TEMA 7. EL SISTEMA CARDIO-RESPIRATORIO EL SISTEMA CARDIO-CIRCULATORIO. Es un sistema relacionado íntimamente con el sistema respiratorio. Ambos, junto con otros sistemas (renal, digestivo...), se encargan del funcionamiento del organismo, transportando el oxígeno y los nutrientes al interior de la célula, y que los desechos del metabolismo celular sean transportados para su eliminación. Más concretamente, el sistema circulatorio es un circuito cerrado, compuesto por una bomba (corazón) y unos tubos que distribuyen la sangre, impulsada por la bomba, por todo el organismo. El líquido que transporta dicho sistema es la sangre. Es un líquido viscoso compuesto por células y plasma. Las células son: Glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos), su función principal es transportar el oxígeno desde los pulmones a las células y el anhídrido carbónico desde las células hasta los pulmones, para ser eliminado. El principal componente de estas células es la hemoglobina que tiene gran facilidad para unirse a las moléculas de O2 y CO2. La disminución por debajo de los límites se considera anemia. Y su aumento es lo que se busca en los entrenamientos en altura, mejorando así el aporte de O2. Glóbulos blancos (leucocitos), actúa como sistema defensivo, existe menor cantidad y es transportado actuando en los zonas infectadas. Plaquetas, (trombocito) su función es la coagulación sanguínea. El otro componente de la sangre es el Plasma; líquido formado por agua, proteínas e iones. Su función es de transporte de sustancias, teniendo las proteínas y los iones vital importancia para mantener la presión osmótica (poder efectuarse el intercambio de líquidos) Todas estas sustancias son impulsadas por el corazón, que es un músculo que funciona como un “sincitio funcional”: todas las células están íntimamente unidas por lo que al estimularse una célula esto se propaga rápidamente por todo el corazón. Existen dos sincitios, el auricular y el ventricular. Estructuralmente esta compuesto por 4 cavidades; dos aurículas que sirven de entrada para los dos ventrículos, los cuales impulsan la sangre fuera del corazón. De la aurícula derecha al ventrículo derecho esta la válvula mitral, que impide el retorno de la sangre, en el lado izquierdo esta la válvula tricúspide. Hay dos válvulas más, las semilunares situadas entre los ventrículos y las arterias. A nivel funcional existen dos fases, la sístole o contracción y la diástole o relajación. El ciclo es: Diástole, aurículas llenas de sangre (venas), que va pasando (70 %) a los ventrículos. Sístole auricular, las aurículas se contraen enviando el resto de sangre a los ventrículos. Sístole ventricular, los ventrículos se contraen por la presión de la sangre, esta presión hace que se cierren las válvulas mitral y tricúspide, y cuando la presión es mayor que la que existe en las arterias, las válvulas semilunares se abren. En este momento, las aurículas están relajadas y comienzan a llenarse de nuevo. Diástole ventricular, comienza el llenado desde las aurículas. Este ciclo se realiza entre 70 y 90 veces por minuto, en situaciones normales, produciendo un ritmo constante. El ritmo se modifica debido a la inervación que tiene el corazón, influyendo es su modificación el SNS (sistema nervioso simpático) y el SNPS (parasimpático). El simpático aumenta la actividad cardiaca y el parasimpático disminuye la frecuencia cardiaca, actuando sobretodo durante el sueño o en estados de relajación. Todo este mecanismo tiene como objetivo bombear la sangre que será transportada por el sistema circulatorio. Existen dos circuitos, mayor y menor (pulmonar). La circulación menor sale del ventrículo derecho por la arteria pulmonar, transportando la sangre con CO2 hasta los pulmones, donde será oxigenada. Desde los pulmones la sangre regresa por la vena pulmonar para llegar a la aurícula izquierda, transportando la sangre oxigenada. La circulación mayor comienza en el ventrículo izquierdo, el cual expulsa la sangre por la arteria aorta, esta trasporta la sangre oxigenada a todo el organismo, a través de las arterias y arteriolas, llegando a los capilares y produciéndose el intercambio de O2 y nutrientes, a la vez que las células se deshacen del CO2 y otros productos de desecho. Todos estos productos pasan a las vénulas, luego a las venas, para terminar en la aurícula derecha por la vena cava superior e inferior. Tantos por ciento de utilización sanguínea: Corazón: 4 %. Cerebro: 15 %. Masa muscular en reposo: 20 %. Circulación esplácnica (intestino, bazo e hígado): 25 % del VMC (volumen minuto cardiaco). EL SISTEMA RESPIRATORIO. La principal función de todo el sistema respiratorio es el intercambio de gases, tanto a nivel celular, pulmonar y a nivel exterior. Su estructura la forman: las vías respiratorias, la caja torácica, los músculos respiratorios y la membrana pleural. En primer lugar el aire exterior entra por la narizboca, pasa a la laringe, luego a la tráquea para llegar a los bronquios. Los bronquios se dividen progresivamente, disminuyendo su grosor, formando bronquíolos y terminando en los alvéolos, siendo el 90 % del volumen del pulmón. (En la edad infantil no están formadas todas las ramificaciones, hasta llegar a los 10 años). La circulación pulmonar llega de las arterias pulmonares siguiendo el trayecto de los bronquios y bronquíolos, formando una red de capilares que envuelven a todos los alvéolos, siendo aquí donde se efectúa el intercambio de gases. A nivel estructural hay dos tipos de músculos, los inspiratorios (diafragma, intercostales externos: elevan las costillas, esternocleidomastoideo: elevan esternón y la clavícula, y escalenos) y los espiratorios, que solo actúan en las espiraciones profundas (abdominales, intercostales internos y