`La Architana` y

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RECURSO nº: 1470/1999
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MURCIA
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCION PRIMERA
SENTENCIA NÚM. 127/2005
Iltmos. Sres.:
Dª MARIA CONSUELO URIS LLORET
Presidenta
D. ENRIQUE QUIÑONERO CERVANTES
D. LUIS FEDERICO ALCÁZAR VIEYRA DE ABREU
Magistrados
En Murcia, a diez
de marzo de dos mil
cinco.
Los Iltmos. Sres. Magistrados anotados al margen han visto el
presente recurso contencioso-administrativo que con el nº 1470/1999
pende de resolución, tramitado por las normas de procedimiento ordinario
en cuantía indeterminada, interpuesto por DOÑA MARIA DOLORES
GARCIA DEL VALLE Y DOÑA JOSEFINA GARCIA MARTINEZ,
representadas por la Procuradora Doña Natalia Oliva Sánchez y defendidas
por el Letrado Don Diego de Ramón Hernández, y en el que ha sido parte
demandada LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL SEGURA,
representada y defendida por el Abogado del Estado; como parte
codemandada la mercantil «FROCAP LO ROMERO, S.A.» representada por
el Procurador Don Antonio Rentero Jover y defendida por el Letrado Don
Francisco Valdés Albistur, DOÑA MARIA JOSEFA ESPINOSA JOVER
representada por el Procurador Don Pablo Jiménez-Cervantes Hernández-Gil
y defendida por el Letrado Don Javier Albacete García y DOÑA MARIA DEL
CARMEN y DOÑA MARIA ÁNGELES ESPINOSA JOVER, representadas por
el Procurador Don Juan de Hita Lorente y defendidas por el Letrado Don
Francisco Palazón Lozano, contra la resolución del Presidente de la
Confederación Hidrográfica del Segura de 17 de agosto de 1999 (expediente
INF-59/99).
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I.- ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El escrito de interposición del recurso contencioso
administrativo se presentó el día 19 de octubre de 1999, y admitido a
trámite, y previa reclamación y recepción del expediente, la parte
demandante formalizó su demanda deduciendo la siguiente pretensión:
Sentencia por la que:
1º.- Se declare nulo, revoque y deje sin efecto el acto administrativo
objeto del presente recurso.
2º.- Se declare no ser conformes a Derecho las inscripciones obrantes
tanto en el Registro como en el Catálogo de Aguas de la Confederación
Hidrográfica del Segura respecto de los pozos y sondeos existentes en la
finca El Chopillo de las que son titulares la mercantil «FROCAP “LO
ROMERO”, S.A.» y la familia Espinosa Jover.
3º.- Se condene a la Administración demandada a que adopte las
medidas adecuadas para el pleno restablecimiento de la legalidad jurídica
infringida ordenando la reposición a la situación anterior a las infracciones
cometidas, respecto a los pozos y sondeos inscritos y aquellos otros que
carecen de inscripción en la Confederación Hidrográfica del Segura situados
en la finca de El Chopillo, ordenando el cese inmediato de las actividades
ilegales.
SEGUNDO.- La parte demandada, Confederación Hidrográfica del
Segura, se ha opuesto, pidiendo se declare la inadmisibilidad del recurso y
subsidiariamente su desestimación, con imposición de costas.
La parte codemandada «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.» se ha opuesto,
pidiendo se declare la inadmisibilidad del recurso y, en otro caso, se
desestime la demanda, con imposición de costas a la parte actora.
La parte codemandada Doña María del Carmen y Doña María Ángeles
Espinosa Jover se ha opuesto, pidiendo se declare la inadmisibilidad del
recurso y, en otro caso, se desestime la demanda, con imposición de las
costas a la parte actora.
TERCERO.- Se recibió a prueba y se practicaron las propuestas y
admitidas con el resultado que consta en las actuaciones. Se señaló para la
votación y fallo el día 3 de marzo de 2005, quedando los autos conclusos y
pendientes de sentencia.
Siendo Ponente el Iltmo. Sr. Magistrado D. Luis Federico Alcázar
Vieyra de Abreu quien expresa el parecer de la Sala.
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II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Por Doña María Dolores García del Valle y Doña Josefina
García Martínez, ahora demandantes, propietarias de la Finca Architana sita
en el término municipal de Moratalla (Murcia) se presentó el 29 de enero de
1999 escrito-denuncia en el que, en esencia, solicitaban que la
Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) adoptara las «medidas y
previsiones legales» correspondientes con la finalidad de que cesaran las
perturbaciones que, según las solicitantes, estaban afectando a los caudales
de la Fuente Architana por parte de otros aprovechamientos de aguas
subterráneas de la zona especialmente por los situados en la vecina finca de
El Chopillo, añadiendo las denunciantes que la disminución de los caudales
de la mencionada Fuente se debía a la sobreexplotación de las aguas
subterráneas en la citada finca El Chopillo.
La CHS, en la resolución de su Presidente de fecha 17-08-1999,
declaró que ninguna causa permitía deducir que la Fuente de Architana se
encontrara afectada por las extracciones de los pozos de la finca de El
Chopillo. Frente a dicha resolución, se interpuso el 19 de octubre de 1999 el
presente recurso contencioso-administrativo.
Con carácter previo, procede examinar la causa de inadmisibilidad
esgrimida por «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.» y por Doña María del Carmen y
Doña María Ángeles Espinosa Jover.
Las citadas codemandadas alegan que las recurrentes son titulares de
un derecho sobre aguas privadas procedentes de la Fuente de Architana,
pero el derecho al aprovechamiento no se halla inscrito en el Registro de
Aguas como aprovechamiento temporal de aguas privadas, pues
simplemente tienen inscrito su derecho en el Catálogo de Aguas, por lo que
conforme a la Disposición Transitoria Segunda 2. de la Ley 29/1985, de 2 de
agosto, de Aguas, no pueden gozar de la «protección administrativa» que se
deriva de la inscripción en el Registro de Aguas, lo que, en suma, determina,
añaden las codemandadas, que las recurrentes no puedan acudir a la
Jurisdicción Contencioso-administrativa para la resolución del conflicto que
plantean, debiendo hacerlo, en su caso, ante el orden jurisdiccional civil, y,
por último, solicitan que la Sala declare la inadmisibilidad del recurso por
falta de jurisdicción.
La alegación no puede prosperar por lo que a continuación se razona.
