Revista Canadiense de Estudios Hispánicos Volumen 32.3 Primavera 2008 M AR I O J . V A LD É S Ignacio Soldevila Durante, in memoriam 391 Todos los que tuvimos el privilegio de ser sus amigos nunca dejaremos de sentir el dolor de su ausencia. Hispanista distinguido, maestro extraordinario, hombre generoso, gran amigo, el mejor de los que hemos llegado a vivir y amar en este norte congelado. Le sobreviven su esposa Alicia, compañera querida, sus hijos Alicia, Manuel, Felipe y Carlos y todos sus nietos. Escribo estas palabras con el alma en la mano recordando al infatigable estudioso de la lengua española, de Max Aub, de la novela española contemporánea y, principalmente, al amigo con la sonrisa de quien ama al prójimo y respeta al adversario. Nunca ha habido un estudioso más generoso. No es menester elogiar su fino juicio crítico, solo hay que leer su La novela desde 1936 (1980) y la nueva edición, revisada y aumentada, Historia de la novela española, 1936-2000 (2001). En la primavera de 1976, cuando los miembros de la Asociación Canadiense de Hispanistas me otorgaron el cargo de ser el primer director de la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, acudí a mis colegas para formar el primer Consejo de Redacción. El primero y más fiel a través de los años fue Ignacio Soldevila. Nadie, salvo María Elena y yo, leyó tantos artículos y escribió tantos consejos a los autores como Ignacio. Pero estas palabras quedan cortas para dar una imagen de Ignacio. Acudo a las palabras de Antonio Machado en su “Retrato” que podría ser el retrato de Ignacio: Converso con el hombre que siempre va conmigo – quien habla solo espera hablar a Dios un día – mi soliloquio es plática con este buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía. Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. (732) Ignacio se nos ha ido. Donó toda su extensa biblioteca de casi seis mil volúmenes y su archivo personal a la Biblioteca Valenciana. Su obra queda abierta para todos, presentes y futuros estudiosos de la novela española, y a los que compartimos tantas veladas, desvelos y paellas, nos queda la riqueza del recuerdo de este hombre que, en el buen sentido de la palabra, era bueno. Con su acostumbrada sencillez, Ignacio nos ha dejado un testimonio de su estancia entre nosotros. Cito del prólogo de la primera edición de La novela desde 1936 (1980): Por razón de una ya larga carrera universitaria hemos tenido ocasión de conocer una gran variedad de métodos y principios de enfrentamiento analítico y crítico con la obra literaria. Estos han ido superponiéndose a la formación de base recibida primero en nuestros años universitarios de estudiante en las universidades de Valencia y de Madrid, con profesores de dispares orientaciones y con lecturas no muy variadas. Siguió luego una etapa de estudios posgraduados en la Universidad Laval, de Québec, durante nuestros primeros años de lector de español, estudiando con profesores franceses y canadienses la literatura de aquel país y la del Canadá francés. Por su carácter de encrucijada cultural entre el mundo anglosajón y francés por su decidida voluntad de no separar estudios lingüísticos y estudios literarios en compartimientos estancos, la Facultad de Letras de esta Universidad ha contribuido a crear en nosotros una visión amplia y una permanente disponibilidad receptiva frente a toda nueva tendencia, reflejada en los programas de enseñanza de estudios hispánicos y en todas nuestras publicaciones. (10) Para dar un breve esbozo de la importancia del trabajo de Ignacio Soldevila en los estudios hispánicos de Canadá y de todo el mundo del hispanismo quiero poner de relieve los mayores puntos de sus muchas publicaciones. Ya en 1973, en su primer libro, La obra narrativa de Max Aub, anunciaba que su concepto de la crítica literaria era la de un diálogo entre colegas, dispuesto siempre a aprender de las diferencias en los juicios expresados: “El cordial diálogo que entre el autor y sus antecesores se ha ido así estableciendo ha permitido al primero descubrir, por