Las cooperativas de trabajo asociado: nuevas relaciones laborales y su

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Las cooperativas de trabajo asociado: nuevas relaciones laborales y su
incidencia en las formas de contratación y empleo
Fernando Urrea Giraldo*
“El modelo de las cooperativas de trabajo asociado
vinculadas al servicio del cultivo de la palma africana surgió
en el año 1993, en una plantación de palma africana
ubicada en el departamento del Meta, municipio de
Cumaral. Modelo que por sus logros se está aplicando
actualmente en plantaciones de palma africana ubicadas en
los departamentos de Casanare y Cesar. Este modelo
abarca aproximadamente 14.500 hectáreas de cultivo,
representadas en un 11.15% del área total cultivada en
Colombia.
En una de estas plantaciones, donde se utiliza el sistema
de las cooperativas de trabajo asociado los trabajadores de
la cosecha estaban anteriormente vinculados a través de
contratos civiles de obra, que se ejecutaban por intermedio
de un contratista, “el cual trabajaba a través de una razón
social y para cumplir estos contratos, subcontrataba a
quienes en realidad los ejecutaba. Esta forma de
contratación genera un conflicto, en el cual, el contratista
obtenía las mayores ventajas sobre el subcontratista”.
Para corregir dicha situación, la empresa resolvió en una
negociación colectiva, contratar directamente a los mejores
subcontratistas (cosecheros) con resultados deficientes en
cuanto a la productividad por kilogramos/jornal, lo que
desde el punto de vista de la empresa capitalista (la
plantación) se elevaron los costos, hecho que tuvo un
impacto aún más negativo en medio de una época donde el
negocio del aceite entraba en la crisis. Fue entonces
cuando se empezó a trabajar con el modelo de las
cooperativas de trabajo asociado, dando a la vez la
oportunidad para que los cosecheros fueron dueñas de su
propio trabajo y empresa” i
1.- Introducción:
Esta ponencia busca presentar una serie de consideraciones analíticas sobre las
llamadas Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y otras modalidades
similares como los “contratos sindicales” (CS), con una fuerte expansión en el
último período en Colombia, a la luz de las estrategias empresariales del
outsourcing o mecanismos de subcontratación laboral. El interés convocado por
la Escuela Nacional Sindical tiene que ver con la urgencia de llevar a cabo
1
estudios empíricos regionales que permitan conocer mejor el impacto de esta
forma de tercerización laboral en la fragmentación y segmentación de las
relaciones laborales y la generalización de los empleos precarios,
independientemente que se manifiesten en ocupaciones no calificadas,
semicalificadas o calificadas, ya sean manuales o no manuales.
A la vez, la generalización del uso de las CTA en diferentes sectores industriales
y agroindustriales a lo largo de la década del 90 en Colombia ha tenido
consecuencias bien importantes en las estrategias empresariales para controlar
la fuerza de trabajo alrededor de las mismas unidades de producción capitalista,
como es el caso de la explotación palmicultora (ver cita de inicio), al tiempo que
se reducen los costos de la mano de obra y se ponen en marcha mecanismos
de disciplinamiento laboral, vía nuevas modalidades de contratación laboral. Hoy
en día el modelo privilegia la integración en cadenas productivas. A esto hace
referencia el uso del término de “alianzas” entre actores diferentes, según la
jerga del sector productor de palma africana y en otros grupos empresariales, al
“convertir” a los campesinos y los trabajadores asalariados en “socios” en el
conjunto de la cadena productiva. El asalariamiento es así una condición
necesaria pero bajo la forma desregulada y tercerizada de una ficción de
pequeña propiedad en régimen cooperativo.
Ante todo hay que señalar, que estas modalidades de contratación laboral
mediante las CTA son un fenómeno internacional, ampliamente generalizado en
todos los países, asociado algunas veces a las denominadas Pymes (pequeñas
y medianas empresas) y microempresas, articuladas a la vez a diversas
cadenas productivas de grandes grupos empresariales en determinados
sectores de la economía nacional y sobre todo internacional.
