La Bagatela - Actividad Cultural del Banco de la República

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Antonio
Nariño
L A
BAGATELA
BIBUOTECA POPULAR DE CULTURA COLOMBIANA
-TOMO
114-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
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Publicaciones
del Ministerio
de Educación
de Colombia.
Litogro'io y Editoriol "Cahur"-Bogotá,
1947
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Antonio Nariño
L A
BAGATELA
BIBLIOTECA POPULAR DE CULTURA COLOMBIANA
-TOMO
114-
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PROLOGO
BAGATELA SOBRE LA BAGATELA
..•
Coincide la composiclón de estos renglones con una nueva lectura
que vengo hadendo del Quijote. Y me ha sucedido al entreVerar lo uno
con lo otra tarea, lo que debió de ncontecerle a San Ignacio de Loyolo en aquel poso de su vida que señala el de uno a otra milicia, a la
sczón en que holléndoss herido eh el castillo de Pamplona, y como
se fastidiase can la lección de uno novela de caballería, pidió otro libro con que distraer la incómoda siesta; y habiéndole alcanzado lo
persona que la asistía un Fios sanotorum, parece que en lo mente del futuro santo, colmada de ficciones caballerescas, comenzaron a suplantarse unos héroes por otras; los caballeros andantes de la tierra, por
las que hacen violencia al reino de los cielos, según la expresión de la
Escritura; proceso sicológico en el cual ha de verse, de un lodo, la peculiar santidad de Ignacio, y, de otro, el génesis, lo fundación de una
orden militante cual lo fundada por el herida de Pamplona.
Decía, pues, que 01 entreverar la lectura del Quijote con lo composición do estos lineas me habla acontecido, mutatis mutandls lo que a
San Ignacio, cuando suplantaba a unos héroes por otros: y que, como
quiera que el de Cervantes y el Precursor de nuestra independencia 5e
parezcan tanto, no es de extrañar que, pues tengo que decir algo de
Noriño, se me antoje que ese algo me lo puedo prestar el propio manco
sene, y oun clgo más: que una semblanta de Nariña podría comenzar
de esta manera, contrahaciendo el estilo y troza del libra inmortal: "En
un lugar de Colombia, de cuyo nombre sí quiero acordarme .... "
Esta podría, ser, pues, la frase inicial de una semblanza de nuestro
andante caballero, como le llamó uno de sus biógrafos mós afortunados; y el que esa tarea emprendiese y acabase, no tendría otro coso
que hacer ,para salir adelante can su intento, que in siguiendo, por SU!
posos contados, las hazañas del héroe manchego, salvo lo suplanto-
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Clan de nombres propios y lugares, para compasar su relato con el de
Cervantes. Ese tal biógrafa cayera en la cuenta de que, dentro de lo
geometría del espíritu, con la figuro de Noriño se integra el. triángulo
en el cual los otros dos lados corresponden al Quijote y a Bolívar.
Porque es tan notoria la semejanza entre Bolívar y Nariño, no mer:os que la que se advierte entre ambos héroes y el Ingenioso Hidalgo,
que en el discurso de sus respectivas empresas podrían señalarse, con
matemótica precisión, los tres etapas que parecen cifrar, a un tiempo
can la del manchego, la vida de esos sus cofrades americanos. Primero
la ilusión, eterna compañero y motor de sus andanzas, lo cual, oro
como acicate, ora como luz, aliento e ilumina sus desvaríos, prestándoles o sus autores esa confianza en sí propios yeso iluminación par,. ticulor que al proyectarse, valga el caso, sobre Aldonza Lorenzo, la
convierte en Dulcinea, o es capaz de vestir, por obra (le Bolívar y de
Nariño, a la Democracia con los arreas de la República. Esa misma
luz, que sólo el fervor es poderoso a encender en el alma de los convencidos, y a cuyos destellos lo mente de Col6n, recorriendo el mapa
de las ficciones, apunta a la realidad de una tierra celada por el mar y
defendida por monstruos.
Pero no se reducen a estas solas las semejanzas entre los tres Quijotes, ya que todos ellos penetran 01 recinto de su locura por la puer'to que les abren los libros de su biblioteca: "Y así del poco dormir y
del mucho leer se les secó el seso". Enfrasc6se el uno en la lección de
los libros de caballerías, y "rematado ya su juicio, vino a dar en el más
extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible. .. ejercitarse en todo aquello que él había leído que
los caballeros andantes se ejercitaban". Alimentó el otro su mente con
la lectura de las historias griega y romano, y puesto ya en este camino
soñó emular o los Epaminondas y a los Aníbal; las lecciones de lo EneieloJ='edio y el cuento
de las conquistas
francesas, tallaron
en el tercero al revolucionario. Y fue uno mismo el fiambre que los tres metieron en sus alforjas: ilusiones, espejismos, sueños, o como quiera 110márseles, todo ello, al emprender nuestros amigos su primera salida,
contrasta con el desvío de sus compatriotas y el rictus escéptico de los
Sanchos, por lo cual podría decirse que sus primeras hazañas resultan
cuando menos inoportunas dentro del ambiente en que se llevaron a
cabo, y que más que de tales, pudieron ser calificadas de desplantes. Cualquiera de los pasos de la primera parte del Quijote nada tienen de en.··
vidicr a aquél gesto de Bolívar, que a no recibir el espaldarazo de la
libertad de un continente, resultaría ridículo: el de juramento del Monte Sacro :10 misma actitud soñadora de Noriño cuando intento trodu-
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cir y circular los Derechos del Hombre en momentos del absGlutismQ·
mós completo, o en dictar una Constitución utópico, aplicable, si ocaso, o lo República de Platón y coincidente con el fracaso de lo neogranadino.
Sin tiempo ni lugar poro seguir pormenorizando los fallidos empresas que constituyen lo primero porte del Quijote, hojeemos lo segunda
~ allí veremos cómo en casa de los duques los ficciones del andante caballero se tornan realidades. Aquella coso no es yo uno de esos mesor.es reputados por costillas en lo mente del loco y adornados por él con.
los particulares de uno mansión ducal: ésto sí que lo es, y sus moradores gente de lo mós rancio nobleza, y 0111 los doncellas y hasta uno
Que otro dueño, cierto que desfallecen de amor por dan Quijote, y hasta la 'ínsula ofrecido o Sancho se convierte en tierra firme. Lo razón,
pues, está del lado del caballero loco, que prohijaría seguramente eso
estupenda definición de la locura que dio un bogotano otoccdo de la
dolencia cuando dijo: la locura no consiste en otra coso que en la discrepancia entre nuestra propio locura y la locura de los demós.
Pues bien: al período de los realidades del andante caballero don
Antonio Nariño corresponde lo publicación de Lo Bagatela, y como en
e' coso del Quijote, en el precursor lo realidad sobrepaso o lo quimera.
No pensó acaso el santafereño en más que en desfocer el tuerto de lo
dominación española en la Nuevo Granado: quizás en sus andanzas de
prófugo; en sus gestiones en París y Londres, y más antes, en la épo(..61 de los pasquines, no soñó con otra cosa que con la libertad de su per-tc: hasta llegó un momento, aquel en que o instancias de su mujer
210 restituyó a su hogar, sobre la promesa del arzobispo Compañón, en
aue .parece que todos sus sueños, como los del Quijote, 01 terminar la
primera porte de su historia, le subiesen resultado fallidos. El caballero
ae la Mancho regresa entonces a su casa instigado a ello por el canó1'lgo y el cura: el caballero de la Sabana hace lo propio llamado por
su ilustrísima don Baltasor Jaime.
Pero bien pronto uno y otro Quijotes, el español y el americano, notan la falta que su presencia hace en el mundo, y conscientes ambos
de sus destinos, regresan a la andante caballería, que llevo 01 de lo
Mancha al pclccio de los duques'y al de la Sabana al polacio de goc'erno.
El ideal y la realidad han contraída
nupcias.
Con La Bagatela, Nariño inicio el periodismo zumbón, que se confende con el político, y crea, de hecho, este género en Colombia. Se diré que la primacía corresponde a Socorra Rodríguez. En el tiempo, sí:
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eh el alcance y lb signifitac/ónlío.
tantó vo del periódico de Monuél
del Socorro al del Precursor cuanto es la distancia que separo o lo i"~
genuidad de la malicia, yo, la monarquía de lo república. Sobre que,
aun sin estos considercndos, nadie, como No riño, dio muestras de haber adivinado lo que es el periodista: esa habilidad poro descubrir el
lodo flaco de los cosas y los" hombres: esa perspicacia y ese como elfoto para oliscar los acontecimientos:
esa ironía, lo más tremendo de sus
armas, con que sobe dar por tierra con el gobierno de Lozano, mediante el recurso de ridiculizarlo, son los calidades que consagran o NaHf.o como el verdadero factor de nuestro prensa periódico en cuanto lo
entendemos los de hoy,
RICARDO PARDO
"
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LA BAGATELA
NUM.19
Sontofé Dom. 14 julio de 181 1.
Tom.l
PROSPECTO
Es costumbre de todos !os periodistas dar un prospecto de sus perlacticos, y amontonar en él todas las voces técnicas de las materias que
ofrecen tretar. El público con semejantes entradas cree hallar un tesoro: se suscribe, se ofono por que llegue el día en que se reparta el popul,
" o pocos pasos se encuentro con el porto de los montes.
El título del presente no nos provee de voces técnicos poro engoñor
01 público; pero en reCOMpensotiene la gran ventaja de que los críticos no pueden egercer su saña contra él; porque mientros más se empeie en querer hacer creer que lo que contiene son bagatelas, más ayudan
a llenar su título y más lo elogian. No obstante, por no dejar ele hacer
mi prospecto contaré un cuento que todos deben saber, y que quid.
no saben: Un Egjpcio tocador de laue! soñó que tocaba delante de un
burro. Se dice que por lo pronto no reflexionó sobre este sueño; pero
que habiendo pasado a Menfis Antioco Rey de Siria, a visitar a su sobrino Tolonico, éste envió a llamar al músico para que divirtiera a su tío~
El tal Antioco ni entendio, ni gustabo de música, y osi oyó tocar con distracción, y 01 fin mondó retiror 01 músico. Bien hobio yo soñodo, dijo
el músico al solir, que toco río deloRte de 8ft bllfl'O.
Pase este cuentecillo, y el que se lo aplicare cor. .u pan le coma: lo
col,. sel'Ó suya, y ISO de1 músico.
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CARTA Da
FILOSOFO SENSIBLE A UNA DAMA SU AMIGA:
Tu eres un tesoro escondido, mi querida amigo, -I:ú que si hubieras
nacido en Athenas hubieras frecuentado, como Asposlo, y Lais fa escuela
de Sócrates, vives ignorada entre nosotros; ¿pero para qué necesitos
que te conozcan los que no te pueden dignamente admirar? ¿No tienes
uno recompenso más satisfactorio en el fondo de tu corazón con esa
filosofía delícada, a que han concurrido la naturaleza y el estudio? Tu
embelleces hasta el mismo Amor, y el que ha tenido lo fortuna de oír
o tu lado los encantos de' tu voz, y ese manejo inimitable de los asuntos más serios, tratados con la mono de las gracias, no puede menos
Que admirarte, y que. .. quererte.
Te quejos amargamente de Que no hoya escrito una palabro en unos
tiempos tan fecundos en acontecimientos, cuando sé que en .tu pecho
puedo depositar,. con confianza mis secretos. ¡Yo ingrato! ¡Yo olvidarme de ti! Tu sabes, bello hechicera, que el que una vez te ha conocido
y trotodo, jamós te puede olvidar. La razón de no haberte escrito ha
sido porque, aunque las cosos se mudaron, no por esto hemos estado
más seguros de poder decir lo verdad impúnemente, ni en las correspondenciós privados. Bien sabes lo que son los hábitos de la corrupción de
un gobierno: el corazón humano no SE! desprende de sus preocupaciones
con mudar o las gobernantes, todos Jos vicios del antiguo gobierno continuaron, y hemos visto después de nuestra transformación abrirse las
correspondencias con un descaro increíble, y formarse cargos y prisiones de los secretos de un amigo poro con otro. ¿Querlos que yo expuslerc o lo más adorable de los criaturas a ser interrogada en juicio por
los mismos que deberían estar a sus pies? Nuestra revolución no:.- s610
fue necesario, fue justa [ustlsirnc, pero lo justicia de la causa no pruebo
que los cosas vayan justamente.
El dCSO'"denen que vivimos ocho a nueve meses, y algunas cosillos
de Que o4ri no nos vemos libres, han hecho pensar a algunos que nues-
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ANTONIO NARlfilO
transformación fue prematura. Prescindo de que nuestros mlsmcs tironas nos forzaron con sus impollticos e iniquos trotomlentos, multiplicados 01 tiempo que ya ero de su propio interés el aflojar; qué hobtlomos adelantado con vivir otros ciento o doscientos oños más en' la
esclavitud? Embrutecernos más, acabarnos de persuadir que .1 Amerlcono y el Africano han nacido paro servir o un puñado de Europeos,
por que aprendieron o mator y o engañar antes que nosotros; V de este
modo es preciso entonces convenir en que jamós llegarlo el coso de que
nos emancip6ramos, y que semejantes a los fótuos nunca debíamos salir
de la tutela. Nuestro esclavitud se habria ido redoblando, a proporción
que el temor se hubiera ido aumentando en nuestros opresores. LOl
sucesos de Quito, Lo Paz y los Llanos, no fueron más que el exordio de
le gran tragedia que por segunda vez: le estaba preporado o la América.
1Ta
No hace muchos dios que, si no te desograda, en coso del Mercurio
de tu amiga, al en el silencio, como ya lo tengo de costumbre, una lar.
go y graciosa discusión sobre los ventajas que nos troeria un sistema
liberal propuesto por lo España. Te confieso que me avergoncé oyendo
en esto opinión o personas que están por otro parte bien acreditados de
Juces y patriotismo. Quise hoberles preguntado si uno haciendo estar6
mejor gobernado por sus dueños, o por un hombre moneo y cojo que ni
la conoce ni lo puede asistir personalmente? A Jo verdad, hombres que
piensan de este modo, bien meredon ser gobernados, no digo por lo
España moribundo, sino por los potencios Berberiscos. Que el cielo nos
preserve, mi bello omigo, de volver a caer en manos de nuestros- elntl.
guas amos. La sangre que aun no ha hecho derramar el azote de lo
guerra, lo veriamos correr o arroyos por las monos de los verdugos. Pe.
ro supónque no hubiera noda de esto y que lo que es m6s que imposi.
ble, quisieron olvidar lo injurio de qlJe hoyamos conocido nuestros de.
rechos y procedieran de bueno t, que especie de sistemo nos .podIo
proponer, que distando su centro dos mil legLlOS,no fuera duro y opresivo? Depender un mundo entero de un pul'íodo de hombres con el
Océano de por medio y ser su gobierno suave, es una paradojo que no
cobró en lo cabeza de un negro de Atrito si lo dejon pensar.
Me preguntas en Qué estodo se hallo su sexo sobre moterias polítl.
Cuestión delicado si tú va!> o leer mi corto en tu tertulie¡;. Y si por
satisfacer tu curiosidad me voy a ver pellizcado, o lo que es rnuchoDebr.
COI,
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I
LA
BAGATELA
.envuelto en la indignación de todo lo que más amo? ¿Con qué pagarás
este sacrificio- ... Tendré que irme a refugiar o tu lodo y tuyos serán
los consecuencias. El bello sexo es un órgano que sueno según lo tecla
que le ha tocado en suerte. Acostumbrado a ver o sus pies el nuestro y
u mandamos con todo el imperio que le dan sus atractivos, creen que·
la felicidad está en que unos monden con absoluto poder, Y 'Ios otros
obedezcan con humilde sumisi6n; la menor contradicción los irrito por
no estor acostumbradas y como desgraciadamente lo variedad de opiniones y de intereses se desarrollan 01 tiempo de una transformación político, figúrote c6mo estaró mi adorado sexo en un tiempo de fermenta,ción como este. Yo me veo en mil amarguras poro sostener el idioma
de Pofos y Amotonte en medio de los varias contiendas ruidosos que
todos los dios se ofrecen, no solo en los estrados, sino hasta en los cal'es o plazas, y si no fuero por tus lecciones, creeme yo mos de uno vez
hubiera perdido aquel pequeño ascendiente que tú misma 'me has confesado. Es verdad Que yo ha mudado aquello monotonlo de los conversaciones de lo mayor porte de nuestros bellos: los tertulios se animan, y
se oyen cosas que antes ero prohibido pensar; pero también 10 es que10 guer.ro civil estó en tu sexo, y como de su voluntad o lo del sexo esclavo no hay mas que un poso, estamos muy en peligro de que por 01cuna travesura del hijo de Afrodita, nos vamos a ver en al,uno tragedia
sangriento.
Vuelo pues, mógico mío, vuelo con todo el séquito de tus groc!Qs y
derramo en el coroz6n de tus amigos aquello dulce persuoci6n que todo
lo arrastra. Yo te conjuro corno Xerxes a-Thorgelia, paro que me ganes,
no el corazón de los Generales, sino el de tus amigos. Tú sobes por experiencia el influjo de tu sexo sobre nuestros opiniones y les pondrás
hocer conocer el mal o el bien de tu sexo sobre nuestros opiniones, Y les
podrás hacer conocer el mal o el bien que nos pueden causor según lo
manejen.
j Qué bendiciones no te darán hasta los olmos helados
sobre quienes no tiene yo i.roperio tu hermosurc!
Quizás olió en tu picorillo corazón creerós que mi Inter~ es sólo el
que me mueve o lIomarte con tontds instancias. No,· no Interrumpirlo
sólo por mi comodidad el rozonado epicureísmo én que vives; pero ya,
que lo Patrio te necesito podré dejar de alegrarme con la esperonzo·de
volver a gozar de tu amable compañia? Suspiro por este momento,'~
te ruego no me lo retardes.
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..
ANTONIO NARIÑO
Traducción de mi rasgo sobre Guillermo Peno
Si yo tuviera que escoger entre los legilslodores, quizás preferida entre todos a Peno La envidia no ha podido imputarle crímenes, y ha hecho leyes con el único objeto de poner 01 globo bajo el imperio de lo
naturaleza.
Este Platón del Nuevo Mundo (y creo honrar a Platón de la Grecia
explicóndome así> era hijo de un Almirante inglés que Cronwell había
estimado, lo mismo que los dos Estuardos que subieron al trono de la
Gran Bretaña después de este malvado feliz. Pen el marido había empeñado su fortuna poro sostener los expediciones que se le habían, encargado y no teniendo el Estado con qué pagarle durante su vida, propuso a su hijo, poro indemnizarlo, la donación de un territorio inmenso
en la América, a los orillas del río Delawore, situado a los 40 grados.
e! joven Pen ocept6 lo oferto de su Sobercno, no poro hacerse déspoto,
sino para cultivar aquellos desiertos, y hacerlos el asilo del género humano.
Pen que tenía uno político propio, muy diferente de la de este código
rc.:z:onadode latrocinios que se-'J!ama Derecho de gentes, no creyó su
soberanía legítima adquirida por donación del Gobierno Ing!és.A su
llegada, lo primero que hizo fue comprar de los indígenas el país que
se J!lroponía cultivar. Le dio su nombre, y un ejemplo a la Europa que
admlraró, pero que no tendrá valor de imitar.
la legislación de este grande hombre es la de la naturaleza. los Pensilvanios fieles a ella, no tienen que quejarse de sus rigores. su clima es
templado; habitan uno tierra que se presto con facilidad a la culturo:
su población, semejante a la de ese $ichio que se llamaba lo fóbrica de
lo especie humano, se dobla codo quince oños, según los cálculos del
Newton de lo electricidad.
la Pensilvanio tiene un medio de ocrescentarse que no tienen los
otres pueblos de los dos continentes: ella miro lo guerra, como un crimen de la sociedad. Cuando se les propuso que se armasen paro disputar a lo Francia los desiertos helados de la Acadia se negaron diciendo
"Los hombre. SOIl d. UII barro que se desmorona por si mismo,
que
NO preciso que nosotros vamos a ayudar a destruirlos".
Cuando en el penúltimo siglo los Moquiovelos de los cortes de Espo-
,l.
-}o-
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LA
BAGATELA
Aa y Portugal, esos hombres que no soblan conquistar sino degollando,
vieron establecerse a la sombra de la paz y de las leyes, esta República
de Fil6sofos, se sonrieron de 16stima, y pronosticaron su pronto ruino.
Félizmente sus profeclas han solido falsas, y los Pensllvanlos que cambian los desiertos en ciudades, han fundado en el nuevo mundo un
imperio m6s estable, que los de los europeos que cambian las ciudades
en desiertos.
NOTA.-5e vende o real en lo tienda de D. Rafael Flóres, tedos loa
4omiagos desde los nueve de la mafia na.
En la Imprenta
los Monteros,
NUM.2.
Real de Santofé de Bogotá, por D. BrUllo Espinoso ef.
año ele 1811.
Santafé Dom. 21 de Julio de 181 I
TOMO 1.
IMPRENTA
En el tlt. l. arto 1. pago 16. de la Constituci6n se dice: "El Gobierno
garantiza o todos los, ciudadanos los sagrados derechos de la Religión,
propiedad y libertad individual y la de lo imprenta...
Exceptuándose
de estas reglas generales los escritos obscenos, y los que ofenden al dogma; los cuales con toda eso, y aunque parezcan tener estos notas, no
se podr6n recoger, ni condenar sin que sea oído el Autor."
En el tito 6. arto 1. pargo 17. de la misma Constitucián se dice. "Al
Cuerpo Legislativo corresponde lo facultad de asignar las contribuciones
que deban pagarse por el pueblo, el modo como deban cobrarse, y los
ramos sobre que deban imponerse; y esta asignaci6n ir6 fundada sobre
el célculo de las gastos que deban hacerse ... rr
En el parag. siguiente: "Cualquiera persona, o corporación de cualquiera clase, estado o condici6n que sea, no podrá exlgÚ o posterior a
esta Constitución, a menos de no estor aprobados expresamente por el
Poder Legislativo: y lo persono o personas, corporaci6n o corporaciones
que quebranten esto prohibici6n, ser6n castigados con lo peno que la ley
asigne o los concucionarios públicos. Se exceptúen de esto regla los
contribuciones que' actualmente están eñ pie paro sastl!nt~~ el Estado las
cuales quedar6n en su fuerzo y vigor hasta el definitivo' arreglo' del té~
soro público."
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ANTONiO NARI!\lO
En visto de estos literales artículos de la Constitución, veamos si la
contribución de 20 ejemplares, impuesto sobre los que imprimen es constitucional. No es uno contribución que actualmente estuviera en pie:
no se ha promulgado ley por el Poder legislativo: no se sobe motivo
o necesidad de su imposición: es gravoso, y contrario a la libertad de
lo Imprenta.
Aunque se digo que los leyes imponen cierto número de ejemplares,
ni son veinte, ni están aprobados en esto porte por el Cuerpo legislativo, conforme 01 parág. 18. tít. 6. ni estabon en pie cuando se hizo
Jo Constitución, pues jamás se han pagoda en Santafé mós que 4 ejemplares y éstos sólo desde el Virrey Espeleta. No se sobe el motivo, o
necesidad de su imposición, conforme al paróg. ¡O del tít. 12 en que
expreso, y literalmente se dice: que ninguno podrá ser privado de lo menor porción de sus bienes sin su consentimiento, sino en el coso de que
lo necesidad público legltimamente acreditado lo exijo así ... y en el
¡8. que ninguna contribución puede establecerse sino para utilidad general, y por lo mismo toda ciudadano tiene derecho de concurrir o su
6stablecimiento, y o que se le noticio de su inversión".
Pero supongamos que hubiera ley de allá de Costilla Que mondara
contribuir o los autores con 20 ejemplares de sus obras, poro examinarlas y quemarlos en lo Santo Inquisición si contenían algo centro el despotismo; supongamos que el Cuerpo Legislativo la hubiera aprobado, o
que hubiera estado en pie cuando se sancionó nuestro Constitución:
siempre esto contribución ero gravoso, y contraria o la libertad de lo
Imprenta.
Es coso bien sabido que cuando se quiere prohibir indirectamente un
género, no hay método mós sencillo que recargarlo con impuestos. Aquí
se sobe lo que cuesta el pepel, y !o mano de obra de los impresores;
cargándole pues, una contribución o los autores de 20 ejempiares,
quién ha de poder imprimir? El gobierno y sólo el gobierno. De aquí noce en mucho porte que no veamos en lo capital de. . . .. de.....
de
Cundinomorco, después de haber proclamado uno absoluto libertad de
imprenta, más Que un semanario ministerial poro D. Josef Acevedo
G6mez: y ahora que querion oporecer estos bagatelas, antes de vender
el primer ejemplar, me quito el gobierno veinte, es decir 20 reales sef\'lOnoles, con que hoy poro hacer mi pobre mercado, y que 01 año com-
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LA
BAGATELA
ponen lo sumo de 130 pesos, contribución
periódico y mucho más paro su autor!
espantoso
para un miserable
Concluyo, pues, con transcribir un par de parógrodos, o como se llaman, del parag. del Senado. En el 1. con el número 4. se dice que "el
objeto primitivo de este Senado es velar sobre el cumplimiento exacto
de esto constitución e impedir que se atropellen
los derechos imprescriptibles del pueblo y de 105 ciudadanos". y en el numo 23 del mismo perag. que. "el Senado es Juez privativo de los miembros de la Representación Nacional. .. Amén.
GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS
Me parece que no disgustará el público en las presentes circunstancias ver un compendio del gobierno más perfecto que hasta ahora l;e
ha conocido en el mundo, trozado por uno mono Americana. Su concisián, su estilo, y el crédito del autor testigo da visto, lo hocen doblemente recomendable.
"Cualquiera
que examine, dice, con un ojo atento e imparcial lo
naturaleza y el espíritu de nuestros gobiernos, concebirá sin trabajo que
el mós imperfecto de todos, está menos di;tante de los principios de libertad, que ninguno de los repúblicas antiguos o modernos; aunque el
mejor" no se acerque todavía o ese punto de perfección que puede satisfacer 01 hombre filósofo y legislador. Por otro parte, nosotros, a pesar de los turbaciones de la guerra, nos hemos hollado en una sltuo-'
ción mucho mós ventajoso que lo en que estaban las otros nociones lo
lo menos según lo que lo historio nos refiere) cuando se vieron en el
caso de formar sus gobiernos."
"Los fundamentos sobre que reposo lo libertad de nuestros repúbli·
ces son, sobre poco mós o menos, toles como se va o ver. Lo soberanía
reside en la masa de los habitantes, que confían el ejercicio a agentes
cuyo número no es tan considerable que impida una discuci6n bien profundizado de los materias que se ponen en deliberací6n, ni ton pequeño
oue pueda dor demasiada influencio a ninguno de ellos. En todas portes los que estón encargados del Poder Legislativo se han tomado en
I tal proporcíén que, aunque na seo en todos los estados ton igual como
podíc y debía ser, no se encuentro, no obstante, en ninguna parte una
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ANTONIO NARI~O
desigualdad capaz de ocasionar una preponderancia dañoso. Su comisión es de corta duración. Su renta no excede de lo que es necesario
para indemnizarlos de sus gastos. Su poder consiste en hacer leyes, de
que ellos mismos no estón más exentos que cualquiera otro ciudadano,
y en nombrar olgunos empleos importantes. Ninguno .de elfos puede
aceptar uno de estos empleos, conservando lo cualidad de miembro del
Cuerpo Legislativa. Su poder jamás puede ser dañoso o lo libertad, porque ademós de su poca duración, el pueblo tiene derecho en todo tiempo de hacerla cesar, eligiendo otros sujetos, y autorizóndolos especialmente para reever, reformar o restablecer lo Constitución, si ha sufrido
c.lguna alteración".
Este poder, no obstante, no puede ser ineficaz. Cado miembro del
poder Legislativo voto según su dictamen particular, sin tener necesidad
del consentimiento de sus comitentes, aunque rodas estén obligados o
seguir sus instrucciones cuando se les han dado precedentemente sobre
o/gun caso particular, lo qu~. es muy roro l}.
í
"El derecho de sufragio y el de ser representante se extiende o todos
los que estón domiciliados en el estado. No hay persona que no puedo
ebtenerlos por medio de su industrio y de su economía: lo mismo que de
llegar a cualquiera empleo en lo república, no existiendo la parcialidad
en favor del nacimiento, sino sefamente en favor de los que poseen 01gunos bienes, sobre todo los poseedores de bienes fondos, y esto según
Jos gobiernos".
"No hoy sino una clase de ciudadanos.
Los títulos de nobleza
que nuevos habitantes pudieran traer, no dan ninguno preeminencia
entre nosotros: y oun en lo constituci6n de Georgia se ha tomado sobre
este punto una sabia precaución: ello exige Que se abjure solamente
. esta distinción odiosa, antes de poder obtener alguna funcian público
en el Estado."
"No solamente
los Representantes de lo soberonía no pueden llenar
( 1) E' voto serio vóUd., aunque contrario o los instrucciones; pero
•• es prolloble que semejonte coso sucedo, porque el menor MO' qw
•.•••ftorío 01 outor d. esta contravención serio perder lo esti••• dótI ,
•••• ,.. el OtIlo de loa hobltalltes d. su distrito.
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LA
BAGATELA
ninguno otro función, sino que todos los empleos importantes 'son' distintos y separados, o fin de que uno mismo persono no puedo ocupar
mós de uno o un tiempo, y muchos Estados han yo provisto poro queninguno persono puedo ejercer dos empleos lucrativos, de cualquiera
naturaleza que seo".
"Los militares (2) y los Ministros de lo religléln no se admiten en
níng.uno de los tres departamentos que forman el Poder Legislativo, ejecutivo y judicial."
"Todos los empleos que pueden influir sobre el Gobierno son de corto
duración. Los sueldos no son bastantes crecidos poro tentar lo Qvoricio;
y por lo que hoce 01 poder, codo uno tiene precisamente sólo el que es
necesario poro mantener el buen orden,"
"Lo libertad de lo prenso no conoce otros limites que lo exclusi6n de
los libelos."
CONTESTACION DE LA DAMA AL FILOSOFO SENSIBLE
"Gracias, mi sensible Filósofo, con que esto nuevo Thorgelia' debe irte
e ganar el corazón de sus amigos? con que no quisiste exponer Q la
mós adorable de los criaturas (según tu lenguaje) o ser interrogada en
juicio por los mismos que deberían estar o sus pies? y lo quieres exponer o la cólera de su sexo en quien estó lo guerra civil. Parece que mós
tienes de sensible que de Filósofo, y que tu sensibilidad hacia mi sexo'
te ciego. Ignoras acaso lo que somos los mujeres unas paro con otros?
se te ha olvidado lo que padecieron los griegos y los troyanos, no tonto
por el rabo de Elena, cuanto por los celos de Juno y de Venus? Ni en
el cielo, según Homero, revestidos de lo inmortalidad se llevan bien las
mujeres y quieres tú que yo simple mortal consiga lo que no han podida
los mismos dioses? Déjome gozar de mi decantado epicureísmo, y cuando sea preciso que, tu Thargelia te gane algunos generales, no dudes
de sus deseos de darte gusto y de. .. obedecerte.
(2) Por esto palabro militar nosotros entendemos solamente los que
componen los tropos reglados. Entre nosotros todo ciudadano, desde que
tiene edad, pertenece a lo milicia.
-
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ANTONIO NARI~O
En estos días he tenido aquí algunos de los generales de mi campo,
que como tú sabes san gentes de tadas profesiones cuando les toco lo
retirada. Estábamos o las orillas de aquel manso y triste río, que tú
maliciosamente comparas 01 Aqueronte, que no se puede posar poro llegar o fos campos Eliseos, si antes no se tributa 01 barquero. AIIl recibimos tu carta, y como todos eran hombres, no creí exponerte o los
pellizcos leyéndola en público. Las opiniones se dividieron, cC\",o sucede
comúnmente, y paro divertirme mós o mi gusto oculté tu nombre. Mehubiera alegrado tenerte escondido detrós de los Alisios, aunque algunos rotos habrías tenido que morderte los labios. Todos mis concurrentes queriéndome hacer lo corte, y pasar por hombres de importancia'
se esforzcron a criticar a mi sensible Filósofo. Yo te horés corgo que
tuvo alguillo de parte aquella enfermedad que atribuís o los mujeres,
y de que los hombres también adolecen. Unos dedan que el único elogio
que merecía ero el de saber apreciar este tesoro, pero que todo lo demós eran bagatelas; otras, como si te conocieran, que eso del idioma de
Pcfos y Amatonte no se había hecho poro la boca del ... ; y no foltó
Quien soliendo de una especie de letargo, en tono de exclamaci6n dijera; ¿Quién será este mentecato?
Me parece que quedará satisfecho con estos el6gios; y bien correspondido con ellos de los expresiones halagüeños Que me prodigas; pero
no hay que fatigarse mi Xerxes. .. picarón, ya me parece que oigo esto
tu risa burlona: si adivinaste, no hoy que fatigarte, tu amiga, tu bella
hechicero te vengó; y para este momento era que yo te desecbo detrás
de 105 Alisios, como habrían rabiado mós de cuatro cuando hubieran visto como consolaba yo a mi acuchillado Filósofo y él quizó, se ha brío
dada por bien criticado, y habría repetido las palabras de cierto Obis-.
po que los dos conocemos y admiramos.
Vuela, pues, mi sensible filósofo, vuela al seno de tu amiga, si crees
pueda consolarte de lo guerra Que te hon hecho mis
(lenerales. Vaya, contigo todo es permitido, y debo corresponderte:
suspiro por este momento y te ruego no me retardes.
Que su compañía
NOYA.-S. vende o real en lo tiendo de D. Rafael Flóres, todos los
c1c",ingos desde los nueve de lo moñona.
En lo imprenta Real de Santofé
de! los Montero" año de 1811.
de Bo;ot6,
por D. Bruno EspillOH
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LA
'NUM.3
SAGA\fELA
Santafé Dom. 28 de julio dI' 1811
TOMO 1.
Continuaci6n del Gobierno ele los Estados Unidos
Por lo que hace a lo confederación, el poder confiado al Congreso no
ve embarazado por nIngunas trabas. El Congreso no tiene necesidad
tIeI consentimiento de los Estodos respectivos, sino para arreglar los
eesos no previstos por los artículos de la Confederación. Cado Estado
tiene su voz en el Congreso, en donde él delibero bajo el nombre de sus
t"epresentantes. En los asuntos de poca consecuencia la pluralidad es
suficiente, aunque la diferencia sea de uno solo; pero no es lo mismo
en tos asuntos de más importancia, como por ejemplo, cuando se trato
de decloror lo guerra, o hacer gastos extraordinarios: entonces lo pluI'Olidod, esto es, el voto del mayor número de los Estados no basto, es
preciso también el voto del mt!}ivr i'1!Ímero¿e Ios habitantes. Como podrá suceder, por lo diferencia de población que existe de un Estodo a
otro, que no se tuviese lo plurolicin.-\ de los habitantes, uunque se tuviese lo de los Estados, se ha calculado que nueve votos eran necesoríos
ptlto quedar asegurados. Hay casos en Que bastan siete votos, y otros
E'n que son necesarios los nueve.
lSe
Sólo paro los objetos sobre que los artículos de la Confederación
fiU!lrdan silencio, es que lo unanimidad de los Estados en el Congreso,
es necesario, como también la oprobac:ión de cada Estado separadamente.
Por felicidad paro nosotros, la revolución ha sucedido antes que los
Ministros ingleses nos creyesen dignos de sus titulos y de sus cruces.
El orgullo no les había permitido introducir entre nosotros el veneno
orístocr6tico, el solo que hubiera podido trastornar los cobezas de los
'hombres vanos, y por uno distinción odiosa, impedir esto union o lca
q8e principelmente somOS deudores de nuestra libertad.
No teniendo pues, delante de los ojos ninguna de esos cosas que ciegan ton focHmente a los hombres, y fos hocen ínccpcces de ver lo perfecto igualdad que existe entre ellos en el derecho de Ciudadanas; no
es de admiror que cuando se trató de abolir el antiguo gobierno y estabfecer uno nuevo, el derecho de dar su voto en un asunto de esto importancia fuese tan generalmente conocido. Pero como también se
ClOnado lo absurdo e imposible que ero ejercer este derecho personalmente, se escogió un pequeño número de ciudadanos en los que se
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ANTONIO NARIÑO
creyeron más propios poro echar los fundamentos
y sólido; y se les confió su ejecución.
El derecho de sufragio se siguió ejerciendo
tenían bajo el antiguo gobierno.
de un gobierno justo
por los mismos que l.
Algunos personas creerán que lo moderoci6n que se VIO reinor entonces ero debido, a lo menos, en porte, o las circunstancias. Pero ello
es cierto que el pueblo de América tiene mucha veneración por el orden
y por las leyes, y que está persuadido de que no se remedion los obaso.
en medio del tumulto.
La comisión de los diputados se extendió Q declrar en términos precisos, los derechos naturales e imprescriptibles del hombre, y asegurarlos, tro%ondo cio1tos lineas de donde jamós se podrían apartar aquellos
que fuesen electos después para tratar los diversos asuntos de ·10 comunidad. Es preciso distinguir el objeto de esta asamblea, llamada
Convención, Que formó lo Que se llamo lo Constitución o formo de gobierno, de los deberes de los asambleas posteriores encargadas del Poder·legislativo ordinario, Que no pueden como se acabo de ver, aportarse de los príncipios establecidos en la Constítución.
Cuondo se considero Que nuestro siglo es de lo filosofía, a lo menos
en comparación de los que conocemos que los derechos del hombre son
infinitamente mejor entendidos que no han sido nunca: Que nosotros
tenemos la ventaja inapreciable de la experiencia, por medio de las
observaciones que hemos podido hacer de los defectos de los gobiernos
republicanos antiguos, y modernos: y que no hemos tenido que combetir con la odiosa distinción de rangos, obstáculo el más terrible que
pueda oponerse al establecimiento de un gobierno libre y justo; perece
que los nuestros debieron haberse acercado más de lo Que lo han hecho.
C' lo perfección de que son suceptibles. Es verdad que los disturbios dividen nuestro atención; pero no lo es menos que el peligro general une
o los hombres, y los dispone a sacrificar
sus pasiones particulares al
bien público. Es preciso considerar, a mas de esto, Que el pueblo Americano es muy dócil, y que tiene la mayor confianza en aquellas personas
en quienes pone el cuidado de sus propios asuntos. Asi yo no pretendo
hacer la censura de mis compatriotas, cuando me quejo de que nuestro
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LA
BAGATELA
·gobierno no tenga el grado de perfecci6n que yo deseo, '1 que espero
'1endró algún día, según nos promete el modo de pensar libre y sano de
nuestro juventud.
.
Cualquiera que conoce los autores, y que se ha hallado en estado de
ci,. sus discuciones, no puede dudar de sus disposiciones a 'hecer lo me.'!?r posible. Pero desgraciadamente la pluralidad de estos hombres, por
·10 mayor porte entrados en edad, no pueden persuadirse que ciertos
móximos, que ellos estón acostumbrados desde su niñez o mirar como
-excelentes, puedan ser perjudiciales: visto que su propia tranquilidad
tes había impedido creerlos tales en el antiguo gobierna.
Mi dictamen sobre el Gobierno que cony;ene 01 reino ele lo N.."o
Gro_ado.
Es coso gl'Ocioso O;,. o un periodista de bagatela anunciar con mogissu dictamen, nado menos que sobre un punto en que se han' quebrado la cabezo nuestros Doctores, sin haber hasta ahora adelantado
nodo .•. Seamos justos: no se han dicho veinte mil bagatelas en todo
el reino sobre esta materia? pues dejeseme decir o mi uno poro todo
el reino, y cuando más concluiremos que se han dicho veinte mil y uno
bagatela, hasta el 18 de Julio - Entremos en materia.
rro
Yo me
los plenos
·Lama, en
mi gusto,
.dOy oroen
pongan su
figuro, para decretar a mi gusto, que soy un Soberano con
poderes de todo el reino y que tengo mi trono, como el gran
la punta de un cerro. Como mi idea no es la de gobernar (1
sino lo de que se gobiernen 01 suyo mis amados granadinos,
paro que vengon Diputados de todas los provincias y me E!1II<voluntad, en un congreso que yo presidiré.
llegan los Diputados a las faldos de mi trono: se sellolo el dio y lo
horo del C6nclave (porque por ahora hocemos poco caso de los Mrmi·nos); y tomando la voz el más sabio, o el más atrevido me expone a:
FIambre de todo el Colegio:
.
"Que fa voluntad genero I quiere, que todas los Provincias por sus
ijmites viejos se erijan en Estados Soberanos independientes, no sólo de
10 España y demás potencias Europeas, sino hasta de su antigua Copl~
<tllll:que se unan por medio de un Cofttreso F••••.• tiYo, que sólo conozCo
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ANTONIO NARlf'lO
de paz y guerra: y que a las pueblos que querlan seguir su ejemplb
'esta es la fábula de los Congresos) se les obligue por la fuerza o vivir
sujetos y dependientes de sus antiguas matrices."
Oída la expresión de lo voluntad general, y en virtud de la soberanía que me ha supuesto, y de los plenos poderes que con igual titulo'
tengo de todo el reino; mondo: que todas las Provincias sean de hoy en
adelante Estadas Soberanos independientes: que no sólo se reconozcan
tales unas entre otros, por que osi les tiene cuenta, sino que los reconozcan tambien todos los potencias de Europa, el Emperador de Chino, y el gran Kan de los Tártaros: que se unan por un Congreso Federotivo que conozca sólo de paz y guerra, y que el Pueblo que quiere'
seguir su ejemplo, se le castigue por querer un disparate.
Con este mi Soberano decreto, se retiraron los Diputados de todos
los Provincias muy contentos y yo creyendo haber vaciada en él todo
la sabiduría humana, determiné entregarme al sueño de Epiménides, y
no despertar, cama este sabio, hasta pasados 57 años, para ver ya floreciendo mis Provincias. Pero no sé cuantos años, meses o dios habia
dormido cuando me vinieran a despertar, avisándome que ahí estabon
otra vez los Diputados de las Provincias que pedían audiencia.
Hasta el domingo inmediato, respondí: que ahora me está revoleteondo en la cabeza un sueño que he leido, o he soñado, o es uno y otro,
y aunque no es el sueño de Marco Aurelío, me ha dodo gana de escribirlo.
s U Elíl O
Bendito sea para siempre aquel que dió al hombre una compañera,
y que puso en ella el encanto irresistible que tiempla ti un mismo tiem~
pa nuestro carócter y nuestra desgracio! Quién de nosotros no mirarlo
Iq existencia como un presente funesto, si la mano de una compañero
no nos ayudase a soportar la cargo. Todo el mundo es llusion y la mi"s"
me vido no es sino un sueño; pero de todos los sueños, el más dulce'
sin duda es el amor. Que el sabio entre en si misma y confesará quel
este sentimiento fue siempre de par mitad en sus proyectos y. sus .resaluciones, comúnmente si advertirlo. Qué precio tendrlan para loshom~
bres la gloria, los honores, las riquezas si estuviera solo sobre latiE!tra?
Qué motivo encendería en"'sú pecho la noble emulación,· sino esperar' o
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LA
BAGATELA
10 recompensa en los miradas de la belleza? ¿A d6nde va 9 buscar el
reposo aquel a quien la sed del oro, del. poder o .de las dignidades encadena continuamente sobre el banco de un escritorio, al pie del trono
v en los salas del consejo de los Reyes? ¿A dónde corre el héroe o olvidar sus fatigas, y a cambiar sus laureles por la felicidad? Al lada
'de uno compoñero, de uno amiga, cerco de ese ser interesante qUe' sólo puede llenar el 'lacio que dejan lo ambición y el brillo."
"AsI ero que 01 lodo de mi Emmo me entregaba yo o estas reflexiones, que ella misma me hacía algunas veces producir. Solíamos juntos
ir o visitar los sepulcros ... "
"j¿Los sepulcros?! me dirán, a
pasearse en medio de los sepulcros
con su querido?".
"Sí, sin dudo, con ello este lugar na tiene muchos veces más encantos que un pasaje brillante, que un valle risueño, poro el olmo sensible
qUe prefiere la melancolía o eso tumultuosa y loco alegria? Este rednto en que lo Cruz simple se levanta al lado del mausoleo, en donde
",ienen o acabar igualmente lo infancia y lo vejez, lo felicidad Y la desgracio, los temores Y las alhagueñas esPeranzas: este recinto, último
csllo del hombre. .. O mi Emmo! tu lo habitas yo 'en un eterno silencio, y tu almo, aquello bello olmo que portia mis penas y mi placer ~
vol6 01 seno de su creador. Cuántas veces en este mismo lugar o donde
ahora vengo o regar can mis lágrimas tus cenizos te oí anunciarme
este terrible momento de nuestra separación! Ahora solo en medía de
los sombras de la noche, rodeado de un pavoroso silencio, levanto' mi
voz trémulo .. , Emma...
querido mitad de mí mismo, respóndeme, o
hes Que se entreabro la loza que te oculta y me recibo en su seno. Pero
todo es en vano. Emma yo no existe, y yo s610 vivo poro llorcrlc.
Reposo en paz, Emma desgraciado, el tiempo de los pruebas yo pasó,
fos hombres nada pueden hoy contra ti, lo frio loso que te cubre es un
escudo impenetrable o donde vienen a romperse los tiros de lo desgracio y de lo enemistad. iFeliz si no hubieras dejado sobre lo tierra 01
que porti6 contigo sus penos!
NOTA
'Los personal que quieron dirigir al autor oJgunos bagatelas para
que las dé en su peri6dlco, lo puede" hacer a D. Brllno EsplnolCl; pe•••
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ANTONIO NARI"K)
••
•• oelvert•• clo que Han
"'en
"Clgotelo., J •••e si •• le ••••••.
•• lo'.', no tenelrá que elor ra:r;ón ,",r qué no lo.
m.em.
Se vende o real en lo tiendo de D. Rofoel Flóre:r;, tad.. ••• •••••••
desde lo. nueve ele lo mofiClno.
En la Imprenta Real de Sontofé de Bogotá. por D. Bruno Espif'lClSoó.
de los Monteros, año de 1811.
SUPLEMENTO A LA BAGATELA NQ 3
Sontafé, domingo 18 de 181 J •
El Filósofo sensible' o uno clamo su amiga.
Mi bello hechicera: ¿No sabes cómo tus gererales creyendo tu riStt.
sincero, han tenido lo bonhomío de echarse al público, y disparar como
recfutas con los ojos cerrados? Pues ni mós ni menos: haz de cuento
que lo compaña se ha obíerto, y que yo no tengo otro asilo. que refuGiarme o tu lodo. ¿Ya ves lo que has ocasionado con tu genio burr6n
por sólo divertirte un roto? Yo estoy ton acoquinado, ton confuso y ton.
crtofagodo, como que jamás hobío visto 01 enem1go de frente. eréeme.
como si te lo iurore: mós quisiera ahora los pellizcos de tu sexo que los
bolos de estos bravos campeones. Con estos señores no hay burlas: cuando ellos abren sus bocas de fuego, todo cae en su presentia.
¿Por donde te parece que ha romenzado el atoque? Por anuncian.
el autor como un potriota que "tiene por ofkio hincar el colmillo en 1m
producciones políticos de sus pr6jimos"; y por decir "qu. no dirá que
1M carta más bien <mundo un sibarita que un filósofo". No sueltes toflavía lo riso, aunque por este solo rosgo puedes ir presogiando si e!
outor .ntiende lo que habla, ni lo que twbton los otros. Dice mós odektl'lte. que hago un alto desprecio del público de esta CClpital, porque
conté el cuento de un burro, que el tal autor se ha opficodo sin mi JH'evio consentimiento, y que ahora quiere sacor lo brasa par mono del público, o quien tú sobes muy bien que yo amo y respeto. No te puedo
ocultar que lo crítico est6 hecho con mil primores, y lleno de aquellos
soles óticos que los dos tonto envidiamos o mi rival. Al intento, y poro
que veas que no te engaño, he aquí un rasgo literalmente copiado:
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LA
BAGATELA
"Los Que tenemos por oficio hincar el colmillo en las producciones PQlíticas de nuestros prójimos sabemos, a pesar de todos los títulos, buscarles lo porte más macizo de su carne para darles mejor mo~djsco:'
Ahora sí puedes reírte a tu gusto: ¡qué delicadeza! ¡qué chiste salado!
$i yo tuviera su gracia y su modo de hablar no le podría decir que precisamente habia acertado, y que en mi parte más maciza era donde le
correspondía arrimar la boca para darme el mordisco? Pero tú te indignarías si yo tomara el lenguaje de mi adversario; y así dejo a su
elección el sucio mordisco. Finalmente, (y este es punto principal)
llama falsas y calumniosas imputaciones hechas al gobierno de Santafé
las expresiones que te digo sobre la apertura de cartas; y añade (en
tono de amonestación y de importancia) que estas cosas son de mucha
trascendencia y consideración para graduarlas de bagatelas, Y para hablar de ellas (abre aqui tus bellas ojos) sin imponerse o fondo en los
sucesos. Ve aquí a mi crítico escupiendo al cielo: que se aplique a sí
mismo el consejo y le vendrá cama de molde. Y bien ¿pero tú qué le
contestaste? Vaya decírtelo: tomé un tono de seriedad, de laconismo
y de ingenuidad, Y sin andar por las ramas.
Señor autor de la Contrabogatela (este es el título) le dije: vamos
de buena fe y aclaremos las cosas. Convengo con usted en que el rasgo
de Pen apesto a rancio, y que hasta yo mismo ignora a qué se dirige:
convengo igualmente en ser sibarita más bien que fi/6sofo, aunque Q
mi noticia no ha llegado que los sibaritas hablaran el idioma de mi
carta; pero esto puede ser efecto de mi poca erudición sibarítica, v
nada importa para el caso que ya sea lo uno o lo otro. Convengo
también en decir en oltas e inteligibles voces, que las cartas de don
f.mlgdio Benitez fueron cogidas y abiertos en Tunja (aunque yo jamós
he dicho lo contrario) Y los de don José María Gutlérrez en Mompós'
no pudiendo decir lo mismo del Congreso, porque en esto porte se
le han ido o usted los estribos, Y me parece se vería usted amargo si
la cosa llegara o prueba, mas sea lo que fuere, yo lo Ignoro y no puedo decir una calumnia porque usted me lo manda. Pero en pago de
esta mi ingenuidad, es preciso que usted también se convenga a confesar que el calumnioSo y temerario es usted; que usted- es el que destruye la buena moral; Que usted da consejos que no toma, pues no sólo
no se impone de los cosas antes de hoblor, pero ni oun ho leído con
culdodo el punto que critico. Vaya una prueba ele bulto: ¿en dónde
-
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ANTONIO NARlf'IO
encontró usted en todo lo bagatela que yo diga que en Santofé se
abrieron cortos? ¿Ignoro el público que Solazar y Gutiérrez se les p14
presos por unos cortos confidenciales, abiertos, es verdad, por el célebre Ayos en Mompós, pero admitido y seguido oqui la causa, y 'fijodos pasquines en los esquinas declarándolos reos 01 otro dio, sin hobef
sldo oídos ni convencidos? ¿D;~o yo ocaso el lugar de la residencia de
mi bello siboritd? ¿Y si yo le hubiera escrito a Tunja o a Mompós no
me podría hober sucedido o mi o a ello lo que sucedió o Gutiérrez y
o Solazar. ¿No lo hubiera expuesto· o ser interrogado por los mism~
que debieron estor o sus pies? Pues ¿en Qué está mi temeridad y mi
calumnio contra lo pobre ciudad de Sontofé' Amigo mio, estol ••
cosos de mucl1a trascendencia poro guardarlas de bagatelas y por.
hablar de ellas sin im?ollerse o fondo de los sucesos. ¿No es esto su
amonestación? Pues aprovecharse. A usted le parece Que el patriotis
mo está en alabar a ojo cerrado cuanto los gobernantes hocen, seo
bueno o molo; y o mí. 01 contrario, me parece que el verdadero pefriotismo consiste en advertir lo molo, no poro zaherir a nadie, sino
poro que nos corrijamos, y Que los defectos de uno y otro gobernante
no se le irnpute-r o Jo pobre ciudad de Santafé. Vaya otro pruó. de
I;ulto: nuestro Constitución actual impruebo tácitamente e' procedimiento contra Gutiérrez, Solazar y Benftez, prohibiendo sabiamente no
sólo lo apertura de los cortos, sino el que se pueda hacer uso dé ettO$
en juicio por el reprobado medio de la interceptación: ergo esto Comt!.tución es calumnioso contra el gobierno de Santafé.
Reduzcamos lo cuestión: es un,hecho pública y notorio que 01 doc:.
tor don Emigdio Benitez, 01 doctor José María Solazar y 01 doctor don
José María Gutiérrez SP. Ip.So
abrieron sus cortas confidi!ncfales despuét
de nuestro transformación politico; lo '1'S iguolmente que sobre estos
cortos hubo en esta ciudad causas y prisiones; yo no nombro o Sont016.
ni digo el lugar de Jo residencio de lo doma o quien escribo; con que
e~ cloro que los tllmores que anuncio p.n ella, ni re tocan directamenttl
(1 sólo el gobierno de Sontofé, ni son infundados,
calumniosos y t~.
(arios, ni destruyen lo bueno mercl, ni son cargos que no le perteNJ~con o lo pobre ciudad de Santofé, porque o mí me podía haber sucedi40 en ello lo que sucedió e Gutiérres y • Sol.sar (y que Dunca h••••
honor o lo pobre cilldod de Santafé aunque salgan mil Controbagotelosl
-.:. 24 -
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LA
BAGATELA
que porque lo amo como mi patria, es que lo defiendo contra los q,a
osi la quieren manchar. Etc., etc.
¿Qué te parece, Sibarita mío? Porque al fin o ti también te toc:J.
¿qué te parece la capcioso calumnia? ¿No soy ingenuo? ¿No confieso
mis defectos francamente Y sin rebozo? Pero, dí la verdad¡ ¿los confa$Oró lo mismo mi adversario? Segúo lo pinta, o mí me parece que no
tendrá la misma ingenuidad¡ Y luego dirá que soy el confiado en mi,
mérito. Mas no nos ade:antemos: aguardé monos a ver si canta; y entre
tonto te recuerdo tus ofertas poro consolarte.
En lo Imprenta Real de Santafé de Bogotá, por D. Bruno Espinosa d&
tos Monteros, año de 18 I I .
Núm.
4\3
Scntofé,
domingo 4 de agosto de 1811.
COl'ltinuociQn de mi dictomen
sobre el gobierno de la Nueva Gro_da
Llegó el domingo señalado poro el segundo Congreso, y después de
los ceremonias de estilo "O cosos de semejante importancia, tomó Icl
voz uno de los diputcdos. "Muy alto, muy elevado, y por vuestro voluntad, muy poderoso Señor: yo o nombre ce toda esta Ilustre Asambl('O
venga o haceros presente que de nodo nos slrvió tu soberano decreto;
pues aunque de derecho quedamos todos erigidos en soberanos Estodo9,
en el hecho nos hemos hallado ton embarazados, que no ha sldoposlble atar ni desatar. ¡Cuántas veces, Señor. hemos suspirado por tu SGberano poder! Si como nos hiciste la gracia de hacernos soberanos COl'I
un solo decreto, nos hubieras con otro dado rentas, creado tribunales,.
c.r-ganizado una milicia, levantado escuelas, colegios y universidades,
poro formar los hombres de que carecemos, creed, Señor, que nuestr~
Ggrodecimiento Y nuestra soberanía habrlan sido completos. Mas hQbiéndonos encontrado, como muchos doctores, con el titulo y sin lo c::ienetc, no nos queda otro recurso que el de venir Q echarnos a tus pies, eImplorar con lágrimas en los ojos ese poder creador, para que con UI1
nuevo decreto suplas nuestras faltas. No podrá, elevado Señor, crear
jueces, magistrados. legísladores, militares, fil6sofas, el que ha podlcb
convertir unas pobres provincias en Estados soberanos?
"Esperamos, pues, muy alto, muy elevado y muy poderoso señor, q.ue
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ANTONIO NARIf:lO
con lo mismo focilldad que nos otorgaste la gracia mayor, nos otorgues
esto menor, que humildemente te pedimos."
Colló el vehemente orador, que según el fuego con que hablobo, lo
'creí íntimamente persuadido de que esto de hacer soberanías, magistrados, legisladores, militares y filósofos, era soplar y hacer botellas;
y yo por lo primera vez de mi vida me hallé embarazado can mi sobe.
ronía. Pero tomando un noco de resuello, con aquel aire que dan I~
eltos puestos.
Señores, les dije, mi corazón está dispuesto o serviros en cuanto pidais: deseo doras gusto, y si fuera ton fócil hacer vuestro felicidad.
como lo es complaceros, creedme, desde hoy seríais felices. Yo voy e
doras el nuevo decreto Que me pedís: vaya mandar que de hoy en odelonte no sólo haya en vuestros provincias, convertidos yo en Estados
soberanos, jueces, magistrados, legisladores, militares y filósofos, sino
cue los de temperamento frío produzcan plátanos y coños de azúcar, y
los tierras calientes trigo, papas y también alcachofas paro que nodo
es falte ...
Pero, señor, dijo otro de los diputados, interrumpiéndome, ¿y la tierra produciría estos frutos con tu decreto? Lo mismo produciría la tierro
esos frutos, que el que vosotros de la noche a la mañana os encontreis
con hombres y recursos poro sostener la soberanía de unos provincias
que carecen de todo menos de voluntad de ser soberanas; pero como
mi deseo es doras gusto, ¿qué importo que en el hecho ni nazco el tri~
go, ni los pl6tanos, ni tengais legisladores, ni rentos, si lIevois los títulos para tenerlo todo, aunque sea de aquí a cincuenta años? ¿Y si
entre tanto un enemigo nos ataco? ¿Cómo os ha de atacar paseyend..-,
VYes!ra soberanía con unos títulos auténticos y reconocidos por toles
hasta del preste Juan de las Indias? Pero supongamos que sin reporcr
en nuestros derechos y en esos títulos auténticos, de hecho nos ataque ••
En este caso. .. no hay dudo...
os vencerón; pero os vencerón cl'ln
injusticia, y con la misma os podrán también poner a trabajar los minos
~ora los vencedores.
Aquí se quedó todo en silencio, y mis diputados no hadan más que
mirarse los unos o los otros. Yo creía yo caer en mi sueño onticipaclcmente, cuando el mismo preguntón se paró, y mirando antes a sus como
pañeros, como poro coptor su beneplácito: soberano señor, me dlio,
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LA
BAGATELA
~lito
que nosotros con todo la barabollo de nuestros títulos y cfe~
rechos podemos ser oprimidos por el primero que se le antoje otQCQI1'lOS,
y que este antojo es muy probable que pronto se verifique; nos reducimos o renunciar a nuestros legítimos y vanos derechos, y a que se for··
me un obierno en la conltol, único 1I soberano, con tal de que no haga
leyes con efecto retroactivo, y nos vaya Q pedir cuentas de lo posado.:
sino que tocios deban comenzar de nuevo, que con esto queooremQ¡;;
~.
Va os he dicho, les contesté, que mis únicos deseos son el complo.ceres, y así supuesta esta firme resolución, ordeno y mando: Que.se oct··
mita la renuncia de los legítimos 'J vanos derechos que querían ejercer
las provincias de lo Nueva Granada, sin tener todavía fuerzas pota
eUo; que todos los cosos vuelvan y se pongan in statu quo (este terminillo latino diplomático tiene su busilis); que no se hagan leyes con
Mecto retroactivo, ni se pidan cuentas de lo posado; sino que todo comience de nuevo como si hoy fuera el dIo de la creacian del mundo.
Satisfecho además y contentos se fueron mis diputados; y yo voM
o mi _ño de cincuenta y siete años.
El filósofo sensible el uno clemo su amigo.
Surfo·no maldita: yo me reservo la contestación de tu última carta
paro las orillas de tu Aqueronte, o si lo dejos a mi elección, paro debajo de los arrayanes, con tal de que no estén presentes tus generales:
entonces veremos si el idioma de Pafos se hizo paro la boca del ... Yo
be oido decir Cl nuestros retóricos que la elocuencia es hija. de las fuertes pasiones; si esto es verdad, me parece que o tu lodo no me ccmbiaria por el panegirista de Turena.
Tú .pones a contribución mis pobres talentos, abusando, si he de decirfo así, del ascendiente'! Que tienes sobre mi corazón. ¿Te parece que.
et amor padrá hacer el nuevo milagro de que te hable sobre unos 1'/'10t«ias
que estoy poco ejercitado? No; él me hará elocuente o tu lodo;
pero en las cosas Que no te tocan siempre me dejará como soy. No
cbstante, tú lo Quieres, y a tu voluntad no hay resistencia, aunque tengo
que decirte mil disparates.
en
Nuestro patriotismo se aumento codo día; este fuego sagrado orde
en el corazón de nuestros conciudadanos como el fuego de los vestales.
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ANTONIO NARIti:lO
¿Qué he ganada yo con su revolución? Esta pregunta se QYetonto en
boca de 105 hombres como de las mujeres. Cuando la oí la prirnero vez ,
crel lo que tú ahora seguramente estás creyendo que quiere decir: ¿Qué
he ganado yo? ¿Soy más libre, están mi persona y mis bienes más seguros de la arbitrariedad? Pues nada de esto, mi sensible amiga,' nodo
de esto; ¿no adviertes en oouel su, en Que yo tampoco advertí la pril!I'Ieravez? La Que quieren saber con la pregunto es: ¿qué empleo, GU~
honores, qué rentas han conseguido con su' revolución? Malditos sean,
hasta de tu bella boca, 105 empleos, los honores y las rentas que as! hocen degenerar a la especie humana. Quisiera verme transportods en
este instante a lo antigua patrio de Licurgo, en donde sólo viera 5'.1
monstruosa monedo de hierro; o o cierto pueblo de lo Indio en que los
conchas del mar sirven de signo de las cosas. Yesos tus lacedemonios
y tus indios, me dirás, ¿no apetecían 105 puestos y las cosas necescrtos
Q lo vida? Sí, te respondo, y yo mismo las apetezco;
pero no cnteponiéndolas 01 bien de mi patria, ni mucho menos o la libertad. Tú ro
ignoras Que el hombre asalariado, aunque sea por 'el gobierno,' es el
menos libre; creer que la revolución se ha hecho para que todos tengon
empleos, rentos, honores, dignidades, y vivan en el ocio ylo opi:J1eilcitl
sin trabajar, es no tener ni 105 primeros elementos, ni los menores nociones de lo que es felicidad público! La libertad quita los obstóculos
y proporciona los medios de adquirir; ella vuelve al hombre su dignidad y lo pone en estado de desarrollar sus talentos, sus fuerzas, su industria y su actividad abriéndole los canales que conducen o lo felic:idad; pero no es uno lluvia de oro Que desde el momento que se proclcrhO los debe dejar o todos ricos. Es cosa graciosa oír o algunos de mis
conciudadanos elevor hasta los nubes su patriotismo y sus serVICIOS,
concluyendo con la tuntunita de que nada le han dado. Ven acá, don
Demonio, les digo yo, ¿en dónde está ese vuestro decantado patriotismo? ¿Eres mós que un mercenario Que ha querido vender al público un
grito, una mediana acción, no por el deseo del bien común, sino por la
esperanza de uno recompensa? ¿No lo estás manifestando con tus quejas? ¿Y al que tiene tan bajas pensamientos qué es lo que merece que
le den? .. Ya yo sé, perverso mofadora, yo y~ sé lo que tú le recetarios, y no duderés de que también sería de tu dictamen. Compara ahora este moclo de pensar con un rasgo que te vaya transcribir del elocuente discurso de un verdadero patriota, de un espoñol digno de mejores tiempos.
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LA
B A G A TE LA
Hablar del amor o lo patria. dice. es hoblcr el idioma de la rozón:
hablar de sus privilegios. hablar el lenguaje de lo humanidad. El hombre tiene dentro de si quién le inspire uno predilección honorffica por
.ello, y no necesito de otro mentor ni otro libro que el de su corazÓll'\
mismo. Por doquiera que lo obro lee siempre esta inscripción indeleble:
lo Petrie es mi madre, yo lo debo los respetos de un hijo reconocido:
griego o macedonio, persa' o romano, espartano o ateniense, asiático o
europeo. ignorante o sabio, vasallo o monarco, pastor o guerrero, todos
leen los mismos pclobros, todos escuchan el mismo oráculo, todos oyen
el mismo principio: la Patria es mi madre: Asi la historia de los siglos
posados es en esto parte la historio de un solo dio. y todos sus anales
y sus fastos el eco repetido de lo '10% que formo siempre la naturole:zo
dentro de nosotros.
MéJs '1'10 es sólo el grito nunca interrumpido de la noturcileza Quien nos
)Visa de nuestros deberes o lo patrio. La religi6n viene en su ayuda y consagrando el ornar que le debemos. forma de él una virtud real y une
ley que no puede violarse impunemente. El cristianismo, cuyo principal
objeto es formol' del mundo todo un pueblo reducido, quiere que se observe esto unión fraternal entre los potrlclos con preferencia, y que ellos
entre si no compongan mós que uno solo familia, un solo corazón, uno
solo olmo. Lejos de destruir los derechos augustos de la naturaleza,
les do por el contrario un nuevo vigor y uno fuerzci irresistible. estobleciendo el orden justo de la caridad, y lo graduaci6n legítima de los
objetos que merecen nuestro afecto.
El nos enseño o preferir siempre el bien común a nuestres intereseS
personales; o mirar por él incesantemente; o dedicarle nuestros trabajos y. a sacrificarle en caso necesario nuestros 'bienes, nuestras persolIC8 , nuestra mIsma vida. El nos alarmo contra los enemigos de nuestra
Patria; contra los opresores tiranos de su libertad; contra los destructores pérfidos de sus leyes; contra los violadores sacrilegos de su religi6n; y contra los perturbadores de su gobierno .. El prescribe los lustos
límites de los potestades: do 01 Césor lo que es del Césor, y o Dios lo
que es de Dios. El detesto o los tiranos coma o usurpadores sacrilegos:
condena el homicidio, el suicidio, el hurto, lo calumnio, como centreríos 01 orden social; y pone o cubierto los derechos del ciudadano contra sus enemigos todos.
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ANTONIO NARlf:IO
Sí fa Patria padece, la religión quiere que padezcamos con ello. Si
la Patria lloro, la relígi6n quíere que mezclemos con ello nuestros IóSrimos. Si lo Patrio es invadida, la religión nas quiere o todos soldados.
