Simposio 19: Producción de riqueza y relación económica

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Simposio 19: Producción de riqueza y relación económica alternativa
Cooperativa Popular de Electricidad Ltda.. de Santa Rosa, La Pampa
Técnica en cooperativas Andrea Herrera
Universidad Nacional de La Plata
[email protected]
1. Introducción
El proceso de electrificación ha sido desde sus orígenes un instrumento esencial
para el desarrollo económico y social de los países. Para el análisis de este proceso
algunos autores estructuran el desarrollo de la electricidad en cuatro fases1:
1.
Durante la primera fase se encuentran experiencias innovadoras
aisladas y la organización de alguna empresa de producción y distribución.
2.
En la segunda fase, se crean empresas viables en las ciudades,
donde más gente se concentraba, caracterizándose por ser una etapa de difusión
del servicio.
3.
En la tercera fase del proceso, aparece la intervención del Estado,
a través de la explotación directa, la determinación de impuestos y tarifas, la
reglamentación y establecimiento de normas.
4.
Y la cuarta etapa esta caracterizada por la integración al sistema
de generación desarrollado a escala nacional del servicio eléctrico.
Al indagar como ha sido el desarrollo eléctrico en Argentina, se observa que la
primera central se instalo en 1886 en la ciudad de La Plata y que diez años mas tarde
existían, solo en la provincia de Buenos Aires, quince centrales termoeléctricas, y en
1895 Capital Federal recibe electricidad durante las 24 horas del día.
El crecimiento económico de Argentina en el periodo 1850-1930 producto de la
expansión de la agricultura, contribuye a la ampliación del mercado interno permitiendo
de esta forma cierto progreso industrial.
Este proceso económico requería de financiación pero el país no contaba con
capital, y es en este marco en que aparece el financiamiento extranjero. La exigencia de
capital que planteaba la generación de energía eléctrica, fue aportada al principio por la
CATE2, compañía que monopolizo la electricidad en Buenos Aires, adquiriendo las
centrales y empresas pequeñas existentes.
También se contaba con la presencia de una empresa norteamericana, EBASCO,
que se destaco por la compra realizada de varias usinas en el país. Las dos empresas
mencionadas se dividieron la prestación del servicio eléctrico:

CADE operaba en los centros urbanos más importantes: Buenos
Aires, Rosario, Bahía Blanca, Pergamino y Corrientes.

EBASCO en el resto del interior del país junto con algunas
empresas locales.
En algunos pueblos existían pequeñas empresas, que por iniciativa de algún
vecino o como actividad anexa a su emprendimiento (por ejemplo molinos harineros)
generaban energía con usinas de poco capital y escasa desarrollo tecnológico.
Es en este contexto que en 1920 aparecen en el país las primeras cooperativas
eléctricas.
A partir de los años 30 comienza una creciente intervención del Estado. Y la
llegada del primer gobierno peronista trae aparejado un cambio de política, tanto
económica como social, planteándose como prioritario obtener un aumento de
producción de la energía eléctrica. Así se da comienzo a una política de estatización de
usinas y a la construcción de centrales termoeléctricas e hidroeléctricas3.
1
Entre este grupo de autores puede mencionarse a Horacio Capel. Ver Bibliografía.
Empresa de origen alemán, que en 1920 pasa a hacer controlada por capitales españoles, belgas y
angloamericanos cambiando su denominación a CADE.
3
La nueva política surge en el marco de un planteo nacionalista, de independencia económica y lucha
antiimperialista planteada en el Plan Quinquenal.
2
El mercado eléctrico nacional pasa a estar integrado por empresas
autogeneradoras de energía, empresas concesionarias, el Estado y las cooperativas.
2. Desarrollo
2.1 Algunos conceptos teóricos
Las cooperativas de electricidad proporcionan el servicio eléctrico en
condiciones convenientes para los asociados, en su carácter de usuario de tales
servicios. Por lo general han surgido en zonas de menor densidad de población, que no
resultan atractivas para otro tipo de empresas.
En algunos casos surgen como resultado de la promoción oficial, en otros como
reacción popular de defensa frente a las elevadas tarifas y condiciones abusivas
impuestas por las empresas prestadoras del servicio.
