AL- ANDALUS: LA ESPAÑA ISLÁMICA (SIGLOS VIII

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AL- ANDALUS: LA ESPAÑA ISLÁMICA (SIGLOS VIII-XV)
Características generales
Durante varios siglos, la Península Ibérica se convierte en una zona de contacto entre dos mundos –el cristiano y el musulmánen todos los terrenos (económico, político, social, cultural y religioso).
Es un periodo de cambios sucesivos de fronteras. En los primeros siglos, son los musulmanes los que imponen sus fronteras basadas en
accidentes geográficos (sistemas montañosos y ríos). A partir del siglo XI, serán los cristianos los que impongan las suyas. Estas
fronteras serán:
 la Cordillera Cantábrica (siglo VIII)
 La línea Duero-Ebro (siglos IX-XI)
 La línea del Tajo (siglos XI-XII)
 La línea del Guadalquivir (siglos XIII)
 Las cordilleras Béticas (siglos XIII-XV)
La economía y la sociedad de AL-ÁNDALUS repiten el modelo de otras partes del Imperio Islámico: predomina la sociedad mercantil
(generalización de los mercados y del comercio internacional) y urbana (la mayor parte de la población vive en ciudades, que se
recuperan tras muchos años de pérdida de habitantes). A partir del siglo XI, cobrará mayor importancia la sociedad feudal cristiana.
Evolución histórica
La conquista (711-714)
Comienza en 711 con la entrada de tropas musulmanas al mando de Tarik y Mussa que acuden –en principio- a
ayudar a uno de los bandos visigodos que se disputan el poder.
Tras la victoria de Guadalete, los visigodos vencidos se retirarán a la zona al norte de la cordillera Cantábrica y los
musulmanes iniciarán la conquista de la Península, que se producirá en sólo 3 años (hasta el 714).
La característica más importante de este proceso es la rapidez, motivada por el hecho de que la población hispanovisigoda apenas se enfrenta militarmente a los musulmanes que les permiten mantener sus medios de vida y su religión.
Emirato dependiente de Damasco (714-756)
El hijo de Mussa, Abl-al-Asís, será nombrado primer emir (gobernador) del emirato de AL-ÁNDALUS (provincia del
Imperio Islámico con capital en Damasco). El emir, nombrado por el califa de Damasco, tiene poder militar y político.
Los musulmanes, ante las facilidades vistas en la conquista de la Península, entran en el reino franco, pero serán
frenados por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732). A partir de ahí, los musulmanes se quedarán en la Península,
aunque en el 722 ya se había producido una primera luchas con los cristianos del norte, dirigidos por el noble Pelayo que se
considerará el inicio de la Reconquista.
La Península empieza a integrarse en el Imperio mediante acuerdos y pactos con la mayoría de la población. Esto es
así ya que la población estaba harta de los fuertes impuestos que debían pagar a los reyes visigodos. También la minoría
judía acepta la nueva situación. El emirato se organiza en coras (provincias).
El emirato independiente (756-929)
En el 750 la familia de los Abasidas se hace con el poder califal en Damasco tras exterminar a los Omeyas. Un
príncipe Omeya superviviente –Abd-Al-Rahman I-, conocido como Abderramán en las crónicas cristianas- logra huir a la
lejana Al -Andalus y hacerse con el poder.
Se proclama emir independiente de Bagdad, la nueva capital de los Abasidas, aunque sigue reconociendo la
autoridad religiosa del califa.
Esta etapa significó la consolidación y la reorganización de los musulmanes andalusíes y se produjo una fuerte
islamización de la población tanto por razones religiosas (pasaban de una religión monoteísta a otra) como económica (los
cristianos y judíos pagaban un impuesto especial por mantener su religión).
El califato de Córdoba (929-1031)
En el año 929 Abderramán III se proclamó califa, consolidando así la independencia de AL-ÁNDALUS, e iniciando la
que fue la etapa más floreciente del poderío musulmán en España.
Con su hijo y sucesor -Al-Hakam II- la civilización árabe adquiere su cenit.
El máximo apogeo militar se produce en el cambio de milenio cuando Almanzor –visir del joven Hixem II- hizo
retroceder a los cristianos destruyendo Santiago, Barcelona y otras ciudades mediante la organización de ataques anuales
al territorio cristiano. Estos territorios se ven obligados a pagar parias (fuertes sumas de dinero).
