Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa 14. Huella Ecológica 14.1. INTRODUCCIÓN .................................................................................. 2 14.2. METODOLOGÍA .................................................................................. 2 14.3. RESULTADOS Y VALORACIÓN ................................................................... 7 14.3.1. Resultados ............................................................................... 7 14.3.2. Valoración en términos de Sostenibilidad .................................... 12 14.4. GLOSARIO DE TÉRMINOS ..................................................................... 15 Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 1 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa 14.1. INTRODUCCIÓN La Huella Ecológica es una herramienta que nos ayuda a analizar la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad. Los autores de este indicador, W. Rees y M. Wackernagel, lo definen como el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques y ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población determinada con un nivel de vida específico, sea donde sea que se encuentre esa área. En su concepto global, y dado que las personas utilizan recursos producidos en cualquier parte del mundo y la contaminación que ocasionan afecta a lugares lejanos, más allá de considerarlo con carácter local, la Huella Ecológica suma y estima el tamaño de las diversas áreas utilizadas, dondequiera que se encuentren en el planeta. Si representamos las demandas humanas con la Huella Ecológica, entonces estas demandas pueden compararse con la capacidad de carga del territorio (representando los recursos naturales disponibles) de una región o del mundo. Cuando la demanda humana excede los recursos naturales, disminuye el capital natural (del cual dependen las generaciones actuales y futuras). A esta situación se le llama “sobrecarga” o déficit ecológico. En el mundo existen solamente 2.1 hectáreas de espacio biológicamente productivo disponible para cada persona en la Tierra, pero la Huella Ecológica promedio mundial es de 2.9 hectáreas por persona; esto significa que la humanidad está sobrepasando la capacidad ecológica de la biosfera en casi un 35 por ciento. Es decir, tomamos más de lo que la naturaleza nos puede dar. En el cálculo de la Huella Ecológica, todas las superficies de tierras están representadas a escala según su capacidad para producir biomasa. El mar se mide en función de su capacidad de producir proteínas para el consumo humano. Las unidades de superficie permiten una comparación válida de las huellas ecológicas de los distintos países, regiones o municipio, que emplean diferentes calidades y combinaciones de tierras de cultivo, tierras de pastoreo y bosques. 14.2. METODOLOGÍA El cálculo de la huella ecológica de Almansa se ha basado en los trabajos básicos realizados por los creadores de la huella ecológica, Rees y Wackernagel, tanto en su definición inicial como en las aplicaciones desarrolladas posteriormente y especialmente la regional. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 2 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Esta metodología se ha complementado tomando como referencia otros cálculos realizados en España (principalmente Navarra, Barcelona, además de Sevilla y La Rioja) para su aplicación en el contexto regional y municipal de España. A pesar de las dificultades en conseguir datos locales, se ha intentado adaptar a las características locales de Almansa siempre que ha sido posible, o bien a datos provinciales o autonómicos. El resultado de la huella ecológica según la metodología de cálculo de los autores, combina varios impactos medioambientales en una medida única, incluyendo conceptualmente recursos energéticos y biológicos, contaminación, usos del suelo, y provisión de hábitats naturales. Sin embargo no incluye variables sociales, por lo que no constituye una medida de desarrollo sostenible, sino que menos ambiciosamente, abarca solamente un grupo limitado de variables medioambientales. Es necesario tener en cuenta que el cálculo de la huella ecológica se basa en cinco supuestos: I. Es posible contabilizar la mayor parte de los recursos que consume la población y gran parte de los residuos que genera. II. La mayor parte de dichos flujos de recursos y desechos pueden ser convertidos en el área biológicamente productiva que