En la ciudad de General San Martín, a los 19 días del mes de julio de 2007, se reúnen en acuerdo ordinario los jueces de la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en San Martín, Ana María Bezzi y Jorge Augusto Saulquin, en presencia de la Sra. Secretaria Ana Clara González Moras, para dictar sentencia en la causa Nº 962-2007, caratulada “Municipalidad de San Isidro c/ Karagozian Aldo y otra s/ pedido de orden de allanamiento”. Establecido el siguiente orden de votación, de acuerdo al sorteo efectuado: Ana María Bezzi y Jorge Augusto Saulquin, se estableció la siguiente cuestión a resolver: ¿se ajusta a derecho la decisión apelada? A la cuestión planteada Ana María Bezzi dijo: I. A fs. el Juez de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo de San Isidro hizo lugar a la medida solicitada y ordenó allanar el inmueble sito en la calle Bolivar 1275/85 esquina Av. Mitre nº 2294/96/98 de la localidad de Beccar, Partido de San Isidro a efectos de dar cumplimiento con el Decreto nº 175/05 dictado por el Intendente Municipal. Facultó para el cumplimiento de la orden a la Municipalidad de San Isidro, por medio de sus órganos competentes. Libró mandamiento e impuso las costas por su orden. Difirió la regulación de honorarios. Para así decidir, en lo sustancial, consideró que a fs. 130/132 se presenta la Municipalidad de San Isidro y solicita se libre orden de allanamiento del inmueble en cuestión. Señaló que en dicha presentación la comuna manifiesta que los propietarios del inmueble habían presentado un permiso de obra y para su aprobación los respectivos planos de regularización y demolición. Expone que la actora indica que la Dirección de Obras Particulares le otorga dicho permiso de acuerdo a la reglamentación vigente. 1 Destacó que conforme acta acompañada a fs. 39, funcionarios municipales constatan que la obra se estaba realizando según la autorización municipal pero hasta ese momento no se había llevado a cabo la demolición ordenada y, por tal motivo el día 18-01-2005 (ver fs. 44/45), se dictó el decreto nº 175/05, mediante el cual se ordena intimar a los propietarios de inmueble para que en el plazo de 10 días procedan a efectuar los trabajos de demolición correspondiente. Explicó que la comuna destaca que con fecha 27-06-05 se constata que no se habían realizado los trabajos de demolición y, que el día 31-10-05 se dicta el decreto nº 2587 (ver fs. 107/108), ordenando a la Asesoría Legal Municipal a efectuar el pedido de orden de allanamiento, a fin de poder llevar a cabo la medida ordenada. Puntualizó que la actora pide, en atención a lo estipulado en el artículo 24 de la Constitución de la Provincia, que se libre orden de allanamiento para demoler. Indicó que a fs. 183/191 se presenta la apoderada de los Sres. Karagozian y Maino, propietarios del inmueble y, contesta el traslado ordenado a fs. 150. Destacó el magistrado de grado que en dicha presentación los demandados solicitaron el rechazo de la orden de allanamiento en tanto habían presentado un pedido de regularización de planos en fecha 25/09/06 ante la Dirección de Catastro de la Municipalidad de San Isidro. Afirmó que de dicha solicitud se corrió traslado a la actora, quien lo contestó y requirió el rechazo del hecho nuevo alegado en el entendimiento de que resultaba una maniobra dilatoria, tendiente a no dar cumplimiento con las normas reglamentarias vigentes y pidió se ordenara la demolición de la obra construída en infracción. Seguidamente el magistrado de grado entendió que se encontraba configurada la apariencia de buen derecho requerida para la concesión de la medida pedida, en cuanto en el caso en estudio existía 2 un decreto del Intendente comunal dictado en el marco del expediente 12349-0-2004, notificado el día 21/01/2005, v. fs. 48/49. Afirmó que los actos administrativos se presumen legítimos, por lo que su fuerza ejecutoria faculta a la administración a ponerlo en práctica por sus propios medios. Refirió que la Constitución de la Provincia de Buenos Aires prevé en su artículo 24 que el domicilio de una persona no podrá ser allanado sino por orden de juez o de las autoridades municipales encargadas de vigilar la ejecución de los reglamentos de salubridad y a este solo efecto, razón por la cual la actora inició esta acción. Consideró que el peligro en la demora se encontraba acreditado atento el estado de una construcción antirreglamentaria. Y que con el dictado de la medida no causaba afectación al orden público o un compromiso a la actuación del poder administrador, sino que por el contrario aparecía en las actuales circunstancias como un instrumento útil para dar satisfacción a los señalados intereses. En términos generales, especificó los recaudos y características de las medidas que calificó como “autosatisfactiva”. Por último, en atención al objeto del litigio y habiendo quedado garantizado el derecho de defensa de las partes en el expediente administrativo acompañado, y no habiendo hechos controvertidos, decidió que resultaba impertinente la prueba ofrecida a fs. 189 pto. VII.. II. A fs. 