ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA. 2º PARCIAL. TEMAS 12 - 22 -1- TEMA 12 INTRODUCCIÓN: INCRUSTACIÓN E INTERCAMBIOS La dificultad de aislar la producción de la distribución y del consumo en las sociedades sin una esfera económica aislada. La cuestión de la distribución y la antropología económica. Excedentes, poder político e intercambios. Vínculos entre consumo e intercambio. Indefinición de los intercambios e incrustación. RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES Dificultades de la tríada producción-distribución-consumo. Los vínculos entre producción, circulación y consumo: aplicación de la noción de incrustación. La cuestión de la distribución. Excedentes, poder político e intercambios. TEXTOS DE ESTUDIO M. Sahlins: Economía tribal (sección 4 del capítulo 14 de la addenda). Breves textos de Nazotzky y Ritzer en este tema en la addenda. GUÍA DE LECTURAS. Los principales estudios de Antropología Económica han estado orientados al estudio de la circulación y de los diversos modos de distribución (reciprocidad, redistribución e intercambios) y su relación con el resto del sistema social. Tal vez esto sea así debido al carácter incrustado de las instituciones en las propias sociedades estudiadas (por ejemplo, el Potlatch). La propia estructura de la producción, de la distribución y del consumo en este tipo de sociedades presenta un complicado dilema a todos aquellos que siguen un esquema clasificatorio del tipo infraestructura-estructura-superestructura. La multiplicación de modos de producción en los años sesenta y setenta y la mezcla en ellos de base y superestructura, o el ensamblaje de elementos de la producción, de la distribución y del consumo con las instituciones de parentesco con sacrificios o con la moral ha llevado a muchos autores a utilizar tipologías laxas con el objetivo de agrupar modos de producción o distribución que presentan ciertas regularidades y permiten dar cuenta de la riqueza de variedades. Pero parece que ni siquiera entre nosotros donde una de las definiciones de la economía parte de la consideración de producción, distribución y consumo como fenómenos separados y donde estamos acostumbrados a seguir una clasificación tajante de los fenómenos según su pertenencia, se puede establecer esta separación. Los modernos estudios de historia económica sobre el consumo, han constatado la ausencia de este campo en las tesis clásicas del capitalismo que partían de la producción. C. Campbell al analizar la industrialización en la Inglaterra del siglo XVIII encuentra que en esta época se produjo una revolución sociocultural en el consumo, sobre todo con respecto a las modas y a los bienes culturales como la literatura o la música. Al contrastar la revolución en el consumo con la tesis de Weber, Campbell se encuentra con un doble aspecto: por una parte, la Revolución Industrial, la ética protestante y los cambios en la producción; pero por otra, el consumo, sobre todo entre las clases medias, es decir, entre los mismos puritanos ascéticos que según la tesis de Weber condenaban el lujo y la búsqueda del placer. Al haberse centrado la mayoría de los autores en los cambios de la producción, no sólo no se había dado ninguna explicación teórica a las dos revoluciones como parte del mismo proceso, sino que el incremento del consumo ni siquiera se plantea como problema. Si extrapolamos esto a nuestra sociedad, veremos antes un rechazo moralizante del consumo que una descripción del mismo, y menos teorías que expliquen el consumo actual en relación con los cambios productivos o con el propio concepto social de “trabajo”. Los ejemplos expuestos por Susana Narotzky o George Ritzer ilustran algunos aspectos actuales del problema. -2- TEXTO 1: S. Narotzky (1997): New Directions in Economic Anthopology PRODUCIR MIENTRAS SE CONSUME. EL DEBATE DEL TRABAJO DOMÉSTICO. El trabajo doméstico, situado en el corazón del consumo, ha aportado las pruebas más contundentes de lo necesario que es considerar el vínculo entre el consumo y la producción como una expresión simultánea de la actividad económica. El trabajo doméstico es el aspecto más debatido del “consumo”. Incluye la producción de bienes y servicios. Los bienes que se producen, por ejemplo comidas o el montaje de productos del tipo “hágalo usted mismo” (como los muebles que tienes que montar en tu casa), a menudo se consumen inmediatamente y tienden a asimilarse a “servicios”. Los servicios no son bienes, sino actividades que se consumen cuando se producen, como por ejemplo, la limpieza, el cuidado de los mayores y pequeños. El cuidado no es un servicio material concreto, sino una situación general de ser consciente, de estar dispuesto ante las necesidades de los miembros de la casa. Este cuidado consume tiempo y energía, es el tipo de trabajo más “invisible”. (Son las tareas de planificar, hacer la comida, organizar y clasificar las compras..., en general las tareas relacionadas con las necesidades de los miembros de la casa). Se puede definir el trabajo doméstico como la producción de bienes y servicios en la casa y el cuidado en sentido general. Un primer problema conceptual aparece cuando se intenta distinguir entre producción doméstica y consumo personal. ¿Cómo podemos distinguir, por ejemplo, qué parte del tiempo empleado en preparar una comida es “producción” y qué parte consumo? El debate del trabajo doméstico es una buena introducción a los problemas conceptuales con que se enfrentan los antropólogos cuando intentan dotar de sentido a las relaciones “económicas”. El principal problema es que la división conceptual entre producción-distribución-consumo obscurece el carácter complejo de la mayoría de las relaciones económicas. El debate del trabajo doméstico pone de relieve que el trabajo adscrito al ámbito del “consumo” podría tener claras implicaciones en el ámbito de la “producción”. El caso del auto-montaje, de los muebles del tipo “hágalo usted mismo”, es un excelente ejemplo de cómo las compañías de muebles transfieren el trabajo “productivo” al “consumidor”, de quien extrae algo parecido a la plusvalía sin ni siquiera entrar en una relación de trabajo/capital. Vemos cómo actividades etiquetadas como consumo están directamente relacionadas con la organización de la producción y con unas formas particulares de explotación. TEXTO 2: G. Ritzer (1996): La McDonalización de la Sociedad. En el texto explica varios ejemplos de empresas que ponen al consumidor a trabajar. Estos ejemplos pueden parecer tribales. Es evidente que no se trata de un trabajo agobiante, pero si consideramos la totalidad de estas actividades, podemos advertir que se está creando una tendencia de amplio alcance. El moderno consumidor está perdiendo una cantidad cada vez más significativa y mayor de tiempo y energía realizando trabajos no pagados. Entre los ejemplos citados: Restaurantes de comida rápida donde tienes que hacer de camarero. Supermercados donde trabajas de dependiente buscando por los pasillos lo que quieres comprar. Gasolineras con autoservicio donde hay que servirse la gasolina. Cajeros automáticos de los bancos, donde actuamos como cajeros sin sueldo y además pagamos comisiones por el privilegio. Contestadores de las compañías de teléfonos que nos obligan a marcar una serie de números. -3- M. SAHLINS: Economía Tribal. Aunque está centrado en la “economía” el presente capítulo se ocupa de las familias tanto como de la producción; donde habla de intercambio tiene en la mente el parentesco, y cuando trata de consumo se preocupa principalmente de los jefes. Lleva implícito algo más que la simple idea de que la economía está relacionada funcionalmente con las combinaciones sociales y políticas de las sociedades tribales. La economía no puede separarse de estas combinaciones; está organizada por instituciones exactamente tan generalizadas como las familias y los linajes; “incrustadas en ellas, como dice el historiador de la economía Karl Polanyi. . Un intercambio de mercancías se presenta como un episodio momentáneo en una relación social continua. Las condiciones del intercambio son impuestas por las relaciones de las partes con él. A diferentes relaciones, diferentes condiciones. Lo que en la ciencia económica son factores “exógenos” o “económicos”, tales como parentesco y política, en la realidad tribal son la organización misma del proceso económico. Evans Pritchard: The Nuer: “No cabe estudiar las relaciones económicas de los nuer en sí mismas, porque forman siempre parte de las relaciones sociales de tipo general. EL MODO DE PRODUCCIÓN FAMILIAR. (Copiado resumen del tema 9). En las sociedades tribales el “modo de producción” debería calificarse de “doméstico” o “familiar”, ante la posición estratégica asumida por los hogares individuales. La familia es en relación con la economía tribal lo que la casa solariega fue con respecto a la economía europea del medievo, o la corporación industrial en relación con el capitalismo moderno: cada una de ellas es una institución central de producción de su época; cada una es una modalidad especial de producir que encierra una división característica del trabajo y del tipo de tecnología, determinadas relaciones de propiedad, objetivos de producción definidos, y relaciones sociales y materiales consuetudinarias con grupos similares. La producción es una función doméstica; la familia está comprometida directamente en el proceso económico y en buena parte lo controla. Las decisiones se toman con miras a las necesidades hogareñas: la producción se organiza de acuerdo con las demandas familiares. Los grupos domésticos no son autárquicos, aún cuando con frecuencia producen la mayor parte de las cosas que consumen. La producción doméstica no se define como “producción para el uso”, es decir, para el consumo directo. Las familias pueden producir también para el trueque, con lo cual adquieren indirectamente lo que necesitan. Es “lo que necesitan” la idea que preside la producción, no el beneficio que puedan obtener de ella. El interés en el intercambio sigue siendo interés de consumidor, no de capitalista. Tal vez la forma de expresarlo sería “provisión para aprovisionamiento”. La familia tampoco es un grupo autónomo de trabajo, a menudo sus miembros cooperan con individuos de otras casas, y ciertas tareas pueden ser emprendidas colectivamente a niveles más altos, como por grupos de linaje o de comunidad. “Modo de producción familiar” no es sinónimo de “producción familiar”. La producción es organizada principalmente por y para familias si no se desarrolla siempre como actividad doméstica. La soberanía de los grupos domésticos se fundamenta en que dichos grupos están constituidos, equipados, autorizados y capacitados para determinar y adaptar la producción social. Las familias son constituidas para la producción en primer lugar por la división sexual del trabajo, la única especialización del pleno empleo en la marcha de las sociedades primitivas. El trabajo de un hombre junto con el de una mujer puede suministrar la mayor parte de las cosas de valor habituales. Las familias son equipadas para gobernar la producción mediante la disponibilidad de las herramientas y las técnicas precisas; simplicidad en los recursos y cierta democracia de la tecnología: herramientas de fácil construcción y disponibilidad, capacidades técnicas del dominio público y procedimientos de producción que no son unitarios. La familia está autorizada y -4- facultada para actuar autónomamente gracias a su acceso a los recursos de la producción. No que sea propietaria particular exclusiva de tierras de labor, pastos u otras riquezas naturales. Lo más frecuente es que éstas sean del dominio de grupos corporativos más amplios, como linajes o pueblos y que los derechos de la familia se fundamenten en su condición de miembro del grupo propietario. La familia goza de privilegio usufructuario. El conferir la propiedad a grupos mayores da a las familias miembros una especie de garantía inalienable de subsistencia. Ninguna clase expropiada de pobres privados de tierras es característica de las sociedades tribales. Si se produce la expropiación es debido a algún accidente (la guerra, por ejemplo) y no a una condición derivada de la economía. Algunas sociedades tribales están jerarquizadas pero ninguna es una sociedad de clases. Contra la formación de clases, lo mismo que contra la estratificación económica, se levanta el sistema de producción familiar autónoma. La posesión por las personas de sus medios propios de producción es fatal para todo intento de esta naturaleza de prepotencia económica. La apropiación de los recursos productivos importantes por parte de unos pocos está descartada y, por ende el servilismo económico de los muchos que restan. Los miembros de las tribus disponen de muchos medios para elevar a un individuo por encima de sus paisanos; este empero, el más coercitivo históricamente, les está cerrado. Su organización en la producción podría definirse como anarquía; la economía social está atomizada en existencias hogareñas independientes, dispuestas para operar paralelamente entre sí y de forma no coordinada. En un aspecto la anarquía primitiva supera al desorden de la empresa primitiva competidora a pequeña escala. Comparada con la condición tribal, la libre empresa capitalista es la apoteosis del orden.- Al organizar una vasta división de trabajo, la economía de mercado competitiva encarna siquiera una acción y una reacción continuas, unos ajustes sistemáticos en el proceso e producción mediante las variaciones en los precios... La crisis tribal es la infraproducción, la escasez de artículos salidos de los diversos centros domésticos, insuficientes para su propio bien o para el bien de la sociedad. Si bien parece un arreglo factible ceder el control de su propio aprovisionamiento a los grupos domésticos, no siempre el resultado es positivo. Porque estos grupos pueden ser incapaces de reunir la mano de obra. La reducida fuerza laboral doméstica con exceso de personal improductivo en proporción a los trabajadores productivos se ve con frecuencia penosamente acosada. Los individuos adultos que trabajan corren el riesgo de accidentes que los incapacitan, de enfermedad y de una temprana muerte; las mujeres están expuestas a la gravidez accidental. Estos obstáculos, o incluso ligeras desventajas en suerte o destreza, se traducen en graves crisis de alimentos. Otro factor contribuyente a este cuadro lúgubre: la economía no está organizada para una producción sostenida ni siquiera en tiempo normal. Enfocada a suministrar a la familia, tiene límites fijos de rendimientos, sin propensión a un trabajo continuado o a una riqueza suplementaria: falta el incentivo para producir excedentes. Aquí la distinción clásica entre “producción para el consumo” (aprovisionamiento) y “producción para el intercambio” (lucro) adquiere todo su sentido. .- El mercado competitivo es una dinamo eterna, tal vez no siempre en perfecto estado de funcionamiento, pero siquiera proyectada para engendrar corrientes intensas de productividad. Las familias incapaces de sostenerse a sí mismas o bien son sustituidas por otras, o bien se hunden. La necesidad de una economía pública puede ser igualmente imperiosa; esto es, algunos medios de subvencionar y organizar empresas colectivas como el riego, la construcción, y actividades como el ceremonial religioso y la guerra. Una sociedad puede morir también por falta de éstas, y las trabas domésticas a la producción se prestarían magníficamente a preparar aquel final, si no fuese por las instituciones que las neutralizan, tales como el parentesco o el caudillaje. -5- Enlazada con otras en una comunidad de parentesco, una familia se ve fuertemente presionada para sostener el lujo del propio interés doméstico, especialmente cuando los parientes de la puerta contigua no tienen bastante comida. Si el modo de producción familiar engendra fuerzas económicas centrípetas, el parentesco desata otras centrífugas, proyectando bienes de consumo fuera del hogar para distribuirlos a los necesitados. Los productos de necesidad urgente circulan a lo largo de las líneas de parentesco, desde los que los tienen a los que carecen de ellos. Las responsabilidades de parentesco pueden forzar a productores efectivos a ampliar su producción por encima de las exigencias de su hogar doméstico. Más que un incentivo de caridad, el parentesco espolea la productividad. De modo semejante, la organización de la autoridad se opone a la de la producción domestica. El poder invade la casa humilde luchando contra la infraproducción doméstica. Los notables y jefes se ven obligados a mitigar las carestías entre el pueblo, como los parientes ordinarios pero en mayor grado, porque el jefe tribal es un modelo entre parientes y su preocupación por la prosperidad de la comunidad es como una centralización de la moral del parentesco. Aquí las autoridades locales desempeñan el papel de empresario mostrando grandes acontecimientos comunales: ritos espectaculares, obras públicas, intercambios ceremoniosos con otros grupos, etc. Para obrar de esta forma, un jefe debe ejercer presión sobre la economía familiar dentro de su esfera, obligándola a acrecentar sus perspectivas de producción o exigiendo de ella trabajo en “beneficio de toda la colectividad”. La dirección es una de las grandes fuerzas productivas. Actúa para intensificar la producción familiar, para congelar, mediante presión política, un excedente material, y, al disponer de este fondo, para mantener a flote la comunidad como empresa de marcha normal. Sistemas diferentes de autoridad tribal producen impactos diversos sobre la economía doméstica y diferentes coeficientes de producción y de acumulación excesiva. Independientemente de los progresos tecnológicos, la transformación social puede desempeñar el papel decisivo en el desarrollo económico. Los pueblos tribales difieren de nosotros, su trabajo es más episódico y diversificado. En total su duración es inferior a la nuestra.En una economía hogareña el estímulo económico no obra continuamente, así tampoco lo hacen las personas. Hay dos caminos que conducen a la satisfacción: producir mucho o apetecer poco. Orientada hacia el suministro de una variedad pequeña de medios de subsistencia, la economía doméstica adopta el segundo camino, el Zen. Una economía neolítica suma largos periodos de paro estacional después de la cosecha, y cuando menos un bajo nivel de actividad que implica un paro “disfrazado”. En comparación, los pueblos tribales trabajan menos que nosotros, y con menor regularidad. Probablemente también duerman más que nosotros. Ciertos criterios ortodoxos sobre la evolución es mejor invertirlos: la cantidad de trabajo per cápita aumenta en proporción del progreso tecnológico, y la cantidad de ocio disminuye. Tampoco el trabajo tribal es un trabajo alienado. El suelo es un valor espiritual, una fuente benéfica, el hogar de los antepasados, y las cosas que uno hace y usa habitualmente son expresiones de sí mismo, tal vez tan impregnadas de su genio, que su última disposición sólo puede ser su propia sepultura. Esta asociación mística refleja otro aspecto del trabajo: que no es alienable del hombre mismo, separable de su existencia social y negociable como tantas unidades de capacidad laboral despersonalizada. Un hombre labora, produce en su aptitud como persona social, como esposo y padre, hermano y camarada de linaje, miembro de un clan, de un pueblo. El trabajo no se practica separado de estas existencias, como si fuese una existencia diferente. “Trabajador” no es por sí una condición social, ni “trabajo” una auténtica categoría de economía tribal. Trabajo es una relación de relaciones preexistentes de parentesco y comunidad, el ejercicio de estas relaciones. Un hombre es lo que hace, y lo que hace es lo que es. Esto sigue siendo verdad con arreglos que parecen de otro tipo, como contratarse a sueldo, en que un hombre se compromete a trabajar para otro. La situación es expresada (por los abelam de Nueva Guinea) en -6- términos de obligación de parentesco, “es mi hermana, por lo tanto preparo el sagú con ella”, y no en palabras como “me dará sagú, por eso la ayudo..” (Phyllis M. Kaberry, The Adelam Tribe). La revolución industrial desgajó el trabajo de la vida. El trabajo no es voluntario, sino coercitivo; es trabajo forzado.- En consecuencia no es la satisfacción de una necesidad; es simplemente un medio para satisfacer necesidades exteriores a él Exactamente como en la religión, la actividad espontánea de la humana imaginación, del cerebro y el corazón humanos actúan independientemente del individuo –es decir, actúan sobre él como cosa extraña, una actividad divina o diabólica-, así también la actividad del trabajador no es espontáneamente suya. Pertenece a otro, es la renuncia de sí mismo. Pero en la condición tribal, el trabajo no es enajenado del hombre o de las cosas en las que el opera. Antes bien es un puente entre los dos. La consumación de la inalienabilidad del trabajo es una unión mística entre el hombre y los objetos de su actividad. El suelo representa simbólicamente a los productores, y los productos de sus esfuerzos los encarnan animisticamente. El trabajo es el suministrador de un intercambio simbólico con las cosas. Y, pese a la metáfora religiosa de Marx, tal vez fue así como se concibió la religión. INTERCAMBIO Y PARENTESCO. El intercambio está, como en el trabajo, gobernado por “relaciones sociales directas de tipo general”. Con frecuencia es fomentado como expresión de esas relaciones y constreñido siempre por la condición de parentesco Pero en las tribus, el intercambio no existe fuera de las relaciones “no económicas”. Hay un aspecto económico para cada afinidad social A un nivel más abstracto, el esquema de intercambio tribal está construido sobre la base de la segmentación social. Cada sector contiene normas apropiadas de reciprocidad. El esquema tribal de segmentación crea un esquema sectorial de reciprocidades. Normalmente la palabra reciprocidad no admite gradaciones, pero la reciprocidad no es siempre un intercambio uno por uno. Así se puede observar: En un extremo, está la asistencia prestada gratuitamente, la moneda corriente del parentesco y la amistad cotidianas y de las relaciones de vecindad. (Pura dádiva como llamó Malinowski). En el centro hay intercambios equilibrados en que un tráfico equitativo e inmediato es el proceder correcto. En el extremo opuesto está la aprehensión interesada, la apropiación con engaño o usando la fuerza, a la que se responde con una reacción igual y contraria, es la reciprocidad negativa, fundamentándose en el principio de la lex talionis. El profesor Service definió los puntos extremos de la banda de reciprocidad y también su punto medio: 1. RECIPROCIDAD GENERALIZADA: Estas transacciones son altruistas sobre las líneas de una asistencia prestada y si es posible y necesario, devuelta. Aparece en formas como la asistencia gratuita, distribución, hospitalidad, entregas en prenda, ayuda mutua y generosidad. También se pueden incluir, deudas de parentesco y jerarquía (como de noblesse oblige) La espera de una retribución directa es improbable. El lado social de la relación supera el material, y, en cierto modo, lo encubre, como si no contara. La esperanza de reciprocidad queda indefinida, es difusa. Los bienes caminan en una dirección, a favor de los desposeídos, durante largo tiempo. 2. RECIPROCIDAD EQUILIBRADA: Hay un intercambio directo: la retribución es inmediata y equivale en valor a las mercancías recibidas. -7- El tipo perfecto de la reciprocidad equilibrada, un intercambio simultáneo de cosas idénticas, está documentado etnológicamente en ciertas transacciones matrimoniales entre los parientes de la novia y los del novio, pactos de fraternidad de sangre y convenios de paz De manera menos rigurosa el término de “reciprocidad equilibrada” puede aplicarse al caso en que artículos de valor o utilidad proporcionados deben entregarse en pago dentro de un plazo estipulado o de tiempo breve. Muchos de los “intercambios-obsequio”, así como gran parte del “tráfico”, “trueque” y “compra” con “moneda primitiva”, pertenecen a este tipo de reciprocidad. Es menos personal que la generalizada, o sea, más “económica”. La gente actúa adherida a intereses económicos y sociales separados. El aspecto material de la transacción es tan importante como el social, y debe haber cierto ajustamiento más o menos exacto, ya que las operaciones deben compensarse. Así la prueba pragmática es aquí una incapacidad de tolerar la circulación en una sola dirección. 3. RECIPROCIDAD NEGATIVA: Es un intento de obtener algo gratuitamente: transacciones iniciadas y enfocadas hacia una ganancia utilitaria neta. Es lo que pudiéramos considerar los principios de un sano negocio. Aparece ocasionalmente como regateo, o formas mas insociables como juego sucio, trampa, robo y otras variedades de apropiación. Los participantes se enfrentan como representantes de intereses no sólo diferentes, sino opuestos, tratando cada uno de maximizar su posición a expensas del otro. La correspondencia es asimismo condicional, pero en sentido opuesto a la reciprocidad generalizada: contingente en mostrar la presión o la superchería compensativa suficiente para servir o, mejor aún, encarecer los propios intereses. La inclinación a practicar una u otra forma de reciprocidad está organizada sectorialmente. Para una apreciación general del juego de reciprocidad entre los miembros de las tribus, sobreponemos el plano sectorial de la sociedad a la secuencia de reciprocidades (ver figura). En cada sector son predominantes o características determinantes modalidades de intercambio. La reciprocidad generalizada prevalece en las esferas más estrechas, se debilita en las más amplias. La reciprocidad equilibrada es característica de las relaciones segmentarias intermedias. La reciprocidad negativa es la forma de intercambio dominante en la esfera periférica, especialmente la intertribal. Relaciones intertribales Tribu Poblado Linaje Unidad doméstica RECIPROCIDAD GENERALIZADA RECIPROCIDAD EQUILIBRADA -8- RECIPROCIDAD NEGATIVA Este esbozo del intercambio es completamente hipotético. el espectro de las reciprocidades queda modificado de muy diversas formas. El egoísmo de las personas, que es el círculo limitado de la reciprocidad generalizada, refleja entonces su resquebrajada condición social. En cambio, la simbiosis intertribal que lleva consigo el intercambio regular de importantes productos especializados, contiene la propensión al “lucro a costa de comunidades distantes, especialmente las que se consideran extrañas”, y en lugar de ello extienden el tráfico honesto (reciprocidad equilibrada) a zonas periféricas. Ej Los aldeanos de Busama, en el golfo de Huon (Nueva Guinea), realizan un floreciente comercio con otros comunidades costeras de dicho golfo y también con moradores del interior de la región. La diferencia es el modo en que proceden con estas dos categorías de forasteros. Existe una brecha sectorial en la forma de intercambio. ECONOMÍA POLÍTICA Las diferencia de rango, lo mismo que las distancias de parentesco, suponen una relación económica y una forma apropiada de intercambio. En la sociedad tribal, la elevada posición es con frecuencia asegurada o mantenida por una cacareada generosidad. Los deberes y derechos pertenecen a ambas caras de una relación de rango: tanto los encumbrados como los humildes tienen demandas mutuas que formularse. Las demandas del jefe tribal a sus subordinados y las de éstos a él son interdependientes. Una petición de mercancías y servicios por el jefe, obliga a este y le hace accesible a exigencias de los que responden a las suyas. La asistencia a su pueblo es la obligación del jefe. Es una relación recíproca y pertenece al género de la reciprocidad generalizada, definida como ayuda con correspondencia indefinida. El jefe actúa en calidad de pariente superior, “padre de su pueblo”. Para Malinowski, el enfoque era distinto, describió al jefe como “banquero tribal”, porque responde a objetivos comunales, como fiestas o pagos de dinero de sangre. El orden político está garantizado por una circulación centralizada de mercancías dirigida hacia la cúspide de la pirámide social y luego en sentido de descenso nuevamente, implicando en cada entrega no sólo una relación de jerarquía sino obligando a la lealtad. Se advierten dos modalidades diferentes de situar así la reciprocidad al servicio de la jerarquía: 1. En ciertas tribus el sistema de rango existe ya, los jefes en el ejercicio de sus altas funciones y el pueblo sometido. Aquí la reciprocidad entre jefes y súbditos deriva de unos derechos y privilegios establecidos, y una vez puesto en marcha el intercambio tiene efectos redundantes sobre el sistema jerárquico. Es la forma del auténtico caudillaje que actúa según el principio “el noble es generoso”. 2. En muchas sociedades tribales la soberanía es más una facultad personal que una posición constituida, y la reciprocidad generalizada se empeña en su consecución. Es la forma del hombre importante que obra basándose en el corolario de que “el generoso es noble”. Los notables de las comunidades melanesias y los llamados “caciques” entre los indios de las llanuras, se sirven precisamente de la conexión entre dádiva y rango para impulsar sus carreras. Convierten el equilibrio económico en desigualdad política.La generosidad crea la jefatura al crear la sumisión. La generosidad calculada es el proceder del tipo dominante melanesio. Con frecuencia se requieren otras habilidades y cualidades personales para crearse el prestigio: Poder mágico, facilidad oratoria... pero generalmente son decisivas las maniobras económicas: Acumulación de bienes y su distribución de forma que cree fama de caballeresca generosidad. De este modo se convierte en “Hombre famoso”. -9- La clave es reunir un partido. Capitaliza en obligaciones de parentesco y practicando las relaciones de reciprocidad generalizada entre parientes cercanos. En esta fase inicial, tratará de ampliar su propio hogar, principalmente adquiriendo más esposas. (Cuantas más tenga, más cerdos tendrá). Pero una carrera de jefe despega cuando éste se dispone a reunir otros hombres con sus familiares asociando la producción de todos a su ambición. El personaje es un hombre que usa y crea relaciones sociales que le dan participación en la producción ajena y le capacitan para absorber un exceso de ella. En la distribución pública de su fondo de poder, el personaje inicia una combinación de grupos y una organización de funciones que van más allá del alcance ordinario. El contexto de la entrega desinteresada puede ser una ceremonia religiosa, un intercambio ritual entre grupos... El vínculo personal entre el jefe y el súbdito constituye una seria fragilidad de su política económica. Una fidelidad personal ha de ser edificada cuidadosamente y periódicamente reforzada. Una cara de la contradicción melanesia es la reciprocidad inicial entre un jefe y su pueblo. Sin embargo, un aumento acumulativo de renombre obliga al personaje a reemplazar la exacción por la reciprocidad. El éxito en una competición de renombre con otros jefes socava particularmente las reciprocidades internas del partido. Ya sea por muerte o por su propia moderación, finalmente se pone un freno a la carrera de un notable. El sistema melanesio de jefatura neutraliza de este modo su desarrollo. Los grandes cacicatos polinesios, aunque operando sobre una base técnica semejante, consiguieron avanzar más allá de los límites del sistema melanesio. Estos jefes no conquistaron sus posiciones en la sociedad: se les colocó en posiciones encumbradas. Las cualidades las poseía como herencia por su condición de descendiente de la divinidad. No necesitaba tener dotes oratorias. El cacicato origina superávit domésticos y una exacción (cobro de impuestos) por la autoridad sobre la economía doméstica, afirma la constitución política. En los grandes cacicatos polinesios, una fracción interesante del fondo señorial y mucho trabajo directo de la plebe eran retirados de la circulación general y absorbidos para el sostenimiento de una corte principesca permanente. Esta especie de consumo ostentoso Constituye este contraste simbólico entre el gobernante y los gobernados, Es uno de los métodos más económicos de poder. Sin embargo, la acción despótica del jefe era un juego peligroso, Los jefes más altos eran considerados como parientes superiores a los suyos y se creía que tenían la obligación moral de ser generosos. En los sistemas políticos polinesios aparecen ciclos de centralización-descentralización, periódica disolución violenta de grandes cacicatos en otros menores y por el mismo medio, reconstitución periódica de la gran sociedad. La expansión de un cacicato parece haber impuesto una expansión desproporcionada del aparato administrativo y su visible desgaste. Como los sistemas melanesios de los notables, la evolución de los cacicatos polinesios estalló finalmente en un cortocircuito por efecto de una sobrecarga en las relaciones entre los jefes y el pueblo. Pero el punto de separación polinesio era más alto. El éxito relativo del cacicato proviene de su mayor impacto en la economía doméstica, de movilización efectiva y directa en la producción hogareña. La formación de la jefatura altera el perfil social de intercambio, la incidencia de formas diferentes de reciprocidad, de igual manera que las tribus segmentarias introducen cambios a este respecto al compararlas con bandas de cazadores: La inseguridad de la caza pone una reciprocidad generalizada en la posición de la forma dominante de intercambio. - 10 - Los horizontes sociales de las gentes de las tribus segmentarias son generalmente más amplios, el área de transacciones es mayor. Las tribus manifiestan un aumento, mayor o menor, según las circunstancias, en la proporción entre el intercambio equilibrado y el generalizado. En la trayectoria de esta evolución, tal vez su expresión más completa sea la aparición de la “moneda primitiva” en determinadas regiones tribales. Con el cacicato la economía interna recupera el predominio sobre el exterior. La progresión de la tribu al cacicato es una transformación de las relaciones externas en internas a medida que grupos locales adyacentes se van integrando bajo la protección de jefes poderosos y de amplios grupos de descendencia. Como consecuencia mengua la reciprocidad equilibrada que es restringida por la preponderancia del rango, el cual pasa a convertirse en un factor en el cálculo de casi todas las transacciones, imponiendo elementos de desequilibrio fuera de las consideraciones de clase social. Y lo más significativo es la centralización del intercambio en una economía pública. Las reciprocidades se centran sobre los jefes reinantes, a quienes todos deben los tributos y de quienes manan las ayudas a los necesitados. De esta manera la reciprocidad cambia de calidad, es la fusión de intereses colectivos y la reasignación de bienes por poderes existentes: un proceso con un nombre específico: Redistribución. - 11 - TEMA 13: EL DON El don como hecho social total. Las tres obligaciones del don: la obligación de dar, la de recibir y la de devolver los regalos. La prestación total. El kula. El espíritu de la cosa donada. La paradoja de guardar mientras se da. El potlatch de los indios del Noroeste Americano. La moral del don y el contrato. El don, la reciprocidad y la redistribución. Nosotros y el don. Problemas centrales: o Mauss: las tres obligaciones del don. Bases etnográficas o Mauss: el don como hecho social total o Guardar mientras se da: el espíritu de la cosa donada o Nosotros y el don El don como hecho social total. A) ENSAYO SOBRE EL DON Sobre el don y en especial sobre la obligación de devolver los regalos En la civilización escandinava, como en otras muchas, los intercambios y los contratos tienen lugar en forma de regalos que, en teoría, son voluntarios, pero que, en realidad, se dan y se devuelven obligatoriamente. Estas prestaciones casi siempre han tomado la forma de un presente, de un regalo dado generosamente, incluso cuando en el gesto que acompaña a la transacción, no hay mas que ficción, formalismo y farsa social y, cuando, en el fondo lo que encontramos es obligación e interés económico. Desde hace años, nuestro interés se ha centrado en estudiar tanto el régimen del derecho contractual, como el sistema de prestaciones económicas o formas de intercambio entre las diversas secciones o subgrupos de que se componen las llamadas sociedades primitivas. Esto abarca un gran conjunto de hechos muy complejos que se muestran entremezclados, y que constituyen la vida propiamente social de las sociedades que han precedido a las nuestras. Denomino a estos fenómenos sociales como “totales” porque manifiestan a la vez todo tipo de instituciones: las religiosas, las jurídicas y morales que son políticas y familiares al mismo tiempo, así como las económicas que suponen formas especiales de producción, consumo y prestación y distribución, sin contar los fenómenos estéticos y los fenómenos morfológicos que caracterizan a estas instituciones. De todos estos temas se toma en consideración un solo rasgo, profundo pero aislado: «el carácter voluntario» de estas prestaciones, que parecen libres y desinteresadas pero que, en el fondo, son obligatorias e interesadas. ¿Cuál es la norma del derecho y del interés que ha hecho que en las sociedades de tipo arcaico el regalo recibido tenga que ser obligatoriamente devuelto?. ¿Qué poder tiene el objeto que se da que obliga al receptor a devolverlo?. Este es el problema del que nos ocuparemos fundamentalmente. Así conseguiremos un doble propósito. Por una parte llegaremos a conclusiones de tipo arqueológico, relativas a la naturaleza de las transacciones humanas en las sociedades que nos rodean o que nos han precedido. Describiremos el fenómeno del intercambio y del contrato en sociedades que, en contra de lo que se ha pretendido, no carecen de mercados económicos, ya que el mercado es un fenómeno humano que se produce en todas las sociedades conocidas, aunque el régimen del intercambio sea distinto del nuestro. Estudiaremos el mercado antes de que apareciese la institución del mercader y su principal invento, el dinero propiamente dicho. Veremos cómo funcionaba antes del descubrimiento de las formas de contrato y venta que podríamos considerar modernas y antes de que se acuñasen monedas. Asimismo examinaremos la moral y la economía que rige tales transacciones. - 12 - Veremos que esta moralidad y esta economía todavía funcionan en nuestra sociedad de forma constante y subyacente, y podremos deducir varias conclusiones morales relativas a los problemas que nos plantea la crisis de nuestro derecho y de nuestra economía. La prestación. El don y el potlatch Para el estudio del don, Mauss utiliza el método comparativo usando primariamente ciertas zonas de la Polinesia, Melanesia y Noroeste americano así como otros sistemas de derecho importantes. Escogiendo solo aquellos sistemas de derecho que, gracias a los documentos y al trabajo filosófico, nos daban acceso a las propias conciencias de las sociedades. Cada estudio se ha centrado en sistemas que han obligado a describirse íntegramente. Parece que no ha existido jamás, ni en un periodo cercano al nuestro, ni en las sociedades mal llamadas primitivas o inferiores, nada a lo que se parezca a lo que se denomina “economía natural”. Se eligen los textos de Cook relativos a los intercambios y al trueque entre los polinesios. Analizándolos veremos lo alejados que están, en materia de derecho y de economía, del estado de naturaleza. En la economía y en el derecho que nos ha precedido, jamás se constatará que los intercambios simples de bienes, de riquezas y de productos durante una transacción sean llevados a cabo por individuos. Son las colectividades las que se obligan mutuamente, intercambian y contraen obligaciones. Son, en realidad, personas morales: clanes, tribus y familias. Lo que intercambian no son exclusivamente bienes y riquezas muebles e inmuebles, cosas útiles económicamente, sino que son, ante todo, cortesías, banquetes, ritos, apoyos militares, mujeres, hijos, danzas, fiestas o ferias en las que la transacción no es mas que un elemento y en las que la circulación de riqueza es tan solo uno de los términos de un contrato mucho mas general y permanente. Estas prestaciones y contraprestaciones realizadas mediante presentes y regalos, aparecen vinculadas a una forma voluntaria, aunque en el fondo sean rigurosamente obligatorias, so pena de una guerra privada o pública. Proponiendo denominarlas sistema de prestaciones totales. . El tipo más puro de estas instituciones está representado por la alianza de dos fratrias, donde los ritos, los matrimonios, la herencia de bienes, los lazos del derecho y los del interés, los rangos militares y sacerdotales son complementarios y suponen la colaboración de las dos mitades de la tribu. Los Tlingit y Háida, tribus del Noroeste americano, al igual que en toda la región aparece una forma típica, muy desarrollada, pero relativamente rara, de prestaciones totales: el potlatch que significa ”alimentar”, “consumir”. Estas riquísimas tribus pasan el invierno celebrando un festival continuo de banquetes, ferias y mercados que son, al mismo tiempo, la asamblea solemne de la tribu. Se trata de una sociedad de rango, organizada en cofradías jerárquicas y en sociedades secretas, aunque las últimas a menudo se confunden con las primeras y con los clanes.. todo se entremezcla en una inextricable red de ritos, de prestaciones jurídicas y económicas, de adscripción de rangos políticos en la sociedad de los hombres, en la tribu, en las confederaciones de tribu e incluso internacionalmente. Para eclipsar al jefe rival, que también es un asociado (normalmente un abuelo, un suegro o un yerno), llegan al extremo de realizar una destrucción puramente suntuaria de todas las riquezas acumuladas. Lo más remarcable de estas tribus es el principio de rivalidad y de antagonismo que domina todas sus prácticas les lleva a desencadenar batallas e incluso la muerte de jefes y nobles enfrentados. Hay prestación total en el sentido de que, mediante el jefe, es todo el clan quien contrata por todos, por todo lo que posee y por todo lo que hace. Pero, para el jefe esta prestación es esencialmente usuraria y suntuaria y, sobre todo, una lucha de los nobles para establecer una jerarquía entre ellos de la que más tarde se beneficiará el clan. Proponemos reservar el término potlatch para este tipo de institución que podríamos denominar, también, prestaciones totales de tipo agonístico. El intercambio de dones y la obligación de devolverlos. - 13 - En Samoa, Polinesia, el sistema de regalos contractuales va mucho más allá del matrimonio. Acompaña a los siguientes acontecimientos: nacimiento de un niño, circuncisión, enfermedad, la llegada de una hija a la pubertad, ritos funerarios y comercio. Pero además se pueden distinguir dos elementos fundamentales del potlatch: el honor, el prestigio, el mana que confiere la riqueza y la obligación absoluta de devolver los regalos, bajo pena de perder el mana, la autoridad, el talismán, la fuente de riquezas que es la autoridad misma. Por otra parte, los dones pueden ser obligatorios y permanentes, sin otra contraprestación que la situación de derecho que los vincula. El espíritu de la cosa donada Maorí. El taonga y todos los bienes de propiedad personal poseen un hau, un poder espiritual. -----Tamati Ranaipiri, un informador maorí de R. Elsdon Best, habla del hau, el espíritu de las cosas que las hace devolverlas. De hecho, Mauss interpreta este testimonio como la persistencia de la persona que ha donado el objeto en el objeto. El hau tiende al volver a su lugar de origen, al santuario del bosque y del clan y por lo tanto a su "propietario". Los dones, además, no sólo se realizan entre vivos sino que también los antepasados y los dioses participan en forma de sacrificios y destrucciones de bienes.Ésta es la formulación clásica del don. Mauss defiende en definitiva que el don y el contradón está impreso en la psique humana. se cambian las cosas no por lo que valen, sino por lo que vale el cambio: la alianza, la solidaridad, la socialidad. La alternativa es la guerra, la hostilidad.