se necesita para mantener dichos flujos. III. Estas áreas diferentes pueden expresarse con la misma unidad una vez que se representan en proporción a su productividad de biomasa. Es decir, cada hectárea puede ser expresada como el área equivalente del promedio mundial de productividad de tierras. IV. Dado que estas áreas representan usos que se excluyen y, cada hectárea normalizada representa la misma cantidad de productividad de biomasa, es posible hallar un total. Dicha cifra es la demanda del ser humano. V. La demanda total del ser humano puede compararse con el suministro de “servicios ecológicos” que presta la naturaleza, dado que es posible evaluar el área del planeta que es biológicamente productiva. El consumo de un país, región o municipio, se calcula sumando las importaciones a la producción nacional y restando las exportaciones. En términos matemáticos: Consumo Aparente = Producción + Importaciones – Exportaciones Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 3 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Este saldo se calcula para 72 categorías, tales como cereales, madera, harina de pescado, carbón y algodón. Dichos usos de recursos se traducen en unidades de superficie, dividiendo la cantidad total consumida en cada categoría entre su productividad o rendimiento ecológico. En el caso de las emisiones de dióxido de carbono, se divide el total entre la capacidad de asimilación de los bosques. Algunas de las categorías de recursos y desechos son usos primarios de recursos (por ejemplo, materia prima de madera o leche), mientras que otros son productos manufacturados derivados de los primarios (tales como el papel o el queso). Por ejemplo, si se exporta una tonelada de carne de cerdo, la cantidad de cereales y energía necesaria para producirla se convierte en un área bioproductiva correspondiente, y después se la deduce de la huella del país o región exportadora. Y viceversa, dicha cantidad se suma a la huella ecológica del país o región importadora. Los rendimientos de las biomasas, que se miden en peso en seco, se toman de las estadísticas de la FAO. En el caso del espacio marino, la producción de proteínas de pescado se compara directamente con la producción de proteína animal de aves alimentadas con cereales. El Informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (Living Planet Report), incorpora el suelo necesario para cultivar los alimentos y los árboles para madera de construcción, absorber el CO2 emitido por el uso de combustibles fósiles como fuente de energía. Asimismo, se reserva una proporción de suelo, estimado en un 12%, para mantener la biodiversidad. Dicho informe reconoce también que las categorías incluidas en la huella ecológica son relativamente toscas, y los cálculos solamente pretenden ofrecer una primera estimación de la demanda ecológica. En el análisis convencional, no se tiene en cuenta aspectos de carácter más local, que podrían incluirse más adelante, para ajustar el resultado a la realidad local, como son: Æ Absorción de la producción de residuos urbanos (se puede estimar el área necesaria para absorber el CO2 equivalente del tratamiento) Æ Población flotante (considerando que la población de la ciudad durante las horas laborales es superior a la censada) Æ Consumo de agua potable (considerando que el área requerida derivada de su almacenamiento, su producción y transporte así como el coste ambiental derivado del consumo del recurso). La información que utilizamos consta de seis tipos de uso de la tierra para las actividades humanas. Todas compiten por espacio biológicamente productivo, y son: Î los cultivos para alimentos, piensos, fibras, aceite y caucho Î las tierras de pastoreo para obtener carne, cueros, lana y leche Î la extracción de madera para obtener fibras de madera y leña Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 4 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Î la pesca Î la adecuación de la infraestructura para la vivienda, el transporte, el aprovechamiento de la energía solar, eólica e hidroeléctrica y la producción industrial Î la quema de combustibles fósiles. Una vez que los impactos del hombre se expresan en las unidades de superficie normalizadas, se suman estos componentes de la huella. Los cultivos ocupan la tierra laborable, la más productiva de todas. La FAO estima que hoy en día existen unos 1.300 millones de hectáreas de tierra laborable en todo el planeta; dicha