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CASOS
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CASO N° 1: HABEAS CORPUS
(Exp. Nro. 828-97-HC/TC)
Recurso interpuesto por Carlo Curisinche Eusebio contra la
sentencia de la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Junín que
revocó la sentencia apelada que declaró fundada la Acción de Habeas
Corpus en contra de Alfredo Hurtado Urquizo, mayor de la P.N.P., por
detención arbitraria.
¿Cuál es la argumentación de cada instancia en este proceso de
garantía constitucional?
¿Qué métodos de interpretación son empleados en cada instancia?
3.
¿Quedan claros los argumentos fácticos que justifican la detención
arbitraria del agraviado?
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HABEAS CORPUS
Exp. N° 828-97-HCITC
Rosa Villegas Rubio
Sentencia del Tribunal Constitucional
En Lima, a los quince días del mes de abril de mil novecientos
noventa y ocho, el Tribunal Constitucional reunido en Sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados:
Acosta Sánchez,
Vicepresidente,
Nugent;
encargado de la
Díaz Valverde; y
Presidencia;
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora, la doctora María Luz Vásquez,
pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso Extraordinario, interpuesto por Carlo Curisinche Eusebio
contra la sentencia de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia de Junín, su fecha doce de agosto de mil novecientos noventa
y siete, que revocó la sentencia apelada, su fecha dieciocho de julio de
mil novecientos noventa y siete, que declaró fundada la acción de
Habéas Corpus en contra del Mayor de la Policía Nacional del Perú
Alfredo Hurtado Urquizo y reformándola la declara infundada.
ANTECEDENTES:
Doña Rosa Villegas Rubio, con fecha dieciocho de julio de mil
novecientos noventa y siete, interpone acción de Hábeas Corpus, a favor
de su hijo don Jesús Gustavo Ninamango Villegas y en contra del Jefe
de la Comisaría de la ciudad de Jauja, Mayor Teniente de la Policía
Nacional del Perú José Javier Pauro Pauro; sostiene la actora, que el
día diecisiete de julio de mil novecientos noventa y siete, en
circunstancias que su hijo don Jesús Gustavo Ninamanga Villegas se
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dirigía a sus clases en la Universidad Privada de Los Andes, fue detenido
por los policías denunciados sin que mediara orden de judicial alguna ni
tampoco delito flagrante; que, una vez apersonado su abogado a la
Delegación Policial de Millotingo - Huancayo, le manifestaron que el
motivo de la detención era porque el agraviado había sido sindicado
como partícipe en un hurto, sin que hayan podido justificar con
documento alguno razón de su detención.
Realizada la sumaria investigación, obra a fojas cuatro del
expediente, el Acta de Verificación levantada en la Comisaría de la Policía
Nacional del Perú de Jauja, donde se constató en los calabozos de
dicha dependencia al agraviado don Jesús Gustavo Ninamanga Villegas,
quien dijo haber sido detenido el día diecisiete de julio de mil novecientos
noventa y siete, a las veinte horas, documento que no tiene la firma ni la
huella digital del referido detenido.
A fojas ocho, con fecha dieciocho de julio de mil novecientos
noventa siete, la sentencia del Juez Penal declara fundada la acción de
Hábeas Corpus, por considerar, principalmente, que "el hecho de que
una persona, sea sindicada por otra como participando en un hecho
punible, en modo alguno significa flagrancia, ya que ésta presupone
que se sorprenda al agente en pleno proceso de ejecución del delito, en
todo caso la autoridad policial ha debido citar al implicado para efectos
de las investigaciones y no proceder a su detención...".
A fojas veinticinco, la sentencia de Vista; su fecha doce de agosto
de mil novecientos noventa y siete, revoca la apelada, y reformándola
la declaró infundada, por estimar que la detención de don Jesús Gustavo
Ninamanga Villegas se produjo en flagrante delito no requiriéndose por
ello orden judicial de detención.
Interpuesto Recurso Extraordinario, los autos son elevados al
Tribunal Constitucional de conformidad con el Artículo 41° de su Ley
Orgánica;
FUNDAMENTOS:
Que, la acción de Hábeas Corpus procede en los casos que se
vulnere o amenace la libertad individual;
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Que, es un derecho constitucional no ser detenido sino por
mandamiento escrito y motivado por el Juez; o por las autoridades
policiales en caso de flagrante delito;
Que, de la sumaria investigación realizada, se aprecia que la
previsión constitucional antes señalada, no fue respetada en el caso del
reclamante, el día diecisiete de julio de mil novecientos noventa y siete,
habida cuenta que fue detenido sin que mediara alguno de los supuestos
constitucionales que legitimaran su detención;
Que, asimismo, se advierte
que el propio emplazado Mayor de la Policía Nacional del Perú,
Alfredo Hurtado Urquizo, a fojas cuatro del expediente, declara que la
detención del afectado se produjo como consecuencia de haber sido
sindicado como participe de la comisión de un delito contra el patrimonio;
Que, en este sentido, la restricción de la libertad practicada por la
autoridad policial contra el afectado, constituyó una mera detención por
sospecha, resultado por ello arbitraria y excluida del canon constitucional
de la detención;
Que, no obstante esta constatación de violación a la libertad
individual del agraviado, dicha agresión ha devenido en irreparable,
habida cuenta que el dieciocho de julio de mil novecientos noventa y
siete, esto es, sin existir solución de continuidad en los hechos materia
de la demanda, el Juzgado Penal de Jauja cumpliendo las normas de
procedimiento penal le abrió instrucción al reclamante y dictó en su contra
mandato de detención, medida restrictiva personal que sólo puede ser
enervada mediante los medios de impugnación penal pertinente; por lo
que la presente acción de garantía debe declarada improcedente de
conformidad con el Artículo 6°, inciso 2), de la Ley N° 23506;
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional en uso de sus
atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado y su Ley
orgánica;
FALLA:
REVOCANDO la sentencia de la primera Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia de Junín, su fecha doce de agosto de mil novecientos
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noventa y siete, de fojas veinticinco, que revocando la apelación declaró
infundada la acción de Hábeas Corpus, y reformándola la declara
IMPROCEDENTE; mandaron se publique en el Diario Oficial El Peruano;
y, los devolvieron.
SS. ACOSTA SANCHEZ; NUGENT; DIAZ VALVERDE; GARCIA
MARCELO.
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CASO N° 2: CASACIÓN DEL CALLAO
(Nro. 233-95)
Recurso de Casación interpuesto porAdrián Velázquez Cervantes
contra una resolución que revoca un auto que declara improcedente la
demanda sobre nulidad de resolución administrativa.
¿De qué naturaleza es el acto jurídico impugnado por el
demandante?
De acuerdo a la naturaleza del acto jurídico impugnado en esta
acción ¿cuáles son las normas aplicables al caso?
¿Qué estilo de argumentación emplea la sentencia casatoria?,
¿se diferencia del estilo aplicado por el voto singular?
¿Cómo formalizaría el silogismo jurídico de la sentencia casatoria
a diferencia del silogismo sostenido en el voto singular?
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CAS. N° 233-95
CALLAO
Lima, dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete.
La Sala Civil dela Corte Suprema de Justicia de la República, en
la causa vista en audiencia pública el día quince de diciembre del año
en curso, emite la siguiente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Adrián
Velásquez Cervantes, contra la resolución de fojas ciento veintiocho, su
fecha veinte de febrero de mil novecientos noventicinco, que revoca el
auto apelado de fojas ciento dos, su fecha cuatro de enero de mil
novecientos noventicinco, declara improcedente la demanda interpuesta
a fojas cuarentitrés.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
La Corte mediante resolución de fecha dos de octubre de mil
novecientos noventicinco ha estimado procedente el recurso por la causal
de aplicación indebida de la norma contenida en el Artículo dos mil tres
del Código Civil, porque no se ha tenido en cuenta el derecho a la
Seguridad Social consagrado en el Artículo diez de la Constitución Política
del Estado; además de que al dictar la resolución recurrida se ha omitido
considerar lo previsto en los incisos tercero y octavo del Artículo ciento
treintinueve de la Carta Magna referidos a la observancia al debido proceso
y el derecho a la tutela jurisdiccional, respectivamente; así como no se ha
observado los principios relativos, a la función jurisdiccional y a la aplicación
jerárquica de las normas, los mismos que se hallan previstos en el Artículo
ciento treintiocho del referido cuerpo de leyes.
3. CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el Artículo dos mil tres del Código Civil establecen
que es efecto de la caducidad extinguir el derecho y la acción
correspondiente.
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Segundo.- Que el plazo contemplado en el inciso tres del Artículo
quinientos cuarentiuno del Código Procesal Civil para la impugnación
de una resolución administrativa es uno de caducidad.
Tercero.- Que la vía administrativa queda agotada con la resolución
expedida en segunda instancia, conforme al Artículo cien de la Ley de
Normas Generales de Procedimientos Administrativos lo que debe ser
apreciado a efectos de la legitimidad para accionar del recurrente.
Cuarto.- Que entre la fecha en que quedó consentida la resolución
impugnada y la interposición de la demanda ha transcurrido con exceso
el plazo del Artículo quinientos cuarentiuno del Código Procesal Civil.
Quinto.- Que la naturaleza del acto jurídico impugnado es
administrativo.
4. SENTENCIA:
Estando a las conclusiones a las que se arriba, de conformidad
con el Artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil, se
declara INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por don Adrián
Velásquez Cervantes, en consecuencia, NO CASAR la resolución de
fojas ciento veinticinco, expedida por la Sala Especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia del Callao; en los seguidos con Empresa
Nacional de Puertos Sociedad Anónima - ENAPU -, sobre nulidad de
resolución; CONDENARON al recurrente al pago de la multa de tres
Unidades de Referencia Procesal así como al pago de las costas y costos
originados en la tramitación del recurso; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; y los devolvieron.
SS. PANTOJA; IBERICO; RONCALLA; MARULL
EL VOTO DEL S. CASTILLO LA ROSA; es como sigue:
CONSIDERANDO: 1°) Que del análisis de la demanda en su contexto y
objeto, se desprende que el impugnante acciona contra Enapu Perú,
para que le reconozca los derechos que la Constitución del Estado le
acuerda, como trabajador que fue de dicha Empresa; que esos derechos
son los declarados en el Artículo cincuentisiete de la Carta Magna de
mil novecientos setentinueve reproducidos en los incisos segundo y
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tercero del Artículo veintiséis e inciso tercero del Artículo ciento
treintinueve de la actual Constitución del Estado, y establecen el carácter
irrenunciable de los derechos adquiridos del Trabajador según ley, a la
independencia del Poder Judicial, la prioridad de sus decisiones, la
observancia del debido proceso y tutela jurisdiccional; 2°) Que si bien
es cierto que esa acción de ser amparada traería consigo la nulidad de
la Resolución Administrativa número ochocientos dieciocho - noventidós
Enapu, Sociedad Anónima/GC, del dos de diciembre de mil novecientos
noventidós, que afecta, según se dice esos derechos, no se trata de
una demanda exclusiva de impugnación de resolución administrativa,
por esa razón el demandante se aparta del procedimiento previsto en el
Código Procesal Civil en sus Artículos quinientos cuarenta y siguientes
y demanda exclusiva en procesos de conocimiento; 3°) Que como
consecuencia de lo expuesto, no se puede aplicar a esta acción el término
de caducidad que rige para las acciones de impugnación de resoluciones
administrativas, previsto en el inciso segundo del Artículo cuatrocientos
treintiuno del Código Procesal Civil y consecuentemente no es aplicable
al Artículo dos mil tres del Código Civil y al aplicado en la sentencia
impugnada, se ha incurrido en la causal de casación prevista en el inciso
primero del Artículo trescientos ochentiséis del Código Adjetivo citado,
sobre aplicación indebida de una norma de derecho material; 4°) Que
siendo esto así, procede declararse fundado el Recurso de Casación
por esa causal y resolver el conflicto, conforme lo prevé el inciso Primero
del Artículo trescientos noventiséis del mismo Código; 5°) Que
efectivamente se ha desconocido los derechos constitucionales del actor
por la Resolución Gerencia! materia de la demanda, a más ir contra la
Resolución Gerencia] de igual carácter número cuatrocientos setentidós
- ochentiséis ENAPU Sociedad Anónima/GC que reconocía esos
derechos, la que es anulada fuera del término de seis meses previsto
en el Artículo ciento diez de la Ley de Normas Generales de
Procedimientos Administrativos con su texto aprobado por Decreto
Supremo número dos - noventicuatro - JUS por estos fundamentos, MI
VOTO es porque se declare FUNDADO el Recurso de Casación.
