A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 18 de abril de 2012, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo 2078, de conformidad que deberá con observarse lo el siguiente orden de votación: doctores de Lázzari, Hitters, Kogan, Negri, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de sentencia Justicia en definitiva acuerdo en la ordinario causa C. para 110.829, pronunciar "E. , S. contra G. , Á.V. . Restitución internacional de hijo". A N T E C E D E N T E S El Tribunal de Familia de Instancia Única N° 1 del Departamento Judicial de La Plata rechazó el pedido de restitución internacional de A. M. G. incoada por el señor S. E. contra la señora Á. V. G. (fs. 174/181)). Se interpuso, por el señor Defensor Oficial -en representación del actor- recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 194/200). Oído el señor Subprocurador General, dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: 1. En virtud de lo requerido por la Dirección General de Asuntos jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, el titular de la Unidad Funcional de Defensa Civil N° 2 de La Plata inició esta acción por restitución internacional en los términos de la Convención de la Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores, del hijo de su representado, el niño A. M.G. , nacido el 3 de mayo de 2006 en Ámsterdam, Holanda, quien fuera traído desde allí a este país en forma ilegal por su madre, Á. V.G. . Alega que la partida se produjo entre el 4 de diciembre de 2008 y el 14 de enero de 2009 y que, luego de numerosas diligencias y averiguaciones, se anotició de que el niño y su madre están residiendo en Argentina, en la ciudad de Berisso, Provincia de Buenos Aires. Que si bien no pudo reconocer oportunamente al niño por impedimento expreso de la señora G. , la misma admitió que es el progenitor y en función de ello se le otorgó por sentencia un régimen de visitas que la progenitora nunca cumplió. La Jueza de Familia interviniente convocó a las partes y al menor sin que se arribara a una conciliación (fs. 111). La madre del niño se opuso a la restitución (fs. 114/116). El tribunal tomó contacto con el mismo (fs. 118). 2. El tribunal de familia, valorando la prueba rendida, rechazó el pedido de restitución. Entendió que el señor E. sólo tiene a su favor un régimen de visitas, no la tenencia compartida como denuncia, y que la custodia del menor la ha ejercido -y ejerce- exclusivamente la madre. Tal situación -a su entender- impide calificar al traslado como ilegítimo y además -evaluando el interés superior de A. - consideró acreditado el supuesto de excepción del art. 13 de la Convención de La Haya: es decir la existencia de un grave riesgo en su restitución. 3. Defensor Contra Oficial, en dicho pronunciamiento, representación del el señor señor E. , interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Adujo en suma que ambos progenitores tenían la patria potestad compartida, que de ello se desprende el compromiso de tomar de común acuerdo las decisiones importantes que puedan afectar a los hijos y que el interés superior del menor se menoscaba si se convalida una retención ilegítima como la de autos. Concluyó finalmente en que la finalidad de la Convención es resolver, mediante procedimiento autónomo, el problema que se suscita con motivo del traslado o retención ilícita de menores, restituyéndolos al Estado de la residencia habitual del menor antes de la lesión de los derechos de guarda y visita. 4. El recurso prospera. 5. En autos se ventila un pedido de restitución en los términos de la Convención sobre Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores (C.H. 1980), receptada por nuestro país en virtud de la ley 23.857. El mecanismo de reintegro opera siempre que el traslado o la retención merezcan la calificación de ilícitos. Dicha cualidad ha de determinarse coordinando el tenor de la custodia conforme al derecho vigente en el país de residencia habitual del menor, inmediatamente anterior a la ocurrencia del evento. Así lo dispone el art. 3, C.H. 1980, el cual debe interpretarse conjuntamente con la directiva que emana del art. 5 inc. "a" del mismo ordenamiento, según la cual cualquier custodia convención- debe -para ser comprender tal en el sentido necesariamente no de la sólo la prerrogativa atinente al cuidado de la persona del menor sino y, en particular, la de decidir sobre su lugar de residencia. Afirmó el tribunal que en la especie el progenitor recurrente no tenía la custodia del menor, la que siempre fue ejercida exclusivamente por la madre y, como tal custodia es condición de procedencia para solicitar la