serrato posterior). Durante todo este proceso se produce el acondicionamiento del aire, calentándolo hasta la temperatura corporal, humidificándolo al 100 % y filtrando las partículas de polvo. Con toda esta estructura se consigue la función de los pulmones, que es asegurar el intercambio gaseoso, es decir, garantizar un nivel adecuado de O2 y permitir la correcta eliminación de CO2. Después de que los alvéolos se han ventilado con el aire fresco, comienza la difusión del oxígeno desde los alvéolos a la sangre pulmonar y el paso del anhídrido carbónico en dirección opuesta. Una vez completado este proceso, el oxígeno se une a la hemoglobina de los hematíes (glóbulos rojos). Hay que tener en cuenta que no todo el oxígeno se une a la hemoglobina, ya que dependerá de la cantidad de hemoglobina que exista, su saturación, etc., y esta sangre oxigenada llegará por las venas pulmonares a el corazón (aurícula izquierda) para desde allí ser distribuida por el organismo. El control del ritmo respiratorio lo realiza el SNC, que ajusta el ritmo a las necesidades. La respiración es involuntaria y rítmica. Consta de dos fases; inspiración de 1-2 sg. y espiración de 2-3 sg. Volúmenes y capacidades respiratorias. Volumen corriente: es el aire inspirado y espirado en cada ciclo respiratorio normal (en reposo es de unos 500 ml). Volumen de reserva inspiratoria: volumen extra de aire que puede inspirarse después de una inspiración normal (en reposo es de 3000 ml). Volumen de reserva espiratorio: volumen extra de aire espirado después de una espiración normal (1100 ml). Volumen residual: volumen de aire que queda en los pulmones después de una espiración forzada (1200 ml). Capacidad inspiratoria: es la cantidad de aire que puede inspirarse después de una espiración normal. Volumen corriente + volumen de reserva inspiratorio = 3500 ml. Capacidad vital: es la cantidad de aire que puede expulsarse después de hacer una inspiración máxima. Volumen corriente + volumen de reserva inspiratoria + volumen de reserva espiratoria = 4600 ml. Capacidad funcional residual: es el aire que queda en los pulmones después de una espiración normal. Volumen residual + volumen de reserva espiratoria = 2300 ml. Capacidad pulmonar total: VRI + VC + VRE + VR = 5600 ml. Estos valores son más pequeños para las mujeres que para los hombres. VEMS: es el volumen espirado en el primer segundo de una espiración forzada y explosiva, después de hacer una inspiración forzada. VMR (Volumen minuto respiratorio o VE; ventilación): Es la cantidad de aire (en litros) que entra y sale de los pulmones en un minuto. VMR = volumen corriente x frecuencia respiratoria. El VO2 máx es la cantidad máxima de oxígeno (O2) que el organismo puede absorber, transportar y consumir por unidad de tiempo determinado, vale decir, el máximo volumen de oxígeno en la sangre que nuestro organismo puede transportar y metabolizar. También se lo llama máximo consumo de oxígeno o capacidad aeróbica.krm. Es la manera más eficaz de medir la capacidad aeróbica de un individuo. Cuanto mayor sea el VO2 máx, mayor será la capacidad cardiovascular de ésta. La diferencia del oxígeno contenido entre inhalación y exhalación se mide para encontrar cuánto oxígeno fue consumido por minuto. Este valor se representa en litros por minuto y va desde los 2 hasta 7,5 L/min. Sin embargo es más común expresar el VO2 máximo de cada individuo con relación a su peso corporal en kilogramos. Esta relación va desde los 20 hasta los 90 mililitros por kg. de peso por minuto. CARACTERÍSTICAS EVOLUTIVAS. A nivel general, el aparato cardiovascular muestra un crecimiento progresivo, yendo la frecuencia cardiaca de más (180 recién nacido) a menos (80 a los 13 años). Por lo tanto el rendimiento cardiaco es menor en los niños debido al menor volumen cardiaco de expulsión, por lo que su frecuencia cardiaca es mayor. La frecuencia cardiaca máxima es superior en el niño que en el adulto. La tensión arterial es inversa a la frecuencia cardiaca, es menor en el niño durante el ejercicio, debido a un menor rendimiento cardiaco y menor volumen de expulsión. En cuanto al aparato respiratorio, su crecimiento se realiza simultáneo al desarrollo corporal. La frecuencia respiratoria en niños de 12 años es de 24 veces por minuto, mientras que en el adulto es de 15 veces por minuto. Con el desarrollo del niño hay un incremento paralelo del VO2 máx. (varones hasta los 18 años y hembras hasta los 14 años). Por último, en relación al sistema respiratorio, la captación de O2 es más acelerada, por lo que no necesitan recurrir a la vía anaeróbica tan pronto, produciendo un menor déficit de O2 y una menor producción de lactato. El máximo desarrollo de la resistencia se obtiene entre los 20-30 años, como sucede en las otras cualidades físicas, excepto la flexibilidad. A partir de los 30 años se produce un descenso de todas las cualidades físicas, y entre ellas la resistencia, aunque su declinación se produce un poco más tarde y de forma más progresiva. El periodo crítico o fase sensible, se sitúa a partir de los 11-12 años. La pubertad es una fase de aumento permanente de esta capacidad, sobre todo en los chicos. Para las chicas, su desarrollo es ligeramente inferior. Los jóvenes que entrenan esta cualidad, pueden mostrar incrementos espectaculares, incluso en cargas anaeróbicas. La resistencia aeróbica se debe trabajar desde la edad preescolar hasta las últimas etapas. La pubertad, favorece su desarrollo por el incremento de sus órganos responsables: corazón, pulmones..., en general el final de esta fase es muy adecuada para su desarrollo, debido a la estabilización del crecimiento. La mayoría de autores no recomiendan trabajar la resistencia anaeróbica hasta no completar el crecimiento (sobre los 17 años).