Sistemas automatizados de alimentación para vacas de alta

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Sistemas automatizados
de alimentación para vacas
de alta producción de leche
Hernán Agüero E.*
Carlos Pedraza G.**
Médicos Veterinarios .
La tecnificación y la intensificación de los procesos
productivos son los fenómenos que han caracterizado a
la agricultura moderna a nivel mundial, en Chile esta
situación se ha manifestado en mayor o menor grado
según el rubro que se examine. Así por ejemplo, el
sector lechero en los últimos diez años ha incorporado
nueva tecnología, se han impuesto exigencias legales en
cuanto a i'a calidad de los productos generados, Decreto
Nº 271 del Ministerio de Agricultura, 1979. Esta
situación sumada a la imperiosa necesidad de eficiencia
impuesta por la economía actual, han orientado al
productor lechero a evolucionar tecnológicamente. A
nivel predial se ha podido observar una renovación de
la infraestructura de ordeña, estanques enfriadores,
transporte, etc. En el orden genético, la inseminación
artificial ha permitido disponer de reproductores de
alta calidad, a la vez que han ingresado al país hembras
seleccionadas de los meiores rebaños lecheros del
mundo.
Sin embargo, la tecnificación no ha alcanzado a manio·
bras de manejo tan fundamentales como la alimentación del ganado, especialmente la dosificación de los
concentrados a los animales de alta producción, transformándose esta etapa del maneio cotidiano de una
lecherfa en una de las menos eficientes y de mayor
costo.
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Es conveniente recordar que cuanto más aumenta fa
producción de leche por vaca, más económica es la
producción total, dado que los altos costos fijos se
producen independientemente de que la vaca produzca
3.000 a 7 .000 lt de leche.
En países con activídad lechera desarrollada se observa
una tendencia sostenida de incremento en el rendimiento lácteo individual de las vacas. En Estados
Unidos, por ejemplo, el rendimiento por vaca prácticamente se ha duplicado a los últimos 25 años, alcanzando un promedio de alrededor de 5.300 kg/vaca/año;
habiendo rebaños que sobrepasan los 10.000 kg por
lactancia.
Numerosos factores han sido responsables de este
progreso (mejoramiento genético a través del uso
masivo de la inseminación artificial, áumento de la
eficiencia de las medidas de control sanitario, mejores
técnicas de manejo y alimentación, etc), siendo uno de
l.os más importantes un incremento en los niveles de
* Facultad de Ciencias Agrarias, Veterinarias y Forestales,
Universidad de Chile.
i...-.
Programa Leche, Estación Experimental La Platina, INIA.
IPA La Platina N,? 12, 1982
suministro de alimentos concentrados. En Estados
Unidos, por ejemplo, en 1955 se gastaba alrededor de
800 kg de concentrado/vaca/año, cifra que casi se ha
triplicado llegando aproximadamente a 2.300 kg en
1980.
Dadas las cantidades de concentrados incluidas en los
programas de alimentaclón de rebaños de alta producción, se ha generado el problema de suministrar toda la
ración diaria de concentrado durante el breve período
que las vacas permanecen en la sala de ordeña.
En consecuencia, la alta producción de leche por vaca,
el elevado requerimiento de concentrado y, en algunos
casos, la automatización de la ordeña destinada a
aumentar la eficiencia operacional de este proceso,
desembocan en una situación de incapacidad d~ con·
sumo de los alimentos concentrados, aún si el apetito
no constituyera un factor limitante y se proporcio·
nara tiempo adicional para asegurar el consumo.
El reconocímiento de este problema ha llevado al
desarrollo de sistemas alternativos de alimentación
fuera de la sala de ordeña, que permitan una cabal
expresión de la capacidad genética de alta producción
de leche.
Sin embargo, cuando la cantidad de concentrado a
suministrar es relativamente baja, éste puede ser
consumido completamente en la sala de ordeña. Si bien
las cifras son variables, puede tomarse como valor de
orientación un consumo máximo diario de concentrado/vaca de 6 kilos en la sala de ordeña, considerando
que las vacas permanecen 10 minutos, 2 veces al
día, en una sala de doble hilera (5 minutos de tiempo
de ordeña y 5 minutos de tiempo de espera}. Tampoco
hay problemas de tiempo para suministrar el concentrado, en establos convencionales.