restitución, rechazó la petición. Entiendo que ello no es así en función de la ponderación del derecho extranjero vigente en el ordenamiento jurídico de la residencia habitual que el niño tenía antes del traslado a la República Argentina. No se discute que los señores E. y G. se registraron oficialmente como pareja de hecho el 28 de julio de 2005 y que de esa relación nació el 3 de mayo de 2006 su hijo A.M. . El art. 253sa del libro 1, párrafo 1 del Código Civil holandés establece el ejercicio conjunto de la patria potestad de ambos progenitores cuando se trata de una pareja de hecho registrada. En concordancia con tal normativa el Tribunal de Ámsterdam dictó sentencia haciendo lugar al pedido del señor S. E. al reconocimiento de su hijo A. M. compartida, reafirmó G. con que y con cita ambos relación del art. al pedido 253sa progenitores ya de antes tienen la custodia señalado, custodia compartida de su hijo A.M. , a la vez que recalcó que no era necesario su pedido ya que estaba acordado sobre la base del ordenamiento legal (documentación remitida por la Autoridad Central Holandesa, v. fs. 215/224). Si frente a este marco legal, uno de los progenitores carece de facultades para mudar el domicilio del hijo sin el consentimiento del otro, no caben dudas de que el traslado unilateralmente de A. por la M. a la madre Argentina, sin el efectivizado conocimiento ni anuencia del progenitor con quien compartía su custodia, ha sido contraria a derecho porque el derecho ne exeat, o poder de veto del señor S. E. al estar comprendido dentro del denominado derecho de custodia de los padres (arts. 3 y 5 inc. "a" de la C.H. 1980) le confería autoridad compartida a los fines de determinar el lugar de residencia del niño. Es doctrina de la Corte nacional que "la expresión convencional ‘derecho de custodia' no coincide con ninguna concepción particular de custodia en las leyes nacionales, sino que adquiere su significación desde las definiciones, estructura y propósitos del CH 1980 y que la comunidad jurídica de naciones ha alcanzado un amplio consenso respecto de que la previsión ne exeat (prohibición dirigida al cuidador primario del niño de sacarlo de la jurisdicción sin la conformidad del otro progenitor o del tribunal) cae convencional" dentro (conf. del dominio dictamen de de la la citada señora noción Procuradora Fiscal en los autos "B.,S.M. c/P.,V.A. s/ restitución de hijo", Fallos: 333:604). 6. Verificada la ilegalidad del traslado o retención, el país requerido sólo podrá denegar la restitución si se configurasen algunas de las situaciones de excepción previstas por los arts. 13 y 20 excepciones a de la Convención. Ahora obligación son bien, de las carácter taxativo y dicha deben ser interpretadas de manera restrictiva a fin de no desvirtuar la finalidad del convenio (conf. parág. 34 del Informe Explicativo de la profesora Elisa Pérez-Vera). El tribunal entendió que existe un grave riesgo de que la restitución exponga a M. a un peligro físico o psíquico o que de cualquier otra manera lo ponga en una situación intolerable (art. 13 inc. "b", C.H. 1980). En cuyo caso su retorno sería contrario a su interés. Ello no ha sido demostrado. Ha dicho la Corte Suprema que es a cargo de quien se opone a la restitución demostrar con certeza que existe "riesgo grave", que las palabras escogidas por los redactores peligro de físico la o norma (grave psíquico, o riesgo de cualquier exposición otra a situación intolerable), revelan el carácter riguroso con que debe evaluarse el material fáctico de la causa, para no frustrar la efectividad del 328:4511 y 333:604). C.H. 1980 (conf. Fallos: 318:1269; Y que la facultad de denegar el retorno debe ser entendida operativa, como requiere una que hipótesis el niño que para presente un tornarse extremo de perturbación emocional superior al que normalmente deriva de la ruptura de la convivencia con uno de sus padres. Exige la concurrencia de una situación delicada, que va más allá del natural padecimiento que puede ocasionar un cambio de lugar de residencia o la desarticulación de su grupo conviviente (conf. Fallos: 318:1269; 328:4511; 333:604). En producidas 169/170) en efecto, la valoro causa de las (fs. pericias 121/122, especialmente, por su psicológicas 135/136, 138/139, especificidad, la realizada en esta instancia por la experta que participó de la audiencia en la que tomé contacto personal con M. (v. fs. 293/294 y sus explicaciones de fs. 304/305). Concluyó la licenciada "que el niño regrese a Holanda no representa en sí mismo un grave riesgo para la salud psíquica, sino que su potencialidad depende en buena parte del otorgue a sentido