LEMA Y ESCUDO DEL PONTIFICADO

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LEMA Y ESCUDO DEL PONTIFICADO
Miserando atque eligendo
El Escud o
En los trazos esenciales el Papa Fra ncisco decidió conservar el mismo emblema que
mantuvo desde su consagración episcopal, part icularmente caracterizado por la sencillez.
El escudo azul aparece coronado por los símbolos de la dignidad pontificia iguale s a
aquellos elegidos por su predecesor Benedict o XVI, a saber: la mitra colocada al cen tro y
en alto con las l laves entrecruzadas, una r ep resentada con el color del oro y la otra co n
el de l a plata, uni das (en la parte ba ja d e la imagen) por un lazo rojo. En alto, apa rece
el emblema de la orden religiosa de pr ovenie ncia del Papa, la Compañía de Jesús: u n so l
radiante con, al cent ro y letras rojas, la inscr ipción IHS, el monograma de Cristo. Sobre la
letra H se apoya la cruz, en punta, con los tr es clavos en negro colocados a la base.
En la parte inferi or se percibe la estrella y la f lor de nardo. La estrella, siguiendo la antig u a
tradición herá ldi ca, simboliza a la Sant ísima Virgen María, Madre de Cristo y de la Igle sia;
mientras la flor de nardo evoca la figura de San José, el patrono de la Iglesia universa l.
En efecto, en la tradición iconográfica h ispánica San José aparece representado con u n
ramo de flor de nardo en la mano. Al colocar en su escudo estas imágenes, el Papa h a
querido expr esar su propia y particula r de voción hacia la Virgen Santísima y San José.
El Lema
El lema del Sa nto P adre Francisco está toma do de las Homilías de San Beda el Venera b le
sacerdote (Hom. 21; C CL 122, 149-151) , quien, comentando el episodio evangélico d e
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la vocación de San Mateo, escribe " Vid it erg o lesus publicanum et quia miserando atqu e
eligendo vidit, ait il li Sequere me", que evoca el siguiente pasaje: «Jesús vio a un hombre ,
llamado Mate o, sentado ante la mesa de co br o de los impuestos, y le dijo: "Sígue me" .
Lo vio más c on la mirada interna de su am or que con los ojos corporales. Jesús vio al
publicano, y lo vio con misericordia y eligié nd olo, (miserando atque eligendo), y le d ijo
Síguem e, "Sí gueme", que quiere decir : "I mí t am e". Le dijo "Sígueme", más que con su s
pasos, con su modo de obrar. Porque, quie n dice que está siempre en Cristo debe a nda r
de continuo como él y anduvo».
La homilía de San B eda el Venerable, p resbí tero es un homenaje a la misericordia divin a
y aparece reproducida en la Liturgia de las Ho ras en la fiesta de San Mateo que además
reviste un sig nif icado particular en la vid a y en el itinerario espiritual del Papa. En la fiesta
de San Mateo del año 1953, el joven Jorg e M ar io Bergoglio experimentó –a la edad de 17
años- en un modo del todo particular, la p resencia amorosa de Dios en su vida. Despué s y
tras una confesi ón, se si ntió tocado en el cor azón y advirtió que sobre sí mismo descend ía
la misericordia de D ios, quien con mir ada de tierno amor, lo llamaba a la vida religio sa ,
siguiendo el ejempl o de San Ignacio de Lo yola.
Una vez eleg ido Obi spo, S. E. Mons. Be rgoglio, en recuerdo de este particular momen to
de su vida que lo marcó profundamente desde los inicios de su total consagració n a
Dios en Su Iglesia, decidió elegir, com o lem a y programa de vida, la expresión de Sa n
Beda “miserando at que eligendo” "Lo mir ó con misericordia y lo eligió", que ha qu erid o
reproducir también el propio escudo po nt if icio.
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