Pueden encargarse de generar y distribuir corriente eléctrica o bien solo de
distribuir la corriente generada por fuentes hidroeléctricas, termoeléctricas o nucleares.
Por lo general, proporcionan también servicios anexos y desarrollan una acción muy
importante respecto de la electrificación rural.
2.2 Evolución de las cooperativas eléctricas en Argentina
La primera cooperativa de electricidad en Argentina, surge en 1926 en la
localidad de Punta Alta, provincia de Buenos Aires.
El cooperativismo eléctrico adquirió cierta particularidad al manifestarse en
núcleos urbanos menores y medianos, mientras que en la mayoría de los países este
proceso se experimento con mayor énfasis en las zonas rurales. Además se concentro en
las localidades del interior del país.
El manejo de algunas usinas en el interior del país por parte de grupos
económicos internacionales (como Sudam, Ebasco, Ansec, entre otras) es señalado
como uno de los detonantes del surgimiento del movimiento cooperativo eléctrico. El
proceso de cooperativización se inicia primero con movimientos populares de protesta
que se constituyen en comisiones pro-rebaja de tarifas eléctricas, cuya actividad era la
organización de campañas para la reducción del consumo, huelgas en las vidrieras y
movimientos de agitación (Lluch y Sánchez, 2002, p. 33)
El movimiento cooperativo eléctrico progresó muy lentamente en los primeros
años debido a que enfrentaba una organización económica muy organizada, que incluso
operaba con el poder político4 y además reunir importantes capitales por suscripción
popular para costear la instalación de las usinas de generación y el tendido de las redes
de distribución.
Esto explica que después de quince años de creada la primer cooperativa solo
hayan podido arraigarse y prosperar la mitad de los cien proyectos iniciados. Sin
embargo, en 1939, veintiocho cooperativas crean la Federación Argentina de
Cooperativas Eléctricas (F.A.C.E.), como una herramienta para el respaldo del
crecimiento del sector.
La mayoría de las cooperativas eléctricas surgen a lo largo de las décadas del 50
y 60, encontrándose la mayor cantidad de cooperativas registradas en las provincias de
4
Un ejemplo de ello fue la Ley Fresco 4742 de la provincia de Buenos Aires. Lamentablemente esto en a
actualidad continua porque las cooperativas de servicios públicos suelen ser discriminadas en la
participación de concesiones de diversos servicios.
Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Sin embargo, el paulatino aumento en el numero de
cooperativas eléctricas organizadas, no fue estrictamente correlativo con su
participación en la producción del energía del país (Lluch y Sánchez, 2002, p. 34).
El desarrollo del movimiento cooperativo eléctrico puede encontrar explicación
en la disposición del gobierno nacional, a partir de la década del 40’, de nacionalización
de las empresas eléctricas extranjeras, sumado esto a la habilitación por parte del Banco
de Crédito Industrial, de una línea de crédito a favor de las cooperativas que necesitaban
importar equipos de generación.
Tabla 1: Cantidad de cooperativas eléctricas registradas
Década
1930
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
total
Cantidad de
cooperativas
22
43
137
161
74
21
10
9
477
Elaboración propia. Fuente pagina web: www.inaes.gov.ar
Entre los rasgos principales que tienen las experiencias en todo el país, se
encuentran:

El detonante de los reclamos vecinales se centro en el precio de la
energía cobrado.

El apoyo popular a través de miles de asociados que se tradujo en
la suscripción y aporte de cuotas sociales para poner en marcha las usinas.

La mayoría fueron organizadas en localidades que cuentan con
servicio eléctrico y por lo tanto competían con la empresa preexistente.

La instalación obligada de una usina para poder generar energía.
A partir de 1960, en el marco de una política para el desarrollo
electroenergético5 se favoreció la centralización en usinas (térmicas, hidráulicas y
termonucleares) y la construcción de sistemas interconectados, permitiendo a las
cooperativas prescindir de sus usinas y adquirir energía en los sistemas nacionales y
provinciales, convirtiéndose en lo que son hoy: distribuidores minoristas que adquieren
electricidad en distintas tensiones según la estación transformadora que poseen.
