Ortega: dos lecciones de metafísica

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Breve resumen de “Unas lecciones de metafísica” Ortega y Gasset.
Son pocas las veces que uno se acerca a un libro y de pronto se asombra porque este le a
preguntado al lector por su vida. Son tantas o la mayoría de las veces en las que
cuestionamos al libro, pero son tan pocas las que este nos pregunta, y no sólo ello, sino
que nos pregunta por nuestra vida, y al darnos un paseo por nuestra memoria, nos
repetimos la misma pregunta, pero esta vez de nosotros a nosotros, ¡cuánto tiempo,
permanecía olvidada! Habrá sido la lluvia de tantos años la que ha ido difuminando
nuestros colores hasta no ver nada más que en blanco o negro, ni siquiera conjuntados.
Si más rollos, vamos al resumen de las dos primeras lecciones...
Lección I
“...vamos a estudiar Metafísica, y eso que vamos a hacer es, por lo pronto, una
falsedad.” Esto vale para otras disciplinas, no es exclusiva de la Metafísica; por ello
estudiar será una falsedad. Esto puede producir dos cosas que tanto puede ser atribuido
a los alumnos que asistían a las lecciones como al lector como somos nosotros en este
momento, o bien puede desinteresarno de un principio y lo dejemos de lado, la
despreciemos, o bien que sintamos curiosidad por dicha afirmación y continuemos, los
alumnos asistiendo a las lecciones, como nosotros con la lectura de las mismas. Por qué
existen las diciplinas? Porque hombres la necesitaron y las crearon, “si las encontraron
es que las buscaron y si las buscaron es que las habían menester, que no podían, por
unos u otros motivos, prescindir de ellas. Y si no las hubieran encontrado habrían
considerado fracasadas sus vidas.” (recordemos de Heidegger: necesidad y vida),
“verdad es, aquello que aquieta una inquietud de nuestra inteligencia... la precisa busca
se calma en el preciso hallazgo... que la Metafísica no es Metafísica sino para quien la
necesita... para quien no, es una serie de palabras que carecen de sentido.”
Ahora bien, esta necesidad puede ser de varias maneras; bien puede ser una necesidad
creada desde fuera, desde el exterior, “no ha surgido en mí, sino que me es impuesta
desde fuera”, o bien es una necesidad mía, sentida por mí, creada por mí, desde mi
interior, sin ser externa la imposición o necesidad creada. En la primera a lo sumo
podemos reconocerla pero no sentirla como ocurre en la segunda, siendo esta una
auténtica necesidad.
“Yo necesito poco y ese poco lo necesito muy poco” Necesita poco alimento y poco es
su afecto a la vida y por ello poca necesidad de la comida, cosa exterior. Esta necesidad
exterior, es una falsedad, no auténtica, no brota en nosotros, no la sentimos nuestra y
eso nos fuerza poco a poco a ser falsear nuestra vida. Si esta necesidades externas no
son auténticas, cómo lo va a ser el estudiar, cosa externa, impuesta y que se ha querido
que fuera necesidad interna, naciente desde nuestro interior; pero eso como vemos no es
posible. ¿Es una necesidad inmediata, auténtica la necesidad del estudiante o por su
contra es una necesidad mediata, falseada y con poca satisfacción? “la vaguedad de este
afán declara su escasa autenticidad”, seguro que no les ocurría a los que crearon y en
ello su vida, un saber. “Y es que la situación del estudiante ante la ciencia es opuesta a
la que ante ésta tuvo su creador” Uno tiene deseos (no existe si previamente no existe la
cosa deseada) y el otro una necesidad (existe sin que tenga que preexistir aquello que
pueda satisfacerla). El estudiente se encuentra la ciencia ya hecha cuando va a
estudiarla, mientras que el creador no le viene dada, sino como bien dice la palabra, la
crea, la busaca, la necesita “corrigen, renuevan, recrean la ciencia.” En cambio, el
estudiante que se enfrenta con la ciencia dada es obligado “ fingir que siente una
necesidad que no siente” Esto no quiere decir que hayan excepciones entre los
estudiantes, claro que si diésemos esta opción, cerraríamos el camino y eso es lo que no
queremos, sino todo lo contrario. “Ser estudiante es verse el hombre obligado a
interesarse directamente por o que no le interesa o a lo sumo le interesa sólo vaga,
genérica o indirectamente.”