S. CASTILLO LA ROSA SÁNCHEZ
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CASO N° 3: CASACIÓN DE LIMA
(Exp. Nro. 817-95)
Casación interpuesta por María Sánchez Chávez contra sentencia
de vista emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, la misma que viola las formas esenciales para la validez y
eficacia de los actos procesales, como es que se acoja y valore prueba
instrumental en segunda instancia.
¿Cuál es el silogismo jurídico que plantea la sentencia?
¿Cuál es el silogismo que plantea el voto en discordia?
¿Cuál es la diferencia argumentativa esencial entre la sentencia y
el voto en discordia?
¿Cuál es el criterio que permitiría resolver correctamente este
problema de relevancia jurídica?
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CAS.N° 817-95
LIMA
Lima, diecisiete de noviembre de mil novecientos noventisiete.
La Sala Civil de la Corte Suprema de justicia, en audiencia pública
del veintisiete de junio de mil novecientos noventiséis, emite la siguiente
sentencia; con el acompañamiento; en Discordia:
MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña María
Sánchez Chávez, mediante escrito de fojas doscientos ochentinueve,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos setenta, su fecha
veinticinco de agosto de mil novecientos noventicinco; expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; que
confirmando la apelada de fojas ciento ochentidós, fechada el diecinueve
de junio del mismo año, declara fundada la demanda; con lo demás que
contiene.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
El Recurso de Casación invoca la contravención a las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso o más precisamente la
infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales, causal prevista en el inciso tercero del Artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, acusando que en la sentencia
impugnada se ha acogido y valorado prueba instrumental presentada
en segunda instancia, con infracción de los que dispone el Artículo
quinientos cincuentinueve del Código Adjetivo.
3.
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, en efecto, de la revisión de los actuados se advierte
que la Sala Superior ha admitido y valorado los documentos de fojas
doscientos treintidós y doscientos treintitrés, presentados por el
demandante en segunda instancia.
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Segundo.- Que, el Artículo quinientos cincuentinueve inciso tercero
del Código Procesal Civil, establece que no es procedente el ofrecimiento
de medios probatorios en segunda instancia; resultado evidente además,
que dichos documentos no corresponden a hechos nuevos, no han
sido solicitados de oficio y no se han actuado con arreglo a ley.
Tercero.- Que, en consecuencia, constituye causal de nulidad la
resolución cuya decisión no se sustenta en el mérito de lo actuado y en
el derecho, a tenor de lo dispuesto en el inciso tercero del Artículo
ciento veintidós del acotado.
4. SENTENCIA:
Estando a las conclusiones que anteceden, declararon FUNDADO
el Recurso de Casación de fojas doscientos ochentinueve; NULA la
sentencia de vista de fojas doscientos setenta, su fecha veinticinco de
agosto de mil novecientos noventicinco; ORDENARON se emita nuevo
pronunciamiento con arreglo a ley; MANDARON se publique la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don José
Sánchez Cáceres con doña María Sánchez Chávez viuda de Sánchez,
sobre desalojo; y los devolvieron.
SS. ROMAN; VASQUEZ; ECHEVARRIA; MARULL
EL VOTO DE LOS SEÑORES VOCALES LINO RONCALLA
VALDIVIA Y NELSON REYES RIOS ES COMO SIGUE:
CONSIDERANDO: Primero.- Que en el Recurso de Casación
interpuesto por doña María Sánchez Chávez de fojas doscientos
sesentinueve, se invoca como infracción a las formas esenciales para
la validez de los actos procesales el hecho que en la sentencia
impugnada se ha valorado medios probatorios ofrecidos contraviniendo
el Artículo trescientos setenticuatro del Código Procesal Civil; Segundo.Que por resolución de Sala de fecha catorce de noviembre de mil
novecientos noventicinco se ha declarado procedente el mencionado
recurso por la indicada causal denunciada; Tercero.- Que de autos
aparece que el demandante en su escrito de fojas doscientos treinticuatro
ofreció como prueba los documentos de fojas doscientos treintidós y
doscientos treintitrés, que la Sala Superior por providencia ordenó se
agreguen a los autos, teniendo presente lo expuesto en el escrito en lo
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que fuera de ley; Cuarto.- Que sin embargo tal como aparece de los
escritos obrantes a fojas doscientos setentiocho la recurrente tuvo
oportuno conocimiento de las resoluciones expedidas por la Corte
Superior en la tramitación de la causa cuando menos desde el veintiocho
de agosto de mil novecientos noventicinco y por lo tanto de tal
ofrecimiento, sin embargo no pidió formalmente que se declare la nulidad
de dicho acto en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo si no que
la plantea con oportunidad de formular el recurso; Quinto.- Que en
consecuencia ha operado la convalidación a que se refiere el Artículo
ciento setentidós tercer párrafo del Código Procesal Civil. Estando a las
conclusiones que anteceden, NUESTO VOTO es por que se declare
INFUNDADO el recurso interpuesto por doña María Sánchez Chávez y
por tanto NO CASAR la sentencia impugnada.
SS. RONCALLA; REYES
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CASO N° 4:
APLICACIÓN DE LA LEY DE AMNISTÍA
¿Qué tipos de argumentos presenta la jueza del caso?
¿Qué tipos de argumentos presenta el colegiado?
¿En qué consisten las principales diferencias argumentativas?
¿Cómo representaría gráficamente el razonamiento seguido en
la sentencia y en el voto singular?
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APLICACIÓN DE
LEY DE AMNISTÍA
Lima, dieciséis de Junio de
mil novecientos noventicinco.AUTOS Y VISTOS; de conformidad con lo opinado por la señora
Fiscal Provincial y con el recurso presentado por la Parte Civil;
teniendo a la vista la Ley veintiséis mil cuatrocientos setentinueve
que concede la amnistía a personal Militar, Policial y Civil para
diversos casos directos por el Congreso Constituyente Democrático
y Promulgado por el señor Presidente de la República, con fecha
catorce de Junio de mil novecientos noventicinco y publicada en el
Diario Oficial "El Peruano" el día jueves quince del mes y año en
curso, cuyo ejemplar precede a la resolución; y ATENDIENDO: A que,
esta Judicatura en virtud del artículo sétimo de dicha Ley, que indica
que su vigencia se producirá al día siguiente de su publicación, es
decir, el día de hoy dieciséis de los corrientes por lo que,
encontrándose en giro la instrucción signada con el número
noventitrés guión noventicinco seguida contra Julio Salazar Monroe,
Santiago Martín Rivas, Nelson Carbajal García, Juan Sosa Saavedra
y Hugo Coral Goycochea, por delito contra la vida, el cuerpo y la
salud-asesinato y otros; la Juez que suscribe debe proceder a emitir
el pronunciamiento correspondiente con relación a la aplicación de
dicha Ley; Que, en el presente caso, se tiene que el artículo primero
de la Ley veintiséis mil cuatrocientos setentinueve, concede Amnistía
General al Personal Militar, Policial y Civil que se encuentra
denunciado, investigado, encausado, procesado o condenado por
delitos comunes o militares en los Fueros Común o Privativo Militar
respectivamente por todos los hechos derivados u originados con
ocasión o como consecuencia de la lucha contra el terrorismo y que
pudieran haber sido cometidos en forma individual o en grupo desde
Mayo de mil novecientos ochenta hasta la fecha de la promulgación
de la presente Ley; Que, de las investigaciones preliminares
efectuadas a nivel policial y con la participación del Ministerio Público,
así como de las publicaciones de los medios periodísticos "La
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República", revistas "Si" y "Caretas" y de las declaraciones del SubOficial de Primera José Bazán Adrianzén y del General del Ejército
Peruano Robles Espinoza se desprende la existencia de indicios
razonables, que los hechos denunciados habrían sido ejecutados por
personal del Servicio de Inteligencia del Ejército, quiénes habrían
desarrollado una estrategia propia de la lucha contra la subversión
terrorista y aplicada el día tres de Noviembre de mil novecientos
noventiuno; por lo que, por resolución de fecha dieciocho de abril del
año en curso la Judicatura a mi cargo procedió a aperturar instrucción;
que, conforme a la Constitución Política del Estado en su artículo
primero, señala que la defensa de la persona humana y el respeto
de su Dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado; Que,
seguidamente, en el inciso primero del artículo segundo del propio
texto se consagra que toda persona tiene derecho a la vida, a su
identidad, su integridad moral, psíquica y física y a su desarrollo y
bienestar en tal sentido nuestro texto Constitucional garantiza con
estas dos primeras disposiciones el reconocimiento, entre otros, a
los principios y al sitial que le corresponde dentro de la estructura
del Estado; es en consecuencia fin y no medio; y en tal sentido el
Estado está en la obligación de asegurarle jurídicamente el pleno y
libre ejercicio de los Derechos que le asisten por su propia naturaleza
y que la misma Constitución la reconoce; tanto más que al respecto
ha suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la
convención Americana de los Derechos Humanos y la Declaración
de Derechos y Deberes del Hombre, entre otros, los mismos que
forman parte del Derecho Nacional, conforme al numeral
cincuenticinco del mismo cuerpo de leyes, normas que al versar sobre
Derechos y Libertades se interpretan de conformidad con la citada
Declaración Universal de Derechos Humanos y con los Tratados ya
nombrados, conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de
nuestra Carta Magna, normas que constituyen mandato imperativo;
Que, atendiendo a la aplicación de la Ley veintiséis mil cuatrocientos
setentinueve ya glosada es necesario advertir que ésta resulta
incompatible con las normas Constitucionales y Tratados
Internacionales ya citados, toda vez que conforme al artículo primero
punto uno de la convención Americana se establece que los Estados
partes, - entre ellos el Perú -, tiene la obligación de investigar las
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violaciones de los Derechos Humanos y de castigar a los
responsables; principios y normas de las cuales el Estado Peruano
no se encuentra ais lado y que se contravienen con el citado dispositivo
legal, al desconocer derechos que el propio Texto Constitucional
consagra como el citado, la Persona Humana; es, además, violatorio
del inciso tercero del artículo ciento treintinueve de nuestra Carta
Política, que consagra como garantía de la Función Jurisdiccional la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional, garantía
que protege a todos los sujetos de la relación procesal, garantía
constitucional que se encuentra plasmada en los artículos octavo
inciso primero y artículo veinticinco inciso primero de la Convención
Americana de Derechos Humanos que consagra las garantías
judiciales y la protección judicial de que goza toda persona; en
consecuencia el dispositivo legal en comiendo al suprimir la
protección jurídica de estos Derechos Fundamentales viola las
normas Constitucionales ya glosadas; Que, en tal sentido, estando
a que la función jurisdiccional se ejerce con arreglo a la Constitución
y a las Leyes como reza el artículo ciento treintiocho de la Constitución
y que en caso de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los Jueces preferirán la primera se
anota en el segundo párrafo de dicho numeral, encontrándose en su
función solo sujeta a la Constitución y a la Ley como contempla el
artículo ciento cuarentiséis inciso primero del mismo cuerpo de leyes,
concordante con el numeral decimocuarto de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, por todo lo expuesto la Juez que suscribe, DECLARA:
INAPLICABLE el artículo primero de la Ley veintiséis mil
cuatrocientos setentinueve al proceso seguido contra Julio Salazar
Monroe, Santiago Martín Rivas, Nelson Carbajal García, Juan Sosa
Saavedra y Hugo Coral Goycochea por delito contra la vida, el cuerpo
y la Salud- Asesinato y Lesiones Graves- en agravio de los occisos
Luis Antonio León Borja, Luis Alberto Díaz Astovilca, Alejandro
Rosales Alejandro, Filomeno León León, Odar Rendón Sifuentes
Núñez, Teobaldo Ríos Lira, Máximo León León, Octavio Benigno
Huamanyaurí Nolasco, Lucio Quispe Huanaco, Manuel Isaías Pérez,
Benedicta Yanque Churi, plancentina Marcala Cumbipuma Aguirre,
Nelly María Rubina Arquinigo, Tito Ricardo Ramírez Alberto, Javier
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Díaz Borja y de los lesionados Natividad Condorcahuana Chicana,
Felipe León León, Tomás Livias Ortega, Alfonso Rodas Alvitres; Que,
siendo así: Prosígase con la tramitación del presente proceso y estese
a lo dispuesto en la resolución de fecha veintinueve de Mayo,
OFICIÁNDOSE Y NOTIFICÁNDOSE a las partes intervinientes de la
relación procesal conforme a Ley. Con citación. Firmado: Antonia Saquicuray Sánchez Juez Penal.
