Jornadas Bibliotecas del CSIC 24, enero 2002 La colección del CSIC en el contexto del resto de las bibliotecas españolas Mercedes Baquero Unidad de Coordinación de Bibliotecas del CSIC Tel. 91 585 50 78, c-elec.: [email protected] Resumen Estudio comparativo de la colección de revistas del CSIC y la de las bibliotecas universitarias españolas. Descripción de las características que singularizan las colecciones del CSIC. Los cambios previsibles en nuestra colección de publicaciones periódicas son los mismos que ya experimentan las bibliotecas del entorno, impulsados por la nueva realidad de las editoriales científicas. Estos cambios deberán producirse tras evaluar la colección, y teniendo siempre presente el papel único que entre las bibliotecas del país desempeñan las del CSIC. __________ Las publicaciones periódicas constituyen la fuente de información más actualizada en los diferentes campos científicos, por lo que su conocimiento es esencial para la investigación. Ambas van de la mano, de modo que según ha ido creciendo la investigación y la información científica, así ha aumentado el número de las revistas científicas. Hoy se estima que son unas 200.000 en todo el mundo, con una producción de 25 millones de artículos al año (datos de 1996). Las revistas científicas electrónicas, comparadas con este dato son muchas menos (en 1999 se habla de 7.000. Sólo Elsevier tiene 1300, Springer casi 500, Academic Press 174…) y sin embargo han revolucionado por completo el panorama existente hasta mediados de los 90. Para los investigadores, las suscripciones que la biblioteca mantiene son la parte más importante y útil de sus fondos. Para los bibliotecarios son un material caro en su adquisición y de compleja gestión, por lo que necesita una atención continuada e independiente dentro de las colecciones de la biblioteca. Las tareas del bibliotecario al fijar los objetivos de su colección de revistas, no han variado, a pesar de esta revolución, y se comprueba si dejamos latente el adjetivo “electrónico” al enumerar estas tareas tradicionales (que afectan a la gestión de las revistas): - asegurar que la colección de revistas sea relevante para los usuarios - asegurar la puntual recepción de los ejemplares 1 - conservar el material - facilitar el acceso mediante una ordenación adecuada - difundir la colección En el entorno electrónico, sin embargo, han variado las dimensiones de la colección, las formas de trabajo, y en nuestro caso y sobre todo, asumir sin vuelta atrás que estamos en una Red, en la que las colecciones individuales se subordinan a la colección general ¿Cómo son las revistas de las bibliotecas del CSIC? Desde un punto de vista histórico, hay una serie de revistas científicas de gran valor, ya que hemos podido contar 7 títulos del siglo XVII, casi 100 del XVIII y más de 2000 del XIX. Pero hay otro valor, más difícil de cuantificar, que se refiere a la “calidad” de la colección y que está determinada por el hecho de que la selección bibliográfica, en las bibliotecas científicas, la hace el usuario. Estos usuarios trabajan en institutos hiperespecializados, y las revistas que necesitan también lo son. Las publicaciones periódicas científicas tienen un público reducido al tiempo que muy interesado en ellas. Sus tiradas son muy cortas, ajustadas al número de suscripciones que se realizan el año anterior. Como conclusión, muchas de las revistas que llevan años en las bibliotecas del CSIC no pueden encontrarse en ningún otro sitio más que aquí. Una breve descripción numérica de nuestra colección puede basarse en los datos de las estadísticas que elabora la Unidad de Coordinación de Bibliotecas, y en los Anuarios de Rebiun: Tenemos en CIRBIC 40.000 registros de revistas, número al que entre las bibliotecas españolas sólo se acerca la Complutense –42.000 títulos- o la Autónoma de Barcelona, que alcanza 56.000, pero el resto está muy por debajo. Las colecciones totales en nuestras bibliotecas son 73.000, de las que están vivas menos de una tercera parte (20.000). La resta de ambos datos concluye que hay 53.000 colecciones muertas (algunas lo serán porque se canceló la suscripción, pero una gran parte también puede deberse a que se cerraron al cambiar de título, o que fue la editorial quien dejó de publicarlas, no sólo se trata de que la biblioteca deje de comprarlas). Por compra se adquieren unas 5.500 (5.659) revistas, cantidad en la que se mueven entre las Bibliotecas Universitarias la Complutense, la Universidad de Barcelona, la de Salamanca…, el resto están también por debajo. 