--Como conclusión vemos dos importantes sistemas de fenómenos sociales en Polinesia. En primer lugar, nos permite captar la naturaleza del vínculo jurídico que crea la transmisión de una cosa. En el derecho maorí, el vinculo legal, el vinculo de las cosas es un vinculo entre almas, porque la cosa misma posee un alma, es del alma. De aquí se sigue que regalar una cosa a alguien es regalar una parte de uno mismo. De esta forma podemos darnos cuenta mejor de la propia naturaleza del intercambio de regalos, de la naturaleza de lo que hemos denominado prestaciones totales, entre las que se cuenta el potlatch. En este sistema de ideas se comprende con toda nitidez y lógica que uno debe devolver a otra persona lo que en realidad es parte de su naturaleza y sustancia, porque aceptar algo de alguien es aceptar parte de su esencia espiritual, de su alma. Retener la cosa seria peligroso y mortal, no solo porque sea ilícito, sino porque esa cosa que proviene moral, física y espiritualmente de la persona, esa esencia, ese alimento, esos bienes muebles e inmuebles, esas mujeres o esos descendientes, esos ritos o esos actos de comunión ejercen un poder mágico y religioso sobre la persona. Por último, la cosa que se da no es pasiva. Animada y, a menudo, dotada de individualidad tiende o bien a volver a lo que Hertz denominaba su “lugar de origen”, o a producir, por medio del clan o de la tierra, un equivalente que la reemplace. La obligación de dar y la obligación de recibir. Para entender por completo la institución de la prestación total y del potlatch hay que explicar dos elementos que le son complementarios: la obligación de dar y la de recibir. La prestación total no supone sólo la obligación de devolver los regalos recibidos. También conlleva otras dos obligaciones tan importantes como la primera: la obligación de dar regalos y la obligación de recibirlos. La teoría completa de estas tres obligaciones del mismo complejo, nos aportará una explicación satisfactoria de esta forma de contrato. Junto a la obligación de recibir, la obligación de dar no es menos importante. Tanto negarse a dar, como olvidarse de invitar o negarse a aceptar, equivale a declarar la guerra, pues es rechazar el vínculo de alianza y de comunión. Se da porque se está forzado a hacerlo, puesto que el receptor posee una especie de derecho de propiedad sobre todo lo que pertenece al donante. Esta propiedad se expresa y se concibe como un vínculo espiritual. Hay una correspondencia entre los derechos y deberes a consumir y a retornar y los derechos y deberes a ofrecer y a recibir. Todo este conjunto de derechos y deberes simétricos y contrapuestos cesan de parecer contradictorios si los concebimos como una mezcla de vínculos espirituales entre las cosas, que son hasta cierto punto parte del alma, y entre los individuos y los grupos, que son hasta cierto punto parte de las cosas. - 14 - Todas estas instituciones expresan un hecho, un régimen social, una mentalidad concreta: la de que todo, alimentos, mujeres, niños, bienes, talismanes, la tierra, el trabajo, los servicios y los rangos, es objeto de transmisión y de balance. Las cosas van y vienen como si entre los clanes y los individuos hubiese un intercambio constante de una materia espiritual, que abarcase a las cosas y a los hombres, repartida entre los rangos, los sexos y las generaciones.... Extensión de este sistema (libertad, honor, dinero) Honor y crédito------¿??? A partir de las observaciones que se han realizado sobre unos cuantos pueblos melanesios y polinesios ya podemos vislumbrar una imagen nítida del régimen del don. La vida material y moral y el intercambio funcionan bajo una forma que es al mismo tiempo desinteresada y obligatoria. La obligación se expresa además de forma mítica e imaginaria o, si se prefiere, de forma simbólica y colectiva. Adopta la forma del interés que se otorga a la cosas que se intercambian, pero estas ultimas, no se desprenden nunca de las personas que las intercambian. El lazo común y la alianza establecida son relativamente indisolubles. En realidad, este símbolo de la vida social no hace sino traducir casi literalmente como los subgrupos de estas sociedades segmentadas de tipo arcaico están constantemente imbricados los unos en los otros y como sienten que se deben de todo. El propio potlatch, un fenómeno tan típico y, al mismo tiempo, tan característico de estas tribus, no es mas que el sistema del intercambio de dones del que solo difiere, por una parte, en la violencia, la exageración y el antagonismo que suscita, y, por otra, en una cierta falta de conceptos jurídicos, en una estructura mucho mas esquemática y simple que en Melanesia, sobre todo ente las dos naciones del Norte. El carácter colectivo del contrato se muestra con mas nitidez que en Melanesia y que en Polinesia. A pesar de las apariencias estas sociedades, en el fondo, se aproximan más a lo que hemos denominado prestaciones sociales simples. Sus conceptos jurídicos y económicos poseen una menor claridad y precisión consciente, aunque, en la practica, los principios sean formales y bastante claros. Las tres obligaciones: dar, recibir, devolver Obligación de dar La obligación de dar es la esencia del potlatch. Un jefe debe ofrecer potlatch. Sólo conservará su autoridad sobre su tribu, su aldea, su familia, sólo mantendrá su rango entre los jefes si es capaz de demostrar que está favorecido por los espíritus y por la fortuna, y sólo puede demostrar esta fortuna gastándola, distribuyéndola, humillando a otros. Entre los indios perder el prestigio es perder el alma: es perder el derecho a encarnar un espíritu, a llevar un blasón, un tótem. Es la persona quien realmente se pone en juego, quien se pierde en el potlatch. En todas estas sociedades la gente está ansiosa por dar. No hay ningún instante por ordinario y alejado que esté de las solemnidades en que no se esté obligado a invitar a los amigos, a participar con ellos en los azares de la caza y de la recolección de frutos que vienen de los dioses o de los tótem, en que no se esté obligado a redistribuir todo lo obtenido en un potlatch del que uno se ha beneficiado, en el que no se esté obligado a reconocer, mediante regalos, cualquier tipo de servicio, ya proceda de los jefes, de los vasallos o de los parientes, todo ello bajo pena, al menos para los jefes, de violar las reglas de etiqueta y de perder su rango. La obligación de invitar es evidente cuando se realiza de clan a clan o de tribu a tribu. De hecho, sólo tiene sentido cuando se convida a personas que no pertenecen a la familia, al clan o a la fratría. Hay que invitar a quien puede o desea asistir a la fiesta, al potlatch. Olvidarse de alguien tiene consecuencias funestas (el mito del «Pequeño Nutria»). El potlatch, la distribución de bienes, es el acto fundamental del «reconocimiento» militar, jurídico, económico y religioso en toda la extensión de la palabra. A veces el ritual de las fiestas kwakiult expresa el principio de la invitación obligatoria (la Ceremonia de los Perros). Obligación de recibir - 15 - No es menos importante. No se tiene derecho a rechazar un don. Se actúa así para demostrar que no se tiene miedo a devolver el regalo y quedar “chafado” mientras no se devuelva. Entre los Kwakiutl parece que determinada posición dentro de la jerarquía permite rechazar una invitación e, incluso, si uno está presente, rechazar un regalo sin que estalle la guerra. El potlatch se convierte entonces en obligatorio para quien lo rechaza, y además debe ser más rico. Pero en principio se aceptan y alaban todos los dones. Hay que elogiar en voz alta la comida, pero al aceptarla uno sabe que se ha comprometido. Recibir un regalo es “echarse un peso encima”. La obligación se extiende incluso al heredero de quien ha hecho el desafío. Abstenerse de dar es degradarse, perder el rango. Obligación de devolver La obligación de devolver es la esencia del potlatch. Parecería que ha de devolverse sin condiciones. Pero, normalmente, el potlatch (como todos los regalos) debe devolverse con interés. Si alguien recibe de su jefe una manta por un servicio prestado, le devolverá dos cuando se case alguien de la familia del jefe. Si bien es cierto que el jefe, a su vez, le tendrá en cuenta, cuando distribuya todos los bienes que obtenga en los siguientes potlatch en los que los clanes opuestos le devuelvan sus beneficios. La obligación de devolver con dignidad es imperativa. Se pierde la «cara» para siempre si no se devuelven o no se destruyen los valores equivalentes. La sanción por incumplir la obligación de devolver es la esclavitud por deudas. El individuo que no ha podido devolver el préstamo o el potlatch, pierde su rango e, incluso, su condición de hombre libre. ANÁLISIS DE MAURICE GODELIER Para Mauss, ¿qué cosa es un don? El Don es para Mauss un acto que al mismo tiempo instaura una relación doble entre el donante y el receptor. Dar es compartir voluntariamente lo que se tiene o lo que uno es. Un don forzado no es un don. El don voluntario aproxima al donante y al receptor, y por ser voluntario crea una deuda a quien lo recibe, es decir, genera las obligaciones de recibir y de devolver o de volver a dar. El don produce dos cosas al mismo tiempo, acerca y pone a ambas partes en distancia. Instaura una disimetría. Un acto no puede ser estudiado aisladamente sino que forma parte de un conjunto que nace del encadenamiento de tres obligaciones: la de dar, la de aceptar y la de devolver. Los dones como prestaciones totales Los dones que interesan a Mauss, son los que denomina prestaciones totales, que no son dones individuales sino que implican a grupos o personas en tanto que representan a estos grupos. A Mauss no le interesan los dones que un amigo hace a otro amigo, tampoco la representación imaginaria del don que un dios puede hacer de su vida para salvar a la humanidad. Le interesan los dones que son socialmente necesarios para producir y reproducir las relaciones sociales, el tejido de una sociedad. Llama totales a estas prestaciones, dicho concepto designa dos cosas distintas: que el don es un acto de múltiples dimensiones, de carácter económico, político, religioso,... que el don, al arrastrar contradones, pone en movimiento a toda la sociedad y se presenta como un mecanismo y un momento esencial en su reproducción. Distingue dos tipos de prestaciones totales (distinción que fue olvidada más tarde): las “no agonísticas” y las “agonísticas” El punto de partida de su análisis: las prestaciones totales no agonísticas Mauss indica claramente que el punto de partida de su análisis se hallaba en los dones no agonísticos. Godelier trata de completar su creencia y nos dice que los contradones no anulan las deudas creadas por los dones sino que crean otras deudas que equilibran las primeras. Las deudas alimentan permanentemente obligaciones recíprocas que engendran flujos de servicios, de ayuda y de solidaridades. Las deudas jamás se anulan realmente. Volver a dar no es devolver (cosa difícil de entender para un occidental). Nada se devuelve sino que se re-dona, creando una nueva deuda - 16 - con el que recibe; la presencia del que dona continúa en el don. No se anula, por tanto, la deuda con la devolución, sino que se crea una nueva. En última instancia este tipo de prestaciones conduce a la redistribución, de manera relativamente igualitaria, de recursos de los grupos que componen la sociedad, pudiendo ser estos recursos seres humanos, mujeres y niños o bienes, trabajos y servicios. Dones y contradones agonísticos: el potlatch El potlatch y, en general los dones y contradones agonísticos, ponen en juego una lógica distinta. Mauss señala que se trata de una verdadera “guerra por las riquezas”. Es el acto de donar y de donar mas que los demás lo que realmente cuenta. Se trata de otra economía y moral del don. Mauss muestra que los potlatches fueron practicados para legitimar la transición de un titulo ya adquirido o para hacer valer derechos para su adquisición. El potlatch es una práctica que permite acceder o conservar un poder, mediante la acumulación y la redistribución de inmensas cantidades de bienes de subsistencia y la acumulación de objetos preciosos. En el comienzo, varios clanes compiten para dar o devolver mayores cantidades pero al final solo uno es el vencedor. Varios grupos compiten pero solo uno gana. Una deuda se anula cuando se devuelve más de lo que se recibió. Se trata de donar con la intención de romper la reciprocidad de los demás. La situación ideal es la que, al final, solo un clan haya dado tanto que nadie pueda devolver, quedando así solo, sin posibles competidores. La deuda es de nuevo esencial para la lógica del don, su finalidad es anularla con un contradon más importante. Esto genera una incesante espiral de dones y contradones que arrastra consigo toda la sociedad. En la tesis de Mauss se habla sobre la existencia de un espíritu que está en los objetos así como sobre la distinción entre las cosas y personas que caracterizaría a los universos sociales y mentales de muchas sociedades no occidentales, como ejemplo los antiguos derechos de India y de China. Cosas que no hay que vender, ni dar, sino que hay que guardar: los objetos sagrados Godelier continúa categorizando los objetos que se donan: los objetos sagrados (i), los cuales son inalienables; los objetos preciosos (ii) que son los que se donan y (iii) los objetos corrientes que son los que se intercambian. Los objetos preciosos se sitúan a medio camino entre lo sagrado y lo corriente puesto que pueden condensar poderes y sustituir a personas reales (de ahí que se utilicen como compensaciones por las deudas de sangre). Estos objetos deben ser comparables entre sí, de modo que puedan ser utilizados como medios de rivalidad y prestigio. Estos objetos deben ser además inútiles, abstractos y bellos. Como veremos en el siguiente capítulo, las monedas primitivas suelen disponer de ejemplares que recorren las tres categorías de objetos que propone Godelier. Los objetos sagrados se presentan como dones que los dioses o los espíritus habrían hecho a los antepasados del hombre y que sus descendientes, los hombres actuales, no deben darlos sino conservarlos preciosamente. Es para ellos un elemento esencial de su identidad como fuente de poder en la sociedad, poder que pueden ejercer sea para favorecer a los demás, sea para perjudicarlos. El objeto sagrado, a diferencia del objeto precioso, es inalienable e inalienado. En definitiva, un objeto sagrado es un objeto material que representa lo irrepresentable, que remite a los orígenes de las cosas y es testigo de la legitimidad del orden cósmico y social que sucedió al tiempo y a los acontecimientos desde los orígenes. Un objeto sagrado no es bello como lo son los objetos de valor que se intercambian en los potlatches. Es más que hermoso, es sublime, porque pone a la humanidad en presencia de las potencias que ordenan al mundo mas allá de lo visible. Los objetos sagrados no son símbolos para los que manejan y los exhiben, son la presencia real de las potencias que son la fuente de los poderes que encierran. ACERCA DE UN POSIBLE MALENTENDIDO SOBRE LA OBLIGACIÓN DE RECIPROCIDAD Sobre el concepto de reciprocidad.no don? Al concebir el concepto teórico de reciprocidad, se ha partido de una confusión entre su practica excepcional y la normal, entre su opcionalidad mas o menos ideal y su obligación gravosa, o también entre su uso y su abuso. Al haber ocurrido esto, las interpretaciones teóricas han acudido - 17 - a buscar explicaciones para la normalidad de lo anormal (reglas prescriptivas, totalitarias, de reciprocidad, representando sociedades esclavizadas por la obligación de reciprocidad). Hay en la reciprocidad una obligación persistente y una estrategia política y económica que caracteriza a muchas sociedades. Paradoja, contradicción o ambivalencia: la fórmula “guardar mientras se da” es altamente sugerente, tanto para una inversión de riqueza como para un acto de adhesión afección humana. Mientras los primitivos se quejarían de la obligatoriedad del intercambio, de la exigencia del don o de la reciprocidad, los occidentales brindarían un intercambio natural, sin coacciones, que se ajustaría al deseado por lo primitivos. El mercado seria la naturaleza utópica a la que se llegaría con la abrogación de ley del intercambio. Así el mercado como encuentro de oferta y demanda seria mas natural que la reciprocidad como encuentro de dar, recibir y devolver. Como si tener que comprar y vender para vivir fuera mas natural que dar y devolver. La paradoja de guardar mientras hay que dar. ->Una de las propuestas más interesantes de Weiner es que al donar no se pierde un objeto precioso sino que de hecho se conserva la vinculación inalienable con él. Este hau se explica de forma también maussiana: los objetos forman parte de las personas, así como las personas forman parte de los grupos; sólo las mercancías están separadas, aunque sea de forma ficticia, de las personas. Resulta significativo que la teoría de ese querer librarse de la reciprocidad haya ido aparejada con la representación de la inalienabilidad de la cosa preciada. Weiner en su argumento, conjuga en su trasfondo ideológico el individualismo librecambista con el posesivo y atesorador. Esta es una conjunción típica de la economía política capitalista. No es nada contradictoria: el beneficio comercial y la propiedad privada resuelven la contradicción aparente. Las generalizaciones que criticamos proceden de la concepción de la reciprocidad como dogma análogo al dogma del librecambio. De hecho, no pueden compararse directamente los estragos sociales causados por el dogma librecambista, con los de un exceso o abuso del la obligación de reciprocidad, acusados precisamente en casos como el que nos ocupa por el impacto dogmático del librecambio colonizador. La concepción dogmática de la reciprocidad ha desarrollado todo un corolario de generalizaciones sobre la inalienabilidad de la cosas que se valoran como don, y ha dado lugar también a la confusión de la reciprocidad de don con la reciprocidad de contrato. La reciprocidad de don es aquella que se explica por las tres acciones de Mauss: saber dar, saber recibir y saber retornar según determinados contextos sociales y culturales. Mientras que la reciprocidad de contrato radica exclusivamente en la obligación de cumplir con una materia determinada y solo con esta. En comparación sociológica, la reciprocidad de don obliga por la vinculación existente entre las personas, mientras que la reciprocidad de contrato obliga por el poder que existe a compeler las partes sin ninguna otra vinculación que la del mismo contrato con su cumplimiento. Lo propio del don es ser un momento de una relación de vinculación. Lo propio del contrato es excluir la obligación de cualquier otra vinculación que no sea la del mismo contrato. En antropología social es mas lógico entender la inalienabilidad como el poder de la vinculación personal, y enunciar este concepto en positivo. El malentendido que ha hecho confundir la reforma de un tipo de reciprocidad con su total negación esta relacionado con otro abuso absolutismo mas ordinario para la experiencia del antropólogo, y este es sin duda el de la economía contractual. La antropología sociológica debe saber distinguir entre reciprocidad y contrato, en el sentido de sistema de don entre vinculaciones personales versus el interés o beneficio surgidos de la especificidad de cada intercambio o transacción, por mas que estos abusen del espíritu de reciprocidad de cualquiera de las partes implicadas. - 18 - En la sociedad de mercado el contrato abusa del espíritu y acción de la reciprocidad. Utiliza la intencionalidad de confianza, bondad y responsabilidad para abusar de las personas, haciéndolas creer en derechos humanos indisponibles, vínculos democráticos, cultura de valores, amistad y familia de empresa y negocios, estima y respeto al valor de cada persona, ..., cosas que día a día las escuelas de negocios incorporan a sus verdades mucho mas groseras. Criticar el contrato capitalista como abuso de la reciprocidad personal es un recurso metodológico fundamental para la comparación etnográfica e histórica. Creemos que tiene mucho sentido hablar de unas sociedades en las que la reciprocidad prevalece y de otras en las que lo hace el contrato. La valoración etnográfica de las tres fases maussianas de la reciprocidad (saber dar, saber recibir y saber devolver) en contextos, que además pueden superar a esta reciprocidad como norma, es algo muy relevante y que no hay que confundir con la reciprocidad contractual. Por un lado, pues, la reciprocidad en el contrato es algo sociológicamente, culturalmente y éticamente distinto de la reciprocidad en el sistema de don. Pero hay otro aspecto dentro de este malentendido global que conviene destacar, la confusión del regalo con la reciprocidad propiamente dicha en nuestra sociedad, donde prevalece el contrato en el ordenamiento económico, político y jurídico. Por mas que el regalo vaya asociado con una vinculación personal (amistad, amor ...) propia de la reciprocidad-don y su existencia no dependa del interés contractual, al no ordenar ni establecer los principios de la propiedad y apropiación no podemos hablar de sociedad de reciprocidad al referirnos a la nuestra. Dar algo a cambio de otra cosa o perder un derecho para obtener una seguridad no es reciprocidad tal como pretende Weiner. Lo primero es intercambio, que es mucho menos que reciprocidad, y lo segundo es sometimiento, que aun es menos que contrato, aunque en muchos casos un abuso de hecho haga pasar el sometimiento como ejercicio de una libertad contractual. Yo:nosotros y el don En nuestra sociedad, continúa Godelier, para que las mercancías continúen circulando lo político ha pasado a ocupar el punto de anclaje que ha significado lo religioso: Pero si el individuo, como persona, no puede transformarse en mercancía ni en objeto de don, es porque la propia Constitución, fundamento del derecho, no pertenece a las relaciones mercantiles. Las funda y las limita pero no pertenece a ellas. La Constitución no es la propiedad de ningún individuo como tal; es la propiedad común e inalienable de todos aquellos que la obedecen porque la han elegido, porque la han "votado". Tanto Mauss como Godelier nos informan ampliamente sobre el don, pero no tanto sobre la reciprocidad. Los dones, tan magistralmente descritos, son de hecho formas ceremoniales de la reciprocidad, pero no la agotan. En el mundo contemporáneo se difunde la idea de que todo es vendible. Pero incluso en las sociedades en las cuales la economía de mercado está más desarrollada existen realidades esenciales que están más allá del mercado. En el Ensayo sobre el Don de 1929, Mauss critica sobre todo el liberalismo, no aceptando que la sociedad se encierre cada vez más en lo que llama la fría razón del comerciante, del banquero y del capitalista. Pide que el Estado otorgue a los que trabajan la ayuda material y la protección social que el salario no ofrece. Pero demanda también a los ricos y poderosos que muestren la misma generosidad interesada practicada por los jefes melanesios. Hoy de manera paradójica se retorna a la caridad y de nuevo el don vuelve a ser socialmente necesario. En los países más ricos del planeta, los que están en el centro del sistema mundial capitalista, excluyen a millones de personas de la economía. Las solidaridades familiares o comunitarias se reducen, el individuo se halla aislado por la sociedad misma. Estar excluido de la economía significa estar prácticamente excluido de la sociedad. En este contexto nace un renovado interés por la obra de Mauss. Pero hay algo que Mauss dejo escapar. Los objetos más preciosos de los indios del noroeste de América del Norte eran las piezas de cobre que jamás formaban parte del potlatchs. Se consideraban como sagradas y estaban inmovilizadas en los tesoros de los clanes y tribus. El análisis de este hecho no fue realizado por Gauss. - 19 - El término Kula El Kula. Conocido también como circuito kula o intercambio kula, es un intercambio ceremonial que se realiza entre los pobladores de la provincia neoguineana de Milne Bay Comprende a dieciocho comunidades isleñas del archipiélago de Massim, incluidas las islas Trobiand, e involucra a miles de individuos. Según los datos ofrecidos por Bronislaw Malinowski—quien documentó la práctica a principios del siglo XX—, los participantes en el kula debían viajar en sus canoas algunos cientos de kilómetros en el sentido que lo imponía el artículo se había propuesto intercambiar con otros participantes del circuito. Los artículos que se intercambian en el Kula son dos. Unos eran gargantillas de concha que los trobriandeses llamaban veigun o soulava, mismos que circulaban hacia el norte en el circuito, en la dirección de las manecillas del reloj. Los otros eran pulseras hechas con pequeñas conchas que recibían el nombre de mwali, cuyo sentido de circulación era inverso. Si el intercambio entre dos personas era abierto con un collar soulava, aquél que lo recibía estaba obligado a corresponder con un brazalete mwalli. Las condiciones de la participación en el circuito de intercambio variaban de región en región. Malinowski señalaba que en las islas Trobriand, los jefes monopolizaban el kula, mientras que en Dobu cualquier hombre podría participar. Los objetos que se intercambian en el Kula son piezas sin valor de uso —aunque en algunas ocasiones, señalaba Malinowski, son empleadas como adornos corporales en ciertas celebraciones religiosas de los Trobriandeses—, mismas que sirven para establecer relaciones sociales y adquirir prestigio social. Las costumbres y tradiciones que acompañan este intercambio de dones está cuidadosamente preescrito en el sistema cultural de los pueblos que intervienen en él, especialmente en lo que refiere a las idealmente prolongadas relaciones que sostienen los compañeros en el intercambio —llamados karayata—. El acto de regalar, como escribía Marcel Mauss en su Ensayo sobre el Don, es un dispositivo que engrandece al donante, un acto en el que el don es acompañado de muestras de exagerada modestia donde el valor de lo dado es rebajado visiblemente. Como el compañerismo, el don implica fuertes relaciones de correspondencia y hospitalidad, protección y asistencia mutuas. De acuerdo a los muyuw, una buena relación Kula puede ser entendida como un matrimonio. Por ello, como citaba Malinowski en Los argonautas del Pacífico Occidental, los trobriandeses suelen decir que una vez en el Kula, siempre en el Kula. Los objetos kula rara vez permanecen por mucho tiempo en posesión de quienes los reciben. Deben pasarlos a otros compañeros en el circuito luego de un cierto período, razón por la cual los mwalli y los soulava están en constante circulación en el intercambio. A pesar de ello, la posesión temporal de los objetos kula trae a sus poseedores cierto prestigio. Los jefes más importantes en el intercambio pueden tener cientos de compañeros en el intercambio, en tanto que los hombres con menor peso en la trama social suelen tener una docena o menos de ellos. El término Potlatch Potlatch es el nombre de una ceremonia practicada por los pueblos indios de la costa del Pacífico en el noroeste de Norteamérca, tanto en los Estados Unidos como en la provincia de la Columbia Británica de Canadá. Ejemplos de aquellos pueblos son: los Haida, Tlingit, Tsimskuan, Salísh, Nuuchah-nulth y Kwakiult (Kwakwaka'wakw). El potlatch, vigente hasta el siglo XX, toma la forma de festín ceremonial para el que se utiliza carne de foca o salmón. En este festín se observan las relaciones jerárquicas entre los grupos, que se refuerzan mediante el intercambio de regalos y otras ceremonias. El anfitrión muestra su riqueza e importancia regalando sus posesiones, queriendo dar a entender que tiene tantas que puede permitirse hacer tantos regalos. Esto ocasiona que los participantes le correspondan cuando celebran su propio potlatch. “…El Potlatch es un sistema complejo de intercambio, Mauss lo llama de “prestaciones sociales totales” porque va a implicar el total de la vida simbólica de esa comunidad. Un intercambio que es reglado, y funda los lugares que cada quién ocupa en la trama social. Estas prestaciones sociales complejas son un intercambio, no sólo de bienes materiales o de riqueza, son sobre todo intercambios de gestos de cortesía, de rituales, de fiestas, de mujeres y de niños. Se trata de un intercambio sofisticado y simbólico […] se trata de destruir, quemar, tirar al mar, - 20 - hacer añicos la riqueza, de ‘consumirla’ en el sentido en que se consume un leño en el fuego. Es un aprestación de tipo agonístico…” - 21 - TEMA 14. LA RECIPROCIDAD Formulación de las teorías de la reciprocidad. Intercambios recíprocos: bienes, servicios y trabajo.El entramado institucional: Polanyi y las formas de integración. Las formas de integración no son categorías evolutivas: su coexistencia en distintas sociedades.- Reciprocidad e instituciones simétricas. Shalins: La reciprocidad generalizada, equilibrada y negativa. Parentesco y reciprocidad. La cuestión del equilibrio y la obtención de poder. La moral de la reciprocidad en distintas sociedades. El contrato y la reciprocidad. 14.1RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES: a. La reciprocidad como forma de integración. b. Reciprocidad generalizada, equilibrada y negativa. c. Economía Política de la reciprocidad: intercambios y poder. M. Shalins, analiza los diferentes tipos de transacciones teniendo en cuenta la “distancia del parentesco”, y distinguiendo: las categorías de reciprocidad generalizada, la negativa y la equilibrada para integrar en ellas las actuaciones de poder. 1.- MARSHALL SAHLINS “ECONOMÍA TRIBAL (En m. Godelier, ed (1976).Tema12 2.-EL SISTEMA ECONÓMICO COMO PROCESO INSTITUCIONALIZADO.- KARL POLANYI. Al referirse a las actividades humanas, el término económico tiene dos significados de raíces independientes, que llamamos significado substantivo y significado formal. El significado sustantivo de “económico” deriva de que el hombre depende, para su subsistencia, de la naturaleza y de sus semejantes. Se refiere al intercambio con el medio ambiente natural y social, en la medida en que este intercambio tiene como resultado proporcionarle medios para su necesaria satisfacción material. El significado “formal” de económico deriva del carácter lógico de la relación medios-fines, tal y como aparece en palabras como “económico” (barato) o “economizar” (ahorrar). Se refiere a la concreta situación de elegir y especialmente a la elección entre los distintos usos de los medios, cuando éstos son insuficientes. (ae económico es el proceso de asignación de recursos escasos a fines alternativos.) Los dos significados raíces de “económico”, el sustantivo y el formal, no tienen nada en común. El último procede de la lógica, el primero de la realidad. El significado formal implica un conjunto de reglas relativas a la elección entre usos alternativos de los medios insuficientes. El SS no implica elección ni insuficiencia de los medios Nuestra propuesta es que solamente el SS de “economía” puede producir los conceptos que necesitan las ciencias sociales para la investigación de todos los sistemas económicos empíricos del pasado y del presente Esta combinación de términos se produjo por circunstancias que lógicamente hay que atribuir al azar. Los dos últimos siglos produjeron en Europa occidental y Norteamérica una organización que consistía en un sistema de mercados formadores de precios Es posible describir los sistemas económicos empíricos (sustantivos) sean primitivos o arcaicos según la forma en que está instituido el proceso económico. Las tres instituciones, el comercio, el dinero y el mercado, proporcionarán un caso de prueba. Anteriormente han sido definidas sólo en términos formales; y al hacerlo así se excluía cualquier aproximación que no fuera la de mercado. Su tratamiento en términos sustantivos debe, pues, acercarnos más al deseado entramado universal de referencias..... - 22 - EL SIGNIFICADO FORMAL Y EL SIGNIFICADO SUSTANTIVO DE ECONÓMICO. No va con el tema Examinemos los conceptos formales empezando por la manera en que la lógica de la acción racional produce la economía formal y luego, a su vez, da lugar al análisis económico. La economía formal se refiere, como hemos dicho, a una situación de elección que se plantea a partir de la insuficiencia de los medios. Éste es el postulado llamado “escasez”. Requiere, en primer lugar, insuficiencia de medios; en segundo lugar que la elección sea inducida por la insuficiencia. Para que la insuficiencia induzca elección debe existir mas de un uso de los medios, así como fines jerarquizados, es decir, por lo menos dos fines clasificados en orden de preferencia. Resulta fácil ver como se da elección de medios sin que tengan que ser insuficientes y como hay insuficiencia de medios sin elección. La elección puede estar inducida por una preferencia del bien ante el mal (elección moral), o puede tener que resolver una encrucijada..., en cualquier caso, la abundancia de medios, en vez de disminuir las dificultades de la elección, más bien las aumenta. ....”Last not least, “...el análisis económico.- Esta disciplina es el resultado de la aplicación de la economía formal a un sistema económico concreto, a saber, el sistema de mercado. Todos los bienes y servicios, incluyendo la utilización del trabajo, la tierra y el capital, están a la venta en los mercados y, por tanto, tienen un precio; De ahí se deducen los límites dentro de los cuales puede demostrarse efectivo el análisis económico. La utilización del significado formal denota que el sistema económico es una secuencia de actos dirigidos al ahorro, es decir, de elecciones inducidas por situaciones de escasez. El que este analisis pueda aplicarse a un concreto sistema económico depende de si tal sistema económico consiste de hecho en una secuencia de tales actos.Fuera del sistema de mercados formadores de precio, al análisis económico pierde la mayor parte de su relevancia como metodología de investigación El origen del concepto sustantivo es el sistema económico empírico. Puede resumirse brevemente (si no comprometidamente) como el proceso instituido de interacción entre el hombre y su medio ambiente, que tiene como consecuencia un continuo abastecimiento de los medios materiales para satisfacer las necesidades El sistema económico es, pues, un proceso institucionalizado. Dos conceptos sobresalen: el del proceso y el de su “institucionalización”: “Proceso” sugiere un análisis en términos de movimiento. Los movimientos se refieren a cambios de localización o a cambios de apropiación o bien a ambos. En otras palabras, los elementos materiales pueden alterar su posición cambiando de lugar o bien cambiando de ”manos”. Los movimientos de localización incluyen la producción, junto con el transporte, para la que el traslado espacial del objeto es igualmente esencial.- Los bienes son de orden inferior o de orden superior, según la forma de su utilidad desde el punto de vista del consumidor.- Este tipo de movimiento de los elementos representa algo esencial del sistema económico en el sentido sustantivo del término, a saber, la producción. El movimiento de apropiación determina tanto lo que generalmente se denomina la circulación de los bienes como su administración. En el primer caso, el movimiento de apropiación es el resultado de una transacción; en el segundo, de la disposición. En consecuencia, la transacción es un movimiento de apropiación que ocurre entre ”manos”; la disposición es un acto unilateral de la mano al que –por la fuerza de la costumbre o de la ley-, se le atribuyen concretos efectos de apropiación. Sin embargo, ese proceso económico no alcanzaría toda su plena realidad si se presenta reducido a una interacción mecánica, biológica y psicológica de elementos. De ahí la trascendental importancia del aspecto institucional de la economía. La institucionalización del proceso económico dota al proceso de unidad y estabilidad; crea una estructura con una función determinada en la sociedad. - 23 - La economía humana, pués, está incrustada y enredada en instituciones económicas y no económicas. La inclusión de lo no económico es vital, pues la religión o el gobierno pueden ser tan importantes para la estructura y el funcionamiento de la economía como las instituciones monetarias. RECIPROCIDAD, REDISTRIBUCIÓN E INTERCAMBIO. El estudio de cómo están instituidas las economías empíricas debe comenzar por la manera en que la economía adquiere unidad y estabilidad, es decir, por la interdependencia y recurrencia de sus partes. Esto se logra mediante la combinación de muy pocos modelos que pueden denominarse formas de integración. Estas formas ofrecen un medio para describir el proceso económico en términos comparativamente simples, introduciendo un orden y medida en las infinitas variaciones. Empíricamente encontramos que las principales pautas son la reciprocidad, la redistribución y el intercambio. La reciprocidad denota movimientos entre puntos correlativos de agrupamientos simétricos, presupone como trasfondo agrupamientos simétricos dispuestos; la redistribución designa los movimientos de apropiación hacia un centro y luego hacia el exterior, depende de la medida de centralidad en el agrupamiento; el intercambio hace referencia aquí a movimientos de ida y vuelta en un sentido y en el contrario, por lo que para producir integración precisa de un sistema de mercados que formen precios. el efecto integrador estaba condicionado a la presencia de determinados dispositivos institucionales, como las organizaciones simétricas, los puntos centrales y los sistemas de mercado, respectivamente. Así, sólo en un entorno simétricamente organizado se producirá un comportamiento recíproco; sólo donde se han creado centros distribuidores, los actos individuales de compartición y reparto producirán una economía redistributiva; y sólo en presencia de un sistema de formación de precios por medio del mercado, los actos individuales de intercambio tendrán como consecuencia unos precios fluctuantes que integran la economía. Las formas de integración. Un grupo que deliberadamente emprende la organización de sus relaciones económicas sobre bases de reciprocidad, para llevar a cabo su propósito, puede dividirse en subgrupos de miembros correspondientes, los cuales pueden identificarse entre sí como tales. Los miembros del grupo A podrán entonces establecer relaciones de reciprocidad con sus correspondientes del grupo B, y viceversa. Pero la simetría no se limita a la dualidad. Tres, cuatro o más grupos pueden ser simétricos con respecto a dos o más ejes; tampoco los miembros de los grupos necesitan ser recíprocos uno a uno, sino que pueden serlo con los miembros correspondientes de un tercer grupo con el cual mantienen relaciones análogas. La responsabilidad de un trobriandés está dirigida hacia la familia de su hermana. Pero no por eso le ayudará el marido de ésta, aunque la ayuda provendrá, si está casado, del hermano de su propia esposa, miembro correspondiente de una tercera familia. La reciprocidad, como forma de integración, gana fuerza en gran medida gracias a su capacidad de utilizar tanto la redistribución como el intercambio a manera de métodos subordinados. En las economías sin mercado estas dos formas de integración, la reciprocidad y la redistribución, suelen presentarse juntas. La redistribución se consigue, dentro de un grupo, en la medida en que la asignación de los bienes se reúna en una mano y tenga lugar en virtud de la costumbre, la ley o una decisión central ad hoc. A veces esto significa una reunión física de bienes, acompañada de almacenamiento y redistribución, y otras veces la “reunión” no es física, sino simplemente apropiativa, es decir, el derecho a disponer de la localización física de los bienes. La redistribución se presenta por muchas razones, en todos los niveles de civilización , desde la tribu cazadora primitiva hasta los grandes sistemas de almacenamiento de Egipto, Sumeria, Babilonia y Perú. En los grandes países, las diferencias de clima y tierra pueden hacer necesaria la redistribución, en otros casos se debe al desfase temporal que existe, por ejemplo, entre la recolección y el consumo. En el caso de la caza, cualquier otro método de distribución conduce a la desintegración dela horda o banda, puesto que - 24 - en este caso, sólo la división del trabajo puede asegurar los resultados. El principio en todos es reunir y re distribuir desde un centro. Puede aplicarse a grupos como la familia o un feudo. La redistribución también es apta para integrar grupos a todos los niveles y en todos los grados de permanencia, desde el mismo Estado hasta unidades de carácter transitorio. También aquí como en el caso de la reciprocidad cuanto más estrechamente esté entretejida la unidad abarcadora, más variadas serán las subdivisiones en que pueda operar con eficacia la redistribución . El intercambio, para poder servir de forma de integración, requiere un sistema de mercados formadores de precios. Por tanto, deben distinguirse tres clases de intercambios: el movimiento meramente físico de cambio de lugar entre manos (intercambio operacional); los movimientos apropiativos de intercambio, con una equivalencia fija (intercambio basado en un acuerdo previo), y los que tienen lugar con una equivalencia negociadora o contractual (intercambio integrador). Mientras el intercambio sea fijo, el sistema económico estará integrado por factores que fijan esa equivalencia. Los mercados sólo son integradores si están vinculados en un sistema que tiende a extender el efecto de los precios a otros mercados distintos de los directamente afectados. Para que pueda ser integrador, el comportamiento de las partes debe estar dirigido hacia la determinación de un precio que sea lo más favorable para cada parte. Este comportamiento es muy distinto del intercambio a un precio fijo. El intercambio a precios fijos no implica otra cosa que beneficio para las dos partes que intervienen en la decisión de intercambiar; el intercambio a precios fluctuantes tiene como objetivo un beneficio que solo puede conseguirse con una actitud que implica una clara relación de antagonismo entre las partes intervinientes Resultan esclarecedoras las agrupaciones tradicionales de los sistemas económicos cuando más o menos se aproximan a una clasificación según las formas dominantes de integración. Eso que a los historiadores les gusta denominar “sistemas económicos” parece encajar perfectamente en este modelo. En ellos, el predominio de una forma de integración se identifica con el grado en que abarca la tierra y el trabajo de la sociedad. La llamada sociedad bárbara se caracteriza por la integración de la tierra y el trabajo en el sistema económico por medio de los lazos de parentesco. En la sociedad feudal, los vínculos de lealtad determinan el destino de la tierra y del trabajo que va asociado a ella. En los imperios de regadíos (los basados en grades obras de irrigación), eran el templo y el palacio quienes en gran medida distribuían y a veces redistribuían la tierra..y lo mismo ocurría con el trabajo, al menos en su forma de trabajo dependiente. La aparición del mercado como fuerza dominante del sistema económico puede rastrearse observando la amplitud con que la tierra y los alimentos se movilizaban mediante los intercambios y el trabajo se convertía en una mercancía que se podía adquirir libremente en el mercado. No obstante, no debería considerarse menos vital la integración de la tierra en la economía. Estas formas de integración no representan etapas de desarrollo. No implican ningún orden temporal. Las sociedades tribales practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las sociedades arcaicas son fundamentalmente redistributivas, aunque en alguna media pueden dejar espacio al intercambio. La reciprocidad, que desempeña un papel dominante en algunas comunidades melanesias, se presenta no como rasgo importante sino como subordinado, en los imperios arcaicos redistributivos, hasta el punto que el comercio exterior que se lleva a cabo con regalos y devoluciones de regalos) sigue estando en gran medida organizado según los principios de la reciprocidad. La redistribución, el método dominante en la sociedad tribal y arcaica, junto a la cual el intercambio solo juega un papel menor, llego a tener una gran importancia en el imperio romano tardío y actualmente esta ganando terreno en algunos Estados industriales modernos. La Unión Soviética es un ejemplo extremo. ORGANIZAR: SUSPENSIÓN DE LA MORALIDAD Y RECIPROCIDAD NEGATIVA.- Paz Moreno Feliu. El artículo se basa en el análisis etnográfico de la reciprocidad negativa (en lo que los internos denominaban “organizar”) en los campos de concentración de Auschwitz. .....La principal fuente de nuestra reconstrucción etnográfica son las memorias escritas por los antiguos prisioneros. - 25 - LAS RELACIONES SOCIALES EN LOS CAMPOS DE AUSCHWITZ.-......Höss, el primer comandante y artífice de Auschwitz, puso en marcha la estructura de control interno del campo mediante la creación de distintos rangos antagónicos entre los propios prisioneros, a la cabeza de los cuales se situaban los llamados “prisioneros funcionarios”, “preeminentes” o “aristócratas” .....Es decir el ejercicio de la brutalidad y el antagonismo del diseño inicial llevó paradójicamente a la creación de varias redes de intercambio, que englobaban tanto relaciones predatorias como alianzas de dependencia mutua ORGANIZAR.....u organizarse, significa obtener no importa qué por no importa qué medio. Tanto lo adquirido mediante lo que tienes (los cigarrillos) como por la mendicidad, el trueque, el robo, el chantaje, la fuerza, incluso el homicidio. Se organiza un mendrugo de pan o diez hogazas de pan, un miserable trapo pulgoso o la lencería de seda nueva, un cigarrillo o mil cigarrillos De tal forma, que aparentemente recuerdan en mucho las características que Sahlins (1965) otorga a la reciprocidad negativa como la forma “mas impersonal de intercambio”. Sahlins caracteriza estructuralmente la oposición entre la reciprocidad generalizada y la negativa mediante la proximidad o distancia de los vínculos sociales, nosotros proponemos aquí un modelo que de cuenta de las variaciones no como una mera oposición, sino como una compleja trama de formas variables y graduales cuyo rasgo distintivo sería la presencia o ausencia de obligaciones interdependientes entre los actores, a partir de las cuales se articulan las nociones de moralidad. ..........Como principio, la organización se basa en una defensa del autointerés, es más apropiado que consideremos el amplísimo espectro de niveles de intercambio como parte de un sistema de relaciones posicionales y no como un sistema de relaciones interpersonales. desde un punto de vista global, la característica de organizar debemos relacionarla con una suspensión de los principios sociales dela moralidad............. .....En su descripción no sólo desparecen los robos y todas las relaciones predatorias entre los prisioneros, ......En un sentido similar otros prisioneros resuelven el dilema moral que suponen los robos a otros prisioneros en términos de los antagonismos segmentarios establecidos en la jerarquía del campo, CONCLUSIÓN. Organizar, en todas sus variedades, se nos muestra a la vez como consecuencia de la suspensión de la moralidad, y como génesis de las normas surgidas e incrustadas en el universo social concentracionario. Tanto Mauss como Polanyi vincularon el estudio dela reciprocidad al de las ideas sobre la moralidad.- La incrustación de la reciprocidad en las instituciones sociales, políticas, religiosas, económicas y de parentesco delimita un amplio espectro de relaciones que abarca tanto la complejidad del don y las obligaciones ante parientes, aliados y vecinos característicos de la reciprocidad generalizada, como la ausencia de obligaciones que define la reciprocidad negativa. En otras palabras, mientras que la reciprocidad generalizada se basa en una moralidad compartida, la negativa se da en situaciones de irrelevancia, ruptura, transformación o suspensión del orden moral. El referente moral es fundamental para que el concepto de reciprocidad resulte útil. En situaciones de quiebra o suspensión del orden moral los grupos sociales recalarán los componentes negativos: TOMAR/ PEDIR/ GUARDAR. - 26 - T. 15 LA REDISTRIBUCIÓN Niveles de centralización del poder político y redistribución. La redistribución de los grandes hombres. La redistribución como integrante del poder político. La apropiación de los excedentes. La redistribución en los cacicatos. Los grandes estados redistributivos y el “modo tributario”. Importancia del centro religioso. Tipos niveles y esferas de la redistribución. Transferencias de bienes y de trabajo. Los festines ceremoniales. Desigualdad y redistribución. 