Firmado: José Camacho Paredes Secretario.
Por lo que cumplo con notificarle a Ud., conforme a Ley
Lima, 16 de Junio de 1,995.
S.S. CASTILLO DAVILA
NAPA LEVAN O
HURTADO HERRERA
Exp. 424-95
Lima, catorce de Julio de mil novecientos noventicinco.
AUTOS Y VISTOS: Interviniendo como Vocal Ponente el Señor
Castillo Dávila; con lo expuesto en el dictamen del Señor Fiscal
Superior, oídos los informes orales de las partes; y, ATENDIENDO:
Que, mediante la resolución recurrida expedida por la Jueza del
decimosexto Juzgado Especializado en lo Penal de Lima, se ha
declarado: INAPLICABLE el artículo primero de la Ley de Amnistía
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número veintiséis mil cuatrocientos setentinueve, al proceso penal
seguido contra Julio Salazar Monroe y otros, por los delitos contra la
Vida, el Cuerpo y la Salud, en las modalidades de Asesinato y
Lesiones, en agravio de Luis Antonio León Borja y otros,
disponiéndose a la vez la prosecución de la acción penal por
considerar que la citada norma legal es violadora de la Constitución
y de los Convenios Internacionales sobre Derechos Humanos de la
Sociedad y del Estado; Que, el Colegiado no sólo debe considerar la
referida Ley de Amnistía si no también la correspondiente Ley
interpretativa número veintiséis mil cuatrocientos noventidós, las
mismas que formalmente resultan plenamente válidas por haber sido
expedidas por el Congreso Constituyente Democrático, como órgano
emisor de leyes en uso de la facultad de ejercer el derecho de
amnistía y de interpretar las Leyes, atribuciones que le reconoce la
Constitución Política del Estado en su artículo ciento dos, incisos
primero y sexto; Que, el acto legislativo contenido en la anotada Ley
número veintiséis mil cuatrocientos setentinueve, y la Ley
interpretativa número veintiséis mil cuatrocientos noventidós
competen el ejercicio de un potestad Constitucional privada del
Congreso Constituyente Democrático con el propósito de lograr un
clima de paz, concordia y reconciliación nacional; que, no es propio
de la actividad orgánica del Poder Judicial valorar y menos con sentido
discrepante de los motivos que determinaron al legislador a tomar
esa decisión de carácter esencialmente política, que es definitiva en
la esfera de sus competencias, como bien lo anota la Enciclopedia
Omeba Tomo I, página seiscientos setentitrés, que es un texto jurídico
y que a la letra dice: "La facultad de conceder amnistía no tiene otro
límite que el que pueda fijar el Poder que la dicta en cada caso.
Jurídicamente constituye una excepción al derecho común, al que
deroga en circunstancias determinadas. Políticamente, es una medida
a que siempre han recurrido las legislaciones y los gobiernos, teniendo
en cuenta las exigencias sociales y las circunstancias extraordinarias
que hacen necesario desviarse del curso que fija la Ley. Por esto,
debe entenderse que la facultad de amnistiar, atribuida al Congreso,
comprende los delitos e infracciones de cualquier especie, desde
que la Constitución no establece ninguna limitación al respecto";
que, consecuentemente, es contrario al derecho sostener que la
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amnistía sólo puede ejercerse respecto a los delitos políticos y no
respecto a los delitos comunes; que, en este sentido, la que como
órgano del Poder Judicial, en el ejercicio de sus atribuciones
jurisdiccionales, con sujeción a lo dispuesto en los artículos ciento
treintiocho y ciento treintinueve, incisos segundo y trece de la
Constitución Política del Estado, no puede obrar "contra Legem", es
decir conforme al sentido y extensión regulativa de la Ley de Amnistía,
toda vez que la Ley de Amnistía en referencia no afecta el ejercicio
de la función jurisdiccional y tiene la categoría de cosa juzgada a
tener de las acotadas normas que consagran la potestad, principios
y valores de dicha función; que, en tal virtud dicha norma legal, no es
antagónica con la Ley Fundamental de la República ni con los
Tratados Internacionales que protegen los Derechos Humanos,
debiendo considerarse que el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos
reconocen a toda persona y en todos los casos el derecho de solicitar
y obtener la amnistía; Que, el inferior al interpretar que la Ley de
Amnistía resulta incompatible con las normas constitucionales y
Tratados Internacionales como la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, artículo primero punto uno de la convención
Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre admite implícitamente de manera
errónea, que los casos aislados en que se hubieran producido excesos
por miembros de las Fuerzas del Orden a consecuencia del accionar
contrasubversivo, constituyen una práctica o política sistemática del
Estado Peruano de amparar la violación .de los Derechos Humanos
apreciación que está en contraposición a uno de los deberes
primordiales del Estado, que es el de garantizar la vigencia de esos
derechos conforme lo dispone el artículo cuarenticuatro de la
Constitución Política; tanto más que la cita que hace la inferior del
aludido artículo, punto uno de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos no corresponde a su texto gramatical, lógico ni
jurídico, por lo que tal fundamento al ser inexacto, deviene en un
dislate jurídico; Que, igualmente, si bien es cierto los Jueces están
sometidos a los datos de la Constitución y a los preceptos de la Ley
en el ejercicio de sus actividades funcionales, también lo es que en
los asuntos sometidos a su competencia, como el caso sujudice,
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deben atender la aplicación de una Amnistía declararla por Ley del
Congreso con estricta sujeción a lo dispuesto en su propia Ley
Orgánica que en sis artículo cuarto in fine estable que el derecho de
gracia no afecta la independencia, autonomía y majestad de dicha
función; Que, del mismo modo, cuando se trata de la aplicación de
una Ley del Congreso que amnistía por razones de Estado, al personal
militar, policial y civil con abstracción de todo caso concreto de las
responsabilidades directas o derivadas con ocasión o como
consecuencia de la lucha contra el terrorismo desde el mes de Mayo
de mil novecientos ochenta hasta el catorce de Junio de mil
novecientos noventicinco, el criterio del Juez debe sujetarse al
principio de la separación de funciones entre los Poderes del Estado,
y siendo ello así, el Poder Judicial, respetando potestades ajenas no
tiene injerencia en el ejercicio de las que son propias del Congreso
Constituyente Democrático y del Ejecutivo, máxime cuando en el caso
en concreto, las disposiciones de la Ley de Amnistía que deben
aplicarse a los procesados de autos, no transgreden la Norma
Constitucional ni los Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos pues éstos últimos, reconocen incluso expresamente el
beneficio de la amnistía en favor de los condenados a muerte,
conforme lo establece el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos de
San José de Costa Rica, en sus artículos seis, inciso cuatro; y cuarto,
inciso seis, respectivamente; Que, en tal virtud, a los órganos de
justicia corresponden mantenerse dentro de la órbita de su
jurisdicción, sin encontrar las funciones y las potestades que
incumben a los otros Poderes, sobre todo si tratándose de la ley
aplicable al caso según interpretación y alcances establecidos por la
Ley número veintiséis mil cuatrocientos setentinueve no juzga, no
interfiere, ni vulnera la administración de Justicia, siendo una
expresión del derecho de gracia que el Congreso Constituyente
Democrático ha aprobado y que no es revisable ni cuestionable en
sede judicial; Que asimismo, el ejercicio de la función jurisdiccional
comporta acatar el principio de que los Magistrados no tienen
competencia para inquirir los propósitos que inspiran las
prescripciones legislativas contenidas en la Ley de Amnistía, ni si
491
éstas corresponden a los fines para los que se expidieron-, el Juez al
aplicar la Ley, no puede asumir que el Poder Legislativo haya tenido
el propósito deliberado de sancionar leyes que contradigan la
Constitución; Que, el caso no compete a la administración de justicia,
pues no se está ante una acción de garantía constitucional erga
omnes ni ante una situación específica que autorice al Juez a
pronunciarse en términos abstractos ni concretos sobre la ley de la
materia, puesto que la Juez Penal no es competente para un
pronunciamiento genérico por no tratarse de una acción de
inconstitucionalidad ni ha sido materia de su pronunciamiento el
examen en particular de las responsabilidades de alguno de los
inculpados ante las imputaciones denunciadas a la luz de los hechos
y las pruebas pertinentes; Que, no obstante que los instrumentos
Internacionales antes glosados formasen parte del Derecho Nacional
conforme a la regla del artículo cincuenticinco de la Carta Magna, y
deben interpretarse como lo determina la Cuarta Disposición
Transitoria y Final de la Constitución, ellos no tienen el rango de
norma constitucional como le asigna, ni mucho menos tienen
prevalencia sobre el Poder Legislativo, en el ejercicio de sus
atribuciones legislativas, se vería limitado de dar leyes que propendan
a lograr una tranquila convivencia en paz y desarrollo económico,
político y social que reclama la Nación en las actuales circunstancias.