Si la Patria padece, la religión quiere que todos nos sepultemos en sus
-('Uinasy nos envolvamos entre sus escombros. Ton unidos estón en estCl
parte la •.eligi6n y la naturaleza! Tan cierto es que no puede
eJadero cristiano el que 110 es UII buell potriota.
se, y.,_
¿Qué te parece, amiga mía, esa pintura? ¿Qué te parece este len~uoje, comparado 01 de nuestros modernos Scévolas? ¿Seremos 01 fin
libres con tan bellos principios? AJ:.6para los dos, y cuidado con tus ger¡erales: a éstos ...
les parece que esto de libertad es una fiesta de
Toros, o una buena cosecha a donde todos han de coger, sin haber antes desmontado, roto /0 tierra y sembrado. iQuerer todos coger fruto
sin haber hecho antes ningunos sacrificios!'. " Parece que lo que he11I'I05 querido conquistar no es la libertad, sino el mando; na se hablo del
derecho a lo libertad, sino del derecho o la soberanía: Fernanao VII, los
.provincias, los Cuerpos y los porticulares todos son soberanos:..
Así
:;oldró ello.
Yo te hago gracia de todas estas soberanías, por lo que tú tienes so-bre mi corazón. El amor es el soberano de los soberanos, y o tus pies
quisiera yo hoy tributarle mis adoraciones.
ERRATA SUSTANCIAL
Ea el N9 3, 8ft donde dice: esto es lo f6bulo de los congresos,
clr: de los cQngrejos.
"-be
ete-
En la Imprenta Real de $antofé de Bogotó, por D. Bruno Espinoso de
los Monteros, año de i8 i l.
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LA
BAGATELA
SUPLEMENTO
A LA BAGATELA N9 4
Santafé, domingo 4 de agosta' de 1811.
Corta o un amigo.
Déjate de tonterías, mi buen amigo: nosotros somos los hombres del
momento, y gracias. Yo na sé en donde se graban nuestras impresiones;
pero sea donde se fuere, la cierto es que can la misma facilidad que
nos hieren los objetos, con la misma se borran sus Impresiones. CuandO
me vino la idea de imprimir mis bagatelas, creí que acomodóndolos o
nuestro carácter tendrían buen despacho y producirían su efecto; pero
nodo de esto. ¿Qué tenemos de Bagatela? se preguntan. Frioleras, dice
el uno. ¿Tú la has visto? No ¿Y tú la tienes? No lo he comprada: es
lástima que el autor no se dedique a cosos mós serios. Si pareciera alguno que nos lo prestara para ver lo que dice y pasar el rato •.. Llego
un tercero, un cuarto, un quinto, etc., y entre todos se encuentra un
ejemplar; se lee, se ríe, se critico lo menos sustancial. ¿Y quién seró el
autor? Este punto llama toda su atención, y olvidóndose de la que dice,
sólo se hcblo de quién será quien lo dice. ¿Qué importaró que se llame
Gervosio, o Protacio, para que la que dice sea bueno a malo? Se juzgan
los obras por el autor, y no el autor por sus obras. Yo guardo el incógnito, y he tenido la fortuna Que entre los muchos a quienes les hon
aplicado mis culpas, no han dado con quien los comete. Me río a mis
solas, y estoy cierto que si conocieran mi mola figura, mis andrajos y
mi poco crédito, ya no se preguntaría siquiera: ¿qué tenemos de Bagatela?
Tú sabes que es imposible propagar lo Instrucci6n y fijar la opinión
pública sin papeles peri6dicos, que siendo cortos y comenzandO o rodar
&Obrelas mesas, obligan en cierto modo a que se lean. Pero el tuyo, me
dirós, quizá no vale nodo, y en esto consistirá que pocos lo compren.
Convengo, mas no teniendo otros mejores ni peores, y costando sólo un
reol, ¿no lo comprarían en otra parte, aunque fuera s610 por fomentar
este ramo de instrucción? No pierden en una sola noche 01 pasadiez o
01 bisbís el valor de .siete años de peri6dicos, sin provecho de Dios ni
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ANTONIO NARIr'lO
del diablo? Ahora supón que el autor no pudiendo soportar el costo se
retire, como sucede oquí todos los dios, ¿habrá otro más instruido que
él, que quiera o puedo perder todos los semanas una onza por .10 menos?
Pues con sólo un real tuyo y otro de Perico el de los Palotes estaba este
daño remediado.
Admírate mós: no les disgusto leerlo cuando se lo dan prestado; porC1ueQ lo menos, dicen, posan el rato. ¿Y este roto no sería bien (".011'1pl"ado por un real, cuondo quizás les evito de perder ciento o mil? <.Y
cuando, aunque les pese, no dejarían de ganar algo? Mas no nos cansemos: el os de oros es preferible o una bagatela.
Vamos ahora a cuentas. ¿Y me quieres tú embaucar que nuestro
ilustración y nuestro patriotismo crecen como los lechuqos del titiritero?
Seo en horobuena molo, malísimo mi papel, ¿por qué no se fomento
etre mejor? ¿Por qué no oímos ofrecer un premio 01 que escriba mejor
~obre tal o tal cosa? ¿Par qué se disipa y se boto en otras bagatelas, y
no se bota en esto que algún dio quizá valdrá...
real y medio? Me
perece que el' fin nos quedaremos con el pecado y sin el género.
Se dice ya que la Señora Regencia, reducida a Cádiz, ha abrazQdo
01 fin el consejo de nuestros verdaderos enemigos: que ha aprobado
los juntas de Santo Merte y Cartagena con todas sus excelencias: que
ha confirmado empleos propuestos por esto último: que ha depuesto •
Montes, a Gutiérrez, erc., etc. Y no puedo negar, ni tú tampoco, Que
este es un excelente pedazo de queso osado; pero ¿y lo trompa en Que
está puesto cómo se lo descubrimos 01 público? ¿Cómo le hocemos
Vet' que ero mil millones de veces mejor haber seguido pacíficamente en
nuestra esclavitud, mascando el freno en silencio, que el de volver Q
caer en ello después de haberlo descubierto? ¿Si manifestándonos humildes, sufridos, ignorantes y contentos con nuestra miseria, nos trataban coma nos trataban, qué seré lo que SI'! nos espero ahora que hemos
descubierto que conocíamos y sentíomos nuestras cadenas? ¿Nos trata/'CÍn can m6s confianza? ¿No estarón, como dicen sus Reales cédulas,
o la mira de nuestros menores movimientos? Y si queremos reclamar lo
I'ne\"lorinjusticia, ¿no se verá preciso el nuevo gobierno espaiol o montarse sobre el sistema de Robespierre poro mantenernos en la ebedleneja? Yo no sé que pueden ser mejores amigos los que uno vez han re'lido y se han descubierto sus defectos, que los que siempre han vivido
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LA
BAGATELA
en paz y bueno inteligencia. Y si ontes de haber reñido nos tocebe l.
ley del embudo, ahora cuál nos tocará? Que lo España, si Dios le do
"ida, reconozca de bueno fe nuestra INDEPENDENCIA, y entonces sí
seremos verdaderos amigos: la amistad sólo la puede haber entre hombres libres, y jamás entre Jos amos y los esclavas. Los ingleses no se ,
han arrepentido sino de haber hecho la guerra a sus colonias; jamás
han tratado de volverlas o subyugar, y es constante que les han producido más ventajas como amigos que como colonos; y aun cuando esto
!'lO fuera, no lo han perdido todo, como sucedería a España si vivienda
se obstinara en querer sostener el sistema colonial bajo los apariencios
de partes integrantes.
¿No te parece que estos bagctelas mereclon muy bien la luz pública,
par extenso en papeles que corrieron en manos de
rodos? Pues ahí lo tienes: por no dar un reol se quedarán en el tintero; y después estoy seguro que no ¡Pos han de dejor ni el pellejo ...
y que se trotaron
1
Bien lo merecen!
Conténtate por hoy con estos cuatro renglones que te he puesto o
me veo precisado a pasar o un pueblo inmediato a vender
un poco de arroz para pagar al impresor de mi Bagatela; si lo vendiere bien, y estuviere de vuelta o la salida del correo, te escribiré
la ligera;
mós despacio.
Cuando a la sombra de tu ceiba estés leyendo el Tartufo o las piezos fUQitivas de Volt, toma un momento al tiempo paro darlo a lo memoria de tu amigo.
.NOTA
Se abre S\;sl:!:?6=ión e !¡¡¡ a~¡,;a.~e:1J¡,!3~ra s"'ller gi el público !li:Jiere que
Su i1il~,";:~ De~}'~~ :)e~:.¡ ;;;~5'~a:!1 :r:~~:.a:1:~l~:;clait1s Suple1'I'lElIi:'OS gratis. lEn :0 misma tiel'lca ele D. !t@f'lSel flbez.
ccra.t:l1{;e e n¡) ..
S. D. J. 1. P.
Yo no sé, amigo mío, si la cortedad de mis luces no me deja penetrar
el arcona que usted me propone, si alguna ilusión me engaña, o si lo
materia se me ha escondido desde el Evangelio en todos los libros paro
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ANTONIO NARI"'O
que yo no lo encuentre. Veo o Nuestro Señor Jesucristo predicando sobre
lo cumbre de los montes, en ¡os cominos públicos, en los desiertos, en
el templo, que combate los vicios, que ataca la hipocresía, condena los
escándalos, enseña todos los virtudes; pero jamás inculca sobre la legitimidad o ilegitimidad de las potestodes civiles. Los Césares eran unos
manifiestos usurpadores de los derechos de la soberanía del pueblo romano, y el pueblo romano ero un injusto conquistador de la Judea. Jesuscrita se somete a lo autoridad de sus magistradas, San Pedro no los
crguye de incompetencia, y Son Pablo 01 mismo tiempo que reprende los
vicios del incestuoso Félix, no se sustrae de su tribunal, ni le disputo lo
I¡¡gitimidad de su jurisdicción. ¿Sería porque no conocieron lo tiranía de
los Césares, ni el cruel despotismo de los romanos? ¿O porque el reino de
Jesucristo es espiritual, y predicando la obediencia a los legitimas potestades, supone su legitimidad en cuanto lo subordinación conduce o lo salud eterno, sin entrar en cuestiones del derecho público y de gentes, que
no pertenecen o lo cátedra del Espíritu Santo?
En vano se ha trotado siempre de confundir lo potestad con las personas que lo ejercen, con el modo de ejercerlo y con los sistemas de los;
gobiernos. La potestad viene de Dios; pero ello se ejercito sobre los hombres, y los hombres donde se reúnen en sociedad lo confían o quien les
conviene, y adoptan los piones que les parecen más acomodados o sus
circunsl'oncios. Esto no pertenece 01 ministerio de lo predicación. Un
predicador evangélico enseña que no es lícito hurtar: que en esto prohibición están comprendidos todos los bienes temporales que el hombre
adquiere para su subsistencia; pero será un despropósito, aportándose
ele esta sencilla doctrina, entrar en cuestiones determinados sobre la
hacienda que uno ha poseído y otro le ha quitado: si aquél la adquirió
con justo título, si éste se la ha usurpado con injusticia.
A mi parecer este es el abuso que mós degrado a un orador cristiano. La variedad de doctrino, lo incoherencia de opiniones, la contradicción entre los predicadores, la inconsecuencia de alguno consigo mismo,
nocen de extender la predicación o objetos que no estón determinados,
en que cada uno opina como quiere, y sobre los cuales se varian los
conceptos con los circunstancias, y no pocos veces con el interés y las
pasiones.
Pocos años bastan para hacernos conocer estas vcrlccíonas.
Fuimos
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LA
BAGATELA
enemigos de los franceses por lo guerra, y amigos de lo naci6n británico; se predic6 contra los franceses y en favor de lo Inglaterra. Cambi6se el orden de los cosos: Nopole6n fue proclamado por héroe, y llovieron execraciones contra los otros. Volvemos o ser enemigos de Jo
Froncio y aliados de la Inglaterra: se restablecen los elogios de ésta
y el oprobio de aquélla.
Hay algo más: dentro de la misma nccion española los pueblos deponen las autoridades que existían al tiempo de la solida cie Fernando:
acci6n santa, obra del heroísmo, esfuerzo digno de los mayores aplausos! los pueblos de España se revisten de autoridad y forman sus juntos:
excelente cosa, irasga brillante, autoridad legítima! La Junta de Sevilla
se titula Supremo de España e indias: recíbamos el yugo, guardemos
silencio, obediencia ciego. Convienen las Juntas de España en la erección de la Central: obro del cielo, sermones en proclama y proclamas
en sermón! Se disuelve la Central, sus miembros se dan por corrompidos, cada individuo es un reo criminal, y produciendo ellos mismos la
Regencia, el Concejo de Regencia es a quien debemos obedecer. ¿Cuál
de estas autoridades ha sido legítimo? ¿Los que existían al tiempo de la
cautividad de Fernando? ¿La que reasumieron los pueblos? ¿La que una
parte del de Andalucía depositó en la Junta de Sevilla? ¿La que las
Juntas concentraron en Aranjuez? ¿La que destruyeron los sevillanos?
¿lo que veintitrés vacaless sin noticio ni concurso de los demás abortaron en la Isla de León? Ello es que todas sucesivamente se han sostenido par legítimas, se han combatido por ilegítimos, y en la sagrado
cátedra del Espíritu Santo, donde el Evangelio siempre es uno mismo,
y la verdad invariablemente lo mismo, han resonado estas contradicciones. Solamente los pueblos de América se formaron para la inacción,
y SUS habitantes para arrostrar perpetuamente las cadenas de lo esclavitud. Por fortuna no les faltan defensores en el Santuario mismo, con
cuyo piedad y sabiduría no es fácil comparar la de sus perseguidores.
Amigo: los doctrinas infalibles de Son Pablo sobre la obediencia a
fas legítimos potestades, se encuentran comentadas a explicadas con
igual infobilidad por San Pedro. Primero dice: estad sujetos a toda
humano criatura por Dios; he aquí lo universalidad de los pueblos. Después añade: o 01 rey por su preeminencia: he aquí el depósito de Ja
eutoridad obtenido en tanto en cuanto el rey es una criatura o quien
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ANTONIO NARI~O
las otras don lo preeminencia. Ultimomente, o los jefes y magistrados
enviados por él para castigo de los molos y alabanza de los buellos:
he aquí lo escalo de uno autoridad legítimamente adquirido.
Pregunto ahora: ¿los jefes y magistrados de España eran enviados por
el rey? ¿Se conservaron en lo posesión de sus antiguos atribuciones? En
suma: esta soberanía malo bien adquirida por los reyes se fue o Francia con Fernando, o se quedó en la nación? Cualquiera de los dos extremos que se abrace, ¿de dónde los virreyes, audiencias y magistrados
tenían derecho poro erigirse en sobercnosz El administrador o mayordomo es un usurpador si se hoce señor de lo hacienda por lo ausencia o
muerte del dueño, y no toco sino a los hijos y herederos prorrogar su
administración, o establecer una enteramene nuevo, arrojando de lo familia 01 usurpador que turbo el régimen de lo coso, que quiere perpetuar sus funciones y convertir su administración en dominación.
Esto es, amigo, lo que yo entiendo aplicable o los sucesos
historio: esto lo que o un mismo tiempo y en todos portes
omericcnos : y esto lo que por uno perfecto conformidad de
tos, se da o conocer como impresión de lo naturaleza: Omni
sensus omnium poularum, lex noture putondo .st.
de nuestro
opinan los
sentimienin re con-
Dios guarde a usted muchos años. Sontafé, agosto 2 de 1B11.
El amigo de lC1verdad.
En lo Imprenta Real de Santofé de Bogotá, por D. Bruno Espinoso ele
los Monteros, año de 1811.
Núm. 59
Sontofé, domingo !1 de agosto de 1811
Tom. I
ContinuClción de mi dictomen sobre el gobierno de lo Nueva Grando.
iQuién lo creyera! No me parece que habría dormido medio lustro,
cuando se vuelvo o interrumpir mi sueño con lo llegado de nuevos diputados. ¿Qué es lo que quieren esos señores?, dije montando en céi'erc
o mis criados, ¿qué es fa que quieren otro vez? ., ¿No les he concedido
últimamente el gobierno o que estón acostumbrados, y el más propio
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LA
BAGATELA
para mantenerlos en su amado servidumbre? ¿No les he decretado o su
gusto cuanto me pidieron? ..
Pero sosegándome luego, y reflexionando como buen soberano, que
más hacían ellos en venir o pedirme dictamen que yo en dárselo, mondé que entrasen.
Perdonad, elevado señor, me dijo un anciano diputado, perdonad el
que ton francamente te estemos interrumpiendo el sueño con nuestros
demandas: esto es la suerte de los que se hallan en lo altura que vos
os hallais por vuestro voluntad; y pues vos mismo os hobeis impuesto
esto cargo, llevad lo con paciencia.
Nuestros desgracias, nuestras aflicciones y temores se aumentan tolos días: el sol no se levanto yo poro animar nuestros esperanzas,
como lo hacia en aquellos tiempos desgraciados de nuestro antiguo
opresión, en que o lo menos teníamos este lenitiva que aplicar o nuestros moles; hay s610 viene o aclarar nuestros temores. Sí, temores tonto
más fundados cuanto que los dificultades de organizarnos crecen en
rozón directo de nuestros vanos deseos de engrandecernos.
CIOS
Apenas amaneció la aurora de nuestro libertad, cuando se oyó por
todo el reino la voz de federación: voz vago, aunque general, porque
no se le asignó el verdadero significado que conforme o nuestro situación le convenía. Todos los provincias, mayores Y menores, quisieron
ser estados soberonos independientes, llevados del entusiasmo que justamente tenían por el gobierno de la América inglesa; pero sin odvertir
ni reflexionar si estábamos en el mismo caso y circunstoncias. Ocurrieron o vos, poderoso señor, poro ponerlo en ejecución;" y aunque les
concedisteis por vuestro bondad aún más de lo que pedían, lo experiencia les hizo ver que no ero lo mismo decretarse lo soberanía que
ejercerla, y llenar con acierto todos los importantes puestos que pide la
formación de un nuevo gobierno: que formar una sabia y adecuada
Constitución, con hombres capaces de llenar todos los romos de lo administración, no ero obra del momento, ni podría verificarse todavfa
en unas provincias que por el régi'!1en del antiguo sistema de opresión
y de ignorancia, carecian no sólo de escuelas y colegios poro lo instrucción, sino hasta de los libros aparentes por haber quemado lo señorita
InquIsición cuantos llegaban o nuestros costos. Asf fue que desengañado
por uno porte de poder abrazar el sistema de los angloamericanos, y
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ANTONIO NARIt740
temerosos por otro de verse envueltos en uno guerra civil, o de coer en
manos de algunos extranjeros, vinieron a vos, y renunciando sus incontestables aunque infructuosos derechos, os pidieron que el gobierno se
centralizase, erigiendo una soberanía en la capital, o que todas las provincias quedarían sujetas. Vos les admitisteis la renuncio, y decretasteis que las cosas volviesen in statu quo, con sólo ciertas pequeñas condiciones.
Esto fue pasar de un extremo o otro; nada hemos adelantada, hemos
mudado de amos, pero no de condición. Los mismas leyes, el misma
gobierno con algunas apariencias de libertad, pero en realidad con los
mismos vicios: (1) los mismos obstáculos y arbitrariedades en la administración de justicia; las mismas trabas en el comercio; los mismas
dificultades
en los recursos; los mismos títulos, dignidades, preeminencias y quijotismo en los que mondan; y en una palabro, conquistamos¡
nuestro libertad poro volver a ser lo que antes éramos.
En medio de esto alternativa, se nos propone que dividamos el reino
en cuatro grandes departamentos, como el único medio de salvamos
y podernos organizar con firmeza. Pero viendo que este pensamiento
participo de los inconvenientes de los dos anteriores, sin ninguno de sus
ventajas, no hemos querido hacer la prueba: ello sería muy dilatada y
costosa, y yo estomas más que convencidos de que nos urge demasiado
el tiempo poro exponernos a perderlo con esto nuevo tentativo.
Venimos, pues, a echarnos en vuestros brozas par lo última vez y
e suplicaros que conciliando los deseos de las provincias, sus justos, defl~ellos o gozar de todo la libertad posible, y lo urgencia de los circunstancias que nos demandan un pronto remedio, nos dieteis vos mismo el
modo con que nos debemos organizar, poro na perder hasta la libertad
de podernos dar una forma de gobierno que es la único que hasta ahora
tenemos. Ofreciéndoos a nuestro nombre, y de todas nuestras provincias,
c:;ueno nos aportaremos un punto de lo que vuestro elevado y santo soberanía nos dictare.
41) Advertencia del P. Cabos, poro que no 110Ivelvan a Mor_ lo
porte ruac:izo: La Bagatela no habla sólo con So.tafé. sólo para SaIdoté, ni sólo de Santafé.
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LA
BAGATELA
Calló el respetable anciano, y muy lejos de embarazar este lenguaje
a mi soberanía, como me sucedió en la segunda asamblea, me alentó,
y comencé a sentir en mi corazón la dulce esperanza de que la Libertad se sentaría entre nosotros. Y como mi soberanía no me la he apropiado para mí interés personal, sino para prcporcionar la utilidad de
todos, a pesar de mis altisonantes títulos, creí que yo era llegado el
caso de manifestar mi dictamen tratando con unos hombres que per.etrados del verdadero Interés de fa Patria, sólo desean lo que más nos
convenga a todos, sin pararse en vanas preeminencias que, por legítimas que sean, ellas no pueden salvarnos del peligro verdadero en que
estamos de volver a caer en las cadenas, que sólo hemos roto, pero no
destruído. Así lleno de la confianza que inspira la pureza de unas intenciones benéficas.
Señores, les dije, supuesto que el tiempo y la experiencia os han
conducida al término de conocer y confesar el disparate que es querernos aplicar servilmente las formas de gobierno de otras naciones que
se han hallado en muy diversa situación que nosotras: supuesto que de
buena fe y con tanta sabiduría venís hoy a que conferenciemos, no sobre los títulos y derechos que cada provincia tiene para figurar, sino
sobre los medios de poder asegurar nuestro independencia Y libertad,
del modo que los circunstancias nos lo permitan: y supuesto finalmente
que queréis oír mi dictamen y deferir o él; yo os lo pondré con la mismo ingenuidad, con la misma buena fe y con los mismos deseos que os
animan o vosotros de ponernos o cubierto, tonto de una guerra civil,
coma de un ataque exterior. Pero hoy no quíero hacer uso de mi alta
soberanía, ni exigir vuestros ofertas de deferir enteramente Q mi dictamen: quiero que lo conferenciemos y que la ros611, y no la autoridad,
sea lo que decida.
A mi me parece que vuestro propuesta es accequible, y que se puede
conciliar muy bien lo voluntad general con uno forma de gobierno enérgica y capaz de salvarnos de los peligros que por todas portes nos
umenozan. El deseo Que se ha manifestado generalmente por la federaci6n de los provinetas, no sólo es un entusiasmo por el gobiernoodap.
todo en la América inglesa, sino que es un grito de la naturaleza: los
grandes Estados no pueden ser libres sino bajo este sistema, y mucho
menos donde la pobreza, la ignorancia Y uno corta población diseminado en un inmenso terreno disponen Q la servidumbre. Pero el sistema
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ANTONIO NARlf;'IO
oe
convertir nuestras provincias en Estados soberanas para hacer t.
federación, es uno locura hijo de lo precipitación de nuestros juicios )
de una ambición mal entendida. Vosotros lo habeis visto, señores, y le
habeis palpado en el dilatado tiempo de un año que llevamos bregando
con esta quimera; yo apelo o vuestro mismo testimonio. ¿Qué constituciones tienen los provincias? ¿Qué legislaturas tienen, ni pueden todovlo
tener? j Querer establecer uno forma libre de gobierno con los leyes del
despotlsrno, es querer formar un centauro político! Y querer formdr
otros tontos códigos como tenemos de provincias sin tener hombres pero formarlos, es <juerer coger las estrellas con los monos. No es la ex.
tensión del terreno, no es lo población, na son los riquezas ni las luces
los que forman lo fuerza de un imperio por si solas: la sumo total de
todas estos cosos forman su fuerza; y si nosotros en lugar de acumulor
nuestros luces, nuestros riquezas y nuestros fuerzas, las dividimos en
etros tontos portes como tenemos de provincias, ¿cuál sera el resultado? Que si con la sumo total de nuestros medios apenas nos podremos
solver: dividiéndonos, nuestro pérdida será tanto mós probable cuanto
mayor seo el número de portes en que nos dividimos.
Me parece, señores, que si los provincias nombraron representantes
por un número dado de sus poblaciones; que estos representantes escogidos entre los más ilustrados de codo provincia viniesen a lo capital
no o formar un congreso sino un cuerpo legislativo, el supremo poder
ejecutivo y el alto poder judiciario; y que los provincias se reservaran
el nombramiento de los empleados paro la ejecución de estas mismos
leyes en su distrito, la recaudación de sus rentos y la organización de'
su milicia, todo con arreglo o ellas, se llenarían todos las indicaciones
que habéis manifestado. los provincias nada perderion de sus incontestables derechos, porque el alto gobierna se compondría indistintamente de sus representantes; los leyes serían hechos por ellas con conocirftiento de todos los locolidodes, y SU ejecución quedaba reservado ~
ceda provincia.
Veis aquí cuól sería mi decreto, si en esto ocosion pudiero mandor;
pero habiéndoos ofrecido Que lo rozón y no lo autoridad debía decidir,
sélo os suplico lo meditéis muy despacio, y que me objetéis cuanto as
parezco contrario o lo causo común: poro lo que os doy quince días
ele plazo.
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LA
BAGATELA
Los diputados se retiraron en silencio, y entre tonto, con el cuidadO,
9610 pude dormitarme; entre sueños vi que en uno nube resplandeciente
venia hacia mi una hermosísimo matrona. Tus votos, me dijo 01 llegar,
han sido oídos: vengo o pago ros tus ardientes deseos por lo felicidad
de tu patrio; no sólo todo se verificará según ellos, sino que se verifi·
caró 01 momento.' Atónito y sin saber lo que me pasaba, lleno de respeta, guardé un silencio que aunque quisiera no podrlo interrumpir;
pero 01 instante vi que los diputados paro el Congreso se reunían con
lo mejor armonía en uno Convención: que pedían o . los provincias mondasen nuevos diputados o rozón de uno por coda diez mil almas, con
poderes poro ratificar lo Constituci6n que quedaban formando. Los
diputados vienen de todos portes, con unos moderados salarlos paro
sólo su mantenci6n frugal; se. juntan, ratifican una Constitución replI.Iieona aristocrática electiva, y de entre ellos mismos, por un métoc»
nuevo de elecciones, se nombran los sujetos que deben ocupar los puntos del Cuerpo legislativo, del Poder ejecutivo y de lo alto Corte de
justicia. El Congreso se disuelve, lo gran legislatura, comenzando sus
funciones, se divide en tontas secciones cuantos son los romos más uro
gentes de su despacho, sus deliberaciones son públicos, y sus primeros
leyes hablan le uno milicia bien organizada, del arreglo del tesoro, y
CIe los costumbres públicos y privadas. El espiritu público se anima, crujen las imprentas, sociedades de distintos romos se levantan por todas
portes, y lo administración de justicia simplificada por el método de lo.
¡arados, aseguro o los ciudadanos contra la arbitrariedad de los jueces.
Vuetvo los ojos o los provincias, Y los' veo ocupados en nombrOJ'
sus cagistrados poro lo ejecución de los leyes comunes; en crear es·
cuelas de primeros letras, de dibujo, de agricultura, y los que pueden,
sus colegios y universidades; las veo pedir imprentas, formar también
sociedades patrióticos, trotar de lo apertura y composici6n de cominOi
y organizar uno milicia por compañías paro no distraer 01 labrodor.1U
01 artesono de sus útiles toreos.
Tiendo finalmente lo visto por todo el reino, y veo la concordia, lo
Gbundoncia, (o libertad, y la olegrla dándose el ósculo de paz. Todos
los virtudes sociales y domésticas los veo brotar como las hojas de los
órboles después de un crudo invierno. Codo ciudadano es un monarco:
soy libre, dice, tengo asegurado mi subsistencia en mi trabajo;. mis
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ANTONIO NARIJ\lO
hijos crecen o lo sombro de un gobierno justo; sus sabios leyes los penen o cubierto de lo corrupción le los costumbres, y muero contento.
Erratas elel número anterior
.En la p6g. 14, Iin. dice: baiobollo, debe decir: bambolla. Pág.
dice: padece, debe decir: perece.
lía
SUPLEMENTO A LA BAGATELA NQ 5.
Santafé, domingo 11 de agosto ne 1811 .
Esto se lIoma fraternal
amonestación,
o sea primera amonestación.
j Alerta, americanos,
alerto! Lo guerra que se os va o declarar es
m6s peligroso que lo de los bayonetas y cañones. El hombre que sucumbe o la frente del enemigo, no dejo o los que lo sobreviven sino un
monumento de indignación y de rabio contra los opresores de lo patrio;
pero el que sucumbe o Jos honores, o los puestos, a los dignidades, es
un enemigo de más y un monumento de seducción paro los olmos débiles. Volved continuamente vuestro mirado hacia Quito. Que la san.
grienta escena del 2 de agosto os recuerde sin cesar lo confianza que
debéis poner en las promesas de vuestros antiguos amos. Las palabras
de fraternidad, de igualdad, de partes integrantes, no son mós que lazos que tienden o vuestro credulidad. Yo no somos colonos; pero no
podemos pronunciar lo palabro libertad sin ser insurgentes. Advertid
que hay un diccionario poro lo España europea, y otro paro lo Espoña
americano: en aquéllo los palabras libertad, independencia, son virtud;
en ésta, insurrección y crimen; en aquélla la conquista es el moyor
atentado de Bonaparte; en ésto lo glorio de Fernando y de Isabel: en
aquélla la libertad de comercio es un derecho de lo noción; en ésto es
uno ingratitud contra cuatro comerciantes de Códiz.
Aún no ha comenzado abiertamente el ataque ministerial, y ya veis
~, descaro con que se sube 01 púlpito y se profana la cótedra de lo verdad. Aún no ha comenzado o prodigar gracias el gobierno de Cádiz, y
yo oís en boca de unos americanos, de unos ministros del Santuario,
condecorados con los primeros puestos, pregonar sin rubor lo vergon-
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LA
BAGATELA
zosa bulo de Alejandro VI, que regaló un mundo que no era suyo, que
no sabía en dónde estaba situado, ni quién era su dueí\o. iQué deberemos esperar cuando comiencen a llover empleos, títulos de Costilla,
cruces y excelencias!
¡Avergoncémonos sólo de pensarlo! Y si no estuviéramos desgraciadamente polpondo estos olmos bajos y mercenarias, que prostituyen su
ministerio, su conciencio y su honor a las vanas esperanzas de los ascensos ultramarinos, no me atrevería ni a proferir estos temores.
¿De dónde viene este irrevocable decreto de que hemos de ser eternamente esclavas?' De la Conquista. ¿De la conquista? ¿Y por qué España sacudió el yugo de los romanos y de los moros, si este derecho es
legitimo? ¿Por qué se quejo ahora tonto de Bonaparte, que quiere ejercer contra ella este pretendido derecho? Porque estos paIses eran de
infieles y el Papa se los regaló o los reyes católicos. ¿Yen qué página
del Evangelio vemos que Jesucristo facultara o los apóstoles para -Que
regalaron lrnoerios y autorizaron a los ambiciosos para que 'asesinaron
a la especie humano?
Quiero olvidarme por un momento de los asesinatos y crueldades
con que se conquistó este desgrqciado suelo; quiero suponer que _el
deseo de mejorar o sus habitantes, y de enseñarles uno religión santo,
enero un derecho o lo España en aquel tiempo: y quiero finalmente que
estos sccrificios lo hicieron acreedora 01 reconocimiento de esta inmensa porción del mundo. ¿Con qué salvará o España el moda tiránico can
que ha seguido gobernándonos, hasta a los que hemos nacido, o en España, o de podres europeos? ¿No tienen un derecho incontestable todos
las nociones del mundo para mejorar su suerte, paro socudir" lo opresi6~,
y darse el gobierno que mós les convengo? ¿No son éstos los principias
que proclama lo España? ¿Y si esto ocasión se nos ha venido a iás
monas y lo hemos cogido, no seremos unos mentecatos en volverla Q
dejar escapar?
Pero hoy mós: las personas que hicieron lo conquista, y ó quienes s~
Santidad hizo el regalo yo no existen en España; con que o hemos de
aguardar, como lo hemos ofrecido, o que parezcan entre nosotros, o Q
que el Popo nos vuelvo o regolor. ¿Y si nas regolo Q Napole6n, qué díron nuestros doctores? Pero no nos degrademos con vanos temores; lo
Américo entero ha jurada ser libre, y será. Los seducciones que se pro-
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ANTONIO NARIJ'lO
pone el gobierno de Cádiz y de sus depravados satélites ya llegan tarde~'
ellas retrocederán a la vista de los sangrientos cadáveres de Solinas~i I
de Morales, de Larrea y sus ilustres compañeros,
sacrificados por 101.
perfidia y la crueldad.
y vosotros, espoñoles europeos que habitéis entre nosotros, no confundáis vuestras ideos poro propender o vuestra ruino yola
nuestra.
Vuestros deseos por lo libertad del suelo que os vio nacer son justos,
son santos: yo uno mis votos o los vuestros y pido al Señor supremo
que la España se vea libre del yugo francés, que establezca un gobierno
que le salve poro siempre de favoritos y tiranos, y que la índependenele y la felicidad reinen del uno 01 otro extremo de lo Península; pero
uníos también vosotros a mí poro hacer lo mismo súplica por lo Américo: si yo lo hago sólo por la memoria de mis padres, vosotros la debéis hacer por vuestros hijos, por vuestras esposas, por el suelo que os
sustenta,por el aire que respiráis, por la luz que os alumbra y por lo
amistad que os ofrecemos. Lo España no necesita de colonios ni de es.••
cfavos, para ser feliz, ni nosotros podremos serlo con metrÓf)oli y co••
ermos.
Núm. 69
Santafé,
domingo
18 de agosto de 1811
Tom.1
PIO VII
Me parece que en medio del silencio e incertidumbre en que nos hollamos sobre la suerte de nuestro santísimo podre el Popa Pío VII, no
disgustaró 01 público ver un decreto de Napoleón; que aunque este enemigo de Dios y de los hambres na le obedece en él, pera o lo menos ~
hoce ver que vive, y que vive ejerciendo su ministerio sagrado.
Decreto imperial
d. 23 de enero de 1811.
Art. 1. El Breve del Popa dado en Sobona Pon 30 de noviembre de
1810, y -dirigido 01 Vicario capitular y al Cabildo de la Iglesia metropolitono de Florencia, que comienza por estas palabras: Dilecte fili, salute •• ;
y acaba: bened/ct/onem permanentes /mpertimus, se desecha como contrario o las leyes del Imperio yola disciplina eclesiástico. Nos, en consecuencia, prohibimos el publicarlo y el darle directa o indirectamente ninguno
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L A
B .A G A T E L A
2. Los que se descubra que clandestinamente han provocado,
transmitido o comunicado el dicho Breve, serán perseguidos por los tribunales y castigados como culpables de crimen dirigido a turbar el Estado por lo guerra civil, en los términos que previene el arto 91 del
código de delitos y penas, etc., etc.
ejecución,
Carta de una dama 01 filósofo sensible.
Parece que no te ha hecho mucha impresión la guerra, mi sensible
filósofo, según lo que demoras el paso de tu pretendido Aqueronte.
iCuánto te he pensado estos dios! Hemos tenido una partida brillante
de hombres y mujeres, y tu compañía habría aumentado el buen humor
con que hemos visto volar 01 Tiempo. Lo lectura o lo sombro de los arrayanes nos ha ocupado muchos rotos y hemos tenido entre los manos a
, cierto sibarita que tú muy bien conoces.
Yo he quedado después de la partido de mis huéspedes, como el mar
después de uno borrasca, en que cesando el ruido de los vientos, sigue
en silencio lo agitación le los aguas. Todo lo que hemos leldo y conversado se mueve sin estrépito en mi cabezo, y voy o darte razón de su
resultado.
Según lo pintura que me han hecho de eso tu ciudad, las cosos están
en peor estado del que yo me figuraba. ¿Qué especie de fatalidad seró
Jo que acompaña siempre a los acontecimientos de nuestro América?
Pobres en medio de (os riquezas, ignorantes con los mejores talentos,
y de un carácter amable. condescendiente, benéfico, y no obstante odiados de los forasteros y aborrecidos hasta de nuestros mismos padres! Yo
me quiebro mi cabeza femenil, y me parece encontrar la causo de nuestros males en esto misma docilidad, tan apetecible, tan laudable en el
trato familiar, y tan perjudicial en los asuntos de gobierno y en las cosas que piden un carácter firme y severo. El clima, los alimentos y la
educación que nos han dado, todo concurre o hocemos amables y dé·
blles. ¿Pues en qué está la fatalidad, me dirás, cuando hay causas físicos de nuestros males? En que nos aborrezcan siendo amables; porque
tú sabes por experiencia, mi sensible Sibarita, que el amor siempre se
sienta entre la flexibilidad, lo dulzuro ,el desinterés y Jos buenos modoles; y nosotros con estos cualidades, naturalmente
hospitalarios,
francos y compasivos, no recogemos otro fruto que lo ingratitud de los
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ANTONIO NARI"'O
mismos a quienes acogemos en nuestro seno, a quienes alargamos un.
mano socorredora, a quienes damos nuestras hijos, nuestra canfianz~i
y nuestro corazón. ¿En qué país del mundo se pudiera ver renacer c~
n1ÓS facilidad el siglo de ora que aquí, si los forasteros que se hallan
establecidos entre nosotros, abrieran ios ojos, y abandonando ese fiero
'\' tenaz quijotismo, se unieran o nuestro causo? Júnta a estos buenos
disposiciones de Its americanos las riquezas y fertilidad de su suelo, lo
variedad de sus climas para admitir todo suerte de culturas, sus ríos
navegables, sus producciones propics y exclusivas 01 resto del universo,
y dime: ¿qué les falto para ser re 'ices? Lo unión v un buen gobierno.
Es cosa ridículo oír a oigunos españoles que nodo figuraban ni podio" figurar en el antiguo gobierno, y que quizás han ganado en el presente, vituperar nuestro conducta, y llenórseles lo boca con la Madre
patria, Yo quisiera preguntarles: ¿por qué dejaron a eso su Madre potrio? ¿Por qué no se vuelven a ella, supuesto que tanto lo quieren, y si
las españoles que ,están en su Madre putr ic, no reniegan como nosotros
del antiguo gobierno, de Godoy y de cuantos sátrapas infames lo precedieron? ¿Si na están haciendo una nueva Constitución a formo de gobierna para que en caso de que, par algún milagro, escapen los franceses, pOderse en lo sucesivo ver libres del despótico gobierno de sus reyes~;
V si todo esto es cierta, como no dudarán los que sepan leer, ¿por qué
es esto tenacidad de oponerse a que nosotros hagamos' lo mismo? No
quisiera decirte lo que siento, porque tengo muchos amigos españoles
que piensan con cordura, y mi abuelo, que todavía, como tú sabes, me
fJobla de las guerras de Italia, se me enojo cuando le digo que bien
conoce la justicia de nuestra causa, pero que esto de verse gobernados
por los americanos se les !'lace ton de cuesta arribo, que mós quisiera"
verse gobernados por los turcos y los franceses que par nosotros.
Lo mayor porte de los europeos que hoy en la América son mercaderes saldodos, o de los que han venido en busca de la buena ventura.
Supón que Dios quisiera darnos a nosotras banstante razón y justicia
para organizarnos, unirnos y establecer un gobierno liberal y justo en
1odo el reino: que la agricultura, las artes, el comercio y la milicia comenzaran a florecer a su sombra; y que los españoles unidos de buena I
fe nos ayudaran a esta santa obra, ¿no ganarían ellos lo misma que
nosotr~s? ¿Podríamos tener cominos sin que ellos los transitaran? ¿Podríamos tener riquezas y libertad sin que ellos los disfrutaran? Agrego
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LA
BAGATELA
e esto que los hijos del zapatero, del sastre, del herrero, del sold\lldo y
del mercader, que en España serían zapateros, sastres, herreros y soldados, aquí son señores, y los verán colocados con el tiempo en los primeros puestos de la república. ¿Qué más pueden ni deben apetecer?
Pero supuesto que ni la justicia de nuestro causa, ni Jo humanidad
de nuestro carócter, ni los bienes con que nuestro transformaci6n se
les promete a ellos y a sus hijos (entre quienes yo me cuento, como no
ignoras), yo tan mujer como soy, aconsejarla al gobierno que tomara
un carócter de firmeza y severidad. Nuestro suelo hasta ahora no se
halla manchado sino con la sangre que han hecho derramar los tiranos
que hemos arrojado impunes de nuestra sociedad; si esta demasiada
blonduro mantiene el fuego oculto que nos ha de abrasar a todos, el
remedio es tomar otro camino: firmeza, energía, carácter y constancio.
No quieren ser felices con nosotros; pues que no nos hagan desgraciados. Jamós se ha visto una revolución tan pacífica, tan justa, y que
promete tantas ventajas; no ha corrido por ella una gota de sangre; e
irla a hacer correr cuando ya no hay necesidad, por sólo lo obstinación
de cuatro encaprichados, es una fatuidad, una mentecatez que- os degrada y os hace acreedores a los males que se os esperan. Que dejen
este suelo que tanto aborrecen, que nos abandonen a nuestro delirio,
(l nuestra
insurrección, a nuestra impotencia; pero que no nos force n
o mancharlo de sangre sin necesidad!
la soledad en que he quedado me ha hecho correr la pluma sin advertirlo. Me había propuesto hablarte sobre otros puntos, pero ya estoy
cansada y lo dejo para otro, si el señor filásofo sibarita no se dignare
venir a pasar algunos días al lado de su sensible amiga.
Otro forternol odvertencio 01 público
¡Abrid los ojos, mis amados conciudadanos, sebre vosotros mismos!
El gobierno es como una balanza en el aire: de cualquier lodo que se le
eche un ligero peso lo balanza se inclina, y el equilibrio desaparece:
sólo lo ley puede conservar este equlibrio. De su observancia nace el
concierto entre el gobierno y el pueblo: cualquiera de los dos portes que
lo altere se desentono. Si el público tiene un derecho de concurrir a su
formación, de velar su observancia, de gritar con seguridad contra los
autoridades que la violen, el gobierno también debe exigir y sostener
su observancia en los que se han sometido Q ello. No está lo libertad en
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ANTONIO
NARIt'lO
'el
hacer su voluntad conforme o su capricho, sino conforme 01 pocto Q'
que se ha sancionado por la voluntad general. Por esto es que exi~
tanto cuidado y tonta detención la forma de este pacto de que depenele después la seguridad y la libertad del ciudadano. El contrato sociO¡
es como cualquiera otro contrato: antes de celebrarlo hay una Iiberteé
casi indefinida de celebrarlo de este o el otro modo; pero una vez cele.
brado, una vez convenidos, ya hay una obligación de observarlo por ambas partes, a menos que haya un vicio notorio y gravísimo en su constitución; y en este caso se reformoró por los mismos medios, por el mlsmo camina que se formó.
Boja este supuesto, la obediencia y sometimiento al pacto que hemos
hecho es una obligación tanto del público como de los encargados de su
cumplimiento. El gobierno debe poner en pr6ctica poro su observancia
todos los medios que pone en sus manos lo constitución; y el público los
de las representaciones directas al mismo gobierno, y los de la imprenta,
con una absoluto libertad;. pero con la dignidad, decoro y decencia que
corresponde a unos hombres libres, que censuran a sus mismos representcntes, Ni el gobierno puede dejar de emplear la fuerza que hemo4
puesto en sus manos para contener a los infractores de la ley, ni el púJ
blico debe omitir los que lo constitución le da paro contener a los furicionorlos que quieran abusar del poder que les hemos confiado, o que
descuiden su cumplimiento.
Tampoco es lo imprenta un privilegio exclusivo para censurar al 00l::íerno: es para censurar lo malo, sea del gobierno o del público, y para
aplaudir lo bueno y formar la opinión. Hoy nos toca o todos: bendidones a los autores de una constitución que nos regaló con la libertad df
la imprenta el mós precioso don de un gobierno justo; bendiciones a I~
funcionarios que religiosamente cumplen con el encargo que el públicd
puso en sus. manos; 'pero anatema contra los enemigos del orden y de
nuestro gobierno, sean funcionarios o pueblo.
Es verdad indubitable y clara, que cualquiera persono, sea de la clase o condición que fuere, que en el día nos quiera hacer obedecer otro (
§obierno que el que tenemos establecida por la voluntad general, es un
criminal, un reo de lesa patrio, que debe ser castigado con todo lo
severidod de las leyes, y con la indignación pública; y que si el gobierno
lo tolera se hace partícipe del más enorme de los crímenes. Porque si
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LA
BAGATEt:A
el violar un solo artículo de nuestra constitución es un delito, mós o
I"",enos grave, según el punto que se viole, e! que la viola todo, o permite violarla, parece que es el mós delincuente dé) cuantos delincuentes
puede haber.
Mi amado pública está pecando por dos extremos opuestos: unos
apreciadores del antiguo régimen, ton favorable poro el egoísmo en que
con una boja sumisión, una adulación continuo y .una alma de bronce
para no sentir las miserias de sus prójimos yo estaban a cubierto de
teda persecución: quisieran ver renacer el sistema co'oniol, y que como
mcncdos de carneras nos volviéremos a someter al Gllcalde de los títeres, en que no hubiera mós ley que porque lo mondo yo. Otros exalta ..•
DOS con las bellezas
de la libertad se ciegan y la confunden con el libertinaje; o se olvidan de que es mejor gozar'a con reglas y leyes a
que nos hemos sometido, y que paro su ejecución hemos nombrado
rragistrados que las hagan cumplir. Mi seguridad estó en que hoyo una
ley que me contengo de hacer mol o otro; porque obligando esto ley a
los demás, a ellos también Jes contiene de que me hagan mal o mí.
Que los depositarios de lo ley, en quienes hemos puesto el poder, nos
equilibren, conteniendo las excesos por una y otra parte.
Not;~ia potriótico
El día 7 del j.'resente mes se quemaron en la Plaza Mayor de esvo
dudad, por orden del alcalde ordinario don Andrés Otero, con su asistencia y lo de un escribano público, las dos comos de tormento que los
antiguos tironas conservaban paro martirizarnos. Este benemérito ciudadano, que siempre ha mirado con entusiasmo la causa de nuestro libertad, no descansó hasta que puso en ejecución esta sabia disposición de
nuestro gobierno, desenterrando, digámoslo así, uno de estos potros que
estaba escandido en una de las piezas de la Audiencia. Mi almo se inflama con cado providencia que tamo nuestro gobierno para asegurar lo
'libertad individual del ciudadano; y no puedo menos que bendecir el momento precioso en que recuperamos el derecho de mejorarnos y de aliviar
en lo posible la aflilJido humanidad. Quiera el cie'o que estos primeros
pasos sean los precursores de nuestro futura felicidad.
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ANTONIO NARIÑO
Núm. 7
Santafé, domingo 25 de agosto de 1811
Tom.
Cotmltuación de mi dictamen lobre el gobierno de lo Nueva Granado
Pasoron los quince días, y al despertar vi que todo habío sido un sueño, Mis diputados parecieron, y ton lejos estaban de haber abrazack
mi dictamen, que comenzaron por poner nuevos obstáculos y por monifestar que todo lo que no era mantener una soberanía erepero ellos uno
bagatela, aunque persuada lo contrario la razón, la necesidad y el pelH.
gro de volverla o perder antes de mucho tiempo. Conocí que había muo
ches Q quienes hacía fuerzo lo necesidad en que nos hollóbamos de abrazar este partido; pero que el medio por donde se les presentaba, y el
cnccprlchcmlento en que los habían puesto el sistema de los angloamericanos, sus propios intereses (aunque mol entendidos) y esto quío
sicosillo de no ceder o lo opinión de un fulano por mós rozón que
tenga, les hacia mirarlo con desprecio. Por las objeciones que se me
hicieron se veré cómo se va o sacrificar el reino y nuestra libertad o
lo obstinación de querer mantener una multitud de soberanías parciales, sin tener fuerzas, luces ni recursos suficientes paro sostenerse.
Convinieron, porque no se pueden cerrar los ojos a la rozón, en que
los provincias no tienen ni pueden por ahora tener legislaturas; que
apenas hay dos gobiernos organizados; que cosi todos se hallan sin
rentos fijos y arreglados, sin armas, sin uno milicia ejercitado, y lo que
es mós que todo, sin hombres suficientes y capaces de poder llenar todos estos arduos y necesarios objetos; pero poro sostener su sistema
de soberanías parciales me contestaron, que todos estos obstáculos quedcrlon vencidos uniéndose unos provincias a otros. Les pregunté si esto
lo creían tan fócil como lo decían, y si en coso de convenirse o lo
unión, no entraríamos luego en lo disputo de cuól había de ser lo cabeza o capital de estos provincias compuestos de otros. Que si por ejem- ,
plo se unían Cortageno y Antiaquio no querrían Cortagena y Antioouic ser capitales? Y últimamente que si este no ero en sustancio el
sistema departamental a que ton abiertamente se han opuesto los provincias. Pero hay mós, les dije. Sabemos que aun cuando todos. estos
cbstóculos se vencieran con (a misma facilidad que se proponen, lo
mayor parte de los provincias, ni aun uniéndose con otro u otros dos
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LA
BAGATELA
de sus limítrofes, pueden sostener lo representación de estados soberanos para federarse bajo este aspecto. Supongamos que los Llanos se
unan a Tunjo, Pcmp'ono 01 Socorro, Neiva y Mariquita a Sar.tofé, Antiaquia a Cartagena, El Chocó a Popayán, y Santa Marta con el Valle
oe Upar y Ríahacha hicieran la otra provincia; pregunto, ¿podrá cada
una de estas seis provincias mantener su representación? Me dijeron
que sí; y que en la federación de Norteamérica había también una
desigualdad semejante, que se equilibraba con la fuerza de la federación, que corría siempre a sostener a 105 más débiles contra las más
fuertes, y que lo mismo sucedería aquí. Confieso con ingenuídad que
no dejó de hacerme fuerza esta reflexión, y que si creyera de buena fe
que las provincias habían de entrar en él sin disputas ni demoras, suscribiría; porque mi ánimo no es sostener a toda costa mi opinión, sino
propender a que se salve el reino del peligro que indubitablemente
corre de volver a ser subyugado, si no nos convenimos en un modo de
concentrar nuestras fuerzas, sea cual fuere, como sea pronto. Pero yo
me temo que este plan no se verifique, como tengo dicho; por la oposición que se ha manifestado al sistema departamental, que es muy
semejante en cuanto o las divisiones, aunque seo mayor la demarcación y distinto su gobierno económico. El que yo he propuesto, es preciso convenir en que es más sencillo, más fácil de poner su ejecución,
más seguro paro reunirnos y darnos un gobierno uniforme; y por consiguiente, preferible para ponernos en seguridad.
Por lo distancia de los recursos, me dijeron también los diputados,
¿no nos viene a dejar como en el antiguo gobierno? No, señores, no:
este es un error nacido de no pensar bien las cosos. Todos los extremos
son viciosos: tan mala es para la administración de justicia una sumo
-distancio, como' la mucha proximidad. Bien sabido es la preponderancio
de algunos ricachos en casi todos los pueblas del reino; si se reconcentro en ellos la administración de justicia, ¿qué recurso te queda al pobre, 01 desvalido, poro no ser oprimido por el poderoso? Lo bondad de
la ley, se me responderá. No, lo ley solo no es bastante, si no se facilitan también los remedios de su ejecución contra tos asaltos del oro
y del valimiento. No és lo mismo corromper a unos jueces sobre quienes
re tiene algún ascendiente por les relaciones de parentesco, de amistad,
o de los beneficios que la proximidad ofrece a los pudientes, que ir o
corromper a uno distancio en que no hay ninguna de estas relaciones
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ANTONIO NARI"'O
y motivos de corrupcron: y aquí es donde el pobre oprimido encuentra
toda la fuerza de lo ley para reclamar la injusticia que se le irrogó en
su suelo patrio. Por otra parte, como en este sistema no debe la ley
obligar a recurrir a la capital, sino que debe quedar 01 arbitrio y voluntad de las partes, éstas quedan como si estuvieron sus provincias en
una rigurosa federación; y con este recurso mós para los casos en que
se sientan agraviados. Allí tendrán todos los recursos hasta la definitivo,
como si fueran enteramente independientes, y una puerta más abierta
a la justicia, por si la hubieren menester. Esto quita también la obje-r
ción de que los pobres no pueden ocurrir a mucha distancia, porque
tampoco ocurren si no se les deja, como se quiere, o dónde concurrir,
y los que pueden ocurrirán; lo que siempre es una ganancia para la
mayor parte.
La gran dificultad para uno y otro plan está en desencaprichar a
las provincias de su funesto quijotismo de creerse capaces de sostener
su soberana representación, porque hasta ahora no ha habido un peligro que de bulto les haga conocer que se engañan. Si en algunas es
laudable la resistencia que han puesto a lo unión, por temor de volver
o perder la libertad que se les ha venido o las manos, en la mayor parte no es mós que un delirio entretenido por los que mantienen el mando, que no conocen que mejor les estaría menos autoridad con seguridad, que toda la que se han apropiado con la casi certeza de perderla
el día que menos lo piensen. Yo amo con todo mi corazón la ciudad en
que respiro, pero amo mós Jo libertad; y si para asegurarla creyera que
Santafé se debía someter 01 menor de los pueblos del reino, sería el
primero en suscribir. Antes quiero ser libre en un pueblo, que esclavo
en la capital.
Los respetables y sabios diputados de los provincias son los que aceleran este momento tan deseado de los hombres de bien, de los verdaderos amontes del país, de la América y de lo libertad. Ellos serón
responsables a Dios y a los hombres de la suerte que corra el reino: en
sus manos está nuestro destino y el de los generaciones venideras. Que
pesen, que mediten lo importancia y gravedad del asunto que se les ha
confiiado! Ellos pueden con su influjo, con sus luces, con su representación desimpresionar a las provincias y obligarlas en cierto modo o
cbrczor el partido de la razón. j Que el cielo derrame sobre todos y ce-
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ANTONIO NARIÑO
da uno sus bendiciones para que acierten y les podamos llamar con justicia 105 salvadores de la patria!
Corto de un amigo al autor de lo Bogatela.
¿Quién te ha metido a autor de bagatelas, mi querido amigo? ¿No
era mejor que con las ganancias de tu arroz te hicieras un capote, y
no que se lo lleve el impresor, sin provecho de Dios ni del diablo?
j Qué poco conoces el país donde vives! Me acuerdo de la apuesta que
hicieron en Madrid el traductor del Concilio con el del .. , Polibio, creo
que fue, o 105 Comentarios de Julio César, de cual traduciría una obra
que le dejase más utilidad. No se dijeron cuál escogía cada uno, hasta
que las publicaron: el del Concilio se hizo rico, y el otro Dios sabe
cómo quedó. Yo hago contigo la misma apuesta: sigue tú con tu Bagatela, y yo voy a escribir una Novena de Nuestra Señora del Milagro,
que en una piedra medio borrada ha encontrado una vieja en uno de
105 barrancos de este pueblo, y veremos cuál de los dos sale mejor librado. A mí me han dicho que hoy lo mitad de los mujeres andan vestidas de frailes, y que la mitad de los hombres lo son; también me aseguran que los eclesiásticos, dedicados por la mayor porte o su teología
escolástica, no entienden mucho ese lenguaje de tus bagatelas, y que
teniendo tonto ascendiente sobre el bello sexo, hasta hacerlo entrar en
la moda de adornarse con mortajas, pocos vivientes habrá que te lean.
¡Bendito! Toma mi consejo: busca por ahí otro piedra de las infinitos
que tú sabes se encuentran con las figuras de animales, de plontas y
de peces, de que estón llenos los gabinetes de Europa; y en los que
creas hallar la fjgura de cuolquier santo, grita milagro! y al instante
verós la superstición jurar que es el mismo santo, que crece, y que le
ha aliviado el dolor de muela con orrimórselo o lo encía. Haz luego tu
Noveno de Son Miguel de la Piedra, y verós lo que es bueno.
Me acaban precisamente de remitir un escrito presentado al gobierno por el clero secular y regular de esa ciudad, que me confirma en lo
dicho. iQué valor! iQué atrevimiento cuando se trata de llevar 10 aguo
e su molino! iCómo quieren todo sumergirlo, anggarlo en la palabra
religión, para alucinar a los simples! í Cómo confunden el ministerio con
las personas; y nos quieren hacer creer que lo Mitro de Sontafé y la
persona nombrado por Godoy para ejercerla son una misma coso! No
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ANTONIO NARI~O
es menos cierto y constante" dicen, que la religión católica no puede
subsistir sin los legítimos ministros y pastores; y de este principio no
deducen que debe haber aquí legítimos ministros y pastores; sino Que
C:ebe venir el que nombró Godoy, sin probarnos que es legítimo, habiéndose mudado los cosas y no queriendo reconocer 01 nuevo gobierno. Yo
Quisiera preguntarle a tu respetcble clero: ¿si el mismo ilustrísimo señor no hubiera reconocido la infame autoridad de Carlos IV, si seria
crzobispo? Y también, ¿si creen mós legítima la autoridad de Godoy,
conseguida por los medios Que todos soben, que la de este gobierno
formado por lo voluntad y representación del pueblo? Pero con estos,
señores
no hay que andar con razones, porque al instante gritan anatema, excornunón, herejía, irreligión. iPobre del que les contradiga!
Siempre encuentran razones en los santos Padres, que nadie va a registrar, y apoyo en las mujeres, que las tienen por sinónimos de Jesucristo, no sólo en cuanto al rninlstcrlo. slno en sus personas, en su ciencia
y ~n su' costumbres, aunque a algunas les conste Jo contrario. Desgraciados de vosotros y del reino entero, si su salud eterna dependiera de
la voluntad de un pastor que se le antojara estar seis años ausente de
su grey! ¿Por qué no citan sobre este puntico los Concilios, los cónones
}' los santos Padres?
Me ocurre otra reflexión,
pero cuidado con el secreto: tanto han de
querer estos señores confundir lo principal con lo accesorio por conservar su ascendiente sobre el pueblo, que al fin lo han de echar todo a
perder. No conozco a vuestro arzobispo, nada sé de él bueno ni malo;
pero supón que fa que se dice fuera cierto, porque al fin los arzobispos
no son irnpeccbles, ¿qué males no se seguirían a la religión yola
patria? Si tus clérigos arrostraran de frente al gobierno sobre el púlpito, y
por la imprenta con el ascendiente que les da hablar en nombre de
Dios, ¿qué no harón escoltados de lo mitro y del báculo? ¿Quién tendró
valor y firmeza para oponerse al pectoral cuando no la han tenido para
contener a los puños? Os compadezco si el escrito que tengo entre monos produce unas consecuencias favorables a sus autores; mas digo, si
no se las produce de un modo que los haQa arrepentirse de su candidez
y temeridcd. Ahora, si vuestro pastor se justifica, si reconoce y juro
el nuevo gobierno y procede de buena fe con vosotros, sclidlo a recibir,
tendedle vuestras capas, y que entre triunfante, como Jesucristo en
Jerusalén.
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LA
BAGATELA
Je suis mouton et pour toute lo vie;
mois d'un hobit de loup je m'offuble a propos,
pour oter aux merchonts I'envie
de venir me monger lo loine sur le dos.
También me remitieron dos cuartillos de papel con sus títulos del
Amigo de los artes: en el uno comienzo el periódico¡ y en el otro se
ccobo, No pude menos que soltar lo carcajada de riso cuando vi lo
último noto, porque aún estaba tu Bagatela sobre lo meso: ciertamente hoy nacen y mueren los papeles como los insectos de los arillos del
Nilo¡ que hocen toda la carrero de su vida en un solo dio. Sus autores
me parece que serón dos serios y graves lacedemonios que boja este
título pretendían desterrar los erres, en lugar de fomentarlas. Yo o lo
menos te confieso mi pecado: si por sus lecciones había de amor el dibujo y la pintura, declaro que no sería dibujante ni pintor. Con treinta
y nueve renglones del abate Camilo Selli quieren que quedemos enteraroente iniciados en los misterios del dibujo, y yo me quedé como estaba.
Es verdad que 01 fin confiesan que son niños amigos de pequeñeces, y
que aguodorán o un tiempo más feliz; cuyo resolución merece no sólo
lon elogia¡ sino también vuestro reconocimiento.
Hasta otro día, mi buen amigo; tu ciudad me da pocas esperanzas,
si todo va como sus papeles públicos, con el quiquiriqui dicens: aunque
su autor manifiesto ser un buen patriota¡ acreedor 01 aprecio de sus
conciudadanos. Tomo mi consejo: o vender sólo arroz, o pour oter OUX
mechonts I'envie etc.. Los abusos son infinitos, y los remedios muy poces V muy débiles. iCuántos personas¡ sí leyeron mi carta¡ se escondalizarían¡ sin posarles por lo cabezo que el mal .na está en lo que digo,
sino en lo que ellos ignoran!
Errata del número anterior.
Ea 10 pág....
'1
lín...
donde dice: bastante
rozón y justicia,
léase
juicio; porque justicia nos sobro.
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ANTONIO NARI¡\¡O
SUPLEMENTO
A LA BAGATELA NI' 7Q
Scntofé,
domingo 25 de agosto de 1811.
Carocas
El 3 del mes pasado se provocó en el Congreso lo discusión sobre 111
independencia obsc'uto de lo Metrópoli y del mundo entero. La propo-,
sición fue discutido fuertemente, y se difirió poro el siguiente día. El
4 quedó la cosa todavía vacilante par la obstinación de cinco eclesiásticos d.putcdos de varios pueblos; pero amaneció el 5, que será memorable en la historia del nuevo mundo. Desde el primer día fue numerosa el concurso en los corredores del Colegio, en donde nuevamente
se junta el Congreso; las discusiones fueron públicos, y todo el concurso mcnlfestobo ros más vivos deseos de que se terminaran, dando el
último golpe al d",-;,otismo europeo. A las 3 Ó la torde una pluralidad,
contra sólo un clérigo, decidió p.oclomor su independencia. El público
en medio de los vivas y de la alegría universo], pidió que se publicase
y que saliera el <]e:1erol Mirando a solemnizar este acto augusto paro
todo la Amércio. Salió en efecto acompañado del doctor Espejo, en
medio de més de seis mil personas, y a son de tambor y uno músíco
marcial, Se proclamó por los calles.
Esta determinación lo aceleraron los mismos enemigos de nuestra
causa. Los amenazas de fuera, los omccos d:- una nuevo contrarrevolu-,
ción y la fu<]o repentina del Comisionado de la Regencia don F.eliciano
Montenegro. Este ¡"digno americano, nacido en Caracas mismo, fue recibido en el seno de su patria y familia, o pesar de su comisión, con
les demostraciones eI:-! mrvor oprecío (1). S:- presentó simulando que
su comisión estabo concluido, y que podío sín faltar a su honor entregarse al servícto de su patrio. El gobierno engañado le confirió el empleo de Primer oficía~ de fa Secreoría de guerra y marina, en donde se
proveyó de cuentos papeles le convinieron, y de los planos de defensa
que se habíon formado pora oque!fa plaza, fa Guaira y Puerto Cabello.
(1) Véanse les Gacetas de Caracas, números 17 y 18 de este aíio.
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LA
BAGATELA
'Sorprendió luego con engaño 01 secretario don Miguel Sanz, y le hizo
firmar los órdenes poro escaparse, como lo verificó el 29 de junio últltimo en el pailevot Príncipe, del apostadero de aquello marino, fingiendo una comisión inter~santr-' del Estado. iAlmas bajos, olmos obstinados,
he aquí cómo lo Providencia se burlo de vuestros negros designios! La
América va caminando o su fe.lcidad, orrempuicdll por sus mismos
enemigos.
iAmericanos dignos de este nombre, prosternaos conmigo ante lo imagen augusta de lo Libertad, paro expiar vuestros culpas! iInvoquemos los
manes de esos ilustres varones que tan fielmente la sirvieron. Sombras
respetables de Bruto, de Cotón, de Aristides, de Cinclnato, de Morco
Aurelio y de Fronklin, venid en nuestro socorro! iQue nuestros corozones penetrados de vuestros virtudes cívicos laven hoy los u'trajes con
que hemos desfiGurado lo brillante imagen de lo Libertad! Nosotros la
hemos adornado can los insignias del despotismo¡ nosotros hemos manchado su hermoso rostro con los sucios co'ores del libertinaje¡ nosotros
hemos confundido sus dones con la codicio y la ambición. Pero ya desengañados de nuestros errores, venimos a tributarle un homenaje mós
puro.
iLibertad santa, libertad amable, vue've a nosotros tus benignos ojos!
Haz que te conozcamos tal como eres¡ y adornada con tus propios y
verdaderos atributos, ven o sentarte entre nosotros, para no abandonarnos jamás. Nosotros te ofrecemos levantar un trono majestuoso en
medio de la frugalidad y del trabajo¡ nosotros tP. ofrecemos desterrcir
la Inquisición, los denuncios y el tormento, como los más firmes apoyos
del despotismo; y finalmente te ofrecemos adornar tu templo con todos
los virtudes públicos y domésticas paro traerte prcpicio a nuestro causa.
Oye pues benigno nuestros votos: que lo ambición, lo discordia y todos
tus enemigos desaparezcan para siempre dI" un suelo que desde hoy
sinceramente te consagramos.
iy vosotros, ilustres caraqueños, que los primeros nos dais el ejemplo de lo que podemos y debemos ser: isalve mil veces salve! Nosotros
os saludamos con el ósculo de la omistao y del reconocimiento. Vuestros nombres serán Jos prlmeros ~ue se presenten a nuestro posteridad
agradecido; y los generac;iones futuras os pagarón el digno tributo de
llamaros, como nosotros os 11nmcmos, los libertadores del mundo eeIombicmo.
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ANTONIO NARft'olO
Cartagena
Por eJúltimo
correo hemos sabido que el 25 de julio se sublevaroll
tos pueblos del GuÓimaro., El Peñ6n, Sitionuevo y El Remolino, de Iq
provincia de Santo Marta; y que habiendo ésta mandado tropas para
contenerlos, les salieron al encuentro las lanchas cañoneras de Carta.
sena, mandadas por don Matlas Aldao, alférez de fragata, y don Rafael Castillo y Rada, "también aiférez de fragata, y las oblrgaron, ~
retroceder, cuxillcndo asila
insurrecci6n de estos pueblos, que al lnstontese
unieron a la provincia de Cartogena.