Las Disposiciones transitorias segunda y tercera de la Ley de Aguas
29/1985 se refieren, respectivamente, a «los titulares de algún derecho
conforme a la legislación que se deroga, sobre aguas privadas procedentes de
manantiales que vinieran utilizándose en todo o en parte» y a «Quienes,
conforme a la legislación que se deroga, fueran titulares de algún derecho
sobre aguas privadas procedentes de pozos o galerías en explotación». Para
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ambos supuestos, la Ley establece, en síntesis, lo siguiente: los titulares de
esos derechos pueden acreditarlos ante el Organismo de cuenca, así como
también el régimen de utilización de las aguas que hubieren venido
realizando, con la finalidad de que sean incluidos en el Registro de Aguas
como aprovechamientos temporales de «aguas privadas», régimen que es
respetado por un plazo máximo de cincuenta años; transcurrido el plazo de
tres años desde la entrada en vigor de la Ley sin llevar a cabo la mencionada
acreditación «mantendrán su titularidad en la misma forma que hasta ahora,
pero no podrán gozar de la protección administrativa que se deriva de la
inscripción en el Registro de Aguas». Y cuál sea esa protección y su alcance
lo dice el artículo 72 de la Ley de Aguas (obtención de las oportunas
certificaciones sobre las concesiones inscritas; intervención de las
Confederaciones Hidrográficas en defensa de los derechos inscritos de
acuerdo con el contenido de la concesión y con lo establecido en la
legislación en materia de agua; y consideración de la inscripción registral
como medio de prueba de la existencia y situación de la concesión).
Ahora bien, no hay que olvidar la regulación que establece la propia
Ley de Aguas (Disposición Transitoria Cuarta, 2 y 3) sobre el Catálogo de
Aguas privadas y también la que dedica a dicho Catálogo el Reglamento del
Dominio Público Hidráulico aprobado por R.D. 8491986, de 11 de abril,
(artículo 195), pues a los efectos de la inscripción en el Catálogo los titulares
de aprovechamientos de aguas calificadas como privadas por la legislación
anterior que «optaran por mantenerlas en tal régimen» deben declarar su
existencia al Organismo de cuenca correspondiente» dentro del plazo legal,
incumplimiento que da lugar a la imposición de multas coercitivas. Por
tanto, no cabe alegar que esos derechos no han sido acreditados ante la
Administración, la cual puede ser requerida por el titular del derecho de
propiedad sobre aguas privadas para la adopción, en su caso, y si fuera
procedente, de las medidas correspondientes para la tutela de su derecho,
actuaciones administrativas que podrán ser impugnadas ante la
Jurisdicción correspondiente.
De acuerdo con la más autorizada doctrina, hay que puntualizar que
la dualidad de opciones que la Ley de Aguas prevé en las mencionadas
Disposiciones Transitorias no conlleva una dualidad de jurisdicciones para
la resolución de los conflictos jurídicos (que los relativos a los
aprovechamientos inscritos en el Registro de Aguas se resuelvan siempre en
la vía administrativa o contencioso-administrativa y que los titulares de los
otros derechos tengan que acudir al orden civil de la Jurisdicción) y que la
única diferencia importante entre los titulares de unos y otros derechos lo es
a efectos de la prueba de los mismos.
En cuanto al caso que nos ocupa, si bien las interesadas formularon el
29-01-1999 una solicitud a la CHS que adolecía de falta de concreción, es
evidente que del examen del texto del complejo escrito-denuncia se
desprende que por las denunciantes se establecía una relación de causa
efecto entre la extracción del agua de los pozos de la finca «El Chopillo» y la
disminución, que, según las mismas, había sufrido el caudal de la Fuente
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Architana, alegándose por las solicitantes la sobreexplotación de los
acuíferos de la zona (artículos 54 de la Ley de Aguas 29/1985 y 171 de
RDPH).
La resolución de tal cuestión planteada, regida por normas de derecho
administrativo, correspondía, pues, a la CHS, y su revisión jurisdiccional a
esta Sala, como ya se dijo en el auto de este Tribunal de 10-09-2001, en el
cual se rechazó la solicitud de declaración de inadmisibilidad que, por falta
de jurisdicción, formuló «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.».
Y en parecidos términos se manifiesta la Abogacía del Estado, que
señala: «En cuanto a la cuestión de la falta de jurisdicción para resolver la
cuestión planteada, no podemos estar de acuerdo con la codemandada en la
apreciación de que se trata de una cuestión de derecho privado puesto que
lo que solicitó el actor es una declaración de sobreexplotación del acuífero y
ésta es una cuestión administrativa, en cuanto implica actuación de la
Administración».
SEGUNDO.- En el suplico de la demanda, punto 2º, se pretende por
las actoras que este Tribunal dicte sentencia declarando «no ser conformes a
Derecho las inscripciones obrantes tanto en el Registro como en el Catálogo
de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura respecto de los pozos y
sondeos existentes en la finca El Chopillo de las que son titulares la
mercantil FROCAP “LO ROMERO” S.A., y la familia Espinosa Jover».
Como oponen las partes demandadas con acierto, las ahora
demandantes en su escrito-denuncia no formularon las mencionadas
pretensiones de anulación que deducen en su demanda, en la que con total
olvido de la función revisora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa
(artículo 1º. 1 de su Ley Reguladora), que exige que lo ante ella sometido lo
hubiere sido previamente ante la Administración, se dedican profusamente a
negar la conformidad a Derecho de tales resoluciones administrativas
(singularmente, las resoluciones de la CHS de 31-07-1986, referente al
aprovechamiento de aguas subterráneas – volumen máximo anual de
5.000.000 de m³ -, cuyo titular actual es «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.»,
inscrito en el Registro de Aguas y la de fecha 11-07-1990 relativa al
aprovechamiento de aguas subterráneas inscrito en el Registro de Aguas y
cuyos titulares son Don Juan, Don Francisco, Doña María del Carmen, Doña
Piedad, Doña María Jesús, Doña Josefina y Doña María de los Ángeles
Espinosa Jover y Don Mariano Espinosa de Rueda Jover – volumen máximo
anual de 1.576.000 m³-), reiterando tales alegatos en su amplísimo escrito
de conclusiones (de 145 páginas, sin tener en cuenta lo establecido en el
artículo 64 de la L.JC.A. - «alegaciones sucintas»-), en el que en su hoja 4,
segundo párrafo se lee: «Por tanto, el objeto de este procedimiento lo
constituye la verificación de la ilegalidad de las inscripciones de los
aprovechamientos de aguas subterráneas que se han efectuado en la finca El
Chopillo con posterioridad a la entrada en vigor de la vigente Ley de Aguas,
aprovechamientos inscritos de forma ilegal que, en modo alguno existían a la
entrada en vigor de la Ley de Aguas «…», exigiendo esta parte a la
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Administración demandada el cumplimiento de la Ley de Aguas respecto a
las inscripciones de los aprovechamientos de la finca El Chopillo,
cumplimiento de la Ley que puede llevar como efecto, el cese de las
perturbaciones al citado manantial provocado por una batería de pozos y
sondeos y legalmente inscritos…».
