“No había logrado estar en proyectos que capturaran el espíritu de

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LATERCERA Sábado 11 de junio de 2016
Sociedad
Espectáculos
Laverne Cox
Actriz
“No había logrado estar en
proyectos que capturaran
el espíritu de esta época”
R La primera transgénero en ser
is the new black habla con La
Tercera del cuarto ciclo de la
serie, que debuta este viernes.
Andrés del Real
nominada al Emmy se refiere a
sus motivaciones profesionales
y a sus próximos desafíos.
ICONO DE MINORÍAS
Los Angeles (EE.UU.)
Como todo proyecto exitoso, los
principales inconvenientes con los
que debe lidiar ahora Orange is
the new black tienen que ver con
su propia popularidad. Después
de tres temporadas, 16 nominaciones al Emmy y seis a los Globos
de Oro, los realizadores de la serie
de Netflix que muestra el día a día
de un grupo de reclusas de una
prisión de mínima seguridad -la
más vista de las producciones originales de la compañía de streaming-, tuvieron que hacer malabares para coordinar las extensas jornadas de grabación de su cuarto
ciclo. Esto ya que su elenco, en su
mayoría integrado por actrices
desconocidas hasta hace un par
de años, actualmente figura lleno
de proyectos y ofertas en paralelo para cine, teatro y televisión.
Por eso no es extraño que en los
primeros capítulos del cuarto ciclo
de la producción, que Netflix estrenará este viernes 17, la popular Laverne Cox aparezca en pocas escenas y sin sus compañeras de reparto: mientras su personaje en la
En 2014
Cox se convirtió en la
primera
transgénero
en aparecer
en la portada
de Time.
REFERENTES ACTORALES
“No soy la actriz más sutil,
no es natural para mí, tengo
que estudiarlo de otros. Soy
ancha, soy grande, tengo
una personalidad fuerte”.
DESAFIO PENDIENTE
“Todavía sueño con
interpretar a Lady Macbeth,
ya sea en teatro en una
película. Espero hacerlo
alguna vez”.
trama, la peluquera Sophia, pasa
sus días en aislamiento debido a la
brutal pelea que protagonizó con
otra interna al final de la tercera
temporada, en la vida real la actriz
debió coordinar las grabaciones de
la serie con su trabajo en dos nuevos proyectos: el próximo drama legal de la cadena CBS (Doubt) y un
remake para la TV de la película de
culto The rocky horror picture
show (1975), que debutará en octubre.
Lo anterior no es casual: desde el
estreno de Orange is the new black,
en 2013, Cox se convirtió en una de
las favoritas del público y en todo un
ícono para las minorías sexuales en
Hollywood, en especial luego su
nominación al Emmy, la primera
para una mujer transgénero en la
historia del galardón.
“Durante muchos años no logré
participar en proyectos que capturaran el espíritu de esta época, así
que intento aprovecharlo”, dice a La
Tercera la actriz de 32 años, quien
efectivamente ha aprovechado su
fama para visibilizar los derechos de
las personas trans: ya sea en la portada de prestigiosas revistas, en su
columna para The Huffington Post
FOTO: NETFLIX
R La actriz revelación de Orange
o en las alfombras rojas, todo lo que
hace Cox es un nuevo hito para las
minorías sexuales en pantalla.
“Somos muy afortunados de tener
tantos seguidores, de haber sido
nominados a todos esos premios y
de los elogios de la crítica. Es algo
muy especial así que no quiero dar
nada por hecho ni asumir que tendré este tipo de oportunidades por
el resto de mi carrera”, asegura.
Después de tantos reconocimientos y exposición, ¿qué cosas la siguen motivando y desafiando en
Orange is the new black?
La temporada pasada, en realidad
las dos últimas, fueron un desafío,
porque tuve que hacer cosas que no
había hecho nunca, explorar otros
aspectos y elementos del personaje. En ese sentido, todos los días los
veo como una oportunidad de
aprender algo nuevo, que puede
ser del director, de otro actor, algo
que yo descubra en el momento...
esa es la satisfacción que me da el
proyecto y espero seguir teniendo
ese espacio para crecer.
¿Ve difícil trabajar en otras series
luego del éxito de Orange...?