En la actualidad se encuentran inscriptas en el registro del Instituto Nacional de
Asociativismo y Economía Social (I.N.A.E.S.), 477 cooperativas que prestan el servicio
de electricidad, tanto urbana como rural, distribuidas en 17 provincias. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que no se poseen datos fehacientes acerca de cuales de ellas
continúan prestando el servicio de distribución de electricidad.
5
Ver al respecto ley 15336/60.
Tabla 2: Distribución de las cooperativas eléctricas en el país
Provincias
Buenos Aires
Ciudad Autónoma
Córdoba
Chaco
Chubut
Corrientes
Entre Ríos
Formosa
La Pampa
Mendoza
Misiones
Neuquén
Río Negro
Salta
San Luis
Santa Fe
Santiago del Estero
Tierra del Fuego
Total
Cantidad de
cooperativas
eléctricas
185
1
134
6
16
3
10
2
16
9
13
4
4
2
1
67
3
1
477
Elaboración propia. Fuente pagina web: www.inaes.gov.ar
2.3 El cooperativismo en La Pampa
El cooperativismo en esta provincia se empieza a gestar al principio del Siglo
XX, observándose en el desarrollo del mismo una etapa de preparación para el
cooperativismo, durante 1910-1930, en donde surgen algunas manifestaciones con
carácter asociativo y solidario, tal es el caso de La Liga Agraria de La Pampa (1912), la
Sociedad Cooperativa el Porvenir Agrícola (1913), y la expansión de Federación
Agraria Argentina (F.A.A.), que se traduce en el surgimiento de varias cooperativas
distribuidas a lo largo del territorio.
Luego en el periodo 1930-1960, se produce el surgimiento, difusión y
organización del movimiento cooperativo. Durante este periodo es que surge la
Cooperativa Popular de Electricidad. Y en los años subsiguientes se plantea una etapa
signada por la expansión y consolidación del cooperativismo pampeano.
Entre las vertientes que desembocan en el cooperativismo pampeano se destaca,
a lo largo de la historia, el socialismo que a través de la generación de vínculos
asociativos y la educación en los principios solidarios plantea la transformación social.
La tradición socialista esta presente en casi todas las cooperativas hasta los años 40.
2.4 El cooperativismo eléctrico en La Pampa
Los antecedentes del suministro de energía en Santa Rosa se remontan al año
1903 cuando se consulta a empresas de Buenos Aires acerca del costo de instalar una
usina para proveer el alumbrado municipal. En septiembre de 1908 se licita para el
suministro de luz eléctrica y se acuerda con una sociedad, dueña del Molino Harinero, la
concesión durante quince años.
En 1925 comienza, por parte de los vecinos, el cuestionamiento de la calidad y
precio del servicio de la energía eléctrica, ya que al ser prestado como un anexo a la
actividad principal, el mismo no revestía toda la atención necesaria.
Sumado a esto desembarca en Santa Rosa, a fines de la década del veinte, el
grupo norteamericano Compañía Sudamericana (Sudam), que al hacerse cargo de la
concesión comienza a cobrar tarifas altas a los vecinos de la ciudad.
El golpe militar de 1930 que lleva al poder al general Félix Uriburu interrumpe
el proceso democrático. La Pampa es en esos años un inmenso territorio de casi ciento
cincuenta mil kilómetros cuadrados apenas poblado. Un período de persistente sequía,
sumado a fuertes vientos, produjo uno de los éxodos más notables, circunstancia que
constituyó un castigo adicional al pionerismo que depositaba en estas tierras sus mejores
esperanzas.
Esta situación se reflejaba en la Capital, una aldea de apenas una docena de
miles de vecinos, azotada por la afrenta del clima pero fundamentalmente por su
condición territoriana6, ya que no se registraba un reconocimiento institucional de su
existencia y sus gobiernos eran ejercidos por delegados del poder central, burócratas a
quienes este territorio distante a más de seiscientos kilómetros de la gran urbe constituía
poco menos que el fin del mundo.
