Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación S. Martín-Ferrer; J. Rimbau; Ma.C. Joly; 1. Teruel* y J. Pont* Servicios de Neurocirugía y Radiología*. Hospital Universitario "Dr. J. Trueta". Girona te se propone que la clasificación de las fracturas de la apófisis odontoides se limite a las del ápex y de la base. Las primeras pueden ser tratadas conservadoramente. De los 111 casos de fracturas del axis atendidos en Las segundas, siempre inestables, deben ser tratadas nuestro servicio desde 1988 a 1998, 58 presentaban mediante su atornillado anterior como primera opción fracturas de la apófisis odontoides. De éstos, 51 pacienDocumento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier terapéutica. tes fueron intervenidos quirúrgicamente mediante la el 16/11/2016. técnica del atornillado anterior. En este grupo, hemos PALABRAS CLAVE: Fracturas del axis. Fracturas de la conseguido demostrar radiológicamente la existencia apófisis odontoides. Osteosíntesis anterior del axis. Claside una buena consolidación ósea en 48 pacientes ficación fracturas odontoides. Atornillado anterior de la (92.3 %). De todos los casos, en 38 se demuestra una buena alineación (73%) y en 14 (26.9%) algún grado odontoides. de desalineación de la consolidación ósea. Las edades del grupo fueron de los 13 años de edad del más joven, Odontoid fractures. A review and new classificahasta los 86 del de mayor edad. Hemos observado en la tion serie gran disparidad de desplazamientos de la odontoides al ingreso en el hospital. Sólo 15 pacientes (25.8 %) no tenían fracturas desplazadas a su ingreso. Summary Los restantes 43 casos presentaban diversos grados de desplazamientos anterior (27.5 %) o posterior (46.5 %). From the 111 cases of fractures of the Axis treated En diez casos se ha presentado algún tipo de complicain our service from 1989 to 1998, 58 presented with ción (19.2 %), Yno hemos observado mortalidad direcOdontoid fractures. In this group of patients, 51 cases ta respecto al procedimiento. underwent an anterior screw placement of the OdonA partir de los resultados analizados de los casos, la toid. We have been able to demonstrate a good osseous mayoría con controles superiores a los tres años del consolidation after the anterior screw placement in 48 procedimiento, concluimos que ninguno de los factores cases (92.3%). From these cases, in 38 (73%) a good que habitualmente se citan como determinantes en la alineation is demonstrated and in 14 (26.9%) sorne dedecisión de la elección de la técnica quirúrgica aprogree of distorsion is seen with respect to the original piada para el tratamiento de este tipo de fracturas position. In the group, the youngest patient was 13 ye(edad, dirección y grado de desplazamiento, fracturas ar-old and the older was 86 year-old. On admission, asociadas, clasificación de las fracturas, o estado neuwe have observed a great variety of different displacerológico) ha sido un obstáculo ni técnico ni funcional ments of the fractured odontoids while only 15 patients para obtener una correcta consolidación de la fractu(25.8 %) had lined-up fractures. The 43 remaining cara. A partir de los datos obtenidos creemos que los ses presented different degrees of anterior displaceúnicos factores que contraindican el atornillado antement (27.5 %) or posterior (46.5 %). There were surgirior en todos los casos de fracturas de la odontoides, cal complications or functional impairment of the segson el trazo de la fractura y la ruptura del ligamento ment in 9 cases (17.3 %) in controls, and we have not transverso del atlas. A nuestro entender no existen observed direct mortality with respect to the procedufracturas estables de la base de la odontoides. Unicare yet a patient died lately in the same hospitalization mente la localización de la fractura ha condicionado la from other causes. actitud terapéutica en nuestra serie. ConsecuentemenFrom the results here analyzed of the 45 patients with at least a 3-year controls from the procedure, we Neurocirugía 1999; 10: 426-438. conclude that none of the factors habitually