2.- Algunas tendencias sobre el crecimiento de las cooperativas de trabajo
asociado:
Los datos disponibles de la Superintendencia de la Economía Solidaria ii en el
período 2000-2004 arrojan un crecimiento impresionante de esta modalidad de
establecimientos cooperativos en el país. Se pasó de 577 cooperativas de
trabajo asociado (CTA) registradas en el 2000 a 1406 en el 2003 y 1853 en el
2004. Un incremento absoluto del 221,14% en los 4 años, mientras el conjunto
del sector cooperativo creció apenas en un 12,6%, de 5095 establecimientos
registrados en el 2000 a 5737 en el 2004. Esto significa que se pasa de una
participación del 11,32% de las CTA en el conjunto de las cooperativas y fondos
de empleados en el 2000 al 32,3% en el año 2004.
En segundo lugar, la distribución de las CTA en ese mismo período por
departamentos es interesante. Ver gráfico 1.
2
Gráfico 1
Distribución porcentual de las cooperativas por Departamentos:
2000, 2003, 2004
Risaralda
Caldas
Valle
2004
Tolima
2003
Santander
2000
Antioquia
Bogota C/marca
Resto Departamentos
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
35,0
40,0
Fuente: Superintendencia de la Economía Solidaria
En el período 2000-2004 se produce un fenómeno de fuerte redistribución
geográfica de las CTA en el país a medida que crece considerablemente el
número de CTA como antes se advirtió, con una tendencia hacia su
concentración en la región Bogotá/Cundinamarca, ya que pasa del 15,6% del
total de estas cooperativas en el 2000 al 36,5% en el 2004, con un crecimiento
en su participación de forma continua durante los tres años del período. En
términos absolutos Bogotá / Cundinamarca pasa de 795 en el 2000 a 1386 en el
2003 y luego a 2094 en el 2004. Por el contrario, el Valle que había pasado del
5,2% al 14,3% entre los años 2000 y 2003, desciende al 11,7%. Este
departamento en términos absolutos pasó de 265 CTA en el 2000 a 787 en el
2003 y desciende a 671 en el 2004. Antioquia cae en su participación y en
términos absolutos entre el 2000 y el 2003, luego tiene una recuperación. En fin,
puede decirse que con excepción de Bogotá/ Cundinamarca todos los demás
departamentos perdieron en el período en términos porcentuales y absolutos
CTA. Esto significa que se produjo una altísima mortalidad de CTA en la mayor
parte de los departamentos con recuperaciones parciales en algunos entre el
2003 y el 2004, al tiempo que crecían vertiginosamente en Bogotá/
Cundinamarca. En resumen, Bogotá y todo su entorno de región metropolitana
(los municipios de la Sabana de Bogotá) explican la mayor parte del crecimiento
de las CTA, con excepción del Valle entre los años 2000 y 2003. Esta
mortalidad, más que a un cierre de las CTA de parte de la Superintendencia de
la Economía Solidaria en varios departamentos, que también se pudo haber
producido debido a diversas “irregularidades” sobre el pago de parafiscales y
otras obligaciones de ley, seguramente tuvo más que ver con las dificultades
económicas de sobrevivencia y consolidación de estos establecimientos. Quizás
3
la misma volatilidad del mercado laboral, que se intensificó en forma
considerable a partir de la reforma laboral del 2002, con una precarización
mayor, pudo haber tenido un efecto nocivo para las CTA en muchas regiones del
país mientras la región metropolitana de Bogotá logró un dinamismo
particularmente interesante, posiblemente también por un mercado de mano de
obra con menor competencia más cercano a lo que ofrecen las CTA. Al fin y al
cabo la sobrevivencia y afianzamiento de las CTA en el mercado de
intermediación laboral depende en muchas partes del enganche de antiguos
trabajadores de empresas que se han reestructurado y “adelgazado”, pero
siempre y cuando puedan contar con empleos “seguros”iii. Con una oferta de
nuevos trabajadores o aspirantes que aceptan condiciones más precarias las
CTA podrían estar quedando por fuera, sobre todo las que se nutren de antiguos
trabajadores cesantes o despedidos de grandes y medianas empresas que
terminan por reengancharlos pero bajo otra modalidad. Aquí las CTA constituyen
un recurso empresarial muy útil, pero una enorme competencia deja por fuera a
las organizaciones de enganche que se pelean por los empleos de las EST y los
antiguos contratistas que operaban como clientes tradicionales de muchas
empresas en el enganche de personal.
