MARRUECOS

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MARRUECOS
Geografía de Marruecos.- Limita al norte con el mar Maditerráneo, al este y al sureste con
Argelia, al sur con la República Saharawi y al oeste con el Océano Atlántico.
El relieve está determinado por sus dos sistemas montañosos: el Rif, que bordea la costa
mediterránea desde el río Muluya hasta el estrecho de Gibraltar, y cuyo punto culminante es el
monte Tidighine de 2452 mts, y la cordillera del Atlas, que consta de tres macizos montañosos: al
sur el Gran Atlas, que alcanza los 4180 mts en el monte Tubkal; el Atlas central, y el Anti- Atlas,
que llega hasta la costa atlántica. Al este sobresalen las denominadas Altas Mesetas, con
altitudes que alcanzan los 1300 mts. Al sur del Anti-Atlas se inicia el desierto del Sahara.
Los ríos más importantes son el Oum-er-Rbia y el Sebou que desembocan en el Océano Atlántico;
y el Muluya, que desemboca en el Mediterráneo.
El clima varía entre el desértico del sur y el mediterraneo del norte, con temperaturas medias que
van de los 10º C en enero a los 25º C en julio.
Capital: Rabat
Superficie 450.000 km2
Población 31.478.000
Nombre del Estado: Reino de Marruecos
Moneda: Dirham
Idiomas: árabe, bereber, francés
Densidad hah/km2 70,5 hab./km2
Crecimiento anual (2000-2005) 1,5 %
Población Urbana 58,1 %
Fotos y mapas en www.epcot.edu.mx/geo1
A continuación la descripción del viaje de Laura Chavarría, exalumna de EPCOT, durante su viaje a
Marruecos. Texto disponible en el sitio web.
Casablanca
Llegamos al aeropuerto que me pareció muy lindo, exótico y bien organizado. El viaje en tren a la ciudad fue
un tanto diferente, los trenes son limpios y amplios pero muy impuntuales. En el camino a la ciudad se ve
muchísima pobreza, mucha basura y todo el paisaje es seco, color paja y café, color África.
Casablanca tiene un encanto muy particular, la dinámica de la ciudad me pareció muy interesante. En las
calles generalmente se ven hombres y pocas mujeres y las terrazas en donde toman té o café son
completamente masculinas. Esto es durante el día, pero al caer la tarde salen también a pasear las
mujeres a las plazas y parques, pero siempre andan mujeres con mujeres y hombres con hombres.
La medina o ciudad vieja amurallada es muy ajetreada y con mucha vendimia, las casas casi
desmoronándose pero sin perder su encanto árabe que me atrapó desde el primer instante.
Caminamos hasta la mezquita Hassan II que es una de las más grandes del mundo, eso sí con el minarete
más alto según cuentan. La construcción es bastante nueva del 93 y la hicieron para que la ciudad contara
con un monumento, costó mucho dinero y esfuerzo y es impresionante junto al mar. Afuera se sienta la
gente bajo las arcadas para refrescarse y es muy interesante sentarse a ver a la gente pasear. Es una
cultura tan diferente a la nuestra, misteriosa como diría mi mamá. Hasta ahora me da la impresión de no
comprender nada.
De ahí fuimos a la playa de la gente rica. Clubes, restaurantes, hoteles de lujo y playas privadas sin acceso
a los no miembros, coches nuevos y caros, marroquíes paseando con la música tan alta y presumiendo sus
marcas de preferencia. Si vienes de ver la playa de los pobres a lado de la mezquita el contraste es
impresionante, Sobretodo el atuendo de las mujeres, en la pare pobre se visten muy conservadoras y casi
no se bañan, si lo haces es completamente vestidas, en la parte rica abundan los bikinis y los cuerpos bien
moldeados. Una a lado de la otra, así, limpio y sucio el paisaje cambia de un metro a otro. Al parecer los
pudientes de Casa se quedan en sus barrios porque el centro de la ciudad tiene una atmósfera
completamente diferente a esta zona.
Salir de la ciudad es otra aventura, los taxistas siempre quieren cobrarte el doble y no usan el taxímetro, los
trenes salen a diferentes horas y no es muy claro como moverte de ciudad a ciudad, a veces puedes tomar
el bus a veces tienes que tomar taxi colectivo, Un viaje de 200 km. Lo haces en 5 horas, pero el ver a la
gente viajar y hacerlo con ellos es parte de la experiencia que nos gusta.
