéndolo por el enunciado de que la ley fija las condiciones para autorizar el funcionamiento de las mismas (sin indicar qué organismo las autoriza). h) Finalmente, se ha h e c h o que la decisión sobre el régimen de g o b i e r n o universitario sea prerrogativa de la propia universidad, lo que en la práctica puede llevar a la desaparición del c o g o b i e r n o estudiantil. Hoy, tras el resultado del referéndum, es de prever una fase de intensas negociaciones en la elaboración de nuevas leyes de educación, incluyendo alguna referida especialmente a las universidades. En este ambiente de incertidumbre, el Ministerio de Educación está intentando armar un proyecto más o menos integral de reforma, c o n el cual poder acceder a los recursos de la cooperación internacional. Pese a que ha c o n v o c a d o a numerosas y heterogéneas instituciones no gubernamentales para esta tarea, y cuenta con el apoyo t é c n i c o y financiero de múltiples organismos extranjeros y multilaterales, es dudoso que logre implementar c o n éxito algo que trascienda la introducción gradual, casi experimental, de algunos cambios. El p o c o tiempo que este gobierno tiene por delante juega en contra de ello. 70 71 7 0 . La nueva Constitución se aparta así de lo establecido en los textos constitucionales de muchas otras repúblicas latinoamericanas (Tovar 1 9 9 3 ) . 7 1 . En realidad, sólo se ha elevado a precepto constitucional una condición que se desprendía de la ley universitaria de 1 9 8 3 . DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 91 Para que esos cambios perduren y se conviertan en gérmenes de una verdadera reforma, parece ser necesario un c a m b i o radical en la actitud del g o b i e r n o (y del Ministerio de Educación en particular) respecto al diálogo y a la generación de consensos mínimos. Igualmente, es imprescindible promover la incorporación de nuevos (o renovados) actores al terreno de la discusión y diseño de políticas educativas. Ello requerirá esfuerzos bastante mayores que los que ocupan hoy al g o b i e r n o , esto es, la construcción de locales escolares y la reformulación de planes y programas de estudio mínimos con el apoyo de asesores técnicos externos e insumos provistos por expertos locales. 5. La agenda educativa en el Perú y las propuestas de la CEPAL y UNESCO: coincidencias, divergencias y vacíos S o r p r e n d e n t e m e n t e , incluso durante los m o m e n t o s más duros del proceso de estabilización y ajuste e c o n ó m i c o , cuando la falta de un adecuado programa de emergencia social afectó particularmente la marcha del sector educativo y se temía una deserción masiva y un retroceso en la cobertura del sistema formal, todos los actores del debate insistieron permanentemente en la necesidad y urgencia de una educación de calidad para todos. Parece por lo tanto que sí existe en el Perú un cierto nivel de acuerdo básico sobre ese requisito, que la C E P A L y U N E S C O plantean c o m o indispensable tanto para el desarrollo del país c o m o para la integración de la nación ( C E P A L - O R E A L C 1 9 9 2 ) . Sin e m b a r g o , no existe el m i s m o acuerdo respecto a qué se entiende por "de calidad", qué implica el "para t o d o s " , y si se debe o no incluir las palabras "e igual" entre una y otra frase. Detrás de ello está, evidentemente, la clara vinculación de la política educativa con un p o c o claro proyecto nacional de desarrollo social y e c o n ó m i c o , cuya base de apoyo no es necesariamente mayoritaria. Allí bien puede residir la principal dificultad para lograr la movilización de la ciudadanía en apoyo de las reformas propuestas por el E j e c u t i v o . 