15.2 TEXTOS DE ESTUDIO K. Polanyi: El sistema económico como proceso institucionalizado. M. Sahlins: Economía tribal (Addenda) ver addenda tema 12 Eric Wolf: La cultura, ¿Panacea o Problema? (EGM) REDISTRIBUCIÓN. DEFINICIÓN. Siguiendo a Polanyi, entendemos por redistribución las trasferencias a un fondo común y el reparto equitativo o desigual posterior, sin tener en cuenta el valor de las aportaciones previas individuales. 1. Niveles de centralización del poder político y redistribución. Algunas sociedades horticultoras del pasado desarrollaron patrones de subsistencia agricultora más intensivos cuando sus poblaciones llegaron a los millares de habitantes. Cuando tuvo lugar esta transición poblacional y económica, estas sociedades se vieron forzados a crear un nuevo nivel de integración política para mantener la unidad y el orden. Esto era la jefatura, y en última instancia el estado. Este hecho marca el comienzo de las sociedades centralizadas, de liderazgo de largo alcance y no igualitarias. Antes de examinar la naturaleza de jefaturas y estados, es importante tener en cuenta que los sistemas políticos en muchas sociedades no encajan completamente con cada categoría. Esencialmente van transformándose de tribu a jefatura y de jefatura a estado. Es a partir de este “momento” en el que empiezan a surgir estructuras políticas más centralizadas, cuando podemos empezar a hablar de redistribución como integrante del poder político. Entre los cazadores recolectores la reciprocidad sería la forma dominante de distribución, como hemos visto, mientras que en las sociedades tribales o los estados la redistribución sería a su vez la forma dominante. El intercambio equilibrado e incluso competitivo está presente en todas las formas, pero sólo en la sociedad de mercado constituye la forma dominante de distribución, por lo menos en teoría. Las jefaturas son parecidas a las bandas y tribus en que son mayoritariamente sociedades sin clases. Sin embargo, las jefaturas difieren en que tienen un líder estable más o menos permanente con autoridad real para tomar las decisiones más importantes en sus sociedades. A veces existe un consejo asesor también, pero no hay burocracia o administradores profesionales. El gobierno es en esencia el jefe. Algunas de las jefaturas más avanzadads de África son una excepción en que tienen un jefe principal y jefes menores que realizan funciones administrativas. Los Baganda y Bunvoro de Uganda son ejemplos de esto. Las jefaturas de Hawai precolonial y en algunos sitios de Polinesia eran parecidas en que tenían varios niveles de jefes. Las jefaturas también se conocen históricamente en Europa, Asia, el suroeste de USA , la islas caribe, Panamá, Colombia… El rango en los grupos de parentesco es normalmente la base primaria del status individual en las jefaturas. El jefe está en la cumbre de la jerarquía de parentesco. Las demás personas están comúnmente jerarquizadas en términos de su distancia genealógica al jefe. Por consiguiente, existe un interés real en tener algún tipo de vínculo de descendencia con los ancestros de las familias importantes. - 27 - 2. La redistribución de los grandes hombres. La apropiación de los excedentes. La redistribución como integrante del poder político. Los jefes y sus familias tienen generalmente un nivel/estándar de vida mayor que la gente corriente. Lo que hace esto posible es que los jefes normalmente son los que desempeñan la función de redistribución económica en toda la sociedad, función que en algunos casos toma la forma de ritual de donación de regalos. Esencialmente lo que se redistribuyen son los excedentes de productos agrícolas. En este proceso, se retiene una pequeña cantidad para mantener el estilo de vida más ostentoso de los jefes. La redistribución ritual del excedente alimentario y de otras comodidades en las jefaturas constituyen, en cierto sentido, los inicios rudimentarios de un sistema de impuestos. Esto se tolera probablemente por las ventajas económicas y la estabilidad social que puede comportar. El mayor tamaño territorial de las jefaturas a menudo incluye diversas zonas medioambientales con algún tipo de productos diferentes. La redistribución de excedentes puede servir como método de provisión de seguridad en tiempos de mala cosecha y también como mayor variedad de alimento para la población total. Por ejemplo, un agricultor dona parte de su cosecha pero obtiene diferentes clases de alimento en contrapartida, además de un status social mayor. Los sistemas políticos del nivel de estado aparecieron originariamente en sociedades con agricultura intensiva a gran escala. Empezaron como jefaturas y luego evolucionaron a formas de reinos más centralizados y autoritarios cuando sus poblaciones crecieron hasta alcanzar las decenas de miles de habitantes. Mientras que las jefaturas son sociedades en las que todos tienen un rango en relación al jefe, los estados están socialmente estratificados en clases muy distintas en términos de riqueza, poder y prestigio Hace alrededor de 5.000 años, los primeros reinos del antiguo Egipto y Mesopotamia desarrollaron tales niveles de estado de integración política. Poco después, aparecieron estados en el subcontinente indio y en China. Hace unos 4.500 años había estados desarrollándose en mesoamérica y en la región andina central. Los estados prístinos de estas seis regiones se convirtieron en las bien conocidas civilizaciones. Aunque estos seis centros de civilizaciones prístinas tenían diferencias culturales e históricas grandes, crearon soluciones políticas notablemente parecidas a la hora de tratar los problemas de alimentación y de control de grandes sociedades complejas. Estos nuevos sistemas políticos tenían una pirámide de autoridad con una pequeña clase elite hereditaria en su cumbre coronada por un rey y la familia real. En su base estaban los plebeyos que eran el grueso de la sociedad. Eran en su mayoría agricultores productores de alimentos de los que dependía en fin el total de la sociedad. En el medio, había una pequeña clase media que consistía de dos grupos. Primero, los artesanos profesionales y los mercaderes que principalmente producía o adquirían bienes de lujo para la elite. Segundo, había burócratas profesionales que administraban la religión estatal y el gobierno de las cosas cotidianas. Como quiera que los reinos independientes dentro de estas regiones geográficas de la civilización Antigua competían por la tierra, el agua y otros recursos importantes, la guerra se hizo cada vez más frecuente y mayor en escala. Se crearon ejércitos profesionales y armas más eficientes. En el mundo antiguo, esto incluía carros tirados por caballos, barcos de Guerra, espadas metálicas, flechas y puntas de flechas. Las consecuencias de estas guerras de conquista fueron reinos poderosos que destruyeron y se anexionaron reinos más débiles. Al final, los victoriosos gobernaban enormes imperios e numerosas ciudades, multi-culturales y multilingüísticos con millones de personas que habitaban en vastas áreas. Estos super-estados requerían incluso más centralización de la autoridad y mayores ejércitos permanentes. Todas las civilizaciones antiguas eran sociedades agrícolas preindustriales con una mayoría de su población que vivía en caseríos o en pequeñas aldeas. La mayoría de estas sociedades - 28 - esencialmente rurales solamente tenían una o unas pocas ciudades pequeñas de unas 5.00050.000 personas. Estas áreas urbanas eran primariamente centros para la elite de la clase gobernante y para la burocracia del gobierno y para la mayoría de artesanos especializados y los comerciantes que trabajaban para ellos. Además, en las ciudades se encontraban los templos más importantes de las religiones estatales. En la cima de las jerarquías religiosas, políticas y militares estaban los miembros de la elite gobernante. No existía la separación iglesia-estado que caracteriza a los grandes estados actuales. Por ejemplo, un príncipe podía servir de general del ejército, de gobernador provincial y de sacerdote mayor a la vez. Y no se veía como conflicto de intereses. Los estados antiguos estaban lejos de ser igualitarios. Había unos cuantos ricos y políticamente poderosos y muchísimos más plebeyos comparativamente pobres que tenía poca influencia política y casi ninguna posibilidad de tenerla. Como los reinos de una única ciudad se convirtieron en imperios multi-ciudad con vastos territorios, los sistemas políticos se hicieron más rígidos. No era infrecuente que el gobernante se convirtiera en rey-dios con autoridad absoluta, como los faraones egipcios. La mayoría de los estados antiguos tenían esclavitud. La conquista de otros estados los proporcionaba normalmente. Los esclavos no siempre estaban en la base de las pirámides de poder en estas sociedades. En Egipto y Mesopotamia, las mujeres esclavas estaban a veces integradas en las casas de los pobres ricos y poderosos como sirvientes y concubinas. Los niños esclavos apadrinados por sus propietarios a veces adquirían la libertad y un estatus mucho más alto, riqueza y poder que otros plebeyos no podían obtener. Tipos, niveles y esferas de la redistribución. Dentro de la redistribución podemos distinguir dos tipos: la igualitaria y la estratificada: - En la redistribución igualitaria, el colector y redistribuidor del fondo común no lo es por propia iniciativa ni permanentemente, participa de un modo activo en el esfuerzo de la producción y no obtiene ningún beneficio, ni material ni social por encima de los que obtienen los demás miembros del grupo (e.g. nacimientos, funerales). (…). En realidad, esta redistribución igualitaria no es más que una variante compleja de la reciprocidad. Durante cierto tiempo, una unidad de producción se beneficia de las transferencias diádicas e incluso recibe en ellas un trato privilegiado y está exenta de la obligación de devolver. Pasado ese plazo, la fiesta es su contraprestación recíproca. La centralidad social que la redistribución implica, en ésta igualitaria no es más que transitoria, concluye con la fiesta. Mejor dicho, concluida la fiesta el centro se desplaza, pasa a estar en otro colector y redistribuidor al que una muerte en la familia le obligue a seguir los mismos pasos. (…) - En la redistribución estratificada el colector y redistribuidor lo es por iniciativa propia y/o permanentemente, puede participar en el esfuerzo productivo o abstenerse de hacerlo, y obtiene un beneficio material y/o social superior al que obtienen los demás miembros del grupo (Big man, incas, rey ashanti, potlach). La redistribución estratificada es el ámbito en el que suelen darse las instituciones agonísticas. El potlach ya hemos tenido ocasión de presentarlo en el capítulo III. Veamos ahora dos ejemplos adicionales, el buritila'ulo y el moka, antes de ofrecer una interpretación de las razones de su existencia. El buritila'ulo, tomado de Malinowski (1935), representa un mutuo desafío entre dos aldeas en la forma en que se intercambian las cosechas. Este es un ejemplo extremo de competición en el que la redistribución es, de facto, nula. El buritila'ulo consiste en un intercambio de la cosecha de dos aldeas de forma competitiva bajo la forma de un regalo que, obviamente, debe devolverse de inmediato. Si la devolución en forma de ñames, nuez de betel y caña de azúcar es demasiado pequeña, su inadecuación será objeto de - 29 - burla. Ahora bien, si la devolución es excesivamente generosa, los receptores la tomarán como un insulto. Después de reunir la cosecha sin ayuda de otras aldeas o parientes, Mientras se está en la aldea rival se recibe todo tipo de insultos y arengas de los jefes rivales. En este caso, los bienes intercambiados en la competición son prácticamente equivalentes. En cambio, en el ejemplo siguiente, el vencedor puede llegar a conseguir que el perdedor no le pueda devolver la riqueza tan trabajosamente obtenida. El moka de Nueva Guinea puede describirse de la siguiente forma (Godelier, 1988): El moka es un sistema de intercambios ceremoniales y competitivos que asocia y opone a un conjunto de tribus cuyos territorios rodean el monte Hagen. La población de esos grupos asciende a más de cien mil personas que hablan lenguas muy próximas. (…) ¿En qué consiste concretamente un intercambio moka? Tomemos el ejemplo más simple, una transacción hecha entre dos asociados solamente, X e Y, en la cual las conchas son el principal objeto del don. En un primer momento, X dona a Y dos conchas y un cerdo, equivaliendo el valor de este último a dos pearl-shells (conchas con perlas). (…) Es el don de retorno el que constituye el moka, con la condición de que supere en cantidad al don inicial. Supongamos que Y, tras haber dejado que transcurra el tiempo necesario para reunir ocho pearl-shells, las envía a X como don de retorno. Por supuesto, puede decidir no reenviar más que cuatro pearl-shells, pero en ese caso se dice que únicamente ha pagado sus deudas y que el moka no ha tenido lugar. ¿Qué es lo que ocurre cuando tiene lugar un moka? Ocurre que el primer asociado, X, se vuelve «más rico» al adquirir cuatro pearl-shells más, pero también Y se vuelve «más grande» al haber donado ocho pearl-shells. Pero uno no se puede detener en este punto. Entonces debe comenzar una segunda secuencia, en la que es Y quien toma la iniciativa. (…) La redistribución de las grandes hombres. La redistribución en los cacicatos. De hecho, para un Big Man, el súmmum consiste en donar lo máximo posible sin pedir nada en retorno. Bajo esta óptica, el moka está muy próximo al potlatch: la motivación de los asociados del moka no estriba en obtener «beneficios», sino en aumentar los dones y crear deudas con ellos. ¿Cómo interpretar estas instituciones que, observemos, utilizan la ideología de la reciprocidad? La respuesta de Sahlins (1972) es que estas instituciones, caracterizadas como de economía de prestigio, tienen la función de obligar a las unidades domésticas a producir por encima de su tendencia, esto es, para su consumo. En el caso de los grandes hombres, éstos movilizan a una amplia red de seguidores que trabajan para él con el objetivo de acumular un fondo de riqueza listo para ser disipado. En el caso de los jefes y caciques, como en los reyes africanos, los “impuestos” (de hecho catalogados de obligaciones del parentesco) se destinan a un fondo común que se regala a otros dignatarios o se reparte en caso de necesidad. De ahí la expresión de Malinowski de que los jefes son los banqueros de la tribu. Este modo de producción, aunque puede mantener una estratificación incipiente, no puede mantener sistemas de castas de forma permanente, o si lo hace, como en el caso de Hawai o Tahití, es a costa de crisis periódicas que reestablecerían el equilibrio (Cf. Sahlins, 1972:144). M. Sahlins: Economía tribal (Addenda) (Ver resumen tema 12) Lectura 4.-Wolf: La cultura: ¿Panacea o problema? La proliferación de especialidades en antropología había puesto en entredicho el viejo concepto de cultura, tanto en su sentido de patrimonio exclusivo de la humanidad, como en el de repertorio de artefactos y costumbres distintivas, coherentes y transgeneracionales que caracterizan a una - 30 - sociedad. El concepto de cultura no es ninguna panacea, si tiene alguna utilidad es sólo como punto de partida de la investigación, su valor es metodológico: busca las conexiones. A pesar de las distinciones y matices nunca se puso en duda que la cultura organizada dentro de una sociedad coherente y delimitada sea su propiedad esencial. El método comparativo yuxtaponía casos aislados. Se llego a reconocer que las comunidades en las sociedades modernas habían llegado históricamente a formar parte de totalidades más amplias, pero se pensaba, en la época de los 60 y el estructuralismo francés, que las sociedades y culturas de los primitivos se habían configurado a espaldas de la historia, ajenas al flujo del cambio histórico, como si fuesen distintivas, delimitadas y aisladas: un pueblo, una sociedad, una cultura. Pero no se puede mantener la noción de primitivo como estático y aislado ni tampoco se puede renegar de la hº. Ni los indios norteamericanos, ni los africanos produjeron materiales culturales distintivos por si mismos, es mas lo hicieron presionados por las circunstancias, por las restricciones de las nuevas demandas y mercados por las consecuencias de las nuevas configuraciones políticas. Se han utilizado las culturas primitivas y las nuevas entidades formadas a partir de unidades previas para construir tipologías de sistemas políticos africanos o para recopilarlas en estadios independientes de una secuencia evolutiva como si fuesen estáticas e independientes de los procesos históricos. Pero todas ellas son resultado de efectos y causas, como agentes y víctimas de procesos de expansión política y económica directamente vinculados a la presencia de los colonizadores. Freíd en 1966 argumentó que los grupos tribales no constituyen ninguna clase de unidad original. Wolf sostiene que en la mayoría de los casos, las entidades estudiadas por los antropólogos deben su desarrollo a procesos que se originan en su exterior, lejos de su alcance, cristalizan por estos procesos, participan y ademas estas entidades afectan a los desarrollos y procesos. Ejm iroques engloba un amplio campo social y cultural donde participaron viajeros, caballerias, comerciantes de esclavos, mercaderes jesuitas etc. Las cult-unidades de la antropología no antecederieron a la expansión del comercio y del capitalismo, sino que fueron surgiendo y diferenciándose en el curso del proceso. No fueron sistemas independientes con relaciones de input-output con su medio ambiente, sino que ellas mismas eran lo que Boulding denominó, productos totales. Los difusionistas ya percibieron la integración cultural como un problema, no como un presupuesto pero no supieron hallar explicaciones de como mediante el uso de esas formas la gente se relaciona entre sí ecológica, económica, social, política e ideológicamente. Quizás, deberíamos considerar como decía Kroeber que una cultura, “es una acomodación de partes específicas, que son partes en flujo constante, y que se ajustan de modo más o menos factible”. Es decir que hay unas culturas especificas pero tb debemos valorar como se acomodan a los procesos ecologicos, politicos, economicos e ideologicos concretos. Así, ni las sociedades, ni las culturas deberían darse por supuestas, no poseen una esencia interna, una organización fundamental o un plan magistral, sino que las series culturales y las series de las series están continuamente en construcción, desconstrucción y reconstrucción, afectadas por múltiples procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales. Estos procesos y conexiones son ecológicos, económicos, sociales y políticos, e incluyen el pensamiento y la comunicación. Existe un nivel de conocimientos y actividades prácticas: cavar, plantar, cosechar y otro de los significados que se les da, insistentemente, a estas actividades: Relaciones de género, pautas de conducta. A traves de las ideologías encajaremos tales significados con la praxis y esto es un proceso específicamente humano. Esta construcción ideologica precisa de la institucionalización de códigos, canales, mensajes, emisores, audiencias e interpretaciones. La construcción acarrea una sobrecodificación. - 31 - La coercion supone que se nos reduce el abanico potencial de connotaciones a unos cuantos significados que son considerados permitidos e imprescindibles, de este modo podemos ver la construcción de la ideología como una forma de robo de ideas y de libertades, limitandonos a traves del mito, el ritual, la ciencia misma a proclamar una y otra vez la misma ficcion. El poder es tb coercitivo tanto a nivel social inmediato unos sobre otros como a nivel amplio, ecologico donde se estructura y delimita el entorno de una población y algunas formas de acción se definen como imposibles de realizar. La construcción, deconstrucción y reconstrucción de las series culturales también implica la construcción y reconstrucción de ideologías. Y las relaciones ideológicas, al igual que las ecológicas, económicas, sociales y políticas, transcienden fronteras. Por tanto en lugar de unidades claramente delimitadas, aisladas y estáticas, debemos enfrenaron a campos de relaciones en cuyo interior las series culturales se agrupan y se desmantelan. Pero esta concepción plantea la cuestión de cómo abordar estos campos de actividad y con qué herramientas. Según Marvin Harris la respuesta estaria en la epistemología de cada cual. El defiende que hay un mundo real que no es producto de la imaginación, hay un cierto grado de correspondencia entre las ideas que tenemos en la cabeza y los asuntos reales, y de que la vida humana depende de cómo los humanos se ocupan de la realidad de la naturaleza. Según Wolf, los humanos se ocupan del mundo natural mediante la fuerza de producción, herramientas, técnicas, organización y organización del trabajo pero tb mediante las relaciones sociales estratégicas (comunicación, interaccion con colegas y enemigos) que rigen la movilización del trabajo social. Es lo que Marx definio como las relaciones sociales de producción. Ocuparse del mundo natural es social: siempre implica a seres humanos relacionados entre sí a traves de sus manos pero tb de sus cabezas de forma simultanea, hay que analizar las relaciones aunque no se vean. Estamos, por tanto, obligados a buscar descripciones adecuadas de la interacción social y de las formas culturales, aunque no consigamos comprender cuales son las relaciones estratégicas subyacentes a esa interacción y construcción cultural. Marx busco desesperadamente los principios básicos de la variación sobre la que se construye la vida humana. No olvidemos que el modo tributario de movilizar el trabajo social depende de como y quien maneje el excedente y esto depende de la forma de poder que impere. Asi en el capitalismo los capitalistas que son los dueños de los medios de producción compran la fuerza de trabajo de los trabajadores los cuales son libres y han sido despojado de sus propios medios de producción y dependen por tanto de unos salarios para subsistir. Pero la movilización social del trabajo tb moviliza y propaga ideas y no solo aspectos ecologicos. Las relaciones de poder rigen el mundo real pero las relaciones imaginarias, simbolicas de la jerarquia estructuran el terreno imaginario del orden mundial. Asi los modelos jerarquicos propducidos por el modelo tributario siempre producen modelos alternativos, estas alternativas operan con las mismas tipologias de ideas que el modelo que rechazan, sustituyendo una economia politica por una economia moral una forma ideologica de representar a los humanos.Thompson . La cultura se puede ver como ideología en construcción, racionalizaciones que buscan dotar a la existencia practica cotidiana de una direccion imaginaria una resolución ficticia (la fuerza de trabajo humana ficticiamente es vista como un tipo de mercancía y asi se crea el fetichismo de la mercancía viendo a los indv como venderores de bienes ideas y votos y asi se ve a la sociedad como un contrato mantenido por las estrategias sociales de los indv., empresas y grupos sociales). La construcción, reconstrucción y la destrucción culturales son procesos en curso que siempre tienen lugar dentro de campos históricos más amplios. Estos campos están configurados por el funcionamiento de los modos de movilización social del trabajo y por los conflictos que se generan interna y externamente, dentro de y entre las constelaciones sociales. En estos funcionamientos y en los conflictos que se producen, la construcción y destrucción de la ideología juega un papel primordial. Las formas y los grupos de formas culturales toman parte de este proceso. Para entenderlos debemos ir mas alla de su significado aparente y entenderlos como constructos - 32 - humanos que encarnan las fuerzas generadas por el modo subyacente de movilización social del trabajo. Ni son estáticos ni están formados para siempre, sino que al encarnar las tensiones del modo imperante, están sujetos a procesos continuos de organización y desmembramiento social. - 33 - TEMA 16. COMERCIO Y MERCADOS. Diferencias entre el Sistema de Mercado y los mercados. Sistema politico, comercio y mercados. Teorias sobre el origen separado de comercio y mercados. Clases de comercio: comercio interno y externo. Diferentes esferas del comercio. El comercio administrado. El comercio de donaciones. Situación social de las elites y de los comerciantes. Distintos ordenes institucionales. Mercados locales y regionales. El comercio a larga distancia. Los mercados tradicionales africanos y el impacto del Sistema de Mercado: Economia dual y multicentrica. La falsa dicotomía entre lo global y lo local: la expansion comercial europea y su impacto en el potlach del noroeste americano. 16.1 Resumen de los problemas centrales - Mercado y Sistema de Mercado - Clases de comercio. Comercio interno y externo. Las elites y el comercio -Los mercados africanos y sus transformaciones: economia dual y multicentrica. 16.2 Textos de estudio - K. Polanyi: El sistema economico (EGM; ver resumen tema 15) -Paz Moreno Feliu: Comercio y Mercado Diferencias entre el Sistema de Mercado y los Mercados. Las definiciones y tipologias que se utilizaran están basadas en Polanyi. El punto de partida para estudiar la triada comercio, dinero y mercado es precisamente que desde el punto de vista de los datos etnográficos, históricos y arqueológicos de que disponemos no hay ningún indicio que nos permita sospechar que los elementos de la triada formaba o irían a formar parte alguna vez de la misma institución, como indudablemente lo forman en la economía de mercado. En dicho sistema, el comercio se muestra como el movimiento de bienes en el mercado y el dinero como el medio de cambio que facilita dicho movimiento. Al estudiar a otras sociedades no se produce esta unidad porque la esfera económica no es autónoma del resto de la sociedad, por tanto no es extraño que nos encontremos con varias formas de comercio, varios tipos y usos de dinero y la entrada de varias instituciones políticas, legales, de parentesco y religiosas fundamentalmente (en la formación de los varios niveles de precios existentes, además del mecanismo de la oferta y la demanda). Polanyi atribuye al término mercado un doble significado, que muchos de sus críticos han ignorado. El primer significado se refiere realmente al mercado como lugar de mercado, lugar físico, generalmente al aire libre donde se pueden adquirir, bien diariamente, bien con cierta periodicidad (en función de la demografía y de los asentamientos espaciales) productos necesarios. Cualquier arqueólogo o historiador puede estudiar sus restos porque los lugares de mercado han sido frecuentes en muchas sociedades, sobre todo las estratificadas. El segundo significado se refiere al sistema de mercado, sistema que integra los distintos intercambios bajo los mecanismos de oferta-demanda-precios. Su posición predominante en occidente y su gran poder expansivo le reserva un papel más fundamental que el de una mera forma de comercio. El mercado como forma sistemática y homogeneizadora de intercambio cobra una nueva dimensión con el capitalismo, donde los restos de las instituciones sociales llegan a girar en torno a él. Tierra y trabajo entran a formar parte de los mecanismos de oferta y demanda, el riesgo se convierte en una función del propio mercado; el dinero, y su oferta, así como los créditos se consiguen a través del mercado. Tanto teórica como empíricamente es imprescindible mantener la distinción entre mercados y sistema de mercado porque se trata de dos fenómenos muy distintos. Conviene en este sentido referirse a S. Plattner en su introducción sobre los mercados en la antigüedad, que (aunque centrados principalmente en los Estados de la América prehispánica), presentan los mismos problemas generales que los estudios de las formas económicas antiguas en otros lugares del - 34 - globo. El intercambio existía dentro de y sin lugares de mercado, y los lugares de mercado cumplían algunas funciones integradoras, pero la comprensión de la naturaleza precisa de los sistemas económicos y sociales de los primeros estados debe venir de un conocimiento sólido de la producción rural y de la distribución regional. Pero para estudiar la producción y distribución local y regional en la antigüedad sigue siendo fundamental mantener la distinción de Polanyi, porque según el presupuesto del que se parta, así serán las investigaciones, (intentos de aplicar principios de sistema de mercado a lugares de mercado eclipsando así los fundamentos organizativos de otras sociedades). Desde el punto de vista institucional del intercambio, el mercado no implica necesariamente un mecanismo de oferta y demanda (principio de mercado). El mercado implica necesariamente una situación de intercambio pero no estrictamente un sistema de mercado. Sus elementos básicos son: un lugar donde efectuar las transacciones, los productos a intercambiar, una parte que oferta, otra que demanda y unas razones de cambio (sistemas de equivalencias, dinero...) determinadas fundamentalmente por la costumbre, la ley, la administración y en parte por el propio mercado. El hecho de que los precios dependan en gran parte de instituciones ajenas al mercado marca una vez más la frontera entre las instituciones de mercado y el sistema de mercado. El comercio, así como algunos usos del dinero, es tan antiguo como la humanidad misma; mientras que los mercados, aunque hayan existido casi desde el Neolítico lugares de reunión con carácter económico, no ganan importancia hasta tiempos históricos relativamente recientes. Los mercados formadores de precios, que son los únicos constitutivos del sistema de mercado, no existían en absoluto en el primer milenio de la antigüedad, e incluso luego estuvieron eclipsados por otras formas de integración. Sistema politico, comercio y mercados Si se tiene en cuenta que el sistema de mercado es una institución particular de una sociedad particular, para analizar la triada del cambio en ausencia de dicho sistema es necesario establecer correlaciones entre dos rangos de fenómenos diferentes: -Las formas de integración concretas existentes en una sociedad dada: reciprocidad, redistribución, householdig –relaciones económicas y sociales emergentes de la gran casa señorial atípica -, y mercado - Las distintas variedades de comercio, mercado y dinero existentes en cada sociedad. Sólo en un entorno simétricamente organizado producirá el comportamiento reciproco instituciones económicas de alguna importancia; sólo donde se han creado centros distribuidores, los actos individuales de compartición y reparto producirán una economía redistributiva y sólo en presencia de un sistema de formación de precios por medio del mercado, los actos individuales de intercambio tendrán como consecuencia unos precios fluctuantes que integren la economía. En otros casos tales trueques resultarán ineficaces y por tanto tenderán a no producirse. En caso de que ocurran de forma aleatoria, se despertará una violenta reacción emocional, la opinión no tolera el comportamiento comercial fuera de los canales asumidos. La reciprocidad se da en relación con agrupamientos simétricos (Thurnwald), cuanto más estrechamente se sientan atraídos los miembros de la comunidad circundantes, más general será la tendencia entre ellos a desarrollar actitudes recíprocas con respecto a las relaciones específicas limitadas por el espacio, el tiempo o por cualquier otra causa. La redistribución se consigue dentro de un grupo, en la medida en que la asignación de los bienes se reúna en una mano y tenga lugar en virtud de la costumbre, la ley o una decisión central ad hoc. La redistribución se presenta por muchas razones, en todos los niveles de civilización desde la tribu cazadora primitiva hasta los grandes sistemas de almacenamientos; en los grandes países, las diferencias de tierra y clima pueden hacer necesaria la redistribución, en otro caso al desfase - 35 - temporal que existe, por ejemplo entre la recolección y el consumo. Una redistribución del poder de compra puede ser valiosa en sí misma, es decir, para los propósitos que exigen los ideales sociales de los modernos Estados del bienestar, el principio sigue siendo el mismo: reunir y redistribuir desde el centro. también puede aplicarse a un grupo más pequeño como la familia o el feudo (familia patriarcal hebrea, el feudo medieval..) sólo en una forma relativamente avanzada de sociedad agrícola es practicable esta redistribución de menor escala que constituye la familia doméstica. El intercambio para poder servir de forma de integración requiere de un sistema de mercado formadores de precios, y estos sólo son integradores si están vinculados en un sistema que tiende a extender el efecto de los precios a otros mercados distintos de los directamente afectados, el comportamiento de las partes debe estar dirigido hacia la determinación de un precio que sea lo más favorable posible para cada una de las partes, el intercambio a precios fijos no implica otra cosa que beneficio para las dos partes, el intercambio a precios fluctuantes tiene como objetivo un beneficio que sólo puede conseguirse con una actitud que implica una clara relación de antagonismo entre las partes. De ahí la prohibición universal de hacer transacciones de naturaleza lucrativa en lo referente a comida y materias comestibles en la sociedad primitiva y arcaica. Resultan esclarecedoras las agrupaciones tradicionales de los sistemas económicos cuando más o menos se aproximan a una clasificación según las formas dominantes de integración. Eso que a los historiadores les gusta denominar sistemas económicos. En ellos, el predominio de una forma de integración se identifica con el grado en que abarca la tierra y el trabajo de la sociedad. La llamada sociedad bárbara se caracteriza por la integración de la tierra y el trabajo en el sistema económico por medio de los lazos de parentesco. En la sociedad feudal, los vínculos de lealtad determinan el destino de la tierra y del trabajo que va a asociado a ella. En los imperios de regadíos eran el templo y los palacios quienes en gran medida distribuían y a veces redistribuían la tierra, y lo mismo ocurría con el trabajo, al menos en su forma de trabajo dependiente. La aparición del mercado como fuerza dominante del sistema económico puede rastrearse observando la amplitud con que la tierra y los alimentos se movilizaban mediante los intercambios y el trabajo se convertía en una mercancía que se podía adquirir libremente en el mercado. En cualquier caso, las formas de integración no representan etapas de desarrollo. No implican ningún orden temporal. Pueden presentarse distintas formas subordinadas al mismo tiempo que la forma dominante, y ésta sufrir un eclipse temporal y luego reaparecer. Las sociedades tribales practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las arcaicas son fundamentalmente redistributivas. La reciprocidad que desempeña un papel dominante en algunas comunidades melanesias, se presenta no como caso importante sino como subordinado en los imperios arcaicos redistributivos, hasta el punto que el comercio exterior sigue estando en gran medida organizado según los principios de reciprocidad. La redistribución, el método dominante en la sociedad tribal y arcaica, junto a la cual el intercambio sólo juega un papel menor, llegó a tener una gran importancia en el imperio romano tardío y actualmente está ganando terreno en algunos Estados industriales modernos (p. ej. URSS) Teorias sobre el origen separado de comercio y mercado. Clases de comercio: comercio interno y comercio externo. Polanyi siguiendo una línea teórica en la que encontramos autores como K. Marx, Schurtz o Thurnwald, establece una distinción radical entre el comercio local y el comercio de larga distancia. Ya Weber había apuntando la independencia entre ambas formas de comercio e incluso sugería que el mercado organizado y el uso del dinero como medio de cambio habían surgido en la esfera del comercio extranjero. Polanyi recoge esta distinción evolutivamente (el comercio externo es anterior al comercio interno, y desde luego al mercado.) En esta línea de investigación se han - 36 - establecido un número de hechos tales como la drástica separación de los mercados externos e internos en Atenas, ciudades Persas del S. xvII a. C, ciudades de Dahomey en los s. XVIII Y XIX. Sentada la separación entre comercio externo e interno, hay que tener presente que el comercio poseía una gran variedad de formas tanto desde el punto de vista institucional como desde las técnicas desarrolladas. Polanyi establece sobre el comercio una tipología ideal que da cabida a la gran riqueza de formas que aparecen en distintas épocas y sociedades. El comercio, desde el punto de vista substantivo es un método relativamente pacífico de adquirir bienes de los que no se dispone de manera inmediata, es algo externo al grupo: es una forma de adquirir bienes que no hay en un lugar, esto implica 1)la adquisición de productos procedentes de fuera de una comunidad y por otra 2) transportarlos a ella desde un lugar distante. Se establece pues una red de relaciones bilaterales (al menos siempre dos comunidades implicadas) que son por definición de carácter pacífico (quedan por tanto excluidas todas las transacciones económicas unilaterales: saqueos, botines de guerra). Los papeles de ambas comunidades en el intercambio no son iguales, o las transacciones tienen lugar en un sitio neutral o una de las dos lleva un rol activo (toma la iniciativa, corre con los riesgos y negociaciones) mientras que la otra juega un papel pasivo (comunidad visitada por los comerciantes) En cualquier caso, las actividades comerciales están inmersas en una compleja red de relaciones sociales, en la que destaca la presencia de elementos de carácter ritual, ceremonial y políticos, el papel destacado de estos elementos tiene repercusión directa en los mecanismos de mercado, es decir las razones de cambio no se producen meramente en el comercio sino que también se presuponen bien por la tradición, acuerdos políticos…la razón fundamental es la ausencia de un mercado ”autorregulado” que aísle aunque sea teóricamente el comercio del resto de las variables sociales. Desde el punto de vista cataláctico (del intercambio, es decir, de la definición formal) es un movimiento de bienes que pasa por el mercado. Todas las mercancías son objetos potenciales de comercio, el movimiento está controlado por los precios: comercio y mercado son coextensivos. Todo comercio es comercio de mercado. El énfasis en la adquisición de bienes situados a distancia como elemento constitutivo de comercio debe sacar a la luz el papel dominante que representaron las importaciones en la temprana historia del comercio (intereses exportadores en el siglo diecinueve es un fenómeno típicamente cataláctico.) Diferentes esferas del comercio Tratándose del transporte de bienes a una cierta distancia y en las dos direcciones el comercio tiene cierto número de componentes tales como el personal, los bienes, el transporte y la bilateralidad, cada uno de los cuales puede analizarse según criterios sociológicos o tecnológicamente significativos. Hay que tener en cuenta pues todos estos factores sociológicos, económicos, políticos y técnicos puesto que su incorporación al análisis modifica los supuestos generales de que parten los partidarios de una aplicación mecánica del modelo de intercambio dominante en nuestra sociedad, sobre todo en relación con el beneficio económico resultante de tal intercambio; se podrían denominar factores institucionales del comercio 1. Personas que participan en el comercio: los comerciantes Polanyi aísla dos tipos ideales de comerciantes en función de los motivos para entrar en el comercio: El agente o factor que obtenía su beneficio en términos de reconocimiento de status, no obtenía ganancias sino donaciones de su señor. Integrante fundamental del comercio administrado, un servidor del rey o del emperador (lo que no quiere decir que no estableciese otras redes de intercambio por su cuenta) Producto de un sistema político centralizado, a medio camino entre el diplomático y el comerciante-mercader. Un ejemplo de factor era el tamkarum sumerio, los - 37 - comerciantes del valle del Nilo, o los funcionarios de los reinos de África occidental (como los de Dahomey), El mercader su beneficio era económico y provenía directamente de la transacción llevada a cabo. Desde el punto de vista social, la pertenencia a una clase alta es una característica básica del factor, mientras que el mercader (salvo casos excepcionales) pertenecía a una clase muy baja (ej. Empori griegos o los metecos). El tipo de comerciante ”meteco” o extranjero residente: todas sus ganancias provenían de las transacciones comerciales, en general no podían poseer propiedades inmobiliarias, el comercio llevado a cabo por los metecos estaba regido y limitado por las regulaciones políticas de la ciudad. Según Polanyi en la antigüedad no existía lo que podríamos llamar comerciante Mercader de clase media (solo casos excepcionales: Italia s. XIX, el mercader griego de linaje en gran medida meteco de las ciudades–estado del mediterráneo oriental, el comerciante islámico que injertó las tradiciones marítimas helenísticas en los bazares... extranjeros no residentes El tercer grupo de comerciantes estaba constituido por los extranjeros no residentes que participaban en el comercio activo. Toda la comunidad dependía del comercio para su subsistencia. Muchas veces eran miembros de comunidades que estaban especializadas en el comercio (fenicios, vikingos, beduinos, tuaregs, judíos y armenios) Bienes. Las técnicas comerciales variaban según el tipo de bienes que deseaban adquirirse. El comercio premoderno según Chaudhuri desde el punto de vista de los bienes estaba basado en tres factores determinantes: ventajas tecnológicas (que no podría ser difundida o copiada en otros lugares), determinantes geográficos (ciertas mercancía fuentes de oferta únicas), gustos del consumidor: artículos de lujo muy valorados (importante para comprender los movimientos del comercio precapitalista, no responden a necesidades sino a productos lujosos…muy importante en el comercio antiguo, sobre todo en la reciprocidad y los intercambios de regalos entre gobernantes y los intercambios redistributivos. Nunca debe subestimarse la importancia del movimiento de bienes suntuarios ni la consideración sociológica general sobre el papel crucial de la circulación de bienes de prestigio entre las elites de unas sociedades en las que la adscripción de status señala una de sus notas distintivas. Transporte: en un sistema de mercado, éste integra también al transporte en los mecanismos de oferta-demanda y precios; pero en ausencia de dicho sistema hay que combinar la propia tecnología del transporte con la estructura social existente. Las técnicas de transporte estaban íntimamente relacionadas con el tipo de bienes que se deseaba transportar: bienes que se pueden mover por sí mismos (esclavos, ganados) bienes que no (maderas, pieles, piedras, metales preciosos); las rutas, medios y modos de transporte dependían de factores tecnológicos, geográficos y de la estructura social…El control sobre las rutas comerciales se convirtió en una fuente de ingresos (tasas tributos) y normalmente aparejado un desarrollo estrictamente militar Bilateralidad, establecimiento de relaciones entre al menos dos comunidades diferentes, en estas relaciones estaban presentes un número de factores extracomerciales: política exterior, diplomacia de cada comunidad, que repercutían directamente en el tipo de transacciones comerciales que se llevaban a cabo. Comercio administrado. Comercio de donaciones. Atendiendo a la bilateralidad, es decir el tipo de contacto comercial entre dos pueblos, podemos distinguir: Comercio de donaciones o de presentes (ejemplo, los socios kula y los grupos de visitantes): basado en relaciones formales de reciprocidad entre jefes o reyes, su organización cuenta con una fuerte componente ceremonial (prestaciones mutuas, embajadas o legados. Bienes intercambiados son muy a menudo objetos preciosos que circulaban sólo entre las élites. Es una de las formas de - 38 - comercio básicas en las sociedades no capitalistas, sobre todo en aquellas en las que ya estaban presentes procesos de centralización política. La equivalencias se establecen en simples relaciones de unidades, el comercio es de una unidad por otra. El regateo no forma parte de los procedimientos, sólo se practica sobre elementos distintos del precio como las medidas, la calidad o los medios de pago. Comercio administrado o por tratado. Presupone un grado elevado de estabilidad y centralización política, la existencia de instituciones legales (los tratados han de tener una estructura formal, a veces son implícitos y en otras son explícitos) los canales del comercio o son gubernamentales directamente o controlados por el gobiernos y sus funcionarios. No deja mucho lugar para la competición, la forma institucional de intercambio es la redistribución. Uno de los objetivos básicos consiste en el que el precio no varíe o al meneos fluctúen lo menos posible mediante mecanismos administrativos. Enclaves: instituciones comerciales peculiares p.ej: puertos o templos religiosos. Comercio de mercado: se basa en un intercambio entre las partes. Las mercancías a intercambiar son en principio, sin límites, incluyendo tierras y trabajo. Su organización sigue las líneas de la oferta y la demanda aglutinadas por los mecanismos de precios. Se adapta no sólo a las mercancías también a cada elemento del comercio: producción, almacenamiento, transporte, riesgo, crédito…Su existencia, relativamente reciente, presupone la existencia de dinero y mercados…El problema fundamental es averiguar cómo se ha producido la unión comerciomercado y dinero como una unidad indisoluble desde el momento en que el sistema de mercado es la forma de intercambio dominante. Aunque actualmente está en recesión sigue siendo con mucha diferencia el más importante de todos. Situacion social delas elites y de los comerciantes. Distintos órdenes institucionales (creo que se puede englobar en lo ya visto) Mercados locales y regionales. El comercio a larga distancia Desde el punto de vista institucional de intercambio, el mercado no implica necesariamente un mecanismo de oferta y demanda (principio de mercado), implica una situación de intercambio, pero no estrictamente un sistema de mercado. Sus elementos básicos son un lugar donde efectuar las transacciones, los productos a intercambiar, una parte que oferta otra que demanda y unas razones de cambio, determinadas fundamentalmente por la costumbre, la ley, la administración y en parte por el propio mercado. El hecho de que los precios dependan en gran parte de instituciones ajenas al mercado marca la frontera entre las instituciones de mercado y el sistema de mercado. En general la institución de mercado tiene dos modos de desarrollo independientes relacionados con el comercio: por una parte, el posiblemente más antiguo mercado externo definido como el proceso de adquisición de bienes procedentes de fuera de la comunidad, y por otra, el mercado interno o conjunto de formas de distribución local que según el grado de centralización política existente utiliza distintos mecanismos (los estados más centralizados es fundamental el almacenamiento y la redistribución central de bienes, en los menos centralizados, están más desarrollados los mecanismos de venta local de alimentos) Mercados locales, Polanyi ofrece tres formas de asentamiento de mercados locales, en función del tipo de organización política y social existente. Tipo ágora, en Grecia existía una separación radical entre el comercio externo y el mercado interno. Había una distinción lingüística entre el comerciante local kapelos y el exterior emporos que discriminaba la localidad del comercio. En el comercio externo el producto fundamental era el grano (Atenas dependía de él para mantener su población) suministradores Asiria, Egipto, Tracia... Era en parte comercio de donaciones de otros estados a cambio de alianzas político-militares, y en parte comercio administrado, como muestra que durante casi toda la historia se mantuvo el ideal de precio fijo en - 39 - el agora, mediante el control de precios por parte de la polis, a pesar de que en el emporium los precios oscilaban, y eran a menudo superiores. La posición social del emporos era muy baja, normalmente extranjeros residentes, dependientes de las leyes de la polis…Si en épocas normales los emporoi tenían restricciones (de acuerdo con los tratados del comercio administrado) en épocas de crisis se ponían en marcha además mecanismos redistributivos y antiespeculativos. En contraposición al comercio externo, el mercado local tenía lugar en el ágora, que era una institución social y política, además de lugar de mercado local. Los productos a la venta eran fundamentalmente alimentos, en muchos casos preparados para su consumo, en principio no se vendían bienes de países lejanos. Los comerciantes kapeloi no tenían el grado de especialización de los emporoi, a menudo en mano de mujeres a diferencia de los emporoi que eran varones, en todo caso tenían que ser ciudadanos. En ocasiones excepcionales el ágora se podría convertir en mecanismo redistributivo, en caso de graves tensiones políticas y no como ajuste automático. Un lugar frecuente de mercado del que no se dispone de datos era el de los mercados ambulantes que acompañaban a los ejércitos (provisión y distribución y reparto de botines) Tipo puertas, surgió en aquellos imperios cuya forma institucional de integración era la redistributiva, en relación con la redistribución de alimentos. Se situaban en las “puertas” de los principales centros de almacenamiento, es decir, del templo de la ciudad o del palacio. Las transacciones estaban relacionadas en un principio con los impuestos y pagos de rentas, mediante sistemas de equivalencias. En cuanto a mercados externos faltan datos que expliquen, en el caso de Mesopotamia, la evolución de los mercaderes-factores tamkarum... se sabe que en ciertas ocasiones llevaban a cabo transacciones comerciales privadamente pero se ignora cómo. Tipo Bazar, en su forma originaria es más similar a los mercados griegos que a las puertas, porque aparecen una parte que oferta productos y otra que los demanda. Los productos a la venta no eran alimentos, sino manufacturas vendidas por pequeños artesanos casi siempre extranjeros en sus tiendas. Estaba ausente el mecanismo único de precios. Históricamente evolucionó hacia un mercado local de alimentos una vez que desaparecieron los mecanismos redistributivos de los grandes imperios y se difundió el tipo de mercado, que en principio había sido característico de los griegos. Es preciso mantener en todo momento los orígenes independientes de cada elemento de la triada comercio-mercado-dinero. Puede haber comercio sin dinero, o comercio sin mercado, y puede haber dineros especiales para usos especiales. La homogenización de los 3 miembros de la triada solo ocurre en el sistema de mercado. Los mercados tradicionales africanos y el impacto del sistema de mercado: economia dual y multicentrica Basado en el texto de Paul Bohannan y George Dalton sobre Markets in Africa, donde describen la tecnología, organización social y económica y la cultura de comunidades africanas de pequeña escala Al estudiar los mercados en Africa se hace necesario establecer una distinción entre el lugar de mercado como institución y el modo transaccional de intercambio de mercado, los dos significados se superponen en bastantes casos pero no en todos. Se distinguen así comunidades con lugares de mercado y comunidades sin ellos y comunidades en las que el principio de mercado es el modo transaccional dominante y comunidades en que es periférico, de escasa importancia. Así encontramos: 1-Comunidades sin lugares de mercado y en el que el principio de mercado está presente débilmente en sólo unas pocas transacciones causales (“sociedades sin mercado”, son las categorías analíticas de Malinowski, Thurnwald, Mead, Firth y Polanyi.) - 40 - 2-Sociedades en las que los lugares de mercado existen y el principio de mercado opera pero sólo marginalmente. Lo necesario para la subsistencia de los miembros de la comunidad no se adquiere en ninguna medida apreciable en el lugar de mercado o en transacciones de compra y venta. Si el mercado desapareciese de dicha comunidad, se producirían molestias peor no necesariamente privaciones de importancia, porque las necesidades básicas de la vida son satisfechas por vías que no son la venta o la compra en el mercado. 