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Centro de
Espiritualidad
Paulina de México
Pautas de Retiro para el mes de Junio 2015
CENTENARIO DE LAS HIJAS DE SAN PABLO
I. La Palabra de Dios
San Pablo tenía un aprecio inmenso por las mujeres. Él da un paso delante del pensamiento de su
época: “No hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre, entre hombre y mujer,
pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál 3,28). Aquí está una novedad en la predicación de
san Pablo, pues con el bautismo recibían el “programa de vida” a seguir: suprimir todas las
discriminaciones y exclusiones provenientes de la raza, condición social o género1. Así pensaba Pablo
respecto de las mujeres.
Un texto importante para profundizar el tema, es el capítulo 16 de la carta a los Romanos2. Nos
interesa subrayar la cantidad de mujeres citadas por Pablo y el explícito agradecimiento que manifiesta
hacia ellas. En primer lugar recordemos a Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas (cfr. Rm 16,1-2).
Tal vez sea la única diaconisa citada en los textos paulinos3. Cencreas era uno de los puertos de
Corinto. La mayoría de los estudiosos piensan que fue la portadora de la carta a los Romanos y, más
aún, la organizadora del viaje de Pablo a España (cfr. Rm 15,24.28). Tal vez por eso Pablo, además de
pedir a los romanos que la acojan, añade esta orientación: “Os recomiendo que la ayudéis en todo lo
que necesite, porque también ella ha ayudado a muchos, y en particular a mí” (Rm 16,2b). Si Pablo no
fuese capaz de estimar y valorar la capacidad de las mujeres no habría actuado así.
En Rm 16,3 Pablo se salta el protocolo y cita primero a la mujer (Prisca) y después al marido. Este
perspicaz detalle nos hace pensar que Prisca se habría empeñado más que su esposo, y Pablo lo
reconoce así.
Manda saludos a María y reconoce su trabajo realizado en favor de las comunidades (cfr. Rm
16,6). Recuerda otro matrimonio, Andrónico y Junia, de los cuales nada se sabe a no ser lo que se dice
aquí: se convirtieron antes que Pablo, fueron sus compañeros de prisión y son parientes suyos, tal vez
simplemente “judíos” (cfr. Rm 16,7). Se debe notar un detalle: Pablo llama a este matrimonio
“apóstoles importantes”. Se sabe que en aquel tiempo, había un grupo conservador de cristianos, ligado
a la iglesia de Jerusalén, que consideraba apóstol solamente a quien hubiera pertenecido al grupo
cerrado de los Doce.
1
Cfr. ANCHEZ BOSCH JORDI, Escritos Paulinos, Estella 2002, 266.
Cfr. BROWN, R.E. − FITZMYER, J.A. – MURPHY, R.E., ed., Comentario Bíblico “San Jerónimo”, Madrid 1972, 199-202.
3
Cfr., BALTZ, H. − SCHNEIDER, G., Diccionario Exegético del Nuevo Testamento, Salamanca 2005, 915.
2
Trifena, Trifosa y Pérsida (cfr. Rm 16,12) son recordadas por sus características. Las dos primeras
(tal vez gemelas), debido a su trabajo; la otra, por su cariño. La madre de Rufo (cfr. Rm 16,13), sin
nombre, es una especie de madre adoptiva de Pablo. Nada sabemos de su madre física, pero tenemos la
certeza de que sentía cariño por quien lo adoptó como hijo. Las últimas mujeres citadas, Julia (tal vez
esposa de Filólogo), la hermana de Nereo y Olimpia son citadas junto con varios hombres, sin una
característica específica (cfr. Rm 16,15).
Son 11 mujeres. Analizando sus nombres descubrimos que entre ellas había judías y no judías,
nacidas libres y esclavas libertas, algunas mujeres de alto nivel social y otras del pueblo.
Además, Pablo aún cita otras muchas mujeres en sus cartas, como por ejemplo: Cloe (cfr. 1Cor
1,11) y Apia, esposa de Filemón (Flm 1,2), lo que parece dar la razón al principio establecido en
Gálatas 3,284.