72 El razonable t e m o r a que la "devolución" de autonomía a los centros educativos y a las diversas organizaciones sociales que se harían cargo de su gestión provoque, por lo m e n o s en un inicio, un mayor deterioro de la calidad p r o m e d i o de la educación y de los problemas de equidad, encuentra sustento en la clara percepción de un Estado exánime, sin capacidad de asegurar las 7 2 . Mientras se redactaba este documento estaba a punto de publicarse el resultado del trabajo de diagnóstico realizado por el Ministerio a lo largo de doce meses; a él deben seguir los objetivos de política emanados del mismo y los primeros esbozos de lo que sería un programa sectorial a ser apoyado con recursos de cooperación externa. Es deseable que esto dé lugar a un debate, cuyo manejo adecuado podría brindar una oportunidad para el necesario viraje en las relaciones entre las autoridades sectoriales, la comunidad de educadores y la opinión pública en general. 92 PATRICIA DE ARREGUI indispensables acciones compensatorias y de p r o m o c i ó n . Ese t e m o r sólo podría ser calmado con el inicio de una campaña intensa de capacitación en la cual los capacitadores incluyan, entre otros agentes, a docentes y directores c o n r e c o n o cida experiencia de gestión. En esa capacitación se debería evitar la tradicional tentación de concentrarse en los aspectos administrativos, incursionando más bien en los terrenos de la innovación y evaluación pedagógicas. O t r o aspecto en el cual la propuesta de reforma del g o b i e r n o está fallando es en definir las acciones concretas que es indispensable tomar para reforzar las capacidades institucionales de diseño de políticas y la planificación en todos los niveles. Asimismo, t a m p o c o se ha definido c ó m o se regularán los sistemas y subsistemas, incluyendo la capacidad de evaluación y supervisión y el desarrollo de sistemas de información adecuados. La información filtrada sobre los avances logrados por el Ministerio en la definición de los contenidos curriculares mínimos para la educación básica, da una imagen de apresuramiento e improvisación. Parecería que los responsables del sector tienen escasa familiaridad no sólo con el manejo del instrumental de gestión educativa sino hasta con los conceptos más básicos de lo que es y debe ser la educación. No hay m u c h o sustento, pues, para una posición optimista respecto al fortalecimiento del desarrollo de capacidades básicas de aprendizaje, de un fuerte refuerzo de la lectura, escritura y capacidad de cálculo en la primaria, etcétera. Falta también definir c o n claridad las funciones y responsabilidades complementarias de los diversos organismos que tendrán ingerencia en la educación, incluyendo el Ministerio de la Presidencia y el F O N C O D E S . Es posible que las metodologías desarrolladas por este último organismo sirvan en un inicio para focalizar mejor las intervenciones de apoyo educativo, aunque sin duda habrá que mejorar los sistemas de medición de logros y carencias educativas. Está t o d o por definirse en lo que respecta a sistemas de evaluación de la educación básica y media que impulsaría el E s t a d o , según anunció en algún m o m e n t o el propio g o b i e r n o . Lo mismo ocurre c o n los mecanismos de autoevaluación y acreditación de universidades, los cuales, pese a ser reclamados con frecuencia por algunas autoridades universitarias, no podrán sino afectar algunos intereses y suscitar reacciones defensivas o negativas de distintos grupos de actores e instituciones universitarios. Por o t r o lado, la determinación de extender la obligatoriedad a la educación inicial puede no ser la m e j o r respuesta a la propuesta de C E P A L de expandir la educación pre escolar hacia los más pobres. La demanda más audible de los sectores populares urbanos y capitalinos (ciertamente pobres, pero no los más pobres del Perú), puede bien absorber todos los recursos adicionales que se o b t e n g a n para este efecto. Hubiera sido quizás más conveniente