LA PERDIDA Y RECUPERACION DE LA RIQUEZA

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LA PERDIDA Y RECUPERACION DE LA RIQUEZA
Todo aquel que teme al Señor y anda en sus caminos tiene la promesa que será como árbol plantado a la orilla
del río y todo lo que toquen sus manos prosperará (Sal.1:3).Esto se refiere a bendiciones espirituales pero
también a bendiciones materiales.
Entonces, ¿Por qué hay momentos difíciles en las finanzas?, ¿Por qué hay hermanos cristianos que pierden sus
bienes; o tienen bienes por los cuales se esfuerzan y trabajan, pero no disfrutan de la bendición (Ecltes.5:19)?.
Hay bienes y riquezas materiales que Dios permite que se pierdan para propia maduración de sus hijos, para
edificación y crecimiento, por ejemplo:Job perdió todos sus bienes (Job 1:21).
Sin embargo, hay bienes que se pierden como un juicio debido al mal uso (Lc.19:20-24) o principalmente al
pecado.
Nuestra vida pasada, presente y futura nos es mostrada en la figura de tres parábolas:
La oveja perdida:(Lc.15:4)ésto fue cuando nos separamos de Dios.Una de las 100 se va y El sale a buscarla
hasta que encuentra y no la deja sino la recupera, la toma en sus brazos (Lc.15:5) y la traslada al redil
de la luz (Col.1: 13).Es la salvación que El nos ha dado.Termina con alegría y fiesta (Lc.15:6).
Aquí el evangelio nos presenta como ovejas, "animales extraviados", figura del hombre natural que éramos antes
de reconocer al Señor (1a.Cor.2:14), cuando considerábamos una necedad las cosas del Espíritu.
El hijo pródigo, de regreso a la casa del Padre:(Lc.15:12 ss) restaurado entra a la casa del Padre.Ya no habla
de un animal (el hombre natural) sino del espiritual el hijo ya maduro, que si entiende las cosas del
Espíritu (1a.Cor. 2: 15).Termina en alegría también.
La moneda perdida:(Lc.15:8) es intermedia entre la primera y la segunda.Y corresponde a nuestra situación
actual:ya salidos del barranco, salvados por el Señor (ovejas rescatadas), pero tampoco hemos llegado a
la casa del Padre.Es una etapa en que ni somos ovejas (hombre animal),ni somos hijos ya perfectos,
pues no nos hemos evidenciado (1a.Jn.3:2).Es intermedia, por eso es que aún cometemos muchos
desaciertos.
1.
LA RIQUEZA QUE SE PIERDE:
En la parábola intermedia, que corresponde a nuestra etapa actual, vemos que hay una mujer que pierde un
dracma (Lc.15:8) y aunque le quedan nueve, es como si los hubiera perdido todos.O sea que por ese dracma que
falta, no se tiene el gozo completo.
Notemos los siguientes detalles:
1.1
Una mujer tenía 10 dracmas:La mujer de la parábola figura la iglesia, la cual como rasgo especial tenía
10 dracmas (moneda equivalente al salario de un día).O sea que no vivía limitada a "lo del día", sino
tenía anticipado lo que necesitaba para vivir.Podemos decir que era una mujer rica, esto es la bendición
le sobreabundaba.
Después de la primera parábola (oveja rescatada), viene la segunda (mujer con dracmas), lo cual
proyecta que la proveedura material (financiera) puede ser que no venga de inmediato con la salvación,
sino que se produzca en el caminar de la segunda etapa.
Esa segunda etapa la comienza la mujer (nosotros, la iglesia), con una vida próspera (en ves de perder
la décima), pues era rica, sus diez dracmas estaban completos.Vemos aquí la prosperidad que Dios da a
sus hijos, evidenciada en la prosperidad material la cual no necesariamente se ve en los muchos bienes,
sino en que no les falta nada.
1.2
Eran 10 monedas de plata (Lc.15:8): las 10 monedas de plata juntas figuran proveedura y bendición de
Dios, sin embargo aquí el número diez y la plata también figuran prueba.
Vemos entonces que Dios bendice materialmente a sus hijos,sin embargo, esa proveedura material
también viene a constituirse en una prueba.
Al respecto a aquel que demuestra ser fiel en lo poco, Dios lo constituye sobre lo mucho (Mt.13:12;
Lc.19:17).Pero, ¿Cuánto es poco?.Dios da según la capacidad de cada quien (Mt.25:15).
Tomemos en cuenta que Dios debe ser honrado con nuestros bienes (Prov.3:9) ;somos simples
administradores de bienes que pertenecen a Dios.Y gozamos de bienes que El nos ha dado por gracia
(Jos.24:12,13).
1.3
La mujer perdió un dracma:notemos que el dracma no fue robado, no se lo cambiaron de lugar ni se lo
quitaron, sino la propia mujer lo perdió (Lc.15:8).Esto lo que evidencia es la propia responsabilidad de la
mujer (nosotros) por la pérdida del dracma.¿Se le cayó, olvidó donde estaba, olvidó que hizo con el?.