II. Magisterio de la Iglesia5
Como conclusión de las sesiones conciliares, el Papa Pablo VI –con mirada profética– despedía a
los Obispos reunidos en Roma, uniendo tradición y futuro: “En esta asamblea universal, en este punto
privilegiado del tiempo y del espacio convergen a la vez el pasado, el presente y el porvenir. El pasado,
porque está aquí reunida la Iglesia de Cristo, con su tradición, su historia, sus concilios, sus doctores,
sus santos. El presente, porque nos separamos para ir al mundo de hoy, con sus miserias, sus dolores,
sus pecados, pero también con sus prodigiosos éxitos, sus valores, sus virtudes… El porvenir está allí,
en fin, en el llamamiento imperioso de los pueblos para una mayor justicia, en su voluntad de paz, en su
sed, consciente o inconsciente, de una vida más elevada: la que precisamente Cristo puede y quiere
darles…”.
El Papa Francisco nos anima con pasión a proseguir con paso veloz y alegre el camino: “Guiados
por el Espíritu, nunca rígidos, nunca cerrados, siempre abiertos a la voz de Dios que habla, que abre,
que conduce, que nos invita a ir hacia el horizonte”.
¿Qué tierras estamos habitando y qué horizontes se nos ha dado escrutar?
El Papa Francisco nos llama a acoger el hoy de Dios y sus novedades, nos invita a las “sorpresas
de Dios” en la fidelidad, sin miedo ni resistencias, para “ser profetas que dan testimonio de cómo Jesús
ha vivido en esta tierra, que anuncian cómo será en su perfección el Reino de Dios. Jamás un religioso
debe renunciar a su profecía”.
Resuena para nosotros la invitación a seguir en el camino llevando en el corazón las esperanzas del
mundo. Percibimos la ligereza y el peso, mientras escrutamos la imprevisible llegada de la nubecita.
Humilde germen de una noticia que no se puede callar.
La vida religiosa vive un periodo de exigentes cambios y de necesidades nuevas. La crisis es el
estado en el que se es llamado al ejercicio evangélico del discernimiento, es la oportunidad de elegir
con sabiduría como el escriba, que extrae del tesoro cosas nuevas y cosas antiguas mientras recordamos
que la historia siente la tentación de conservar más de aquello que un día podría ser utilizado. Corremos
4
Cfr., LÉON-DUFOUR, Vocabulario de teología bíblica, Barcelona 2001, 570.
5
Papa Francisco, Escrutad N° 10. II Carta a los consagrados y consagradas en el camino por los signos de los
tiempos, San Pablo, México 2014.
2
el riesgo de conservar “memorias” sacralizadas que vuelven menos cómoda la salida de la cueva de
nuestras seguridades. El Señor nos ama con amor perenne: dicha confianza nos llama a la libertad.
III. Palabras del Fundador6
“El Espíritu Santo –afirmaba el Primer Maestro durante los ejercicios espirituales extraordinarios
de las Hijas de San Pablo, el 30 de mayo de 1961– no está solamente en la superiora general, provincial
o local, sino también en los miembros (…) Cuídense y utilícense las luces e inspiraciones que vienen
de los miembros. La Iglesia es un cuerpo místico. Que nadie crea que obra independientemente, porque
el instituto es una sociedad, y en la sociedad hay miembros que pueden hablar (…) Conviene dar
mucha importancia a los miembros del instituto. Repito: el Espíritu santo opera en el cuerpo”.
Las Familias Paulinas fueron concebidas y fundadas como un pequeño “ejército” que debe
marchar unido y perfectamente sincronizado, si no quiere verse paralizado y desbaratado. Si queremos,
pues, permanecer fieles a la obra y al espíritu del Fundador, al mismo tiempo que procuramos llevar al
más alto grado posible de eficacia la coordinación entre nuestras personas y actividades, debemos
contribuir con el máximo esfuerzo, dentro de los límites de nuestras responsabilidades, a la
coordinación de los límites de nuestras responsabilidades, a la coordinación apostólica entre personas,
instituciones y obras existentes.
Coordinación que debe ser completa, tanto en el plan general como en el territorial y sectorial;
tanto en la fase de programación como en la ejecutiva y sus tres momentos: creador, técnico y difusor.
Por consiguiente, y de modo particular en nuestras relaciones con las Hijas de San Pablo:
 En cada uno de esos tres momentos, nos orientaremos cada vez más hacia una mutua
complementariedad, de modo que pueda evitarse la dispersión de fuerzas resultante de la inútil –
antiapostólica y antieconómica– duplicidad de oficinas de creatividad, instalaciones de tipo
industrial y estructuras organizativas.
