“El diálogo con otras ciudades permite conocer buenas prácticas y cambiar paradigmas” Mta. Mónica Tapia Álvarez Secretaria Técnica/Directora Somos Ciudad de México/Synergos México Gobierno del Distrito Federal Entrevista del 23-10-2014 Mónica bienvenida a este ejercicio, le agradecemos mucho su presencia para estos Diálogos para una Ciudad Global. Nos gustaría empezar sabiendo un poco de lo que usted hace, primero presentándose con su nombre. Primero que nada soy ciudadana interesada en política públicas, procesos de deliberación democrática y en el desarrollo social. Soy Internacionalista, tengo una Maestría en Planeación y Política social para el Desarrollo y he trabajado muchos años del lado del Gobierno, pero también del lado de la sociedad civil. Durante diez años fundé y dirigí una organización que justamente su propósito era fortalecer a la sociedad y a la sociedad civil organizada. Actualmente trabajo en una organización internacional dirigiendo la oficina de México, en “Synergos”, que significa trabajar juntos. El propósito de la organización es: cómo trabajamos mejor entre gobierno, sociedad civil y empresas para resolver problemas complejos, el combate a la pobreza, la desigualdad, procesos de prevención de violencia, condiciones efectivas de paz y crecimiento económico. Reconocemos que el gobierno o solo las empresas no lo pueden hacer todo; y esto es lo que llamamos el ecosistema de actores, el tener una visión conjunta entre gente, organizaciones e instituciones que tienen distintos puntos y perspectivas dentro de un problema complejo pero que ayudan a resolverlos. Desde su perspectiva, ¿Ve importante un proceso de internacionalización de la Ciudad de México? Es prácticamente necesario y ya no es una opción. La Ciudad de México es una Ciudad internacional desde sus dimensiones; la cantidad de personas que viven aquí, es un punto de atracción a nivel nacional e internacional. La Ciudad de México la veo como un puente entre Norteamérica, Europa y América Latina. Somos un centro donde se produce, se traduce, se expone a muchas personas lo que es la cultura latinoamericana; por tratados de libre comercio, migración, vínculos históricos y tenemos una relación importante incluso con Asia y con el Pacífico. Somos y estamos en medio de esta red de relaciones globales, y somos una Ciudad donde se converge, donde aterrizan los aviones, donde se produce, donde se abren oficinas para atender y hacer puentes. No es una opción, es una realidad, y el tema es qué tanto se aprovechan estas oportunidades, sobretodo el Gobierno de la Ciudad de México y los ciudadanos que vivimos aquí. Últimamente, he pensado que la Ciudad de México se ha convertido en una ciudad glamorosa para vivir, y aunque nos sorprende mucho, cada vez me topo con más extranjeros que quieren venir a vivir a México, que dicen que la mejor época de su vida la vivieron aquí, y aunque uno padece el tráfico, la inseguridad, los problemas de la contaminación, yo sí tengo un arraigo muy fuerte por esta Ciudad y no me gustaría vivir en otro lugar. Creo que tiene la mezcla perfecta entre lo que se puede hacer con ella y lo que puede cambiar, y todos los activos que hay para eso, y al mismo tiempo, los retos que presenta el cambiarla, el transformarla y que se convierta en un lugar mejor para todos. Concretamente, a partir de una estructuración internacional para la Ciudad, ¿Cree que la Ciudad se puede beneficiar de este proceso? Primero habría que entender qué es una ciudad global, y me gustaría definir con varios elementos. El primero, es esta interconexión con el mundo y ser parte de estos flujos turísticos, de telecomunicaciones, de vecinos, pero también el tipo de movilidad es fundamental: por ejemplo, cuando una empresa abre un negocio aquí, una empresa transnacional o una empresa nacional, cuánto tiempo le toma a sus empleados llegar a su trabajo, cuánto te toma llegar de tu casa a tu empleo, cómo está interconectada la Ciudad con otros lugares, con otras regiones, pero también, cómo está interconectada y cómo se mueve la gente dentro de la propia Ciudad, y en ese tema el transporte público, no el privado, es fundamental. Todas las ciudades globales del mundo de estas dimensiones tienen muy buen sistema de transporte público o lo están construyendo o están en ese proceso; Londres, Tokio, mueven