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Artículo publicado en la edición de febrero de 2014 de The Bretton Woods Bulletin
Mecanismos de rendición de
cuentas del Banco Mundial:
¿Alguna lección aprendida hasta
ahora?
27 DE FEBRERO DE 2014
Por Astrid Puentes y Andrea Rodríguez Osuna, Asociación Interamericana para la Defensa del
Ambiente (AIDA)
“Locura es hacer lo mismo una y otra vez, y esperar resultados distintos.”
- Albert Einstein
Los mecanismos de rendición de cuentas del Grupo del Banco Mundial —el Panel de
Inspección, que se ocupa de las quejas por proyectos del sector público, y la Oficina del
Ombudsman y Oficina de Procesamiento de Quejas (CAO, por sus siglas en inglés), que se
ocupa de proyectos del sector privado— fueron creados para brindar a las comunidades un
espacio para plantear sus preocupaciones sobre proyectos y asegurar la rendición de cuentas
de los programas apoyados por el Banco.
En octubre de 2013, con la adopción de su nueva estrategia, el Banco decidió que “la toma
inteligente de riesgos ayudará a sus clientes a fortalecer su capacidad”, algo que interpreta
en el sentido de que los mecanismos de rendición de cuentas deben “complementar el
cumplimiento con un enfoque en los resultados” [1]. Sin embargo, la eficacia de estos
mecanismos depende del grado en el que sus recomendaciones y hallazgos sean tomados en
cuenta por la administración del Banco, y de que se brinden soluciones reales para corregir
posibles fallas en los programas.
En tres casos recientes y fundamentales, el Panel de Inspección y la CAO concluyeron que
programas apoyados por el Banco incumplieron sus políticas y salvaguardas. Las
instituciones encontraron que el proyecto de energía Escom en Sudáfrica, el proyecto
hidroeléctrico Tata Mundra en India, y el proyecto de palma aceitera Dinant en Honduras
(ver noticia de julio de 2012, análisis de diciembre de 2013) planteaban impactos
negativos severos en los derechos humanos y el ambiente que, según la CAO, su reporte de
cumplimiento sobre Dinant resultó de fallas por “pasar por alto, articular o incluso ocultar
potenciales riesgos sociales, ambientales y de conflicto” [2]. El presidente del Grupo del
Banco Mundial, Jim Young Kim, no ha dado una respuesta seria a esos hallazgos. Esto
puede ser visto en su aparente renuencia a brindar soluciones efectivas e inmediatas a las
estructuras internas del Banco, las cuales son necesarias para mejorar las salvaguardas
ambientales y sociales para los proyectos y actividades financiadas por el Banco.
La falta del presidente del Banco de no considerar los hallazgos de los mecanismos de
rendición de cuentas amenaza la efectividad de esas instituciones. Esta falta de compromiso
para aprender de errores pasados, deteriora el valor de las salvaguardas del propio Banco, y
la posibilidad de mejorar los resultados para aquellos afectados por las actividades que el
Banco financia. Esto envía un mensaje de que el Banco carece de un verdadero
compromiso para colaborar y garantizar la rendición de cuentas, y que no está dispuesto a
evaluar posibles errores en la aprobación e implementación de los programas que apoya.
El futuro de los mecanismos de rendición de
cuentas
Pese a las reacciones inadecuadas por parte de la administración del Banco para formular
planes de acción que aborden los hallazgos de los mecanismos de rendición de cuentas en
estos tres casos, existen oportunidades para reevaluar y corregir. Hay buenas razones por
las que, cuando los mecanismos de rendición de cuentas identifiquen un programa o
proyecto que ha violado las políticas y salvaguardas del Banco, éste tenga la obligación de
desarrollar planes de acción efectivos que incorporen y atiendan las conclusiones
provenientes de los mecanismos de rendición de cuentas. Los planes de acción deben
considerar las lecciones aprendidas en el pasado y evitar que se repitan los mismos errores.
La estructura y los procesos de toma de decisiones del Banco son claramente complejos y
no son fáciles de cambiar. La administración del Banco debe aprovechar la oportunidad de
evaluar los procesos internos de toma de decisiones e implementar reformas adecuadas. La
administración del Banco también necesita considerar seriamente los hallazgos de los
mecanismos, y aplicar las medidas necesarias para introducir cambios en el desempeño de
esos proyectos específicos.
Dichas medidas deben ser aplicables además a programas futuros para prevenir que estas
situaciones vuelvan a ocurrir en casos similares. Esto es clave para la eficacia de los
mecanismos de rendición de cuentas, y para mejorar el desempeño del Grupo del Banco.
Por lo tanto, la adopción de un enfoque diferente al empleado por el Banco en el caso
Dinant en Honduras es vital [3] .
El banco tiene la oportunidad de mostrar resultados diferentes a los hallazgos de los
mecanismos de rendición de cuentas. Hay dos investigaciones importantes en curso —la
mina Quellaveco en Perú (ver noticia de octubre de 2012) y el caso de la mina Angostura
en Colombia, en las que se espera las decisiones finales de la CAO. Las acusaciones contra
la Corporación Financiera Internacional (CFI) por dichos casos incluyen el incumplimiento
de sus políticas, la inadecuada consideración de impactos ambientales, y la promoción de la
minería en ecosistemas sensibles y en violación de leyes nacionales. Esperamos una
respuesta distinta a la de los tres casos mencionados previamente.
Asimismo, el Banco Mundial está en proceso de revisar sus salvaguardas sociales y
ambientales [4]. El plan es adoptar un marco integrado de políticas que combine y
simplifique las actuales políticas de salvaguarda para hacerlas más flexibles y orientadas a
resultados. Este nuevo marco de políticas podría influir en cómo otros organismos
internacionales, como el Fondo Verde Climático de la ONU, abordan la protección del
ambiente y los derechos humanos. El lenguaje proveniente de la estrategia del Banco
Mundial no ayuda.
Esta revisión no debería ser sólo de cómo simplificar la aplicación de salvaguardas, si no de
cómo asegurar que el Banco aprenda de sus errores y se comprometa a cumplir con las
leyes de derechos humanos durante todo el ciclo de vida de los proyectos y programas. El
presidente del Banco ha hecho varias declaraciones públicas sobre su compromiso con la
salud pública, la lucha contra las alteraciones del clima y con evitar la disolución de las
salvaguardas. Se ha comprometido a que el Banco Mundial aprenderá de los errores del
pasado.
Como institución influyente a nivel global, el cumplimiento de estos compromisos y la
creación de un nuevo y más efectivo marco de salvaguardas, le dará mayor legitimidad.
Esto debe ir acompañado de mecanismos de rendición de cuentas fuertes, efectivos e
independientes que puedan desempeñar un papel crucial en dar certidumbre a las personas
afectadas por los proyectos del Banco Mundial. Los mecanismos deben ser suficientemente
poderosos para influir en el Banco y exigirle rendición de cuentas.
Notas al pie
[1] Nueva estrategia del Grupo del Banco Mundial, octubre de 2013.
[2] Investigación de la CAO, p. 59.
[3] En el caso Dinant, la CAO encontró que debido a presiones internas la discusión de la debida
diligencia por parte de la CFI fue descuidada y que la cultura de aversión al riesgo al interior de la
CFI pudo haber presionado al personal para pasar por alto impactos sociales y ambientales
negativos.
[4] http://consultations.worldbank.org/consultation/review-and-update-world-bank-safeguardpolicies
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