Instituciones financieras mexicanas

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ANTECEDENTES DE LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS EN MEXICO
Período Colonial
De 1523 a 1821 no hubo en la Nueva España bancos o sucursales de bancos españoles que se hubieren
establecido en territorio nacional y el crédito era operado de manera fundamental por los comerciantes.
Asimismo se señalan a ciertas organizaciones eclesiásticas y a los miembros de éstas, como prestadores de
dinero con interés.
En 1743 nace el Banco de Avío de Minas con la formación de una compañía de aviadores con un importante
capital.
Para 1774 surge el Monte de Piedad. Su capital debía dedicarse a préstamos pequeños con garantía prendaria a
personas necesitadas. En 1881, este banco operó como institución de emisión, ya que entregaba certificados
de los depósitos confidenciales que se hacían y tenían el carácter de documentos pagaderos al portador y a la
vista.
Se considera que durante el periodo del México independiente, comprendido entre los años 1821 a 1867, no
hubo propiamente una actividad bancaria, motivado esto primordialmente por las diversas intervenciones
extranjeras y las crisis políticas externas.
1830
Ante diversos intentos de formación de instituciones de crédito surge el Banco de Avío. Esta entidad tenía la
función de fomentar la industria textil, sin embargo, el gobierno del General Santa Anna, lo convirtió en
tesorería del gobierno, siendo liquidada finalmente en 1842.
1837
Otro intento que el gobierno llevó a cabo es la creación del Banco Nacional de Amortización de la Moneda de
Cobre y, su objeto era sacar de la circulación monedas de cobre falsas y poner en circulación monedas de más
difícil falsificación. Con el tiempo, se desvirtúa su objeto y se convierte en una tesorería del gobierno, por lo
que se optó por liquidarlo en 1841.
Los dos bancos antes descritos, son considerados los primeros antecedentes de las Sociedades Nacionales de
Crédito, por ser creados y administrados por el gobierno; no obstante que ni las Ordenanzas de Bilbao, ni el
Código de Comercio de 1854 regularon la actividad bancaria.
1857
Dado que la Constitución Política no establecía como una actividad reservada a la federación, la materia
bancaria, esto propiciará la creación de diversos bancos regionales bajo autorizaciones estatales. Ejemplos de
estas instituciones son el Banco de Santa Eulalia fundado en 1857 y el Banco Minero de Chihuahua
establecido en 1872.
1864
Se constituye el Banco de Londres, México y Sudamérica, que se trataba de una sucursal del Bank of London.
Amparado por el Codigo de Comercio de 1854 y no por la Constitución Política de 1857, este banco se trata
del primero en territorio nacional de características modernas y funciona como institución de emisión desde
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sus inicios hasta su transformación en el Banco de México, con un monopolio de emisión de billetes.
1882
Surge Banco Nacional Mexicano en virtud de un contrato celebrado entre el gobierno mexicano y el
representante del Banco Franco Egipcio. Esta institución tuvo funciones de banco de emisión, descuento y
depósito.
1884
Surge Banco Nacional de México ante la fusion entre Banco Nacional Mexicano y Banco Mercantil. El
capital bancario en México se encontraba concentrado en Banco de Londres de capital ingles, Banco Nacional
Mexicano de capital francés y en Banco Mercantil de capital español.
El gobierno mexicano reserva a la Federación la facultad para legislar en materia de comercio y bancos. Esta
disposición es motivada básicamente por las complicaciones que trajo consigo la proliferación de bancos
autorizados por las entidades estatales.
El Código de Comercio prevé el establecimiento de bancos de emisión, circulación, descuento, depósito,
hipotecarios, agrícolas, de minería o de cualquier otra clase, con la autorización previa de la Secretaría de
Hacienda, bajo la forma de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada. Tal Código exigía un capital
mínimo, los bancos de emisión debían cubrir fianzas y los bancos hipotecarios tenían prohibición para emitir
billetes..
1897
El Código de Comercio de 1889 anuncia la Ley General de Instituciones de Crédito. La cual establece
formalmente cuatro tipos básicos de instituciones: los bancos de emisión, los bancos hipotecarios, los bancos
refaccionarios y los almacenes generales de depósito.
1917
Mediante la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se estableció el privilegio de emisión a
favor de un banco de Estado, que fue el Banco de México, el cual comenzó a operar como tal en septiembre
de 1925.
1926
Se emite la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios como resultado de la
liquidación de diversos bancos de emisión, la Ley de Suspensión de Pagos de 1924, la ley Moratoria de
Bancos Hipotecarios, el Decreto que organizó a la Comisión Nacional Bancaria y la Ley relativa al Banco de
México.
Esta última Ley se refiere al banco único de emisión, a la regulacion de los bancos hipotecarios,
refaccionarios, industriales y de crédito agrícola, así como los bancos de depósito y descuento, de fideicomiso,
de ahorro, almacenes generales de depósito y compañías de fianzas.
1932
Las primeras Instituciones Nacionales de Crédito y las Instituciones de Crédito son establecidas, como tales,
la cual las autorizaba a realizar las siguientes operaciones: Recibir del público depósitos a la vista o a plazo,
recibir depósitos en cuentas de ahorros, expedir bonos de caja y emitir bonos hipotecarios.
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Se promulga la Ley General de Instituciones de Crédito, en la cual se subraya aún mas el papel interventor del
Estado y se regulan las diversas operaciones bancarias.