a millones de personas por el sistema de transporte público y no están pensando en hacer autopistas o segundos pisos. El segundo tema es la calidad de vida y cómo esto es fundamental para atraer capital humano, talento que ayuda a la productividad y cómo retenerlo. Hemos ido perdiendo ese atractivo para que la gente que es talentosa no migre, sino que se quede aquí y que tenga oportunidades para hacerlo, y en ese sentido, también las universidades juegan un papel fundamental; pero así como hay estos centro de conocimiento, se necesita tener un barrio vivible, un parque caminable, una banqueta, que es parte de la calidad de vida, y que no es nada más el clima y el trabajo, sino también cómo vivo, cómo me relaciono, qué comunidad tengo, y tampoco es sólo la familia, es dónde estoy, cómo estoy como comunidad. Un tema fundamental es si la Ciudad está hecha para los jóvenes, para los niños, para las familias, para las parejas, para los adultos mayores, y cómo nos volvemos incluyentes o pensamos en calidad de vida para todos estos grupos, para los indígenas, para los migrantes. En tercer lugar que sea abierta a la innovación, a la vanguardia; no podemos pensar en ser una ciudad global y en ser el centro de atracción de este circuito, sino dejamos que haya un ambiente propicio para las nuevas ideas, para los nuevos paradigmas, para los artistas visuales, la música, los museos; esa vida cultural es algo que hace parte de lo que constituye una ciudad atractiva, también para abrir un nuevo negocio, para emprender una nueva idea y para que se concrete. Finalmente, pensar en el tema de justicia, cómo creamos una ciudad justa, en términos de sus brechas, de las grandes desigualdades que existen en todas estas ciudades latinoamericanas. Creo que las ciudades globales representan un reto mayor, como tenemos una élite que se mueve de cierta forma, viaja en avión, está conectada con otras élites globales y nunca va y conoce a los grupos, nunca conoce la ciudad, nunca ha estado en ciertas partes de la ciudad, ¿cómo empezamos a crear espacios donde las clases sociales interactúen y que existan estos canales de movilidad social? Así mismo hablar de justicia en el sentido de impartición de justicia, de crear cultura de la legalidad y que haya certidumbre en cómo se acata y se sanciona la ley. En este sentido, es relevante la gobernanza y el pensar que no sólo esas élites globales e internacionales tienen acceso a ciertos bienes y servicios, sino que todo mundo, cualquier persona tiene acceso a ellos y se les respetan sus derechos humanos. Ya nos introducía un poco estos aspectos a tomar en cuenta, ¿Qué debilidades o retos encuentra en la Ciudad para aspirar a ser una ciudad global, una ciudad amigable con el extranjero y que se conecte bien con el exterior? Creo que hay un tema político, el clientelismo, el corporativismo, y que es uno de los patrones que muchas ciudades globales padecieron en algún momento de su historia. Nueva York tiene muy claro el tema de intercambio de favores, de clientelas políticas y cómo permea en la distribución de puestos de trabajo dentro del gobierno local, las delegaciones, las concesiones, la forma en cómo se planean proyectos; pero en algún momento hubo un choque entre la gente que quería una ley que se cumpliera para todos, que quería que se otorgaran por medio de méritos los puestos de trabajo, que quería que se legislara a partir de un interés general, y no de intereses particulares, y cómo en muchos lugares se reformó y limitó la corrupción y el clientelismo. Creo que para México ese es el reto mayor. Me quedó muy claro que en el tema de movilidad y transporte público el mayor problema son las concesionarias. El día que me senté en un diálogo multiactor a hablar con una persona que tenía una concesión de transporte, me dejó claro que el problema era el intercambio de favores, que no había concesiones transparentes, que no había certidumbre sobre su concesión y que vivía a merced de los favores políticos con respecto al funcionario que estaba a cargo, y que tenía que hacer acarreo para poder mantener su concesión. Ese día me cambió la visión de por qué el transporte público no estaba bien construido en esta Ciudad; creo que conforme uno le busca, muchos de los problemas están relacionados con esto, los usos de suelo, cómo se obtienen, el tema