3-Comunidades en las que los lugares de mercado pueden estar presentes, y usualmente lo están, pero en las cuales el principio de mercado (transaccional) es la fuente primaria de bienes (subsistencia para los compradores y de ingresos para vendedores y productores; sujetos a venta no sólo productos, también factores de producción: tierra y trabajo) suelen conservar una tecnología simple y una cultura tradicional (economías campesinas subdesarrolladas) Comunidades sin lugares de mercado Caracterizadas por una economía multicéntrica (característica que comparte con las sociedades que tienen mercados menores), una economía multicéntrica es aquella en la que existen varias esferas de transacción distintas, cada esfera se distingue por artículos materiales y servicios diferentes e incluso por diferentes modalidades de intercambio. Parece ser universal en estas economías que las esferas estén escalonadas jerárquicamente sobre la base de evaluaciones morales y de status. P.ej: materiales de bienes de subsistencia y bienes de prestigio: ejemplo: los Trobriand una esfera contiene objetos preciosos –el kula- y principio es la reciprocidad; otra esfera el ginwali: artículos de subsistencia el modo de intercambio es el mercado (éste es periférico o menor) Hay un tercer modo de transacción en las sociedades sin mercado o con mercados periféricos es el que Polanyi denomina redistribución y que implica pagos sociales obligatorios de bienes y servicios a un centro distribuidor. Es común que en una sociedad dada estén presentes varias esferas. incluso en la economía multicéntrica con sus esferas separadas existen medios prescritos de hacer transacciones de bienes entre las diversas esferas bajo circunstancias especiales, a estas transacciones de les denomina En bandas, tribus y sociedades campesinas tradicionales, el tejido social estructura los flujos y contabilidades materiales en función de los atributos morales. Las actitudes morales hacia los movimientos redistributivos y recíprocos parecen ser más fuertes que las orientadas hacia las transacciones de mercado, precisamente porque aquellas resultan relevantes para los intercambios entre personas vinculadas socialmente. Los aspectos morales de las transacciones materiales merecen ser enfatizados. en bandas y tribus tradicionales sin gobierno centralizado el éxito en la esfera de prestigio es el camino que conduce al poder. Conversiones: Las economías multicentricas están organizadas en esferas independientes en las que se intercambian diferentes artículos y servicios; es mas, cada esfera puede estar caracterizada (o no) por una modalidad de transacción diferente. Las transacciones entre esferas que denominamos conversiones ilustran la importancia de la esferas separadas de economía. Para distinguir las conversiones de las transacciones ordinarias dentro de cualquier esfera a estas últimas las llamaremos transferencias.. El hecho de que varias esferas estén escalonadas jerárquicamente en base a evaluaciones morales y de status parece ser universal en las economías multicentricas. La conversión puede ser llevada a cabo mediante cualquiera de las tres modalidades de transacción (mercado, reciprocidad o redistribución), Otra característica de una economía multicéntrica: Uno o mas artículos- objetos de elevado rango como ropajes de palma, vacas o cetros de latón- pueden asumir el papel del dinero de uso especial en transacciones no comerciales (reciprocas y redistributivas). Con el crecimiento de las transacciones de mercado y la producción para la venta, el dinero de uso general (francos, libras, dólares) viene a desplazar estas formas tradicionales, como cuando el precio de la novia se paga en francos. - 41 - Mercados periféricos presentes pequeños mercados de productos. Algunas características distintivas de las economías locales con mercados periféricos son: 1) Desde el punto de vista de la comunidad, las ventas del mercado no son la fuente principal de subsistencia material. Ni la mayoría de la gente esta implicada en producir para el mercado o vender en el, ni para aquellos que si lo están supone mas que una actividad a tiempo parcial. Su fuente de subsistencia proviene en su mayor parte de sectores de la economía ajenos al mercado. Un indicador común de los mercados periféricos es la escasa magnitud de las transacciones. 2) Los participantes en mercados periféricos son a veces comerciantes “puntuales”. Estos “comerciantes puntuales” se dedican al mercado de forma esporádica para conseguir una cantidad especifica de ingresos al contado para un gasto concreto. Dos aspectos de los mercados menores de especial interés para los economistas se refieren al proceso de formación de precios y al papel que tienen en la economía local los precios originados en el mercado. En la formación de precios, las fuerzas de la oferta y la demanda operan pero lo hacen bajo la influencia de una variedad de factores sociales y culturales que inciden en la fijación de los precios: parentesco, clan, religión u otros indicadores del status de los compradores; Las peculiaridades de las instituciones locales inciden en grados diversos sobre la formación del precio. La diferencia esencial entre los mercados de las llamadas economías primitivas o de subsistencia y la economía occidental es que el lugar del mercado periférico no esta integrado con las decisiones de producción. Aunque aquellos productos que entran en el mercado se ajustan realmente a los precios que determinan la oferta y la demanda, esta ausente ese efecto de retroalimentación sobre la producción futura de las cosas tasadas. Los precios formados en mercados periféricos no cumplen la función integradora de gran amplitud sobre la economía que el mecanismo del precio tiene en la economía occidental. Economía de mercado: campesina, urbana y nacional. Reservamos el término economía de mercado para aquellas comunidades comunidades rurales, ciudades o –como en Europa y América- naciones en las que la compra y venta de fuerza de trabajo, y de otros recursos, productos y servicios, es de importancia primaria para la subsistencia de la mayoría de las personas. En África rural, Las comunidades campesinas no están integradas por completo con las ciudades o la nación, ni económica ni culturalmente En una ciudad o una economía integrada nacionalmente en la cual el intercambio de mercado es dominante, el “lugar de mercado” toma formas físicas y organizacionales variadas. Lo que estos mercados diversos tienen en común es el hecho de que los bienes, servicios y recursos se compran y venden en una economía dominada por el mercado: a) la venta por un precio en dinero esta determinada por fuerzas impersonales de oferta y demanda b) los compradores y vendedores dependen para subsistir de dicho intercambio de mercado c) los precios de mercado de los recursos y los productos terminados influencian de forma crucial las decisiones de producción y por tanto la asignación de recursos, incluida la fuerza de trabajo, entre diferentes líneas de producción En el África Central son las cooperativas, y no los lugares de mercado, las que han crecido con el aumento de las transacciones realizadas según el principio de mercado. El dinero y sus usos Al considerar el papel del dinero en las economías sin mercado o con mercado periférico, hay que evitar dos trampas: el supuesto de que la distinción más útil es entre transacciones con y sin dinero, y el supuesto de que el dinero juega el mismo papel en estas economías que en las dominadas por el mercado. - 42 - El punto es que las transacciones sin dinero toman formas variadas, dependiendo del principio transaccional de que se trate. En los Trobiand, tanto el kula como el gimwali son trueque(i.e no dinero); pero los bienes que integran cada esfera de intercambio, la modalidad de transacción y las reacciones morales son, todos ellos, totalmente diferentes. Las transacciones de artículos de prestigio del kula tienen lugar en calidad de intercambio reciproco de regalos, El gimwali, también sin dinero, incluye bienes de subsistencia cuya transacción se realiza de acuerdo con el principio de mercado: compradores y vendedores al azar que no comparten relación social alguna regatean sobre el precio. Llamar por igual “trueque” tanto al kula como al gimwali es correcto, pero analíticamente poco informativo; no resulta tan importante establecer que en ninguno de ellos se usa el dinero como señalar que cada uno representa una esfera transaccional diferente. En la economía occidental moderna, el uso del dinero como medio de intercambio con el cual adquirir fuerza de trabajo, materias primas y productos terminados de todo tipo es indudablemente su uso más importante, si bien no es el único. Hasta en la economía moderna el dinero tiene usos subordinados, como servir de medio para pagos no comerciales (multas e impuestos) y funcionar como estándar de valor para transacciones en las que no cambia de manos “dinero” alguno. Una segunda característica distintiva del uso del dinero en las economías nacionales integradas por el intercambio de mercado es que, para llevar a cabo todas las funciones del dinero, se utiliza una única forma de dinero pata todo propósito-dólares, francos. El dinero para todo propósito es un prerrequisito cara a una economía en la que domine el principio de mercado: hace “conmensurables” la fuerza de trabajo, los recursos materiales y los productos, convirtiéndolos en “mercancías”; permite que todos los artículos sean comprados y vendidos, y que sus valores de mercado puedan compararse. Las economías en las que el principio de mercado esta ausente o es periférico, carecen por fuerza de una forma de dinero único para todo propósito. Su ausencia es un indicador de economía multicentrica, en la que no existen los mercados o tienen poca importancia. En tales economías puede encontrarse en uso una o mas formas de dinero (u objetos valiosos), cumpliendo funciones no comerciales como forma de pago y estándar en esferas reciprocas y redistributivas. Comercio, mercado y excedente La palabra “comercio” (trade) se usa comúnmente para designar varias actividades: 1) cualquier transacción comercial 2) las actividades de especialistas profesionales, y 3) cualquier transacción externa (comercio exterior) Los primeros dos usos de la palabra distinguen dos tipos de acción. Esta por un lado, el vender el producto propio y comprar lo que uno mismo necesita, lo cual llamaremos “mercadear”. Por otro lado, esta la compra para revender; lo expresa el termino francés commercer (comerciar). La mayoría de los antropólogos expresa esta misma idea mediante el término “intermediario”. Mercadear y “comerciar” no son lo mismo, y en África están a veces institucionalmente separados. El comercio exterior tiene aspectos especiales que lo distinguen tanto del mercado como del comercio profesional. En el África anterior al contacto con Occidente, buena parte del comercio exterior era una actividad del estado.- “comercio administrado”- centrada principalmente en artículos de prestigio y objetos preciosos de circulación de elite. Ni el modo de transacción era el principio de mercado ni, por lo general, era el lugar de mercado donde se localizaban tales transacciones. En el África posterior al contacto con Occidente, el ensanchamiento de la economía de mercado ha afectado a todos los tipos de comercio. El comercio exterior se da entre grupos humanos a todos lo niveles de la vida material, incluso entre aquellos que, por mas que se fuercen los términos, no pueden ser considerados poseedores de un excedente de nada, incluidos los artículos con los que comercian. Demasiado a menudo el término excedente es usado simplemente para designar aquello que se vende o intercambia en la asunción simplista de que si fuera realmente necesario no se lo vendería o cambiaría. Un tipo especial de comercio exterior fue inducido por exactamente lo contrario del excedente: una - 43 - escasez de emergencia por la que se cambiaron artículos de prestigio por bienes de subsistencia (conversiones de emergencia entre los Guro, kipsigis, cooperbelt). Hay consideraciones que están por encima del precio de mercado, a veces el beneficio material no es considerado tan importante como otros fines sociales, por ello los excedente (en el sentido de la relativa abundancia de un articulo) no se intercambian incluso cuando parecería ser materialmente ventajoso hacerlo (Ej. los Masai no buscan cambiar ganado por comida aunque tengan escasez de alimentos vegetales porque el ganado era la esencia de la riqueza, otro ejemplo: los Fulani no se aprovechan de fluctuaciones en los precios de ganado para obtener mejor precio porque no ven el ganado como una cosecha ordinaria para la venta) Aspectos no económicos de los lugares de mercado Markets in África corrobora que los lugares de mercado son utilizados para propósitos que van mas allá de lo economico.Pueden ser utilizados para cada propósito imaginable que requiera un gran numero de gente junta en situación controlada. Probablemente la función no económica más importante de los lugares de mercados es su papel como nudos dentro de la red de comunicación , los jefes, sacerdotes, cargos públicos…hacen anuncios en el mercado (a veces se requiere permiso de las autoridades del mercado Los lugares de mercado proveen también de un sitio donde reunirse con los amigos y parientes, Tienen lugar espectáculos de entretenimiento o de baile. La congregación en un lugar de mercado a menudo es utilizada para encontrar pareja sexual. De una manera más organizada los lugares de mercado pueden tener relevancia política: puede ser políticamente ventajoso controlar el lugar de mercado y de ahí hasta cierto punto a la gente que está en él o el producto que pasa por el mercado... Para que las funciones económicas de un mercado se cumplan es también necesario que se observe la paz del mercado.El comercio exitoso exige cierto grado de estabilidad política. El responsable de la paz del mercado debe contar por tanto con alguna clase de fuerza policial, Algunos actividades jurídicas se establecen cerca de o en el lugar de mercado, A veces también actividades religiosas, Cubren muchas necesidades sociales y culturales de la población, El impacto europeo sobre la economía africana En las décadas de mediados de siglo XV, el contacto entre Europa y África Subsahariana se hizo directo; se establecieron empresas comerciales a lo largo de las costas, y en algunos lugares hubo una penetración inicial de las ideas europeas, y de los europeos mismos. Otro cambio drástico se produjo en el siglo XIX cuando países europeos se hicieron con el control político de la mayor parte de las regiones de África. De nuevo a mitad del siglo XX, con la emergencia de las naciones estado independientes el impacto institucional de la comercialización y la inversión europea en la economía africana ha sufrido un cambio profundo. Los cambios que tienen lugar hoy día en África son de 2 clases. En un nivel, hay cambios de gran amplitud en las instituciones. En otro, las actividades económicas organizadas según el principio de mercado se están expandiendo, con una atenuación concomitante de la redistribución y reciprocidad indígenas. La “mezcla” de los principios organizativos de la vida económica africana esta alterándose.. las economías multicentricas están en proceso de convertirse en uní céntricas. La moneda penetra de forma creciente en las esferas económicas ajenas al mercado; el comercio, tanto exterior como interior, pasa a llevarse a cabo casi exclusivamente según el principio de mercado se adoptan innovaciones tecnológicas y las comunidades locales se integran en la economía nacional y mundial. La entrada de la comunidad en la economía de mercado. Los antropólogos se refieren a la entrada en una economía de mercado como “obtención de ingresos en efectivo” o “entrada en la economía monetaria”. La obtención de ingresos en efectivo - 44 - implica siempre vender algo en el mercado. En general, los africanos tienen 3 cosas que se puedan vender: productos agrícolas o ganaderos (destinados al consumo local, regional o extranjero), fuerza de trabajo asalariada (industrial o agrícola), dedicándose al comercio (usualmente un comercio menor, como vendedor en un lugar de mercado, como mercader de larga distancia, como transportista, buhonero, tendero). En los primeros estadios del cambio en la comunidad que resulta de la incursión colonial se produce una mayor o menor especialización en una de estas actividades comerciales. Cada pauta de entrada en el mercado, tiene por supuesto, efectos diferentes sobre la organización social tradicional. Los Arusha eran agricultores autosuficientes. Entraron en el intercambio de mercado con el fin de comprar comida y ganar efectivo con el que pagar los impuestos. La necesidad de comprar comida fue originada por una escasez de tierra por el crecimiento de la población. En un comienzo, no reajustaron sus líneas de producción para adecuarse a las demandas del mercado. Sin embargo, tras la aceptación reluctante los Arusha entraron mas plenamente en la cambiando su producción para aprovechar las demandas de precios de este. Todas las áreas culturales sintieron el impacto del mercado. Los Kipsigis Pueblo cuyos valores eran tradicionalmente pastoriles. se han convertido en granjeros y mercaderes con presteza y éxito. carecían de una forma tradicional de institucionalización para la distribución de la tierra o el trabajo que fuera relevante en la nueva situación. No tenían nada fundamental que desaprender. Receptividad al cambio económico En el polo opuesto, están los Lele; a pesar de su contacto con la economía Bushong han elegido de forma consistente salvaguardar sus instituciones sociales tradicionales pese al sacrificio de su progreso económico. En la economía occidental de mercado, “riqueza” significa propiedad productora de ingresos: Cuando en las sociedades africanas los conceptos indígenas de riqueza y los principios socialmente estructurados para obtenerla son radicalmente diferentes de los de la sociedad de mercado, es probable que sea de lo mas difícil (“obstáculos principales”) transformar las instituciones de intercambio reciproco y redistributivo en instituciones de intercambio de mercado. Dos ejemplos: entre los Lele, los derechos sobre mujeres y niños son considerados la forma mas elevada de riqueza, y la vía para la seguridad material (y el status honorífico) no es la acumulación, sino la creación de dependencias de afinidad que generan los regalos materiales obligatorios. para los Bushong, el trabajo es el medio para la riqueza, y la riqueza el medio para el status. Entre los Bushong, como en cualquier sociedad de mercado, la acumulación material individual es el camino hacia el status. No es el caso de los Lele, para quienes el status es el medio para la abundancia material de los individuos. Existen algunas formas de riqueza que son físicamente idénticas a las de la sociedad occidental, pero que son vistas como riqueza por razones que las convierten en asunto de significación más social que económica. el ganado Economía dual y economía multicentrica. “Economía dual”: implica profundas diferencias en economía, tecnología, sociedad y cultura entre los sectores coloniales europeos de la economía de mercado y las comunidades ajenas al mercado en el interior de África. Implica que la porción tradicional de la economía es de una pieza.Varias esferas de transacción pueden estar presentes en el sector tradicional, cada cual con un modo diferente de circulación de bienes y servicios. La economía tradicional en si misma puede ser multicentrica, y poseer varios sectores diferenciados. Y lo que es mas, raramente se da el caso de que en una sociedad semejante alguna gente este dedicada por completo a la esfera del mercado mientras que otros se aplican exclusivamente a las esferas tradicionales. - 45 - Economías de subsistencia, campesina y desarrollada. Conclusión Salvo unas pocas excepciones en el África Occidental el lugar de mercado es una característica de economías en las que el principio de mercado es periférico. Cuanto mayor es la extensión del principio de mercado, menor la importancia económica del lugar de mercado. La mayoría de las comunidades africanas se distinguían por economías de subsistencia, con o sin presencia del mercado periférico. El establecimiento de la situación colonial llevo en la mayor parte de las zonas a la ampliación o fundación de lugares de mercado. Al expandirse la esfera de mercado, la fuerza de trabajo y finalmente la tierra ingresaron en ella. El principio de mercado ha ido influenciando más y más instituciones rebasando al lugar de mercado. Donde el modo de mercado ha pasado a integrar una economía nacional, como en Europa y América, son las transacciones entre empresas y no las transacciones menores que se producen en el emplazamiento del lugar del mercado, las que son decisivas. El lugar de mercado y su tratamiento institucional ha sufrido también otros cambios no económicos. Del mismo modo que la importancia económica del lugar de mercado decae con el “desarrollo de la economía nacional”, convirtiéndose en mero lugar de venta final, también su importancia política decae con el desarrollo de la organización política, su significación religiosa con la aceptación de las religiones mundiales, y su significación social con la adopción de la guitarra, la radio, los hoteli y la vida de lujo. La falsa dicotomia ente lo global y lo local: la expansion comercial europea y su impacto en el potlatch del noroeste amerciano (e. Wolf: europa y la gente sin historia cáp. Vi) Conclusiones A lo largo de más de tres siglos el comercio de pieles medró y creció en la América del Norte atrayendo inclusive a numerosos grupos de americanos nativos a los circuitos cada vez más amplios del intercambio de mercancías que se abrieron entre los europeos y sus socios comerciales nativos. El comercio toco a los recolectores de alimentos y a los horticultores del este y boscajes subárticos, llegó con la expulsión de los franceses y la participación entre el Canadá ingles y los Estados Unidos del territorio de norte, dejó atrás a los Grandes Lagos y llegó al subártico occidental pero a la vez creo una nueva región de abastecimiento en la región de las Llanuras. Finalmente, en las postrimerías del siglo XVIII, le comercio estableció una cabeza de playa en el noroeste del Pacífico y acabó por unirse cruzando las sierras de la costa, con las factorías de tierra adentro. Por donde fue, el comercio de pieles llevó consigo enfermedades contagiosas y guerras cada vez más enconadas. Muchos grupos nativos fueron destruidos y desaparecieron por completo; otros fueron diezmados, desbaratados y arrojados de sus hábitats originales. Las poblaciones sobrevivientes buscaron refugio con aliados o se unieron a otras poblaciones con frecuencia bajo nuevos nombres e identidades étnicas. Unos cuantos como los iroqueses crecieron a costa de sus vecinos. Por su situación estratégica o su fuerza militar, algunos grupos salieron muy beneficiados por el comercio de pieles. Medraron y crearon nuevas configuraciones culturales que combinaron artefactos y pautas europeas y nativas. Esta evolución cultural fue posible merced al flujo de nuevas y valiosas mercancías europeas en una economía nativa autorregulante. Mientras los nativos americanos pudieron encauzar la mayor parte de su trabajo social disponible a través de relaciones ordenadas conforme al parentesco hacia el fin de garantizar su subsistencia, las mercancías obtenidas merced a la caza ocasional de pieles complementaron, no reemplazaron, sus propios medios de producción. Hasta finales del XVIII se buscaba a los grupos nativos americanos como aliados de las potencias europeas enfrascadas en una competencia política y militar. Los indios eran todavía, militarmente independientes y agentes políticos cuyo apoyo debía ganarse con mercancías o armas. El resultado fue que el intercambio de bienes y servicios entre indios y europeos más parecía un obsequio de regalos que un intercambio de mercancías; estas relaciones trascendían lo meramente material. Como - 46 - dijo Marcel Mauss, el intercambio de regalos encarnaba una invitación a la amistad y a la alianza, o al cese de las enemistades o la guerra. El acceso a los bienes europeos pronto alteró las pautas de interacción en los grupos y entre ellos. En grupos sociales ordenados conforme al parentesco, una mayor capacidad para obtener tales bienes y para distribuirlos entre parientes y seguidores dio prominencia a los “grandes hombres” o a los líderes guerreros o amplió la influencia y el alcance de los jefes redistribuidores. Regalos y mercancías crearon también alianzas entre grupos indios, así como entre europeos e indios. Estos intercambios desempeñaron una parte importante en la formación de nuevos grupos y en el desarrollo de identidades étnicas de mayor envergadura. A veces estas entidades étnicas mayores (o confederaciones) fueron hijas de la amalgama de grupos locales anteriormente diferentes alrededor de un fortín o emporio comercial. En otras ocasiones estas alianzas o confederaciones se constituyeron para controlar nuevas tierras de caza o rutas estratégicas. Muchas de las “naciones” o “tribus” indias reconocidas posteriormente como entidades étnicas diferentes por agentes del gobierno o por antropólogos cobraron forma en respuesta a la propagación del comercio de pieles en cuyo proceso los americanos nativos fueron participantes tan activos como los comerciantes, misioneros o soldados. O sea, que la historia de estos pueblos supuestamente sin historia no es otra cosa que una parte de la historia de la expansión europea. Para unir estas nuevas entidades étnicas, los nativos americanos crearon formas y rituales colectivos de gran alcance. A veces comunicaron nuevas funciones a formas culturales tradicionales, como en la transformación de la Fiesta de los Muertos de los algonquinos en el “ritual del comercio”, en la creación de pugnas chamánicas en la “iglesia” midewiwin, o en el empleo de potlatch del Litoral del Noroeste para aglutinar asociaciones de comercio o para coordinar grupos competidores. En otras ocasiones se crearon solidaridades más amplias por medio de combinaciones nuevas de formas culturales de orígenes diversos, como cuando los pueblos de las Llanuras crearon la Danza del Sol, un ritual de grupo apropiado a su modo de vida más móvil. Sin embargo conforme los comerciantes europeos consolidaban su posición económica y política, la equilibrada relación entre nativos y europeos cedió el paso al desequilibrio. La mengua de la guerra internacional disminuyó el flujo de mercancías procedentes de autoridades europeas a aliados americanos nativos. Por su parte estos nativos acabaron ateniéndose cada vez más a la factoría. La dependencia cada vez mayor orilló a los cazadores y proveedores nativos de pemmican a dedicar más trabajo al comercio para poder pagar las mercancías que les adelantaban los comerciantes. Esta especialización ató más firmemente a los americanos nativos en redes continentales e internacionales de intercambio, más como productores subordinados que como socios - 47 - TEMA 17: EL DINERO Diferentes definiciones del dinero. El dinero como patrón de valor, medio de cambio, medio de pago y medio de acumular riqueza. Dinero para usos especiales y dinero para todo uso. Esferas de intercambio. Comercio, mercado y dinero como categorías separadas. La expansión colonial y sus relaciones con sociedades sin instituciones definidas en términos económicos: el dinero del tráfico de esclavos en África. Diferentes definiciones del dinero Las definiciones del dinero pueden derivarse de sus funciones (patrón de valor, medio de cambio, medio de pago y medio de acumular riqueza) o de una clasificación de características de los objetos usados como dinero. Definiciones basadas en funciones: pueden agruparse en dos grandes bloques: las que consideran el dinero como una mercancía, y las que lo consideran una unidad abstracta. 1. Mercancía: deriva de la función de medio de cambio. Al no considerar dinero cualquier medio de pago que no cumpla dicha función, esta definición excluye todos los medios de pago no comerciales. 2. Definiciones como unidad abstracta. En este sentido el dinero es el denominador común en que se expresan los precios de bienes y servicios. Puede considerarse neutra porque la existencia de un patrón de valor afecta por igual a la función de medio de cambio y a la función de medio de pago, y ni siquiera necesita ser un objeto con existencia empírica. El requisito del patrón de lograr un grado aceptable de homogeneidad, está relacionado con los aspectos técnicos inherentes a un sistema de pesos y medidas, y, por consiguiente, la utilización concreta de las distintas unidades de cuenta está definida socialmente. Definiciones basadas en características: otras definiciones están basadas en clasificaciones de los requisitos indispensables que han de reunir los objetos-dinero. La más conocida es la de Jevons y sus siete criterios: 1. Utilidad y valor; 2. Ha de ser portable; 3. Indestructibilidad; 4. Homogeneidad; 5. Divisibilidad; 6. Estabilidad de valor; 7. Reconocibilidad. Algunos autores añaden otras características. Para Marvin Harris los criterios son los siguientes: 1. Portabilidad; 2. Divisibilidad; 3. Convertibilidad; 4. Generalidad; 5. Anonimato; 6. Legalidad. El principal problema que tienen estas listas es que ni siquiera describen el dinero capitalista. Si nos referimos al dinero utilizado en otras sociedades, es raro el objeto que cumple algún criterio. Sin embargo, no son los objetos el criterio fundamental para definir lo qué es dinero pues en principio cualquier objeto puede ser dinero. Lo importante son las convenciones de cada sociedad para que esos objetos estén inmersos en un circuito de relaciones que hagan que esos objetos sean eso, dinero. Existen diversas teorías sobre este aspecto. 1. Teoría de la Oferta y la Demanda: la mayoría de los economistas están de acuerdo en que la cantidad de dinero disponible afecta su valor. Sin embargo, para los nominalistas el dinero carece de valor intrínseco, mientras que para los mercantilistas, al considerar el dinero una mercancía más, el valor del dinero proviene de la oferta existente y la demanda, del valor de los bienes y servicios dispuestos para la venta. Esta teoría es difícil de aplicar a otros sistemas, al menos si no se tienen en cuenta los siguientes factores. En primer lugar, en muchas ocasiones el mecanismo de oferta-demanda no determina el valor del dinero, sino que éste viene determinado por un sistema rígido de precios prefijado por la costumbre, la tradición o la autoridad política. El segundo factor es que muchos dineros tienen un doble uso monetario y no monetario (por ejemplo el ganado) y así el mecanismo de oferta y demanda está mediatizado por la conversión de usos monetarios en no monetarios y viceversa. Por último, la demanda de dinero proviene casi siempre de esferas no comerciales. - 48 - 2. La Teoría Cuantitativa: puede considerarse una elaboración a partir de la teoría de la oferta y la demanda. Según esta teoría, el nivel de precios cambia proporcionalmente a los cambios en el volumen del dinero. La teoría cuantitativa distingue entre cantidad nominal de dinero, expresada en unidades, y la cantidad real expresada en términos del volumen de bienes y servicios que el dinero comprará. Presupone que lo que interesa tener en cuenta no es la cantidad nominal, sino la real, que determinará el nivel de precios. Globalmente, a esta teoría le interesa analizar cual es la velocidad de circulación del dinero. Su aplicabilidad a otros sistemas de dinero es difícil de determinar, porque falta un soporte estadístico que permita comprobar si los precios fluctúan en función de la cantidad de dinero en circulación. De todas formas la rigidez en el establecimiento de precios al margen de la oferta y la demanda, el carácter dual del dinero y la existencia de varios tipos de dinero simultáneamente en circulación parecen limitar la aplicación de esta teoría. 3. Teoría Cualitativa: según esta teoría el poder adquisitivo de un sistema monetario está determinado por su valor intrínseco. Se la conoce también por teoría metalista o mercantilista dado que el valor del dinero está determinado por el valor como mercancía del metal que contiene. Si se trata de billetes de banco, el valor de éstos radica en su convertibilidad a monedas. Tanto para el dinero actual como para el dinero sin mercado, la teoría cualitativa sólo podría aplicarse a algunas instancias particulares. Dejando al margen la formulación metalista, hay dineros que portan un valor intrínseco pero muchos de los objetos utilizados como dinero carecen de valor como mercancía. Por otra parte, el valor del dinero obedece muy a menudo a la demanda de instituciones sociales, religiosas y políticas y el análisis del valor debería también tener en cuenta factores tales como el prestigio o el ceremonial. 4. Teoría del coste de producción: el valor del dinero está determinado por su coste de producción en sentido amplio, esto es incluyendo factores tales como el transporte. Ricardo, Nassau Señor y Marx son los exponentes más clásicos de esta teoría. Por ejemplo, para Marx el valor del dinero depende de la razón existente entre la cantidad de trabajo que exige la producción de dinero y la que exige la producción de bienes. Para Einzig el principal problema que plantea esta teoría es si existe alguna razón entre el coste de producción del dinero y su valor. Einzig señala que los costes de producción del papel moneda en términos de trabajo son muy escasos y más si los relacionamos con su valor. Sin embargo, en muchos ejemplos de dineros no capitalistas el coste de producción es muy alto, aunque no se puede establecer una relación estricta entre dicho coste y su valor, sobre todo porque como dice Einzig “la adopción de un objeto para usos monetarios tiende a incrementar su valor sobre su coste de producción” 5. Teoría del Estado: esta teoría presupone la postura nominalista de que el dinero carece de valor intrínseco puesto que el valor lo porta en tanto en cuanto sea aceptado por todos. Esta teoría hay que relacionarla con el tipo de instituciones políticas existentes en una sociedad dada. Aunque, en general, el pago efectuado a las instituciones políticas, ya sea directa o indirectamente, es uno de los orígenes más claros del dinero. El papel de los pagos políticos para lo que el Estado regula siempre en qué y cómo deben ser efectuados son cruciales en la definición y aceptabilidad del dinero. En muchos casos, la demanda de objetos exóticos con utilización monetaria sólo se explica desde el punto de vista del poder de las instancias políticas. De hecho, muchos de estos dineros desaparecieron cuando, en la época colonial, las potencias ocupantes no los aceptaban para el pago de impuestos e introdujeron su propio dinero. Ninguna de las teorías generadas por los economistas puede explicar por sí sola la gran variedad de dineros y de sus distintos comportamientos. Ello es así porque estas teorías están construidas para explicar el dinero moderno y no tienen en cuenta las instituciones sociales existentes en cada sociedad, de las cuales depende el dinero y que son imprescindibles para comprender el dinero en ausencia de mercado. - 49 - El dinero como patrón de valor, medio de cambio, medio de pago y medio de acumular riqueza Usos o funciones del dinero 06SR::06S2 Las funciones reconocidas del dinero son cuatro: 1. El dinero es un medio de cambio. 2. El dinero es un patrón de valor. 3. El dinero es un medio de atesorar riqueza. 4. El dinero es un medio de realizar pagos. Hay que matizar que mientras que en nuestro sistema un mismo objeto sirve para los cuatro usos, el tratamiento del dinero desde un punto de vista comparativo exige la separación de funciones porque en la mayor parte de las sociedades se utilizan distintos objetos para los distintos usos. El dinero como medio de cambio Es un objeto socialmente aceptado en pago de bienes y servicios, porque el receptor puede usarlo fácilmente para propósitos similares. Según esta definición, la separación de compra-venta necesita de algo que se acepte globalmente como pago, esto es, el dinero en su función de medio de cambio, que sirve para acoger temporalmente el poder adquisitivo del vendedor en el tiempo que media entre la venta realizada y cualquier nueva compra que desee realizar. Los defensores de la importancia primigenia de esta función, sitúan el origen cronológico del dinero en su función como medio de cambio, presuponiendo que el comercio en otras culturas no variaba del comercio actual. La mayor parte de las sociedades tienen objetos favoritos como medio de cambio, pero no son “favoritos” por motivos estrictamente comerciales, sobre todo, si tenemos en cuenta fenómenos tales como los distintos tipos de comercio existentes, la independencia del comercio externo o a larga distancia, del interno, la dependencia del comercio de las regulaciones políticas, y la existencia en la mayor parte de las sociedades conocidas de modos de intercambio institucionalizados como son la reciprocidad o la redistribución, factores que restringen los intercambios comerciales “libres”. El dinero como patrón de valor Según Einzig el patrón de valor es un denominador común o unidad de cuenta en términos del cual se miden y expresan regularmente los precios de bienes y servicios. Los precios son las cifras que expresan los números de estas unidades y representan los equivalentes de varios bienes o servicios. Para la mayor parte de los economistas las principales funciones del dinero son las de medio de cambio y patrón de valor, y consideran las otras dos funciones derivadas de éstas. Sin embargo, discrepan en establecer cuál fue la originaria y cuál es la más importante de las dos. La discrepancia es paralela a la de la concepción materialista o metalista del dinero que lo hacía depender del valor intrínseco del objeto y a la de la concepción nominalista, basada en la necesidad de que exista una unidad de cuenta previa al uso de medio de cambio. Sin embargo, las posturas no son tan simples y hay autores materialistas que reconocen el imperativo de un patrón, al considerar imposible que un medio de cambio precediese cronológicamente al uso de un patrón, porque el medio de cambio implica necesariamente la existencia de un patrón. Esta discusión ignora dos situaciones fundamentales: 1) en muchos casos las unidades patrón no servirán como medio de cambio porque son unidades ideales carentes de existencia concreta, como el Euro antes de que circulase, y 2) porque no hay ninguna razón para ligar la existencia del patrón al comercio y no a otras transacciones, posiblemente de más relevancia en muchas sociedades como pagar sacrificios o tributos. El dinero como medio de atesorar riqueza Muchos estudiosos del dinero subestiman esta función, tal vez porque aunque el dinero acumula riquezas, el mero hecho de acumular riquezas no define al dinero. A pesar de ello, algunos autores se detienen en esta función. Jevons o Menger señalan que atesorar debe haber precedido al uso del dinero como medio de cambio. Keynes decía que la importancia del dinero radicaba en ser un - 50 - vínculo entre el presente y el futuro y ese vínculo es la posibilidad de atesorar. Hicks indica que esta función tal vez fuese la originaria que realizaron los metales preciosos. Con respecto a esta función del dinero destacan las investigaciones de Rist sobre el comportamiento del dinero “moderno”en situaciones de gran inflación y de post-guerra. En su estudio señala cómo en épocas de depreciación del papel moneda, la gente lo rechaza y prefiere otros objetos que permitan guardar la riqueza, con lo que el papel moneda pierde también su función de medio de cambio. Pero el hecho de que un objeto sirva para acumular riqueza no implica que sea dinero, ni en una sociedad capitalista ni en las otras, a no ser que ese objeto tenga ciertos grados de uniformidad ajustados a un patrón. Por ejemplo, en nuestra sociedad las obras de arte se atesoran pero no son dinero por su falta de homogeneidad y la consiguiente imposibilidad de evaluarlo ajustándose a un patrón y, por tanto, de ser usado como medio de cambio. En otras sociedades, muy a menudo, el hecho de que un objeto acumule riqueza impide que sea un medio de cambio. El dinero como medio de pago y pagos pospuestos Para muchos autores esta función precedió a la del medio de cambio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque en muchas sociedades los pagos ceremoniales o matrimoniales son el centro de las transacciones más relevantes y que dichos pagos presuponen un patrón de valor, dichos patrones y medios de pago no pueden considerarse dinero al no servir como medio de cambio. No obstante, no hay datos que hagan presuponer que la función de medio de cambio haya sido fundamental en el origen y utilización del dinero en otros sistemas sociales, porque no nos referimos solo a pagos comerciales, sino a pagos fundamentales en las siguientes esferas sociales: a) Pagos ceremoniales-religiosos: en la esfera de la religión se producen los siguientes pagos importantes desde el punto de vista del dinero: 1. Pagos para sacrificios; 2. Pago a especialistas por efectuar ciertos ritos; 3. Fijación de multas por incumplimiento de preceptos religiosos o ceremoniales. Los tres implican la existencia de un patrón de valor. b) Pagos políticos: se puede suponer que los pagos políticos a gran escala, relacionados con la redistribución, precedieron en muchos casos al comercio. 