Dear Parishioners, The following message is from Most Rev

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Dear Parishioners,
The following message is from Most Rev. Armando X. Ochoa, Bishop of the Diocese of Fresno, in union with the
California Catholic Conference of Bishops:
California will step over a moral and ethical precipice unless a new law (ABx2-15) Physician Assisted Suicide) to
legalize the practice of physicians actively bringing about the death of their patients is overturned. This “travesty
of compassion” is such a danger to so many vulnerable people and so fundamentally undermines the physicianpatient relationship that Californians deserve to have the final say on whether this new law is what they want.
As Catholics our teachings on the end of life respond to both the needs of the dying and those accompanying
them. We should all promote the prudent and responsible exercise of patient autonomy during a patient’s last
days. Those who are dying should experience the embrace of family, quality palliative care and love. All of
those grappling with the loss of a loved one should be offered spiritual solace and grace-filled consolation. Our
Catholic health care providers offer this effective and compassionate care throughout our state.
Sadly, this new law creates a medical and social reality in civil society that expands a “throw-away culture”
mentality to an unprecedented level placing in peril our most vulnerable sisters and brothers in California.
California stands at a perilous juncture in our history and what we do here may also negatively influence others in
our nation.
Concerned citizens have filed a referendum to ask voters to overturn this dismal law. To succeed it must
first receive enough signatures by January 4, 2016 to qualify for the ballot. Because this law presents an
unprecedented moral threat to human dignity and the timing for qualifying a referendum is urgent,
signature gathering will be allowed and encouraged in the Diocese of Fresno through December 15, 2015.
Since the legislature passed the physician assisted suicide bill in a Special Session, it will not take effect until the
session is adjourned – which has not yet been determined. Should the referendum receive enough signatures,
the law will be prevented from going into effect until after the voters have had their say in November 2016.
The effort to legalize a doctor writing prescriptions for a lethal dose of drugs highlights the “throw-away culture”
Pope Francis has warned us against. In speaking to Italian doctors last year, His Holiness spoke clearly of the
dangers of such a policy:
“The dominant thinking sometimes suggests a "false compassion", that which believes that it is: helpful to
women to promote abortion; an act of dignity to obtain euthanasia; a scientific breakthrough to "produce"
a child and to consider it to be a right rather than a gift to welcome; or to use human lives as guinea pigs
presumably to save others. Instead, the compassion of the Gospel is that which accompanies in times of
need, that is, the compassion of the Good Samaritan, who "sees", "has compassion", approaches and
provides concrete help (cf. Lk 10:33). Your mission as doctors puts you in daily contact with many forms
of suffering. I encourage you to take them on as "Good Samaritans", caring in a special way for the
elderly, the infirm and the disabled.”
By putting this referendum on the ballot we can educate our own Catholic community to understand the beauty of
our Catholic teaching and the dire consequences that this sad practice will inflict on individuals and their families.
We can keep it from becoming law and advocate better alternatives for end-of-life care. As we have seen in other
health issues of moral concern, if this law is affirmed here and elsewhere, it will become ever more difficult to
reverse the practice and to expand true compassionate care. We can keep health care in California from going
down that path and work for a California that truly cares for its people.
Thank you for your understanding and assistance.
Queridos feligreses:
El siguiente es un mensaje del Obispo Armando X. Ochoa, Obispo de la Diócesis de Fresno, en unión con la
Conferencia Católica de California (California Catholic Conference of Bishops).
California pasará por alto la práctica moral y ética a menos que una nueva ley (ABx2-15) Suicidio Asistido por un
Médico) para legalizar la práctica de médicos involucrados en la muerte de sus pacientes sea anulado. Esta “parodia
de la compasión” es un peligro para muchas personas vulnerables, y fundamentalmente debilita la relación entre el
médico y el paciente que los californianos merecen tener la última palabra sobre si esta es la nueva ley que ellos
quieren.
Como católicos, nuestras enseñanzas con relación al suicidio asistido responden a las necesidades de ambos, el
moribundo y su acompañante. Todos debemos promover el ejercicio prudente y responsable de la autonomía del
paciente durante sus últimos días. Aquellos que están atravesando por la muerte deben experimentar el abrazo de la
familia, y deben tener los servicios de cuidados paliativos de calidad y amor. Todos los que están enfrentando la
pérdida de un ser querido deben recibir consuelo espiritual. Nuestros proveedores del sistema de salud católico
ofrecen este cuidado efectivo y compasivo a través en nuestro estado.
Tristemente, esta nueva ley crea una realidad médica y social en la sociedad civil que expande una “cultura
desechable” a un nivel sin precedentes, poniendo en peligro a nuestras hermanas y hermanos más vulnerables en
California.
Ciudadanos preocupados han llenado un referéndum para pedir a los votantes que revoquen esta funesta ley. Para
tener éxito, primero se debe recibir suficientes firmas para el 4 de enero de 2016 para la balota. Porque esta ley moral
sin precedentes presenta una amenaza a la dignidad humana y un calendario para la calificación de un referéndum es
urgente, la recolección de firmas en la Diócesis de Fresno será hasta el 15 de diciembre de 2015.
Gracias por su comprensión y asistencia.
Desde que la legislatura aprobó el proyecto de ley para el suicidio asistido por un médico en una sesión especial, este
no tendrá efecto hasta que la sesión se levante –la cual no ha sido todavía determinada. En caso que el referéndum
reciba suficientes firmas, la ley será impedida de entrar in vigor hasta después que los votantes hayan proporcionado
su opinión en el mes de noviembre de 2016.
El esfuerzo para legalizar la prescripción de un médico para una dosis letal de drogas destaca la “cultura desechable”
que el Papa Francisco nos advirtió. Dirigiéndose a doctores italianos el año pasado, Su Santidad habló claramente del
peligro de esta política:
“El pensamiento dominante a veces sugiere una “compasión falsa,” que cree que esto: es útil para las mujeres
para promover el aborto, un acto de dignidad para obtener la eutanasia, un gran avance científico para “producir” un
niño y tener en cuenta que es un derecho y no un don de dar la bienvenida; o para usar las vidas humanas como
conejillos de india supuestamente para salvar a otros. En cambio, la compasión del Evangelio es la que acompaña en
épocas de necesidad; es decir, la compasión del Buen Samaritano quien “ve,” tiene compasión,” y ofrece ayuda
concreta (cf. Lucas 10:33). Su misión como médicos les pone en contacto directo con muchas formas de sufrimiento.
Les animo a ser “Buen Samaritanos,” cuidando de manera especial a los ancianos, los enfermos y discapacitados.”
Poniendo este referéndum en la balota, podemos educar a nuestra comunidad católica para comprender la belleza de
nuestras enseñanzas católicas y las graves consecuencias que esta práctica pueda infligir a los individuos y sus
familias. Podemos evitar que se convierta en ley y abogar para mejores alternativas para el cuidado al final de la vida.
Como hemos visto en otros problemas de salud y preocupación moral, si esta ley es afirmada aquí y en otras partes,
se volverá cada vez más difícil de revertir la práctica y ampliar un cuidado compasivo. Podemos mantener el cuidado
de la salud en California y seguir este camino y trabajar para una California que realmente se preocupa por su gente.
Gracias por su comprensión y asistencia.
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