de corrupción y de intercambio de favores, a partir del dinero y del poder está permeando todo, y el día que eso empiece a cambiar, vamos a vivir en una Ciudad diferente. Otro reto grande que veo, es que al gobierno es bueno en el discurso y en la firma de convenios internacionales, pero muy malo en la práctica de respeto de derechos humanos y de la democracia. Un día puede firmar el acuerdo “X por la paz”, y al día siguiente mandar a granaderos y arrestar a periodistas y a estudiantes. Esa falta de coherencia entre el discurso y la realidad de las instituciones y de la autoridad es uno de los problemas mayores. Pensando en la relación de la Ciudad al exterior, ¿Con qué actores o regiones cree que debería ser prioritario internacionalizarse y en qué temas?, o ¿Cree que cada región tiene un tema diferente? Creo que las ciudades están viviendo un cambio de paradigma muy grande, y esta es la gran oportunidad; las ciudades, los gobiernos locales, las sociedades civiles y las empresas estamos en una intersección fundamental por temas de cambio climático, por temas de competitividad, por los mismos procesos de globalización, de desigualdad y de inseguridad tenemos que aprender unas de otras. Acabo de estar en Los Ángeles, y me sorprendía que en esta ciudad de coches, disturbios raciales y de discriminación va a cambiar hacia un nuevo paradigma, y si empiezas a ver y hablar con gente que te empieza a enseñar, te das cuenta que está cambiando, y de una manera inesperada. Están construyendo un sistema de transporte de trenes que jamás se hubiera pensado; están creando un sistema de transporte público, están regenerando un rio que estaba abajo del concreto, están haciendo proyectos de gran envergadura, pero con esta visión del cambio de paradigma y no es fácil. En este tipo de ciudades como la Ciudad de México que son inmensas y tienen retos gigantes, además de las cuatro o cinco ciudades que hay alrededor; es que no atendemos los temas de planeación urbana, de construir una ciudad de otra forma. Estos mismos problemas los estamos viviendo junto con Medellín, Bogotá, Montevideo, Bueno Aires, Sao Paulo que está peor en tráfico que México; y encontramos muchas similitudes. Al final cuando se trata de cómo construir espacios de concertación social y de colaboración, porque un sistema de transporte público no lo va a crear el Alcalde solo o un delegado; se tiene que crear con empresas, con Gobierno Federal, con coordinación de gobiernos metropolitanos. Todavía nos hace falta construir esta infraestructura institucional y el software humano de colaboración. ¿Qué haría falta para construir en esta parte de las estrategias internacionales algo más sólido institucionalmente? Tres cosas. Primero, que nos creamos que sí somos un actor global, y que en ese sentido hay gente que quiere venir a trabajar a México, con el gobierno de la Ciudad de México y con la sociedad civil. En algunos eventos me dicen: “Ah! ¿tú eres de México? Quiero platicar contigo. ¿Eres del Gobierno?”, y decía “no”, “ah, pero igual quiero platicar contigo”. Debemos creer que sí somos un lugar atractivo y global. Hacer vínculos al hablar con Estados Unidos, hablar con América Latina, con otras ciudades latinoamericanas. El segundo punto es que el gobierno sea coherente entre el discurso y la práctica. Los funcionarios que nombra, que están a cargo, que toman decisiones son igual de importantes, muchas veces son más importantes que el Alcalde. Los Congresistas, los Representantes de la Asamblea, los Delegados son fundamentales y no son figuras menores. En cuanto al andamiaje institucional y los procesos de colaboración se deben crear como muchas capas o espacios de confianza, de diálogo y de debate, no es un diálogo bonito y bueno, sino de conflicto que nos lleve a mejores soluciones. Cuando digo distintas capas es hablar desde el nivel de barrio y los parquímetros, nivel de las delegaciones, los potenciales cabildos y los contrapesos a los delegados y alcaldes, los espacios de coordinación con municipios, y con esta Ciudad que es totalmente conurbada y que más de la mitad de la población ya vive en otro lugar por lo que se presentan muchos flujos. Estos espacios con el Gobierno federal y con sus Secretarías no sean para estacionarse en el Zócalo, sino realmente para crear políticas que bajen al