Como hipótesis podemos pues señalar los siguientes elementos que permiten
explicar el comportamiento anterior de los datos:
a) Una fuerte competencia entre las CTA en las diferentes regiones del país y
entre las CTA y las EST, al igual que entre ellas y las modalidades de “Contratos
Sindicales” (CS), que han venido a la vez expandiéndose en los últimos 5 años
en algunos sectores de la economía. Para Alvaro Delgado, investigador del
Cinep, en un reciente artículoiv, al referirse al decreto 657 del gobierno nacional
sobre la regulación de los CS, se trata efectivamente de este fenómeno, una
competencia exacerbada: “la pugna entre el CS y las Cooperativas de Trabajo
Asociado es esa: a ver quién paga menos fuerza de trabajo, para poder ganar
más”. En estas condiciones el aumento y ampliación de la precarización laboral
va parejo a una mayor volatilidad en los empleos y con ello una sensible
reducción de los costos laborales para las diferentes clases de empresarios.
b) Al mismo tiempo, con la intervención del gobierno vía el Ministerio de
Protección y Seguridad Social y la Superintendencia de Economía Solidaria es
posible que se esté ajustando a las CTA, en lo que respecta al pago de los
parafiscales, impuestos nacionales (en la medida en que tiendan a operar más
como EST). Estos controles se han extendido a otras dependencias de control
del Estadov. En esta medida este tipo de intervención hace inviables muchas de
ellas, las más pequeñas, ya que con base a esa reducción de costos (evasión
del pago de estas obligaciones legales) una buena parte de las CTA podía
competir con las EST y las nuevas modalidades como los CS. Al desaparecer
estas condiciones un sector de ellas puede estar abocado a salir del mercado
del enganche laboral.
4
Lo anterior ha significado, al lado de la concentración absoluta y relativa de las
CTA en Bogotá, un aumento del personal asociado a ellas, en las regiones que
han perdido participación en número de cooperativas. En el total nacional se
pasó de 38041 trabajadores en el 2000 a 259770 en el 2004. Esto conllevó a
que entre el 2000 y el 2004 se ha pasado de un promedio nacional de 66
personas asociadas por CTA a 140 personas, mientras el promedio para el
conjunto del sector cooperativo ha tendido ligeramente a disminuir: de 583
personas por cooperativa en el 2000 a 563 en el 2004vi.
c) No obstante, si Bogotá y su entorno cercano ha sido la única región que ha
tenido un crecimiento continuo de las CTA, ello ha estado seguramente asociado
a un mercado más amplio de empresas que licencian trabajadores y los reenganchan bajo las nuevas modalidades de subcontratación. En este caso, la
competencia que se ha venido dando en otras partes del país, en Bogotá por el
tamaño del mercado y la mayor heterogeneidad empresarial ha permitido una
expansión de las CTA, en términos absolutos y relativos considerable.
Desafortunadamente no disponemos de mejores datos y más desagregados
para analizar las tendencias que se presentan para las diferentes regiones; lo
que con mayor razón justifica la realización de un estudio detallado con un
levantamiento de datos en terreno sobre lo que ha venido dándose.
3.- Las CTA en el marco regulatorio actual:
“En una “Jornada especial de supervisión a CTAs”, realizada por la Superintendencia de la Economía
Solidaria (350 visitas en total), entidad encargada de supervisar el cumplimiento de su naturaleza jurídica,
principios y fines solidarios, y el Ministerio de la Protección Social (198 de las visitas realizadas de
manera conjunta), se presentó, a manera de conclusión, el siguiente balance:
“Bajo la figura de Trabajo Asociado se vienen constituyendo una gran cantidad de cooperativas y precooperativas para adelantar actividades propias de las Empresas de Servicios Temporales o para operar
como Agrupadoras en Salud. De este modo:
• Se desnaturaliza la forma jurídica (CTA y EST).
• Distorsión del objeto social.
• Se evade el pago de aportes parafiscales (Dto 2996 y 3555/04).
• Se evita afiliación a cajas de compensación familiar.
• Se traslada al cooperado, en algunos casos, el valor de las cotizaciones a la seguridad social.
• No se da aplicación a la legislación laboral.
• Se genera un efecto perverso (sustitución de nóminas, evasión tributaria, deslaboralización, etc).”
Período de visitas realizadas: Octubre 2003- Diciembre 2004.
Ciudades de las visitas: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, B/manga, Neiva, Ibagué, Manizales y
Armenia.
Objeto: Verificar la observancia de las normas que regulan a las CTA y detectar prácticas de tercerización
laboral y de administración de la seguridad social”.
Tomado de Pago de Contribuciones Especiales de Cooperativas y Pre-cooperativas de Trabajo
Asociado, videoconferencia; Enrique Valderrama Jaramillo, Bogotá, Marzo 30 de 2005.