Oualidia
La primer parada del viaje, una playa preciosa en la costa hacia el sur de Casablanca. Al parecer es el lugar
de vacaciones de gente que vive en Marrakech y estaba lleno de turistas locales. El pueblito donde esta la
playa es pequeñito, una calle con restaurantes y hoteles modestos por lo que se conserva una atmósfera
muy agradable.
Nos quedamos en un hotel muy lindo donde cenábamos pescadito cada noche con ¡vinito! Y eso que
pensamos que no tomaríamos alcohol en todo el viaje, pero los marroquíes hacen muy buenos vinos.
Aquí pasamos un par de días descansando en la playa, que tiene una bahía preciosa y un mar muy calmo
que parece alberca, lo que a los niños marroquíes les encanta. Es fascinante ver todo el día a la gente en l
aplaya. En general la regla social es igual que en Casa, las mujeres andan con las mujeres y hombres con
hombres, sobretodo los jóvenes. Los niños juegan todos con todos y los adultos eran unas cuantas las
familias en donde estaban las parejas solas, o estaban en grupos grandes o se separaban por géneros.
La moda para bañarse también es muy diferente, las mujeres se meten al agua con pantalones o shorts
arriba o abajo del traje de baño. Las niñas que aún no han menstruado (según su tradición) andan en bikinis
y una que otra joven se viste muy atrevida dejando ver mucho.
Es extraño ver a las chicas en el agua con sus velos cubriéndose el cabello y de pies a brazos casi
completos. Pero las que no lo hacen no se quitan de encima las miradas masculinas indiscretas.
Gritan mucho, aquí la gente grita mucho, todos, y pudieras pensar que están peleando cuando quizá
simplemente están explicando algo.
En el mercado, fuera de la parte “turística” en el pueblo arriba de la playa, es tan diferente que la parte mas
cuidada donde los turistas disfrutan del mar. Tomamos te en un puesto y al segundo día que fuimos el niño
que nos atendió nos reconoció y estaba feliz de vernos de nuevo. Y hasta la mujer que mendigaba a quien
le dimos una moneda (en el Islam es uno de los pilares de la religión, darle limosna a los necesitados) nos
reconoció y nos saludo con una sonrisa amigable.
Essaouira
Se pronuncia más o menos “esa-güera. Para mi aquí comenzó el Marruecos mágico. Al llegar a la central de
autobuses y tomar un taxi a la Medina pensé ¿es este el lugar tan lindo que nos recomendaron visitar?
Todo empolvado, lleno de arena y edificios blancos que parecían desmoronarse. Pero ya en la media a lado
de la playa cambió completamente el panorama. Esta ciudad si que es turística, extranjeros y locales. Tiene
una playa muy amplia y linda en donde se puede hacer kite surfing.
Este puerto alguna vez fue ocupado por los portugueses y tiene un fuerte con su estilo protegiendo la
medina de los invasores del mar, antes se llamaba Mogador.
La ciudad es blanca, con callejones llenos de vendimias, mercados escondidos en patios interiores, y
laberintos en donde te puedes perder fácilmente. Es un lugar lleno de encanto y el puerto y su fuerte le dan
un toque muy especial al lugar. Perderte en los laberintos y ver como vive la gente en la medina es lo que
hacíamos todo el día. Por la tarde ir a la plaza en donde todos salen a pasear y a disfrutar de que el calor se
hace menos al atardecer.
Caminatas por la playa y hasta fuimos a visitar un pueblito berber al que Jimi Hendrix alguna vez quiso
comprar, pero que los pobladores se opusieron y finalmente no se le hizo la transacción.
Marrakech
Impresionante ciudad imperial, monocromática como otras ciudades en Marruecos. Quizá esta es la más
turística y representativa del país y se nota por los grandes hoteles de súper lujo y los turistas deambulando,
aunque aun dominan los locales por lejos.
La ciudad es rojiza, rosada, muy bonita con sus laberintos de souqs (mercados) en donde todos te quieren
vender algo o quieren que entres a sus tiendas. Las cosas que hacen y venden son preciosas y hacen de
los souqs lugares muy coloridos y fascinantes para deambular, en donde también se asoman los talleres en
donde fabrican las cosas.