Simplemente será diferente. En los
últimos años he hecho reality
shows, he sido invitada especial de
otros programas, hice un nuevo piloto para CBS también. Cada ambiente de trabajo es distinto, la televisión es una plataforma inherentemente colaborativa y en cada
cadena será algo diferente. Finalmente, se trata de adaptarse, es parte de mi trabajo.
Su carrera se ha caracterizado por
romper esquemas. ¿Cuáles son sus
referentes para su trabajo actoral?
Me encanta inspirarme en otros.
Muchas veces veo series o películas
como escape, pero también para
ver cómo actores y actrices resuelven ciertas situaciones. Hay ciertas
actrices que tiendo a estudiar más,
que tienen esta sutileza... porque no
soy la actriz más sutil, no es natural para mí, tengo que estudiarlo.
Soy ancha, soy grande, tengo una
personalidad fuerte. Es muy raro,
porque siempre me han pedido refrenarme, hacer menos.
¿Hay algún papel que aún sueñe
con interpretar?
Todavía sueño con interpretar a
Lady Macbeth, ya sea en teatro en
una película. Hay algo con el lenguaje de Shakespeare que es único, así
que espero hacerlo alguna vez.b
COLUMNA DE MUSICA
Los Tetas e Illya Kuryaki: Mejor juntos que invitados
N
o tiene que ver con
chauvinismo ni con esa
penosa tesis de que hay
que apoyar al músico
chileno, como si fuera desvalido o
incapaz. Pero pocas veces la jerarquización de un cartel levantó
tantas dudas respecto de cuánto
se aprecia lo local, y del ingrato
rol del telonero, como a partir de
ese afiche que anuncia el próximo
show en Santiago de los argentinos Illya Kuryaki and The Valderramas con la inclusión en calidad
de “banda invitada” de los chilenos Los Tetas.
Musicalmente hablando, no hay
discusión posible: la cita fijada en
el Teatro Cariola para el 7 de julio
convoca a dos cultores clave del
funk sudaca y que además coinci-
Mauricio
Jürgensen
Periodista de música
Pocas veces la
jerarquización de
un cartel levantó
tantas dudas.
den en época (los transandinos
partieron en 1990, cuatro años
después los de Corazón de sandía)
y una fraternidad verídica entre las
bandas con invitaciones mutuas
rastreables desde 1997 hasta la fecha. Y si el criterio de ordenamiento respondiera a la exposición continental, la dupla de Emmanuel
Horvilleur y Dante Spinetta efectivamente tuvo una repercusión
mayor más allá de sus fronteras,
aunque Los Tetas también alcanzaron a visibilizar su repertorio en
países como Colombia y la misma
Argentina, antes que las dos agrupaciones entraran en receso y se
reactivaran en 2011 para cobrar los
créditos de la nostalgia funk.
Entonces, ¿hubiera ser un error
poner a los chilenos como plato de
fondo? ¿No correspondía la gentileza, al menos, por ser los dueños
de casa? ¿O será que el afiche en
cuestión sólo confirma la idea instalada en el espectáculo nacional
de que el grupo chileno no tiene
otro destino que ser telonero del
crédito internacional, no importando quién sea?
El caso de Los Tetas como banda
invitada de un conjunto muy equivalente -y si nos apuramos un
poco hasta quizás con menos méritos artísticos-, asoma como otra
de las interrogantes no resueltas
sobre la condición de telonero.
Pero también invita a pensar en
nuevas fórmulas para evitar el
ninguneo y, de paso, mantener
vivo el negocio. Por ejemplo, la de
unir fuerzas en vez de desgastarse
en una “ley del teloneo” que busca
mejorar condiciones para ese rol
con el riesgo evidente de perpetuarlo para el músico nacional. Joe
Vasconcellos Nano Stern y Juan
Ayala tomaron el toro por las riendas y fijaron show conjunto bajo el
nombre-concepto de Cachipún y
con fechas previstas para el viernes 1 y sábado 2 de julio en el Nescafé de las Artes. Un formato simple, pero eficaz: las propias, las de
los otros y dos nuevas, todos apatotados y convencidos de que juntos son más, como podrían replicar
otros créditos de la música chilena
que se desviven por llenar un Caupolicán, cuando quizás la solución
esté en mirar para el lado y renunciar a ser el arroz graneado cuando
eres el plato principal.
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