1. Pagos a la autoridad política: comprendían tributos y tasas al jefe; tributo, rescate o dinero de sangre pagados por otras comunidades, multas. 2. Pagos realizados por la autoridad política: pagos y recompensas a servidores y funcionarios, pagos a otras comunidades, redistribución del tributo y de botines de guerra procedentes de otras comunidades. 3. Pagos intergrupales regulados por la autoridad política: rescates, dinero de sangre, compensaciones y pertenencia a sociedades secretas. Es impensable la existencia de un estado sin tributos, tanto de sus propios súbditos como de los pueblos controlados por este estado. Estos pagos son de gran importancia en el surgimiento y aceptabilidad general del dinero. Cuando al hablar de dinero nos referimos a las monedas, la conexión con la política se muestra evidente pues la práctica del sellado hace directa la conexión con el estado, no solo desde el punto de vista del control, garantía y aceptabilidad de la moneda, sino incluso desde el punto de vista representativo, que se introducen en las caras de las monedas símbolos característicos del estado. También relacionada con la esfera política es la institución del dinero de sangre, esto es, la recompensa a los familiares de un fallecido por haberlo matado, y por extensión todas las compensaciones por heridas o ataques a una casa. Es rara la sociedad que no tuviera reguladas las compensaciones, incluso en nuestra sociedad existen pagos, fianzas, multas y compensaciones en dinero por delitos penales que están regulados por el estado. Algunos autores, como Grierson, sitúan en el dinero de sangre el origen del dinero como patrón de valor. c) Pagos matrimoniales: en muchas sociedades los más importantes intercambios de bienes tienen lugar durante los intercambios matrimoniales, porque los matrimonios son, en muchas sociedades, - 51 - una alianza entre grupos. Grierson considera los pagos matrimoniales como la otra cara de la moneda de los pagos de dinero de sangre, y ambos como el origen del patrón de valor. Dinero para usos especiales y dinero para todo uso Es necesario establecer esta distinción porque las cuatro funciones aparecen en el dinero moderno entremezcladas al servir el mismo objeto para los cuatro usos, mientras que en otras sociedades que no han pasado por el proceso homogenizador que supone el Mercado, objetos distintos, en la mayor parte de los casos no convertibles, sirven para los distintos usos. La importancia de la distinción de funciones ya la había establecido Polanyi cuando decía que en muchas sociedades “lo que vale para pagar, no vale para comprar”. La distinción entre dinero para todo uso y para usos especiales cobró una nueva dimensión tras la aportación de Paul Bohannan en su análisis de los Tiv. Bohannan en su estudio especifica en qué consiste y qué límites tiene el dinero para usos especiales mediante la conjugación de los usos de dinero con la clasificación Tiv de intercambios, en la que es fundamental la existencia de un rango jerárquico entre los objetos sociales intercambiables. Para los tiv, cuya economía es multicéntrica, los bienes intercambiables caen dentro de tres esferas, en principio mutuamente excluyentes, pertenecientes a una jerarquía moral y que describiremos en el siguiente punto. Esferas de intercambio En el nivel más bajo de la jerarquía se encuentran los bienes de subsistencia, utensilios de uso doméstico y algunas herramientas. Las transacciones de productos de esta esfera se hacían por donación o por compra-venta, por lo que podríamos denominar a esta esfera “de mercado”. La segunda esfera estaba constituida por los bienes de prestigio tales como esclavos, ganado, “cargos rituales”, varillas de latón, y tejidos. El intercambio de los bienes de esta esfera tenía lugar en situaciones ceremoniales. Un objeto fundamental dentro de este grupo eran las varillas de latón, que además de ser con el ganado patrón de valor, funcionaban como medio de cambio entre los productos de esta esfera, pero no fuera de ella. La esfera superior estaba formada por los derechos sobre personas (excluidos los esclavos que pertenecían a la categoría de prestigio), sobre todo, los derechos sobre mujeres y niños. El lenguaje de estos intercambios es el del matrimonio y el del parentesco. En esta esfera, idealmente al menos, el precio de los derechos sobre una mujer eran los derechos sobre otra mujer. Partiendo de esta clasificación, había entre los tiv dos clases de intercambios: 1. Transferencias o intercambios de bienes pertenecientes a la misma categoría. Eran moralmente neutros y se daban sobre todo dentro de la esfera de subsistencia y de la de matrimonio. 2. Conversiones, intercambios entre bienes pertenecientes a distintas categorías es decir, que la transacción no era equilibrada. La conversión se solía realizar en varillas de latón, pero éstas no podían considerarse dinero para todo uso porque no eran divisibles. Este análisis de Bohannan muestra cómo se establece en la práctica la distinción entre dinero para todo uso y dinero para usos especiales, distinción que no afecta sólo a la relación entre los objetos y las cuatro funciones linealmente, sino a la jerarquía moral interna, y esta es la razón por la que la mayor parte de los dineros no son medios de cambio universales. En otras sociedades distintas a los tiv, además del rango entre esferas, hay que introducir como variables las relaciones de status y las de género. Comercio, mercado y dinero como categorías separadas Nota: de este apartado no estoy muy segura, no sé si se refiere a esto. De quitar algo será esta primera parte, la de los dineros.----------------------------no muy bien En las sociedades sin mercado se han utilizado diversos objetos como dinero, veamos algunos ejemplos: - 52 - Dineros no metálicos El ganado: es uno de los objetos más utilizado como dinero en las sociedades pastoriles. Conchas de moluscos: Cuentas: pueden ser de cristal, barro o porcelana. Muchas de ellas provenían de lugares lejanos y se difundían mediante el comercio de larga distancia. Productos agrícolas: En algunos casos los productos agrícolas sólo cumplían alguna de las funciones, y su uso como dinero es discutible. Pero en otros, estos productos estaban dotados específicamente de valor corriente. En otras ocasiones, algún producto agrícola se elaboraba especialmente para su circulación monetaria. Dineros metálicos Los dineros de muchos pueblos han sido objetos de metal manufacturados, como por ejemplo utensilios, Metales al peso: El polvo de oro fue uno de los metales más utilizados como dinero por parte de varias culturas. Vistos estos ejemplos, es evidente que existen notables diferencias entre lo que se entiende por dinero en nuestra sociedad y las peculiaridades que han tenido los diversos dineros que en el mundo han sido. El dinero moderno pertenece a un único sistema y en teoría el mismo objeto-dinero sirve para los cuatro usos. Pero una de las características de los dineros no capitalistas es que el mismo objeto no existe para todos los usos (tal y como hemos explicado en el tercer apartado del tema) La segunda característica del dinero no capitalista es la distinción entre dinero de uso externo (para el comercio exterior) y de uso interno (para el comercio interior). Por ejemplo, en la Grecia clásica el dinero local estaba formado por pequeñas monedas de plata y bronce mientras que el de uso externo era de mayor tamaño. En muchos otros casos las monedas se reservaban exclusivamente para el comercio a larga distancia, mientras que su uso interno fundamental era para acumular riqueza. Esto era corriente en la Europa medieval, cuando la mayor parte de las transacciones locales se llevaban a cabo mediante trueque y pagos en especie. Haciendo una distinción entre dinero comercial y no comercial, entenderemos por este último aquel objeto con un grado razonable de homogeneidad empleado en diversas transacciones sociales fundamentales que son ajenas al comercio como son los pagos matrimoniales. En esta distinción entre dinero comercial y no comercial radica una cualidad del dinero no capitalista que Einzig denomina el carácter dual que posee este tipo de dinero en cuanto a sus usos monetarios y no monetarios. Por ejemplo el ganado usado como patrón, medio de pago y medio de acumulación de riqueza puede considerarse como dinero en muchas sociedades, pero al ser ganado al tiempo que dinero no se puede calcular nunca el volumen de “dinero” existente, porque es imposible trazar una frontera entre los usos monetarios y no monetarios. Este carácter dual hace inaplicable, por ejemplo, la teoría monetaria cuantitativa a muchos de los dineros no capitalistas. Por último, en los intercambios de muchas sociedades, al tiempo que se realizan cierto tipo de transacciones comerciales, circulan ciertos dineros llamados pasivos o pseudo-dinero que no están directamente implicados en los valores de la transacción pero sí la acompañan. Tal es el caso del intercambio de productos que acompañaba al intercambio ceremonial de brazaletes y collares del Kula. Este tipo de intercambios quedan a medias en la clasificación entre dinero comercial y no comercial. La expansión colonial y sus relaciones con sociedades sin instituciones definidas en términos económicos: el dinero del tráfico de esclavos en África El cauri comenzó a usarse como dinero cuando las monedas metálicas ya estaban bien establecidas, por lo que el uso del cauri no se debió al desconocimiento de sistemas de dinero más “evolucionados” sino que tiene más que ver con el establecimiento de reinos centralizados, con la concepción local de la riqueza, con el pago de tributos y con el comercio local de alimentos. No - 53 - obstante, es común la coexistencia de distintos sistemas de intercambio interactuando en una misma red comercial. El cauri es un pequeño molusco que habita en el Pacífico y el Índico. Dos de sus especies son el cypraea moneta y el cypraea annulus. La mayor concentración del primero de ellos, de más valor, se encuentra en las islas Maldivas donde, además, es más pequeño lo que supone una ventaja para su comercio pues ocupa y pesa menos, lo que facilita su transporte. Hay testimonio del uso del moneta en diversas zonas del mundo, pero los principales lugares en los que se utilizaba como dinero son Bengala y África Occidental. En los dos sitios el cauri que se demandaba era el procedente de las Maldivas. En estas islas, el poder político central poseía el monopolio del cauri: todas las conchas eran entregadas al sultán. Este lo utilizaba para adquirir arroz, tejidos y sal, que luego redistribuía entre la población. La historia del tráfico del cauri se puede dividir en dos grandes periodos: el previo a la llegada de los europeos caracterizado por el uso de dos rutas fundamentales: la de Bengala, vital para las Maldivas debido al arroz, y una segunda que se dirigía al oeste, básicamente monopolizada por los mercaderes islámicos, y que transcurría por el Golfo Pérsico, a través de Aman y concluía en Venecia o en El Cairo, desde donde se conectaba con las rutas terrestres transsaharianas, también controladas por los mercaderes islámicos y finalizaba en diversos puntos de África Occidental. Con la llegada de los portugueses a la zona se inicia un cambio en el comercio del Índico, aunque el tráfico de mercancías por las rutas primitivas se mantuvo activo al tiempo que se producía la expansión europea. La ruta marítima europea circumnavegaba África a pesar de lo cual el cauri tardaba aproximadamente un año en llegar a su destino final en África occidental. Los barcos procedentes del Índico seguían su trayectoria hasta Amsterdam o Londres y desde allí las conchas del molusco emprendían un nuevo viaje a África tras haber sido subastadas. Una vez llegado el cauri a Londres o Ámsterdam se producía un tráfico intraeuropeo de las conchas, en el que intervenían Francia, Portugal y Dinamarca, además de Inglaterra y Holanda. El interés de los comerciantes de estos países se debía a que la demanda de cauri en los reinos de África Occidental convertía a estas conchas en el principal medio de cambio para adquirir esclavos, la “mercancía” más ansiada del continente, los cuales eran llevados a las plantaciones americanas. Holandeses e ingleses fueron los artífices del comercio transcontinental del cauri, entre ambos lo configuraron y lo convirtieron en el dinero de la esclavitud porque lograron canalizar la demanda africana de cauris con la europea de esclavos, asociando ambos comercios. Por ello, cuando el comercio de esclavos creció en el siglo XVIII, el asociado del cauri también lo hizo. Sin embargo, el tráfico del cauri realizado por los europeos tuvo que adaptarse a los canales habituales de comercio de las Maldivas. A partir de 1796 con el control de Ceilán y la caída holandesa, los ingleses pasan a dominar en solitario el comercio del cauri, que ya se encuentra en su última fase debido a tres factores fundamentales: 1. La abolición “legal” de la esclavitud en 1807. 2. La inflación provocada por la introducción en África Occidental del cyprea annulus de Zanzibar por parte de comerciantes alemanes. 3. El dominio colonial directo pues las autoridades coloniales no aceptaban el cauri para pagar impuestos. Después de esto, el tráfico por el que habían disputado varios países europeos en el Índico desapareció definitivamente. En cuanto a la situación en África Occidental, en todas las sociedades estatales funcionaba una red de impuestos de gran importancia desde el punto de vista del comercio y los comerciantes. Controlar una ruta comercial era una fuente de ingresos segura para el gobernante.. Estas luchas por el control de las rutas comerciales favorecieron la aparición de reinos centralizados. Pero a pesar de utilizarse como dinero, el cauri no circulaba por igual entre los distintos grupos de estatus ni fue nunca dinero para todo uso. En el comercio interno fue el dinero de los pobres, dinero válido para transacciones cotidianas, Hay que tener presente que el cauri siempre se utilizó con otros sistemas de dinero. El hecho de que el patrón de valor y unidad de cuenta en la mayor - 54 - parte de la zona fuese una unidad indivisible (el esclavo) impedía que el propio cauri sirviese como medio de cambio universal para las grandes transacciones realizadas con los europeos En el caso de África Occidental, el recurso fundamental de un reino no era el territorio sino las gentes mismas. Por ello, desde un punto de vista interno, los esclavos eran un capital social y político, mientras que para árabes y europeos eran capital económico, mano de obra barata. La venta de hombres por mercancías existía ya desde el propio establecimiento de las primeras rutas comerciales. Lo que entendemos por tráfico de esclavos surgió a partir de la llegada de los europeos a África Occidental. Ya en 1450, los portugueses habían adquirido esclavos en África para trabajar las tierras en el propio Portugal, y para Madeira y las islas del Cabo Verde. Hacia 1520 ya se puede hablar de tráfico de esclavos, aunque todavía a pequeña escala, cuando los portugueses comenzaron a enviar africanos a sus plantaciones brasileñas. Pronto Holanda, Francia, Inglaterra, Alemania y Escandinavia competirán con la compañía holandesa, hasta que hacia 1713 dejen de monopolizar la situación al pasar el poderío marítimo a Gran Bretaña. Puntos esenciales de este último apartado: El complejo entramado que se forma al participar en un mismo circuito pueblos con sistemas sociales, políticos y económicos tan diferentes. Además un mismo objeto, el cauri, les servía a cada uno de ellos para múltiples usos y fines. Se producía una triple interacción entre Estados que adquirían un objeto que al convertirse en dinero constituía un elemento fundamental de su organización política. Pero el resultado de esa interacción fue la configuración de un circuito intercontinental. Los pueblos participantes en este circuito se vieron inmersos en la mezcla resultante de dos sistemas que siguiendo la terminología de Polanyi, podemos definir como sistemas en los que la economía está incrustada en el resto del entramado social y sistemas en los que la economía se define como no incrustada.. - 55 - Tema 18. El sistema de mercado Surgimiento paralelo de la economía de mercado y de la ciencia económica. Separación en occidente de la esfera económica de las religiosas, morales y políticas. Quesnay, Locke, Mandeville, Adam Smith y Marx. La génesis del proceso: ¿la mano invisible del mercado, la ética protestante o el Estado? La gran transformación: la consideración del trabajo, la tierra y el dinero como mercancías. La ideología moderna y la aparición del concepto de individuo como valor. La utopía ideológica del liberalismo y la persistencia de la incrustación de la economía en las instituciones sociales. Temas centrales 1. Surgimiento del sistema de Mercado y de la Ciencia Económica. 2. La ideología moderna y el surgimiento del individuo como valor. 3. El liberalismo económico como utopía. Textos de estudio: 1. Paz Moreno: Introducción (pág:31-43 de addenda) y Presentación (pág:13-24 EGM) 2. Isidoro Moreno: La ideología de la modernidad (pág: 485-514 de EGM) 3. L.Dumont: El valor... (pág:123-155 de EGM) 4. Otros textos: K.Polanyi (pág:233-260 de EGM) y R.Bartra (pág:59-62 de addenda) Como estos textos se han trabajado en otros temas, os indico el número del mismo para que los podáis consultar, a excepción del texto de L. Dumont, del que haré un resumen de todo el texto al final del desarrollo del tema por ideas centrales. DESARROLLO DEL TEMA. 1.Surgimiento del sistema Mercado y de la ciencia Económica. Si consideramos a la economía como un fenómeno separado del resto de los aspectos de una sociedad, estamos encuadrándonos dentro de la visión propia de las sociedades occidentales. Lo determinante para la sociedad occidental, lo que las ha configurado como tales, ha sido la existencia de una institución a la que denominamos “mercado” Durante los dos últimos siglos, en Europa Occidental y Norteamérica, el sistema económico ha consistido en un sistema de mercado formador de precios. Desde una óptica formalista, la vida del hombre se ve condicionada por la necesidad de elección de los fines a los que desea destinar la parte de los escasos recursos con los que cuenta. Los fines están, por tanto, jerarquizados, y los recursos (medios para conseguir lo que deseo) son insuficientes y de usos alternativos. La ciencia económica es el estudio de la asignación de los escasos recursos. Esta premisa sólo es cierta dentro del sistema de mercado y bajo un encuadre de la concepción formalista en economía. La ciencia economica se basa en la concepción del hombre como individuo cuya norma de actuación es la maximización del beneficio, y que puede operar gracias a la existencia del mercado, “ser” que se autorregula y que solo puede operar con mercancías. Aquellas realidades que se escapan a su control, deben ser trasformadas en mercancías, para que pueda operar con ellas. La Gran Transformación, es precisamente la conversión del trabajo del hombre, de la tierra y del dinero, en mercancías, de forma que ese mercado formador de precios, pueda operar con ellas Desde este enfoque, todas aquellas sociedades sin mercado, son consideradas como noeconómicas. Son versiones subdesarrolladas de la economía occidental. La escuela substantavista revindica la existencia de la esfera económica en todo tipo de sociedad, y esta actividad económica se encuentra incrustada en la vida de la comunidad, no pudiendo separar la economía de la familia, la religión, la moral o la política. La extensión de la idea de que el mercado es la única verdad es la nueva forma de globalización (antes hubo la religiosa, después la política, más tarde la ideológica, pero la actual, la que arrasa por su fuerza como “generadora de globalización” a las otras, es la del mercado) - 56 - 2. Ideología moderna y el surgimiento del individuo como valor. Lo que salva al individuo de su condición más salvaje es el encuentro con la divinidad, un encuentro individual, a partir del cual, el individuo debe desarrollar todo su potencial a modo de compensación a esa divinidad. Ese potencial se encauza gracias la trabajo, a la producción. Tras el cambio de homo sylvaticus en homo economicus, se encuentra la salvación. Y este proceso tiene que hacerse en la soledad del individuo consigo mismo. Hay una tensión individuo-sociedad: la soledad es lo deseable, pero le entristece, y no hay que olvidar que estamos “condenados” a vivir entre los demás. El capitalismo se desarrolla cuando hay un “otro” con el que intercambiar y del que yo puedo obtener un beneficio mayor de lo que él obtiene por nuestro intercambio. La influencia del protestantismo en cuanto valor ascético de la vida, y el encuentro del propio individuo con la deidad de forma directa, sin intermediarios, y en un entorno de soledad, va a potenciar el valor individual por encima del grupal. Dumont también reflexiona sobre el valor del individuo que se erige sobre la colectividad. Y constata que en la modernidad el valor central es la independencia del propio individuo, y que dicho valor central (muy apreciado en EE.UU.) choca con la necesidad de la vida social y dependiente propia de la modernidad, lo que provoca contradicciones. Lo que genera una confusión a la hora de saber que es de verdad lo primero, que tienen más valor, el individuo o el grupo. La ciencia, para descubrir la esencia del individuo prescinde del aspecto moral. Se ha centrado en el “ser”, pero se ha olvidado la dimensión de las diferentes “formas de ser”, vinculadas éstas a la moral. Lo que es propio de la modernidad es separar hechos y valores, ser y formas de ser, y además de separar, optar por el hecho, por el hecho único y asilado, por el individuo. Y olvidar el contexto, lo relacional, lo que puede tomar diferente valor, dejar la dimensión holistica. El individuo para percibirse como tal, necesita extraerse de su medio. Olvidar las diferencias es encumbrar la esencia a la totalidad. Quitando los adjetivos (ricos, blancos, negros, pobres, listos...) nos queda el sustantivo y solo el sustantivo: el hombre. Esta es la esencia del individualismo: como es de todos, solo puede existir uno. Y de su existencia toma su valor, es enormemente valioso, es uno y todopoderoso, es fuente de los valores. No es la sociedad quien tiene los valores, es el individuo. El hombre es quien pondrá, mediante la ciencia y la tecnología, desarrollar un crecimiento económico indefinido, y que será acompañado de un desarrollo moral y social. 3. El liberalismo económico como utopía Considerar al hombre como ser todopoderoso, capaz de generar un mundo de riqueza desde la nada, supone elevar a categoría sacra la capacidad del individuo por la cual es capaz de obrar tal maravilla, esa capacidad es la libertad. Libertad que los individuos deben emplear sin restricción o regulación. Todo intervención que este orientada a imposibilitar el desarrollo de la libertad individual esta impidiendo el pleno desarrollo del hombre. Igualar libertad y hombre es la esencia del liberalismo. Aunar libertad económica y hombre es creer que el hombre todo lo puede y todo lo consigue, es romper los limites del bienestar relativo y tender al absoluto, es permitir crear un mundo hacia el que tenemos que llegar, es fijar el rumbo del desarrollo de la humanidad. El logro del liberalismo económico es La globalización del mercado, no solo es positiva, sino inevitable. Y se enmarca en el concepto de una única sociedad planetaria (la aldea global de Maculan) con un solo modelo económico (el del mercado libre), con un único sistema política (la democracia liberal) y un único sistema cultural (la civilización moderna). Esta es la forma en que la humanidad vivirá en el futuro. Es su isla de Utopía. Y en esta isla, el mercado anulara a la política, a la cultura y a la vida social. Texto de L.Dumont “El Valor en los modernos y en los Otros” (EGM 123-155) - 57 - En la antropología inglesa se ha usado el concepto “valor” como un sustituto del de “idea”, sin embargo no son iguales y existe una jerarquía y una relación entre ellas, la cual esta determinada en función del modelo de cultura. Para la cultura moderna el valor predominante es el individuo y la filosofía trata sobre los valores individuales (aunque la antropología lo haga sobre los valores sociales). Los valores son diferentes en función del medio social, cosa que no ocurre con la verdad científica de validez universal, y es por ello que el “valor” parece relativo, inasequible, confuso Desde la antropología “valores” se entienden como la atomización de la cultura (a modo de rasgos culturales), y donde suele resaltar un valor como central (p.ej: el valor fundamental de la cultura norteamericana es “no depender más que de si mismo” –self-realiance–. Intensificación del individualismo europeo. Valor que encierra una contradicción en sí, y es que el hombre depende en la vida social de los demás Para Kluckhohn, y para Florence Kluckhohn, los valores: 1.Son esenciales para la integración y la permanencia del cuerpo social así como para la creación de la personalidad individual. 2. Están unidos al concepto de “ideas” Siempre hay un mínimo de ideas y creencias junto a los valores. 3.Los valores se organizan jerárquicamente. Los valores son elementos que se combinan de forma diferentes en cada cultura.. La forma de enfrentarse al problema de los valores desde la cultura moderna es que no es posible deducir lo que debe ser de lo que es. Se ha separado el ser (hechos) y el deber ser (valores). Esta separación provoca en el hombre incomodidad (si sabemos lo que debemos hacer ¿por qué no lo hacemos?) Para solventar el problema: a) suprimimos los valores. b) se declaran carentes de sentido los juicios de valor. c) los fines (valores concebidos o intrínsecos) se reducen a los medios (valores operativos o instrumentales). Otra forma, muy peligrosa, es trascender el individualismo mediante ideologías totalitarias, no solo por la violencia de su imposición, sino por la incompatibilidad de los valores. La ciencia social estudia las representaciones sociales como hechos sociales de una especie en particular, estudiándolos “libres de valor” (sin enjuiciarlos), lo que puede llevar a consecuencias aberrantes al admitir determinados hechos. Por otro lado existe el planteamiento de no poder entender determinados valores si no nos adherimos a ellos y que relativizar los valores es suprimirlos. En este planteamiento reside la esencia de la no posibilidad de entender mas cultura que la nuestra. Pero la cultura que separa hechos y valores es la occidental. ¿ y cómo podemos encontrarnos con otras culturas entonces,? Culturas que imbrican los valores a la concepción del mundo. Los valores en todas las culturas se representan en forma de “sistemas de valores”, el cual es una abstracción de ideas. El ejemplo que pone el Dumont es el valor del concepto derecha e izquierda, haciendo referencia a la imagen corporal y el predominio de la mano derecha sobre la izquierda se traduce en consignar un valor positivo a la derecha y negativo a la izquierda. Para otra forma de ver NO-MODERNA, el valor de la derecha y la izquierda toman su valor como parte del cuerpo (superior jerárquico a las manos). Trabajar con la idea-valor implica la existencia de una jerarquía. Es importante no oponer la forma de pensamiento de la sociedad moderna al de la sociedad nomoderna, ya que la primera engloba a la segunda, este pensamiento total no ha desaparecido completamente en nuestro mundo. - 58 - El científico social no puede estar libre de ideas-valor respecto al objeto de su trabajo, como lo han hecho los científicos naturales. Las sociedades no-modernas se sitúan desde la concepción global, las modernas desde la segmentaria. Como ejemplo pone el del valor de los intercambios, donde en las sociedades nomodernas no solo se intercambian cosas, sino parte de las personas, y el valor de los objetos que sirven para las transacciones no tiene un valor intrínseco (hecho económico), sino que se da en función del sujeto (grupo) que las realiza lo que le confiere un grado de hecho social total. Hay dos situaciones características de la modernidad: 1.El individuo como valor moderno. 2.La relación hombre-cosa vs. relación entre hombres. El concepto de individuo implica reconocimiento de libertad, libertad de uso exclusivo del individuo, lo que implica que el grupo delega valores en él, para que sean conformados haciendo uso de esa libertad, libertad que le es dada por la sociedad, por el todo grupal, de forma que la totalidad de las individualidades quedan vinculado a ese todo siendo no posible el grado extremo de libertad, no vincularse al grupo. El hombre puede insertarse en un mundo donde el conocimiento (deber ser) y la acción (ser) estén armonizados. Las ideas están en conformidad con la naturaleza y el hombre de forma consciente se ubica en el mundo. Pero en aquel mundo donde no hay un orden significativo, donde no existen los valores, existen las cosas. Y el hombre opta por relacionarse con las cosas en lugar de relacionarse con los hombres. Por ultimo, el autor establece que toda cultura lleva grabada su ideología y que afecta al hombre de forma involuntaria, y que es una huella que se reconoce como similar cuando se compara con la de otras culturas, haciéndolas “humanas”. Termina con un pensamiento acerca del reconocimiento de la igualdad de los diferentes (hombresmujeres, homosexuales, blanco-negros...). La igualdad deja fuera la diferencia, y con el tiempo se pueden perder el valor de lo diferente. Otra forma de reconocer al otro es mediante la jerarquía y el conflicto, más simple este ultimo, más complejo la primera, Dumont prefiere la jerarquia. - 59 - TEMA 19: EL IMPACTO PLANETARIO DEL CAPITALISMO. La revolución industrial inglesa y las nuevas clases sociales: mecanización, fábricas y urbanización. La expansión colonial. Nuevas regiones de abastecimiento: el algodón sureño, Egipto y la industria textil de la India. El movimiento planetario de mercancías. Las nuevas especializaciones regionales. Apropiación de territorios y dominio, expulsión o exterminio de los pueblos “primitivos”. Producción de mercancías: alimentos, cosechas industriales y estimulantes. El trabajo como mercancía: los mercados de trabajo, el desarraigo social y las grandes migraciones. Las nuevas segmentaciones étnicas. Problemas centrales: El Capitalismo: el mercado de trabajo. La revolución industrial y sus consecuencias. La expansión: El colonialismo Diferenciación y movimiento de mercancías. Los nuevos trabajadores. 19.1 El capitalismo: El mercado de trabajo. La revolución industrial y sus consecuencias. La revolución industrial inglesa. El nacimiento de la revolución industrial comienza en Inglaterra movido por dos factores fundamentales: la producción textil y la construcción del ferrocarril. Dentro del sector textil, Inglaterra fue el lugar donde primariamente los capitalistas transforman los modos de producción aumentando la productividad mediante la incorporación de nuevos inventos que mecanizan un trabajo primariamente manual, y que a su vez crean nuevos tipos de trabajo y con ellos una nueva organización social. Durante el s. XIX, surgen también las primeras fabricas por diversos motivos entre los que destacan la necesidad de eliminar los costos de transporte de mercancías; aumentar el control de los trabajadores (el trabajo en el domicilio de los trabajadores disminuye la producción ya que permite a estos combinar el trabajo agrícola con el textil en detrimento de el último), establecer una continuidad y una sincronización entre los diferentes procesos. Con el nacimiento de las fábricas nacen también las grandes ciudades industriales y la clase proletariado inglesa. Este nacimiento no es algo sencillo ya que resulta una imposición para los trabajadores que recurren al trabajo en las fábricas por pura necesidad ya que es algo que de principio rechazan. Con la mecanización de la industria textil, Inglaterra llegó al predominio del modo de producción capitalista. Extendiéndose hacia fuera a lo largo del s.XIX puso al mundo entero bajo el dominio inglés directo en algunas zonas o envolviéndolo penetrando estratégicamente en otras partes. El resultado de este proceso fue un complejo sistema jerárquico controlado por el modo de producción capitalista, que incluía un vasto conjunto de regiones subsidiarias con diferentes combinaciones del modo capitalista con otros modos. Las industrias capitalistas dominaban el sistema pero descansaban en apoyos variables y cambiantes. Según Ernest Mandes: un sistema articulado de relaciones capitalistas, semicapitalistas y precapitalistas, eslabonadas entre sí por relaciones capitalistas de intercambio y dominadas por el mercado mundial capitalista. Antes de que las relaciones capitalistas pudieran dominar la producción industrial, Había que transformar al Estado para que dejase de ser una estructura tributaria y se convirtiera en una estructura de apoyo a la empresa capitalista. ¿Por qué sucedió esto en Inglaterra? Ya desde el s.XV Inglaterra vendió la lana de sus ovejas al exterior apareciendo jerarquías de comerciantes. Pero hicieron falta 4 hechos interrelacionados para la consolidación del nuevo sistema: 1º los terratenientes se apresuraron a hacer de la agricultura un negocio; se dedicaron a la cría de ovejas e intensificaron los cultivos. 2ºuna cadena de eslabones entre el interior y Londres dio origen a una variedad de grupos comerciales que interaccionaban entre los señores tributarios. En muchas partes de Europa, los aristócratas no podían participar en el comercio ni los comerciantes podían hacerse con tierras. Pero en Inglaterra familias de comerciantes y nobles se casaban y se interrelacionaban de un modo poco común. - 60 - 3º en Inglaterra la renta se fijó por la costumbre, y su valor disminuyó conforme perdía valor por la inflación. Los aristócratas agobiaron además a los campesinos con cuotas sobre herencias. Esto produjo que los campesinos buscasen un empleo alterno. 4º las luchas políticas dieron más libertad a los estratos inferiores de terratenientes y agentes comerciales de las provincias. Los comerciantes extendieron sus operaciones por todo el campo de dos formas: dando trabajo a los artesanos de ciudades provinciales que pasaban a pequeños talleres; estableciendo un sistema en el que distribuían las materias primas entre trabajadores que las procesaban en sus casas. Generalmente estos dos sistemas se entrelazaban. Este comercio textil no tardo en enfrentarse a la competencia holandesa e india. Para hacer frente a esta competencia adoptaron un producto más barato y mejoraron la producción mediante maquinaria.Así surgieron las primeras fábricas y así las ciudades industriales llegaron a ser grandes mercados de trabajo en los que diversos grupos y categorías competían por los empleos disponibles. Estos mercados de trabajo creaban una oposición constante: oposición entre artesanos y operadores de máquinas; entre supervisores de producción y productores; entre hombres (cuyo trabajo era más caro) y mujeres y niños; entre empleados y desempleados; entre trabajadores ingleses y emigrantes irlandeses. La otra gran industria que mueve el capitalismo es la construcción de ferrocarriles y sus dos derivados: la producción de acero y la minería de carbón. Esta industria fue una gran ventaja al absorber enormes cantidades de capital que solo sobrepasaban la industria de armamentos de la guerra moderna y apenas iguala la construcción urbana moderna. La industria de ferrocarril, originaria también de Inglaterra, se propagó velozmente al exterior. El nacimiento y rápido desarrollo de los ferrocarriles en EE.UU. se debió en gran parte a la participación de capital inglés. Los ferrocarriles son la segunda fase de la revolución industrial: hicieron que la producción ya no dependiese de los textiles de algodón y los hiciese del hierro y el acero. El crecimiento de la industria textil inglesa inició un orden social edificado sobre un nuevo modo de producción. Los capitalistas compraban máquinas y contrataban trabajadores para moverlas, a la vez que una nueva población de trabajadores se sometía a la disciplina del trabajo a cambio de salarios. Este control de los medios de producción permitió al capital combinar las máquinas y la fuerza de trabajo y disponerlos al servicio del aumento de producción y del provecho. Igualmente detendría las máquinas y despediría trabajadores en lugares de poca ganancia y reiniciaría la producción en otras regiones que prometieran utilidades más elevadas. Las nuevas industrias requerían también materias primas por lo que amplias regiones del globo se reorganizaron con vistas a proporcionar a las fábricas esos materiales. A su vez, la construcción de ferrocarriles y el florecimiento de la navegación ampliaron la superficie de abastecimiento y tráfico de mercancías. Nuevas regiones de abastecimiento En su expansión de la industria textil, en un principio Inglaterra obtendrá el algodón de su colonia los EE.UU. y también de Egipto. Más adelante, tras el bloqueo del comercio con EE.UU. comienza a abastecerse en la India (aunque su algodón era de fibra corta de menor calidad) para sus posteriores exportaciones a China. ALGODÓN DEL SUR Respecto al cultivo del algodón en EE.UU., podría decirse que fue un factor de importancia en la perduración de la esclavitud hasta entrado el s. XX. Como causa de esta perduración, debe considerarse la demanda, casi únicamente, inglesa de algodón. EGIPTO Fue una de las primeras regiones otomanas en buscar lazos comerciales con Occidente, y al hacerlo se convirtió en el primer caso de un estado no europeo que trató de ponerse al paso de la industrialización y la comercialización en Europa. El gobernador Mehemet Alí, en 1820, puso en marcha un programa con la ayuda de los primeros “tecnócratas” de Europa, que ayudaron a construir el Canal de Suez LA INDUSTRIA TEXTIL DE LA INDIA - 61 - En la India, a pesar de los derechos de importación de Inglaterra, de impuestos ordinarios y de exportaciones capitales, los textiles representan el único ámbito económico en que predominó el capital nativo. Después de un período inicial de destrucción política y económica de buena parte de la población artesanal india dedicada a tejer a mano, la expansión del imperio Británico y su comercio, principalmente el encauzado al Oriente, permitió el crecimiento secundario de una industria textil india basada en la maquinaria con su propia base de abastecimientos y mano de obra. Aun cuando este crecimiento industrial no se sostuvo, nos ofrece un ejemplo temprano de industrialización capitalista en la periferia; este proceso se aceleró en el s. XX. 19.2- La expansión: el colonialismo. ¿cual es la fuente de la tendencia del capitalismo a moverse más allá de sus fronteras? La respuesta de Marx fue que la incesante acumulación de capital, con los crecientes niveles de productividad (por la inversión en tecnología) producen resultados extraños y contradictorios. El capital compra dos elementos: medios de producción y fuerza de trabajo. Al aumentar los insumos tecnológicos aumenta la proporción de capital invertido en medios de producción en tanto que disminuye el invertido en fuerza de trabajo. La contradicción crucial del capitalismo. La competencia requiere inversión en el los medios de producción, pero ese mismo crecimiento amenaza con producir un descenso en la tasa de ganancia. Cuando la proporción cae por debajo de cierto punto sobreviene la crisis. Puede volverse improductivo: cerrando fábricas, bajándo los salarios. O también puede que bajen los precios y la ganancia se reduzca o desaparezca, lo cual puede producirse por que la competencia haga que se produzca más de lo que se pueda vender, o de la falta de poder de compra de los consumidores. Los autores que siguen a Marx, se valen de uno u otro aspecto de este modelo de crisis capitalista par explicar la tendencia del capitalismo a extenderse más allá de los confines de un sistema político individual. Marx no habla de imperialismo, sino de comercio exterior. Sin embargo, la búsqueda de una explicación del imperialismo fue el principal interés de algunos de sus sucesores como Lenin o Rosa Luxemburgo. Lenin defendía que el imperialismo era un etapa posterior al capitalismo en desarrollo. En esta etapa oligarquías financieras dominaban toda la economía y trataban de expandir su inversión hacia el extranjero lo que exigía nuevos controles (Gran Represión). La propagación del imperialismo y las extensión del dominio colonial abierto parecen ser más bien resultado de una interacción mas compleja de conjuntos sociales de la que podría colegirse de la explicación de Lenin. Rosa Luxemburgo considera que el capitalismo solo puede crecer ampliando sus mercados, vendiendo sus productos a nuevos compradores. Para ella, estos compradores solo pueden hallarse en economías no capitalistas. Sin embargo, no dice de donde sacarán el poder de comprar los posibles compradores para adquirir los bienes producidos por la industria capitalista. En cambio, si señala la tendencia del modo capitalista a ensancharse en busca de materias primas y mano de obra barata para procesarlas. Ejemplos de apropiación de territorios y dominio de los pueblos entendidos como “primitivos” por razones de expansión comercial hay muchos al lo largo de los s. XVIII, XIX,y XX. En algunos casos esta expulsión se realiza por la fuerza, como en el caso de la expulsión de los indios nativos americanos del Misisipi (Págs. 343 y siguientes). E incluso mediante la guerra como los pueblos de Sudáfrica.