En este contexto se formo una comisión denominada Pro Usina Cooperativa de
Santa Rosa, que comienza planteando, en representación del pueblo, la rebaja del precio
y ante la negativa e indiferencia de Sudam llama a la población a financiar la
construcción de una usina cooperativa. Los impulsores principales de esta idea fueron
vecinos que tenían una vasta participación en actividades sociales y políticas.
El 6 de julio de 1930 los vecinos deciden crear una cooperativa y establecen
como bandera central del emprendimiento a la solidaridad. No era poca cosa: si en la
actualidad resulta difícil imaginar y promover un modelo basado en este lema cómo
habrá sido a comienzos de siglo y en medio de una situación histórica tan adversa como
la descripta al principio.
Lo cierto es que el movimiento vecinal se fortalece y el 31 de marzo de 1931 se
ponen a consideración de una gran asamblea pública los estatutos fundacionales de la
flamante entidad que entre sus objetivos centrales figura el promover acciones que
tiendan al bien común.
El 14 de mayo de 1933 se produce la Asamblea integrada por 98 personas y se
elige el primer Consejo de Administración. La flamante Cooperativa Popular de
Electricidad se presenta a la convocatoria de renovación de la concesión con una oferta
y un presupuesto significativamente inferior a la ofertada por Sudam. Con estos
elementos la comuna otorga la distribución a la nueva entidad vecinal, acordándose el
contrato de concesión con la Municipalidad por un lapso de veinte años a partir del 1 de
octubre de 1935, a pesar de no contar con los motores y máquinas para generar energía.
6
En 1945 el Territorio nacional de La Pampa es convertido en provincia. En 1952 su nombre es cambiado
por el de Eva Perón, en homenaje a la primera dama recientemente fallecida. Ese mismo año se redacta la
constitución provincial y con el golpe de estado que derrocaría al general Perón, la provincia recobra su
primitiva denominación.
No obstante, como aún falta mucho, la situación se distiende y los adversarios de
la cooperativa se consuelan y confían en que les será imposible montar una unidad de
generación capaz de abastecer a la población.
El mercado de motores generadores no era para nada altruista y hasta hubo
quienes presentaron listas de precios que ilusionaron a los cooperativistas hasta que se
dieron cuenta que no eran más que maniobras distractivas y dilatorias pergeñadas con el
objeto de impedirles la concreción de su meta.
De manera que se llega a septiembre de 1935 y los pioneros comprueban con
desazón que todas las promesas de abastecimiento han sido ficticias y no cuentan con
los motores que puedan garantizar un buen servicio.
Desesperados, recurren al ingenio popular que no tarda en rendir frutos. Alguien
sugiere emplear los motores de los tractores de las viejas trilladoras que se habían
utilizado hasta fines de siglo en las campañas cerealeras y que ya habían sido dados de
baja por obsoletos y por la crisis de la actividad agrícola.
Faltando poco tiempo para que llegara el momento de suministrar la luz, la
cooperativa solo contaba con un terreno, edificio y la voluntad política de concretar la
empresa manifestada en la firma del contrato de concesión. Mientras tanto el servicio
era prestado por el grupo Sudam que disfrutaba de esta improvisación de la cooperativa,
porque sabía que en el contrato de concesión establecía que, si la cooperativa no estaba
en condiciones de prestar el servicio, el 1 de octubre, el mismo seria prestado por otra
empresa.
La expectativa llegó a su punto más alto cuando la Sudam, especulando con la
imposibilidad de la CPE de hacerse cargo de la responsabilidad interrumpió el
suministro.
Las crónicas de la época comentan que un gran silencio imperó desde este
momento hasta que los operarios realizaron las correspondientes conexiones y
procedieron a alimentar ininterrumpidamente las calderas de las trajinadas máquinas.
Luego, hubo algunas chispas, las luces titilaron, se apagaron y volvieron a encenderse
hasta que, finalmente, la luz se estabilizó ante un indescriptible júbilo.