Cuando las Janchas estuvieron a tiro, las tropas de Santa Martalé\
pidieron tres dios de término, pero no se les concedieron ni tres minutos. Entonces se retiraron, y se dice que si hubieran hecho la menor
elemostraci6n de resistencia,. habrlan sido correspondidas con los ca ••
ñones de a 24.
Las lanchas quedaron en Cañodarln, y Cartagena ha mandado o los
"ueblos dichos y a 'Barranquilla, lanzas, machetes, fusiles y toda suerte
ele municiones, con algunas tropas del Fijo.
Noticias
del Sur
iOe PopaYón han salido 1.200 hombres al mando del brigadier don
Antonio Baraya y de don Joaquín Coi cedo, Presidente de la Juntac!e,
equellc ciudad. Las del brigadier Baraya hablan llegado a ,Tambo, y
los de Caicedo a Timblo,' en donde habla un destacamento de 70 hom"res de las tropas de Tccén,' que se retiraron a la llegada de las nuéstras. El 25 del pasado sóli6 la última, partido de Popayón.
De Cali han escrito por caminos extraviados o Quito-paro que vayan
acordes en el plan de ataque por una y otra parte: aunque de estaúl1"iJna hoy noticias sordas que no nos permiten formar un juicio exacto
., estado en que se hallo don Carlos Montúfar, desde su imprudente
capitulaci6n de Cuenca.
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LA
Núm. 8
BAGATELA
Santafé, domingo 19 de septiembre
Este comienza
de 1811.
Tom. I
por una 'advertencia.
He recibido una carta correccional, cuyo autor na quiere que lo publique. Contiene muchos puntos que iré contestando, y hoy me limitaré
o sólo dos. Me dice que después de haber mechificado (esta es su expresión) el prospecto de mi periódico sin dar cuento al público de las
materias o que me debía contraer, tampoco les puse un epígrafe que
o lo menos lo anunciara. En el primer punto se engaña, porque bien
claro está mi proyecto que anuncio ser bagatelas los que debía tratar,
como lo he hecho; y en cuanto al segundo, soy ton dócil que vaya corregirme y dejar satisfecho a mi amado preceptor: él servirá en adelante de divise: y me parece fija o medido del deseo las materias que
debo trotar. j Qué gusto es encontrar una sentencia en latín que vengo
como de molde! Hela aquí.
Pluribus unum.
CONTRIBUCIONES
Los contribuciones que hacen los miembros de un Estado, son lo
n'ismo que los desembolsos de una familia o de un particular para su
mantención. Todo el secreto de un buen gobierno estó, no en que los
contribuciones sean cortas, sino en que el Que contribuya disfrute de
los beneficios de la contribución. Así como en uno familia el desembolso le proporciona mayor seguridad, mayor esplendor y mayor comodidad, así en un Estado las contribuciones aplicadas 01 objeto a que se
¿irigen proporcionan las mismas ventajas. Mientras más libre es un gobierno, mós contribuciones exige. Yo veo aquí a algunos arrugar las
cejas y preguntar: ¿en qué está, pues, esta libertad, si nos hemos de
ver más gravados que en un gobierno tiránico? Poco o poco, todo se
aclarará, si tenemos paciencia de seguir hasta el fin. La tlronla de
un gobierno en esta parte no consiste en que haya muchas contribuclonec, sino en el modo de exigirlas, y en su aplicación.
Cuando yo pago al carpintero, 01 sastre, 01 herrero y a los demás
oficiales para el adorno, seguridad y comodidad de mi caso, no puedo
decir que estos oficiales me gravan y me tiranizan; pero si yo tuviera
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ANTONIO NARIr\lO
Gue hacer los mismos desembolsos poro que se adornara une cosa aie~
no, de cuyos comodidades no había de disfrutar, entonces sí me quejaría 5' llamaría gravoso esto contribución. Cuando contribuí mas para
que Godoy tuviera magníficos palacios, coches, vajillas de oro, libreas.
brlllcntes, etc., por corto que fuero nuestro desembolso ero tirónico Y'
doloroso; pero si ahora contribuímos poro que .sé aseguren
nuestros
puertos, poro que se obran nuestros cominos, paro que. se mantengQl
nuestras tropos, poro que se oseen y adornen nuestros ciudades, estos
contribuciones por grandes que sean, son lo mismo que los desembolsos
que hocemos 01 zapotero, al sastre y 01 carpintero: porque lo misma
disfrutamos la seguridad del Estado, la comodidad de los caminos y. el
aseo de los ciudades, que la seguridad de nuestros cosos, su comodidad
~ su aseo. Y así corno el hombre que quiere tener mós fuertes los puertos de su ceso poro vivir mós seguro de ladrones, y més adornados Sliio
habitaciones poro vivir con mós gusto y comodidad,
gasta miSs;' asf
también los Estados que quieren disfrutar con libertad los' do~es de la
naturaleza y del arte, y asegurarlos controlas
ataques de los ladrones
de fuero, deben hacer mayores gastos y por consiguiente
contribuir
miSs sus habitantes para ellos.
Ahora deporte
del gobierno debe haber dos cosas de mucha atelli
ci6n:, la calidad de la contriboción, y el modo de cobrarla. Toda contribución que ataque directamente al manantial de donde debe salir es
vicioso; y toda formo de recaudación que haga gravosa la contribución,
lo es igualmente. Uno de 'los vicios. de la capitación es la reccudeclér»
del impuesto, y lo gran nulidad de nuestros estancos de tabaco ha sido
el de atacar 01 manantial de ·10 rento, restringiendo los siembras y minorando por consiguiente la agricultura y el comercio de este ramo
Los estancos ~emporales sobre renglones desconocidos o poco practicados en la agricultura y el comercio son sumamente útiles, como suc;e,dió con el de jo quina, que por desgracia no duró e' tiempo que era,
necesario. El día a conocer un renglón desconocido entre nosotrqs; ,se
hicieron adelantamientos
poro los cortes; se dieron lnstrucclones o .que
debían sujetarse los cosecheros; y este ramo hubiera florecido si hubiera durado mós tiempo' el, estanco hasta dejar fijados bien los conocimientos y el consumo, poro que los cortes se hicieran con arreglo en la
'cantidad y el modo. El público muy lejos de perjudicarse con esta especie de estanco, halló por el contrario un nuevo manantial de riqueza':
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LA
BAGATELA
10 mismo sucedió con el té de Bogotá en los pocos momentos que duraron las primeras tentativas. Si el erario al principio sufre algunos atrasos, después los resarce con usura, siempre que se emprendan estos
establecimientos con un buen cálculo y los conccirnlentos necesarios.
El del rapé tuvo igualmente el mol suceso que los otros, no porque fuera vicioso, pues era igualmente nuevo, sino por lo falto de conocimientos de la persona encargado de su laboreo y composición.
Las contribuciones que los mejores politicos económicos tienen par
más seguras y menos gravosas, hablando en general, son las que se
cargan sobre los consumos: porque en éstos, a más de ser insensibles,
parece que lo distribución es más justa: cada uno pago a proporción de lo
que consume; el rico que consume más, pago más, y el pobre que
consume menos pago menos. Pero en la práctico es menester confesar
que se hallan grandes obstáculos al aplicar estos principios. Lo coso es
esto: gravando con cinco reales, por ejemplo, uno res que tenga veinte
errabas de carne, el que consume cuatro arrobos viene a pagar, sin saberlo, un real de contribución, y el que sólo consume uno, viene o pagar un cuartillo; pero cuándo, cuánto, sobre qué renglones y de qué
modo se debe hacer esto imposición, es lo que distingue al hombre de
conocimientos en la práctica, y el escollo de casi todas las teorías.
Se dice que los renglones de primera necesidad deben estar exentos
de derechos. ¿Y cuáles son estos renglones? Tomado la palabra en su
más riguroso sentido, serían entre nosotros poro el puebla el maíz, las
turmas (que sin perdón así se llaman), lo sol y la miel, y en las demás
personas, estos mismos renglones, con el pon y lo carne; pero tomada
su acepción bajo un sentido más general, no sólo los zapatos, las me"dios y el sombrero son de primero necesidad, sino hasta los renglones
'de puro lujo, como el tabaco. Me parece que aunque esta distinción se
debe tener presente 01 tiempo de establecer los imposiciones, no debe
servir no obstante de regla invariable. Las salinas aquí, es muy útil
que se administren por cuenta del erario: el público tiene lo sal de
bueno calidad, a precio cómodo y en abundancia; y si cayera en monos
de particulares, tendríamos que sufrir todos los alternaciones del capricho de sus dueños, por no ser un romo que puede sufrir uno concurrencia libre, sino el más aparente paro un monopolio.
Los contribuciones poro la composición de cominos son de sumo ne-
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ANTONIO NARIi\lO
cesldad, pagándolas e! que los transita; es decir, el que disfruta el b ••
neficio de la composición. Todo el mundo sabe las penalidades,
los
costos y los riesgos de nuestros caminos, y" todos convienen en que se
deben mejorar; ¿con qué fondo o caudal. se deben hacer estas mejoras?
Con las contribuciones de' los que se aprovechen de ellas. Repito que osi
como pagamos los zapatos para no lastimarnos los pies, osl debemos
pogor los caminos para no rompernos. la cabeza. Pero no sólo es justó:
y cómoda esto contribución: es útil también y produce una gananClcf
pecuniaria a los que la pagan. Supongamos compuesto el camino 'd.
Honda como se debe componer, con sus posadas y dehesas para les be!l~
tlas: las mulas costarlan menos de flete, y el dueño de ellas no estorfei
expuesto o perder tres o cuatro en cada. vlaje;harla
éste en menos tlernpo, y podria repetirlos más o menudo, lo que ofrecerla una ganancia
re.al para' el que las pide fletadas y para el que las' da.
Estos mismos principios son aplicables o los coHes y plazos de una:
ciudod. Si el oseo contrlbuyepcrc
mantener la salud, si los serenos y leí
iluminación aseguran las personas y las coses del asalto de los asesinos
y ladrones, ysi el buen piso trae la comodidad a los que transitan por:
ellas, ¿no seró justo que los que disfruto n esas ventajas las pag!Jen?
¿Pero, a dende vamos a parar, si cada instante hemos de estar desembolsando paro componer calles y caminos, para asegUrar los puertO$,)
pora mantener las tropas y pagar los empleados en el gobierno y cd-.
mlnístrcclón? No hay que fatigarse, que todo se hará sin que estén
tocando a vuestras puertas. Pero aun cuando esto fuera no estón tocendo todo el dio la lechera, el sastre, la amasaridera, el esterero, la lavan'.,.
dere, la costurera, el zapatero, el corplntero, el herrero, el talabartero"
el músico, El' pintor, y la letanla de todos los santos, ¿y a cada golpe,
un desembolso? ¿Y para' qué es todo esto? Para mantenernos y par~
mantenernos con comodidad y seguridad. Pues lo mismo son los otrO$'
desembolsos para lo Casa grande del Estada, siempre que seem!,le.Elr;\
como los domésticos en el objeto para quesI'J pagan. Pero esto hostal
otro dio.
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LA
BAGATELA
Carta dirigida al autor de la Basatela.
Señor autor de lo Bagatela:
Miraris ...
(Si nemo prestet, quem non merearis, amorem?
Siendo mis entendederas un poco tardas, no ha sido poca lo que mil
ha costado barruntar siquiera, ya que no acabar de saber lo que quieren decir esas voces ton usadas de tres años a. esta parte: "sucumbir.
revolucionarios, insurgentes, disidentes, agitadores, centralistas, federalismo, patriotismo, chisperos, provincialistas, ccpítclístcs, egoístas, constitución, poder legislativo, ejecutivo, judicial, etc.", y qué sé yo qué
mós; pero la que no cabe en mi cabezo, y cuyo sentido, o pesar de infinitas meditaciones no he podido entender, sin duda por lo limitación
de mi ingenio, o quien he ·dado por esto causa más de quinientos coscorrones, es aquello de la Madre patrio, tan repetido en nuestros papeles públicos, y ton contoleteodo en los de los imprentas del comercio de
Códiz. Esta maternidad patriótica, o este patriotismo paternal, ha puesto en tortor mis potencias, sin que jamós haya acertada a hallar los
enlaces de nuestra genealogía política. Si ella tiene alguna similitud
con la natural, no viene de que las Américas se hayan portado como
hijas: era necesario que la España hubiese hecho oficios de madre, así
como para merecer el título de patria, creo yo que la España debiera
haber sido para los americanos Jo que América ha sido para los españoles. Estos, que tanto cacarean la maternidad, pudieran señalarnos el
patriotismo que heredamos de aquella madre, entre tanto que lo tal
'medre después de haberse mantenido a expensas de la hija, no exige
su filiación sino en cuanto pretende sobrevivir a ella y heredarla. ¿Y
;01' qué tanto cuidado con la descendencia cuando no se tiene ninguno
de los ascendientes? La indagación es demasiado intrincada, y si nos
metemos alió en los expediciones de los cartagineses, romanos, alanos,
'flodos, sievos y moros, el árbol genealógico de lo madre patria es un
Jeberinto. Mil veces he deseado saber quién seo la abuela patria, la
hermana patria, la prima patria, lo tic patria, sin que de todos mis inquisiciones hoya sacado otro conocimiento que el de la madrastra patria,
aquella que ha tratado siempre como extraños a sus descendientes, y
a sus hijos como escfavos. Tengo esto maternidad pegadizo por uno Bagatela; pero bagatela que influye mucho en lo emancipación de unos
pueblos que se forman par sí mismos, y de donde es preciso desterrar
'J
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ANTONIO
NARIÑO
el lenguaje de lo dependencia. Sírvase usted dar o este pensamiento lo
ilustración a que mi rudeza no alcanzo, y contar en el número de sus
amigos 01
Antenodo.
¿A QUIEN SE PARECE?
Oye Pachito, lo conversación que tuvieron en lo vento de doña Martina un viejo, dos mozos y un muchcch.to de 6 Q 7 años. Cuando ellos
llegaron o pedir posada, ya estaba yo acomodado en un cuartico juma
o lo. tienda: diéronles alojamienio en el rancho contiguo, el que te~o
un agujero correspondiente a mi estancia en forma de ventano, par
oonde pude olr toda su conversación. Se acercaba lo noche, sacaron
fiambre de una mochila, cenaron, rezara:"! a oscuras el rosario, y tendíeossobre lo pajo que allí había, dieron principie' a su conversr-ttén,
Empez6 el viejo diciendo: -Mirad,
Valerio y Antonio, y vos también;
muchachito, mirad lo que haceis en Santafé, adonde vamos a entrar
posado mañana: mirad que el mundo está revuelta, y que estó ta9ó
delicado. Volerlo tiene mujer e hijos, Antonio está apalabreado con
mi sobrina, y el muchachito tiene madre viuda y hermanitas huérfanos;
cuidado con lo Que hablan y con no meterse en bueno ni en malo. Alió
se los hayo, porque todo parece uno coso, y es otra!
-Entonces
-diio Vclerio-c-- de<de oue me llevaron a Cartageno por
aquel enreda quedé escarmentado de chistar palabro.
-¿Qué
te pareci6 Cortagena?-
preguntó el viejo.
-Entonces
me pareció una co io, y ahora me parece otra, como aCQbó de decir su merced.
-¿Pues
qué te parece ahora?-
preguntó el viejo.
Respondió Valerio:
--eartaieno
se me asemejo o un aljibe, que si no le llueve agua de
arribo, quedo seco como una yesca.
-Pues
síendo así -diio
Antonio-- mejor es decir que es como el'
purgatorio, en donde no hay qlivio ni redencia, si los sufragios no le
ven de afuera.
-64-
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LA
-Tío
Volerto --dijo
BAGATELA
entonces el muchachito--
¿sabe a lo que me
'parece?
-Ahora
verón -dijo
el viejo-que, sale. Diga o qué se le parece.
-Se me parece -dijo
dio limosna en Charoló.
el chico--
ahoro verón lo pota de vaco con
a aquel padre capuchino que pe-
Todos tres soltaron la riso o carcajadas, y el viejo dijo: -¿No
anuncié yo, que había de salir con una patochada?
-¿Pues
Antonio.
lo
en qué se parece Cartagena 01 podre Capuchino? -preguntó
y el muchacho dijo:
-¿No
se acuerdo tío Valerío, que ese padre pedía limosna o todos
poro afeitarse, y lo que dijo mi tia Ursula cuando llegó a pedir o coso,
y lo que el podre le respondía?
¿Qué fue lo que Ursula le dijo 01 padre?-
replicó el viejo.
-Mi tío Ursula le dijo que poro qué pedía limosna poro afeitorse,
si no se podía roer las barbos; y el podre le respondió: yo no pido a
nadie limosna poro quítarme la barba, sino poro hacerme lo corone.
-Miren, miren el diantre del muchacho --dijo el viejo-- miren si es
malicioso y do en el chispite; j o fe que pocos han dado en esto semejanza! Bien dicen que los muchachos y los locos dicen las verdades.
-Valerío,
Marta?
¿vos que sestuviste por alió, a qué se te pareció Santo
-Cuando, estuvo allí refugiado y desconocido me parecía uno puerto falso por donde entran los que no quieren ser vistos; pero ahora se
me representa (por lo que cuentan) o una galera de forzados, en que
todos estón con el corazÓn triste, pero con lo cara alegre por miedo
(le 1 cómitre.
-Yo no he visto esos galeras -dijo el viejo---, ni sé lo que dices,
Volerio.
)
-Ni yo tampoco -dijo el muchacho--; ¿pero Santafé o qué se le
parece, tío Valerio?
-Santafé
se me parece -respondió
Volerio-que de ella tengo, 01 cepón de mi suegra.
por el conocimiento
-' 65-
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ANTONIO NARII\IO
Soltó la risa el viejo, y preguntó:
-¿Qué
tiene que ver Santafé con el capón de tu suegra?
-Cada
seis meses verá usted -dijo
Valerio--, que mi suegra IJ
pela la pechuga 01 capón, y se la azoto con hortigas para que se culeque
V empolle huevos de otros gallos; el capón los empolla, los cría, y es.
tanda ya grandes, se vuelven contra el pobre capón y la picotean a su
gusto; y lo peor es que el tal no escarmienta.
-Si yo fuera el capón -dijo
r;allina calentara sus huevos.
Antonio--
había de dejar que codo
-Si tal había de ser el agradecimiento, ya en cáscara no mós Id-;¡
rompiera- dijo el viejo.
-No taita --dijo Valer/o--: basta que todas sean huevos de un gallinero para que el capón las mire como propios: a bien que no son hiJOsde gallo inglés ni de otra parte.
El muchacho que había estado oyendo en silencio prorrumpió diciendo:
-¿A
que no me adivinan a qué se me parece Sontofé?
-Ahora
-Diga,
verán --dijo
-Se me parece --dijo
el pie de la cuesta.
-A
el viejo-- ahora verán adónde va a parar.
pues, a qué se le parece.
el muchacho--
ver, ¿por qué? --dijo
a la casa de ñoo CasiIda en
el viejo.
-Porque
allí -respondió
el chico--, todo el día estón cocinando
y preparando mesas para forasteros que continuamente llegan a posar"
pero nada guisan para los de casa.
-jA
buen catudito! --dijo
dos nacen bobos!
el viejo--;
iv luego dicen que los cotu-
-Pues
es verdad --dijo Antonio--: siempre que he posado por el
pie de lo cuesta, he llegado a caso de ñoa Casilda y he visto la mesa
puesta para las visitas y pasajeros, y a unas cuantas mujeres y criados
muy flacos y descoloridos que cocinan y se afanan por regalar o los de
fuera, y he oído decir que ellos perecen de hombre y que se mantienen
can las .ml'gajas y con lamber los platos.
-66-
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LA
BAGATELA
-Alguno
o algunos de casa sacarán provecho -dijo
hables mal de nadie.
el viejo-:
no
-A fe que no es así en Girón, ni en Pamplona, ni en Tunj a, n~ en
otras partes -prosiguió
diciendo Antonio-;
porque aUí el que tiene
come; a ninguna de fuero le don nodo, todo lo que se guisa es poro la
familia; y si viene algún huésped, o llego visito, se sale chupando los.
labios. Buenos son ellos paro dar o ningún forastero ni una sed de agua!
Antes en oyendo sonar la campano de los doce, empiezan a hacer malo caro, y si na se van pronto, los despiden.
-Eso es entenderlo -dijo
que lo que ha menester.
-¿Y
el viejo-,
y el que da lo que tiene, bus-
del Socorro qué dice el niño? -preguntó
-Se me parece -dijo el muchachosentar en fiestas de Puente Real.
-¿Cuál
entremés? -pregunt6
Antonio.
al entremés que vimos repre/
Vclerlo,
-¿No
se acuerdo, tío Valerío -respondió
el chicode aquel. entremés en que regañaba a todos un hombre desde un zarzo, y todos
pensaban, par el vozarrón, que sería algún hombronazo como un gigan16, y de ahí se desengañaron de que era un pígmeo tan grandecito como
Felipito, el hijito de mi hermana Polonia?
-No
seos tonto, Volerio --dijo el viejo-:
dice que se le parece
01 enano de la venta. Hijo de un cornudo el cornudilla, no la hierro:
si se acertara en su obligación para recoger la mulada, no había más>
que desear.
-Ea
-dijo
Valerio-:
y Tunjo, y Pamplona, ¿a qué se le porace al
niño?
-No
piensen en esa majadería -dijo
plina pensar en esos portes.
-Eso
el viejo-:
esa sí era pam-
no merece que perdamos el sueño. Chitón, y dormir para ma-
drugor.
Todos entonces dijeron: Bendito y alabado, buenos noches.
-
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ANTONIO NARIÑO
Núm. 9'?
Sontafé, domingo 8 de septiembre de 1811 .
PLURIBUS
Tom. I
UNUM
Carta del autor de la Bagatela a su amigo.
j Qué bien dices, mi querido amigo!...
j Qué bien dices!...
j Qué
poco conozco yo el país donde vivo!. .. He tenido la imprudencia ::Iet
publicar tu corto, y a ninguno se le ha pasado por la cabeza, como tú
la finalizas, que el mal no está en lo que dices, ,sino etc. Se ha hablado
en casi todas las bagatelas sobre lo suerte del reino de que depende
r-uestro libertad, nuestra religión, nuestras mismas vidas, y esto sí qua
es verdadera bagatela; nadie ha chistado, todos lo han visto con la
mayor indiferencia, y las tertulias no se han acalorado por semejantes
pequeñeces. Tocaste tú la orla de las vestiduras eclesiásticas: iScnto
Dios!, las columnas del templo se van o desquiciar y la bóveda del firmamento vo a caer sobre nuestros cabezas. Todo está en movimiento:
se habla, se escribe, se imprime, se grita ya, como .tú lo pronosticaste:
j anatema,
irreligión! He recibido cincuenta cartas criticando, aconsejando, exhortondo que deje poner velas a las piedras, hacerles novenas y
tributarles un culto, que aunque esto entre los indios gentiles se llamaba idolatría, entre nosotros se debe llamar devoción. Que el arzobispo,
aunque lo hayo nombrado el diablo, y seo lo que se fuere, siendo canónicamente arzobispo lo hemos de aguantar y reventar, porque no es que
consiste la cosa en que Godoy lo nombrara, sino en que el Papa lo aprobara; y que lo debemos y debemos admitir so pena de irreligiosos. Que
aunque el escrito presentado 01 gobierno esté encabezado con estas
palabras: El clero secular y regular, eso es bueno paro que lo digan los
oersonos c:n~"'::!d~~,pcrc qüc ¿¡-. :u uuco ce un iorco esto es un insulto:
y te vuelven la pelota diciéndote: j qué valor!, iqué atrevimiento!: decir lo que los mismos clérigos han dicho.
Yo por mi parte te digo la verdad: allá se las haya, doctores tlene
1.0 iglesia, como suele decirse; y así que adoren las piedras, que les pongan velos, y que esto se lIome idolatría o devoción, yo bien seguro estó
que me meto. Lo mismo digo de los otros puntos, que haya más hábitos
que uniformes, más pastores que ovejas, mós embustes que verdades,
-
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LA
BAGATELA
más gazmoñería que verdadero piedad, o mí no me toco decírtelo. Así
que vengo en harabuena su arzobispo, aunque no reconozco nuestro gubierno, y si les parece, aunque puedo vendernos como Judas (q1..;e también ero canónicamente obispo) porque yo más quiero caer bajo el
suavísimo y religioso yugo del católico Napoleón Bonaparte, que el que
vayan o pensar que ataco lo superstición y el fanatismo; pues dicen
oue así se comienzo o ir destruyendo lo religión.
Entre los muchos papeles que han dado 01 público, impresos y manuscritos, ha solido uno titulado Reconvención a la Bagatelo; te lo
transcribo con sólo corregirle algunas equivocaciones, y volviéndole lo
peloto o su autor con sus mismísimas palabras, poro que si hoy alguno'
desvergüenza no digan que es mío, sino del mismo autor (1).
COPIA
'Si el autor de lo Reconvención supiera lo que es importancic y 50I;c!ez; si diera lugar y prestara atención o los bagatelas más iustas y
razonables; si no los mirara con desprecio y oun pretendiera calificarlos
de delito; en sumo, si no quisiera él solo tomarse el tono y lo autoridad
poro proferir libremente sus delirios, sin que quiero que nadie se otreva
o contradecirlos, sería muy fácil hacerle conocer lo insustanciol de todos sus escritos. Pero el furor, lo demencia y lo temeridad han exaltado lo fantasía de unos pocos o ton alto grado de verdadero fanatismo,
que armados con su cuchillo amenazan o los débiles y pacíficos; ofusco
10 voz de lo rozón y los clamores del verdadero celo y de lo religión, y
proscriben a todo el que hablo la verdad y defiende la justicia.
"Pero, señor orejón, yo soy cristiano y no fanático, aunque bien sé
que en vuestra lengua no usáis otro vocablo que el de católicos poro
disfrazor el fanatismo. No soy un orejón sencillo, de esos a quienes
procuráis lisonjear para engañar; pero que en lo realidad miráis con el
mayor desprecio; y sé bien que son cosos muy opuestos el fanatismo y
( 1) Téngase en las manos el im.preso intitulado Reconvención a fcr.
Bagatela, que ahí se venderán a beneficio de su autor para que vea que
propendo a su utilidad, y no le quito la venta con insertarlo en mi Bagatela.
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ANTONIO NARIf:lO
la religión. Soy, por lo mismo que me precio de verdadero católico, muy
buen potriotc : amo o todos los hombres y a todas las provincias; respeto todos los estados, y más los que ha producido el Evangelio; venero
sólo los gobiernos libres, y extiendo mi atención, mi cortesía y urbanidad
aun a mis moyores enemigos. No tenga, pues, usted a mal que me proponga defender una causa que según el corazón de usted se mira y~
tomo proscrita.
"Comienza usted su tercer acápite con un tremenda grito que mlli
hace también gritar. j Alerta, alerto, americanos! ¿Y contra qué ene..,¡
migos da esta terrible alarma? j Dios santo! j Contra los ministros de!
Bonaporte que nos quieren precipitar en la esclavitud y la muerte! ~
¿por qué; Porque no predican la verdad y engañan al pueblo. Vuesas
mercedes son los que nos oprimen y hacen una guerra la más cruel, la,
más solapada e injusta, no con bayoneta. ni' fusile., .ino con rall traIdoras armal de su hipoC4'e.ía. Vuesas mercedes bien lo conocen y atribuyen 01 bagatelista lo que sólo vuesas mercedes tratan de hacer, porque uno de IU' illvenciones pora o/ucinorno. es decírno.lo todo al revés.
Pero sepan vuesas mercedes que ya los entendemos y sabemos que vuesos mercedes llaman a lo bueno malo yola
malo bueno. Es clerto que
vuesos mercedes tienen un diccionario para su bolsico y otro para el dele
prójimo: es decir, un diccionario para los gazmoños, que con capa der
religión quieren mandarlo todo y atrapar lo 'que se puede, aunque seo
de fas infelices indios; y otro para los simples fieles que deben tragar
lo píldora de europeos y de franceses que la van con vuesos mercedes.
"Si usted ha leído a Hugo Grocio (que talvez por ser tan malo lo
habró leído) veré que este autor, aunque no es católico es hereje y
ton hereje, que da por lícitas las conquistas sobre aquellas nociones
que coma la España se han comido o sus hijos. De jure belli. No se escandalice usted, que aunque no soy orejón como usted, he leído algo
mejor que Hugo Gracia, y aprendí lo que usted no sabe. Si usted no se
niega o los testimonios de su conciencia, no podrá negar que en éste
y otros muchos puntos lo quebrantaron
los españoles al tiempo de lo
conquisto. Con que tenga usted un paco mós de vergüenza, y verá la
enorme diferencia qua hay entre recuperar los pueblos de América su'
libertad, y los usurpaciones de Fernando y de Isabel, poro que éstas.
re llamen glorio porque quebrantaron los principios de la verdadera religión y la vida racional en América, y aquéllas, usurpaciones y rapiña
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LA
BAGf;\TELA
porque recuperan sus justos e imprescindibles derechos. ¿Y por qué ha
de ser vergonzoso la bulo de Alejandro VI? Porque no ero suyo lo América, dicen vuesas mercedes, y no pudo regalar lo que no ero suyo. No
hay hereje que diga que se puede regalar lo ajeno; y sería lo mayor
impiedad y herejía decir que nuestro Señor Jesucristo, que mandó dar
01 César lo que es del César, y o Dios lo Que es de Dios, autorizaba
este latrocinio. Aun los insensatos arrianos que niegan su divinidad, no
dejaron de confesar esto verdad y los derechos que coda uno tiene
sobre lo que es suyo. Pero nosotros somos católicos, apostólicos, romanos, creemos y confesamos, como lo dijo el mismo Redentor, que su
reino no fue de este mundo; y sabemos que Alejandro VI fue el borrón
de los Papos, el más impúdico y ambicioso de los hombres, y que un
monstruo de los costumbres de Alejandro VI no debe compararse con
nuestro Señor Jesucristo, sin un escándalo y uno impiedad manifiesto.
Día lo que no ero suyo y que tampoco le mondó dar mi señor Jesucristo
como su Vicario; parque a los apástoles les mondó que establecieran el
verdadero culto, con el imperio de lo palabra y la gracia que les ce, municó, y no con la espado paro saquear y degollar a unos hombres
que na habían hecho ningún mal al señor Alejandro VI, y que el más
malo de los indios no mereció seguramente el epitafio de este incestuoso
Papa. Leo usted su vida y su bula y se avergonzará de defenderlo en
medio de unos pueblos católicos. Esto sí es vergonzoso.
"Aún no ha comenzado abiertamente el ataque ministerial, añaden
vuesas mercedes. ¿Con qué tratan de ayudar al ataque? ¿Con que siguen
el mismo sistema de los franceses? Ya lo vemos. Por esto es que se
insulta en los púlpitos al gobierno que es el último y más atrevido re'curso de los almos bajas y espíritus vulgares y, esto después que con
imano armado van a insutarnos en el templo, y perturbar con sus sediciosas opiniones la pacífica morado de lo religión. Estos sacerdotes lo
que quieren son empleos que nosotros trotamos de distribuir o los que
lo merecen, Y no pueden prometerse otros cruces que los que están labrando, por no querer predicar el Evangelio que les proporcionaría el
mejor empleo. Si ellos no fueron almos bajas y mercenarios, no hoy duda que no prostituirían su ministerio par dar gusto o los enemigos de
la patria, y se avergonzarían sólo de pensarlo.
"La fortuna para nosotros ha sido que vuesos mercedes se van descubriendo muy presto. Yo no invocan o Dios y o sus santos, sino o Hugo
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ANTONIO NARI~O
di
Grocio que está condenado con Aristides y Catán, y a los hechuras
María Luiso y de Godoy que son sus santísimos padres .. , Pero antulli ,
••ue vuesos mercedes hablasen con tono ton decisivo era necesario
que aprendiesen algo.
"1:5 menester mucho volar en el clero para presentar un escrito pidiendo con insultos y desvergüenza la venido de su prelado. Vuesas mEllcedes sí procuro n Que seo necesario valor; porque 01 momento sueltQn
las fieros sobre el púlpito y en sus escritos, que ladren, rujan y brarr"
enseñando los dientes, mostrando los garras y amenazando de muer~
para que se retraiga el bagatelista con sus insolencias, como se retra*
jeron los prudentes eclesiósticos cuando leyeron el escrito insultante
que en nombre del respetable clero se presentó 01 gobierno.
"Pero sin haber vuesas mercedes estudiado mós que teología escolástica, son tan presumidos y metcfíslcos, que quieren confundir lo dignidad del arzobispo de Sontofé con la persono que después de siete años
lo obtiene, sin que todavía 10 conozco su grey, aunque el sueldo le
corro. Señores reconvencionistas, descúbranse vuesas mercedes Que ton.
to exaltan su celo por la religión. ¿No les seró lícito· a cado uno vestirse
como le agrado? Si, yo que soy cordero me visto con lo piel de lobo
poro que vuesas mercedes no me coman; y vuesas mercedes Que son
lobos se envuelven con lo piel del cordera pora comernos.
"No permito Dios que sus ideas subsistan. Yo me acuerdo de un texto de Son Pablo Iy no es de la Bagatela o Quien cito, ni él cito textos)
en que nos dice el Dios de lo verdad, cuyas palabras no pueden faltar
Perdam sCllpientia... sCllpientum, et prudentia prudentum reprabav0
1
perderé lo sabiduría de íos sabios y reprobaré la prudencia de los prudentes (lo añadidura del siglo es del bolsico del autor para que no le
caigo encima; pero tampoco le cae, porque le fclro lo uno y ro otro).
A este Dios omnipotente y misericordioso le pido que destruya todos las
astucias y maquinaciones de [os que llamándose sabios se han hecho
necios y quieren reducirnos can barbarie a la antiguo esclavitud. Su I
Majestad infinita alumbre a usted para que conozco sus errores y hago
verdadero penitencia, tratando de ilustrar y no de alucinar a los hornbres, y procurando en adelante ser más ingenuo que orejón."
-72"':-
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LA
JUSTO
BAGATELA
DESENGAÑO
AL PUBLICO
ca que obliga el papel titulado
LA CONTRABAGATELA
El escondido autor de la Contrabagotelo, olvidado de sus propios
rrincipios y sentimientos, ha caído en la inconsecuente ligereza de Zgherir al pcscdo congreso con lo sedicioso impostura de haber intercept<lldo algunas cartas particulares: este impostor reconoce lo inviolable
regla de imponerse primero o fondo de los sucesos poro hablar de ellos
y expresarlos; sin este previo requisito ha tenido la animosidad de asegurar 01 PÚblico procedimientos de que ha estado muy distante el congreso: diga el señor de la Contra bagatela ¿cuál ha sido fa corta que
se intercept6, a quién se le hizo esta ofensa, y por qué mono se ejecutó
esta felonía abominada por todo derecho y por todo hombre de bien,
que sobe la bueno fe con que deben respetarse los confianzas o que
puede extenderse uno corto, y lo comunicación de los podres con sus
hijos, del marido con su consorte, del amigo con su confidente, y del
que consulta con su director? Estos ideas las adquirió y ha poseído constantementeel
diputado de la provincia de Santafé con los principios de
su notorio, honrada y conocido educación: el congreso siempre detestó
con rozón las despóticos violencias que recuerda la Bagatela, y el congreso ofreció al público su archivo poro que todo el que gustase pudiera
imponerse de sus actos, providencias y documentación; algunos experimentaron la buena fe de este ofrecimiento; pero ninguno solicitó cartas interceptadas, pero ninguno indagó la disposición de este supuesto
atentado, pera ninguno manifestó recelo, desconfianza, ni lo más ligero
presunción de tal acaecido, y lo que es más, pero ni el mismo autor de
lo Contrabagatela podrá expresarlo ni justificarlo, pero ni podrá decir
un juicioso antecedente de que hayo deducido su falso aserción: yo haría uno injuria a la verdad, un agravio 01 congreso Y una ofensa o mí
mismo, si hubiera omitido el desengañar al público en un asunto que
considera importante Y transcendental el mismo contrabagatelista.
Todo buen ciudadano creyó que con lo libertad de lo imprenta brillarían los luces y el patriotismo de les hombres ilustrados poro nuestro
común beneficio; pero hasta ahora tenemos lo desgracio de ver cque-
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ANTONIO NARIÑO
1105 oficinas ocupados en lo mayor porte con lo impresión de sátiros;
de sarcasmos, de injurias y falsedades, que no tienen otro fruto que el
de la división, de las discordias y de fas resentimientos: por estos constderaciones omitió el diputado de Santafé contestor como merecía el
satírico, sangriento, despótico manifiesto contra el congreso, escrito nodo
exacto en sus aserciones, y nada decoroso al cuerpo civil que lo suscribe, y que usando de su autoridad tuvo expedito lo prenso poro su
servicio, y abusando de aquéllo la impidió y cerró poro los demás que
pudiesen desenrollar sus escritos, repeler sus equivocaciones,. defender~
de la calumnio y demostrar lo verdad.
'
Yo pude en medio dI'! esto opresión valerme de otros medios honrosos
y legales con que hacer patente lo arreglado conducto del congresa y
lo del diputado de Santafé, sü estudio por el bien común y sus anhelos
por lo seguridad del reino y su felicidad, pero consideré más acertado
y mós oportuno mi silencio poro el logro de estos mismos fines. Yo bien
sé que, siguiendo el autorizado ejemplo. del apóstol de los gentes, pude,
estimulado de los extraños y de mis propios contrarios, convocar, como
él hizo Q los hebreos, y darles rozón del mérito de mi conducto, sin
ánimo de adelantar mis quejos poro mi individual satisfacción; yo pudecomo él informar al públito de lo honradez de mis procedimientos, y
declr con verdad o mis contrarios como él o los corintios: Vos me coegistis; pero también sé con el mismo y con iguales ejemplos que debí
abrazar el partido de sufrimiento poro evitar con él lo discordia, lo desunión, el escándalo y lo sedición. Esto doctrino, en que logré lo dicho
de ser educado, es lo que inspiro los sentimientos justos ~
de un verdadero ciudadano, que cuando no pueda ser útil, nunca será perjudicial.
Conozco que aquellas desconsideraciones del ardor, paro ganar lo
opinión público contra el congreso que procuraba lo just~ y debida reputación de esto capital, habrán tenido influjo en lo que ha padecido y
padece esta noble ciudad, cuyo carácter de beneficencia parece le ha
granjeada lo increíble rivalidad de lo ingratitud: ello es así, pero lo
cierto es que su mayor mol consiste en que se le atribuye lo que otras
hocen, y que los perjudiciales ideas de la división tienen la de dar su I
origen o los de Santafé:- engaño que quizá proporciono nuestra desolación; yo concluyo pidiendo al Señor con David atribulado: Salvum me
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LA
BAGATELA
~
Domine; quoniom diminute sunt veritotes o filiis hominum. Salvadme, Señor, porque los hombres se han empeñado en hacer desaparecer
la verdad.-Santafé,
y julio 29 de 1811.
Manuel
En la Imprenta
año ele 1811.
Real de Sontafé
de Bogotá,
Bernaret., Alvares
por D. Bruno Espinoso,
SUPLEMENTO
A LA BAGATELA N9 99
Santafé,
Coatinuación
domingo 8 de septiembre
de 1811 .
de la carta del autor de la Bagatela
el su amigo.
Juzga, mi querido amigo, si tenías razón en- aconsejarme
que me
dejase de Bagatelas y escribiera Novenas: no porque quisieras ridiculizar éstas, ni en el Concilio, corno maliciosamente
dice tu orejón, sino
porque tendrían más despacho en un pueblo compuesto casi todo de
monjas, frailes, beatas, clérigos y muchos devotos que gustan más de
~%ar que de dar una limosna, ni de instruírse en las cosas de este mundo maldito¡ en que no obstante deseamos pasarlo bien. Así te exhorto
y te ruego que no me vuelvas a tocar estos puntos, aunque los abusos
secn contrarios o las costumbres, a la sano moral yola
misma religión¡
porque Jo prudencia dicen que está en callar y dejar correr los errores,
aunque el misn'lo Redentor del mundo nos mande dar buen consejo al
'que lo ha menester; y en ser hipócrita con los hipócritas, supersticioso
con los supersticiosos, regentista con los regentistas, como no vayas Q ser
chispero amigo de Bagatelas .
.
En cuanto a tus graves lacedemonios no sé qué decirte: ellos lo han
ccobcdo de echar todo o perder con lo crltlco que te hacen. Te digo
mi sentir con la ingenuidad que acostumbro: el pensamiento de dar 01.gunos secretos y algunas nociones sobre los artes, no s610 no es vituperable, sino digno de alabanza¡
pero el pensamiento no bosta para
desempeñar bien lo obra. Más digo, se les podía haber dispensado su
oscuridad, con tal de que hubieran continuado perdiendo unas semanas
más, que quizá con la continuación se habrían mejorado y habrían te-
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ANTONIO
NARIÑO
nido mejor despacho. Pero ellos presentan el aspecto en la crítica ti'!
te hacen de ser orgullosos e incorregibles con un si es no es de fonóncoso Al pomposo título de amigo de las artes le han agregado el orrttranco de vindicado, pareciéndoles que un hombre se vindica con decs
desvergüenzas.
Ya ves: ¿qué esperanzas pueden ofrecernos unos orn'
gos que lo son tan nuestros como de las artes?
Lo que me ha dado un poco de rabia es verlos meterse en cosas ~
yores, cuando no han sabido hablar ni sobre el arte de hacer la chicho
con aseo. Figúrate qué estómago me habrá hecho oírles decir con'
magisterio que tu carta es digna sólo de la impía V sacrílega pluma de
Voltaire, y que has ridiculizado escandalosamente
las prácticas más piadosas y cristianas. ¿Qué entenderán estos majaderos por impiedad, sacrilegio y prácticas religiosas? Seguramente creen que esto es algunoi
receta de tintas. No puedo sufrir con paciencia este efugio eterno ,di:!
los sotes, de volverlo todo herejía y sacrilegio para salir del parto, cune
que se trate de batatas o berenjenas. iLa religiosidad!...
¡El respeta
o los pastores de la Iglesia!...
i lUna moral pura!...
¿Quién al Oíll
trinar en sus oídos estas pomposas frases no creerá que estamos en uno
Concilio tratando los más serios puntos de la religión? Pues nada d~
esto: la crítica de un ridículo y miserable papelucho que sólo tuvo
bueno el título de Amigo de las artes es el que da motivo a estas altisonantes frases, y el querer sus gazmoños autores pasar por sabios y
religiosos. ¿Religiosos he dicho? No;' prostituiría la religión si yo tamo
bién entrara en la cuadrilla de fanáticos que sostienen que las exterioridades y no la pureza de las acciones y del corazón forman la base de
la religión más santa, más pura y más propia a hacernos felices, no,
sólo en la otra vida sino también en ésta. Impiedad, sacrilegio llaman.
estos pobres diablos el que habla contra la moda de amortajarse vivos¡
o de vestirse con el hábito de la hipocresía.
¿Cómo se llamará al que
no crea la santidad de la religión, o al sacrílego que la ultraje? ¿O les
parecerá a estos sabios que lo mismo es blasfemar contra un pedazo
sayal, quizá mal vestido, que contra la divinidad? ¡Santo Dios! ¡Jamás
se han visto en tan pocas palabras tantos delirios!
de
Me parece que nuestros tales amigos
duendes y asustan las brujas. Qué ganas
daderamente
sabia se tomara el trabajo
donde la piedad comienza a declinar en
son de los que persiguen los
tengo de que una pluma verde señalarnos el punto desde
superstición. Tú lo estás pol-
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LA
BAGATELA
~,'do a cada paso; cuántos salen de la iglesia haciendo gestos después de haberse almorzado media docena de misas y catorce coronas,
que encuentran a un pobre tendido en la calle, y no son para alargarle
la mano ni darle una limosna? Que digan ahora estos pretendidos de~otas que ridiculizamos las misas. No, señores, sabemos todo 5U valor
y mérito, la oímos con frecuencia, pero jamás aprobaremos que la rnu[er deje al marido y fas hijos en la cama sin saber de la ropa y del 01I'fiuerzo por estarse hasta las mil y quinientas rezando en la iglesia; ni
al hombre que quiere que un cuervo traiga el pan a su caza a fuerza
de rezar, cuando él lo pudiera traer sin milagro con sólo irse a trabajor. Vuelve los ojos a. tanto rico que vive y muere rezando, sin que ni
,en vida ni en muerte les veamos alargar la mano para una obro de
beneficencia pública: dobles y doblones a su muerte, mucha cera, muchos paños negros, mucho gorgoteo en el coro, y el resta para una ca¡;,';>¡Ianíaque obligue a ordenarse el sobrino sin vocación por no perder
10 capellanía. ¿Pero para qué nos cansamos? Un dote para monjas es lo
coso más santa entre nosotros; mientras que no vemos vivo ni muerto
que haga un fondo para que se casen. Seguramente que si fuera por
ruestros devotos el mundo se acababa antes que vinieran los franceses;
~ ve aquí un bello secreto para los amigos de las artes y bien parecido
olas suyos.
Pero la cólera me ha hecho correr la pluma sin advertir que hablo
ton un impío y sacrílego amigo. No te enfades también, por Dios, deja
estos mentecatos que se chupen el dedo allá a sus solas creyéndose
mas sabios de importancia;
y si quieres contestarles algo, diles sólo
~ue el bagatelista jamás se ha creído superior a nadie hasta que hubo
~migos de las artes. Que supongamos que su papelucho hubiera sido
lo mós bueno que hubiese salido en la materia, y lo mejor que se hubiese
Escrito sobre dibujo, su mezquindad nos lo habría hecho, cuando menos,
útíl; pero que lo que no nos debe dejar duda de su mérito ... , (ya
me quitó aquí la cólera, y solté una gran carcajada)
es que ellos
l'Ilismos confiesan sin advertirlo, que lo dejan porque no hay quien Jo
¡quiere compror; seguramente
que esto será por su mucho mérito! Di~en que no aventures proposiciones que nunca probarás, y ellos mismos
dan lo prueba por ti, confesando que nadie los quiere leer; y paro salir del parto los benditos tratan a todo el público de niño amigo de peIilueñeces.
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ANTONIO NARIÑO
Pero lo mós gracioso de todo es que disculpándose con que no tiel' n
con qué pagar la' imprenta, nos salgan ahora con otro papel insulso ,":.,-,',
ro sólo querernos hacer creer que han leido a Voltaire y a Rousseou,i
saber porqué, y sin caer en cuenta que descubren el flaco haciéndon ' ,
ver que la escasez no está en el bolsillo sino en lo cabeza.
Cocluyo esta larguísimo carta con advertirte que les tengo conce~ck{
privilegio exclusivo o los autores del Amigo de los artes paro Que~me'
desprecien, con condición de Que me cumplan lo palabro de guarda~ si- ,
lencio en lo sucesivo o beneficio del público, y con asegurarte que t~mbién te lo guardaré en adelante, cuando se te resbale la plumo ptira
vituperar vicios arraigados; pues lo Que nos conviene es respetar to<iJ'
errores comunes pora no perder lo opinión de hombres juicioso. yo ••••••
tes de lo potrio, como dicen que son tus serias lacedemonias.
,l.
LA BAGATELA
Núm. 1()9
Santafé,
domingo
15 de septiembre
Pluribus
de 1811.
Tom. -
UIlUIft
Congreso
Suplico humildemente o todos los que pierden el tiempo con boga
telas, que hoy no lo pierdan con ésta, sino que lo lean despacio y COI
todo atención, porque el punto en cuestión nos puede costar el pellejo
cunque porezco uno bagatela.
Se han reunido en esto ciudad los representantes
de los provinc:r,'
para el congreso. Se juntan diariamente
o tratar los puntos prelimirjo~
res. ¿Y cuóles son estos puntos? Si el congreso se debe hacer en SOtl·
tofé; si se debe reconocer lo Regencia de España; si debe ser el sistemr
de gobierno puramente federal ...
Lo primero coso que ocurre preguntar es si este congreso es una co,..l
tinuación del posado, o es de nuevo formación. Si es uno continuació.
los antiguos representantes
deben ir admitiendo a los que llegan 4
nuevo, exigiéndoles el juramento mismo que ellos prestaron cuondo~~
recibieron; y en este caso hoy uno cuestión menos, porque no se rF1'¡' ,
nece en él o la Regencia. Si es de nuevo formación, debe comenzar pO¡
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LA
BAGATELA
instalarse, porque sin este requisito no pueden resolver los puntos en
cuestión, pues en congreso es que se deben determinar, y sin instalarse
no hay congreso. El comenzar en una tertulia el acta de federación, y
el llamar al congreso federativo es resolver, sin que haya congreso, el
punto más arduo que debe trotar después de instalado. Se preguntará
tómo se debe llamar este congreso, y yo respondo que congreso y nodo
más; porque hasta ahora es la congregación de los diputados de los provincias; y ro federación no es el congreso, sino uno de los puntos que éste
aebe trotar.
Paro sostener que el congreso no debe formarse en Sontafé se ha sofisticado infinito; y como desgraciadamente
el ejemplar pasado viene
.en apoyo de este dictado, la cuestión parece resuelta; pero examinémosla con atención. La disolución del congreso pasado fue obro de un gobierno arbitrario, y no de lo ciudad de Santofé: no estando el gobierno
en el mismo coso, tampoco lo está el peligro de volverse o disolver. Todo
lo que podría suceder en último resultado, sería que el congreso se
trasladase a otro porte, si se veía ernbcrozcdo por el gobierno, esto
es, hacer después lo que quiere hacer desde ahora, sin necesidad.
El punto más difícil no es éste, sino el de que se quiere suponer que
el congreso debe entrar a apoderarse del gobierno económico de lo
provincia en que se forme. Poro no entror en un ¡diomo que no todos
entienden, y hacer ver hasta la evidencio que este es un disparate, valgámonos de un ejemplo bien cloro. Supongamos que los cabildos de
Cundinamarca son los provincias del reino; que codo cabildo, como lo
ha hecho, mando su representante poro que forme el gobierno de lo
hrovincia, y que este gobierno está en lo capital, como lo vemos ahora.
I~regunto: ¿el cabildo de Santafé no está ejerciendo sus funciones COn
t>da lo plenitud de sus atribuciones, como los otros cabildos, aunque
~sté aquí el gobierno? ¿Le priva ocaso éste de sus distinciones, honores,
errogativas y facultodes? No. Con que todo lo que hay que hacer es que
demarquen bien claramente los distinciones, honores, prerrogativas y
. cultades del congreso; porque los del gobierno yo estón demarcadas,
fama lo estaban las de los cabildos cuando se formó el gobierno.
f
, ¿Y cuóles son los atribuciones del congreso? Los que corresponden al
derecho público de fas provincias; como los de ro provincia son los que
¡corresponden 01 derecho económico civil y criminal de lo provincia. Así
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,A.NTt>N10 NAR1FlO
como el poder legislativo d. la provincia hoce leyes para su provll'l(iQ
el poder legislativo del congreso' hace leyes de, derecho p(¡bllco para
e'I reino; y osi como el poder ejecutivo de la provincia ejecuta las leyes
sóbre les personas en lo Judicial, y sobre la provincia en lo gubernativo;
el eJecutivo del congreso ejecuto sus leyes sobre las provjn~lasen loju·
tllclol decidiendo sus litigios, (, c9stlgondo con lo guerra sus infracclo~
MS, y en lo gubernativo públléOsobre todos' los provtnclcs.
Hablemos mós claro si es p..osible:los provincias son para el congréso
le que los ciudadanos son para el gobierno. El gobierno hace sus leyes
y sus imposicione!¡sobre los hombres; el congreso hoce sus leyes y sus
ill'lposiciol'1es
sebrelos provincias; verbi gratia: cado hombre, dice lo ley
eJel gobierno provincial, pagará al erario un tanto por ciento en roz6n
de sus foéultades o el die~mo de su rento; cado provincia, ciiCé el congreso; pagará un tanto por ciento enroz6n de sus facultades, o el 5, ,6
20 de su renta, para el tesoro público, ¿En qué se chocan estlf leyo
¿Por qué no se han de poder dietar en una ,misma c1udcidsín embaro%Orselos unas a los' otros? El poder Judicial del congreso no es pora',lo~
apelaci"'es de los particulares de las provincias, sino poro le:.decisi6n de
las eeuses de provincia a provincia¡ y el poder ejectutivo, para hoce
eiecuta~ los IElYesq\.le no correspondan a lo judicial, poro nombrar' los
generales y administradores del tesoro común; \:omo el ,ejec\Jtivo d'.
~rovjnclo nombra los oficiales de sus tropos y los empleados desUli
rentos.
I
La cuesti6n de si se debe reconocer lo Regencia es ton escondalos(l,
ten fuera de propósito y ton contradictoria de los otros, como es 1411,
bertod de la esclavitud: Si hemos de estar sujetos al gobierno de' ésJ)CIAa, ¿para qué son estQs congresos, estas leyes, estas representocl0n8S'f
este quebtadero de cabeza? Paro ser esclavos basta saber:'obedecer y
aguantar. El s610propOner la cuesti6n es un vilipendio paro unos hOm*
bres que han jurado ser libres. No hay medlo: querer ser libres depen.
eienda de otro gobiemo, es una ccmtradiccilSn¡conque o decretar
una vez nuestra independencia, o declarar que hemos nacido para ser
eternamente esclavos. ¿A qué fin introducirnos en la pplltio; el idionf41
ele Aristóteles? ¿Cu6les son las ventajas que nos pueden traer EIsajtl
rigonzo de voces metafísicas que ni entienden ni jam6s' podr6nexpllll~d
les que las profieren? Y si no,' que nos dig~n con c1aridod y métod~
¿cómo es este uclu.yaco de regencia y Iibertoet,de dependel'lCiay fed¡'~
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LA
BAGATELA
ración, . de obedecer y mandar, de ser soberanos y esclavos, legisladores
advertidos y simples, sabios 1I majaderos? Desengañémonos,
ya no es tiempo de sutilezas y pedanterías científicas, que haciéndonos
perder el tiempo, estón dando lugar o que nuestros enemigos se refuer~cen y nos degüellen cuando menos lo pensemos. iQu~ se diría de unos
hombres que viendo asaltar su caso por los ladrones se pusieran o disputar con sutilezas los derechos que cado uno tenía poro vivir en esto solo
e en lo otro? ¡Majaderos!, les diríamos, ¿o qué son estos disputas, si
los ladrones no os han de dejar ni las unos ni las otros? Atended primero o salvar lo casa, y después tendréis tiempo de discusiones.
y súbditos,
El congreso ha sido hasta ahora el óncora de nuestras esperanzas;
'esperanzas nacidas de lo naturaleza mismo de su objeto. Divididas Ics
provincias en opiniones, y de hecho, s610 lo sabiduría de sus representantes podría haberlos unido (bajo cualquier forma) y dándonos lo fuerzo que nos salvara de toda peligro interior y exterior; pero el congreso
pasado muri6, como el Amigo de los artes, acabado de nacer, y el presente llevo visos de expirar antes de su nacimiento, y motor o lo madre
infeliz que lo concibió poro su propia felicidad, si algún cordial de patriotismo y sabiduría no lo repone.
Dirijamos nuestros votos al cielo, imploremos 01 Olas de las misericordias, que con tanta bondad nos ha puesta en el comino de la felicidad, poro que no se malogre su obro; y concurr.amos con cuantos medios nos sugiero nuestro patriotismo,
nuestros luces y nuestro propio
e individual interés, poro que no se disuelva un cuerpo, que reuniendo
la voz de los provincias, puede también reunirlas y afirmar nuestro in~ependencja v libertad.
Corto dirigida al autor de La Bagatela
¿Mlraria. . .
Si nemo pre.tet, quem non mereoril, ameremP
Señor autor de la Bagatela.
Oigame usted par lo segunda vez, señor patriota,
sín desdeñarse
de mis bagatelas. Es nuestro parentesco y ligazón con España, que en
lugar de obrar el efecto de no poder casarnos con ella, se quiere que
seo un vinculo indisoluble, me trae inquieto sin saber por d6nde le ven-
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ANTONIO NARIt'lO
ga al país de los tironas el título de Madre patria. Bien comprendo q~j
aunque lo fuese, no por eso dejaría de tener lugar la emancipación C~I:
mo Jo tiene en el orden natural y civil, y como nosotros 10 tenemos bie~
ganada, habiéndonos hecho libres na sólo per es et líbram, sine debiéndonas hacer per vindictam; pero esto es uno algarabía poro el públief,
y lo que nos importa es darle verdades de aquellos de a macho mor·,
tillo.
La maternidad no tiene otro prinCIpIOque el de haber venido de o\ló
los que llaman primeros pobladores, y sucesivamente los empleod~,
aventureros, fugitivos, etc., etc., que por un portento semejonte 01 de I~
metamorfosis de lo guardia de Rómulo, se transformaron, no siendo f6.,
cil saber o qué atribuir lo mudanza de sus costumbres, si no es que 105,
ventajas de un suelo donde hallaban de qué subsistir y honores con qué!
figurar, los estimulase a ser hombres de bien. El cielo preporaba J:iOrl
este y otros medias la libertad de estos poíses esclavizados, cooperan(sd
(; ello los mismos tiranos contra sus propios designios.
:1
i
Al mismo tiempo que OCUPaban el suelo de América sus originorlOi
habitadores, y que se introducían los europeos, ton extranjeros c~~
cualesquiera otros, oprimían éstos la libertad en diversas partes del g"bo, disminuyendo lo rozo de los indígenas del país, y aumentando. el
número de los esclavos más o menos oprimidos, porte con el vil comercio
de los negros del Africa, y porte con lo descendencia de los emigrados
españoles. Ellos mismos trotaban de impedir o sus hijos lo ideo de diversidad que llaman degeneración de la especie humano, y este concepto era más común y mós arraigado en los españoles sobrevivientes. Así
lo sucesión de los primeros, menospreciada por los segundos, y sumida,
en el mós triste abatimiento por los que permanecían en el antig~
'Hundo, empezaba o ser uno generación mós hermanada con los indiOS
que con los europeos, y cuya madre no era la tierra de Europa, que los
miraba como degenerados, sino lo de América en donde nacían, que h>s
abrigaba en su seno, y de donde recibían el carácter de la degradación
Que los hacía inferiores o los europeos.
cr:1
¿De cuól de estas progenies ha sido madre lo Espoña? ¿De cuál
elfos ha sido patrio lo Península? No de los indios que ya existíanJy
que poco o nada tienen que agradecer o los españoles, habiendo ~00f
casi ningunos sus adelantamientos, pues en el contrapeso de los rrfles
,
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LA
BAGATELA
f~, de los bienes,
lo religión, que es el último recurso de los europeos, so'bre no ser Jo que estuvo en su intención, ha sufrido ultrajes con que'
ellos mismos la habrían desacreditado, si su propagación y consistencio
no fuese obro del Todopoderoso, o quien pretenden usurpar esta glorio,
'el orgullo y codicia de los hombres.
Tampoco es madre ni patrio de la casto de los negros. Horrorizo
sólo el pensamiento de que aspire 01 título de madre la que ha autorizado el tráfico infame de los negros, lo que ha cooperado a sus desgracias, la que ha estampada sobre sus frentes el sello de la esclavitud.
y si este cuadro es espantoso, ¿qué será el de los que con algunas¡
relaciones se han visto y se ven no menos desncturcllzcdos?
Seámoslo
en horobuena, y si lo emigración de nuestros padres y nuestro nacimiento en América nos ha hecho degenerar de nuestro origen español,
nado ejecutaremos con nuestro independencia que no seo conforme al
espíritu de los españoles europeos.-EI
Antenado.
P. D. Se ha servido usted honrar mi Bagatela, dándole un lugar en
su interesante papel, sin tomarse el trabajo de corregirlo y mejorarla,
pero su impresor no se olvidó de desmejorarla,
poniendo patriotismo
donde debía decir patrimonio, y sievos donde lo madre que los parió
no los llamaba sino suevos (1).
Noticios
muy gordas
De Cartagena escriben que se han recibido allí varios cortos de lo
Habano exhortándolos a lo esclavitud; que los oidores de Santofé se es"
~n
reuniendo en audiencia y aguardan al virrey Pérez paro venir a
$anta Marta; que mantienen correspondencia
con aquellas dos plazas
y esto ciudad. Entre tanto nosotros estomas divididos sutilizando y disputhndo puntos subalternos, ambicionando empleos, queriendo preeminendios, y animando o nuestros enemigos con nuestros escolósticos conclu"
'
(ll Nota del impresor.-En
esto oficina no se hace otra cosa que
~trasl~dar a los moldes los manuscritos conforme se le remiten; y así el
señor Antenado debió leer su carta para no cargarle a la imprenta los
)culpas de sus amanuenses, pues ena no hiso más que seguir los ori¡sinllles.
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ANTONIO NARIf;íO
siones. j Herederos pródigos, no sabemos hacer uso de un bien que si
nos ha venido a las manos sin trabajo! Mientras nuestros enemigos afio
Ion la espada paro degollarnos, los diputados del congreso se entretienen en buscar el lugar donde deben figurar, ventilan cuestiones teológicas y registran los autores que tratan de cisma. ¿Seremos por fin libres!
¿Hobremos adquirido este bien precioso sólo por tener el dolor de perderlo? ¿Qué dirá el mundo de nosotros? Tengomos vergüenza.
BAGATELA EXTRAORDINARIA
Núm. I le;>
Santofé, jueves 19 de septiembre de 181 l.
Tom . ./.
Noticias muy gordas.
Nos hollomos amenazados por tres puntos. Por Cartagena se confir~'
man las noticias de que el virrey Benito Pére:z:, no, es a Panamá sino¡p
Santa Marta que viene con la audiencia antigua de Santofé. Tolle~~
ha fugado para Santo Marta con su fmilia y seis mil pesos que le habícl
confiado el gobierno de Cartagena para la composición del dique. Dpn
Domingo Esquiaqui se ha denegado o que sus hijos vayan o la expedición contra Santo Marta, después de haberlo distinguido aquel gobierno con pasarle el despacho de mariscal de campo, y hécholo subinspector, protestando que pediría su pasaporte para la Habana. Don Pedro
Domínguez está de comandante de la Expedición del Guáimoro contra
nosotros. Don Francisco Vallejo manda otro trozo en la Ciénaga; y
Santa Marta, en uno palabra, es la pocilga donde se obriqon cuentos
malvados perdono o protege nuestra bondad americana. Sube o' ochqt
cientos hombres de tropa los que tienen yo clll nuestros enemigos.
Por el norte sobemos que Cúcuta est6 resuelto o unirse o Maracaibo,
y la tomo de Pamplona y de Girón será el resultado de los primeras
operaciones de nuestros enemigos por aquel lado.
De Popoyén, por el sur, ningún aspecto favorable presentan las COi
sos. Se ignoro el estado de Quito. Y sólo se sobe que Tacón ha tdma~
los medidos m6s enérgicas para hacerse a dinero, ganados y tropc$,
que en Popay6n tiene un fuerte partido ,que al paso que lo animan, c1e~
bilita nuestras fuerzas y aumenta nuestros peligros. Y nosotros, ¿c6mó.
estamos? Dios lo sabe: cacareando y alborotando el mundo con un sold
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LA
BAGATELA
huevo que hemos puesto. ¿Qué medidos, qué providencias se toman en
el estado de peligro en que se hallo lo patria? Fuero paños calientes y
discusiones pueriles; fuero esperanzas quiméricos, hijos de lo pereza y
de esa confianza estúpida que nas va o envolver de nuevo en las cadenas: el peligro es cierto y evidente, y los remedios ningunos.
¿En qué fundamos los esperanzas de conservar nuestra libertad? Par
fuera se aumentan los peligros, y por dentro lo desconfianza y la inacción. Lo patrio na se salvo con palabras, ni con alegar lo justicia de'
nuestro causo. Lo hemos emprendido, ¿Id creemos justo y necesario?
Pues o ello: vencer o morir, y contestar los argumentos con las bovo-'
netos. ¿Habrá todavía almas ton crédulos que piensen esccpcr del cuchillo si volvemos o ser subyugados? Que no se engañen: somos insurgentes, rebeldes, traidores; y o los traidores, o los insurgentes y rebeldes se les constiga como o toles. Desengáñense los hipócritas que nos
rodean: caerán sin misericordia boja la espada de la venganza, porque
nuestros conquistadores no vendrán o disputar con palabras como nosotros, sino que segarán los dos hierbas sin detenerse o examinar y apartar lo buena de lo molo: morirán todos, y el que sobreviviere, sólo¡
conservará su miserable existencia paro llorar 01 padre, al hermono, 01
hijo o 01 marido.
Lo experiencia de lo posado nos enseño bien clcrornente lo que nos
debe suceder y cómo nos debemos portar. Por el modo con que el antiguo gobierno trotó o 105 que proferían una palabra, o tos que hacían,
un gesto, se puede adivinar sin ningún esfuerzo cómo tratará o los que
se han descubierto, o 105 que han arrojado o los antiguos funcionarios,
"a los que han proclamado su libertad, y o los que se oponen a la nueva
domlnoclón: y por el modo con que se han portado todos nuestros enemigos o quienes hemos tratado con indulgencia, se puede también adivinar sin ningún esfuerzo, cómo se seguirán portando los que tratemos
de igual modo. Tolledo después de los que hizo en Mompós fue acogido
en Cortagena, agasajado, empleado finalmente por el gobierno, y se ha
marchado robándose el dinero que le confiaron paro una obro público.
Esquiaqui después de haberle pasado el grado de mariscal de campo y
'I'mtregádale la subinspección y la plaza, se niego con amenazas a que
sus hijos pleen contra 105 enemigas de nuestra causa. Domínguez se presenta descaradamente a la cabeza de 105 enemigas de su patria, y 01-
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ANTONIO NARIÑO
vidóndose del suelo en que nació, y de lo que le debe, expone su vida
para perpetuar nuestro esclavitud, con oprobio del nombre americano.,
Vallejo, Sámano, Gutiérrez, Mansilla, Cortázar y cuantos malvados hemos dejado escapar con vida, trabajan en nuestro destrucción.