reservar la expansión de la educación pre escolar para programas focalizados en ciertas regiones y sectores. DINÁMICA DE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO 93 En lo que respecta a la profesionalización y protagonismo de los educadores, no se está discutiendo m u c h o sobre cambios en el proceso de reclutamiento, formación y capacitación docentes, pudiendo preverse fuertes reacciones defensivas por parte de algunos sectores del g r e m i o magisterial. Es indispensable empezar a revaluar la carrera del maestro, quizás con dos medidas básicas. La primera, evidente, es la necesidad de elevar las remuneraciones del sector público, ya que éstos habrán de servir c o m o señales a los nuevos promotores privados o comunitarios. Sin e m b a r g o , hay que encontrar maneras de que parte de los ingresos de los docentes estén en función a su productividad, desempeño y c o m p r o m i s o , más que en función a su antigüedad o "heroica resistencia" en el sector. La segunda exigencia es, j u n t o a la capacitación de los responsables de la formación de los nuevos educadores, elevar el nivel del alumnado de los institutos pedagógicos y facultades de educación. Es indispensable atraer a estudiantes más capaces y talentosos a la carrera magisterial, quizás mediante un programa de becas que asegure la gratuidad de todos los estudios en algunas instituciones seleccionadas a egresados de secundaria que estuvieran en los primeros puestos de sus p r o m o c i o n e s -sin considerar incluso sus posibilidades de pago. Mientras la carrera magisterial continúe siendo una opción deseable sólo para sectores empobrecidos o para estudiantes secundarios de desempeño medio y bajo, difícilmente aparecerá una oferta con niveles mínimos de excelencia c o m o para estimular el avance del c o n j u n t o . En la misma línea, la propuesta de atraer a la carrera docente a egresados de otras especialidades universitarias, a quienes se daría capacitación pedagógica, si bien habrá de chocar con pequeños y cortoplacistas intereses gremiales, debe ser considerada seriamente, tanto c o m o la necesidad de capacitar adecuadamente a profesionales para el papel crítico del director de escuela. En lo que respecta a la necesaria estabilidad y coherencia del financiamiento público, debe reconocerse que p o c o hay en la normatividad propuesta hasta ahora q u e , aunque no lo g a r a n t i c e , por lo menos denote un c o m p r o m i s o firme y sustentable. Por otro lado, resulta razonable que frente a su propia incapacidad de estimar los costos de cualquier proyecto educativo o reforma, el E s t a d o se abstenga de comprometerse de manera mensurable. S o b r e este tema del financiamiento, cabe destacar aquí que la "privatización" de la educación universitaria en el Perú resulta una tendencia claramente emergente durante los años o c h e n t a , que podría ser vista no sólo c o m o una respuesta transitoria al impacto de la crisis e c o n ó m i c a sobre el sector público, sino c o m o el inicio de nuevas formas de articulación entre la educación superior 73 7 3 . El reiterado incumplimiento de casi todas las "garantías" constitucionales a lo largo de la historia republicana ha vaciado de contenido dicho término. 94 PATRICIA DE ARREGUI y el sector productivo, y entre aquélla y el Estado. Lo que caracteriza a esta tendencia no es sólo un mero c a m b i o en el sector (público o privado) que domina la oferta educativa: la "privatización" también emerge bajo la forma de una penetración gradual de criterios de mercado en el manejo de los recursos, incluso en las universidades públicas -espacio donde hasta hace p o c o el Estado solía cumplir su papel paternalista de manera incuestionada. Hasta el m o m e n t o , los cambios más notables inducidos por la austeridad que la crisis ha forzado y por el mayor ajuste