VI Informes Laborales En el ejercicio del ius variandi, ¿el traslado del trabajador configura un móvil de hostilización? de variar, dentro de ciertos límites, las modalidades de prestación de las tareas del trabajador”1. Ficha Técnica Autora: Carolina Fernández Huayta Título: En el ejercicio del ius variandi, ¿el traslado del trabajador configura un móvil de hostilización? Fuente: Actualidad Empresarial N.º 332 - Primera Quincena de Agosto 2015 “El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan” Karl Max Introducción Del ius variandi del empleador emergen tres facultades: dirección, fiscalización y sanción, el uso de estos poderes es necesario para llevar a cabo la ejecución del trabajo dentro de las relaciones laborales que pueden existir dentro de la empresa; sin embargo, en algunos casos se evidencia que el uso abusivo de dichas facultades ocasiona graves perjuicios o daños a la parte más débil de la relación laboral, nos referimos, al trabajador. Antes de prestar servicios, el empleador y el trabajador celebran un contrato de trabajo en el cual el trabajador acepta lo suscrito por el empleador en dicho contrato, es decir, acepta las cláusulas normativas, las condiciones establecidas dentro de dicho documento, las reglas de la ejecución y todo lo que implica; sin embargo, no todas las actividades tienen los mismos rasgos: en algunas se evidencian características que para su ejecución exigen el traslado del trabajador del lugar donde presta servicios a uno distinto al establecido en su contrato de trabajo. Sucede que en aquellos casos en donde de forma repentina y sin previo aviso alguno, el empleador dispone el traslado, es decir, se efectúa una movilidad geográfica ocasionando graves perjuicios a este último, entonces ¿se evidencia un abuso del poder de dirección?, y si existe una causa realmente justificada, cabe preguntarnos lo siguiente: ¿no es mediante el contrato de trabajo que se establece el lugar de prestación de labores?, ¿es posible que el empleador decida efectuar el traslado sin previo aviso? Estas dudas tendrán respuesta en el siguiente análisis. 1.El empleador: aproximaciones al ius variandi Américo Pla Rodríguez define al ius variandi como “la potestad del empleador VI-4 Instituto Pacífico Es la facultad que ostenta el empleador de efectuar cambios y asimismo de ejecutarlos en virtud de que tienen como fundamento, las necesidades de la empresa, siendo necesarios para la ejecución de la función del trabajador, potestad que proviene de la libertad de empresa. Dentro de nuestro ordenamiento jurídico laboral, la LPCL2 regula lo referido a dicha potestad empresarial a través del artículo 9 del mencionado cuerpo normativo: Artículo 9 Por la subordinación, el trabajador presta sus servicios bajo dirección de su empleador, el cual tiene facultades para normar reglamentariamente las labores, dictar las órdenes necesarias para la ejecución de las mismas, y sancionar disciplinariamente, dentro de los límites de la razonabilidad, cualquier infracción o incumplimiento de las obligaciones a cargo del trabajador. Según el artículo 9 de la LPCL, el empleador está facultado para introducir cambios o modificar turnos, días u horas de trabajo, así como la forma y modalidad de la prestación de las labores observando el criterio de razonabilidad y teniendo en cuenta las necesidades del centro de trabajo. Sin embargo, dicho poder está sujeto a límites, no puede vulnerar los derechos de los trabajadores, debe ejercerse de acuerdo con los límites de razonabilidad. Javier Neves Mujica señala lo siguiente en lo referido a este punto: “el trabajador no está al servicio del empleador para cumplir cualquier actividad, durante todo el día y todos los días y en el sitio que a este le parezca. A medida que la labor misma y sus características se hubieran pactado de modo más específico, el poder del empleador de modificarlas unilateralmente será menor”3. 2. Actos de hostilidad Según lo señalado por Jorge Toyama Miyagusuku, entendemos como actos de hostilidad “los supuestos donde el empleador se excede en sus facultades de dirección y, por lo tanto, pueden ser controlados por los trabajadores. Al respecto, hay que señalar que solamente en determinados supuestos las modificaciones 1 PLA RODRIGUEZ, Américo. “Curso de Derecho Laboral”, Ed. Acall, Montevideo, 1978. T. II, vol. I, p.176; ídem jus variandi en Estudios sobre Derecho Individual de Trabajo en Homenaje al Profesor Mario L. Deveali, Ed. Heliasta, Buenos Aires, 1979, p. 204. 