Suplemento de Salud Vol. 4, Nº 4 - Agosto de 2009 Ciencia es una publicación de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) Pablo Picasso, "El sueño", óleo sobre tela. Los descongestivos orales no parecen tener efecto negativo sobre la gestación «Luego del uso temprano de descongestivos orales para la rinitis en el embarazo no se observó ningún incremento en el riesgo de malformaciones congénitas y no se encontró una asociación con ciertas malformaciones que se consideraban debidas a alteraciones vasculares, señaladas en publicaciones anteriores». Bengt Källén, Columnista Experto de SIIC, Lund, Suecia Expertos invitados Artículo original Los descongestivos orales no parecen tener efecto negativo sobre la gestación Bengt Källén, Lund, Suecia. pág 1 Novedades seleccionadas La quimiorraditerapia mejora la evolución del carcinoma avanzado de células escamosas de cabeza y cuello Auris Nasus Larynx. Pág. 6 Describen las complicaciones tardías de la radioterapia en el carcinoma nasofaríngeo Auris Nasus Larynx. Pág. 7 Establecen al prevalencia de neuropatía auditiva con pérdida auditiva grave a profunda en niños International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology. Pág. 9 La maniobra de Gufoni es eficaz para tratar el vértigo posicional paroxístico benigno American Journal of Otolaryngology. Pág. 10 Analizan los diferentes tipos de cáncer de piel no melanoma de cabeza y cuello American Journal of Otolaryngology. Pág. 11 Describen un aspergiloma maxilar originado por un cuerpo extraño dentario British Journal of Oral & Maxillofacial Surgery. Pág. 14 El reflujo gastroesofágico puede afectar la función de las cilias de la mucosa nasal y de los senos paranasales Auris Nasus Larynx. Pág. 14 Los osteomas pueden comprometer regiones extraóseas Auris Nasus Larynx. Pág. 17 La quimiocirugía con ácido tricloroacético reduce las células Th2 en la mucosa nasal Auris Nasus Larynx. Pág. 18 Los pólipos inflamatorios son la principal causa de obstrucción del tracto de salida nasofrontal American Journal of Otolaryngology. Pág. 20 El vértigo como síntoma de los trastornos somatomorfos pediátricos International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology. Pág. 21 Describen pérdida auditiva súbita bilateral inducida por cocaína Auris Nasus Larynx. Pág. 22 Analizan la experiencia de 37 años en traqueostomías en niños International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology. Pág. 23 Más novedades pág. 24 Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Expertos invitados Sociedad Iberoamericana de Información Científica Presidente Rafael Bernal Castro Directora Prof. Rosa María Hermitte Dirección Científica Marcelo Corti Claves de Otorrinolaringología Suplemento de Salud(i)Ciencia es una publicación de SIIC Programa SIIC de Educación Médica Continuada (PEMC-SIIC) Consejo Superior http://www.siicsalud.com/main/siiconsu.htm Elías N. Abdala, Miguel Aievato, Arturo Arrighi, Michel Batlouni, Pablo Bazerque, Carlos Bertolasi †, Alfredo Buzzi, Rafael Castro del Olmo, Juan C. Chachques, Reinaldo Chacón, Marcelo Corti, Carlos Crespo, J. G. de la Garza, Blanca Diez, Bernardo Dosoretz, Ricardo Drut, Juan Enrique Duhart, Miguel Falasco, Germán Falke, Pedro Figueroa Casas †, Jorge García Badaracco, Estela Giménez, Vicente Gutiérrez Maxwell, Alfredo Hirschon Prado, Rafael Hurtado, León Jaimovich, Silvia Jovtis †, Antonio Lorusso, Néstor P. Marchant, Olindo Martino, Carlos A. Mautalen, Pablo Mazure, José María Méndez Ribas, A. Monchablon Espinoza, Oscar Morelli, Amelia Musacchio de Zan, Roberto Nicholson, Domingo Palmero, Omar J. Palmieri, Rodolfo Sergio Pasqualini, Santiago Pavlovsky, Jorge A. Pilheu, Eduardo Pro, María Esther Río, Gonzalo Rubio, Ariel Sánchez, Amado Saúl, Elsa Segura, Fernando Silberman, Artun Tchoulamjan, Norberto Terragno, Roberto Tozzini, Marcelo Trivi, Máximo Valentinuzzi, Eduardo Vega, Alberto M. Woscoff, Roberto Yunes, Ezio Zufardi. Las obras de arte han sido seleccionadas de SIIC Art Data Bases: Pág. 6 - Hans Bellmer, «Retrato de Max Ernst en Les Milles», óleo sobre tela, 1940; pág. 9 - Artista egipcio anónimo, «Damas escuchando a un arpista», 20ª dinastía, témpera sobre yeso, c. 1000 a C; pág. 10 - Robert Delaunay, «Drama político» (detalle), óleo y collage sobre cartón, 1914; pág. 15 - Theodor Rombouts, «Sacamuelas itinerantes» (detalle), óleo sobre tela, siglo XVII; pág. 17 - George Tooker, «Espejo», litografía, 1978; pág. 21 - Christoph Ruckhäberle, «Teatro», óleo sobre tela, 2003. SIIC, Consejo superior Avda. Belgrano 430 (C1092AAR), Buenos Aires, Argentina. Tel.: +54 11 4342 4901. Claves de Otorrinolaringología, Suplemento de Salud(i)Ciencia, es una publicación de SIIC. El volumen anual de Claves de Otorrinolaringología se compone de cuatro números, editados entre febrero y agosto de cada año. Los textos de Claves de Otorrinolaringología fueron seleccionados de la base de datos SIIC Data Bases por Química Montpellier S.A. Los artículos son objetivamente resumidos por el Comité de Redacción Científica de SIIC. El contenido de Claves de Otorrinolaringología es responsabilidad de los autores que escribieron los textos originales. Los médicos redactores no emiten opiniones o comentarios sobre los artículos que escriben. Química Montpellier S.A. no se hace responsable por los conceptos que se expresan en esta publicación. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio o soporte editorial sin previa autorización expresa de SIIC. http://www.siic.info Registro Nacional de la Propiedad Intelectual N° 272918. Hecho el depósito que establece la ley N° 11.723. ISSN 1667-8982. Información adicional en www.siicsalud.com: otros autores, conflictos de interés, etc. Artículo completo en www.siic.info Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves SIIC publica artículos originales e inéditos escritos por prestigiosos investigadores, expresamente invitados. Los descongestivos orales no parecen tener efecto negativo sobre la gestación Bengt Källén, Columnista Experto de SIIC MD, PhD Tornblad Institute, University of Lund, Lund, Suecia Abstract The study extends a previous investigation of the use of oral decongestants during pregnancy with another 1 000 women (1 017 infants) who reported the use of such drugs in early pregnancy and 1 125 women (1 145 infants) who had such drugs prescribed later in pregnancy. The results on the beneficial delivery outcome after late use of the drugs with a reduced rate of preterm birth and low birth weight were verified and it was also shown that the rates of large-for-gestational age and heavy infants were increased. After early use of such drugs, no increased risk for a congenital malformation was seen and previously published data on an association with some malformations, thought to be due to vascular disruption, could not be supported. It is suggested that pregnancy rhinitis as an indication for the use of oral decongestants could be associated with a well functioning placenta and a good delivery outcome. Key words: oral decongestants, preterm birth, low birth weight, congenital malformations Artículo completo en inglés (full text), bibliografía completa, especialidades médicas relacionadas, producción bibliográfica y referencias profesionales del autor. Introducción En una publicación anterior1 analizamos los resultados del parto de mujeres que habían utilizado descongestivos orales durante el embarazo. No encontramos un incremento en el riesgo de malformaciones congénitas cuando las madres utilizaron esas drogas en las etapas avanzadas del embarazo, hubo una reducción significativa de partos prematuros y de bajo peso al nacer, pero sin efectos demostrables en el crecimiento intrauterino. Una razón de especial interés para estudiar los descongestivos orales durante el embarazo es el efecto teratogénico que se atribuido a las drogas de esta categoría.2 Sin embargo, no se observó ese efecto en nuestro estudio previo. La información se obtuvo de los registros de salud suecos, y era posible que los resultados fueran consecuencia de numerosas pruebas dado que no había ninguna hipótesis acerca de que las drogas de esta categoría pudiesen afectar la duración del embarazo y, por lo tanto, el peso al nacer de los recién nacidos. De forma similar, una estimación demasiado baja para una malformación congénita podría haberse obtenido mediante numerosas pruebas. El fenómeno de Recepción: 7/1/2008 - Aprobación: 30/9/2008 Primera edición: www.siicsalud.com: 3/7/2009 Enviar correspondencia a: Bengt Källén, Tornblad Institute, University of Lund, SE-223 62, Lund, Suecia Patrocinio: El estudio fue financiado mediante una beca de la fundación Evy and Gunnar Sandberg. 1 Resumen El presente estudio es la extensión de una investigación previa sobre el uso de descongestivos orales durante el embarazo, en la que se incorporan 1 000 nuevas mujeres (1 017 hijos) que informaron haber utilizado esas drogas durante la fases tempranas del embarazo y 1 125 mujeres (1 145 hijos) a quienes les fueron prescritas esas drogas en un etapa tardía. Se verificaron los efectos beneficiosos sobre el parto, luego del uso tardío de las drogas, con una tasa reducida de nacimientos prematuros y bajo peso al nacer y también se mostró que se incrementaban las tasas de recién nacidos de mayor tamaño para la edad y de mayor peso. Luego del uso temprano de estas drogas no se observó ningún incremento en el riesgo de malformaciones congénitas y no se encontró una asociación con ciertas malformaciones que se consideraban debidas a alteraciones vasculares señaladas en publicaciones anteriores. Se sugiere que el uso de descongestivos orales como indicación para la rinitis durante el embarazo podría estar asociado con un buen funcionamiento de la placenta y un buen parto. Palabras clave: descongestivos orales, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, malformaciones congénitas las pruebas múltiples se encuentra presente siempre en los análisis de la información de grandes series, no recolectada específicamente para un determinado tema específico de investigación. Nuestra investigación anterior1 estuvo basada en 2 474 mujeres que habían utilizado descongestivos orales durante las etapas iniciales del embarazo y 1 771 que los utilizaron en etapas más avanzadas. Hemos extendido la base de nuestro estudio con información de 2003-2005 y este escrito mostrará en qué grado se sostienen los hallazgos anteriores. Material y métodos El estudio se basó en los datos que se encuentran en el registro médico de natalidad sueco.4 Este registro existe desde 1973 y cubre la totalidad del país. Incluye información sobre los embarazos, los partos y los recién nacidos. Desde 1982 se basa en las copias de los documentos médicos originales desde la atención prenatal (que prácticamente todas las mujeres hacen y que se realiza sin cargo), el parto (que generalmente se produce en maternidades especializadas) y el examen pediátrico (todos los recién nacidos son examinados por un especialista en pediatría). A partir de 1994, se comenzó a agregar las drogas que utilizaban durante el embarazo. Esta información se obtuvo de las entrevistas con la partera durante la primera visita al sistema de cuidado prenatal (generalmente antes de la Novedades seleccionadas Expertos invitados semana 12) y se complementaba con la información sobre las drogas prescritas durante el cuidado prenatal.5 Sobre la base de esta información se identificó a las mujeres que informaron el uso de descongestivos orales (ATC código R01B) o les fueron prescritos durante el embarazo. Todas estas mujeres y sus recién nacidos fueron comparados con todas las mujeres y sus recién nacidos en el registro. Se utilizaron las siguientes variables: - año del parto - edad materna: en años sin fraccionar, dividida en períodos de cinco años (≤ 20, 20-24, etc.) - cantidad de partos: definida como el número de hijos anteriores +1. La cantidad de partos 1 significa entonces que es el primer parto de la mujer. La cantidad de partos fue dividida en 1, 2, 3, ≥ 4 - tabaquismo materno en la etapas tempranas del embarazo: obtenido durante la entrevista con la partera y dividido en: desconocido, ninguno, ≤ 10 y ≥ 10 cigarrillos por día - número de abortos previos: obtenido de la entrevista con la partera y divididos en 0, 1, 2, ≥ 3 - peso y altura maternos antes del embarazo: con lo que se obtuvo el índice de masa corporal (IMC) dividido en desconocido, ≤ 19.8, 19.8-25.9 (normal) y ≥ 26 - duración del embarazo: estimada principalmente mediante ecografía en el segundo trimestre. Parto pretérmino: ≤ 37 semanas completas; analizado sólo para partos únicos - diagnóstico materno de diabetes - nacimientos múltiples - sexo del recién nacido - peso del recién nacido: bajo peso, ≤ 2 500 g; alto peso, ≥ 4 500 g. Analizado sólo para partos únicos. - pequeño para la edad gestacional (PEG) y grande para la edad gestacional (GEG): basado en las curvas de crecimiento específicas para paridad y sexo;6 analizado sólo para partos únicos - malformaciones congénitas: identificadas en el registro médico de nacimientos, en el registro de malformaciones congénitas, o en el registro de altas hospitalarias; se realizó la vinculación entre los registros mediante el número de identificación personal que posee cada individuo que vive en Suecia - entre las malformaciones congénitas, se estudio un subgrupo del que se excluyeron las siguientes condiciones clínicas frecuentes y leves: ductus arterioso permeable en recién nacidos prematuros, apéndice preauricular, testículo no descendido (sub)luxación de cadera, anquiloglosia, arteria umbilical única, nevos Para los fines estadísticos se utilizó el procedimiento de Mantel-Haenszel para estimar el riesgo relativo (RR) y los intervalos del confianza 95% (IC 95%) fueron determinados mediante la técnica de Miettinen. Se realizaron ajustes por año de nacimiento, edad materna, cantidad de partos, tabaquismo e IMC. Cuando los números eran bajos, en cambio, se comparó el número de casos observados con el número de esperados, estimado luego de los mismos ajustes de la población. La relación observado/esperado representa un riesgo relativo (RR) y su IC 95% fue determinado mediante la distribución exacta de Poisson (software Saber, CDC, Atlanta, EE.UU.). Tabla 1. Algunas características de los recién nacidos luego del uso materno de descongestivos orales luego del primer trimestre. El riesgo relativo (RR) de Mantel-Haenszel con intervalos de confianza de 95% (IC 95%) fue ajustado por año de nacimiento, edad materna, número de partos, tabaquismo e índice de masa corporal. Para las muertes perinatales, la tasa de riesgo se da como número observado/esperado con IC 95% basados en la distribución de Poisson. Los RR estimados son presentados de manera separada para los nuevos datos y para la población, de nuestra información previamente publicada.1 «Total» se refiere a los recién nacidos con información sobre la duración del embarazo, peso al nacer, etc. Tabla 1 A. Número de recién nacidos en el material de 2003-2005. Población Expuestos Resultados Total Resultados Total Prematuros 39 1 096 14 716 288 354 < 2 500 g 23 1 094 9 269 287 873 ≥ 4 500 g 71 1 094 11 619 287 873 PEG 19 1 093 6 085 287 623 GEG 96 1 093 17 537 287 623 Muertes perinatales 4 1 145 1 484 297 294 PEG: pequeño para la edad gestacional; GEG: grande para la edad gestacional. Tabla 1 B. Riesgo relativo para los dos períodos del estudio separados y en conjunto. 