2 Si hay 20.000 títulos vivos, de los que se pagan 5.500 hay otros 14.500 que llegan a las bibliotecas del CSIC de otro modo (por intercambio o donaciones) y que no debería despreciarse. Los anuarios de Rebiun ofrecen datos muy halagüeños para el CSIC, aun teniendo presente que en sus ratio las bibliotecas universitarias deben contabilizar a los estudiantes, una masa de usuarios cuasi inexistente en el CSIC: hay 3,4 revistas vivas por investigador en el CSIC (frente a 1,8 en la Carlos III, o 1 en la Autónoma de Barcelona); un gasto en revistas de 107.000 pesetas por investigador (superadas por la Universidad Pública de Navarra, pero muy lejos de las 27.000 de la Autónoma de Madrid), etc. Estos datos son –hasta ahora- acerca de publicaciones periódicas en papel. Es evidente que si colección ha incluido un nuevo soporte, también deberá aparecer en las estadísticas (el último Anuario de Rebiun (año 2000) incluyó un apartado para revistas electrónicas que pocas bibliotecas cumplimentaron). Antes que ninguna otra cosa, habría que perfilar una nueva estadística para revistas electrónicas: ¿se cuentan sólo las que sean de pago?, ¿se incluyen las que son gratuitas en la red?, ¿las que están en el Opac?, ¿las que puedan consultarse en el futuro?… Evolución en las colecciones de revistas de las BU En las bibliotecas universitarias españolas (como también puede verse en el CSIC), la existencia del catálogo colectivo de publicaciones periódicas puso de manifiesto hace ya tiempo que muchos de los títulos que recogen son colecciones extintas, incompletas o suspendidas, mientras que otros títulos se repiten. Las bibliotecas universitarias españolas comenzaron hace décadas un proceso de centralización de adquisiciones que llevaba emparejada la supresión de títulos de revista duplicados, al tiempo que se recomendaba la “redistribución de colecciones con el fin de organizar una única colección en las bibliotecas en la que cada título estuviera mejor representado. Esto permitiría un mejor control bibliográfico, la racionalización del espacio y la accesibilidad más ágil” [citado de los Documentos de Trabajo de la UCM] Este fue el primer paso que dieron las bibliotecas universitarias para “organizar” de un modo coordinado sus colecciones de revistas (una racionalización en la que la subida de las suscripciones también tenía mucho que ver). Si curioseamos por los webs de las bibliotecas universitarias españolas ahora mismo, vemos el segundo paso dado: revisión de los títulos suscritos en papel de cara a su eliminación o sustitución por versiones electrónicas, y contratación (consorciada) de los servicios electrónicos que proporcionan los grandes editores y las agencias de suscripciones Se puede seguir la pista de las actuaciones de las distintas bibliotecas universitarias también desde el Boletín Informativo General de Rebiun donde las bibliotecas citan y describen los productos que han ido contratando, nombres de empresas y/o servicios que ya a todos nos son familiares: ScienceDirect, Ideal, Proquest, Emerald, Ovid, etc. 3 Aparte de experiencias de bibliotecas universitarias individuales, hay otros ejemplos en España de actuaciones globales para ofrecer a una comunidad científica servicios de información. Es el caso de la Biblioteca Digital de Cataluya, diseñada y mantenida por el Consorcio de Bibliotecas Universitarias Catalanas (contratación consorciada de bases de datos y revistas electrónicas de alto interés científico y su integración e interconexión con otros recursos de información como la base de datos de sumarios del CBUC o el catálogo colectivo). Otro ejemplo ha sido la iniciativa –un tanto paralizada hoy día- de Rebiun de contratar de un modo colectivo los servicios Netlibrary (libros electrónicos) y JSTOR (revistas electrónicas) para todos los miembros de la Red (de lo que se beneficiaría también el CSIC, como miembro de pleno derecho) Las bibliotecas universitarias españolas son un punto de referencia para las bibliotecas especializadas del CSIC, pero