Las elecciones autonómicas de 2003 en Castilla la Mancha

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LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS DE 2003
EN CASTILLA-LA MANCHA
Francesc Pallarés
Jordi Muñoz
El marco político
Tras 10 años de mayorías absolutas del PSOE en Castilla-La Mancha, parece
haberse consolidado un sistema de partido hegemónico en el que la estabilidad ha sido
la tónica dominante en una legislatura en la que el PSOE ha disfrutado de una amplia
mayoría absoluta, conseguida en 1999 y que alejó las posibilidades de cambio abiertas
tras el crecimiento del PP en las elecciones de 1995.
Los únicos momentos de incertidumbre a lo largo de esta legislatura se vivieron
ante la posibilidad de que José Bono abandonase la presidencia autonómica cuando se
presentó para secretario general del PSOE, pero en perder, ante José Luis Rodríguez
Zapatero, el congreso federal socialista, Bono optó por mantenerse en el cargo.
Las fuerzas políticas y la campaña
En el PSOE de Castilla-La Mancha destaca ante todo la figura de José Bono,
presidente de la comunidad desde 1983 quien, tras intentar conseguir la secretaría
general del PSOE, se queda en la política castellano-manchega, y vuelve a encabezar la
candidatura de su partido a presidir la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a
pesar de que en mayo de 2003 sólo le quedan unos meses para cumplir los ocho años
consecutivos de permanencia en el cargo des de 1995, año en que el mismo impulsó una
ley que limitaba los años de mandato.
La campaña socialista, como viene siendo habitual, está muy personalizada en la
figura de José Bono, y en su papel de defensor de los intereses castellano-manchegos
por encima de los de su partido. Bono se muestra seguro de revalidar su mayoría, y
juega a fondo la baza de su popularidad y carisma personal, pero aún así realiza una
campaña intensa, en la que defiende su gestión de los últimos veinte años y lanza
propuestas vinculadas a la mejora de ayudas a los agricultores, el acceso a la vivienda,
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la mejora de infraestructuras y servicios sociosanitarios. En pocas ocasiones Bono ataca
a sus rivales políticos, y esta tarea va a cargo del resto de miembros de la candidatura,
que acusan a los candidatos del PP de no presentar sus declaraciones de renta y
patrimonio –tal y como exige la Ley electoral de Castilla-La Mancha –y al candidato del
PP, Adolfo Suárez Illana, de no tener vinculación con la región.
El PP, tras el retroceso sufrido en las anteriores elecciones, que lo alejaron de la
posibilidad de arrebatar la mayoría absoluta a José Bono, apuesta en esta ocasión por un
nuevo candidato, externo al PP de Castilla-La Mancha: Adolfo Suárez-Illana, hijo del
expresidente del gobierno español Adolfo Suárez. Suárez-Illana, que es presentado
como una apuesta personal de José María Aznar en uno de los territorios
tradicionalmente más complicados para el PP, desplaza al exalcalde de Toledo Agustín
Conde y aspira a mejorar los resultados de 1999 y desbancar a Bono de la presidencia
de la Junta de Comunidades.
Adolfo Suárez-Illana, que cuenta con un grado de conocimiento del 77,3% y con
el apoyo de Aznar y de varios de sus ministros en actos electorales, realiza una campaña
dura contra la figura de José Bono y su gestión de los últimos veinte años al frente de la
Comunidad, especialmente en lo que a infraestructuras se refiere (autovías, suministro
de agua, carreteras para el medio rural, etc). Se critica duramente también el estilo de
gobierno de Bono, que es considerado “sectario” y alejado de los ciudadanos, a lo que él
contrapone su larga precampaña, desde que fue elegido candidato, en la que ha
recorrido la mayoría de las localidades castellano-manchegas.
IU de Castilla-La Mancha aspira en esta ocasión a recuperar su presencia en las
Cortes, perdida en los comicios de 1999 a pesar de que antes de aquellos comicios su
diputado había dejado ya la coalición para pasar, con Nueva Izquierda, al grupo del
PSOE-progresistas. En ser un partido extraparlamentario, IU cuenta con muy poca
cobertura mediática, y su candidata, María Angeles Yagüe, apenas cuenta con un 13%
de conocimiento entre la población, según las encuestas.
El sistema de partidos castellano-manchego se configura cómo un sistema
bipartidista PP-PSOE, en que hay poco espacio para terceros partidos, debido a la
composición del electorado, la inexistencia de partidos de ámbito no estatal y la Ley
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electoral, que configura un sistema con fuerte tendencia mayoritaria debido a una suma
de factores diversos (alta proporción electores/diputados, ley de Hondt, etc).
Los resultados
Con una participación algo superior a la registrada en las elecciones autonómicas
de 1999, José Bono obtiene el mejor resultado de su historia, consolidando así su
hegemonía política en esta comunidad.
La participación
También en Castilla-La Mancha la participación se ha recuperado con respecto a
1999, aunque aquí la recuperación ha sido más modesta, probablemente debido a que se
ha mantenido siempre como una de las CCAA más participativas del conjunto del
Estado, llegando en esta ocasión a un 76,26% de votantes, sólo muy ligeramente por
debajo del 76,31% registrado el los comicios generales de 2000.