Por estos fundamentos: DECLARACIÓN: Nula la resolución de fecha
dieciséis de Junio de mil novecientos noventicinco, obrante a fojas
mil cuatrocientos quince a mil cuatrocientos diecisiete, que declara
inaplicable el artículo primero de la Ley número veintiséis mil
cuatrocientos setentinueve; y en consecuencia DECLARARON:
Aplicable dicha norma de la precitada ley al proceso seguido contra
Julio Salazar Monroe y Hugo Coral Goycochea, por delito Contra la
Vida, el Cuerpo y la Salud- en la modalidad de Asesinato y Lesiones
graves, en agravio de Luis Antonio León Borja y otros; DISPUSIERON
la anulación de sus antecedentes policiales, judiciales o penales,
así como dejar sin efecto cualquier medida restrictiva de la libertad
que pudiera afectarles, de conformidad con lo establecido por el
artículo cuarto de la ley anotada; MANDARON Archivar
definitivamente la presente instrucción en estricta observancia de lo
492
dispuesto en el artículo sexto de la Ley de Amnistía número veintiséis
mil cuatrocientos setentinueve, concordaste con el artículo mil
cuatrocientos noventidós y el artículo cuarto del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial. ASIMISMO Advirtiéndose de
la Resolución venida en grado y demás recaudos, y como ha hecho
citas textuales erradas que no corresponden al texto, de donde afirma
que emanan; REMÍTASE copias autenticadas de las fojas pertinentes
al Organismo respectivo, a efecto de que se determine la
responsabilidad, a la que hubiere lugar. Notificándose y los
devolvieron. Entre líneas POR MAYORIA, VALE.EL SECRETARIO DE LA DECIMA PRIMERA SALA PENAL DE LA
CORTE SUPERIOR DE LIMA, QUE SUSCRIBE, CERTIFICA: Que el
voto singular de la Dra. Luisa Nana Lévano, es como sigue: AUTOS Y VISTOS: De conformidad en parte con lo opinado por el
Señor Fiscal, teniendo en cuenta parte de los fundamentos esgrimidos,
en la resolución venida en grado y CONSIDERANDO ADEMÁS: A que
la interpretación de toda norma jurídica constituye uno de los tópicos
más problemáticos en la práctica jurídica y por ende en la labor
jurisdiccional, resultando tal carácter por la vigencia, finalidad y
causalidad del derecho aplicado a una realidad social compleja y muchas
veces contradictoria, que partiendo de esta premisa, ningún Juez puede
pretender aplicar una norma jurídica sin interpretarla previamente y
más aún sin conocer debidamente el caso concreto que debe resolver
para confrontarlo con la norma aplicable y para ello requiere escudriñar
el sentido y el espíritu de la ley e individualizar adecuadamente el caso
estableciéndose si existe o no correlación entre la prevención normativa
y el caso concreto, es indispensable la necesidad de que el juez
aplicando una norma jurídica procure alcanzar un conocimiento integral
materia del problema jurídico pues debidamente identificado el hecho a
base de generalidades se corre el riesgo de caer en mera subjetividad
que conduce hacia el error en la aplicación del derecho por lo que, los
493
magistrados bajo la potestad de administrar justicia en nombre del pueblo
deben analizar consciente y técnicamente las cuestiones de hecho y la
cuestión jurídica; que ingresando al caso que nos ocupa debe quedar
plenamente establecido que no se encuentra en discusión la
Constitucionalidad de la ley veintiséis mil cuatrocientos setentinueve
pues la misma emerge de las facultades otorgadas al Congreso por
nuestra propia Constitución Política del Estado y que en todo caso es
de su exclusiva responsabilidad ante la sociedad; que, si bien es cierto
el órgano jurisdiccional debe acatarla sin ingresar al terreno de las
prescripciones de intereses que determinaron su formulación y
promulgación también lo es que no se puede restar al juez la facultad y
obligación de interpretarla para aplicarla adecuadamente y resolver si
procede o no su aplicación; que, la citada norma sobre la amnistía si se
interpreta literal y teleológicamente no es genérica sino que exige como
requisito indispensable que los hechos por el que se encuentra
investigado, procesado, encausado o condenado el agente hallan sido
originados, derivados o sea una consecuencia de la lucha contra el
terrorismo; que, para enmarcar la conducta observada por los agentes
activos, como los pasivos resulta menester efectuar un análisis de los
puntos más resaltantes del proceso y que hayan servido de fuente
para determinar los hechos que originaron la denuncia de fojas mil
veintiuno; así tenemos que todas las investigaciones practicadas
mediante los diferentes partes policiales, las investigaciones llevadas
a efecto a través del propio representante del Ministerio Público obrantes
en autos si bien se llegó a determinar que fue un grupo organizado el
que ingresó al inmueble del jirón Huanta número ochocientos cuarenta
Barrios Altos Lima, el día de los hechos, cometido esta barbarie, no es
menos cierto que no se llegó a determinar que fuera un grupo Paramilitar,
un grupo subversivo o el llamado grupo "Colina" cuya existencia no
hace referencia tanto el representante del Ministerio Público, como el
juez, emanan de las publicaciones setecientos sesentiséis, setecientos
sesentisiete, copias de las publicaciones obrantes a fojas ochocientos
treintidós a ochocientos cuarentidós a ochocientos cuarentinueve que
lo ha hecho ver también en el informe oral el abogado del general Salazar
Monroe, es por ello que en la investigación no sólo se involucra a los
posibles participantes directos sino también al citado general como jefe
del Servicio de Inteligencia; que, en segundo término de todas las
494
personas fallecidas y lesionadas el día en referencia según los
prontuarios corrientes en autos sólo Víctor León Humana y Luis Antonio
León Bazán tenían antecedentes por terrorismo del año mil novecientos
ochentidós y el segundo del año mil novecientos ochentiuno, el cual
fue absuelto; que, según todas las versiones coincidentes entre sí los
agraviados se encontraban en una reunión social donde la mayoría se
hallaba en estado de ebriedad conforme se aprecia de los exámenes
toxicológicos de fojas trescientos treinta, trescientos cincuenticinco,
trescientos sesenticinco y demás obrantes en autos; que, asimismo
con los exámenes de absorción atómica corrientes a fojas trescientos
treintidós, trescientos cuarenta, trescientos cuarentiuno, trescientos
cuarentiocho, trescientos cincuentisiete, trescientos sesenticuatro y
demás que corren en autos se determinó que a ninguno de ellos se les
encontró restos de pólvora o sustancia que hagan presumir que
efectuaron algún disparo o que hubiera un enfrentamiento con el grupo
que los asesinó; que según los registros domiciliarios obrantes a fojas
doscientos cuarenta, doscientos cuarentisiete, doscientos noventisiete,
trescientos catorce y trescientos quince y demás obrantes en autos, no
se encontró ningún elemento que pudiera relacionarlo con actos
subversivos; que finalmente los testigos en sus diferentes
manifestaciones prestadas ante la policía como ante el Ministerio
Público, y los que ya habían concurrido al Juzgado afirman que sólo
vieron a dos con pasamontañas y luego describen a los demás con
características propias resaltando sus edades aproximados así como
sus contexturas físicas por lo que es dentro del debido proceso donde
debe ser esclarecido el hecho y reconocimiento de los que actuaron en
el hecho luctuoso; que, aplicar tal norma sería contravenir el propio
espíritu de la ley, dejar honras teñidas por la duda de su participación,
pues al ser la amnistía un olvido no se podría llegar a determinar si
fueron uno o más los autores, resarcir el justo derecho de los agraviados
que sólo piden sanción para los culpables al considerar que fueron
víctimas inocentes de un hecho execrable; que del mismo modo, se
deja en tela de juicio la conducta del General Julio Salazar Monroe, que
en su condición de Jefe del Servicio de Inteligencia, mediante su defensa
reclamó a viva voz su inocencia, y a quién conviene su esclarecimiento;
que al dictar la resolución venida en grado, ha hecho una apreciación
genérica sin ingresar en detalles y precisiones que el caso amerita
495
omisión que el Colegiado advierte y está en la obligación de subsanar y
corregir si ella no analizó los requisitos exigibleá para su procedencia,
dictando sólo la inaplicación de la Ley; que sin embargo este vicio
procesal es susceptible de ser subsanado, pues no afecta el sentido del
fondo de la resolución; por lo que haciendo uso de las facultades
conferidas en el artículo doscientos noventiocho del Código de
Procedimientos Penales en cuanto faculta al Colegiado integrar a
completar las resoluciones judiciales; por tales consideraciones MI
VOTO es porque se CONFIRME la resolución apelada de fojas mil
cuatrocientos quince a mil cuatrocientos diecisiete su fecha dieciséis
de Junio del año en curso, entendiéndose que se declara
IMPROCEDENTE la aplicación del artículo primero de la Ley número
veintiséis mil cuatrocientos setentinueve al proceso seguido contra Julio
Salazar Monroe, Santiago Martín Rivas, Nelson Carbajal García, Juan
Sosa Saavedra y Hugo Coral Goycochea, por delito contra la Vida, el
Cuerpo y la Salud Asesinato y otros, en agravio de Luis Antonio León
Borja y otros al no darse los presupuestos requisitos exigidos por la
referida Ley al caso concreto, debiendo continuar la tramitación de la
causa según su estado y ordenamiento que la Juez cumpla con tramitar
la Contienda de competencia planteada a fojas un mil ciento treintiuno
con fecha tres de Mayo del año en curso, conforme a ley; con respecto
a la última parte de la resolución emanada por Mayoría, teniendo en
cuenta que los hechos que motivan la remisión de las copias de fojas
que no se enumeran ni se indica el Organismo de un delito o por una
responsabilidad funcional, en el desempeño de las funciones de la que,
conforme a las propias consideraciones de este voto singular me eximen
de un pronunciamiento pues no precisan ningún dispositivo ni norma
legal que ampare tal comunicación, cuyo pronunciamiento debe ser claro
preciso, relevándome de un pronunciamiento acorde a ley; Notificándose
y los devolvieron.Entre líneas de, o no, en, VALE.-
496
CASO N° 5
Preguntas:
¿Qué problemas de interpretación encuentra en el presente caso?
¿Qué problemas de probanza encuentra en el presente caso?
¿Encuentra una buena formulación del silogismo jurídico en la
sentencia?
Analice el caso según el método de argumentación planteado por
el autor Manuel Atienza.
497
Caso 5
Lea detenidamente la siguiente sentencia:
Lima, treintiuno de Mayo
de mil novecientos noventicinco.VISTA: La causa seguida contra ALBERTO CASTRO
COLLANTES, por delito contra el patrimonio estafa y estelionato- en
agravio de Pedro Alberto Pacheco Tinoco. RESULTA DE AUTOS:
que inicialmente se aperturó instrucción contra el procesado ante al
Décimo Juzgado Penal de Lima, que posteriormente dicha judicatura
emitió una sentencia absolutoria la misma que es apelada ante la
Décima Segunda Sala Penal la cual declara nula dicha sentencia y
los autos se remiten al Cuadragésimo Cuarto Juzgado la cual
inicialmente fue declarada inadmisible, hasta que en la segunda
oportunidad se le concede dicha recusación y remitida al juzgado de
turno la cual debe resolver dicho proceso: y CONSIDERANDO: que
se le imputa al procesado Carlos Alberto Castro Collantes el haber
vendido el vehículo Kía modelo besta mediante un contrato de fecha
cuatro de junio de mil novecientos noventidós, al agraviado Pacheco
Tinoco, que para la celebración del referido negocio jurídico ambas
partes se apersonaron a la notaría Fernandini a fin de legalizar las
firmas del referido instrumento jurídico; que posteriormente el
agraviado Pacheco Tinoco se entera que el referido vehículo
comprado al acusado de placa de rodaje RO-cuarenta diez había
sido entregado en prenda a clan rentable garantizando un préstamo
que había adquirido el procesado por un monto de nueve mil dólares;
que a la firma del referido contrato el procesado omitió entregar la
letra única de cambio en blanco, que al agraviado Pacheco Tinoco
había entregado como garantía, que había ofrecido abonar por la
referida transacción comercial, que el cuñado del agraviado Manuel
Alberto Ampuero Echevarría, manifiesta haberle concedido un
préstamo al referido agraviado con la finalidad de que cancele el
importe adeudado por la compra venta del acotado vehículo hecho
498
que se produjo conforme lo certifica el contrato firmado ante el notario
Ricardo Fernandini Arana y que en su segunda cláusula se expresa
claramente que el agraviado cumplió con el pago de doce mil dólares,
monto que acordaron ambas partes para realizar el referido negocio
jurídico, que el procesado posteriormente intentó judicialmente
hacerse cobro de la referida letra de cambio, evidenciando de esta
forma su actuar doloso, que los títulos valores tienen como finalidad
agilizar, efectivizar y facilitar las transacciones comerciales y no ser
utilizados para la comisión de hechos ilícitos; que del análisis del
expediente y en mérito a las pruebas se desprende que al procesado
Castro Collantes se le imputa la comisión de los ilícitos penales
tipificados en los artículos ciento noventiséis y ciento noventisiete
inciso segundo y cuarto del Código Penal vigente, bajo el "Nomen
Juris" de estafa, defraudación y estelionato, que para la configuración
del delito de estafa se requiere que se presenten todos los elementos
típicos en una secuencia descriptiva inalterable; que deben
presentarse de un lado los elementos objetivos y de otro lado los
elementos subjetivos del referido tipo penal, que en primer lugar debe
aparecer el engaño, el mismo que debe ser suficiente para que el
sujeto pasivo sea inducido a error, que en el presente caso el
procesado mediante la confianza generada en el procesado hizo creer
que le entregaría el título valor firmado, por último que lo destruiría,
engañando de esta forma al agraviado Pacheco Tinoco; que en
segundo lugar se requiere de la "inducción a error o manteniendo en
error" a la víctima que en el caso sub índice el procesado al haber
ganado la confianza del agraviado hizo que éste no se preocupara
del título valor que tenía el autor del referido injusto penal; que en
tercer lugar, se colige que el agraviado realizó la "disposición
patrimonial en favor del sujeto activo del ilícito penal, es decir se
vulnera en este momento el bien jurídico, patrimonio penalmente
tutelado en el delito en análisis, que en caso sub litis se puede apreciar
que el procesado recibió la suma de doce mil dólares del agraviado
Pacheco Tinoco conforme aparece en la cláusula segunda del contrato
de compra venta del vehículo Kía modelo besta; que en cuarto lugar
se exige el perjuicio del sujeto pasivo, siendo este último elemento
del tipo objetivo, que en el presente caso se ha producido un perjuicio
toda vez que el procesado quiere realizar el cobro de un título valor
499
de número fraudulento habiendo denunciado los actos para la
búsqueda de dicho fin ilícito, que en lo que respecta al tipo subjetivo
es necesario que se presente de un lado el "dolo" y de otro lado el
"ánimus lucrandi" entendido este último como elemento subjetivo
distinto al dolo, que en caso de autos el procesado obró con
conciencia y voluntad al intentar cobrar el referido título valor con el
ánimo de obtener un provecho económico de naturaleza ilícita, que
en lo que respecta a la defraudación prevista en el inciso dos del
numeral ciento noventisiete del cuerpo normativo vigente el procesado
llenó la letra única de cambio a su antojo pues lo recibió en blanco
perpetrándose el injusto penal en análisis, ya que se buscaba hacerse
cobro nuevamente del monto acordado en la compraventa del
vehículo, que finalmente en lo concerniente al delito de estelionato
previsto en el inciso cuarto del numeral ciento noventisiete del Código
sustantivo, resulta claro que al momento de producida la venta el
bien se encontraba gravado por una prenda comercial en favor del
clan renta por un préstamo de nueve mil dólares que había recibido
el procesado, configurándose el hecho punible anteriormente
mencionado, que el derecho penal tiene como objetivo realizar la
función de control social operando en "última ratio", es decir cuando
los demás mecanismos de control social han fracasado; que la
aplicación de la pena privativa de la libertad efectiva debe ser
impuesta cuando el hecho revista realmente gravedad dado que su
aplicación arbitraria tiene efectos negativos y devastadores en el
condenado; que en la afectación de un bien jurídico personalmente
tutelado debe considerarse en primer lugar a la víctima como afectado
directamente del hecho punible, que en aplicación de un derecho
penal mínimo que busca evitar la sobrecriminalización y el
internamiento de seres humanos que no revisten peligrosidad
otorgársele a la reparación un rol más activo como instrumento de
sanción penal que cumple de manera más efectiva con la prevención
especial y en atención del principio de mínima intervención que busca
que el derecho penal no sea un instrumento de irnpartición de dolor
sino por lo contrario una garantía de la convivencia pacífica en la
sociedad; que en cuanto a los delitos de estafa, defraudación y
estelionato en agravio de Pacheco Tinoco existen elementos
probatorios por lo que es de aplicación al acaso lo dispuesto por los
500
artículos doce, veintiocho, cuarenticinco, cuarentiséis, cincuentisiete,
cincuentiocho, noventidós, noventitrés, ciento noventiséis y ciento
noventisiete inciso dos y cuatro del Código Penal y artículo doscientos
ochentiséis del Código de Procedimientos Penales, el Sétimo Juzgado
Especializado en lo Penal de Lima, analizando los hechos y las
pruebas con el criterio de conciencia que la ley autoriza y
administrando justicia a nombre de la Nación.