cifra no incluye la tierra cultivable que se emplea en el pastoreo. Utilizando los datos de las cosechas y rendimientos de la FAO para 18 categorías de cultivos, se ha podido determinar el uso de tierras laborables en la producción de cultivos (FAO 1998 (3), 1997 (4), 1999 (8)). Estos datos son subestimaciones, dado que al no haber conjuntos de datos coherentes, no se tienen en cuenta otros impactos debidos a las prácticas agropecuarias actuales, entre ellas: daños a largo plazo por erosión de la capa arable; salinización; y contaminación de acuíferos con productos agroquímicos. Las tierras de pastoreo requieren de praderas. Combinando las áreas de praderas y zonas arboladas (es decir, poco densas) en un tipo de uso de la tierra, y suponiendo que la deforestación aumenta el tamaño de este tipo. En todo el mundo hay 4.600 millones de hectáreas de zonas de praderas y arboladas, incluidas las tierras laborables que se emplean para el pastoreo. Se calcula la demanda de praderas tomando como base los datos de la FAO (1998(3), 1997(4), 1999(8)). Para la extracción de madera se necesitan bosques naturales o de plantación. Según estadísticas actuales de la FAO sobre los usos de la tierra, hay en el mundo entero 3.300 millones de hectáreas de esos tipos de bosques. Estimamos las áreas forestales y productividades usando diversas fuentes (IPCC 1997, FAO 1997b, Dixon y otros, 1994, FAO 1997c). Las cifras correspondientes al consumo de madera en pie y leña proceden de la FAO (1998 (5)). Para explotar la pesca se necesitan bancos de pesca productivos. Del área total oceánica, el 8% correspondiente a las costas continentales suministra más de un 95% de la captura marina (Pauly y Christensen, 1995). Dicha cifra se traduce en 3.200 millones de hectáreas biológicamente productivas de superficie marina, de las 36.300 millones de hectáreas de superficie oceánica que existen en el planeta. Empleamos las cifras de captura de la FAO (1999 (8)), y las comparamos con la cifra del “rendimiento sostenible” de la FAO de 93 millones de toneladas por año. Los datos incluyen tanto la captura para la elaboración de harina de pescado como para el consumo humano. Las tasas de conversión de pescado fresco a harina se calcularon tomando como base los datos proporcionados por la FAO sobre insumos y productos (1999 (8)). Cuando no había suficientes datos para calcular una tasa de conversión local, empleamos el promedio mundial. Además, se ha supuesto la existencia de una captura accidental de un 25%. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 5 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa La adecuación de la infraestructura para la vivienda, el transporte, la producción industrial y el aprovechamiento de la energía hidroeléctrica, ocupa tierras edificadas. Dado que la mayor parte de los asentamientos humanos se encuentran en las regiones más fértiles de un país, se supone que las zonas edificadas utilizan tierra cultivable. La quema de combustibles fósiles agrega CO2 a la atmósfera. Para calcular la huella del CO2 se estima el área biológicamente productiva que sería necesaria para secuestrar suficiente cantidad de carbono emitido de modo de evitar un aumento del CO2 en la atmósfera. Al absorber los océanos un CO2 equivalente a un 35% de las emisiones de la quema de combustibles fósiles (Watson y otros, 2000), teniendo en cuenta solamente el 65% restante, cifra que se basa en la capacidad anual de secuestrar carbono del promedio de los bosques del mundo. Esta capacidad se estima tomando un promedio ponderado de 26 biomasas forestales importantes (IPCC 1997, FAO 1997b, Dixon y otros, 1994). Se prevé que la capacidad de secuestro disminuya al aumentar el nivel de CO2 en la atmósfera y la temperatura del planeta a lo largo del próximo siglo. De otro modo, podríamos calcular el espacio necesario para un sustituto de los combustibles fósiles de biomasa, si bien un enfoque de este tipo exigiría un espacio aun mayor. Aparte de los combustibles fósiles, la otra energía comercial que se incluye en esta categoría es la energía nuclear. Para simplificar, se calcula la energía termonuclear a nivel de la energía térmica obtenida de combustibles fósiles. El intercambio incorporado neto se calcula por estadísticas desglosadas en 109 categorías. Las intensidades de energía empleadas en el cálculo de la energía incorporada proceden de varias fuentes (IVEM 1999, Hofstetter 1992). Los datos