Lo más impresionante de Marrakech es la plaza Djemna el Fna que es donde sucede toda la acción. En sí
la plaza no es estéticamente una joya, pero las mezquitas, el souq que la rodean y sobretodo la gente le
dan una atmósfera especial. Durante el día esta habitada por los carritos que venden jugo de naranja
fresco, los encantadores de víboras, los vendedores de hierbas y medicinas mágicas, las mujeres con velo
que hacen tatuajes de henna y la gente que se atreve a salir bajo el sol de más de 40 grados. Pero la noche
le da a la plaza su mejor momento. Al atardecer comienzan a poner puestos de comida con sus asadores
humeantes que cuando ya se ha puesto el sol le da una atmósfera deliciosa al lugar. Además comer ahí
entre los locales es muy rico, al menos el puestito 55 que tanto nos gustó y los cocineros nos reconocían y
nos hacían fiestas cuando cada noche volvíamos a cenar con ellos.
La música también cambia y en lugar de las trompetillas agudas de los encantadores de serpientes la plaza
es tomada por los tambores repetitivos del desierto, alrededor de los cuales bailan hombres en túnicas
azules tratando de atraer a los turistas.
La plaza se va llenando de gente, masas y masas salen a caminar, a vender sus productos, a cenar, a
comprar o simplemente a disfrutar del mejor momento, deambulando en la noche por el lugar más popular
de la ciudad. A la hora de la plegaria se ven principalmente a los hombres entrando a las mezquitas o en las
más pequeñas hasta rezando afuera, en donde ponen un gran tapete de rezos comunal. Se dice que los
hombres que tienen callo en la frente de tanto pegarla al suelo para orar son los más respetados por la
sociedad.
Al deambular por la ciudad y por los barrios donde vive la gente parecieran sitios llenos de secretos,
misterios indescifrables. ¿Cómo viven en sus casas? ¿qué hacen dentro todo el día? Es difícil saber a
menos que conozcas a alguien que te invite y te enseñe los secretos de los interiores.
En Marrakech se ven muchas mujeres sobretodo mayores con velos cubriéndoles la cara, a veces dejan la
nariz descubierta a veces no. El idioma suena tan ajeno y áspero, diferente a otros con sonidos melódicos, y
mucha gente aquí grita, gritan y se pelean por todos lados.
La ciudad también es sucia, en general las ciudades que hemos visto así son, a veces no nos explicamos
como pueden vivir entre tanta basura, ves montones quemando por aquí y por allá, paredes malolientes a
orines y en los mercados los contrastes de olores a podredumbre y a especias y perfumes sorprenden
nuestras narices.
Los contrastes entre los que tienen y los que no son enormes, las jovencitas más modernizadas visten
bastante atrevidas y provocativas y en el barrio nuevo (nouveau ville) ves muchas chicas con escotes casi
exagerados, mientras las chicas conservadoras o las que viven en barrios más pobres se tapan de pies a
cabeza.
Este país es impresionante, muy ajetreado, gente y gente, ruido, suciedad, colores y olores que atacan tus
sentidos continuamente. Es tan incomprensible y tan diferente a todo lo que antes habíamos visto.
Se percibe que la religión tiene gran influencia en sus vidas, desde el hecho que las mujeres tienen que
cubrirse casi completamente para ‘no provocar’ los deseos de los hombres, la socialización tan segregada
de los sexos, la prohibición del alcohol y seguramente muchas cosas más que a primera vista no podemos
apreciar fácilmente.
Algo que como 'primeriza’ en un país musulmán puede llegar a ser hasta amedrentador son los cantos
recitando versos del Corán que a determinadas horas dominan los lugares saliendo de los altavoces de los
minaretes en las mezquitas. Son repetitivos y en una lengua extraña, suenan muy fuertes y estrictos y
aunque sabes que son el llamado a rezar no es lo más lindo de escuchar a las 4 de la madrugada. Aunque
en los pueblos pueden parecer mucho más dulces y melódicos. Lo extraño es el efecto tan fuerte que tienen
sobre la gente, sobre sus creyentes. A esa hora de la madrugada una noche muy calurosa despertamos por
el ruido de una gran pelea en la plaza, se escuchaba gente, mucha gente, hombres y mujeres, gritando y
peleando durante lo que nos pareció mucho tiempo, parecía una pelea interminable. Lo sorprendente fue
que a la hora que comenzaron los cantos inmediatamente reinó el silencio entre la gente y después que las
tres mezquitas de la plaza terminaron sus llamados a rezar el silencio perduró “milagrosamente”.
CUESTIONARIO:
1.- ¿Qué opinas de Marruecos como destino turistico de acuerdo a la narración de viaje anterior?
2.- Describe los límites territoriales de Marruecos.
3.- Menciona las ciudades más importantes.
4.- Capital de Marruecos.
5.- Menciona que idiomas se hablan en Marruecos.
6.- Moneda usada en Marruecos.
7.- ¿Cuál es la ciudad más turística de Marruecos?
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