Señor Presidente y distinguidos delegados: Tengo el honor de presentarles los documentos de programas de país para 2013-2016 acordados entre UNICEF y el gobierno de Haití, y para 2013-2017 entre UNICEF y el Gobierno de Nicaragua. Además, acabamos de finalizar la revisión de mitad de período del documento de programa de país entre UNICEF y la República Bolivariana de Venezuela. En la región de América Latina y el Caribe, una de las más diversas del mundo, viven 195 millones de niños, niñas y adolescentes (de 0 a 18 años). Aunque esta región está, en promedio, encaminada a lograr la mayoría de los ODM, una mirada más cercana a los promedios regionales y nacionales revela grandes disparidades entre los países y dentro de estos. Aunque la región ha experimentado un sostenido crecimiento económico en los últimos años, aún persisten muchas dificultades importantes. La pobreza y la exclusión social persistentes relacionadas con el género, la etnicidad y el lugar de residencia han excluido a muchos grupos de población de los beneficios del desarrollo. Esta situación de exclusión y pobreza se exacerba cuando los países son afectados por desastres naturales recurrentes. El terremoto que golpeó a Puerto Príncipe en 2010, uno de los desastres naturales más devastadores de nuestro tiempo, también trajo consigo una muestra sin precedentes de compromiso, solidaridad y cooperación de América Latina y el Caribe y el resto del mundo. La respuesta mundial promovió nuevas e innovadoras asociaciones y nos proporcionó pruebas valiosas y lecciones aprendidas acerca de la importancia de fortalecer las instituciones nacionales y locales. Los proyectos de programas de países que se presentan hoy para Haití y Nicaragua, aunque están arraigados en su propio contexto de país, son el resultado de discusiones y consensos con los gobiernos, asociados y colegas de las Naciones Unidas sobre principios estratégicos clave y resultados programáticos tangibles para los niños más desvalidos. Utilizando el enfoque del ciclo de vida y el análisis derivado de la vigilancia de resultados, pudimos determinar qué intervenciones son las más apropiadas y a qué indicadores se les debe dar seguimiento, a fin de asegurar que se alcancen los resultados para la infancia. Los dos documentos de programas por países reconocen el papel esencial de UNICEF como observador de la situación de los niños y niñas, realizando evaluaciones dirigidas por los países y brindando la oportunidad de acompañar y apoyar esfuerzos nacionales que tienen como destinatarios a los grupos más excluidos. Permítanme mencionar algunas características de cada uno de los proyectos de programas de país: Nuestra contribución a la respuesta de emergencia de Haití desde 2010 se basó en una fuerte alianza con el Gobierno y las redes de asociados comunitarios para la realización de una “agenda transformadora” para el país. Atendimos las necesidades inmediatas teniendo en cuenta la necesidad de una visión a más largo plazo para los niños de Haití. Como resultado, hoy UNICEF está bien posicionado para acompañar al Gobierno en sus esfuerzos por defender los compromisos asumidos en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño y acelerar los esfuerzos nacionales para la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio con equidad. Mediante su nuevo documento de programa por país, UNICEF perfeccionará su enfoque de equidad y promoverá un enfoque descentralizado a fin de corregir las disparidades. El programa producirá resultados tangibles, tanto a nivel nacional como en los departamentos del Norte y del Sur, en un esfuerzo por elaborar estrategias para equilibrar la prestación de servicios con el desarrollo de capacidades a todo nivel fuera de la zona metropolitana de Puerto Príncipe. El nuevo programa por país acordado entre UNICEF y el Gobierno de Haití contiene tres componentes programáticos: desarrollo y supervivencia infantil; ambiente de aprendizaje y protección, y asociaciones por los derechos de los niños. En 2013-2016, UNICEF apoyará a las autoridades nacionales para reducir la morbilidad y mortalidad infantiles garantizando el acceso para niños, niñas y mujeres, especialmente los más vulnerables, a un paquete comprobado y económico de intervenciones de salud y nutrición preventivas y curativas, de alto impacto, a nivel comunitario. Este paquete incluye el apoyo al programa ampliado de vacunación, la gestión integrada de enfermedades infantiles, la atención obstétrica y neonatal, y la prevención y tratamiento del VIH y el SIDA. UNICEF sabe que mantener a los niños en la escuela es una de las mejores formas de protegerlos de la violencia y el abuso. Mediante su programa de país 2013-2016, UNICEF apoyará a instituciones gubernamentales para aumentar el acceso de los niños a oportunidades de aprendizaje temprano de calidad, tanto formal como basado en la familia y la comunidad. UNICEF también ayudará al gobierno a crear marcos políticos para regular el sistema educativo, abolir las cuotas escolares y definir normas de calidad para proveedores de servicios estatales y no estatales, preparando así el camino para que más niños obtengan una educación de mejor calidad. El programa de país 2013-2016 fortalecerá la capacidad de instituciones gubernamentales a nivel nacional y sub-nacional para implementar, supervisar y hacer cumplir efectivamente las normas sobre los servicios de protección para los niños, incluso mediante la elaboración de normas mínimas y códigos de conducta para garantizar que los cuidadores brinden a los niños un nivel de atención superior. UNICEF también se ocupará de la violencia contra los niños creando protocolos y mecanismos de derivación, y apoyando a las autoridades gubernamentales para que instauren un sistema sólido de gestión de