Como puede observarse, lo que la parte actora parece realmente
pretender es una anulación de resoluciones administrativas, firmes, no
recurridas en vía administrativa, resoluciones que no pueden cuestionarse
en este proceso.
La formulación de las referidas pretensiones de anulación constituye
una desviación procesal, quedando la Sala relevada de su enjuiciamiento,
procediendo, de conformidad con lo solicitado por la Abogacía del Estado y
dichas codemandadas, declarar la inadmisibilidad de las mismas, de
acuerdo con el artículo 69 de la L.JC.A. en relación con su artículo 25.1
Por consiguiente, la Sala ha de limitar su enjuiciamiento a las
pretensiones deducidas en vía administrativa, esto es, debe declarar, en
suma, si es o no conforme a Derecho la resolución de la C.H.S. impugnada
en el escrito de interposición del recurso contencioso-administrativo y cuya
anulación pretenden las recurrentes en el número 1º del suplico de la
demanda
TERCERO.- La parte actora en su escrito de conclusiones presentado
el 8 de junio de 2004 alega que no ha sido «revocada» la diligencia de
ordenación de fecha 18 de julio de 2000 por la que se decidió remitir oficio a
la Administración demandada para que completara el expediente
administrativo con los documentos solicitados por las demandantes en su
escrito de 31 de mayo de 2000, al considerar que el expediente no estaba
completo; y añaden las demandantes que, a pesar de ello, la Sala en auto de
3 de mayo de 2002 denegó la admisión como prueba de los documentos que
habían solicitado como ampliación del expediente, lo cual les causa
indefensión, afirman.
El escrito de conclusiones no es trámite que permita plantear esas
cuestiones. Sin embargo, en aras de la necesaria claridad, cabe señalar que
la secuencia de escritos de la parte actora y de las actuaciones procesales
consiguiente, fue ésta:
a) En escrito de 31-05-2000 las recurrentes solicitan que se complete
el expediente administrativo reclamándose a la Administración los siguientes
antecedentes:
«1º Expediente IP-7/86, sobre inscripción inicial en 1992 a nombre de
Compañía de Cementos Portland, previa resolución expediente IP 7/86.
2º Expediente APM-20/95 sobre cambio de titularidad a «FRIGSA,
S.L.».
3º Expediente PAP-1/96.
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4º Expediente APM-12/97 sobre cambio de titularidad a «FROCAP “LO
ROMERO”, S.A.» por escritura de compraventa de 02-01-1997.
5º Expedientes de inscripción en el Catálogo de Aguas, Registro de
Aguas, de todos los aprovechamientos existentes en la Finca El Chopillo
(término municipal de Moratalla) pertenecientes tanto a la familia Espinosa
de Rueda (sic) como a «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.».
b) En virtud de diligencia de ordenación de 18-07-2000 se remite oficio
a la CHS a fin de que complete el expediente en los términos interesados por
la parte actora.
c) En virtud de diligencia de ordenación de 15-09-2000 se recuerda a
la CHS, mediante oficio de 15-09-2000, el anterior oficio de 18-07-2000
reiterándose su cumplimiento.
ch) En providencia de 02-10-2000 se considera que «ya se ha remitido
el expediente que en su día se solicitó», y se deja sin efecto el oficio de 15 de
septiembre de 2000, señalando la providencia: «sin perjuicio de que lo
interesado en él [en el oficio] se pueda solicitar como documental en su
momento oportuno».
d) En escrito de 19-10-2000 la parte actora alega que por diligencia de
ordenación de 18-07-2000 se había accedido a la ampliación del expediente,
solicitando su cumplimiento dado que no había sido revocada.
e) Por providencia de 27-10-2000, se deja sin efecto la diligencia de
ordenación de fecha 18-07-2000 [véase letra b anterior], estándose a lo
acordado en providencia de 02-10-2000 [véase letra ch], toda vez que el
expediente administrativo referente al recurso contencioso-administrativo
interpuesto ya había sido remitido por la CHS y que los antecedentes
solicitados como ampliación de aquél no formaban parte del mismo (artículo
55.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción), sin perjuicio, añadía la
providencia, de que la parte actora propusiera en la fase de prueba las
piezas documentales concretas que tuviera por conveniente.
f) La parte actora en su escrito de proposición de prueba de 02-03-02,
solicitó, entre las documentales propuestas (Documental B), que se expidiera
oficio a la Confederación Hidrográfica del Segura a fin de que remitiera a
esta Sala «copia testimoniada de los siguientes documentos y expedientes:
»1.- Expedientes APM 20/95 y APM 12/97.
»2.- Expediente IP-7/86 e IP-17/87.
»3.- Expediente PAP 1/96.
»4.- Expediente APS 6/1986.
»5.- Expediente APV 1212/1995 Y APV 6/94.
»6.- Expediente AC2 2/2000.
»7.- Expedientes GF 26/96, GF 52/96, GF3/97.
»8.- Expedientes DP 7/86, DP 24/86 y DP 21/90.
»9.- Informe de fecha 29-01-1998 emitido por el Técnico Superior de la
CHS Sr. Turrión Peláez, aportado por esta parte como documento 18 con el
escrito de demanda, del que se adjuntará fotocopia al oficio a los debidos
efectos identificativos.
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»10.- Hoja 1, Tomo 1, Sección 1, del Registro de Aguas (IP 17/1987
archivo 229-88) del que se adjuntará fotocopia al oficio a los debidos efectos
identificativos al haber sido aportado en fotocopia por esta parte con la
demandada como documento nº 20.
»11.- Estudio Hidrogeológico aportado por esta parte como documento
16 con el escrito de demanda del que se adjuntará fotocopia al oficio a los
debidos efectos identificativos.