No hay, pues, yo, más esperanza que la energía y firmeza del gobierno~
Al americana, al europeo, al demonio que se oponga a nuestro libertad,
tratarlo cama nos ha de trotar si lo perdemos. Que no hoyo fueros, pr¡~
vilegios ni consideraciones: 01 que no se declare abiertamente con sus
opiniones, con su dinero y con su persono o sostener nuestro causo, Se
debe declarar enemigo público, y castigarlo como tal. Esos egoístas,
esos tibios, esos embruJladores son mil veces peores que los que obíers
tamente se declaran en contra. Al que no quiera ser libre con nosotros,
que se vaya; pero al que se quede y no sostenga nuestro causa con calor, que le caigo encima todo el peso de la ley.
¡Abramos por Dios los ojos! La hora ha Jlegado: nuestra ruina es
irresistible si no nos unimos, si no deponemos todas las miras persono,
les, todos los resentimientos 'pueriles, y sobre todo, esta apatía, esll
confianza estúpida, esta inacción tan perjudicial en momentos tan crItices, Que el fuego sagrado de la patria penetre nuestros corazones 'i:
los inflame con la justicia de nuestra causa y los riesgos que nos am,~
nazan; que no haya mós que un sentimiento, un fin: que no se conozcan más distinciones de patria, de profesiones para defender nuestro
libertad, que el de ciudadanos de Cundinamarca; y finalmente, que no
se oiga más que uno sola voz: Salvar la potria o morw.
Núm. 129
Santafé, domingo 22 de septiembre de 1811 .
Tom. I
Pluribus unum
Carta de una dama al filósofo sensible
La naturaleza y lo amistad te ordenan, mi sensible filósofo, que vuelv..:IS a pasar otra dio 01 lodo de tu amigo. Después de tu partida, u"I
accidente de aquellos que na puede precaver nuestra previsión me redujo a la como, y he tenido que abandonar algunos principios de los'
estoicos cuando me apretaban los dolores de uno pierna que se "'"
dislocó bajando lo escalera. j Cuánto mós me habrfa consolado tu corfpañla, que los bravatas de Calistenes encerrado en su jaula insultando
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LA
BAGATELA
el pOder de Alejandro! Amo lo constancia y lo firmeza de estos señores
como te amo o tí; pero mis dolores no se alivian con suponer que no los
tengo, y o tu lodo estoy cierto que se minorarían. 5610 tos almas embrutecidas por los vicios son insensibles o los dulzuras de la amistad, y
no conocen to que puede hasta sobre nuestros males físicos.
'. Tu ausencia la hOI1 suplido Plutarco, Jenofonte, nuestro buen Platón,
'que tantas veces nos ha dado margen de criticar a un grande hombre'
en el delirio de su misma sabiduría, y de cuando en cuando tu devotoAristipo y el historiador de Anacarsis: Para darte una prueba de quesufro mis dolores con más provecho y con lo misma tranquilidad que
Calistenes (proporción guardada a mi sexo) voy Q remitirte un pedazo
de los traducciones que he hecho para divertirme. Ya tú sabes que no,
me contraigo o seguir lo letra del autor, porque como mis trcducctc-,
nes no han de salir o lo luz, s610 copio lo que más me gusta.
Oe lo Portio.
"Amor su patrio, es hacer todos sus esfuerzos poro que seo respe-'
todo por de fuero y tranquilo por dentro. Victorias o trotados venta-'
josas le atraen el respeto de los nociones; el mantenimiento
de kls
leyes y de los costumbres pueden s610 afirmar su tranquilidad interior .
.Así mientras Que se oponen a los enemigos del Estado generales y negociadores hábiles, es preciso oponer a lo licencia y a los vicios, QUe'
todo lo destruyen, leyes y virtudes que lo restablezcan todo; y de
aquí qué multitud de deberes, ton esenciales como indispensables po-o
ro coda clase de ciudadanos, para cada ciudadano en particular!
"Oh vosotros que séls el objeto de mis reflexiones, vosotros Que en
este momento me hacéis sentir el no tener una elocuencia bastante
vivo poro 'hablaros dignamente los verdades de que estoy penetrado:
acordaos sin cesar que la patria tiene derechos inmprescriptibles y sagrados sobre vuestros talentos, sobre vuestros virtudes, sobre vuestros
sentimientos Y sobre todas vuestros acciones: que en cualquier estado
que os hollareis, no seréis sino soldados en facci6n siempre obligados!
a velar sobre ella y a volar en su socorro al menor peligro!
\', "Para llenar ton alto destino no basta cumplir con los empleos quet
',Uo os confía con defender sus leyes, conocer sus intereses, ni derra~
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ANTONIO NARIt\iO
mor vuestro sangre en el campo de batalla o en la plazo PÚblicO~"
Hoy paro ello enemigos mós peligrosos que lo liga de las naciones
los divisiones intestinos: tal viene a ser la guerra sorda y lenta, per '
viva y continua, que los vlclos hocen o los costumbres, guerra tonto.
mós funesto cuanto lo patrio no tiene, ningún medio de evitarla 0';
sostenerlo. permitid que a ejemplo de Sócrates, pongo en su boca el
discurso que tiene derecho de dirigir a sus hijos.
"Aquí es que vosotros recibisteis lo vida, les dice, y que sabios inl!'tituciones han perfeccionado vuestra rozón; aquí nacisteis u Os ové.c.indasteis: aquí posasteis vuestra infancia y vuestro niñez: aquí di1
frutásteis los bellos e inocentes placeres de /0 edad deliciosa: oqut
crecieron y adquirieron vuestros miembros su robustez y su vig9r en;
tre los ejercicios de una juventud lozana. Aquí viven vuestros herl:.
manos, vuestros amigos y vuestros deudos: aquí estáis unidos o un+
consortes cariñosos y amables, que han reproducido vuestro existenci,
y propagado vuestra estirpe con uno dulce fecundidad: aqul yacen lo~
cenizas venerables de vuestros podres y vuestros abuelos, y están' de~'
positadas las reliquias honorlficas de los autores de vuestro vida. Mis I
leyes veJan sobre la seguridad del menor de lOS ciudadanos, y todos
vosotras habéis hecho un juramento, formol o tácito de consagrar
vuestros días o mi servicio. Ved mis títulos; ¿cuáles son los vuestros"
poro atentar o los costumbres, que sirven mejor que las leyes de fundamento o mi imperio? ¿Ignoráis que no se puede violar sin entretener en el Estodo un veneno destructor, y que un solo ejemplo de disolución puede corromper uno noción y serie mós funesto que la pérdida de una batalla?
"Feliz la Patrio, si o los virtudes con que se honro, no juntase una
indulgencia que concurre a su pérdida! Escuchad mi voz, hombres"
preciosas a mis ojos: yo he establecido leyes contra los crímenes, pero.
no las he decretado contra los vicios, porque mi venganza sólo puede1
estar en vuestros manos, y que s610 vosotros podeis perseguirlos con
un odio vigoroso. Lejos de contenerlo en el silencio, es preciso que
vuestra indignación caiga sobre lo licencía que destruye los costumbres: sobre los violencias, los injusticias y los perfidias que se oculten
a Jo vigilancia de los leyes: sobre lo falsa probidad, lo falsta modestia,
lo falso amistad y todos esos viles impostores que sorprende lo estimo.
ci6n de los hombres de bien. No digais que los tiempos se han mudado,
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LA
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y que es necesario tener mós consideración por el crédito de los culpables: uno virtud sin resorte es uno virtud sin principios, que desde'
el momento que no se estremece 01 aspecto de los vicios, ya está
manchada.
ni Qué ardor no se ampararía de vosotros si de repente se os anunciase que el enemigo tomaba las armas, que estaba en vuestras fronteros, que se acercaba a vuestras puertos! No es ahí que se encuentra en el día: es en medio de vosotros, en el Senado, en las Asambleas
de la noción, en los tribunales, dentro de vuestros casos. Sus progresos'
son tan rópldos, que si los dioses o los hombres de bien no detienen
sus empresas, será preciso bien presto renunciar a toda esperonzo d.
reforma y de salud (1).
"Hasta otro día, mi fol6sofo, tú no querrás que alargue mós mi corta con peligro de aumentar un poqllli\lo
fiebre que se me ha anunciada escribiendo. Si no continuare bien pronto tendrós lo demás de mis
traducciones; pero de lo contrario espero corresponderás con hacer uno
de
visita o
Tu amigo.
Diario de Sevilla remitido al autor paro que lo publique.
Todos los gobiernos tienen sus oscilaciones, a lo manero que los imperios sus épocas de exaltaci6n y de decadencia. A un gobierno débil
e ignorante le sucede otro sabio y enérgico, o 01 contrario. Tal es lo
condici6n del género humano, que es imposible establecer por mucho
tiempo el equilibrio político que nunca está más expuesto o vicisitudes
Que en los circunstancias extraordinarias de una crisis política.
En este estado todos desean un nuevo orden de casas, que traiga
consigo una saludable reforma. Todos claman por los elementos de la
prosperidad público, de la libertad civil, de la seguridad individual, en
una palabra, por uno bueno constituci6n. y en efecto, éste debe ser
.
el fruto de una santo revolución .
Esto no obstante, no siempre la mudanza e innovaciones en el go·
bierno son igualmente útiles y oportunas. No es lo mismo estor con( 1) Plato de Rep. l. 5 y 6.
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ANTONIO NARIt\lO
vencida una noéión de lo necesidaci de reformas, que estor seguro de;
las medios de verificarlos. El cómo, el cómo y cuándo deben hacerse,
es lo grande e importantísimo discusión que debe ocupar o toda duda":
dono en semejantes cosos. Ufano una nación por haber salido de la opre~jón monórquica, ha venido a ser en poco tiempo esc:lava de un déspota;
y descontenta otra con el gobierno democrático, ha experimentado luego los efectos terribles de una contrarrevolución.
Tampoco porque el pueblo pida las reformas, será una pruebo de que
sean necesarios. Todo lo que tienen de ventajoso las revoluciones, tierten de temible. Cado ciudadano quiere que prevalezca y domine su
opini6n, y se cree con igual derecho. Este es el tiempo de las conspiradones y discordias intestinas, y en que las pasiones adquieren un grado
de fuerza y energía extraordinaria, de que carecían en ti~mpa de calmo y' tranquilidad, y cuyos erupciones con dificultad, con dificultad los
leyes pueden contener, convirtiéndose los felices efectos que se prome~
tlon de una agitaci6n, en los resultados funestos de lo destrucción y de
lo anarquía. El Intrigante, el mol' intencionado y el ambicioso, o lo mo•.
nera que los emisarios asalariad6s por el enemigo, sólo trabojan en."
csespedozar lo opini6n público y el concepto del gobierno con ideos sediciosas y nottelos encontradas. Cado vicio y codo error tiene sus porti- ..
dorios y defensores. Los espíritus fuertes excitodos por uno filosofloA
cuyos principios son su orgullo y amor propio, todo lo repruebon y calumnian, sin otro objeto que el de satisfacer sus pasiones. Toda hombre
eúblíco tiene sus hechuras. Tan pronto se cree que el moderantismo,.
como que el terrorismo puede salvar a la patrio; y en esto lucho de opl",iones, los personas ilustradas que lloran en su retira los calamidades
públicas, que conocen que todos los gobiernos tiene .sus vicios inherentes, y cuón difícil es organizar una móquina política o un Estado, s614
espiran o aconsejar la fraternidad y la subordinación.
Al OrejÓl'l ingenuo dos polabro,.
Su último papel, señor orejón, manifiesta claramente que lo que usted menos tiene es esto de ingenuo. Cualquiera que lo reo con un paco
de detención conocerá que. usted Jo ha escrito contra su propia conciencio aunque no seo lo primera vez que escribe contra ello. Usted ha pedIdo alafia, sin que se le pueda ocultar o los lectores; y me porec~
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LA
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que el consejo que nos do de que lo miremos con desprecio y risa es un
consejo muy santo. Como yo no soy como usted obstinado y caprichudo:
lo abrazo en su obsequio: desprecio sus injurias, y me río de buena fey con gusto de aquello especie de arre medo de los muchachos, porque;
me parece que lo veo muy enfadado, dando pasos y sin poder arremedar
también al bagotelista. Bien conozco que es más fácil arremedar a un
orejón que a un hombre de mi humor; y la prueba es, que usted ha
sentido que lo arremeden sin poder arremedar; y yo le hiciera un regalo
y le diera un abrazo si viera que me arremedaba. No obstante, le advierto que contemplándolo ya bien castigado con el costo de lo imprenta y la riso de los burlones, no le contestaré más, aunque se le ant\)jel
o no, quererme arremedar.
•
CONVERSACION FAMILIAR
Entre Patricio '1 Floro, tenida en el Boquerón la tarde de1 2 de Septiembre de 1811. Sobre si le conviene a Santafé ser la ciudad federo:l
o centro del Congreso federativo.
••
'11
•••
PATRICIO.-Ya que Marcelio y C\isantro se separaron de nuestro compañía para ir a continuar su paseo por las dos Alamedas, en donde quizá hallarán algunos espíritus más acomodados o su genio
petulante y amibicioso, yo deseo, mi querido Floro, que prosigamos nosotros en este sitio solitario la importante materia sobre que
veníamos hablando. Varias veces te he oído discurrir sobre los
asuntos políticos del día con mucho tino, y quisiera oír de tu boca
decidida la famosa cuesti6n que 01 presente se agita en las tertulias, esto es, si será conveniente o no' el entregar nuestra provincia y ciudad para que sea la corte del congreso federativo.
FLORO.-Me parece que en eso no cabe duda, amigo Patricio, pues con
decir que esta es la corte se dice lo bastante poro parsucdlrnosj
que aquí vendrán los riquezas de todas las provincias a hacer
una arca común, y que por lo mismo refluirán en favor de este-91
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ANTONIO NARIÑO
público. No dudes que los diputadas de las estadas federadal
arrastrarán con algunas
gentes y caudales, y que éstos será,,!
otros tantos vecinos útiles que acrecentarán nuestra población:
que las tropas y guardias nacionales invertirán aquí francamentt,
el dinero: que los recursos entre las provincias y entre los individuos de unos provincias con otras, se dirimirán aquí, y que 10$11
embajadores de los potencias extraños, los pretendientes, las ortes, los conocimientos útiles y la misma felicidad valoró presuroso
o posor en Santafé, haciendo aquí su mansión perpetua. Así par
estas razones como por otras igualmente proficuas a nuestro bien
público, es indisputable que nosotros no debemos despreciar esta'
gran felicidad que se nos presenta por sí misma, y que sería una
demencia na darle asiento al congreso general del reino cediéndole nuestro territorio paro lo federación común.
PATRICIO.-jOh
amigo Floro! ¡Qué pinturas ton agradables y seduete-,
ros se ha formado tu fantasía! j Qué bellos imógenes vuelan ant.
tus ojos! Oye, pues, lo que te voy o decir sobre este asunto. Sil
las opiniones no estuviesen ton encontrados, no habría ton 9ron'J
des disputas; pero lo verdad se descubre por este medio; y as'
te expondré sencillamente
mis dudas, haciéndote ver que n4'
convenimos en ideos sobre esto delicado materia.
FLORO.-Pues expónlas y nos aclararemos, que deseo oírlos con prontitud, supuesto que lo tarde y el sitio nos presentan lo mejor oportunidad,
PATRICIO.-Yo
creo, si no me engaño, que ciudad federal es aquella
donde tiene su asiento el congreso federativo, en cuyo terreno adquiere propiedad, y en cuyo recinto ejerce este soberano cuerpo
los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, estando también a su
cargo lo económico, militar y gubernativo: y hasta los mismos
asuntos de policía le son peculiares oí congreso en aquel recinto
donde ejercía lo soberanía en su llena. Par tanto, pues, lo provincia donde éste reside debe despojarse de todos sus poderes y
representación, para d,i,mitirla en obsequio de las provincias: no ,
creo que esto le sea favorable a alguna, antes por el contrario,
muy perjudicial. Por eso es que tenemos ya ejemplar de haber'
los americanos ingleses comprado un territorio que no pertene-
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LA
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ciese a las otras provincias, paro fijar en él su congreso. No le
sería éste muy útil o Filadelfia, cuando na lo conservó sino hasta
el año de 1801 en que se pasó o Washington, ciudad federal erigido con este designio, después de haber andado por cuatro sitios
circulando este respetable cuerpo, según consto en popeles públicos.
FLORO.-Yo creo, buen amigo, que te engañas demasiado en tu mooa
de pensar, y voy o demostrarlo en pocos palabras. Es indiferente
poro nosotras ejerciéndose aquí lo soberanía y recibiendo todos
los bienes que te tengo dicho por ser este el asiento de la corte
federativa, el que sea por nuestras manos o par las de otras provincias. La felicidad no consiste en tenerla, sino en que se ejercite y promueva activamente en nuestro territorio, y no sólo la
de uno provincio, como le sucede o las demás, sino la de toda~.
ellos unidas y centralizadas en nuestro suelo territorial. He oqul
en lo que consiste toda .nuestra utilidad y representación decoro~
so: esta será siempre efectivo, o pesar de tus débiles y tristes reflexiones, porque Santafé en la posesión de patria común, no puede
menas que disfrutar de las referidas conveniencias.
PATRICIO.-jTe
engañas, amigo mío! Sería necesaria siendo esta ciudad federal desnudarnos de todas nuestras privilegios y prerrogativas, porque perderíamos la libertad quedando reducidos a unos
verdaderos colonos, y nuestra patria hecha un presidio como
Ceuta y Melillo, cuyos hijos ni eran españoles ni africanos, sino
unos entes anfibios en el sistema civil. Diga que perderíamos
la
libertad, porque siendo uno de los privilegios de ésto obtener los
tres poderes en ejercicio de su soberanía, tendríamos que recibir
la ley, ser juzgados y mandadas por otros, mientras que las otras
provincias no perdían este precioso derecho, pues uniéndose federativomente
conservaban su soberanía provincial, y o mós de
eso tendrían un congreso que velaría por todas, poro aquellos
asuntos generales que a ellas no les correspondía.
Tendríamos
que ceder íntegramente
nuestro erario y refundirlo en la orco
nocional, pues siendo así que todas lo conservarían dando sólo su
respectivo contingente, nosotras no reservaríamos nado, sino lo
tendríamos que dar todo, tendríamos que ceder totalmente nuestras armas y nuestros saldados, cuando los demás sólo tendrían
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ANTONIO NARIt'lo
que dar un determinado número de hombres, y ésos sin armas.
En uno palabro, todo lo dorlcmos sin reservo, hasta lo soberanía
del pueblo, de quienes no somos más que unos meros depositarios:
sus armas, sus tropos, su erario, su territorio, su ciudad, sus pueblos, sus cosos. .. En fin, todo, todo, sin reservar nodo lo vendriamos o ceder forzosamente...
j Qué bonito felicidad lo que
nos venía!
FLORO.-Quizá esa exccerocron es demasiado hiperbólica; mas sea lo
que fuere, ello no hoy dudo que esto se felicitaba, porque Santafé reasumía su antiguo título y derecho de capital del reino, que I
ha perdido por un efecto de patriotismo y beneficencia singu~
lar .. " y por estos cortos sacrificios se verían prosperar los lugares de su comarca, que s610 esperan un agente activo que Iqs
anime. SI, amigo mio: o cambio de que los pueblos prosperen sedebe sacrificar generosamente
los que mondan y renunciar a,
todo beneficio particular. El bien PÚblico es '0 11Iprema ley, se."
gún Platón, Aristóteles, Tulio y demás sabios políticos.
r
PATRICIO.-Yo
jamás negaré esto último verdad que has profei'idÓ;:,
pero a lo demás te digo que eso se me asimilo o este cuentecilto'
que te voy a referir. Un sujeto le proponla o otro que le compondría su coso, porque estaba muy abandonada. Le decía que
la colgaría muy bien, que lo hermosearia móravillosamente, que
le pondría columnas, cornisas, capiteles, fuentes, jardines y todo
género, de adornos, pero con lo condición de que cediese lo propiedad' y entrase en el número de sus criados. Es cierto que lo
caso se compondría con todo lo dignidad posible, mas el 'dueño
jo perdería sin remedio, y de lo condición de señor posaba o lo
de siervo. -Oh,
qué maldito cambalache, qué contrato ton ridículoexclom6 el otro: -yo
me contento con mi desaliño y
renuncio lo hermosura de uno alhoja que siendo mía la tengo
de perder, y nada me importo en ese caso el verlo ton beneficiado--. ¿Me entiendes, amigo Floro? He aquí, ni más ni menos,
pintada la suerte de Santafé y su provincia: no hoy dudo que
podría recibir algún aumento; pero también es indudable que
perdíamos lo finca.
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LA
BAGATELA
FLORO.-Ahora es cuando he quedado desengañado plenamente de mi
error. Dices muy bien, me has persuadido con el cuentecillo; y
aun añado que podría suceder otra cosa peor, esto es, que con el
tiempo se mudase el congreso o otro lugar, y ya quedaba con
esto ocurrencia despojada nuestro ciudad de todas sus propledcdes, o quizós las perdería mós infelizmente, quedando en el esta~
do de no ser corte ni provincia. Entonces ni tendría erario ni crmos, porque todo desaparecería como el humo, y quedaría semejante o una finca de jure devoluto, en lo mayor miseria, sin poder
jamós mejorar de suerte. Vuelvo a decir que me convencen tus
rozones y que o ellas nada tengo que oponer.
PATRICIO.-Aún
hoy més. Hemos jurado lo Constituci6n, y fuera nenecesario derogar todos sus artículos, echando por tierra .este gobierno constituido, poro poder ceder nuestro ciudad 01 congreso,
lo que sería un crimen de leso patrio, y no creo que entre nosotros hoyo olmos tan viles que se atrevan a imaginarlo, ni que
se les permito su ejecución bajo de nrngún pretexto.
FLORO.-Estoy en todo cuanto has dicho; pero óyeme esta reflexión
que se me ha ocurrido en el acto. Hay otro remedio de conciliar
los intereses de Santafé con los de (as provincias, y es que sín ser
Sontofé ciudad federal, o lo que es lo mismo, conservando su soberanía provincia', fuese también el asiento del congreso; pues yo
a la verdad no veo que sobre este punto pueda ocurrir ningún inconveniente.
PATRICIO.-No hoy dudo que esto podría ser así; y aun me parece
que en el Norteamérica sucedi6 lo mismo hasta que emigró el
congreso o Washington. Mas yo terno que dos saberanos en uno
misma ciudad no pueden convenirse paclficamente, porque se destruyen uno a otro, y se llenan de parcialidades y de bandos los
lugares, como ya lo hemos visto en el difunto congreso, que apenas nació cuando fue arrollado da un modo tristemente misterioso. No seré regular destruir la soberanía de nuestra provincia por
mantener lo de las provincias unidas, pues en este caso nos convenía aquel refrán: De afuera vendr6 quien de tu cosa te echaró;
y así, mejor es que el congreso se forme en otro lugar, pues derogarse la constitución no se puede, convenirse dos soberanos,
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ANTONIO NARII'íO
tampoco; de donde infiero no hoy otro medio que no hacer el
congreso en esto ciudad, sino buscar un territorio que no pertanezca o los otras provincias.
FLORO.-Seria un dolor que el congreso no se hiciese en Sontafé, ..,.
que perdiésemos el augusto privilegio que gozan las grandes cortes o asientos de los reyes, por unos vanas sofismas y cavilaciones
insulsas! El congreso y la junta supremo p~eden permanecer en
un mismo!ugar, por ser distintos sus atribuciones; pues bien sobldos, son los asuntos que corresponden al congreso y a las juntas
provinciales cuyos derechos pueden quedor bien transados, extendiéndole o nuestro diputado con bastante claridad lo instrucción
y poderes, e fin de qu~ entre él y los, otros hoya un recíproéo
procedimiento de bueno fe y armonía, requisitos esenciales poro
que puedo lograrse lo perfección de esto grande obra.
PATRICIO.-Estoy convencido, mi querido Floro, de que pueden ester'
juntos am~as soberanías por lo distintos de sus atribuciones, ;Iy,
que esto le es tan útil o Santofé, como o los demás pI'OVi,:,cia~.,
1
porque 051 prosperan con el tiempo, boja lo protección de u~
y otros representantes. También, ~ de advertir, que no hay
Jugar en todo el reino que seo más útil paro ellos mismos, como
lo es éste por su temperamento benigno, acopio de alimentos, eolegios, bibliotecas, edificios, hombres Instruídos,
armas, tropas,
paseos amenos, aguas salutíferos...
En fin, en todos ramos y
en todo género de bienes de olmo y cuerpo, no me parece hay un
sitio más e prop6sito; y 0$/, apruebo tu pensamiento.
.1'"
FLORO.-A más de lo dicho, el congreso ha de extender lo acta 4~
unión, ha de dar uno constltuci6n, y uno y otro se han de ratjfi~
cor por las provincias, de donde ha de resultar el convenio y las
atribuciones que o codo uno correspondan. Con este poso no hoy
yo motivos de desavenencias ni de incomodidades, y es lo que le
do firmeza o uno y otro cuerpo. Creo, pues, que no tienes dificultad alguno sobre lo dicho; y así moñona en este mismo lugar
conferenciaremos acerco de otros asuntos, pues el bien de lo po#
trio nos trae inquietos, y es necesario instruirnos poro no cfiocór
en los principios dementa les.
I
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LA
BAGATELA
PATRIC/O.-Está
corriente, amigo mío: pero te advierto que paro la
conversación de mañana debes traer todos los papeles que se
han dado a luz desde que empezó lo revolución de España hasta el día, respecto a Que tienes 105 de lo Península y de lo América. Por Jo combinación de ellos te haré ver (como te ofrecí eso
otro tarde) Que tonto en aquellos provincias como en los nuestros,
ando el espíritu napoleónico disfrazado bajo el especioso nombre de patriotismo, no siendo en realidad otro coso que un egoísmo refinado.
FLORO.-Yo no he dudado jamás, que esa política desoladora es la dominante en .nuestro época; pero a bien que mañana. trataremos
. ese asunto analíticamente, y haremos por echar por tierra el tnfome imperio de lo rivalidad, Que todo /0 entorpece y ridlculizc.
Adiós, pues, mi amado Patricio.
PATRICIO.-Adiós,
mi querido Floro, hoste mañana, y no me olvidaré
de traer también mi plan manuscrito sobre lo confederación ge. neral de lo América españolo, o fin de que no se eche sobré ello
el tirona común, como lo tiene ofrecido.
N(¡m.
13
Santafé, domingo 29 de septiembre de 1811.
.Tom. I
PLURIBUS UNUM
DI6Iogo entre Cotona,
fOTORRA.-Buenos
pT AOLA.-¿Qué
don Ignacio Otaola y .1 doctor Munar
días, mi amo don Ignacio.
tenemos, Cotorro?
tOTORRA.-Chispatus,
,
chispatus;
todo onda revuelto.
OTAOLA.-j Que siempre has de estor tú con tus latines! ¿Qué diablo
de chispatus son esos?
COTORRA.-Esto es moña que se nos pego o 105 criados del colegio, y
'¡ambién se suele pegar a 105 amos, que 105 escupen parecidos alas
míos ,hasta cuando hablan con las mujeres. ¿Pero dígame su merced si
yo 'no echara mis latinatus cómo habían de saber que había estado en
íel colegio?
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ANTONIO NARIt'io
OTAOlA.- Tienes rozón; pues aunque el idioma se ha hecho sólo PQf'
oue nos entendamos, los tuyos son ton cloros que bien los puedes decir tú V tus amos hasta en los chicherlos, cuando quieran que los conozcan par ex-colegiales. Pero vamos o esto del cihspatus, y procuro
hablarme en castellano, parque éste estó ton intrincado que me hes
perdido, y te confieso que no sé lo que quieres decir.
COTORRA.-Mire su merced: en el día se dice chispa y chisposo o tOlitos cosos que yo en castellano tampoco lo entiendo. Todo está divididc
en partidos, y yo los oigo llamarse chisperos: unos se alegran cuando los
tlarnan así, y otros se panen bravos. Lo cierto es que cuando formaf\i
algún enredo, con su mós y su menos, o hay alguna novedad de oque\l~
que se cuentan en .secreto o todo el mundo, dice que anda la chis".
Hoy chisperos alto. y bajol, como lo he oído o su merced que tienen IlIlS
ingleses su porlimento.
OTAOLA.-Ese tu porlimento, Cotorro, c.·estó en latín o en eostellonoJ
COTORRA.-Si su merced me entiende, estó en castellano; y si no,
lo he cogido en dos puntas. Pero dígome ¿cómo le va o su merced de
moles?
)!
yt
OTAOLA.-j Perdido, mi buen Cotorro!...
Yo me ves tendida en lo
como, ciego y privado de mi único recreo, que eran los libros. Si en el
dio estuviera sano y con vista, quizá no los leería, porque la ciudad
ofrece o coda poso lecciones vivas, que no hay necesidad de abrir libros
poro saber lo que otros han hecho, cuando podemos estudiar lo que debemos hacer; pero en el estado en que me hallo, sólo un roto de conversación puede suplirme esos faltos; y así cuéntame qué chispas on¡
don ahora.
'
COTORRA.-jCarambo,
mi ama! Andan muchas y gordos; pero hoy no
se los puedo contar todos.
OTAOLO.-Muy
cipoles.
COTORRA.-¿Por
cjuién sabe si...
criollos ...
bien; no sean todos, pero que sean de los más pril't-
dónde comenzaré yo?..
Por...
na...
tampoco.,!.
vaya par éstas: andan ahora chispos chapetonas y
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LA
BAGATELA
OTAOLA.-j Quién diablos te entiende, Cotorra, con ese tu lenguaje,
aunque hablas ya en castellano!
COTORRA-Poco
o poco, mi amo don Ignacio: tampoco entendería
,su merced a los más sabidos, si les hablara sobre estos materias. ¿No le
he dicho que hay partidos, y que cado partido tiene su chispa? Pues esto quiere decir la chispa chapetona y criolla. Los pobres chapetones andan quién sobe cómo; yo los veo unas veces tristes y otros bravos; ya
se ve, los querían tanto! A mí me do lástima, y no sé si tienen razón o
no. Pero aquí dentra mi amo doctor Munar, y él quizús nos explicará
esto mejor.
MUNAR.-¿Qué cháchora tendrá aquí el señor Cotorro? Ya le estará
calentando a usted lo cabezo con sus cuentos y sus tatines.
OTAOLA.-A tiempo llego usted, mi doctor
está hoy tocado en la milinaria.
Munar;
porque Cotorra
MUNAR.-j y bien! ¿Qué cuento trae hoy entre monos?
COTORRA.-Esto
del chispatus, mi amo doctor.
MUNAR.-¡Chispatusf,
malvado, nodo se te escapa, yo te entiendo.
Tú eres el mayor chispero en medio de esos tus andrajos y molo figuro.
COTORRA.-Pues a fe que o su merced no se le va en zaga y paso por
uno de los más calientes chisperos.
MUNAR.-¿Chispero
yo?
COTORRA.-Sí, señor, y bien chispero; con solo la diferencio que e,
su merced chispero eclesiástico. Porque ha de saber, mi amo don Ignatia, que como te he dicho que hoy chispas criollas y chapetonas, las
"ay también eclesiósticos; y éstas quizós son los más temibles.
I
MUNAR.-Bribón,
¿qué entiendes tú por chispos eclesiásticas?
COTORRA-j Bonito está; hágase su merced el desentendido! Los de
mi amo L. .. los de mi amo T. . . y los de tontos eclesiásticos y podres
de los conventos, que predican, que escriben, y que nos aconsejan a los
simples ¿qué son sino chisperos, para quién sobe qué?
OTAOLA-Verdaderamente,
doctor Munar, yo he oído a personas senque en su cuerpo de usted hay algunos que sin reflexionar los
I consecuencias se mezclan en asuntos políticos y sostienen opiniones pe¡¡¡grosos por una inconsideración imperdonable.
I setos
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ANTONIO NARIf'lO
MUNAR.-j y qué! ¿No somos nosotros ciudadanas interesados en fa
suerte del gobierna? ¿No podremos opinar como el último de los del
pueblo?
OTAOLA.-Sí señor, pueden vuesos mercedes opinar en todo lo que nci
traigo sangrientos consecuencias; ¿pero qué parece un sacerdote soplando el fuego de lo discordia en nombre del Dios de lo paz? En el día er;'
menester uno ignorancia grosero y pueril poro creer que hoy hombres
que nacen con sangre real y con derecho paro disponer desde lo cune
ce nuestros vidas y haciendas; y no obstante los eclesiásticos poro SOSi"
tener esto absurdo y ridículo opinión, fomentan lo división entre IdS
ciudadanos, predicando y exhortando que obedezcamos otros cutoridqdes que los que nosotros mirsmos hemos constituído. ¿Cómo salvarón ta
irregularidad y responderán o Dios si del choque de estos opiniones se livonto uno guerra civil y nos degollamos los unos o los otros?
COTORRA-Y
esto está bien cerco, si mi amo doctor Munar no sole
por ahí predicando lo verdad como Cristo nos enseño y diciéndole o I~
chapetones que no sean simples, que l. que nos conviene es vivir tad~s
en paz y no irnos a motor por disputas que no entendemos.
MUNAR.-Calla,
majadero: así va todo, yo hasta los patojos quíeréh
disputar con los teólogos y dar voto en lo que quizó no alcanzó en atrios
tiempos el angélico maestro.
COTORRA-Pues
bien, yo me callaré y que hable sólo mi amo cion
Ignacio, que a fe que a él no le ha de decir su merced que no entiende
01 maestro Angelito.
OTAOLA-No
hay duda, doctor Munar, que lo confusión de ideas es
Quizás más peligroso en una revolución, que las mismos poslones,
iCuántos hay que porque soben de une ciencia quieren hablar de todcs!
;Cu6ntos hombres conoce usted que por sostener un capricho, una de
aquellas opiniones de hábito, secrificcn sus verdaderos intereses! Yo
les he hecho ver a algunos españoles amigos míos cómo creyendo sostener la causo de C6diz, sostienen lo causo de los franceses par dejarse
llevar de una ideo que sería buena en otro tiempo, pero que en el díad
nos es sumamente perjudicial.
I
MUNAR.-¿Conque
usted con todo su juicio y estudios también lIevh
que tantos desórdenes como estamos viendo son mejores que aquel 50-,
siego que goz6bamos antes?
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LA
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OTAOLA.-Sí, señor, y no porque me gusten estos alborotos. Las cosos
que usted ve en el día son consecuencias del tiempo y del incendio en
que parece quiere Dios abrasar el mundo entero. Pero supuesto que ya
nos vemos en lo alternativo forzoso de sufrirlos o caer boja el yugo,
,espantosa de los franceses, yo prefiero estos pequeños desórdenes o 10'
eterna esclavitud que se nos espera.
MUNAR.--Canfieso que bien examinadas las cosas, su modo de pensar
de usted me hace fuerza; ¿pero cómo hiciéramos poro que todos se desengañaron, y persuadidos de que yo es imposible volver 01 antiguo es¡todo, viviéramos a lo menos en paz en el que nos hallamos?
OTAOLA.-Ninguno
mejor que usted y los demás ministros del Altor,
pudieran lograr este intento con el influjo y poder que tienen, si desengañados, como ya lo está usted, se contrajeran 01 espíritu del Evongelio, y abandonaran esa menía de ir a registrar libros, aunque la razón
y su conciencia les esté gritando lo que deben hacer.
MUNAR.-Verdaderamente,
mi don Ignacio, que usted me hace adver'\tir lo que me ha sucedido muchas veces. Yo me he puesto a pensar que
Jos gobiernos no son el fin paro que hemos nacido, y me he dicho: osl
como uno gobierna su casa porque vive en ella, y no vive en ella sólo
paro gobernarla, cisí también los gobiernos no deben ser otra cosa que'
un modo de mantener el buen orden en (o gran familia de la sociedad;
luego saco por consecuencia que mejor ha de gobernar la casa su dueño,
por estúpido que sea, que un forastero que mañana se ha de marchar!
o su tierra, y que después nado le importo que se caiga. Pero luego
vaya registrar las opiniones de nuestros moralistas y teólogos y me me~en toles escrúpulos, que para salir de ellos me atengo a sus opiniones,
y me vuelvo a mi antig,uo estado.
COTORRA.-¿Con que su merced cree más la letra de molde que o su
razón y su juicio?
MUNAR.-Esto es asunto largo, y yo tocan en la Verocruz. Otro día
continuaremos, y por ahora lo que importa es que suspendamos el jui'fiO hasta ver cómo siguen las cosos; porque yo, como no nos toque o la
I religión, lo demás se puede ir sufriendo con paciencia, y el tiempo nos
I dirá si perdemos o ganamos.
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ANTONIO NARIÑO
Uno palabra al señor Montalvón.
Es coso muy célebre oír o los criticas de Lo Bagatela levantarle mil
testimonios que ni ha dicho ni ha pensado; y luego aconsejarle que no
pierda el tiempo en contestaciones. Conque lo que quieren es que se:
deje insultar en sus opiniones y que apoye con el silencio lo que ni pien~
so ni siente. ¿Dígame el señor Montolván, si es lo m\smo vituperar el
que adoren las piedras con unas figuras, medio señaladas quizá de un
mico, que negar la adoración a los santos? ¿Si es lo misma vituperar'
que el sayal de lo penitencio se vuelvo moda, que el aborrecer o los
frailes? ¿Si es lo mismo decir que no se do un dote para que se casen~
cuando se dan tantos para que se ordenen y se metan monjas contra su
voluntad, que el ser enemigo del celibato, del estado eclesiástico y mol
nástico? Es lóstima que un hombre del gusto y de lo ciencia que anu,,~
da el señor Montalván, no se contraiga a criticar lo que realmente
molo en La Bagatela, no por perversidad de corazón, sino por poco instrucción; pues no habiendo leído más que 01 majadero de Montesquie~f
y al pobre Filanquieri con los papeluchos del norteamericano, no es mu.~
cho que diga mil disparates. Pero oiga, señor mío, como el amor propíe I
nos sugiere siempre algún recurso para hacernos creer que valel'rlOlf,'
algo, si La Bagatela, me digo yo, tiene tanto que criticar ¿cómo es que
hombres de talento, como el señor Montalván ,tiene que apelar a mlll'ltiras y tergiversaciones poro criticarla? Pero es preciso recibir algún
consejo, y sea el de no perder el tiempo, como me dice, en contestarlo.
he:t
Núm.
141'
Sontafé, domingo 6 de octubre de 1811.
Tom. 1.
PLURIBUS UNUM
Contestación a la carta que don Ramón Liteeeu.
nOI
dirige en el
AliOlI
lIe Carta.eno.
Señor anagramista; yo voy o corresponder o lo fineza con que lJSted
me cuento los chismes que ha oído en esa ciudad, poro que usted pon~
ga mis descargos en noticia de sus tertulianos políticos. Confieso de
bueno fe que no !o podré hacer en el mismo estilo en que viene su cor"
to; pero, amigo mío, usted tendrá lo bondad de convertir en desvergüenzas
mi sencillez y en dicterios mi moderación. Aunque tengo humor de 8$-
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LA
BAGATELA
cribir bagatelas, no me hallo en disposición de calentarle
orejas desacreditando al gobierno de eso provincia.
a usted las
En el número 3, a la página 11, estampé con mucho razón que hasta aquello fecha se hobian dicho veinte mil bagatelas en todo el reino,
en punto al gobierno que nos convenía en las actuales circunstancias,
Los amigos de usted quieren deducir que es falsa la proposición, porque en Cartagena seguramente no se ha escrito una sola bagatela sobre aquel particular. Se les exalto lo bilis, alaban sus papeles públicos
porque han corrido bastante, y vomitan todo su veneno político contra
lo capital del reino. Ahora pregunto, mi amigo, ¿qué conexión tiene un
papel privado como el mío con lo representación pública del gobierno
de Sontafé? .. iQué mal ajusta sus discursos o una buena lógico el
que arguye maleza en el todo por la moldad que supone en una pequeña
parte!
Poro apoyar lo juicioso de mi pequeño proyecto contenido en el número 3, página 20, oigo usted lo que dice en este punto Un célebre escrttor hablando de Anficción, hijo de Deucalión, que reinaba en Termópiles (1). "Este príncipe sabio y muy afecto a su patrio, hizo serias
reflexiones acerca de la positura y circunstancias en que se hallaba entonces la Grecia. Como ésta está dividida en muchos soberanías iIl\fe·
pendientes unas de otras, le pareció que semejante división podía ser
origen de enemistades y ocasionaría guerras intestinos que facilitasen
cualquiera empresa contra la noción o los pueblos bérberos que lo rodeaban, quienes la podían oprimir con facilidad. Poro evitar ton eminente riesgo, puso Anficción todo. su conato en enlozar los diferentes
dominios de la Grecia por medio de uno ligo común a fin de que estando estrechamente
unidos con los vínculos de lo amistad
procurasen
unánimes defenderse contra el enemigo común y hacerse temibles a las
nociones circunvecinas.
Con este fin formó una confederación entre doice ciudades griegas, cuyos diputados se juntaban e~ Termópiles dos veces 01 año. Este célebre congreso se denominaba el Concejo d. los on·
ficciones, con alusión al nombre del que lo había establecido.
"Codo ciudad enviaba
determinaciones,
sin que
dos diputados, que tenia n dos votos en las
las más poderosos tuviesen prerrogativas
ni
(1) Origen de las leyes, f. 39, pág. 38.
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ANTONIO
NARIt'lO
preeminencia alguno. Esto igualdad .era consiguiente o lo libertad de
Que se jactaban todos estos pueblos. El juramento que hacían los diputados antes de ser instalados, es muy notable paro dejarle posar en
silencio. Esquines nos he conservado la fórmula. Estabo concebida casi
en estos términos: juro de no .inquietor jamás a ciudad alguno de las.
comprendidos en el anficcionodo, y de 'no impedir ni desviar la corriente
de sus aguas, así en tiempo de guerra como en el de paz. Que si org¿n
pueblo emprendiese semejante atentado, me obligo o hacerle la gue,ra
arrasando sus ciudades, villas y lugares.
"Se debe contemplar lo junto de los onficciones como las cortes ¿
congreso de los estados generales de la Grecia. Los diputados que com~1
ponian esto augusto compañía representaban el cuerpo de lo noción .,
tenían poder absoluto paro concertar y resolver toda la que les pare~
ciese 'más ventajoso o la causa común. Su autoridad na se limitaba <t
sentenciar sólo las .ccusos sin apelación; sino que tenían aun facultad
poro levantar tropos que obligasen o los rebeldes o ejecutor sus sentencias: 'de cuyo dilatado poder y crédito nos don uno pruebo muy sufi('iente las tres guerras sagrados emprendidos en diversos tiempos poi
orden de los anficcíones.
"El derecho de diputar o esto espeéie de estados generales se ten¡¿¡
en lo Grecia por mucho honor. Bastaba lo menor señal de infidelidoá
o lo patrio paro no ser admitidos, lo que se verificó con los lacedemp-'
nios y focenses que por algún tiempo fueron excluidos. No se obtenfa
el derecho de entrar de nuevo o esta junta si no se reparaba la' falta,
cometida con hechos que acreditasen el servicio e inclinación o la patria.
"Los grandes políticas fueron siempre de dictamen que el mejor me-,
dio de hacer firmes y duraderos los establecimientos que se formaban'
era el de ligaríes o la religión. Con este fin recomendó Anfictión a su
concejo el cuidado de proteger el templa de Delfos y el de conservar sus
riquezas. Pero su principol objeto, como llevo dicho, fue el de establecer
entre los diferentes estados de lo Grecia el convenio que era necesario
poro lo conservación del cuerpo de lo noción y paro formar un centro 'de
reunión que asegurase poro siempre uno correspondencia recíproca entre sus diferentes pueblos,
"Correspondió el efecto o las intenciones y esperanzas que este príncipe, pues muy luego se hicieron comunes las intereses de lo potria en-
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LA
BAGATE-LA
tre todos los pueblos .de la Grecia. No formaban más que una sola república los diversos estados de que se componía eso parte de lo Europa;
unión- que hizo o los griegos formidables paro con los bérberos. Los enficciones fueron quienes pusieron a salvo la Grecia a tiempo de lo ínvcsíén de Jerjes. Por medio de esta asociación ejecutaron los pueblos
grandes acciones y se sostuvieron mucho tiempo con la mayor distinción."
Ya ve vuesa merced, mi amigo, que hay notable diferencia entre el
Consejo de 'lo. anficcione. y el gobierno del Norteamérica; y sin embargo de eso, uno y otro sistema gubernativo se apoyaba sobre bases'
federales o de compañía. Mi proyecto se acercaba más al anficcianadO'
coe o la federación del Norteamérica, y no me aportaré de esa opinión
hasta que los grandes ingenios de los tertulianos políticos de esa ciudad
me convenzan lo contrario cón razones sólidos y fundamentales. Los
sarcasmos Y desvergüenzas no hacen otra cosa que acalorar las disputas en perjuicio del descubrimiento de lo verdad.
En cuanta a que esta capital desde el principio de la revolución (como expone vuesa merced) poseída de un furor de dominar trató de
anular los derechos de las provincias poro engrandecerse a costo de
éstos, debo decir a vuesa merced que semejantes especies llevan con-o
sigo la falsedad más vergonzosa. Todo el que lea sin preocupación lo
convocatorio del 29 de julio de 181'0, hará a Santafé el honor que se!
merece por su conocido desinterés y patriotismo; pero, señor don Ramón,
los envidiosos y maldicientes (como vuesa merced habrá experimentado) procuran convertir en vicios los virtudes más sublimes, cuando
ellas se hallan adornando los personas de sus rivales.
Concluyo diciendo a vuesa merced que encuentro una grande oposición en el Argos americano, cotejando el estilo de la página 213 con.
el de lo 223; y semejantes contradicciones son muy ruborosas, prlnci.dpalmente en papeles que huelen a ministeriale.. Es de vuesa merced
afecto estimador,
El autor de La Bagatela.
P. D. Vuesa merced, señor don Rom6n Liteceus (que según su anagrama
es uno de los redactores del Argos Americano) trabaje un manifiesto'
que compruebe la necesidad que tiene la Nuevo Granado de abrazar
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ANTONIO NARIÑO
el sistemo federol. de Norteamérica y ventajas que de ello le resulten;
y yo en medio de mis bagatelas ofrezco o vuesa merced, poniendo de,
Juez a todo el mundo político, manifestarle lo absurdo de semejantE
J::f'oposición.-Vole.
Señor Reelactor de La Bogatela.
Mi amigo, he perdido muchos noches el sueño y he tenido los díos
más amargos 01 conjeturar lo triste situación del Nuevo Reino de Granado. Este se halla despedazado en tontos soberanías cuantos corregimientos tenía en el antiguo gobierno, o mejor diré anárquico, en el
todo y en sus partes caminando o su perfecto disolución, y expuesto a
ser la preso de cualesquier invasor; amenaltado por Santa Marta, por
Popoyón y por Maracaibo, por Guayana y por Panamó, lleno de partidas discordes, sus provincias, sus ciudades, sus pueblos, sus familias y
sospechosos unos de otras; lleno de regentistas,
egoístas, antipotriotos o hijos desnaturalizados: ¿para qué es collar esto si es público y .
l'IOtoria, cuando ya nuestros enemigos se ríen de nuestros desgracias yI,!
se complacen de nuestro pérdida? Este lamentable cuadro se nos presenta, pero no para Que caigamos en desmayo ni en abatimiento, sino paro,'
que lo remediemos y trotemos de salvarnos en lo mós desesperado de"
l'IOufragio. iDignos representantes de los provincias, que os hollóis e.
la capital!: 5610 vosotros nos podéis salvar, apresuróndoos a uniros .,.
(J eslabonar
estos pueblos con vuestras sa6ias providencias. ApresurOQlS
a formar ;ste respetable cuerpo, oíd las voces de los pueblos que c1a~
men por el congreso, y que si este reino se pierde os dirón a voces:
I'Orricidas, vosotros lo perdisteis por vuestra apatía en reuniros; pero
si se salva, os cantarón himnos de eterno alabanza, y se os doró el
1'I0mbre de padres de la patria y el de héroes de nuestra libertad. Vues;'05 hijos y las generaciones futuros os bendecirón y reconocerón paro
siempre vuestros fatigas. La causa es justo, Dios lo protege, confiad en
El y comenzad a abrar.
Si a usted le pareciere este rasgo patriótico digno de su Bagatela,
sfrvcse usted insertarlo en ella.
PATRICiO.
Se hallará en la tienela ele D. Matías
leot pr""era.
-
d. Francisco Martin.
Cale
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LA
Núm. 159
BAGATELA
Santofé, domingo 13 de octubre de 181 l.
Tom. 1.
PLURIBUS UNUM
Corta del Filósofo sensible
Q
un Amigo.
iCuánto te he pensado, mi dulce amigo! Estos tiempos de revolución
los m6s propios poro las observaciones de un filósofo: el hombre
se presenta a descubierta y se conoce tal como es, sin que pueda encubrirse¡ lo virtud como los vicios se desorrollan, y 01 Poso Que lo copa'
de la hipocresía se cae, los pasiones toman una fuerzo y uno energía'
que obligan a desconocerse a sí mismo. Yo he comporado varias veces
a mis 50105 estos tiempos o un baile de másc.oros: unos vestidos de fi-'
lósofos, otros de militares, éste con lo copo de lo virtud, aquél con er
troje del potriotismo; lo revoluci6n les quito la máscara y vemos tadQ
lo contrario de lo que nos parecía. Aquí se ve hoy una verdadera metamorfosis que admira a los sotes y que poro el hombre que piensa es
ton natural como lo de la mariposa en gusano: el ambicioso, el intri-'
gante que antes parecía penetrado de amor a la patria, porque sólo,
hablaba de libertad, hoy se ve que sólo ero un egoísta, Que deseaba un
trastorno poro socor su partido personol, mientras que el hombre vír-'
tuoso, a quien el fuego puro del amor de la humanidad lo hacía pasar
por temerario y amibicioso, sólo suspira yo por el orden, por la tranquilidad y por ver afirmada la posesión de nuestros derechos. Pero si
te he de hablar con aquello imparcialidad que forma una de tus bellas
cualidad~s, te cofieso que caídos los máscaros hemos descubierto más
mal que bíen. Todos los días oirós hablar de intrigas, de divisiones, de
partidos, de desvergüenzas, y apenas oímos una acción mediana de virtud y patriotismo. Vaya más cloro, ni aun lo c.gnocemos. No te puedo
citar una sola acción de aquellas que han hecho producir las antiguas
repúblicas, que juntos hemos admirado tantas veces un Escévola que
se queme, no digo el brazo, pero ni una uña para aterrar a los tiranos;
un Horacio que mantenga su puesto con firmeza, no digo en un puente,
contra un ejército enemigo, pero ni aun contra sus pasiones o las ad••ersidades; un rasgo generoso y desinteresado como el de aquellas motronas romanas que depusieron en el capitolio sus joyas y todos sus
adornos poro salvar lo patrio. iPero si los oyeras cielos sontos 1 se comen al mundo cuando están fumando en un canapé; todos los grandes
60n
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ANTONIO
NARIÑO
l-:ombres del mundo quizá no hon hecho la mitad de lo que chacharean estos fumadores. Yo me río envuelto en mi capote, y me pre-'
gunto a mis solas ¿en dónde estón esos fondos formados por la ,generosidad de estos decantados patriotas? ¿Qué fusil se ha visto presentar
al gobierno? ¿Qué soldado se conoce vestido por el ciudadano pudiente? ¿Quién ha sacrificado sus resentimientos y enemistades en obseculo del bien público? ¿Quién ha cortado un pleito por no distraer o'
los magistrados
de los atenciones de la patria? Me avergüenzo, te
confieso la verdad, que cuando no te puedo citar un ejemplo de ge.'
nerosidad y desinterés, te pudiera citar un millón de enredos, de chismes, de quimeras, de divisiones, de raterías, de bravatas envueltas er.
los lugares comunes de amor de la patria, de sacrificios de sus vidas,
de valor guerrero, etcétera. Mata mós enemigos uno de nuestros pi'soverdes en una hora con el tiple, o conversando con su mujer, que
Gengiskón en las campañas de la India, o Julio César en la guerra de,
las Galias. Uniformes brillantes, oficiales petimetres, mucha noblezo,
sangre de color de m •.. y el soldado sin disciplina n¡subordinación,No quiero cansarte, porque se me enciende mi sangre colorada ~'
puedo desviarme de aquella moderación que me recomiendas y que
realmente distingue al hombre de principios y de educación del groser(ll
y brutal. Sólo te añadiré que vivo triste en medio de uno libertad por
que tanto hemos suspirado, cuando veo los pocos progresos que ho~
cemos en la carrera que nos lo podía asegurar.
Adiós, mi
conversando
libertad, la
no te pueda
dulce amigo, j quién pudiera como tú vivir en el campp
sólo con la naturaleza
y los libros! En tu retiro estóla
tranquilidad y lo paz. Disfrútalas y compadécete de que
acompañar el mós apasionado de tus amigos.
CONGRESO
Asi como el autor del Ambigú dice que Fernando VII es el talismón mógico que mantiene unidos a los regentistas con los patriotasen América, así el congreso es el talismón que mantiene divididas lbs.
provincias de este reino. Cuando se trata de proponer algún partidó
paro que nos unamos y consolidemos la obro de nuestro libertad, se
contesta que esta es obra del congreso; cuando los pueblos cansados'
de sufrir una anarquía más pesada que lo misma esclavitud busccrs
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LA
BAGATELA
un asilo en la capital para ponerse a cubierto de los moles que sufre
con lo disociación, se les contesta que esta es obra del congreso;
cuando se hablo del atraso del tesoro, y de una nueva formo de con-,
tribuciones para reemplazar los extinguidos estancos, se dice que para
no chocar con las provincias se aguarde al congreso; cuando se proponen planes de ejército poro defendernos de un ataque exterior, s6lo el congreso puede formarlos. ¿Y entre tanto qué hace este congreso?
Yo lo hemos dicho otro vez: tratar de que los diputados se ostentenen la tertulia por el orden alfabético: Antioquia primero, Cundinomarca y Cartogeno que siguen, formarán competencia porque estando en
un mismo grado de derecho por comenzar con C., lo primero dicen
que ha querido abrogorse la soberanía sobre las provincias y que es
preciso humillarla, y la segunda dicen que reconoce la regencia, y
que como contraria en su político a nuestros principios de independen .••
cia de la Europa, está en problema si debe tener el segundo asiento,
o no tener ninguno. Siguen los conferencias, y antes de que quede re-o
suelto este serio e importantísimo punto, posan a trotar del Acto de
unión. El público oye todos los dlos esta palabro, y no lo entiende,
porque le ocurre lo duda de cómo se pueden unir los gatas con los'
ratones, y los dependientes de lo regencia con los enemigos de loregenda. Pero así corre el tiempo, la disociación se aumenta, las rentas
públicas se agotan, los pueblos gr~tan, la debilidad crece, y por último
un enemigo se presentará en nuestros costos y nos hollará esperando
el congreso.
iPueblos de lo Nueva Granada! La seducción de los emisarios de'
Bonaparte no está a vuestro alcance. Este astuto tirano conoce vuestro
candor y vuestro inocencia en intrigas políticas; y se vale de medios:
que os son desconocidos; pero advertid un solo punto, proclamado por'
el sagaz Maquiavelo: dividir para reinar. Sean cuales fueren los plaustbles pretextos que se toman para mantenernos divididos, la cierto
es que lo estamos, y que en este estado reinarán sobre nosotros nuestros enemigos. A las provincias se les ha seducido alhagándolas con
la soberanía y sugiriéndoles odio y desconfianza contra la capitol.
, Todo lo supongo cierto y justo; pero también me confesaréis que con
1, toda
esta justicia caeremos en unas manos peores que las nuestras.'
Si Santafé os incomoda, uníos en otro porte, pero uníos para que nos
i salvemos. Este debe ser ya el grito general de todos los ciudadanos del
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ANTONIO NARIt'lO
reino entero: unámonos, unámonos, y seo del modo que fuere <Como'
'no seo por abecedario), que menos molo es sacrificar uno porte de
nuestros derechos en favor de lo unión, que el volver o los cadenas.
El que tiene derechos es e! que sacrifica, y estamos en estado de hacer
cuantos sean necesarios poro asgurar nuestro libertad, nuestra inde~~
pendencio y nuestros vidas. ¿Qué dirán de nosotros nuestros hijos y
nuestros nietos cuando gimiendo bajo el yugo de la esclavitud sepan
que sus podres los redujeron o aquel triste estado por retener ocho.
días unos títulos vanos, unas apariencias de soberanía? Dios omnipotente, que sacaste al hombre de la nodo para condecorarlo con el precioso atributo de fa libertad, volved hacia nosotros una sola miradO!
de compasión, y no permitóis que lo infame tiranía vuelva a desfigurar lo obro de tus monos! iHocednos dignos de ser libres con darnos
lo sobidurlo, las virtudes y lo prudencia que se necesito para serlo!
Dos palabril__
01 Criticó.
ele Cola ••••,.
Sin perjuicio, señor criticón, de contestar o su corto del Suplemen~
to 01 Argos de 16 de setiembre, quiero que sepa lo diversidad de opl-'
"iones que entre nuestros respeto bies viejos ha habido sobre ello. Unos
dicen que esto es manía de criticar Cartogena cuanto dice Sontofé,
tenga o no tengo razón, y que en su corta de usted se conoce la violencia que se hace paro medio de decir algo que parezca razonable. Otros,
y me parecen los mós acertados, dicen que su carta es uno de aquellos
juegos con que se alaban las cosas, criticándolas con razones tan fútiles
que acaban de convencer o los lectores en lo que parace se critico. Yo
soy por amor propio de esta última opinión, y en su consecuencia doy o
usted jos gracias; aunque me parece que en asunto ton grave será mejor tomar el comino derecho, poro que no diga el público de toda el relno que Cartageno hasta lo que apoya lo apoyo criticando. Desearía
también que los ojos del Argos no fueran sólo para ver los defectos,
sino que vieran lo bueno y lo molo con justicia, aplaudieron lo uno )4
criticaron lo otro; porque de no ser así, más le convenía el título ~
censores eternos contra Santafé, y entonces venía como de molde par.1
epígrafe aquello de conveniunt rebus nomina queque suis. Adiós, mf
criticón, hasta .1 domingo que viene.
J
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LA
BAGATELA
Pasquín contra ciertos avechuchos.
El que ser sabio quisiere
sin que le cueste trabajo,
critique de arriba abajo
G solgo lo que soliere.
Si con dolor suyo viere
que alguna obro es ponderada,
será ello despedazado
por este Aristarco godo,
que toche y censure todo,
aunque no trabaje nodo.
Núm. t6
.5ontofé, domingo 20 de octubre de ISll
Tom. 1.
Pluribus unum
Al critic6n de Calamar.
BJen meditado lo coso, señor criticón, no debla cumplir o usted mi
palabro, porque si usted critico superficialmente por darles más fuerza
o mis rozones, ya le tengo dadas los gracias; y si critica por sólo controdecir cuanto Santafé hace o dice, siguiendo el espíritu de división
que su gobierno se ha propuesto, es darle un nuevo motivo poro que ensucien sus papeles con sofisterías. No obstante, como se podría pensar
I~ usted tenía alguna rozón cuando no se le contestaba habiéndoselo
lofrecido, notaré lo más sustancial.
No es regular, dice usted, que yo levante o los pobre. provilleios el
falso testimonio de que querían unirse en un congreso uel_ti"o
que
sólo conozco de paz y de guerra. Le daría a usted un abrazo desde Cundinomarca hasta Calamar, si este fuero un falso testimonio; porque aplolrodamente este congreso federotivo ha sido lo manzana de la discordia
que nos tiene divididos y que nos va o hacer caer en uno debilidad de
que moriremos. Posaría de bueno gana por autor de este falso testimo.nlo, con tal de que no fuero ton notorio, el que no lo es, y ton perjudicial el que seo cierto lo que digo. Tiene usted lo sencillez de pregun-
11l
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ANTONIO
NARIÑO
forme quién me ha dicho que o ninguno provincia hoyo ocurrido semejante coso; seguramente que usted debe de vivir sepultado en algún
manglar aislado de lo comunicación de los hombres y de los papeles
públicos, porque no hoy folleto, ni viejo, por rezandero Que seo, Que no
nos tengo molidos los chichones con el sistema federotivo; y no ho'lll
compañías de comercio, amistades, casamientos ni puterías; todo es
fecleroción de comercio, federoción de hombres, federación de sexos, con
bendición de lo Iglesia, o sin ello; ¿y tiene usted valor de preguntarme
tluién me lo ho dicho? ¡Vaya, vaya, pobre hombre! Gana de ser crltleón, como se suele decir boborrón: conveniunt rehus ...
,. No creo usted Que me excedo; véase lo pruebo; dice usted que todos
los provincias confiesan a gritos su debilidad, su miseria, y que por lo
•• ismo eleseon estrechar sus mutuas relaciones y reconcentror sus fuet
sos y recursos. ¿En dónde tiene usted el juicio, señor criticón? ¿En dónt
de está esa mollero criticona? Me repite lo mismo que yo digo,' PerO co~
su interrogante, paro que se crea que es parto suyo; y o renglón seguido"
sin siquiera un paréntesis de por mediGque distrajera 01 lector, si9uJ
interrogando. "¿Ignora usted que ansían los provincias por formar dr.'1
estos diferentes miembros un cuerpo ton respetable y bien organizod9
como lo es el de los' Estados Unidos?" Oígame, señor alquimista, ¿célIrlIP
es que de unos miembros débiles y miserables va usted o hacer un c~po respetable, y tan respetable como el de los Estados Unidos, que,$e
compuso de miembros robustos y fuertes? Esta 51 es sabiduría; "a~,
vayo, que en Cortagena hoy hombres con quien no se puede conresrcr
sin haber antes consultado las sibilas. Pero lo m6s gracioso es que a los
dos renglones nos vuelve a embutir el sistema feclerol por que elo•.•••••
y han clamado desde el principio. ¿No tení.a ya razón poro noquererl~
contestor?
i
Nos cuento como uno cosa nueva, que la constitución de los Estadas
Unidos es la más sabia y lo más perfecta que se ha conocido hasta el
dia: y saco por consecuencia, como todos sus secuaces, que lo debemos
odoptcr al pie de la letra. No pensaba osl Salón, que seguramente tenia
el sensorio un poco mejor organizado que usted. Este sabio legislódor
no "dio a los atenienses las leyes de Minas, sino los que creyó más adecuados al genio, e los costumbres de sus conciudadanos; no los me-,
lores, nos dice, sino las que los atenienses estaban en estado de recibir,
Aplíquese usted el cuentecillo. No bosta que la constitución de Nortf-
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LA
BAGATELA
cmencc sea la mejor; es preciso que usted nos pruebe que nosotros estamos en estado de recibirla, y esto jamás lo podrá usted probar. Bien
puede un vestido ser perfecto, lucido, brillante para un hombre rollizo
y de una estatura grande; y ridículo y pantomímico para uno flaco y de
estatura mediana. Usted conoce el vestido, pero no a las personas a
quien se la quiere poner; y yo pobre diablo, autor de bagatelas sin tanta
sabiduría, hago este sencillo raciocinio:
la constitución de los Estadas
Unidos es la más perfecta que hasta ahora se conoce; una constituci6n
tan perfecta para ser adoptada exige luces, virtudes y recursos que nosotros no tenemos: luego no estamos en el casa de aplicárnosla. ¿Qué remedio, pues, deberemos abrazar? El que abrazarla el hombre mediano
a quien se le regalase un vestido cortado por otra de mayor estatura,
hacerlo achicar y acomodarlo a su cuerpo; el que abraza el hombre prudente de estómago débil, sentado en una espléndida mesa: tomar s610
de los platos que puede digerir; y éste es el que yo he propuesto en los
Bagatelas que usted critica. Apuremos m6s las comparaciones, para que
el público acabe de conocer el empeño con que los hombres como usted
trotan de engañarlo: la quino es el remedio soberano poro cortar los
~talenturas intermintentes; y parque paro usted (que lo contemplo de
un corpachón ton cargado de -hurnores como su crltlco l sean menester
\tres o cuatro onzas de un porrazo se los irlo a hacer tragar o un niño
recién nacido, ¿cómo nos quiere hacer tragar los constituci6n de Norteemérica? Porque por más que usted se empeñe en alucinor o 'os ignoraRte!!, jamás podrá persuadir que se hallaron en circunstancias muy semejantes a 'as nuestros. Es preciso proponerse a ojo cerrado engañar 01
público poro tener el descaro de asegurar Que Jos norteamericanos es¡aban al tiempo de su independencia en circunstancias muy semejantes
las nuestros; bosta repetir los mismos palabras de usted para que se
onozco la gran diferencia que había entre ellos y nosotros: usted con~.lesa la debilidad y miseria de nuestras provincias, quiere que la que no
t~nga letradas poro formar un tribunal vaya a mendigar la justlcio a
la provincia vecina, Que Cartagena, por ejemplo, se mantenga de limosna,
y en una palabro nos dice, que 'as provincias no tienen los recursos que
necesitan paro sostener su independencia. Ahora bien, los norteameri':canos formaron la más sabia constitución que se conoce en el mundo,
~o tuvieron que mendigar tribunales que les administrasen justicia, ni
pidieron limosna para mantener su soberanía: luego los Estados Unidos
no estaban en circunstancias iguales a las nuesrtas: luego no podemos
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ANTONIO
NARIt'lO
adoptar literalmente su constitución: luego usted y sus secuaces se engañan medio a medio, o nos quieren engañar. .. No hoy que asustane,
señor mío: venga usted acá y los muchachos de nuestras escuelas le
dirán cómo se piensa y se habla cuando se procede de buena fe y cor
deseo de ser útil y servir al público.
Vayan otras dos palabras: nos fastidia, dice usted, con la ccntcletc
de que las provincias se hallan sumidas en la ignorancia: que no tiene"
hombres paro llenar los diversos ramos de su gobierno económico, y que
a la otra página, propongo una convención. jVálganos Dios, señor critir
c6n! ¿Qué culpa tengo yo en que usted tenga tan poca lógica? Toda la
contradicción que usted encuentro en mi propuesta es sólo hija de sJ
falsa criterio; porque reducida a su menor expresión, lo que propong,
es que si no tenemos luces, rlquezcs y fuerzas para formar veinte gqi.
biernos, formemos siquiera uno, que sin privor a las provincias de toJ¡¡
libertad que en el día puedan disfrutar, nos salve a todos de volver ~
caer en las cadenas por una falsa ambición de figurar cuatro días. No sé
qué contradicción pueda haber en que un hombre que tenga su caudo¡i
regado en pequeñas negociaciones que le produzccn poco, la quiera
reunir poro hacer una fuerte negociación que pueda traerle grandes gol
naneias con las facilidades que proporciona un gran fondo.