de los sectores sociales, son los cambios en actitudes y c o m p o r t a m i e n t o s de académicos y administradores de educación superior, así c o m o de algunos líderes estudiantiles. El primer c a m b i o importante es la apertura a discutir la cuestión de la conveniencia, viabilidad y justicia de una educación superior pública completamente financiada por el E s t a d o . El segundo cambio notable, que podría estar augurando una nueva tendencia, es la voluntad de cobrar tarifas realistas por t o d o tipo de servicios y actividades de extensión. Un sentido de responsabilidad respecto a mantener e incrementar los activos institucionales, no m e n o s que la evidencia del agotamiento de las fuentes de financiamiento tradicional, hacen probable la generalización de prácticas de recuperación de costos hasta hace p o c o inéditas. Es deseable que ese sentido de responsabilidad y eficiencia perdure una vez remontada la crisis, y que lleve también al diseño de mecanismos para asegurar que el acceso a las oportunidades que brinda la educación superior pública no quede vedado a quienes no pueden en el c o r t o plazo financiar por sí mismos los costos de su formación profesional. 74 7 4 . Pese a la mencionada gravitación del rechazo al recorte de la gratuidad universitaria en los resultados del pasado referéndum constitucional. Cuadro resumen Dimensiones, c o b e r t u r a , recursos y eficiencia del actual sistema educativo peruano Nivel del Sistema Educativo Número de grados que incluye Inicial Grupo de edad normativo Tasa de escolarización 1990 a / Matrícula por nivel b / 1970 1991 Matrícula pública por nivel 1 9 9 1 Cobertura pública del nivel 1991 c / % del gasto público corriente educativo total 1991 Gasto publico unitario 1991 (US$) d / Docentes 1990 Eficiencia terminal e/ f/ 3-5 48% 74,300 (2.2%) 808,580 (10.7%) 707,873 (11.2%) 88% 6.8 62 21,682 n.d. n.d. Primaria 6 6-11 88% 2'488,400 (73.1%) 3'944,843 (52.1%) 3'469,558 (54.9%) 88% 34.4 62 142,012 19.8 59.8 Secundaria 5 12-16 88% 674,500 (19.8%) 1'921,220 (25.4%) 1'628,485 (25.7%) 85% 32.5 125 90,377 34.2 68.9 24,100 (0.7%) 252,957 (3.3%) 143,352 (2.3%) 57% 2.1 86 11,735 29.8 35.2 379,573 (5.0%)g/ 242,215 (3.8%) 64% Superior No Universitaria 6 semest. aprox. Superior Universitaria 10 semest. mínimo Especial Ocupacional Otros h / Total 17-24 25- 41% 4% n.a. n.a. n.a. 3,700 (0.1%) 19,405 (0.3%) 16,054 (0.3%) 83% 1.6 variable n.a. n.a. 33,400 (0.9%) 239,024 (3.2%) 116,195 (1.8%) 49% n.a. n.a. n.a. n.a. 109,230 (3.2%) n.a. n.a. n.a. 3'407,630 (100.0) 7'565,602 (100.0) 6'323,732 (100.0) G R A D E - B a n c o de Datos de Educación, n.d. no disponible, n.a. no aplicable. a/ Porcentaje del grupo de edad de referencia matriculado en algún programa educativo, de cualquier nivel, b/ Incluye tanto al sector público c o m o al privado. c/ Porcentaje del total de matriculados, en cada nivel, atendidos por el sector público, d/ Sólo considera el gasto público corriente total, dividido entre la matrícula pública en cada nivel. e/ f/ g/ h/ i/ }/ 19.8 i / 514 j / 27,599 34 608 2,818 n.d. 2.1 101 7,418 n.d. 0.7 n.a. n.a. n.a. 100.0 303,641 Porcentaje estimado de los ingresantes que se gradúan a tiempo, esto es, dentro del plazo mínimo normativo. Porcentaje estimado de los ingresantes que se gradúan hasta con dos años de retraso, Datos últimamente revisados por la A N R , notablemente inferiores a estimaciones previas. Campañas de Alfabetización, etcétera. Asciende a 2 5 % del gasto público educativo total (corriente y de capital). Asciende a 7 1 2 dólares si se incluye el gasto de capital. 