Participación
PP
PSOE
IU
Castilla-La Mancha: Elecciones Autonómicas 2003
Resultados 2003
Dif. 03-99
Dif. 03-00
76,26%
+1,4
-0,1
% s/voto
Diputados
36,4
-3,7
-15,5
29 (+3)
57,4
+4,4
+17
18 (-3)
3,0
-0,4
-1,3
0 (=)
La orientación del voto
Algunos fuertes movimientos en la distribución de los sufragios entre partidos
tienen como consecuencia la consolidación de tendencias anteriores y, en consonancia
con esto, de una hegemonía clara en las elecciones autonómicas del PSOE. Hay que
destacar que esta hegemonía contrasta fuertemente con la victoria clara del PP en las
elecciones generales en esta comunidad, situación que se viene repitiendo des de 1996 y
que de consolidarse en el tiempo supondría la aparición de un nuevo fenómeno
sistemático de voto dual en una comunidad. En cualquier caso, habrá que esperar a la
consolidación de este fenómeno, y a observar si esta dualidad sobrevive a la retirada de
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José Bono de la política castellanomanchega o, por el contrario, es un fenómeno
exclusivamente vinculado a su liderazgo personal.
En estos comicios el PSOE recupera 4,4 puntos de voto –unos 72.000 votos- y se
sitúa en un 57,4% del voto, lo que le da una amplia mayoría absoluta en las Cortes de
Castilla-La Mancha. Se trata de los mejores resultados obtenidos por el PSOE en toda
su historia y convierten a José Bono en el presidente autonómico más votado de todo el
estado, seguido por el murciano Ramón Luis Valcárcel que se queda en el 56,3% de los
votos. Destaca la recuperación de voto con respecto a los comicios generales de 2000
(17 puntos) que, como hemos dicho, puede estar confirmando una tendencia a la
dualidad consolidada.
Las subidas más fuertes las experimenta en Ciudad Real (+5,85%) y Guadalajara
(+5%), mientras que la menor se registra en Albacete (+2,18%) que en esta ocasión
pierde, a favor de Ciudad Real, el puesto de circunscripción con más porcentaje de voto
socialista
El Partido Popular, por su parte, no logra rentabilizar la candidatura de Adolfo
Suárez-Illana ni retener los votos logrados en las elecciones generales de 2000, y pierde
más de 22.000 votos, lo que supone un retroceso del 3,7%. De nuevo, el retroceso es
más espectacular si lo comparamos con los resultados obtenidos en las elecciones
generales de 2000: el PP ha perdido 15,5 puntos de porcentaje de voto.
Se trata de un descenso generalizado, aunque muy desigual en los diversos
territorios que componen la CA: mientras que en Ciudad Real y Guadalajara el PP
pierde más de cinco puntos, en Albacete el descenso se queda en el 0,7%. Cabe destacar
la fuerte correspondencia entre bajadas del PP y subidas del PSOE en todas las
provincias, excepto en Albacete, lo que nos indica que en Castilla-La Mancha se ha
consolidado un sistema claramente bipartidista aunque con un partido hegemónico en
las elecciones autonómicas.
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Castilla-La Mancha: evolución electoral 1977-03
70
60
% s/voto
50
AP-PP
40
CDS-UCD
30
PSOE
20
PCE/IU
10
0
G79 G82 A83 G86 A87 G89 A91 G93 A95 G96 A99 G00 A03
IU, por su parte, experimenta una (nueva) ligera pérdida de votos –unos 2500 en
esta ocasión-, lo que le supone su peor resultado en la historia electoral
castellanomanchega, quedándose en el 3% del voto (0,4 puntos por debajo de 1999, y
más de un punto menos de los resultados obtenidos en las elecciones generales de
2000).
El nivel institucional
Estos resultados refuerzan la mayoría absoluta de José Bono, que obtiene en esta
ocasión los mejores resultados de su historia, con 29 diputados (+3). El PP sufre un
importante retroceso, y se queda con 18 escaños (-3). Izquierda Unida no consigue
recuperar su presencia parlamentaria y seguirá otra legislatura como fuerza
extraparlamentaria.
En base a estos resultados, José Bono seguirá al frente de la comunidad por sexta
legislatura consecutiva. Por su parte. Adolfo Suárez-Illana, decidió no tomar posesión
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de su escaño y retirarse de la vida política, tras el rechazo de José María Aznar a su
propuesta para presidir y reorganizar el PP castellano-manchego.
A nivel municipal, el PSOE recupera la mayoría absoluta en Albacete (a costa
del concejal que pierde IU) y mantiene (e incluso amplía) la de Cuenca. En Guadalajara,
el PP pierde la mayoría absoluta y el PSOE recupera la alcaldía gracias a un pacto con
IU. Donde sí mantiene el PP sus mayorías absolutas es en Ciudad Real (aunque en este
caso el PSOE reduce la diferencia de cinco a un concejal) y Toledo.
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