I
,f
Sería interminable contestar a usted todas sus frases y pensomien~!
estudiados, en que se conoce la violencia que usted mismo se hace p'lra
hablar contra su conciencio; pero no puedo pasar por alto estas notables
palabras de su carta criticona: en el estado de inacción, desconciertq y
debilidad a que nos ha reducido el orden de los sucesos, nada nos lis
tan precioso como un poder ejecutivo bastante eficaz y vigoroso para
dar al reino el impulso y movimiento que necesita. Quiere usted urnt
confesión más clara, más terminante y más conforme con las ideas qut
he propuesto en mis anteriores Bagatelas? j Bendito sea Dios! ¿CÓ~
combina usted un poder ejecutivo para ciar al reino el impulso y movimiento que necesito, con veinte poderes ejecutivos que lo debiliten y Iq
mantengan en la inacción? ¿Cómo establecer las relaciones de las proi
vinciasP ¿Cómo dar occián o esta máquina si sus muelles y resortes estó~
divididos y dispersos? ¿Por el método que usted pr.opone, yo ve uste.~
cómo nos hemos venido a juntar en nuestras opiniones? Que siga, di~ I
yo ahora, el método propuesto en estos cuatro renglones por elsat;b
criticón de Calamar: él no ha hecho más que inculcar la materia p~ro/
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LA
BAGATELA
oue todos se afiancen mós en lo propuesta del pobre bagatelisto, que
por su poco crédito quizós se habría quedado arrinconado; pero que ya
con un escudo como éste levanta la cabeza con confianza y repite que
está conforme su opinión con lo del que parecía su antagonista y no es
sino su verdadero amigo.
Carta de una domo al Fil6sofo sensible
j Cuántas gracias tenga que dar o mi sensible filósofo
por su último
visito! Tu compañía, tu amabilidad son un bálsamo poro mi corazón
lacerado con la pérdida de una amiga o quien tanto amábamos, y cuya
triste memoria s610 tú puedes aportar. Pero no fomentemos nuestros males con recordar melanc61icos sucesos: los asuntos públicos deben. cbsorber nuestro tiempo, y sacrificar o la potria hasta las delicias de la amis.tcd y del amor.
¿Qué me dices de tu ilustre ciudad con tantas novedades? Ya me han
contado que el fuego sagrado de la libertad arde ahora como la lómporo a quien se echa nuevo aceite. Pero acá poro los dos ¿cuánto durará
esta nueva luz? Yo voy a decirte mis conjeturas. Tus conciudadanos se
exaltan con facilidad, y san tan generosos en prodigar alabanzas cuando estiman a uno persono, como fáciles después en prodigarle vituperios
cuando comienzan a abarrecerla: son extremosas, en una polabra, y
pasan con mucha facilidad del amor alodio. Tú no ignoras el carócter
de los atenienses, muy semejante 01 nuestro, pero con la enorme diferencio de lo ilustración de aquel pueblo, que en su volubilidad y ligereza, siempre veía o lo patria como el tiempo de su misma volubilidad.
Aqul no se conocen aún bien las ventajas de lo libertad, y todos Jos
\miden por el interés personal que han conseguido o esperan conseguir.
Ese grito general de alegría que o todos los oídos del hombre común
suena como uno aprobaci6n del nuevo orden de cosos en favor de la
causo común, sueno de otro modo a los oídos del fil6sofo que conoce
un poco el coraz6n humano y las ideas viciadas que deja uno largo esclavitud. El tiempo correrá, y cuando se vea el gobierno en lo imposibilidad de dar gusto o todos a medida de su capricho, ya oirás el len¡guaje de los pasiones envuelto en el celo por la patrio. ¿Qué hemos
lade/entado? El sol se levanta y se pone a unos mismos horas: ya que
tontos servicios he hecho a la patria, nada me han dado: mi mujer sigue
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ANTONIO
NARII\IO
pariendo, y mi renta' no se aumento; lo revolución se ha hecho paro
dos o tres familias que han cargado con los empleos .. , No ... no ...
esto no va bueno. lo religión va a padecer. y es preciso poner remedio.
Mientras oigas este lenguaje, mi sensible amigo. no esperes ver lo li·
bertad con semblante alhagüeño sentado en medio de tu ciudad.
Lo ilustración. los virtudes y el desinterés personal son los columnos
sobre que se debe levantar el trono de la libertad. Cuando veas en t•••
ciudad a los hombres empleados en servicio público. sacrificando sUS
pasiones. sus intereses, su comodidad, su sosiega. sin más esperanzo
de recompensa que la gloria y lo dulce satisfacción que deja a una alma virtuosa haber servido a su patrfa y sido útil a la humanidad; en~.
ronces sí, mi apreciable amigo. entonces sí puedes lIeneÍ~te de funda~
dos esperanzas. Pero entre tanta que esta metamorfosis se verifica poi
vn especial milagro de la Providencia que os protege, no agotes tus dé\
hiles fuerzas en media del torbellino de unas posiones poco ilustradas;'
toma la vuelta y vente al lado de uno amiga que sobró. alargánClotela
••ido con los inocentes placeres del campo. acortarse los instantes de,
su duración con hacértelas deliciosos y variados.
Núm. 119
Sontcfé, domingo 21 de octubre de 1811.
Tom.
Pluribus unum.
Carto dirigida al autor de Lo Bagatela
Señor autor de Lo Bagatela: Usted que bajo este humilde nombre tan
loablemente se ho dedicado a ilustrar al público. instruyéndolo principalmente en sus derechos para fijar su opinión, ha tomado sobre sí nC)
sólo transmitirle sus propios ideos. sino también las que se le comunicuen en lo que puedo conducir a ton importante fin. Yo por lo menos
así me lo persuada. y creyendo de lo mayor importancia e interés eem,p" la discusión y resolución de lo que voy a proponer. confío en que
usted, en desempeí'ío de su noble propósito. nos manifestor6 el concepto
que formare en cada punto, o los publicaré en su peri6dico, paro que
discutidos cientfficamente por los soblos del reino, que no dejarán ~
tomarlos en consideraci6n, vengamos a lo mós adecuada resolución, dril
que depende la suerte de todos los partidos y de la patria.
'
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LA
BAGATELA
Vuesa merced sebe cuán varios están los juicios en orden 01 verdecero estado de lo España; opinando unos que aún se sostiene el partido
del rey Fernando, conservando un gobierno reconocido por clgunos naciones extranjeras, y especialmente por la Inglaterra, que es una potencio de primer orden, fuerte e ilustrada, que debe saber o fondo lo que
hoy en el coso.
Otros dicen que lo España, en lo porte aspirante o lo libertad y conde sus derechos, yo no existe: que no hoy ejércitos ni gobierno
que pueda llamarse tal; y en uno palabro, que está perdido, y esta
nación murió políticamente, o está todo o lo mayor porte sujeto 01 partido francés; por cuyo solo hecho los pocas provincias libres de lo dominación se deben considerar emancipados y con derecho a formarse
el gobierno que más les acomode.
servcclón
También es constante que lo contrariedad de estos hechos noce del
modo con que alguno vez se ha hablado de ellos, ya suponiendo lo que
ton justamente se dudo, o yo vertiendo especies sueltos indocumentados
que hocen desconfiar de la certeza y verdad con que se procede.
Tampoco se oculta o usted que de esta contrariedad o incertidumbre
nace la división de las opiniones, y de aquí los discordias, que con lo
\¡ncontestoble aclaración del hecho se conciliarían en el todo o la mayor
parte con el mayor beneficio público: porque en verdad los que opinan
por lo separación de lo madre patrio, se fundan en uno inexistencia
político; ¿y los que están por la unión con ella cómo podían estarlo si
no existiera?
No puede, pues, dejar de convenir conmigo en que importo mucho,
mucho, que 01 público se dé uno rozón exacto de si la España está, 11) no,
enteramente perdida, sin esperanIa de recuperación? Insertando o citando los documentos que lo justifiquen; porque nadie en esta materia
'yen estos tiempos y circunstancias renunciaría 01 derecho de lo comprobación; y haciéndose 01 mismo tiempo cargo de la conducto del gabinete inglés poro absolver los argumentos que con ella se pueden hacer.
Usted acaso tendrá tos datos necesarios poro fijar y transmitir su
concepto en este punto; pero si no los tuviere, parece también propio
de su ministeriO, rectitud e influencio, el excitar 01 Gobierno para que
nos diera las noticias oficiales que no puede dejar de tener, o por Id
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ANTONIO NARIÑO
menos hiciera que se publicaron los que suministren los papeles públicos
extranjeros más acreditados e imparciales; y me atrevo o asegurar, señor editor, que can esto aclaración va el partido de lo justicia o ganarse muchos hombres de bien, vacilantes hoy, o decididos par el contrario,
QUese rendirían o lo fuerzo del desengaño, de la verdad y de la rozón.
Sentado esta base, se presentabo naturalmente sobre ella en su caso
el ton importante como curioso problema de si lo América o (paro más
contraernos) si este reino ha tenido o tiene rosón y derecho poro dCH'
por disuelto el vinculo de unión con la madre patria, y formarse un 90btemo indeileftdiente, provisional o absoluto.
Si esta cuestión se resolviere por lo afirmativa, se sigue otra no menos intresante y delicado; tal es la de si el reino tiene en sí los medio~
basto.tes poro constituirse y con•• rvorse en Estado soberano: porque¡
}a ve usted cuán inútil sería o un hijo de familia el derecho de sepa- \
rarse de lo coso poterna si no tenía medios de subsistir por sí solo; poro
lo cual necesitaba luces pora gobernorse, caudal poro sostenerse, y relaciones con sus vecinas poro conservorsé. Sin estos auxilios el uso de
su derecho podía serie funesta.
En el caso de tener estos medios, necesitaba últimamente un pla.,'I!
seguro y bien detallado poro constituírse y conservarse; no bcstonde
paro el logro del fin los pensamientos sueltos o aislados que se han to.
cado en algunos pope!es públicos por más finos que parezcan. Es menester trazar esto grande abra de uno vez, recurriendo para ello a lo:.
hombres capaces de formar el proyecto por medio de la imprenta, excítóndolos el gobierno o Que coda uno presente uno completo poro elegir
con discernimiento el que mejor parezco; pues los ideos parciales siempre dejarón fa coso a la casualidad y sucesos sobrevinientes, con lo que,
o no se conseguir6 el fin, o se conseguiró muy tarde, después de poso,.
por los Incoavenlentes que cautela ría una juicioso previsión.
Yo creo bien que o primero visto se hobró usted persuadido de la
importancia de estos discusiones y de lo del acierto en la resolución de
cado punto; ..pero si su dictamen no conviniere con el rnlo, estoy seguro
Que lo moderoci6n, y buen juicio de usted no le permitirón ocultar 01
público mis propuestas poro que nos juzgue su opinión; y si ésto fuere"
Jo de Que los puntos son dignos de su examen, tendremos el gusto de',!!
ver lucir en lo discusi6n por principios nuestros ingenios, sofocando los
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LA
BAGATELA
discordias y partidos con la demostración y el desengaño, que es el mayor beneficio que se puede proporcionar a la patria en las actuales circunstancias.
Yo soy en todas un apreciador de los talentos y amor o ello que usted manifiesto en su periódico, poro el que acaso suministraré algunos
materiales, aunque toscos, si mereciere olgun'a atención este primer
pequeño ensayo de su amigo.
El amigo de lo rosón, de lo pa:l: y de la humoilidad.
El amigo del autor de La Bagatela.
¿Cómo estamos de arroz, mi querido amigo? ¿En qué estado están
esas cuentas? Parece que o pesar de mis temores y mis consejos, tú te
vas soliendo con ser codo día más bagotelista. iNo seas malvado! Si
me vieras tendido a lo largo, con tu Bagatela en lo mono, dando mil
carcajadas de riso, creerías que estaba ameJchorado. Pero no, mi amigo, mi risa no es lo de los locos: ciertas risas sardónicos sao los Que
tienen algo de locura. Yo he tenido gana de pillar in fraganti o uno de
de estos criticones para decirle: Señor mío, haga usted una Bagatela, y
entonces sabremos si tiene derecho de hablar con ese tono magistral.
Tú te has empeñado en decir verdades acarameladas, y algunos se los.
tragan enteros, y por esa sólo gustan de la cubierta sin probar lo que:
tienen en el fondo. Estaba por aconsejarte que pusieras un titulón altisonante o tu papel, y que citando uno docena de autores antiguos,
te hicieras pasar por hombre de importancia; porque ese tu tono jocoso
más parece de un hombre que bailo boferos, que de un literato periodista. Na obstante, como tú me dices que las Bagatelas se venden, o pesar
de la cólera de ciertos serios señores que los miran con desprecio} mejor seró que continúes teniendo pociencia y contentándote con lo aprobación de los chisperos Que largan el real y pagan 01 impresor.
Yo he estado ausente, y o mi vuelto me han dicho que poco se adelanta en el romo de papeles públicos: que han solido mil folletos de los
que no se leen dos veces, y todos aislados, sin un plan concertado, y sin
que casi se sepa cuól es su objeto. No sé qué te digo, mi bogotelisto, de
la ilustración de tI,1ciudad y de las esperanzas Que promete vuestro
transformación: Sin papeles públicos que formen lo opinión de un pueblo novicio en materias políticas; sin tesoro suficiente poro pogor las
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ANTONIO NARIt'lO
cargos del Estado; sin una milicia bien disciplinado que se oponga o los
enemigos de dentro y fuero del reino; sin comercio ni agricultura, ¿cómo Quieres Que esto se sostengo? A ti te ciegan tus ardientes deseos por
lo libertad de tu patrio; pero si no encuentros algún remedio poro
tontos moles, me temo. " (no Quisiera decírtelo porque Quizás te enojos) me temo Que a nuestro libertad le va o suceder lo Que a lo palomo
del orco, que no encontrando dónde poner el pie, se vuelva 01 lugar de
donde salió.
Quizá el mol humor con que he venido de mi VIOle, o lo inexactitud
de las noticias que me han dado, me hoce pensar de este modo tan
triste; pero fa Que no debe dejarte duda es Que en toda lo peregrinación
que he hecho por diversos provincias, sólo he encontrado pruebas de
mis temores. Exceptuando o Cortogeno o quien .ólo le falto ploto, en
ninguno de los otros he encontrado ni una compañIa de tropas reglados,
armados y disciplinados; no he visto uno imprenta, ni por consiguiente
un papel público; ninguno tiene hasta ahora uno for~a de gobierno Que
puedo llamarse tol, ni un método de impuestos que asegure una rento
estable paro sufrogar o los gastos, ni aun en tiempa de paz. Ahora bien,
tigúrate que de repente se grito, como en cierto comedio: enemigos en
los fronteras. ¿Qué te parece que sucederá? Lo que en lo misma comedio: j alarmo, alarma r, que se junten las tropas, que todos sean soldados,
que se fundan mil cañones de a 26, que se avise al congreso, que el
congreso dé sus órdenes, que se apronten 80 millones de pesos, que .. ",:,
Poco o poco, señores mios, les diró entonces el hombre de juicio, ¿de
dónde sale todo esto? ¿Conque la que en lo colmo de lo paz no se ha
podido hacer, lo haremos en medio del tumulto, del sobresalto y de 1•.•,
C'Of'Ifusi6n?¿No hemos podido disciplinar uno compañía en quince meses y organizaremos ahora un ejército en quince dios? ¿No hemos podido juntar un sobrante de ochenta pesos con io economía y oprontareI1'JOS ahora
oc¡henta millones?..
Te aseguro, mi amigo, que si estos
cosos me los contaron en (o Chino, me porecerlon cuentos de bruícs:
pero desgraciadamente los estomas palpando, y san demasiado constuntes. ¿Pensorón estos gentes que Dios ha de estar haciendo todos 105
días milagros sin necesidad?
Promueve uno rogativa o
Nuestro
Señoro,
con lo advocación del
lue. juicio, poro que el Todopoderosa nos lo concedo, il'lcJuso mi buen
bogate!ista y tu apasionado amigo.
-
lZO-
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LA
Núm. 189
BAGATELA
Sontafé, domingo 3 de noviembre de 1811 .
Pluribus
Tom. i.
unum.
Está usted servido .señor amigo de la humanidad, se han publicado
letras de molde sus patrióticos problemas. Pero vamos de buena fe:
¿habla usted con ingenuidad? ¿O sólo chispa para que se aclare la importante cuestión de nuestra absoluta independencia? Yo no sé qué me
diga: usted me parece un sí es no es empecinado por esto de la esclcvitud americano. j Si me engañaré! No quisiera ser temerario, porque
soy tan amigo de la libertad, que hasta con estas sospechas me, parece
',que se la quito a usted para Que diga francamente su dictamen, aunflue sea el de atarnos a la popa de un barco y llevarnos a remolque para
!España. Mas seo lo que fuere, voy a cumplir con el encargo que me
hoce en la parte Que me toca de decir el mío; porque en eso de excitar
01 gobierno para que nos diera las noticias oficiales que no pueden de .
jar de tener, según usted nos dice, un bagatelista, amigo mía, es muy
poca cosa para subir tan alto y que su excitamento hiciera ningún efec·
too Excítelo usted, mientras yo sumergido en mi arraz, como Arquimedes
I'.n el baño, trato de resolver sus problemas.
I~
l. Problema del
tevomelllte perdido,
Resolución: que
{' muerta nada le
í1O'lc¡ obsto al hijo
{~dad.
Amigo de lo humanidad: ¿la España estó o no ensin esperanzo de recuperación?
Dios le dé mucha vida y salud; pero que esté viva
importa a la América para su emancipación, como
que esté vivo o muerto el padre cuando cumple la'
2. Problema: la América ha tenido o tiene razón y derecho porQ
'fIo,. por disllelto el vínculo de unión con la madre patria '1 formor un
OolÑemo independiente?
Resolución: la América ha tenido y tiene la misma rozón y derecho
1ra romper las cadenas de la España, que nuestro Gil BIas de Sontillo1 paro romper la puerto
de lo cueva de los ladrones en que se veía'
encerrado; tiene el mismo derecho que un animal oprimido en uno joulo para volorse desde que encuentre la puerto abierta; tiene el mismo
derecho que Cervantes poro romper las cadenas con que los turcos lo
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ANTONIO
NARIf'lO
ttfnían aprisionado; y finalmente, tiene el derecho imprescriptible y
grado de lo resistencia o lo opresión.
$0-
¿Qué me diria usted señor amigo de fa humanidad, si recogiendo en
mi casa a uno de sus hijos, en lugar de educarlo, le diera de palos y lE)
privara de su herencia, manteniéndolo con lo mismo ignorancia en qUl!'
se ha mantenido a los indios? ¿Creería usted que llegando su hijo a lp
edad de lo razón rompia vinculas en separarse de mi lodo y recuperor
su libertad? Amigo mío, es preciso ser muy malicioso y muy enemi'g.
de la humanidad, poro proponer en el dio semejante cuestión. Dudar
solamente si tenemos derecho de romper unos cadenas que el mundo
entero, inclusa España, ha reconocido y confesado que hemos arras";'
¡n
trado por trescientos años, es en mi .jUiciO un crimen horrendo, un de.~.::
lIto de lesa razón, de leso paz y de leso humanidad de quienes uste
se quiere llamar amigo. ¿Será posible que porque cuatro comerciante
de un rincón de la Europa mantengan el comercio exclusivo de la Américo, hayan de vivir en la esclavitud y la miseria once millones de hombres con todo su posteridad? Dios mío, confundid con todo el rigor de:¡
tu cólera a estos almos de bronce que así desfiguran tu imagen! j Ho"¡
ced, Señor, que la tierra se abra en tantos puntos en cuantos estos mol~'
vados la pisen, y que desaparezcan de lo presencia de sus hermanos{!
Quisiera en este momento, como cierto emperador romano, que est~
dudadores de nuestros derechos tuvieran uno sola cabezo poro hacer ~
servicio a la rczén, a la paz yola
humanidad echándose abajo de ~,
"010 golpe.
.
Yo soy peripatético señor dudador,
sílogismos, de esta manera.
y en lugar de problemas,
hago
la América debe necesariamente ser independiente, o caer en monos
de los franceses o de los ingleses; es así que cayendo en manos de los
franceses o de los ingleses debe perder su religión: luego ha de ser independiente o perder su religión: luego el que se opone o nuestro independencia es enemigo de nuestro señora religión: luego usted es irreligioso, enemigo de Olas y de los hombres.
Que Jo América no siendo independiente, debe caer en manos de los
franceses o de (os ingleses, lo voy a probar: estas dos naciones podera .•:
sos y rivales se disputan hoy la posesión de la España europea; cual •..
·
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LA
BAGATELA
Quiera de las dos que venzo, ha de dejar o lo España arruinado y sin,
fuerza poro protegernos: luego nos subyugon si solos no tenemos fuerzas poro defendernos; o si uniéndonos o una de los dos por pactos, no
contrarrestamos la fuerza de la otra.
Esta unión por pactos no trae los mismos inconvenientes que la subyugación; porque no es lo mismo obedecer que pactar. El primero de
nuestros pactos será la religión de nuestros padres, y el segundo nuestra libertad, sin lo cual no se puede pactar.
Veamos ahora si el reino tiene en sí los medios bastantes para COftStituirse y conservarse en Estado soberano, que es el tercer problema.
En el estado de división en que el reino se halla, es imposible conservarse; pero también es imposible subyugarlo si se une. La naturaleza
,¡nos favorece con lo escarpado y áspero de los cominos, con lo mortífero del clima paro los forasteros, con lo diferencia de los alimentos, con
su escasez: en los inmensos despoblados, y finalmente, con el fuego sagrado de la libertad, que bien o mal entendido, yo arde por todos los.
•••
xtremidales de nuestro continente. Lo población nos do una fuerza
suficiente para defendernos del mundo entero, si sobemos hacer uso de
ella. Sobre un cinco por ciento, podemos poner un ejército de más de
ríen mil hombres; y aunque no tenemos las armas de fuego suficientes,
tenemos la gran ventaja del manejo del caballo, quizás sin igual en la
Europa, y la facilidad y conocimiento de los caminos. No son sólo las
ormas de fuego las que matan: las mayores victorias de Bonaparte las
debió o sus bayonetas, y los tiroleses nos han dado un ejemplo d. lo
'Que puede el amor de la libertad y lo escarpado de los caminos: ellos
'destruyeron un ejército entero y bien disciplinado de franceses con uno
sola descargo, y derrocando peñas, órboles y barrancos.Que nos unelInOS, que haya un gobierno fuerte y vigoroso, que se hago una cons\criPClón general, y que venga la Europa entero. ¿No ha sostenido lo
p¡paño guerras costosas y eternos con los coudoles de América? ¿Pues
por qué no las hemos de poder sostener nosotros que samos los dueños?
Tenemos más poblaci6n que lo Península, y aunque está diseminado
en mucho más extensión de terreno, también tenemos lo barrero de lo
escarpado y desconocido de este terreno, y el océano de par medio.
Queramos ser libres, y lo seremos; armémonos de constancia y de Hrme%0; depongamos pretensiones pueriles; hagamos sacrificios o lo causo
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ANTONIO NARIÑO
común, y si un bagatelísta vcliero algo sobre la tierra, él apostarlo su
cabezo contra los dudadores del buen éxito de nuestra empresa.
j Almas tímidos y cobardes,
gobernantes
ambiciosos y malvados
hombres estúpidos y empedernidos en la servidumbre, dejadnos obrar )'
desenvolver nuestros recursos naturales! Proscripción, mis amados con~
ciudadanos, proscripción contra todo malvado que quiera retraernos de
la justo causo que hemos abrazado, contra el sacrílego que quiero en •.
venenor las fuentes puros de un gobierno libre e independiente! Que
el cobarde, el estúpido, el empecinado sistemótico se retiren 01 fondo
de sus cosos y dejen obrar 01 hombre libre que prefiere lo muerte o lo
esclavitud.
Consideraciones.
¿Por qué es que Santa Marta, Cartogena, Maracaibo y Coro reeenecen lo Regencia? Lo rozón es bien sencillo: porque son pueblos comerciantes como Cádiz. Obsérvese oqui lo analogía de intereses, y se veró¡
cómo ros comerciantes de estos cinco puertos de mor mantienen lo esclavitud por conservar sus caudales y no perder el tráfico. Los cadend~.
de los puertos de mor, les vienen en los fardos de 105 traficantes: 00-"
sérvese que éstos y los malos eclesiásticos son los mós obstinados con~
tra nuestra libertad; los unos por lo codicia de sus negociaciones, y los
otros porque del embrutecimiento y lo esclavitud sacan su partido. El
eclesiástico justo, timorato, desinteresado, sigue los huellos del Salvador del mundo, y no ve en la independencia de lo América sino lo meloro y alivio de sus semejantes. ¿Quién no se enterneceré 01 ver lo suerte de los pobres indios, lo desnudez, lo ignorancia y abatimiento del
pueblo de América? El hombre sensible que aún dudare de ia santidad
de nuestro causo, por algunos pequeños moles que lo acompañan, vuelva sus ojos o los coches, o los caballerías, a las vajillas de oro de Godoy, o su espantoso lujo y disipación, mantenidos con el sudor y los \6grimas de estos infelices pueblas; y juzgue por este solo rasgo.
,
Carta de un C1migoal autor de la Bagatela.
Dos palabras, mi querido amigo: he leído los papeles que me has remitido, y veo que vuestra imprenta en lugar de ilustrar, no sirve sino
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LA
BAGATELA
paro manchar y oscurecer vuestra mismo reputación, mírese por el lado
que se mire: el objeto, la materia, el lenguaje y cuanto contienen mueve la indignación del hombre de bien. Dime por tu vida, ¿no sería mejor empleado el tiempo y el dinero en estar meditando un modo de
.desrlncrlc en beneficio público? ¿Con veinte o treinta pesos de uno de
esos miserables folletos, no se podría traer un par de fusiles de Jamaica,
.un instrumento de agricultura, o veinte ejemplares del sentido común,
que tanto falto nos hoce? Veo gastar en desvergüenzas, y no oigo hablar de un donativo de dos reales. Aunque te mates, mi bagatelista, tus
conciudadanos no compran el sentido común: dales chlrrlo, toros, gallos,
juego y chacha reo, y ahí los tienes 'incansables.
Si la guerra que se
les espera se pudiera hacer con la boca, creo que ni Scipi6n ni Aníbal
se les pondrían delante; yo a lo menos temo más un hablador Imperti·
nente que una bala roja. Adiós.
DONATIVO
El bagatelista ofrece al gobierno, de los ahorros de su pobre popel,
cincuenta arrobas de arroz, cien libras de quino selecta y cien botellas
de aguardiente, puestas en Honda, para que se reparto entre los solda.dos de lo expedición de Ocaña. Se ocurrirá donde D. Bruno Espinoso"
si se admitiere esto pequeña oferto.
Núm, 199
Sontafé, domingo
10 de noviembre de 181 1.
Tom. 1.
Pluribus unum.
El sueño del hombre despierto.
¿En dónde estoy? ¿Qué nubes me rodean? Veo, palpo, oigo cosas que
¡n0 puedo combinor. ¿Será cierto que hemos nacido paro vivir en un
estado perpetuo de guerra? iDios mío, qué triste perspectiva! Tiendo los,
ojos sobre este vasto continente, traspaso los mares, recorro lo Europa,
penetro por los otras dos partes del mundo, y por todas partes me encuentro al hambre en delirio. Paro consolarme, discurra olgunos veces,
qiJe así como en el gran sistema del universo, dos fuerzas encontradas
mantienen el orden y el equilibrio entre los infinitos mundos que nos
rodean, osi también del choque de los opiniones, de esto continuo gue-
I
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ANTONIO NARIÑO
rra en que veo 01 hombre con el hombre, debe nacer el orden generol
que mantiene el equilibrio de lo existencia humana. Muchos animales
han desaparecido enteramente de la tierra, y el hambre se Conserva y
multiplica en medio de Jos horrores de la guerra: las animales sólo destruyen para conservarse; el hombre destruye por satisfacer sus pasiones,.
y empleo la luz divina de su alma en inventar instrumentas que destruyan a sus semejantes.
Dejo la generalidad, y me circunscribo 01 pequeño circulo de mi potria. ¿Podremos sacar algún provecho del delirio en que nos hallomos'?
¿Habrá esperanzas de que algún día cojamos una utilidad real? ¿Seremos al fin libres y felices? Yo doy mil vueltos a mi cabezo, y después.
de haber recorrido todos los signos, me vuelvo o quedar en la mismo
incertidumbre. Esta es mi línea equinoccial: si ruedo hacia el antiguo
gobierno me horrorizo y no veo más que un fiero despotismo que ha;
causodo nuestros moles presentes; si ruedo hacia el otro trópico ~
encuentro con lo anarquía, y un horizonte oscuro que me presento des- ,\
de lejos lo triste perspectivo de los moles que nos esperan.
¿No habrá un medio entre la anarquía actual y el antiguo despotis-~
mo? Sí lo hoy, y en él consiste lo verdadero libertad; pero nosotros, 00-,
mo el sol, no nos queremos detener en él, y corremos del uno 01 otrq.'
trópico.
Todo en el mundo tiene estos extremos: lo devoción degenero en fenatismo: lo economía en mezquindad: el recreo en disipación: lo sabiduría en orgullo: lo modestia en abatimiento y la libertad en libertinaje.
Hoy dos especies de libertinaje: moral y político. El primero es el de
las costumbres, y el segundo el del gobierno. No podremos decir sin
temeridad que nosotros hayamos caído en el primero, porque nuestros
costumbres podemos gloriarnos de que aun se mantienen con pureza,
si las comparamos o la espantosa corrupción de lo Europa; pero hemos
ccido ;n el segundo con un exceso que nos va o sepultar en un abismo
de males, quizá peores que los del despotismo. Recorramos la capital
y las provincias, y sin detenernos a examinar quiénes tienen la razón,
confesemos que hay una división de provincia o provincia, de pueblo a
pueblo, de familia a familia y de hombre o hombre; que esto división
la ocasiona la ignorancia a lo ambición, y que divididos por ignorancia.
o ambición, hemos de caer en guerras civiles, o en manos de un con-
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LA
BAG'ATELA
!(¡uistador. No hay medio: o nos despedazamos,
:guimos como hasta aqul.
o nos esclavizan,
si se-
.!
Cuando veo que después de dieciséis meses de nuestro tranformac!ón
no hemos dado un poso hacia lo unión que formo lo fuerza físico y moral de un Estado, ¿qué puedo presentir para lo venidero? Los puertos de
¡mar de este reino aún dependen de la Península; en lo interior hay un
¡número, quizá mayor del que se piensa, de hombres adictos al antiguo
:gobierno; los amigos de la libertad están divididos y distraídos en queI
'rer coger un fruto sin sazón: conque o Dios hace un milagro, o nos
perdemos.
¿Estaré engañado?..
Quizás duermo o deliro....
¿Somos rccioncles? .. Dicen que sí. ¿Pues cómo por quererlo todos nos vamos o quedar
sin nodo? Si ahora veinte meses nos hubieran propuestos nuestros
amos que nos darían libertad con condición de que no nos dividiéra.mos para que los franceses no nos vinieran a subyugar; que conservé'ramos nuestros rentas; que disciplináramos una milicia con subordina·
ción y economía; que sacrificáramos nuestras pasiones 0\ bien de la
patria; que nos desprendiéramos hasta de nuestros bienes para salvarla,
¿habriomos dudado un solo instante en admitir lo libertad con estas
'¡consideraciones? Más digo: si el virrey Amar, tan sordo y tan estúpido
amoera, nos hubiera propuesto en setiembre de 1809 que nas emaniparía, con tal que nos dividiéramos y obedeciéramos sus órdenes, ¿qué
e habríamos contestado? .. Yo no sé quizás le habríamos alegado ~l
acto social; quizás le habríamos hecho presente los derechos de las
rovincios; guizás habriamos renunciado las ventajas de nuestra indeendencia por no recibirlas de mano de este animol: porque tanta es
(nuestra generosidad y nuestro amor por la gloria y por ... el mondo.
¡'
f
\ Pero si, como creen otros más sabidos que yo, hubiéramos levantado
los manos al cielo, y no sólo admitido sino adorado al. viejo Amar como
~ nuestro óngel tutelar, ¿par qué hoy que la libertad se nos ha venido
O las manos, hacemos lo que el niño que ansiado por coger 101" poj".
rito, apenas lo pilla cuando lo vuelve a largor?
la libertad es, o mi veril como un excelente vino generoso, que re\~do
con moderación, anima la circulación y do una suave alegría
•• ofma; pero que tomado con exceso causa la embriaguez y el delirio.
"\Nosotros estamos en el segundo caso: hemos querido en un día la Ií·
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bertcd que las otras partes del mundo han tomado a tragos en el espocio
de centenares de años; y siendo uno caso tan saludable, la hemos convertido en veneno por el exceso con que lo queremos disfrutar. ¿Cuánto
trabajó Roma después de la expulsión de tos torquinos? Murió Brt,con los armas en la mano, después de haber él mismo sentenciad
muerte a su hijo. ¿Cuántos siglos, cuántas revoluciones le costó a"i
Grecia ver establecida la libertad en su seno? ¿CuOñtos lleva lo Ingla;
terra para su imperfecto libertad? ¿Pero el Norteamérico? se pregunta. " Qué "cierto es que cuando el hombre desea uno cosa se ciega .¡
trata él mismo de alucinarse: el Norteamérica ha estado dos siglos bebiendo la libertad que nosotros no queremos beber en un día: cuandoaquí ero un delito horrendo lo palabro libertad, cuoriao no se atrevían'
a pronunciarla los mismo que ahora dicen que estamos en el mismo coso
.que los norteamericanos, allí se reclamaba ante el parlamento inglé'
como un derecho; cucndo se ignoraba aquí /0 palabro legislatura y el
derecho de concurrir el pueblo o lo elección de sus representantes, alll
hacía doscientos años que se practicaba¡ y finalmente, cuando oqul no
sólo se ignoraban los Derechos del Hombre, sino que ero un delito eW
leso majestad horrendo pronunciar/os, 011I se conodan, se practicaban.
y se defendlan con lo imprenta y con los armas. ¿Y estamos en el mis,mo coso? Es menester mucho estupidez o mucho malicio paro sostene
esto proposición...
¿Estaré yo soñando?..
¿Duermo o deliro? Qut
,,"e despierten los hombres de luces: yo se lo ruego, porque esto pesadi,.
110me moto; y no es esto lo peor, sino que lo contrario nos moto o todds.
Me acuerdo, si es que estoy despierto, que Washingnton sali6 de $U
bcelendc 01 tiempo de la revolución con un ejército armado o su costo
y Q cuyo frente hizo prodigios de valor¡ me acuerdo que dándole coxa
un barco inglés o otro americano, éste echó el esquife 01 agua con un,
oficial que llevase la noticio o sus conciudadanos de lo que iba o haber,
t dejando acercar 01 enemigo, pegó fuego el capitán o In Santabárbara
y voló con todo su tripulación; me acuerdo que las domos americanos
renunciaron voluntariamente el lujo y los géneros de Europa, por vestirse de los del país, que pagaban o mós precio; me acuerdo que cuando los ingleses atacaron o Bastan, corrieron los hombres de los demás i
provincias o socorrerlo con sus personas y su caudal, que iban montc-»
dos de tres en tres los voluntarios sobre un caballo, y que se hicier~
volver por sus mismos dueños barcos enteros que estaban yo en lo mot
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LA
B A G A T E L~Á
cargados de víveres para socorrer a sus hermanos; me acuerdo que
cuando se impuso el inicuo derecho del té, ningún americana lo volyi6 a tomar, siéndoles tan necesario como a nosotros el chocolate, y que
'- s610 se quemó en las calles y plazas cuanto tenían los particulares,
.) que el comercio quemó barcos' enteros de muchísimo valor por amor
J 'lo libertad, haciendo este sacrificio
a la patria. ¿Y estamos en el mismo caso? Yo no sé si duermo o deliro; pero si estoy despierto y esto es
verdad, desafío o los que quieran perdernos con el ejemplo de Norteamérica a que me citen un donativo, un sccrífíclo, una acci6n que medio se
parezco a las que acabo de referir: que me citen un predicador que haya
pronunciado el discurso de la muerte de Warren.
Quisiera realmente engañarme; daría lo vida como los Horacios, no por
levitar una guerra, sino porque estuviéramos en el mismo caso que los
¡'americanos ingleses al tiempo de su independencia. Pero nos va a suceIder ro que a los borrachos: no hay consejo ni razón que los pueda curar
tile su vicio; moriremos en la embriaguez y el delirio de creernos superIores o lo que somos. Al tiempo doy por testigo, yo que cerramos los ojos
la Jo razón, y cuando el mol esté sobre nuestras cabezas, entonces será
"tarde y ociosa lo confesión. Despertemos, o despiértenme los que estuieren despiertos; aún tenemos tiempo de desperezarnos y abrir los ojos:
o hagamos lo que el perro de la fóbula, que se quedó sin la come par
i tras de la sombra; y pues Dios nos ha favorecido de un modo sensible,
~
r\o despreciemos sus beneficios.
Carta del Fil6sofo sensible o uno domo.
Mi bella amiga: no te enojes, lo volubilidad de tu sexo y esa delicado
variedad con que quieres siempre, como lo tomineja, ir escogiendo lo
~$
esquislto, te hace hoy Ingrato o mis ojos. SI no me has olvidada, o
1<)menos has ofendido mi amor propio con dar la preferencia o otros
nuevas amistades. Conozco que en ti los pequeños defectos son coma las
sombras de uno pintura que hocen resaltar el colorido de tus gracias; pero
yo te Quisiera, mi sensible amigo, menos graciosa y mós consiguiente.
l'
Sé por un amigo cuánto se ha animada tu tertulia con los nuevos con1urrentes (j que no pueda ser yo uno de tantos!) y los serias asuntos que
en ello se tratan. Me han dicho que la lectura de Lo Bogotelo y del Ar-
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ANTONIO NARIt'lO
ocasiononó una acalorada disputa, y que tú con aquella delicadeza inimitable que te caracteriza, desarmaste a los atletas con solo golpe.
No hay duda: ¿si las provincias pueden todo lo que dicen por qué es
que nada han hecho? ¿Por qué estón mós pobres, más débiles y mós,
cprimidos que en el antiguo gobierno, con todos los milagros que obra la
libertad? Porque han tomado el camino del norte poro llegar al sur.
lOS
Aquí se oyen las mismas disputas, y nuestros teóricos políticos cornponen y desconmponen el mundo con la misma facilidad que tu ninfa
te prende y desprende los alfileres. Alquimistas parladores, todos creen
haber encontrado lo piedra filosofal, y yo les digo lo que cierto Papa"
e uno Que le aseguraba haberla descubierto y le pidió dinero: Aquí es";,
tán doscíentos sacos vacíos poro que eches el oro que has de hacerll
aqul estó el reino, or90nlzalo. ¿No están las provincios en posesión
su piedra filosofal? ¿No están independientes y soberanas? Pues a ello)
¿por qué no están disfrutando de las ventajas de este sistema tan deccntcdo en lo teórica? Porque no ha comenzado o obrar el Congreso,
responden. Esta es otra piedra filosofal: el Congreso vo o convertir
piedras en oro, y yo sé cómo. Se reúnen seis, siete u ocho sujetos con '0,'
plenitud de sus poderes, y en virtud de esto plenipotencia decretan que
las provincias sean libres, soberanas, independientes, ricas, sabios,
cerosos: y los provincias como el primer día de lo creación salen de 10
nado y se convierten en estados poderosos y florecientes. Pero cuando
esto no salgo a medido de su deseo, o lo menos le quitorón a lo capitel
sus armas, sus caudales, sus recursos, y lo reducirán o un estado de
igualdad con la miseria de las otros provincias; y esto será lo mós cierto o, o lo menos, lo másfócil.
dt
10"
poi
¿Qué te parece, ingrato mio, qué te porece este sistemático delirio?
la te aseguro que o pesar del enojo en que me tienes, y de mi exaltado
amor por la Iibertod, ya sólo lloro los peligros de la belleza. ¿Qué seré
de tu sexo amable, cuando nos veamos envueltos en una guerra, sitiados nuestras ciudades, y la hermosura expuesto o ser la preso del soldado brutal? Me estremezco y quisiera no haber nocido, antes que ver
semejante catástrofe. Tu sexo es el más interesado en esta causo; noso- ~
tras moriremo con las ormos en lo mono defendiendo lo patrio, lo
libertad y la belleza; ipera vosotras desgraciados! moriréls a manas del'
oprobio y de la desesperación, maldiciendo una Iibertod. .. Que el cilJo nos preserve hasta de pronunciorlo. Yo me oflijo, y concluyo.
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LA
Núm.20C;>
Santafé,
BAGATELA
domingo
17 de noviembre
Pluribus
de 1811 .
Tom. 1.
unum.
Cúcuta.
Hagamos justicia a los vecinos de Cúcuta. Con fecha 22 de octubre
'escriben al autor de le BCigatela lo siguiente: El amor de la justicia, y
el que profeso al suelo que me vio nacer, me ponen en la necesidad de
remitir a usted esas dos copias auténticas, para que en su vista desimpresione usted al reino de la falsa noticia que ha publicado en el número 11 de su apreciable periódico. Yo no culpo a usted porque conoz'~o muy bien que así pueden haberlo escrito de Pamplona; pero sí me
buejo de la maledicencia de las enemigos del precioso valle de Cúcuta,
bue para vengar los resentimientos que tienen con aquellos pueblos, se
valen de un arbitrio ton vergonzoso y punible, como ·el de calumniar
lo fidelidad de los cucuteños. Por tanto tenga usted lo bondad de desen~añar o lo Nuevo Granada, y si gusta, puede imprimir dichos docurnenItas en la parte que juzgue conveniente.
Queda de usted con la mayor consideración
afecto s. s. q. s. m. b.,
Narciso Toscot
A 22 de octubre de 1811.
DOCUMENTO
Excelentísimo señor:
los novedades ocurridas en eso ciudad de resulto de las disenciones
¡"testinas de la suprema Junto, han puesto en consternación o toda la
p~ovinció, y principalmente al valle de Cúcuta, como tan principal interesado en el honor y decoro de sus representantes.
Persuadido de que
negocio tan arduo debía mirarse con la reflexión y madurez que exigen
todas las circunstancias, y que se hubieran cortado todas las disencianes
removiendo los obstáculos o principios que las han motivado, ha tenido
'¡Jor conveniente no ingerirse en este asunto, hasta que desengañado del
' oca fruto que se debe esperar de este silencio, lo ha mirado con más
enclén y para el/o se han reunida representantes
de las cuatro juris;
d cciones del valle. poro acordar lo que en .Ias circunstancias presentes
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conviene adoptar poro su tranquilidad, y evitar en algún modo la arbitrariedad del gobierno. La acta que acompañamos Q V. E. es el resultado de esta conferencia, y los capitulas que contiene son en parte unas
reformas que indispensablemente deben hacerse para que en algún
modo puedan contenerse tos desórdenes que estamos experimentando.~
La Constitución debe reformarlos; pero esta obra es de mucho tiempo,
y la instalación del Colegio electoral talvez no se verificaró en el tiempo que se ha premeditado, porque hay muchos inconvenientes que lo
retardan, y entre tonto los pueblos sufren todo el rigor del despotismo:
ven con dolor violados sus derechos, y a sus representantes vejados no
sólo por el mismo gobierno, sino por un pueblo que los insulta y qut
tolvez no deja de atentar a su vida. No es éste el pacto celebrado en¡W
tre todos tos pueblos de la provincia, ni éstas son las lisonjeras promf
sos que ha hecho Pamplona a los demós pueblos, ni ésta puede lIamar~
libertad. Por cuyos motivos nos vemos en la necesidad de que se reformell
el gobierno, pues los males que amenazan traen consecuencias demcsiado funestas en un tiempo en que los pueblos no pueden mirar corf
indiferencia el abuso que se hoce del poder y la usurpación de sus m~
sagrados derechos. Estas medidas ton pacíficos que las cuatro jurisdic-!
ciones del valle de Cúcuta o V. E. después de uno maduro reflexión,
harán ver 01 mundo entero que no es el espíritu de discordia el que nos
animo, sino el bien y tranquilidad de los mismos pueblos, y estomas seguros que V. E. pensando del mismo modo adoptará este sistema, ~n
cuyo coso los representantes del Valle pueden volver o ejercer sus funciones, sin comprometer su autoridad.-Dios
guarde a V. E. muchos
años. Villa del Sr. San José de Cúcuta, septiembre 3 de 181 l.-Pedro,
Santander.Diego Vicente Rivera.Julión YÓñez.- Antonio Rovira.
José Eugenio Santander.Pedro Soto.- Luis Ignacio Scntcnder.c-e-Jucrn
Boptisto de Loro y Espínola.José Ignacio Fantiveros.Señores de
la Supremo Junta de la ciudad de Pamplona.Es fiel copio de su original. Fecha ut supro.-·C1emente $ánchez.
Carta dirigida al autor de "La Bagatela", de la provincia de Cartagena
sin el 'U9iIr donde se escribió.
Señor bogatelisto:
¿Sobe usted lo que ha sucedido con el número 11 de su perlódlco?
Uno friolero. Hizo más ruido que en Madrid el elefante cuyo suerte,
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LA
BAGATELA
envidiaba lriarte. Todos deseaban haberlo a la mano, y cama no había
en estas lugares más ejemplares que el que yo había recibido, se apresuraron a sacar copias, y las leían can el mayor entusiasma. A un ecle'stósttco de muchas luces y buen patriota le oí decir que si fuera permitido daría la adoración de Latría a su autor y al del amigo de la
verdad. Las trapas al momento pusieron en los sombreros cinta con las
:expresiones últimas de la Bagatela: salvar la patria ~ morir. En Cartageno mismo solicitaban el tal papelito, y sin embargo de ser producción
de la soberbia e impolítíca Santafé, ofrecian un peso por cada ejemplar
los editores del "Argos" han- suprimido lo más interesante de la Representación que hicieron al Gobierno de Cartagena los sitios del Magdalena pidiendo su protección. Nada imparta callar los nombres de Carabollo y París, yero muy del caso publicar la que los sitios dijeron de
:su intruso diputado, del vicepresidente de la Junta catalana y de los
'copitulcres que tiranizan a Santa Marta, parque son hechos reales, y
ITClnnotorios, que ningunos mejor hubieran determinado a los habitantes
contestor, puede decirle que omitió nombrarlos por la misma razón que
de los que usted vende por un real sencillo. Pero no par esto se envanezca usted, pues ya habró visto que el criticón de Calamar se la tacha
'1 de defectuosa
por no haber hecho en ella .10 honorífica mención que
\merecen los desnaturalizados títeres París y Caraballo. Si usted quiere
pe aquella provincia a sacudir la vergonzosa esclavitud en que viven,
que parecen perpetuar. Yo he visto una copia de dicha Representaclén, y no encuentro un motivo para que se haya suprimido una parte'
tnn interesante, si no es que, como. el vicepresidente y algunos capitulares son europeos, se les quiera guardar esta consecuencia tan debida
<jamo a nuestros amos, aunque de ello no se sigan los felices efectos
que podían esperarse.Pero vaya otra friolera, propia para asunto de
una Bagatela. Serón. sólo das palabritas. La providencia en que se man:dó cerrar el buzón para que toda la correspondencia salga franca ¿es
¡usta o tirónica, deberá revocarse o dejarse subsistir? Los efectos deben
decirlo. Somos libres; pero una viuda indigente, un hijo de familia, un
olmo timorata, no pueden solicitar un socorro desahogar su corazón
con sus amigos, pedir consejo a un director que est6n ausentes, porque le faltan dos o tres reales para franquear una carta. Los popeles
públicos circulan poco por la misma causa. El parte de carrero hace subir excesivamente su precio, y muchísimos que remitirían mil ejemplaIrAS a SUS amigos a provincias extrañas dejan de hacerlo por no gravarse
t
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ANTONIO NARIt'lO
",
con este nuevo costo sobre el que sufre en la compra del papel, lo que
no sucedería viniendo a pagarse el porte al lugar de su destino; bien
que yo creo que tales escritos poniéndose en la estafeta con sólo una faja, ya por cuenta del editor, ya por la de particulares, debían ser francos de todo costo, por el interés general que resulta de su circulación."
El erario público no recibe incremento alguno con tal providencio. Lo
que deja de ingresar en las cartas que se remiten con debe, se compensa
con las contestaciones que vuelven en los mismos términos, y saliendo
todos francos, los contestaciones van también francas, porque todos los
gobiernos adoptan la misma medida como lo estamos viendo. Usted
doró a estas observaciones el lugar y destino que gustare, procurando
que nuestros gobíernos no nos den la libertad paro impedirnos lo que,
entes podíamos hacer. Advierto que cuando nombro a Madrid hablo dfi?
aquella que ultra jam non inveni.tur; y cuando trato de impolítico ~
soberbia a Santofé, adopto el estilo cartagenero en sus Argos, aunque~
no es ese mi sentir.
Se quedaró \.Isted ignoral'ldo el lugar dond(:l escribo y lo fecho; lo
mismo le sucederá con mi nombre, porque quiero firma,rme con el nuevo
título de LA BAGATELA, no en latín, ni en ccstellono, porque el idiomP
de la América no debe ya tener este nombre, sino en romance, diciéndole que soy,
Uno de tantos.
Carta de una dama al filósofo sensible.
Escucho, perverso mío, dos polcbrtros de tu amiga. Conque la nuevo
tertulia te ha causado uno de aquellas sensaciones desagradables de
que tonto te burlas en los otros? Mi sensible Filósofo, yo te compadezco si tu cobezo es ton débil como me lo quieres hacer creer; pero has.
hecho muy bien de advertírmelo. j Celos en un filósofo! Graciosa' friolero: en la primera visita que te dignes hacerme con tus rivales, te diré
lo que siento sobre esto enfermedod de Jos maridos Ociosos.
Mi partido sigue animada, no con asuntos que o ti te deben dar celos sino con los que hay traen en movimiento a tu ilustre ciudad. El
idioma de Pafas y Amatante te ha desterrado de nuestro lodo y la be110 Afrodita yo apenas recibe unos posojeros adoraciones. Constitución,'
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LA
BAGATELA
elecciones, derechos de provincias, intrigas, ambición, celos políticos,
'son los continuos materias con que nos traen en movimiento. El amor
ha cedido el campo a la ambición, y ésta como aquél tiene unos Iírni'tes que los hocen honestos o vituperables. Yo aguardo el resultado. de;
.vuestrcs nuevos elecciones poro pronosticar con seguridad el éxito del
'la causo gloriosa que habéis emprendido y que dificulto podáis sostener. Tú no ignoras que en todos los paIses libres los elecciones han causedo siempre intrigas y fermentación de porte de los ambiciosos; pero
tembién sobes que en los tiempos florecientes de los repúblicas, el mérito y lo virtud han siempre triunfado; y que desde que el público ha
cesado de ser justo y se ha dejada sobornar la decadencia ha sido consiguiente. Vosotros apenas comenzáis a manejar lo ardua empresa de
gobernaros, y los pasiones están yo tan desarrolladas como si estuvlérais en el ocaso de vuestro gobierno. Todos los prodigios del herolsmo
, patriótico se han visto siempre al nacimiento de la líbertad, y entre nosotros apenas se ve cosa que merezca ni el nombre. No hay que cansarse,
\ mi amigo, la medida del potriotismo son los sacrificios, y entre voso. tras, según me han dicho, se está tan lejos de hacer sacrificios por
la causa pública, que lo que quieren todos es ganancia y sacar partido
personal de la transformación.
¿Será por este comino que llegaréis a
. tener Cincinatos, Camilos, Fobias, Marcelos y Scipiones? No, no os en'gañéis, el comino de lo glorio y el del interés son muy diversos: el priero es muy penoso, y vosotros lo que queréis son comodidades, lujo,
diversiones. iCuónto temo vuestra suerte cuando medito sobre estas
osas! Pero no creas que sucede lo mismo a todos mis adoradores: ellos
~no ven más que flores en el camino de vuestro regeneración, y ya sebes que ésta no es la de la especie humana. Yo les oigo cosas ton gracloscs, por no decirte ridiculas, que si como se troto de un asunto ton.
grave, se trotara de otro de segundo orden, quisiera que no acabaran
.con sus salados delirios; todas las voces de Romo y Atenas se han trasplantado bien o mal surcidas entre nosotros, sin haberse frasplantado
uno de aquellos acciones que distinguieron a Temlstocles y o Alciblades y o Morcelo del común de los hombres.
Aquí me refieren
nuevo Woshinbton,
disputará a Bastan,
dos Carolinas serán
planes quiméricos de grandeza: Ibagué va o ser una
Tunja será la Filadelfia del sur, Cartagena se las'
si no es que se hace lo capital de todo el reino. Las
Cuenca y Pamplona, y osI de las otras provincias.
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ANTONIO NARlr'lO
Esto mismo transformación (o va o ver el mundo entre los individuos:.
hay m6s Frariklinnes, Woshingtones, y Jeffersones entre vosotros, que
hubo soldados en el Norteamérica. Es cierto que lo libertad hace prodigios; pero jamós los ha hecho tan grandes lo imaginación. Te digo la
j
verdad, si alguno coso me hoce perder las esperanzas, es este modo
manchego de pensar; y que año y medio de delirio no los hoya desengañaao de que sólo lo moderación, lo frugalidad, el estudio, lo unión¡
y lo práctico de todos las virtudes cívicos y militares los pueden salvar:
Sálvate' tú de esto manía, yo que no has podido precaverte de lo de los
maridos ociosos.
Núm. 219
Santafé, domingo 24 de noviembre de 1811.
Tom. t.
Pluribus unum.
&trocto de los observaciones hechas por el autor de El Español
a las sesiones de las cortes de Códls sobre América.
Ni saber ni buena fe se echan de menos en las cortes. No quiere
cir que todos en ellas sean hombres de candor y de ciencia, porque _
verdod que se ven de cuando en cuando algunas chispas de animosicIPé,
y de preocupación; sino que la maso general es sana, y muchos de lo~
individuos verdaderamente sabios. Mas si se consideren ctentornenté
sus procedimientos, yen especial lo parte de debates que presento a m,~
lectores, es preciso confesar que falta a las cortes mucho de lo crencíc
próctica de gobierno, y que se les puede comparar a ciertos médi~
que encantan en la cátedra o la academia, y que a fuerza de saber
convierten en pulmonía un resfriado si se llaman o lo cabecera de un
enfermo.
los liscursos sobre la cuestión de América están llenos de excelentes principias; pero pasmo el considerar cuón útiles son en la práctico
y cu6n lejanos del objeto que mós imparto a la España en el día: la
conservación de las Américas, la cesación de la guerra civil en ellas. Y
io que es mós de admirar, casi todos los diputados han hablada de este
objeto; mas coma si una especie de vértigo los distrajera 01 instante
siguiente, no bien les hiere los ojos, cuando los vuelven o otra porte,
y se pierden en un laberinto de cuestiones abstractos. Uno dice que s~
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LA
BAGATELA
se troto de 101 ¡ntios debe ser paro ClOftServorlos Indios; pero contento
con haber sentado este sapientísimo principio próctico, ni lo ilustra nr
~e esfuerzo en fijar 01 congreso sobre hallar los medios de elecutcrloe
Otro dice admirablemente,
que 1:uondo un edificio est6 ruinoso, primero
se debe apuntalar y luego queda tiempo de decororlo con tapices; (1)
Y no noto que los puntales que propone para evitar que lo América españolo se desplome, si pudieron en algún tiempo ser suficientes a sostenerlo, son mós débiles que de coña al presente. en uno palabra, todos
discurren, todos hablan bien; pero, como si no vieron más allá del soión de los cortes, lo cuestión se debate como si pendieron de su voluntad los dotas y no hubiese de entrar en cuenta el estado actual de las,
cosas. Aguarden los americanos, dice confiadamente
un diputado, y na~
die lo replico lo que está saltando a los ojos: eso es lo dificultad; eémo se les horó oguardar. Hoc opus hic labor.
Hay un defecto entre otros en lo práctica de las cortes, que me parec.e muy trascendental, y de que estos debates don uno pruebo cloro (1);
tal es eso afición desgraciado a reglamentos que han manifestado desde
,1 principio. ¿Se troto de rentes? Diputación para formar un reglamento.
:c'omercio? Otro diputación, otro reglamento. ¿De guerra. Reglomen"". ¿De Juntos. Reglamento. ¿De asuntos eclesiásticos? Reglamento. Lo
\ue sucede es Que codo comisión nombro otra pequeña comisión dentro
(le sí, para formar los reglamentos; que esta comisión de comisión nombro
~ un solo individuo; ése se empeña en hacer una especie de libro, una
~bro científica sobre lo materia, y vacia en ello toda su filosofía metafísicc: se presenta a la comisión: cado uno que no quiere ser menos, Insiste
~n que se añado algo de su cosecha y se discute, se alterco, se riñe el ou.I:orse desespero 01 pensar que le quieren echar a perder su libro: se canso
él y los demás de la contiendo, y se decreto añadir o quitar cuanto los
.combctlentes o mediadores proponen, cuando yo todos están tan exhaustos de paciencia y de fuerzas. Dese una lista 01 autor, c!u~ desesperado
en su gabinete, ni sabe cómo enlozar ni adónde entremeter los crtículos recién venidos, hasta que cansado él también, ya empujo, yo estrecho, ya entresaco, y 01 fin no sabiendo dónde poner lo que sobro, hoce
Aplíquese
(1)
entre
nosotros este principio
que nos viene como de
neoIde.
III Abrase
bk¡n elloio
y aplíquese
-
también.
137-
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un articulo adicional
un reglamento ...
en que todo cabe;
y he aquí
que yo tenemos
Antes de las revoluciones de Arnérlco aquellos pueblos se hollaban
estacionarios. Si lo Junto central ..no hubiera estado ciego de estúpida
ambición y orgullo, si hubiera concedido a los americanos una representación proporcional en los cortes; mós diré, si en lo que les concedi6
hubiera dado el nombramiento 01 pueblo, como en España, los cmerlcanos que acostumbrados 01 yugo apenas osaban apetecer parte de lit
infinito que se les debia, habrían mirado como un favor esto concesión,
no obstante lo gran parte que en ella tendría Jo justicia. No quiero de ••
cir que esto hubiera satisfecho o los individuos emprendedores que siempre han estado ansiosos de una independencia
completo. sino que lo
maso del pueblo se habrio calmado como otras veces con esos peque-Ir
ñas mejoras, y los independientes no habrían tenido medios de pane~:
en próctica sus intentos.
Si lo impresión que debió hacer en América lo noticio de lo instalación de las cortes se huiero sabido aprovechar
en España; si húbiera
ido acompañado de lo declaración que aún ahora se niego a los diputados americanos; si en vez de acompañarlo con amenazas, guerra, comisionados regias y papelones de Yo el Rey, bajo los cuales hasto los ciegos descubren uno impotente regencia; si en vez de excitar lo indignación o lo riso, se hubiere trotado de excitar confianza, los cortes
podrian ahora hacer reglamentos sobre América en que por alguno¡s
eñes quedasen arregladas estos contiendas en favor de España. LoS
partidos revolucionarios habrían mirado los cortes como uno época del
todo nueva, y sus jefes no hubieran podido prescindir de contra col,
ellas, si habían de contar con el pueblo.
Mas las cortes, en vez de trotar de desvanecer !o mola impresión
de los decretos anteriores, hicieron uno que no pudo menos que darles el aspecto de mala fe o timidez; y como si todavía tuvieron la
América pendiente de sus labios, discuten largamente sobre un punta
aue aun cuando lo concedieran, ya ha perdido todo su atractivo para
los americanos. Así sin atender a las circunstancias cado día pierden
mós y mós terreno por ellas, y mós y mós opinión por su conducta.
El gobierne español estó cometiendo los mismos "errores que el de lri-.
gloterra en lo guerra de sus colonias. Puso i"'prudentemente
un im-
i
I
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,
LA
BAGATELA
puesto; le representaron y no quiso dar oídos; le resistieron y quiso
hacerse obedecer a la fuerza; vio que no podía obligar, y quiso con~eder lo que negó 01 principio; ya esto no era bastante: los americanos gozaban de más que lo que Inglaterra podía darles.
Mientras que en las cortes se olterca y regateo con los diputados
\.de América, corno si éstos fuesen dueños absolutos de lo voluntad de
aquellos pueblos, sobre cuól ha de ser lo representación futura en las
cortes de España, Carocas y Buenos Aires reúnen sus respectivos congresos, y tienen tiempo sobrado paro ganarse los voluntades de sus
poderdantes, con poco que tengan de liberalidad y talentos. Muy molos han de ser los gobiernos revolucionarios si no soben hacer sentir
o los pueblos lo infinito ventojo de tener de su lado olió del mor lo
soberanía; si no alcanzan o hacerles percibir la diferencia que hay en. tre obedecer a las leyes o a un virrey. Aun cuando los decretos de 109
COrtes sobre representaci6n de América se expidiesen ahoro, lIegorían
airó después de año y medio de independencio absoluto, que tal lo ha
sido por la cabesudez de los gobiernos de España. ¿De qué servirán
entonces estos desgraciados gracias? De lo que serviría convidar con
asiento a lo mesa del amo en lo Habana al esclavo que habiéndose
huido tuviese ya casa propia en Filadelfia. El esclavo se burlaría del
convite: mas no sé qué nombre dar a la pasión que excitaría en él la
t¡lotícia de que su amo y la señora reñían diariamente sobre en qué
(Ugar se le había de poner el asienta ...
¿Cómo pueden los gobiernos creer que mandan a la América manvirreyes y comisionodos regios con los poderes mós absolutos?
Pelean los americanos por salir de este despotismo horrorosa, por sacudir el yugo de esos tiranos de segundo orden, más opresores mil veces que Jos déspotos soberanos, y por pruebes de los buenas dlsposlclones de los gobiernos .españoles, para muestra de la debilidad con
que pienson tratarlos en adelante,. envían a Caracas un conciliador
revestido del poder absoluto de los reyes de España, que los españoles
mismos tratan de limitar poro sí, y a Buenos Aires un virrey y capitán general como en lo antiguo. Esto es o carecer de sentido, o burlarse de él abiertomente.¿Qué conciliación puede entablarse cuando
el título que llevo el conciliador encierro en si el principal objeto del
fdio de aquellos pueblos? Palabras blandas de un virrey y capitán geI
déndoles
-
139".,.,..
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ANTONIO NARIÑO
neral. !Quién ha visto otro tanto! ¿Qué quiere con ese llanto de cocodrilo? Nada: que lo reconozcan por virrey -este
es el primer paso-Y luego estando en posesión de los poderes de tal virrey se tratará
de los demás arreglos. es decir, dándole las facultades más despóticas,
juntamente con los medios de sostenerlas. iQué no deben esperar los
pueblos de sus disposiciones conciliatorias! La paz más octaviana reinará bien pronto en aquellos países, porque no hay casa más quieta
que los esclavos y los muertos, Ubi sulitudinem faciunt pacem apellant.
Todos estos posos capciosos (y ya todos los que den los españoles
respecto de América han de parecer tales a tos americanos 1 no hacen
rnés que empeorar las cosas y separar más y mós los ánimos de los
intereses de la Península. Cada vez: que se exige un nueva reconocimiento, que naturalmente ha de ser negado, se arraigan los odios "'1
se hacen más violentos los partidos. Los que están al frente de los nuevos gobiernos de América arriesgan demasiado en cualquiera especie
de conciliación, para que puedan pensar en hacerla sin tener toda la
seguridad posible de que por ella no van a caer en un lazo. Estas
amnistías concedidos por gobiernos que se creen injuriados, y que se
eenceden porque no tienen bastante fuerza para negarlas, suenan muy
bien en los oídos de los que nada les va en ellas; pero son muy sospechosas para los que arriesgan su cabeza. ¿Dudará nadie de que si los
oue ahora son tratados de excelencias hubieran caído antes en menos
del señor Elio, habrían ido bien pronto a lo horca? ¿Habrá en Espo~
quien les asegure que si ceden y admiten o un virrey vivirían quietos
y sin ser molestados por los gobiernos españoles? Ahora bien: que los
que se hallan 01 frente de los nuevos gobiernos de América tienen
influjo, los hechos lo están diciendo; que con ellos se ha de tratar
cualquier especie de arreglo que haya de hacerse, es por demás decirlo; que ellos no pueden fiarse de comisionados españoles, atendidas
las disposiciones hostiles y espíritu de furor que España ha manifestado, es cloro como lo luz del día; luego si ha de haber conciliación,
si no ha de llevar o sangre y fuego lo contienda, es preciso que hoya'
un tercero que dé a unos y otros su garantía. Yo no veo otro que pueda hacer esto sino el gobierno inglés. Si el gobierno español tiene ver-dcderos deseos de arreglar sin destrucción ni sangre este asunto im-oortcntíslrno, no debe tardar un instante el tomar en consíderoclón
.estos reflexiones. Yo bien sé que el partido mercantil levantará el
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LA
BAGATELA
grito contra todo especie de composición, y especialmente en lo de
mediar Inglaterra. ¿Mas serán los Cortes ton débiles a ton ciegas como lo Regencia, que expongan los primeros intereses de lo nación por
no sufrir inventivas con que un corto número de individuos alborota
los cafés de Cádiz?
No ignoro que, por desgracio de España, estos ridículos declamaciones tienen demasiado influjo en el gobierno. Confinado éste dentro de las murallas de Códiz, sus individuos no ven más mundo, no
tienen otro público o los ojos de quien esperar vituperio o alabanza,
que de un puñado de hombres, cuáles amorgados por los de¡;gracias,
cuáles impacientes con el tedio, unos llenos de ignorancia y orgullo,
otros con saber, aunque sin experiencia. ¿Cómo podría yo negar que
esto descripción no abrazo o todo 10 población de Cádiz, y que hoy en
ello hombres dotados de los cualidades más apreciables y talvez capaces por si solos de lo dirección de los intereses nocionales en otros
circunstancias? Pero estos no son los que se oyen. Ni los circunstancia.
ni el tiempo han permitido aún que los leyes tomen en España aquel
imperio que se necesito poro que codo hombre puedo exponer su dietomen sin peligro, aunque seo en contra de un partido casi faccioso.
