Concluyendo el Tratado sobre el Comercio de Armas: Tiempo para una Diplomacia Valiente. En un mundo que protege el bienestar de sus ciudadanos mediante la regulación del comercio de automóviles, medicamentos e, incluso, de frutas y verduras, es injustificable que no exista ningún instrumento internacional para la regulación del comercio internacional de armas. Las negociaciones que comienzan este mes en las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad histórica para corregir esta situación. La comunidad internacional se enfrenta a una disyuntiva importante: salvar vidas y reducir el conflicto o eludir nuestra responsabilidad común. Ha llegado el momento de que la comunidad internacional haga lo correcto y concluya un sólido Tratado sobre el Comercio de Armas. Cada año el flujo ilícito y no regulado de armas cuesta la vida a cientos de miles en todo el mundo. La mayoría de estas víctimas son civiles inocentes. El año pasado, Ishmael Beah, un ex niño soldado del ejército de Sierra Leona, publicó un “grito del corazón” en The New York Times. Él escribió: “Sierra Leona no tenía ninguna capacidad para fabricar las armas y municiones utilizadas en el conflicto”. Pese a ello, Beah (con sólo trece años de edad en ese momento) recibió una pistola y municiones, adquiridas en el mercado internacional de armas. La violencia, el terrorismo y la delincuencia alimentada por armas no reguladas o ilegales socavan el desarrollo sostenible, los derechos humanos, la seguridad y la estabilidad. Un Tratado sobre el Comercio de Armas ayudará a prevenir que éstas terminen en las manos de niños soldados como Beah. El Tratado intentará contrarrestar el comercio ilícito de armas, al exigir a cada país poner en marcha un sólido conjunto de controles de transferencias y exportaciones. Esto requerirá que la exportación de armas sea evaluada con una amplia gama de criterios: el respeto al derecho internacional humanitario y los derechos humanos. El Tratado ayudará a evitar el desvío de armas convencionales hacia el mercado negro. Introduciría una mayor transparencia en el comercio de armas, ayudando a construir la confianza mundial sin permitir que personas sin escrupulosos se oculten. Para algunos Estados, establecer y mejorar un sistema nacional de control de transferencias puede significar un reto. Al poner en marcha el Tratado sobre el Comercio de Armas, los gobiernos deberán cooperar y ayudarse mutuamente, para que éste sea efectivo y aplicado universalmente. La intención de este Tratado no es estigmatizar u obstruir el comercio legítimo de armas. Por el contrario, lo protegerá poniendo firmeza y una mayor responsabilidad reconociendo plenamente los derechos de cada Estado a la legítima defensa. Este Tratado tampoco establece reglas para la regulación nacional de armas o leyes sobre la posesión de armas; esto es en definitiva competencia de las autoridades nacionales. Estamos seguros de que un resultado ambicioso y aceptable para todos los miembros responsables de la comunidad internacional está al alcance. Tras seis años de negociación, la mayoría de los gobiernos están de acuerdo sobre los principales elementos de ese Tratado. Subsisten diferencias, pero se está construyendo un momento favorable y nuestros gobiernos no escatimarán esfuerzos para que estas negociaciones tengan las mejores posibilidades de éxito. Se trata de una oportunidad histórica para aceptar un tratado que salvará vidas y hará del mundo un lugar más seguro, la historia no perdonará a aquellos que busquen evitarlo. Ahora es el tiempo para una diplomacia valiente. — MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE BRASIL:ANTONIO DE AGUIAR PATRIOTA — MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE DINAMARCA:VILLY SØVNDAL — MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE ALEMANIA:GUIDO WESTERWELLE — SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES DE MÉXICO:JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBEÑA — MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE PAÍSES BAJOS:FRANS TIMMERMANS — MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE NIGERIA:OLUGBENGA ASHIRU — SECRETARIO DE ESTADO PARA LAS RELACIONES EXTERIORESDEL REINO UNIDO: WILLIAM HAGUE