5
Ante el crecimiento desmedido de las CTA, especialmente en algunas regiones
del país como Bogotá y su entorno metropolitano como lo vimos antes, en clara
competencia con las empresas de servicios temporales de empleo (EST), el
Ministerio de Protección Social y la Superintendencia de Economía Solidaria,
expidieron la Circular Conjunta 067, del 27 de agosto del 2004, mediante la cual
establecen la distinción entre Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y
Empresas de Servicios Temporales (EST), para evitar especialmente la evasión
de los tributos parafiscales (SENA, ICBF, Cajas de Compensación, etc.) y del
pago de impuestos nacionales por ley, etc. vii.
Con todo y marco regulatorio actual, ha aparecido, como resultado de lo que ha
venido conformándose en el país a lo largo de la década del 90 y el 2000, un
sistema cada vez más desregulado de contratación que favorece la
fragmentación de las relaciones laborales, debilitando el contrato laboral directo
asalariado, tal como lo advierte Delgado (op. cit.):
“Los trabajos que se consiguen en el país son de varios
tipos: los de contrato laboral directo, entre un patrón y un
trabajador; los de contrato civil, entre el trabajador y el
empleador, sin ninguna adscripción laboral; los que se
hacen entre el trabajador y una Cooperativa de Trabajo
Asociado (CTA), que firma el contrato con el empresario,
está exenta del pago de impuestos —entre ellos los
parafiscales— y responde por la seguridad social del
trabajador; y finalmente los CS. Las llamadas agencias
de empleo temporal no contratan trabajo; obran como
oficinas intermediarias, que facilitan al patrono la
consecución de fuerza de trabajo y cobran una comisión
a la persona que logra hacerse a un empleo. La mayoría
de CTA operan realmente como agencias de empleo
temporal: son creadas por los empresarios para
deshacerse de trabajadores de contrato indefinido y de
obligaciones de seguridad social; ellos se ponen de
acuerdo con los líderes sindicales interesados en no
desaparecer de la escena laboral, y juntos crean las
cooperativas. Gana el empresario y ganan los
trabajadores y sus líderes, porque salvan su empleo de
alguna manera” (sic).
“Pero ni con las CTA ni con el CS desaparece el mal de
nuestro tiempo, que es la “tercerización” del contrato, lo
que en inglés llaman outsourcing. El CS fortalece y
6
prolonga el imperio del trabajo sin protección social
pública y sin responsabilidad empresarial, el trabajo
“deslaborizado”. Sobre los asalariados y las cada vez
más débiles organizaciones que los representan aumenta
el fardo de las exigencias mientras de sus manos
disminuyen los poderes de presión y de combate.”
4.- Algunos modelos de reconversión de empresas, pero también
incubadoras de empresas bajo el modelo CTA:
Las cooperativas de trabajo representan también la posibilidad de que las
Pymes, que se encuentran en proceso de liquidación o que demuestran el caso
de propietarios que se retiran (generalmente por asuntos asociados a la edad
del empresario, aunque esta situación se presenta habitualmente en el caso
europeo) reabran (o continúen) a manos de sus trabajadores bajo la forma de
CTA. Estos procesos se presentan para el caso de los países desarrollados,
aunque también existen para Colombia las experiencias de Indupalma, por
ejemploviii. En otros países, analizando el caso Francés y tomando en cuenta las
42.000 reaperturas anuales de empresas que se registran en Francia, 7.000 de
las cuales cuentan con al menos 3 empleados, son alrededor de 1.000 por año
las empresas que podrían continuar en actividad y potencialmente garantizar su
sostenibilidad al convertirse en cooperativas de trabajoix. Este ejemplo ilustra las
tendencias generales de las CTA como estrategia generalizada de contratación
de trabajadores asalariados hoy en día en varios países.
