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13 de mayo de 2015
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Héctor Herrera, AIDA, [email protected], +57 (1) 2324246, +57 (1) 3005678922
Ministerio de Justicia de Colombia recibe más de 20,000 firmas pidiendo suspensión de
fumigaciones aéreas con glifosato y otros químicos nocivos
A menos de 24 horas de que el Consejo Nacional de Estupefacientes, presidido por el
Ministerio de Justicia, decida si suspende o no las fumigaciones, organizaciones entregaron las
firmas a una petición que busca frenar los daños sociales y ambientales de esa política.
Bogotá, Colombia. La Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el
Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ) y el Observatorio de Cultivos y
Cultivadores Declarados Ilícitos —con el apoyo de WOLA, el LAWG y otras organizaciones—,
entregaron hoy al Ministerio de Justicia más de 20,000 firmas que exigen la suspensión
inmediata de las fumigaciones aéreas de cultivos de uso ilícito con glifosato y otro químicos
dañinos en el país. Las firmas respaldan la petición ciudadana realizada a través del sitio de
internet Change.org y la cual pretende proteger la salud y el ambiente de los daños causados
por las fumigaciones
“En pocos días se recibieron más de 20 mil firmas diciendo ‘no’ a las fumigaciones, no solo con
glifosato, sino con cualquier herbicida, como instrumento en la guerra de las drogas”, dijo
Camilo González, exministro de Salud de Colombia.
El Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), presidido por el Ministerio de Justicia, se
reunirá mañana para decidir si suspende o no las fumigaciones.
“El CNE debe decidir en derecho y a partir de la evidencia científica y técnica que prueba los
impactos de las fumigaciones y la falta de resultados”, concluyó Héctor Herrera, abogado de
AIDA y Coordinador de la Red por la Justicia Ambiental en Colombia.
Los firmantes de la petición y las organizaciones enfatizan que las fumigaciones deben llegar a
su fin porque:
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Causan graves impactos en la salud: La Agencia Internacional para la Investigación
del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que el glifosato
usado en las fumigaciones puede causar cáncer a las personas. Además, estudios
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independientes han evidenciado que las fumigaciones causan otros daños a la salud
como enfermedades en la piel y problemas en el embarazo.
No han cumplido su objetivo: Luego de más de 15 años, las fumigaciones no han
logrado reducir los cultivos de coca y amapola de uso ilícito.
Causan graves impactos ambientales: Las fumigaciones se realizan de forma
indiscriminada sobre casas, animales de granja y fuentes de agua. Es por ello que
dañan ecosistemas ricos en biodiversidad y a las especies que viven en ellos (peces,
anfibios, roedores, insectos y plantas endémicas), contaminan el agua, y destruyen
bosques y cultivos de alimentos que son fuente de subsistencia de muchas
comunidades.
Promueven el desplazamiento de personas: Al no tener alternativas a los cultivos de
coca y amapola, familias enteras dejan sus territorios a causa de las fumigaciones.
Desconocen normas nacionales e internacionales: Tribunales nacionales como la
Corte Constitucional han solicitado la suspensión de las fumigaciones con base en el
Principio de Precaución. Colombia indemnizó a Ecuador por los impactos que las
fumigaciones causaron en la frontera y se comprometió a suspender la práctica en esa
zona.
Éstas y otras razones fueron explicadas ampliamente por expertos nacionales e internacionales
en un conversatorio realizado hoy en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
"Durante 40 años, las fumigaciones con agrotóxicos han sido objeto de análisis académicos,
científicos y legales, los que además de recomendar el fin de su aplicación, no siempre han
sido públicos. Han primado consideraciones políticas de orden público y seguridad, lo que ha
dejado por fuera recomendaciones sanitarias, ambientales y legales. Este enfoque ha negado
la existencia de problemas socioeconómicos que persisten en las comunidades donde se
producen los cultivos, ha negado la primacía de los derechos humanos de los pobladores
rurales y no ha reconocido los nuevos enfoques que desde el PNUD se vienen recomendando
para contener la expansión de cultivos", señaló Pedro Arenas, coordinador Observatorio de
Cultivos y Cultivadores Declarados Ilícitos, quien moderó el conversatorio.
El Ministerio de Salud, los Secretarios de Salud departamentales y distritales, la Defensoría del
Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, entre otras autoridades, están de acuerdo con las
miles de personas que firmaron la petición y con las organizaciones que la promueven.
¡La petición aún está abierta a firmas! ¡Firma aquí: http://www.change.org/nofumigacion!
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