211/219 y vta. la demandada contra dicha decisión interpuso recurso de apelación, el que fue contestado por la actora a fs. 222/230 y vta.. Expone el apelante, en lo sustancial, los siguientes agravios a saber: 1- que con fecha 25 de septiembre de 2006 dicha parte efectuó una presentación de certificación parcelaria ante la Dirección de Catastro de la Municipalidad de San Isidro, con el objeto de regularizar 3 la obra que se pretende allanar, en base a la existencia de la aprobación por parte de la Municipalidad de San Isidro de construcciones similares, en actuaciones de éstas características; 2- que el a quo hizo lugar a la pretensión de la actora desestimando la totalidad de las defensas esgrimidas por dicha parte, y a su vez desestimó el pedido de apertura a prueba, generando en consecuencia un desmedro de los derechos del accionado y provocando un perjuicio concreto y real al derecho de propiedad, de defensa en juicio y debido proceso; 3- que no se encuentran reunidos los presupuestos que habilitan llevar adelante la medida ordenada; 4- que no se ha configurado la verosimilitud del derecho, pues, se han iniciado ante la accionante las presentaciones necesarias a efectos de regularizar la situación edilicia motivo de la presente acción, fundada en el propio accionar de la Municipalidad de San Isidro, la cual se ha expedido en situaciones concretas y similares a favor de los propietarios, autorizando las construcciones en forma reglamentaria; 5- que el juez de primera instancia rechaza in limine el planteo realizado por dicha parte y su argumentación en base a las manifestaciones de la actora, sin entrar en el fondo del asunto o analizar el derecho que le corresponde a la parte contraria, siendo en consecuencia arbitrario y desvirtuando el proceso de defensa de dicha parte; 6- que tampoco se ha acreditado el peligro en la demora, en tanto la construcción no se encuentra en mal estado o con peligro de derrumbe, generando peligro o molestia a vecino alguno; 7- que la actora no ha demostrado en forma palmaria la existencia de peligro en la demora, dado lo cual no se reúnen los presupuestos necesarios para llevar adelante la medida solicitada. Es más, la comuna ha convalidado la mayoría de las construcciones que 4 se encuentran dentro del Barrio Parque Boating Club, lo que evidencia una actitud persecutoria por parte de la accionante contra aquéllos; 8- que no ha quedado garantizado el derecho de defensa. Explica que oportunamente las defensas fueron opuestas en sede administrativa y la Municipalidad de San Isidro rechazó las mismas sin un análisis debido, dado lo cual correspondía al fuero judicial ordenar la apertura a prueba y no rechazarlas sistemáticamente como se ha efectuado; la providencia recurrida coloca a dicha parte en estado de indefensión. III. A fs. 237 y vta. esta alzada efectúo el correspondiente análisis de admisibilidad, concedió el recurso con efecto suspensivo y llamó autos para sentencia. IV. En esas condiciones, a fin de resolver la cuestión debatida ante esta instancia, entiendo oportuno señalar que de las constancias de autos surge que: 1- a fs. 130/132 y vta. la Municipalidad de San Isidro pidió una orden de allanamiento a fin de demoler una construcción antirreglamentaria, de acuerdo a lo normado en el artículo 24 de la Constitución provincial (ver fs. 130/131 y vta.); 2- a fs. 133 el a quo en virtud de lo solicitado, libró mandamiento de constatación con habilitación de días y horas, a diligenciarse por la Oficina de Mandamientos y Notificaciones de San Isidro, pudiendo el oficial de justicia hacer uso de la fuerza pública y allanar domicilio en caso de considerarlo necesario, a efectos de que los Sres. Luis Bustamante y Angel Curoto, realizaran los estudios y verificaciones necesarias para evaluar las tareas de demolición de lo construido en infracción, en el inmueble que detalla; 3- a fs. 147 obra el resultado de la diligencia del mandamiento de constatación. En lo que aquí respecta, si bien en el informe los Sres. autorizados a efectuar la constatación suscribieron junto con el oficial 5 de justicia el mandamiento, no agregaron el informe del resultado concreto de la constatación. Ello, en tanto en el informe sólo se consignó: “Acto seguido la compareciente nos facilita el acceso al inmueble procediendo los autorizados a dar cumplimiento con su cometido. No siendo para más doy por finalizado el acto firmando los autorizados su conformidad y para constancia”. 4- a fs. 148 y vta. se presentó la actora y en atención a lo informado por el oficial de justicia y alegando que se había constatado que no se había efectuado la demolición de lo construido en forma antirreglamentaria, pidió que se librara mandamiento a fin de proceder a la demolición; 5- a fs. 150 el magistrado de grado corrió traslado de lo solicitado a los propietarios denunciados por el término de 10 días (art. 34 inc. 5º ap. c), 36 inc. 2, 155 del CPCC y 77 del CCA). 