La solución al problema de suministrar concentrados a
vacas de alta producción ha tomado varias formas, pero
todas se basan en la práctica en proporcionar concentrado adicional fuera de la sala de ordeña. La más
simple es ofrecer concentrado extra en comederos
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exteriores a todo el rebaño. Su gran inconveniente es la
sobrealimentación de las vacas de rendimiento in·
feriar y subalimentación de !as buenas productoras.
Otra posibilidad, una de las más recomendables, es
dividir el rebaño en grupos según niveles de producción
y dar diferentes cantidades de concentrado fuera de la
sala de ordeña, de acuerdo al promedio de producción
de las vacas de cada grupo. Con ello, se minimizan los
problemas de sub y sobrealimentación, uttlizándose e!
concentrado en forma más eficiente y económica.
Una alternativa de desarrollo relativamente reciente son
los comederos o sistemas de suministro de concentrados activados mecánicamente o e!ectrónicarhente. Su
objetivo es entregar el concentrado fuera de la sala de
ordeña y están indicados en rebaños de elevada pro·
ducción; de tamaño, por lo general, relativamente
pequeño, confinados en sistemas de alojamiento libre,
donde la división del rebaño en grupos no es factible;
ya sea por el diseño original de las construcciones u
otra razón. Entre estos sistemas, cabe mencionar:
Comederos activados por imanes.
Puertas electrónicas Calan.
Comederos activados por transponder.
Comederos controlados por computación.
COMEDEROS ACTIVADOS POR IMANES
Los comederos activados por imanes constituyen el
sistema más sencillo de alimentación automatizada que
permite ofrecer concentrado extra a vacas de alta
producción fuera de la sala de ordeña.
Las vacas que deben recibir concentrado adicional
están provistas de un collar con imán. Cuando la vaca
equipada con un imán coloca su cabeza dentro del
comedero, el concentrado cae continuamente dentro
de éste, desde un depósito superior de almacenamiento,
mientras el imán permanezca en contacto con una
lámina del comedero. Al retirarse la vaca, el proceso se interrumpe y no cae más concentrado al comedero. Los animales sin collar con imán no pueden
operar el sistema.
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IPA La Platina NO 12, 1982
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Cada puesto de alimentación tiene una antena que capta la información del transponder de la vaca y Ja conecta con el sistema de
computación, el canal acciona el dosificador para que entregue la cantidad señalada, fraccionada tantas veces como la vaca introduce su cabeza, hasta agotar su ración diaria.
Entre sus inconvenientes, podría señalarse que en este
sistema no hay medición del consumo individual de
concentrado, porque está a libre disposición en tanto la
vaca mantenga introducida su cabeza en el comedero.
Por es.ta razón, se presta para suministrar concentrados
en cantidades prácticamente ad libitum durante la fase
inicial de la lactancia que se caracteriza por sus elevados requerimientos nutritivos. También hay problemas
con !as vacas mandonas que desplazan del comedero a
las más t(midas.
El costo aproximado de una unidad de este sistema en
Estados Unidos en 1980 era US$ 1.000 - 1.400.
PUERTAS ELECTRONICAS CALAN
El sistema Calan emplea puertas controladas electrónicamente, colocadas en un cerco de alimentación que da
a los comederos y una llave recubierta de cadmio en el
collar de la vaca.
Al aproximarse a una distancia suficiente de la puerta,
la !lave activa un circuito electrónico, abriéndose la cerradura. La vaca puede, entonces, empujar con su cabe-
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za la puerta abierta y alcanzar el concentrado disponible en el comedero más allá de la puerta.
El concentrado puede darse ad líbítum o limitado a
ciertas cantidades por el productor.
El fabricante recomienda un mínimo de 2 unidades que
pueden abastecer 25-30 vacas, El costo de las 2 unidades en Estados Unidos en 1980 era aproximadamente
US$800.-
COMEDEROS ACTIVADOS POR TRANSPONDER
El sistema "Transponder" es uno de los más eficientes
desarrollados en la actualidad dado que asegura a cada
vaca una óptima distribución de la cantidad de concentrado que el animal debe comer al día, evita las
pérdidas de comedero y manipulación, lográndose una
mayor respuesta productiva de los animales para una
misma cantidad de alimento consumido.