(Págs. 419 y siguientes) Otro tipo de colonización menos llamativa es la que se realiza mediante el comercio. Existen perímetros fronterizos no capitalistas (ej. interior de América Latina, América del N., islas del Pacífico) que sucumben al capitalismo indirectamente. Mientras permanecían limitadas las esferas de relación de intercambio las relaciones fueron más o menos iguales en sus tratos. A medida que se ensancha la esfera de intercambio los productores nativos dejaron de ser socios y se convirtieron en clientes del comerciante, dependiendo de determinados productos como armas de fuego, municiones, trampas de acero. No siempre el capitalismo anuló otros modos de producción, pero sí transformó la vida de los pueblos. Estos cambios fueron particularmente críticos en el último cuarto del s. XIX 19.3- Diferenciación y Movimiento de Mercancías. El estado sirve para mantener y promover las relaciones estratégicas que gobiernan el despliegue capitalista del trabajo social. Sin embargo, en cada estado esta función se lleva a cabo de manera - 62 - diferente y con consecuencias distintas. Esto es debido en su mayor parte a razones históricas de cada lugar concreto ya que el capitalismo no alcanza el poder de manera repentina sino que se desarrolla a través del tiempo de distinta manera. Una vez concluidas las guerras internas, el problema del dominio de clase asumió la política de “quién recibe que y cuando” dentro del encuadre de la dominación de clase. Estas soluciones también difieren de un estado a otro. Dentro del capitalismo, la política entraña, antes que nada, conflictos entre segmentos de la misma clase. Pueden llegar a ser tan grandes que amenacen al propio estado. Llegando a este caso, diferentes segmentos de la clase capitalista se aliarán con segmentos de otras clases. Dando que las características de todas estas clases varían de un estado a otro, variará también la índole de los conflictos y alianzas intraclases e interclases. Esta variabilidad, que obra a lo largo del tiempo, modela acumulativamente la forma y función del aparato del Estado. Otra fuente más de diferenciación entre estados es el modo en que cada grupo capitalista participó en la acumulación de capital en el exterior. El Movimiento Planetario de Mercancías A partir del siglo XV soldados y marinos europeos llevaron a sus gobernantes hasta los últimos rincones del globo y comerciantes europeos establecieron sus almacenes en puntos dispares. Tras dominar las rutas marítimas los comerciantes invadieron las redes existentes y las conectaron entres sí. La actividad mercantil, alentada y robustecida por la protección del Estado, ensanchó muchísimo el flujo de mercancías, aunque en gran medida se mantuvo dentro de cauces definidos, protegida por un caparacho de privilegios y prerrogativas. A finales del siglo XIX la producción capitalista dio un salto aumentando la demanda de materias primas. Se creó un mercado de amplísimo alcance mundial. La Gran Depresión de el origen de la hegemonía inglesa, simultáneamente en Europa se produce un profundo cambio de producción agrícola. Varios estados europeos buscan nuevas inversiones y mercados (es decir, regiones de materias primas a bajo precio.) En este apartado Wolf describe numerosos ejemplos de comercio con materias primas, estimulantes y oro y diamantes (ver esquema anexo i). Resulta muy complicado de resumir ya que resultaría muy extenso. Se podría concluir este apartado diciendo que en todos los ejemplos se muestra el cómo mediante maniobras de mercado o bien mediante la coerción de la guerra se cambia la vida de pueblos no capitalistas sumergiéndolos obligatoriamente en el mercado mundial. En la mayoría de los casos se cambian los asentamientos naturales de estos pueblos ej. comercio de caucho en el Amazonas, lo que ya produce en sí numerosos cambios en el manejo de los recursos de subsistencia. Se ven obligados en muchos casos a emigrar en busca de trabajo asalariado en malas condiciones. Ej. té, opio. también se ven obligados a las especialización en determinados cultivos “rentables” ej azúcar, convirtiéndose así en dependientes del mercado para obtener materias primas para su subsistencia y perdiendo su autonomía. En algunos casos, los cambios resultaron tan radicales que afectaron a su organización de parentesco; patrilinajes con patrilocalidad que desaparecen para convertirse en extraños conjuntos de patrilinajes con matrilocalidad (ej. mudurucúes, Amazonas) e incluso sistemas basados en parentesco que pasan a ser estados gobernados por un solo miembro(ej. zulúes de Sudáfrica). También se producen cambios de fronteras naturales entre pueblos (Sudáfrica), éxodos masivos (indios Norteamericanos) y asimilación de unas tribus en otras más fuertes. ESPECIALIZACIONES REGIONALES Como ya mencioné antes, a lo largo del s. XIX regiones enteras se les obliga a especializarse en alguna/s cosechas estimulante ( té, azúcar, opio,....). debido a esta especialización los cambios en el mercado mundial pasan a tener consecuencias directas al nivel local: cas , parentesco, la comunidad, la región y la clase. La especialización no se produce solo en cosechas o actividades industriales, sino también entre trabajadores. PRODUCCIÓN DE MERCANCÍAS Los intercambios de productos fueron impuestos por dominación política y/o económica. Las relaciones privilegiadas entre el plantador y comerciante cedieron el paso al libre flujo de capital líquido. Para maximizar la acumulación de capital y bajar los costos de trabajo, debía permitirse - 63 - que capital fluyera libremente hacia formas y variedades de agricultura susceptible de intensificación y expansión. Las sociedades por acciones metropolitanas adquirieron sus bienes y transformaron la tecnología y organización de la plantación y la pusieron bajo el control de sociedades con capital sacado de grandes urbes (N.Y., Hamburgo, París). Gigantescos organismos productores tales como United África Company, United Fruit,... acabaron por dominar ramas enteras de actividades económicas y también países enteros. Fue así como la agricultura de plantación y la producción en pequeña escala quedaron sujetas a controles comerciales y financieros situados en centros distantes. El s. XIX presenció también un incremento y perfeccionamiento de la producción de cultivos comerciales en fincas pequeñas. Se puede decir que los campesinos se volvieron agricultores. En Europa conforme la producción artesanal bajo el control de comerciantes cedía el paso a la industria capitalista, los campesino-artesanos mas pobres se veían orillados a renunciar al cultivo y mudarse a fuentes de empleo en la industria, dejando así que sus vecinos más afortunados absorbieran su tierra y la emplearan para cosechar productos especializados. Este proceso no ocurrió solo en Europa, sin también fuera especialmente África occidental y sudeste de Asia, tampoco fue un proceso terso que ocurrió en todas partes al mismo tiempo. La expansión de la agricultura comercial incluyó el desarrollo de una estructura de varias capas de flujos de capital, de producción y venta locales. De particular importancia en la nueva especialización agrícola mundial fueron los granos: en Europa y América el trigo y el arroz en Asia; también la ganadería especializada y las cosechas de alimentos, por ejemplo plátanos, en plantaciones. El mundo anterior a 1400 estaba ya cruzado por sendas de intercambio mercantil entre y dentro de sociedades. Mucho antes de la llegada de los marinos mercantes europeos para abastecer este comercio. Sin embargo, la expansión europea creó un mercado de tamaño mundial. Incorporó redes preexistentes de intercambio y creó nuevos itinerarios entre continentes; alentó la especialización regional e inició movimientos mundiales de mercancías. Se acabaron la independencia y la autonomía del intercambio comercial, pues la tasa de ganancia ya no dependía únicamente de discrepancias regionales en precios sino de los procesos de la producción misma. Ahora los “pueblos sin historia” fueron atraídos al seno de un sistema que enjaezó los recursos del mundo a la causa de la acumulación de capital. Esto no significa, que todos los arreglos de producción tendentes a llevar mercancías al mercado fueran capitalistas El Trabajo como Mercancía. La esencia del capital es su aptitud comprando fuerza de trabajo. Esto requiere un mercado en el cual la capacidad de los hombres para trabajar pueda comprarse y venderse como cualquier otra mercancía. Los compradores ofrecen salarios que son aceptados por los vendedores a cambio de trabajo. Pero este es un intercambio asimétrico ya que los trabajadores renuncian al excedente de la producción a favor de la clase capitalista. Que las clases trabajadoras entren en la industria o la agricultura de plantación bajo el modo de producción capitalista constituye un fenómeno nuevo para el mundo. Una novedad que muchos observadores del s. XIX entendieron perfectamente. La parición de clases trabajadoras proporcionó un nuevo programa de historia moderna y de ciencia social, y los especialistas avanzaron tibuteantes en su nuevo papel. Los científicos sociales las trataron más como problemas que como actores sociales de propio derecho. Hace muy poco que los historiadores sociales se interesaron en escribir la historia del proceso y relaciones de las clases trabajadoras. LOS MERCADOS DE TRABAJO El mercado de trabajo es segmentado. En un momento cualquiera, las ramas de la industria con una elevada relación de capital de planta con fuerza de trabajo demandarán un alto nivel de destreza y capacitación, pagarán salarios relativamente altos y compensaciones y buscarán la estabilidad de su fuerza de trabajo. En tanto que las ramas de la industria con una menor relación de capital de planta bajarán los trabajos, no tomarán en cuenta las compensaciones sobre posición relativa, restarán importancia a los requisitos de capacitación y adiestramiento y emplearán una fuerza de trabajo inestable o circulante. Se establece una “aristocracia del trabajo” en la que en la cima están los grandes premios en cuanto a ingresos y prestigio, y en la parte más bajo trabajadores con salarios magros y empleos inestables. - 64 - EL DESARRAIGO SOCIAL Y LAS GRANDES MIGRACIONES La evolución de las clases trabajadoras se relacionó íntimamente con el crecimiento acelerado de las ciudades después de 1800 y el enorme aumento en tamaño, densidad y heterogeneidad de las poblaciones urbanas. Para satisfacer la creciente demanda de fuerza de trabajo los obreros empezaron a emigrar de las regiones donde había desempleo o desplazamientos en la agricultura o industrias domésticas, hacia regiones de actividad industrial o agrícola acrecentada. Suele distinguirse entre migración “interna” e “internacional”. Los movimientos a través de grandes distancias físicas crean problemas especiales de logística y comunicación. No obstante, el tamaño de la brecha social y cultural no está determinado por la distancia física o límites políticos. Es un error pensar que el emigrante es portador y protagonista de una cultura integrada homogéneamente que retiene o cede como un todo. Para el emigrante lo significativo es la posición en que está colocado en relación con otros grupos al momento de su llegada. Esta posición determina cuál de sus recursos anteriores podrá aplicar y cuáles deberá adquirir entre los nuevos. En el desarrollo del capitalismo destacan tres oleadas de migración, cada una de las cuales, al responder a cambios críticos en la demanda de trabajo, crea nuevas clases trabajadoras. La primera se asocia con el período inicial de la industrialización europea y comienza en Inglaterra, cubre distancias cortas ya que es todavía local y limitada. La segunda envía europeos al otro lado del mar (EE.UU. y Sudamérica) .la entrada de esta gente proporcionó la fuerza de trabajo que fundamentó la industrialización de los EE.UU. Una tercera oleada llevó a trabajadores por contrato a minas y plantaciones en los trópicos los que explica un buen número de fenómenos como el establecimiento de un fuerza migratoria de trabajo en las minas de Sudáfrica, el crecimiento del comercio sobre mano de obra india y china y la migración subvencionada de trabajadores italianos a regiones cafetaleras de Brasil. Wolf describe los siguientes ejemplos migratorios: EE.UU, Minas de África del Sur; plantadores que son indios orientales (chinos e Indios) y europeos; el trabajo chino (Singapur y otros destinos). Los nuevos segmentos étnicos.Wolf Una característica de los complejos industriales y las plantaciones capitalistas ha sido la yuxtaposición de grupos de diferentes orígenes sociales y culturales. A estas sociedades se les ha llamado a veces “sociedades plurales”, se supuso que este término indicaba su desunión interna. Se consideraban unidos mediante el poder de una minoría europea que era un segmento dominante. Este punto de vista es erróneo.. No es cierto que la uniformidad cultural allanará el camino a la creación de estados y formación de naciones en Europa. Los problemas planteados para integrar las divisiones regionales en países como Francia o España ponen en tela de juicio cualquier oposición simple de heterogeneidad plural y de homogeneidad europea. Las sociedades plurales no son un tipo especial de sociedad. Histórica y geográficamente son ej. concretos de la tendencia general del modo capitalista de crear una “masa gastable” de trabajadores tomados de diversas poblaciones para luego arrojar esa masa a la brecha para satisfacer las cambiantes necesidades del capital. El capitalismo ordena por una parte jerárquicamente a los grupos y categorías de trabajadores y por último recrea simbólicamente marcadas distinciones culturales entre ellos. Los intereses que dividen a la clase trabajadora son reforzados aún más por medio de llamamientos a distinciones “raciales” y “étnicas”. El capitalismo no crea estas distinciones étnicas y de raza, pero comunica a estas distinciones sus valores efectivos. Las distinciones de raza tiene consecuencias un poco diferentes de las variaciones étnicas. Designaciones como indio o negro reflejan el proceso político por medio del cual las poblaciones de continentes enteros se les convirtió en proporcionadoras de fuerza de trabajo excedente y forzada. Bajo el capitalismo estos términos no perdieron su vinculación con la incapacidad civil. Es decir, a los indios y a los negros se les encierra en los grados inferiores del ejército industrial o bien se les arroja a la reserva industrial. Dentro del capitalismo industrial la función de las categorías raciales es excluir. Estigmatizan a grupos a fin de excluirlos de los trabajos mejor pagados y del acceso a la información necesaria para su ejecucción. - 65 - Por un aparte las categorías de raza sirven primordialmente para excluir a gente de todos, excepto de los más bajos peldaños, y por otra, las categorías étnicas expresan las formas en que esas poblaciones se relacionan con ciertos segmentos del mercado de trabajo. Se ha prolongado hasta el presente el proceso por medio del cual se crean y segmentan simultáneamente nuevas clases trabajadoras. El capital sigue en busca de regiones donde haya abasto de trabajo redundante y bajos costos de trabajo; debido a su demanda de trabajo más barato está creando nuevas clases trabajadoras. Por ello, en un nivel, la difusión del modo capitalistas crea por doquier una unidad más amplia mediante la reconstrucción constante de su característica relación capital-trabajo. En otro nivel, crea también diversidad, pues aunque unifica, acentúa la oposición y la segmentación social. Dentro de un mundo más y más integrado, presenciamos el crecimiento de diásporas proletarias más y más diversas. - 66 - TEMA 20. EL TERCER MUNDO Y LAS CIENCIAS SOCIALES. El concepto de “tercer mundo”. El post-colonialismo y el discurso del desarrollo. Primeras articulaciones teóricas: la modernización. Criticas al evolucionismo y etnocentrismo del modelo. Nuevos modelos: El subdesarrollo comenzó en Europa. El sistema-mundo. Teorías de la dependencia. La desigualdad entre centro y periferia. El intercambio desigual. El incremento de la desigualdad. RESUMEN PROBLEMAS CENTRALES: Polémica entre modernización y subdesarrollo y sus implicaciones para los estudios antropológicos en el tercer mundo. Nuevos modelos: el sistema mundo y la teoría de la dependencia Los antropólogos y la globalización TEXTOS DE ESTUDIO: La economía política. w. Roseberry (EGM lectura 5, pag 91) Globalización, mercado y cultura e identidad (EGM lectura 21, pag. 485). Isidoro Moreno. LA ECONOMÍA POLÍTICA. W. Roseberry Lectura pág 91 (EGM) ) (la teníamos resumida en el tema 6 del 1º parcial por un compañero del foro INTRODUCCIÓN Años 70, Firth establece una distinción entre marxismo intestinal (visceral) y marxismo cerebral. Los marxistas cerebrales (estructuralistas) eran antropólogos franceses que planteaban la importancia teórica. Los marxistas viscerales planteaban la importancia práctica, antropólogos americanos. Ortner: en su revisión de la teoría antropológica de los años 70 esboza dos versiones de la antropología marxista: el marxismo estructural que sería el cerebral de Firth al que se le sumaron autores británicos y norteamericanos, y la economía política, el marxismo visceral de Firth con una inspiración y problemática más específica, la inspiración basada en las teorías de la sociología política sobre subdesarrollo y los sistemas mundiales; la problemática interesada por los efectos de la penetración capitalista en las comunidades. La economía política se abre a los análisis simbólicos, análisis regionales y actitud histórica. Críticas: es demasiado económica, no se ocupa de la gente real que hace cosas reales y su enfoque histórico está demasiado centrado en el capitalismo. Por lo que tiene poco que ofrecer a los antropólogos (la economía política es una teoría del sistema mundo). Entre el visceral y la E. Política hay una historia. Así el autor de este ensayo nos ofrece una valoración diferente sobre la historia de la economía política, al margen de sus críticas, alegando que cada autor intenta siempre plantear los hechos de forma que demuestren lo que él quiere (intereses políticos, sociales, académicos y estéticos). Este ensayo: relato alternativo de la historia de la economía política antropológica. 1- EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA POLÍTICA ANTROPOLÓGICA Etiquetas, movimientos, historias Muchos antropólogos etiquetan lo que hacen como economía política. La economía política se distingue de la economía neoclásica en que esta última representó un cambio en la actitud intelectual que pasó de interesarse por “la riqueza de las naciones” a hacerlo por el precio de las judías, del valor cómo lo determina el tiempo de trabajo, al precio cómo lo determinan los mercados. La mayoría de los antropólogos que se apropiaron de la economía política no se apropiaron de toda la economía política clásica: se apropiaron de Marx. De mayor importancia para este ensayo es la gama de ideas, proyectos, métodos y trabajo que caen dentro de la economía antropológica. Lo que ha llegado a llamarse economía política es el producto desarrollado de una variedad de movimientos políticos e intelectuales, unos marxistas y otros no, unos basados en Wallerstein y otros no, que han abierto un debate con otros - 67 - antropólogos “economistas políticos” y con otros científicos sociales conscientes de la historia pero con estilo de trabajo antropológico diferentes. Podemos apreciar la profundidad y la erudición de los antropólogos dedicados a la economía política examinando sus obras, desde los 60’s: Wolf, Mintz, Nash y Leacock. No son las únicas obras pero si nos muestran una amplia gama de perspectivas que van más allá de identificar la economía política con los años 60 y 70 o con la teoría del sistema-mundo. Wolf, Mintz, Leacock, Nash (Economía política desde estos autores) Cuando publicaron los resultados de sus estudios, Wolf y Mintz, se apartaron explícitamente de la ecología cultural de Steward (tema 7) y denominaron a su enfoque “historia cultural”, superficialmente parecería que se interesaban únicamente por los efectos de la penetración del capitalismo en las comunidades, pero su proyecto contenía un desafío más radical. Sus comunidades tenían su propia estructura e historia, a la que se les había impuesto una historia posterior de penetración capitalista. Los autores mantenían que la formación de sus comunidades estuvo íntimamente relacionada con una historia más amplia del colonialismo, de la construcción imperial, del comercio internacional y de la formación del estado. El enfoque de historia cultural que le dieron a su trabajo persistirá en sus obras futuras, estos rasgos característicos (del enfoque de la historia cultural y Wolf y Mintz) son: 1. Se trataba de una obra histórica, consideraban a las comunidades locales como productos de varios siglos de procesos sociales, políticos, económicos y culturales, comprendidos estos procesos de una forma global 2. Pero a diferencia de las teorías posteriores del sistema-mundo, la meta de la investigación histórica no era subsumir las historias locales en procesos globales, sino entender la formación de los sujetos antropológicos (sujetos sociales) como la intersección de las relaciones e interacciones sociales y de los grandes procesos de formación de imperios y estados, entendiendo las diferencias sociales y culturales en términos de una gran variedad de tales conjunciones. Leacock, al igual que Wolf y Mintz, se formó en la Universidad de Columbia. Su enfoque antropológico partía de un marxismo explícito, sus temas de trabajo son: a) la evolución, los orígenes de la desigualdad (especialmente la de género) y b) los efectos del colonialismo (más adelante también por la formación del estado). Estos temas lo son también de la economía política, pero a diferencia de Wolf y de Mintz, se centra más en la comprensión de las transformaciones evolutivas y sus efectos en las clases y grupos de gente particulares que en la comprensión de las historias locales en términos globales. A diferencia de los anteriores, Nash (+ cultural) ni estudió en Columbia, ni se graduó a comienzos de los años 50. Procede de la tradición funcional-estructuralista de Chicago. Recalca la importancia de las respuestas a la presión y a las tensiones sociales y culturales. Su contribución a la economía política es posterior a la de los otros autores. Se ha dedicado principalmente a dos actividades: 1 - el estudio de los mineros del estaño de Bolivia, considerada aún hoy como una de las etnografías más impresionantes escritas desde la perspectiva de la economía política 2 - destaca su trabajo etnográfico, y como organizadora en el campo de la antropología feminista. A semejanza de Leacock, Nash ha convertido los problemas feministas en un tema central de la economía política; a diferencia de Leacock se ha interesado menos por las cuestiones evolutivas que por el impacto de los últimos desarrollos del mundo capitalista en la vida de mujeres y hombres. Nash ha tenido un enfoque más etnográfico de los problemas de la economía política que ninguno de los otros autores que hemos discutido. Críticas radicales Aquellos movimientos a los que Firth prestó su atención surgieron a finales de los 60 y en los años 70, e implicaron una rica combinación de proyectos. El pensamiento intelectual y político se desarrolló dentro de una infraestructura material o institucional, en diferentes escenarios universitarios, todos relacionados y con la participación de los antropólogos en grupos y partidos radicales. Fue a esta efervescencia política y al movimiento intelectual asociado con los simposios ARPA a los que Firth apodó marxismo intestinal o visceral. Algunos de sus productos intelectuales - 68 - fueron críticas de los conceptos y prácticas imperantes en la antropología, las reflexiones sobre la relación de la antropología con el colonialismo, y las reinterpretaciones de los materiales culturales y políticos. Y en el periodo de promulgación de sus ideas algunos antropólogos comenzaron a usar el término “economía política” para referirse a su perspectiva como una glosa del marxismo. Se puede decir que el subcampo de la economía política adquirió existencia oficial en 1978. Las teorías de la dependencia y del Sistema-mundo Una de las nuevas fuentes de estudios con que se encontraron los nuevos grupos de universitarios radicales fue la teoría de la dependencia, sobre todo tras la popularidad de la obra de Frank sobre América Latina (finales de los 60). En estos años, los centros intelectuales de Brasil, Argentina, Chile, Méjico y otros países se habían convertido en núcleos de las críticas izquierdistas de los economistas, empujando a sus teorías a formular análisis más radicales del capitalismo y los propios procesos de desarrollo. Una idea central de sus trabajos era que el mundo desarrollado y el subdesarrollado estaban ligados estructural y sistemáticamente, de tal manera que el proceso de desarrollo en una región suponía el proceso de subdesarrollo en otra. Recoge dos tradiciones: 1- la primera asociada con Frank, era la más extremista, sostenía que las estructuras del desarrollo y del subdesarrollo, forjadas por el capitalismo, eran rígidas. Esto es, los grandes sucesos dentro del mundo desarrollado y subdesarrollado no afectaban a la estructura de dependencia y subdesarrollo, en tanto en cuanto el sistema capitalista permaneciese intacto (crisis económicas, independencia política, desarrollo de nuevos productos, etc.). 2- La segunda, asociada con Cardoso (su influencia fue tardía porque sus estudios no se tradujeron al inglés hasta 1979), resaltaba la existencia de movimientos y cambios en el interior de las estructuras de dependencia. También prestaba atención a las formas de dependencia en regiones y en países concretos y a las diferentes posibilidades de desarrollo “dependiente”. En todo momento se hacía hincapié en la particularidad de las situaciones locales, en la “internalización de lo externo”. En muchos aspectos la teoría del sistema-mundo de Wallerstein fue una versión norteamericana de la teoría de la dependencia de Frank en cuanto a sus presupuestos básicos (el principal interés: mundo subdesarrollado o la periferia). El interés de Wallerstein se centraba en el sistema como sistema y en las dinámicas y procesos que tenían lugar en el centro del desarrollo. Su innovación más importante fue una relación (históricamente investigada) de los orígenes de capitalismo. Las teorías de la dependencia pedían una historia y la escribió Wallerstein (versión yankee de Frank, aunque diferencias e innovaciones). A pesar de todo, la teoría del sistema-mundo de Wallerstein compartía ciertos presupuestos y defectos con la teoría de la dependencia de Frank. Ambos destacaron la estabilidad estructural y escribieron análisis históricos, aunque sus historias eran demasiado estáticas. Todo dinamismo aparecía en el centro desarrollado o metrópolis (muchos sucesos y estructuras del sistema se explicaban en términos de las funciones que cumplían para el desarrollo del centro o para el mantenimiento del sistema como un todo); los desarrollos de la periferia o satélites dependían de las iniciativas tomadas en el centro. Así reproducían la lógica funcionalista de una ciencia social que ellos mismos estaban sometiendo a una crítica radical. Las nuevas versiones de la teoría de la dependencia que surgieron a partir de los 70 eran más dinámicas e históricamente más razonables, debido al impacto de las críticas marxistas y a la creciente conciencia del alcance de las discusiones sobre la dependencia en América Latina. Con la institucionalización de las teorías del sistema-mundo, se alcanzó una gama tal de perspectivas que sería difícil encuadrarlas en un neologismo como “wallersteinismo”. Temas específicos, como la formación de clases, la esclavitud sudafricana, el imperio otomano, etc, poblaron el trabajo de antropólogos sociólogos e historiadores (muchas de las contribuciones de la E. Política antropológica se sitúan en estos grupos más complejos de trabajo sobre la dependencia y el sistema-mundo). - 69 - Modos de producción Pero muchos otros antropólogos contribuyeron a las críticas de esa corriente. Dentro del marxismo, la interpretación dominante durante los 70, procedía de Althusser y de sus seguidores en Francia. En este punto es donde confluyen el marxismo cerebral y visceral de Firth, o el marxismo estructural y la economía política de Ortner. Esto no significa que todos los antropólogos interesados en el subdesarrollo se adhirieran al marxismo althusseriano, muchos llegaron a esta corriente a través de las lecturas de Godelier, Terray, Meillassoux o Rey, quienes no eran todos althusserianos, a pesar de su nacionalidad y su marxismo. La contribución más importante de Althusser para los investigadores radicales del subdesarrollo, fue su interpretación de los conceptos de a. producción y b.formación social. En sus aplicaciones más prácticas, el concepto de modo de producción ofreció la posibilidad de una comprensión más diferenciada del capitalismo que la que se podía alcanzar con las versiones extremas de la teoría de la dependencia y la del sistema-mundo. Esta comprensión se aplicó tanto a la historia del capitalismo como a la situación actual de las regiones subdesarrolladas de la economía mundial. En las investigaciones históricas, en lugar de subsumir las partes del mundo en un capitalismo global existente desde el s. XVI hasta nuestros días, los investigadores que utilizaban la perspectiva del modo de producción, consideraron que la transición al capitalismo había sido más prolongada y desigual. La incorporación de las regiones a los imperios coloniales o mercantiles no les había impuesto, necesariamente las leyes del desarrollo capitalista, por lo que existía una compleja relación o “articulación” entre las dinámicas de los modos capitalistas y no capitalistas. Además el trabajo en poblaciones actuales no se ajusta a la relación capital/trabajo asalariado. Para estos casos también resultaba importante el concepto de “articulación” entre las dinámicas capitalistas y no capitalistas. Uno de los teóricos más influyentes de este enfoque fue Rey, que ideó tres estadios en la transición al capitalismo. Cada una de las transiciones posibles al capitalismo está condicionada por las relaciones sociales locales en la época del contacto y por las formas y procesos de la imposición del capitalismo mismo. Rey destaca la importancia de escribir una historia doble, porque las transiciones deberían considerarse tanto en términos de la estructura y la lógica del capitalismo como en términos de la estructura y la lógica de los modos no capitalistas en los que se estaba enraizando el capitalismo. Su enfoque conservaba un carácter teleológico porque su “doble historia” tenía un final único, el capitalista. Pero muchos autores intentaron escribir una historia de las regiones o de las comunidades en las que trabajaban en términos de la imposición o surgimiento del capitalismo, concibiendo tal historia como una articulación cambiante de los modos de producción capitalistas y no capitalistas. Este grupo tenía afinidades con aquellos teóricos de la dependencia con una mayor orientación histórica, que pretendían situar las regiones o las poblaciones dentro de la historia del capitalismo en países concretos. Con estas últimas obras nos adentraremos ahora en los estudios de las poblaciones actuales. Los autores se concentraron en el estudio de grupos y de tipos de actividad que no se ajustaban a una relación concebida estrictamente en términos capital/trabajo asalariado. Intentar comprender estas actividades y estos grupos en términos del modo de producción nos llevaría a etiquetarlos como no capitalistas y a explorar tanto su lógica y coherencia internas como su relación con el modo capitalista dominante. Los investigadores se dedicaron activamente a estudiar a grupos de campesinos y artesanos, y el trabajo de las mujeres dentro de las casas. Ambas corrientes de investigación tienen historias distintas, pero los intentos recientes de integrarlas nos ofrecen algunos de los más prometedores desarrollos de la economía política (importancia del trabajo “doméstico” o la “reproducción”, la esfera del trabajo eliminada del mercado de salarios y que no está dedicado a la producción de valor). Alternativas Uno de los puntos fuertes de los enfoques del sistema mundo y del modo de producción fue situar a los sujetos antropológicos en movimientos económicos, políticos e históricos más amplios en su intento de entender cómo les afectó el choque con las estructuras de poder. También aportaron un mayor peso teórico y metodológico a las críticas de los estudios de comunidad que habían iniciado Julian Steward y sus estudiantes y estimularon la realización de estudios comparativos - 70 - regionales y más generales. Además contribuyeron al resurgimiento de la investigación histórica en los análisis etnográficos. Desgraciadamente, la comprensión de los sujetos antropológicos en términos de los procesos capitalistas condujo a que, tanto los teóricos de la dependencia, como los del modo de producción, cayesen en un tipo de razonamiento funcionalista que explicaba la existencia de rasgos tradicionales o no capitalistas en términos de las funciones que realizaban para la acumulación del capital (una fuente de fuerza de trabajo barata, una fuente de bienes baratos, un mercado para deshacerse del exceso de bienes, etc.), De forma similar, su hincapié en la determinación estructural era tan determinista que dejaba poca cancha a las actividades consecuentes de los sujetos antropológicos. Además las concepciones de la historia y de las relaciones estructurales se relataban de forma muy abstracta. En lugar de servir como un medio para analizar grupos sociales concretos, los análisis del modo de producción con demasiada frecuencia se convertían en un fin por sí mismo. De tal modo que los procesos sociales y culturales los concebían en términos de relaciones de unas leyes entre estructuras que se consideraban previas y alejadas de la acción humana. Las críticas surgieron en los años 70 y 80 del propio campo de la economía política, estimulando el desarrollo de nuevos enfoques, tendiendo la mano a tradiciones marxistas olvidadas, y conectando con obras antropológicas anteriores y actuales que difícilmente se podrían situar en los enfoques de la dependencia o del modo de producción. En parte, la corriente crítica recibió el estímulo de la aparición de obras de otros estudiosos franceses tales como Bordieu; pero la influencia más notable proviene de la obra de otros autores ajenos a la tradición francesa, entre los que destaca Thompson, quien en su crítica a Althusser, había atacado con firmeza el problema de la abstracción y del determinismo estructural, al tiempo que había pedido un enfoque más concreto y sin desarrollos preestablecidos para abordar la actividad de los trabajadores en la historia del capitalismo. El de Thompson fue uno de los varios análisis críticos que introducía entre los temas a tratar los problemas de la estructura y la agencia (respuestas de los individuos, como formas de resistencia o de conflicto ante las diversas formas de dominio y de opresión). Dado el creciente descontento con las discusiones sobre el modo de producción desde finales de los 70 hasta comienzos de los 80, estas obras y la de otros marxistas británicos como Williams se hicieron cada vez más populares, y dieron paso a estudios culturales marxistas, que mostraron una preocupación explícita por la clase, la cultura y la política. Este nuevo tipo de obras adquirió una importancia cada vez mayor en la economía política. Mientras que la corriente del modo de producción prestaba muy poca atención a la actividad de los sujetos humanos, ahora, tal actividad se sitúa en el centro del análisis. Mientras que la teoría del sistema-mundo casi no prestaba atención a las situaciones locales, muchos investigadores empiezan y terminan sus trabajos en lo local. Se podría decir que algunas de las nuevas obras han ido demasiado lejos en cada uno de estos aspectos. No basta con afirmar que las transformaciones no están estructuralmente determinadas y que son el resultado de la intervención humana. Estas afirmaciones son ciertas pero triviales y corren el riesgo de convertirse en un eslogan teórico. Lo que realmente es necesario recalcar es la unidad de estructura y agencia, es decir, la actividad de los sujetos humanos en unos contextos estructurados, que son en sí mismo el producto de la actividad del pasado, pero que, como productos estructurados ejercen presiones determinantes y establecen límites a la actividad del futuro. Podemos señalar dos grupos: - Finales 70, comienzos 80, las críticas internas empujaron a ir más allá del problema de la articulación, muchos autores aún manteniendo su interés por los temas teóricos, establecieron este interés en términos de formas y no en términos de modos de producción. Las obras más interesantes de este grupo tratan de la producción simple de mercancías. - El otro grupo se ha interesado por estudios más etnográficos e históricos de poblaciones o regiones particulares, y se ha concentrado en problemas concretos y en temas tales como - 71 - la formación étnica y sus relaciones, la emigración laboral, y los pagos que envían, la formación de las casas, Aunque los teóricos del modo de producción han construido frecuentemente sus análisis en términos históricos, solían dar por supuesta la historia de los modos no capitalistas: tomaban en préstamos conceptos básicos de la historia europea y los aplicaban a grupos no capitalistas. Mientras que Wolf, Mintz y otros se habían centrado en la formación de los sujetos antropológicos en las intersecciones de las historias globales y locales, autores como Frank y Wallerstein consideraron una gran variedad de instituciones y prácticas como productos inequívocos del capitalismo. En este sentido, el último libro de Wolf puede considerarse la culminación de la perspectiva de la historia cultural, y un poderoso texto que expone una gran variedad de estudios de economía política. El libro se puede leer como un ejemplo de la teoría del sistema-mundo o como un texto de la teoría de los modos de producción, porque socava ambos campos. En el primer caso examina procesos globales sin encerrarlos en un sistema. En el segundo no intenta conceptuar la articulación de los modos de producción, sino que estos se convierten en una herramienta para reflexionar sobre la historia del capitalismo fuera de Europa sin imponerle a esa historia etiquetas evolucionistas. Sigue la pista a una serie de intersecciones de historias locales y globales en la propia constitución de los sujetos antropológicos, y reclama una reformulación de cómo pensamos y nos planteamos la historia. Proyectos (tensión entre determinismo y romanticismo) La proposición de que los sujetos antropológicos deberían situarse en las intersecciones de las historias globales y locales, es más el planteamiento de un problema que una conclusión. Los antropólogos han de evitar convertir el capitalismo en algo demasiado determinante y han de evitar convertir la libertad cultural de los sujetos antropológicos en un elemento romántico. Esta tensión define a la economía política antropológica, sus preocupaciones, sus proyectos y sus promesas. El autor quiere terminar este ensayo refiriéndose a seis obras que aportan distintos tratamientos al problema de la tensión (agencia). Su intención es señalar qué tipos de enfoques utilizan los antropólogos dedicados a la economía política con respecto a 1) los análisis de lo global (Stoler y Behar), 2).de lo local (Vincent y Warman), 3). de la historia y de la cultura (Ong y Mintz). #####################################eliminado CONCLUSIÓN Aunque la mayoría de los estudios que hemos visto sitúan a sus sujetos dentro de la formación de una economía mundial y del desarrollo del capitalismo, ninguno se limita a afirmar que hay un mundo más amplio, y ninguno se preocupa por la articulación de los modos de producción. Cada uno sitúa los fenómenos sociales y culturales que investiga en un análisis de las circunstancias asociadas a ganarse la vida y a la estructura de poder que configura y restringe la actividad. Demuestran que los antropólogos pueden tratar creativamente tensiones metodológicas y teóricas impuestas por el intento de situar a los sujetos antropológicos en las intersecciones de las historias locales y globales. En el proceso, ofrecen un desafío fundamental a quienes discuten sobre cultura, historia y práctica sin tener en consideración las clases, el capitalismo y el poder. (Resumen de la lectura nº 21 EGM, pág. 485) LA GLOBALIZACIÓN, CULTURA E IDENTIDAD. Isidoro Moreno. MERCADO, GLOBALIZACIÓN: proceso mediante el cual se intenta “imponer” en todos los lugares del planeta y a todas las dimensiones de la vida social un único modelo económico basado en el “libre” Mercado, un solo modelo político: la democracia liberal; y un único pensamiento cultural. Ello es presentado como inevitable, positivo y legitimado por referencia a un principio o “Absoluto” extrasocietario. La globalización no representa un fenómeno nuevo en la historia, 3 intentos anteriores al actual, en un mismo ámbito (Europa) y dentro del proceso de mundialización (interdependencia - 72 - desigualitaria creciente, que ha caracterizado los últimos 500 años. Aunque ningún intento antes del comienzo de la Edad Moderna y del colonialismo europeo (ni territorial –no medios de transporte- ni social). Error pensar que se inició en los Imperios Antiguos (romano, orientales o turco), porque en ellos no hubo la voluntad de homogeneizar en un modelo único (económico, social, político y cultural) a todos los territorios integrados en ellos (la heterogeneidad cultural fue la norma, no único sistema económico, religioso, de costumbres, etc.) Antecedentes históricos: las 3 ofensivas anteriores 1. La primera de las ofensivas tuvo como base la RELIGIÓN. El intento globalizador de las dos principales religiones monoteístas en el siglo XV-XVII construidas sobre la idea de revelación de la verdad: la cristiana en el mundo occidental y la musulmana en el oriental (divinidad única realizada directamente o a través de sus intermediarios). Instituciones religiosas estrechamente intrincadas con las políticas: intereses expansivos (la actividad misionera se aprovecha para la penetración comercial). Religión verdadera: la verdad incuestionable: no sólo todos los pueblos deben convertirse a la fe verdadera, sino también todas las esferas de la vida colectiva e individual (pensamiento único). Esta globalización religiosa fue impuesta por el llamado brazo secular, esto es por los poderes públicos tanto en un área como en la otra y fueron causa, y lo siguen siendo de grandes conflictos bélicos. Los mayores éxitos (en la vida social y no tanto en expansión territorial): el calvinismo y la aplicación de la sharia (atraviesan todas las dimensiones de la vida colectiva e individual). 2. Globalización POLÍTICA (ámbito político): La imposición del concepto Estado-Nación, fundamentalmente a partir del siglo XVIII. Democracia liberal como único modelo “racional” para la convivencia social. En contraste con el anterior, si tuvo éxito total. Consecuencias y resultados de la materialización de este pensamiento único de la Modernidad, construido sobre el mito del contrato social y la sacralización de la Razón han sido genocidios, etnocidios, opresiones y desigualdades. La lucha por la preponderancia de los Estados ha sido también causa de grandes conflictos bélicos. 3. Globalización SOCIALISTA (ámbito ideológico). Sacralización de la historia (= teleología: proceso finalista con sentido y leyes propias) y consideración reduccionista de la identidad de clase como identidad única primigenia (dictadura de una clase). En la práctica, no se contrapuso a la doctrina triunfante del modelo de estado-nación. Intento de universalizar el socialismo desde la realidad política dominante de la Unión Soviética con la finalidad de conseguir la unificación de las clases sociales a través de un Internacionalismo proletario. Dónde se aplicó como régimen político impregnó todas las dimensiones de la existencia colectiva e individual. Corpus teórico-práctico que deberían seguir obligatoriamente todos los que desearan el progreso de la humanidad. Esto acabó con el desarrollo de potentes estados socialistas dictatoriales que si bien proporcionaban un mínimo de trabajo, salud y enseñanza (ideológicamente sesgada) a toda la población, era a costa de suprimir la libertad individual. 4. La Globalización del MERCADO. Desde hace unos 20 años se está en vías del último intento de Globalización (el intento más poderoso e inhumano de todos). Rechaza las anteriores y intenta mercantilizar el mundo y la vida social. Se basa en una universalización mercantil asociada a una globalización política: la democracia liberal, y cultural anglocéntrica: el American Way of Life. La filosofía del “libre mercado” (nacida de la racionalidad capitalista) se basa en que todo bien: material, humano, cultural se convierte en mercancía, y el objeto del mercado libre es obtener el máximo de beneficio a cualquier precio. No importan los costes humanos, culturales, ecológicos, etc. Todo es Capital: capital humano, capital político, capital cultural etc (el pensamiento único), y sus leyes están fuera de la voluntad de los seres humanos, son inexorables y hay que aprovechar “las oportunidades que deparan). Está sometido a las leyes del mercado. La defensa de la globalización mercantil por los grupos neoliberales o neoconservadores los “neocons” americanos se basa en la asunción de que esta globalización no solo es beneficiosa (esto es verdad para - 73 - las clases dominantes) sino inevitable y sin posibilidad de debate. Es una Verdad Sacralizada como lo fue en el medioevo europeo la existencia de Dios. CONFUSIONES Y ERRORES EN TORNO A LA GLOBALIZACIÓN “Globalización”: una de las palabras más utilizadas y más confusas (no por casualidad). 2 tipos de errores muy extendidos: 1. entenderla como una “nueva era” que rompe con todo lo anterior (ya sea a través de la revolución de las nuevas tecnologías de la comunicación” o por suponer una estrecha “interdependencia” entre todos los territorios y países del mundo) o 2. considerar que sólo es un nombre que trata de esconder el continuismo del sistema de dominación capitalista, sin cambios cualitativos. Errores conceptuales. 2. “LA NUEVA ERA”. Considerar la globalización como una novedad histórica que suple y modifica sustancialmente todos los esquemas antropológico-sociales del pasado. Sin embargo el intento de imposición de la ideología liberal o socialista ya surgió en el siglo XIX. El método es el mismo. Sólo cambian los contenidos. Lo que ahora tratan de globalizar las instituciones supranacionales que representan a las grandes corporaciones mercantiles e industriales, desde luego fuera de todo control democrático, es un solo modelo económico: el mercado libre; un solo modelo político : la democracia liberal, casi siempre más liberal que democrática; y un solo modelo social: el American Way of Life. Entenderla como una “nueva era” que rompe con todo lo anterior por: A) La revolución de las NTI1: han abierto nuevas posibilidades, potencialmente al alcance de todos, que están convirtiendo a nuestro mundo en la “aldea global” (MacLuhan): mercado libre, democracia liberal y civilización moderna. Objetivo: globalizarlo todo. Para paliar los efectos negativos y colaterales: profundización de la globalización en todas las dimensiones, ya que son sus obstáculos lo que produce conflictos. Posición que constituye una verdadera ideología, una construcción apriorística que no descansa sobre un análisis válido de la realidad. 1 NTI: Nuevas tecnologías de la información - 74 - B) La “era de la interdependencia”: la globalización equivale a acentuar la interdependencia, que es buena para tod@s (discurso William Clinton). Extender la globalización a todos los ámbitos, la “interdependencia” ha de ser recíproca o desigualitaria, y la globalización actual es esto último, tiene una naturaleza fuertemente asimétrica. La globalización no puede extender las posibilidades que proclama, ni puede ampliar la democracia, ni respetar la diversidad, sino que vacía aquella y destruye a esta al estar basada en la lógica del Mercado sin reglas. Universalizar los Derechos Humanos es la alternativa y nunca puede ser complemento de la globalización mercantilista, se trata de dos lógicas incompatibles. Erroneo Considerar la globalización como un sistema que favorece la interdependencia cultural cuando consiste en la Imposición por parte del mundo occidental de su modelo económico, cultural y político. Esta imposición viene condicionada por las sanciones que el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), instituciones supranacionales no elegidas democráticamente, imponen a los estados que se resisten a la globalización. Para no mencionar el ejemplo de Cuba y su bloqueo económico que podría estar justificado para derrocar a la dictadura (¿quizá dictablanda?) de Castro, tenemos el reciente ejemplo argentino en que las sanciones económicas han conducido al país al caos, la miseria e incluso en muchas regiones al hambre. Y eso que Argentina es una democracia liberal en la que se practica la cultura del American Way of Life pero cuyos dirigentes osaron contravenir los principios sacralizados del libre mercado (el corralito, la resistencia al renegocio de la deuda etc.). 