FALLA: CONDENANDO a CARLOS ALBERTO CASTRO
COLLANTES, por delitos contra el patrimonio-estafa, defraudación y
estelionato- en agravio de Pedro Alberto Pacheco Tinoco y Clan Rentable
a la pena de UN AÑO de pena privativa de la libertad, la misma que se
suspende condicionalmente bajo las siguientes reglas de conducta: a)
respetar las transacciones comerciales, b) no variar de domicilio sin
previo aviso al juzgado, c) no frecuentar lugares de dudosa reputación,
d) comparecer al juzgado penal cada treinta días, e) reparar el daño
coaccionado por el delito, fijándose el plazo de la suspensión de la
ejecución de la pena por un año y al pago de dos mil nuevos soles por
concepto de reparación civil a favor del agraviado y multa de sesenta
días de su renta a favor del Tesoro Público, sin perjuicio de devolver lo
ilícitamente apropiado. MANDA: que la presente sentencia sea leída en
acto público que consentida y/o ejecutoriada que sea, se anote donde
corresponde y se archive definitivamente la causa. (Firmado Juez
Especializado en lo Penal).
Lima, veintidós de noviembre de mil novecientos noventicinco.VISTOS: Interviniendo como Vocal ponente el señor (...), oídos
los informes orales; de conformidad con el dictamen del Señor Fiscal; y
Considerando Además: que la constancia de cancelación de fojas
cuatrocientos cincuentisiete de 22 de junio del año en curso, y alude a
pagos recientes, a posteriormente la denuncia: CONFIRMARON la
sentencia apelada de fojas cuatrocientos cincuenta, su fecha treintiuno
de mayo último, que condena Carlos Alberto Castro Collantes a un año
de pena privativa de la libertad, suspendida condicionalmente con reglas
de condena que en ellas se señalan, por delito de Estafa, Defraudación
501
y Estelionato en agravio de Pedro Alberto Pacheco Tinoco y Clan
rentable, y con lo demás que contiene; y los devolvieron.- (Tres firmas
de los vocales de la Sala Superior).
Lima, dieciséis de enero de mil novecientos noventisiete.VISTOS Y CONSIDERANDO: que, conoce del presente proceso
esta Suprema Sala por haberse declarado fundada la queja interpuesta
por presuntas irregularidades; que, en efecto, la sentencia condenatoria
debe fundarse en suficientes elementos que acrediten de manera clara
e indubitable la responsabilidad del procesado; que, sin embargo, en
autos no se ha acreditado fehacientemente la culpabilidad del acusado
Carlos Alberto Castro Collantes en la comisión de los delitos de estafa,
defraudación y estelionato que se le imputan, puesto que según consta
en la denuncia obrante a fojas una y siguientes, el agraviado Pedro
Alberto Pacheco Tinoco aún adeudaba parte del precio total del vehículo,
motivo por el cual el citado acusado tenía en su poder la letra de cambio,
en la cual además es necesario señalar que no se ha realizado un peritaje
grafotécnico; que, asimismo, la pericia grafotécnica realizada en el
contrato de compra-venta obrante a fojas ciento noventicinco señala
que hay intervención del puño gráfico del agraviado en la elaboración
de dicho documento; que, de otro lado, el gravamen del vehículo a favor
del "Clan Rentable" no se encontraba inscrito en el Registro pertinente,
tal como lo dispone el artículo mil cincuentinueve del Código Civil; que,
además no se ha evidenciado perjuicio patrimonial contra los agraviados,
requisito indispensable para que se confiere el ilícito aludido en el artículo
ciento noventiséis del Código Penal vigente, al tratarse de un delito de
resultado, pues conforme aparece de la revisión de autos, el agraviado
Pacheco Tinoco conserva el vehículo materia del proceso, no adeudando
el acusado Castro Collantes, suma de dinero alguna a la citada
organización, según obra en la constancia de cancelación de la deuda
a fojas cuatrocientos cincuentisiete; que, por ello, amerita su absolución,
en aplicación a lo dispuesto en el numeral doscientos ochenticuatro del
Código Adjetivo: declararon HABER NULIDAD en la resolución recurrida
de fojas cuatrocientos setentitrés, su fecha veintidós de noviembre de
502
mil novecientos noventicinco, que confirmando la apelada de fojas
cuatrocientos cincuenta, su fecha treintiuno de mayo de mil novecientos
noventicinco, condena a Carlos Alberto Castro Collantes por los delitos
de estafa, defraudación y estelionato en agravio de Pedro Alberto
Pacheco Tinoco y del "Clan Rentable", a un año de pena privativa de la
libertad suspendida en su ejecución por el período de prueba de un
año; con lo demás que contiene: Reformando la recurrida y revocando
la apelada: ABSOLVIERON a Carlos Alberto Pacheco Tinoco de la
acusación fiscal por los delitos de estafa y del "Clan Rentable";
MANDARON archivar definitivamente el proceso y de conformidad con
lo establecido por el Decreto Ley número veinte mil quinientos
setentinueve: ORDENARON la anulación de sus antecedentes policiales
y judiciales generados como consecuencia de los citados ilícitos; y los
devolvieron. (Cinco firmas de los vocales de la Sala Suprema).
503
CASO N° 6
Preguntas:
¿Qué métodos de interpretación se emplea en la sentencia?
¿La resolución cumple con las garantías de la administración de
justicia?
3.
¿La sentencia está bien motivada? ¿Por qué?
504
Caso 6
ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
Exp. N°575-97-AC/TC
Lima
Héctor Bazo de la Cuba y otros
Sentencia del Tribunal Constitucional.
En Lima, a los diez días del mes de diciembre de mil novecientos
noventisiete, reunido el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los señores:
Acosta Sánchez,
Vicepresidente, encargado
Nugent;
de la Presidencia;
Díaz Valverde;
García Marcelo;
actuando como Secretaria Relatora la doctora María Luz Vásquez,
pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO:
Recurso extraordinario interpuesto por don Héctor Bazo de la Cuba
y otros contra la resolución de la Sala Especializada Contencioso
Administrativa de la Corte Superior de Lima, del veintiocho de abril de mil
novecientos noventisiete, que confirma la del Sexto Juzgado Especializado
en lo Civil de Lima, su fecha quince de abril de mil novecientos noventiséis
y declara improcedente la acción de cumplimiento.
ANTECEDENTES:
La acción la interponen contra el Presidente del Directorio del
Banco de la Nación, para que suspenda los descuentos que se les
505
hace a cada uno por concepto de Impuesto a la Renta de la Quinta
Categoría, que por su orden se les viene efectuando sobre sus
pensiones de cesantía otorgadas por el régimen del Decreto Ley N°
20530, y se les condene al pago de una indemnización por el daño
que les viene causando esas retenciones indebidas de sumas de
dinero, que legítimamente les corresponden, puesto que según las
Leyes N° 24405 y N°24625 sus pensiones están inafectas de ese
impuesto.
El Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, en fallo
del quince de abril de mil novecientos noventiséis, declaró
improcedente la demanda, por considerar, entre otras razones, que
la Acción de Amparo, en virtud de su carácter excepcional, está
destinada a proteger los derechos incontrastables y evidentes que
no pueden reclamarse a través de otra vía que para el efecto resulte
idóneo, circunstancia que no se encuentra configurada en el
presente caso, pues los descuentos efectuados a los actores tienen
su sustento en el Impuesto a la Quinta Categoría creado por la Ley
del Impuesto a la Renta, a que se refiere el Decreto Legislativo
N°774, Artículo 34° inciso b) y Artículo 75°, el que si bien es cierto
no se encuentra derogado o modificado en forma expresa por la
Ley N°24405 que los exonera, implica que hay un conflicto en la
aplicación de normas legales ordinarias, lo cual no significa
vulneración de derecho fundamental alguno, circunstancia que no
puede ser objeto de discusión en el presente proceso. Interpuesto
recurso de apelación, la Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Lima, confirmó la apelada,
según resolución del veintiocho de abril de mil novecientos
noventisiete, expresando que existe disyuntiva entre los actores que
consideran que una ley es la vigente y los demandados que
consideran que otra ley es la aplicable, por lo que estos últimos no
pueden ser compelidos a darle cumplimiento ante el aparente
conflicto de normas de igual jerarquía.
Contra esta resolución los accionantes interponen Recurso
Extraordinario, por lo que de conformidad con los dispositivos legales
se han remitido los actuados al Tribunal Constitucional.
506
FUNDAMENTOS:
De autos consta que, de una parte, los actores sostienen
que las pensiones de cesantía, jubilación y montepío derivados del
régimen del Decreto Ley N°20530 están exoneradas del Impuesto a la
Renta de la Quinta Categoría, conforme a lo dispuesto por la Ley
N°24405 y su norma interpretativa la Ley N°24625, las cuales no han
sido derogadas en forma expresa, por cuya razón demandan la
suspensión de los descuentos que su ex empleadora les viene
haciendo; y que, de otra parte, el emplazado refiere que dichos
impuestos gravitan sobre las rentas vitalicias y pensiones que tienen
su origen en el trabajo personal, según lo dispuesto por el Decreto
Legislativo N°774, Artículo 34°, inciso b), y que su retención por la
entidad pagadora se lleva a cabo mensualmente conforme lo autoriza
el Artículo 75° del mismo texto legal.
Que estas situaciones antitéticas sobre la vigencia y aplicación
de normas legales no permiten adoptar un mandato de tutela
constitucional, en esta vía de cumplimiento, contra autoridad o funcionario
renuente alguno, toda vez que no se ha acreditado su arbitrariedad
manifiesta en el rehusamiento a acatar una norma legal o un acto
administrativo.