En Cádiz se grito, en Cédlz se imprime, más que con libertad, con'
desorden: en Códiz lo multitud ha ganado partido en varios puntos
centro el gobierno; pero el gobierno y cado individuo deben estor a
cubierto de lo tiranía del pueblo, mejor diré de lo multitud. .. En tonto que me reservo o hablar de propósito de este asunto, bosta poner,
uno reflexión sencillísima. Supongan los españoles de Europa que la
;residencia del gobierno se fijase inevitablemente en Méjico, y que viniese a Cádiz por protector de lo libertad españolo en aquel punto,
un Venegas con las facultades que tienen en Nuevo España. ¿Se creeríen muy libres parque tuviesen veinte representantes por sola su ciudad en los Cortes mejicanas? ¿Quieren estor o este cambio? No. no,
\'lo. ¿Pues dóftde está, si ItO, la igualdad?
-
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ANTONIO NARI"'O
SUPLEMENTO
A LA
Santafé,
BAGATELA
domingo
NUMERO
24 de noviembre
21.
de 1811.
CARTAGEHA
Si como se anuncia ya es cierto que el gopierno de Cartagena ha
resuelta quedarse con los mil cuatrocientos fusiles le Santafé contra la
voluntad de sus dueños, esta acción despótica y contraria a la sana
moral va a descorrer el velo y echar un nuevo borrón sopre los gober-{
nantes de aquella plaza. ¿Con qué razones podrán paliar un hecho tan"
contrario a todos los principios
conocidos entre gentes civilizadas?'
¿Qué dirá el mundo de las provincias de la Nueva Granada cuando sepa que antes de organizarnos hemos comenzado por robarnos? Pero
Santafé no ha dado plata a Carta geno. No es la mismo negar lo propio que quedarse con lo ajeno. Santafé no ha tenido que dar en las circunstancias en que se halla; y aun cuando hubiera tenido, esta sol6
acción compruebo lo acertado de su previsión para no dar ni auxiliar
a unos hombres que, obstinados en reconocer los gobiernos de Cádiz,
no pedían para sostener nuestra santa causa, sino para destruírlo.
¿Sería prudencia mandar socorros a Santa Marta? ¿Y cuál es la diferencio de principios entre ésta y Cartageno? Santa Marta misma se
quejo que Cartageno le quiera hacer lo guerra sólo por dominarla; pues
en cuanto a lo demás, reconocen a un mismo rey y obedecen la .rus ••
ma Regencia, variando sólo en su enmascarada
política poro debilitar
con sus exacciones a las provincias del reino y dejarlo indefenso. Menos mal hace mil veces Santa Marta con su guerra abierta, que Ccr-:
tagena con su amistad paliada.
Generoso pueblo de Cartagena, que tantos pruebas habéis dado de
patriotismo y amor por la libertad: ¿en dónde tenéis la razón y vuestra perspicacia natural? ¿Para qué trabajasteis en destruir o Montes y
en romper de los primeros las cadenas americanos? ¿Para qué tontos
sacrificios, tanto entusiasmo y tantos sufrimientos como estáis experimentando, si hemos de volver al antiguo yugo con que vuestros gober-,
nantes nos amenazon? Pero no, mis queridos compatriotas, no creáis
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LA
BAGATELA
~i por un momento que Santafé os abandone en medio de vuestro dolor, ni que su filantrópico gobierno se niegue a socorreros, aunque sea
con los lámparas de sus iglesias, cuando de buena fe se trate de sos,tener la misma causa. Aquí tenéis un asilo en medio de las llanuras
de Bogotá, cuando se os cierren enteramente
las puertos de la Iiber~od; volad entre nosotros, venid a nuestros brozas y abandonad un
~uelo ingrato que quiere permanecer manchado con los vicios de la
~ervidumbre. Nosotros nos defenderemos, o pesar de que se nos hayan
f1efraudodo nuestros fusiles: 01 hombre liJ:>rejamós le faltan armas con
qué defender su libertad.
ELECCIONES
Se va a reunir el Colegio electoral poro elegir, conforme o 'o constitución, los puestos que deben quedar vacantes en diciembre, De lo.
acertado de estos elecciones depende en gran parte nuestra salvación
político. Saber y decidido patriotismo son los dos cualidades esenciales
\~ue se deben buscar ,en las personas que se destinen al gobierno. Pero
Fuidaclo con equivocar estas dos cualidades! El que sobe hacer zapatos
no es el mejor poro cortar uno cosaco, ni se debe confundir al ambicioso, al que sólo ansía por figurar, con el que ama la patíia" Reglal
general: todo el que directa o indirectamente solicita unas puestos queJ
s~n una verdadera cargo poro el que los ocupo, es indigno de obrenerlos. Recorramos en nuestro memoria los personas que con hechos,
y' no con palabras, han concurrido a la obra de nuestra regeneración;
e~aminemos su aptitud, no paro revolucionar, sino poro sostener con
oclerto (a transformación,
y fijemos así nuestros ideas, Todas las. personas no son igualmente aparentes para una misma obro, aunque puedan concurrir o ello: en la fábrica de relojes, unos hocen Tos ruedas,
otros las muelles, otros los tornillos, pero sólo el maestro monta lo
máquina. La ciencia de (os electores consiste en conocer cuál es el
bueno para cada una de estas partes de la máquina público, y colocarlo
en el lugar poro que es aparente:' paro el senado, integridad y madurez; poro el ejecutivo, actividad, firmeza y conocimientos; para el leiSlatiVO' filosofía y conocimiento de la ciencia de la legislación; para
I judicial, virtud y práctica de las leyes patrias. Quiero el clelo dar
cierto a nuestros electores, mientras yo en el retiro de mi pobre y tris~t albergue le dirijo mis ardientes súplicas para lo felicidad común de
-
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ANTONIO NARIr\lO
nuestro suelo querido, y empleo los momentos que me deja libres el
cuidado de mi familia, en escribir bagatelas para desahogar mi espíritu
y concurrir en lo que puedo al acierto, unión, seguridad y paz de una
patrie a quien tanto amo, y en donde reposan las frías cenizas de los,
autores de mÍf días!
BAGATELA EXTRAORDINARIA
Núm. 229
Santafé,
jueves 28 de noviembre
de 18 11 .
Pluribus unum.
Frioleras que nos vienen por Jos valijas de los eirrees,
Santa Marta se ha adelantada con sus fuerzas hasta Morales y Ocafía; Cartagena sigue hostilizándonos
de hecho; por el Valledupor se
abre un camino para reunir sus fuerzas; por el Orinoco navega una ex~
pedición respetable de Guayana; Quito, Panamá, Guayaquil, Cuenca, no
están libres; Tacón, Salcedo, Aymerich, Millares y Malina aún viven;
en una palabra, desde Quito, Cuenca, Guayaquil, Panamá, Cartageno,
Santa Marta, Maracaibo, hasta el Orinoco, estomas rodeados de _mi~
gos. ¿Y nosotros qué hacemos?..
Acalorarnos sobre palabras, dispufar con argumentos muy bonitos sobre nuestros derechos, solicitar empleos, honores, rentos y también soberaníos, que las hay en abundancia.
M6s parece nuestra revolución un pleito sobre tierras, que una transformación política para recuperar la libertad. Hay más papeles en el
día en el reino sobre los linderos de las provincias, que en las antiguas
audiencias sobre los linderos de las haciendas. Pero como seamos sabios
sobre el papel, mas que seamos majaderos y bobos en lo demós: como
ganemos el pleito, mas que nos lleve el diabla y volvamos a ver bojo
el salio a los golillas ...
¿En qué fundamos estos lisonjeros esperanzas de ser todos soberanos
o poca costo? En nuestros armas ... Sí, en nuestras armas, que san dis-l
parar, y si con disparar a nuestro modo se hiciera la guerra, aunque se
aliara Napoleón con la Regencia y los ingleses, no nos podían; porqu,
es Imposible que todos sus ejércitos dispararan tanto como nosotros en
un dIo. Nuesfra estupidez ya parece una especie de enfermedad, y con
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LA
BAGATELA
todo mi exaltación por lo libertad de mi patrio, estoy yo poro creer o
ciertos avechuchos que dicen que hemos nacido para ser esclavos. No
andemos yo por los romos, que el peligro es más que urgente. ¿Qué fondos, qué ejércitos, qué generales tenemos poro arrastrar o tontos pellrros como por diversos puntos nos crnenozon? Lengua, egoísmo,. presun~ién y estupidez paro creer que de uno patada echamos a' rodar un ejér~ito; y luego murmuramos a los españoles por sus cuentos de ros moros.
4Tendremos por ahí escandido algún Sonticgo que se aparezco en medio
del combate y espante con su presencio e, nuestros enemigos? Pero somos
Ion ['.~lenos, que ni enemigos nos harán creer que tenemos. j Al nombre
.~mericano, o lo voz de lo libertad caerán los ejércitos por tierra! Bueno,
'¡[bueno,si esto es así, convengo en que no quedará enemigo parado por~ue repetiremos tanto estas palabras que nos oirán hasta en lo Chino;
~ero si poro salvarnos necesitamos verdadero patriotismo, desinterés,
tropos, armas y dinero, desde ahoro poro siempre jamás digo, y diré mil
veces, que nos subyugan, que volveremos o 105 cadenas, y que cuando
.vclvcmos sobre nosotros yo no habrá más recurso que Horar (01 que 're
'pejen ojos).
\
Por Son Justo y Son Postor, mis amados comportiotas, no secmos
mós necios, año y medio de delirios nos debe hacer más prudentes; no
creernos mós en cuentos de viejas; sin pólvora, sin bolos, sin hombres y
Sil' dinero es imposible, imposible conservar los opcrlenclos de libertad
que se nos han venido o los manos, aunque nos gloriemos de que lo
hemos conquistado. Que se obro uno suscripción patriótico en coso de
un magistrado celoso de nuestra causo, y que aHi corran todos con lo
sllñal físitQ de su patriotismo; que se hagan sentar sus nombres poro ir
(J' pelear sin sueldo,
o beneficio del tesoro; que aquél entregue uno
cantidad considerable en numerario; que el otro ofrezco el maíz, el
trigo y la cebado de su cosecha; que el mercader llegue cargado de peños u otros géneros para vestir los tropas; que el eclesiástico, lleno de
un santo celo por lo religión de que es depositario, vuele el primero o
dar ejemplo de desinterés y patriotismo, y con sus sagrados manos de.
posite en el fondo común tontos rentas y tontas superfluldodes de que
\:0 vemos rodeado. Entonces sí que podremos tener alguno esperanzo;
~ntances sí que conoceremos 01 verdadero patriota, 01 buen ciudadano,
~I hombre con. quien se puede contar. Pero si sólo limitamos nuestro
p\:ltriotismo o chispas, pasquines, chácharas, barabatas, acompañadas de
-
145 .-:.
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ANTONiO NARIÑO
mezquindad, egoísmo, interés personal y ambición, lo repito por últimd!
vez: SOMOS PEROl DOS.
Núm. 23"
Sontafé, domingo 1Q de diciembre de 181,.
Tom.l
Pluribus unun.
Artioeulo extractado de tos manuscritos ingleses de Bentham
y publieado por el Sr. 810n1:0en su- "Español"
Es quizá imposible decir cosos mejores y en menos palabras de l.
que lo hoce el sabio Bentham hablando de lo Iibertod de imprenta.
ningún tiempo se pueden presentar con más utilidad sus pensomient1'
que en el presente en que se trota de reever nuestro Constitución. Si
libertad de imprenta ocasiona males particulares que lo hacen cbomíneble a los ojos del hombre timorato y pacífico, también trae bienes incalculables para el público siendo el canal de los luces y el antemuro'
del despotismo. El mismo cuchillo que me corta el pon me corto el ded<J!
y no por esto desterramos los cuchillos de nuestros mesas. Repréndosel
el abuso, como en todos los cosos, hasta los más santos, y no se dedu%~
ca de él que 10 coso es molo.
~.a
'j
El sistema del señor Bentham se dirige o asegurar lo libertad de 'a
imprenta y o impedir los inconvenientes que esto libertad puede produei.r
1. Lo mera propuesto de establecer lo libertad de imprento supone el
convencimiento de que _los ventajas de esta libertad son mós que suficientes para contrapesar los males a que pueden dar origen. A no ser
así, sería necesario prohibir absolutamente la libertad de la imprenta,
supuesto Que el beneficio que resultaría de evitar sus males, serio 1l\Cl-~
yor en este caso que el de gozar sus bienes.
11. Siendo el beneficio que resulto de la imprenta libre, mayor que
el que resultaría de no tener que temer sus inconvenientes, el gozar de
lo libertad de la imprenta sería en últímo resultado un bien, aunque de
hubieran de seguirse todos los maJes al que puede dar origen.
é'
111. Al cobinar los medios de disminuír los inconvenientes que puedel
causor 10 libertad de imprenta, se debe poner el mayor cuidado en no
disminuir por ellos los bíenes que debe produclr : no digo yo, en menor I
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LA
BAGATELA
grado, pero ni aunen el grado mismo que se disminuyan los moles; porque a hacerlo así, dejaríamos un mal menar por otro mayar; o en otros
términos, trocaríamos un bien mayor por otro más pequeño.
VENT NAS DE LA LIBERTAD DE IMPRENTA
r. Las ventajas de la libertad de la imprenta son iguales o los ventajos del saber. Siendo lo libertad de lo imprenta lo causa más poderoso de la existencia y de la difusión del saber, todo lo que disminuyo las
¡/ventajas que nacen dé la libertad de la imprenta, disminuyen los que'
nacen de la existencia y propagación del saber.
11. Las ventajas de lo libertad de la imprenta son iguales a las de
un buen gobierno comparado con uno molo: supuesto que lo libertad
[de lo imprenta puede mirarse como uno senda recto e infalible que lleal establecimiento de un buen gobierno, y supuesto que presta una
seguridad de conservarlo, sin la cuol, todas los demás seguridades son
vanos.
vo
INCONVENIENTES QUE PUEDEN PROVENIR DEL EJERCICIO
DE LA LIBERTAD DE IMPRENTA
1. Siendo el imprimir uno modificación de la facultad de hoblor, se
puede aplicar, hablando en general, o todos los usos a que aquella facultcd es aplicable, y por consiguiente, a usos buenos y motos.
11. Como la facultad de hablar puede emplearse en producir estos
criminales de todas clases, que los leyes deben tratar de contener, lo
l1'Iismopuede la imprenta influir en osesinotos, robos, traiciones, rebeliones, despotismos, Er. Pero en todos estos casos es evidente que el
habla no es el delito, sino el medio de que el delincuente se vale paro
cometer, o favorecer el delito. Si es que deber6 ser castigado por el cIelito, o por el grado en que haya contribuido o que se cometa, y no par
1:.1 ejercicio de la facultad de hoblor, en general ni de la imprenta que
es uno modificación de esto facultad, como Quedo dicho.
111. Aunque el imprimir puede convertirse en instrumento de todo es?=,eciede delitos, ha~ uno en particular que debe separarse de los otros,
por la facilidad inmenso que presto la imprenta poro cometerlo. Tal es
tp injurio contro lo reputocilSn.
,
\
-
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MEDIOS DE REDUCIR A LO MlN1MO LOS INCONVENIENTES QUE
PUEDE TRAER EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD DE LA IMPRENTA
l. Habiendo visto que, hablando con exactitud, no hay coso olguno
en que el ejercicio de la libertad de la Imprenta sea en si mismo deliflt1
como en el asesinato, robo, fr. Sino que en todos ellos es sólo un instrumento Que se emplea para mós bien ejecutor el delito; cado ley que se
lefiere o un delito, se refiera 01 mismo tiempo o lo libertad de lo im·
prento. Codo cual es uno ley que señala castigo al delito, y a todos los
grados de cooperación que hoya habido en lo ejecución del delito, oro
el instrumento hoya sido lo imprenta, oro otra cualquiera.
11. Un código perfecto 'no dejaría lugar paro las leyes sobre la imprenta. Si cada delito, y cada manera, y grado de cooperaci6n poro ca;'
da delito estuviera definido exactamente, no habria caso alguno imaginable en que pudiese emplearse malignamente lo imprenta, que no
se hubiera previsto y determinado.
111. Se infiere de aquí, que sin un código penal perfecto, nuncG po~
ciró" los bienes y los moles de la libertad de imprenta seporarse completomente, de modo que el bien se goce en su mós alto punto, y el
mol se sufra lo menos posible.
MEDIOS DE DISMINUIR PARCIALMENTE LOS MALES QUE PUEDe
CAUSAR LA LIBERTAD DE LA IMPRENTA EN LOS CASOS EN QUE
ES IMPOSIBLE EVITARLO DEL TODO
1. Hay dos objetos principales en que la facilidad que do la Imprenta
paro cometer delitos, ha hecho que se empleen precauciones extraordi·
norias. La palabra reputación puede, sin violencia, emplearse en ambos.
Uno de estos objetos es \0 reputación del gobierno, el otro la de los In·
dividuos. Cualquier cosa que se haga por medio de la imprenta contra
la reputación del gobierno, cualquiera que se haga en contra de la
reputación de un individuo, se dice que debe ser castigado.
11. Es muy claro que si tuviésemos un código criminal perfecto enl
donde todos los delitos contra el gobierno, propiamente osi llamados,
estuviesen enumerados, definidos, y clasificados, e igualmente todos los
modifícaciones y maneros con que se puede atentar o cometerlos estu-
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LA
BAGATELA
viesen declaradas y descritas, al momento se veria el uso ilícito que se
hubiese hecho de la imprenta, como instrumento empleado en el delito
contra el gobierno y el castigo que tuviera asignado. Pero en ninguno
parte se ha hecho semejante
enumeración,
distribución y definición.
,'Bajo el riombre confuso de libelo, u otro equivalente, se ha confundido
\todaespecie
de delitos contra el gobierno, a que lo imprenta ha contribuido como' instrumento. El crimen de rebelión, o sedición, y el de'
'crítico, ocaso uno critico laudable, sobre algún acto o institución del
'gobierno, se han entregado 01 Juex, paro que sean trotados de lo mismo manero, o de lo manero que le parezco.
I
111. Los delitos, de que lo Imprenta es Instrumento, es decir, lo clase
limitado de que se hablo en esto sección, se refiere o tres objetos. '1«1
A los instituciones, o sistemas de gobierno. 29 A los hombres públicos,
como agentes del gobierno. 39 A los particulares, respecto o su corécter personal o doméstico.
IV. Cuando un individuo es acusado de un delito contra el gobierno, en que lo Imprenta ha sido instrumento,
conviene que los que lo
ocuson, sean obligados o especificar exactamente el delito como rebelión, sedición, &., de que le acusan; que citen lo ley en que estó declarado aquel delito; y que prueben que el individuo acusado a causado
el mal de que trata, o ha intentado, criminalmente, causarlo. Cucndo,
una acusación de delito contra el gobierno no puede definirse, y mar-.
ecrse de esta manero, es infundada.
V. Cuando en las instituciones del gobierno existen defectos reales,
es una ventaja para lo noción el que lo sepan. Por tanto, manifestarlos
.por melio de la Imprenta no es delito contra el gobierno.
VI. Como en materias de gobierno apenas puede un individuo notar
I)lguna coso por molo, que no encuentra otro que la defiendO por buena, es evidente que en las criticas contra el gobierno se debe conceder
un vasto campo al error.
VII. El riesgo que esta condescendencia o laxitud trae consigo, es pequeñfsimo. Si lo que un individua presenta como defecto del gobierno,.
sólo una pequeña porte de la nación lo cree tal, su impugnado tendró
poco o ningún efecto préctlco, Si lo que presenta como defecto del go\bierno, es mirado como tal por la mayor parte de la noción, en todo.
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ANTONIO NARIÑO
probabilidad, tendrá razón. Las excepciones, si es que los hay, que
pueden ponerse a la crItica ilimitada de las medidas de gobierno, acoso
se indicarán en otra ocasión. Pero, según lo dicho, la crítico 'ilimitado
debe mirarse como reglo general.
VIII. Respecto de los agentes del gobierno, siempre que no sean 01
propósito paro el cargo que tienen, es un bien poro lo noción el que~
se hago su incapacidad. Por tanto, es una virtud y no un delito el mo':
nifestarla, porque lo mortificación que sufren aquellos individuos es
nada, si se comparo con el beneficio que deriva la noción entera. La
cuestión sobre si los agentes del gobierno son o no o propósito, aunque'
mucho menos indefinlda que lo de si el sistema de gobierno es o no :
defectuoso, seró no obstante, muy frecuentemente, disputable. Tenem~
pues lo misma necesidad de que se conceda uno libertad de crítica ton
extensa como lo que dijimos sobre puntos de gobierno: esto libert.!
por fortuna, está aún más libre de causar moles que lo otro. Pudiere
creerse que es muy difícil atacar algunos puntos capitales del sistema,
de gobierno sin excitar fermentación en el pueblo. Pero uno larga experiencia nos demuestro que el censurar o los que tienen el poder <Jet
gobierno en sus monos, puede hacerse en cualquier tiempo, sin Causar
fermentación alguno.
IX. De dos principias, uno intelectual y otro moral puede
que un agente polltlco no sea al propósito poro su empleo.
es falta de conocimiento, o lo que se llamo incapacidad, y
folto de probidad pública a de diligencia en el servicio de
provenir el
El primero,
el segundo,
su emplee,
X. No aparece inconveniente alguno en conceder uno crítico ilimitada, sobre lo capacidad intelectual de las agentes del gobierno. Quedando igualmente libre el elogio que la critica, es cesl impasible que un
hombre de verdadero talento, que goza del poder, seo tenida generol.
mente por folto de capoc;idad. El riesgo predominante y que cargo sobre
la nación, es el que puede resultar de la demasiada alabanza y exa.\
geroción de aquellos talentos.
xT:--'C-omola capacidad moral consiste en dos requisitos, uno probidad
pública: otro actitud en el oficio, cada uno de ellos exige un trotamiento diferente. Respecto a ta actitud oficial, se puede conceder, sin riesgo, uno crItico tan ilimitado como !lOMe la capacidad intelectual. E"
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LA
BAGATELA
el coso de que se pinte como inactivo a un hombre que seo lo contrario,
fácilmente se puede contradecir y contrarrestar lo imputoci6n. Por otro
porte, naciendo todos los abusos de gobierno de falto de diligencia en alguien, lo utilidad de no dar cuartel o esta negligencia castigándola
'con exponerla al púb!ico, en donde quiera que se hallare, es sin duda.
uno de los mayores beneficios que se pueden hacer o lo sociedad.
, XII. Sobre el punto de probidad pública, se debe notar, que siempor un agente del gobierno, es de la
¡mayor importancia que el hecho no quede oculto. lo facilidad de hacerlo saber por medio de lo imprenta, es uno de las ventajas que de ello
puede sacar lo sociedad. Las faltos de probidad público, son delitos
[que están bien definidos, y que naturalmente admiten pruebo. Siempre
'oue un individuo hoyo imputado o un agente del gobierno alguno ¡n'fracción de esta probidad, que esté sujeta o -posrtlvo desdoro o positivo
Icastigo, es justo que el acusador esté ligado o lo pruebo y sujeto 01 castigo de imputación falso, en las casos que claramente admiten pruebo,
.sl no puede hacer buena su acusoci6n, en los que basto la presunci6n,
si no puede alegar fundamentos suficientes poro ello. Es condici6n
,esencial, que por parte del gobierno se le faciliten todas los medios de
probanza; condición que en general no están muy ,IÍspuestas o cumplir
los gobiernos.
pre que haya sido quebrantado
XIII. Por 10 que hoce o la conducto de los particulares, por irregular
óue sea, siempre que no tengo que ver el público, y siempre que el exponerlo o sus ojos no puedo traerle ninguno ventaja, ni librarlo de 01qún peligro, el Que hoce tal exposición con perjuicio del individuo o que
se acuso, debe ser obligado a dar uno compensaci6n correspondiente o
los perjuicios que hoya hecho. En los cosos, si es que hoy algunos, en'
que el mol proceder de un particular sea perjudicial al público, y lo
manifestaci6n de esta conducta produzca o lo sociedad un bien positivo
<l negativo, deberón aplicarse las mismos reglas que se han dado sobre
lo acusación contra los hombres públicos.
NOTA.-Santafé
de Bogotá, en lo imprenta de D. Bruno Espinoso de
las Monteros, año de 1811.
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ANTONIO NARIt\lO
Núm. 249
Santafé, domingo 8 de diciembre de 1811.
Tom, I
Pluribus unum.
Un amigo 01 autor de La Bagatela.
¿Qué especie de furor es el tuyo, mi dulce amigo, que no te dejos
conocer dónde hablas, con quién hablas, y qué es 10 que hablas? Me,
han llegado tus dos últimas Bagatelas, he leído, releído y vuelto o leer
sin poder averiguar lo causa de tu manía en estar machacando en fierro
trío. Se dice que un loco dio en la manía de que si se orinaba inundaría
todo el mundo, y fue preciso paro que no reventara, que hicieron un
gran fuego, y te suplicaron que soltara sus diques poro apagar el in~
cendio. Tú la has tomado por lo contraria: quieres con uno chispa alumbrar el mundo, y será preciso paro curarte, que se invente otro reme" I
dio igual. j No te quiebres lo cabezo por tu vida! ilibertad de imprenta!. .. j Patriotismo físico!. .. Lo primero tal cual. lo manía es hablar I
mucho, y lo libertad de imprenta favorece esta manía; pero ¿patriotismo de hecho en Santafé? Yo no lo entiendo, quizás me engañaré COmo'
todos nos engañamos; mas yo te opuesto, o más bien te ofrezco un de. I
do de mis monos por codo donativo de consideración que hagan en eso '
tu tierra, con lo certeza de que no quedaré mocho. Una ventaja no m6s
hallo o tu propuesto y es lo de conocer el grado individual y general
en que se hallo ahí este decantado patriotismo: tú has presentado un
metropolítico infalible poro que el mundo se desengañe de que no ha
habido ni hoy tal potriotismo. Observo con atención o los mós ocolorodos chisperos y a los empecinados regentistas, y verás que unos y otros
se ponen de acuerdo contra el patriotismo físico, ¿y cómo lo Bagotetla
22 es la que menos les ha gustado (] todos y por qué? Por aquello del
caballo andaluz, ¿yo me entiendes? ... Anuncio en uno Bagatela que
se va o premiar o todos los buenos patriotas con uno pensión vita1ida
de dos mil pesos anuales, y que los que lo sean ocurran a lo casa del
Magistrado celoso que ahora propones paro recibir; y ver6s entonces
correr patriotas, alegando mós méritos y más hazañas que el Cid, sin
aguardar a mañana. En uno palabra, mi amigo, los esclavos se comprQl'l,
y los de tu ciudad no quieren su corto de libertad sí lo han de pagar'
con dinero o con cualquiera otro sacrificio. Déjalos con dos mil diablos
en su estúpido confianza y no vayas a reventor como el loco por temor
I
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LA
BAGATELA
de que el mundo se inunde. para aquél
conciudcdonos no hoy ninguno.
hubo un remedio; poro 'tus
He visto también en el Argos número 60; en que dice que tú. escribes
expresornente para sembrar nuevas divisiones, celos y disgustos entre
ras provincias del reino. Qué lástima me da ver dos plumas que podían
hacer el honor y felicidad de su patrio prostituidas hasta el punto del
! hcblcr contra sus propios conciencias: Te han atacado antes porque pre'tondes lo unión, y ahora, sin decir que te contradices, te atribuyen que
siembras divisiones. ¿Por qué desgraciado necesidad, añaden, hemos de
vernos continuamente obligados o contradecir los escritos de lo Bagatela, y o entrar en disputas que tanto agravian los ánimos? Sí esde§;¡rccil.u:!a necesidad lo de verse forzados o hablar contra sus luces,
v contra lo causa común, sólo por sostener el criminal sistema que había abrazado Cartagena. Pero mira cómo los ha castigado Dios: tratan
01 pueblo de Scntofé de facción de criminoles, y al otro día el pueblo
de Cortageno se apodera de las armas, echa mano de los cañones y'
forza sus gobernantes a proclamar una absoluta independencia. Nos
tenion molidos con lo gloriosa acción de no haber recibido 01 nuevo
,Gobernador, cama si solos ellos tuvieron sentido común, y no hubiera
quien conociese que esto acción se había hecho de ccuerdo, o con conocimiento del Consejo de Regencia; y si no dime, ¿cómo era que lo
tal Recencío en lugar de castigar la desobediencia de sus vasallos de
Cortcqenc, venía aprobando y confirmando los empleos que le propo'lían? Es dificil, mi omigo, engañar a los pueblos por mucho tiempo; se
les podró mantener oprimidos por la fuerzo; pero es imposible mantenerfos por el engaño; y así no hoy que buscar otro causo de lo reciente
revolución de Cortogeno, que lo politico enmascarada y criminal de
sus goOOrnantes. El tiempo te lo dirá: quizó lo revoluci6n de Cortageno
/,lún no se ha terminado, como nos lo ~seguron, quien sobe lo que se¡
espere todavía o aquella desgraciado ciudad. Sus amos no es posible
que se conformen con quedar mol con las Cortes de Espoña, y no perderón el primer momento que se les presente para volver o oprimir al'
oueblo, Quiero Dios que yo me engañe; pera en lo que sí te aseguro
que no me engaño
en que los autores del Argos van a mirarte con:
otros oios, si las cosos siguen, y Cartagena queda libre. la violencia,
oue se les conoce, se hocen para criticarte, manifiestan lo que sufren,
i, ••••
corazones 01 erigirse los corifeos de lo esclavitud de su patrio, y
es
-
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ANTONIO
NARIÑO
quitan ésto, es preciso que den un desahogo o sus sentimientos e instrucción. Entonces sí los verós sostener de bueno fe esto bello expresión que se les ha escapado en el mismo Argos: "que los Provincios
todas, imitando nuestro ejemplo, desterrarán el funesto espíritu de pro.
vincialismo que nos tiene divididos y cimentada nuestro UNJON en
paz y la concordia, seremos inexpugnables e impondremos respeto ,
nuestros enemigos, asegurando
de este modo nuestras vidas, LIBER-,
TAD e INDEPENDENCIA."
¿Qué te parece este último rasguito de los mismos que te criticon?
¿No tengo rozón poro creer que escriben violentados?
Pero oye otro
que no merece menos atención: "Entonces veró ese público (hablo con
Sontcfé) cómo pueden unirse los gatos con los ratones, y entonces veró
cómo Cartagena, que en fuerzo de los circunstancias en que se hollaba,
se vio en lo VERGONZOSA NECESIDAD DE RECONOCER A LA REGENCIA, en cuanto no fuero opuesto o su sistema de Gobierno, no es
contrario en su político a los principios de INDEPENDENCIA DE LA
EUROPA." Encordélame este trompo. ¿Cómo es que llegando estos pa~
peles a Códiz no los regañan sus amos? Porque se les hablo concedIdo
por los cortes TOLERANCIA POLlTICA poro acomodarse o los circunstancias, y mantener alucinado- a todo el reino, interin se ponían en
estado de poderlo subyugar por lo fuerzo.
Hasta otro día, mi caro amigo: envuélvete en tu filosofía y no te
fatigues tonto por inocular patriotismo y desinterés en tus conciudadanos; porque ellos se quedarón como estén, y tú te expones o reventar
como el loco, privando de tu compañía y correspondencia al mejor de
tus amigos.
NUMERO 15.
EXTRACTO DE LOS' PAPELES FRANCESES SACADO
DEL ESPAÑOL.-DISCURSO
DE BONAPARTE AL
CUERPO ,LEGISLAT IVO.-J un io 18.
Señores Diputados de los Departamentos al Cuerpo Legislativo.
la paz concluido con el Emperador de Austria, ha sido después consolidado por el feliz enloce que he controído. el nacimiento del Rey de
Romo ha llenado mis deseos, y satisface o mis pueblos respecto. a lo
por venir.
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LA
BAGATELA
los asuntos religiosos se han mezclado frecuentemente y han sido
sacrificados a un estado de tercer orden. Si media Europa se ha separado de Jo Iglesia de Roma, debemos atribuírlo especialmente a lo contradicción que jamás ha dejado de exísitir entre las verdades y princi"bs religiosos que dicen relaciones o todo el mundo, y los pretenciones
" intereses que sólo tenían que ver con un rincón de la Italia. Yo he
puesto fin a este escándalo para siempre. He unido a ~ma al Imperio.
He dado palacios a los Papas en Roma, y en París; si aman de corazón
'los intereses de la religión, habitarán con frecuencia en el centro de
los intereses de la cristiandad. Por esto prefirió S. Pedro lo Ciudad de
Romo aun a la misma Tierra Santa.
El rey de España ha venido o asistir a esta última solemnidad. Yo
:le he dado cuanto era necesario y conveniente, paro unir los corazones
e intereses de los diversos pueblos de sus provincias. Desde 1809 10
mayor parte de las plazas fuertes de España han sido tomados después
..--:
\de sitios memorables. Los insurgentes han sido batidos en un gran nú.'mero de batallas campales. Inglaterra vio que esto guerra se iba a ceet>ar '1 que el oro y las intrigas no bastaban a sostenerla. Así es Que sel
ha visto obligada a mudarle el carácter, y a convertirse en principal,'
de auxltiar que era. Cuantas tropas de línea tiene, han sido mandadas
o lo Península, Inglaterra, Escocia e Irlanda estan exhaustos, al fin ha
corrido la sangre inglesa en torrentes, en varias acciones gloriosas poro
los armas francesas. Esta contienda contra Cartago, que pc,retla deberse decidir sobre el Océano, o mós allá de los mores, se decidirá yo en:
los campos de España. Cuando fnglaterra se hoya consumido .. , cuando al fin hoya probado los moles que por veinte años ha vertido con;
tonta crueldad sobre el continente" cuando la mitad se sus familias vis~
ton luto, entonces un trueno pondrá fin o la guerra de la Península, y
vengorá a lo Europo, y Asia acobando lo segundo guerra púnico.
Los principios adoptados por el gobierno inglés, de no reconocer la
heuttolidad de ninguno bandero, me han obligado o apoderarme efe-los
lxlcos del Ems. del Weser y el, Elbo, y me han hecho indispensable una
c\omunícación interior con el Bóltico. No es mi territorio
que he quer¡~o aumentar sino mis medios marítimos...
América está haciendo
lo
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ANTONIO NARIÑO
esfuerzos poro que se reconozco lo libertad de su bandera.
voreceré ('lo) •••
Yo la fa-
El Concilio Nacional se abrió en París el 17 del que acabo, según 'las.
formas y usos de la Iglesia Católica. .. José Napoleón ha salido ,otra
vez paro España.
Ojeada sobre los asuntos de España.
España, par confesión del mismo Bonaparte, ha venido a ser última~
mente el teatro en que se ha de decidir la gran contiendo sobre lo libertad o esclavitud de la Europa. Acoso nunca se ha presentddo 01
mundo escena más importante, ni que pueda tener o los espectadOres
en uno ansiedad más congojoso. Espectadores. No digo bien: no hoy'
un solo pueblo que no seo interesado. Bonaporte comparo esta contienda a la en que Rama y Cartago se disputaban el Imperio. Puecie deeir~
que la -compcroclón es exacta por lo que hoce o lo grandeza de las ceclones de guerra. Mas por la agonla de los que penden de esta decisión
terrible, y por el pequeño punto a que está reducidc,
la cornporerfe
01 desofío que decidió lo contienda entre Albo y Romo: allí por espete
tadores e interesadas, fas pequeños pueblos nacientes; aqul, de un lodo
lo población culta y civilizado del mundo, y de otro un puñada de aventureros que o yo lo tienen en cadenas, o van o acabar de esclavizarlol
y embrutecerla, si vencen. Los combatientes de quienes pende 10 suerte,
no son como allí tres y tres, hermanos unos y otros, e iguales en, valor
y destreza; el opresor tiene a su mando uno' infinidad de puéblose
quienes obliga o remachar sus cadenas trayéndolos por millares de miliares al campa de batalla ...
yo
o
o
Mas aunque los esperanzas se aumentan con el vigor que últimamente debe haber inspirado en los españoles lo victoria; aunque ei orgullo de Bonaparte porece que cede, y la que antes era una ca'nfianza
actual y absoluto, lo vemos yo convertido en amenazas hinchaaos pora
el porvenir, España no debe confiarse demasiado. Seguramente su ~rdición está en su confianza ... Yo no sobré decTr de dónde nace estafaita¡ pero al ver franceses delante de Cádiz, después de la vlctorlo de
(*)
Noto.-Pora
los diablos que lo orean.
-
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LA
BAGATELA
Barrosa: al verlos en Sevilla después de la de Albúerc, y amenazando
o Tortagona después de tontos triunfos gloriosos de los catalanes, no
puedo menos que decir: no hoy unión, no hoy sistema. :--:
Santafé de Bogotá. En la Imprenta
teros, aio de 1811.
Núm. 259
de D. Bruno Espinosa de los Mon-
Sontofé, domingo 15 de diciembre de 1811.
Tom.1.
Pluribus unum.
CARTAGENA
Por el último correo ha recibido el autor de lo Bagatela infinidad de
cartas y relaciones del suceso del dio 11 de noviembre en aquello ciuidod. Es imposible Incluirlos oqui todas, ni al píe de la letra. De ellos
resulta que el cuerpo de Patriotas Lanceros de Getsemani fue el que
dio el impulso y sostuvo la revolución para que se desconociera definitivamente lo Regencia de Cádiz, proclamando una absoluta independencia: Que el pueblo estaba cansado de sufrir un gobierno mós miste¡rioso Que el de los antiguos gobernadores: que hizo con sus gobernantes lo mismo que' ellos habian hecho con Montes, y con más autoridad
V razón; porque Montes no ero un mandatorio del cabildo sino un Jefe
V los Junteros eran hechuras del pueblo a quien no correspondían con
sus operaciones, y a quien podian y debían pedir cuento de su conducto: Que Garcla Toledo fue no sólo despreciado, sino insultado o peso!'
de haber sido antes el ídolo del pueblo y sin disputa el primer hombre
de la libertad de Cortagena; pero que alucinado por sus compañeros, y
con la correspondencia que sigue con su cuñado Mosquero <satélite decidido e inseparable de lo tiranía por carácter y por ambición) ho decaído de un concepto que justamente se habia merecido pir su firmezo
y amor o la libertad.
Entre patriotas que mós se han distinguido, se notan o los dos her.manas Piñeres, el célebre Matancero, D. Juan José Solana, D. Manuel
'Rublos, D. Ignacio Muñoz, y los jefes de los Pardos, siempre amontes
~e la libertad.
j
Salve mil veces pueblo generoso de Cartogeno 1 Yo os saludo con el
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ANTONIO NARIÑO
ósculo de la fraternidad. Puedan los cadenas que ocobóis de romper
formar un loza que os uno para siempre can Cundinomarca!
j Puedo
vuestro ejemplo penetrar los corazones de los hijos de Santa Marta y
Moracaibo, para que veamos el reino entero en su absoluto emancipoción! j Y puedan finalmente ros votos de todas 105 olmos virtuosas con.
seguiros los bendiciones del Cielo para perpetuaros en la felicidad!
Carta
del Filósofo sensible a una dama
lit
amiga.
Pensaba, mi bello Sibarita, ir o pasar unos días o tu lado para distraer lo melancolía en que los asuntos públicos han abismado mi pobre
espíritu; pero algunos asuntos domésticos me lo impiden por ahora,. y
voy o desahogarme contándote el estado presente de los cosos públíces.l
Comenzaré
por clasificarte el espíritu público. hoy ChisperQS por
diversión: Chisperos por interés: Chisperos por dominación: tolerantes,
indiferentes, regentistas simulados y a cara descubierta, Las domos siguen la condición de los maridos: los eclesiásticos el de su interés per"
sonal, y el pueblo que es el que menos gana, es el único que con generalidad amo la libertad, sin saber por qué lo amo. Unos deliran con el
adorado Fernando, sin conocer mós que su retrato, y sin haberse jom&s
detenido o examinar de dónde, o por qué lo aman; otros reniegon contra este ente de razón, sin decirnos qué doña fes hace el retrato.
En las provincias hoy muchos planes, reglamentos, divisiones y pobreza; pero no les hables de esto porque te saltan o lo caro y contra tus
ojos te quieren hccer creer que son estados soberanos, independientes,
ricos y poderosos. Na hay que matarse en persuadir que este es un sueño, porque sucede lo que con aquel hombre a quien se convinieron unos
tontos en hacer creer que estaba muerto. el infeliz se tentaba, comina- '
b~, respiraba, y no obstante yo estaba para creerse muerto según los
veía a 'todos conformes en repetirle lo mismo: a mi me sucede otro
tanto, veo las provincias en un estado impotente de figurar, pero los
veo o todos ton conformes en decir lo contrario, que a pesar ae mis ojos,
yo estoy paro creer que hoy toles Estados con ejércitos y generales, con
riquezas y universidades, con parques de artillería, y bibliotecas esco!,
gidas, con imprentas, fábricas de armas y de pólvora, ounque le sucedo
a mi pobre conciencia (o que o Sancho cuando su amo dio en lo mania
de que los monadas de ovejas eran ejércitos.
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LA
BAGATELA
Es preciso, hechicero mío, que tú también te declares contra mí en
este punto; ¿porque cómo es posible que tontos provincias se engañen
en sus verdaderos intereses? No tiene duda, esto reflexión ·es poderosa;
porque es más fácil que se engañe un bagatelista, andrajoso, vende
arroz, que tonto número de hombres sabios. No obstante quisiera poro
acabarme de persuadir, ver en los papeles públicos de Neiva, por ejem'ole, algunos listos de sus armas, de sus tropos, de sus fondos públicos,
'da sus librerías; quisiera poderte remitir uno obrita de los imprentas de
Pamplona, o unos mapas trabajados por los geógrafos de Pare.
Es cosa bien triste lo locura en que yo he caído. ¡Ah! dicen que el
amor es el que ciego o los hombres, y yo sin estor enamorado veo las
cosos 01 revés. ¿Te enojarás por esto? No; tú sobes Jo dTrerencia que
hoy entre el delito del amor, y los dulzuras de lo amistad. Tenme lástima de que mis ojos vean ovejas en donde todos ven ejércitos, hambre,
y desnudez; en donde ven riquezas y abundancia: yo estoy dudando si
todo vuestro hermosura será algún encantamiento y si 01 fin tendrán
que llevarme en uno jaula para que hagas los oficios de lo soorina, porque te canfieso de buena fe que vea muchos molinos de viento, y muchos cuadrillos de disciplinantes.
Aquí estamos como Dios sobe, y en uno de nuestros gacetas ministeriales nos don gastado en coso de cinco meses ciento y setenta y cinco
Mil pesos, y 01 año no bajará de medio millón. ¿De dónde, o cómo SE!'
sostiene esto? Recorre con tu brillante imaginación los tesorerías de las
otros provincias. Cundinamorca es quizá lo más chico de todos-ellas, y
cpencs le alcanza esta cantidad. ¿Cuánto necesitarán las otros? ¿V
cuánto tienen? Supón que las tropas actuales apenas son suficientes paro
pequeños expediciones, que cuando nos amenace un enemigo de fuero
es preciso cuadruplicarlas, par lo menos, es dedr: que necesitamos en
sólo Cundinomorca <le dos millones de pesos; que si no descubrimos el
hoyo del venado, o lo piedra filosofal, yo no sé de dónde se saque en
el sistema actual.
'los provincias hasta ahora en nodo han contribllído paro su deccn'ada federaci6n, y están todas pereciendo; conque en teniendo que con,tribuir paro el congreso, ahí torci6 lo puerco el raDa, ¿como quedor6n?
Ahora no tienen, y pienson tener cuando se vean precisados o canti'i~uir. ¿No te lo digo, consuelo mío? Esto mi maldita cabezo no penetro
-
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ANTONIO NARIÑO
estos arcanos; o menos que. .. pero yo no sé qué, ni por dónde desate
este enigma sino descansando en mi ignorancia.
En vendiendo la último cargo de arroz vuelvo o tu lodo, pero con
condición de que no me has de hablar de asuntos públicos, si quieres
que el juicio no se me acabe de gastar. Que vengan los franceses, los
ingleses, o nuestros antiguos virreyes, yo no me queda otra esperanzo
(,UC el monto de Venus, o retozar
con su hijo poro hacer tolerables los
cedenas. A tu lado, mi dulce hechicero, todo es llevadero, hasta lo misma esclavitud.
Carto 01 autor de La Bagatela.
Se me ha dirigido uno carta con uno porción de trozos traducidos,
que por ser muy comunes no los inserto todos; pero lo hago de los si-'
guientes, que aunque lo son igualmente, pueden ser del coso en los actuales circunstancias: "El verdadero ciudadano es aquel que estó pronto
a sacrificor todos sus intereses por conservar los de lo Porrlc. El no se
resiente porque otros sean más o propósito poro salvarlo, y antes bier1;'
se complace, como aquel lacedemonio Pedo reto, cuando después de heberse presentado para su destino en el Consejo de los Trescientos se le'
rechazó, y lleno de gozo solió bendiciendo cIos dioses porque ha6TcÍ en
Esparto trescientos hombres mucho mejores que él. He aquí un eludeclono.
"El verdadero ciudadano es el que ama a su patria y está pronto Q
cefenderla de todo cuanto pueda serlo perjudicial, su objeto es virtuoso,
sus designios nobles, y a nado más aspiro que o conservarlo y engrandecerla. La integridad y pureza de sus intenciones le sirven de apoyo;
el amor del prójimo y del bien público le onlmcn en todas las circunstancias de su vida y si alguno vez siente oposición de parte de los malos ciudadanos, ello misma le sirve poro justificarse, y le inflama con
nuevo ardor poro ser útil '~ sus compatriotas. El queda lleno de gloria
~j lo consigue,
pero de mucha más si muere por conseguirlo."
Se firma. L. E.
Independencia
Como esta materia
comienzo
-
de Venezuela
ya a hacerse
vulgar, y de conversodo-
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LA
BAGATELA
nes familiares, no estoró de más ir encerrando en este
rasgos del publicista de Caracas.
popel algunos
El Sr. Moya. "Varios veces se ha discurrido en esto Asamblea sobre
el presente asunto, y en lo mismo he alegado muchas rozones que me
persuaden -no deber declararse la independencia. Por evitar lo moles
!fio de su repetición, no los especifico ahora, y me contento solamente
lcon .remitirme a los Actos del Congreso, en que están estampadas. n
El Sr. Yañes. "Yo entiendo que confederación no es otro cosa que la
de varios Estados libres, soberanos e independientes,
que
.queriendo conservarse en libertad de gobernarse coda uno par sus pro¡;jos leyes y no teniendo bastantes fuerzas poro resistir los insultos de
sus enemigos, se unen por medio de un pacto general y perpetuo, poro
\ver si encuentran en esta unión las fuerzas necesarias o mantener su
~E.'guridad, siendo cado confederado una porte de su soberanía, pora
constituir un jefe común de suerte que no parezco mós que un solo
cuerpo, al poso que codo estado conserve su soberanía, poro los asun:,tos de su gobierno interior. Bajo este supuesto, ¿cómo podró sostenerse
Que lo confederación debe preceder o la declaratorio de independencia,
tuando son estas las primeros cualidades de que deben estar adornados
los partes que pretenden confederarse? ¿Cómo padrón ceder los províncios uno porte de su libertad e independencia, cuando de derecho na
se ha manifestado tenerlos, ni haberlos reasumida? ¿Cómo, en fin, podrán constituir un jefe soberano común, cuando no se ha declarado o
todo el mundo Que coda uno de estos estados es particularmente soberana? Prius est esse, quam taliter esse."
i asociación
NOTA.-Sontofé
año
de Bogotó, en lo Imprenta
de O.
Bruno
Espinoso,
18H.
-
16J-
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ANTONIO NARI~O
Núm. 269
Santafé,
domingo
22 de diciembre
de 1811.
Tom. 1.
Pluribu. unum.
Continuación de la independencia
de Venesllela.
El Sr. Unda. "No es mi ónimo entrar o demostrar la justicia y lo
oportunidad en que nos hallamos de declarar la independencia. Das cotas sólo deseo: la primera, acreditar que mi estado no me preocupa o
favor de los reyes, ni contra la felicidad de mi patria, y que no estoy
imbuido en les prestigias y antiguallas que se quieren oponer contra lo
justicia de nuestra revolución que conozco y declaro; la segundo es,
que el pueblo a quien represento no se tenga por obstóculo para declelar cuando se crea necesaria ... "
El Sr. Paúl. "He meditado bien las rozones y las circunstancias que
dicten nuestra absoluto independencia
y los anteriores
discursos han
rectificado sobre manera mis ideos, nuestros intereses no tienen yo otrQ
cpayo que la firmeza, energía y decisión de un sistema y sobre esto
verdad es ocioso repetir lo Que han dicho los anteriores oradores. El Sr.
Unda acaba de prestar por su representación nuevas rozones a favor de'
la independencia, y lo mismo los demós diputados que acaban de suscribir o ello, y yo la creo por la mía útil y necesaria: necesaria porque
nadie ignora ya que lo somos de hecho, y lo declaración jurídico no hará enemigos o los que yo lo eran. .. quizá se desengañarán con esta
última declaración y renunciarán todos los efugios y pretextos con que
nos está haciendo la ambigüedad la guerra a nombre de Fernando VII;
creo útil la independencia por esta misma rozón: con ella se fijará irrevocablemente en lo interior la opini6n pública y todos sabrón cual es
el partido que abrazan, podrán cornpcrcr sus males y sus bienes, sabrón
sostener por convencimiento y por utilidad. Ya no creo que el nombre
de Fernando nos librase de las hostilidades de la Inglaterra, si pudiese
y quisiese hocerlo: la ilusión fue tan útil en otras circunstancias
como
es perjudiclcl ahora, y esto lo conoce la Inglaterra quizá mejor que nosotros mismos. .. En tares razones apoyo mi decisión o favor de lo independencia, pero no espero ni quiero que mis virtuosos compatriotas
se hagan indignos de ella par una conducta opuesta o ros fines a que
ello nos conduce; si hasta ahora ha sido necesario el civismo, el des162 -
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LA
BAGATELA
prendimiento y las dem6s virtudes que tanto crédito nos han granjeodo: ahora m6s que nunca debéis, nobles caraqueños, ser moderados,
enérgicos y amantes de la unión y fraternidad: sea la independenclo en
que vamos o entrar, el término de 105 rencillas, partidos y facciones: no
v engo la división o privarnos del goce inefable de tontos bienes; sea,mas libres, unidos, si no queremos volver o ser esclavos poro siempre,
y demos 01 mundo que nos contempla, un testimonio de que somos dig,nos del alto rango que vamos o ocupar.
:Al Editor de la Sogotela.-Amigo
y Señor.-earacas,
13 de octubre de
181 l.-No
habiéndose permitido que se insertasen las siguientes
Iineos en la Gaceta de Caracas, y deseando remover las dudas de
los dignos ciudadanos de Cartegena, cuya favorable opinión, cama
también la de todo bueo americano, seró siempre mi orgullo y 10tisfacción merecer, yo pido a V. se sirva darles un lugar ea su
exeelente papel.-$oy
de V. Servidor,
Winialll
Sorb.
Al Editor ele lo Gaceta de Carocas:
Señor: Como en su explanoci6n o
bien escrito Argos de Cortageno, V.
o Que en él se alude (1) había sido
cimiento; yo siento necesario exponer
los animadversiones tomados del
ha omitido el decir, que lo nota
puesto enteramente sin mi conoeste hecho .
Por lo que hoce o lo noto, ella ciertamente me pareció 01 momento
(por no hablar peor de ello) muy simple. Mas sea como se fuere, yo
vengo o sober ahora, por lo primero vez, "que lo opinión no oficiol, de
un individuo podía aventurar relaciones exteriores. Ni tengo mayor inclinación o suponer que hoy un Americano en todo el continente, queconvengo con el escritor de tal nota en decir: que los derechos que debcl
lozar lo América y los injusticias Que ha sufrido por 300 oños (y de
cuyo conciso enumeración se componía el discurso o que se añadió la
nota) deben entenderse como una teoría. Pero quizó los muy poderosas
razones, que dilataron por tres meses lo publicación de unos discur\
r
U,
Véase la Gaceta de Caracas de 19 de octubre.
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ANTONIO NARIt\lO
sos calculados poro preparar los ánimos del público para la recepción
de lo in<lependencía, obraron con respecto o lo noto.
Corocos, 2 de octubre de 18".-WILLlAM
BURKE.
CARTA RECIBIDA POR EL CORREO DE CUCUTA
hoy 21 del corriente.
Señor Editor de La Bagatela:
Difícilmente podrá V. conocer el lugar miserable donde existo, par.
Que aunque se hallo en algunos mapas del reino, carece de todos aquellos circunstancias que pueden excitar lo curiosidad de verle; pero nodo Importaría que V. lo tuviese ton conocido como yo, porque en esto'
carta no troto de describir su situación, sino de comunicar o V. que lo'
experiencia me ha enseñada ya que muchos provincias no pueden mantenerse en lo soberanía que han proclamado con tonto ardor.
Yo, Sr. bagatelista, desde el principio conocí los derecho que tienen
las del reino,· para figurar por sí solas, independentes de lo antigUCf
capita! de Santafé, y nunca pude aprobar que éste pretendiese arrogar";
se la soberanía de los demás, fundada en unos derechos que perecieron
con lo revolución; pero siempre he opinado que lo mismo raz6n que
obligo o un pueblo pequeño o buscar lo dependencia de su motriz, im-.
pele necesariamente a todo una provincia, que no puede sostener su
soberanía, o echarse en los brazos de otro, que por su abundancia de
recursos, la proteja contra los enemigos exteriores y la libre de caer en
ia oligarquía, que en mi concepto es el peor de todos los gobiernos.
Creo que en esto parte no he errado; pero confieso ingenuamente que
en persuadirme que los llanos, Mariquita y alguna otra provincia eran
las únicos que no podían conservarse independientes, he incurrido en un
gravísimo error, Yo no he visitado personalmente ninguno, porque me
agrado mucho la quietud y reposo que disfruto eA mi desapacible lugar;
mas algunos sujetos de regular conocimiento que han visto después de
la instalación de los Juntas, dos de ellos, me han convencido que se
hallan en el mismo grado de impotencia que los que yo suponía miserobles. En ambas, y principalmente en la uno, el despotismo y el lnterés individual han hecho rópidos progresos: se han representado escenas verdaderamente indignas, no digo de un gobierno liberal, sino de
lo tiranía de Godoy, y lo que es más sensible, se ha disipado el tesoro
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LA
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público. Lo industrio estó en lo mismo inacción en que estaba antes,
fa agricultura yace en un sepulcro y la ignorancia cada día eche nueItas y mós profundas raíces. Los papeles públicos son desconocido¡ y
sólo una que otra vez se leen algunas expresiones del Argos, porque
son contrarios a Santafé, y adulan la vanidad de las mismas provincias.
Este es el aspecto que, según me han referido, presentan las que he insinuado y muchas otras de que yo tolvez no tengo naticias; pero no es
bastante paro demostrar evidentemente que uno de ellas no podrá or,9anizar un gobierno regular, como yo lo vaya hccer,
Sus rentos no posan de treinta mil pesos por año, y los 05jetos en
que han de invertirse son muchísimos. Su población alcanza a cerco
de noventa mil habitantes; pero entre todos no se encuentran cien sujetos instruídos, hábiles para desempeñar la judicatura, ni las complico\dos funciones de un Poder Ejecutivo; ni uno siquiera capaz de organizar una compañía de milicias, fortifidar un puesto, ni dirigir una e)lpedici6n. Pero supóngase que los pocos abogados que hay en la misma
provincia todos gozasen de un mismo grada de sobiduria; ¿en el año en,trante o en el siguiente, quiénes ocupan su lugar? Necesariamente han
.de coloccr en el Tribunal de Justicia legos, ignorantes, inhábiles para
'Juzgar pueblos numerosos y libres; y en el ejecutivo, ecleslésticos incapaces de conocer en todas las materias que pueden ocurrir, y que tat,vez son aparentes para resolver algunos casillas de moral; sino es uno
u otro que por el mismo hecho de ser sabios, aborrecen el mondo y
c.petecen el retiro del mundo. Ni se puede decir que vendrón literatos
de Santafé y Cartagena; yo porque la experiencia de año y medio demuestro lo contrario, como porque allí no pueden tener ningunas ventajas a causa de que las rentas deben ser escasas, no podrán adquirir
ninguna gloria, sus talentos se han de entorpecer por falta de libros y
IIterotos, y en fin, porque el que lo fuere ha de merecer también alguno
consideraci6n de esos gobiernos, puesto que los creo naturales protectores de las letras.
¿Si no se pueden organizar el Tribunal de Justicia y el Poder Ejecutivo; qué diremos de la Legislatura? Si faltan libros, hombres y oplica(ión; si reina la más vergonzosa ignorancia; ¿qué leyes podrán dictar
len esa provincia? Yo temo que sumamente meles, Y ya me alegro de
~star fuera de su alcance, pues vivo en una que disto muchas leguas
~e sus confines.
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ANTONIO NARII'IO
6i es cierto que los hombres no se reunieron en sociedad sino por
atender mejor a su seguridad interior y exterior, y que aquélla no podró conservarse en esa provincia porque carecer6 de buenas leyes y de
hombres instruidos que fa ejecuten; en fa cual consiste la seguridad interior, también lo es que nunca podró resistir al enemigo extranjero,
que es la esencia de lo seguridad exterior. No teniendo armas, tesara
ni soldados; ¿cómo se escopcré de la furia de los de Santo Marta o
Maracaibo, en caso de que quieran invadirlo? j Ay! señor bogatelista:
esto me trae a la memoria la triste condici6n de los cucuteños, según
me ha contado uno que acabo de llegar de fa Villa del Rosario. Son
los únicos que han padecido en la provincia de Pamplona y los que han
hecho sacrificios en favor de la causo común; su subsistencia dependía
del comercio con Marocaibo y del cultivo del cacao, café, añil, y ahora
se han privado patri6ticamente
de aquél; carecen de renglones de primera necesidad como el papel, vino, etc., y se ven obligadas o echar
sus frutos al agua, porque no hay quien los compre. Después de esto,
han sido insultados por su Junta, y lo peor es que en caso de que Maracaiba intentase acometerles, desde luego parecerlon, porque ni Cúcute tiene con qué resistirles, ni Pamplona con qué auxiliarla.
Parece, pues, que he probado la imposibilidad de organlzor dicho
gobierno; y si esto es innegable, ¿por qué no se abraza otro sistema que
no seo el riguroso federalismo del Norte? Si Santafé quiere lo libertod
de los demós pueblos, Santafé no querr6 imponerles condiciones duros,
ni opresoras, porque en el coso contrario, mejor seria ser esclavos de
amos impotentes, que estén siempre bajo lo influencia de un sacudimiento repentino. Pact6ndose uno absoluta igualdad, y venciéndose los
obst6culos que puede oponer lo distancia; ¿por qué hon de denegarse
a abrazar otro partido? Sería una verdadero locura (como dice usted \
perder lo que puede conservarse, por solicitar lo que no podr6 adquirirse. 1Quiera el Cielo que obra los ojos y mire por sus propios intereses!
Cortogena
es verdad que ha defendido los derechos de todas los
provincios; pero no ha podido demostrar que estén todas en actitud de
ejercerlo. Yo soy capaz de sostener que cado hombre, fatuo o loco, que
necesitan de lo dirección de otro. Si Casona re gozase las circunstancias
relevantes de Cortogeno, diría que debe ser tan independiente como
ésta; mas careciendo de ellos, ¿c6mo ha de hacer lo rñlsma figuro en,
el reino? Tampoco sería justo que por abrazar
un nuevo sistema, se
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obligase eternamente a él, aun variadas las circunstancias, porque esto
sería hacer perdurable su minoridad. Convengamos por tanto, en que
si no quieren perecer las provincias, deben reunirse inmediatamente
y
sacrificar algQ, para no quedarse sin nada.
Perdone usted, señor editor, lo malo que contiene esta carta, aunque
todo lo que refiere es cierto, y cuenta usted entre sus apasionados a,
El Desengañado.
NOTA.-Santafé
oño 1811.
Núm. 279
de Bogotá, en la Imprenta
Santafé,
dimingo 29 de diciembre
Pluribus
de D. Bruno Espinoso,
de 1811.
Tom. 1.
unum.
Corto de un amigo 01 autor de Lo Bagatela.
Te remito el Argos de Cartagena, mi estimado amigo, para que veas
I lenguaje de la rabia contra el gobierno de Cundinamarca.
Cómo les
ha dolido que se descubro la trompa. La ormoron y cayeron en ello,
¿qué han de hacer sino morder lo cadena y ladrar? Dicen que el hombre de bien, vejada y perseguido en Santafé, lloro en su retiro los horrorosas desastres y servidumbres que les amenaza. Que no oculten su
!lanto estos hambres oprimidas, que levanten el grito o Jo foz del cielo
'1 de lo tierra contra el malvado que los oprime, libre está lo Imprenta
y lo Constitución los garantizo poro poder hablar con lo última libertad. No creo que ese gobierno les impida este precioso derecha de ciudadano ton justamente recomendado en su Constitución, y si lo hiciere,
entonces, no sólo Cortatgeno sino todo hombre de bien tendrá un derecha paro decir, coma 'el autor de Argos, que un tirano imprudente no
reconoce más ley que su voluntad;
que lo ambición se ha quitado lo
máscara para llevar a efecto sus miras ambiciosos. Yo también excito
en este casa o los Torres, a los Gutiérrez, a los Camachos y Castillos a
que con e1 sagrado fuego de lo Patrio desconcierten los iliones de lbS
ambiciosos. Pero si el gobierno no se opone o la libertad de la Imprenta,
por ello no se manifiesto que gimen boja el yugo de un tirano imprudente, y si esto no se verifico o satisfacción del público, es preciso conE::
'\Si
\
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ANTONIO NARIJ\iO
venir en que la rabia ha sido lo declaración de independencia, y que se
excito o los Torres, o los Gutiérrez, Ccmochos y Costillas o que manifiesten 01 reino sus verdaderos intereses de someterse 01 gobierno de
Cádíz, y a abandonar el diabólico sistema de libertad, que el infernal
gobierno de Sontafé ha abrazado.
No creas que me excedo, mi pociente amigo, lee con atención el ofi.
cio del diputado D. Enrique Rodriguez, de 30 de septiembre, inserto ea
el mismo Argos, y verós que este señor diputado conociendo la fuerzo,
de lo opinión público contra los gobiernos de lo Península, propone al
gobierno de Cartagena una tolarancia política, que se le concede, para
ver si puede sacar con este engaño algún ~lnerillo para auxiliar el gran
sistema de dependencia de las Cortes, y que como salió vana este arbitrio, porque los malvados de Santafé se lo conocieron y frustraron, ahí
está lo cólera.
Te aseguro que he dado más carcajadas de risa esta mañana q~
renglones tiene el Argos, al contemplar a sus autores con más furor
que la criada de que habla Gil Bias de Santillana cuando le descubrieron el cancro. Tiene razón: la palabra malvados es relativa a los tiempos y o las opiniones; el que amo hoy la libertad en Francia es un malvedo, nosotros lo éramos para los antiguos funcionarios, y lo somos
también para los de Cartogena; si es un malvado el que descubre el
hurto, más malvado es el ladrón.
Apostemos un por de naranjas dulces a que todavía tienen ganas de
armar algún enredo para volver a reconocer la Regencia. j Pobres diebias! ¿Creerán todavía que pueden engañar a sorprender al valiente
puebla de Cartagena? ¿Para qué excitar las plumas de los Torres, Camachos, Gutiérrez y Castillos? ¿Seró para fomentorüna
insurrección en
ei gobierno de Santafé? Pues a fe que aquí los tentemos en mejor optnión que las señores cartagineses; quizá nas engañaremos, pero por lo
QUe hace a mí, te aseguro que me deben un concepto muy diferente;
no les gustará talvez el sistema de los actuales gobernantes, porque al
fin las que gobiernan también son unos pobres diablos como cualquiera
hijo de vecino; pero que abracen las ideos de los Argonautas, yo no
me lo puedo persuadir.
¿Si se equivocarían estas señores 01 hablar de Santafé creyendo que
hablaban de Mompox? Su Argas no se entiende: insertan un trozo O
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LA
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rasgo (:omunicado, Que al paso Que honro a los desgraciados momposinos, es el más degradante que se puede presentar poro el gobierno de¡
Cartageno. Ni cuando rompió el reino sus cadenas c~s6 o Mompox
tanto emoción lo noticio de su libertcd, como al salir del sistema de
'Calamar y de Ayos. ¿Qué querrán decir estos contradicciones? ¿De qué
se alegraréjn Jos momposinos. ¿De que se les acaba un gobierna ¡¡beral y justo? ¿Será porque se arrancan de su seno 01 benigno y piadoso
Ayos? O lo cabeza de los Argonautas o la mio están trastornados; por.oue, o quieren que nuestros gobernantes se parezcan a Jos suyos, o Jos
'muerden con injusticia si no se les parecen. Yo creo que Jos muerden
porque no se les perecen.
Cundinamarca ha sido el blanco del odio de Cartagena; su rivalidad
está ton caracterizado
que poro ser un malvado digno de lo exeecrcción de aquello plazo bosta tener parte en el gobierno de Santafé. Que
ese gobierno les mande plata y verá los elogios que le prodigan; paro
Cortagena no hay más virtudes que largar plata; éste es entre ellos el
signo, no de las cosas, sino de las virtudes; lo plata en su boca es como. lo destrucción de Cartogo en la boca de Catón. Acuérdate de los
ofertas de amistad cuando supieron el recibimiento que hiciste a su
diputado, y lo pronta que se cambiaron cuasda vieron que no sacaba
plato. No permito Dios que (os virtudes de los señores Torres, Camachos, Gutiérrez y Castillos, sean s610 las de haber sido los paneg.fristas
de lo plato para Cartagena. Apostaría otras dos naranjas a que si mañana dijeran que no les mandaran plata se volvían también malvados
en su concepto.
Yo conozco que vuestro Presidente es un poco majadera, y que no
ha sabido llevarse bien con Cartagena. Si él hubiera tenido un poco
de política y de discernimiento, los hubiera entretenido mondándoles
algún dinero, aunque no hubiera pagoda los tropas. Los cosas se mantuvieran todavía como se estaban, y hubiera logrado para su ambici6n
que Cartagena lo elogiara. Pero nodo de esto ha sabido hocer, Cartageno se ha hecho independiente y él se ve tratado mol por miserable.
Aconséjale, si tienes algún conducto, que compre sus elogios con unos
200.000 pesos. El consejo no es muy fácil de poner en ejecuci6n, pero
'poro un ambicioso todo es posible; que reduzco a Cundinamorca o la
¡,miseria para saciar lo ansia de plato de Calamar, y verá como es prudente, sabio, magnánimo y acreedor o las elogios de unas plumos mer-
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cenarias. Lo cesión de lo mitad de su sueldo o beneficio de Cartagllna,
'que leemos en uno Gaceta Ministerial, no es un cebo bastante poro saciar su hombre, es preciso que lo provincia se agote para que queden.
satisfechos y él saque algún partido.