»12.- Fichas de inventario de Captaciones de Aguas Subterráneas de la
Cuenca del Segura, Código 11027, 11028 y 11029, realizado por la empresa
INTECSA donde se describe el manantial del Chopillo en conocimiento de
campo sobre el terreno (visita 19-7-1994».
g) Por auto de 14 de julio de 2003 se estimó en parte el recurso de
súplica interpuesto por las demandantes frente al auto de 03-05-02 que no
admitió determinadas pruebas y, en concordancia con la providencia de 2 de
octubre de 2000, se admitió la documental B) propuesta con números 1, 2 y
3, números éstos, que son los que coincidían, precisamente, con los
expedientes que habían sido solicitados en el escrito de la parte actora de 31
de mayo de 2000 (en el que dicha parte consideraba incompleto el
expediente administrativo remitido). La admisión de dicha documental
quedaba condicionada, según el auto, a que las recurrentes precisaran la
parte de dichos expedientes que tenían interés en conocer. Sin embargo, sin
justificación alguna, las demandantes no efectuaron la precisión que les
pedía la Sala.
Como claramente se desprende de la secuencia de escritos y
actuaciones procesales, antes reflejados (con las letras a a la g) la diligencia
de ordenación de 18 de julio de 2000, contrariamente a lo que erróneamente
señalan las recurrentes, sí fue «revocada» por providencia de 27 de octubre
de 2000 (letra e de dicha secuencia).
Por otra parte, los expedientes de inscripción en el Catálogo de Aguas
privadas y en el Registro de Aguas a que se refería el nº 5º del escrito de las
recurrentes de 31-05-2000 (pidiendo la ampliación del expediente
administrativo – letra a. de este fundamento jurídico) no fueron solicitados
como prueba documental en el escrito de proposición de prueba, razón por
la cual no es de recibo la imputación que se hace al mencionado auto de 1407-03 en el escrito de conclusiones de las actoras (página 6, segundo
párrafo) consistente en que indebidamente no se accedió por la Sala a
requerir a la CHS para que remitiera a la Sala los referidos expedientes.
Por último, cabe puntualizar que respecto a la documental B 12, las
recurrentes no acreditaron en ningún momento no poder aportarla con la
demanda, no efectuando tampoco la «designación» prevista en el artículo
56.3 de la LJCA; Independientemente de todo ello, no se alcanza a entender
la relevancia que para la cuestión discutida pudiera tener su práctica, por lo
que su admisión, en definitiva, resultaría «inútil» (artículo 566 LEC), pero es
que, además, curiosamente, las propias demandantes aportaron dicha
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documental, extemporáneamente, en su escrito de 25-05-04 (documento nº
6).
CUARTO.- La cuestión nuclear que debemos dilucidar se deriva
necesariamente del contenido de la pretensión administrativa deducida por
las denunciantes en su precitado escrito de 29 de enero de 1999; esto es,
corresponde a esta Sala, estrictamente, determinar si los caudales de la
Fuente Architana se encuentran o no afectados, disminuidos, por las
extracciones de agua de los pozos de la finca «El Chopillo» a los que las
solicitantes se referían en su denuncia, y examinar, si, en su caso, el
acuífero al que pertenece la Fuente está sobreexplotado (artículo 171.2 del
RDPH).
Las ahora demandantes, como antes señalábamos, alegaron en vía
administrativa la sobreexplotación del acuífero como causa de la afección a
los mencionados caudales de la Fuente de Architana. Por otra parte, la
Abogacía del Estado entiende que lo que se pretendía en la vía
administrativa por las ahora recurrentes era la «declaración de
sobreexplotación del acuífero al que pertenece el aprovechamiento “Fuente
de Architana” y la adopción de las medidas legales consecuencia de tal
declaración, que no son otras que las contenidas en el artículo 171 del
Reglamento del Dominio Público Hidráulico…».
La resolución del Presidente de la CHS impugnada en este recurso
decidió todas las cuestiones planteadas por las propietarias de la Finca (e
implícitamente el tema de la sobreexplotación del acuífero), y fue congruente
con sus peticiones (artículo 89.1 y 2 de la Ley 30/1992), pues se pronunció
sobre las pretensiones formuladas y suministró la información solicitada por
aquéllas referente al listado de aprovechamientos inscritos en el Registro de
Aguas y en el Catálogo de Aguas privadas.
La mencionada resolución llega, por medio de detallados
razonamientos basados en los informes técnicos que cita, a una conclusión
contraria a la mantenida por las denunciantes; tales razonamientos en que
se apoya la decisión administrativa y que no han sido desvirtuados por las
recurrentes, son, en síntesis, los siguientes:
- La Fuente de Architana constituye la principal surgencia natural del
acuífero denominado Algaidón, perteneciente a la Unidad Hidrogeológica
(UH) del Anticlinal de Socovos.
-Al norte de la estructura sinclinal que conforma el acuífero Algaidón
aparecen otros repliegues que van a chocar con una fractura NO-SE por la
que se inyecta, llegando a aflorar en muchos puntos, el trías impermeable,
haciendo de barrera geológica y de límite en la UH Pliegues Jurásicos del
Mundo.
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- Los pozos de la finca El Chopillo cuya afección se denuncia se
encuentran en el acuífero Almirez perteneciente a UH Pliegues Jurásicos del
Mundo.
- La Fuente Architana brota a una altitud comprendida entre 10 y 20
metros por encima de la cota piezométrica del acuífero Almirez en el lugar
donde se produce la extracción de los pozos de El Chopillo, dato que
confirma la independencia de las dos unidades hidrogeológicas.
- No se han detectado extracciones de volúmenes superiores a los
valores inscritos en el Registro o en el Catálogo de Aguas.
- Tampoco se tiene constancia de que se hayan producido descensos
en los niveles piezométricos de ninguno de los mencionados acuíferos, que
pudieran constituir explotación de reservas de los mismos, «encontrándose
en la actualidad ambos en equilibrio».
- En lo referente a la evolución del caudal de la Fuente de Architana en
el periodo comprendido entre los meses de junio de los años 1985 y 1999 no
se observa que se haya producido un descenso de los caudales de la Fuente
en el mencionado periodo, presentándose un máximo durante los años
92/93 y registrando el último valor aforado un caudal de 26 l/s, valor éste
superior al que presentó la Fuente de durante el periodo 85/91.