3.- Que, por lo demás, el Artículo 5° de la Ley N°26301, sobre
Hábeas Data y Acción de Cumplimiento, requiere el agotamiento de
las vías previas que, en el presente caso, están constituidas por las
instancias administrativas establecidas en el Artículo 27° de la Ley
N°23506, consistentes en los recursos de reclamación y apelación
previstos en los Artículos 125° y siguientes del Código Tributario,
aprobado por Decreto Legislativo N°773, vigente desde el primero
de enero de mil novecientos noventicuatro„ de los cuales los actores
han prescindido; y„ finalmente, por el requerimiento hecho por
conducto notarial al Presidente del Banco de la Nación demandado,
el cual ha sido hecho mediante las dos cartas que obran a fojas uno
a ocho y dieciséis, del veintitrés de marzo de mil novecientos
noventicinco, ambas, razón por la cual esta Acción tampoco se
encuentra expedita.
507
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, haciendo uso
de las atribuciones que le confiere la Constitución del Estado, su Ley
Orgánica N°26435 y la Ley Modificatoria N°26801;
FALLA:
Confirmando la resolución expedida por la Sala Especializada en
lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fecha veintiocho de abril de mil novecientos noventisiete, corriente a
fojas quinientos treintitrés, que confirma la apelada emitida por el Sexto
Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha quince de abril de
mil novecientos noventiséis, que declara IMPROCEDENTE la Acción
de Amparo interpuesta por don Héctor Bazo de la Cuba y otros, contra
el Presidente del Directorio del Banco de la Nación; con lo demás que
contiene; dispusieron su publicación en el Diario Oficial El Peruano con
arreglo a ley, y los devolvieron.
SS. ACOSTA SANCHEZ; NUGENT;
DÍAZ VALVERDE; GARCÍA MARCELO
508
CASO N° 7: CASACIÓN DE LAMBAYEQUE
(Nro. 1173-98)
Recurso de casación interpuesto por Jorge Caycay Piedra por
indebida aplicación de normas civiles en el tiempo que regulan los efectos
de los contratos civiles.
¿En qué consiste el conflicto de normas en el tiempo que se
presenta en este caso?, ¿bajo qué criterios de interpretación
resolvería el conflicto normativo?
¿Qué estilo de argumentación emplea la sentencia. casatoria?,
¿le parece suficientemente clara?
¿Cómo formalizaría el silogismo jurídico de la sentencia casatoria?
Proponga una redacción alternativa y más clara de la parte
considerativa de la sentencia casatoria.
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CAS. N° 1173-98
LAMBAYEQUE
Lima, veintitrés de junio de mil novecientos noventiocho.
VISTOS; con el acompañado; a que de los actuados aparece que
don Jorge Caycay Piedra ha cumplido con los requisitos formales para
admisión del Recurso de Casación, y ATENDIENDO: 1°) Que en el
escrito de fojas setecientos ochentinueve el recurrente denuncia; a) la
aplicación indebida de las normas del Código Civil de mil novecientos
ochenticuatro, ya que en virtud del Artículo dos mil ciento veinte del
Código Civil vigente son de aplicación las normas del Código derogado,
particularmente el Artículo mil trescientos veintinueve que señala que
los contratos producen efectos entre las partes contratantes y sus
herederos, por tanto el contrato de compraventa celebrado entre doña
Micaela Caycay Eneque a favor de don Félix Caycay Larios celebrado
el ocho de enero de mil novecientos cincuentidós debió merituarse al
amparo de la norma acotada; b) la inaplicación del Artículo mil trescientos
veintinueve del Código Civil de mil novecientos treintiséis indicando que
la norma invocada es la aplicable en razón de que el recurrente ha
adquirido el bien de buena fe y se ha probado el tracto sucesivo del
contrato de compraventa y por que además la sucesión de doña Micaela
Caycay Eneque no ha aportado al proceso titulo con anterioridad al de
el recurrente de conformidad con el Artículo dos mil doscientos veinte
del Código Civil vigente; y c) la contravención de normas que garantizan
el derecho al debido proceso señalando que ha pesar de haberse
prescindido de la prueba consistente en la certificación que expediría la
Universidad Nacional Federico Villarreal con respecto al año de
culminación de estudios así como de la colegiación del letrado que
autorizó el contrato de compra venta de fecha diez de setiembre de mil
novecientos sesentinueve, el juzgador ha valorado dicha prueba; 2°)
Que respecto a la primera causal, las normas aplicadas por la recurrida,
referentes al Código Civil vigente, son los Artículos cientó cuarenta inciso
cuarto y el doscientos veinticinco, normas que no han sido aplicadas
con el objeto de calificar el contrato privado referido en el cargo, por
tanto éste no tiene conexión lógica con lo resuelto por la recurrida; 3°)
Que referente a la segunda causal, la aplicación ultractiva del Código
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Civil derogado es factible en tanto el hecho realizado bajo su imperio no
sea reconocido por el vigente Código sustantivo; siendo así, resulta que
los supuestos fácticos de la norma invocada ha sido regulada por el
Artículo mil trescientos sesentitrés del Código vigente, por tanto el cargo
carece de base real para estimar su procedencia;. 4°) Que en cuanto a
la tercera denuncia, esta es inexacta, en razón de que la constancia de
fojas sesentiuno, expedida por el Colegio de Abogados de Lambayeque,
medio probatorio admitido por el Juzgado conforme al acta de la
audiencia de fojas ciento cuarenticuatro; 5°) Que en consecuencia no
se satisface los requisitos de fondo exigidos en los numerales dos punto
uno, dos punto dos y dos punto tres del inciso segundo del Artículo
trescientos ochentiocho del Código Procesal Civil, por estas razones y
en aplicación de lo dispuesto en el Artículo trescientos noventidós del
acotado: declararon IMPROCEDENTE el Recurso de Casación
interpuesto por don Jorge Caycay Piedra, en los seguidos con don Marco
Antonio León Caycay y otros, sobre nulidad de acto jurídico y otro
concepto; CONDENARON al recurrente al pago de la multa de tres
Unidades de Referencia Procesal y de las costas y costos originados
en la tramitación del recurso; DISPUSIERON que la presente resolución
se publique en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron.
SSIBERICO •1 ORTIZ SANCHEZ PALACIOS- CASTILLO L R S •
CELIS
1
• • •1
CASO 8
Sancionan a Abical Motors S.A., con una multa de 70 UIT y cierre
de establecimientos comerciales por 7 días, por infracciones a la Ley de
Protección al Consumidor.
Expediente N° 125 - 1997-C.P.C.
DENUNCIANTE: COMISION PROTECCION AL CONSUMIDOR
DENUNCIADO: ABICAL MOTORS S.A.
RESOLUCION : 5
Lima, treinta de marzo de mil novecientos noventa y ocho.
1. HECHOS
La Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI —en
adelante la Comisión- en atención a las reiteradas reclamaciones
presentadas por distintos consumidores contra ABICAL MOTORS S.A.
-en adelante ABICAL- referidas a retrasos en la entrega de los vehículos
adquiridos y de sus respectivas placas y tarjetas de propiedad; y luego
de realizar visitas inspectivas en los establecimientos de ésta e
interrogatorios a sus funcionarios, con fecha 10 de abril de 1997, resolvió
iniciar procedimiento de oficio contra ABICAL, por existir indicios de
infracción a las normas contenidas en el Decreto Legislativo N° 716 Ley
de Protección al Consumidor — cometidas en la comercialización de
vehículos.
La Comisión, luego de evaluar lo actuado en el expediente,
concluye que los hechos materia del presente procedimiento
administrativo, son los siguientes:
ABICAL —empresa dedicada a la comercialización de vehículos
nuevos y usados de la marca Daewoo y miembro de la red de
Concesionarios Integrales de Daewoo Motor, ofrece a los consumidores
vehículos cuyo pago puede efectuarse de las siguientes maneras: al
contado, y mediante financiamiento, en este caso contempla la modalidad
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de crédito directo, crédito bancario y crédito a través de la Financiera
Daewoo. En los casos en que la venta del automóvil se realiza con
financiamiento, el consumidor se obliga a cancelar, a parte de sus
respectivas cuotas que pueden constar en letras de cambio, la cuota inicial.
Los consumidores que han adquirido los vehículos ofrecidos por
ABICAL han reclamado directamente a ésta, conforme puede apreciarse
de las cartas de reclamación que obran a fojas 228 del expediente, e
incluso a través de la Secretaria Técnica de la Comisión, alegando
retrasos en la entrega de los vehículos adquiridos así como de las
respectivas placas de rodaje y tarjetas de propiedad.
En relación a la demora en la entrega de vehículos, de la lectura
de las diferentes cartas de reclamación se desprende que ésta alcanzaba
hasta un mes. Asimismo, conforme a los Memorandos de fechas 20 de
noviembre y 29 de agosto de 1995, y 6 de mayo de 1996, remitidos por
el subgerente de Ventas de la sucursal de San Isidro —en ese entonces:
Carlos Mendoza Rosario- al Gerente Financiero de la denunciada —Julio
Svec-, que obran a fojas 164, 153 y 165 del expediente, respectivamente,
encontrados en la diligencia de inspección efectuada con fecha 25 de
marzo de 1997, ha quedado acreditado que ABICAL demoraba en
entregar los vehículos a los consumidores hasta las fechas en que
vencían los plazos para cancelar las letras de cambio correspondientes
a sus primeras mensualidades.
A mayor abundamiento, a fojas 148 y ss. del expediente obran
documentos internos de la empresa denunciada referidos a retrasos en
la entrega de vehículos. Así podemos mencionar la carta de fecha 14 de
agosto de 1996, remitida por los vendedores de la "tienda de Lima" al
Gerente General —Antonio Palacios Chopitea-, en la que manifiestan sus
limitaciones para aumentar su producción de ventas , afirmando: "Gestión
de Entrega de Automóviles: La lentitud de ésta, nos crea enorme conflicto
con los clientes...", más adelante señalan: "Trato al Cliente: Nuestros
clientes muchas veces son maltratados... Como ejemplo de maltrato,
podemos citar al Sr. Espinoza, el cual no ha recibido su automóvil con
crédito directo, a pesar de haber transcurrido 1:00 días desde la firma del
contrato..." o el Memorándum remitido por el. Subgerente de Ventas —
Carlos Mendoza- al Gerente Financiero —Carlos Barandiarán- en el que
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solicita: "se sirva dar en calidad de cortesía el trámite de tarjeta de
propiedad y placa de rodaje (por demora en la entrega de la unidad) del
vehículo del Sr. Sirotzky Cortijo Abel, case 3664".
En algunos casos de la adquisición de los automóviles mediante
el sistema de financiamiento, la entidad que otorgó el crédito ha llegado
a protestar los títulos valores suscritos por el consumidor por la
adquisición de los vehículos, sin que ABICAL haya entregado estos
últimos. Inclusive en algunos de estos supuestos, el protesto se ha
efectuado a pesar del compromiso de ABICAL de asumir el pago de los
correspondientes títulos valores, por no haber cumplido con lo ofrecido
respecto a la entrega (al respecto, a fojas 161 obra la carta de fecha 12
de mayo de 1995, remitida por ABICAL a Teófilo García Pena).
Con relación a ello, cabe mencionar, tal como se desprende del
Informe de fecha 23 de octubre de 1996, que obra a fojas 148, remitido
por la Jefa de Cobranzas —María Luisa Neumann Terán- a uno de los
Directores —Héctor Neumann Terán, en el que señala: "NOTA; Doy
veracidad de lo expuesto en el presente informe con documentos que lo
acreditan", que algunos consumidores son reportados como morosos
ante centrales de riesgo, como consecuencia de la no cancelación de
sus títulos valores debido a que ABICAL no les ha entregado los vehículos
adquiridos.