El logro de este 1 de octubre, sorprendió a todos y grabo ese momento en el
imaginario popular: “entre chispazos, escapes de vapor y toneladas de leña de calden de
los montes cercanos un grupo de vecinos logro eliminar definitivamente la empresa del
trust con la inestimable colaboración de un héroe colectivo: el pueblo de Santa
Rosa...”(Intercoop, 1972: 61).
La primera etapa de la organización de la cooperativa puede caracterizarse como
informal, con poco personal profesionalizado, una supervisión directa del Consejo de
Administración y una dirección marcada tanto por la improvisación como por el intento
de solucionar problemas con los escasos recursos tanto en lo económico como en lo
administrativo (Lluch y Sánchez, 2002: 75).
Aquella pequeña usina se hizo grande y hoy provee el cincuenta por ciento de la
demanda de todo el territorio, interconectando a varias localidades de distintos puntos
de la provincia.
Con la mirada fija en aquel ejemplo pionero los cooperativistas de las nuevas
décadas afirmaron el servicio y extendieron la acción solidaria hacia otras prestaciones
destinadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes.
No ha sido fácil. La Sudam desapareció de escena pero apareció bajo otras
formas cada vez que el movimiento cooperativo quiso impulsar iniciativas al amparo de
la justicia social desbaratando la voracidad del lucro y la avaricia.
Afortunadamente la CPE vence al tiempo y estos más de setenta años de
presencia en la realidad del centro del país constituyen un dato insoslayable. Tanto más
cuando la cooperativa impulsó nuevas organizaciones hermanas y promovió su
federalización a la par que se asoció a todos los movimientos sociales liderados por los
principios de la igualdad, la unidad y la fraternidad.
Incorporada al uso cotidiano queda una expresión de aquella gesta. Es una
especie da mandato, una herencia que nos han legado y a la que no estamos dispuestos a
renunciar. Alude a las bajas de tensión que se producían cuando faltaba fuego en la
caldera de aquellos motores y se emplea cada vez que una acción requiere de empuje,
coraje y calor popular: ¡Leña Savioli!
2.4. La C.P.E. hoy
En la actualidad la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa se ha
convertido en una de las empresas más importantes de La Pampa con más de 42 mil
usuarios, cerca de 400 trabajadores, una facturación anual de más $ 36.000.000 y una
actividad económica dinamizadora de una amplia zona de la provincia.
A lo largo de sus más de 70 años de historia ha ido incorporando al suministro de
energía eléctrica, la prestación de otros servicios de gran interés para la comunidad, ya
sea para salvar la no existencia de los mismos como para evitar el abuso de los
intermediarios:
 Servicio eléctrico: es la actividad
que da origen a la cooperativa,
estando hoy limitada solo a la
distribución de la misma, en las
localidades de Santa Rosa, Toay,
Catrilo,
Anguil,
Uriburu,
Lonquimay.
 Servicio funerario: comenzó a
prestarse en 1972, la decisión fue tomada para evitar el alto costo del servicio
cobrado. Hoy cuenta con varias salas velatorias, pero además realiza el traslado
y todos los trámites correspondientes. A través del descuento en la factura de la
luz, queda cubierto el asociado y toda su familia.
 Biblioteca: cuenta con un
edificio destinado a la misma,
se accede de forma gratuita y
no solo posee ejemplares
destinados a la educación
cooperativa. Además organiza
algunos eventos en conjunto
con las escuelas santarroseñas.
 Gas a granel: posee una planta
de gas y presta el servicio de gas
envasado a la familia rural,
hoteles, frigoríficos, industrias,
secaderos de granos, etc.
 Alumbrado Público: desde 1989
este
servicio
incluye
el
mantenimiento y provisión de la energía del sistema de alumbrado existente en
la ciudad de Santa Rosa.
 Fabrica de columnas: se crea en 1986 y
ajusta su producción a las necesidades del
servicio eléctrico y del alumbrado publico,
tanto de la CPE como de otras
cooperativas.
 Artículos del Hogar: es una actividad comercial, que funciona en la sede de la
cooperativa, beneficiando en precio
y accesibilidad a los asociados,
quienes poseen un tratamiento
diferencial por su calidad de tal.
 Electrificación Rural: abarca extensas
zonas de la provincia, en el área que rodea
la Capital de la misma.