reported Resumen 426 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía tales con fracturas de AO están neurológicamente indemas determinant in the decision about which is the most nes""'. Sin embargo, es un tipo de fractura que puede prosuitable surgical technique for the treatment of the ducir la muerte o severas lesiones neurológicas inmediaodontoid fractures (age, direction and degree of displatamente al accidente l , o la muerte por cizallamiento meducement, type of fracture according to Anderson and lar o severas lesiones neurológicas por mielopatía cervical cü' Alonzo), has been a technical or functional obstacle tardía, semanas, meses o incluso años después de produto obtain an adequate consolidation of the fracture. cirse la fractura 7.l6. Aquellos pacientes asintomáticos neuFrom these data, we believe that only the oblique rológicamente que con un correcto tratamiento consiguen fractures and those with an associated rupture of the la reducción, fijación y fusión ósea de su fractura, consitransverse ligament of the axis, are the single contrainguen la curación de estas graves lesiones. dications of anterior screw placement. In our opinion En 1928, Osgood", establece las bases de las pautas de stable fractures of the base of the odontoid do not actuación sobre estas fracturas. Afirma que siempre son existo Only the localization of the fracture has condifracturas graves o al menos con un potencial de gravedad cioned our therapeutical decisions in our series. Consey que deben ser reducidas e inmovilizadas lo más precozquently we propose that the classification of odontoid mente posible. En su trabajo h,ace referencia a que, hasta fractures remains limited to the apex fractures and esa fecha, no se había descrito ningún tratamiento quirúrfractures of the base. The apex former can be treated gico por vía anterior (método directo). Esta última aseveby conservative means but the last, always unstable, Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier ración nos parece esencial, pues este concepto de posibilimust be treated by anterior screwing as the first theradad terapéutica directa no fue recogido y aplicado hasta peutical choice. KEY WORDS: Axis fractures. Odontoid fractures. Antelior spinal fusiono Anterior screw fixation. Odontoid fractures classification. Introducción Las pautas y técnicas quirúrgicas para el tratamiento de las fracturas de la apófisis odontoides (AO) se inician en la primera década de este siglo en el que se han descrito varias clasificaciones de las mismas, numerosos procedimientos tanto conservadores como quirúrgicos y diversos criterios de selección terapéutica. Próximos a finalizar el siglo XX el tratamiento de estas fracturas todavía levanta controversias, no existiendo uniformidad de actuación aceptada de modo general. En 1910, Mixter y Osgood'~, y Pilcher'" publican las dos primeras referencias bibliográficas referentes al tratamiento quirúrgico de una fractura de la base de la AO. Se trataba de pacientes con fracturas antiguas de la base de la AO con pseudoartrosis establecidas que impidieron su correcta reducción y a los que se les aplicó una artrodesis interlaminar C l-C2 con seda, obteniendo un buen resultado funcional y neurológico. A partir de esta fecha y a lo largo de casi setenta años las pautas de actuación terapéutica sobre estas fracturas se dirigen unánimemente en la elaboración, descripción y mejora de técnicas de contención ortopédica8.l2.3761, fijación posterior interlaminar C l_C2 17 .'9JW, fijaciones interarticulares C l_C2 Jw .6', o resecciones de la AOIN (métodos indirectos). En 1911, Ely'lI, asevera equivocadamente que "los síntomas de los traumatismos de la primera, segunda y tercera vértebras cervicales, son la muerte". La gran mayoría de los pacientes que hoy en día llegan a nuestros hospi- 1979 por Nakanishi'lI y Bohler 11 , transcurriendo casi un siglo para que se modificase conceptualmente la necesidad del tratamiento directo anterior sobre el foco de las fracturas de la base de la AO. A lo largo de este siglo las pautas de clasificación y manejo