2 Ley de Productividad y Competitividad Laboral. 3 NEVES MUJICA, Javier. Introducción al derecho del trabajo. 2.a ed. p. 37, Fondo Editorial PUCP. de las condiciones de trabajo pueden ser materia de impugnación por parte de los trabajadores y podrían calificar como actos de hostilidad en nuestro sistema jurídico”4. Son aquellas medidas determinadas por el empleador que buscan el término del vínculo laboral, es decir, el empleador busca forzar la figura de la renuncia o el retiro voluntario, evitando el pago de una indemnización que correspondería otorgar de configurarse un despido, obstruyendo el normal desenvolvimiento de las funciones del trabajador, siendo que ocasionan que este último dé por terminado la relación de trabajo. 3. Movilidad geográfica del trabajador Alemán Paez define a la movilidad geográfica como la “facultad empresarial para modificar el lugar de la prestación cambiando al trabajador, bajo determinadas condiciones, de un centro a otro situado en una localidad distinta de su domicilio habitual, alterando su residencia de forma provisional (desplazamiento) o estable o definitiva (traslados)”5. En este sentido, Jesús Cruz Villalón se refiere al traslado de la siguiente manera : “Así, pues, en un intento de aproximación, podemos partir de una consideración del traslado como aquella modificación forzosa de la relación laboral en cuanto al lugar de prestación que exige, ya sea de forma definitiva o temporal, un cambio de residencia o localidad”6. La movilidad geográfica es una de las manifestaciones del ius variandi, del poder de dirección bajo el cual está investido el empleador, implica el traslado del trabajador del lugar donde presta servicios a otro muy distinto al centro de trabajo habitual, orden que es determinado por el empleador, el cual, en algunos casos está debidamente justificado y en otros no, llevando consigo un gran cambio en el entorno del trabajador dado que tiene repercusión en su entorno económico, social y asimismo familiar. 3.1.¿Es un acto de hostilidad? La movilidad geográfica como bien lo indicamos, es una facultad del empleador de su ejercicio del ius variandi, sin embargo, en algunos casos constituye una 4 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo y otras instituciones del Derecho Laboral. 2.ª ed. Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 225. 5 ALEMÁN PÁEZ, F. La movilidad geográfica. Problemática social y régimen jurídico, p. 51. 6 CRUZ VILLALÓN, Jesús. La movilidad geográfica del trabajador y su nuevo régimen legal, p. 87. N.° 332 Primera Quincena - Agosto 2015 Área Laboral evidente manifestación del abuso de dicha facultad, como un acto de hostilidad, lo que encuentra margen jurídico en dos dispositivos legales, en el artículo 50 del Decreto Supremo N.º 001-96-TR: El traslado contemplado en el inciso c) del artículo 63 de la ley, es aquel que importa un cambio a un ámbito geográfico distinto y siempre que tenga el deliberado propósito de ocasionarle perjuicio al trabajador. Damos cuenta de que todo cambio de lugar de trabajo no siempre constituye un acto de hostilidad, en virtud de que pueden determinarse traslados que se encuentren dentro de la misma localidad, los cuales no generan graves perjuicios al trabajador, por ejemplo: el caso de aquel trabajador que es trasladado desde la localidad de Ate Vitarte a San Juan de Lurigancho. Sin embargo, existen otros traslados de lugar de trabajo que sí originan perjuicios. Al respecto, el legislador decidió regular dicho supuesto en el inciso c) del artículo 30 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral: Artículo 30.