Vive Dios Moncho Alpuente :: 16/10/2007 Solo la Religión, las religiones, permanecen incólumes e imponen sus sinrazones y justifican, en nombre de un dios mayúsculo y tiránico, las mayores masacres y los más desmesurados despropósitos Los imperios se desmoronan, los estados se derrumban, caen las monarquías y las repúblicas, las ideologías se disuelven, la ciencia y la razón se tambalean, los siglos y las luces se apagan, solo la Religión, las religiones, permanecen incólumes e imponen sus sinrazones y justifican, en nombre de un dios mayúsculo y tiránico, las mayores masacres y los más desmesurados despropósitos. Judíos, musulmanes y cristianos, hijos del mismo y airado dios, padre y patrón, del viejo testamento, pelean desde tiempos inmemoriales por la herencia que les otorgaría la Verdad Absoluta, la coartada suprema que permite y alienta el exterminio de los infieles. El fanatismo islámico estremece y escandaliza a los fieles súbditos de los cristianos países de Occidente, que financian desde hace siglos el fanatismo católico y veneran o toleran la existencia del Estado Vaticano, antidemocrático por su propia naturaleza y discriminador inclemente y pertinaz de las mujeres, veladas y marginadas por católicos, musulmanes y judíos. Que el Estado español, presuntamente laico y racional, subvencione y privilegie a la Iglesia Católica, no es un anacronismo, es un reflejo de la relación de poder entre el uno y la otra, la tupida y perversa telaraña de influencias, complicidades y contubernios que El Vaticano ha tejido a lo largo de siglos y milenios, no se desbarata de un plumazo, muchas y fuertes son las redes que enmarañan e inmovilizan a las claudicantes democracias, y en muchas de esas tramas, económicas y políticas, la araña vaticana tira de los hilos. Solo así se explica que el gobierno “socialista” de Rodríguez Zapatero trate con tanta benevolencia y sumisión a un estamento clerical que torpedea de forma sistemática sus tímidas reformas sociales y educativas y mantiene en pie de guerra un frente mediático cavernícola que niega la paz y la caridad, que no da tregua ni cuartel al enemigo que le trata de forma tan amistosa y atiende a sus necesidades y veleidades golpistas. Predicó el manso Jesucristo que pusiéramos la otra mejilla al recibir una bofetada, pero no dio instrucciones sobre que medidas tomar después de recibir la segunda, la tercera y… Hoy por hoy nos las siguen dando todas en el mismo carrillo y no hay más hostias. _______________ http://www.lahaine.org/est_espanol.php/vive_dios lahaine.org :: 1