96 PATRICIA DE ARREGUI Bibliografía A C H A , Elizabeth y Juan A N S I O N 1993 Políticas sociales en el Perú: sector educación ( m i m e o ) . Lima, I N T E R E D U - P o n t i f i c i a Universidad Católica del Perú. A R R E G U I , Patricia M c L a u c h l a n de 1993 E m p l e o , ingresos y ocupación de los profesionales y técnicos en el Perú ( m i m e o ) . L i m a , G R A D E . A R R E G U I , Patricia y E r n e s t o M E L G A R 1993a "Financiamiento de las universidades públicas en el Perú: respuestas a la crisis y al ajuste e c o n ó m i c o " . En Notas para el D e b a t e 8: 1 3 - 3 5 . 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OTRAS PUBLICACIONES DE GRADE Serie N o t a s p a r a e l D e b a t e No. 5 : EL S E C T O R AGROPECUARIO PERUANO EN 1992: E V A L U A C I Ó N Y R E C O M E N D A C I O N E S PARA SU D E S A R R O L L O Javier E s c o b a l , A r t u r o B r i c e ñ o ( 1 9 9 2 ) No. 6 : UNA ALTERNATIVA AL ACTUAL SISTEMA DE SOBRETASAS AGRÍCOLAS EN EL PERÚ Javier E s c o b a l , A r t u r o B r i c e ñ o ( 1 9 9 2 ) No. 7 : UN INDICADOR D E L NIVEL DE ACTIVIDAD DE LA E C O N O M Í A PERUANA EN BASE A UN M O D E L O DE VARIABLES LATENTES Javier E s c o b a l , M a r c o Castillo EFECTOS DE LA POLÍTICA MONETARIA SOBRE EL MERCADO DE ACCIONES A r m a n d o C á c e r e s y Javier N a g a m i n e LAS D I F E R E N C I A S E N TASAS D E I N T E R É S C O M O DETERMINANTES DEL TIPO DE CAMBIO LIBRE A r m a n d o Cáceres y Javier N a g a m i n e ( 1 9 9 3 ) No. 8: F I N A N C I A M I E N T O D E LAS U N I V E R S I D A D E S P U B L I C A S E N E L P E R Ú : RESPUESTAS A LA CRISIS Y AL A J U S T E E C O N Ó M I C O Patricia M c L a u c h l a n de Arregui, E r n e s t o M e l g a r S a l m ó n A S I G N A C I Ó N D E R E C U R S O S P Ú B L I C O S PARA L A E D U C A C I Ó N S U P E R I O R UNIVERSITARIA: PERÚ 1960-1990 J o s é A n t o n i o G o n z á l e z Norris ESTADO Y M E R C A D O EN EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Simón Schwartzmann A L G U N O S C R I T E R I O S PARA L A E V A L U A C I Ó N D E L A E D U C A C I Ó N S U P E R I O R Y LA INVESTIGACIÓN José Joaquín Brunner ( 1 9 9 3 ) No. 9: EMPLEO, INGRESOS Y OCUPACIÓN DE LOS P R O F E S I O N A L E S Y TÉCNICOS EN EL PERÚ Patricia M c L a u c h l a n de Arregui E D U C A C I Ó N , CAPITAL H U M A N O Y C R E C I M I E N T O : EL CASO DE A M E R I C A LATINA. M a r c o T e r r o n e s , César C a l d e r ó n LA "LIBRE ELECCIÓN" DE LA ESCUELA: ¿UN A T R A C T I V O ILUSORIO? Alexander W. Astin ALGUNAS CUESTIONES S O B R E LA "LIBRE ELECCIÓN" DE LA ESCUELA James S. Coleman E L E C C I O N E S E D U C A T I V A S R A C I O N A L E S Y D E LAS O T R A S : UN COMENTARIO SOBRE EL ARTICULO DE COLEMAN S c o t t Sernau ( 1 9 9 3 ) No. 10: E D U C A C I Ó N S U P E R I O R EN A M E R I C A LATINA: POLÍTICAS COMPARADAS Patricia d e Arregui (editora) ( 1 9 9 3 ) No. 11: REORIENTACION DE LA POLÍTICA MONETARIA EN EL PERÚ: AVANCES Y P R O B L E M A S M a r c o E . T e r r o n e s , Javier N a g a m i n e INCENTIVOS ECONÓMICOS Y PROTECCIÓN AMBIENTAL: UNA REVISIÓN DE LA EXPERIENCIA NORTEAMERICANA Y E U R O P E A A l b e r t o P a s c ó - F o n t , Andrés M o n t o y a PRODUCCIÓN COCALERA Y MIGRACIÓN CAMPESINA EN EL PERÚ Julio Revilla ( 1 9 9 4 ) Serie D o c u m e n t o s d e T r a b a j o No. 17: LA POLÍTICA DE PRECIOS DE LOS C O M B U S T I B L E S Y LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN EL PERÚ: 1985-1990 Alberto Pascó-Font, Arturo Briceño ( 1 9 9 2 ) No. 18: IMPACTO DE LA POLÍTICA DE PRECIOS Y DE CRÉDITO AGRÍCOLA SOBRE LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN EL PERÚ: 1985-1990 Javier E s c o b a l D ' A n g e l o ( 1 9 9 2 ) No. 19: GASTO PUBLICO EN EDUCACIÓN Y DISTRIBUCIÓN D E L INGRESO EN EL PERÚ José Rodríguez González ( 1 9 9 2 ) No. 20: EL CICLO ECONÓMICO EN EL PERÚ No. 2 1 : SESGOS EN LA MEDICIÓN DE LA INFLACIÓN EN CONTEXTOS M a r c o T e r r o n e s , César Calderón ( 1 9 9 3 ) I N F L A C I O N A R I O S : EL CASO P E R U A N O Javier E s c o b a l D ' A n g e l o M a r c o Castillo del Castillo ( 1 9 9 4 )