En Almacenes Éxito, otro ejemplo de subcontratación por CTA, funciona a través
del servicio de los empacadores (jóvenes). Ella se realiza vinculándolos el nuevo
trabajador a una empresa cooperativa de trabajo que le presta el servicio de
enganche a esta y otras cadenas de almacenes y supermercados, a cambio de
una seguridad social y la posibilidad de unos ingresos estimados en las propinas
que reciben de los clientes. Este proyecto que incluye a jóvenes cuenta con el
aval del Ministerio de Protección y Seguridad Social, el que reconoce los
beneficios laborales y educativos. En este caso se puede plantear que los
empleadores aprovechan las altas tasas de desempleo entre jóvenes,
incluyendo de manera significativa mujeres jóvenes, para imponerle condiciones
de subcontratación a muchas de las personas que se vinculan a estos sectores
particularmente en las temporadas de fin de año, donde crece de manera
significativa la población ocupada en este sectorx, en los años 90’s se puede
observar un proceso de vinculación laboral de estudiantes universitarios en el
marco de una flexibilización de la jornada laboral en número de horas y días a
los hipermercados nacionales o multinacionales que por esta fecha se instalaron
en el país, tal es el caso de los almacenes Éxito (pionero en instaurar dicho
sistema y donde además funciona una flexibilidad interna del puesto de trabajo,
bajo el esquema del trabajador polivalentexi), Carrefour y otros que han venido
consolidándose y que implementando dicho modelo han tendido a generalizarlo.
7
Existen otros ejemplos de CTA, por ejemplo, las de mantenimiento vial, los
talleres rurales de producción artesanal e industrias integradas, las cooperativas
de producción avícola y de lácteos y en el sector de los servicios,
particularmente en la salud. En este último, de manera interesante aparece la
entidad promotora de Salud SALUDCOOP, la que está posicionada como la 1ª
Empresa Prestadora de Servicios de Salud del sector privado en Colombia, en
cuanto a número de usuarios compensados y en ingresos operacionales,
seguida de dos EPS que siendo S.A. pertenecen a cooperativas “Coomeva y
Unimec”, Igualmente SALUDCOOP ocupa el primer lugar entre las EPS en
Patrimonio, en rentabilidad y crecimiento patrimonial y en utilidad operacional.
Sus asociados son 27 cooperativas de trabajo y 4.600 trabajadores de la EPS,
su planta de personal ha crecido en promedio un 35% anual, generando 7500
empleos directos y 4100 indirectosxii. Esta empresa se asume que lleva a cabo
una política denominada incubadora de empresas, que consiste en la creación
de precooperativas de trabajo que se especializan en atender una necesidad
específica de la empresa, por ejemplo servicios de aseo, soluciones
administrativas comerciales, administración de alimentos entre otras.
5.- Sugerencias para un programa de investigación sobre las CTA y otras
modalidades de enganche laboral:
Muchos de los nuevos espacios laborales y las transformaciones de los puestos
de trabajo más viejos que se han flexibilizado en el nuevo paradigma
organizacional, han sido el resultado de una diferenciación funcional,
tercerización y externalización de actividades. El proceso ha llevado a que las
empresas transfieran muchas de sus funciones a otras empresas, buena parte
de ellas directamente relacionadas con la producción. Es bien conocido que este
proceso de externalización tiene dos objetivos claros: aumentar la
especialización y la productividad del trabajo, y al mismo tiempo reducir costos
asociados a relaciones laborales que garantizaban antes la estabilidad de la
fuerza de trabajo. Así, los procesos de flexibilización del trabajo poseen dos
características muy importantes en la empresa contemporánea: la
reorganización del trabajo y la reestructuración en términos del contrato de
trabajo.
En este marco, se hace necesario evaluar el tipo de CTA “realmente existentes”,
es decir, las experiencias concretas más allá de las ilusiones solidarias y
cooperativistas que tanto se han resaltado y se resaltan en sus misiones y
objetivos. Por ejemplo, cuando bajo la figura de cooperativas de trabajo
asociado se externalizan los servicios de telemercadeo y atención al cliente
mediante los así llamados Call Centersxiii; o cuando en los manuales de gestión
y operación del mantenimiento técnico se equiparan, de manera indistinta como
tres formas de lograr el mismo objetivo, procesos de tercerización y
externalización con modelos de asociatividad del grupo de empleados de estas
secciones dentro de la empresa para que funcionen a la manera de
cooperativas; o cuando la empresa traslada toda su planta de personal a una
8
CTA para librarse de la carga laboral, pero donde claramente los asociados
pierden su calidad de “propietarios”, ya que terminan siendo tan solo empleados
de la CTAxiv.