terapéutico de las fracturas de la AOse ha mantenido cuanto menos controvertido. En base a la pauta terapéutica descrita por Mixter y Pilcher en 1910, a lo largo de casi cien años se describen técnicas terapéuticas conservadoras o quirúrgicas que actuan siempre a distancia del foco de la fractura. A las fracturas agudas de la AO son también de aplicación los principios fundamentales de tratamiento de cualquier fractura: Reducción perfecta y precoz corrigiendo todas las desviaciones; Inmovilización absoluta, adecuada, prolongada e ininterrumpida y Tratamiento juncional precoz, activo y persistente. Los dos primeros principios fundamentales fueron ya señalados por Hipócrates, sobre la importancia de la movilización precoz insistieron Lucas Championniere y Bohler. En este trabajo presentamos los criterios seguidos y los resultados obtenidos en el tratamiento de 52 pacientes afectos de una fractura de la base de la AO y 6 casos seleccionados de fracturas transversas del tercio superior del cuerpo del axis, proponiendo, en base a esta experiencia clínica, una nueva clasificación de las fracturas de la AO. Material y Método Material Desde julio de 1989 a julio de 1998, han ingresado en nuestro servicio 111 pacientes afectos de una fractura del axis (Tabla 1). De ellos 52 presentaron una fractura de la 427 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Tabla 1 Fracturas del axis 1989-1998 Fracturas de odontoides Apex l (Martín-Ferrer, 1998) Base 58 Tipo I 9 Fracturas de cuerpo (Benze1, 1994) Fracturas de arco (Levine & Rhyne, 1991) Tipo II 2 Tipo III 20 Tipo I 13 Tipo II 8 Tipo III O Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier base de la Aü (tipo II según la clasificación de Anderson y D' Alanzo (A&AY) y 6 una fractura transversa del 1/3 superior del axis (tipo III de A&A), que representa el 17.1 % del total de fracturas de la columna cervical atendidas en ese período. En este estudio retrospectivo hemos incluido como nuestros a 6 pacientes con fracturas de la base de la Aü atornillados por el primer autor en diversos hospitales del Estado. Treinta y siete pacientes son varones y veintiuno son mujeres, con una media de edad de 48.3 años (rango 1386 años). El agente causal de las fracturas fueron accidentes de tráfico en 34 casos, caídas casuales en 18 casos y accidentes deportivos en 6 casos. Las caídas casuales en vía pública o domicilio predominan en el grupo de 18 (31 %) pacientes por encima de los 65 años. De los 58 casos, 25 (43%) presentaban diversos tipos de fracturas asociadas del axis o del atlas, 18 pacientes (31 %) tenían fracturas del arco posterior del atlas. La radiología simple de la columna cervical fue diagnóstica en todos los casos, aunque también se efectuaron, para su manejo preoperatorio y control postoperatorio, diversos estudios radiológicos (RX, TAC 3D, politomografía lineal y espiroidea, estudios funcion<Jles y RNM). En el momento de su diagnóstico únicamente 15 pacientes (25.8 %) no presentaban desplazamientos de sus fracturas. Los restantes 43 casos (74.1 %) mostraban desplazamientos de la Aü por encima de los 2 mm: en 22 casos (37.9%) estos desplazamientos estaban entre los 6 y 12 mm con diversos grados de angulación de la Aü. De los 43 casos con desplazamiento inicial 16 (27.5%) tenían un desplazamiento anterior y 27 (46.5%) posterior. En posteriores estudios radiológicos preoperatorios a los de su ingreso o una vez en la mesa de operaciones algunos de estos pacientes modificaron la cuantía o incluso el tipo de su desplazamiento confirmando la enorme inestabilidad de las fracturas de la base de la Aü. 428 Fig. 1.- Atornillado fractura base odolltoides con técnica mínimamente invasiva: a) Posición quirúrgica. Doble radioscopia. b) Incisión ImerocenJical derecha. Instrumentación a través de cánulas de trabajo. c) Radioscopia quirúrgica. Atornillado a través de cánula apoyada en la base de C2. Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Fig. 2.- Fracturas consolidadas de la base de la odontoides mediante atornillado anterior. Fusión ósea funcional: a) En retroversión. b) En anteversión. Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier La mayoría de los pacientes han seguido controles clínicos y radiológicos ambulatorios por períodos superiores a tres años. Método De los 58 casos, dos rechazaron el tratamiento quirúrgico que se les propuso y fueron atendidos en otro hospital, dos fallecieron pocas horas después de su ingreso por graves tetraplejias inmediatas al accidente, dos pacientes presentaban fracturas crónicas de la base de la odontoides y sólo aceptaron tratamiento conservador. Los restantes 52 pacientes fueron intervenidos quirúrgicamente: 51 mediante una osteosíntesis anterior de su fractura con tornillo, y 1 caso con una fractura oblicua de atrás hacia delante mediante una artrodesis posterior interlaminar e interarticular C l-C2. Sólo uno de estos 51 pacientes tenía una fractura crónica atornillada a los tres meses del accidente. De los pacientes intervenidos únicamente 12 (23%) presentaban clínica neurológica, 4 con neuralgia por irritación traumática del nervio occipital mayor y 8 con disestesias y leves paresias en miembros superiores. Si excluimos los casos extremos que cursaron con largas estancias pre o postoperatorias por otras graves lesiones traumáticas asociadas (8 casos), la estancia media (EM) preoperatoria ha sido de 6.4 días y la EM postoperatoria de 10.2 días. Todos los pacientes ingresados en nuestro servicio con fracturas de la base de la AO son candidatos a una osteosíntesis anterior de su fractura independientemente de la existencia o no de desplazamiento a su diagnóstico inicial radiológico, de la edad del paciente, de la presencia de fracturas asociadas o de su situación neurológica. Esta osteosíntesis está formalmente contraindicada en el caso de que se objetive la ruptura del ligamento transverso y relativamente en el caso de fracturas con línea de fractura oblicua de atrás hacia adelante. La cirugía se efectúa tan precozmente como lo permite la situación general del paciente en relación a posibles lesiones asociadas y disponibilidades del hospital. Si existe algún tipo de fractura de atlas o axis asociada tributaria de tratamiento quirúrgico, éste se realiza también en el mismo tiempo quirúrgico. Hemos utilizado un compás de tracción de Gardner en 10 casos, se trataba de pacientes con desplazamientos de la AO superior a 6 mm y con síntomas neurológicos mielorradiculares. Unicamente en 6 pacientes se ha demorado la intervención más allá de las dos semanas. Consideramos que la reducción de la fractura es factible manualmente en el acto operatorio. La técnica quirúrgica que utilizamos, descrita por Nakanishi y Bohler, ha sido minuciosamente detallada en anteriores publicaciones nuestras·H5 ; hemos modificado algunos aspectos técnicos en relación al instrumental específico utilizado. Nuestros últimos 4 casos han sido intervenidos a través de pequeñas incisiones de dos cm mediante técnicas mínimamente invasivas al utilizar cánulas de tra429 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Aa Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier Ab 430 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Fig. 3.- Fracturas de la base de la odontoides. Factor dinámico. Caso A: Aa) Fractura base odontoides no desplazada. RX en urgencias. Ab) Desplazamiento anterior de la odontoides a las 24 Copia horas. Tomografía lineal. B: Ba) deRNM cervical:porDesDocumento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. para uso personal, se prohíbeCaso la transmisión este documento cualquier plazamiento posterior de la odontoides. Bb) Reducción de la odontoides tras tracción con compás y fijación con halo. Bc) Reluxación de la odontoides bajo halo. Bd) Reducción y fzjación final tras atornillado anterior resolutorio. bajo que permiten toda la instrumentación a través de ellas (Fig. 1). Aunque inicialmente la técnica se describió con el uso de dos tornillos, diversos trabajos biomecánicos y morfométricos aconsejan el uso de un solo torni110 19."34,40,46.51.57.58.65. Tras la intervención el paciente inicia la deambulación a las 24 horas con una