también lo son otros centros de investigación parecidos al nuestro, ¿qué han hecho estos? La elección del CNRS francés ha sido crear un servicio que llama Bibliosciences con una serie de bases de datos que pueden interesar a un gran número de investigadores (Pascal, Francis, Inspec, Medline, Current Contents…) Después, los departamentos concretos suscriben otros productos electrónicos que les interesen. El CERN Conseil européen de la recherche nucleaire (CERN), para 6.500 científicos, se ha limitado a 450 suscripciones en papel y 1.100 títulos de ediciones electrónicas con licencia de site. La supresión de los duplicados de suscripciones ha repercutido en el presupuesto de las versiones electrónicas y las bases de datos. El Max Planck alemán tiene contratados todos los servicios electrónicos que se nos puedan ocurrir (tanto bases de datos como revistas científicas). En 1998 comenzaron un proyecto para diseñar el mejor servicio de información electrónica posible. El proyecto ha contado con equipos de trabajo formados por científicos, bibliotecarios y representantes de la administración, han hecho estudios de usuarios, han desarrollado varias fases para al final decidir qué sería lo mejor para sus usuarios. En su opinión, lo mejor, es tenerlo casi todo. No siempre es posible hacer una selección de títulos, sino que los editores están obligando a la contratación de sus revistas en paquetes, bajo la política de “todo o nada”. La biblioteca de la Universidad de California (con 21 campus) propuso la elaboración de una base de datos personalizada, con 1.300 títulos a texto completo, y con el derecho a la consulta de los artículos suscritos cuando ya se hubiera cancelado esa suscripción. Ningún proveedor pudo asumir esta propuesta. Sin embargo, no está de más comentar que cuando se ofrecen paquetes electrónicos que incluyen revistas a las que la biblioteca no estaba suscrita en papel, estas revistas extras son muy consultadas también. 4 ¿Qué ha hecho el CSIC hasta el momento? Recorrer el camino que iniciaron las bibliotecas universitarias hace décadas, en un solo año. Se ha centralizado la adquisición de publicaciones periódicas en varios concursos, que han resultado adjudicados a un solo proveedor. Pero más allá de esto, disponemos ahora de una base de datos real de las revistas que compran las bibliotecas del CSIC. A partir de esta información sabemos (sabremos) a quien compramos, en qué cantidad, y por cuantos títulos (en ocasiones repetidos). Sin haber hecho todavía ningún estudio sobre estas suscripciones, pero aprovechando las ventajas de los concursos, y el ahorro conseguido, se han suscrito una serie de servicios (Ideal, Elsevier, Springer..) que, francamente, parecían de ciencia-ficción hace apenas dos años. Al tercer paso que están dando las bibliotecas universitarias puede sumarse ya el CSIC. Se trata de la gestión de las revistas electrónicas, con estas líneas de acción: - contemplar el pase a la versión electrónica de aquellos títulos que en función de su coste y características así lo aconsejen - eliminar los títulos duplicados, en la medida que sean susceptibles de estar en red (siempre y cuando se garantice que los usuarios van a seguir teniendo los mismos servicios y disponibilidad que tienen ahora con el papel) - realizar un estudio sistemático del contenido de las bases de datos suscritas en la institución para evitar solapamientos y duplicidades La sustitución de papel por revista electrónica puede cumplirse de varios modos: negociando con los editores o contando con la mediación de los agentes. No todo debe hacerse para toda la institución (como ha sido el caso de los contratos con Elsevier o Springer en 2002), sino que algunos productos sólo serán interesantes para un grupo reducido de bibliotecas del CSIC, como ha hecho el CNRS, por ejemplo. El futuro de la gestión no va a ser tanto el ahorro, sino la mejora de los servicios, y el aumento de la oferta de revistas. Gastar quizá lo mismo, o más, pero obtener muchas más cosas. ¿Hacia dónde vamos… todos? Nunca ha sido fácil evaluar una colección de revistas pero ahora todo nos obliga a hacerlo. Y entre los criterios tradicionales de evaluación (pertinencia, relevancia, calidad, precio…), ha pasado casi al primer lugar la elección entre un tipo