territorio. Igualmente es importante un diálogo con otras ciudades de las cuales podemos aprender. Nueva York ha tenido una transformación fantástica en los últimos veinte años, de ser una ciudad insegura, de donde estaban huyendo la mayoría de las empresas globales, a convertirse en un punto de atracción turístico, financiero y realmente a volverse una ciudad global. Chicago y Los Ángeles están justo en ese proceso, por lo que es muy importante que nosotros como Ciudad de México nos unamos a ese cambio de paradigma junto con otras ciudades latinoamericanas. No nos ubico solamente viendo a las ciudades americanas o europeas; tenemos mucho que aprender de Sao Paulo que con todas sus problemáticas es muy interesante; por ejemplo, el tema de las Subprefecturas, los niveles debajo de la Alcaldía, el proceso democrático que se da con los Consejos de Participación; y en cuanto a Buenos Aires todo su tema de coordinación metropolitana. Hay mucho que aprender y dialogar. Es importante no tenerle miedo al conflicto porque el conflicto es algo bueno y sano para poder sacar nuevas soluciones. La sociedad civil presiona por causar justas y los funcionarios públicos deben verla como aliado, no como enemiga; somos aliados, no del funcionario en turno, no de la política en turno, sino de mejores soluciones para el futuro. Hablaba de los tiempos políticos, al respecto, ¿Cómo podríamos garantizar la sostenibilidad de un proyecto sólido para una estrategia internacional que no dependa de estos tiempos? Es construir visiones en común de distintos actores. Hemos pensado que el Gobierno, el Alcalde, el Presidente, es a quienes tenemos que influir porque él o ella es el que va a cambiar todo; pero creo que hemos desaprovechado visiones de distintos actores, de construir estos ecosistemas para que ellos sean los que sostengan y mantengan el tema en la agenda independientemente del alcalde. Así mismo, a la Ciudad de México le hacen falta varios “InPlan”, por decir una solución global, es decir, institutos de planeación transexenales, no algo como SEDUVI; es un instituto más allá, más ciudadanizado y más permanente. Creo que en estos procesos de internacionalización los actores empresariales son fundamentales, el cómo se pierde o se gana competitividad a nivel local y a nivel global, depende mucho de las condiciones de una ciudad; si a uno le toma tres horas llegar a su trabajo empieza a pensar en mudarse. Entonces el tema de la competitividad es fundamental, pero en aras de la competitividad o progreso, no se debería de sacrificar sino que se debería de ver como condición de largo plazo, la inclusión. La inclusión es lo que permite que la Ciudad sea diversa, multicultural, atractiva, que tenga eso que no es nada más el dinero, el ingreso y el trabajo, es cómo vive uno y quién es uno, más allá de su trabajo y de sus recursos; ésto da mucho sentido de pertenencia y en la medida en que nos tomamos estos como proyectos personales, cómo quiero hacer a mi ciudad mejor, va a haber más gente interesada en mantener esos procesos más allá del sexenio o de quien esté a cargo en ese momento. Mencionaba a los sectores empresariales como uno de los actores importantes a tomar en cuenta en este proceso, ¿Hay otros actores que sea fundamental involucrar? A los vecinos. El pensar en cómo debería de ser tu barrio es fundamental, y a medida que dices cómo quiero que sea mi barrio, empiezas a involucrarte en estos otros temas más grandes, cómo quiero que mis hijos crezcan, dónde quiero que jueguen, a qué tipo de escuela y el trayecto de aquí a la escuela, cómo quiero que sea. También involucrar al empresario y al funcionario como vecino es igual de importante. Hace falta, a pesar de que hay muchas organizaciones en esta Ciudad y es el lugar dónde hay más organizaciones de la sociedad civil; hay pocas que trabajan los temas locales. La mayoría hemos trabajado temas nacionales, por lo que se presenta un déficit de quién está preocupado por el tema del agua en la Ciudad de México, el tema de la transparencia en la Ciudad de México; y no en el Congreso o el Senado, hace falta más organizaciones ciudadanas y voluntarios que piensen en estas causas, así como procesos de gobernanza de la propia Ciudad. ¿Qué mecanismos de participación cree que de su sector se podrían establecer para apoyar al Gobierno en esta