2003-2005 1995-2005 1995-2002 RR RR IC 95% RR IC 95% 0.68 0.52-0.88 0.77 0.56-1.07 0.73 0.60-0.93 < 2 500 g 0.53 0.37-0.77 0.76 0.50-1.15 0.64 0.48-0.84 ≥ 4 500 g 1.21 0.99-1.49a 1.47 1.16-1.88 1.32 1.16-1.50 PEG 0.71 0.47-1.08 1.02 0.65-1.61 0.86 0.63-1.17 GEG 1.37 1.17-1.61a 1.24 1.00-1.53 1.32 1.16-1.50 Muertes perinatales 0.53 0.22-1.25 0.84 0.23-2.16 0.78 0.43-1.41 Esta información no es presentada en nuestra publicación previa1. nada con dexbromfeniramina). La fenilefedrina no se encontraba disponible en Suecia. De las 1 000 mujeres que usaron las drogas tempranamente en el embarazo, 972 informaron que fue fenilpropanolamina sola; fenilpropanolamina y cinarizina en 26, y sólo dos informaron seudoefedrina. Entre las 1 121 a las que se les prescribieron esas drogas durante el embarazo avanzado, 1 091 usaron fenilpropanolamina sola, 27 fenilpropanolamina con cinarizina, 2 seudoefedrina y 1 utilizó seudoefedrina y fenilpropanolamina. De las 1 000 mujeres que utilizaron las drogas tempranamente en el embarazo, 145 también usaron drogas indicadas para la alergia (antiasmáticos, glucocorticosteroides sistémicos o antihistamínicos), 296 no usaron esas drogas pero utilizaron algunas que indican la presencia de infecciones respiratorias (antibióticos o antitusivos). Estos porcentajes (15 y 30) concuerdan con los descritos en nuestra publicación anterior (13 y 31). No hubo diferencias significativas en la distribución entre ambas muestras (chi cuadrado = 1.7 en 2 d.f.). Sólo tres de las mujeres a las que les fueron prescritos descongestivos orales tenían diabetes; una utilizó las drogas en la etapa temprana y dos en la tardía: los números esperados eran 2.4 y 2.5, respectivamente. La Tabla 1 muestra la duración del embarazo y el peso de los recién nacidos únicos luego del uso tardío de descongestivos comparados con la población. Se brindan los datos de riesgo correspondientes de nuestra anterior publicación a los fines comparativos. Como no se observan francas diferencias en el riesgo relativo, son analizados de manera conjunta para obtener las mejores estimaciones posibles. Se puede observar que el riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer está significativamente reducido y que el riesgo para recién nacidos de alto peso aparece incrementado. No se encontró un efecto significativo en el riesgo de PEG, pero sí un aumento de la probabilidad de GEG y de recién nacidos pesados. La tasa de muertes perinatales es baja, pero esto puede ser aleatorio. Resultados Identificamos 1 000 mujeres (1 017 recién nacidos) que informaron haber usado descongestivos orales en las etapas tempranas del embarazo y 1 121 (1 145 recién nacidos) que los usaron en etapas avanzadas. Por su parte, 117 mujeres (117 recién nacidos) utilizaron las drogas tanto en la fase temprana como en la tardía. En Suecia se utilizaron exclusivamente dos descongestivos orales durante el lapso del estudio: fenilpropanolamina (en una droga combinada con cinarizina) y seudoefedrina (combi- 2 http://www.siic.info a IC 95% Prematuros Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves http://www.siic.info Salud(i)Ciencia, Suplemento Suplemento Otorrinolaringología, Otorrinolaringología, Claves Claves Salud(i)Ciencia, Entre los 3 489 recién Tabla 2. Número de recién nacidos observados y esperados con malformaciones específicas luego del uso materno en nacidos (1995-2005) ex- etapas tempranas del embarazo (1995-2005). Los números esperados son estimados de la población luego de ser ajustados por año de nacimiento, edad materna, cantidad de partos, tabaquismo y número de abortos previos. La tasas de puestos a descongestivos riesgo (TR) son cocientes entre los números observados y esperados y los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) se orales en la etapa temprana basan en las distribuciones exactas de Poisson. del embarazo, 1 782 eran Luego de la exposición a descongestivos orales de sexo masculino y 1 707 Malformación congénita Número en la población Observado Esperado TR IC 95% del femenino, lo que da Defectos en el tubo neural 711 2 2.4 0.8 0.1-3.0 una relación entre sexos de Hidroencefalia/porencefalia 103 0 0.3 0.0 0.0-11.9 1.04 (IC 95% 0.98-1.12). Malformación ocular 1 099 2 3.9 0.5 0.1-1.8 Los números corresponMalformación oído 2 280 12 7.9 1.5 0.8-2.6 dientes a los expuestos en Fisura orofacial 2 491 4 8.3 0.5 0.1-1.2 la fase avanzada fueron 1 Cualquier defecto congénito cardíaco 1 207 37 42.5 0.9 0.6-1.2 478 y 1 477, respectivaDTV o DTA 6 125 22 21.8 1.0 0.6-1.5 mente; relación entre sexos Defectos cardíacos sin especificar 1 259 5 4.6 1.3 0.5-2.8 1.00 (IC 95% 0.93-1.08). Atresia esofágica 415 0 1.4 0.0 0.0-2.7 Ambas son ligeramente Atresia intestino delgado 350 1 1.1 0.0 0.0-5.1 bajas pero los intervalos de Atresia anal 492 0 1.7 0.0 0.0-2.2 confianza para ellas incluEstenosis pilóricas 764 6 2.4 2.7 1.0-5.9 yen la relación entre sexos Hernia diafragmática 268 1 1.0 1.0 0.0-5.7 normal de 1.06. Defecto pared abdominal 339 2 1.0 1.9 0.2-7.0 De los 1 017 recién naentre ellas, gastrosquisis 170 1 2.3 0.4 0.0-2.4 cidos cuyas madres habían Hipospadia 3 349 6 11.4 0.5 0.2-1.2 utilizado descongestivos Malformación renal grave 708 1 2.3 0.4 0.0-2.4 orales durante la etapa Craneosinostosis 626 1 2.3 0.4 0.0-2.4 temprana del embarazo, se Defecto por reducción de extremidad 712 1 2.4 0.4 0.0-2.3 (Sub) luxación de cadera 6 251 21 22.4 0.9 0.6-1.4 identificaron malformaPolidactilia/sindactilia 2 230 10 8.2 1.2 0.6-2.2 ciones congénitas en 28 de Pie equinovaro 1 619 1 6.5 0.2 0.0-1.0 ellos (2.8%). Luego del ajuste por año de nacimiento, edad materna, cantidad de partos, tabaquismo y número de abortos Apéndice 1. Lista de malformaciones congénitas identificadas en el nuevo grupo previos, se encontró un RR de 0.68 (IC 95% 0.47-0.99). de información. En nuestra investigación previa, entre 2 474 recién nacidos Número Malformación se encontraron 117 que presentaron malformaciones (4.7%), lo que brinda un RR de 0.96 (95% CI 0.80-1.16). Mayor (n = 20) La estimación de riesgos no difiere significativamente pero Defecto del tabique auricular 2 sí los porcentajes de malformaciones, debido a un Defecto del tabique ventricular 2 seguimiento más corto en la nueva muestra. Para el Defecto del tabique ventricular + coartación de aorta 1 período completo, el RR es 0.90 (IC 95% 0.76-1.07). Defecto de almohadilla endocárdica + mala rotación del intestino 1 Luego de la exclusión de un número malformaciones Estenosis de la válvula pulmonar 1 Aneurisma arteriovenoso comunes y clínicamente menos significativas (véase 1 Fisura media del paladar Material y métodos), el RR para el período completo es 2 Fisura media del paladar + onfalocele 0.85 (IC 95% 0.69-1.04). 1 Estenosis pilórica La Tabla 2 muestra el número de recién nacidos con 1 Estenosis pilórica + defecto cardíaco sin especificar algunos tipos de malformaciones específicas. Los números 1 Hipospadia, peniana-escrotal esperados son estimados luego del ajuste por año de 1 Hipospadia, no especificada nacimiento, edad materna, cantidad de partos, taba1 Polidactilia del pulgar quismo y número de abortos previos. Como se puede ver 1 Polidactilia mano + nevo en la Tabla, solamente una condición muestra un aumento 1 Polisindactilia 1 significativo del riesgo: la estenosis pilórica en seis casos. Síndrome de Down con defecto del tabique auricular y el ventricular 1 Como muchas condiciones fueron estudiadas, este exceso 47, XYY 1 puede ser aleatorio. Menores (n = 8) El recién nacido con estenosis/atresia del intestino Papiloma preauricular 1 delgado tenía también una malformación del duodeno y Malformación no especificada del oído 1 mala rotación intestinal. La malformación del duodeno Testículo no descendido 1 fue probablemente una estenosis resultado de una banda (Sub) luxación de cadera 4 duodenal, como también la mala rotación del intestino. Malformación no especificada de la piel 1 Dos recién nacidos tenían defectos de la pared intestinal: uno tenía onfalocele, el otro gastrosquisis. Sólo después de 1997 surgió un código específico, debido a ello la estimación de riesgo se basó en el período 1997-2005. en etapas tempranas del embarazo. Existe una tabla similar para el material publicado previamente.1 Existe un 50% de exceso de malformaciones de oído que podrían ser aleatorias. Entre los 12 casos, nueve tuvieron Discusión papilomas preauriculares (uno combinado con hipospadias), dos tenían orejas prominentes; uno presentaba una Este estudio es el seguimiento de otro publicado previamente,1 en el que se utilizó la misma metodología y malformación no especificada de oído. Por lo tanto, al menos las mismas variables de exposición y de resultados. La razón 11 fueron anomalías menores. del estudio de seguimiento es comprobar en el nuevo material El Apéndice 1 enumera los individuos, en el nuevo grupo las observaciones realizadas en la primera investigación, y de datos, que presentaron malformaciones congénitas también incrementar el tamaño de la muestra. En todos los identificadas luego de la exposición a descongestivos orales 3 Novedades seleccionadas Expertos invitados estudios sin una hipótesis previa pueden aparecer falsas asociaciones debido a valoraciones múltiples y cualquier resultado debe ser siempre constatado mediante nuevos grupos de datos. Esto puede hacerse mediante un estudio completamente independiente o una nueva muestra del mismo sistema de recolección de información, como el utilizado en el primer estudio. Este problema puede ser ilustrado mediante el hallazgo5 de la asociación entre el uso de loratadina e hipospadias del recién nacido en el registro que no pudo ser verificado en el seguimientos durante varios años8 y que probablemente fueran resultado de valoraciones múltiples. En el presente estudio se verificaron los resultados del primero y el material se incrementó en aproximadamente un 50%. Habíamos observado previamente que la utilización materna de descongestivos orales en las etapas tardías del embarazo tenía un efecto de reducir el riesgo de recién nacidos prematuros y bajo peso al nacer. Esto fue confirmado en el nuevo estudio, mientras que la previamente señalada (pero no estadísticamente significativa) reducción del PEG no se verificó, y el análisis del material total no muestra ese efecto. En contraste, se observó un aumento en las tasas de recién nacidos GEG y de recién nacidos pesados; estas variables no fueron informadas en la publicación previa, pero en un nuevo análisis del material verificó esta observación. La diabetes materna es una causa común de recién nacidos grandes pero no hubo una asociación entre la diabetes materna y el uso de descongestivos orales. No hubo signos de incremento en el riesgo de malformaciones congénitas en los recién nacidos luego del uso materno de descongestivos orales en los primeros estadios del embarazo. En realidad, el riesgo de malformaciones congénitas fue ligeramente disminuido en ambas muestras y cuando se analizaron en forma conjunta se observó una ligera reducción del riesgo, si bien no fue estadísticamente significativa. Todos estos efectos aparentemente benéficos en el resultado de los partos por el uso de descongestivos orales en las embarazadas puede ser debido al uso materno de estas drogas en los cuadros de rinitis durante el embarazo, tal como se discute con cierta amplitud en nuestra publicación anterior,1 y se asemejan a los efectos observados con las drogas que se indican para náuseas y vómitos durante el embarazo9 que podrían estar relacionados con una buena función de la placenta.10 Con náuseas y vómitos durante el embarazo hay un exceso de fetos femeninos; esto también es señalado en el presente estudio, pero no llegó a tener significación estadística. Por otra parte, si no son específicamente buscados, los efectos sobre malformaciones congénitas infrecuentes o resultados no deseados pueden permanecer ocultos. En un estudio prospectivo anterior,11 se encontró una asociación entre malformaciones oculares y auditivas y el uso materno de fenilpropanolamina. Ninguno de esos grupos de malformaciones presentó un incremento significativo en la investigación actual. El punto estimado de riesgo para una malformación otológica era de 1.5 pero entre 12 casos, al menos 11 fueron condiciones leves, principalmente papiloma preauricular. Esta posibilidad fue señalada en algunos estudios de casos y controles resumidos por Werler,2 que se concentraba sobre la seudoefedrina, pero que también resumía información sobre fenilpropanolamina. Esta información fue recolectada principalmente en los EE.UU., donde aparentemente existe un alto consumo de descongestivos orales, y son de venta libre. En contraste, en Suecia esas drogas son de venta bajo receta y no son muy utilizadas actualmente. Se ha sugerido en EE.UU. que el 8% de las mujeres embarazadas han utilizado descongestivos orales durante el primer trimestre,12 esto presenta un fuerte contraste sobre la tasa de uso de 1:280 para cualquier descongestivo oral que encontramos en nuestra investigación, aun en el caso que hubiera ocurrido cierta subvaloración. La baja tasa de uso en Suecia dificulta la demostración de asociaciones con malformaciones infrecuentes. El estudio de Werler y col.12 estuvo basado en 206 casos de gastrosquisis con 35 expuestos a la seudoefedrina y con un RR de 1.8. En nuestro estudio hubo un solo caso de gastrosquisis en un recién nacido expuesto, en 170 casos totales, y el límite superior de confianza del riesgo estimado de 0.4 es 2.4, el cual contiene el estimado del estudio de Werler y col. Hubo otras dos condiciones asociadas con el uso de seudoefedrina en la revisión de Werler:2 atresia del intestino delgado y microsomía hemifacial. En el total del presente material observamos un solo caso: una estenosis/atresia del duodeno con mala rotación intestinal, lo más probable es que la malformación del duodeno haya sido debida a la banda duodenal causada por la mala rotación y la malformación no es equivalente a la atresia del intestino delgado estudiada por Werler.13 En esa investigación se incluyeron 129 casos de atresia del intestino delgado, de los cuales 29 estuvieron expuestos a la seudoefedrina o a la fenilpropanolamina. En la presente investigación hubo 350 casos con uno solo expuesto. Nuevamente, el intervalo de confianza incluye el riesgo estimado del estudio de Werler y col. 13 sobre seudoefedrina. En la revisión de Werler,2 una tabla (la número 5) enumera los defectos que han sido atribuidos a la así llamada alteración vascular. En el presente material sólo tres recién nacidos presentan alguna de esas condiciones y el número esperado de la población es 10.9, RR = 0.3, IC 95% 0.1-0.8. Esto habla en contra de la asociación general entre el uso de descongestivos por vía oral y defectos debidos a alteraciones vasculares. El concepto de alteración vascular se utiliza con frecuencia a partir de especulaciones teóricas. De esa manera, por ejemplo, se ha postulado que la gastrosquisis es el resultado de la alteración del segmento proximal de la arteria onfalomesentérica.14 En una discusión minuciosa reciente sobre la patogénesis de la gastrosquisis esta hipótesis es rechazada debido a que está basada en un error de comprensión de la embriología vascular.15 También existen dudas sobre la patogénesis a partir de la alteración vascular para la atresia del intestino delgado. Es posible que esos mecanismos puedan suceder y no necesariamente durante el primer trimestre, pero algunas semejanzas en la epidemiología con la atresia de esófago y con la anal indican que muchas de estas malformaciones pueden ser debidas a perturbaciones tempranas en el rudimento intestinal.16 En conclusión, nuestras observaciones previas sobre el efecto beneficioso en los resultados del parto luego del uso materno de descongestivos orales en la fase tardía del embarazo son apoyadas por nueva información. Luego de la exposición temprana a esas drogas, no se observa un aumento en la tasa general de malformaciones congénitas y no existen pruebas que apoyen una asociación con defectos supuestamente debidos a alteraciones vasculares. www.siicsalud.com Los autores manifiestan que no existen conflictos de intereses ni vínculos financieros reales o potenciales ni patrocinio alguno en relación con este trabajo que puedan motivar parcialidad o conflicto de intereses. 4 http://www.siic.info Copyrigth © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2009 Untitled-1.pmd 1 19/08/2009, 14:05 Novedades seleccionadas Novedades seleccionadas La quimiorradioterapia mejora la evolución del carcinoma avanzado de células escamosas de cabeza y cuello cisplatino o 5-fluorouracilo en dosis elevadas por disfunción renal, antecedente de enfermedad cardíaca isquémica, infarto cerebral, úlcera péptica o edad avanzada (más de 75 años) se optó por el esquema de CBDCA-UFT. El tratamiento con PFML consistió en cisplatino en dosis de 60 mg/m2 al cuarto día, 5-fluorouracilo en dosis de 600 mg/m2 en el transcurso de 24 horas durante 5 días entre los días 1 y 5, metotrexato en dosis de 30 mg/m2 el primer día y leucovorina en dosis de 20 mg/m2 entre los días 1 y 5. La quimioterapia se comenzó el lunes de la primera semana del curso de radioterapia; se indicaron 2 ciclos cada 4 semanas, en combinación con la radioterapia. En el esquema CBDCA-UFT, el carboplatino se administró una vez por semana en dosis equivalente a un área bajo la curva de 1.25, 6 a 7 veces, mientras que el UFT se administró en dosis de 300 mg diarios como tegafur, durante 6 a 8 semanas. Se administró radioterapia 5 días por semana con una dosis diaria de 1.8 a 2.0 Gy; después de haber recibido un total de 40 Gy los enfermos fueron evaluados nuevamente con endoscopia y tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear. Los pacientes que presentaron una respuesta favorable (reducción del 50% o más del tamaño del tumor primario y de los tumores del cuello) recibieron una dosis total de 60 a 70.2 Gy. En los sujetos sin respuesta pero con un tumor resecable, se realizó cirugía 4 semanas después de interrumpida la QxRx. Cuando el procedimiento no fue satisfactorio (resección insuficiente o con extensión extracapsular del tumor) se indicó radioterapia posquirúrgica. Cuatro semanas después de la radioterapia se evaluó la respuesta del tumor primario y de los tumores en el cuello. En los sujetos con enfermedad residual se consideró la cirugía 4 a 8 semanas más tarde. En los pacientes con recidiva local o regional se realizó una intervención de rescate. Durante la quimioterapia y 4 semanas después de su finalización se evaluaron los efectos adversos de acuerdo con los National Cancer Institute Common Toxicity Criteria. Se calculó el índice de supervivencia total (ST), de supervivencia libre de enfermedad (SLE) y de supervivencia libre de enfermedad con preservación del órgano primario, con curvas de Kaplan-Meier. Se consideraron los posibles factores pronósticos –sexo, localización del tumor primario, estadio global y estadio T y N, diferenciación y posibilidad de resección. En el modelo de regresión de variables múltiples se incluyeron los parámetros que se asociaron con un valor de p ≤ 0.05 en el modelo de variables únicas. El 26.4% de los 87 pacientes (n = 23) que respondieron a la QxRx presentaron recurrencia; 13 individuos tuvieron una recidiva en el sitio primario (15%), 4 tuvieron recurrencia de la enfermedad en los ganglios linfáticos del cuello (4.6%), dos presentaron recidiva en ambas localizaciones (2.3%), un enfermo tuvo recidiva en cuello y en el hígado (1.1%) y 3 pacientes presentaron metástasis pulmonares (3.4%). Cuarenta y nueve enfermos fallecieron, 31 por el CCECC y 18 por otras afecciones. Treinta y un pacientes murieron por enfermedad residual o por recurrencia del tumor. La ST y la SLE a los 5 años en los dos grupos de enfermos fueron del 51.6% y del 67.4%, respectivamente. El estadio global, el estadio N, la posibilidad de resección y la diferenciación fueron factores que predijeron la SLE en el modelo de variables únicas. Asimismo, el estadio total, el estadio N, la posibilidad de resección y un cáncer doble sincrónico fueron los factores de pronóstico de la ST. En el modelo de variables múltiples, los dos factores con valor Auris Nasus Larynx 36(2):199-204, Abr 2009 Yokohama, Japón La cirugía y la radioterapia representan el abordaje óptimo para los enfermos con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CCECC) avanzado; la radioterapia es la única opción terapéutica para los tumores irresecables. En la actualidad, el abordaje multidisciplinario se considera esencial ya que, de esta forma, se puede mejorar la evolución de los pacientes en términos de la preservación de órganos y de la supervivencia. Por ejemplo, se ha visto que en algunos enfermos con CCECC de laringe e hipofaringe, la quimioterapia en combinación con la radioterapia (QxRx) puede ser beneficiosa. El objetivo de este trabajo fue determinar el efecto de la QxRx en enfermos con CCECC avanzado, especialmente en términos de la preservación de los órganos primarios. Se investigaron dos esquemas de quimioterapia: cisplatino, 5-fluorouracilo, metotrexato y leucovorina (PFML) o carboplatino más uracilo-tegafur (CBDCA-UFT). Los expertos realizaron una revisión retrospectiva de los enfermos tratados de esta forma. Entre febrero de 1998 y abril de 2004, 101 pacientes con CCECC avanzado recibieron QxRx: 76 fueron asignados a PFML y 25 fueron tratados con CBDCA-UFT. En el momento del diagnóstico, los enfermos tenían una mediana de edad de 60 años (35 a 75 años) en el primer caso, y de 71 años (53 a 88 años) en el segundo grupo. El seguimiento fue de 74 meses y de 52 meses en igual orden (mediana). El 27% de todos los pacientes tenía CCECC estadio III y el 73% presentaba enfermedad en estadio IV. El 80% tenía tumores T3 o T4 y el 50%, enfermedad N2 o N3. Se efectuó cirugía en los sujetos que no tenían invasión de los músculos cervicales profundos o prevertebrales, que no presentaban compromiso de la carótida común o de la carótida interna, que no tenían indicios de invasión intracraneal o de la pared posterior de los senos esfenoidales o del seno cavernoso y en los pacientes que no tenían metástasis a distancia. En los enfermos con contraindicación para el tratamiento con Información adicional en www.siicsalud.com: conflictos de interés, instituciones investigadoras, especialidades en que se clasifican, etc. 6 http://www.siic.info Resúmenes amplios de trabajos recientemente seleccionados de revistas, generales y especializadas, de alcance internacional. Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves http://www.siic.info Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves pronóstico en términos de la SLE fueron la resecabilidad y la diferenciación; para la ST, sólo la posibilidad de resección tuvo un valor pronóstico. La SLE con preservación del órgano primario a los 5 años fue del 48.2% en total. El estadio T, el estadio N y la diferenciación fueron marcadores pronósticos en este sentido. En el modelo de variables múltiples, el estadio precoz T y la escasa diferenciación fueron factores que predijeron favorablemente la SLE con preservación del órgano primario. El 21% de los enfermos tratados con PFML y el 4% de aquellos que recibieron CBDCA-UFT presentaron efectos adversos grado 4, sin diferencias significativas entre los grupos (p = 0.064; prueba de Fisher). La neutropenia, la mucositis, la dermatitis, las náuseas y vómitos y las infecciones fueron los efectos adversos más frecuentes. Un total de 19 enfermos requirieron nutrición parenteral (10 pacientes tratados con PFML y 9 de los sujetos que recibieron CBDCA-UFT). En dos y un pacientes, respectivamente, fue necesario realizar una traqueotomía. La toxicidad tardía –a los 2 años– se evaluó en 50 enfermos con preservación del órgano primario. En este sentido, se consideraron los siguientes síntomas o trastornos clínicos: disfasia, necrosis de la laringe o del maxilar y traqueostoma, entre otros. Dos enfermos presentaron dificultad para tragar y debieron ser alimentados con una dieta líquida; en dos pacientes el traqueostoma fue permanente. En 19 de los 101 pacientes la QxRx no se pudo completar; la radioterapia se interrumpió en 2 sujetos, mientras que la quimioterapia se suspendió o se modificó en 15 enfermos. En los dos individuos restantes se interrumpieron ambas modalidades de tratamiento. El índice de cumplimiento de la terapia fue del 83% en el grupo de PFML y del 76% en el grupo de CBDCA-UFT. En la actualidad, la combinación de quimioterapia más radioterapia se considera la estrategia estándar de tratamiento para los enfermos con CCECC resecables; esta modalidad se asocia con índices muy buenos de control local, con mayor supervivencia y con índices más altos de preservación de los órganos primarios. En el estudio actual, aunque el esquema que consistió en PFML fue más eficaz que el que incluyó CBDCA-UFT, la diferencia entre ambos abordajes no fue significativa. Tampoco se registraron diferencias sustanciales en términos de la toxicidad. Sin embargo, se requieren estudios clínicos prospectivos para determinar con precisión cuál es el esquema más ventajoso. En esta investigación, se vio que la posibilidad de resección del tumor y el grado de diferenciación histológica fueron factores de pronóstico de supervivencia. A su vez, el estadio T y la diferenciación celular fueron parámetros de pronóstico de la SLE con preservación del órgano primario en el modelo de variables múltiples. Se constató un excelente índice de SLE a los 5 años –del 75.1%– en los casos con posibilidad de resección. En cambio, la SLE fue muy baja en los enfermos con tumores que no se pudieron extirpar (16.7%). La preservación del órgano primario es uno de los objetivos esenciales del tratamiento en los enfermos con CCECC avanzado. En el estudio actual, el estadio T fue un factor de pronóstico independiente de la SLE con preservación del órgano primario. El índice se redujo en la medida que el estadio T progresó; la enfermedad en estadio T4 se asoció con un pronóstico muy desfavorable. Los resultados de esta investigación sugieren que en los enfermos con tumores T1 a T3, la SLE estimada a los 5 años con preservación del órgano primario es de alrededor del 50%. En los pacientes con CCECC avanzado pero resecable, el estadio T1 a T3 es un buen parámetro para considerar la aplicación de QxRx. Por el contrario, en los pacientes con tumores en estadio T4, este tipo de tratamiento debe evaluarse muy bien ya que, en estos casos, la SLE con preservación del órgano primario a los 5 años es sólo de un 35%. En un estudio anterior en enfermos con CCECC de la nasofaringe sometidos a radioterapia, la escasa diferenciación histológica de los tumores fue un factor de pronóstico favorable; en el modelo de variables múltiples, la escasa diferenciación tumoral fue un factor pronóstico positivo e independiente, al igual que el estadio T precoz y el estadio N bajo. En otra investigación, los tumores con grado histológico 3 (escasamente diferenciado o anaplásico) presentaron el mejor control, mientras que las neoplasias de grado 2 (moderadamente diferenciadas) tuvieron la peor evolución. Sin embargo, el grado histológico se asoció independientemente con el control local en los pacientes que recibieron radioterapia definitiva pero no en los enfermos sometidos a cirugía y radioterapia posquirúrgica. La información en conjunto sugiere que los CCECC escasamente diferenciados serían los más sensibles a la radioterapia pero los vinculados con el índice de supervivencia más desfavorable, con excepción del CCECC nasofaríngeo. El grado también es un marcador predictor independiente de metástasis a distancia; se observó una fuerte correlación entre los tumores de grado alto con estadio N elevado. En el trabajo actual, la diferenciación fue un factor pronóstico independiente de la SLE y de la SLE con preservación del órgano primario; la escasa diferenciación fue un factor de pronóstico favorable en los pacientes que recibieron QxRx. El índice de metástasis a distancia fue del 6.9%, inferior al registrado en estudios previos. La QxRx podría mejorar no sólo la posibilidad de preservación del órgano primario (control local) sino también la supervivencia en los enfermos con CCECC escasamente diferenciados. El beneficio del tratamiento combinado obedece a la mayor sensibilidad a la radioterapia que se logra con la quimioterapia, tanto en el control local como en el tratamiento sistémico para las metástasis a distancia. La posibilidad de resección del tumor, el estadio T y el grado histológico son los factores que predicen la SLE y la supervivencia con preservación del órgano primario en los enfermos con CCECC sometidos a QxRx, concluyen los expertos. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/103842 Describen las complicaciones tardías de la radioterapia en el carcinoma nasofaríngeo Auris Nasus Larynx 36(2):205-209, Abr 2009 Chiang Mai, Tailandia La radioterapia a dosis altas representa la principal opción terapéutica en los casos de carcinoma nasofaríngeo (CNF). La radiación se aplica desde la base del cráneo hasta la parte inferior del cuello a fin de lograr el control locorregional de la enfermedad. En consecuencia, aparecen efectos adversos inevitables. Las complicaciones precoces de la radioterapia, tales como la mucositis, suelen iniciarse a las dos semanas, mientras que el máximo de reacciones cutáneas se presenta a las 5 semanas. La 7 recibió quimioterapia adicional fue menor que la de los tratados sólo con radiación (p = 0.001). De la misma manera, la media del período posradiación también fue inferior en los sujetos que recibieron quimioterapia adicional que en los del grupo de radioterapia sola (2.9 ± 2.7 años contra 5.4 ± 4.4 años, p < 0.05). No se hallaron diferencias con respecto al IMC entre ambos grupos. Dentro del grupo de quimioterapia adicional, 74 individuos recibieron cisplatino y 70 carboplatino. La mayor parte de los pacientes (97.5%) presentaron xerostomía de grado 1 y 2, seguido por alteraciones de la audición tales como la hipoacusia del oído interno (82.5%) y la otitis externa (68.5%). Diecinueve sujetos presentaron caries y otitis externa grado 4, conocidas como osteonecrosis del hueso temporal y la mandíbula. En general, las complicaciones graves comprometieron los oídos y los dientes. La administración adicional de quimioterapia contribuyó al incremento de la gravedad de las complicaciones cutáneas (prueba de la U de Mann-Whitney, p = 0.013). De acuerdo con los resultados obtenidos a partir del modelo de regresión logística, el factor más frecuentemente asociado con la aparición de complicaciones fue el tiempo posradioterapia, el cual se relacionó con la presentación de trastornos de los pares craneales, espasmos mandibulares, trismus, celulitis, alteraciones cerebrales y caries. El IMC posradioterapia se asoció con la manifestación de trismus, y modificaciones tanto en la piel como en el tejido subcutáneo. En Tailandia, el CNF representa el segundo cáncer de cabeza y cuello más frecuente, con una incidencia de 2.8 por 100 000 en hombres y de 1.4 por 100 000 en mujeres. La radioterapia es la principal opción terapéutica, ya sea combinada con quimioterapia o sin ella. Dado que el CNF es un tumor localmente agresivo que suele producir metástasis regionales, el área de aplicación de la radioterapia debe ser extensa, lo cual puede conducir a la presentación de diversas complicaciones. El período posradioterapia varió entre 0.25 y 18.6 años. Las medias de edad y del período posradiación fueron menores en los pacientes que recibieron quimioterapia adicional. Esto puede deberse a que la supervivencia de los que recibieron radioterapia sola fue más prolongada, o a que en la mayoría de los casos la quimioterapia solía utilizarse por períodos más breves. Según los autores, la realización de otros estudios que incluyan todos los casos de CNF para evaluar el período libre de enfermedad podría aclarar esta situación. Los sujetos que recibieron quimioterapia adicional tuvieron una importante mejoría con respecto al control del tumor, aunque presentaron más efectos adversos inmediatos. De todas formas, la influencia del tratamiento sobre los efectos colaterales tardíos no fue tan manifiesta. En este estudio se observó un incremento de la prevalencia y de la gravedad de las complicaciones cutáneas con el uso de quimioterapia adicional, el cual se asoció también con la presentación de trismus y de cambios en el tejido subcutáneo. El trismus y las atrofias de la piel y del tejido subcutáneo, pueden limitar los movimientos del cuello y de la mandíbula, lo cual ocasiona incomodidad, dolor crónico y dificultades para comer. La formación de costras en la nasofaringe afecta la vía respiratoria y el drenaje nasal, lo cual puede conducir a obstrucción nasal, percepción de olores desagradables, infección local y cefaleas. La xerostomía fue la complicación más frecuente (97,5%), lo cual coincidió con los hallazgos del estudio de Pow y col. (92%). El 42.2% de los participantes de la investigación actual presentó trismus, frente al 29% de los sujetos del ensayo clínico de Pow. Los efectos de la radioterapia a nivel de las glándulas salivales y de los dientes contribuyen a la aparición de alteraciones nutricionales que calidad de vida de los pacientes se reduce significativamente ante la aparición de las complicaciones tardías y persistentes. Algunas de éstas pueden minimizarse por medio de un cuidado adecuado antes de la radiación. El trismus, la xerostomía y las caries radiculares son efectos adversos frecuentes de la radioterapia contra el CNF. Con respecto a las complicaciones otológicas, la presentación de hipoacusia del oído interno es bastante común y se detecta por medio de la audiometría. La frecuencia de acumulación de líquido en el oído medio se puede incrementar unas 7 veces en los pacientes que presentan indicios de este hecho antes del comienzo de la radioterapia. El presente estudio tuvo el propósito de analizar las complicaciones tardías de la radioterapia en los pacientes con CNF, ya sea en combinación con quimioterapia o sin ella. La información obtenida puede resultar de gran utilidad tanto para los médicos como para los pacientes. Se llevó a cabo un estudio de cohorte prospectivo que involucró a pacientes ambulatorios en el Chiang Mai University Hospital. El ensayo se extendió desde octubre de 2003 a septiembre de 2004. Se incluyeron todos los sujetos con CNF que se encontraban en seguimiento luego de recibir radioterapia curativa. Se excluyeron todos aquellos con tumores recurrentes, seguimiento inferior a 90 días luego de completar la radioterapia o que no estaban dispuestos a participar en la investigación. Los tratamientos que se administraron en los estadios II, III, IVa y IVb fueron quimioterapia y radioterapia. Los pacientes con estadio I que no se encontraban en condiciones, o que se rehusaban a la administración de quimioterapia, recibieron radioterapia sola. La quimioterapia consistió en una combinación de cisplatino o carboplatino y 5-fluorouracilo. Los registros del hospital permitieron obtener los datos relacionados con la edad, sexo, tiempo transcurrido desde que finalizó la terapia, estadios, características histológicas del tumor, modalidad de tratamiento y dosis total de radiación. Los investigadores evaluaron los antecedentes, síntomas y hallazgos de la exploración física. El personal especializado se encargó de realizar las audiometrías. Se calculó el índice de masa corporal (IMC) antes de la radioterapia y después de ésta. El análisis se realizó por medio de un programa SPSS versión 15.0. Se utilizaron las pruebas de la U de Mann-Whitney y de chi cuadrado para evaluar la frecuencia y la gravedad de las complicaciones en ambos grupos de tratamiento. Las pruebas de regresión logística fueron de utilidad para la evaluación de cada complicación a fin de hallar su relación con la edad, la quimioterapia, el IMC previo al tratamiento y posterior a éste, el tiempo posradioterapia y el estadio del tumor (T, N, S). El estudio incluyó un total de 200 participantes, 131 varones (65.5%) y 69 mujeres (34.5%), con una media de edad de 49.7 ± 13.5 años (11-78). Con respecto a las características histopatológicas del tumor, el 92% fueron carcinomas de células escamosas, de los cuales el 50.5% fueron no diferenciados y el 41.5% escasamente diferenciados. Las dosis de radiación utilizadas variaron entre 60 y 76 Gy (media 69 Gy). Se administró quimioterapia a 145 pacientes (72.5%), mientras que sólo 17 (8.5%) recibieron braquiterapia. La medias de los IMC antes del tratamiento y después de éste fueron de 22.5 ± 4 (15–35.6) y de 19.8 ± 3.2 (12.9-34.5), respectivamente (p < 0.05). Se registró una media del tiempo posradiación de 3.6 ± 3.4 años (0.3 a 18.6 años). Se observó que la media de edad de los pacientes pertenecientes al grupo que Información adicional en www.siicsalud.com: conflictos de interés, instituciones investigadoras, especialidades en que se clasifican, etc. 8 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves conducen a una reducción significativa del IMC luego de la radioterapia. La calidad de vida de los pacientes puede verse afectada por la presentación de hipoacusia, cuya prevalencia puede incrementarse como consecuencia del uso de radioterapia a dosis altas (> 48 Gy), la edad y el tiempo posradiación. La quimioterapia (cisplatino) a dosis bajas no aumentó el riesgo de hipoacusia. En el presente estudio, la terapia combinada no produjo un incremento estadísticamente significativo de la prevalencia de hipoacusia; en general, las alteraciones de la audición se relacionaron con la edad de los sujetos. Se recomienda realizar una audiometría de rutina luego de la radiación, incluso en los pacientes que no refieren molestias. Las complicaciones graves tales como la parálisis de los pares craneales, necrosis del conducto auditivo externo (4%) o cerebral (0.5%), u osteonecrosis de la mandíbula (5.5%), fueron poco frecuentes. Otros efectos colaterales tales como caries, trismus, alteraciones cerebrales, celulitis, espasmos de la mandíbula y alteraciones de los pares craneales se relacionaron principalmente con el tiempo posradiación. Se debe evaluar regularmente a todos los pacientes con persistencia de otorrea, rinorrea, dolor y formación de costras o pus en el conducto auditivo, la nasofaringe o la mandíbula, a fin de detectar y controlar dichas complicaciones en forma