La presunción de legalidad del acto administrativo impugnado (artículo
57.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre) desplaza sobre las recurrentes
no solo la carga de accionar (interposición del recurso) sino también la carga
de demostrar en fase jurisdiccional los hechos determinantes constitutivos
del presupuesto de la norma (carga de la prueba – artículo 1214 del Código
Civil) cuya aplicación invocaban en su escrito dirigido a la CHS, debiendo
tenerse presente que la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) que rige como
supletoria es la aprobada por Real Decreto de 3 de febrero de 1881 y no la
1/2000, de 7 de enero de Enjuiciamiento Civil, pues el escrito de
interposición del recurso contencioso-administrativo se presentó el 19-101999. En dicha aplicación están de acuerdo las partes (la parte actora invocó
la aplicación de la LEC anterior en su recurso de súplica frente al auto que
inadmitió determinadas pruebas).
Con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Enjuiciamiento
Civil 1/2000, de 7 de enero (en la que, al permitirse – artículos 336 y
siguientes - la prueba a través de dictámenes de peritos designados por las
partes, se concede naturaleza probatoria a los denominados dictámenes
periciales extrajudiciales, que las partes acostumbran a acompañar a la
demanda y contestación), se presentaba el problema del valor que había que
atribuir a los dictámenes que se acompañaban con la demanda y
contestación. La jurisprudencia relativa a este punto de la LEC anterior, en
unos casos entendió que dichos dictámenes no eran una prueba pericial de
las concretadas en los artículos 610 de la LEC y 1242 del Código Civil y que
simplemente constituían una neta prueba documental que debía ser
adecuada y ratificada a través de la prueba testifical; y en otras sentencias,
se declaró que, de todos modos, se trataba de conclusiones técnicas que el
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Juzgador podría tener en cuenta en el momento de la valoración conjunta de
la prueba.
Y debe anticiparse ya que las demandantes no han demostrado que
alguna de las captaciones de aguas subterráneas existentes en la Finca de El
Chopillo afecte al manantial de Architana. No se ha propuesto por la parte
actora la práctica de prueba pericial que pudiera avalar sus apreciaciones,
por otro lado, faltas de concreción (así, en la demanda, alegan, en términos
confusos y constitutivos de desviación procesal, «la ilegalidad de la
sobreexplotación acuífera del paraje del Chopillo a causa de la puesta en
regadío de grandes extensiones de terrenos forestales así como por las
irregularidades de las inscripciones tanto en el Registro como en el Catálogo
de CHS y las consecuencias de estas circunstancias sobre la grave afección
del caudal del manantial de Architana»).
En fase jurisdiccional las recurrentes invocan en su favor varios
informes (en especial, el certificado del Instituto Geológico y Minero de
España – folio 96 del expediente administrativo-, expedido el 21-05-1942 en
el que se transcribe el informe emitido el 07-01-1920 por el Ingeniero de ese
Centro en relación a una solicitud de investigación de aguas subterráneas en
la Finca «Architana»; el informe hidrogeológico (folio 98 del expediente),
emitido el 24-11-1997, sobre las posibles afecciones al medio hídrico
provocadas por labores mineras de investigación relativas al permiso de
investigación de rocas ornamentales «Cuatro Picos» en cuya demarcación se
incluye la finca «Architana», y el informe hidrogeológico emitido en abril de
2000 por el Área de Geodinámica del Departamento de Ingeniería Minera,
Geológica y Cartográfica – firmado por el «Investigador Principal» - de la
Universidad Politécnica de Cartagena para ser entregado a la Dirección
General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Industria,
Comercio y Nuevas Tecnologías, en relación a la posible afección que tendrá
la apertura de tres canteras de rocas ornamentales situadas en la Sierra de
Algaidón a la fuente de Architana – documento 1 de los aportados con la
demanda -). Tales informes no son una prueba pericial de las concretadas en
el artículo 610 de la LEC y en el 1242 del Código Civil y no constituyen lo
que se denominó pericia documentada que debía ser adecuada y ratificada a
través de la prueba testifical; excepcionalmente, todas esas pericias
documentadas, pero no ratificadas en vía judicial, o dictámenes periciales
extrajudiciales, ilustrarían a la Sala, que no estaría obligada a sujetarse a los
mismos, correspondiéndole su apreciación según las reglas de la sana
crítica.
El único testigo propuesto por la parte actora, Don Francisco Turrión
Peláez, Técnico Superior de la CHS, autor del «Informe hidrogeológico de la
Fuente de Architana» de fecha 23 de julio de 1999 (folio 176 del expediente) y
de la «Nota sobre la situación administrativa actual del aprovechamiento
inscrito en la Secc: C, Tomo 10; Hoja 1997 a nombre de FRIGSA, S.L. (Finca
“Lo Romero – “El Chopillo”)» emitida el 29 de enero de 1998 (folio 177 del
expediente), a la pregunta de si, como autor del mencionado informe de 2307-1999 conoce cual es la cifra de alimentación anual del acuífero Almirez,
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responde «que no lo sabe de memoria, y que no sabe si consta en el informe
de 23-07-1999» y a la pregunta de si para la realización de su informe de 2307-1999 los aforos que había manejado respecto del manantial de Architana
habían sido efectuados en el nacimiento del citado manantial responde que
«no sabe donde se ha hecho porque él no los ha realizado, que su Jefe de
Servicio le entregó un gráfico con los aforos hechos ya».
El mencionado informe de 23 de julio de 1999 sirvió para basar, en
parte, la decisión administrativa recurrida, según se desprende del texto de
la resolución impugnada.
Como puede observarse, la declaración testifical nada prueba a favor
de la parte actora y en ningún aspecto sustancial modifica el informe del
citado Técnico.
La Sala, a la vista de los informes técnicos de la CHS obrantes en el
expediente administrativo y del detallado y claro «Informe hidrogeológico
sobre la posible afección de las captaciones de aguas subterráneas
existentes en la Finca “El Chopillo” a la Fuente de Architana», elaborado en
octubre de 2001 por el Hidrogeólogo Don Javier Gollonet Fernández de
Trespalacios y aportado con la contestación a la demanda por «FROCAP “Lo
Romero”» (pericia documentada o dictamen pericial extrajudicial que fue
ratificado por su autor a través de prueba testifical, de ahí su relevancia, el
cual se sometió a las preguntas de la parte que lo propuso como testigo y a
las repreguntas de la parte actora), llega a la conclusión de que no se
constata una sobreexplotación (artículo 171.2 del RDPH) del acuífero
Algaidón (la Fuente de Architana es la principal surgencia natural del citado
acuífero), no existiendo tampoco indicio razonable alguno que permita
afirmar que la Fuente Architana se encuentra afectada por las extracciones
de los pozos de la Finca El Chopillo.