De otro lado, es pertinente resaltar que, con fechas 31 de marzo y
9 de abril de 1997, funcionarios de la Secretaría Técnica de la Comisión
entrevistaron a diversos trabajadores deABICAL, siendo que, el Gerente
General -Antonio Palacios Chopitea- señaló que "el vendedor en su
afán de vender ¿no?, porque los vendedores ganan comisión,
lógicamente ellos ganan comisiones , entonces, por el afán de vender,
le dicen se te va entregar el carro de tal y cual manera, y a la hora que
se hace la revisión del expediente pues legalmente no son las
condiciones que el departamento de administración de ventas digamos
informa cómo tiene que ser entregado, hay un poco digamos de voluntad
de venta, pero por el otro lado, no hay una formulación con el
departamento administrativo para ver si en esas condiciones se le va a
entregar al cliente el vehículo o no". Así, en el mismo sentido se expreso
el Subgerente General —Juan Pescheira Astengo-..."hay informaciones
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que para nosotros es lucha con los vendedores, se ha cambiado otra
vez a todos los vendedores a la Gerencia de Ventas, hay pequeñas
informaciones tontas que ellos lo toman ¿no?, y le dicen al vendedor
por vender pues, pueden decir cosas que, no es que no son, sino les
cambia, por decirse le entrego el carro antes de la fecha que, porque el
cliente que viene a comprar toma una actitud que ya quiere ya el carro
¿no?, lo quiere ahorita el carro, lo necesita ya".
Por su parte ABICAL ha manifestado en su escrito de descargos,
presentado con fecha 9 de mayo de 1997, en relación a los retrasos en
la entrega de los vehículos que: "...ABICAL MOTOR S.A. vende vehículos
nuevos los cuales para su internamiento en el país deben cumplir con
los trámites aduaneros que la ley exige y si algún (sic) retardo pueda
suceder no es imputable a nuestra parte, sin que ello signifique
aceptación de este hecho pues cumplimos con explicarle a los clientes
si algún (sic) inconveniente se produjera, observando transparencia en
nuestra conducta." Cabe mencionar que, los funcionarios del ABICAL al
ser entrevistados, han afirmado que la demora en la entrega de vehículos
se debe, en algunos casos de adquisiciones mediante financiamiento, a
que los consumidores no cancelan la cuota inicial completamente. Ello,
a pesar de que las entidades financieras ya han efectuado los depósitos,
es un impedimento para la entrega de los vehículos.
Respecto a la demora en la entrega de placas de rodaje y tarjeta
de propiedad, de las cartas de reclamo presentadas por los consumidores
a ABICAL, se desprende que en algunos casos alcanzaba hasta dos
meses. Así también, ello ha sido reconocido por el Administrador de
Ventas — Edwin Chávez- y por Subgerente General —Juan Peschiera
Astengo-, en la entrevista realizada por funcionarios de la Secretaría
Técnica de esta Comisión, en la que manifestaron que hay demoras en
la entrega de placas debido a que las pólizas de importancia de los
vehículos, objetos de venta, no son remitidas a tiempo.
ABICAL ha manifestado, en su escrito de descargos, que la entrega
de las placas de rodaje y tarjetas de propiedad se produce en los plazos
acodados con los consumidores, no sobrepasando el término de los 7
días para completar la documentación que ambas partes deben
presentar. Luego de reunida la documentación es remitida a la Dirección
rs
General de Circulación Terrestre del Ministerio de Transportes,
Comunicaciones, Vivienda y Construcción; entidad que demora un
tiempo no menor de 30 a 40 días para entregar las mencionadas placas
de rodaje y tarjetas de propiedad.
Por otra parte, cabe mencionar que en la diligencia de inspección,
llevada a cabo el 25 de marzo de 1997, se verificó en uno de los locales
de ABICAL la existencia de un automóvil marca Daewoo, modelo Racer,
de placa de rodaje JO 1378, el cual se encontraba con el tablero
desmontado y el odómetro expuesto.
En cuanto a este extremo, ABICAL ha señalado que dicho
vehículo es de su propiedad, habiendo ingresado a sus talleres luego
de haber sufrido un siniestro el 28 de julio de 1995, que afectó su
parte frontal, agregando que, desde esa fecha, dicho bien no ha sido
reparado.
Además, resulta importante mencionar que, entre los
documentos recabados, se encontraron dos memorandos remitidos
por el Administrador de Ventas —Edwin Chávez- al Jefe de Taller —
Francisco Colomp-, de fechas 31 de octubre y 5 de diciembre de
1996, en los cuales solicitaba se proceda a bajar el kilometraje del
vehículo modelo Tico SL, color púrpura especial, case N° 53302 y
del automóvil, modelo Espero, color verde, case N° 1820,
respectivamente.
En su escrito de descargos, ABICAL ha reconocido el memorando
de fecha 31 de octubre, agregando que, éste corresponde a una conducta
individual y personal de su autor _Administrador de Ventas-. Añade que
esta indicación no fue realizada por el Jefe del Taller, por lo que no se
ha causado perjuicio alguno. En cuanto al otro memorando de fecha 5
de diciembre, no ha sido reconocido.
Finalmente, ABICAL, sostiene que ha venido siendo administrada
por personal que le ha ocasionado daños irreparables, cuyo accionar
está orientado a obtener beneficios propios. Por lo que ha adoptado las
correspondientes medidas correctivas y añade que, las conductas
ilegales son sólo atribuibles a los sujetos que las efectuaron y no a
ABICAL.
516
CUESTIONES EN DISCUSIÓN
En opinión de la Comisión, las cuestiones centrales en discusión
consisten en determinar si la denunciada ha infringido lo establecido en:
el Artículo 8° del Decreto Legislativo N° 716 -Ley de Protección al
Consumidor-, que establece la responsabilidad de los proveedores
por los productos y servicios que ofrecen en el mercado a la demora
incurrida al entregar los automóviles adquiridos por los
consumidores y sus respectivas placas de rodaje y/o tarjeta de
propiedad.
Los Artículos 5° inciso b) y 15° del Decreto Legislativo N° 716 Ley de Protección al Consumidor-, que estipulan el derecho de
los consumidores de recibir información adecuada, respecto a la
información brindada a los consumidores acerca de los kilómetros
recorridos por los vehículos comercializados por la denunciada,
ante una presunta adulteración de los odómetros.
3.
(i)
ANALISIS DE LAS CUESTIONES EN DISCUSIÓN
Demora en la entrega de automóviles y de sus respectivas placas
de rodaje y/o tarjeta de propiedad.
El artículo 8° del Decreto Legislativo N° 716, que prescribe:
"Los proveedores son responsables, además, por la idoneidad y
calidad de los productos y servicios..." debe ser interpretado y
aplicado, teniéndose en cuenta el precedente de observancia
obligatoria establecido por la Sala de Defensa de la Libre
Competencia del Tribunal del lndecopi, en la Resolución N° 08596-TDC (Humberto Tori Fernández contra Kouros E.I.R.L.), el cual
señala:
"De acuerdo a lo establecido en la primera parte del Artículo 8°
del Decreto Legislativo N° 716, se presume que todo proveedor ofrece
como una garantía implícita, que el bien o servicio materia de la
transacción comercial con el consumidor es idóneo para los fines y
usos previsibles para los que normalmente se adquieren éstos en el
mercado, según lo que esperaría un consumidor razonable, considerando
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las condiciones en las cuales los productos fueron adquiridos o los
servicios contratados, lo que comprende el plazo de duración
razonablemente previsible de los bienes vendidos. Sin embargo, si las
condiciones y términos puestos en conocimiento del consumidor o que
hubieran sido conocibles usando la diligencia ordinaria por parte de éste,
contenidos en los documentos, envases, boletas, recibos, garantías o
demás instrumentos a través de los cuales se informa al consumidor
excluyen o limitan de manera expresa los alcances de la garantía
implícita, estas exclusiones o limitaciones serán oponibles a los
consumidores ".
Es decir, según lo estipulado en el Artículo 8° del Decreto Legislativo
N° 716, la calidad e idoneidad que se brinde a los consumidores debe
ajustarse a lo expresamente ofrecido; y, cuando ello no haya sido previsto
expresamente deberá ajustarse a la expectativa de un consumidor
razonable respecto al bien o servicio ofrecido. El proveedor del producto
o servicio resulta responsable en aquellos casos en que dichas
correspondencias no se verifiquen.
Asimismo, la idoneidad del bien o servicio debe ser, en principio,
analizada en abstracto, esto es, considerando lo que normalmente
esperaría un consumidor razonable, salvo que de los términos acordados
se desprenda algo distinto.
En el presente caso, ABICAL, a través de sus agentes de ventas,
ofrecía a los consumidores que acudían a sus locales para adquirir
vehículos entregarles éstos y las respectivas placas de rodaje y tarjeta
de propiedad, en plazos que posteriormente no eran observados. Este
hecho ha sido reconocido por los funcionarios de ABICAL, tal cual fluye
de las entrevistas realizadas con fechas 31 de marzo y 9 de abril de
1997 a diversos trabajadores de ABICAL, entre los que se encuentran
el Gerente General y el Sub Gerente General, cuyas afirmaciones han
sido mencionadas anteriormente, así como de la carta remitida por los
vendedores de la "tienda de Lima" de fecha 14 de agosto de 1996.
Asimismo, se han encontrado varias cartas de reclamación presentadas
por distintos consumidores con ese tenor.
Esta práctica constituye una infracción al Artículo 8° bajo análisis,
toda vez que el proveedor incumple con los términos ofrecidos de
518
manera expresa a los consumidores, por lo cual resulta responsable
administrativamente ante ellos.
En algunos casos denunciados por los consumidores, no fluye
con precisión la fecha en que debía efectuarse la entrega del automóvil
adquirido y de sus respectivas placas y tarjeta de propiedad, pero si
existe la reclamación del consumidor por la demora incurrida. Cabe
precisar que, aun si en estos casos no se hubiese acordado una fecha
determinada para que se realice la entrega, ABICAL -como proveedoraes responsable por ésta, atendiendo a lo que esperaría un consumidor
razonable, considerando las circunstancias que rodearon la adquisición.
De esta manera un consumidor razonable no esperaría que la
entrega del automóvil adquirido y de sus respectivas placas de rodaje y
tarjeta de propiedad no se concrete hasta el vencimiento para su
adquisición. Esta situación se ha producido en las relaciones entabladas
por los consumidores con ABICAL, tal como ha quedado acreditado con
los memorandos de fechas 20 de noviembre y 29 de agosto de 1995, y
6 de mayo de 1996, mencionados anteriormente. Del mismo modo, ello
se desprende de las quejas presentadas por los consumidores
directamente a ABICAL.
Más aún, un consumidor razonable no esperaría que luego de
haberse comprometido la proveedora a asumir el pago de las cuotas
correspondientes a las adquisiciones mediante financiamiento,
posteriormente, le sean protestados los títulos valores suscritos para tal
efecto, y hasta sean reportados ante la Cámara de Comercio.
En consecuencia, de lo expuesto se desprende que ABICAL es
responsable por infracción al Artículo 8° del Decreto Legislativo N° 716.
En cuanto a lo sostenido por la empresa denunciada, en su escrito
de descargos, en relación a que la demora en la entrega de los
automóviles responde a plazos razonables, debido a que al comercializar
automóviles nuevos para ser internados en el país requieren de un trámite
en Aduanas cuyo plazo de realización no les es imputable, la Comisión
considera que ello no logra eximida de su responsabilidad administrativa,
salvo que haya sido informado de manera previa a la adquisición del
bien al consumidor-lo cual no ha sido acreditado en el presente caso-,
pues ésta es la parte de la relación de consumo que se encuentra en
519
mejor posición para conocer de los inconvenientes que pueden suscitarse
en la comercialización de vehículos y, por ende, adoptar las medidas
necesarias para brindar un servicio de entrega idóneo al consumidor.
Así, por la habitualidad con la que desarrolla su actividad comercial
puede realizar las adquisiciones de los vehículos destinados a la venta
en el tiempo oportuno y evitar una espera no informada o no previsible
por el consumidor, evitando hacer ofrecimientos que posteriormente no
podré cumplir.