la fuerza del diálogo, nuevos aspectos y diferentes perspectivas, que le dejan adelantarse con mayor seguridad y al mismo tiempo exigen un mayor sentido de la relatividad y la subjetividad de sus propios juicios” (9). Pero el interés y dedicación de Soldevila no termina con este libro, sino que empieza. A través de los años, paso a paso, Ignacio Soldevila se estableció como la autoridad en la obra de Aub. La culminación de esta labor fue la publicación de muchos ensayos y El compromiso de la imaginación: vida y obra de Max Aub (2001); Max Aub: veinticinco años después, con Dolores Fernández (1999); Max Aub-Francisco Ayala. Epistolario 1952-1972 (2001). En 1977 Soldevila proponía lo que sería con el tiempo toda una teoría de interpretación del texto literario: “Para una hermeneútica de la prosa vanguardista española”: “Urge, pues, para la crítica responsable una revisión de criterios, ya que la visión hoy vigente de la prosa vanguardista española no resiste a un análisis adecuado y pertinente de sus textos, en los que aparece revelada, de manera no solo neta, sino quizá única, la situación dilemática y conflictiva de los intelectuales españoles de una generación en un momento crucial de su devenir” (364-65). Sin duda la obra maestra de Soldevila es La novela desde 1936, que revisó, y aumentó, titulándola Historia de la novela española, 19362000. La amplitud y atención al detalle y la circunstancia de centenares de novelas de 1936 a 2000 es un acierto de la historiografía española que no se veía desde Menéndez y Pelayo y que hoy día no tiene igual. Entre esta tarea abrumadora, todavía sentía Soldevila la necesidad de disculparse por si se le había escapado una novela, como dijo en la primera edición de 1980: “Si algún autor de novelas se descubre ausente de nuestro estudio, no lo achaque, pues, a bandería o a pruritos de estética estrechez, sino a simple ignorancia o traspapelamiento por los que el autor de este libro, desde aquí y ahora, solicita a un tiempo perdón e información” (1-2). Aunque la especialización de Ignacio Soldevila fue la literatura española del siglo veinte, su conocimiento y profundidad en las letras hispánicas fue disfrutada por generaciones de estudiantes en la Université Laval y por su gran servicio a la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, como he dicho. Ignacio mismo nos lo explicaba en su artículo “Un ejemplo del perspectivismo en la prosa historiográfica alfonsí,” en el número especial de la RCEH , Homenaje a Alfonso X, El Sabio (1284-1984): Aprovechando este séptimo centenario alfonsino, propongo estas breves consideraciones que tienen su origen en mi doble responsabilidad durante mis largos años de docencia en la Universidad Laval de Québec de enseñar materias tan distanciadas metodológica e históricamente como la filología medieval y la narrativa contemporánea ... Estas relaciones, que aquí se nos aparecen como bastante evidentes, entre la creación de una historiografía en lengua romance en la península y la evolución de la narrativa de ficción hacía el realismo, no creemos que hayan sido lo suficientemente subrayadas o tenidas en cuenta por los especialistas de una u otra rama del saber. (477, 481) También en 1985 se celebró un homenaje a Jesús López Pacheco (Madrid 1930-London, Ontario 1997), compilado por Teresa Kirschner en la RCEH , y fue Ignacio Soldevila quien brindó uno de los artículos más originales y sentidos, “Jesús López Pacheco (verídica ‘Novela de emigrante’).” El resumen de Soldevila lo explica: “Utilizando los conocimientos personales (el autor es compañero de estudios de López Pacheco en la Universidad de Madrid y ha seguido desde entonces en relación amistosa con él y su familia) y explotando algunos textos poéticos – particularmente los escritos en London desde su llegada hasta 1975 – se hace una biografía del homenajeado y una revisión del conjunto de su obra poética y narrativa” (19). En poquísimas ocasiones salía la indignación de Ignacio debido a injusticias o a la falta de ética y profesionalismo. Con gran