Y a dicha conclusión se llega (partiendo, como queda dicho, de los
mencionados informes) en virtud de las siguientes consideraciones:
a) La Finca El Chopillo se extiende sobre tres acuíferos diferentes
denominados «Algaidón», «Almirez» y «El Molar», que son totalmente
independientes entre sí y sin comunicación hidráulica entre ellos (existe,
además, un pequeño acuífero, no definido oficialmente, «el aluvial del arroyo
de El Chopillo»).
b) El total de aprovechamientos inscritos en el Registro de Aguas y en
el Catálogo de Aguas privadas totalizaría para el acuífero de Algaidón cerca
de 1,9 hm³/año, distribuidos así:
- Manantial Architana (IP-102/86), 1.261.440 m³/año (20 l/s
concedidos a los propietarios de la Finca Architana y otros 20 l/s a los
regantes de la Finca El Chopillo).
- Manantial – galería de El Chopillo (desglose de IP-17/87) 466.071
m³/año.
- Sondeo Los Gamonares (170.000 m³/año), perteneciente a la
Sociedad Cooperativa El Alguidón.
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c) El balance hídrico del acuífero de Algaidón al que se refiere el
informe hidrogeológico (ratificado en vía judicial) aportado con la
contestación a la demanda por «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.» y establecido
para el período de doce años hidrológicos (1987-88 al 1989-99), revela que
su alimentación, por lluvia, media plurianual está comprendida en 1,6 y 1,9
hm³/año, siendo las descargas (bombeos, de un 0,51 hm³/año, y naturales
por manantiales de 0,79 hm³/año, esto es, 25 l/s, calculados como media de
los 52 aforos realizados entre octubre de 1987 y septiembre de 1999 en el
manantial de Architana por el IGME) de 1,3 hm³ /año (evaluadas por exceso
en bombeos), por lo que tales datos presentan un superávit medio
comprendido entre 0,3 y 0,6 hm³/año.
ch) Tratándose de un balance en equilibrio, incluso excedentario, es
obvio que el acuífero está en estado de equilibrio, sin que presente ningún
riesgo razonable de la sobreexplotación y así debe entenderse lógicamente.
Las apreciaciones contenidas en el mencionado informe coinciden con
los términos de la resolución impugnada («tampoco se tiene constancia de
que se hayan producido descensos en los niveles piezométricos de ninguno
de los mencionados acuíferos que pudieran constituir explotación de
reservas de los mismos, encontrándose en la actualidad ambos en
equilibrio») y con el informe hidrogéológico del Técnico Superior de la CHS de
23-07-1999 (folio 176 del expediente) en el que, refiriéndose al acuífero
Algaidón, señala que «se puede concluir que el acuífero sigue encontrándose
en equilibrio».
d) Del análisis estadístico de los aforos y precipitaciones, se desprende
que la evolución del caudal del manantial de Architana en los últimos 14
años está relacionada con la secuencia de ciclos secos y húmedos de la zona
en que nace el manantial, siendo sus variaciones de caudal de carácter
natural. Sus caudales, medidos por el IGME – CHS en 62 ocasiones, desde
1987 hasta abril de 2001, han estado comprendidos entre 7 y 40 l/s, con un
valor medio de 25 l/s en esos 14 años. En los últimos aforos, de abril de
2001, aún superaba el caudal medio de su serie histórica.
Ésta es la evolución del caudal que se recoge en el informe
hidrogeológico ratificado en vía judicial, y que coincide sustancialmente con
el precitado informe del Técnico Superior de la CHS de 23-07-1999; en éste
se dice:
«Evolución del caudal de la Fuente de Architana.
»En el Gráfico I se recogen los resultados de los diferentes aforos
realizados en dicha Fuente a lo largo de los años. Se puede decir que el
caudal medio es del orden de los 25 l/s. <…> Se puede decir que el caudal
actual (junio del 99) de 27 l/s no se encuentra más afectado ahora que en
los últimos años por las extracciones de bombeo en el acuífero. Por tanto, se
puede concluir que el acuífero [Algaidón] sigue encontrándose en equilibrio».
Y termina dicho Técnico señalando: «La implantación de nuevos puntos de
extracción de caudales subterráneos en este pequeño sistema
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hidrogeológico, se hubiera notado, casi desde el primer momento, en la
evolución de los caudales drenados por la fuente disminuyendo hasta su
práctico agotamiento. Los bombeos abusivos que se denuncian en el escrito
deben proceder de sondeos ubicados fuera de este acuífero».
e) En cuanto a las captaciones en las proximidades del cortijo de El
Chopillo, de acuerdo con el informe aportado en la mencionada contestación
a la demanda y que venimos citando, coincidente en lo sustancial en este
extremo con la resolución recurrida, se detectan ocho puntos de agua, de los
que solamente tres están en uso y solo uno de ellos corresponde al acuífero
Algaidón: La Fuente Principal o de El Chopillo que es un manantial que dejó
de manar de forma natural antes de 1939, por lo que se hizo una galería de
unos 30 metros y se instaló un motor en la misma; sus caudales autorizados
en la inscripción totalizan, como vimos, 466.071 m³/año entre regadío,
abastecimiento y ganadería. Este aprovechamiento de aguas subterráneas
figura inscrito en el Catálogo de Aguas privadas, siendo sus titulares Don
Mariano Espinosa de Rueda Jover, Doña Josefina Espinosa Jover y Doña
María Jesús Espinosa Jover.