nacionales y regionales corresponden a 1996, siempre que ha sido posible, dado que ése fue el año más reciente para el que se disponía de estadísticas fiables de las Naciones Unidas para todos los países, incluidos los datos utilizados como medias mundiales y como promedios en España. Al extrapolar la tendencia para el año 2003, es probable que la huella ecológica haya aumentado ligeramente. Esta cantidad puede estimarse en función del crecimiento de la población, suponiendo que la huella por persona se haya mantenido bastante constante (como sucedió con la huella media mundial entre 1985 y 1996). En cuanto a las específicas características locales se han tomado las producciones y rendimientos del suelo para Castilla-La Mancha (Anuario de Estadística Agraria, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (datos año 1995)). Las cantidades consumidas se han tomado como un 78.88% de las cantidades consumidas medias en España (datos del INE, Encuesta continua de presupuestos familiares), datos referidos al año 1998 ya que no se dispone de datos anteriores. El ajuste del 78.88% se ha estimado en función de la proporción entre el gasto medio de un español medio y de un castellano manchego en el mismo periodo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta el margen de error que supone que el gasto medio está también relacionado con el coste de la vida en cada región. Sin embargo, la disponibilidad de datos de comercio interno (importación y exportación) a nivel local o regional es muy limitada. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 6 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Asimismo se ha tenido en cuenta las características locales de Almansa en cuanto a movilidad, ajustando la utilización media española del vehículo privado en función del parque de vehículos censados en el municipio, el cual supone un 89.8% de la media per cápita española, según datos de la DGT y del Ayuntamiento de Almansa (datos del 2001). Este ajuste no supone una apreciación demasiado exacta ya que en realidad debería tenerse en cuenta los kilómetros recorridos de media por persona, dato del cual no se dispone a nivel local. A falta de datos locales de la utilización de otros sistemas de transporte se ha estimado que los almanseños utilizan cada modo de transporte con la misma frecuencia que la media de los españoles. Los residuos urbanos con destino los vertederos o la incineración, se han tomado como la cantidad de residuos urbanos no recogidos selectivamente generados en Almansa, que son 305 kilogramos per cápita. En cuanto a la energía, el consumo doméstico per cápita de Albacete supuso un 87% de la media española, (según datos para el año 2000 de la Agencia para la Gestión de la Energía de Castilla-La Mancha). Este coeficiente se ha aplicado con respecto a la media nacional en los consumos de las distintas energías, sin tener en cuenta las diferencias por tipos de energía que pueden existir en los consumos, ya que no se dispone de dicho desglose para el consumo de energía de carácter doméstico, sino que existe para el total de los sectores, lo que distorsionaría mucho esta estimación. 14.3. RESULTADOS Y VALORACIÓN 14.3.1. Resultados La Huella Ecológica de Almansa es: 4.25 ha/cap Nota: Se da el valor con dos decimales de manera que se ajuste al formato utilizado en otros cálculos del indicador. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el error del método de cálculo está por encima del valor decimal. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 7 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa VIVIENDA Y SERVICIOS MOVILIDAD Y TRANSPORTES BIENES DE CONSUMO TOTAL 0.16 0.19 0.58 1.11 2.05 0.01 0.01 0.02 0.04 Cultivos superficies / actividades 0.87 0.09 0.96 0.20 0.02 0.22 0.48 0.49 0.04 0.49 1.76 4.25 Bosques Terreno construido/ ocupado Absorción CO2 ALIMENTACIÓN Pastos Los datos parciales utilizados se muestran en la siguiente tabla: Mar productivo 0.45 Total 0.01 1.68 0.21 0.59 El territorio productivo necesario, se clasifica en seis tipos, por lo que, resultado de los valores anteriores, tenemos la suma de las siguientes huellas ecológicas parciales, en hectáreas per cápita: Absorción de CO2 Cultivos Pastos Bosques Superficie Mar construida productivo Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Total Página 8 de 16 Informe de Diagnosis Técnica 2.05 0.04 Agenda 21 Local de Almansa 0.96 0.22 0.49 0.49 4.25 Huella ecológica