“aficionado” (el que ama verdaderamente algo o el que sólo es amateur) cómo no,
tienen por lo menos dos sentidos; lo mismo ocurre con “curiosidad” (ver Heidegger)
viene de cura, cuidados, cuitas, procupación; curioso, “se preocupa de su ocupación”.
Pero también puede ser tomado como “vicio, fingir por o que no nos da en rigor
cuidado, un falso preocuparse de las cosas. Y es la auténtica curiosidad, la preocupación
la que llevó a la busca de las verdades a los que hicieron ciencia, creando unos saberes.
La otra curiosidad es la que más abunda por los pupitres de nuestras aulas. “¿Quién va a
pretender que el joven sienta efectiva necesidad, en un cierto año de su vida, por tal
ciencia que a los hombres antecesores les vino en gana inventar?” Nos estamos
dedicando tal vez con esta lectura, dependiendo de cada uno de nosotros, a “una
necesidad muerta y un falso hacer”, nos falsificamos. “Ser hombre es ser lo que
irremediablemente se es. Y hay los modos más distintos entre sí de ser hombre y todos
ellos igualmente auténticos” (ciencia, negocios, políticos, religisos) a lo que llama
Ortega “necesidades constitutivas e inmediatas de la condición humana” Sin embargo,
esto ¿no es cómo ser estudiante?, “ser algo artificial que el hombre se ve obligado a ser;
pero supongo que como dice, más tarde nos explicará por qué esas son las condiciones
humanas. Es la enseñanza donde más se da esta falsedad del hombre, y no parece que
ocurra con las supuestas condicones, pero dejémoslo de moemnto y resumamos sin más
como mero oyente y luego, más tarde cuando tengamos otro ratito para la Metafísica lo
cuestionaremos; “claro es que si el estudiante, sea por lo que sea, no aprende, el
profesor no podrá decir que enseña, sino, a lo sumo, que intenta, pero no logra enseñar.”
Conforme aumentan los campos del saber menos interesará al estudiente, no tendrá la
necesidad.
“Porque como la cultura o saber no tiene más realidad que responder y satisfacer en una
u otra medida a necesidades efectivamente sentidas, y el modo de transmitir la cultura
es el estudiar, el cual no es sentir esas necesidades...” cómo resuenan las palabras de
Heidegger cuando habla de la ciencia y la necesidad, en cómo poco a poco el espíritu ha
sido interpretado como inteligencia instrumental, no vayamos más allá por el
momento...Aun así queda por debajo intacto el hombre, quedará bárbaro, asimilando,
recreando y revitalizando dentro de sí ese saber. Y es ebido a todo esto por lo que
hemos creado al hombre actual, un nuevo bárbaro.
Todo esto no quiere decir que no haya que estudiar y tirarlo todo por laborda, sino que
este estudio debe seer necesario, pero como hemos visto no como tal cual está montado
actualmente; puesto que estudiar es una necesidad humana, hay que sentirla, no ha de
ser impuesta como es el código de circulación, como algo impuesto como necesidad,
desde nuestro exterior; “mal puede nadie entender una respuesta cuando no ha sentido la
pregunta a que ella responde” Volvamos a recordar la pregunta con la que se inaugura la
Metafísica de Heidegger: ¿por qué es el ente y no más bien la nada? Pregunta abierta, la
primera, que ha de ser un preguntar auténtico, inaugural, un acontecimiento, no una
mera palabrería sin sentido, sin su significado a causa de un olvido o de una intención.