ortesis cervical tipo Philadelphia si sólo existe una fractura aislada de odontoides o tipo SaMIo Neofrack si además hay fracturas de atlas o axis asociadas y que mantenemos de cuatro a seis semanas. Resultados De los 52 casos intervenidos se han conseguido una consolidación de la fractura de la base de la Aa (unión ósea) demostrada radiológicamente en 48 casos (92.3%). A nuestro entender la cuantía, tipo y grado de luxación de la Aa no condiciona el resultado, para nosotros es sólo un factor de mayor o menor dificultad a la hora de su reducción intraoperatoria. Se ha obtenido una correcta alineación de la Aa en 38 casos (73%); en 14 pacientes (26.9%) existe cierta anteversión o retroversión de la Aa (Fig. 2), aunque esta situación no modifica una correcta funcionalidad del complejo atloaxoideo I3 .38. Unicamente 20 pacientes (38.4%) tienen discretamente limitada su motilidad cervical en algún recorrido en relación a fracturas asociadas de atlas o axis. Cuarenta y cinco pacientes (86.5%) tienen una exploración neurológica completamente normal tras su cirugía; 6 persisten con síntomas neurológicos disestésicos y mínimas paresias de miembros superiores no invalidantes en ningún caso. Un solo paciente mantiene una hemiparesia secundaria a complicación intraoperatona. Discusión Métodos de tratamiento Resulta obvio que el principal objetivo del tratamiento de una fractura de la Aa es conseguir, lo antes posible y de la forma más cómoda, su consolidación ósea, respetando la función biomecánica del complejo atloaxoideo y a las estructuras vasculonerviosas cercanas. Según nuestro criterio, hay que relegar a un segundo plano de selección terapéutica aquellos métodos que, por actuar a distancia del foco de fractura, impiden una inmovilización absoluta o bien reducen, de entrada, la funcionalidad del complejo Cl-C2. Creemos firmemente que reducir lo mejor y lo más precoz posible una fractura de la Aa, inmovilizarla completamente actuando directamente sobre el foco de fractura y no interferir sobre los elementos ligamentosos, articulares y musculares del complejo que la rodea, es el método terapéutico que inicialmente debemos ofrecer a todos los pacientes con este tipo de fractura. Métodos indirectos Son aquellos que actúan a distancia del foco de la fractura de la Aa. Tradicionalmente se han usado técnicas conservadoras como diversos tipos de ortesis cervicales, compás de tracción cervical o halos craneotorácicos, y técnicas quirúrgicas de artrodesis interlaminares C l-C2, artrodesis occipitocervicales, artrodesis interarticulares anterior o posterior Cl-C2, resecciones de la Aa o técnicas combinadas. La aplicación práctica de un tipo u otro de estas técnicas ha estado condicionada atendiendo a numerosos factores de selección terapéutica no coincidentes 431 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier Fig. 4.- Fracturas asociadas: Caso 1: a) Politomografía espiroidea. Fractura base odontoides asociada a fractura inestable de los pedículos de C2. Tratamiento quirúrgico. Caso 2: 2a-b-c) Rx y TAC preoperatorio de fractura de la base de la odontoides asociada a fractura de arco posterior de Cl, de masas laterales de C2 y de pedículo derecho de C2. 2d-e) Atornillado anterior del axis resolutorio del caso bajo ortesis SOMI. entre los diversos autores y no lográndose establecer nunca pautas de actuación uniformes y universalmente aceptadas5.6. 14.31.36.49.56. En la mayoría de las series publicadas en los últimos 80 años se describe un considerable número de fracasos en el tratamiento de las fracturas de la base de la Aü independientemente de los métodos indirectos utilizados8.15.24.64. Entre otros se ha implicado a factores de déficit vascular o di· ferenciación trabecular deficitaria en la base de la Aü para 432 explicar estos fracasos("'. En este período la mayoría de los pacientes han sido tratados mediante métodos conservadores o artrodesis interlaminar C l-C2. Según la literatura el índice de fracasos de consolidación con el uso de ortesis cervicales oscila del 15 al 100% de los casosI5.24.64; los pacientes tratados mediante halo craneotorácico o compás de tracción cervical no superan el 60% de consolidaciones óseas4.61 y los sometidos a artrodesis interlaminares obtienen de un 20 a un 100% de consolidaciones I5.24 . Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía aplicación no presenta más dificultad técnica que cualquier abordaje cervical anterior. Hoy en día ningún paciente tributario de esta técnica debería ser tratado inicialmente mediante técnicas indirectas que consiguen menos número de consolidaciones óseas o que de entrada reducen la funcionalidad atloaxoidea. Hasta este último decenio no aparecen diversos trabajos publicados en que los índices de fusión mejoran sustancialmente siempre en relación al abordaje directo del foco de la fractura de la base de la Aü mediante su osteosíntesis anterior con tornillos, obteniéndose resultados más uniformes, siempre por encima del 90%J9AOAJA5.5~.63, con escasa morbilidad y ausencia de mortalidad relacionada directamente con la técnica. Factores de selección terapéutica Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier Edad Algunos autores consideran que la edad es un factor condicionante que contraindica el atornillado anterior de las fracturas de la Aü por encima de los 65 años 5.J2. Tal suposición ha sido rebatida tanto por nuestra experiencia como por otros autores lOAO . A nuestro juicio la osteosíntesis anterior en pacientes añosos es el mejor método de tratamiento posible ya que, con una relativamente poco agresiva intervención quirúrgica se evitan largos períodos de encarnamiento, se facilita rápidamente la movilización del paciente sin apenas soportes externos y, a nuestro parecer, es una técnica mucho menos agresiva que los abordajes posteriores. Consideramos que no existe contraindicación para el atornillado anterior de la odontoides por encima de los 12 años, fecha en que se produce la consolidación fisiológica de la Aü al cuerpo del axis. Sin embargo, recientemente se han publicado trabajos en que se ha efectuado osteosíntesis de estas fracturas en pacientes a partir de los tres años de edad. Así en la literatura queda establecido el rango de indicación para estas osteosíntesis desde los 3 a los 95 años26AoAI. Método directo La osteosíntesis anterior de las fracturas agudas de la base de la Aü mediante su atornillado, descrita por Bohler y Nakanishi en 1981, nos parece el método ideal e inicial de tratamiento de todas estas fracturas. Cumple todos los requisitos traumatológicos de tratamiento de una fractura, obtiene consolidación ósea en la gran mayoría de los casos, y tras un cuidadoso aprendizaje y meticulosidad en su Desplazamiento Tras su fractura y dependiendo del mecanismo biomecánico de su producción la Aü puede desplazarse anterior, posterior y/o lateralmente en relación al cuerpo del axis, con diversos grados de angulación o de separación del cuerpo. La cuantía del desplazamiento (> 4-6mm) y su dirección condiciona para algunos autores la elección del método de tratamiento ya sea conservador o quirúrgico en base a su estabilidad y reductibilidad5.15 . Para nosotros todas las fracturas de la base de la Aü son fracturas inestables y el grado de desplazamiento objetivado radiológicamente en un momento determinado puede variar de un momento a otro en nuevos estudios radiológicos (factor dinámico) (Fig. 3). No hemos tenido dificultad alguna pa- 433 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía ra reducir adecuadamente las Aü desplazadas con maniobras intraoperatorias en la gran mayoría de los casos. La estabilidad final se consigue con la inmovilización de los fragmentos tras su atornillado. Fracturas asociadas Alrededor de un 40% de las fracturas de la Aü se asocian a otras fracturas del compejo C l-C2". De éstas un 20% corresponden a fracturas del arco posterior de C 1, impidiendo la aplicación de técnicas de fusión interlaminares Cl-C2, al menos en fases precoces. Según nuestro criterio las fracturas asociadas a una fractura de lá base de la Aü no condicionan su atornillado anterior. Cada fractura debe analizarse individualmente y aplicar concomitantemente el tratamiento quirúrgico o conservador que requiera cada una de ellas (Fig. 4). Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier Línea de fractura El trazo de la línea de fractura de la Aü puede ser horizontal, oblicuo anterior u oblicuo posterior. Muy pocos casos presentan un trazo conminuto. Unicamente se contraindica el atornillado anterior en aquellas fracturas oblicuas con línea de fractura de atrás hacia delante y de arriba hacia abajo por su inestabilidad biomecánica tras el atornillado, a no ser que se añada a la osteosíntesis algún sistema de contención antideslizante de la odontoides. Integridad ligamentosa La ruptura concomitante del ligamento transverso provoca una grave inestabilidad atloaxoidea que contraindica el atornillado directo anterior de una fractura de la base de la Aü!8J;. (Fig. 5). Malformaciones congénitas En la literatura revisada no hemos encontrado ningún caso que asocie una fractura de la Aü a algún tipo de malformación congénita del complejo occipitocervical. En nuestra casuística un paciente presentaba asociada a su fractura, una agenesia parcial del atlas, y otro un bloque congénito C2-C3. La agenesia o asimilación del atlas es muy infrecuente (0.081-2.76%). Estas malformaciones no condicionaron la osteosíntesis anterior, si bien en el segundo caso tuvimos que utilizar un largo tornillo desde la base anterior de C3 hasta el vértex de la Aü. (Fig. 6). k ~1\~:lJI:.~<IIÍII>'III·.!1"'."-::""",,,,.,,. Fig. 5.- Luxación atloaxoidea por ruptura aislada delligamento transverso del atlas: a) RX luxación atloaxoidea. b y c) TAC y RNM del atlas: Arrancamiento de la inserción del ligamento transverso (flechas). 434 Tiempo de evolución Según nuestra opinión, el atornillado directo de una fractura de la Aü no debe demorarse más allá de las dos semanas. Cuanto más reciente es una fractura más fácil es su reducción. La inmovilización del foco de la fractura debe realizarse antes de que se inicien los mecanismos fisiopatológicos de producción de la pseudoartrosis. No obstante, y como en un caso nuestro, se han descrito casos Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación Neurocirugía Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier Ab Aá 1Ba Fig. 6.- Fracturas base odontoides asociada a malformaciones congénitas: Caso A: a y b) Hipoplasia del atlas. Atornillado fractura. Caso B: a y b) Fusión Klippel-Feil C2C3. Atornillado fractura de base de odontoides desde la base de C3. 435 Fracturas de la apófisis odontoides: Revisión de nuestra casuística, implicaciones terapéuticas y nueva clasificación aislados de consolidación ósea en fracturas de la base de la AO con osteosíntesis anteriores practicadas varios meses después de su producción""5. Neurocirugía AO se limiten a aquellas del ápex y a aquellas de la base. Las primeras pueden manejarse mediante métodos conservadores de contención, y las segundas que consideramos siempre inestables deben ser tratadas inicialmente mediante su osteosíntesis anterior, reservando los otros métoComplicaciones dos de tratamiento indirectos cuando fracase su osteoEn nuestra serie diez pacientes (19.2%) han presentado síntesis directa o bien en el caso de su diagnóstico tardío. algún tipo de complicación. Se han constatado 4 pseudoarAunque se ha relacionado a las fracturas apicales de la trosis del foco de la fractura, dos de ellas precisaron nueva odontoides con severos traumatismos cervicales con luxaestabilización mediante una artrodesis interlaminar e interarticular posterior C I-C2 y otros dos, con uniones fibrociones occipitocervicales, la realidad hospitalaria es que sas totalmente funcionales y con ausencia de movilidad del se tratan de raras y muy infrecuentes fracturas, sin implifoco de la fractura, siguen controles exhaustivos evolucaciones neurológicas ni biomecánicas y tributarias de trativos y no descartamos que en un futuro precisen una ostetamiento conservador ortopédico. En nuestra serie únicaosíntesis posterior interlaminar e interarticular C I-Cl si en mente hemos diagnosticado una fractura del ápex de la