1.4
El dracma perdido era la décima parte (el diezmo):notemos que no perdió todos los dracmas, sino
solo uno de los diez o sea el 10 por ciento de lo que Dios le había dado.La mujer perdió el "diezmo" de
sus dracmas.
Se figura aquí el diezmo que debemos llevar a casa del Señor (Mal.3:10), el cual a veces los hermanos
por diferentes razones pierden (dejan de dar) o bien teniendo abundancia de parte de Dios (los 10
dracmas) no cumplen con ese 10 % que le pertenece a Dios.
1.5
La mujer antes tuvo el diezmo:la figura apunta a que la mujer (iglesia, nosotros) diezmaba al principio,
porque precisamente ese dracma (diezmo, 10%) fue lo que perdió y no se puede perder lo que antes no
se ha tenido.
Figura aquí a aquellos hermanos que al principio, de su caminar cristiano han diezmado y el Señor les ha
colmado de bendición, luego, como que el corazón endurece, se pierde la fe, o quizás comienza la
"prueba" y lo primero que hacen es perderlo y dejan de diezmar "han perdido su décimo dracma".
1.6
Las características del décimo dracma (el diezmo):
Le pertenece a Dios (Mal.3:8,9) y quien no diezma roba a Dios.
Es una prueba para alcanzar bendición (Mal.3:10).
Hay que diezmar cabal (Mal.3:10).
Sirve para que halla comida en el templo (Mal.3:10).
Aquel que pasa la prueba alcanza bendición tras bendición hasta no quedar mas (Mal.3:10).
Es alejado el "devorador" (Mal.3:10).
Hay que diezmar.
1.7
Consecuencias de perder el décimo dracma (diezmo):Notemos que la mujer perdió el diezmo (no lo
dio) y tuvo las siguientes consecuencias:
Desapareció el gozo de su casa (Lc.15:8).Sin diezmar no tenía fiesta.Los que no diezman: ¿Les fluirá la
alabanza y adoración?
Aunque tenía nueve no los disfrutaba, se quedó con todo pero con oscuridad no los podía gozar y era
tanto el pesar que decide buscar su dracma (diezmo).
1.8
A la mujer se le había apagado la luz:lo primero que hizo después la mujer para encontrar su décimo
dracma (diezmo), es encender una lámpara (Lc.15:8).Y si la encendió es porque la tenía apagada.
Notemos: en la casa de la mujer (nosotros, la iglesia) se había apagado la luz (Cristo Jesús -Sal.27:1;
Jn.8:12-).
La luz de la lámpara puede apagarse por varias razones:
a.
Los vientos:figuran influencias espirituales (Ef.6: 12) o falsas doctrinas (enseñanzas
adulteradas), que hacen tambalear a los hermanos que son aún "niños espirituales"
(Ef.4:14).Dudan entonces de la Palabra que es lámpara a sus pies (Sal.119:105), y su luz se
apaga.Notemos: "el que me sigue no andará en tinieblas (Jn.8:12).
b.
La falta de aceite:la luz también se apaga por falta de aceite en la lámpara.Figura aquellas
situaciones que tienden a romper nuestra comunión con Dioscontristando (Ef.4:30) o
"apagando" el Espíritu Santo en nosotros (1a.Tes.5:19).Entonces como que se le acaba el
aceite a la lámpara y se apaga la luz.
Esto sucede cuando pecamos porque Dios es Luz y el que peca anda en tinieblas
(1a.Jn.1:5,6).La mujer perdió su décimo dracma (diezmo) porque se le había apagado la luz,
las tinieblas habían cegado sus ojos (1a.Jn. 2: 11).
Al principio el cristiano daba su diezmo, ahora ya no.Se le apagó la luz.Pedir al Espíritu Santo
que nos llene para que la lámpara tenga aceite.
Como consecuencia aunque le quedaban 9 dracmas (otros bienes), no los gozaba, estaba triste y con la
lámpara apagada.La mayoría de cristianos vivimos con vela apagada y sin prosperidad o bien sin
disfrutar de los nueve dracmas restantes, que es como que no nos sirvieran.
Hay quienes no le cumplen sus votos a Dios (Nm.30:2; Dt.23: 21-23) (tienen su lámpara apagada); no
llevan al alfolí el diezmo (Mal.3:10) que es la parte de Dios (Ecltes.5:19);casualidad que fuela décima la
que se le había perdió.
¿Estaría amando afanosamente sus dracmas-su riqueza- y se le apagó la lámpara?
2.
LA RECUPERACION DE LA RIQUEZA:
Vemos en la parábola que la mujer recupera el décimo dracma perdido (diezmo), vuelve a tener sus diez dracmas
(dominio financiero), pero ahora se regocija (Lc.15:8-9).Notamos entonces el siguiente proceso:
a.