Adiós, mi querido amigo, los calamares están
todos lo estemos; yo no lo estoy poro asegurarte
amo.
ciegos y quieren que
que eres lo que más
Noticias venidas por el correo de ayer Yo los verdaderos peligros se aproximan, y charo n05 desengañaremos a costa de nuestros pellejos, si con soberanías parciales se defiende el reino y lo diferencio que hoy entre organizarse en paz y quererlo
hacer en medio de los peligros. Dejemos pretensiones vanos y quiméricos: aún no podemos ser simples ciudadanos libres e independientes, y
yo todos queremos ser sobercnos;
preferimos este quijotismo de ocho
días o una libertad permanente. Cartagena se hcllc bloqueado por dos
barcos de Santo Marta, que le cortan los víveres del lodo del Sinú, o'
esto último ha llegado porte de lo familia del virrey Benito Pérez, el
capitón de marina Sotoa, el capitón del Fixo de Cartagena Robustilto y
el Coronel.
, con 300 hombres y 100.000 pesos en dinero.
Se 'dice que se espero de un momento o otro un gran refuerzo con mucho oficialidad poro emprender lo subyugación del reino, quedándose
el virrey y audiencia en Santo Marta. Que ha llegado un buque de guerra correo y otros tres más, que vino lo familia y equipaje virreino!.
Estos noticias y el estado de fuerza en que se han puesto los santamarteños, ha hecho decaer mucho los ánimos en los tropos de las expediciones del Magdalena. El comandante de la expedición de Santafé
sobre Ocaña, se ha retirado o More, y en las del mando de Don Miguel
Granados, se notan yo muchas deserciones; Cartogena ha dispuesto que
releve a Granados y que Don Feliciano Otero pose o Tenerife, que estaba 01 mondo de Bravo, que lo desamparó con varios pretextos de enfermedad. El Guáymara y cerro de Son Antonio están bien fortificadas
por los enemigos.
Cundinamarqueses:
espíritu- de verdadero
vuestro libertad va a expirar en la cuno, si el
patriotismo no se apodera de vosotros. Fuero cues-
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LA
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tíones impertinentes,
fuera rivalidades y pretenciones inmaturos; IQ
Patrio peligro; que no se oiga sino uno sola voz, un solo sentimiento:
SER UBRE O MORIR.
En uno goleta que llegó a Cartagena, de Filadelfia, vino O. Domingo
Coicedo; se dice que viene muy descontento de los cosos de España y
muy entusiasmado por nuestra independencia:
Al salir el correo de Cortogeno, se estaban acabando de nombrar los
nuevos electores, para remover seis vocales de aquella Junto; los QI.le
ya se sabian, eran D. José Antonio Madarioga, O. Carlos Benedete, D.
Manuel Gneco, Matancero, el Dr. Muñoz, de Mompox y O. Gabriel Piñérez, t'Odos patriotas decididos. Gorda Toledo y Pamba quedaban sin
esperanza de restablecerse en la opinión de las gentes y enteramente
.por tierra. Se temían algunas novedades por parte de los Pardas. DIos
nos dé a todos juicio, unión y constancia.
NOTA.-50ntafé
1811.
de
Bogotá,
la Imprenta
de D. Bruno Espllloso.
ORO
Núm. 289
Santafé,
domingo 5 de enero de 1 812.
Tom. 1.
Plurlbus unum.
Uno doma al Filósofo sensible.
Bueno va todo, mi sensible filósofo, pero tú te has olvidado de Aquerente, de tu hechicera y de la misma Venus que al fin tomará a su cor$la el abandono con que miras a sus hijos. Acuérdate de las venganzas
que esta diosa del amor ha tomado en todo tiempo contra las qUe la
han querido menospreciar, y si como Telémaca has pensado arrojarte
al mar para huir de sus encantos, prevente coma él a sufrir las tempestades que te aguardan.
Mas ya que el idioma de la Patria absorbe
dejar una para tu sensible amigo, yo también
,este modo que te acuerdes de mí. Pícaro. Si yo
I/antemos este punto, que algún día me vendrá
I
todos tus momentos, sin
lo tomaré para lograr de
te credera; pero no edeel de mis venganzas.
Te felicito no s610 por el regocijo público con que celebróis vuestro.
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Gobierno, sino por la seguridad y confianza can que os divertís. Me ha
venido mós de cuatro veces la tentación de ir a sorprenderte con mi
presencia, y ver de cerca si es cierto todo lo que se me dice de tu ciudad. A lo verdad, mi amigo, si como me lo aseguran codo ciudadano
duerme tranquilo y seguro, si sus casos están libres de los asaltos de lo'
arbitrariedad, si sus bienes no se pueden gravar sin el consentimiento
público, si tienen libertad de manifestar sus opiniones por la imprenta
sin ningún temor, si tiene voto paro nombrar sus funcionarios y opción
poro serlo, y que todo esto se verifique en lo práctico, yo os creo felices,
y no sé qué más podrías desear en esta porte. ¿Cuál es en efecto el fin
dé todo asociación? Lo felicidad posible de los asociados. ¿Yen qué
consiste esto felicidad? En que cado ciudadano sea dueño de sus bienes,
de sus personas y de sus opiniones, sin más restricción que lo que lo Ley
crea necesario poro mantener el orden y tranquilidad público, es decir,
la que seo necesaria para defender esos mismas bienes, eso persona y
esas opiniones contra los que te quieran privar de ellos.
Todas las delicias de la vida nacen de estos principios; el ciudadano
estudioso y retirado toma la plumo sin temor y se entrego 01 placer de
manifestar sus opiniones y de instruir o sus semejantes; su gabinete es
un castilla inexpugnable desde donde ataco el despotismo sin riesgo de
ser oprimido; el ciudadano pacifica duerme tranquilo al abrigo de las
lews y de su propio conciencia; el hombre laborioso ve sin sobresalt<"
el fruto de sus sudores asegurado contra un fisco audaz que no le puede privar de él sin crimen. De aquí nace la confianza entre el gobierno
y el público, del amigo poro con el amigo, y de la esposa para con suj
marida; la confianza se reanimo cuando los hombres se creen seguros'
al abrigo de las leyes, y sólo la confianza mutuo puede hacer la felicidad de la vida.
Vuelve los ojos, mi fil6sofo, hacio los tiempos posados. Qué temores,
a~ sobresaltos no experimentaba el hombre estudioso, el rico,' el que
por algunos virtudes se adquiría crédito. Ni con su esposa, ni con sus
"'ijos, ni con sus amigos vivía seguro, o la Inquisición o el Estado venlan
continuamente o turbar su sosiego. Un denuncio de algún malvada que
nada tenlo que perder, una ligera sospecho eran bastantes poro privarle de su honor, de sus bienes, de su esposa, de sus hijos, de su potrio
y de su existencia; y este continuo pavor no sólo amargaba todos los
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LA
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momentos de su existencia,
sina que hacía mirar como enemigos Q
cuantos lo rodeaban. ¿Habrá sobre lo tierra coso más triste que vivir
siempre entre lo desconfianza y el temor? Quítame cuanto poseo, despójame de esas gracias que tú tonto exageras, sepúltame si quieres en
'~I último rincón de lo sociedad; pero déjome tranquilidad y confianza
con los seres que me rodean; el amor me bastaría poro ser feliz en este
caso, y nodo tendría que envidiar o los esclavos que viven rodeados de
ora y de temores.
Bendice pues todos los instantes de lo vida en que puedas decir: soy
,:padre, soy esposo, soy dueño de mis bienes y de mis opiniones, sin teI mor de que
un gobierno arbitrario y cruel me vengo o privar de estas
rropiedades sagrados. levanta las monos 01 cielo coda vez que el sol
.cpcrezco sobre vuestro horizonte, y juro cerrar antes los ojos a lo luz
'que te viene o alumbrar, qre volverte o ver privado de estos preciosos
prerrogativas; juro bañar con tu sangre el suelo querido que te sustenta antes que permitir o ningún tirano insolente que vuelva a turbar la
paz que el cielo os ha concedido; y cuenta, si no con la espoda, 0,'0
'menos con lo pluma y el corazón de tu amiga.
COLEGIO ELECTORAL
Se ha instalado el Cofegio Efectorol de e'ste Estado en clase de revisor
Ide lo Constitución, por determinación de lo representaci6n nocional, el
,'-3' elel posado, como lo previene el art. 45., tlt. 8 de lo misma Constitución, con todos las solemnidades del coso. Con este motivo se ha sabido que o pesar del informe de los padrones, su población alcanza Q
224.000 olmos, y fas gastos del erario público, en el año que acabó o
420.000 pesas. De modo que sobre paco más o menos, ha correspondido
éstos a dos pesos por cabezo, es decir, que si codo habitante de Cuno
dinamorca hubiera contribuido con dos pesos en el año, esto contribución habría cubierto las cargas del Estado. O de otro moda, que hcbiéndoses cubierto estas cargas en parte con el mineral de los salinos de
Zipoqulró, Nemocón y Tauso, la contribuci6n indirecto no ha llegada
o dos pesos por cabezo, cuando antes sólo los miserables indios contriI buyan
con seis pesos 01 año.
Desde que tenemos uno Constitución hemos comenzado Q respirar.; y
6, ser un cuerpo de noción organizado; pero como nado sale perfecto de
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ANTONIO NARIFID
lo mano del hombre, en la práctica se han anotada algunos defectos, que
la representación nocional dispuso se corrigieron, convocando para este
efecto al Colegio Electoral en clase de revisor. Ya lo tenemos reunido,
y compuesto de hombres de luces y de probidad, de quienes el público espera unas reformas saludables, que vayan codo día perfeccionando más'
y más este fundamento de la felicidad pública. Quiero el cielo bendecir
sus trabajos y llenarlos de aquel santo amor de lo Patrio, que posponiendo toda personalidad 01 bien común, los cubro de una gloria inmortal. Quiera darles acierto poro que concluyan en paz una obro de que
depende en gran porte, o nuestro ruino, o nuestro futura felicidad.
Y vosotros, ilustres y sabios cundincrnorqueses, desplegad vuestros tao
lentos, sacudid la pereza y derramad en el público el acopio de luces
que en el silencia de vuestros gabinetes habéis recogido paro que se
aumente la masa de las que reúnen el Colegio Electoral Revisor. Para
esto si se deben excitar las plumas de los Torres, de los Castillos, de los
diversos Ca mechas y Gutiérrez, sin olvidar los Costras, los Padillas,
Azuolas, Lozanos, Socorros, Caycedos, Caldas y uno infinidad de otros
que seria largo referir aquí. Manes ilustres de Vargas y de Coycedos,
genios tutelares de la libertad, venid también entre nosotras y derramod
aquel esplritu de cálculo, y aquel fuego inextinguible que os abrasaba
por la salud de vuestra Patria. Y ya que la inexorable muerte nos ha
privado de vuestro auxilio y a vosotros del consuelo de ver realizados
vuestros designios y trabajos por la felicidad del suelo que os vio nacer,
recibid esta memoria, este corto homenoje de lo amistad que no puede
olvidar vuestras virtudes cívicas.
Puntos discutibles en el Colegio Revisor
¿Se debe o no, contlnuor reconociendo por rey de Cundinamarca a
Fernando VII. estando preso en Francia y con casi ninguna probabilidad de venir O reinar entre nosotros en clase de tal?
El punto es muy delicado por la opinló", y las consecuencias. Quizá
son más los males que los bienes que la negativa nos puede causar; de
lo comporaci6n y examen de unos y otros debe salir la resolución de la
cuestión.
2 c:"Serácompatible el reconocimiento de Fernando \111 con la declorocién de independencia?
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LA
BAGATELA
3 ¿Convendrá ya dar este paso, vistos los resultados que ha tenido
en Caracas, y sin tener relaciones con ninguna nación de Europa?
4 ¿Se podrá demorar después de haberlo dado Cartogena?
5 ¿Convendrá ligar los manos 01 Poder Ejecutivo, en medio de los
peligros Que nos rodean, por temor de que abuse de lo autoridad que se
(e confío; o será mejor dejarlo obrar y cargarla de responsabilidad,
OponiéndoJe otros medios de contención?
6 ¿Deberá éste proponer leyes 01 Cuerpo Legislativo sobre aumento
de tesoro y organización de la fuerza armada, como que es responsable
de la seguridad y tiene conocimiento de su manejo y otrazo, o se le de'berá sujetar a Que recibo los leyes Que se le den aunque éstos contra,rIen los medios de seguridad y responsabilidad de que se le carga?
7 ¿No sería más conveniente dejar 01 Ejecutivo la facultad de proponer y 01 Legislativo lo de negar, cuando conociera que la propuesto'
iba errado, o con algún siniestro designio?
',NOTA.-Santofé
CIño 1812.
Núm. 299
de Bogotá,
Sontofé,
en lo
Imprenta
de D.
Bruno Espinoso,
12 de enero de 1812,
domingo
Tom. l.
Pluribus unum.
El Bagotelista
a su Amigo
Prevente, mi querido amigo, o oír cosos muy curiosas. ¿No sabes que
yo ando el bogotelista en los púlpitos? Pues ni mós ni menos: un ecleI sióstico de los muchos que se han solido de la esfera
de su ministerio
sagrado, que son ciudadanos cuando les conviene y eclesiósticos cuando
se les quiere tocar el pellejo, que insultan en el ~ombre del Dios de lo
Paz: o todo el que no aplaude sus ideos ambiciosas, que lo quieren 'go.
bernar todo o su antojo por un espíritu de dominación, ha desenvainado lo espado. ¿Qué haremos, mi amigo, con estos eclesiásticos revolucio':'Iarios, Que todo Jo quieren saber y gobernar con su Lárraga? Si la taran por regentistas, olió te van sermones, exhortaciones y anotemos
~ontro los amigos de lo libertad, y si por chisperos, el diablo los puede
aguantar; todo lo traen en movimiento atenidos o que se creen invulne-
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NARIÑO
rebles. Cuanto diera yo porque el gobierno les hiciera conocer el bulto
que son mortales, y que el mal eclesióstico como Judas debe estar eetgoda de una higuera. Observa que en Popayán, en el Socorro, en Ocoña,
en Santa Marta, en esta ciudad y en todo el reino los eclesiásticos son
los que lo traen todo revuelto. Como yo no he leído, según dijo el sc-.
bio predicador, 'más que libritos de los que no leen ni entiende los doctores como él, tompoco entiendo su doctrino, aunque sé muy a fondo
lo cristiano, que es muy diferente de lo que ellos nos dan ejemplo. No
quiero que me tengas por temerario; t6coles al bolsillo y verás lo pobreza evongélica sonando en ellos; s610 los eclesiásticos tienen que comer, y preguntan" qué donativo, qué sacrificio han hecho en nuestro
revolución, no digo por amor de la Patria, pero ni aun paro socorrer a'
los infelices que hon quedado sin un pon que comer. Tócoles o la humanidod, y verás los truenos del Monte Sinaí descargar sobre tu cabeza;
siempre tienen razón, y na es lo soberbia y lo altanería la que desplegan,
sino su sagrado carácter, porque el nombre Santo de Dios siempre está
en sus bocas poro salirse con cuonto quieren. Dicen que gozan de todo!>
los derechos de ciudadanos en lo favorable, y se llaman o eclesiásticos
en lo adverso, osí es que los vemos mezclados en los empleos de gobierno revolviendo el mundo, y cuando se trota de imponerles alguna
pena pecuniaria o personal, se llaman 01 fuero. Gracioso pantomima.
Lo acabamos de ver en nuestro Colegio Electoral, en donde está tam- :
hién mi elocuente predicador; los primeros que toman la palabra poro
otacar son los eclesiásticos, y habiéndose tratado de imponer una multa o los electores que no asistan, saltaron, se llamaron al fuero, y se
denegaron o obedecer. ¿Qué te parece? ¿No don gonas de ser eclesióstico? Uno impunidad absoluta, y una absoluto libertad de hacer cuonto.
les diere lo gana, son uno tentocioncilla paro que tú y yo nos vamos a
ordenar aunque tengamos que hacer viaje a Romo; porque según creo
por acá no nos obs01verán si conocen nuestra intendón.
Pero no te admires de que le sacudan el polvo al bagotelista, porque
c¡1fin este tu amigo no es más que un vende arrox, y todo cuanto de él
se digo puede pasar también pOr una bagatela; lo que te debe odmirdt
es que con lo misma rozón o justicia le han sacudido al gobierno; ¿se:
"'acle lo que ellos quieren? justo y santo gobIerno. ¿Se apartó un solo
punto de su capricho, de su ignorancia o de su interés? alió va lo m6s~
Cm'O, y sin detenerse
o examinar las consecuencias, los males que 51
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LA
BAGATELA
pueden seguir en el orden público, ni lo verdad de lo que anuncian,
montan o lo catedral del Espíritu Santo, como yo monto sobre mi berrlco y comienzan o rebuznar como él.
Asi como los buenos eclesiásticos son la margarita precioso por cuyo
,'subsistencia debemos vender nuestros campos y nuesrtas mieses, Qsí los
molos son lo polilla roedora de lo sociedad; los primeros son el consuelo
y el alivio de lo vida; los segundos causan Jo desoloci6n y el llanto. Yo
comparo los eclesiásticos 01 opio: contraídos o los pequeños dosis de su
ministerio, causan en lo sociedad aquello colmo saludable, aquello dulce tranquilidad, aquel sueño pacifico de lo inocencia; pero aumentado
)0 dosis hasta salirse de los limites prescriptos por el Divino Maestro, el
,1~értiga, el frenesí y lo muerte son sus consecuencias.
Adiós, mi omigo ;mós tenéis que temer o los eclesiásticos ambiciosos
que
los mismos franceses, éstos son enemigos descubiertos y odiados,
y los eclesiásticos con lo túnico del Señor deslumbron y engañan o los
$lmples.
°
PAMPLONA
Corto 5{1 dé D. Potricio a su omigo O. Amador de Vero.
¿Conque vuelves o preguntarme qué hoy de gobierno? Eres seguromente muy reocio; pues yo me has oido otros veces hoblor de esto
impertinente materia, Pero tú con nodo te satisfaces, y siempre estás
desecndo que yo te dé cuento de lo que poso en mi capital de provlndo, como si no tuviese tu a"ligo otro ocupación. y referirte los dlspcrates del Colegio fuese obro ton gustosa poro mí. Mas COmo lo que
I"petetes es que yo te dé pruebes de mi amistad, porque también eres;
algo incrédulo, hete aqui Jo Que hoy de nuevo. Sé que el Colegio E~ec-'
toral se instaló el dio 17 de octubre; pero hasta hoy ignoro qué es Jo
~que hoce. Sus sesiones se tienen o puerto cerrado, nadie puede entrar
,en lo Cosa Consistorial, porque 10 O 12 soldados lo Impiden, no hoy'
~imprenta donde se publique el diario de los operaciones, y en fin, ni
mismo Satanás puede adlvinor en qué ho empleado 3 meses que
cuento de existenéia, Los duendes divulgon en mi precioso copital que
se dio provldenclo poro lo libertad del comercio de Maracoibo-, y oper_.turo de los puertos; que se ha celebrado uno ecto, por lo cual se deter-
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mina que sólo el presidente puedo hacer las mociones que le ocurran;
que se ha recibido con frialdad o disgusto por algunos electores 10 in':
dependencia de Cartagena, y que piensan otros hacer reconocer hasta.
de las regencias de Berbería la soberanía de esta provincia. ¿Quá tal,
mi apreciado amigo? Yo no dudo que se consiga fácilmente este últimClil
porque según cuentan, se han arbitrado unos medios extremadamente
eficaces. Va a restablecerse (a ley de Licurgo, que extingui6 la tl'IOIleda
de oro y plata y substituyó la de cobre; pero con alguna modific!?ci6n,
porque en lugar de este despreciable metal, circulará cierta argamaso
excelente que hay en el pueblo de Velásquez, con la cual fabrican muy
buenas ollas los indios alfareros. Se han mandado hacer de cart6n, siete
graves púnicos que representan los sabios de la Grecia, para que ejerl
zan el Poder Legislativo; s~ solicitará en Casanare un rica ganadero :¡
que por Dios nos dispense la gracia de encargarse del Ejecutivo, y
suplicará al señor Provisor que se sirva, en una pastoral, declarar queii
con la revolución ha cesado la irregularidad, y que no hay motivo por
c,ué uno y otro clérigo escrupulicen en dictar sentencia de muerte, ni
ejercitar el oficio de verdugo. Brevemente se tendrá una caballería respetable, porque ya se encargó al Sr.............
de Santafé, qur¡
comprase en la tienda de D. Rafael Flórez: un ejército de jinetes de estaño ques dejó en ella el D. G. Los fusiles son innecesarios, porque pudiéndose conseguir 10 cañones de palo, no hay fuerza humana que nos
I'egue a intimidar. En fin, sobran soldados, que jamás han visto un enemigo, que no Quieren pelear, y que sabrán defender la soberanía de lo
provincia, presentando la Constitución y enarbolándola en las banderas;
ya ves tú que nadie se atreverá en esta sacratísima reliquia. El comercio con Morocaibo, según se nos ha revelado, tampoco perjudico o la
ilbertcd de lo América, pues S. A., ha dado las órdenes canvenientes1
para que aquel gobernador no exijo ni imponga (Jerecho olguno de iM"
portación O exportación, para que los regentistas al pisar nuestro suelo
varíen de sentimientos y se decidan por nuestrá causo; para qué-de
0116 no nos vengan ropas, y de aquí no vayan onzas (esto se entiende'
entes .de que se publique lo ley licurgiana), y en fin, para que esto pro"incia se utilice y Marocaiba se destruya. Nado de esto se debe pane.
en dudo, porque la soberanía lo puede todo, y nuestros deseos son parecidos o lo que dice en un libro que yo nunca he leído: fiat JUl[, •• facta
est IUJ(. La puerta debe estor, si fuese posible, herméticamente cerrada;
s~i
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LA
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los Sres. alguna vez quieren conversar, fumar sus cigarros y casi siernpre
preferir los deseos que tienen de mandar al interés general de la provincia. El frío también incomodaría demosiqdo si estuviese lo puerta de
por en por; el público podría reconocer los buenos y los molos, y todos
los Sres. temen mucho este acontecimiento, porque arriba de 6 o 7, los
demás tendrían que echar a correr, sepultarse vivos en una mazmorra,
"c¡jubilarse par todo lo eternidad. Es muy conveniente que sólo el presi¿ent~ hago los mociones, porque de otra suerte algunos electores podrían proponer cosas verdaderamente útiles al público y periudlclcles
a varios de sus compañeros, y no es justo que se permita este riesgo,
sino que por el contrario, se tomen los medidas mós oportunos para
evitarlo eternamente. Confieso, pues, que S. A. es serenísima, y que esIt6 poseída de los sentimientos más patrióticos; dame el gusto de hacer
esta sincera confesión y el de no preguntarme nada de gobierno, porque yo soy hombre ocupado y actualmente me voy a la parroquia de
Cucutilla de socristón de aquello iglesia; pera sin embargo, en todos
tiempos soy y seré tu omigo.-Potricio.-19
de diciembre de 1811 .
. . NOTA.-Santcfé
de 1812.
de Bogatá, en la Imprenta
de D. Bruno Espinosa,
4"0
Núm. 30Q
Sontafé, domingo 19 de enero de 1812.
Tom. 1.
Pluribus unum.
Un Amigo al Bogatelista
Con cuanto gusto he leído tu corto sobre los eclesiásticos, mi dulce
'amigo. Pero lo que más me ha asombrado es que al otro dío me llegara
10 noticia de lo prisión de dos clérigos, y la instrucción de Ubaté, firmado o la frente por un religioso del hóbito de Son Francisco, y algunos
curas; de modo que si hubieron estado apolobreados contigo poro dar
uno pruebo de tu dicho, no lo hubieron hecho mejor. Verdacferomente ya
es insufrible esto insolencio, y me parece que el mal pide yo un remedio
!Vigoroso y activo; cien veces me he cogido' la cabeza a -dos' monos
(cuando leía lo tal instrucción) creyendo que ya se lo llevaban los hiit>sde Israel. Me po rece que si sus autores escapan, nosotros no escapamos; y que si lo impunidad eclesíéstlcc llega hasta este punto, yo pode-
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ANTot-lIO
NARIÑO
mas ir enmendando el Evangelio, y mondar o Pedro, no que meto lo
espada en lo vaina, como se lo dijo Jesucristo, sino que lo afile y deGüelle sin temor. ¡Qué bello instrucción! Jamás he visto un popel más
subversivo ni más atrevido; lo he leído treinta veces y codo vez admiro
más el valor de sus autores. He meditado muy despacio cual será el objeto de éstos, porque ni el diablo me podrá hacer creer que de bueno
fe se digo lo que en ello se contiene. ¿Qué dirías tú de un hombre que:
lloraba porque le quitaban los cadenas? O que estaba loco, o que meditaba hacer alguno diablura con ellos.
,Supongamos que se les pudiera dar gusto o estos obstinados, ¿qué
adelantaría Ubaté con que se reconocieron los Cortes? Estas san un Colegio Electoral como el de Pamplona, uno Junta de habladores como
todos nuestras Juntos, que aumentaría nuestro pobreza con unos solidas que. ahora no tenemos. ¿Será Ubaté más rico, mós poblada, más
industrioso o más sabio? Quizás pensarán estos bobos que lo Regencia
les ha de mandar algún barco cargado de doblones y de cruces paro
que todos sean ricos y caballeros. Si el mundo no estuviera lleno de
esto' especie de gentes. .. Pero no hablemos mós de esto, que es hacer
mucho honor a un pueblo miserable, que se va o hacer célebre por este
crimen.
He oído hablar con mucho variedad sobre lo expedición que ese govierno mando paro Vélez y Son Gil; unos dicen que es un pasa impolítico,
que alarmará o las otras provincias; otros que yo Santafé se quitó lo
móscara y descubrió su ambición y espíritu de conquisto; los partidarios de ese gobierno opinan de otro modo: discurren sobre el estado en
que se halla el reino después de año y medio de separoci6n; traen o
colaci6n los infinitos disparates y desavenencias que se ven en todos sus
,"obiem()s parciales, y hocen uno reflexión tan poderoso que me han dejada convencido: dicen que esto expedición sólo va a auxiliar unos pueblos oprimidos que se han acogido al amparo de Cundinamarca paro'
salvar sus haciendas y sus personas del furor de un tirano sin principios.
y sin moral que aguardamos o ver los resultados, porque el orgumento
no tiene medio: ¿o, los conquistan o no?
Si no los conquistan, no hoy que murmurar, y si los conquistan, estornos en el coso de que Santo Marta los podio igualmente conquistar.
¿Y cuól de los dos partidos se debe preferir, cuando Platos no dejan
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LA
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un medio que seguir? Platos en el día es capaz de todo por no caer en:
manos de sus enemigos; con que le ofrezcan seguridad los de Santa
Marta, y un empleo que lo pongo en estado de saciar sus pasiones, ya'
la puerto estó abierto. Seró prudencia aguardar este caso, dejcndo en-tretcnto saquear y aterrar los pueblos paro que el enemigo los halle
mejor dispuestos? Dicen los enemigos de Cundlnornorcc y de lo libertad
que se debe economizar lo sangre de nuestros hermanos y, que no se
C!ebe derramar uno gota. Es verdad que no se debe derramar uno solo
gota sin ncesidod; pero no es prudencia economizar lo scnqrlc si se
ha de morir el enfermo. Que no castiguemos entonces los crímenes particulares paro no molestar o nuestros hermanos y si los castigáramos, si
,'derramamos lo sangre del culpado paro salvar al inocente, lo mismo debemos hacer en los crímenes públicos. No tiene la culpo el juez que
Impone la peno, sino el reo que comete el delito. ¿Pero quién ha hecho
juez o Cundinamarca de los cupos de otro provincia? Las mismas partes: por uno, los pueblos oprimidos y desasociados claman por ella, se:
-ccoqen a su amparo y le piden auxilio, y por otro, un solo hombre autorizado por su voluntad quiere oprimir los pueblos que no le han confiado lo soberanía que se quiere apropiar sobre ellos can lo fuerza,
oponiéndose a lo unión que los pueblos solicitan con ansia.
Yo aguardo ver los medidas ulteriores que se toman paro fijar mi
juicio; no porque el hombre prudente lo debo formar, como 'el vulgo,
~or los resultados, que suelen depender de lo casualidad, sino porque
los que tome ese gobierno, me harón conocer los fines que se hayan
propuesto, Si el objeto fuere asegurar nuestro libertad contra la arbitrariedad de los particulares y los ataques de fuero, santo y bueno; porque todo mal presente es nodo comparado o lo nuevo esclovltud "del
reino; pero si sólo fuere lo ambición y engrandecimiento de Sontafé y
su gobierno, como dicen sus enemigos, anatema contra uno , otro.
Adiós, mi dulce amigo, conth.úo tus Bagatelas aunque te sacudan el
polvo, que no se sirve o lo patrio comiendo bizcochuelos en los 'porte-t
rias de los monjas, sino arrostrando peligros, insultos y persecuciones;'
I ésto
es como un hijo loco a quien es preciso acariciar v castiaar con'
firmeza y sin odio.
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ANTONIO
NARIÑO
Colegio Electoral
El Co!egio Electoral Revisor se instaló el 23 de diciembre, y el 18 de
enero sólo tiene declarado que la monarquía representativo de Cundincrncrco no es base de la Constitución. Verdaderamente
un punto ton
grave bien necesito un mes de discusiones, pero el resultado no parece
que corresponde al tiempo que se ha empleado en discutirlo. ¿Qué coso
es Constitución? La forma de gobierno bajo lo cual se convienen los
pueblos o vivir en sociedad; es así que los de Cundinamarca se convl-r
nieron en una legítima y bien autorizada representación o vivir bajo lo
formo de monarquía representativo; luego ésto es la bese de su gobierno, o más cloro, ésto es toda lo forma de su gobierno sobre que ruedan
losdemós puntos sle constitución. No nos paremos sólo en que lo mismo
constitución digo en buen castellano que ésto es base, sino en Que todo
ella rueda sobre este principio que es indubitablemente
como el diseño
de la obra. ¿Pregunto yo si dándole a un arquitecto el diseño de un
palacio, le dijeron luego que lo que querían era un templo, qué se verla precisado a hocer este artífice? Sin duda que desbarataría
lo primero obro, pero levantar sobre un nuevo diseño el templo. Adelantemos
lo idea; y si a este mismo arquitecto, después de edificado el palacio'
se le encargara que hiciera algunos reformas en el palacio, aclarando
algunos piezas, facilitando ciertos entrados, achicando o agrandando
elgunos salones, \1 que en lugar de emprender estos reparos, trotara no
s610 de echar abajo todo el edificio, sino de levantarle otro muy diversO'
en su lugor, ¿estaría el dueño en obligación de admitirle lo obro aunque
fuera mucho mejor. Pues en este coso se halla el público de Cundinamarca respecto al Colegio Revisor, el diseño sobre que se levantó el edificio
de nuestro Constitución fue el de uno monarquía representativa, se le notaron o ésta luego algunos puntos oscuros, faltos otros o en oposición'
y se llamó un Colegio Revisor poro que los enmendara;
viene éste y en
lugor de enmendar echo abajo el edificio; ¿estará el público en obligac.iÓn de admitir su obro, aunque lo puedo hacer mucho mejor? De nin-~
gún modo, porque si se cree que nos conviene ser independientes Y pulamente republicanos, que se explore la voluntad de los pueblos, V se
convoque un nuevo Colegio Constituyente.
No' hoy que andar con sofisterías: la forma del gobierno es lo bose'
¡,rimaría, es el punto de apoyo de uno Constitución, y quitando este
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punto de apoyo cae todo el edificio, y el Colegio viene en este coso no o
enmendar sino o edificar¡ paso a ser constituyente en lugar de revisor, y paro esto no tiene poderes .. Bien puede sancionar que los cerros'
vuelen, que como para esfO no hoy poder, Jos cerros se quedarán como
,~ están, y el Colegio, perderá su tiempo y su crédito en sanciones de
esto naturaleza.
iQué doloroso es ver o un Colegio Electoral perdiendo el tiempo en oír
contar sueños, mientras lo Patria espero con ansia sus trabajos! Y en
medio de estos pueriles pasatiempos se habla de independencia cama
si se hablara del sueño del respetable elector. ¿A qué conducir4 lo peróbalo soñado de 14 Fernandos Séptimos? Si es alguno sétira, el Colegio Electoral no se ha convocado para contar cuentos ni decir sátiras¡
'y si es para que por él se gobiernen los demás compañeros, así saldrá'
ello. Forma un contraste admirable para los que asistimos de vagamundos, el oír trotar con lo misma firmeza un asunto tan grave y de tanto
trascendencia como la independencia y uno soñado puerilidad, en que
'se perdió uno porción de tiempo. Lo bU!l;Jde la Cruzada ha bailado
, también entre los sueños y la independencia: un respetable eclesiástico
observó con madurez, que yo olía aquello un poco a concilio, y tenía
ra:zón. ¿Cuál es el artículo de lo Constitución que van o reever sobre lo
bulo? Estos especies tienen uno. trascendencia en e,' público ignorante
mós grande de lo Que se pienso, y, o yo me engaño, o. .. Pero basta,
el tiempo lo dirá.
NOTA.-Santofé
de Bogotó, en la Imprenta de D. Bruno Esp¡noso de
los Monteros, año de 1812.
Núm. 31<;>
Sontafé, domingo 16 de enero de 1812.
Tom. 1.
Pluribus unum.
El Filósofo sensible a uno doma su amigo.
Estoy cansado, hechicero mío, de machacar en hierro frío¡ los oídos
de mis conciudadanos son como los de un viejo coñón, que lo mitad ·de
lo cargo se sale por ellos. En el momento de recibir uno' impresión se
,exalton, se acaloran, y yo los crees penetrados hasta Jos medulas de
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ANTONIO NARIt'íO
los huesos; pero a los cinco minutos, todo este fuego se ho disipado, 'V"
como la buena pólvora, no que~an ni vestigios. Yo invoco de nuevo Q
la diosa de Pophos, porque si sus adoradores sufren ingratitudes, como
tú no ignoras, rara vez Quedan sin recompensa sus trabajos V hay nodos
de un precio tQ!1grande, que ellos baston poro indemnb:or vuestra YOlubilidol ¿Pero los hombres? ¿Qué lenitivo aplican a la ingratitud con
Que pagon a los Que trabajan por ellos? Una sonrisa de eso bella boca
disipa las nubes que hon causado en muchos días y el idioma de Amatonte es bastante 01 ponerse el sol poro aliviar las fatiga del día; contemplo cómo tendré mi pobre mollero recargada de federación, centralismo, constitución, etc, ¿Te acuerdas cuando estudiábamos la nueva
nomenclatura química, lo risa que nas causaba oír en ciertos bocas el
hidrógeno, el oxígeno, el ácido málico? pues haste cargo que lo mismo
me está sucediendo can la nomencfotura polltica; las muelos sucumben
01 alfandoque, los ojos se federan con lo hermosura, el corazón Se ceno
traliza con el amor. Pobres mujeres, lo amenidad ha desaparecido desu lado, y si es indudable que de lo revolución acó han adquirido nue-l
vas ideas y Que los asuntos públicos prestan margen paro entreten«
las conversaciones, también lo es que el abusa de unos voces nuevas"
rempre repetidas y mal aplicadas les va haciendo odiosa lo compañia de
los hombres de estado. Lo variedad, mi bello sibarita, la voriedod es
vuestro divisa, aun en el idioma del amor, ¿qué seré, pues, si yo no $e
ove ésto ni en el idioma de la Patrio? En Athenas se veía esto variedad,
esta transición de sentimientos, entre la plaza público, el P6rtico, el
Luce, el Teatro y los tertulios; lo organización del hombre está fonllOda
poro posar del descanso al trabajo, de lo agradable o 10 serio, de lo.;
asuntos públicos a los domésticos, de la patrio 01 amor. Me parece que
respiro otro aire cuando hablo contigo.
Esta antiguo capital del reino es un fenómeno o los ojos del hombre
observador, y deseara aquí ese tu tacto delicado, eso tu exquisito penetración, poro que me dijeras tu dictamen: sí lo miras por un lado,
yo está reducida o ser capital de uno pequeño provincia, con pocos
rentos y muchos empleados, decaídos los establecimientos públicos, descontenta uno parte de su población con lo nuevo forma de gobierno,
y con bastante escasez de numerario; si lo miras por otro, verós uno
oficialidad numerosa y brillante; un número de tropos casi igualo' que
entes tenia el reina entero, uno Ii,bertod comparable a lo de las repó-
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blicas más bien cimentadas, un entusiasmo decidido por ésto, solienro
continuamente expediciones, auxiliando o unos provincias con armas, o
ctros can soles, ésto le pide fusiles, lo otro imprentas, aquéllo pOlvoro,
y todas la temen o lo desprecian. Cuando se miran aisladamente o "05
cmpecinodos regentistas, a los acalorados chisperos, a los congresistas,
o los centralistas, o los tibios egoístas, parece' que estemos en las vlspelOS de nuestro ruina, pero viendo lo cosa en grande, este choque, esto
diversidad de opiniones, mantiene un calor vivificante, que va poco a
poco desarrollando las ideas que nos han de conducir a consolidar
nuestro gobierno; se opino, se disputa, se delira, y el ojo filosófico rec.Qgela porci6n de luz que se escapo de en ~edio de esta efervescencio.
Si se examina lo coso por sus efectos, Cundinamarca es la porción
m6s afortunada de nuestro continente, y quizós del mundo entero.
Vuelve los ojos a México, a Lima, o Buenos Aires, o Carocas, o Quito,
y hasta el Socorro, sin hablar de la incendiado Europa, y todo lo verás
manchado de sangre; mientras que entre nosotros no hoy un podre que
llore lo pérdida de su hijo, una esposo .que suspire por su marido, un
hermano que lamente lo pérdida de su hermano; no se ha derramado
una gota. de songre, ni uno lágrima con mayor fundamento; todos siguen
el género de vida o Que estaban acostumbrados y tu adorable sexo no'
ha llegado o marchitar sus bellos colores con el estruendo del coñón, ni
con los sobresaltos del cadalso; todos duermen tranquilos en sus cosos
y disfrutan en paz lo que poseen¡ todos hablan, todos escriben con uno
libertad indefinido, sin que el gobierno se opongo al desarrollo de sus
ideos. Si el comercio y lo agricultura tomaran incremento, y las rentos
públicas se ,aumentaron, me parece que seriamos unos ingratos poro con
una Providencio que ton decididamente protege, si diéramos un solo
~uspiro.
.Aunque oigas decir que lo religión ha padecido, no lo creas; es preciso
distinguir el fondo y los principios de ésto, de ciertas prácticos que nodo lo alteran. Hoy, como tú sobes que sucede en todas partes, ciertos 01··
mas delicodos y tímidos que andan desvarando las cruces que el viento
o la cosualidad forman de las pajas en los calles, y a esto especie de!
gentes, la menor alteración las C1susto y las hoce creer Que lo religió'"
se altero con la variación o descuido & alguno ceremonia a devoción.
lo que sucede en el día es que hoy mef10S hip6critas Que antes, pe-
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ANTONIO NARIr'JO
ro los hombres son los mismos, y la retlgión se mantiene
pureza.
en toda su
Me parece que no te quejarás de la cortedad de esta epístola efes/na. iMaldita burlona r, cuidado con tus preguntíllas socráticos; yo te
temo tonto como te quiero, pero yo sobes que, como el escarabajo de
la fábula, a nadie le falta una plldorllle.
PAMPLONA
Después que Cúcuto ha sufrido con un volar heroico la suspensión de
su comercio con Maraca iba, y que esto ciudad sentía ya el peso del gobierno de Portas, con la escasez d~ numerario, el Colegio Electoral de
Pamplona, Que se ha apropiado el mando, acaba de decretar la libertad de comercio para que nuestros enemigos se surtan de fas frutos del
interior. Maraca/bo se hallaba en tal apuro, que una solo casa. mantenía diez soldados y todas sus esperanzas las tenía en un situado de
50 o 100 pesos que había mondado a pedir o México con un tal Monroyo Es muy probable que si este paso se le frustraba, el pueblo hubiera
sacudido el yugo, y aquella importante plaza se hobrlo unido a nuestro
causo.
ha
,Este paso impalítico y sumomen,te perjudicial, se qice. que se
dado con acuerdo del representante de Pamplona para el Congreso, en
que quizás hay equivocación con lo que éste les oconsejó en mayo del
año pasado sobre la unión de todos estos pueblos con el Socorro y Maracaibo poro formar un departamento; pero como por otro parte el
señor presidente del Colegio Electoral de Pamplona ha dedo pruebas
bien claros de su adhesión 01 gobierno de España, la mayor parte ele
los hombres de luces sospechan que quiere abrirles esta puerta paro
que no seo sólo Santa Marta la factoría del regentismo.' Yo no sé si en
estas noticias habrá alguno equivocación; pero lo cierto es que los
mismos valientes cucuteños los escriben, y que nadie mejor que. ellos
debían apoyarlas, si llenos de un sonto amor de lo patrio no prefieron
el bien común, a sus intereses particulares .
. . Pamplona había comisionado al P. Fe. Domingo Cansino, y 00. Froncisco Soto, paro que pasasen al Socorro en calidad de mediadores. El
7 del presente debían haber emprendido su viaje, pero el mismo dío,
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LA
BAGATELA
con motvlo de cierto providencio que dictó el serenísimo colegio, lyo
no sé si es esto del serenísimo lo que nos hoce daño por todas portes) para Que un elector fuese a la matanza o conducir preso a D. Cirilo Serrano, habiéndose opuesto 01 cabildo, todo se volvió una chapodarza. LOs
diputados de Cúcuta se han despedido, y el Colegio Electoral de Pamrlona va a disolverse o o quedarse, sin representantes de aquel hermoso
y fértil distrito .
•Este prurito de mondo preparo por todas partes nuestra ruino. Un
Colegio Electoral abriendo el comercio con Marocaibo y ejerciendo el
Poder Judicial. Lo inexactitud de nuestros principios prueba la falto de
luces en materias de gobiernos, apenas se congrego uno de estas corporaciones, cuando lo primero cuestión que se suscito es lo soberanía
del cuerpo, y dejando a un lado el objeto de su congregación, se comienzan o trotar puntos que no le competen. Es preciso no confundir
la energía y firmeza cuando se circunscribe en los límites de sus atribuciones, del abuso de estas mismas atribuciones o saliéndose de fa
esfera que se le ha precripto: o cumplilr o hacer cumplir la ley que se
pone o mi cuidado, no sólo no es tiranía sino virtud y libertad; posar!
los limites de esto ley, entrometiéndose en la que no le compete, esta'
es 10 arbitrariedad y el despotismo. Los Colgios Electorales Constituyentes o revisores, no son más que cuerpos legislativos, pero cuerpos legislotivos en materias constitucionales,
y osi como un cuerpo legislativo
ordinario no puede hacer leyes civiles ni criminales que se opongo n a
lo Constitución, así tampoco un colegio electoral puede hacer leyes, constitucionales que se opongan 01 sistema de gbierno, sancionado por lo
libre voluntad de los pueblos; y mucho menos entrometerse en el ejercido de los otros poderes.
Res ardua
vetustis navitatem
dari
.
Plin.
Coito remitido 0'1 outor de Lo 80gotelo
¡Señor bogotelísta: espero del patriotismo de usted, hago ver 01 gobierno por medio de su papel, que lo limpieza de los coños contribuyel
mucho o 10 sanidad de los pueblos. Que los monopolios se aumentan, al
poso que crece la escasez en los pueblos. Que el papel sellado se vendo a todos horos, y tengo buen despacho el público. Que o los profeso-
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ANTONIO NARI)\¡O
res de medicina se les obligue a que señalen cierta hora en que puedan
encontrarlos los adolescentes y comunicarles sus enfermedades.
Mis luces no permiten hacer otra COsa en obsequio de la Patria; por
lo que me valgo del favor de usted poro que lo tome en consideración
en su apreciable papel.
Dios guíe a usted muchos años.
Deseoso.
NOTA.-Santofé
de Bogotá, en lo Imprenta de D. Bruno Espinoso de
los Monteros, año de 1812.
Núm. 329
Santafé, domingo 19 de febrero de 1812.
Tom. 1.
P1uribus unum.
El Bagatelista o su Amigo
Adiós bagatelista, mi sensible amigo: ya la cosa es deveras. í Lo creerós! Pues nada menos que ser monarca es la que dicen que se ha propuesta tu amigo ... No te rías al oír esto, que la cosa es derncsíode
serio. ¿Pero en qué lo fundan? me dirás. Vaya satisfacerte: dicen q~
en La Bagatela número 3 me sueña monarca, y que este sueño me gustó
porque me veía en el trono con diadema, y que en el número 30 acuso
01 Colegio Electoral porque oyó un sueño que destruye al rey. Prescindo de lo enorme diferencio que hay entre soñar en un papel semiburlesco, que lo lee el que quiere, y soñar en un serenísimo' colegio Electoral, 01 tiempo que se estón ventilando cuestiones sumamente serios;
las palabras de mi Bagatela son éstos: "Yo me figuro, para decretar
a mi gusto que soy un soberano, con los plenos poderes de todo el reino
y que tengo mi trona, como el Gran Loma, en lo punta de un cerro:'
Sueño luego una forma de gobierno que no es monarquia, y lo que momentáneamente me atribuyo con la burlo que verás en ello; es sólo
para poder decretar absolutamente en cada uno de los periodos de go.
bierno que propongo, la absoluto admisión de las propuestas para ver
sus resultados. ¿Seró lo mismo perder el tiempo en leer un sueño, cunque
sea disparatado o ridículo a las horas perdidas y de descanso¡ si me
diera la gano, que perderlo por fuerzo en un colegio electoral, aunque·
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LA
BAGATELA
el sueño fuero sublime y grociosísimo? Pero es preciso atacar 01 bagateJista, prque ban creído que con das piedras motan un pájaro, y se engañan. ¿Qué te parece o ti que conoces mi troje, tengo coro de monarca? Si lo fuera sólo de mi casa, me daría por más que bien servido. Te,
aseguro que he dado hoy tres o cuatro poseas, me he visto de pies o
cabezo, y en codo uno de estos pantomimos he soltado uno carcajada
de riso 01 contemplarme monarca con lo diadema de Son Francisco.'
Pero sigamos que, el cuento es largo.
,En el número 30 se anoto que se digo que el que no quiere romperl
las cadenas, o es loco, o tiene interés en ellos y que en el mismo número se añado que aunque el Colegio Electoral hayo sancionado la abolición de lo monarquía y el desconocimiento de Fernando VII, su sanci6n debe tener el mismo efecto que si mondase volar los cerros. De.
aquí infieren que el bagatelista o esta loco, o tiene algún interés con el
rey o con la corona; y el bogotelisto les contesta que son molos lógicos;
,'que lo que se infiere es que aunque sancionen una coso para que no
tienen poder, su sanción tendrá el mismo efecto que si mandaran volar
e las cerros, paro que tampoco lo tienen. No basto el que lo declaración
de independencia y el desconocimiento de Fernando, sean necesarios y
conviene 01 establecimiento de nuestro libertad, es preciso saber si yo
estamos en el coso de dar este paso sin peligro y si el Colegio Reviso~
tiene poderes paro ello. Los contradicciones del bagatelista sólo lo son
i paro los políticos de tienda, y una de las pruebas de lo mala fe de sus
'críticos es la violencia que se hocen poro criticarlo y la mordacidad y
acrimonia que dan o las consecuencias que sacan; porque vitupera que
el Colegio pierde tiempo en oír sueños, le suponen que llama friolero!i
la discusión de la monarquía, cuando muy 01 contrario repruebo que se
mezclen con sueños estos asuntos ton graves.
Preguntan si el bagatelista sabrá cuáles son, tos bases de un estado y aseguran que confunden las de Cundinamarca con la forma de
constitución. El bogotelista no tiene la culpo de la bestialidad o malicio de sus adversarios; él sobe y sostiene, que la forma del gobierno es
base de la constitución. ¿Será lo mismo lo constitución de uno monarqulc que la de uno democracia? Luego la formo del gobierno es el olmo, el fundamento o lo base de uno constitución. ¿Y si no que me digan esos sopientísimos doctores si con la constitución de una monor-189-
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ANTONIO NARIÑO
quía hereditaria se podrá' gobernar una democracia absoluta? Si pidiendo
lo uno, por su naturaleza, honores, distinciones y preeminencias, y lo
otra, igualdad y frugalidad, será indiferente lo formo de- gobierno? No
nos cansemos; lo que se quiere es desorden, confusión y trastorno paro
sacar partido; no es el bagatelista, ni jamás podrá serlo, el que sueño
con monarquías poro su miserable persono; todos los principios divulgados en su periódico predican lo contrario; son los ambiciosos, los enemigos del orden, de lo libertad y de Cundinamarca
las que rabian y
sueñan con el mundo. Oye otra gracia que confirma todo lo que te acabo
de decir.
En el número 27 dicen que exhorto a los cundinamarqueses
a ser libres o morir, y que en el número 30 me opongo abiertamente a lo obsoluto independencia; que estoy loco, o tengo algún interés con los cadenas. Ni estoy loco en esto parte, ni tengo interés con los cadenos.
Ojalá que todos mis locuras fueron como ésta. Me ratifico en que debemos ser libres o morir y en que el serenísimo colegio no debe declarar
kJ absoluto independencia por ahora, poro que podamos ser libres, y no
morir. ,No te digo que son políticos de chicherías? Pues aquí los tienes,
¿qué adelantaríamos
con esto declaratorio, aunque 01 colegio actual se
!e suponga poder poro ello? ¿No somos real y verdaderamente
indepenr!ientes? ¿Y si no que se me digo de quién depende Cundlnomcrcoj"
Sólo, sólo, sólo de una constitución y así es que echan abajo esta constitución, se derriba el único apoyo de nuestro libertad e independencia.
Si yo te pudiera decir todo lo que sé de estos modernos corifeos de uno
independencia que he conocido y deseado antes que ellos lo pronunciaron. Pero no soy tan loco como ellos me pintan, lo único que te añadiré
es, que este poso que en nodo influye en la realidad de la independencia que gozamos de hecho, pudiera influir mucho en indisponer o ciertos
gentes contra el gobierno y armar un aiborotillo corno el de Valencia en
Caracas. ¿Ya me entiendes? Pues bosta; adelante.
Paro hacerme mós odioso y poro aquellito que te acabo de decir, el
papel incendiario de que te voy hablando y que corre manuscrito, me
llama Loke y Voltaire, y trata de armar también a lo Iglesia contra mí.
¿Procede su autor de bueno fe? -Juzgado por este pasaje: él ha procurado irritar, dice, 01 estado ec!esióstico con dicterios y cuchufletas, y .10
ha comparado al opio. Tú sabes que no he hablado del Estado Ec:lesiástico, sino de los molos eclesiásticos ,y la prueba de mi respeto y venera-
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LA
BAGATELA
clan por los buenos, es lo que digo en el número 29 que éstos son la
margarita preciosa para cuyo sustento debemos vender nuestros campos
)' nuestras mieses.
Ahora sigue lo exquisito, mi respetable amigo: pon toda atención,
que el asunto lo pide: "EI pueblo de Santafé, dice, debe tener entendido
que este papel descarado de la Bagatela, es una invención para llamar
e los enemigos." Mira mi soberanía destruída a la vuelta de la hoja.
j Cuánto ciegan. las pasiones! No me he puesto la diadema y ya llama
f.l los enemigos paro que me la quiten. ¿Creerás tú que estas producciones
:e atribuyen -a una cabeza que ha pasado por bien organizada y a ur,'
corozón que se ha tenido por virtuoso? Pero es preciso a toda costo
otocor al bogatelista paro ver si se colla, porque, según añade, descubre
Potestado de los provincias.
No contento con esto su autor, dice que es un popel escandoloso, por
.cuyo medio remito mis billetes a mi dama. Podía haber dicho a mi Dul"clnec, porque una dama a quien sólo puedo hablar por lo ímprenta, es'
, ~eguramente bien platónico, y no corre peligro su honestidad: ¿Te acuerdos de mis prospectos? Pues si no te acuerdos vuelve o leer el cuentecillo del burro.
Concluve con exhortar al serenísimo colegio a que tome providencio,
como el de Pamplona, contra el bagatellsta, y según barrunto, yo cree
que. .. pero alto ahí, mi amigo; lo guerra que se me ha declarado na
es una guerra .ordínorlo, se han propuesto arruinar o este tu periodista,
aunque pora lograr ellos sus fines envuelvan lo Patrio en sangre. JúzGato por la adjunto corto que viene firmado del señor representante de
Cartagena, V que fa recibí el mismo día que este anónimo.
CARTA
Señor editor de Lo Bagatela:
En el número 31 que acaba de publicarse, imprueba Vm. lo conducto del Colegio Electoral de Pamplona, sobre franquear el comercio de
Cúcuta con Maracaibo y en uso del m.tll hábito que V. tiene contraído
ctrlbuye esto disposición 01 representante en el Congreso por aquello
provincia, y 01 presidente del Colegio, de quien aseguro V. ser regen-.
tista.
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ANTONIO NARlJ'¡O
Si Vm. procediera de bueno fe y no con los malditos fines que todos
conocen, debía haber manifestado, lo primero, que en Cúcuto se estobo
haciendo el comercio clandestinamente porque osi lo ex¡'glo lo imperiosa necesidad, y lo segundo, que el gobierno de Marocaibo no ha accedido o esto franquicia, que ha resultado, que exasperado su pueblo con
esto determinación, ha pedido que se forme uno junto poro trotar de
este punto y que seo con exclusión de los europeos.
No se necesitaban más que unos medianos principios de politilco poro
comprender que el comercio de los provincias libres con los oprimidos,
debe causar o aquéllos mil ventajas y ningún doña; porque lo moyor
guerra que nosotros podemos ,hacer o los tiranos es lo de opinión" y
siendo los nuestros contagiosos (como ellos dicen), los de los personas
o quienes tiene subyugados no logran ni lograrán entre nosotros aceptación olguna.
Recibo Vm. esto cidvertencio amistoso yo que Vm. sólo' tiene en Sontofé libertad poro imprimir.-Enero
29 de 1812.
JUAN
MARIMON
y ENRIQUE%:
CONTEST ACION
Estó V. S. l. servido, señor representonte, yo que yo s6la tengo libertad pero imprimir; pero dígame V. S. l., ¿de dónde ha sacado esto ocertoción injurioso 01 gobierno, de que sólo yo tengo libertad de imprimir?
De su caletre, del mol hábito que V. S. 1. tiene contraldo de hablar
contra lo que todos están viendo y palpando. Asl es que ha de mentir'
un representante bolo su firmo. Si el gobierno le ha negado la impresión de esto su bello corto, ¿por qué lo oc uso ante el Senado? Vaya
otro: dice que con mi mal hábito. atribuyo 01 representante en el Congreso lo fran~u.cio del comercio de Cúcuto con Moracai60. Los palabras
de Lo Bagot$ffison estas " ... se <lite que se ha dado este poso con
acuerdo ~el representante de Pamplona paro el Congreso", y sin más
que uno como de por medio, continúan estos polcihros; " •.. en que
quizás hoy equivocaciones lo que éste les oconsejó en moyo del oño
pasado", etc. Parece que un lector que sepa castellano y que no lo veo
todo contra el bogatelisto, como sucede 01 señor Marim6n; se convencerá
de que muy lejos de atribuirle antes lo disculpe y lo defiende, advirtiendo que quizás hoy equivocación, por los causas que expone.
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LA
BAGATEL'A
En cuanta al presidente del Colegio de Pamplona, salga V. S. r. par
esos calles con su acostumbrado atolondramiento
y pregunte qué hay
en esto; porque no quiero adelantar la materia.
Ahora, en cuanta a la buena fe y los malditos fines con que uno de
jos dos procedemos, el público lo juzgoró y el tiempo lo irá decldíende,
pues sus opiniones contagiosos
como V. S. 1. dice) no logran ni lograrán entre nosotros aceptación alguna. Yo bien sé que si predicara en
mi Bagatela, que aunque los provincias se arruinaron, mandaran plato
o Cortagena, para que ésta florezco o s··.• expensas, los dos seríamos,
amigos; pero la caridad bien ordenado me enseño que debemos asegurar primero nuestro conservación.
í
NOTA.-SClllltvfé
aña 1812.
Núm. 339
de Bogoté, en la Imprelllta de D. Bruno Espinoso,
Santafé,
domingo 9 de febrero de 1812.
Pluribus
Tom.1.
gnum.
Contestacicín del amigo del bagotelistv
Sclud y gracia, mi respetable amigo: Codo vez pierdo mós las espercnzcs de nuestra redención política; he leído con atención tu última
carta y por ella veo en lo que estón ocupados los grandes hombres que!
dicen que tenéis, mientras que en los ~apeles de lo Europa, los pIones
que se formon los nociones poderosos paro olrnorzurnos y mientras que
por Guayaquil, Santa Marta y Maracaibo, tienen todavío abiertos los
puertas paro un cómodo desembarca. Que contraste hoce en mi pobre
n:::Jcro la seriedad de nuestras soberanías, con la ridiculez de las de
Bonaporte y los ingleses. Haz una concentración de amor propio, y dime si en el estado en que nos hollemos de división de terrenos, de opiniones, óe voluntades, y abiertos las costos," ¿podremos resistir a los
plcnes de la Europa? Yo creo que nuestras cuestiones soberanos son como los de los peripotéticos, que después de haber gritado un día entero
se vuelven a quedar como se estaban. Qué estupidez, mi amigo, haber
atropado sin esfuerzos una libertad ton deseada y dejarlo luego escopor por ignorancia. Cuando oigo los proyectos que se forman en cadd
provincia y los asuntos en que se ocupan, incluso le tuyo, no puedo me-193-
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ANTONIO NARIr'lO
nos que creer que lo Europa se ha consumido con algún gran terremoto;
¿porque o qué cabeza le ocurre que nos han de dejar mucho tiempo en
este estodo de niñería, jugando a las soberanías y sin obligarnos nunca
a ir a la escuela? Los ingleses tienen crecido número de tropas en ¡laSl
Antilla~ que ya no los necesitan; las islas de Cuba, Puerta Rica y Pa_'
namá, siguen la misma causa que Guayaquil, Santa Marta y Maracaiba;
los ingleses sostienen oún la causa de España y no pueden mirar con
mucha filosofía a las Américas. ¿Qué es, pues, lo que debemos esperar,
aunque el bagatgelista se calle y no descubra el estado de las provincias? ¿Con nuestros sagrados derechos resistiremos a diez o doce mil
hombres que desembarquen en cualquiera de los puertos dichos? ¿Habró soberana provincia que pueda oponerles una fuerza capaz de resistir? ¿El silencio o las bravatas han de ser nuestras únicos armas? Na
son los ingleses ni los franceses los que ignoran nuestra situación, somos nosotros los que la ignoramos, y los que necesitamos que nos griten
continuamente, ya que no nos dan tiempo siquiera para hablar. j Ya se
ve! Empeñadas ciertos personas en que el Estado se ha de gobernar como las conventos; apenas se pienso en uno medida activa o vigorosa,
cuando alzan la voz para reclamar la lenidad americana. .. Dios quiero que obran los ojos antes de mucho tiempo, porque si el enemigo nos
coie en este estado, las escenas de lo conquisto se van a repetir, y nO
nos ha de valer calarnos la capilla.
Me habio propuesto escribirte hoy muy largo; pero mis ountos me.
llevan de pronto a otro parte. Conténtate con los rasgos adjuntos, q~
me perece justifican lo que te lleva dicha.
GACETA DE LONDRES
Martes 1g de octubre de 1811
¡Su Alteza Real el Príncipe Regente procediendo en nombre de S. M.
se ha servido elegir a Carlos Stuart, Escudero.
Jorge Cockburn, íd., y
a Juan Felipe Morier, para comisionados de S. M. en lo América españolo, a fin de que obren junto con los comisionados que señale el Supremo Consejo de Regencia de Espoña e Indias, o nombre de S. M.
Católico Fernando VII.
°
:Su Alteza Real ei Príncipe Regente, obrando en nombre de S. M., se
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LA
BAGATELA
ha servido también destinor o Ri.ca·rdo Belgrave Hoppner, Escudero, poro secretario de fas comisiones de S. M. en lo América Españolo.
GREENOCK
Lunes 7 de octubre de 181 1.
El gobierno ha nombrado uno comisión paro mediar entre España y
sus colon;as de América. Se compone de Mr. Stuart, nuestro ministro en
Lisboa, del capitón Cockburn y de Mr. Morier, últimamente encargado
de negocios de Washington. Mr. Hoppner del despacho de RelacioneS<
Exteriores, debe ser el secretorio de lo comisión. Estos nombramientos:,
fueron publicados en lo gaceta del martes en la noche. Causo un profundo pesar que se hoya dilatado tonto tiempo esto medido, después de lo
declaratorio de independencia por el Congreso de Venezuela,
no es
probable que aquellos habitantes den oídos o ninguna proposición poro
volver 01 estado de sujeción colonial, y antes que los comisionados tengan oportunidad de entrar en sus funciones podemos esperar la noticio
de que las otros provincias del Sur de América han renunciodo también
la soberanía de la Madre Patrio.
PROSPECTO DE LAS AMERICAS ESPAt\iOLAS
Los chispos de la insurrección, que ardieron en Santofé de Bogotó y
en Caracas, no fueron extinguidas y una maso disforme de descontentos ernpezó o crecer gradualmente; pero en silencio en todas las partes
de lo Arnárico Española, en lo época en que Bonaparte con sus tentativas pare asegurar el trono de Espuria a su familia creó lo revolución Y'
ccnmovió los corazones de todo hombre que hablaba lo lengua de Es4
paño, Que hasta aquí ha frustrado sus esperanzas. Lo llamo de la llbertcd, que Sé! extendió por toda lo Península, llegó muy prontamente a la
América, en donde todo el continente, como si hubiese sido animado
por Ui"'O clmo común, reiteró los votos de cdhesión o lo España, amenazó venganza o los agentes de la Francia, y abrió comunicación con fas
colonias de la Inglaterra, sin espercr los formalidades de lo paz. Se
acallaron sus querellas internas y' los criollos, los españoles e indios,
olvidando las primeras animosidades
compitieron solamente unos con
otros en las mós vivos demostraciones de odio o lo Francia y lo más fir-195-
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ANTONiO
me resolución de defender la causa
habla Insultado V depuesto ...
NARIf.lO
del Monarca,
a quien Bonaparte
Nada puede ser mós absurda ni mós Injusto que lo expectaci6n de
que los extensos territorios pobladas por los españoles en el hemisferio
accidental, deban someterse a las Cortes, los cuales, mientras que se hallen reunidas dentro de los murallas de Cádlz, jamás pueden suponerse
que obren por el impulso que les dé la Junta de aquella ciudad. El pueblo de América no tiene representaci6n en las Cortes porque los suplentes que pretenden ser representantes de aquel país, no han sido elegidos
por sus habitantes, ni en general, tienen con éstos ningunos sentimientos comunes, y si por un raro concepto' debiese O ser considerodos comosus representantes, no hay motivo de esperar que cuando todo la Asamblea se halla notoriamente baja la influencia de Cádiz, obedecerán los
americanos unas órdenes que emanen de semojante origen (*).
Al considerar lo presente situación de los negocios de la América
Española, sirve de algún consuelo el saber que ninguno de los partidn ••
que agitan a aquel país propende a conciliarse con la Francio; que lo
detestación de su polltlco comprende todos los rangos y clases"éje la sociedod, y si algún oficial de los que han sido constituidos en autorida~
por lo Junto, desease en caso de ser tomado Cádiz, mantener conexión
con aquella ciudod cuando esté bajo la dominación de Francia, la voz
universal del pueblo frustrarla sus miras, y probablemente
le perseguiríe con todo la severidad de la venganza popular.
'El papel que lo Gron Bretaña debe hacer en estos crlticos circunstancias es lo mós difícil de indicar: los criol!os son amigos decididos de<
la comunicaci6n con lo Inglaterra, de cuya nación esperan apoyo y protección. Los europeos, sin sentimientos hostiles, son probablemente más
solícitos de conservar sus privilegios superiores que cultivor el troto con
nosotros, y talvez lo ansiedod que manifiestan los criollos por la co-
( ••) Obsérvese eñe lenguaje con fa comisión nombradc entre Ingfaterra y las Cortes '/ se verá que to!to em es _o tramo,/a paro .b,/ugerno •.
Se tentaNn estos medios y si no !l.Irten su efecl'o se apelará a la fuenr.·
con este pretexto. l Estamos en estclio &e resistir? .. tlltafltll\OS si ltOS
dan tiempo y nos unlmo ••
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:"'A
BAGATELA
con los ingleses, puede hacer que sus enemigos les sean mas contrarios sobre ella. Si nos mezclamos prematuramente podemos producir
incalculables daños o lo couso de la Península, y si nos dilatamos mucho tiempo, doremos motivo de aumentar y prolongar las sufiimTentos
de la América; se requiere lo mayor consideración y el juicio mas sosegado para dar un impulso recto o los negocios de la América ~poñolo;
y conflo que aquellas cuyo deber es dirigir este impulso, procederán de
tal manera que logren la tranquilidad de aquel país, sosieguen sus divisiones y contribuyan a uno duradera y útil amistad con Jo Gron Bretaña.
nexíón
NEIVA
,Señor autor de La Bagatela:
Este Colegio Electivo, Legislativo, Judiciario, Ejecutivo y mixto de
ombos fueros, en una palabro el perfecto misceláneo congregado Q fin.
de constituir una superioridad que anime o los pueblos, poro cuyo solo
objeto y el de e)eglr representantes poro el Congreso, según lo convocotaría, reunido ha decretado lo siguiente:
1 Que por el irrespeto del cabildo de Purificación, en que distingue
a este cuerpo serenísimo sólo con el timbre de Superior o lIimo., por su
acto de dos de enero, repugnando también que un indibiduo hago dos
personalidades y que otro crimtnoso se desincorpore de él; y que no
haciéndolo retirará su diputado y ocurrirá a la protección de Cundinamarca, se ha depuesto todo él, y mondó se haga ñueva elecci6n, troyendo a la capital al alcalde presidente y socios, preso el primero con griHas y conducido en un sillón. iOh decantado libertad nuestra! j Oh bárbaro despotismo!
2 Que por las enemistades antiguos del clérigo presidente con un
can-cura pidiendo éste su justicia, se le apercibo seriamente con todo
rigor.