3. El segundo tipo de errores considera que esta es sólo un nombre que trata de esconder el continuismo del sistema de dominación capitalista, sin cambios cualitativos, es “más de lo mismo”. Se trata de construcciones político-ideológicas críticas con el capitalismo elaboradas hace 150 años. Es una posición que no toma en cuenta las importantes novedades, se opone desde planteamientos obsoletos y con instrumentos metodológicos que son insuficientes. MUNDIALIZACIÓN NO EQUIVALE A GLOBALIZACIÓN Globalización, ni un fenómeno radicalmente nuevo, ni una simple prolongación de lo ya existente. Símil: es un nuevo eslabón con características diferenciadas de una cadena que empezó a existir hace aprox. 500 años. Mundialización, es la cadena, consiste en una creciente interdependencia entre territorios y pueblos del planeta. La interdependencia no es neutra. Cabría hablar de varios modelos de mundialización, según el tipo de interdependencia que cada uno desarrollara, pero en realidad nos encontramos ante un único tipo: la mundialización desigualitaria, de la que es la globalización su fase actual. El modelo de la mundialización desigualitaria (se inicia con el colonialismo moderno europeo, haciendo a los demás “interdependientes” bajo un esquema de dominación. División del mundo y de las sociedades (colonizadores/colonizados, dominantes/dominados, integrados/excluidos, etc.) es resultado de la profundización en la interdependencia. El sistema económico-social es el capitalismo, cristalizado en el liberalismo (finales s. XVIII) y su discurso sobre la modernidad. Interdependencia: es una artimaña para esconder la dominación. Últimos cinco siglos la mundialización desigualitaria graves consecuencias: migraciones de África a Europa y América, depauperación de grandes zonas y su conversión en regiones subdesarrolladas, etc. Se ha desarrollado en diversas fases o eslabones con características propias: a. Capitalismo mercantil-colonialista b. Capitalismo industrial-imperialista c. Capitalismo monopolista-financiero d. Capitalismo globalizado (actualmente) - 75 - LAS IDEOLOGÍAS DE LA MODERNIDAD Y SU QUIEBRA Para entender la mundialización y la globalización deben tenerse en cuenta las ideas-fuerza que han sustentado las realidades desigualitarias desde la segunda mitad del s. XVIII: los 4 pilares de la Modernidad, que en los últimos 200 años han cristalizado en las dos construcciones ideológicopolíticas más influyentes (el liberalismo y el socialismo –marxista-) que son dos ramas de un mismo tronco ideológico: la Modernidad. La quiebra de los pilares aún no reconocida por muchos. Debilidad y carácter ilusorio de los pilares que constituían la base de los paradigmas de la modernidad que tan sólidos se consideraban. Los Pilares de Neoliberalismo y sus falacias. 1. El avance de la ciencia y la tecnología, lo que pudiera llamarse el progreso, da lugar a crecimiento económico indefinido y siempre beneficioso. Crecimiento paralelo en los planos social y moral. Como una creencia, una fe del Hombre como dominador de la naturaleza mediante el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Progreso o desarrollo de las fuerzas productivas, hablar de uno u otro depende de la construcción ideológico-política de la tradición burguesa-liberal o de la socialista-marxista. Diferencias entre ambas ideologías en el plano ético o político pero de fondo proceden de una fuente común. Este paradigma se ha venido abajo ante la evidencia incontestable de que existen límites objetivos para el crecimiento indefinido de la explotación de los recursos naturales, incluidos los energéticos, por los humanos. Estos límites son exteriores al grado de conocimiento y nos recuerdan que los seres humanos formamos parte de ecosistemas y que nuestras acciones pueden poner en grave peligro la propia existencia humana y la vida del planeta. Alguno de estos límites, cuyo traspaso acarrea consecuencias irreversibles, son: ampliación del agujero de ozono, aumento de la radioactividad, efecto invernadero, desertización, cambio climático, etc. Los Estados hacen poco y sigue vigente el mismo modelo de consumismo, por ello no es posible que el Sur acceda a los estándares de vida del Norte. Tampoco podrá mantenerse por mucho tiempo la dinámica de los países “desarrollados” (despilfarro de recursos), dado que el modelo no responde a unos mínimos de sostenibilidad, ni social, ni ecológica. Es indispensable revisar los conceptos de bienestar y desarrollo y una revisión del conjunto de valores sobre los que se asienta la civilización occidental. 2. La creencia que habría de producirse, con el avance del conocimiento científico, un proceso de racionalización y de secularización cada vez más acelerado El predominio de la razón (“el reinado de la razón”) sobre la superstición religiosa debería desacralizar a la sociedad y liberarla de las ataduras del pensamiento metafísico y por lo tanto irracional religioso. La tozuda realidad ha demostrado que tan sólo se ha sustituido una sacralización del fenómeno religioso por lo que el Profesor Moreno llama los Absolutos Sociales: “el Libre Mercado” en las ideologías neoliberales o “El Estado Protector” en las ideologías socialistas. En ambas ideologías, la Racionalidad (burguesa) y la Historia (con la lucha de clases como único motor) sustituyeron la religión en el lugar central del ámbito de lo sagrado. Lo racional-científico y lo histórico-societario los ejes legitimadores de la reproducción del orden social y de la dominación del Estado, son nuevas formas de trascendencia, nuevos Absolutos Sociales. Ideas tan sacralizadas que se consideran no discutibles ni cuestionables por cada uno de los grupos que las defienden. Vencida la ideología socialista por el capitalismo liberal la ideología neoliberalista queda como el Único Dios Verdadero y el libre mercado, ese nuevo becerro de oro, es sacralizado hasta el fanatismo y protegido por la amenaza de sanciones por parte de las Instituciones supranacionales (FMI, BM; OMC etc) que significan para los estados el infierno aquí en la tierra del caos económico y la pobreza. 3. El tercer pilar de la Globalización es la homogenización cultural. La uniformización cultural formaría parte esencial de la unificación del mundo.Lograda por medio de la “presión civilizatoria” o por “aculturación”2, o a través de la creación revolucionaria del “hombre nuevo”. Parte esencial de la unificación del mundo y de la construcción de una 2 Ambos eufemismos que han enmascarado las situaciones de dominación colonialista y neocolonialista. - 76 - única sociedad humana. El colonialismo cultural, la acción de los grandes medios de propaganda y los avances de la tecnología han hecho posible que en casi cualquier lugar del mundo pueda consumirse unos mismos productos (macdonalización, coca-cola, etc.) sobre todo por parte de los jóvenes. También es importante la consagración del inglés. Además de esta dinámica uniformizadora, también la dinámica contraria: cada día más valoradas y utilizadas las lenguas minorizadas, la reproducción de las identidades culturales específicas, la música y la alimentación “étnicas”, se crean medios de comunicación locales, etc. Junto al proceso de uniformización cultual basado en la imposición del american way of life (varón blanco adulto y anglosajón) a las masas globalizadas de la mayor parte del mundo, se desarrolla también el proceso contrario de reafirmación de las culturas de los grupos de identidad etnonacionales. La uniformización sólo una de las dos dimensiones contradictorias de nuestra actual realidad. 4. El cuarto pilar es la afirmación de la existencia de un único motor de la Historia y de los cambios sociales, que el progreso se desarrolla por la COMPETITIVIDAD, bien entre los hombres o los estados y su fin es la mejoría social de todos los hombres y clases sociales. En el modelo liberal el motor es el individuo. En el modelo socialista, (prácticamente desaparecido) este motor era considerado la lucha entre las clases. Ambos (individuo y lucha de clases) como los únicos sujetos sociales y los únicos titulares de derechos. Las consecuencias fueron la exaltación de los valores individuales (modelo liberal) y la reducción de los individuos a su dimensión de clase y el no reconocimento de otros sistemas identitarios (modelo marxista). Ninguna de las dos variantes ha conducido a una sociedad más feliz o al menos más igualitaria y justa: ni todas las personas gozan realmente de los Derechos Humanos, ni pueden participar en las decisiones, aunque sean definidos como ciudadanos “libres”. Todo ello, en parte, a causa de la permanente presión de la ideología dominante y de la publicidad, así como por los déficits educativos. Los sectores minorizados cobran fuerza creciente y exigen el reconocimiento de derechos individuales y colectivos. Las previsiones de ambas ideologías en el campo de la estructura y la jerarquización sociales tampoco se han cumplido: ni se han atenuado las líneas de fractura social (liberales), ni se ha polarizado la sociedad en dos bloques (marxistas). Cada vez más las sociedades occidentales se están consolidando como estructuras tripartitas (tres bloques en función de acceso a recursos, participación social y bienes y servicios sociales): a. El bloque de los integrados: incorporados al sistema y a la sociedad (clases medias, clase obrera, etc.) b. El bloque de los precarios: en crecimiento constante a causa del funcionamiento cada vez más “libre” del mercado y el consecuente deterioro del llamado E. Bienestar (empleos-basura, temporales o discontinuos, jóvenes, prejubilados, desempleados, pensionistas, parte de los “autoempleados”, etc.) c. El bloque de los excluidos o los marginados: cada vez más amplio, puestos en situación “asocial” y sufren la marginación en todos los aspectos de la vida económica, política, social y cultural (mayores sin pensiones o pensiones miserables, drogadictos, prostitutas, determinados enferm@s, habitantes de chabolismo o ghettos, los sin techo, inmigrantes de países del Sur -a quienes se les niega el derecho a tener derechos, al no concederles existencia legal-). OBJETIVOS DE LA GLOBALIZACIÓN Imposición a todos los rincones del planeta de: 1. El Libre Mercado. 2. La “democracia” liberal. 3. La cultura anglosajona del American Way of Life. 4. El pensamiento único (llamado por Emmanuel Todd el “pensamiento cero”). Para que pensar si los gurús neoliberales piensan por ti. - 77 - CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS DE LA LÓGICA DE LA GLOBALIZACIÓN DEL MERCADO La globalización del mercado se inscribe plenamente en el marco ideológico de la Modernidad en su versión liberal, habiéndose quebrado los pilares sobre los que se sustentaba. ¿cuáles son las características que dotan de existencia diferenciada a la globalización como fase del desarrollo del capitalismo? Las nuevas tecnologías son importantes pero son sólo un instrumento, no la base del proceso. Tampoco lo es la interdependencia asimétrica porque esta se inicia hace más de 500 años, aunque se haya profundizado como consecuencia de las innovaciones tecnológicas, no es algo exclusivo de las últimas décadas. Característica central de la globalización: el intento de imponer un único modelo social, gobernado por la lógica y los valores del “libre” Mercado, a todos los territorios del planeta, sin tener en cuenta la diversidad cultural sino eliminándola, y a todas las dimensiones de la vida, individual y colectiva, por tanto no sólo en el ámbito económico sino también en el político, en el de las relaciones interpersonales, en el simbólico y el de las producciones culturales. Comprender que se trata de una lógica sacralizada es clave para no caer en estériles reduccionismos, que siguen activos pese a su carácter obsoleto, ni alimentar objetivos o discursos ilusorios como el de la posibilidad de aceptar e impulsar la lógica del “libre Mercado” en lo económico planteando que no rija, también, en lo social, lo político y lo cultural (hueco discurso con el que intentan maquillar sus posiciones liberales los partidos en otro tiempo de izquierdas). El funcionamiento, en las diversas dimensiones de la vida social, de esta lógica del Mercado dibuja las características de la actual globalización. GLOBALIZACIÓN Y SEGMENTACIÓN EN LA DIMENSIÓN ECONÓMICA Constituye el eje central de la globalización El capital monetario se concentra en unas pocas corporaciones multinacionales reguladas, u organizadas por instituciones supranacionales tales como el BM, FMI, OMC. Las 9/10 partes del dinero se emplean en las maniobras especulativas de los mercados monetarios. Sólo un 10% del capital se emplea en desarrollo de instrumentos productivos (empresas, infraestructuras, bienestar social etc). Ello tiene como resultado la explotación o sobreexplotación directa de miles de millones de seres humanos, que han dejado de ser la base fundamental para la multiplicación de dichos capitales. La lógica del Mercado hace que lo más rentable para estos sea orientarse hacia la “nueva economía”, en lugar de invertir en las productivas de la “economía tradicional”. Consecuencias: crisis estructural de los mercados de trabajo, se contraen, se segmentan y se precarizan, con la consiguiente exclusión de la mayor parte de la fuerza de trabajo potencialmente existente en el mundo. Para muchos países y para muchos emigrantes, regiones enteras del planeta han sido excluidas de los mercados porque sus recursos naturales y humanos no interesan para ser explotados (no pueden participar en los mercados ni como consumidores). La expansión de la lógica del libre mercado exige que las instituciones financieras ejerzan presión sobre los estados, bajo pena de penalización que puede llevar a un país a la ruina, para que los países afectados realicen las siguientes acciones: 1. Desregulación de los mercados con los que las economías débiles no se pueden defender de la invasión de las multinacionales con aranceles, o proteccionismo de su propia industria. 2. Privatización de los servicios sociales del bienestar: salud, educación, agua, transporte, etc. 3. Sacralización de la Competitividad y la Productividad como objetivos indiscutibles. Ya no solo es necesario producir para vivir con holgura sino producir más y más barato que nadie sin pensar cuanta plusvalía de más se genera y adonde va a parar esta plusvalía. 4. Exclusión en la evaluación de los resultados de los llamados costes colaterales: costes sociales, ecológicos, psicológicos etc., que no se cuantifican ni son tenidos en cuenta. 5. Sacralización del BENEFICIO como concepto indiscutible e innegociable, y cuyos costes colaterales no se pueden cuestionar. La deslocalización empresarial del primer mundo obliga a los trabajadores de los países subdesarrollados a aceptar condiciones poco menos que inhumanas en cuanto a la calidad del trabajo y a la cuantía del salario. Además hay que tener en cuenta las crecientes trabas que la UE EEUU y Japón levantan frente a los - 78 - inmigrantes del Sur para constatar el fenómeno de su creciente segmentación interna y de multiplicación de barreras a su circulación (al contrario del principio de libre circulación del mercado). Los mercados de fuerza de trabajo se cierran y fracturan por líneas de segmentación étnicas, de género y de edad de forma creciente. La segmentación, explicada por la propia lógica del Mercado, se basa en que se obtienen mayores beneficios si un sector importante de la fuerza de trabajo está obligada a aceptar condiciones laborales y sociales casi inhumanas y se halla desprovista de todo tipo de derechos. La gran mayoría de los inmigrantes son convertidos en simples mercancías. 6. La lógica del mercado tiende a convertirlo todo en mercancía, ataca y se contrapone a todas las conductas que se basan en la lógica humanitaria de solidaridad, reciprocidad, amistad desinteresada, fidelidad, sociabilidad sin objetivos prácticos, gastos ceremoniales, respeto a la naturaleza, contemplación gratuita de lo bello. En cuestión de la obtención de beneficios la política neoconservadora sigue la táctica de que “no se hacen prisioneros”. 7. Hay que hablar de mundialización, no de globalización, porque no se da nada parecido a una globalización económica que significara interdependencia recíproca, intercambios igualitarios, libre circulación de todos los factores de la producción en todas direcciones, autorregularización de los desequilibrios, etc. 8. A la desregulación de las relaciones económicas y a la multiplicación de las exclusiones sociales se une la descalificación, ridiculización o incluso criminalización de cuantos valores e ideas contribuyen a mantener identidades culturales e identificaciones colectivas que puedan suponer un obstáculo para el “libre despliegue” del Mercado. VACIAMIENTO DEL CONTENIDO DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS Y FRAGMENTACIÓN DE LA “SOBERANÍA NACIONAL” La principal consecuencia de la globalización en la dimensión política ha sido el vaciamiento de la mayor parte de los contenidos y funciones de las instituciones definidas tradicionalmente como políticas. La acción reguladora y redistribuidora del Estado no es compatible, o sólo lo es provisionalmente, con la lógica del mercado “libre”, que no atiende a especificidades territoriales e identitarias si no son productivas, ni respecta fronteras, ni acepta proteccionismos, etc. Para facilitar el avance de la conversión en mercancía de todo es por lo que se ha desmontado, total o parcialmente, el Estado del Bienestar y se califica como “injerencia” casi cualquier invasión de los poderes públicos que signifique una traba para el funcionamiento “libre” del Mercado. Hoy ninguno de los países europeos (definidos en las democracias parlamentarias del modelo del estado-nación como medios de participación política), ningún gobierno elegido para gobernar cumple dicha tarea, sino sólo la de facilitar, más o menos, el avance de la lógica del Mercado en todos los ámbitos de la vida y la puesta en práctica de las decisiones de las grandes instancias económicas supraestatales que carecen de control democrático alguno (FMI, Banco Mundial, OMC o Banco Central Europeo). Las ideologías, liberal y socialista se han quedado vacías de contenidos y los discursos políticos de unos y de otros son casi intercambiables. Quizá la única diferencia entre “conservadores” y “progresistas” es el ritmo impuesto en la Privatización progresiva y por tanto en la aniquilación del Estado de Bienestar. Respecto a la política económica, los gobiernos (de cualquier ideología) tienen hoy como prácticamente única tarea: aprobar leyes desreguladoras del mercado de trabajo, privatizadoras de las empresas públicas, restrictivas de los gastos de servicios sociales y represivas contra determinados síntomas de la gravísima desvertebración social que la propia globalización está provocando: delincuencia, inseguridad, violencia, etc. Los grupos minoritarios que no lo aceptan están completamente excluidos y estigmatizados (“extrema derecha/izquierda”, “nacionalistas”, etc.) que practican o justifican el terrorismo. El pensamiento cero es la condición sine qua non para la integración en el sistema. Todo ello es la base de la actual crisis de la democracia (crisis global), independientemente del partido político son simples máquinas electorales burocratizadas. El problema principal de los partidos no es ni de corrupción, ni de modelo organizativo (aunque existan), sino que ya no son realmente políticos. Su publicidad electoral (marketing: técnicas de venta) es intercambiable. Las elecciones dejan de tener sentido efectivo para convertirse en - 79 - rituales de legitimación de lo que ya no existe: un sistema político, no sólo de gestión, democráticamente controlado. El vaciamiento de contenido ideológico ocasiona: 1. Abstencionismo electoral. La liturgia democrática del voto queda poco menos que una rutina con escaso contenido practico sino es en asuntos periféricos. Crecimiento del voto en blanco y la abstención consciente de los votos de protesta y la opción de intervenir políticamente desde asociaciones no partidistas: ONGs, asociaciones de DH, grupos de solidaridad, organizaciones feministas, étnicas, religiosas, etc. 2. Desencanto de la política en las nuevas generaciones (jóvenes), que no ven en ella sino una carrera más, y no de las menos lucrativas, para ganarse la vida los que accedan a sus recursos. 3. Desprovista de contenido ideológico la política, sus servidores, mejor sus usuarios emplean más energía en combatir al adversario para mantenerse en el poder que en la creación de nuevas soluciones para resolver los problemas de los ciudadanos. Pese a ello los partidos siguen conservando, junto a las funciones gerenciales, las de represión y la de convencer a los ciudadanos que sigue habiendo lugar para la “soberanía popular”. Distribución de las competencias políticas hacia dos niveles: a. Hacia “arriba”, a las instancias supraestatales con cierta capacidad de decisión política (UE) y b. Hacia “abajo”, a los niveles subestatales (nacionales o regionales) representados por pueblos sin estado no reconocidos o ignorados como tales. La autodeterminación política se convierte en nada si el ámbito de la política está prácticamente vacío, a menos que esta reivindicación forme parte de un proyecto nacional que tenga como factor central la reconquista del ámbito de la política. Ello supondría reivindicar: la “soberanía alimentaria”, el derecho a desarrollar la cultura propia, y la obligación de crear cauces de participación política para los ciudadanos. Fuera de estas claves, se reducirían a ser instrumentos en manos de élites locales aspirantes a participar en la co-gestión de las decisiones que toman las instancias que rigen la globalización. GLOBALIZACIÓN CULTURAL VERSUS REAFIRMACIÓN DE LAS IDENTIDADES CULTURALES Lo anterior se halla estrechamente conectado con otra de las características de la globalización, resultado directo del mantenimiento de la ideología de la Modernidad: Creciente imposición de un único y uniformizador sistema cultural: único patrón de modo de vida, de comportamiento, de pensamiento, de aspiraciones y hasta de ocio, mediante la extensión por múltiples medios (publicidad, radio, cine, TV, internet...) de una única forma de percibir, categorizar e interpretar el mundo. 1. Los medios de elaboración y difusión cultural están en manos de unas pocas corporaciones multinacionales. El contenido cultural es elegido en función de los beneficios más que de acuerdo a su calidad, fuera todo lo que no puede convertirse en mercancía. 2. En modo alguno se trata de interculturalidad (de diálogo entre culturas en un plano de igualdad y libre relación entre ellas), ni de homogeneización o “mestizaje” a partir de diversas culturas. Las manifestaciones culturales autóctonas, fuera de los circuitos de estas corporaciones, quedan relegadas al papel de excepciones exóticas. 3. Imposición de una cultura particular, que responde a la lógica de Mercado: occidental, en concreto norteamericana, que pretende convertirse en global. Los contenidos culturales reflejan un American Way of Life sacralizado como objetivo no sólo deseable sino inevitable. 4. De este modo se “macdonaliza” el mundo (se podría decir también se cocacoliza” el planeta). La macdonalización del mundo, dos importantes consecuencias: 1. El surgimiento de la conciencia que el modelo cultural euronorteamircano no es la culminación de un proceso, sino una entre las múltiples formas culturales que ha desplegado la humanidad, y 2. La aparición de la conciencia de que el multiculturalismo es precisamente la característica central de la especie humana. Para los globalistas es una incómoda paradoja tener que admitir que junto a fenómenos que apuntan hacia una única “cultural mundial” y una única “identidad planetaria”, vivimos tambien en una época de reafirmación, a veces - 80 - espectacular, de los referentes culturales de las identidades colectivas diferenciadas, que se cargan de valor simbólico quizá como nunca anteriormente. 5. Los procesos de reafirmación cultural e identitaria no están reñidos con el uso instrumental de elementos que sí pueden estar globalizados. Existen instrumentos para extender la resistencia desde la perspectiva de intereses y modelos “locales”, comunitarios (uso de internet por parte del movimiento chiapaneco y de los colectivos anti-globalización, o de la OIT por muchos movimientos indígenas para defender sus derechos). RECAPITULACIÓN. La Lógica del Mercado: Exclusión social y pensamiento único. Las características y tendencias presentadas provienen de la imposición a escala mundial desde la afirmación de un gigantesco y simplista sofisma (verdad evidente e inconvertible): como vivimos ya en un único mundo, ese mundo debería constituir una única sociedad con un único sistema económico, un único sistema político y un único modelo cultural. Este sofisma es la base del “pensamiento único”, y consiste en la interiorización de la inevitabilidad que todo debe funcionar como partes del Mercado “libre”; de que en todas partes funcione la “democracia liberal”, legitimada ritualmente en elecciones políticas “libres”, y de que los modos de vida, valores y expresiones simbólicas (“culturales”) sean también básicamente uniformes en el mundo, salvo en aquellos aspectos secundarios que puedan tener valor de mercado. 1. Todos los recursos y relaciones sociales funcionan como elementos de un Mercado “libre” (No tan libre si esta tan estrechamente vigilado y regulado por las instituciones supranacionales: FMI, BM, OMC etc). 2. En todos los lugares del mundo debe funcionar una “democracia” liberal ritualizada con elecciones libres pero sólo de sus políticos locales cuya capacidad de maniobra en el Mercado Internacional es severamente limitada. 3. Los modos de vida, las expresiones simbólicas, incluso la lengua (en este caso el inglés) serán únicas en el mundo al menos en lo que a las relaciones comerciales e internacionales se refiere. 4. Este pensamiento único en el que tan a menudo se emplean las palabras liberal, libertad y democracia es impuesto dictatorialmente por las instituciones mercantiles supranacionales (FMI, BCE, BM, OMC etc) que pueden imponer sanciones a los países díscolos. 5. La lógica del Mercado Libre se convierte en una única lógica cultural que gobierna la vida social. Una lógica sacralizada y no susceptible de ser discutida ni cuestionada. Todo lo que esta fuera del Mercado libre es considerado como inexistente por el “sistema”. Por ejemplo no se considera trabajo o mejor “capital laboral”: el trabajo doméstico, el trabajo desarrollado por el “sector informal” de la economía sumergida, el trabajo intelectual no productivo, el trabajo solidario y no retribuido. Los sujetos fuera del mercado de trabajo son considerados una penosa carga indigna de ser soportada por el Estado. Entre esta población están: los jóvenes sin empleo, los parados de larga duración, los prejubilados forzosos, los pensionistas. Todos estos sujetos están desacreditados en su dignidad y autoestima: son una carga. O también se los culpabiliza: pereza, conexiones con la delincuencia, etc. 6. Todas aquellas actividades que no dan Beneficios empresariales son consideradas arcaicas, desprestigiadas, y contrarias al progreso, por ejemplo las actividades artesanales. 7. Las llamadas excepciones culturales, aquellas actividades, generalmente locales que tratan de desarrollarse a espaldas del sistema y que han sido llamadas “excepciones culturales” al ser excluidas de los grandes circuitos de distribución controladas por el escaso puñado de corporaciones multinacionales de la cultura hace que estas “excepciones culturales” sean sólo excepciones exóticas para uso de elites intelectuales, o estrechos ámbitos locales con tan escaso consumo que las hace no rentables a menos que estén subvencionadas, cosa mirada con malos ojos por el Mercado “libre”. Pese a ello su valor de mercado es el que explica la pervivencia, incluso el auge, de algunas de estas “manifestaciones tradicionales”, que realmente no lo son porque han perdido muchos de sus elementos y casi toda su - 81 - carga significativa (descontextualizadas, productos lights para una aceptación más fácil en los mercados (turísticos...). 8. Recientemente el sector cinematográfico europeo trata de escapar al control férreo de la OMC que distribuye el cine USA (sobre todo el serie B, pues es raro que un film de Woody Allen este en cartel más de una semana, y no digamos los documentales de Moore). LA IMPOSIBLE “EXCEPCIÓN CULTURAL” El hecho que la lógica del Mercado no sea sólo económica hace baldío cualquier intento de “excepción cultural” si no se inscribe en una confrontación frontal con dicha lógica. Actualmente existe un significativo movimiento a favor de que la OMC no controle ni desregule las producciones intelectuales y artísticas tratándolas como simples mercancías (destaca Francia). Esta defensa de la diversidad cultural y de la negativa a facilitar la invasión de los productos globalizados es correcta, aunque no debe restringirse al ámbito de la industria audiovisual europea sino extenderse a los demás ámbitos de la cultura y del planeta: desde la alimentación a la salud y desde Europa hasta cualquier otro lugar del mundo. Las producciones “culturales” no son sino una de las dimensiones de la cultura. La lucha por su defensa es inseparable de la lucha por la soberanía alimentaria, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y por la reconquista de la política. La confrontación debe hacerse en todas las dimensiones y ámbitos de la vida social, no sólo por razones éticas, sino de coherencia y efectividad. “GLOCALIZACIÓN”: EL NECESARIO CAMBIO DE PARADIGMA DE PENSAMIENTO Parece imposible oponerse a la lógica de la globalización pero junto a la dinámica desigualitaria y totalitaria de la globalización, coexiste la dinámica complementaria pero opuesta a ella de la reafirmación de las identidades colectivas de los pueblos y sectores sociales excluidos, marginalizados o minorizados, que se asienta en una lógica incompatible con la mercantil: en una lógica comunitarista. Esta dinámica a la que suele darse el nombre de “localización”, que no debemos hacer equivaler con el localismo como ideología, ni confundir con los efectos de los fenómenos y compulsiones globales sobre los ámbitos microsociales. Los elementos locales no serían colonizados ni anulados sino “insertados” en el mundo global, esa “aldea global” que proponía McLuhan. Contrariamente a lo que se nos quiere hacer ver, nuestro mundo no está definido por un único proceso, el de globalización, sino por un proceso complejo con una doble dinámica, de globalización y localización imbrincadas y en oposición: el proceso de glocalización. El despliegue y confrontación entre ambas dinámicas está en la base de todos los fenómenos, paradojas y conflictos del comienzo del XXI. La oposición al avance totalitario de la lógica del Mercado sólo puede hacerse desde posiciones comunitaristas. Algunos de sus difusores son: Mike Featherstone, Robert Roberston, Ulrich Beck y en Sevilla Isidoro Moreno. No sólo es ética y políticamente necesario sino también factible un MUNDO intercomunicado en el que sean posibles mil mundos, es decir; una diversidad de pueblos y culturas, abiertos unos a otros desde el reconocimento mutuo y la interculturalidad, con el único marco obligado del respeto y desarrollo de los derechos humanos, individuales y colectivos, definidos también de forma intercultural. Las posibilidades de armonía entre las diversas y diferentes lógicas culturales, políticas, religiosas y mercantiles deberían ser el objeto principal de las ciencias sociales. Las posibilidades de oposición a la globalización alienante y colonizadora serían: 1. Cuestionamiento de la regla axiomática del pensamiento racionalista occidental, consistente en considerar lo “local”, lo concreto, como casos particulares de lo general, de lo “global”. Desde el presunto alcance universal de la lógica deductiva se olvida que, en realidad, las leyes y teorías generales han sido construidas siempre, de hecho, mediante un procedimiento inductivo, a partir del estudio de realidades y experiencias concretas, “locales”. Al contrario del axioma sobre el que se ha basado el modo de pensar eurocéntrico, supuestamente basado en la racionalidad y el método científico: “pensar globalmente y actuar localmente”. - 82 - 2. El autor considera imprescindible, para oponernos a la lógica de la globalización actual realizar un cambio de paradigma, propone “pensar y actuar glocalmente”, que consistiría en: a. Situarnos en la perspectiva de la glocalización, de sus componentes y efectos, rechazando el globalismo y el localismo como ideologías. b. Partir de los intereses y lógicas culturales comunitarias de los colectivos locales, territoriales y sectoriales, analizando los efectos destructores sobre ellos de la lógica de la globalización y las potencialidades de resistencia que poseen los valores y componentes de sus culturas específicas. c. Utilizar instrumentos tanto locales como globalizados no sólo para resistir a la globalización gobernada por el Mercado, sino también para rechazar cualesquiera otras tentaciones globalizadoras, avanzando a la vez en proyectos propios sobre la base de los valores de reciprocidad y solidaridad que tienen las lógicas comunitarias, añadiéndoles el componente de la interculturalidad. d. “Pensar y actuar glocalmente” rechazando el paradigma eurocéntrico (yo diría anglocéntrica pues Europa también tiene mil mundos) que prioriza lo global sobre lo local, lo general y abstracto sobre lo concreto y específico, “el hombre” y “la humanidad” como abstracciones con identidades propias. Esta es la única base para Isidoro Moreno para lograr otro mundo en el que sean posibles mil mundos dentro de un marco de mutuo reconocimiento e igualdad, que es el único mundo por el que vale la pena luchar y el único que merecería el nombre de humano. - 83 - TEMA 21.- LA ANTROPOLOGIA ECONOMICA Y EL DEBATE DE DESARROLLO La expansión del capitalismo y su impacto en la formación de los países post-coloniales. Las grandes migraciones campesinas a las ciudades. Urbanismo, marginalidad y nuevos pobres. Las nuevas minorías y los conflictos étnicos. El problema de las elites políticas. El papel de los Estados. Las multinacionales. Las Agencias de Desarrollo. ¿Cómo se aborda la pobreza extrema? Privatizaciones, neo-liberalismo económico y Organizaciones No Gubernamentales: el caso de los Andes de Ecuador. El discurso de la globalización. Las críticas al “mercado” en la A. Económica: 1) el reconocimiento de Polanyi. 2) La ecología política y el desarrollo sostenible. RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES - El impacto del capitalismo en los países post-coloniales. - las agencias de desarrollo. Las ONG - las críticas al liberalismo económico. TEXTOS DE ESTUDIO: Globalización, mercado y cultura e identidad. Isidoro Moreno. (EGM lectura 21) Las ONG y la privatización del desarrollo rural en América Latina (EGM lectura 20) TEXTOS DE ESTUDIO GLOBALIZACIÓN, MERCADO, CULTURA E IDENTIDAD. ISIDORO MORENO ------------------>tema 20 LAS ONG Y LA PRIVATIZACIÓN DEL DESARROLLO RURAL EN AMERICA LATINA. Víctor Bretón Las corporaciones multinacionales que practican una política neoliberal basada en la lógica del Libre Mercado han creado unas organizaciones supranacionales que regulan sus relaciones y que son los agentes responsables de la vigilancia y la coerción mediante sanciones de que esta política sea aplicada en todas las partes del planeta. Estas organizaciones son: El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, El Banco Central Europeo, la Organización Mundial del Comercio y otras de menor rango o menor influencia en el terreno económico como la ONU, salvo para aplicar por la fuerza las sanciones aconsejadas por las entidades financieras. Una de las políticas económicas exigidas a sus estados miembros (mejor decir subordinados) por estas entidades financieras es la Reducción del Gasto Publico fundamentalmente en aquellas actividades no lucrativas ni susceptibles de producir beneficios como las inversiones en el terreno del Estado de Bienestar o la subvención a fondo perdido a las áreas mas depauperadas de los estados. La ausencia de apoyo por parte de los estados liberales del tercer mundo de sus áreas marginales ha dado lugar a la creación de las llamadas ONGD (Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo cuyas características vamos a explicar de acuerdo con el artículo de Victor Breton en el libro de Lecturas “ De las tres Gracias al Molino Satánico” basado en parte en su artículo de la Revista MEMORIA y otros lugares “Capital Social etnicidad y desarrollo”. Aunque Victor Breton trata de las ONGD en Sudamérica el papel de estas organizaciones puede ser extrapolados a otras áreas del tercer mundo. En América Latina están presentes numerosas agencias privadas de desarrollo. Son Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD) y han adquirido protagonismo al tiempo que los poderes públicos se replegaban de esos ámbitos tradicionales de intervención. Destaca la existencia de importantes contingentes de población indígeno-campesina, la recurrencia de proyectos impulsados, financiados y evaluados por ONG, y la presencia cada vez mayor de organizaciones populares (beneficiarios de esos proyectos) con una notable capacidad de intermediación y de negociación con las agencias de desarrollo. - 84 - El propósito es proponer una serie de reflexiones críticas sobre el papel que están desempeñando las ONG en el medio rural latinoamericano desde el punto de vista de la eficiencia y la eficacia de sus actuaciones, del de su adecuación a la agenda derivada del modelo neoliberal y del de su relación con la evolución de los denominados nuevos movimientos sociales que canalizan la oposición de amplios segmentos de población. Las ONG y el Neoliberalismo Las ONG suelen ser identificadas con identidades compuestas por un conjunto de individuos que, voluntariamente y sin ánimo de lucro dirigen sus actividades hacia la prestación de diferentes servicios a los sectores sociales más desfavorecidos. Al margen de su financiación, organización, y eficacia se comportan como Empresas de Servicios no productivas. Se encuadran dentro del llamado “Tercer Sector” dentro de la Economía, donde el Primer sector sería el Sector Público y el Segundo Sector, la Iniciativa privada con ánimo de lucro. Forman parte del “tercer sector” en el ámbito de la organización de la sociedad; un sector orientado a servir a la colectividad en base a una serie de valores compartidos por quienes integran cada una de las instituciones que componen ese tejido. La naturaleza heterogénea del tercer sector. Las ONGD pueden ser definidas como organizaciones autónomas con respecto al Estado y orientadas prioritariamente a acopiar recursos de los países donantes para financiar proyectos en el Sur sobre la base de una retórica humanitaria originada más en la compasión y el altruismo que en la solidaridad estricto senso. Muchas de estas instituciones no operan directamente (o no sólo directamente) sobre los sectores sociales objeto de su intervención y/o sobre sus organizaciones representativas, sino que lo hacen a través de ONG locales, que dada su cercanía y mayor conocimiento de su realidad inmediata, constituía la contraparte natural de las acciones de desarrollo, contribuyendo a maximizar la eficacia de las incitativas capitaneadas por y desde las ONG del Norte. El mundo de las ONG en América Latina es heterogéneo, y no es fácil generalizar sobre sus características comunes. Suelen ofrecer una imagen común de equidistancia formal de los estados y los organismos internacionales que no siempre es real, dada su frecuente dependencia financiera de aquéllos. Su presunta autonomía, unida a su teórico alejamiento de posicionamientos ideológicos maximalistas, redundaría en una eficiencia y una eficacia de sus actuaciones muy por encima de las auspiciadas por los corruptos, clienterales, y burocratizados aparatos estatales latinoamericanos. Estas afirmaciones no siempre aparecen avaladas por la fuerza de los hechos. Entre le Consenso y el Post-Consenso de Washington La ayuda al desarrollo canalizada a nivel mundial por medio de las ONG entre 1990 y 1994 se incrementó un 24%, mientras que la ayuda estatal directa sólo lo hizo un 4%. En 1995 los recursos manejados por las agencias privadas representaba casi el 10% del total de la cooperación oficial. En los discursos actuales sobre el desarrollo, la causa de esa eclosión radica en la creencia en las ventajas comparativas de las ONG con respecto a las agencias estatales y multilaterales. Se presupone que son más flexibles, más eficaces y más eficientes. Desde una perspectiva crítica, se puede establecer una relación directa entre la gran proliferación de ONG y el apogeo de la retórica anti-estatista del neoliberalismo. No es casual que la importancia de algunas organizaciones de cooperación esté creciendo junto a la misma ola de privatización (Sogge). Son numerosas las voces que apuntan a que el modelo de cooperación al desarrollo a partir de las ONG obedece a esa lógica, siendo (tanto en los países del Norte como en los del Sur) perfectamente compatibles con los preceptos de la agenda neoliberal emanada, desde los inicios de los 80. De hecho, las ONG no empezaron a tener el protagonismo internacional con que cuentan hoy en día hasta el momento en que el Banco Mundial decidió convocarlas, en 1982, para estudiar el papel que deberían desempeñar en el contexto de la política neoliberal que se iba a aplicar, a escala global, en - 85 - los años siguientes. En el Post-Consenso de Washington se considera que el “ajuste” económico producido por la disminución del gasto publico, privatización de las empresas de servicios sociales y publicos, reconversión industrial, reubicación industrial etc debería ser “un ajuste con rostro humano” lo que dinamizo el papel de las ONG en parte financiadas por institiciones nacionales y supranacionales. Las ONG como privatización de las políticas sociales. Las ONG al ser financiadas desde el Norte que en parte dirige, planea y exige determinados objetivos se comportan como empresas privadas cuyo “beneficio” puede no ser económico pero es suficientemente rentable al proporcionar una paz social en los entornos donde se desarrollan. Nuestras observaciones van dirigidas a cuestionar la lógica de un modelo global que se fundamenta en el abandono de una parte importante de las obligaciones de los gobiernos nacionales y el traspaso de su planeación, ejecución y evaluación a agencias particulares financiadas mayoritariamente desde el Norte. Las ONG y el desarrollo rural en América Latina. El fenómeno es reciente y complejo, pero nos parece útil para empezar a distinguir entere la esfera estrictamente económica de la intervención de las ONG sobre el medio rural (la eficacia de los proyectos medida en términos de su capacidad para mejorar o no las condiciones de vida de la población implicada, así como su relevancia porcentual sobre el total de pobres rurales) de las esferas política y social (los efectos colaterales sobre las organizaciones populares y los movimientos sociales articulados alrededor de éstas). El desarrollo de las ONG coincide con la emergencia de regímenes neoliberales y colabora al establecimiento no traumático de estos regímenes en los países postcoloniales Vamos a desarrollar 5 tesis básicas que apuntan en esta dirección mencionada de la funcionalidad del “modelo ONG” de cooperación al desarrollo con la lógica del ajuste neoliberal. 1ª Tesis: Una substitución no traumática del Estado La praxis neoliberal se ha ido concretando en América Latina a través de la paulatina puesta en funcionamiento de 3 grandes líneas de actuación, en lo que al sector agropecuario y a las áreas rurales se refiere: la liberalización y desregularización de mercados de productos e insumos, consecuencia de la aplicación de los preceptos sobre la aldea global y la teoría de las ventajas comparativas; la liberalización del mercado de tierras y el fin del pacto del Estado con los campesinos; y la substitución definitiva del paradigma de la reforma agraria por el de desarrollo rural integral. Esto último ha implicado el abandono de la pretensión de una transformación global del sector agrario en aras de una intervención parcial y circunscrita a determinados grupos de productores rurales, al tiempo que ha abierto una puerta a la privatización de las intervenciones sobre el medio rural. El estado fue perdiendo protagonismo como agente potenciador del desarrollo rural en beneficio de las ONG y las financieras que ha ido limitando progresivamente el margen interventor de los poderes públicos. Las generalizaciones en un contexto tan diverso (diferentes regiones de América Latina) son difíciles de establecer. Lo que es novedoso es la proliferación general y la entrada masiva en escena de esta clase de organizaciones a partir de los 80. Se constata a escala continental la existencia de una relación directa entre el replegamiento del Estado del ámbito de las políticas de desarrollo y el incremento, en plena crisis, de ONG en activo cuya intervención ha servido para cubrir el vacío dejado por aquél. Es frecuente, al menos en el medio andino encontrar proyectos de infraestructuras a cargo de ONG locales, verdaderas “herencias” del Estado desarrollista de los 70, estableciendo nuevos vínculos entre los beneficiarios y los nuevos promotores. Desde este punto de vista, es innegable que forman parte del engranaje de un modelo global acomodaticio con el ajuste, por heterodoxo que éste sea. - 86 - 2ª Tesis: fragmentación del aparato interventor y dispersión paradigmática El paradigma de intervención representado por el modelo de las ONG es, paradójicamente, una suerte de no paradigma. Decimos esto, porque , en realidad, hay tantos modelos de actuación sobre la sociedad rural como agencias de desarrollo. Esto genera la superposición sobre la misma base social de proyectos ejecutados desde paradigmas con frecuencia contrapuestos. Ej; en comunidades indígenas en los Andes, o en el sur de México, se están implementando iniciativas inspiradas en la agroecología junto a otras emanadas de los preceptos más clásicos de la revolución verde. Semejante heterogeneidad en los intereses y en los enfoques fomenta todo tipo de reticencias a la colaboración interinstitucional entre agencias. Por otra parte la fuentes de financiación a menudo ejercen presión sobre la metodología de la ayuda: plazos de ejecución, formas de evaluación de objetivos, exigencia de competitividad. En resumen que muchas agencias, al margen de su carácter no lucrativo se comportan en sus métodos como verdaderas empresas privadas, por 2 razones: por su necesidad de competir en un mercado (el de la cooperación internacional) caracterizado por lo limitado de los medios financieros potencialmente disponibles en relación a las ingentes necesidades de la empresa (el desarrollo convencionalmente entendido). La 2ª entronca con la tesis de la domesticación y tiene que ver con las exigencias de todo tipo de las financieras, que suelen acabar imponiendo criterios de eficiencia propios de empresa capitalista a organizaciones que nacieron con una voluntad orientada hacia finalidades estrictamente sociales. Fragmentación, por tanto, del aparato y de los enfoques de intervención. Un elemento que sí suele ser reiterativo en esta suerte de antimodelo es el hecho de que los que obtiene más réditos acostumbran a no ser los más necesitados, a pesar de su discurso de que su prioridad son los más desfavorecidos. los beneficiarios de los proyectos de las ONG no suelen ser las comunidades más necesitadas sino las comunidades rurales con mejor posición económica que cuentan con mejor acceso a las ONG locales, sobre las que actúan como hemos dicho las ONG del Norte. 