- Son actos de hostilidad equiparables al despido los siguientes: (…) c) El traslado del trabajador a lugar distinto de aquel en el que preste habitualmente servicios, con el propósito de ocasionarle perjuicio. Ante la existencia de dicha orden, el trabajador puede considerarse hostilizado si en la orden impartida por el empleador, se evidencian los siguientes rasgos: a) Se produce un traslado del trabajador del lugar donde habitualmente presta servicios a uno distinto La norma no precisa si es un traslado definitivo o uno temporal, solo determina el traslado del trabajador del lugar de donde “habitualmente” se encuentra, es decir, hace referencia al lugar en donde frecuentemente presta servicios, a uno distinto del mismo, el motivo de dicho cambio se traduce en que dicha orden es una manifestación del ius variandi, es decir, en virtud de las necesidades empresariales, la creación de nuevos centros de trabajo debido al incremento de producción o por cualquier otro motivo dentro de lo que corresponde a su facultad directriz, por lo cual, aduce que es necesario dicho traslado, el cual al ser permanente trae consigo grandes cambios en lo que respecta al modo de vida desde el ámbito personal del trabajador hasta el ámbito familiar y social del mismo. De ser el caso de un traslado temporal, este ocasiona cambios en lo que respecta al otorgamiento de bonificaciones y condiciones de trabajo, por ejemplo, el traslado desde la ciudad de Lima a un campamenN.° 332 Primera Quincena - Agosto 2015 to minero alejado en el departamento de Puno, dicho traslado es distinto del que podría realizarse de una sede a otra sede dentro de la ciudad de Lima, dado que se deberá otorgar condiciones de trabajo distintas a las ya otorgadas. b) Con la finalidad de causar un perjuicio al trabajador El móvil del traslado del trabajador es el de causar un perjuicio, un malestar en el trabajador, no es una orden determinada por una necesidad empresarial sino que el móvil de la misma es perjudicar al trabajador. Entonces, hacemos referencia a un elemento subjetivo, pero ¿al ser un elemento subjetivo, cómo se podría acreditar la existencia del mismo? Es mediante un pronunciamiento emitido por la Corte Suprema que se determina que el trabajador no tiene que acreditar el propósito del empleador de causar un perjuicio al mismo, sino basta acreditar el perjuicio sufrido, es decir, las consecuencias que conllevó la toma de la decisión del empleador, que causaron serios perjuicios al trabajador, (reales, concretos, efectivos), y no existe meramente en un supuesto, la carga de la prueba recae en el trabajador. En este sentido, la Corte Suprema, mediante la Casación N.º 505-20107 detalla lo siguiente: “el trabajador que considera ser hostilizado mediante su traslado, no debe probar, en todos los casos, el propósito del empleador de ocasionarle perjuicio, bastando con la presentación de indicios o de medios probatorios idóneos”. Es a través del pronunciamiento emitido que damos cuenta de que no es necesario que el trabajador pruebe el propósito del empleador, dado que el mismo no tiene acceso a documentos que están en propiedad del empleador, por lo cual, se presume a través de los indicios el perjuicio realizado. Cabe indicar que sí es necesario que se acredite el perjuicio realizado dado que es con base en este que se realizo él acto de hostilidad, elemento sin el cual no configuraría un acto que perjudique al mismo. La buena fe es un elemento que determina si se evidencia la hostilidad en dicho traslado, es así que el Tribunal Constitucional lo reconoce mediante la sentencia recaída en el Exp. N.° 005932009-PA/TC: “En este sentido, la Ley reconoce la atribución del empleador para trasladar al trabajador; no obstante lo cual le impone el deber de ejercer dicha atribución de buena fe; es decir, sin la intención de ocasionarle un perjuicio, de tal suerte que solo en el caso de que el traslado del trabajador haya 7 Casación N.º 505-2010-LIMA VI estado motivado por un afán de perjudicarlo, el mismo será contrario a Ley”8. 3.2.¿Cuándo el traslado del trabajador no configura un acto de hostilidad? La hostilidad es el elemento característico de los perjuicios ocasionados al trabajador, sin embargo, existen supuestos donde no evidenciamos dicho rasgo, que son los siguientes: a. Cuando el trabajador acepta el cambio: El trabajador no sufre perjuicio alguno al momento de efectuarse el traslado, debido a que pueden otorgarse beneficios adicionales a los que percibía y no se le ocasiona perjuicios, por ejemplo: se acuerda por escrito un incremento de remuneraciones u el otorgamiento de mejores condiciones laborales con el fin de incentivar dicho cambio, lo cual beneficia al trabajador no existiendo un acto hostil, en vez de causar un perjuicio otorga mayores beneficios, creando una situación favorable para el mismo. b. Si dentro de una de las cláusulas contenidas en el contrato de trabajo existe la del cambio del lugar de trabajo a uno distinto: cuando las partes celebran un contrato existe la voluntad de ambas en lo referido al contenido, por tanto, si el trabajador tuvo pleno conocimiento de lo contenido en el contrato (desde un inicio) y dio su plena aceptación acerca del requerimiento a futuro del empleador sobre el traslado de un lugar a otro dada las características del puesto que desempeña, configurando así una necesidad dentro de la actividad que realiza, no es un acto de hostilidad debido a que es necesario para la ejecución de sus labores, lo cual fue conocido previamente por el trabajador. A través de la Resolución N.