3 Que no se repare en grados de ley paro la ocupocron de empleos:
en un mismo poder; mós valen dos T. .. que diez caretos; ofrece con.
tinuar lo que ocurro. El desconocido patricio.
Neiva,
24 de enero de 1812.
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ANTONIO
NARIÑO
MOTA.-Santafé de Bogotó, en la '",prenta
los Monteros, año de 1812.
Núm.
349
Sontofé,
domingo
16 de febrero
de D. Bruno Espinosa de
de 18 J 2.
Tom. 1.
Plarlbus unum.
Pape!es ¡",politicos recibidos de Corhlgeno y publicados impolíticamente
pora Cortogeno y sus secuoces
Procure ser en todo lo posible el que ha de
reprender irreprensible.-Somaniego.
Señor editor. En toda mi vida he visto cosa mós de molde que este
epígrafe poro contestar al Argos núm. 70, en lo respectivo a lo corto
de Scntofé.
Debe usted suponer que la susodicha jamós se pensó dar
a la prenso, ni en Scntofé, ni en C:nrt(1~e~'1,!"!! ~!"! Filcdelf!c. S~:; cureres, en sentir de muchos maliciosos, son los SS. diputados de Cartagena;
considere usted si pensarían imprimirla. Algunos fundamentos tiene este
juicio temerario y si usted quiere cerciorarse, saque un salvo conducto
de este gobierno can cuantas seguridades sean imaginables, para que al
autor no se le &iga doña de, la publíccctén ya <\Ue1 no publican íntepra lo
carta con la firma del" autor, y autorizaciones que la adornan. Vamos
al cuento.
El primera del corriente se juntaron los electores de esta ciudad y su
partido para nombrar los miembros de 10 Convención general. Ya se suponía que D. José Ignacio Pamba, no tendría porte en ella, y pora lograrlo, dijo D, Juan de Dios Amador, que Pomba tenía formado uno
excelente constitución, la que nadie vería si al autor no se le daba lugar en ·10 Convención. Ya tiene usted la chispo. Una de los objetas de
aquella es formar, revisor, aprobar y sancionar la constitución que ha
de regimos, y para que no se perdiese el trabajo de una obra completo
que talvez podía adaptarse, méteme a Pamba de canvencionista, pues
sólo a este precio mostraba el fruto de unos tareas, Que según se ve,
no había emprendido en beneficio de lo patrio. ¿Qué tal? ¿Se po rece este
suceso al de Santafé? Es tan idéntico que no le faltó la supuesta carta
cb Neiva, porque la constitución ofrecida es lo misma que habían for-198-
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LA
BAGATELA
modo por comisión de la Junta,
Cabrero y Esquiaqui.
Aconseje usted a los SS. argonautas, que antes de escribir mediten
la fábula de los dos perros, y añódales, si gusta, esta bolero de otro
fabulista.
Cualquiera que el tejado
tenga de vidrio
No debe tirar piedras
Al del vecino.
Queda de usted.-EI
Imparcial.
Sr. editor.--eartagena,
enero 19 de 1812.--Cuonta
compasión me
causo esa pravincia; qué pobres hambres tiene al frente de su gobierno.
Parece que se han empeñada en errar, y na dan un posa acertado o parecido a los de la ilustrada Cartogeno. Ello les ha puesto la cartilla, y,
ellos no quieren aprender !a lección; hasta en los casos más triviales se
oponen 'J desbaratan.
Ese gobierno ha puesto uno gaceta ministerial, que publique todo lo
que hace, dice y piensa Cundinamarca, y aun lo que piensan, dicen y
hacen las demás provincias y soberanos potencias. Mol hecho; Cundlnamorco todavía reconoce un amo (aunque seo fantóstica y aunque
tengo la culpa otra provincia, en que a pesar del gobierno se ha des
conocídoJ y para publicar su gaceta debía consultor la voluntad, y esperar las órdenes de su monarca. Aprenda de Cartagena. No reconoce;
Rey ni Roque y can todo no se mete en publicar papel alguno que haga
ncrorios Ics opercc.ones del gobierno, porque son tales, que piden mister:o o no merecen la peno de publicarse. Lo previsión de nuestros 90berr.cntes :10 conocido que debiendo ser idénticos los escritos de este
jw,z, nI bien tundeó), filC;1frópica y fraternal manifiesto ex:::-ecl:dosobre la reducc.ón de Mompox; y al político y juicioso de 19 de septiembre de 1810, que ha derramado en el reino los bienes de la coso de
Pónc'oro, no conviene repetirlos, poro que el exceso de felicidcd no nos
sumerjo IOn la rnolicie ni corrompa la severidad de las costumbres ce
Chipre, Pofos y Ciréres, tan arraigadas entre nosotros. Por desgrocio lo
ceguedad del reino no dejó que e! benéfico proyecto se cbrozcse en toda
su extensión, s: no, a la hora de ésta estuviéramos en el pináculo, en lo
cumbre más alto de lo bienaventuranza, conducidos por el ameno y fértil camino de Medellín, en los hombros de los habitantes de Merinillo.
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ANTONIO NARIÑO
¿Pero Cortogena (me dirá usted), no publico un Argos? Si señor. ¿Y
qué importo? El Argos no es ministerial y si usted insiste en que huele
a ministerial, obligaró o sus autores o decirle con la genial moderación
que distingue sus expresiones, que usted carece de los cinco sentidos del
cuerpo y de los tres potencias del alma, sin dejar de ser hombre, osi
como el Argos es Argos, aunque seo mós ciego que un topo, porque en
Cortagena, nOVQ sunsemper. Déjese pues el gobierno de Cundinamarca
de publicar ministeriales y usted Bagatelas, para que no se repita lo
que muchos veces se ha dicho, que Sontafé sólo pienso en escribirj
mientras que Cartegeno está obrando (1 1.
¿Y qué es lo qUIl publican esos gacetas? Nada. Sandeces, debilidades
del gobierno. Una de ellos es lo renuncio de todo empleo, el arrepentimiento y confesión contrita, con ribetes de penitencia, de D. Francisco
Moreles Galvis, y providencio díctodo en su rozón (2). Mentecatos.
¿Paro qué se meten a gobernar si no saben hacerlo? Morales renuncia
sus empleos por acaloramiento:
admitesele la renuncia; vuelve o pedirlos con señales OP ntririón y !,ro~~ito de ~t} e!"!m!e~d~:se le ~:e~~~1
por no perjudicar o los demós oficiales en sus ascensos. Paso impolítico.
Conducta detestable. El decreto debió" ser, reponer o Morales en su empleo y aun ascenderlo, mas que fuese necesario despojar de sus grados
01 mismo Borcvo, al libertador de Popayón. Los que aspiron 01 empleo
por un espíritu de egoísmo, los que agravian al gobierno y padecen acaloramientos, a éstos, se deben premiar y o los que todo lo sacrifican por
el bien de lo patrio, posponerlos. Así lo hoce Cartagena; pero Sontcfé
no quiere aprender por más que se le repiton las elecciones. Supongamos un coso patético al de Morales, para ver cómo se hubiera condu-,
cido el gobierno de Cortagena. Un ciudadano
(paro fijar la atenció~
IIcmémasle. .. Echeqoyen l : Echegoyen silicita ser alférez de milicias,
se le concede, y tiene el gusto de lucir uniforme y charreteras. Es necesario que una oortido de los ocho mil hombres de fuerzo armado de
mar y tierra con que se habíon de desvanecer los inocuos proyectos de!
(L)
ma este
Todo el mundo
verbo,
(2) Gaceta
1 S¡ 1, número
y es
sobe lo ocepclon
lo que parece
Ministeriol
de
particular
aplicable
Cundinamarca,
en que la plebe to-
al caso.-Noto
de
del autor
24 de diciembre
de
19.
-200-
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LA
BAGATELA
Santofé (3), 'salga a oponerse a los designios piadosos de Santo Marta;
tócale a Echegoyen lo suerte, y él represento que teniendo mujer, hijos,
nietos, podres, abuelos y bisabuelos, y hallándose notoriamente enfermo,
porque uno disforme coreaba no le permite enderezarse, ni 10 absoluto
contracción de todos sus miembros, moverse con lo agilidad que piden
los operocines militares, se hallo en el coso de no ser útil y renuncie su
empleo. Se admite lo renuncio, y o los ocho dios, considerando que estaría ya nombrado el oficial que había de reemplazarlo en lo expedición del Magdalena y no sufriendo su ardiente patriotismo estor más
tiempo sin lo charretera y uniforme, solicito de nuevo lo subtenencia,
viviendo aún todos sus ascendientes, descendientes y colaterales, y permaneciendo los enfermedades que son incurables. El gobierno de Santafé hubiera desechado. semejante pretensión hasta que cesasen 105 obstáculos, por el frívolo pretexto de no perjudicar o otros, y sería muy
mal hecho. El de Cortagena calcularía mejor; concedería de nuevo empleo y a renglón seguido tendría lo indecible satisfacción de ver sus
providencias desairados y que Echegoyen renunciase segundo vez, por
los mismos motivos Que lo primero; después pediría informes o 105 médicos sobre lo certeza de los enfermedades de Echegoyen; providencio
oportunísimo paro satisfacer o los Argos, porque hasta los ciegos ven
que aquél no podrá mover el cuello aunque lo rellenen de azogue, ni enderezor el cuerpo aunque le pongan la armadura con que Sancho defendió su ínsula lo noche del asalto. El coso es práctico; pero Sontafé
no le hará coso.
Otra lección. Si al tiempo de decretarse la detención del Arzobispo
de Santafé, hubiese garantizado su conducto a'gún buen patriota, como
un D. Santiago...
y en virtud de tal garantía se le hubiera recibido,
¿qué se hubiera hecho con tal ciudadano al descubrirse el pastel que
amasaba S. lima, para la Regencia, y ver introducido por su causo lo
fecundo semilla de discordia en el corazón del reino? Me parece que
lo estoy viendo; jamás el pobre D. Santiago tendrlo la menor parte en
el gobierno ni en el aprecio de sus conciudadanos; pero sería mal hecho,
porque Cortagena no procede así. Su gobierno tuvo los mejores datos,'
y más fundadas sospechas de que Talleda podía pasarse o Santo Morta.
E! comandante general Anguíano, hizo presente uno orden que recibió
(3) Arglls
Americanos
de 9 de jlllnio de 1811, núme~ll
36.
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ANTONIO NARIÑO
de la Regencia para mendar a aquella plaza un oficial de la profesión.
manifestó que éste podría haberlo recibido igual, y
pidió en consecuencia se le retirase de una comisión que le abría los
puertos para una felonía. El polí~ko Pombo se opuso; salió garante de
las operaciones de Tclledo, por su influjo continuo en la comisión, adquirió cuantos conocimientos quiso de lo provincia, y ohoro los emplea
en obsequio de Santo Marta. Cartogena entretanto,
reconocida a un
servicio tan señalado, ha dejodo a Pombo en la junta, lo ha diputado
nuevamente para su convención generál, y se dice que seré uno de los
miembros del Poder Legislativo. Anguiano no quedó impune, pues Cortogena no se acuerda de él, por calumniador de lo acreditado integridad de Talledo, y si lo vemos en lo Convención, es por lo ignorando de
uno de los cabildos foráneos que lo diputó. Así debe premiar y castigar
un estado soberano cuando quiera que su felicidad corro a su perfecci6n, como va el de Cartogena. Daría yo la mitad de mi sueldo porque
llegase ya el día en que Pombo propongo y hago sancionar nuestra unión
con Santa Marta bajo lo dirección y patriotismo de Talledo. Qué bienes
n05 vendrón entonces sobre nuestras cabezas! iQué cúmulo de f••liC1dcdes no VQmn~ '2 (H~f:-ütü,~
y grado de T alledo,
'lo unión de los provincias es otro punto en que han discordado estos
nuevos Romo y Cortoga. Cundinomorca con su maldito quijotismo les
abrió o todos lo puerta desde antes de lo revolución. A Quito le opleude el primer poso que dio hacia su libertad, y después le consuela en
sus desgracias. A Popoyán lo auxilia con armas y tropos hasta que sé
rescato de lo esclavitud. A Mariquita le presta cuantos auxilios solicito,
y lo admite al goce de una constitución que la hoce feliz. A Antioquio:
monda o uno de sus hijos (4) paro lo disciplino de aquellos milicias y
o Cortogeno en los primeros momentos de lo revolución le remite cien,
mil pesos, y lo persono del leal Tolledo, que le pidió poro juzgarlo seg('n su soberano voluntad. El gobierno de Cortoqenn, por e! contrarie>,
siernpre generoso, siempre consecuente a los principios de un sistema
conciliador, prudente y moderado, que tonto nos ha distinguido (5)
hasta hocemos singulares; dio a Quito uno respuesto capaz de consternoria, recibi6 los dones y quizo condecorarse con los insignias que leí
(41 D. Andrés de la Lastra.
(5) Airgos, 3 de junio de 1811, número 36.
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LA
prodigó
lo Regencia
Levó a Mampox
a aquella
en pago
que
ha
agravia
a Santafé
pleos
militares
r.inguna
que
dicterios
ha conferido
de los que han
reclama
el importante
servicio
pudiendo
que
estén
revista
coma
fuerza
presente
y grado
¿No
le parece
dor
r'el
cuón
rige
editor,
(9).
son
¿Esta
que
posa
en
alabado
de los provincias
franca
de
no deben
(8).
¿No
no hoce
dumoni-
de lo costa
y generosa,
la
Pamba.
de Cartogeno
que
liberales?
los miras
por la
el plan
fraternidad
conducta
todavía
que obtuvo
provincias,
fe y principios
pagarle
los militares
que
justamente
a
(7);
los socorreños,
o todos
mayor,
esta
poro
de
conferido
el nunca
los em-
un grado
Fominoyo
baja
de ayudante
de las demós
de su bueno
diversas
interior?
de
in-
el reino;
en sus cuerpos
o Fominayo
últimamente
señor
lo voluntad
de todo
la sangre
da
a todo
presentes
sino rebajados
dejando
y formó
o usted,
atraerle
un momento
fiesta
su persona,
de capitón
combustión
desconociendo
o D. Antonio
en la clase
que
hechos,
derramado
de la provincia,
armada
deberá
del Socorro
en
y na admitiendo
en Santofé
de haber
conseguir
fuera
Regencia,
servido
puso
(6);
o lo esclavitud'
01 comercio
y con
hermanos
reducir
los circunstancias
o contribuciones
ella
por
libre,
y en
can
y, finalmente,
y no
respirar
prematuro,
sujetado
a nuestros
y lo muerte
deseaba
con su sistema
adoptable;
de su odversión
lo desolación
villa
el reino
BAGATELA
de los'
un
con-
¿Y no la realzo
mu-
1
traste
cho
!!In
bellísimo
con
más el ota,nto
justo
resultado
sueldos,
mismos
'v
Unión
el verdugo
de
provincias,
ton
sus premios,
poro
con
y su
gratuitos
al cielo)
Cartager.a,
defensa,
que
como
paro
premios,
que
acabe
nos prometen
de
ponga
Pombo
¡Qué
sólo
Fominoya
de coronar
y
las
lo san-
criminal.
¡Qué cabezas,
es de esperarse,
que
voluntaria
juzgan
vengo
Feliz:
honores
01 que derramó
el mundo
gobierno!
y al Socorro,'
e importantes?
y contribución
y remunerar
nuestro
o Quito
y el Socorra,
y todo
ellas
tiene
de la felicidad
dinero
ton
Quito
alimentar
fervorosamente
y que
nos las tropas
ahora
servicios
los socorreños,
al que
grandes
de Cundincmarca?
de pedirle
de
conciliado.
yo lo pido
mornos
poso
remuneración
g~e de sus hijos;
hombres
la criminal
falto
a recibir
en sus ma-
su obra
y c01-
y Tollédo.
(6) G~l:eta Ministeriol de SlIntofé, de 1810.
(11
Digcl':!o D. laren:r:o
.qui, !:l. J~Cl\t,íR
(8)
(9)
Av!!'l"
ArgQ~,
G",,:hb
Ley y D. Pedro
'1 otros,
47 ce junb
ibid.
Mtll~dG,
D. Mateo
ES~lAjo-
como 10'.1 s"J"'3e~tM .,. ,='!bos c!e milici~$.
de18ll,
l'lÍ;m~70 38.
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ANTONIO NARII\¡O
No tema usted que con la independencia varle este esplritu de fraternidad y bueno correspondencia. No señor. Nuestros gobernantes y
papelistas Inministerlcles, jamás harán lo que hagan las otras provincias; hasta en los voces discordcn. Al congreso de electores lo nombran
tocios Colegio Electoral; e! Argos 01 de Cartageno le do nombre de convención general (¡ O). El terminillo tiene tufos y sabores de fronceslsmo; pero mejor es oler o francés que parecer americano. Todos los provincias, y mós que todos Cundinamorco,
do o sus funcionarios los
titulas de Señorío, lllmos., Exmos, erc., pero en el troto soclcl, ningún
ciudadano tiene tratamiento
(¡ ¡ l , En Cortagena es al contrario, los
convencionistos se nombran lisos y llanos, aun sin el cornunlslmo distintivo de Don (121; Y en el trato familiar les gustan mucho las Excelencias, los Altezas y los honores de la tropa, hasta el coso de morirse
un hombre en 24 horas si se los niegan. El presidente del estado o nadie
le do asiento en su cosa, y recibe de todos el tratamiento sin distinci6n,
y al cabo de dos meses de lndependenelq-obsolutc
todavía honran los
pechos de nuestras ciudadanos los cruces de Montesa, Carlos 11I, etc.
jQ;;t 1;;¡:.:c!dcd! ¡Q'.•é ""píritu
ton reoubllcano! Estamos idénticos o
nuestros hermanos de Norte América; propios paro admitir sus sistema
de gobierno y sus constituciones 01 pie de lo letra.
Cundinomorco tlene un tribunal preferente o los demós y se llamo
Senado 113). Cartagena tendró que ponerlo también; pero procurar6
que ni en el nombre se parezcan, y por tonto se lIamaró Cámara Censoria I ¡4}. Así soldró ello, y usted ro veró por poco que viva. Los demós cuerpos se diversifican del mismo modo, y nosotros también variaremos, si los cosas siguen como van, porque nuestro gobierno, ql.lod fuit
ante relidl.lm est, hasta la racionalidad. Adiós, señor editor, estoy cansado de elogios, y si otro día estuviere de humor continuaré, porque lo
materia queda intacta, Por ahora el honor de Cartadena queda triunfante coma aquel Voseo Figueiras, que refiere Juan de laEncina,
y yo
(J O) Argos, Ei de enero de 181 2, número 68.
(11)
Constituc:illn de Cl.Indinomarea, tito 4.,
arto 19.
(J 2) Argos, 6 de enero de 1812, núm~1o 68.
(13)
Constitución
de Cundinamarca,
tít. 7, arto 3.
(14)
Dios quiero que resulte lo qlHt los medios llaman Camarat.
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LA
BAGATELA
deseo que usted viva ton persuadido de mi consideración o usted, como estoy avergonzado de ser.-Un
Cartaginés.
NOTA.-Sontofé de Bogotá, en la Imprento de D. Bruno Espinom"J
da los Monteros, eño de 1812 •
. Núm. 359
Sontafé, domingo 23 de febrero de 181 2.
Tom. f.
Pluribus unum.
El Fi!6sofo senGible a
UIIO
doma
Ahora si pido alafia, mi bello hechicera: ha salido o lo palestra un
señor Montolvón, que se me asimilo 01 gigante Goliot, según lo gran.
dote y descomunal. Qué miedo, qué temblor de cuerpo me dio cuando
io vi. Ya me parecía que te robaba como a Proserpina y te sepultaba
en su. " paro que yo te volviera a hablar mi idioma Impúdico. No te
admires, osi troto él de mis cortas, porque no las comienzo: Muy señol1:l
mío y de mi mayor aprecio: celebraré que al recibo de é$ta se 'lidie
V. md. gosando de perfeda solud en compañía de los niños (aunque
no los tengas). Me troto de impío, de escandoloso porque exhorto o los
molos eclesiásticas o que se limiten o ejercer los fü¡'ciones de su santo
ministerio. ¡Qué papel tan piadoso! Si yo me acojo 01 monto de Venus,
él se acoge 01 de lo hipocresía. Me exhorto que no divido el reina, cuando lo tema contra el bogatelista es que quiere la unión; a que no pe1siga a los edesióst/eos, porque se han vituperado algunos acciones que
e1 Montalván y todo el mundo soben que son ton ciertos como lo luz:
del día.
Esto es la piedra de escándalo, aquí tienes el principlo, medio y fin
del celo monta!vónico; aunque (a Bagatela fuero lo que él dice que es,
como no hubiera tocado el hábito, nado se habría hablado, pero tratándose del absoluto dominio en que han estado en posesión de decidir
en todo magistralmente, allá te van escándalos, impiedades y alarma
ge'1era! contra el primer atrevido que les descubre Jo menor falta. T"
confiesa mi impoHtica; El podre lo dice y psí ser6, es el idioma en qua
nos hemos criado y el interrumpirlo una solo vez, aunque se tengo rozón, es uno impolítico y ya ves a lo que nos exponemos. lo crítico a que
-205'-
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ANTONIO
NARIÑO
se contesta en el número 13 también creo que fue porque se habló de
los beatos. Ay, amor mío, cuantos ganas me don de acogerme o este
troje; esto es la concho del armadillo, que en consumiendo lo cabezo
ya está uno seguro. Todo papel, todo pensamiento, todo providencio
que le toque un ápice, será impío, blasfemo y digno de los llamas con'
sus autores, hijos y nietos, hasta la quinta generación. Lee con imparcialidad y atención los contradicciones de lo Bagatela y el Montolván,
y verás el veneno que encierran; desfiguran los hechos y las palabras
para darles un aspecto criminal contra la conciencia del mismo autor,
que bien sabe y conoce el sentida en que se hablan. Pero bien, me dirás,
¿y tú qué le has contestado? Nada. ¿Qué quieres que yo conteste a un
hombre que con la mayor malicia trota de meterme en contestociones
y distraerme por este medio de tratar d otros asuntos? El se ha puesto
de intento a espulgar Lo Bagatela, ha variado el sentido de los pensamientos, las palabras; ha mentido sin rubor, y quiere que en las contestaciones se hable de todos sus puntos y comas. Júzgolo por los expresiones siguientes. En el número 32 se dicen estas palabras: 10$
contradicciones de La Bagatela s6io io son paro los politicos de tienda,
y el Sr. Montalván supone que yo digo que aquí todos son políticos ~
tiendo. Yo ves que en tomando así las cosos es muy fácil criticar, esto
solo suposición le do margen para molestarnos en todo su papelucho
con los tenderos, los políticos de tiendo, hoce tenderos al Senado Romana, a Plutarco, Tácito y Cicerón, trayendo el cuento por los cabellos;
lo expresión de los políticos de tiendo recae en La Bagatela sobre las'
contradicciones -que se le suponen y el Montolván las aplica al sueño!
e:ectorol. Yo le preguntaría al eruditísimo autor del papelucho montalvánico, ya que se precia de tan religioso, si debemos imitar todos los
agüeros y sueños de los romanos, ¿por qué en otras cosos fueron grandes hombres? ¿Si en las obras del inmortal ppr~egllidor~e Cati!ina nO'
encuentra él mismo nodo qué vituperar? ¿Si Plutarco, Tácito y Cicerón,
con toda su filosofía, que venero y admiro, no tuvieron mil puerilidades
vitcperables, o o lo menos indignas de nuestra imitación, y últimamente
si La Bagatela vitupero los sueños en general, sus o!egorías y su utilidad, para que nos ensarte toda su erudición sobre los fábulas de Fedro,
105 poemas Epicos, la punzadura de lo lengua de Cicerón, y tanta coso
bonito
cómo
nos embute para que admiremos
Su
sabiduría? La Bagatela
sólo vitupera la soñada puerilidad de la parábola de los 14 Fernandos
Séptimos, y nada dice sobre los suelos, que sea bueno ni malo, se con-
-206-
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LA
BAGATELA
trae el coso único del respetable elector, pero este es el fuerte del
Sr. Montalván, tergiversarlo todo paro ostentar su sabiduría y acriminar
al bagatelista.
En los contradicciones de La Bagatela se supone que el bogotelista
quiere monarquía, y a renglón seguido que quiere entregar el reino a
los enemigos; se le objeto esto contradicción, que pruebo su infundado
mordacidad, y el Sr. Montotván, que parece que es uno misma cosa,
para salir del pantano dice que estas contradicciones no son suyos. ¿Se-;
rón del Prest Juan de los Indias que se las comunicó desde olió? Por-i
Que así están estampadas en su onteríor manuscrito; pero lo más graciosa es que se las atribuye también 01 bagotelisto. ¿Te parece. que
habrá un solo hambre en el mundo que desee a un mismo tiempo ser
rey y esclavo de sus enemigos? '¿Cabe 'este en todo la esfera de los posibles? Supone que yo digo que Fernando VII es base de la Constitución,
y tú sabes que no tengo el cogote tan liso que puedo en los dícs de mi
vida llegar a decir ni pensar que un hombre, sea el que fuere, destinnodo a un empleo, puedo ser base de una constitución.
Escucha otro puntico que es sublime, como todos los montalvánicos.
Lo Bagatela dice que lo América tiene para ser independiente el mismo
derecho que Gil Bias poro romper lo puerto de lo cueva de los ladrones,
y en otra porte que el Colegio Electoral no tiene poder paro dedarar
lo independencia, de donde concluye el sabio Monta!vón que el bagotelista se contradice. Yo ignoraba realmente que la América y el Colegio Electoral fueran sinónimos; creía Que Jo América podío tener un
c'erecho que no se había conferido 01 ,cuerpo particular de una provincia,
pero supuesto que el podre lo dice, así será, y de aquí en adelante
creeré que los derechos de (a América y las facultades del Colegio Electorol de Cundinamorca son una mismo cosa; porque si. no lo creo sobre
su palabro seré impío y escandoloso, como es de ordencnzo.
Sería interminable hablarte de todas las bellezas rnontolvónícos: su
cutor es un peripotétíco sublime, de aquellos que defienden el pro y el
contra can sólo cambiar el sentido de las polabras, o mundando el giro
de los expresiones; pero es indispensable tocarte un por de punticos
más, porque realmente lo merecen; escucha con atención.
105
"El que pinto con exageración fa pobreza, debilidad e ignorancia de
provincias, dice el ilustre Montolván, indirectamente provoca a tos
-207-
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ANTONIO NARIÑO
enemigos paro que se arrojen sobre ellos. Si la llave de tu tienda <Continúo) no fuese seguro, pe suerte que se pudiese abrir con el dedo" y'
~e fueses a lo noche a dormir a tu casa publicando por los calles que lo
"hopa de tu tiendo no valía nado, ¿no dijeron que querías que te robo~en y que eras un mentecato?" Viva MontalvÓn. Bellísimo pensamiento.
Ejemplo admirable. ¿A quién no ha de provocar lo pobreza, la ignorancia y la debilidad? Realmente que estos cosas hocen lo boca aguo; yo
me los tomara poro hacer un regalo a mi antagonista. Me parece que
el partido que debemos tomar en adelante es meterle o los ingleses lo
pepo de que somos sabios, aunque pueden llegar a leer el Montolvón,
que tenemos un ejército de doscientos mil hombres, aunque vamos o
mendigar fusiles y nos los nieguen; que nuestras tesorerías y cosas de
comercio rebozan de dinero, aunque no les podamos pagar sus géneros
de contado y vean decaer su comercio por lo falto nuestro numerario,
'1 los provincias, persuodirlos o que no mejoren su suerte, o que todo',
-es sobre teniendo un Montolvón, y que aunque Benito Pérez llegue o
Santa Marta, aunque se le reúna todo lo Inglaterra y la Francia, no
que somos fuertes,
poderosos, ricos y valientes, ellos echarán o correr
sobre nuestra palabro y nos dejorón en paz. Vivo otro vez nuestro sabio
e incomparable Montolván. Pido alafia; yo había creído equivocadamente que dóndonos tiempo el estado de la Europa poro organizarnos.
y leyendo en los papeles públicos de ésta, que saben quiz6s más que)
nosotros y sin quizás, el estado anárquica en que nos hallamos, debía'
aritar a las provincias que nos uniéramos, que nos organicemos, que si
los enemigos nos cogían en este estado éramos perdidos, pensando con
la misma equivocación que no era a los enemigos a los que advertía
que la chapa de fa tienda se puede abrir con el dedo, porque ellos 10saben, sino o mis hermanos, a mis amigos, para que estén a la mira y
cuiden de que los ladrones no nos roben, componiendo la chapa. ¿Te-,
parece a ti,
bendita adocenada, que tos ingleses de Jornoico igno~
rorén el estado de Cartogeno, de Santa Marta, de Moracoibo y de todo
t.l reino? ¿Pues si ellos no lo ignoron y nosotros ignoremos nuestro estado,
a quién es que se advierte, ¿Al ladrón o a los dueños de lo tienda? Es
esto ir advirtíendo por los calles que vayan a robar, o avisar a los interesados que cuiden de que nos roben. La político del sabio Montolvén
es sublime, él prefiere el que los enemigos nos cojan descuidados y nos
subyuguen, o que lo advirtamos con anticipación pare que nos ponga-
mi
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LA
BAGATELA
mes en estcoo de defensa y nos libremos de uno sorpresa.
Concluye el Montalván can un sermón, exhortándome
o que los deje
vivir en paz (ya sabes a quienes); a que advierta los incalculables
moles que nos trae mi perverso e impolítico papel, que ha inmor(J¡zodo y escandalizado 01 pueblo, y que lo emplee en persuadir 01 temor
de un Dios remunerador . Te confieso que venero lo scnfldcd de este
último consejo; pero como cuanda pensé dar al público mis bagatelas
no me propuse hocer un sermón cuaternal, jamás me ocurrió que pecaría en emplearlo en otros materias y valiéndome de un idioma que lo
hiciese legible o ciertos gentes de humor, que suelen no leer los papeles
serios, y que en nada perjudicaría lo moral de los hombres del temple de
mi predicador. Cuanto pudiera yo decirte aquí si quisiera ostentar erudición como el sabio Montalván. Con sólo leer el Quijote podria pasar'
por sabio y justificar el idioma de mis bagatelas; pero hablo cantigo~
que me entiendes, y sería yo obuscr de tu paciencia; sólo te ruego por
nuestro amor, que me aconsejes lo que debo hacer en tal aprieto, porque aunque tú conoces mi corazón y mis sanos intenciones, y aunque
~e hayan vendido en siete meses más de nueve mil Bagatelas, que compran todos con ansia, yo quisiera dejarlos, pues poro predicador cuaresmal, ni tengo talento, ni luces, ni bolsillo que aguantara el almacenaje
de mis sermones. Por otro porte, incomodándole La Bagatela a un Sr.
representante de Cartagena y al Sr. Montalván, no es justo que prosigo aunque le agradara o todo el reino, de donde viene diariamentesuscripciones v encargos.
Me resolveré por último o no volver o haolar esos términos de Monto
de Venus, de hechicero, etc., que han escandalizado o nuestro escrupuloso Mcntalván, aunque desde Homero hasta Wieland se hayan usado
con profusión y sin escándalo; pero me quedo dudando si me resuelvo
tcrnbién a exhortar o mis conciudadanos, que con uno resignacion crlstieno vuelvan o abrazar su antiguo esclavitud' poro que vivan en pez y
no ande todo revuelto por culpo de este tu amigo.
NOTA.-SoMofé
die Bosoté, en lo !mplenta de D. Bruno Espinoso,
año 1812.
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ANTONIO NARIÑO
Núm. 369
Santafé,
domingo
8 de marzo
Pluribul
de 1812.
Tom. l.
UIIUIIt.
Postrado en coma el bagatelista ha recibido varios papeles de fuero
poro que las publique en su periódico, y aunque resuelto a no tomar
por ahora la pluma, ha creído conveniente dar al público la adjunta
carta, que antes de dirigírsela, sabe la han visto varios sujetos de esto
capital ,y cuyo advertencia hoce, poro que no se atribuyo, como se ho
hecho con otras muchos. Su contenido exige este aviso, porque viniendo
óe los mismos lugares de donde se habla, no se tendrá por opinión dek
autor, y por consiguiente por sospechosa de parcialidad. Que me dispensen algunos de los piadosos predicadores de que me vea precisado a
dar esta Bagatela por creerlo interesante o lo salud público, aunque
no seo de doctrino cristiano, como no lo son muchos de sus sermonescuaresmales, que también tienen algo de bagatelas.
C",ri" cíe un .•."ein" lÍe ia 'Viña cíe S. Duenaventura, que se itaiia situClGa
eft las riberas del río de Zulio a atro del pueblo de Chinácota, ambos
d. la ProyinciCJ de Pamplona
Muy señor mío:
provincia, y yo no
he oído hablar de
plausible esperanzo
decimientos, y nos
me pregunta usted que hay de constitución de esta
sé qué responderle, porque aún no lo he visto; s61<>
uno u otro punto de ello. Usted se regocija con lo
de que con esta obra se pondrá fín a nuestros paaseguremos de los enemigos internos y externos.
En todo soy de contraria opinión 01 modo de pensar de usted; no se
escandalice porque me explique ton claro, ni me desprecie sin haberme oído.
Los rentos de esta provincia, lo más que pueden producir en el estado
presente, son cuarenta mil pesos anuales; se gastan en sueldos de tribunales y jefes que lo van a mondar sobre veinte y cinco mil; estos son
gastos ordinarios que lejos de omitirse, es necesario se aumenten paro
que se críen varios plazas que aún faltan, de que se sigue, que escasamente le quedan diez mil para gastos extraordinarios.
~!!ffI'lfY~~
Este provincia
linda con las dos enemigos
de Santo Marta
y Mara-
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LA
BAGATELA
cclbo, de consiguiente, es] coma en Cartageno intereso tanto que hayo
tropa, armos y un rico erario, debe haberlo en la de Pamplona. Yo usted ha visto que su sobrante es tan poco que no alcanza para satisfacer
una ocurrencia, y que sin temeridad puede decirse Que es incapaz de
tener caudal suficiente para sostenerse.
Decir que las rentas se pueden aumentar can algún arbitrio de nueva
pensión, es un delirio; los pueblos no los veo ni en estado de sufrir más
cargo por su debilidad, ni con bastante paciencia paro aguantarla. Esperar un buen número de donativos, lo veremos cuqndo las nubes derremen doblones en lugar de agu~.
Tropas disciplinadas no los hoy ni puede haberlas hasta Que no se
acabe lo actual generación, pues en dos años que seguidamente he visto tropa fija en Pamplona, he notado Que ni jefes ni soldados han aprendido el manejo de las armas, y que s610 han sabido consumir ociosamente más de cien mil pesos.
Las armas de esta provincia más parecen cascabeles para bailar una
gayta que instrumentos para defenderse un pueblo culto. He aquí las
fuerzas que hoy preparadas en ellas poro defenderse de dos enemigos
que continuamente lo acechan. ¿Le parece a usted que podríamos defendernos, en coso que doscientos hombres veteranos nos acometan?'
Pues cuente usted que no pagaríamos muy cara ton imprudente resis-'
tencia y al fin seríamos muertos o prisioneros, porque bien sabido es,
que un populacho sin disciplina, sin jefes y sín armas, no puede ni debe
batirse con tropo reglado, pues esto sería mós locura Que valor. De
aquí podrá usted formar concepto si nuestro provincia puede contar con
a'ga de seguridad.
Pasemos ahora a ver si se halla capaz de organizar su gobierno interior. Esto es tan imposible como lo primero, véclo usted.
·En todo lo provincia no se cuentan sino ocho sujetos capaces de poder
desempeñar los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No nos cansemos en querer decir que hay ochenta poro estos destinas, porque esto
serio una mentira descarada.
Los moles que resultan de que el gobierno se perpetúe en unos po(Os sujetos o familias, son bien conocidos por todos los que soben lo
que somos las hombres. Pensar en que en codo dos años (más O menos)
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ANTONIO NARI¡;:¡O
se mudosen, es un disparate; porque sería necescrto poner estos delicodos empleos en personas absolutamente ineptos. Por estas razones
!según dicen), paro salir de este apretón, eligieron sujetos que deben
venir de Sontofé y Carocas; ahora le doremos a éstos su posado, y entretanto, para que usted se convenza que es demasiado escasa en nuestra provincia la cosecho de hombres optas paro el gobierno, le diré,
que provisionalmente el poder judicial se compone de dos labradores y
un mercader, que tanto soben de derecho como yo, que nunca he leído
un libro, y a ese tono ha ido lo demás.
El haber hecho elecciones de los empleos en sujetos de otra provincia,
para disimular nuestro debilidad, no ha sido nada prudente. Los sujetos
en Quienes recaen estos nombramientos, deben tener todas aquellas
cualidades necesarias para Que decentemente puedan con acierto y sin
riesgo de venalidad, dirigir el gobierno. Ahora dígame usted, un sujeto
de Santafé, Cartageno o Caracas, siendo de probidad y literatura acreditado, ¿obandonará o su país, arrastrará can su familia y vendrá o
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serable, respecto o lo Que dejo en su casa? Desengañémonos; hombres
de mérito no salen de aquellas capitales a estas mojigangas; vendrán.
sí mueras pelodos y adocenodos; pero ya usted ve que éste es otro escolio en que damos; sabemos lo que son y lo que pueden hacer esto
clase de hombres; son mercenarios, propios para jugar las más feas
entruchados.
Cada dio nos empeñamos más en errar, estas pobres provincias se
parecen a fa rana de la fábula, tanto quieren soplarse, que por último
ya están a reventar.
~
Dos años contamos de revolución en que las provincias han goza~
do de absoluta independencia.
Dé Ud. uno ojeada a ver que han
hecho en tan largo tiempo, da vergüenza el decirlo, pero es forzoso confesarlo. El Socorro ha llenado el reino de escándalos, ha derramado la sangre, ha afligido los pueblos, ha consumida el erario, y
no ha sabido organizar un gobierno que antes lo desempeñaba un
hombre solo. Pamplona en todo le ha procurado imitar, y si no ha
hecho :gua!~~ disparates, a que los de la capital son naturalmente
cobardes para ejecutar, aunque no para dectetar.
En esto se han
ocupado, o se ha perdido lo gente, el tiempo y el dinero y el re-212-
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LA
BAGATELA
sultado es un disgusto general en los pueblos,
nes y un erario excusto, y miserable.
un sin fin de divisio-
Lo Provincia de Pamplona y particularmente
el Valle de Cúcuta está en inminente peligro de caer en manos de los enemigos. Ya
he dicho antes, que no tiene ninguno fuerzo poro defenderse, si llega o ser acametida, pues a esto se agrega, que absolutamente
no
hoy a quien volver los ojos para que fa auxilien. Véalo Ud. Cartaget:a por su distancio y porque se lo impide Tenerife, y Ocaña que están por de Santa Marta, no puede hacerlo: El Socorro está perdido
por sus locuras. Tunja es una mecha Que nada debemos esperar de
ella. Porque está lejos, y algo peor que Tunja, Santafé, para estos
casos, dice únanseme,
y los defenderé y de lo contrario
los abanoono, con que no tenemos otra apelación que al cielo, muy bueno es
esto, pero parece imprudencia esperar milagros, sin necesidad, cuando si rebajamos un poco nuestro orgullo, todo puede remediarse.
Sabemos con fa mayor certeza, que Maracaibo
tiene algo más
de 30 fusiles y sobre 50 cañones de campaña. En el día con el comercio que impolíticamente se les han franqueado, tiene lo más belio proporción para tomar el Valle, sin necesidad de formar una seria expedición. Bastante fácil le sería al enemigo sujetar al Volle
de Cúcuta: doscientas sombres con un buen jefe basta para esta
cbrc, Este Valle está defendido naturalmente
por lo porte de' reino,
bien conocidos son los puntos de la Laja, y lo Redondo, con veinte
hombres es capaz de detener todas las fuerzas que podlc juntar el
reino, para intentar su reconquista: con que es decir que el floreciente Valle de Cúcuto, tan rico y apreciable por su agricultura,
~tá expuesto impunemente a ser presa del enemigo de la América
y que en llegando a serlo es difícil el darle libertad. Esto no tiene
nada, todos los habitantes
del Valle lo conocemos, todos deseamos
librarnos de estos mofes, y no sabemos por que se resisten, los que
pueden evitar tanto daño, oponer el unico remedio que nos resto.
Los papeles públicos de Cartagena han tenido mucha parte para
que ras miserables Provincias del reino, hayan querido sostener sus
infundados caprichos. Parece que sus autores más conocidos y noticia tienen del Imperio de la Rusia, que de este reino. Erlos han
creído Que Pamplona y las demás, tienen algo de fa mucho que le
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ANTONIO NARIt'lO
sobra a Cortcqenc, pero se engañan, en lo actualidad carecen de
hombres ilustrados, de armes, caudales y lo que es más, de unión y
verdadero patriotismo. Ahora bien: unas provincias de este jaez, deberón hacer figurar para confederarse en l.t1o estación ton crítico
como en la que en el dio nos hallamos? Vemos por todas portes los
grandes riesgos que nos amenazan
y no lo queremos creer. Si la
Francia subyuga a toda España, inmediatamente
seguirá sobre ía
América, pues no hay que esperar que Napoleón nas deje sin dlrijirnas alguna de sus acostumbradas visitas. SI la España escapa de las
qcrros de aquel hambre insociable, no por eso mejoraremos de suerte, seguramente que en este caso seremos aun mós infelices' por que
re, nas engañamos: los españoles descargarán sobre el inocente Americano, todo el odio y furor de que es capaz la dureza de su corazón: el Cañ6n, y el Cáñamo, ocoboré con estos divididos Provincias.
Nos hallamos pues en el caso, de establecer 10 Confederación del
reino, por ahora, por solo cuatro provincias respetables como son Quito, Popoyón, Sontafé y Cartagena. Reúnense las demós a estas, del
modo que se juzgue mós conveniente. Esta será una Confederación
que nos puede salvar, pero lo demás es un delirio, es perder tiempo
en hacer castillos de cortón.
Después da que ya esté reconocido nuestro independencia por las
principales naciones de Europa, cuando yo estemos sin poderosos
enemigos exteriores entonces será llegado el tiempo que con trcnquli!dad y pacíficamente, sin exponernos a peder nada, hagamos los divisiones de Provincias Que ahora en medía de ton grandes peligros,
Queremos formol': entonces aunque gastemos redes las rentas, en pe(Jar sueldos de tribunales. Será tan sensible este desperdicio, porque
no tenemos riesgo de ser sorprendidos como actualmente nas hallamos.
Ninguna provincia es tan interesado en esto como la de Carrogena. Esta ya gloriosamente sacudió el yugo de la España. ya echó
por tierra lo fantasma del rey. Las demás provincias aun siguen
cubriendo sus procedimientos bajo la ancho copo del encantado Fer•..ando VII; contra ello pues, se descorgorá con más rigor lo vengonZQ de los godos. Porque no procuro pues, Que el reíno se reúna provislonaTmente, poro que se forme un gobierno respetcb!e, y se pue-214-
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LA
BAGATELA
00, tormor un erario que sea capaz de que los suministre con todo
~o '.~cesario para su defensa? Fórmese esta cuenta: Tunjo, Pamplona, Spcorro, y Pare, gastan más de cien mil pesos, en pagar una porcj6nde
empleados innecesarios. Reuniéndose estos débiles provincias
o Sontofé se ahorro esto sumo, que en el día se debe de estimar un
objeto 'mós útil poro lo defensa de ellos mismos. Con estos ahorros
había bastante paro socorrer o Cartogeno, y poner alguna defensa
poro cubrir o Cúcuta. A más de esto cantidad ton considerable, se
iba o evitar el que estos provincias estén malvaratando el resto que
les quedo de sus rentas anuales, como lo hcrn hecho, lo están haciendo y lo harán en gastos perjudiciales, 01 común del reino, en sostener los mayores temeridades y en estas acostumbrando a los pueblos a movimientos vergonzosos, que pueden acabar en una total
onorquía.
Amigo haciendo esto, y ahorcando unas setenta docenas de regenU!Stas indignos, Americanos, que infestan el reino, puede ser que nos
escapemos, más si se establece las milicias nacionales, para que to<'o ciudadano sea soldado, de lo contrario, cuente U. que este mol
representado éntremes acaba lastimosamente.
Conozco que mis razones, aunque tan poderosas, tal vez no serán bastantes para persuadir a U. que par desgracia es de aquellos
que quieren antes de tiempo y a costa de arriesgarlo todo engranderer demasiado su capital de provincia, pero esté U. cierto que sino Jo
he convenido no es porque me falte lo Justicia, sino que yo no sé
darle. todo lo fuerzo que se merece o lo que digo. También conozco
~ue tendré que sufrir muchas rnortiflccclones, por lo franqueza con
coe hablo, porque lo mismo que digo U. en esta le repito o todos los
que me oyen. No puedo, ni debo guardar silencio en este particular,
horlo uno criminal traición o mi patria y o mi conciencio. Ojaló sea
yo el equivocado, tengo lo satisfacción que Ud. sobe que aunque soy
un triste labrador, no espero ni deseo nado de Santafé, a más de que
conozco mi insuficiencia, que jamás me dejaría meter o pretendiente
tora engrandecerme, mis deseos solo se dirigen a ver si algún día tengo el grande gusto de saber que la América es libre, y reconocida su
i"dependencia
por todas los nociones. Villa de Son Buenaventura.
febrero 11 de 1813.
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ANTONIO NARI~
P. D. V. no dude que lo moyor y más rica porte de los pueb\ó6
ce esto provincia están ton convencidos .de estos verdades y ton deseosos de tener alguna seguridad que los defienda de Santo Mirto,
y Maraca iba, que deseon llegue el dio feliz de unirse o Cundindmorca, Vale.
Al Boeatelisto.
Santafé de Bogotá, ••• fg 'Qnprenta de D. BrUllo Espi.oso
NOTA.-Áiio
NUM.
37
lile
1.812
LA
Sontafé,
Lunes 9 de marzo
Pluribus
ULTIMA
O PENULTlMA
BAGATELA
de
1.812
TOM.
I
unum.
BAGATaA
EXTRAORDINARIA
Escucho, mi dulce amigo, como voy o desafiar 01 insolente y embustero sobrino de MontolvÓn. No es lo opinión de un miserable babiecas lo que decide de lo bondad de un papel público, lo generalidad
de los lectores es lo que formo lo opinión. Y como se sobe esta opinión.
ele los lectores es lo Que formo lo opinión. Y como se sobe esta opinión?
Cloro está que por el número de los compradores. Pues ahora bien, yo
rile doy por vencido y digo con el tal sobrino de su tío, que la bagatela
e. mojo, malísimo, impolíricc y herético, voy o dejarlo poro siempre, pero con uno condición, que el Sobrino y su Tío se encarguen de dornas
erro papel periódico, que seo bueno, buenísimo, político y santo y que
en pruebo de Que tiene todas estos cualidades presenten uno lista de
suscriptores, y uno cuento como lo que yo te acompaño. Si su vento
excede o lo le la bagatela, ganaron gallo y si no que pido n alafia, como
yo lo hago ohoro condicionalmente,
porque de lo contrario sería querernos hacer creer que la opinión de un despreciable avechucho, que
solo sobe decir desvergüenzas y dicterios personales, debía prevalecer
contra la opinión público. Convido a todo hombre de mediano juicio,
o que me diga con sinceridad qué instrucción o Qué provecho ha sacado después de hcbe reeleído los doce hojas del tal sobrino Montolvor:ico? Yo no veo en este sabio y politice popel más Que la bilis excl-216-
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LA
BAGATELA
todo de un frenético que corto o roso y belloso sin reparar donde da.
fv'IOS como esto deber ser mi último Bagatela, porque creo no despreclorés mi desafio, y Que dondo un excelente periódico que hago hoN.r a Cundinamarco, yo ya no debo despegar más mis labios, es preciso que te digo una u otro palabro, cuanto permite lo extensión de
mi papel, poro que veas que no es la rozón del sobrino, sino mi docilidad y amor 01 sosiego lo Que me hoce collor después.
En primer lugar tu sabes y lo trasluce todo el que tiene algún
coooclmlentc de Cortagena, que la carta que ocupa todo la Bagatela
N? 34 no solo no es mio, sino que es de un hijo de Cortageno, y de
un hijo de Cortogena que compone hoy una parte muy prlnclpol de
5'.1 actual
gobierno. En segundo lugar, que aun cuando lo fuero, su crítica es muy ridícula y muy propia de lo mollera de su autor que solo
sobe cccorecr y huevo nada, y sino el tiempo te lo diró con mi desafio, aunque esto no es necesario paro fas que lo conocen. Oye un pasaje digno, y muy digno de sus opiniones que todo el público conoce
'! detesto: quiere persuadirnos
que tos cruces de Montesa, del Señor
Don Carlos 11I (que Dios guarde poro su consuelo), las de Alcántara y
Calatrava, con las de Santiago a caballo, son mlJy propios de uno
república y de uno república que se hoce independiente y blasfemo contra los autores de estos aristocr6ticos y odlosos distinciones? Qué te
perece? No es este el grande hombre que nos debe instruír y gobernar
r-oro que seamos libres y felices? Si. Si, confesémoslo a boca llena, este
es el hijo predilecto de nuestros amados Barbones; este es el hombre
que puede salvar el reino, instruirlo y hacerlo feliz crucHícóndonos a
todos, bien seo en la cruz de Montesa, en lo de Carlos o en lo de Napole6n.
Supone que lo oyó 01 loco Melchor (que no es ton loco como el
nutor l qu~ prediccbo que el bogatelista era un Satanás, solido del infierno, y que así como lo paz, la unión, el omor mutuo, lo caridad fr~rerno", no pueden venir sino del cielo, así la discordia, la desunión, el
obo-recimíento entre hermanos son cosas que vienen del infierno, y
estos son sus apóstoles. Concluyendo con que en su vida ha tenido un
roto más gustoso, v que hubiera dado dos ncronlos Dar estarlo oyendo
llAO hora rnés. Qué te parece? Has visto en todo su vida uno olmo m6s
negro? Es este el hombre mora! que necesita el reino poro su felicidad?
Hoy tan todas los Bagatelas un pasaje comparable o lo criminal com-
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ANTONIO NARI"'O
plocencio que confieso este bárbaro haber tenido ele esto oyendo. decir
cicterios contra esos sus decantados hermanos? Es ·menos malo sin
comparación el decir dicterios en medio de lo cólera, que el complacerse en lo colma de los pasiones oyéndolos decir. Poro esto último se necesito uno olmo ton arrastrada como la del pretendido Sobrino.
Dice Que mientras los gobiernos de Cundinomarca y Cartagena entretienen, se ríen y se divierten· en ver combatir a los pobres diablos del Bogotelista y los Argos, los enemigos aprovechándose de MI
descuido e inocción conquistarán los provincias (con el ejemplo que
cita de los Romanos). Qué lástima que el tal Sobrino de un tia loco no
tenga los riendas del gobierno poro verlo hacer milagros Melchorícos!!
Fste célebre rasgo solió o luz el mismo dra que sali6 una segunda expedición de lo Plato de Santafé y cuando cuasi todas sus tropos en un
papel verídico, morol, instructivo, y amigo del orden y de la unión y
n~. como el pícaro, el impolítico, el brib6n, el odioso, el execrable autor de lo Bagatela, o quien el odio y aborrecimiento que se le tiene (por
el autor) se va generalizando mucho, y que si esto mino llego o re"~!'\tm
ce •..e COn bostonte fundamento, dice que le teme (más bien
pudiera decir que lo desea) odi6s Bagatelisto, adi6s Bagatela.
Tu me conoces, y sobes que tengo sobrados motivos poro estar
persuadido que no soy dobl6n de o ocho, como suele decirse, para que
todos me quieran, pero o pesar de este conocimiento, por el que tengo
del odio mortal que se profeso o mi antagonista, le voy o hacer este otro
desafío, que nos descubramos en mitad de lo plaza y que el público
decida por cual de Jos dos estó la mayor dosis de odio. Si se declaro
en que está por mi, canciento en que me quiten la vida y si est6 por él,
que digo o coro descubierto si hace el mismo sacrificio. Dos naranjas
o que calla, y se pone como un Mito.
Que te diré de aquélla de que hasta en el cielo hoy jerorquros
lo
Cruz, no de Cristo sino de D. Quijote? A que te huele esto, mi amigo?
y /uégo la ridículo y arrostrado exposición del amo y de criado, como
si el Bogatelista fuero babiecas como el sobrino de su tío, que !'liciero
consistir en esto lo igualdad. Pero al fin dice que ha de haber sangre
azul aunque a mi me pese. Así será y cuando a él los sangren veremos
y que en lo mono, no todos los dedos son iguales, poro defender
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LA
de que color lo tiene,
peligrosos.
BAGATELA
porque estos ocerciones
son en el día bien
La persono o quien atribuye la expresión
de que uno se murió
porque le negaron la excelencia, estuvo tan lejos de la cabeza del autor de la carta que repito que no soy yo, que se y me consta la crnis~od y relaciones que tenía con el muerto, y los que mantiene con lo
{"'milio pero ero preciso darse este sentido, poro tener este otro pretexto de descargar sobre el Bagotelista (porque sil y poder decir que
su memoria será execrable y odioso en todos los países por donde cario su papel. Mas digo que venero la memoria del muerto a quien
<,1 infame sobrino ha hecho esto aplicación y que siempre he conocido y publicado su mérito y virtudes. No tengo la moral y negrura del
tal escarabajo.
No quiero detenerme por menor en todo lo que dice contra el
gcbierno (ya se ve como le ha de gustar el actual gobierno si no sigue bellos máximas de cruces de Montesa, Montalvéln y Napoleón?)
pero o lo menos te haré un par de observaciones. Dice que el Poder
Ejecutivo es infractor de la constitución porque no disipo la reunión
de gentes, como se previene en ello, porque no hizo disipar con la
fuerzo armo do a los que leian la corta Marimana. Que te parece este
constitucianolista? Na merecía que lo nombrara el serenísimo colegio por
expositor o por ejecutor de lo constitución? Me parece que si el fuero
Presidente del Estada había de andar todo derecho (ya sabes paro
conde) y que no había de haber reunión de gentes, ni en el mercada,
ni en les procesiones, ni aun en lo iglesia, porque el es hombre que no
~" anda con chiquitas, es muy guapo (yo te contaré después un cuento sobre esto en peoo de otro que el ha contado) y sebe darle o los
coses su vc.dcdero sentido conforme a sus pasiones. Quizás el pobre
ce nuestro presidente actual, como es un poco osl, así como Dios ro ha
110:ho, hobró creído que estos dispersiones se entienden en los tiempos
ca que hay motivos de temer alguna conmoción o cuando por cualquiera otra causo los contemple el gobierno sospechosos, porque creer que
E'O todo el año y en toda la vida jamás, jamós pueden diez personas
estcr juntos, ni paro bailar una contradanza, o reírse de un mojode10, /séolo v. g. el sobrino de su tío) esto sería no sólo destruír ro sociedad 5:00 querer un imposible sería querer que hubiera sociedad sin socieoad, aunque estas ideas son muy propias del autor sobrino, él sebe
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ANTONIO NARI~O
hacer estas aleluyas, pero todos los tiempos no son unos, y yo el de
querer hacer república con cruces de Montesa debe conocer que pas6.
Ahora, en cuanto o aquello de los satélites del bogotelisto que
deben crear una compañía o batallón para hacer lo guardia de honor'
o la Señora Bagatela, y vengar las injurias que se hagan a su alteza
serenísima, este es cuento largo y lo dejo para cuando nos veamos por
que yo va estando muy largo esto carta.
Concluyo pues, con decirte que voy a dejarme de bagatelas y tomor otro camino, no porque me de por vencido y la crea perjudicial
a la causa de nuestra libertad, que algún día se conoceró lo que ha
contribuido a ella, con todos sus impolíticas y heregías, sino porque
habiéndose conspirado una porción de regentistas amigos del antiguo
gobierno, de Godoy y de su amigo Napoleón, boja el nombre de Montalvanisto, poro sofocar 01 bagotelista, y distraerlo de su objeto o fuerza de desvergüenzas y dicterios, sería dar margen con mi continuación
e que siguiera este lenguaje que desacredita a la antigua capital del
reino. Así mi amigo, que sigan ilustrándonos con su bello y pulido lenguaje los de la secta Motalvónico, mientras yo o lo sombro de un aliso, yo que tanto ha escandalizado la del Monte de Venus, me lamento de la suerte del gobierno, sino habre el ojo sobre esta cuadrilla de
patriotas al revés, que han formado un plan de ataques contra lo causa de libertad, rabiosos de que las cosas vayan ya tomando un aspecto que destruye sus esperanzas y antiguos proyectos de república crucificada.
NOTA. Santafé de Bogot6 en la Imprenta de D. Bruno Espinoso
año 1812.
LA
N9 38. Santafé
BAGATELA
Domingo 12 de abril de 1.812 TOM. 1.
Pluribus unum
LA ULTIMA QUE SE HABlA RESERVADO
Me había reservado lo última Bogatelo con el fin de hacer uno
confesión pública de la victoria de mis enemigos, si daban otro papel
-220-
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LA
BAGATELA
Que contuviera en si una verdadero utilidad y que por sus pensamientos y por su idioma contribuyera a nuestra ilustración, pero el público ha visto, y seguirá viendo, que la pandilla Montalvónica s610 se ha
propuesto destruír la Bagatela y atacar al gobierno. Léanse (si fuere
posible) con atención los escritos de los Antibagatelístas,
y dígoseme si
su objeto no es el formar la opinión contra el gobierno, sin mós mira
de utilidad pública que causar un trastorno. Ellos llaman anarquía la
unión de las provincias; ellos se suponen amantes de la libertad y de
lo igualdad y defienden can calor lo nobleza y los títulos; ellos atacan
al gobierno como tiránico y están imprimiendo impúnemente sus papeles sediciosos; ellos en fin, critican el idioma de lo Bagatela y nos hablan de mute, bollos y chicharrones, en sus escritos para pulir nuestro
idioma.
El Bagatelista cclloré para que el público se desengañe mós complete.mente de Que sin el pretexto de las críticas a este, el trastorno del
gobierna es lo único que se han propuesto los SS. Montalvanes. Todo
el mundo sabe lo que han hecho Cortogena con Mompox, Tunja con
Sogamoso, Pamplona con Girón, y nadie ha hablado; el gobierna de
Cundinamarca auxilia y protege con sus armas a los pueblos que expontáneamente
se quieren unir a us antigua capital, y alió van rayos,
conquista, tiranía, fratricidios, desorganizaciones.
Qué quiere decir esto?
Odio a Cundinamarca y a su gobierno. Quito ha de ser una provincia
vastísima con todas sus corregimientos: apayón fa seró igualmente COn
los Pastos, y quizó can el Chacó y Coll, Cartagena sujetará a Mompox,
y quien sabe que más; para mantener su integridad y conquistas y sólo,
Cundinamarca ha de quedar reducida a su pequeña distrito Capitular.
y quiénes san las que están mós empeñados en que Santafé y su gobierno se arruine? El público los conoce: Santafé ha abrigado a muchos en su seno, les ha dado colocaciones: el Gobierno los mantiene y
los distingue pero el Bogatelista es un ingrato, inmoral, enemigo del
orden y los Montalvanes justos, honrados y sabios porque aborrecen
y detestan al gobierno que los alimenta y los honra.
Ya parece que el sobrino Matías ahito de ojioco trasnochado, de tamales y longaniza, se ha dormido pero con otro aspecto se va a dar
un efímero por sus ocios poro ver si logran su intento, minar el edificio
del gobierno por sus fundamentos es su plan. Quizós al salir esta Bagatela se veró lo prueba de mi dicho; ni los Catalanes de Santo Marta se
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ANTONIO NARII\lO
han propuesto hacernos tonto mal, como los autores de este papel. No
es lo libertad de hablar francamente contra el gobierno y sus funcionarios lo que se impruebo, ésto lo debe haber en todo gobierno libre
coma el nuestro; es el fin que se han propuesto: desacreditar los providencias que éste tamo, sean buenos o molas, desacreditar sus oficiales,
desacreditar sus tropas, disfrazar sus intenciones dándoles siempre un
aspecto criminal, imputarle infracciones y quebrantamientos de la constitución que jamás ha cometido, suponer cartas poro decir en boca de
un cucuteño y con pretexto del bogotelisto que el presidente se quíele hacer rey. Si este hubiera tenido ton ridículo, como criminal pensorr-Iento de que en toda lo carrero de su vida no ha dado sino pruebas
de lo co~trorio, quizás los Montolvonistas no tendrían el atrevimiento
de decírselo, o no estarían ya en estado de hacerlo. N~ hoy uno defensa mós vigoroso y convincente de lo libertad del gobierno que los
mismos papeles que actualmente se escriben y se imprimen o su visto,
no hoy género de dicterios que con disfraz o sin él, no se le hoyon
dicho por lo prenso, y hasta ahora no sobemos que se hoyo hecho lo
menor indagación, ni tomado lo menor providencio contra sus autores.
él Presidente no puede ignorar, porque son bien conocidos sus principios, que con lo imprenta libre no puede haber tiranía, y como todos
sobemos que no solo ha propendido siempre o que esto se sancione,
Sll10 que en los que actualmente
han llegado de cuento del Estado ha
pue~to poro su vento lo condición de que no se puedan sacar de lo
capitol por lo escoses que hoy de ellos, poro que todos puedan imprimir, y lo hagan con más comodidades, el hacerle esto criminal imputación es solo poro seducir o tos ignOl'antes que quizá no están en estos principios tan comunes en los que están siquiera iniciados en lo
política.
Fren sabemos que hasta la triaca y 105 cosos más inocentes y sonpuedan dañar por su abuso y que lo mismo puede suceder con lo
Ífllp--enta, sabemos que en fas que han solido host-i ohoro se hubiera
podido constituciona!mentc poner alguno constitucló-r.
pero (IU¡~Ó5 la
delicadeza mismo del gobiérno en esto porte ha querido preferir este
exceso, 01 de que se le imputara que quería poner trabas o este remedio de los obuses 'f de la tiranía de los gobernantes.
t(1~
Tampoco ignoramos que el Cucuteño autor de lo corto efímero tiene
u:'\ motivo persone! poro que no le guste el sistema de Sontofé, aunque
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LA
BAGATELA
todos sus paisanos clamando porque ésta los vuelva o prohijar bajo su
impolítico gobierno, porque solo calculo con su bolsico. Pero si las Bagatelas que han circulado por Santo Marta, Maraca iba, Puerto Rico y
demás puntos que ocupan los enemigos, les hacen creer que can solo
:00 hombres nos subyugarán, estos Bagatelas nos hacen un bien que
no harán los efímeros con su muy polltlco papel, porque nada debemos
desear tanto como que sus pronósticos contra la Bagaela salgan ciertos, y que los enemigos nos ataquen con sólo 500 hombres.
La reflexión de que en Maracaibo había un número no despreciable
patriotas que tal vez no aguardaban
más que una favorable coyuntura, la ha cambiado a su modo el señor Cucuteño. Es cierto que
han dicho que en vista del desorden en que halla lo interior del reino,
S~ consideran
mejor mandados por un gobernador de la antigua raza,
paro esto no lo han dicho por el sistema actual de Santafé, sino por el
oe las dos mil quinientas soberanías, formadas de cuantos pequeños
corregimientos tenía la provincia de Santofé. Esta especie no es del
Cucuteño, el modo de aplicarla es fa que únicamente es suyo, pues yo
la habíamos oído repetir en público del modo que la decimos, y no como él se la forja.
de
Todo cuanto sigue diciendo lo supuesta carta de lo que padecen los
Mérida, y Trujíllo, la falta de circulación de
dir.aro, y lo corrompido de su opinión es cierto, pero no lo es el que estos males los padezcan porque el Bagatelista se quiera hacer rey, ni
príncipe de las tinieblas, pues estos moles no es de ahora que los es1'Ón padeciendo,
sino desde que adoptaron su sistema desorgánico, entendiendo tan mal el sistema de Federación como otros han entendido el de la libertad; boja su sistema es que podecen estos males, y no
bajo el del Bagatelista: con que el argumento le sale en contra al Cueuteño, y sacamos en limpio que si Pamplona, y Cúcuta siguen como
r.osta aqui su ruina es inevitable.
prcvínclcs de Pamplona,
Quiero concluír con uno observación, que pido se medite, desde el
10 de marzo no hay' Bagatela, y desde esta fecha hasta hoy, no hay
tampoco papel Mantalvánico que na hable contra la Bagatela, con
QUé
lo que quieren estos SS. es que el BagateJista aguante palo sin
quejarse, que les deje el campo libre para que lo despedacen y que con
su moderación y su silencio dé margen a que se crean ciertcs cuantas
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ANTONIO
NARIOO
imputaciones se le quieran hacer. Bello pensamiento! Pues
no señores, si ustedes quieren que el Bagatelista siga callado, no Ilorr.arle a su puerta, porque no es sordo, aunque se hace a veces y se verá
precisado a seguir escribiendo y diciendo verdades que corran el velo
por entero de los fines que se han propuesto de sus adversarios. Se dice que la [unte Montalvánlco ha decretado que los muchachos contesten la Bagatela: esto no es nuevo, ni necesito su determinación, pues
hasta ahora no han sido otros los que la han contestado según las desvergüenzas y puerilidades que se ven correr en sus escritos de olporgoteoros, taita Jacinto y los niños sobrinos. Me conformo con ser triste
lechuza encerrado en mi coso, más bien que gavílán o cornlcalo de los
que posan el dlc en las esquinas y Calle Real despedazando por oficio
a cuantos inocentes pájaros caen en sus garras.
Qfoseros
RESUMEN
DEL EFIMERO
QUE REPETIMOS
CON GUSTO
Los eternos y bien conocidos enemigos de nuestra libertad se lisonjean coda dlc más con que hemos de ser reconquistados, y na pIJeden disimular el gozo que les causa esto esperanza. Lo manifiestan de
todos modos y tienen el atrevimiento de decirlo. Lo peor poro nosotros
es que no carecen de fundamentos sus esperonzos; pues observaron la
división, que se aumenta por momentos, y son testigos de nuestro abandono y criminal confianza. Abramos, pues los ojos, y frustremos los designios de nuestras enemigos tanto interiores como exteriores. Unanse
Ita proyincias para defenderse, sin reducir unas a la depel",dencia de
otros, y seremos invencibles Y felices.
NOTA. Sontafé da Bt'goté. en lo Imprento
ó(!J O. Sl1'tlfill
EslJlnosa.
c,.ji;» 1812.
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