Respecto a la posible afección desde este punto de agua al manantial
de Architana, situado en el mismo acuífero, como se dice en el mismo
informe, es totalmente improbable que llegara a ser perceptible en el citado
manantial, dadas las características de la galería de captación, la instalación
y el régimen de aprovechamiento existente. El manantial de Architana está
fuera del radio de influencia de los bombeos realizados en la galería del
Chopillo. Tampoco la explotación permanente de la galería, con sus
condiciones actuales de profundidad, permitiría rebajar suficientemente el
nivel piezométrico para provocar tal afección a medio-largo plazo, dado que
apenas bajara el nivel piezométrico un metro en el entorno de la galería
dejaría de ser aprovechable la misma.
f) Los sondeos del Cortijo Viejo y Sondeo Guijarros (dos puntos de
agua sitos en las proximidades del Cortijo El Chopillo) figuran en «reserva»
en la inscripción de la Fuente El Chopillo, pero se trata de dos sondeos
claramente negativos (que debieron atravesar el impermeable de base del
acuífero Algaidón) y que están secos y hundidos, por lo que no pueden
afectar al manantial de Architana.
g) El Pozo Viejo de la Rambla (punto de agua sito en las proximidades
de dicho Cortijo) se encuentra enlodado y temporalmente fuera de uso,
habiéndose sustituido por otro próximo en reserva (Pozo Nuevo de la
Rambla, aunque exclusivamente para sus usos domésticos).
El aprovechamiento se encuentra inscrito en el Catálogo de Aguas
privadas (titulares Don Juan, Don Francisco, Doña María del Carmen, Doña
Piedad, Doña María Jesús, Doña Josefina y Doña María de los Ángeles
Espinosa Jover y Don Mariano Espinosa de Rueda Jover), autorizándose el
riego de 52,9 has con un máximo de 185.150 m³/año, que no se extraen
debido a su hundimiento; y dadas sus características (cota del agua,
15
posición y comportamiento hidrogeológico), es físicamente imposible ningún
tipo de afección de este pozo al manantial de Architana.
h) El Pozo Nuevo de la Rambla (punto de agua igualmente ubicado en
las proximidades del Cortijo El Chopillo). Se encuentra enlodado hasta 10
metros, está inscrito en reserva y capta el aluvial del arroyo de El Chopillo
(igual que el Pozo Viejo), siendo imposible, como en el caso anterior, ningún
tipo de afección desde este pozo al manantial de Architana.
i) El Pozo de la Rambla (abandonado. Está inscrito en reserva,
encontrándose hundido) y la Poza de la Revuelta/El Tornajo (zona de
surgencia o resurgencia difusa de agua en el arroyo del Chopillo) captarían
idéntico acuífero que los dos puntos anteriores, por lo que no sería posible
ningún tipo de afección desde los mismos al Manantial de Architana. Están
también situados en las proximidades del Cortijo del Chopillo.
j) Entre las captaciones ubicadas en las proximidades del Cortijo del
Chopillo, se halla el Manantial o Fuente del Piojo, inscrita en el Catálogo de
Aguas privadas (Titular Doña María Jesús Espinosa Jover). Captaría
también el acuífero aluvial del arroyo del Chopillo y tampoco sería posible
ningún tipo de afección desde este punto de agua al manantial de Architana.
Geográficamente se ubica dentro de los límites del acuífero de El Molar.
k) Acuífero El Almirez (Pliegues Jurásicos del Mundo). A este acuífero
pertenecen los pozos de las inmediaciones de la Sierra del Búho, inscritos en
el Registro de Aguas. Aprovechan las aguas la familia Espinosa y «FROCAP
“LO ROMERO”, S.A.». Sus características hidráulicas (cota piezométrica,
funcionamiento hidráulico etc.) e hidroquímicas son diferentes del
denominado Algaidón, tratándose de dos sistemas de flujos totalmente
independientes. Existen datos (recogidos en el informe ratificado) que
prueban el estado de equilibrio de este acuífero, estando totalmente
desconectado del acuífero al que pertenece el Manantial de Architana
(Algaidón). Pero incluso existiendo una buena conexión hidráulica entre los
dos acuíferos, la evolución de niveles en el de Almirez, situado a cota
inferior, sería incompatible con la evolución de los caudales de la Fuente de
Architana. Conviene poner de relieve que el manantial de Architana se
encuentra en una cota entre 400 y 410 metros sobre el nivel del mar, y los
pozos a los que se imputa la afección se encuentran en una cota más baja,
entre 390,19 y 389,66 metros sobre el nivel del mar, y si el agua tiende a
ocupar el punto más bajo, no se alcanza a comprender cómo van a afectar a
un acuífero cuyo límite se encuentra entre 400-410 metros de cota unos
pozos que se encuentran más bajos de cota, sobre todo teniendo en cuenta
que por ser pozos no son límite y el nivel piezométrico del acuífero sería
todavía inferior. Por lo tanto, la afección es físicamente imposible.
En el informe del hidrogeólogo ratificado a través de la antes
mencionada prueba testifical, se muestra la evolución piezométrica de dos de
esos sondeos en la Sierra del Búho, construida con los datos de la década de
los 80 que figuran en las fichas del inventario del IGME, con medidas
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esporádicas realizadas por sus actuales usuarios y con las realizadas por el
hidrogeólogo en junio de 2001, observándose que tanto los niveles estáticos
(sondeo parado) como dinámicos (con la bomba en marcha) presentan una
evolución de equilibrio, e incluso en 2001 están a mayor cota (menos
profundos) que las primeras medidas realizadas tras su ejecución, lo que es
una prueba del estado de equilibrio del acuífero, que confirma lo expresado
en el balance hídrico teórico, caso de ser contradictorios, pues el primer
síntoma de sobreexplotación de cualquier acuífero es la aparición de
descensos continuados y permanentes del nivel estático del agua.
QUINTO.- El informe extraprocesal de abril de 2000 emitido por el
Investigador Principal de la UPCT, aportado por las demandantes
(documento 1 de los de la demanda) contiene un apartado que se refiere al
balance hídrico del acuífero de Algaidón en el que, basándose en los datos
que aporta, se deduce un déficit de 0,5 hm³ /año
El informe no constituye una prueba pericial, como quedó antes
razonado, y no ha sido ratificado a través de prueba testifical, pudiendo
ilustrar a la Sala en la libre valoración y apreciación de las pruebas, pero
nada más.
Dicho balance hídrico que en él se contiene no puede asumirse y
carece de virtualidad, de acuerdo con el detallado y mas claro informe del
hidrogeólogo aportado por «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.», por lo siguiente:
- Los valores de entradas y salidas corresponden «a periodos muy
diferentes y no comparables sin más», pues las entradas se refieren a la
media de cincuenta y un años hidrológicos mientras que las supuestas
salidas son de 1999.
- Respecto al coeficiente de infiltración, del 85%, sería más correcto
hablar de un porcentaje comprendido entre el 85% y el 100% de la lluvia
útil, porque se trata de un acuífero Karstico desarrollado en donde apenas
existe escorrentía superficial.