de Almansa Absorción de CO2 12% 12% Área construida/ ocupada Cultivos 47% 5% 23% Pastos 1% Bosques Mar productivo Asimismo es necesario tener en cuenta el 12% de Biodiversidad, reflejado en el Informe del Fondo para la Naturaleza (Living Planet Report), que supone 0.51 ha/cap en el caso de Almansa. Por lo que sumándoselo a la huella ecológica calculada tenemos 4.76 ha/cap. A continuación se desglosan los distintos componentes del indicador1, de manera que se puedan conocer qué factores son los que más influencia tienen en el cómputo total: Alimentación 1 Absorción de CO2 Cultivos Pastos 0.16 0.87 0.20 Bosques Superficie Mar construida productivo 0.45 Total 1.68 Cálculos utilizando la herramienta Sub-national Geographical Area Ecological Footprint Tool (Craig Simmons, 2002), desarrollada a petición de la UE, DG Environment, en el marco de la iniciativa ECI de la UE sobre un Sistema Común de Indicadores. Esta herramienta está basada en la metodología y datos de Rees y Wackernagel, y debidamente contrastada por distintas entidades regionales y locales como el Gobierno Foral de Navarra. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 9 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Absorción de CO2 Agenda 21 Local de Almansa Cultivos Pdtos. vegetales 0.52 Pdtos. animales 0.35 Vivienda (combustible) 0.19 Pastos Bosques Superficie Mar construida productivo Total 0.52 0.20 0.45 0.01 0.01 1.00 0.21 Electricidad 0.10 0.10 Gas natural y GLP 0.01 0.01 Fuel 0.07 0.07 Calefacción central 0.00 0.00 Carbón 0.00 0.00 Renovables (excluida leña) 0.00 0.00 0.01 Leña y madera Otros combustibles domésticos 0.01 0.00 0.00 0.58 0.01 0.58 Coches 0.32 0.00 0.33 Autobuses y autocares 0.02 0.00 0.02 Vehículos de vías férreas 0.01 0.00 0.01 Navegación marítima o fluvial 0.00 0.00 0.00 Transporte Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 10 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Absorción de CO2 Navegación aérea 0.20 Motocicletas y ciclomotores 0.01 Bienes de consumo 1.08 Comercio exterior neto 0.05 Fabricación nacional 1.04 Agenda 21 Local de Almansa Cultivos Pastos Bosques Superficie Mar construida productivo 0.00 Total 0.20 0.01 0.09 0.02 0.48 0.02 0.04 1.74 0.05 0.03 0.03 Hoteles y restaurantes 0.00 0.00 Educación y sanidad 0.01 0.01 Servicios a la comunidad y sociales 0.00 0.00 Oficinas y administración 0.00 0.00 Comercio 0.02 0.02 Otros servicios 0.01 0.01 Servicios Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 11 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa 14.3.2. Valoración Sostenibilidad en términos de A la hora de decantarnos por un indicador , naturalmente hay que elegir una opción sencilla y relativamente fácil de medir, esto no significa que haya que olvidar las limitaciones que tiene que tener, ni que las comparaciones entre ciudades o países sean inmediatas, ya que las metodologías y las fuentes de datos pueden variar. Es decir, la huella ecológica es un indicador de tendencia pero siempre hay que tomarlos teniendo en cuenta su significado, sin caer en comparaciones de interpretación sencilla. Sin embargo, es interesante poder comparar, siempre teniendo en cuenta las interpretaciones necesarias, las huellas ecológicas de otras ciudades, así como a escala supramunicipal: Huella ecológica (ha/cap) 8,0 7,0 7,7 6,0 5,0 5,5 4,0 4,4 4,3 3,0 3,5 2,0 3,9 1,0 3,6 4,5 4,9 3,9 3,5 2,1 Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica ont o Tor La Hay a Pam plon a (pr o v .) Sev il la Al m ans a Vi e na La Ri o ja Tud el a Bar c elo na arr a Nav San tiag od eC hil e 0,0 Página 12 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa Huella ecológica (ha/cap) 14 12 12,3 10 8 6 4 6,3 5,5 5,5 2,8 2 0 España Mundial USA Alemania Italia Como podemos ver, la Huella ecológica de Almansa es menor que la media de España, aunque mucho mayor que la huella ecológica global que supone 2.8 hectáreas per cápita de media. En los gráficos se muestran los resultados para distintas ciudades y regiones españolas que han calculado su huella ecológica, así como de otras ciudades representativas, y las huellas de otros países. La diferencia entre la huella de un municipio y su capacidad de carga se denomina "déficit ecológico". El desarrollo sostenible se debe basar en un déficit cero. Si cada almanseño necesita 4.25 hectáreas, asumiendo que la capacidad de carga de Almansa es igual a la media española, 2.52 ha/cap (cálculo de la huella ecológica con