Tras la muerte de Almanzor AL-ÁNDALUS se sumerge en una etapa de desórdenes y crisis y el Estado cordobés
acabaría fragmentándose en un sinfín de pequeños estados denominados taifas.
Los reinos de taifas (1031-1090)
Tras el asesinato del último califa, Hixem III, en 1031, AL-ÁNDALUS se dividió en un mosaico de pequeños estados,
algunos de ellos minúsculos, que luchaban entre sí y contra los cristianos del norte que, aprovechando su desunión
avanzaron hacia el sur. Progresivamente el número de taifas fue disminuyendo ante la expansión de las más poderosas
(Badajoz, Granada, Toledo, Sevilla, Valencia...). En contraste con su debilidad política se produjo un gran esplendor
económico, artístico y cultural.
Ante el avance amenazador de los cristianos –Alfonso VI toma Toledo en el año 1085- son conscientes de su
desunión y piden ayuda a sus hermanos en la fe del norte de África.
El dominio almorávide (1090-1145) y las segundas taifas (1145-1175)
En Marruecos se ha formado un gran imperio dirigido por unos musulmanes de reciente conversión y de una
religiosidad extremada: los almorávides. Su rey Yusuf Ibn Tashfin cruzó el Estrecho y derrotó a los cristianos en 1086 en las
batallas de Úclés (Cuenca) Sagrajas (Badajoz). Cuatro años después volvió a la Península y barrió a todos los reinos de taifas
unificando Al-Ándalus e incorporándolo a su imperio norteafricano. Con todo, el poderío almorávide no pudo evitar la
expansión cristiana (toma de Zaragoza en 1119) ni recuperar Toledo.
El celo religioso frente al carácter más tolerante de los musulmanes españoles, así como el hundimiento de los
Almorávides en África frente a un nuevo poder, los almohades, motivaron la desaparición de los almorávides y el
surgimiento de nuevo de los reinos de taifas hasta el 1175.
Los almohades (1175-1232)
Los segundos reinos de taifas cayeron ante la llegada de los almohades, que lograron unificar nuevamente ALÁNDALUS. Su momento de máximo apogeo se produjo a finales del siglo XII. Frente al apoyo local que tuvieron los
almorávides en un primer momento, los almohades no contaron con la colaboración de los musulmanes españoles que
estaban cansados del intervencionismo norteafricano. Su poder se basaba en un poderoso ejército, y cuando éste
sucumbió ante los reyes cristianos en 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa, se hundió también el poderío almohade.
Aunque se formaron nuevamente taifas, todos serían conquistados de manera fulminante por los cristianos. El único que
logró resistir fue el reino de Granada.
Reino nazarí de Granada (1236-1492)
Debe su nombre a Muhammad Ibn Nasr, el fundador de un reino que se levantó sobre las ruinas almohades y que desde
1237 hizo de Granada su capital. Fue el último reducto musulmán en la Península y se mantendría hasta las campañas de
los Reyes Católicos a finales del siglo XV. Las razones de que permaneciera casi dos siglos y medio son claras:
• Zona muy rica que paga impuestos elevados a Castilla.
• Potencial demográfico elevado.
• Zonas escarpadas (Sistema Penibético) de difícil conquista.
• Hábil diplomacia que negocia paces y treguas con los castellanos.
• Guerras internas en Castilla en los siglos XIV y XV.
El reino de Granada se extendió por las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería.
La economía
Los musulmanes en España desarrollaron una fuerte economía que hizo de su territorio el más próspero de Europa
occidental durante buena parte de la Edad Media, dada la situación de puente entre África y Europa.
Las características de esta economía son:
- La importancia de las ciudades como centros económicos al existir en ellas zocos (mercados) en los que se vende
todo tipo de productos.
- La importancia de las rutas comerciales (destacando la del oro y la de esclavos) que unen África y Asia con Europa,
que estaban dominadas por los gobernantes de AL-ÁNDALUS.
- Una agricultura muy desarrollada tanto en el secano (tríada mediterránea) como en el regadío (huertas, arroz,
algodón, azafrán, caña de azúcar…). Los excedentes se dedicaban a la exportación.
- La artesanía adquirió una importancia excepcional en un mundo urbano como fue AL-ÁNDALUS. Destacaron los
talleres que fabricaban artículos de lujo ante una población con un alto poder adquisitivo: marfiles, cordobanes
(artículos de cuero), tejidos, brocados...