Se ha podido comprobar que una distríbución homogé·
nea del alimento concentrado durante el día, posibilita su óptimo aprovechamiento por el animal, por el
IPA La Platina NO 12, 1982
contrario, consumos de 2-3 kg de una sola vez pueden
provocar desórdenes en la flora ruminal e incluso dismi·
nución del contenido de materia grasa en la producción
total de leche. Esto ocurre principalmente por las fuertes variaciones en el pH ruminal, consecuencia de la na·
turaleza del alimento consumido, alto contenido de hidratos de carbono, proteínas animales,aceites,grasas,
etc.
Una unidad para 25-30 vacas, tenía en Estados Un idos
en 1980 un costo aproximado de US$ 3.500
El sistema proporciona concentrado a vacas provistas
de un collar con transponder el cual activa el comedero. Este es similar a los aparatos utilizados para abrir
electrónicamente una puerta de garage.
Las vacas llevan un collar con un transponder que identifica cada vaca al computador cuando entra al puesto
de alimentación. El computador asigna porciones
predetermipadas de su ración diaria de concentrados
y ordena al comedero entregarlo lentamente a Ja vaca
mientras ella está en el puesto de alimentación. SI no
consume su ración total, la cantidad dejada es registrada por el computador; ésto puede ayudar a identificar
precozmente a los animales subalimentados.
El transponder de cada vaca está codíficado electrónicamente de acuerdo a su producción de leche. Cuando la vaca mueve su cuello a través de una antena interrogadora ubicada en el comedero, fluye hacia el trans·
pender energía de radio de alta frecuencia. El aparato
de memoria codificado del transponder empieza a cargar eléctricamente y envía una señal que hace que el
alimento concentrado se entregue a razón de 0.45 kg/
minuto. Una vez que el transponder se carga completamente, la entrega de alimento se detiene. Puede ajustar·
se Ja longitud del tiempo de carga en el transponder, para variar la cantidad de alimento destinado a cada vaca.
Al dejar la vaca el comedero, el transponder se descarga
gradualmente durante 24 horas. Por Jo tanto, cada día
se le permite cierto tiempo en que Je será entregado el
concentrado, el cual puede consumir de una vez o distribuir en varias comidas durante el día. El alimento
disponible para la vaca, en un momento determinado,
es dependiente del alimento asignado a ella que no ha
consumido durante las 24 horas precedentes.
COMEDEROS CONTROLADOS
POR tOMPUTACJON
En este caso, el concentrado entregado a cada vaca del
rebaño, es controlado por un mini o microcomputador
según cantidades programadas por el productor.
Dependiendo del tamaño del computador y del número
de puestos de alimentación, el número de vacas que
puede manejarse con este sistema oscila entre
180-999.
Los costos varían de acuerdo al número de vacas y
equipo accesorio. Las estimaciones para el sistema bási·
ca (computador, puesto de alimentación, transponder,
collares y fuente de poder) dadas por los fabricantes en
Estados Unidos en 1980 variaban entre US$ 110-200
por vaca.
Además, los fabricantes han desarrollado equipo adicio·
na\ que puede ser añadido al de alimentación. Con ello
es posible obtener información como identificación
electrónica, registro automático del rendimiento lácteo,
temperatura del animal, registros completos de producción y salud e información contable; estimándose que,
a futuro, habrá disponibilidad de muchos otros programas de manejo.
Aunque algunos de estos sistemas pueden suministrar
concentrados individualmente y en forma exacta, sufren la misma ímprecisión en la asignación de la ración
total observada en los sistemas convencionales de alimentación que proporcionan concentrados y fon aies
en forma separada.
Et transponder va colgado al cuello de cada vaca y en su selector graduado se programa la cantidad de concentrado que debe
recibir diariamente.
!PA La Platina Nº 12, 1982
Así, los comederos que controlan electrónicamente el
consumo individual de concentrados, no brindan infoi.
maclón sobre la cantidad de forraje consumido por ca·
da vaca y, por lo tanto, la asignación de nutt 1entes
(energía, proteína, calcio, fósforo, etc.) de la dieta to·
tal, no es tan exacta como se suele suponer. Por otra
parte, a medida que el apetito de la vaca por la ración
diaria se hace más limitante, e! suministro separado de
forrajes y concentrados favorece una selección entre
estos alimentos y puede provocar una mayor discrepancia entre la dieta ofrecida y la efectivamente consumida
por los individuos.B
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