Un saber necesario e inútil, una contradicción, casi es la aporía de los discursos
platónicos... “enseñar no es, primaria y fundamentalmente, sino enseñar la necesidad de
una ciencia, y no enseñar la ciencia cuya necesidad sea imposible hacer sntir al
estudiante.” La metafísica es algo que el hombre hace. Es hacer tiempo. incluso el que
no hace nada, hace algo, la nada, el aburrimiento o suicidio es como normalmente se
expresa. “el hombre hace Metafísica cuando busca una orientación radical en su
situación.” Orientación en nuestra vida, eso quiere decir, ¿qué estamos en una continua
desorientación y que por ello necesitamos la metafísica? ¿qué dificultad orientarse con
algo que no se sabe muy bien qué es y cómo puede por tanto orientarnos? Orientación
en cada una de nuestras situaciones, de nuestras porciones de vida, “la situación del
hombre es la vida, es vivir.” La vida es una radical desorientación. Y por ello la
necesidad de la Metafísica.”
Cuando acabemos el resumete de las dos primeras lecciones, haremos una breve
referencia a un texto dedicado al papel de la Universidad para el hombre...
Lección II
La desorientación es la esencia del hombre, pero ¿cómo orientarse? ¿qué es estar
orientado, “saber lo que son las cosas”? Y en seguida nos asalta una nueva cuestión:
¿sabemos qué es el saber? “suponer como cosa sabida lo que es el saber y lo que es el
ser de las cosas, es apoderarse del cual se hace consistir el conocimiento, ha sido el uso
constante de la Filosofía”. ¿cómo vamos a dar por sabido lo que es el saber si hemos
dicho que la esencia del hombre es la des-orientación? ¿cómo vamos a apoderarnos de
las cosas desde tal desorientación? ¿No hay que definir el saber? ¿cómo dar las cosas
por sabidas, cuando estamos desorientados y buscamos una orientación, es decir que
hemos de aprender, y el aprendize, digamos, es el modo de orientarse? si somos capaces
de orientarnos, ¿no quiere esto decir que las cosas no nos vienen dadas, que debemos
hacerlas? ¿este hacerlas, no es la esencia del hombre, orientarse en las situaciones de su
vida?
“El final no tiene fin,
ni tuvo inicio el comienzo,
yo vivo siempre en camino,
así lucho quiero y pienso.”
¿qué es el ser y el saber? ¿cómo podemos saberlo? “Mal puedo de verdad averiguar lo
que las cosas son si antes no sé lo que es el ser.” Estas cuestiones no son nuevas, sino
que desde casi 2000 años han sido básicas para toda época. Pero el error ha sido
preguntarse qué son las cosas y no preguntarse qué es el ser; este ha sido dado por
supesto. La teoría del conocimiento se preguntaba por sus límites, pero no la posibilidad
de todo ello, en qué consiste el conocimiento.
Ahora pasamos a la profundidad, y habríamos de recordar lo que dice Heidegger sobre
el “fondo”, y las ciencias; pero dejmos hablar a Ortega: “la filosofía no progresa como
las ciencias enla dimensión horizontal mediante ensanches sucesivos, progresa hacia
abajo, en la dimensión de profundidad y su avance consiste en hacerse cuestión de lo
que hasta la fecha no había sido cuestionado.” Es decir, el ser y el conocimiento
mismos. Vamos en busca de una orientación, “el saber es una orientación”
desorientación, sentirse perdido, necesidad de orientación siempre... “sentir-se: esto es,
hallarse, encontrarse a sí mismo, pero a la par, ese sí mismo que encuentra el hombre al
sentirse, es un estar perdido”
Cuerpo, alma, cosmos y dios.. orientación incluso para salir por la puerta y no por la
pared, cosa que no puede ocurrir... Nos consta algo=convicción. ¿Dos y dos son cuatro
o no? Es algo adquirido desde el exterior, dado por la sociedad, constancia sin
efectividad, “ficticia, que está en ustedes porque está en otros, porque está en el
contorno social.” Pero puede darse que uno haga la comprobación y de esa manera ya
no sea una convicción desde fuera, sino desde uno mismo, claro está que esto quiere