- El sólido sistema monetario basado en el dinar de oro y el dirhem de plata, equivalente a la décima parte del
dinar.
La sociedad
El número de musulmanes que ocupó y se asentó en la Península no debió pasar todo el desarrollo histórico de
200.000 habitantes, y la población total anduvo sobre los siete millones en el siglo X. Como hemos señalado, la población
se concentró en ciudades, aunque el campo también estaba muy poblado. La zona más habitada era el valle del
Guadalquivir, y la más despoblada el valle del Duero, expuesto a los ataques cristianos.
Los grupos étnicos:
Había una gran variedad y estaban muy jerarquizados, a pesar de las ideas de igualdad del Islam. Los grupos más
importantes eran:
• Árabes. Proceden de Arabia, Siria y zonas próximas. Se consideran próximos al Profeta y forman una selecta
minoría de gobernantes, guerreros y terratenientes. No sobrepasan el 1 %.
• Bereberes. Son la mayoría de los invasores y provienen del norte de África. Poseen las tierras más pobres. Serán
frecuentes sus rebeliones contra los árabes.
• Judíos. Son una pequeña minoría que se dedican al comercio, a la medicina y al préstamo de dinero. Viven sobre
todo en las ciudades.
• Hispanovisigodos. Son el 98 % de la población y, según su actitud ante la nueva religión se clasifican en:
-muladíes o conversos al Islam, que son la mayoría;
-mozárabes o cristianos que viven bajo el Islam y pagan un impuesto especial. Son la clase más baja.
La cultura y el saber
La cultura musulmana se caracteriza por recopilar y sintetizar elementos de los pueblos sometidos. En Al Andalus
se adoptó el árabe como lengua y se integró en el mundo intelectual de Oriente.
El papel fundamental que desarrollaron los musulmanes españoles fue servir de puente para que la cultura
oriental entrase en Europa. También se recopilaron textos clásicos perdidos en Europa, pero conservados en árabe y otras
lenguas.
Entre las figuras más importantes destacan:
Ibn Hazm de Córdoba, uno de los mejores poetas del mundo islámico.
Maimónides, autor judío de grandes tratados de medicina.
Averroes, filósofo que interpretó a Aristóteles y lo acercó de nuevo a Europa.
Azarquiel de Toledo, gran astrónomo y creador de instrumentos científicos de precisión.
Arte hispanomusulmán
Destaca la arquitectura como actividad artística fundamental, basada en la construcción de todo tipo de edificios,
pero destacando las mezquitas, los palacios, los castillos, las ciudades defensivas (alcazabas) y los baños. Los materiales que
más se utilizan son la piedra, el ladrillo, el yeso y la madera. Los elementos más importantes de la arquitectura son:
La columna, con capitel de tipo vegetal tanto original como reutilizado de otros edificios.
El arco, destacando el de herradura, el lobulado, el de herradura apuntado y el entrecruzado. En ocasiones
se pintan de rojo y blanco para destacar sus partes y se enmarca en un alfiz.
Las bóvedas y las cúpulas pueden ser de arista, nervadas o gallonadas con nervios que no se cruzan en el
centro. Las que se construyen con yeso se llaman cúpulas de mocárabes y a veces se hacen de madera .
Techumbres de madera tanto planas como artesonadas.
La escultura y la pintura se limitan a decorar los edificios y embellecerlos. Los materiales suelen ser el yeso y la
madera, añadiéndose también los azulejos. Así, destacan las yeserías con inscripciones, motivos vegetales y geométricos,
y los alicatados de azulejería con motivos geométricos. Un elemento muy original son los paños de sebka o redes
romboidales.
Las etapas históricas dan nombre a las etapas artísticas. Las obras más importantes son:
Emiral y califal: la mezquita de Córdoba, la del Cristo de la Luz y la Puerta de Bisagra en Toledo, la ciudad de Medina
Azahara, el castillo de Gormaz (Soria) y la ciudad de Vascos (Toledo).
Taifa: el palacio de la Aljafería de Zaragoza, las alcazabas de Málaga y Almería, el Bañuelo del Darro en Granada.
Almohade: la Giralda, el patio de los naranjos, la Torre del Oro de Sevilla y el patio del yeso de los Álcazares de Sevilla.
Nazarí: la Alhambra y el corral del Carbón en Granada.
Los últimos capítulos del arte musulmán en España tienen que ver con lo cristiano, dando lugar a los estilos mozárabe y
mudéjar, que serán estudiados en otro momento.
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