datos de 1996), existe un déficit ecológico de 2.24 hectáreas, es decir, que cada habitante de Almansa necesitaría 1.9 planetas de media para seguir viviendo del mismo modo. 1,9 El ajuste a la realidad local de un indicador de carácter global como es la huella ecológica, supone un reto en cuanto a la disponibilidad de datos a nivel de una ciudad, ya que sería necesario poder medir los consumos de materia y energía de poblaciones enteras, y los datos de producción y comercio de todos los sectores económicos. Además, como dificultad añadida, todas las categorías de consumo deberán tener datos para el mismo periodo de tiempo, es decir, para el mismo año de referencia. Y los datos directos de consumo de la mayor parte de las categorías consideradas en el método, para así reducir al mínimo las estimaciones o aproximaciones consideradas menos exactas. Por ello, como es necesario extrapolar datos a nivel nacional y regional, se han intentado tomar los datos locales y regionales de 1996, de manera que temporalmente sean comparables. Es necesario tener en cuenta por tanto, primero que existen datos de distintos periodos temporales, y segundo que a fecha de hoy la Huella Ecológica de Almansa está seguramente subestimada con respecto a la calculada si dispusiéramos de datos actualizados. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 13 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa La huella ecológica del mundo cambia proporcionalmente a la población mundial, el consumo promedio por persona y la intensidad de recursos de la tecnología utilizada. La tecnología puede modificar la productividad de la tierra o la eficiencia con que se utilizan los recursos para producir bienes y servicios. Los cálculos de la huella son estimaciones moderadas del impacto del ser humano, dado que no existen suficientes datos de algunos usos de la biosfera. Además, en los cálculos se sobreentiende que las tecnologías empleadas en la explotación de recursos son los promedios de los actuales en el mundo, y no se hacen distinciones entre el uso de una explotación más sostenible en algunos lugares y menos sostenible en otros. Es importante tener en cuenta que estos resultados subestiman el impacto del ser humano y sobrestiman la capacidad biológica disponible, al: Æ contar cada área una única vez, aun si el área presta dos o más servicios ecológicos al mismo tiempo; Æ elegir las estimaciones más moderadas en caso de duda; Æ incluir las prácticas actuales de explotación agrícola como si los rendimientos industriales actuales no fueran a causar ningún daño importante a largo plazo a la productividad de los suelos; Æ excluir algunas actividades humanas para las que no disponemos de suficientes datos; Æ excluir aquellas actividades que sistemáticamente erosionan la capacidad de la naturaleza de regenerarse, como son: y el uso de materiales para los que la biosfera no tiene capacidad de asimilación apreciable (por ejemplo, plutonio, bifenilos policlorados, CFC). y procesos que dañan irreversiblemente la biosfera (por ejemplo, la extinción de especies, la destrucción de acuíferos, la deforestación y la desertificación). El requisito mínimo para la sostenibilidad del planeta es que las huellas correspondientes al total de la población mundial sean menores que la capacidad biológica de la biosfera. ¿Quiere decir esto que las personas deben ajustarse a la capacidad biológica mundial promedio o a la capacidad biológica de su país? Los cálculos de las huellas no responden a ésta ni a muchas otras preguntas, sino que buscan cuantificar los problemas y conflictos ambientales que la humanidad debe resolver si desea alcanzar la sostenibilidad mundial. Cuando se simplifican los ecosistemas del mundo en pocas categorías, como es el caso del análisis de la huella ecológica, no es sorprendente que los ecólogos se muestren recelosos. Con las simplificaciones burdas de dichos cálculos se procura obtener una estimación primaria de la demanda ecológica del hombre sobre la naturaleza, y medirla en unidades que puedan comparase con el suministro de servicios de los ecosistemas de la biosfera. La huella muestra hasta qué punto los habitantes del planeta se han apropiado de la productividad de la naturaleza. Al reducirse la naturaleza a la producción de biomasa, se pierden o difuminan muchas características esenciales de la naturaleza. No obstante, es una condición necesaria Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 