La mujer reacciona:Debemos tener conciencia de nuestra realidad y operar.Notemos que la mujer no
se quedó lamentándose sino que tomó la acción para recuperar su décimo dracma perdido.Esto es una
acción de Dios para que nos levantemos; y es que Dios en su bondad (Rm.11:22) permite cierto tipo de
tristeza que conduce a arrepentimiento que es para vida (2a.Cor.7 : 10), lo cual motivó a la mujer a
buscar el gozo que tenía, cuando poseía los 10 dracmas. (Como que ese décimo dracma -diezmo- hacía
valer verdaderamente los otros nueve).
Podemos pensar entonces que aquel que esté siendo verdaderamente la mujer de la parábola (la iglesia,
esposa del Señor, nosotros), no se quedará triste y con su luz apagada, se pondrá en acción y
recuperará su riqueza y su gozo (Lc.15:9).
b.
Encendió su lámpara:No dice que salió a prestar una lámpara, porque ya tenía, sino solamente la
encendió.Esto es, la mujer puso atención nuevamente a la Palabra (lámpara a sus pies), Cristo Jesús luz
del mundo alumbrando de nuevo su casa; ya no caminó mas en tinieblas (Jn.8:12);comenzando para
ella la restauración de Dios.
Para encender "nuestra lámpara" debemos reconciliarnos con el Señor y pedirle al Espíritu Santo que
nos llene, luego podremos continuar con el proceso de recuperación de la riqueza perdida.
c.
Barrió su casa:No hay necesidad de barrer donde hay limpieza.La "casa" de la mujer estaba sucia.Se
figura aquí el pecado en nuestras vidas.Cuando hay pecado en nosotros estamos "sucios", entonces lo
mejor es limpiarnos mediante la Sangre del Señor (1a.Jn.1:7), una vez que brilla en nosotros
nuevamente la luz.
Notemos que comienza a barrer hasta los últimos rincones de la casa, en búsqueda de basura (pecado)
que estuviera cubriendo su décimo dracma (diezmo).
Por pecado muchos han perdido su riqueza:Adán perdió su paraíso (Gn.3:23,24), Lot lo perdió todo en
Sodoma (Gn.19:19,22), comenzaron en el Espíritu y terminaron en la carne (Gal.3:3).
d.
A la vez que barría buscaba cuidadosamente:No solamente estaba barriendo, cuidadosamente
buscaba su décimo dracma perdido (Lc.15:8),pero no estaba contenta. No tenía fiesta.
Contrario a aquel que cumple sus votos a Jehová,es como que atrajera riqueza hacia sí.Da con alegría,
cumple, sigue barriendo su casa pero con fiesta.
Barrio hasta el último rincón, hasta encontrar el décimo dracma perdido (diezmo).Esto es, sacó todo
aquello que hay en los cuartos donde la luz ha estado apagada (dominio satánico) -obras de la carne(Gal.5:19-21), revisando si entre esa basura que estaba sacando no iba su dracma.Se requiere
perseverancia, debemos continuar barriendo hasta encontrar el dracma perdido.
e.
Encontró su dracma:Al fin después de tanto barrer, lo encontró.Aquí se figura la ministración, aquel que
no se ministra, no va a poder diezmar, porque no permite que su casa sea barrida.Pensemos que su
dracma no lo encontró de inmediato, pasó seguramente bastante tiempo barriendo cuidadosamente su
casa y buscando hasta encontrar.Dijo el Señor que el que busca encuentra (Mt.7:7).
El encuentro del dracma figura aquí cuando se vuelve a dar a Dios su parte (el diezmo), volviendo el
gozo del uso de nuestra parte (los 9 dracmas restantes).
f.
Hizo fiesta:Cuando encontró el décimo dracma (diezmo), le volvió el gozo, dejó la escoba (no para
siempre se quedo barriendo -ministración-) y convidó a sus amigas, porque había encontrado su décimo
dracma (Lc.15:9).
Volvió la fiesta a su casa, sus diez dracmas (prosperidad) estaban completos.Debe haber un tiempo para
festejar (alabar y adorar).Luego convidó a sus vecinas, les dijo "amigas" (no eran hermanas), esto figura
la evangelización que los que poseen con gozo sus diez dracmas pueden hacer.
Sin la barrida de casa (ministración) no había fiesta.
Entonces el gozo de aquel que tiene sus diez dracmas completos, los nueve que son su parte para que
los disfrute (Eclstes.5:19) y un dracma que es la parte de Dios, alcanza para "convidar" a otros para que
se acerquen a nuestra "fiesta", Cristo Jesús, nuestra pascua (1a.Cor.5:7).
Hay mas gozo en dar que en recibir (Hch.20:35):el que recibe allí mismo se le terminó el regalo.El que
da queda a la expectativa de lo que va a recibir de Dios (Lc.6:38).
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