 Estaremos disponibles para constituir todos los organismos técnicos necesarios en la coordinación
apostólica, tanto en el plan general como en el territorial y sectorial. Dichos organismos podrán
tener el carácter de comisiones mixtas y paritarias, ya sea para estudiar y preparar los acuerdos y las
decisiones concernientes a los competentes órganos de gobierno, y ya sea para preparar la ejecución
de esos acuerdos y decisiones.
 Evitaremos, incluso en las apariencias, cualquier concurrencia y rivalidad, tanto en las iniciativas
como en los precios y descuentos7.
IV. Actualización
A partir de la Palabra de Dios aquí presentada, podemos notar la mentalidad de san Pablo con las
colaboradoras en la evangelización. Los testimonios no son sumarios en el capítulo 16 de la Carta a los
Romanos; tenemos referencias también en 1Cor 1,11 y en Filemón 1,2. Pablo no sólo elenca a las
colaboradoras sino que da rasgos muy precisos de su colaboración en la Iglesia.
El padre Alberione, atento, en muchos aspectos, a la doctrina y práctica eclesial de san Pablo, desde los
albores de las fundaciones intuye el sentido y el valor de la “mujer asociada al celo sacerdotal”.
Particularmente quiso una comunidad masculina y específicamente una comunidad femenina,
6
7
Documentos del Capítulo General Especial 1969-1971, Ed. Paulinas, Madrid 1980, N° 46.
Cfr. Documentos del Capítulo General Especial 1969-1971, o.c., N° 320.
3
comprometidas ambas en la evangelización a través de los medios sociales de comunicación. No se
trataba de repetir, ni siquiera de diversificar sino de colaborar. Esta misión carismática es tan fina y
compleja que requiere de la energía masculina y de la intuición femenina. ¡Gloria a Dios que existen
dos congregaciones, la masculina y la femenina, comprometidas en un mismo carisma!
Con la bondad de Dios se cumplió en 2014 el primer centenario de fundación de los Paulinos,
sacerdotes y hermanos, y ahora ha llegado la fecha de fundación de las Hermanas Paulinas.
El Papa Francisco abona el terreno de la reflexión llamándonos a acoger el hoy de Dios y sus
novedades e invitándonos a las “sorpresas de Dios” en la fidelidad, sin miedo ni resistencias, para “ser
profetas que dan testimonio de cómo Jesús ha vivido en esta tierra anunciando cómo será en su
perfección el Reino de Dios. Jamás un religioso debe renunciar a su profecía”.
Por su parte el padre Fundador, entre otras consideraciones, nos re convoca, siempre con su estilo
característico, a la unidad entre todas las fundaciones que él solía llamar “familia” o “familias”. Y en
referencia particular a los Paulinos y las Paulinas, reaparece ese “sueño alberoniano” de la
coordinación apostólica en las áreas creativa, productiva y difusiva. Hay quien piensa que las utopías
son meros desiderativos; las verdaderas utopías son realizables (recuérdese a Don Vasco de Quiroga
haciendo realidad, en el territorio pastoral a él encomendado en Michoacán, los “sueños” de Tomás
Moro).
Los “sueños” de grandes personalidades o utopías suelen tardar para llegar, pero no mueren en la
frustración o el olvido.
V. Oración
Proponemos la oración por la glorificación de la Madre Tecla Merlo, esa mujer asociada al P.
Alberione en la fundación de las Hijas de san Pablo y por tanto la primera Hermana Paulina:
Santísima Trinidad, te doy gracias por los singulares dones de luz, gracia y virtud que
concediste a la venerable Tecla Merlo, y por haberla elegido y constituido madre sabia y guía segura
de las Hijas de san Pablo.
Por su intercesión, concédeme vivir sus grandes amores: Jesús Maestro, la Eucaristía, la
Iglesia, la humanidad y el Evangelio anunciado a todos con los instrumentos de comunicación social,
hasta el sacrificio total.
Señor, si está dentro de los designios de tu sabiduría divina, glorifica a esta Servidora fiel, para
gozo de la Iglesia y para bien de la humanidad, y por su intercesión, concédeme lo que te pido…
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
VI. Bibliografía
1. Sagrada Biblia
2. Papa Francisco, Escrutad. II Carta a los consagrados y consagradas en el camino por los signos
de los tiempos, San Pablo, México 2014.
3. Documentos del Capítulo General Especial 1969-1971, Ed. Paulinas, Madrid 1980.
4. Oración propuesta por la congregación de las Hijas de san Pablo para la glorificación de la
venerable Hermana Tecla Merlo, estrecha colaboradora del P. Alberione, en especial en la
fundación de dicha congregación.
4
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