casos y servicios sociales, priorizando las necesidades de los niños vulnerables y su acceso a servicios sociales básicos. El nuevo programa de país aprovechará el nuevo ambiente programático de Haití, mucho más favorable que antes debido al nuevo Plan Nacional de Desarrollo Estratégico y a la mayor disponibilidad de nuevos datos del censo nacional, la Encuesta Demográfica y de Salud y la actualización del Análisis de Situación para la infancia. Esto permitirá a UNICEF focalizar mejor a los niños más desfavorecidos y ser más eficaz en el seguimiento del impacto que las intervenciones programáticas tienen en la infancia. And now I will switch to Spanish – Ahora voy a pasar al español Ahora quisiera presentarles algunos elementos clave del programa por país propuesto para Nicaragua. El programa por país fue pensado para contribuir a los esfuerzos nacionales y subsanar las principales deficiencias señaladas en las últimas observaciones del Comité sobre los Derechos del Niño (septiembre de 2010), por medio de las siguientes medidas: (a) incorporar los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño al marco jurídico y las políticas sociales nacionales; (b) aplicar intervenciones dirigidas a las poblaciones marginadas; (c) elaborar políticas e intervenciones basadas en el interés superior de los niños y los adolescentes, con la participación de estos, y (d) poner en práctica un sistema nacional de protección de la infancia, con especial hincapié en las víctimas de la violencia. Pese al progreso general que ha habido a lo largo de los años en el desarrollo de la infancia en Nicaragua, este país sigue siendo el segundo más pobre de la región. Persisten las disparidades en los indicadores sociales y relacionados con la infancia, en especial en la población de los Territorios Autónomos Regionales de la Costa del Caribe y en los pueblos indígenas, cuyos indicadores se sitúan muy por debajo de los promedios nacionales. Además, Nicaragua es extremadamente vulnerable al cambio climático. Para solucionar estos problemas, el nuevo programa por país se centrará territorialmente en la costa del Caribe, donde los altos niveles de pobreza enlentecen las tendencias nacionales de desarrollo. El programa por país también desarrollará y pondrá en práctica un modelo innovador de educación ambiental basado en la adaptación al cambio climático. Este enfoque pondrá énfasis en los adolescentes no escolarizados que consumen drogas, participan en pandillas o son víctimas de explotación sexual, valiéndose de la enseñanza de oficios vinculados a la respuesta al cambio climático. El nuevo programa por país se centra en dos momentos críticos del ciclo de vida del niño: la primera infancia y la adolescencia. Además, promueve el empoderamiento de las adolescentes para reducir su vulnerabilidad social y aumentar sus oportunidades de participación. Sobre la base del análisis de prácticas de género, se crearán intervenciones centradas en la participación masculina como estrategia clave para promover la atención de la primera infancia y la prevención de la violencia familiar. El nuevo programa por país se basa también en la estrategia nacional y los planes de acción vigentes en relación con la primera infancia (Programa Amor) como punto de entrada para articular sinergias entre diferentes sectores, como la salud, la nutrición, la educación y la protección de la infancia, garantizando así un mayor impacto de intervenciones rentables y consecuentes y la armonización con las prioridades nacionales. Se aplicará un enfoque cíclico de seguimiento para garantizar el logro de resultados concretos. En primer lugar, mecanismos innovadores de recolección de datos servirán para impulsar esfuerzos focalizados de promoción. A su vez, el análisis de los cuellos de botella controlará la eficacia de la traducción de políticas en servicios mejorados para la infancia. El enfoque en problemas de ejecución se basará en una metodología de seguimiento impulsada por los problemas, a los efectos de corregir los cuellos de botella en la cadena de prestación de servicios, desde el nivel político hasta el punto de prestación, de modo que puedan alcanzarse resultados concretos y medibles. Aprovecho esta oportunidad para informar a la Junta sobre los resultados del examen de mitad de período del programa de país de la República Bolivariana de Venezuela (2009-2013), que tuvo lugar en 2011. Venezuela, como muchos países de la región, ha hecho buenos progresos hacia los ODM. El examen de mitad de período del programa de país de Venezuela reafirmó la importancia de los programas de UNICEF para prestar asistencia técnica a los países de medianos ingresos que les permita acelerar el progreso hacia el logro de los ODM con equidad. Los resultados de la revisión también resaltaron la importancia de continuar invirtiendo en la compilación de datos a nivel subnacional como herramienta que UNICEF seguirá apoyando; de aumentar la inclusión de enfoques de gestión y derechos humanos basados en resultados en el diseño, la ejecución y el seguimiento de políticas públicas en educación y salud dirigidas a niños, niñas y adolescentes, y de seguir consolidando los sistemas y programas para la protección de la infancia. UNICEF pretende seguir cooperando con las autoridades nacionales a fin de producir resultados para la infancia mediante el programa por país vigente. Los dos programas de país y el examen de mitad de período que se les presentan hoy dejan en claro la importancia de la estrategia de acompañamiento de UNICEF. Hemos aprendido que, solo cuando acompañamos a los gobiernos en sus propios esfuerzos por fortalecer sistemas, políticas y programas para atender las necesidades nacionales, creamos soluciones sostenibles para los niños y niñas y sus familias.