La fragmentación del enganche laboral y con ella la precarización del empleo y
las condiciones de trabajo son así los resultados de este proceso en el que los
mismos trabajadores asumen cada vez más los riesgos de las actividades de las
cadenas productivas. En esta dirección se hace necesario un programa de
investigación sobre las formas concretas de CTA que se han desarrollado en el
país en los últimos 15 años, que recoja las experiencias de diferentes
modalidades “asociativas” de enganche laboral en diversos sectores de la
producción de bienes y servicios, tanto en empleos no calificados como
calificados, actividades manuales como no manuales.
*
Sociólogo, Profesor Titular, Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales y
Económicas, Universidad del Valle, Cali. Los estudiantes del programa de sociología Waldor Arias Botero
y Jairo Alexander Castaño colaboraron en la recopilación de datos, discusión de los argumentos y edición
del texto final.
i
Africano O., Fernando. “Utilización de la Cooperativa para el manejo del personal en plantaciones”. En:
Palmas. Bogotá, Volumen 16. Número especial. 1995. p. 285. Tomado de: Castillo S., Darío (2000) “El
aporte del cooperativismo a la nueva ruralidad. El caso de las cooperativas de cosecheros de palma aceitera
en los Llanos Orientales”, Instituto de Estudios Rurales, Pontificia Universidad Javeriana. Texto adaptado
de un artículo en elaboración por este autor, titulado: “Las cooperativas de trabajo asociado como un caso
de desarrollo rural”.
ii
Ver “Cooperativas de trabajo asociado”, video conferencia de Enrique Valderrama Jaramillo, agosto 2 de
2004, Superintendente de la Economía Solidaria, Superintendencia de la Economía Solidaria, Ministerio de
Hacienda y Crédito Público, para el período 2000-2003; y de la página Web de la misma Superintendencia
el enlace de “Estadísticas” para el 2004.
iii
Hace referencia a una mínima estabilidad de los empleos que se generan, así sean en condiciones
precarias.
iv
“Atrapados”, Centro de Medios Independientes; http://colombia.indymedia.org/news/2006/04/40286.php
Abril 10 de 2006.
v
“El Procurador General de la Nación solicitó a los servidores públicos abstenerse de celebrar o ejecutar
contratos con cooperativas de trabajo asociado, cuando éstas realicen actos de intermediación laboral, para
lo cual solo están autorizadas las agencias temporales de empleo. En circular dirigida a los presidentes del
Senado de la República y la Cámara de Representantes, y al Ministro de la Protección Social, el Procurador
los exhortó a expedir normas que “restrinjan al máximo la utilización de las cooperativas de trabajo
asociado que desnaturalice su fin” especificando claramente su función, las prohibiciones, el régimen de
compensaciones y de seguridad social integral”. Bogotá, 14 de junio de 2005, Procuraduría General de la
República.
vi
Cálculos con base en datos de la Superintendencia de Economía Solidaria. El conjunto del sector
solidario o cooperativo del país pasó de cerca de 3 millones de asociados en el 2000 a 3,2 millones en el
2004.
vii
“Se expide pensando en el hecho de que las cooperativas y pre-cooperativas de trabajo vienen realizando
funciones propias de las EST. La primera distinción central señala el hecho de que las primeras son
empresas asociativas sin ánimo de lucro, y sus miembros participan activamente de las decisiones de la
empresa por medio de los aportes de sus asociados a la producción de bienes. Las EST son empresas que
contratan personas naturales para la prestación de un servicio en otra empresa con la característica de que el
trabajador no participa en las decisiones de la empresa que sirve. Las CTA desarrollan personalmente sus
actividades en función de los clientes sea en la construcción de obras, producción de bienes o prestación de
servicios, generando empleo permanente y gestionando un ingreso digno y justo para sus asociados, Las
EST envían personal no asociado para el cumplimiento de su función. Las CTA integran voluntariamente a
sus asociados basándose en sus estatutos y su carácter de economía solidaria, mientras las EST vinculan
9
laboralmente a sus trabajadores. Las CTA deben ser propietarias, poseedoras o tenedoras de sus medios de
producción y ellas mismas son propiedad de las miembros de la asociación, las EST no deben cumplir
ninguno de éstos requerimientos, simplemente prestan el servicio de mano de obra. Las CTA tienen
autonomía administrativa y financiera en la organización del trabajo de sus asociados, Las EST delegan
autoridad. Las CTA no pueden ser intermediarias laborales que envían trabajadores en misión, mientras las
EST son legalmente creadas para ello. En las CTA el trabajo es adelantado sólo por sus asociados (aunque
existen disposiciones legales que permiten contratar otras personas, pero esto es sólo en casos específicos)
en las EST la flexibilidad en éste sentido es mayor. Las CTA están reguladas por el código sustantivo de
trabajo, previsión, seguridad social y compensaciones, entre tanto las EST están reguladas por el código
sustantivo del trabajo y demás normas laborales. En las CTA se retribuye al asociado con compensaciones,
en las EST se retribuye mediante un salario. Las CTA no son agrupadoras para la filiación colectivas a las
EPS se requiere la condición de asociado y el trabajo directo con la cooperativa, las EST funcionan con
normas relativas a la afiliación al sistema de Seguridad social de los trabajadores dependientes. Las CTA
tienen prohibido constituirse para beneficiar sociedades o empresas comerciales, o sea, los beneficios que
goza por ser del sector solidario (exención del impuesto de renta, pagos parafiscales, afiliación a cajas de
compensación, entre otros beneficios) no pueden ser puestos a disposición de otras empresas, además
deben organizar sus contribuciones económicas en el pago de la seguridad social, además el trabajador no
puede ser expulsado en la terminación de un contrato pues él es el dueño de la cooperativa junto con los
otros miembros”. Circular Conjunta No.067.
