Los Grandes Desafíos de la Metrópoli Por Enrique de la Madrid (Publicado el 4 de junio en el Sol del México) El pasado 26 de mayo, tuvo lugar el seminario “Los Grandes Desafíos de la Metrópoli en el Siglo XXI” organizado Metrópoli 2025. Metrópoli es un centro de información, reflexión e influencia cuyo objetivo es convertir las ideas de sus miembros en propuestas concretas de solución para los grandes desafíos de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Para atender dichas tareas, se conformaron 10 Comités temáticos, mismos que presentaron de manera pública sus diagnósticos preliminares. En esta ocasión, me referiré únicamente a algunos de los aspectos más relevantes tratados por el Comité de Vivienda y Suelo Urbano. De acuerdo a dicho Comité, la ZMVM destaca por su complejidad, no sólo porque ahí se concentra la mayor población y urbanización del país, sino porque una gran parte de sus habitantes se ubica en asentamientos irregulares de muy bajo ingreso y con escasos servicios e infraestructura. Los sistemas de planeación urbana, de la vivienda, fiscal, inmobiliario y de infraestructura están totalmente desarticulados. El gobierno, la planeación y administración de la metrópoli está totalmente fracturado, al dividirse sus decisiones en aproximadamente 75 autoridades de los tres ámbitos de gobierno (delegaciones, municipios y gobiernos estatales y federal). No existe una visión metropolitana integrada. Aquellas instancias metropolitanas que se han logrado constituir, tales como centros académicos y comisiones gubernamentales, no han logrado influir suficientemente en las decisiones y acciones de gobierno. Destaca la ausencia de una política de suelo metropolitana que oriente el mercado inmobiliario y atienda las necesidades de los grupos sociales de bajos ingresos. No se reconoce ni apoya en la legislación ni en las políticas públicas la producción social de vivienda y la autoconstrucción, no obstante que representan más de la mitad de la producción urbana. El suelo es considerado básicamente como una mercancía, en un mercado poco transparente caracterizado por la especulación descontrolada. Acceder a un lote habitacional depende de la capacidad de compra. El más rico tiene todos los lugares para elegir mientras que al pobre sólo le dejan lo que no quiso el primero. Como existe menos oferta de suelo urbanizado que demanda, los pobres son expulsados por el precio a los peores lugares. Para comprar la vivienda más barata en el mercado, se requiere un ingreso del orden de 6.3 veces salario mínimo mensual (vsmm): 4.4 vsmm para satisfacer las necesidades básicas de la familia y 1.9 vsmm para acceder al crédito más barato en el mercado. Más del 80% de los mexicanos no tienen acceso a estos niveles de ingreso y por lo mismo tampoco a este tipo de vivienda formal. En resumen, de acuerdo al Comité, la oferta institucional de vivienda se ha caracterizado por: Ser de producción masiva, industrializada y homogénea en todo el país. Sólo atender al 20-30% de la demanda. No considerar ni apoyar la producción social y la autoconstrucción. Por los altos costos del suelo, los conjuntos de vivienda se ubican a grandes distancias y en la periferia de la Ciudad, acarreando nuevos costos de transporte, pérdida de horas y nuevos problemas sociales. Las soluciones habitacionales construidas NO HACEN CIUDAD y tienen además serios problemas ambientales (desmontan capa arbórea para construirlos, no reciclan el agua, no aprovechan energía alterna, y no disponen adecuadamente de la basura). En resumen no hay una política de vivienda integrada en la ZMVM. Para aquellos interesados en estos temas metropolitanos y en conocer las conclusiones de los demás Comités, les recomiendo consultar la página www.metropoli.org.mx en donde además se informa de las siguientes sesiones que tendrán lugar. [email protected]