1941
La Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, marca una de las últimas etapas
legislativas trascendentes al surgir bancos o sociedades dedicadas a una rama bancaria como lo son: a) banca
de depósito, b) sociedades financieras, c) bancos hipotecarios, d) bancos de capitalización y, e) bancos de
ahorro y préstamo para la vivienda. Cabe mencionar que sólo era posible obtener una concesión para operar a
la vez, en una sola de las ramas señaladas.
1976
La Secretaría de Hacienda autoriza que los grupos financieros se fusionen y se puedan convertir en bancos
múltiples. A traves del perfeccionamiento de reformas a la legislación bancaria, el concepto de banca multiple
entra en vigor el 1° de enero de 1979.
1982 (Nacionalización de la banca)
Tras la devaluación del peso (26 a 47 pesos por dólar), ante la insuficiencia de las reservas internacionales del
Banco de México para hacer frente a la demanda de dólares y la cancelación de créditos a México por parte de
la banca internacional para subsidiar la cartera vencida del sistema financiero nacional, el gobierno de José
López Portillo decretó el día 1o de septiembre la expropiación de las instituciones bancarias y el control
generalizado del tipo del cambio. La Federación tuvo que desembolsar tres billones de pesos (viejos) para
adquirir las instituciones de créditos comerciales y privadas, cuya deuda ascendía a 25,000 millones de
dólares.
El 28 de diciembre de 1982 se da a conocer la creación de las sociedades nacionales de crédito a partir de la
banca nacionalizada y mixta.
1983
Nace el 1° de enero la Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y Crédito. Con ello las sociedades
nacionales de crédito son constituidas por un capital participativo de usuarios y trabajadores del 34 % y del
gobierno federal en un 66%.
En el marco de la recesión económica derivada de la crisis de 1982, el gobierno de Miguel de la Madrid
obtuvo un préstamo del exterior para financiar el déficit fiscal, la deuda externa y la actividad productiva.
Dichos recursos sirvieron para crear el Fideicomiso de Cobertura de Riesgo Cambiario (Ficorca), fondo que se
empleó para salvar de la quiebra a 20 grandes empresas al asumir pasivos por 12,000 millones de dólares
mediante garantías del Banco de México. Comenzó la privatización de empresas paraestatales.
1987 (Crack de la Bolsa Mexicana de Valores)
Luego de la nacionalización de los Bancos, se desarrollo en México una banca paralela mediante casas de
bolsa, arrendadoras financieras, aseguradoras y sociedades de inversión cuyos dueños adquirían
posteriormente a los bancos durante la reprivatización. Para atraer capitales, el sistema financiero nacional
elevó las tasas de interés para los inversionistas en la bolsa a costa de la deuda pública interna y de que la
inversión se convirtiera en especulativa. La crisis en la bolsa de Valores de Nueva York provocó el desplome
del sistema bursátil nacional y la devaluación del peso frente al dólar.
1990 (Fobaproa)
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Con el antecedente de sucesivas crisis económicas que, entre otros efectos, llevaba a la falta de liquidez del
sistema bancario, y tras el anuncio de la desincorporación de las instituciones de crédito, el gobierno de Carlos
Salinas de Gortari instituye el Fobaproa, un fondo de contingencia para enfrentar problemas financieros
extraordinarios. Ante posibles crisis económicas que proporcionaran la insolvencia de los bancos por el
incumplimiento de los deudores con la banca y el retiro masivo de depósitos, el Fobaproa serviría para asumir
las carteras vencidas y capitalizar a las constituciones financieras.
1991 (Reprivatización de la Banca)
En el marco de la desincorporación de empresas del sector público para reducir los gastos de la administración
e involucrar a la iniciativa privada en proceso productivo, fueron vendidos 18 bancas, Se publica la Ley de
Instituciones de Crédito que sustituye a la Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y Crédito; de esta
manera queda concluido el proceso de reprivatización de la banca comercial mexicana.
De acuerdo con el Texto La Política Económica en México, 1950−1994, de los 61,600 millones de pesos
obtenidos por la venta de 409 empresas paraestatales durante el sexenio Salinista, 37,800 millones de pesos
provinieron de la venta de bancos.
1994 (Crisis Económica)
Tras seis años de sostener una lucha contra la inflación, el tipo de cambio se sobrevaluó y repercutió en déficit
comercial, endeudamiento externo, reducción de las reservas internacionales y especulación desmedida en el
mercado de valores. La combinación de estos factores con diversos acontecimientos políticos provocaron una
abrupta devaluación del peso y una inusitada alza en las tasas de interés. Varias Empresas dejaron de cumplir
con sus obligaciones ante los bancos y se registraron retiros masivos de capital por la desconfianza hacia las
instituciones de crédito. Los bancos dieron avisos de insolvencia y se temió el colapso financiero.
1995 (Aplicación del Fobaproa)
A finales de 1994 tuvo lugar la crisis económica más grave de la historia contemporánea mexicana. Entre
otras reacciones, la crisis provocó el sobreendeudamiento de las empresas y familias ante los bancos y el cese
de pagos por parte de los deudores. Una eventual quiebra de los bancos habría echo imposible el acceso a
créditos y los ahorradores no hubieran podido disponer de sus depósitos, lo que habría colapso la
infraestructura productiva, por lo que el Gobierno Federal aplicó el Fobaproa para absorber las deudas ante los
bancos, capitalizar el sistema y garantizar el dinero de los ahorradores. Los pasivos del Fobaproa ascendieron
a 552,000 millones de dólares por concepto de cartera vencida que canjeó por pagarés ante el Banco de
México. Dicho monto equivalía al 40% del PIB de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos
para 1998 y el doble de la deuda pública interna.
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