arrogancia, una hispanista francesa publicó en el Bulletin Hispanique un artículo en el que citaba la Historia de Soldevila; y a ella se referiría Ignacio en su artículo “La obra narrativa de Juan Marsé como objeto de estudio y de polémica”: La hispanista francesa se permite manipular (y no simplemente citar fragmentariamente) nuestro estudio. Utilizando la técnica escolar típica de los manuales, tanto en su introducción como en su conclusión, toma una afirmación ajena para abrir y cerrar un debate y una demostración ... ¿cuenta la hispanista francesa con la pereza mental de sus lectores, incapaces de ir a verificar afirmaciones truncadas en su verdadero contexto? No hace falta insistir en que su credibilidad futura queda minada por la carencia de tacto de su procedimiento. Aunque quizá lo más divertido de todo esto es que, entre tal introducción y tal conclusión, Geneviève Champeau despliega una prodigiosa erudición para poner en claro los principios de organización de la novela, descendiendo a los niveles de su ‘estructura profunda.’ Con ello, nos demuestra no solo su pertenencia al círculo de los eruditos, sino algo mucho menos fácil de discernir: que ha leído la novela en cuestión. (286-87) Para concluir este brevísimo repaso de algunas observaciones críticas de Ignacio, quiero citar sus palabras sobre la reivindicación de las escritoras en España: A saber lo que más conveniente sea para la necesaria reivindicación del rol de la mujer dentro de la institución literaria, no solo en lo que a su evaluación retrospectiva se refiere, sino sobre todo de cara a un futuro más justo y favorable a su plena expansión, en auténtica igualdad con el hombre ... Es un cambio en las condiciones reales de existencia de las mujeres, a nivel de legislación, de derechos y de puesta en práctica de dicha legislación; y un cambio igualmente profundo en el sistema de transmisión de los valores a todos los niveles, empezando por el de la educación materna de sus vástagos, el que logrará, a la larga, que el acceso a las instituciones sociales incluyendo, por descontado, la literaria se realice en igualdad de condiciones y de fuerzas. (“Sobre la escritura” 612-13) Ignacio Soldevila Durante vive en la memoria personal de todos los que compartimos tiempo con él, pero también vive en sus textos marcados por su fuerte personalidad, integridad y honestidad. Sócrates propone: “en mi opinión, nuestra alma se parece entonces a un libro ... y cuando inscribe cosas verdaderas, resulta de ello en nosotros una opinión verdadera y discursos verdaderos” (396). Mario J. Valdés University of Toronto OBRAS CITADAS M AC HA D O , A NT ONI O . Campos de Castilla. Obras completas. Madrid: Plenitud, 1951. P LAT ÓN . Diálogos VI Filebo. Trad. María Ángeles Durán y Francisco Lisi. Madrid: Gredos, 1997. SO LD E V I L A D U R A NT E , I GN A CI O . El compromiso de la imaginación: vida y obra de Max Aub. Valencia: Biblioteca Valenciana, 2003. ——. “Un ejemplo del perspectivismo en la prosa historiográfica alfonsí.” Homenaje a Alfonso X, El Sabio (1284-1984). Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 9.3 (1985): 477-84. ——. Historia de la novela española, 1936-2000. Madrid: Cátedra, 2001. ——. “Jesús López Pacheco (verídica ‘Novela de emigrante’).” Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 10.1 (1985): 19-31. ——. Max Aub-Francisco Ayala. Epistolario 1952-1972. Valencia: Biblioteca Valenciana; Fundación Max Aub, 2001. ——. La novela desde 1936. Madrid: Alhambra, 1980. ——. “La obra narrativa de Juan Marsé como objeto de estudio y de polémica.” Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 13. 2 (1989): 285-303. ——. La obra narrativa de Max Aub. Madrid: Gredos, 1973. ——. “Para una hermeneútica de la prosa vanguardista española.” Cuadernos Hispanoamericanos 329-30 (1977): 356-65. ——. “Sobre la escritura femenina y su reinvidicación en el conjunto de la historia literaria contemporánea de España. A propósito de un reciente libro de Janet Pérez,” Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 14.3 (1990): 606-16.