y repercusión dicho viaje ... que El hecho la de progenitora que el niño le se relacione con el señor E. quien reclama su paternidad y deseos de vinculase con el niño, y, se efectivice el cumplimiento de una norma impartida por un juez, no sólo no es dañino sino que es ordenador y de eficacia simbólica para el tiempo instituyente que el pequeño atraviesa. Por consiguiente, lo desconocimiento, respecto a la contrario, que genera figura insiste en ansiedad paterna, que y solo el silencio angustia cuenta del en con M. las inconsistentes respuestas que ha construido a partir del discurso materno ... Obviamente que se desprende como consecuencia que por la edad de M. , la relación con la madre, la vida social que lleva desde hace años en la Argentina y teniendo en cuenta que como telón de fondo hasta ahora, familia, ha el operado eventual solo viaje el discurso podría materno producir y su situaciones stresantes [estresantes], pero, dichas situaciones, no sólo no serían de grave riesgo, sino que permitirían efectos simbólicos beneficiosos, por la marca subjetiva que fundarían en el niño" (v. fs. 304/305, el subrayado es mío, y su contenido es coincidente con el dictamen de fs. 138/139). Las licenciadas Marchetti y Rocco dicen en su dictamen "La modalidad discursiva que la señora trae… manifiesta una dilemática que, lógica como disyuntiva tal, no tiene inscripta en una solución sino por desaparición de uno de los polos del conflicto..." (fs. 138 vta.) y tal posicionamiento ha sido mantenido por la señora G. a lo largo del proceso, ya que al pedirle explicaciones a la experta interviniente en esta instancia dijo: "En conclusión, en este proceso se trata una situación que no contempla grises, es decir o bien la guarda del menor es mantenida por la madre, o es en cambio enviado a vivir con el Sr. E. a Holanda. El punto pericial sobre el cual deberá explayarse la perito resulta justamente de esta segunda posibilidad: ´se determine si podría existir grave riesgo de procederse la restitución del menor de autos´, separándolo de su mamá" (fs. 299 vta., el subrayado es mío). El error conceptual es evidente. No se debate aquí el fondo de la cuestión: con quién o dónde debe v. A.M. , su régimen de visitas, etc., sino sólo la determinación y reintegro a la jurisdicción competente -de la que el menor fue sustraído de modo ilegal, con arreglo a las normas internacionales y en la que tenía su residencia habitual- donde deberán resolverse, en definitiva, la conflictiva planteada. Si la señora G. no se traslada con A. M. a Holanda para hacer valer allí sus derechos y sus pretensiones, ello no es consecuencia necesaria de esta resolución judicial que sólo está habilitada para -reitero, acreditado el traslado ilegal y no encontrándose demostradas las excepciones de la C.H. 1980- ordenar la inmediata restitución del niño. Cabe agregar que su no acatamiento, tal como lo ha resaltado la Corte Suprema, puede generar responsabilidad internacional (Fallos: 333:604, ya citado). Por último, los Estados signatarios han calibrado la incidencia del mejor interés del niño en el ámbito específico del C.H. 1980, y se han decantado por el procedimiento de restitución como una herramienta del todo coherente con la defensa de ese interés, en la emergencia de una sustracción internacional. Ese reconocimiento -que da un contenido preciso al concepto genérico "interés del menor" (Reporte Pérez-Vera, parág. 29)-, obliga a analizar exhaustivamente cualquier impedimento a la consecución de sus objetivos, en procura de su superación. Y puesto que esas aspiraciones son coincidentes con los de la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 11) integrante del llamado bloque de constitucionalidad de la República (Fallos: 333:604), corresponde General- en hacer inaplicabilidad este caso lugar de ley al -oído el recurso traído, señor Subprocurador extraordinario revocar el fallo de del tribunal de familia recurrido y, en consecuencia, ordenar la restitución del menor A. M. G. a la ciudad de Ámsterdam, Holanda, tal como se requiere en la petición de inicio. Con costas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Hitters, Kogan y Negri, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, oído el señor Subprocurador General, corresponde hacer lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, revocar el fallo del tribunal de familia y, en consecuencia, ordenar la restitución del menor A. M. G. a la ciudad de Amsterdam, Holanda; con costas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. EDUARDO NESTOR DE LAZZARI HECTOR NEGRI JUAN CARLOS HITTERS HILDA KOGAN CARLOS E. CAMPS Secretario