AO que curó tras 4 semanas de inmovilización con una futuros controles radiológicos se objetiva inestabilidad en ortesis Philadelphia. ,el foco de la fractura. Para nosotros esta unión fibrosa, "fidescargado de http://www.revistaneurocirugia.com Copiafracturas para uso personal, prohíbe transmisión de este documento por cualquier brous union"Documento de los anglosajones no representa en ningúnel 16/11/2016.Las de lasebase dela la AO representan el 60% caso la resolución definitiva del problema. Un caso presende las fracturas de C2, siendo las lesiones traumáticas más tó una lesión protuberancial en relación a las maniobras de frecuentes del axis 2uo . Su escasa expresividad clínica obliinstrumentación por migración craneal inadvertida de la ga a los servicios de urgencia hospitalarios a descartar su aguja de Kishner durante la cirugía y que le ha acarreado existencia en todos aquellos pacientes traumáticos inconsuna hemiparesia residual. Dos casos precisaron traqueostocientes o con mecanismo biomecánico traumático que sumia en el postoperatorio inmediato por edema cervical de giera su existencia. Aunque la gran mayoría de pacientes partes blandas. Dos casos precisaron ser reintervenidos en con este tipo de fracturas diagnosticados en nuestros hosel mismo ingreso hospitalario por malposición primaria del pitales no presentan apenas lesiones neurológicas, se acepta su gravedad en la creencia de la dificultad de su tornillo en la primera osteosíntesis, y uno más precisó retirar el tornillo de la osteosíntesis seis meses después de la tratamiento para obtener su consolidación y su potencial cirugía, tras constatar la consolidación ósea de la fractura, de gravedad si esta consolidación no se consigue. por demasiada protusión del tornillo en el ápex de la odontoides. Un solo paciente, de 84 años de edad, atornillado Conclusión por el autor en otro hospital, falleció por complicaciones cardiorespiratorias varios días después de la cirugía sin reLas fracturas de la AO pueden clasificarse en fracturas lación directa con este procedimiento. del ápex y en fracturas de la base. Hace 70 años se sugirió la técnicas2 y hace 20 años se Clasificación de las fracturas de la AO describió la osteosíntesis anterior de las fracturas agudas de la base de la AO ' J.50. Algunos servicios venimos utilizando Aunque se han descrito diversos modelos de clasificación de las fracturas de la A02.23·25.29.55.59, todavía, y desde esta técnica habitualmente desde hace 10 años. A lo largo hace 25 años se acepta casi unánimemente la clasificación de estos años se ha demostrado un progresivo interés por la de las mismas propuesta por A&A en 1974'. misma; dados los resultados publicados, y basándonos en la En la década de los noventa las fracturas del axis han evidencia de nuestra propia experiencia clínica, consideraatraido la atención de la comunidad científica internamos firmemente que esta técnica es el método inicial de cional, suscitándose nuevas teorías fisiopatogénicas y bioelección en la gran mayoría de los pacientes afectos de mecánicas9, y renovándose clásicos conceptos de clasififracturas agudas de la base de la odontoides. A nuestro encación y tratamiento. En 1994, BenzeF, clasifica a las tender se precisaran futuros estudios para establecer cuál es fracturas del cuerpo del axis en coronales, sagitales y el método ideal de tratamiento de las fracturas crónicas de transversas (tipo 1, n, III); las fracturas tipo III de la clasila base de la odontoides intentando respetar todos los principios terapéuticos expuestos en este trabajo. ficación de A&A coinciden con las fracturas tipo III de la clasificación de Benzel. Coincidimos con Benzel en que Bibliografía estas fracturas no son fracturas de la AO sino fracturas del cuerpo del axis con implicaciones terapéuticas distintas a 1. Adams, V.l.: Neck injuries: n. Atlantoaxial dislocation las de las fracturas de la base de la AO, y de actual manea pathologic study of 14 traffic fatalities. J. Forensic. Sci. jo controvertido. 1992; 37: 565-573. 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