° 1922010-SERVIR/TSC-Primera Sala expedida por la Primera Sala del Tribunal de Servicio Civil, se determina la inexistencia de actos de hostilidad en el actuar del empleador, debido a que procede la movilidad geográfica del trabajador del régimen laboral privado, en virtud de la manifestación del ius variandi del empleador, lo que fue expuesto en el contrato de trabajo: “21. En tal sentido, esta Sala considera que el nombramiento del impugnante como registrador público de la Oficina Registral de Islay, se ha efectuado conforme a las disposiciones sobre la materia y en ejercicio del ius variandi de la SUNARP, en su calidad de entidad empleadora, más aun cuando dicha potestad ha sido reconocida por el propio impugnante al suscribir el contrato de trabajo a plazo indeterminado N.° 018-2009-ZRN.°XII”. 8 Exp. N.° 00593-2009-PA/TC-LIMA Actualidad Empresarial VI-5 VI Informes Laborales c. Cuando exista razonabilidad en el traslado del trabajador: dentro de las actividades que realiza el trabajador, existe la imperante necesidad de llevar a cabo el traslado del lugar de trabajo donde habitualmente presta servicios a uno distinto, debido a que en virtud de las funciones que desempeña es necesario dicho traslado, asimismo la Corte Suprema mediante la Casación N.° 9798-2012-JUNÍN, establece que si es posible el traslado de un trabajador de un lugar a otro, siempre y cuando el traslado sea razonable, se sustente en las necesidades empresariales, que pueden radicar en la creación de nuevos proyectos empresariales y estar plenamente justificadas. 3.3.Traslado demográfico en los sindicatos Ante la ausencia de mejores condiciones laborales o posibles incrementos remunerativos o a efectos de celebrar negociaciones colectivas con el empleador, se crean sindicatos, los cuales exigen modificaciones e incrementos remunerativos en la ejecución del vínculo laboral; por otra parte, existe la figura del empleador, el cual se niega al otorgamiento de los mismos (muchas veces). Es a través del artículo 30 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, que el legislador decidió otorgar un margen de protección al tema en mención: Artículo 30.- El fuero sindical garantiza a determinados trabajadores no ser despedidos ni trasladados a otros establecimientos de la misma empresa, sin justa causa debidamente demostrada o sin su aceptación. No es exigible el requisito de aceptación del trabajador cuando su traslado no le impida desempeñar el cargo de dirigente sindical. Constituye una de las prácticas antisindicales más frecuentes, el impedir la conformación del sindicato dentro de la empresa, incurriendo en una serie de maniobras para conseguir dicho fin, siendo una de las más usuales, el dictar la orden del traslado de aquel o aquellos trabajadores sindicalizados (en su mayoría dirigentes sindicales) del lugar donde trabajan, es decir, donde probablemente sea la cuna del sindicato, a una sede distinta donde no existe el número requerido para la constitución del mismo o donde no se evidencie la intencionalidad de su creación, es así entonces que se quiere impedir que los trabajadores se constituyan en un sindicato, vulnerando su derecho a la libertad sindical, por lo que, el empleador decide realizar traslados de los mismos a fin de la desintegración de dicho grupo de trabajadores. Nuestro máximo intérprete emitió un pronunciamiento recaído en el Expediente VI-6 Instituto Pacífico N.