internacionalización? Y de la misma forma, ¿Cómo cree que el Gobierno pudiera ayudar con sus capacidades a una mayor proyección internacional a los sectores sociales que representa? La manera tradicional ha sido los eventos internacionales del lado tanto gubernamental, como del lado social; el evento o congreso internacional. Ese medio está bien, pero creo que hay que ir mucho más allá en cómo aprovechamos las experiencias y las mejores prácticas internacionales para debatir mejor y ver qué nos pueden enseñar. En ese sentido, cómo hacemos viajes o jornadas de aprendizaje, cómo haces un viaje para ver algo específico, cómo van a Medellín un grupo de funcionarios públicos, un grupo de organizaciones, a entender mejor y a crear una visión en común de las soluciones que pueden estar habiendo en Medellín de transformación urbana y de temas de seguridad ciudadana. Otro aspecto hace referencia a cómo haces que estos procesos de diálogo sean más amistosos y menos formales; no es la mesa cuadrada del funcionario inaugurando y yéndose, sino que sean espacios de conocer proyectos. Existe un espacio importante donde el Gobierno del D.F. está empezando a conocer la Junta de Asistencia Privada y a la IAP’s que es básico; ¿pero qué es la sociedad civil para muchos funcionarios públicos? ni siquiera tienen este concepto en la mente, no conocen los proyectos, no saben lo que aporta a una Ciudad hasta que van a otro país dicen: “ah! Central Park, ósea, ¿Cómo? ¿El Gobierno le da dinero a una organización que se encarga de la conservación del parque?” Sí, y así junta el 70% de sus recursos. Central Park no está subsidiado por el gobierno de Nueva York, está hecho por recursos de vecinos que gracias a una organización que se dedica a hacer alianza público-privada, consigue mucho más. Central Park tiene 40 millones de visitantes, por lo que ésto no lo podría hacer un gobierno, ni una organización sola. La internacionalización tiene que ayudar a abrir la visión de qué es el sector social, pero regresar a México a decir: “Ok, ¿quién es el equivalente aquí? No me quiero traer a la organización que conserva parques en Nueva York y ponerla a trabajar aquí”. Es decir, es cómo encuentra el gobierno a esos actores que podrían cumplir una función parecida en México; y los hay o tienen mucho potencial de haberlos. Generalmente un joven o alguien que está en una organización más pequeña, con cierto impulso y cierta concertación con gobierno y con empresas, se puede volver algo de esa escala. Falta no sólo dar discursos, sino involucrarse en ver quién es quién, mapear a los actores, construir estos procesos de cómo se podría colaborar mejor. Hace poco conocí el sistema de empleo juvenil en otras ciudades y es básico el trabajo de organizaciones, de empresas, sino se convierte en una oficina donde piden que te registres y te atienden a medias sin todo este grupo de otros actores que colaboren. Por todo lo anterior los procesos de internacionalización deberían de ayudar a decir que el gobierno sólo no puede. Perfecto, y ya para terminar, una imagen de la Ciudad, una postal que cree que represente a la Ciudad de México en esta dimensión internacional. Casi todos los días camino por Coyoacán, por Francisco Sosa; pero en realidad son los callejoncitos que cruzan esa calle, la plaza de Santa Catarina, llegar a los viveros, llegar al metro Miguel Ángel de Quevedo; donde siempre estoy pensando en algunas tendencias globales que veo ahí. Es el tema de los espacios públicos, la calidad de vida que dan los viveros, el espacio de la arquitectura y del patrimonio que tenemos y el tema de la movilidad; cómo cada vez más queremos vivir en lugares así, es decir, diversos y con soluciones prácticas para nuestra vida cotidiana. Cuando llevo a extranjeros por este paseo, para ellos es vivir en el lugar más fantástico del mundo, y sí, estoy convencida de que vivo en uno de los lugares más emocionantes y vibrantes y diversos; pero tiene muchos peligros alrededor, la incertidumbre de qué va a suceder con los viveros, al metro, las banquetas, los robos en callejones. Este lugar representa todo el gran potencial y los enormes riesgos, amenazas y fragilidad de la Ciudad. Muy interesante la imagen. Para terminar, le pido que mire a la cámara y diga la frase final. Soy Mónica Tapia y esto es Diálogos para una Ciudad Global.