 Enfermería
Integral:
posee
enfermerías en los distintos barrios de
Santa Rosa y en algunas localidades
de la provincia, haciéndose eco del
planteo, no solo de los asociados sino
también de la población en general.
 Préstamos de Aparatología de Ortopedia: es un servicio anexo al de enfermería,
y lo reciben solo los asociados
que pagan este servicio.
 Servicio telefónico, es la
ultima prestación que agrego
la cooperativa, con una
tecnología de punta que
comprende un tendido mixto
de fibra óptica y cable coaxil.
Permitiendo la conexión a
Internet, como otro servicio
más de la C.P.E.
 Salón de usos múltiples, es un salón acondicionado para que la familia del
asociado tenga un lugar donde festejar los acontecimientos familiares.
 Seguros, la CPE administra en su calidad de Agente de Sancor Cooperativa de
Seguros, tanto propios como seguros de asociados.
 Construcción de redes de gas, pensada en que la cooperativa iba a tener la
posibilidad de distribuir el gas natural, situación que no sucedió, y que fue
aprovechada por otra empresa, que debió pagar a cada asociado su inversión.
Con el correr de los años también fueron llevados adelante proyectos como una
planta láctea, la cría de porcinos y el cultivo de una huerta. Todos con el mismo
objetivo, contribuir desde la cooperativa no solo al empleo de la población sino
fundamentalmente al desarrollo de Santa Rosa.
Además, en pos del cumplimiento del principio de interés por la comunidad, se
realizan diversas actividades relacionadas con el mantenimiento del espacio público,
como el cuidado de plazas y la construcción de playas de estacionamiento, eventos
culturales y académicos; que muestran a una empresa que crece económicamente pero
que además tiene una preocupación central: las personas.
Hoy una de las actividades de mayor difusión es el rol que tiene la cooperativa
como madrina del surgimiento de nuevas cooperativas, incluyendo actividades de
capacitación, financiamiento y coordinación de la vinculación con otras instituciones
del medio.
3. Conclusión
La CPE es solo un ejemplo de todos los que existen, por suerte, de como una
cooperativa contribuye al desarrollo de una localidad, de una zona e incluso de un país,
al permitir el acceso a diversos servicios, que de otra forma seria mas costoso y tal vez
de menor calidad para los usuarios.
Además como toda cooperativa, no solo genera riqueza sino también contribuye
a su distribución, a través de la repartición de excedentes, de la inversión en la localidad
en donde se encuentra, pero también actúa como un paragua protector de los vecinos,
porque ante el surgimiento de una necesidad o el abuso por parte de algún
intermediario, la cooperativa es convocada para que medie en la resolución del
problema planteado. A pesar de que no siempre contó con el apoyo del gobierno.
La presentación de esta experiencia en un evento de historia, encuentra su
explicación en la siguiente frase, utilizada por quienes tienen a su cargo la gestión de la
cooperativa: “Nuestro presente es el fruto de nuestra historia y el futuro lo
construimos cada día. Por eso, tenemos futuro porque tenemos memoria”.
Agradezco la colaboración de la cooperativa a través de Pinky Pumilla, quien no dudo
en facilitarme el material solicitado.
BIBLIOGRAFIA
BELTRAMO, Constancio, 1995. Las cooperativas de servicios públicos en Argentina,
publicados en Carta de IESCOOM, Nro. 19, Córdoba, paginas 23-33.
DRIMER, Bernardo y KAPLAN de DRIMER, Alicia, 1981: Las Cooperativas,
Intercoop. 3era edición. Buenos Aires.
INTERCOOP, 1972, El movimiento cooperativo Eléctrico Argentino, Cuaderno de
Cultura Argentina, Nro. 43. Buenos Aires.
LLUCH, Andrea y SANCHEZ, Laura, 2002: El cooperativismo Eléctrico en La
Pampa (1925-1950). Fondo Editorial Pampeano, Santa Rosa, La Pampa. Editorial Extra.
Paginas consultadas:
www.inaes.gov.ar
www.cpenet.com
www.lapampa.gov.ar
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