viii
Trabajadores y campesinos se asociaron para crear unidades autónomas empresariales (e.g.
cooperativas, microempresas, asociaciones) que vendían sus servicios a Indupalma. Las CTA surgieron
como respuesta a las transformaciones de Indupalma, luego de una crisis financiera y de gobernabilidad
que la tuvo al borde de la quiebra al principio de los años noventa. La empresa invirtió bastantes recursos
en procesos de capacitación técnica y administrativa y de desarrollo personal para los asociados. El
desempeño laboral de los trabajadores cambió y con éste se recuperó la viabilidad financiera de la empresa.
Como pequeños empresarios y gestores comunitarios en formación, los miembros de estas unidades
empresariales se enfrentan hoy a múltiples retos y dificultades de carácter económico y social.
ix
CICOPA “Las Pymes y las cooperativas de trabajo en Francia”.
HÉCTOR VÁSQUEZ FERNÁNDEZ. Escuela Nacional Sindical. “Área de negociación y gestión
sindical”. Octubre de 2005 Página 11.
x
Urrea Giraldo, Fernando. “Globalización y prácticas de flexibilización laboral en grandes empresas: el
caso colombiano”. En: Sociología del Trabajo, nueva época, núm. 44, invierno de 2001-2002, pp. 41-74.
xii
Armando TOVAR P. Rio de Janeiro- Brasil, diciembre de 2000.
“En año y medio de operaciones, su estrategia le permitió alcanzar los 410.000 usuarios, lograr el punto de
equilibrio y comenzar a generar excedentes operacionales. La crisis de las EPS públicas registrada entre
1998 y el 2000, fue una etapa de constante crecimiento en Saludcoop, al pasar de 700.000 usuarios a
2,1millones.
Sobre esa base y dado el volumen de su operación la estrategia contempló también el manejo a través de
economías de escala y con la generación de excedentes operacionales, pudo capitalizar y reinvertir recursos
en su totalidad, manteniendo su presencia en la mayor parte de los municipios del país. Logró también
ampliar su red de prestación de servicios y efectuar inversiones en tecnología.
Finalizando el año 2001, el mercado se había decantado por efecto del retiro de usuarios de las EPS
públicas y los estándares de calidad mostraban un mejorado nivel, el cual consecuentemente hizo más
difícil hacer que un usuario cambiara de EPS. Así las cosas, fue más eficaz adquirir un competidor cuando
las oportunidades de negocio lo permitieran, siendo aprovechada la opción ofrecida por el Grupo ING en
diciembre de 2001, en la que Cruz Blanca pasó a manos del grupo SaludCoop. Posteriormente, la
Federación Nacional de Cafeteros le vendió en mayo de 2003 a Cafesalud, con lo que la cifra de usuarios se
incrementó a 3,8 millones. ’’
Fuente: http://www.la-republica.com.co/especiales/casos/2004/10casos_2/paginas/saludcoop.html
xi
10
xiii
Véase para el caso de España, Castillo, J.J., (editor) (2005) El trabajo recobrado. Una evaluación del
trabajo realmente existente en España. Mino y Dávila, Buenos Aires. pp. 453. En especial el capítulo IX.
xiv
Este caso ha sido conocido para algunas empresas de comercialización de la ciudad de Cali.
11
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