de soporte u otro. En este punto nos encontramos en el CSIC, como todas las bibliotecas de nuestro entorno. Y ya no estudiamos un objeto único (un título de una revista), sino varios, puesto que los contenidos de esa revista 5 ahora se pueden encontrar -a veces separados, a veces juntos pero desmembrados- en otros objetos (bases de datos que la Institución suscribe, accesos electrónicos a través de agencias de suscripciones, etc.). En los últimos años han aparecido numerosos estudios sobre la aceptación de los usuarios de las revistas electrónicas o sobre el cambio de las grandes empresas editoras, pero empieza a haber algunos que se ocupan, desde el punto de vista de la biblioteca, del impacto en los servicios de estos nuevos formatos. Diversas experiencias prueban que la sustitución total de la revista en papel por la versión electrónica ha supuesto una subida económica (hay más títulos, pero más gasto de gestión, de precio de suscripciones, de formación de usuarios, de personal especializado…) y ha complicado en bastante medida los procesos que realiza una biblioteca. Sin embargo, estas son experiencias radicales. No parece posible ni razonable que el CSIC sustituya toda su colección de publicaciones periódicas por versiones electrónicas. Habrá un porcentaje, que irá aumentando con los años, pero una parte de nuestra colección de revistas permanecerá en papel. Y una nota final… para volver al principio Hasta el día de hoy, y dentro de la biblioteconomía clásica, se ha dado por hecho que una biblioteca especializada tenía una buena colección de revistas si disponía de muchos títulos, si estos títulos estaban completos (es decir, no había “lagunas” en la secuencia de los años), y si eran los nucleares de la disciplina. Son muchos años cuidando esto. Las bibliotecas del CSIC en tanto bibliotecas especializadas y de investigación han aspirado a ser el punto de referencia en el campo al que se dedican. Cuando, en cualquier foro acerca del futuro de las bibliotecas, y más en concreto de las bibliotecas electrónicas se plantea el problema no resuelto de la conservación de las versiones electrónicas de las revistas, muchos encogen los hombros aduciendo que no es problema suyo, y que siempre habrá alguien que –de momento- guardará una copia en papel. ¿Deberían ser las bibliotecas del CSIC las que garanticen que esa copia única de una revista única sigue estando en el país? 6 Bibliografía Anuario estadístico de las bibibliotecas universitarias y científicas españolas : 2000 / Conferencia de Directores de Bibliotecas Universitarias y Científicas Españolas ; [Anuario elaborado por el Servicio de Biblioteca de la UAM].-- Madrid : Servicio de Publicaciones de la Universidad Autónoma de Madrid, D.L. 2000.-- 68 p. ; 28 cm.-- (Documentos de trabajo (Rebiun)). Boletín Informativo General de REBIUN. 1999En línea en: http://www.uma.es/rebiun/BoletinGeneral/indice.html The changing nature of collection management in research libraries / J. Branin, 1999. En línea en http://www.arl.org/collect/changing.html Measuring the impact of an electronic journal collection on library cost / Carol Hansen Montgomery,. 2000. En línea en http://www.dlib.org/dlib/october00/montgomery/10montgomery.html Moreno García, Pilar Planificación, gestión y evaluación de una colección de publicaciones periódicas biomédicas en el ámbito universitario / elaborado por Pilar Moreno García.-- Madrid : Universidad Complutense, Biblioteca, 1994. (Documentos de trabajo (Universidad Complutense de Madrid. Biblioteca) ; 94/10). Une offre de services adaptée aux chercheurs : la bibliothèque du Conseil européen de la recherche nucléaire / Eliane Chaney, Marie-Jeanne Servettar, Jens Vigen, Bulletin des Bibliothèques de France, n. 46, 2001 Replacing print with e-journals / Simon Bevan. Serials, vol 14, n. 1, marzo 2001 Ruiz de Elvira Serra, Manuel Gestión de publicaciones electrónicas en economía y empresa / elaborado por Manuel Ruiz de Elvira Serra.-- Madrid : UCM, Biblioteca, 2000. (Documentos de trabajo (Universidad Complutense de Madrid. Biblioteca) ; 2000/2). Sobre Max Planck Society (Alemania): http://www.mpg.de/it/IVS-Information-Resources.htm Sobre Centre National de la Recherche Scientifique (Francia): http://www.cnrs.fr/ http://www.inist.fr/bibliosciences/ 7