- Los supuestos datos de «concesiones» no coinciden con los que
figuran en la CHS, y en absoluto pueden equipararse a los bombeos reales
de ningún año concreto.
- Contiene un análisis de los caudales de la Fuente de Architana y su
relación con la lluvia con numerosas contradicciones. Así, reconoce
expresamente que en la Fuente de Architana, «que pertenece a la Red
Hidrométrica Nacional del ITGE y por tanto se realizan aforos (3 a 4 al año)
al menos desde 1987» (hecho que es cierto) y sin, embargo, sólo aporta y
analiza datos desde octubre de 1992 hasta febrero de 2000 (en total 24
aforos de los 57 realizados por dicho organismo entre 1987 y 2000).
Por otra parte, los informes del Ingeniero del Instituto Geológico y
Minero de 7-01-1920 y del Director de Aguas Subterráneas y Geotecnia de
fecha 24-11-1997 en nada afectan a las conclusiones anteriores que sienta
la Sala, como se desprende de la lectura de aquéllos, no debiendo olvidarse
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la finalidad a que responde su elaboración (que no es la de informar sobre la
extracción de aguas de pozos y manantiales de El Chopillo).
SEXTO.- En conclusión, las recurrentes no han probado que el
acuífero que nutre a la «Fuente Architana» esté sobreexplotado, de acuerdo
con lo que en el RDPH (artículo 171.2) se entiende por sobreexplotación de
un acuífero y tampoco han acreditado que exista afección a los caudales de
dicha Fuente en los términos que a este concepto se refiere el número 6 del
artículo 184 del citado Reglamento, conceptos que la parte actora no ha
analizado, diferenciado y desmenuzado suficientemente en relación al caso
concreto sometido al enjuiciamiento de la Sala, limitándose, en suma, a una
mera cita de los referidos preceptos, sin más precisiones.
Han invocado en fase jurisdiccional y en pro de su pretensión
numerosos expedientes, cuestiones y resoluciones que son totalmente ajenos
al tema que plantearon a la CHS; como un «tótum revolútum» (así, de
carácter minero, forestal, medioambientales, urbanísticos…), que ha exigido
a la Sala, para llegar a su comprensión, una larga y profunda lectura de los
amplísimos escritos de las recurrentes (y de los documentos con ellos
aportados), en los que, al final, una y otra vez, se insistía en discutir la
legalidad de las inscripciones en el Registro de Aguas y en el Catálogo y la de
resoluciones administrativas de la CHS firmes y consentidas por las actoras,
lo que por sí solo revela la temeridad en el sostenimiento de su acción.
En el escrito de conclusiones las recurrentes citan y transcriben
documentos que, con invocación del artículo 56.4 de la Ley Reguladora de la
Jurisdicción, fueron presentados en su escrito de 25-05-2004.
Sin perjuicio de lo razonado en los autos que rechazaron la admisión
de los mencionados documentos, cabe puntualizar que respecto a los de
fecha posterior al escrito de demanda, documentos números 3 y 4, es
evidente que lo que en ellos se refiere pudo reflejarse o hacerse constar en
documentos de fecha anterior a la demanda (que es de 25-11-2000), por lo
que con su admisión no se propiciaría por esta Sala el juego limpio entre las
partes; en cuanto a las fotocopias extendidas en cinco folios de papel
timbrado, reproducción de su original, y cotejadas notarialmente, debe
señalarse que el cotejo se refiere o bien a escritos de fecha anterior a la de la
demanda o a uno de la Plataforma Comarcal del Agua del Noroeste de la
Región en el que los hechos y apreciaciones que en él se exponen y las
preguntas que en el mismo se formulan se pudieron efectuar en escrito de
fecha anterior a la demanda y, en cualquier caso, en nada desfavorable
puede afectar a las partes demandadas dado el contenido de la pretensión
formulada a la Administración.
Por último, en cuanto a los demás documentos de fecha posterior a la
demanda presentados también en dicho escrito de 25-05-04, es evidente que
no guardan relación con la pretensión deducida en su día ante la
Administración.
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SÉPTIMO.- A tenor de lo razonado procede desestimar el recurso
interpuesto (por lo que, obviamente, no cabe pronunciamiento condenatorio
alguno respecto a la CHS) y declarar la inadmisibilidad de la pretensión
contenida en el número 2 del suplico de la demanda.
Las demandantes han sostenido una pretensión (la de anulación de
resoluciones no impugnadas previamente en vía administrativa– nº 2 del
suplico) a sabiendas de que la Sala no puede entrar en su enjuiciamiento,
pretensión que han erigido como básica entre las que deducen; y no han
razonado con la necesaria y mínima claridad por qué consideran a la
resolución impugnada contraria al Ordenamiento Jurídico teniendo en
cuenta la pretensión administrativa que dedujeron ante la C.H.S.
Todo ello justifica la imposición de las costas a la parte actora por su
temeridad al sostener la acción (artículo 139.1 de la L.J.C.A.).
Vistos los artículos citados y demás de pertinente y general aplicación.
En atención a todo lo expuesto y por la Autoridad que nos confiere la
Constitución de la Nación Española,
FALLAMOS
1.- Se rechaza la causa de inadmisibilidad que por falta de jurisdicción
se alega por «FROCAP “LO ROMERO”, S.A.» y por Doña María del Carmen y
Doña María Ángeles Espinosa Jover.
2.- Desestimamos el recurso contencioso-administrativo interpuesto
por DOÑA MARÍA DOLORES GARCÍA DEL VALLE Y DOÑA JOSEFINA
GARCÍA MARTÍNEZ frente a la resolución del Presidente de la
Confederación Hidrográfica del Segura de 17 de agosto de 1999 por la que se
desestima la solicitud formulada por aquéllas en expediente INF-59/99, por
ser dicho acto administrativo impugnado en el escrito de interposición
conforme al Ordenamiento Jurídico.
3.- Declaramos la inadmisibilidad de la pretensión deducida en el
número 2º del suplico de la demanda.
4.- Imponemos las costas a las recurrentes.
Notifíquese la presente Sentencia a las partes a las que se les hará
saber que no es firme y contra la misma se puede interponer recurso de
casación para ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo, y a preparar ante
esta Sala sentenciadora en el plazo de diez días a contar desde el siguiente a
su notificación.
Así por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará certificación a los
autos principales, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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