De manera similar, la Comisión considera que lo indicado por
ABICAL, en su escrito de descargos, sobre la demora de la entrega de
placas y tarjetas de propiedad, alegando que no les es imputable dado
que es la Dirección General de Circulación Terrestre del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción; quien se
demora entre 30 0 40 días en realizar el trámite correspondiente sin
darles explicación alguna por esta demora; tampoco llega a eximidos
de responsabilidad administrativa, pues, al ser ABICAL la empresa
dedicada habitualmente a la comercialización de los vehículos, está en
condiciones de advertir al consumidor de manera previa a la adquisición,
los contratiempos y retrasos que suelen presentarse.
De otro lado, resulta pertinente precisar que no se ha acreditado en
el presente procedimiento administrativo, lo manifestado por los funcionarios
de ABICAL al ser entrevistados, acerca que la demora en la entrega de
vehículos se debe, en algunos casos de adquisiciones mediante
financiamiento, a que los consumidores no cancelan la cuota inicial
completamente. Más bien, se ha verificado que existen numerosas cartas
de reclamación, documentos y declaraciones emitidas por la propia empresa
que acreditan que ABICAL ha incurrido en infracción al Artículo 8°.
Adulteración de odómetros
El artículo 5°, inciso b) del Decreto Legislativo N° 716 establece
que los consumidores tienen derecho a "recibir de los proveedores
toda la información necesaria para tomar una decisión o realizar
una elección adecuadamente informada en la adquisición de
bienes y servicios.." A su vez, el segundo párrafo del Artículo 15°
del mismo cuerpo legal indica que "el proveedor está obligado a
consignar en forma veraz, suficiente, apropiada; muy fácilmente
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accesible el córilüfnidár o usuario, la Informaciónsobre productos
y servicios ofertados...está prohibida toda la información o
presentación que induzca al consumidor a error respecto a la
naturaleza, origen, modo de fabricación, componentes, uso,
volumen, peso, medida, precios, forma de empleo, características,
propiedades, idoneidad, cantidad, calidad o cualquier otro dato
de los productos o servicios ofrecidos".
Es decir, estos artículos regulan el derecho de información que
tienen los consumidores sobre los productos y servicios que pretenden
adquirir y el deber de los proveedores de brindar información suficiente
para tal efecto. La obligación de todo proveedor de brindar al consumidor
la información necesaria tiene por finalidad que este último cuente con
suficientes elementos de juicio para realizar una elección de consumo
adecuada frente a las diversas alternativas que se le presenten. De
manera que, el proveedor debe poner a disposición de los consumidores
toda la información relevante sobre los productos y servicios ofrecidos,
de forma que, aquélla pueda ser conocida o conocible por un consumidor
razonable usando su diligencia ordinaria.
En el presente caso, existen suficientes indicios que permiten
inferir que ABICAL tenía como práctica el adulterar los odómetros de
los vehículos que comercializa. En efecto, dos memorandos -de
fechas 31 de octubre y 5 de diciembre de 1996- encontrados en las
oficinas de la empresa denunciada, dirigidos por el Administrador de
Ventas al Jefe del Taller, tenían como contenido la orden de bajar el
kilometraje de dos vehículos distintos. De estos documentos, el
presunto autor -Administrador de Ventas- ha reconocido el
memorando de fecha 31 de octubre, y -ha señalado que lo hicieron
por orden de la gerencia general, luego de reiteradas solicitudes
verbales al Jefe del taller, pues éste requería órdenes por escrito
para efectuar los trabajos solicitados. Respecto al otro memorando
-de fecha 5 de diciembre de 1996- si bien el Administrador de Ventas
no lo ha reconocido como propio, fue encontrado también en las
oficinas de ABICAL y un Asistente del Departamento de Servicio ha
-reconocido haberlo recibido, por lo tanto era un documento interno
que fue recibido, no existiendo ningún hecho acreditado que niegue
su validez para ordenar la realización de ese trabajo.
521
Ambos memorandos fueron elaborados en octubre y diciembre del
año 1996, es decir, con un mes y medio de intervalo en el tiempo. Ello
aunado a lo indicado por el Administrador de Ventas en la carta de fecha 2
de mayo de 1997, en la que señaló que: "Se hizo esto, ya que ningún
diente recibiría un auto con más de 100 kms. de recorrido. Lo que se
buscaba era satisfacer a un diente y salvaguardar a la empresa por cualquier
reclamo". Y teniendo en cuenta que ABICAL ya ha sido sancionada
anteriormente por esta comisión, por haber alterado el odómetro de un
vehículo que fue entregado a su propietario con fecha 8 de marzo de 1996,
permite establecer que ABICAL tenía como práctica y método de trabajo el
adulterar los odómetros de los vehículos comercializados.
Por su parte, ABICAL ha manifestado que el trabajo ordenado en el
memorando de fecha 31 de octubre de 1996 no se llegó a concretar y que
por lo tanto, no ha habido perjuicio alguno. Sin embargo, ha incurrido en
contradicción, ya que en su escrito de fecha 26 de mayo de 1997, señala
que se entregó el vehículo al comprador con 50 kilómetros de recorrido;
y el Administrador de Ventas -Edwin Chávez- en su carta de fecha 2 de
mayo de 1997, ha afirmado que se hizo esto (refiriéndose a la orden de
alterar el odómetro), ya que ningún cliente recibiría un auto con más de
100 kilómetros de recorrido. Por lo tanto, en ese particular caso, se refieren
a un vehículo que tendría más de 100 kilómetros de recorrido y que luego
es entregado con 50 kilómetros de recorrido, en consecuencia, no ha
quedado acreditado que la alteración del odómetro no se haya producido.
En ese orden de ideas, la Comisión considera que no se ha
desvirtuado que la práctica de alterar los odómetros haya sido utilizada
usualmente por ABICAL, ya que, como ellos mismos reconocen en su
escrito de descargos, estos hechos fueron realizados en la administración
dirigida por el señor Antonio Palacios, quien fue gestor de la misma
desde el 29 de junio de 1993 hasta el 26 de abril de 1997. Asimismo,
cabe precisar que no se está considerando sólo el particular caso
derivado del memorando de fecha 31 de octubre de 1996, sino que
existen varios indicios que apreciados en conjunto permiten determinar
que ABICAL tenía como práctica el alterar los odómetros.
De lo expuesto se desprende que, ABICAL tenía como práctica al
alterar el kilometraje de los vehículos comercializados, lo que constituye
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infracción a los Artículos 51' inciso b)`y 15° del Decretó Legislativo 716° ,
pues con esta práctica, no se brinda al consumidor información exacta
respecto a los kilómetros recorridos de los automóviles adquiridos, lo
que, a su vez, constituye una omisión de brindar información relevante.
Ello, afecta al derecho de los consumidores de recibir información y
determina que éstos prefieran adquirir determinado vehículo en vez de
otro y opten por comprar los bienes ofrecidos por un proveedor particular,
conllevando a que se realicen actos de consumo ineficientes.
4. APLICACIÓN DE LA SANCION
Luego de establecida la infracción a las normas del Decreto
Legislativo N° 716, corresponde aplicar y graduar la sanción a ser
impuesta a la denunciada. Para estos efectos, el Artículo 42° del Decreto
Legislativo N° 716 señala que se debe atender a la intencionalidad del
sujeto activo de la infracción, al daño resultante de la infracción, a los
beneficios obtenidos por el proveedor por razón del hecho infractor y a
la reincidencia o reiterancia del proveedor por razón del hecho infractor
y a la reincidencia o reiterancia del proveedor.
La intencionalidad del sujeto activo de la infracción, hace alusión
al nivel de participación de la voluntad del agente en la acción que causó
el daño. Es decir, la sanción será graduada dependiendo si el actor
actuó con culpa leve, culpa enexcusable o dolo al incurrir en la falta
sancionada. En este caso, respecto a las demoras incurridas porABICAL
en la entrega de vehículos, placas de rodaje y tarjeta de propiedad, la
Comisión considera que, en el mejor dé los casos, la denunciada actuó
con culpa inexcusable, ya que al dedicarse habitualmente a la
comercialización de automóviles pudo advertir a los consumidores sobre
la oportunidad en que efectivamente entregaría lo mismo. En relación
a la alteración de los odómetros la Comisión considera que la denunciada
actuó con dolo, toda vez que deliberadamente efectuaba estos casos.
En cuanto al daño resultante de la infracción, debe terierse en
cuenta que los consumidores han entregado el monto corresPoridiente
a los vehículos adquiridos sin que se les haga entrega de losmismos,
e incluso en algunos de los casos, en que las adquisliónes se
efectuaron mediante financiamiento, se han protestada has Mulos
523
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Respecto a los beneficios obtenidos por el proveedor por razón
del hecho infractor se ha constatado que la denunciada ha venido
utilizando una práctica comercial sin considerar que la misma afectaba
los derechos de los consumidores, obteniendo ganancias por la
comercialización de sus productos.
En relación a la reiterancia, de los reclamos presentados por
distintos consumidores se desprende que ABICAL ha incurrido en
demoras al entregar los vehículos, desde diciembre de 1995 hasta
setiembre de 1997. De otro lado, respecto a la adulteración de los
odómetros, existen elementos que permiten sostener que este hecho
ha sido realizado reiteradamente por ABICAL, durante la gestión del
exGerente General -Antonio Palacios Chopitea-.
De otra parte, en cuanto a la reincidencia de la denunciada, ésta
ha sido sancionada anteriormente en tres ocasiones. Ciertamente, la
Comisión con fecha 30 de setiembre de 1996, mediante Resolución N°
3, acordó sancionar a ABICAL con tres (3) Unidades Impositivas
Tributarias; con fecha 21 de octubre de 1996, mediante Resolución N°
1, la Comisión impuso a ABICAL una multa ascendente a diez (10)
Unidades lmpositivas Tributarias, la cual posteriormente fue
incrementada, mediante la Resolución N° 72-97-TDC, por el Tribunal
de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, a veinte
(20) Unidades Impositivas Tributarias, y con fecha 26 de febrero de
1997, la Comisión emitió la Resolución N° 2, sancionando a ABICAL
con multa ascendente a seis (6) Unidades Impositivas Tributarias.
Cabe señalar, que las resoluciones antes mencionadas fueron
confirmadas por la Sala de la Competencia del Tribunal del Indecopi.
Las consideraciones expuestas justifican en exceso sancionar a
la denunciada con multa equivalente a cien Unidades Impositivas
Tributarias.
5. PUBLICACIÓN DE LA PRESENTE RESOLUCION
La comisión considera conveniente en aplicación de lo estipulado
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SIBLIOTECA
el segundo párrafo del Artículo 43° del Decreto Legislativo N°`801, solicitar y
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al Directorio de INDECOPI la publicación de la presente resoluct0
esta es de importancia para proteger los derechos de los consumí
Ello es así, debido a que la divulgación de los hechos materia de denuncia
permitirá que los consumidores efectúen en un futuro elecciones de
consumo mejor informados. Asimismo, incentivará que estos exijan y
reclamen el respeto de sus derechos ante los proveedores que los afecten.
Asimismo, propiciará que otros proveedores adopten las medidas
correctivas sobre prácticas en las que puedan estar incurriendo en
vulneración de los derechos de los consumidores.
6.
DECISIÓN DE LA COMISIÓN
Declarar FUNDADO el procedimiento iniciado de oficio por la
Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI contra
ABICAL MOTORS S.A., por violación de los Artículos 5° inciso b),
8° y 15° del Decreto Legislativo N° 716.
Imponer la sanción de multa a ABICAL MOTORS S.A. de CIEN
(100 Unidades Impositivas Tributarias, la misma que deberá ser
cancelada dentro del término perentorio de cinco días en la
tesorería del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y
de la Protección de la Propiedad Intelectual INDECOPI, bajo
apercibimiento de ser cobrada en la vía coactiva, sin perjuicio del
beneficio de reducción de pago, establecido en el artículo 37° del
Decreto Legislativo N° 807.
Clausurar por siete (7) días útiles los establecimientos comerciales
de ABICAL MOTORS S.A.
Encargar a la Secretaría Técnica de la Comisión proceda a solicitar
al Directorio de la Institución la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, de conformidad con lo dispuesto en
el segundo párrafo del Artículo 43° del Decreto Legislativo N° 807.
Dr. JOSE BALTA, Sr. FRANCO GIUFFRA,
Dr. PABLO DE LA FLOR. B..
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