º 8330-2006-PA/TC, el cual señala lo siguiente: “De los hechos expuestos se concluye que las medidas adoptadas por el empleador resultan irrazonables, por cuanto los traslados sucesivos, la rebaja de categoría sin justificación alguna y sin amparo legal, así como la clausura del centro de labores en el contexto de una negociación colectiva, resultan actos violatorios que atentan contra la actividad sindical. En efecto, si bien los actos señalados podrían encontrar justificación en caso se sujeten a la legislación pertinente (lo que no ha sido probado en el caso de autos), tales actos, en su conjunto, neutralizan en gran medida la actividad sindical de los trabajadores, a efectos de poder negociar, de forma libre, con su empleador”. Todo traslado debe estar debidamente justificado, se deben acreditar las causas que originan la decisión, que si bien puede ser temporal o permanente, siempre originará ciertos cambios en el entorno del trabajador, los cuales no están previstos antes de ingresar a la empresa. En el caso en mención, la facultad de dirección del empleador no puede configurar una causa de justificación para el uso de forma abusiva de la misma, vulnerando así el principio de razonabilidad en el uso del ius variandi. 4. Multas en inspección laboral La inspección laboral es un servicio público que tiene la finalidad de vigilar, promover y asegurar el cumplimiento de las normas sociolaborales y de seguridad social por parte de los empleadores, asimismo orientar a los administradores cuando corresponda y ante la existencia de incumplimientos efectuar su labor sancionadora. Actualmente la entidad encargada de dicho servicio es la Sunafil, que tiene como función, promover, supervisar y fiscalizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico sociolaboral. Los actos de hostilidad, al ser conductas que impiden el normal desarrollo de las funciones del trabajador dado que se originan con la finalidad de causar un perjuicio que impide el desarrollo de su trabajo, encuentran sanción en el Reglamento de la Ley General de Inspección del Trabajo, como una infracción muy grave en materia de relaciones laborales, de acuerdo a lo regulado por el artículo 25.14 del Decreto Supremo N.º 019-2006-TR: Artículo 25.- Infracciones muy graves en materia de relaciones laborales (…) 25.14 Los actos de hostilidad y el hostigamiento sexual, así como cualquier otro acto que afecte la dignidad del trabajador o el ejercicio de sus derechos constitucionales. Las empresas del régimen privado que incumplan con lo dispuesto, pueden incurrir en multas que van desde las 5 UIT hasta 100 UIT, dependiendo del número de trabajadores hostilizados dentro de la empresa. 5.Conclusiones • El desplazamiento territorial es el traslado del trabajador del lugar donde habitualmente presta servicios a uno distinto, además la ley no establece diferencias entre el traslado temporal o el permanente, por lo que creemos que en ambos casos ocasionan un cambio en el entorno del trabajador, sea justificado o no, debido a que se modifican las condiciones laborales, sociales y familiares. • Si el traslado del trabajador de su centro de trabajo a otro ocasiona un perjuicio al trabajador, entonces Sí se configura un acto de hostilidad, por lo cual, el trabajador tendría que presentar una carta de cese de actos de hostilidad al empleador, solicitando el cese de dichos actos. • En el contrato de trabajo, en el reglamento interno de trabajo y en el manual de funciones se establecen las cláusulas normativas, reglamentarias que regularán las relaciones laborales del trabajador y el empleador. Si previamente el trabajador tuvo conocimiento de que dentro de las características de la función que desempeña se encuentra su desplazamiento, no configuraría un acto de hostilidad debido a que no existe la intención del empleador de causar un perjuicio, sino dicha medida es tomada de acuerdo con las necesidades empresariales del puesto y de la empresa. 6.Bibliografía • ALEMÁN PÁEZ, F. La movilidad geográfica. Problemática social y régimen jurídico, p. 51. • CRUZ VILLALÓN, Jesús La movilidad geográfica del trabajador y su nuevo régimen legal. p. 87. • NEVES MUJICA, Javier. Introducción al derecho del trabajo. 2.a ed, p. 37 Fondo Editorial PUCP. • PLA RODRÍGUEZ, Américo. “Curso de Derecho Laboral”, Ed. Acall, Montevideo, 1978. T. II, vol. I, p.176; ídem jus variandi en Estudios sobre Derecho Individual de Trabajo en Homenaje al Profesor Mario L. Deveali, Ed. Heliasta, Buenos Aires, 1979, p. 204. • TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo y otras instituciones del Derecho Laboral. 2.ª ed. Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 225. N.° 332 Primera Quincena - Agosto 2015