decir, que hay una previa desorientación. Orientación, efectiva o ficticia, la primera
presumpone la desorientación, mientras que no ocurre en la segunda. Efectiva como
auténtica. Pero da tanto miedo, terror pensar en esta desorientación, es más fácil
instalarse en lo que se oye ; en lugar de tener una auténtica personalidad, tenemos una
convencional. ¿Qué es la vida de cada uno de nosotros? Cosa que ha dejado de lado la
ciencia, pero porque ella no puede dar respuesta a la pregunta, sino que es la vida la que
es base para que la ciencia o la religión u otras mividas más se puedan dar. La vida es
anterior a la metafísica, por supuesto no olvidemos la idea de dios. Para contestar a la
pregunta no hay que buscar la respuesta en otras vidas que no sean las nuestras, “vida es
lo que somos y lo que hacemos” no hay más vida en los momentos importantes que en
los no importantes, sino que cada minuto habitual es nuestra vida. “La vida es lo que
hacemos y lo que nos pasa.” Vamos a ir de nuestros atributos externos hacia los internos
y esto nos irá permitiendo definir la vida. (cosa jodida, ¿no señor Ortega, encerrar la
vida de cada uno de nosostros en unas definiciones?). Perogrullo o incuestionable y
radical. La vida es lo que ahora se es. El pasado y el futuro no tienen la misma realidad
que el ahora. El presente contiene todo nuestro pasado y futuro. Por qué estamos
haciendo estas cosas ahora y no otras. La vida y su porqué, su constante porqué. Tener
cuidado de nuestras vidas, “porque no tienen más que una y esa una se compone de un
número dado, muy limitado de instantes, de ahoras, y emplearlo mal es como
destruirlo..” “Todo vivir es vivirse, sentirse vivir, saberse existiendo donde saber no
implica conocimiento intelectual ni sabiduría especial alguna, sino que es esa
sorprendente presencia que su vida tiene para cual:..,” una revelación, no contentarse
con ser sino con comprender, ahí su porqué constante, de nosotros y del mundo. Y esto
no puede ser objeto de estudio de ninguna de las ciencias. MI VIDA, cosa que parece
que no le ocurre al loco (esto podría ser discutido, pero para otro momento), la máscara,
estar fuera de sí, enajenado. “Lo importante no es que las cosas sean o no cuerpos, siino
que nos afectan, nos interesan, nos acarician, nos atormentan o nos atormentan.”
Mundo=lo que nos afecta. “Todo vivir es ocuparse con lo otro que no es uno mismo, es
convivir, hallarse en medio de las circunstacias.” Estamos yectos en el mundo, dentro.
Mundo y persona nacen juntos, como los Dioscuro, dii consentes, dioses unánimes. No
hemos elegido libremente el vivir, sin saber cómo ni porqué pero estamos en el mundo,
ahora, con anuencia previa. La vida es imprevista, hemos sido arrojados a ella y por ello
buscamos una orientación, saberse vivir en las situaciones, en los ahoras, en cada
minuto de nuestra vida, ¿hasta cuándo? Lo que creemos que es el futuro tan sólo es una
posibilidad entre otras, nunca resuelto, sino constante problema es ya pensarlo,¿no?
Hemos de fabricar nuestra vida, nuestro ser; “el que vive es a un tiempo peso que
pondera y mano que sostiene” Vivir es lo que hacemos y lo decidimos que vamos a ser.
“Un ser que consiste más que en lo que es, en lo que va a ser, por tanto en lo que
aún no es.” Nuestro atributo fundamental es temporal, el futuro, toparse con él.
Bueno, hasta aquí, el resumete de las dos primeras lecciones. Como he dicho desde el
principio y ahora al final por dos veces, repitiéndome por si no queda claro, esto es un
breve resumete, no más. Son varias las cosas que me gustaría comentar y no dejar esto
como una repetición de lo que nos ha preguntado las lecciones; pero prefiero dejarlo
para otro momento, ya que de momento he de continuar lo que estoy haciendo, ¿qué
estoy haciendo?
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