precoz. Se encontró que cada uno de los participantes de este estudio presentó al menos una complicación. La administración adicional de quimioterapia produjo un incremento importante de las complicaciones cutáneas. Dada la mejoría de la supervivencia presentada por los pacientes, la aparición de los efectos adversos puede afectar su calidad de vida. Es importante que los médicos tomen conciencia acerca de estos efectos colaterales a fin de prevenirlos y optimizar la atención. periféricas sindrómicas –como el síndrome de GuillainBarre– y factores genéticos. La pérdida auditiva y las alteraciones en el lenguaje son importantes. La NA se diagnostica por la ausencia o alteración significativa en los potenciales evocados auditivos del tronco cerebral (PEAT) y la función normal de las células ciliadas externas, evaluada por la presencia de otoemisiones acústicas o la microfonía coclear (MC). La NA requiere un enfoque de rehabilitación auditiva y del lenguaje especial que difiere del utilizado en la pérdida auditiva periférica de otras etiologías y, por ello, es importante su diagnóstico y conocer su prevalencia. La prevalencia descrita de NA en los pacientes con pérdida auditiva sensorioneural oscila entre el 0.5% y el 15%. El objetivo de este estudio fue detectar la prevalencia de NA entre los lactantes y niños de corta edad egipcios con pérdida auditiva grave a profunda. El diseño del estudio fue prospectivo, se llevó a cabo entre noviembre de 2007 y marzo de 2009 y comprendió 112 niños con pérdida auditiva con una edad corregida que osciló entre 6 y 32 meses (edad promedio 18.4 meses). Todos los pacientes fueron evaluados en otros centros, se les diagnosticó pérdida auditiva grave a profunda y fueron derivados para la colocación de audífonos. A los participantes se les realizó historia clínica completa y del neurodesarrollo, examen físico, impedanciometría, audiometría de observación conductual, audiometría por refuerzo visual, PEAT y MC para detectar los casos de NA. En ningún caso se registraron ondas repetibles o identificables en los PEAT, mientras que en 15 pacientes se detectó MC (en ambos oídos en 13 y en uno en 2). Se procedió al diagnóstico de NA frente al registro de MC en ausencia de ondas en los PEAT. La edad promedio al momento del diagnóstico de NA fue de 18.7 meses (desvío estándar ± 7.7 meses). Las posibles etiologías de NA fueron: en el 40% de los casos, hiperbilirrubinemia neonatal (n = 6); en el 13.3%, asfixia neonatal (n = 2) y en 46.7%, no se registraron antecedentes relevantes. En el 86.7% de los pacientes (n = 13) hubo compromiso bilateral y en el 13.3% (n = 2) compromiso unilateral. En el 13.3% (n = 2) de los pacientes con NA se detectó efusión en el oído medio y en el 26.7% (n = 4) disfunción de la trompa de Eustaquio, mientras que en el 60% la presión del oído medio fue normal. Comentan los autores que la prevalencia de NA en este estudio fue del 13.4%, que se encuentra en el límite superior de los valores informados en ensayos epidemiológicos anteriores, pero que es similar a la comunicada en aquellos que incluyeron también lactantes o niños de corta edad. La prevalencia de NA en ensayos con niños de mayor edad, estudiantes de escuelas para sordos, fue menor, ya que osciló entre el 1.6% y el 4%. Explican los investigadores que la menor prevalencia de la enfermedad con el aumento de la edad puede deberse a que a medida que avanza el proceso, las células ciliadas externas son afectadas en casi su totalidad lo que lleva a la desaparición de la MC y las otoemisiones acústicas. Otra explicación podría ser el daño de las células ciliadas externas normales por los audífonos de alta amplificación indicados incorrectamente en los casos en los cuales no se realizó el diagnóstico de NA. Se encontró que la NA fue bilateral en el 86.7% de los casos y unilateral en el 13.3%. La NA unilateral puede explicarse por el hecho de que en el proceso histopatológico no se destruyen todas las células ciliadas externas en ambos oídos. El oído con NA unilateral puede presentar una función coclear anormal en el seguimiento. Al igual que lo informado previamente, en este ensayo se encontraron como posibles etiologías de la NA la hiperbilirrubinemia y la asfixia, pero además en el 46.7% de los casos no se identificaron factores de riesgo. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/103843 Establecen la prevalencia de neuropatía auditiva con pérdida auditiva grave a profunda en niños http://www.siic.info International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology 73(7):937-939, Jul 2009 Menia, Egipto La neuropatía auditiva (NA) se caracteriza por un funcionamiento normal de las células ciliadas externas y una función neural anormal a nivel de las células ciliadas internas, el nervio coclear o la unión entre ambos. Esta enfermedad es más frecuente ante ciertas situaciones neonatales como la hiperbilirrubinemia, la hemorragia intracraneal perinatal, la asfixia, algunas neuropatías 9 Este hecho demuestra la importancia de realizar la MC de rutina en todos los pacientes con PEAT anormales para descartar NA. Tanto las otoemisiones acústicas como la MC se utilizan de rutina para evaluar la función de las células ciliadas externas. Las enfermedades del oído medio, como la disfunción de la trompa de Eustaquio y la efusión del oído medio, tienen poco efecto sobre la sensibilidad auditiva de los lactantes y niños de corta edad, pero pueden impedir el registro de las otoemisiones acústicas. La ausencia de estas últimas en los casos con patología del oído medio puede impedir o retrasar el diagnóstico de NA hasta su resolución. En cambio, la MC no es tan sensible a las enfermedades del oído medio como las otoemisiones acústicas y puede constituir una herramienta diagnóstica clínicamente más útil para evaluar la función de las células ciliadas externas en los casos de alteraciones del oído medio. En este estudio, el 40% de los pacientes con NA presentaron una disfunción de la trompa de Eustaquio o efusión del oído medio, lo cual señala la importancia de utilizar la MC como prueba diagnóstica de la NA. En conclusión, la prevalencia de NA entre los lactantes y niños de corta edad egipcios con pérdida auditiva sensorioneural grave a profunda fue del 13.4%. Se recomienda la realización de rutina de la MC como prueba complementaria ante la obtención de PEAT anormales para excluir el diagnóstico de NA. VPPB; sin embargo, se estima que en más de la mitad de los enfermos, es idiopático. El VPPB clásico involucra el canal semicircular posterior (CSP); en el 10% al 20% de los afectados, el VPPB obedece al compromiso del canal semicircular lateral (CSL); este tipo de vértigo es más difícil de tratar, con un índice de éxito de alrededor del 70%. El diagnóstico del VPPB se basa en los síntomas, similares en los pacientes con VPPB del CSL o del CSP: vértigo rotacional con náuseas y vómitos, desencadenado por los movimientos de la cabeza. El nistagmo aparece luego de un período de latencia breve, dura poco y revierte en la posición de pie. Clásicamente, los enfermos con VPPB del CSL han sido tratados con diversas maniobras posicionales. La maniobra de Gufoni se basa en la teoría de que existen restos otolíticos con mayor densidad que la del fluido endolinfático circulando libremente en el brazo anterior del CSL. En este artículo, se describe la evolución de 58 enfermos con VPPB del canal semicircular horizontal tratados con la maniobra de Gufoni. El objetivo del estudio fue evaluar la eficacia de esta forma de terapia en pacientes atendidos en forma ambulatoria. El estudio abarcó 23 hombres y 35 mujeres de 27 a 81 años, con VPPB del CSL, entre 2001 y 2004. Los pacientes presentaban este trastorno por primera vez, no habían recibido tratamiento para el vértigo y no referían trastornos crónicos del oído. Todos los enfermos fueron sometidos a un examen otorrinolaringológico y de cabeza y cuello. Se evaluó la postura, se efectuó audiometría de tonos puros, impedancia y análisis del reflejo estapedial. Se valoró la presencia de nistagmo con distintas posiciones de la cabeza. El nistagmo provocado se detectó con las maniobras de Dix-Hallpike y de Pagnini con la finalidad de identificar el canal semicircular afectado. Luego de excluir otras etiologías, los síntomas del enfermo fueron atribuidos al CSL. Los pacientes fueron sometidos a la maniobra de Gufoni que consiste en las siguientes posiciones: en primer lugar, el sujeto se sienta en la camilla con las piernas hacia abajo, con los brazos colgando lateralmente y con las manos sobre las rodillas; luego, el paciente se acuesta sobre el lateral no afectado mediante un movimiento rápido; se mantiene en esta posición durante 2 minutos. En un tercer paso realiza una rotación rápida de la cabeza de 45° hacia el piso durante 2 minutos y por último vuelve lentamente a la posición normal. La maniobra se realizó dos veces; luego el paciente fue evaluado nuevamente. La maniobra se repitió en presencia de una atenuación del vértigo o cuando el nistagmo persistió. Una vez finalizado el procedimiento, los pacientes volvieron a sus hogares sin ninguna restricción postural; a los 3 días fueron controlados de nuevo. Los controles posteriores se efectuaron a la semana y a los 3 meses. El vértigo y el nistagmo remitieron por completo en el 79.3% de los enfermos (n = 46) después de la primera sesión. La mejoría persistió hasta el último control. Los pacientes que mejoraron refirieron una sensación de inestabilidad que duró unas 2 semanas; el síntoma desapareció espontáneamente. En 8 enfermos (13.8%) se comprobó una conversión a canalolitiasis del CSP durante el tratamiento; estos pacientes fueron sometidos rápidamente a la maniobra de Semont (n = 2) o de Epley (n = 6) con desaparición de los síntomas. Cuatro enfermos (6.9%) no respondieron al tratamiento; en el transcurso de varias semanas mejoraron lentamente con las posiciones de Vannucchi. El VPPB no siempre obedece a una etiología precisa; puede ser consecuencia de varios trastornos del oído interno –traumatismo, infecciones o enfermedades vasculares. Sin embargo, se estima que en el 70% de los casos, el vértigo es idiopático. Actualmente se acepta que Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105761 La maniobra de Gufoni es eficaz para tratar el vértigo posicional paroxístico benigno American Journal of Otolaryngology 30(2):106-111, Mar 2009 Palermo, Italia El vértigo afecta significativamente el bienestar físico y emocional del enfermo ya que lo incapacita para realizar sus actividades cotidianas sin la ayuda de terceros. Muchos pacientes son asistidos por el médico general durante mucho tiempo antes de ser derivados a un especialista. Por este motivo, suelen ser sometidos a diversos estudios de diagnóstico inútiles. El diagnóstico preciso del vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) permite un abordaje apropiado y la resolución rápida del problema sin necesidad de un tratamiento médico. El VPPB es la causa más común de vértigo periférico; representa alrededor del 24% de todos los trastornos vestibulares periféricos. El VPPB por lo general afecta a individuos de 40 años o más; el pico de incidencia es entre los 50 y los 70 años. Todavía no se conoce la etiología del 10 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves de las localizaciones con mayor riesgo de diseminación, la comprensión de las indicaciones y limitaciones de los tratamientos disponibles y la adecuada planificación de la reconstrucción posterior a la resección de los márgenes del tumor. En el presente trabajo se realiza un análisis de la epidemiología, histopatología, presentación clínica y control del CPNM de cabeza y cuello avanzado o agresivo. En Estados Unidos, el carcinoma basocelular (CBC), representa alrededor del 75% de los casos de CPNM. Es importante destacar que la incidencia de este tipo de cáncer suele subestimarse debido a que la mayoría de las lesiones son tratadas sin tener una confirmación histopatológica. El riesgo de presentar tanto CBC como carcinoma espinocelular (CEC) es mayor en las personas de edad avanzada y de sexo masculino. El 95% de los pacientes afectados por CBC tienen entre 40 y 79 años y más del 99% son de raza blanca. Hasta el 90% de estos tumores se localizan en la región de la cabeza y el cuello y el 30%-40% de los pacientes presentarán una o más lesiones similares dentro de los 10 años. Algunos factores tales como la pigmentación de la piel, la radiación ionizante, la exposición a los rayos ultravioleta (UV), el arsénico, los hidrocarburos aromáticos policíclicos, las quemaduras, las cicatrices de viruela y ciertos síndromes genéticos pueden predisponer al CBC. Existen distintas variantes histológicas de CBC: nodular, superficial, morfeiforme (esclerodermiforme), infiltrante, micronodular y metatípico o basoescamoso. Las variantes ecrina, apocrina y trabecular son menos frecuentes. Cualquiera de estos tipos histológicos puede ser localmente agresivo o producir metástasis. A continuación se realiza una descripción de los subtipos más importantes. Nodular. Es el subtipo de CBC más frecuente (75%-80%). El 90% de las lesiones se encuentran en la cabeza y el cuello. Los grupos celulares están formados por lóbulos que se conectan con la epidermis por medio de amplias trabéculas o de estrechos cordones. Las células tumorales son de forma poligonal y de tamaño uniforme. Los núcleos de forma oval de las células periféricas están dispuestos en paralelo o en ángulo recto con respecto a los de las centrales. En casi todos los casos se puede ver la elastosis actínica peritumoral en la dermis circundante. Infiltrante. Se encuentra casi con la misma frecuencia que la variante morfeiforme. Las lesiones son híbridos del subtipo nodular y morfeiforme, tienen un estroma con abundantes fibroblastos y carecen de una masa cohesiva central. Puede expandirse hacia la periferia o bien extenderse en profundidad hacia el tejido blando subyacente. Micronodular. Presenta una alta propensión a la recurrencia local. Hay quienes lo consideran como una variante del CBC nodular. Las lesiones suelen dispersarse de los nidos de células epiteliales. Estos tumores están constituidos por pequeños cúmulos circulares de células basales. Metatípico y basoescamoso. Son poco frecuentes. Se ha insinuado que, desde el punto de vista citológico, la variante metatípica es intermedia entre el CBC nóduloquístico y el CEC. El subtipo basoescamoso incluye una combinación de diferentes componentes del CBC y del CEC. Estas lesiones conservan la organización típica del CBC, es decir, islotes de células epiteliales en el interior de un estroma fibrovascular. Las lesiones típicas del CBC son de aspecto nacarado y ceroso. Pueden ser planas o ligeramente sobreelevadas, de color blanco, rosado, carne o marrón. Es posible visualizar obedece al desplazamiento de los otolitos y a su depósito en el CSL o en el CSP. Los movimientos generados desde o hacia la ámpula se asocian con la activación de los canales o con su inhibición. El diagnóstico del VPPB del CSL se basa en la historia del paciente y en la presencia de nistagmo cuando se provoca un movimiento rápido de la cabeza. El nistagmo que se produce en esta situación se caracteriza por tener una latencia muy breve (de sólo unos pocos segundos), por ser paroxístico, por durar menos de un minuto, por ser horizontal y más intenso hacia un lado y por no atenuarse con las maniobras posicionales repetidas. La maniobra de Gufoni fue introducida en 1998; ofrece la ventaja de que puede ser realizada en enfermos con espondilosis. La maniobra es muy eficaz para el tratamiento del VPPB del CSL geotrópico. La posición en decúbito lateral sobre el lado afectado ocasionaría la migración de los restos otolíticos hacia la parte posterior del CSL, simultáneamente con un flujo de la endolinfa hacia la ámpula. Este mecanismo activaría las células vellosas con vértigo y con nistagmo geotrópico. La rotación del enfermo hacia el lado no comprometido originaría la inversión del flujo, con migración posterior de los otolitos y con inhibición del flujo endolinfático. Diversos estudios anteriores revelaron una eficacia muy elevada de la maniobra de Gufoni en pacientes con VPPB del CSL; además, el procedimiento se toleró muy bien. Probablemente, la maniobra se acompañe de la limpieza de los otolitos del brazo no ampular del CSL debido al peso y la inercia de las partículas. El pasaje rápido de la posición sentada al decúbito lateral sobre el lado no comprometido (que coloca el CSL en el plano vertical) origina movimiento de los restos otolíticos hacia la parte final del canal no ampular. La maniobra es muy aceptada por los enfermos y puede realizarse bajo control videonistagmográfico continuo con la finalidad de comprobar paso a paso el efecto del tratamiento. En cambio, es difícil de efectuar en los sujetos con rigidez del cuello, con síntomas neurovegetativos importantes (vómitos), en los pacientes muy ancianos o en los obesos. En estos casos, el tratamiento farmacológico y la rehabilitación vestibular pueden ser necesarios. La maniobra de Gufoni es eficaz para el tratamiento de los pacientes con VPPB del CSL; es simple de realizar, no requiere muchos movimientos y las posiciones por lo general son bien toleradas. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/103853 Analizan los diferentes tipos de cáncer de piel no melanoma de cabeza y cuello http://www.siic.info American Journal of Otolaryngology 30(2):121-133, Mar 2009 Irvine, EE.UU. El cáncer de piel no melanoma (CPNM) es una neoplasia de frecuente diagnóstico en la práctica médica general. En la mayoría de los casos, estas lesiones se tratan por medio de procedimientos dermatológicos conservadores. Es poco frecuente que estos cánceres alcancen un estadio avanzado; sin embargo, los pacientes derivados para cirugía suelen requerir tratamiento regional y local agresivo, como también una reconstrucción compleja. En los individuos con cáncer de piel avanzado, el éxito terapéutico depende de ciertos factores tales como el reconocimiento de los subtipos agresivos, la identificación Información adicional en www.siicsalud.com: conflictos de interés, instituciones investigadoras, especialidades en que se clasifican, etc. 11 los vasos sanguíneos en la lesión y en la piel adyacente. En general, presenta una ulceración central de bordes bien definidos. Las lesiones de los tipos infiltrante y morfeiforme tienen escasa definición y pueden ser ligeramente pigmentadas, induradas o planas. Los CBC crecen muy lentamente y no suelen extenderse a otras partes del cuerpo, aunque los subtipos más agresivos pueden invadir los tejidos y estructuras circundantes. Las metástasis son muy poco frecuentes. La localización anatómica de la lesión es el factor más importante para identificar los CBC de alto riesgo. Al parecer, la región central de la cara constituida por el dorso, la punta y el ala de la nariz, la frente, el surco nasolabial, el surco subnasal y la comisura palpebral interna presentan los mayores índices de recurrencia, seguidos por la región auricular y periauricular. Esto puede deberse a que estas áreas anatómicas suelen estar expuestas a los rayos UV. La piel y el tejido subcutáneo de estas regiones son delgados, lo cual permite que los tumores se extiendan más fácilmente a través del periostio y del pericondrio. La fusión embriológica de estas áreas también contribuye a la diseminación tumoral. Si bien la mayoría de los CBC son sensibles a la radioterapia (RT), se ha demostrado que el subtipo morfeiforme es resistente a ésta. La cirugía de Mohs o la resección quirúrgica convencional son las opciones terapéuticas más adecuadas para tratar las lesiones agresivas. El control de los márgenes es fundamental en el tratamiento quirúrgico convencional del CBC. El tratamiento se elige de acuerdo con el subtipo de lesión histológica, el tamaño y localización del tumor y la edad del paciente. Los objetivos son resecar totalmente el tumor, preservar la función y lograr un buen resultado estético. Las opciones terapéuticas disponibles incluyen: curetaje y electrodisección, criocirugía, quimioterapia tópica, cirugía láser, RT, inmunoterapia, cirugía de Mohs y exéresis quirúrgica convencional. Hay quienes coinciden en que la RT es la opción más adecuada en los casos de CBC con compromiso de la nariz, los párpados inferiores o las orejas. Los resultados estéticos de la RT a corto plazo superan a los obtenidos con la cirugía, aunque luego de un tiempo la apariencia estética se deteriora. Otra de las desventajas de la RT es la falta de control histológico de los márgenes. Por otro lado, la RT puede mejorar el control locorregional de los cánceres con diseminación perineural, infiltración muscular esquelética, invasión del hueso o del cartílago o extensión ganglionar o extraganglionar. El CEC representa el 20% de todas las neoplasias cutáneas. Es el segundo cáncer de piel en frecuencia. Algunas regiones cervicofaciales como el labio inferior y las orejas son más propensas al CEC que al CBC. Si bien el CEC se presenta con mayor frecuencia en ancianos, también puede afectar a personas jóvenes. La exposición a los rayos UV es la principal causa de CEC. Los factores que se asocian con una mayor predisposición a CEC incluyen: la carcinogénesis química, la dermatitis por radiación crónica, las lesiones térmicas y el virus del papiloma humano (HPV) tipos 16, 18, 30, y 33. Los pacientes con alteraciones hereditarias tales como el xeroderma pigmentario y el albinismo oculocutáneo, presentan mayor vulnerabilidad a los efectos perjudiciales de la radiación UV. Se ha encontrado que el espectro histológico del CEC comienza con la queratosis actínica (QA). Desde el punto de vista histológico se pueden establecer las diferencias entre la QA, el CEC in situ y el CEC franco. La QA compromete sólo parte de la epidermis, el CEC in situ ocupa todo su espesor y el CEC invasivo penetra en su membrana basal. Todas las lesiones se acompañan frecuentemente de hiperqueratosis, paraqueratosis o ambas. La QA es un precursor del CEC. Los CEC se caracterizan por la presencia de cordones y nidos entre las anastomosis, formados por células poligonales con citoplasma eosinófilo o anfofílico, grandes núcleos y nucléolos prominentes. El comportamiento agresivo del tumor depende de ciertas características como el tamaño, la profundidad, la localización de la lesión, y el grado de diferenciación. Los índices de recurrencia y de metástasis se incrementan significativamente ante la presencia de un tumor mayor de 2 cm o con escasa diferenciación. Los CEC bien diferenciados se caracterizan por presentar una abundante queratinización, citoplasma eosinófilo y puentes intercelulares, infiltración irregular de la dermis de la base del tumor por queratinocitos neoplásicos y grados variables de inflamación y fibrosis por debajo de la lesión. En los CEC moderadamente diferenciados se observa una invasión más profunda y mayor actividad mitótica. Los vasos sanguíneos y las vainas perineurales pueden encontrarse comprometidos. Los CEC escasamente diferenciados afectan el tejido celular subcutáneo y presentan poca queratinización; en la mitad de los casos puede haber compromiso linfático y perineural. Las lesiones del CEC in situ son variables, pueden ser placas rosadas rugosas de límites mal definidos (similares a la QA), placas rosadas bien delimitadas o bien lesiones verrugosas. El CEC típico se puede manifestar por medio de pápulas del color de la piel, nódulos o placas que aparecen sobre una superficie cutánea previamente dañada por el sol. Estas lesiones suelen ser hiperqueratósicas con necrosis o hemorragia central. El comportamiento biológico depende de la localización, el tamaño, la profundidad y el grado de diferenciación. Los tumores localizados en la región central de la cara, las sienes, labios, orejas y el cuero cabelludo tienen mayor riesgo de recurrencia y de metástasis. El CEC puede diseminarse a través del pericondrio, periostio, fascia y planos de fusión embrionaria. En el 5%-14% de los casos de CEC de cabeza y cuello, se puede comprobar invasión perineural. La mayoría de los CEC responden bien al tratamiento estándar (índice de curación de 90%-98%). Los pacientes con lesiones de bajo riesgo que se someten a cirugía de Mohs presentan un índice de curación superior al 95%. Los sitios comprometidos con más frecuencia por las metástasis regionales de las lesiones cutáneas primarias de cabeza y cuello son los ganglios parotídeos y los cervicales superiores. Por ello se recomienda la parotidectomía y la disección supraomohioidea del cuello en los casos de metástasis regional de CEC. Está demostrado que se obtienen mejores resultados con el uso de tratamientos combinados. Se realizó un análisis de 71 estudios que informaban los índices de recurrencia y metástasis de acuerdo con el tratamiento. Se observó que el índice de metástasis a 5 años era ligeramente mayor en los pacientes con CEC de orejas y labios. Además, el ancho > 2 cm, la profundidad > 4 mm, la recurrencia, la invasión perineural y la escasa diferenciación histológica se asociaron con mayores índices de metástasis (30%-47%). El dermatofibrosarcoma protuberans (DFSP) es una neoplasia cutánea poco frecuente. Afecta a hombres y mujeres por igual y suele aparecer en la mitad de la vida. Presenta un elevado índice de recurrencia, el cual disminuye significativamente con la cirugía micrográfica de Mohs. La supervivencia luego de una resección total de DFSP clásico es excelente, con una baja incidencia de metástasis a distancia. 12 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves http://www.siic.info AVISO 13 El DFSP pertenece a la categoría de enfermedades fibrohistiocíticas. Los hallazgos clásicos son células fusiformes con patrón en «rueda de carro», con tinción positiva para CD34. Existe una variante de alto grado conocida como DFSP fibrosarcomatosa (DFSP-FS) de naturaleza más agresiva y alto riesgo de metástasis. Al parecer, los cambios fibrosarcomatosos se asocian con mutaciones del gen p53 y con el incremento de la actividad proliferativa. El 15% de los DFSP-FS pueden producir metástasis a distancia. Histológicamente, esta variante se caracteriza por la presencia de fascículos de células tumorales fusiformes, mayor celularidad, aumento de la actividad mitótica y áreas de atipia celular moderada. El DFSP se puede presentar como un nódulo subcutáneo solitario de crecimiento lento, sólido e indoloro, o como una placa indurada de color violáceo. Esta neoplasia puede aparecer sobre la piel sana o bien en áreas previamente dañadas. El objetivo del tratamiento es lograr márgenes quirúrgicos negativos. Si bien, el DFSP se extiende horizontalmente, las lesiones agresivas invaden los planos profundos y pueden comprometer la fascia, el músculo y el hueso. Dado el patrón de diseminación del DFSP se recomiendan resecciones con márgenes quirúrgicos de 2-3 cm. La cirugía de Mohs es una opción terapéutica prometedora, ya que ha permitido reducir los índices de recurrencia (0-7%). La RT puede resultar beneficiosa en los casos en que se encuentran márgenes positivos sin posibilidad de resección quirúrgica y como tratamiento adyuvante. El carcinoma de células de Merkel (CCM) es agresivo y poco frecuente. Al parecer, la exposición al sol aumenta el riesgo de presentación de esta neoplasia, la cual afecta con mayor frecuencia a sujetos de piel clara, mayores de 65 años y de sexo masculino. La mitad de los casos de CCM afectan la cabeza y el cuello. Su incidencia es aún mayor en los pacientes inmunocomprometidos. El CCM se localiza en la unión dermoepidérmica y forma parte del complejo mecanorreceptor de la piel. Es una neoplasia neuroendocrina. Los hallazgos histológicos son gránulos neuroendocrinos, uniones intercelulares, procesos espinosos rígidos y una colección paranuclear de filamentos intermedios con tinción positiva para citoqueratina 20. Suele presentarse como un nódulo rosado o ulcerado, indoloro y de rápido crecimiento. Con frecuencia se pueden encontrar metástasis ganglionares tempranas. En los primeros estadios de la enfermedad se pueden hallar quistes cutáneos. La terapia inicial del CCM es la resección local amplia con márgenes de 2-3 cm, lo cual no siempre es posible en la región de la cabeza y el cuello. La disección electiva de los ganglios linfáticos es una conducta discutible. Se ha demostrado la importancia de la biopsia del ganglio linfático centinela en la estadificación y el control del CCM. No se han observado beneficios significativos con quimioterapia. Por otro lado, se encontró que la RT puede ejercer efectos beneficiosos regionales. Las neoplasias cutáneas anexiales son muy poco frecuentes. Suelen dar metástasis locales y a distancia. La cirugía de Mohs proporciona un buen control locorregional de estas lesiones. El carcinoma anexial microquístico aparece en la región centrofacial y es localmente agresivo. Presenta una alta morbilidad y recurrencias frecuentes a pesar del tratamiento. Puede invadir la dermis, el músculo, el tejido graso y los nervios. La presencia de invasión perineural se ve reflejada en síntomas como parestesias, ardor, aumento de la sensibilidad y anestesia. Dada la agresividad local del tumor y la infiltración profunda, se recomienda la resección completa con control microscópico de los márgenes. La técnica de Mohs representa una excelente opción terapéutica, con mínima pérdida de tejido normal y muy bajos índices de recurrencia (0-12%). Los CPNM metastásicos son poco frecuentes y muy agresivos. Los CEC son los que producen metástasis con mayor frecuencia, seguidos por los CCM y las neoplasias anexiales. Los CBC y los DFSP presentan muy bajo índice de metástasis. Estas neoplasias pueden ser de difícil tratamiento debido a que suelen comprometer las parótidas y el nervio facial. El 60%-80% de los CPNM agresivos que afectan el nervio facial pueden ser asintomáticos. Se estableció un sistema de estadificación de acuerdo con la presencia de compromiso parotídeo y su grado (estadio «P»), el cual ha resultado de suma utilidad para establecer el pronóstico del CPNM metastásico. Las indicaciones de parotidectomía son: metástasis parotídeas, invasión de la cápsula de las parótidas, compromiso del nervio facial y afección del hueso temporal. Además, se recomienda realizar la linfadenectomía electiva del cuello en los pacientes con CEC metastásico con compromiso parotídeo. En ausencia de enfermedad clínicamente palpable, se indica la disección supraomohioidea; mientras que en los casos de neoplasia palpable se recomiendan disecciones más extensas. Se ha demostrado que la combinación de cirugía y RT es el tratamiento de elección en los casos de CEC metastásico. Las indicaciones de RT posquirúrgica incluyen lesión primaria extensa o recurrente, márgenes cerrados o positivos, invasión perineural, múltiples niveles de diseminación linfática, compromiso linfático extracapsular y CEC escasamente diferenciado o de células fusiformes. El riesgo de presentar CPNM se incrementa en los receptores de trasplante de órganos (RTO). El CBC y el CEC representan más del 90% de todos los cánceres en los RTO. Los factores de riesgo de cáncer de piel de los sujetos trasplantados son: antecedentes de cáncer cutáneo, QA, exposición crónica al sol o quemaduras y de infección por HPV, piel clara, edad avanzada, duración e intensidad de la inmunosupresión, y linfocitopenia CD4. Los pacientes con trasplante de riñón y corazón presentan mayores tasas de incidencia de neoplasias cutáneas. Al parecer, la radiación UV puede originar cáncer de piel por medio de sus efectos mutagénicos sobre el ADN celular y de la supresión del sistema inmunitario cutáneo. Por lo tanto, la protección de los rayos UV es fundamental para prevenir el carcinoma de piel, tanto en los RTO como en la población general. Los pacientes trasplantados son más vulnerables al daño por radiación UV debido a su inmunosupresión crónica. Los CEC de los RTO tienen un comportamiento más agresivo, con mayores índices de mortalidad. En estos casos, se requieren terapias multidisciplinarias. Con respecto a la quimioprevención, el uso de retinoides sistémicos en bajas dosis puede reducir la incidencia de cánceres cutáneos. No hay mucha información acerca del tratamiento quirúrgico de los CPNM en RTO. Dado que en estas personas, los CEC presentan altos índices de recurrencia y de metástasis, se recomienda la resección quirúrgica agresiva con control ganglionar estricto. En los casos de CPNM avanzados o agresivos, la cirugía de cabeza y cuello es la opción terapéutica de elección. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/103854 14 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves Describen un aspergiloma maxilar originado por un cuerpo extraño dentario maxilar. Aunque la enfermedad es infrecuente, siempre debe ser tenida en cuenta. En la actualidad, el abordaje de las infecciones fúngicas se ha modificado considerablemente. El espectro clínico de la infección micótica va desde la sinusitis alérgica hasta la sinusitis fúngica invasiva. La formación de aspergilomas en los senos faciales a menudo se asocia con algún factor predisponente, por ejemplo, inmunodepresión, hipoxia tisular local o inoculación masiva de hongos. Los aspergilomas, señalan los autores, pueden tratarse mediante la operación tradicional de Caldwell-Luc o mediante técnicas endoscópicas. Cualquiera de los dos procedimientos se acompaña de una buena evolución; rara vez el paciente deba recibir antimicóticos por vía sistémica. El tratamiento con estos agentes, por ejemplo con anfotericina B, es necesario en los enfermos inmunocomprometidos. Este caso revela la importancia del control adecuado después de los procedimientos odontológicos, con la finalidad de evitar que cuerpos extraños diversos penetren en los senos maxilares o en los tejidos blandos, ya que pueden representar el punto de partida de una infección, por ejemplo, de un aspergiloma, concluyen los expertos. http://www.siic.info British Journal of Oral & Maxillofacial Surgery 47(4):313-315, Jun 2009 Londres, Reino Unido La aspergilosis es una infección causada por hongos del género Aspergillus, que se adquiere mediante la inhalación de sus esporas. Sus formas clínicas incluyen la aspergilosis broncopulmonar alérgica, el aspergiloma y la aspergilosis invasiva. Esta última forma por lo general afecta a pacientes con compromiso inmunitario y a menudo se asocia con manifestaciones en múltiples órganos. El antro maxilar es una región apta para la formación de un aspergiloma alrededor de un cuerpo extraño. Los hallazgos de trabajos anteriores sugieren que cualquier material dentario con cinc que pasa al antro maxilar puede infectarse y dar lugar a la formación de un aspergiloma. Los cementos y las amalgamas son algunos ejemplos. Los enfermos con sinusitis por Aspergillus pueden presentar manifestaciones típicas de la sinusitis crónica o pueden ser asintomáticos. La sinusitis crónica por lo general es resistente a las drogas de primera línea; en esta situación, a menudo se requiere desbridamiento quirúrgico. Un hombre de 46 años fue derivado por el odontólogo al servicio de cirugía oral y maxilofacial. El paciente refería parestesias en los dientes maxilares y dolor maxilar derecho que se agravaba con los cambios de posición. El enfermo no presentaba bloqueo nasal, secreción ni drenaje posnasal. El dolor llevaba alrededor de 2 años de evolución; comenzó después de la extracción del segundo molar superior derecho infectado. El procedimiento se complicó con una osteítis alveolar localizada grave. Sin embargo, el paciente no presentaba indicios de una comunicación oroantral. El examen no reveló anormalidades importantes. La radiografía occipitomentoniana mostró una opacidad en el antro maxilar derecho con un foco central de mayor densidad. La tomografía computarizada reveló un engrosamiento importante de la mucosa del seno maxilar desde el piso del antro y con un foco irregular de material muy denso. El paciente fue sometido a cirugía endoscópica de los senos paranasales; durante el procedimiento se constató que el material del seno maxilar incluía una porción de amalgama. El estudio histológico del tejido adyacente reveló un aspergiloma secundario al cuerpo extraño. En el posoperatorio inmediato, el enfermo se recuperó por completo; sería controlado en 6 meses. Los hallazgos del caso descrito en esta ocasión ponen de manifiesto la importancia de considerar la infección por Aspergillus en los enfermos con opacidades del seno Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105751 El reflujo gastroesofágico puede afectar la función de las cilias de la mucosa nasal y de los senos paranasales Auris Nasus Larynx 36(2):157-161, Abr 2009 Sassari, Italia Los cambios fisiopatológicos que ocurren en la rinosinusitis crónica (RSC) –edema de la mucosa, obstrucción, estasis de moco e infección– se asocian con trastornos de la depuración mucociliar (DMC). Habitualmente, la RSC obedece a una reacción alérgica, a la exposición ambiental a contaminantes o a causas anatómicas. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) contribuye sustancialmente en la fisiopatología de diversos trastornos de la cabeza y del cuello, entre ellos, disfonía, lesiones benignas de las cuerdas vocales, granulomas, espasmo de la laringe, estenosis subglótica y rinosinusitis. En algunos estudios se ha sugerido que en los niños con RSC, la ERGE puede contribuir al fracaso del tratamiento con antibióticos. De hecho, estos enfermos suelen mejorar considerablemente con la terapia para el reflujo. En los adultos, la RSC sería más frecuente en los sujetos con ERGE que en aquellos sin reflujo. La ERGE también sería una causa de RSC refractaria al tratamiento en los individuos adultos. Recientemente se ha sugerido una relación causal entre ambas entidades. La regurgitación y la pirosis son dos síntomas característicos de la ERGE, mientras que el asma, la bronquitis, la ronquera, la laringitis, la faringitis y el dolor torácico no cardíaco son síntomas extraesofágicos típicos de la ERGE. En este estudio, los expertos evaluaron la DMC en los pacientes con ERGE. Se evaluaron enfermos con síntomas de ERGE, confirmada por endoscopia. Se tuvieron en cuenta las manifestaciones clínicas –pirosis, regurgitación, disfagia, odinofagia, dolor torácico, sialorrea, ronquera, sensación 15 extraesofágicas (19.3 puntos respecto de 7.4 puntos en promedio). No se comprobó esófago de Barrett en ningún enfermo. La RSC, recuerdan los autores, es un trastorno crónico atribuible a la inflamación crónica de la mucosa y a las anormalidades en la DMC. Se considera que en la mayoría de los pacientes, la enfermedad obedece a múltiples factores. Algunos grupos estiman que existe una asociación entre la enfermedad por reflujo y la RSC; no obstante, todavía no se estableció si son procesos simultáneos o si hay una relación causal. Un estudio anterior reveló que los pacientes con síntomas persistentes después de la cirugía endoscópica de los senos paranasales tienen con mayor frecuencia reflujo en la nasofaringe y en el esófago, respecto de los controles. La diferencia principal consiste en el reflujo nasofaríngeo (RNF), especialmente cuando el pH es inferior a 5. Según los expertos, éste es el primer trabajo que demuestra la existencia de RNF en los enfermos con RSC; probablemente, añaden, sea un factor patogénico en la RSC refractaria al tratamiento. Coincidentemente, en diversos estudios retrospectivos se refirió mejoría de los síntomas sinusales después del tratamiento para el reflujo, por ejemplo con omeprazol durante 3 meses. Aunque todavía no se conocen los mecanismos que participan en la asociación, es probable que algunos factores sean particularmente importantes en este sentido. El reflujo ejerce un efecto dañino sobre la mucosa nasal y de los senos paranasales que podría inducir inflamación, edema y trastornos de la DMC con obstrucción del drenaje sinusal e infección. Recientemente, un grupo encontró ADN de H. pylori en 4 de 12 muestras de pacientes con RSC; tres de ellos presentaban síntomas típicos de reflujo. La estimulación de los receptores esofágicos por el ácido gástrico puede inducir cambios neuroinflamatorios en la mucosa del tracto respiratorio superior mediante un reflejo vagal. En este contexto, es posible el compromiso de los senos paranasales sin afectación de la laringe; en otras palabras, los trastornos inflamatorios de la laringe y de la faringe no estarían presentes sistemáticamente. Hace poco, un grupo de investigadores reveló un número 6 veces mayor de episodios de reflujo en los pacientes con RSC recurrente. El monitoreo del pH esofágico, aunque se considera una prueba útil para establecer el diagnóstico de ERGE, se vincula con un índice de resultados falsos negativos del 20% al 50%. Una prueba negativa no permite descartar el diagnóstico de reflujo; asimismo, aunque los resultados positivos sugieren fuertemente una asociación entre el reflujo y los síntomas, la relación causal no puede afirmarse. Además, el procedimiento no es útil para detectar el reflujo alcalino, añaden los autores. En este estudio se constató una diferencia significativa en el tiempo de DMC entre los pacientes con síntomas esofágicos y los enfermos con manifestaciones extraesofágicas (de laringe y de faringe). Aunque los valores del SNOT-20 fueron superiores en los enfermos con síntomas gastroesofágicos respecto de los sujetos con manifestaciones extraesofágicas, las diferencias no fueron significativas; más aún, el puntaje promedio fue normal en los dos grupos. En los pacientes con síntomas exclusivamente nasales cabe considerar un mecanismo neuroinflamatorio nasal a través de un reflejo vagal. Los individuos con síntomas gastroesofágicos presentaron una DMC anormal, en ausencia de síntomas nasales característicos; el puntaje del SNOT-20 –aunque normal– fue más elevado que el que se registró en los pacientes con manifestaciones extraesofágicas. Es posible, agregan los expertos, que si estos enfermos no son tratados con supresores de la secreción ácida se tornen molesta en fauces, tos crónica, espasmo bronquial episódico, hipo, eructos, náuseas, dolor gástrico, laringitis y faringitis. Mediante endoscopia se estableció el diagnóstico de mucosa esofágica normal, esofagitis erosiva, hernia hiatal, gastritis erosiva o superficial, reflujo biliar, úlcera duodenal y úlcera gástrica, entre otros trastornos. La gravedad de la esofagitis se estimó con la clasificación de Los Angeles, según la magnitud de las anormalidades de la mucosa. Se excluyeron los enfermos sometidos con anterioridad a una cirugía del aparato digestivo superior, los pacientes con neoplasias y los sujetos que habían recibido inhibidores de la bomba de protones en el mes anterior al estudio. Los pacientes enrolados fueron sometidos a una evaluación otorrinolaringológica; no se incluyeron los enfermos con infección rinosinusal activa, pólipos nasales, perforación del tabique nasal, hiperplasia adenoide, fibrosis quística, inmunodeficiencias, alergia, disquinesia ciliar o con otros trastornos congénitos que comprometen la mucosa nasal y de los senos paranasales. Los pacientes completaron el Sino-Nasal Outcome Test (SNOT-20), un cuestionario validado para conocer la calidad de vida en los enfermos con RSC. Este instrumento consta de 20 dominios que permiten evaluar las consecuencias de los síntomas nasales y paranasales y de los trastornos del sueño, sociales y emocionales. El puntaje oscila entre 20 y 100 puntos; los valores más altos sugieren una calidad de vida menos favorable. Las manifestaciones clínicas se cuantificaron en una escala de 5 puntos. El tiempo de DMC se valoró con la prueba de la sacarina, descrita por Anderson y colaboradores. Esta consiste en colocar sacarina en la superficie anteromedial del cornete inferior de la cavidad nasal más permeable; los pacientes refirieron el momento en el que sintieron el sabor dulce en la boca. Se considera que el tiempo normal es de 9 a 17 minutos; más de 20 minutos indican trastornos en la DMC. Treinta y siete hombres y 13 mujeres de 47.1 años en promedio, con ERGE, completaron el estudio. El 74% de los pacientes (n = 37) presentaron un aumento significativo de los valores de la DMC (23.79 minutos en promedio) respecto del resto de los participantes. Este subgrupo de enfermos fue evaluado en más profundidad. Los individuos con trastorno de la DMC presentaron con mucha frecuencia pirosis. Con mayor frecuencia, los pacientes con trastornos de la DMC tuvieron enfermedad erosiva por reflujo en el esófago inferior (42% frente al 25%). Asimismo, la prevalencia de infección por Helicobacter pylori fue mayor (63% respecto del 44% en los sujetos sin trastornos de la DMC), según los resultados de la biopsia gástrica. Un porcentaje elevado de enfermos con trastornos de la DMC presentó reflujo biliar (33% frente al 19% de los individuos con DMC normal). Los sujetos sin anormalidades de la DMC (8.15 minutos en promedio) sólo presentaron síntomas laríngeos y de faringe –sensación de cuerpo extraño en la faringe, tos crónica, disfonía y faringitis crónica. Los síntomas extraesofágicos no se asociaron con ninguna otra manifestación clínica. Ningún paciente refirió síntomas rinosinusales: obstrucción nasal, rinorrea y dolor facial. En la población en conjunto se registraron valores normales en el SNOT-20; sin embargo, el puntaje fue significativamente más alto en los enfermos con síntomas gastroesofágicos respecto de los pacientes con manifestaciones Información adicional en www.siicsalud.com: conflictos de interés, instituciones investigadoras, especialidades en que se clasifican, etc. 16 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves El crecimiento óseo en las estructuras de tejidos blandos, por ejemplo la laringe, es muy infrecuente. Hasta la fecha se han publicado datos de tres enfermos con osteomas de la laringe que surgieron a partir de zonas de metaplasia ósea en los cartílagos de este órgano. En esta ocasión, los autores comunican el primer caso de un osteoma que se desarrolló en la laringe. El enfermo de 79 años consultó por disfonía progresiva y disfagia ocasional para los sólidos en los últimos 3 meses. Tenía antecedentes de una infección paratifoidea en la niñez y paludismo a los 22 años. A los 55 años había sido operado por hernia inguinal bilateral. Entre los 17 y los 38 años había fumado alrededor de 40 cigarrillos por día. En el momento de la consulta recibía tratamiento antidiabético y para hepatitis C. La laringoscopia indirecta reveló una masa de 1.6 cm x 1.0 cm formada por mucosa, submucosa, músculo estriado con infiltrados linfocitarios leves en el corion y varias áreas de calcificación. La lesión también incluía un fragmento de hueso con trabéculas amplias y médula hematopoyética; los hallazgos confirmaron áreas óseas metaplásicas en la mucosa de la laringe. Se estableció el diagnóstico de un osteoma en la cuerda vocal falsa. El enfermo fue sometido a la resección quirúrgica del tumor y los síntomas desaparecieron por completo. Al año de seguimiento no presentaba nuevas lesiones. Por lo general, los osteomas son masas óseas firmes, irregularmente nodulares o granulares. El estudio histológico revela hueso trabecular; ocasionalmente se observan espacios de tejido adiposo y de médula ósea. Los osteomas habitualmente surgen en los senos paranasales; los senos frontales y etmoidales son los afectados con mayor frecuencia. Las lesiones han sido asociadas con el crecimiento anormal de tejidos embrionarios, con un traumatismo previo o con procesos inflamatorios crónicos; sin embargo, en ningún caso se pudo establecer con precisión una relación causal. Los osteomas pueden ser centrales (surgen en el endostio), periféricos (surgen en el periostio) o extraesqueléticos (habitualmente crecen en el músculo). El examen microscópico puede revelar dos tipos de osteomas: compactos y trabeculares. Los primeros no presentan canales ni componente fibroso. Los osteomas trabeculares incluyen médula rodeada por un margen de hueso cortical. Los osteomas osteoides pueden ocasionar dolor mientras que los restantes osteomas suelen ser asintomáticos. El dolor puede obedecer a la compresión de estructuras anatómicas y al compromiso de los nervios craneales. En la laringe también pueden surgir osteosarcomas; hasta la fecha se han descrito 14 casos de osteosarcomas primarios y 3 pacientes con osteomas de la laringe. En 2000 se describió el primer osteoma de laringe –una masa interaritenoidea extensa que involucraba el tercio posterior de las cuerdas vocales– el tumor se originaba en la cara superior del cartílago cricoides. Otro osteoma de la laringe se originó en el cartílago tiroideo. En 2006 se comunicó un osteoma de la laringe que afectaba la movilidad de las cuerdas vocales. En el paciente descrito en esta ocasión el diagnóstico fue sencillo; en la laringoscopia indirecta se constató una masa anómala en la cuerda vocal falsa izquierda; el enfermo debió ser sometido a laringoscopia directa y a extirpación con láser CO2 debido a los síntomas que ocasionaba. El estudio histológico permitió establecer el diagnóstico. Al año de observación el enfermo se encontraba bien, sin recidiva de la lesión. sintomáticos. El papel de la infección por H. pylori y del reflujo alcalino merece mayor investigación. En este sentido deberá evaluarse la posible hipótesis de que ambas condiciones representen mecanismos distintos de una misma enfermedad. Los resultados del estudio avalan una correlación entre los síntomas por reflujo (especialmente los esofágicos) y la función nasal y de los senos paranasales, tal vez mediante un mecanismo neuroinflamatorio. Por el momento no se sabe con certeza si el reflujo gastroesofágico afecta directamente la mucosa de los senos paranasales, si ocasiona cambios neuroinflamatorios a través del nervio vago y si ambos mecanismos operan por separado o en simultáneo. No obstante, concluyen los autores, en virtud de la posible asociación entre la ERGE y la RSC parece prudente considerar el reflujo como un factor iniciador o agravante de la RSC, especialmente cuando ésta no responde a la terapia convencional. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105736 Los osteomas pueden comprometer regiones extraóseas http://www.siic.info Auris Nasus Larynx 36(2):235-238, Abr 2009 Nápoles, Italia La localización más frecuente de los osteomas es en los huesos largos, en el cráneo y en los huesos de la cara. Los tumores, de crecimiento lento, ocasionan un aumento de tamaño de la zona afectada, sin otros síntomas. Por lo general, la cirugía no es necesaria en los enfermos con osteomas. La intervención suele reservarse para los pacientes que presentan manifestaciones clínicas importantes. En cambio, los osteomas osteoides –aunque son muy infrecuentes– deben ser extirpados rápidamente porque originan molestias importantes. Dichos tumores generan hueso en exceso y secretan prostaglandinas que inducen dolor, más intenso por la noche. Si bien el dolor responde a los antiinflamatorios no esteroides, la cirugía representa el tratamiento definitivo. La mayoría de los osteomas osteoides surgen en la región craneofacial –en el hueso temporal y en la mastoides. Los osteomas osteoides también pueden aparecer en los senos paranasales, sobre todo en los senos frontal y etmoidal; se han descrito algunos casos de osteomas osteoides en los cornetes nasales o en la lengua. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105740 17 La quimiocirugía con ácido tricloroacético reduce las células Th2 en la mucosa nasal anticuerpos monoclonales anti-CD4 y anti-CKR4 de ratón y de conejo, respectivamente. Las muestras en espejo que no fueron incubadas con los anticuerpos monoclonales se utilizaron como controles negativos. Los controles positivos consistieron en secciones de amígdalas palatinas extirpadas en un niño de 10 años por amigdalitis crónica. En las muestras de los cornetes inferiores tratadas con ATA y sin este tratamiento se evaluaron las características morfológicas de las células Th2; en particular se analizó la lámina propia en dos niveles de la mucosa: a una profundidad de 120 μm por debajo del epitelio y el otro, a mayor profundidad. Las células Th2 CD4+ se contaron en la región tratada con ATA y en la mucosa no tratada con aumento de 400 x. La totalidad de la muestra fue fotografiada y el área de cada muestra se midió con un planímetro. Se determinó el número de células Th2 que infiltraban el cornete inferior. La diferencia en el recuento celular entre las regiones tratadas con ATA y sin tratamiento se evaluó con la prueba de Mann-Whitney. No se observaron células Th2 en el epitelio de ninguna de las muestras. En la lámina propia, sólo se visualizaron células Th2 en la región por debajo del epitelio, en las regiones adyacentes a los acinos y a los conductos de la capa glandular. La ubicación fue relativamente superficial, hasta 120 μm por debajo del epitelio de superficie. El número de células Th2 en todas las muestras de las regiones tratadas con ATA fue menor al registrado en las regiones correspondientes, no tratadas. Sin embargo, cuando se encontraron Th2, el patrón de localización fue similar en los dos casos. En las muestras no tratadas con ATA, el recuento promedio de células Th2 y de células CD4+ fue de 12.03/mm2 y de 66.91/mm2, respectivamente. En la mucosa de los cornetes inferiores tratados con ATA, el número fue de 4.96/mm2 y 32.68/mm2, en igual orden. Las diferencias fueron estadísticamente significativas. En otras palabras, se registró una diferencia sustancial entre la cantidad de células Th2 y de células CD4+ en la mucosa tratada con ATA y en la mucosa sin este tratamiento. El cociente entre las células Th2 y CD4+ fue de 6.22 en promedio; en la mucosa tratada con ATA, resultó de 7.71 (p < 0.01). Se considera que las células CKR4 incluyen a las células Th2 y a los timocitos, entre otros. Las Th2 son fundamentales en el proceso de la RA y la supresión de la infiltración por células Th2 se considera un indicador de eficacia de los tratamientos disponibles para la enfermedad. Uno de los métodos para valorar esta respuesta consiste en determinar la producción de las citoquinas en los linfocitos Th2. Sin embargo, en este estudio, los autores aplicaron otra metodología: el recuento de las células Th2 en las muestras para estudio inmunohistoquímico. Las células Th2 fueron las que expresaron CD4 y CKR4; la eficacia de la terapia con ATA se determinó mediante la diferencia en el número absoluto de células Th2 entre las muestras de las regiones tratadas y de áreas sin tratamiento. El análisis de ambas mucosas de un mismo enfermo permitió minimizar las influencias intrínsecas y extrínsecas que pueden modificar la magnitud de la infiltración con células Th2. Los hallazgos revelaron un menor número de células Th2 en la mucosa tratada con ATA en comparación con los valores observados en estudios previos, tal vez como consecuencia de varios factores no relacionados con el procedimiento en sí mismo. Por ejemplo, señalan los autores, los pacientes estuvieron internados 2 a 3 días antes de la intervención; en este período no estuvieron expuestos a alérgenos. Además, por razones éticas, el tratamiento antialérgico no se suspendió antes de la cirugía. En consecuencia, la reacción alérgica pudo estar atenuada bilateralmente (se ha visto que el Auris Nasus Larynx 36(3):292-299, Jun 2009 Kanagawa-ken, Japón Existen dos tipos principales de fenotipos de linfocitos T helper (Th): Th1 y Th2. La diferenciación en Th1 o Th2 depende de las citoquinas presentes en el microambiente. En condiciones normales, el equilibrio se mantiene por los efectos que cada de las subpoblaciones ejerce sobre la otra. Cuando desaparece dicho equilibrio, surgen diversos trastornos inmunitarios. La rinitis alérgica (RA), señalan los autores, es una enfermedad inmunitaria caracterizada por un predominio de los Th2. La aplicación de ácido tricloroacético (ATA) en los cornetes inferiores bajo anestesia local es un procedimiento otorrinolaringológico clásico destinado a reducir la obstrucción nasal grave en los enfermos con rinitis hipertrófica simple. Se considera que esta técnica es muy eficaz y segura. Los autores recuerdan que en su institución, desde 1986, la aplicación tópica de ATA representa una modalidad común de tratamiento para los pacientes con RA y obstrucción nasal como síntoma predominante. Hasta la fecha, añaden, se han realizado más de 4 500 microcirugías y, en opinión de los expertos, los enfermos tratados de esta forma no sólo presentan un alivio de la obstrucción nasal sino también de los estornudos y de la rinorrea. La prueba de provocación nasal reveló mejoría en el 77.2% de los pacientes tratados; el procedimiento no se asocia con sangrado o adherencias ni con trastornos funcionales de la cilias. Diversos estudios previos mostraron que la aplicación tópica de ATA se asocia con una reducción del número de eosinófilos y de células cebadas (propias de las reacciones de hipersensibilidad tipo 1), como también con una inhibición de la expresión de la citoquina quimiotáctica TARC (thymus and activation-regulated chemokine). Estos hallazgos indican indirectamente que el procedimiento se asocia con una inhibición de la infiltración por Th2. En este estudio, los autores analizan este efecto en las muestras obtenidas de enfermos sometidos a cirugía con ATA, en comparación con las muestras de los cornetes inferiores de los pacientes sin tratamiento con ATA. En el estudio inmunohistoquímico se utilizaron anticuerpos monoclonales contra CD4 y contra CKR4 (un receptor que se expresa en las células T, esencialmente en los linfocitos Th2). Las células doblemente positivas se consideraron células Th2. Entre 2005 y 2006, 205 pacientes fueron sometidos a tratamiento con ATA por RA. En 38 de ellos, el procedimiento sólo se efectuó en una fosa nasal por la presencia de dificultades anatómicas (desviación marcada del tabique nasal). Treinta y uno de los 38 pacientes presentaban RA por sensibilidad a los ácaros; 26 de los 31 enfermos referían síntomas nasales permanentes (muestra de estudio). Para el alivio de los síntomas, los pacientes fueron sometidos a cirugía reconstructiva del tabique nasal en combinación con extirpación bilateral de los cornetes inferiores. La muestra de análisis estuvo integrada por 14 hombres y 12 mujeres de 31 años en promedio. El intervalo promedio entre el tratamiento inicial con ATA y la cirugía posterior fue de 171 días. Inmediatamente después del procedimiento, las muestras de los cornetes se incubaron con formol al 10% durante 2 a 4 días. La primera sección se tiñó con hematoxilina y eosina para la confirmación de la inflamación de naturaleza alérgica (infiltración con eosinófilos). Las otras dos secciones se procesaron de una forma especial para obtener pares de muestras en espejo para el estudio inmunohistoquímico con 18 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves http://www.siic.info AVISO SIIC 19 trastornos de la movilidad de las cilias y con tumores rinosinusales. Cada lado del seno frontal se analizó por separado; los individuos se clasificaron en dos grupos según el antecedente de CESP. En el primer grupo se incluyeron los enfermos en quienes se realizaron antrostomías maxilares y etmoidectomías. La diferencia entre las causas de la sinusitis frontal en ambos grupos se evaluó con un programa computarizado; se aplicó un modelo de variables múltiples para determinar la asociación con cada una de las causas posibles en los dos grupos. La muestra de análisis estuvo integrada por 49 hombres y 53 mujeres de 46.6 años en promedio (9 a 74 años). El 16.7% presentaba asma, el 8.8% tenía la tríada de Sampter y el 3.9% tenía alergia estacional. Se evaluaron 176 cirugías endoscópicas frontales; 69 enfermos (39%) no habían sido sometidos con anterioridad a CESP. Los pacientes recibieron seguimiento durante 29 meses en promedio (14 a 50 meses). Los pólipos inflamatorios fueron la causa más común de obstrucción; le siguieron en frecuencia las cicatrices y sinequias del receso frontal. Las sinequias del receso frontal sólo se observaron en los sujetos que habían sido sometidos con anterioridad a una cirugía endoscópica, mientras que el complejo osteomeatal estrecho, las celdillas frontales y los quistes de retención fueron hallazgos que se observaron sólo en los enfermos que no habían sido operados previamente. Sólo los pólipos y las sinequias –como causa de obstrucción del TSNF– difirieron significativamente entre los grupos. Los pólipos fueron menos frecuentes en los enfermos sometidos con anterioridad a CESP (55% respecto del 39%; p = 0.03). Las cicatrices sólo se detectaron en los pacientes operados con anterioridad. El objetivo principal del estudio actual, señalan los autores, fue determinar la causa principal de obstrucción del TSNF en los pacientes sometidos a CESP por sinusitis frontal. Aunque el parte quirúrgico refería varias anormalidades, el motivo principal de la obstrucción estaba bien establecido. En esta ocasión sólo se consideró la causa más importante de la obstrucción. Los pólipos en el receso frontal fueron el motivo más común de obstrucción del TSNF; el segundo factor en frecuencia fueron las adherencias y cicatrices. Este último hallazgo, sin embargo, sólo se observó en los enfermos que habían sido sometidos con anterioridad a una CESP y, seguramente, obedece al trauma quirúrgico, añaden los expertos. Las adherencias pueden ocasionar obstrucción del TSNF a diversos niveles. En este sentido, la dirección del drenaje es fundamental. Cuando el drenaje del seno frontal es medial hacia el proceso uncinado, las cicatrices entre el cornete medio y el proceso uncinado, las celdillas frontales o la pared medial de la bulla etmoidal pueden causar obstrucción. En cambio, cuando el drenaje del seno frontal es lateral, hacia el proceso uncinado, las cicatrices que se originan entre esta estructura y la bulla etmoidal o la pared nasal lateral pueden ser causa de obstrucción. La formación de escaras es un proceso potencialmente evitable cuando se realiza una técnica quirúrgica adecuada y meticulosa. Un aspecto fundamental a tener en cuenta, es tratar de minimizar el daño de la mucosa en el receso frontal mediante la utilización de los instrumentos apropiados. Por su parte, el desbridamiento posquirúrgico de las costras y del tejido cicatrizal es esencial para mantener la permeabilidad del TSNF. Sin embargo, añaden los expertos, aunque la cirugía se realice correctamente, del 15% al 30% de los enfermos presentarán con posterioridad estenosis del receso frontal. tratamiento en una única fosa nasal se acompaña de mejoría clínica bilateral). Asimismo, los receptores de las quimioquinas se expresan selectivamente en relación con la función y con el momento de activación celular. Algunos aspectos técnicos también pudieron influir en los resultados. La inhibición de las células Th2 en asociación con el tratamiento con ATA podría obedecer a un efecto directo del ácido sobre la mucosa, por el efecto de desnaturalización de las proteínas. En conjunto, los resultados sugieren que la cirugía con ATA podría ser un procedimiento útil para los enfermos con RA. Los hallazgos indican que el tratamiento con ATA se asocia con un aumento de las células CD4+, con exclusión de las Th2 y con una disminución de las Th2. En un estudio futuro, los expertos tienen la intención de evaluar el efecto de la terapia sobre las células Th2 y Th1 para obtener resultados más concluyentes. En términos clínicos, la terapia con ATA es segura; debido a su sencillez, puede realizarse en forma ambulatoria. Las células Th2 se ubican en las capas superficiales de la mucosa nasal (hasta unos 120 μm por debajo del epitelio de superficie), en los pacientes con RA. El recuento absoluto de células Th2 fue significativamente más bajo en los pacientes tratados con ATA mientras que el cociente entre las CD4+ y las Th2 fue significativamente más alto en la mucosa tratada. En otras palabras, los resultados sugieren que esta forma de terapia se acompaña de una disminución de las células responsables de la reacción de hipersensibilidad tipo 1 en la mucosa nasal de los enfermos con RA. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105684 Los pólipos inflamatorios son la principal causa de obstrucción del tracto de salida nasofrontal American Journal of Otolaryngology 30(2):80-82, Mar 2009 Norfolk, EE.UU. La sinusitis frontal crónica puede habitualmente obedecer a la obstrucción del tracto de salida nasofrontal (TSNF), que evita el drenaje normal del seno frontal. Los pólipos y las anomalías estructurales pueden ocasionar obstrucción del TSNF. Sin embargo, no se sabe con exactitud la contribución de cada una de estas posibles causas en la sinusitis frontal crónica; el trastorno, por lo general, debe ser abordado quirúrgicamente. En este estudio piloto, los autores evaluaron las causas de la obstrucción del TSNF en pacientes sometidos a cirugía endoscópica de los senos paranasales (CESP) y en los enfermos que no habían sido operados. Los especialistas realizaron una revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes sometidos a cirugía endoscópica del seno frontal en el University of Virginia Sinus Center entre 1997 y 2004. Se consideraron los factores demográficos, los antecedentes clínicos, la CESP previa y la evolución. Todos los enfermos intervenidos presentaban síntomas compatibles con sinusitis y no habían respondido al tratamiento médico. Se registró el tipo de cirugía endoscópica realizada y los hallazgos intraquirúrgicos asociados con la obstrucción del TSNF. Cuando se constataron varias causas posibles, se consideró la más importante. Se excluyeron los pacientes con traumatismo del seno frontal, con fibrosis quística, con 20 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves La principal limitación de este estudio tiene que ver con el sesgo de selección. De hecho, los pacientes que fueron operados tenían sinusitis frontal crónica avanzada que no respondió al tratamiento médico. En un futuro deberá evaluarse la utilidad de las sustancias que se asocian con una menor formación de cicatrices; estos elementos ya son aplicados en las cirugías abdominales para evitar las adherencias intestinales. Asimismo, afirman los expertos, en la medida en que se comprendan mejor los mecanismos involucrados en la formación de los pólipos podrán aplicarse agentes antiinflamatorios directamente en la mucosa nasal después de la cirugía con la finalidad de evitar la recurrencia de la poliposis nasal y la formación de sinequias. En esta serie, los pólipos inflamatorios fueron la causa más frecuente de obstrucción del TSNF en los enfermos con sinusitis frontal crónica. Las sinequias del receso frontal fueron la segunda causa de obstrucción. Es de esperar que las investigaciones futuras ayuden a comprender los mecanismos fisiopatológicos y a crear métodos eficaces para la prevención. insatisfactorias con sus familiares, amigos o maestros. Desde esta perspectiva, tanto el vínculo entre la madre y su hijo como las actitudes familiares frente a la enfermedad son fundamentales, ya que los niños pueden expresar los padecimientos de otros miembros de la familia y pueden adoptar posteriormente conductas inadecuadas frente a la aparición de patología si no contaron con modelos adecuados. Otros factores contribuyentes a la aparición de cuadros de somatización en niños pueden ser situaciones de disfunción familiar, como separaciones o tensión entre miembros de la familia, o la presencia en algún pariente cercano de alguna patología crónica o invalidante. En este contexto, el objetivo del presente trabajo fue evaluar en niños con vértigo la presencia y características de fenómenos psiquiátricos. Se realizó un estudio retrospectivo sobre 119 niños de 7 meses a 17 años de edad (promedio: 10.9 años) de los cuales 63 eran mujeres, que consultaron por vértigo en un centro terciario de referencia. Se utilizó la definición habitual de vértigo, y los casos atribuidos a causas psicógenas contaron con evaluaciones por especialistas en otorrinolaringología y neurología, así como estudios de laboratorio, otoneurológicos y de neuroimágenes con resultados normales. En estos casos, luego de descartarse las causas orgánicas, se realizó una evaluación a cargo de especialistas en psiquiatría. Se registraron datos sobre las características de los síntomas, desencadenantes, otras comorbilidades y consultas previas a otros especialistas, especialmente a psiquiatras. El vértigo fue atribuido a una causa psicológica/ psiquiátrica en 9 de los 119 participantes (8%), con edades promedio de 11.8 y 9.6 años al momento del estudio y del inicio de los síntomas, respectivamente. En este grupo se destacaron la presencia de otras manifestaciones psicosomáticas como cefaleas, episodios constantes o frecuentes de vértigo y un mayor grado de ausentismo escolar que en los niños con vértigo de causa orgánica. A su vez, estos casos fueron atribuidos con mayor frecuencia a vértigo paroxístico benigno, vértigo asociado con migraña o con otitis media o con neuritis vestibular. El trastorno psiquiátrico comprobado con más frecuencia en estos niños fue la depresión mayor, mientras que la prevalencia de trastorno somatomorfo fue de 2.5% (3 pacientes). Sólo 2 de los 9 niños con vértigo psicógeno había tenido algún contacto previo con psiquiatras. Por otro lado, los problemas psicosociales más prominentes fueron los conflictos escolares y familiares, como el divorcio de los padres o la ausencia de uno de los dos progenitores. Existen dificultades en el estudio de los trastornos somatomorfos en niños y adolescentes, ya que las definiciones utilizadas provienen del campo de la psiquiatría de adultos, cuyos criterios confieren, según opinión de los autores, demasiada importancia a los síntomas sexuales y genitourinarios. Además, los fenómenos de somatización que no impiden la realización de las actividades diarias presentan una mayor incidencia que los trastornos graves. Se plantea que la prevalencia baja de trastornos somatomorfos observada en el presente trabajo podría atribuirse al ámbito donde fue realizado, ya que sólo consultarían a un centro terciario aquellos casos de mayor gravedad. Se observó una incidencia similar de somatización en ambos sexos, contrariamente a lo verificado en otras publicaciones anteriores en las se informó un predominio en las mujeres. Al considerar la relación entre la somatización y otras enfermedades psiquiátricas, se subraya que este fenómeno podría surgir a partir de síntomas asociados con cuadros de depresión o ansiedad, como palpitaciones, mareos, cansancio o anorexia, que anticiparían la aparición del trastorno en toda su magnitud. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105742 El vértigo como síntoma de los trastornos somatomorfos pediátricos http://www.siic.info International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology 73(7):933-936, Jul 2009 Helsinki, Finlandia Existen una gran variedad de síntomas somáticos para los cuales no se encuentra una explicación médica, entre los que se encuentran los dolores, el cansancio y el mareo, con una prevalencia del 11% en las niñas y 4% en los varones. Las consultas por vértigo o mareos son frecuentes en el nivel primario de atención, y pueden ser de etiología somática o psicológica. Estos síntomas suelen estar acompañados, por ejemplo por cefaleas, y con frecuencia no reciben un diagnóstico acertado. Por otro lado, la somatización representa una expresión frecuente de malestar psicológico cuya incidencia aumenta paralelamente con la edad. Se considera que este fenómeno puede manifestarse de varias maneras, desde dolores comunes leves hasta un trastorno somatomorfo, definido como «la expresión de múltiples síntomas somáticos sin explicación médica, asociados con estrés psicosocial y búsqueda de atención médica», y que impide la realización de las actividades diarias habituales de los afectados. Algunos especialistas postulan que la somatización podría ser la expresión de un trastorno psiquiátrico subyacente, generalmente afectivo, como la depresión o la ansiedad, y se cree que en niños y adolescentes se originaría a partir de interacciones 21 normal. La concentración urinaria de benzoilecgonina –el principal metabolito activo de la cocaína– fue de 1 029 ng/ml (umbral de más de 300 ng/ml). Doce horas después de la primera consulta fue sometida a un estudio audiológico con audiometría, admitancia timpánica, respuestas auditivas cerebrales (auditory brainstem responses [ABR]) y prueba de emisiones otoacústicas (otoacoustic emissions [OAE]). Las pruebas audiométricas se repitieron varias veces en cada sesión con la finalidad de excluir una sordera funcional. Nunca se comprobó una diferencia de más de 5 dB HL entre los umbrales obtenidos. La alteración se confirmó en cada una de las evaluaciones. La audiometría de tonos puros reveló una pérdida auditiva sensorioneural grave y simétrica, con un patrón aplanado. El umbral de recepción del habla (50% de respuestas correctas) estuvo dentro de los límites predecibles por el umbral de tonos puros. La onda V de la ABR se detectó en forma bilateral a los 90 dB HL; con intensidades menores, los potenciales no fueron reconocibles. Las latencias de la onda V fueron compatibles con compromiso de la cóclea. Las OAE estuvieron ausentes en ambos oídos. La tomografía computarizada del cerebro y del canal auditivo interno no mostró alteraciones significativas. La enferma fue tratada con betametasona en dosis de 4 mg por vía intramuscular y manitol al 10% por vía intravenosa durante 5 días. Se realizaron audiogramas de tonos puros todos los días; se comprobó una mejoría bilateral sustancial hacia el tercer día de tratamiento. En ese momento, la ABR de control mostró una onda V a los 50 dB HL. La función auditiva se recuperó por completo a los 30 días; en ese momento también se constató la recuperación bilateral de los OAE y la ABR fue normal. Los autores refieren que este es el primer caso comunicado en la literatura médica de pérdida súbita auditiva bilateral en asociación con la intoxicación con cocaína. Diversas drogas –por ejemplo los antibióticos aminoglucósidos y los diuréticos de asa– son ototóxicas y pueden ocasionar daño del oído interno en forma brusca. Las drogas ilícitas tales como las anfetaminas, el alcohol, los inhalantes volátiles, la heroína y la cocaína también pueden dañar las células vellosas del oído interno y las neuronas. Un estudio realizado en animales reveló que la cocaína puede afectar la discriminación de los tonos. Por su parte, una investigación en ratas demostró que la inyección de una única dosis elevada de cocaína se asocia con reducción del flujo sanguíneo coclear, mientras que la exposición crónica también se acompaña de una disminución de la inervación adrenérgica. Se han postulado varios mecanismos moleculares para explicar el trastorno. Se sabe que la cocaína es un agente vasoconstrictor y podría ocasionar daño del oído interno. Sin embargo, los efectos experimentales de la exposición aguda a la cocaína sobre la vasculatura dependen del vaso, de la especie, de la edad y la de vía de administración. Es posible que la cocaína evite la recaptación de aminas en los receptores presinápticos; este fenómeno se asocia con un aumento de las aminas disponibles y con modificaciones de los parámetros circulatorios. Estos cambios pueden ocasionar arritmias, isquemia o hemorragia cerebral, crisis convulsivas y hemorragia o isquemia coclear. Es probable que la endotelina 1 esté involucrada en el espasmo vascular vinculado con la cocaína. Sin embargo, cada vez hay más indicios de que esta droga compromete las propiedades funcionales de diversos canales iónicos celulares. La cocaína es un bloqueante de los canales rápidos de potasio, especialmente en las células cardíacas. De allí la posibilidad de inducir arritmias y muerte súbita. Las células vellosas del oído interno, recuerdan los expertos, también tienen canales de potasio que mantienen el potencial de membrana en reposo y en el estado de Como se destacó previamente, las conductas relacionadas con la enfermedad en una familia constituyen un modelo que los niños adoptan desde edades tempranas. Los padres pueden favorecer la aparición posterior de comportamientos somatizantes si manifiestan reacciones exageradas ante las enfermedades de sus hijos respecto de las necesidades emocionales de estos últimos. Por otra parte, se ha demostrado que la presencia de entidades crónicas o sin causa aparente, el fallecimiento de algún familiar o las experiencias traumáticas precoces –como por ejemplo situaciones de abuso sexual– pueden generar en los niños fenómenos de somatización. La teoría del apego sostiene que los niños internalizarían la forma en que se los cuida y, sobre esta base, estructurarían luego su autoestima y sus relaciones según los esquemas formados a edades tempranas. De esta manera, la falta de cuidado adecuado por parte de los padres generaría en los niños baja autoestima y dificultades en las relaciones interpersonales, además de moldear la forma en que estos últimos expresan el malestar, las sensaciones corporales y utilizan los sistemas de atención médica. Se destaca que ante la presentación clínica de un niño o adolescente con vértigo deben considerarse entre los diagnósticos diferenciales los fenómenos de somatización, cuyas formas más extremas pueden ocultar trastornos de ansiedad o depresión. Ante la sospecha de vértigo psicógeno, luego de un examen exhaustivo para descartar la presencia de enfermedades orgánicas, debe realizarse la consulta con un psiquiatra. Los elementos predictores de origen psicosomático del vértigo encontrados fueron la dificultad en las relaciones interpersonales familiares o escolares y la aparición de episodios frecuentes o constantes de vértigo, generalmente asociados con cefaleas, y que generan un grado importante de ausentismo escolar. Finalmente, los autores destacan que la realización innecesaria de estudios complementarios no está exenta del riesgo de lesiones. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105759 Describen pérdida auditiva súbita bilateral inducida por cocaína Auris Nasus Larynx 36(2):213-217, Abr 2009 Ferrara, Italia La pérdida auditiva súbita bilateral asociada con la intoxicación aguda con cocaína es un trastorno muy infrecuente. En este artículo los autores describen un caso con estas características y analizan los posibles mecanismos involucrados. Una paciente de 30 años adicta a la heroína consulta por pérdida súbita de la audición bilateral, luego de la inyección intravenosa de cocaína. La enferma también refería tinnitus intenso bilateral. No presentaba vértigo ni signos vestibulares. La mujer era adicta a las drogas intravenosas desde mucho tiempo atrás; su estado general era bueno. En el momento de la consulta, la enferma estaba letárgica aunque sin signos neurológicos focales; la evaluación de los pares craneales y el examen semiológico de la función cerebelosa eran normales. El estudio de laboratorio fue Información adicional en www.siicsalud.com: conflictos de interés, instituciones investigadoras, especialidades en que se clasifican, etc. 22 http://www.siic.info Novedades seleccionadas Salud(i)Ciencia, Suplemento Mujer(i)Salud Claves Salud(i)Ciencia, Suplemento Otorrinolaringología, Claves traumatismos de cabeza y cuello, constituyeron la indicación más frecuente de traqueostomía, con un 72% de los procedimientos, mientras que el resto estuvieron asociados con ARM prolongada. El 86% de los pacientes fueron operados en forma electiva y, en todos los casos, un otorrinolaringólogo estuvo a cargo de la cirugía cuya técnica varió según el año de realización. Mientras que los procedimientos que tuvieron lugar luego de 1990 utilizaron una incisión vertical en línea media, aquellos anteriores a dicho año fueron realizados mediante la resección de una ventana cartilaginosa. La oportunidad de la decanulación fue evaluada clínicamente y a través de métodos endoscópicos, y resultó exitosa en un 35% de los casos luego de un promedio de 5 meses desde la realización de la traqueostomía. La incidencia global de complicaciones fue del 19%, entre las que se presentaron 2 casos de hemorragia intraoperatoria. En la primera semana posterior a la cirugía hubo complicaciones en 24 casos, entre los que se contaron 2 problemas relacionados con el tubo, 2 decanulaciones accidentales con 1 enfisema subcutáneo, 10 casos de hemorragia a través de la traqueostomía y 10 episodios de neumotórax. Por otro lado, 28 pacientes tuvieron complicaciones posquirúrgicas tardías, como la aparición de tejido de granulación o infección en el sitio del ostoma, estenosis subglótica o fístula traqueocutánea. La tasa de mortalidad también se ubicó en un 19% y se atribuyó a la progresión o complicaciones de la enfermedad de base en la mayoría de los casos. Sólo 3 pacientes fallecieron por complicaciones relacionadas con la traqueostomía. Dos de ellos presentaron hemorragia masiva de la arteria innominada, y el otro, decanulación accidental. Se ha observado en las últimas décadas una tendencia creciente a la realización de traqueostomías en pacientes en edad pediátrica debido a enfermedades crónicas, mientras que la indicación por causas infecciosas descendió debido a la disminución de casos de epiglotitis aguda, atribuible a su vez a la aparición de la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b. Además, la práctica cada vez más frecuente de intubación endotraqueal y la disponibilidad de recursos modernos en las unidades de cuidados intensivos pediátricos contribuyeron a este cambio, que a partir de 1990 ubicó a la ARM prolongada como principal indicación de traqueostomía. Por otra parte, la tendencia a la intubación endotraqueal por períodos cortos redujo la incidencia de traqueostomías durante las décadas de 1970 y 1980, que luego volvió a aumentar debido a los avances tecnológicos comentados. En este contexto, se registró una prolongación del período expectante entre la intubación endotraqueal y la realización de la traqueostomía, desde 8 días en la década de 1970 hasta 32 días en promedio, según el presente trabajo. Con respecto a la técnica quirúrgica, el uso de incisiones verticales en lugar de la resección de ventanas cartilaginosas disminuyó el riesgo de estenosis posquirúrgica de la vía aérea. Las tasas de morbilidad y mortalidad bajas observadas son compatibles con los resultados publicados en otros estudios, y se sostiene que estos parámetros estuvieron determinados a largo plazo por el nivel de entrenamiento e información de los padres de los niños traqueostomizados. Los autores destacan los índices de morbilidad y mortalidad bajos relacionados con la realización de traqueostomías en la serie analizada, así como la decanulación exitosa en un 35% de los casos. Al considerar el período luego de 1990, se observó que la ventilación crónica fue la principal indicación de este procedimiento, seguida por la obstrucción de la vía aérea de origen infeccioso. excitabilidad. En opinión de los autores, la cocaína podría dañar el metabolismo de las células vellosas mediante el bloqueo de dichos canales. El caso descrito en esta ocasión podría ser de ayuda para comprender los mecanismos fisiopatológicos del daño auditivo asociado con el consumo de cocaína. Cuando se produce vasoconstricción aguda, la cóclea basal es la región que más se compromete porque es la más sensible a la reducción de oxígeno. Sin embargo, la paciente presentaba un umbral auditivo aplanado, un hallazgo que sugiere una disfunción coclear completa; la recuperación también fue homogénea en todo el espectro de la frecuencia. La normalización del umbral para los tonos puros y de la ABR confirmó el funcionamiento coclear normal y la transducción de las señales. Por lo tanto, añaden los autores, es probable que en este caso el daño coclear obedezca a un trastorno en la homeostasis del órgano y no a una reducción del aporte sanguíneo. Tal vez, en este trastorno participe una alteración en el reciclado del potasio celular. Cabe recordar que, en ciertos casos, el daño auditivo podría ser consecuencia de contaminantes presentes en la droga. Tampoco es posible excluir por completo la participación de émbolos o de microémbolos después de la inyección. Sin embargo, agregan los especialistas, es muy poco probable que este mecanismo explique la pérdida auditiva bilateral con compromiso de las dos cócleas y sin ningún otro signo neurológico. Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105738 Analizan la experiencia de 37 años en traqueostomía en niños http://www.siic.info International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology 73(7):959-961, Jul 2009 Bursa, Turquía El procedimiento quirúrgico mediante el cual se crea una apertura en la luz de la tráquea es conocido como traqueostomía, y su descripción se encuentra ya en textos que datan del año 100 antes de Cristo. En las décadas de 1970 y 1980 la indicación más común para la realización de este procedimiento fue la obstrucción aguda inflamatoria de la vía aérea superior. Posteriormente, sin embargo, las cantidades crecientes de niños que recibían asistencia respiratoria mecánica (ARM) contribuyeron a convertir a la intubación endotraqueal prolongada en el principal motivo de realización de traqueostomías. De esta manera, se facilitó la práctica de limpieza pulmonar y la reducción de lesiones laringotraqueales como estenosis subglótica o traqueomalacia en pacientes en ARM durante períodos prolongados. Se realizó un estudio retrospectivo que incluyó a 282 niños menores de 16 años que fueron sometidos a traqueostomía entre 1968 y 2005 en un hospital universitario. Se investigó el perfil demográfico de los participantes, así como la indicación del procedimiento y la técnica utilizada, el carácter de urgencia de su realización y las complicaciones observadas. Los pacientes presentaron al momento de la traqueostomía edades entre 5 días y 16 años, con un valor promedio de 53 meses. El 64% de los participantes fueron varones. Los cuadros de obstrucción de la vía aérea superior, principalmente de origen infeccioso aunque también por anomalías laríngeas congénitas, tumores craneofaciales o Información adicional en www.siicsalud.com/dato/resiic.php/105763 23 Novedades seleccionadas Eventos recomendados Los acontecimientos científicos recomendados por la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) se destacan por su utilidad para la actualización de los profesionales iberoamericanos. VIII Congreso Hispano-Alemán de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial San Sebastián, España 10 al 12 de septiembre de 2009 Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.orlcongresos.com/ congresos/shaorl09/es/Contacto 2éme Rencontre Bretonne de Cancérologie ORL Saint Malo, Francia 14 de noviembre de 2009 Correo electrónico: [email protected] 60 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología Sociedad Española de Otorrinolaringología Madrid, España 14 al 17 de noviembre de 2009 Dirección de Internet: www.orlcongresos.com/ congresos/60cn/ 2009 Annual Meeting of the Society of Otorhrinolaryngology and Head-Neck Nurses Society of Otorhinolaryngology and Head-Neck Nurses Inc San Diego, Estados Unidos 11 al 15 de septiembre de 2009 Dirección de Internet: www.docguide.com/crc.nsf/ congresses/e2c475b36b94a75d85256fa200639ad1 III Congreso Nacional y I Internacional «Nuevas Perspectivas de la Deficiencia Auditiva» Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica. Universidad de Alicante Alicante, España 17 al 19 de diciembre de 2009 Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.eunate.org/agenda.html AAO-HNSF, American Academy of Otolaryngology, Head & Neck Surgery, 113th Annual Meeting and Oto Expo New Orleans, Estados Unidos 13 al 16 de septiembre de 2009 Dirección de Internet: www.entnet.org Pacific Rim Otolaryngology Head and Neck Surgery Update Conference UCSF Office of Continuing Medical Education San Francisco, Estados Unidos 13 al 16 de febrero de 2010 Correo electrónico: [email protected] 2009 Annual and Academia Meeting of British Association for Paediatric Otorhinolaryngology British Association for Paediatric Otorhinolaryngology Manchester, Reino Unido 18 de septiembre de 2009 Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.bapo.org.uk Middle East Update In Otolaryngology Conference Head and Neck Surgery Dubai, Emiratos Arabes Unidos 14 al 16 de febrero de 2010 Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.iirme.com Laryngeal Endostroboscopy: Performance and Interpretation UCSF Office of Continuing Medical Education San Francisco, Estados Unidos 22 al 23 de octubre de 2009 Correo electrónico: [email protected] Multidisciplinary Head and Neck Cancer Symposium Chandler, Estados Unidos 25 al 27 de febrero de 2010 Correo electrónico: [email protected] 13th CIRAS - Croatian International Rhinosurgical Autumn School ENT Department, University Hospital Center Zagreb Zagreb, Croacia 23 al 25 de septiembre de 2009 Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.ciras.eu Otolaryngology Head and Neck Surgery International Convention King Saud Bin Aziz University for Health Sciences Riyadh, Arabia Saudita 9 al 11 de noviembre de 2009 Correo electrónico: [email protected]; [email protected] Dirección de Internet: www.orl-ksa.com Congreso Europeo de Otorrinolaringología Pediátrica Society of Pediatric Otorhinolaryngology 5 al 8 de junio de 2010 Pamplona, España Correo electrónico: [email protected] Dirección de Internet: www.espopamplona2010.com/ 24 http://www.siic.info American Academy of Audiology 22nd Annual Convention and Exposition San Diego, Estados Unidos 14 al 17 de abril de 2010 Dirección de Internet: www.audiology.org