3ª Tesis: la silenciosa domesticación de la capacidad crítica. Para América Central, los trabajos de Biekart y de Laura McDonald ponen de manifiesto de qué manera los EEUU, a través de su agencia oficial (USAID), convirtió durante la década de los 80 el fomento de importantes ONG locales en un instrumento fundamental de la defensa de sus intereses en la zona: fortaleciendo organizaciones que desempeñarán un papel clave de cara a garantizar la sostenibilidad del ajuste y la privatización de los servicios públicos. En donde la amenaza revolucionaria modificaba el orden de las prioridades esa línea de actuación acompañó y complementó la estrategia contrainsurgente que consumió las partidas presupuestarias destinadas a “cooperar” con esos países. Al mismo tiempo, las agencias europeas y canadienses (más progresista en sus planteamientos y actitudes) pusieron en práctica políticas orientadas a fortalecer la capacidad organizativa de los sectores marginados en orden a cimentar la oposición política a los regímenes autoritarios y como contrapeso a la ayuda militar estadounidense. El apoyo a esos sectores adquirió diferentes formas (desde asistencia de emergencia hasta defensa de los derechos humanos) y habitualmente se fundamentó en una noción incluyente de “sociedad civil”. El regreso de la paz y la aceleración de los procesos de democratización, introdujeron a esas agencias en una profunda crisis de identidad en los inicios de los 90. El caso centroamericano es emblemático, pues señala el camino seguido por todas aquellas ONG que operando en la región durante décadas con un discurso fundamentado en la solidaridad y con unos planteamientos cercanos a los movimientos de izquierda, han acabado asumiendo los principios de la entronización del mercado como máxima; cultura en la que la solidaridad ha sido reemplazada por la provisión de caridad hacia los desposeídos. Manuel Chiriboga llamó la atención en 1995 sobre el giro de muchas de las ONG históricas del área andina, pasando de unas actitudes rupturistas y contestatarias a otras participativas (acomodaticias) - 87 - con la ortodoxia dominante, mayor énfasis en la colaboración con el estado, la concertación, la intermediación en los procesos campesinado-estado liberal, la participación popular y el distanciamiento de la política formal, considerada ahora como un campo externo de las ONG: Hay que decir, que este proceso puede darse incluso a pesar del propio código ético de los responsables locales de las ONG: suelen ser las financieras externas las que imponen las temáticas, los plazos y las orientaciones políticamente correctas de los proyectos a ejecutar. Hoy por hoy, la mayor parte de las agencias privadas que operan en América Latina reciben la mayor parte de sus ingresos de organismos gubernamentales y/o multilaterales, interesados en el efecto paliativo y analgésico social que sus intervenciones puedan generar. Esta evolución ideológica desde la rebelión a la cooperación con los estados neoliberales se ha visto favorecida por el empobrecimiento de las clases medias involucradas en el sector publico desaparecido prácticamente con las privatizaciones que ahora encuentran un medio de sustento en las ONG locales que de áreas de rebeldía anticapitalista se han convertido en centros de subsistencia desideologizados. De este modo las ONGs han sido un colchón capaz de amortiguar los efectos del ajuste económico. 4ª Tesis: Una derrota clamorosa en el combate contra la pobreza extrema. No está claro que la canalización de las ayudas a través de las agencias privadas de desarrollo resulte más económica que hacerlo por medio de organismos oficiales. Planteamos reservas al apriorismo en virtud del cual son las ONG las instancias idóneas para promover procesos de apoderamiento. Por parte de la población objeto de la ayuda, convirtiéndola en sujeto protagonista de su propio desarrollo y generando así mejoras económicas y sociales sustanciales. Las mediciones sobre la magnitud de la pobreza y la indigencia en América Latina ponen de manifiesto la insuficiencia de esta vía. El autor comprobó en la provincia de Chimborazo en Ecuador, una de las áreas más “agraciadas” la cooperación de las ONGD presentaba alguno de los índices de pobreza, indigencia y mortalidad infantil mas altas del país. Su efecto durante algunas décadas no ha hecho variar estos índices. En el plano técnico es indispensable poner en tela de juicio la eficacia en términos económicos de la intervención de las ONG. La obstinación por un exclusivo desarrollo agrario no se corresponde con una realidad en la que la población rural no vive solo de la agricultura que es el ámbito en el que casi exclusivamente se mueven la mayoría de las ONG. Son muchos quienes reiteran la necesidad de incorporar otras dimensiones en las propuestas financiadas y ejecutadas a favor de las comunidades campesinas. Por ello, cabe cuestionar la tan reiterada sostenibilidad a medio y largo plazo de este tipo de iniciativas. Convendría distinguir entre la percepción de la eficacia de las ONG y la eficacia concebida desde la óptica substantiva de los sujetos concretos, que son los pretendidos beneficiarios de las actuaciones, formas que pueden no coincidir. Los datos antropológicos de medición de la pobreza en las áreas más visitadas por las ONGs invitan a una cierta autocrítica constructiva. Más allá de su diseño y su adecuación a las características reales de la población a que se dirigen, los proyectos concretos se estrellan contra una realidad macro que los supera, condiciona y condena al fracaso. Quizá la reflexión mas certera es que un Eficaz Estado del Bienestar con prestaciones sociales básicas a toda la población, salud, enseñanza infraestructuras , transporte etc. no puede ser sustituido por la “caridad” condicionada y dirigida de las ONGs. El neoliberalismo radical es un potente generador de riqueza para unos pocos pero también de miseria y pobreza para muchos. La filosofía en que se basa, el spencerismo de la supervivencia del más apto no invita a pensar que, los enriquecidos por la política neoliberal, se dediquen a invertir en sus países con creación de empresas y riqueza para todos, cuando pueden vivir más ricos aún con la especulación financiera. Mientras tanto las ONGs se encargan de proporcionar el pan para hoy paliativo y sedante. - 88 - 5ª Tesis: Unas relaciones con los beneficiarios políticamente controvertidas. El término “participación” se ha convertido en otro comodín usado por muchas agencias para significar la diferencia del enfoque de las ONG en relación a lo que caracterizó la gestión burocratizada y vertical DRI públicos. Desde los 90 ha ido calando el discurso de la necesidad de implicar a los destinatarios de los proyectos en su funcionamiento, pues sólo una sólida organización puede garantizar el éxito de las intervenciones. Pero, como vimos, no todos los teóricos beneficiarios se benefician por igual, ni todos participan en la misma medida, siendo frecuente el mantenimiento de códigos de funcionamiento jerárquicos y verticalistas bajo formas aparentemente horizontales y participativas. Conviene recordar que la relación de las agencias con las organizaciones implicadas es una relación de poder, en la medida en que se fundamenta en una transferencia de recursos entre una parte donante (la ONG) y una contraparte local receptora de la ayuda. En nuestra opinión, el actual sistema de relaciones entre el aparato del desarrollo y el movimiento indígena está contribuyendo eficazmente (y desigualmente) a limitar la profundidad de las reivindicaciones étnicas y a ubicarlas dentro del campo de lo “políticamente correcto”. Pensamos, que hay elementos lo suficientemente sólidos como para hablar en términos de etnofagia: ahí queda el constreñimiento real del margen de maniobra del movimiento, en tanto una parte importante de su estructura depende financiera y funcionalmente de un modelo de intervención en el medio rural acomodaticio para con el neoliberalismo. Las consideraciones anteriores obedecen a la observación de cómo la afluencia masiva de ONG donde las demandas étnicas se han erigido en la columna vertebral de movimientos sociales con mucha capacidad para aglutinar el amplio descontento generado frente al ajuste, ha derivado en la tendencia a la sustitución de una dirigencia muy militante, ideologizada e identificada con un perfil políticoreivindicativo, por otra de carácter más tecnocrático. Actualmente, más allá de los discursos, en el día a día se ha impuesto una actitud conciliadora y concertadora por parte de los dirigentes, más interesada en las características y la envergadura de los proyectos a implementar sobre el territorio que en un posible cuestionamiento del modelo proyectista o del abandono del Estado y los poderes públicos de sus obligaciones sociales. (Todavía) sin conclusiones. Hemos hecho hincapié en algunos de los vínculos que pueden establecerse entre la profusión de agencias privadas de desarrollo rural y la economía política del neoliberalismo. Se trata de someter a crítica el sentido último de un modelo privatizador de las políticas sociales y de desarrollo. La substitución no traumática del Estado y los poderes públicos, la fragmentación del aparato interventor, la dispersión paradigmática, la competencia interinstitucional por los recursos de la cooperación internacional, el adormecimiento de la capacidad crítica de las contrapartes locales, los límites evidentes en la lucha contra la pobreza y la función analgésica que en cierto sentido ejerce el modelo sobre los nuevos movimientos sociales, son algunos de los ítems que se nos revelan funcionales desde la lógica del ajuste en América Latina. Lejos de atisbar alguna certeza sobre le camino a recorrer, la reflexión invita a seguir oteando el horizonte desde el convencimiento de que la vía ONG no constituye ninguna alternativa destacable a la senda de iniquidades y exclusiones marcada por el mercado neoliberal. Un elemento remarcable es el del cambio de intensidad del proceso de adecuación de muchas agencias privadas a los requerimientos de la nueva economía y de la nueva cultura del individualismo a ultranza y de la exaltación del mercado como panacea. Por detrás de las retóricas sobre la participación popular, el etnodesarrollo, la sostenibilidad, el capital social y el enfoque de género subyace un cierto poso de “conmiseración” hacia los objetos de la acción comunitaria o desarrollo. La búsqueda de alternativas debe ir más allá de los panegíricos estériles y de los laceramientos innecesarios. Se impone debatir hasta qué punto el camino emprendido conduce a alguna parte y si - 89 - consideramos ineludible que los propios actores del “tercer sector” decidan qué papel quieren, pueden y deben asumir en adelante. - 90 - Tema 22: EL SECTOR FORMAL E INFORMAL DE LA ECONOMIA Desempleo y trabajo. Hart: el sector formal e informal de la economía en Africa. La economía sumergida en los países «desarrollados». Características del sector informal: pequeña escala, unidades domésticas y procesos de diferenciación Críticas al dualismo del modelo. ¿Es la economía informal un fenómeno nuevo? Distintos modelos de trabajo. RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES Surgimiento del concepto de economía informal. Las unidades domésticas y la economía informal. Distintos modelos de trabajo y la «nueva economía». TEXTO DE ESTUDIO EL AFECTO Y EL TRABAJO: LA NUEVA ECONOMÍA, ENTRE LA RECIPROCIDAD Y EL CAPITAL SOCIAL Susana Narotzky A principios de los años 80 se estaba empezando a definir en Europa un tipo de organización de la producción particular: la economía informal o sumergida. Para otros, sin embargo, estas nuevas-viejas formas de estructurar los procesos productivos a través de relaciones personales arraigadas en sentimientos de pertenencia a una familia o a una comunidad, en sentimientos de fidelidad cimentados en la amistad y la vecindad, podían considerarse como un modelo alternativo de desarrollo económico. En este modelo, las relaciones de reciprocidad estaban en la base del tejido económico. Este incrustamiento de los procesos económicos en la sustancia compleja de las «otras» relaciones sociales y de los «otros» valores, no-racionales, sujetos a la moralidad y al sentimiento, ha supuesto un giro importante en los modos académicos y políticos de abordar el ámbito de la economía. De pronto, una serie de evidencias (que ya Marx y Polanyi señalaron), como que los procesos económicos son procesos sociales o que las relaciones sociales son la sustancia de las relaciones económicas, se ha convertido en el nuevo dogma del «capital social». Este concepto, que remite de forma vaga a modos más o menos institucionalizados de reciprocidad y de colaboración comunitaria, es hoy en día el eje de uno de los modelos dominantes de desarrollo económico «desde abajo» en el que se consideran fundamentales estas relaciones sociales noeconómicas para el establecimiento de dinámicas emprendedoras exitosas y adaptables (flexibles). El modelo orgánico de «capital social» se presenta en lo económico como una propuesta humanizadora por la proximidad de los lazos, y a la vez con el potencial de articular estos espacios locales con otros ámbitos más extensos y generales -otros niveles más abstractos- de transacciones económicas, a través de las figuras clave de los emprendedores locales, mediadores entre espacios, culturas y lógicas sustancialmente distintas del quehacer económico. Un ejemplo etnográfico es la producción de calzado en Alicante Lealtades conflictivas que provienen de la misma «moralidad de los afectos», pero tienen objetivos claramente diferenciados (interés/cuidado) que convierten la tarea de decidir y de priorizar entre transferencias de trabajo diversas para distintos miembros de la red de reciprocidades y afectos en algo particularmente difícil y estresante. Cuando uno observa estas regiones económicas que basan su estructura de la producción en relaciones que se rigen por esta moralidad general de los afectos, lo que ve es una cotidianidad tensada al límite, conflictiva y estresante en su totalidad, sobre todo en los ámbitos más íntimos. Este fenómeno en sí mismo no es nuevo: lo vemos en las explotaciones agrícolas familiares y en la producción artesanal doméstica, lo vemos en el paternalismo industrial y en la protoindustrialización. Quizá el mayor peligro hoy en día es convertir esta realidad en un modelo de desarrollo económico aplicable y extendible a través de políticas económicas nacionales e internacionales, sin antes valorar los costes humanos, sociales y políticos de esta realidad. - 91 - EL OTRO DESEMPLEO: EL SECTOR INFORMAL Ubaldo Martínez Veiga l. HISTORIA Y DEFlNICIÓN DEL PROBLEMA En los años sesenta aparece este concepto de sector informal de una manera difusa. Su consolidación hay que buscarla en una comunicación del antropólogo británico de la Universidad de Sussex, K. Hart, en 1971 y en una investigación de la OIT (Oficina Internacional del Trabajo) en Kenia (1972), que jugaron un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de este concepto. Posteriormente el Banco Mundial, por medio de algunos de sus expertos, contribuyó también a su definición. Durante los años sesenta se toma conciencia de que la población urbana en los países del tercer mundo crece más rápidamente de lo que crece lo que entonces se llamaba el empleo en el sector moderno de la economía. Inmediatamente se descubre que la definición tradicional de desempleo (la situación de aquellas personas que «no trabajan y buscan trabajo»), que se utilizaba transcultural y transnacionalmente, no tenía mucho sentido en contextos como los de la ciudad del tercer mundo. Basándose en esto, la OIT planteó al principio de los 70 otra definición basada en un mínimo de nivel de renta por debajo del cual una persona podía considerarse desempleada. Dentro de esta problemática se presenta el trabajo de Hart que establece que «la distinción entre las oportunidades formales e informales de obtener recursos está basada en la diferencia entre trabajo asalariado y autoempleo o trabajo «autónomo» (Hart, 1973). Según esto, los trabajadores reclutados con una remuneración fija y con una cierta regularidad y permanencia en el trabajo estaban insertos dentro del sector formal de la economía, mientras que el resto estaban situados en el sector informal, en el sector tradicional urbano o pertenecen a «la reserva de subempleados o desempleados». Hart ofrece un criterio para distinguir el sector informal del formal: El sector formal se caracterizaría por el trabajo asalariado permanente y con salarios fijos, el sector informal por el autoempleo sin permanencia y con salarios no fijos. Como consecuencia de esto, aparece el hecho de que el sector formal aparece en las encuestas oficiales o no, mientras que el otro no aparece. La mayor importancia del análisis del sector informal es la posibilidad de llamar la atención sobre el papel activo que este conjunto de actividades conlleva. Este aspecto va a ser subrayado posteriormente por otros autores. Hay otros dos elementos de la postura de Hart fundamentales. 1. El primero consiste en subrayar que lo más frecuente es lo que podríamos llamar empleo informal múltiple. La dimensión sincrónica implica que los que trabajan en el SI muy raramente trabajan en una sola tarea al mismo tiempo, ejecutan tareas muy diversas y obtienen recursos variados a lo largo de la jornada laboral. La dimensión diacrónica implica que, debido a la estacionalidad y al carácter eventual de estos empleos, la estrategia a seguir por los individuos es tener siempre empleos en reserva ante la incertidumbre y riesgos que la total inseguridad laboral lleva consigo. 2. El segundo aspecto desarrolla la idea de Hart de que el sector informal está ocupado básicamente por trabajadores autónomos o autoempleados. Esto, unido al hecho de que prácticamente siempre hay que tomar como unidad de análisis cierto tipo de unidad doméstica puede representar una gran ventaja para la supervivencia dentro de este sector, ya que así pueden adaptarse a las condiciones cambiantes de la producción, ajustando no sólo su comportamiento productivo El concepto de sector informal o sumergido tuvo un éxito inmediato tras la publicación de un informe de la OIT (ILO, 1972) y, en contraposición a las posturas de Hart, se diversifican los dos sectores, formal-informal, creándose una postura dualista que posteriormente va a ser muy criticada. Por otra parte, se ofrece una definición multidimensional de los dos sectores que va a presentar problemas a la hora de la operacionalización. La definición es la siguiente: Sector informal Sector formal - 92 - Fácil entrada Basado en recursos internos Operaciones a pequeña escala Intensivo con respecto al trabajo Habilidades adquiridas fuera del sistema escolar Mercados sin regulación y competitivos Entrada difícil Basado en recursos de fuera Operaciones a gran escala Intensivo con respecto al capital Habilidades adquiridas formalmente dentro del sistema educativo Mercados protegidos por impuestos, licencias comerciales, etc. Otra diferencia clara entre las posturas de Hart y las de la OIT es que, mientras que Hart toma como criterio de distinción entre el sector formal e informal las características de los trabajos, los estudios de la OIT y otros van a insistir más en las características de las empresas, tomando como criterio la escala (se trata de operaciones a pequeña escala). Ya hemos dicho que una de las características centrales de las empresas informales es su pequeña escala. Ahora bien, es un hecho que el desarrollo de estas pequeñas unidades productivas no se basa en el hecho de la reinversión de capital dentro de la empresa que serviría para hacerla más grande concentrándose en algún tipo de producción o de servicios, sino más bien en todo lo contrario, en la diversificación, que es una característica estructural básica del sector informal mismo, de las unidades productivas que lo constituyen. En esto puede estar una de las fuerzas de este sector, pero también una de sus grandes debilidades. Vamos a plantear ahora otra conceptualización importante del sector informal. D. Mazumdar y otros investigadores del Banco Mundial proponen un punto de vista distinto. Desarrollan la primera característica distintiva propuesta por la OIT: la fácil entrada versus la entrada difícil en el puesto de trabajo. Pero, en su desarrollo, colocan los criterios distintivos en el mercado de trabajo.. El carácter protegido o desprotegido de las relaciones de producción como criterio para distinguir el sector formal y el informal presenta algunas ventajas importantes. Dentro de este planteamiento se va a comprender mejor un aspecto importante, cual es el papel del Estado en la configuración de los dos sectores. Según Weeks (1975), el sector formal incluye las actividades públicas estatales y también aquellas actividades privadas que son reconocidas oficialmente, alimentadas y reguladas por el Estado. En contraposición el sector informal no está reconocido ni regulado por el Estado. Este concepto de protección-desprotección es una de las características básicas en la clasificación del sector formal e informal. Partiendo de aquí, Weeks defiende que hay grandes ventajas en promover el dinamismo y evolución del sector informal en los países menos desarrollados. En primer lugar, el sector informal produce bienes de consumo más baratos y, por lo tanto, accesibles a los grupos con menos poder adquisitivo. En segundo lugar, el crecimiento del sector informal podría representar una forma de industrialización más intensiva con respecto al trabajo y, por lo tanto, ser un generador de empleo. ¿Economía informal o producción a pequeña escala? --terminologia Existe otra disputa en la que se plantean algunos problemas centrales para la clarificación de la noción, papel y estructura del sector informal. Se trata de la disputa entre los que defienden la dicotomía formal e informal y los que afirman que el sector informal debería ser denominado modo de producción simple de mercancías o producción de mercancías a pequeña escala. Este modo de producción se colocaría en contraposición al modo de producción capitalista. .... Desde este punto de vista, el modo de producción simple es uno de los modos de producción que se incluye dentro del sector informal. Con esto afirmamos que el término que lo designa («producción simple») no se puede sustituir por el de sector informal que es bastante más amplio. - 93 - El problema del dualismo El concepto de sector informal ha sido criticado desde otros puntos de vista. Las primeras críticas sobre el concepto del sector informal giran alrededor del dualismo presente en la división de la economía en dos sectores, formal/informal, siendo así que la economía es una. Una de las manifestaciones más claras del dualismo económico aplicada a los países capitalistas avanzados, especialmente los Estados Unidos, es la distinción propuesta por Averitt (1968) entre «empresas centrales» y «empresas periféricas». Para él, el capitalismo contemporáneo está compuesto por dos sistemas distintos de negocios, la nueva economía está compuesta por empresas grandes en tamaño e influencia. Llamando a esta red de empresas el «centro». La otra economía está poblada por empresas relativamente pequeñas. Las crisis económicas con frecuencia producen graves problemas financieros. Llamando a estas empresas la «periferia». Con esta exposición se comprende el paralelismo en esta dicotomía entre empresas centrales y periféricas y las operaciones en el sector formal o informal. El modelo de la economía dual, que se basa en una distinción entre las características de las empresas desde el punto de vista de la organización del capital, se complementa y corresponde con una economía dual desde el punto de vista de la organización del trabajo, de la dualidad en el mercado de trabajo. El mercado primario ofrece trabajos que poseen muchas de las siguientes características. Sueldos altos, buenas condiciones de trabajo, estabilidad y seguridad en el empleo, equidad y procesos definidos en la administración de las reglas de trabajo y posibilidades de promoción. El otro sector, el secundario, ofrece trabajos que en comparación con el primario son mucho menos atractivos. tienden a estar constituidos por salarios bajos, malas condiciones de trabajo, disciplina dura y arbitraria y pocas posibilidades de promoción. Los pobres están confinados al mercado secundario de trabajo, Piore (1971). Aunque en esta última dicotomía se juntan los dos elementos, es decir, las características de dos tipos de economías y también dos mercados o características del trabajo; sin embargo, la dicotomía formal/informal no coincide con las otras dos en cuanto que en las dos primeras se supone que el trabajo está hasta cierto punto protegido, la dicotomía formal/informal se caracteriza por la protección/desprotección. Además, pensamos que los dos grupos de dicotomías (formal/informal y las otras dos) parten de presupuestos distintos, lo cual las hace inequiparables. Sin embargo, tanto unas como otra se basan en una consideración dual de la economía que ha sido muy criticada. La crítica al dualismo, implícito y presente, en la división de la economía en dos sectores, el formal y el informal, comenzó desde el principio. A raíz de la publicación del informe de la OIT sobre Kenia, Leys (1973) publicó una crítica del informe en donde se afirma que uno de los graves problemas del mismo consiste en que, «al hablar de dos sectores, la misión veía una dualidad donde realmente existía unidad, es decir, entre la masa de ingresos muy bajos en general y el provecho muy alto de las empresas más grandes, en la mayoría de los casos extranjeras».. Aunque desde un punto de vista muy general esta observación podría ser exacta, sin embargo no podemos estar de acuerdo con ella, porque, en un principio, lo que la distinción entre un sector formal y otro informal implica es que hay una estratificación entre los explotados, y no vemos ninguna razón para negar este hecho obvio. Otro planteamiento alternativo propone, en contraposición al dualismo inherente a la distinción formal/informal, un conjunto de actividades colocadas en un continuo en cuyos extremos se encontrarían el estado formal y el estado o sector informal puro La crítica más pertinente al dualismo formal/informal es la planteada por R. Hodson y R.L. Kaufman (1982) que afirman que «correspondiendo a los sectores del centro y la periferia hay dos mercados de trabajo separados entre sí: un mercado primario de trabajo y un mercado secundario». En el caso de la dicotomía formal/informal el problema con el que nos encontramos es que no se trata tanto de una división de la economía en dos sectores, formal e informal, del cual se derivaría una distinción entre un sistema de trabajo y remuneración formal e informal. - 94 - Esta observación tiene muchas dificultades para poder ser aceptada en ambos casos. No se puede admitir que haya una correlación entre empresas centrales y mercado primario de trabajo ni tampoco entre empresas periféricas y mercado secundario. Creemos que el carácter de protegido/desprotegido con respecto a las condiciones de trabajo y también con respecto a la organización de los procesos productivos puede favorecer este agrupamiento. Polanyi, la economía substantiva y el sector informal Nos interesan las posturas de Gershuny y Pahl (1979) porque plantean algunos problemas centrales dentro de la antropología económica, además de ayudarnos a clarificar el concepto de sector informal en su conjunto. Polanyi distinguía entre dos conceptos de economía, uno formal y otro substantivo. El concepto formal trataría de «la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos». La definición de una economía substantiva la ofrece Polanyi como «el proceso institucionalizado de interacción del hombre con el entorno que resulta en la oferta continua de medios materiales para satisfacer los deseos humanos» (Polanyi, 1968). Podemos afirmar que el planteamiento conceptual del problema del sector informal lleva dentro de sí como base un replanteamiento de lo que Polanyi llamaba el concepto substantivo de economía. Lo importante, según nuestra manera de ver, del análisis del sector informal es que, con su descubrimiento o utilización, en gran medida lo que se está proponiendo es un replanteamiento de la economía como un aprovisionamiento de la sociedad o de los individuos de los medios necesarios para la vida. El segundo presupuesto de Gershuny es también muy importante. Gershuny toma como unidad de análisis, o como base de producción, la casa o unidad doméstica y basándose en esto describe tres tipos de economías o tres tipos distintos o áreas de provisión de servicios a las unidades domésticas. Se trata de la economía formal, la informal y la comunal o doméstica. Entre ellas se establecen transformaciones. Estas consideraciones y la distinción que ahora acabamos de ofrecer nos fuerzan a recurrir a las posturas de Polanyi por una razón doble. Por una parte, se hace alusión a sectores de la economía en donde el principio regulador no es el mercado, sino otros como la reciprocidad. Por otra parte, lo que aquí está presente es, sin duda alguna, el problema de la conversión en mercancía de lo que Polanyi llamaba una «mercancía ficticia», el trabajo. Modos de integración Polanyi distinguía tres tipos de integración económica o modos por los cuales la economía adquiere unidad y estabilidad: la reciprocidad, la redistribución y el intercambio (prescindiremos de este ultimo). La reciprocidad significa movimientos de bienes entre «puntos correlativos de grupos que tienen un carácter simétrico», que tienen lugar principalmente dentro de las unidades domésticas. La redistribución «ocurre dentro de un grupo en la medida en que la distribución de los bienes se recolecta en una mano y se realiza por medio de la costumbre, la ley o una decisión central» (Polanyi, 1968). La reciprocidad sería el movimiento mutuo de bienes entre personas o grupos, mientras que la redistribución estaría constituida por los movimientos centralizados de bienes que implican la recolección de los mismos en manos de un miembro de la población y el ulterior reparto entre los miembros del grupo. En las economías sin mercado, las dos formas de integración -reciprocidad y redistribuciónusualmente aparecen juntas. La reciprocidad tiene lugar dentro de la unidad domestica, pero la unidad doméstica no funciona únicamente con base en la reciprocidad, sino que en la unidad doméstica se encuentra también el principio de redistribución, y especialmente la redistribución del trabajo está presente con mucha frecuencia. Se toma como punto de partida la unidad doméstica en cuanto que se considera a ésta no sólo como un redistribuidor de los bienes y servicios, sino como un lugar en el que de alguna manera se redistribuye el trabajo. Lo dicho para las unidades domésticas puede ser afirmado sin ningún tipo de modificación de lo que podríamos llamar «economía comunal» o, usando un término hoy - 95 - día más aceptado, «economía social». En el caso de esta economía parece menos frecuente lo que hemos llamado distribución del trabajo, aunque es un fenómeno que está presente. Lo que parece más frecuente como principio articulador es la reciprocidad y la redistribución de bienes. Parece conveniente dar una definición de casa o unidad doméstica tal y como aquí vamos a entenderlas. La más exacta y útil analíticamente es la definición de C.H. Wood (1981). Él define la casa como «un grupo que asegura su mantenimiento y reproducción generando y disponiendo de unos ingresos comunes». Como tal, la casa se diferencia, pero no la excluye, de la familia, de los grupos que residen juntos y de las estructuras de parentesco. El carácter dinámico del comportamiento de la casa puede conceptualizarse como una serie de «estrategias de sustento» por medio de las cuales la casa o unidad doméstica intenta activamente conseguir una adecuación entre sus necesidades de consumo, su fuerza de trabajo y las alternativas para generar recursos (monetarios y no monetarios). Según los análisis marxistas sobre la razón para la existencia de la casa o unidad domestica, es que perviven porque son útiles para los intereses del capitalismo. Según J. Humphries, .”La preservación de las relaciones de no mercado dentro de la familia aparece no como un resto obsoleto de un modo de producción menos desarrollado ni como una anomalía sociológica, sino como resultado de la lucha de los trabajadores”. Un elemento que estos autores no consideran es el papel del Estado. Como dice Portes (1983), «existe un sector formal porque el Estado ha institucionalizado los resultados de la lucha de clases en forma de legislación laboral». Lo que hace que lo que hemos llamado economía doméstica, economía comunal y trabajo desprotegido puedan ser considerados como pertenecientes al sector informal de la economía es precisamente que no están protegidos y regulados por el Estado. Polanyi (1944) hace una observación que tiene mucho interés. Según él, «la historia social del siglo XIX era el resultado de un movimiento doble: la extensión del principio del mercado con respecto a las mercancías ficticias. Mientras que, por una parte, los mercados se extendieron por la faz del globo y la cantidad de bienes implicados creció en proporciones increíbles, por otra parte, un conjunto de medidas y regulaciones se integraron en instituciones poderosas que ponían cortapisas a la acción del mercado con respecto al trabajo, la tierra y la moneda». El trabajo en el sector formal es fruto de una «imperfección» del mercado que tiene lugar debido a la intervención estatal. Lo mismo se podría decir de la «economía doméstica» y de la «economía social» o comunal. En este caso, tampoco se da una penetración de los principios del mercado, y esto por dos motivos. En primer lugar, porque, como subrayaba Polanyi, los procesos económicos están incrustados (embedded) dentro de las instituciones sociales que los moldean y son moldeadas por ellos. La misma lucha de las clases trabajadoras que ha impedido la penetración de los principios del mercado en la organización del trabajo asalariado, ha impedido la penetración de estos mismos principios dentro de la economía doméstica y la economía comunal que, en gran medida, han permanecido regidas por principios diferentes a los del mercado. El único lugar en donde se podría afirmar que los principios del mercado han penetrado totalmente sería en el trabajo asalariado de carácter informal. El SI no es un fenómeno precapitalista de carácter transitorio que desaparecerá con la penetración del capitalismo en todas las esferas de actividad, ni tampoco se trata de formas precapitalistas recreadas, trasformadas y revividas por el capitalismo dominante. No se trata de esto; cierto tipo de economía domestica y comunal, aunque existentes previamente a la aparición del capitalismo, han adquirido formas de articulación distintas con su aparición. II. SECTOR INFORMAL Y UNIDADES DOMÉSTICAS Todo el mundo estaría de acuerdo en que un elemento fundamental en el estudio del sector informal sería el análisis de las unidades domésticas. Es importante comprender la interrelación entre unidades domésticas y trabajo en el sector informal. Si admitimos la definición de Wood (1981), según la cual la unidad doméstica o casa es «un grupo que asegura su mantenimiento y reproducción generando y disponiendo de unos ingresos comunes», término que preferimos al de casa, dado que esta denota un fenómeno más bien espacial, entonces la unidad doméstica se - 96 - distinguiría al menos conceptualmente de la familia. Se trata de familia cuando se parte de las relaciones, culturalmente definidas, de nacimiento, adopción o matrimonio, es decir, de lo que de una manera amplia se puede llamar parentesco. La noción de unidad doméstica se refiere más bien a las tareas de producción o consumo en cuanto que se comparten dentro del grupo doméstico. Aunque lo más frecuente es que la unidad doméstica se identifique con algún tipo de familia, sin embargo esto no tiene por qué ser siempre así. Además, el considerar la corresidencia como un elemento fundamental de la noción de unidad doméstica puede llevar consigo empobrecer enormemente el análisis ya que quizás los miembros más importantes de muchas unidades domésticas son aquellos que no residen: trabajadores emigrantes, artesanos ausentes en los períodos en los que no hay trabajo en la agricultura, los comerciantes ambulantes, los estudiantes que están fuera…pueden considerarse como miembros de la unidad doméstica a la cual envían bienes y servicios vitales. La insistencia en suprimir la residencia común como un elemento fundamental de la definición se debe a que entre las estrategias básicas de las unidades domésticas que están comprometidas en el trabajo dentro del sector informal están las «estrategias de movilidad» o estrategias de tipo migratorio, que en última instancia no son más que un medio de diversificar y multiplicar las posibilidades de empleo y, en última instancia, de aumentar un poco los recursos. Estrategias de las unidades domésticas El origen del concepto de estrategia de las unidades domésticas es de los científicos sociales de América Latina (l. Duque y E. Pastrana, 1973). El término estrategia pone de relieve el papel activo y productivo de los grupos más pobres dentro de la sociedad. Tanto en los análisis basados en la teoría de la pobreza, como los primeros estudios sobre la «marginalidad», los pobres aparecían como un conjunto de seres pasivos, incapaces de reaccionar ante su situación. En contraposición, la noción de estrategia subrayaba el papel activo y creador de estos grupos. Desde este punto de vista, este concepto representa un avance, en cuanto que subraya la capacidad de los pobres para cambiar su situación y obtener lo necesario para la supervivencia, recurriendo a los recursos mínimos que la situación económica ofrece. Yanagisáko (1984) afirma que no hay nada que objetar a que se piense que «en todas partes la gente, incluyendo a los pobres en las ciudades dependientes del tercer mundo, actúan de una manera estratégica a su favor, en vez de aceptar pasivamente su destino económico o residencial. Sin embargo, no se puede estar de acuerdo con la transferencia de conciencia y volición a las unidades domésticas. Esta transferencia se basa en la pretensión de que todos los miembros de la unidad doméstica comparten los mismos fines y estrategias o, si esto no es así, que algunos de los miembros (especialmente las mujeres y los niños) son tan importantes que sus acciones están determinadas por los fines y estrategias de otros (la mayor parte de las veces de los hombres adultos)». Pero se puede caer en el error de considerar las unidades domésticas como un lugar de consenso absoluto entre todos sus miembros. El mismo defecto estriba en pensar en la unidad doméstica como el lugar de la realización de la igualdad total. El análisis de los fenómenos de la edad y del género descubre fenómenos de jerarquización y de explotación. A pesar de esto, los conceptos de unidad doméstica y de estrategias de la unidad doméstica sirven de puente entre el análisis de carácter metodológicamente individualista y el análisis más macroestructural. Además de esto, y para que se pueda hablar de estrategias de la unidad doméstica, hay que pensar que esta es, después del individuo, la realidad más grande dentro del mapa social. Con ello se quiere decir que la unidad doméstica es una unidad social que es algo más que la suma de las partes que la integran. La unidad doméstica es un lugar para la expresión de papeles y conflictos de la edad, del género, del parentesco, de la producción y de la reproducción, así como de la cooperación económica entre unos miembros y otros. Desde este punto de vista, se puede hablar de decisiones tomadas por la unidad doméstica. Las decisiones acerca del matrimonio, de construir una vivienda o de emigrar no son, con frecuencia, puras decisiones individuales, sino decisiones de la unidad doméstica, lo que no quiere decir que estas decisiones sean fruto del consenso, no pudiendo - 97 - excluirse que la decisión sea fruto del ejercicio del más puro autoritarismo dentro de estas unidades domésticas. El caso de Leganés En la población de este barrio aparecían dos tipos de organización de la unidad doméstica que podemos llamar unidad doméstica de carácter centrífugo y unidad doméstica de carácter centrípeto, no como una clasificación dicotómica, sino como dos tipos ideales entre los cuales se colocan las unidades domésticas estudiadas. La unidad doméstica de tipo centrífugo viene representada por aquellos grupos que comparten los recursos y en los que esta unidad funciona más bien como una base de operaciones a partir de la cual sus miembros ejercen una diversidad enorme de actividades. La división del trabajo entre los diversos miembros es muy flexible, de tal manera que cambian frecuentemente de trabajo sin que estos cambios produzcan ningún tipo de trauma. Con frecuencia, algunos miembros de estas unidades no residen con los otros miembros, lo cual implica que la unidad doméstica es una unidad dispersa. En la unidad doméstica de tipo centrípeto, tanto la gama de actividades como el número de personas que trabajan es mucho menor, con frecuencia trabaja una o a lo sumo dos. No se da tanta flexibilidad en la división del trabajo como en el otro tipo, dado que los que trabajan cambian poco o a intervalos largos de trabajo. También en este caso se da el fenómeno de compartir los recursos, aunque el sistema es bastante distinto del sistema utilizado en el caso anterior. En los casos estudiados en Leganés encontramos que cuanto mayor es la participación de las unidades domésticas en los trabajos del sector informal, más se acercaban al tipo de unidad doméstica centrífuga y, a la inversa, cuanto mayor era la participación de la unidad doméstica en el trabajo dentro del sector formal más se acercaba al tipo de unidad doméstica de tipo centrípeto. Refiriéndonos al problema de la distribución de los recursos dentro de la unidad doméstica, no basta con afirmar que los recursos se comparten y distribuyen. Lo que aquí ocurre realmente es un sistema de crédito doble. Por una parte, existe un crédito que cada uno de los miembros ofrece al resto, o a la unidad doméstica en su conjunto. Este crédito es devuelto hasta cierto punto. Pero además de esto existe también el crédito que la unidad doméstica ofrece de vez en cuando a cada uno de los miembros, ya sea porque él tiene que hacer una pequeña inversión o por otros motivos. Como decíamos antes, la situación es esencialmente dinámica y, si no se analizan los fenómenos desde un punto de vista diacrónico, se puede presentar una descripción que afirme que lo que se da es un fondo común o, si la unidad doméstica es analizada en una situación distinta, puede dar la impresión de que todo el sistema consiste en repartir a cada uno según su contribución. Por este motivo es fundamental considerar los fenómenos a lo largo del tiempo, y entonces es cuando el sistema aparece. Para que este sistema funcione es necesario que los miembros de la unidad familiar permanezcan dentro de ella lo más posible. Este intento por mantener la «cohesión económica» de la unidad doméstica a toda costa sería lo que explica por qué en situaciones como esta encontramos con tanta frecuencia miembros de la unidad doméstica que residen espacialmente fuera de la misma, o incluso muy alejados, que contribuyen y comparten los recursos con ella La movilidad hacia arriba en estas circunstancias se presenta como una experiencia muy preocupante. Para salir y subir, una persona tiene que dejar de compartir, lo cual va en contra de la familia. la red de relaciones es mucho más intensa y duradera dentro de las unidades domésticas de carácter centrífugo. en la economía informal a quién se conoce es tan importante como qué se conoce. Lo que queremos subrayar aquí es que esta economía social, o lo que otros autores llaman economía comunal, es una economía como las otras. Uno de los elementos fundamentales dentro de ella son las relaciones que son en sí mismas recursos, bienes económicos que se activan en razón de las diversas circunstancias. Son recursos porque proporcionan información, trabajo, ayuda y también consuelo en las condiciones difíciles. Este fenómeno de la inserción de la unidad doméstica en esa red grande de relaciones sociales es lo que da el carácter centrífugo a la unidad doméstica. - 98 - la «formalización» de la organización del trabajo que se obtiene como resultado de esas luchas de los trabajadores representaría a un cierto nivel la preservación dentro de la unidad doméstica de relaciones distintas de las mercantiles. A la inversa, la informalización de los procesos productivos, por paradójico que pueda parecer, representaría una mayor penetración de las relaciones domésticas por parte de las fuerzas del mercado. Como afirmaba Rayna Rapp, no existe distinción entre lo privado y lo público, entre las relaciones de producción y trabajo y las relaciones domésticas. Habría que preguntarse si en estas unidades domésticas de carácter centrífugo no se han roto las barreras entre procesos económicos domésticos y el mercado general, de tal manera que sea este el que con su lógica lo dirige ya realmente todo. - 99 -