6- a fs. 183/191 se presentaron los propietarios y requirieron la suspensión del plazo para contestar el traslado en relación a la documental (expediente administrativo agregado en copias), denunciaron un hecho nuevo (solicitud de regularización de la obra y aprobación definitiva de planos), ofrecieron prueba, subsidiariamente contestaron el traslado y pidieron el rechazo de la orden de allanamiento; 7- a fs. 195/98 la comuna contestó el traslado conferido de la presentación de los demandados. En términos generales negó los hechos alegados y acompañó copia de la nueva presentación efectuada por los accionados en sede municipal y el informe de la Subdirectora de Obras Particulares de la Municipalidad, en virtud del cual se remite la presentación a la Dirección de Asesoría Legal y se consigna que según se observa en el plano, cuya copia se adjunta, se pretende regularizar los 24,24 mts. cuadrados construidos ocupando retiro lateral sobre los cuales se ha decretado oportunamente orden de demolición por tratarse 6 de una construcción que no se ajusta a las reglamentaciones en vigencia; 8- a fs. 200/202 y vta. el juez de primera instancia dictó resolución e hizo lugar al pedido de allanamiento a fin de demoler, en el marco de una medida que calificó como “autosatisfactiva”. V. Relatados los actos y hechos vinculados con la causa, adelanto que el recurso interpuesto por los demandados debe prosperar. Es que, asiste razón a los apelantes en tanto sostienen que en el caso de autos no se encuentra acreditada una situación que amerite el dictado de una medida autosatisfactiva, no cautelar, despachable “in extremis” (cfr. CC001 MP, 124778 RSI-594-3 I 20-5-2003). En efecto, la jurisprudencia es conteste en que: “El juez debe actuar con suma prudencia al momento de justipreciar el cumplimiento de los requisitos que hacen viable la medida autosatisfactiva, ya que estamos frente a un proceso de carácter excepcional sólo aplicable a casos excepcionalísimos y donde la “urgencia” es la condición “sine qua non” para que prospere tal medida” (cfr. CC0101 MP 133468 RSD-3225 S 8-7-2005). Asimismo, se ha sostenido que la evidencia del derecho invocado y su inminente frustración, son los ejes centrales sobre los que gira la medida autosatisfactiva (cfr. CC0102 MP 126689 RSD-235-4 S 29-4-2004). Por su parte, resulta claro que la utilización de este tipo de medidas se encuentra justificada en aquéllos casos en que la lesión al interés o al derecho subjetivo invocado sea de tal evidencia que, a simple vista, demuestre la innecesariedad de acudir a un proceso de conocimiento (cfr. CC0102 MP 126689 RSD-235-4 S 29-4-2004). Bajo tales parámetros, considero que en el supuesto de autos, más allá de la cuestión de fondo debatida, esto es, la legitimidad de la 7 demolición decretada en sede administrativa y su correlato con el proceso iniciado en los términos del art. 24 de la Constitución Provincial, no se encuentra configurada la situación de peligro descripta que justifique que se libre la orden de allanamiento para proceder a la demolición en el marco de una medida “autosatisfactiva”, sin que la parte que debe soportar las consecuencias de la decisión haya tenido una adecuada oportunidad –dentro de un proceso jurisdiccional suficiente- de ser oída y de producir las pruebas que entienda puedan acreditar sus dichos (arts. 18, Constitución nacional y 15 de la Constitución local). En efecto, de las constancias de la causa –en el limitado marco de conocimiento que se imprimió al proceso- surge que las partes están contestes en que la demolición se ordena por una cuestión reglamentaria de construcción en infracción y no por una situación de peligro de otro orden, esto es, por ejemplo derrumbe o posibilidad de daño a personas u objetos. Es más, repárese que en el mandamiento de constatación acompañado, no obra el informe de los Sres. autorizados, a fin de tener precisión –en esta etapa judicial- al menos, de la superficie construida que correspondería demoler. Por lo dicho, entiendo que no se encuentran acreditados los extremos necesarios para el dictado de una medida “autosatisfactiva”, razón por la cual la pretensión de la actora debe canalizarse por medio de un proceso de conocimiento (pleno o abreviado) que garantice en debida forma el debido proceso y la defensa en juicio (art. 18 CN y 15 de la CP). Por todo lo expuesto, propongo hacer lugar al recurso de apelación articulado y, en consecuencia revocar la decisión de fs. 200/202. Costas en el orden causado (art. 51 del CCA). Difiérase la 8 regulación de honorarios para su oportunidad (art. 31 del decreto-ley 8904/709). ASÍ VOTO. Jorge Augusto Saulquin adhiere al voto precedente. Por lo expuesto, en virtud del resultado del Acuerdo que antecede este Tribunal RESUELVE: hacer lugar al recurso de apelación articulado y, en consecuencia revocar la decisión de fs. 200/202. Costas en el orden causado (art. 51 del CCA). Difiérase la regulación de honorarios para su oportunidad (art. 31 del decreto-ley 8904/709). Regístrese. Notifíquese y devuélvase. ANA MARÍA BEZZI JORGE AUGUSTO SAULQUIN ANTE MI Ana Clara González Moras (Secretaria) CCASM. Registro de sentencias interlocutorias Nº ....214..... fs. ...591/595.... 9