14 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa para la sostenibilidad que se explote la biomasa sólo hasta el punto en que la naturaleza pueda regenerarla. Los datos cuantitativos de la huella deben estar acompañados de evaluaciones cualitativas. Aun así, las huellas son testimonio de la amenaza que representa el hombre para la diversidad biológica, y documentan el predominio de la especie humana en el planeta. Su consecuencia más importante es que el consumo de los habitantes ocasiona la desaparición de espacio disponible para otras especies. Los recursos no renovables de corteza terrestre se incluyen en estos datos sólo hasta el punto en que su uso daña la biosfera, por ejemplo, mediante la explotación, procesamiento y quema de combustibles fósiles. Clasificamos las existencias de los recursos no renovables como bienes económicos en lugar de ecológicos, porque no agregan capacidad ecológica a la biosfera. Después de todo, los recursos no renovables no se agotan, sino que se diluyen y se dispersan. En última instancia, sería una cuestión de suministrarles energía para volverlos a concentrar. Por lo tanto, la energía incorporada es una buena medida sustitutiva de su huella ecológica (siempre y cuando las sustancias no sean tóxicas). 14.4. GLOSARIO DE TÉRMINOS A continuación se muestran la definición de los principales términos utilizados en el presente informe, y que dada su especial terminología creemos que es importante para la correcta comprensión de esta materia: I. unidad de superficie: una hectárea de espacio biológicamente productivo que tiene productividad media mundial. En 1996 la biosfera tenía 12.600 millones de hectáreas de espacio biológicamente productivo, lo que corresponde a aproximadamente una cuarta parte de la superficie del planeta. Estas 12.600 millones de hectáreas de espacio biológicamente productivo comprenden 3.200 millones de hectáreas de océano y 9.400 millones de hectáreas de tierra. El espacio terrestre abarca 1.300 millones de hectáreas de tierras de cultivo, 4.600 millones de hectáreas de tierras de pastoreo, 3.300 millones de hectáreas de zonas forestales y 200 millones de hectáreas de zonas edificadas. II. capacidad biológica disponible: la cantidad de espacio productivo que está a disposición del hombre para su explotación. III. capacidad biológica: el total de la capacidad de producción biológica por año de un espacio biológicamente productivo, por ejemplo, en un país. Puede expresarse en “unidades de superficie”, es decir, el área equivalente de espacio biológicamente productivo que tiene productividad media mundial. IV. espacio biológicamente productivo: la superficie de tierra y de agua que es biológicamente productiva; es tierra o agua en la que se desarrolla una importante actividad fotosintética. No están Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 15 de 16 Informe de Diagnosis Técnica Agenda 21 Local de Almansa incluidas las áreas marginales de vegetación irregular y las zonas no productivas. V. déficit ecológico: la cantidad en que la huella ecológica de una población (por ejemplo, un país o región) supera a la capacidad biológica del espacio disponible para dicha población. VI. huella ecológica: medida de cuánta tierra o agua productiva se requiere para que un individuo, una ciudad, un país o la humanidad produzca todos los recursos que consume y absorba todos los desechos que genera, usando la tecnología actual. Estas tierras pueden encontrarse en cualquier parte del mundo. La huella ecológica se mide en “unidades de superficie”, es decir, el área equivalente de espacio biológicamente productivo con productividad media mundial necesaria para mantener el consumo y absorber la contaminación. VII. factor de equivalencia: factor que traduce el uso específico de la tierra (promedio mundial de tierra de cultivo) en un área biológicamente productiva genérica (promedio mundial de espacio) ajustando la productividad de biomasa. VIII. demanda ecológica excesiva: situación que se produce cuando la demanda del hombre excede la oferta de la naturaleza a nivel local, nacional y mundial. IX. factor de rendimiento: factor que describe hasta qué punto una categoría de uso local de la tierra (por ejemplo, tierras de cultivo) es más productiva que el promedio mundial en la misma categoría. Programa de auditorías de sostenibilidad de la Diputación de Albacete Capítulo 14: Huella Ecológica Página 16 de 16