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RESPONSABILIDAD DEL ESTRADO CAUSALIDADA DIRECTA.-DOCUMENTOS DE IDENTIDAD DAÑOS Y PERJUICIOS - ESTADO NACIONAL - PREFECTURA NAVAL ARGENTINA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR ACTOS ILÍCITOS Partes: Brusa Laura Verónica c/ Estado Nacional - PNA s/ daños y perjuicios
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal Sala: III
FECHA: 20/4/2010
Cita: MJJ56114
Legislación Relacionada
Código Civil. (art. 1112)
-------------------------------------------------------------------------------Se rechaza la demanda tendiente a obtener un resarcimiento por los daños producidos a la actora a raíz de la
demora incurrida en el trámite de su pasaporte, en tanto para ser indemnizada se requiere describir de manera
objetiva en qué ha consistido la irregularidad que da sustento al reclamo.
-------------------------------------------------------------------------------Sumario
1.-Cabe rechazar la demanda tendiente a obtener un resarcimiento por los daños producidos a la actora a raíz
de la demora incurrida en el trámite de su pasaporte, toda vez que la pretensión de ser indemnizado requiere
dar cumplimiento a la carga de individualizar del modo más claro y concreto que las circunstancias del caso
hicieran posible, cuál ha sido la actividad que específicamente se reputa como irregular; vale decir, describir
de manera objetiva en qué ha consistido la irregularidad que da sustento al reclamo, sin que baste al efecto
con hacer referencia a una secuencia genérica de hechos y actos, sin calificarlos singularmente tanto desde la
perspectiva de su idoneidad como factor causal en la producción de los perjuicios, como en lo atinente a su
falta de legitimidad. De allí que, cuando la responsabilidad estatal pretende fundarse en el art. 1112 del
Código Civil, el actor debe, además, probar del modo más concreto posible el ejercicio irregular de la función.
2.-Corresponde rechazar la demanda tendiente a obtener un resarcimiento por los daños producidos a la actora
a raíz de la demora incurrida en el trámite de su pasaporte, toda vez que la actora no aportó otra prueba más
que la contestación de oficio de la Policía Federal Argentina, de la que no surge actuación irregular o
ilegítima de la PNA. En efecto, allí se informa que la Prefectura Naval Argentina solicitó los antecedentes
judiciales o policiales que pudiera registrar la actora. A ello corresponde agregar que los certificados
expedidos por el Secretario del Juzgado Correccional nro. 10, Secretaría nro. 74, tampoco dan cuenta de la
conducta ilegítima atribuida a la demandada, sino que únicamente constatan que la actora no intervino en
calidad de parte en dicha causa, por tanto, no concurren los extremos necesarios para imputar el daño alegado
al Estado, por no haberse acreditado la actividad irregular o ilegítima del demandado que le diera origen.
Fallo
En Buenos Aires, a los 20 días del mes de abril del año 2010, reunidos en acuerdo los Señores Jueces de la
Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, para resolver el
recurso de apelación interpuesto por la parte actora contra la sentencia de primera instancia dictada en los
autos "Brusa Laura Verónica c/EN-PNA s/Daños y Perjuicios", expediente nro. 11.968/06, y planteado al
efecto como tema a decidir si se ajusta a derecho el fallo apelado, el señor Juez de Cámara, Dr. Jorge Esteban
Argento dijo:
I- Que el Juez de la instancia anterior rechazó, con costas, la demanda interpuesta por Laura Verónica Brusa
contra Prefectura Naval Argentina (PNA) por la cual pretendía el resarcimiento económico por los dañes
producidos a raíz de la demora incurrida en el trámite de su pasaporte, suscitada -según manifiesta en el
escrito inicial, véase fs. 3vta- por una orden de restricción de salida del país impartida por el Juzgado en lo
Correccional nro. 14, Secretaría nro. 81, luego readjudicado al Juzgado nro. 10, Secretaría nro. 74 del mismo
fuero (causa 37915/jc) iniciada el 26/4/2001 ante la PNA (sumario judicial 256/2001) por infracción a la ley
12331, seguida contra Elizabeth Rodrigo.
Para así decidir, el magistrado expresó que: (a) no hubo actos irregulares o ilícitos en la actuación
desarrollada por la PNA que pudieran generar si responsabilidad en los términos del art. 1112 del Código
Civil, dado que de la prueba arrimada (fs. 184) surge que el demandado solicitó la identificación de la actora,
en el ámbito de la instrucción de la causa ya citada y que ello dio lugar a que la Policía Federal Argentina
(PFA), en virtud de lo dispuesto por el art. 1º del decreto 2015/66, interpretara que existía una causa judicial
pendiente y, por ello, requiriera el correspondiente certificado judicial que avale la inexistencia. de restricción
para salir del país previo a autorizar la renovación del pasaporte, lo cual derivó en una demora del trámite de
sólo un mes y medio; y (b) no se encuentra acreditado el daño alegado, o que éste se haya verificado a
consecuencia de los hechos referidos en la demanda, ya que no se ha producido prueba alguna con respecto a
las gestiones y actividades que tenía planeado cumplir la actora personalmente en el exterior, máxime cuando
algunos de dichos trámites fueron cumplidos por apoderado y no por intermedio de su gestión personal.
II- Que el pronunciamiento fue apelado por la parte actora, cuyo recurso, concedido libremente a fs. 216, fue
fundado por memorial que obra a fs. 224/228 sin que sus agravios hayan sido replicados por el Estado
Nacional.
La recurrente estima infundado y arbitrario el razonamiento efectuado por el magistrado y sostiene que no se
encuentra probado que la PNA sólo haya solicitado la identificación de una persona. Indica que de la causa
penal ya citada surge que la PNA involucró a la Srta. Brusa como imputada al afirmar en la nota enviada a la
PFA que "debía ser fichada por infracción a la ley de profilaxis".
Asimismo, se agravia del rechazo de la totalidad de los rubros indemnizatorios y de la íntegra imposición de
las costas a su parte.
III- Que a fin de tratar la apelación deducida, cabe preliminarmente poner de relieve que la causa penal a la
que hace referencia la apelante en su primer queja (expediente 37915/jc tramitado ante el Juzgado Nacional
en lo Correccional nro. 14, Secretaría nro. 81, luego readjudicado al Juzgado nro. 10 de dicho fuero,
Secretaría nro. 74) fue ofrecida como prueba por la parte demandada y declarada la negligencia en su
producción a instancias de la parte actora a fs. 200; asimismo, a fs. 229, punto II, fue desestimado su
replanteo en esta instancia por no verificarse los presupuestos del art. 260, inc. 2º del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, resolución que se encuentra firme (conf. fs. 231). En tales condiciones, tratándose de
un elemento ajeno al expediente, a los jueces de la causa les está vedada su consideración al momento de
dictar sentencia.
En este sentido, corresponde señalar que si bien es cierto que los jueces no deben renunciar al esclarecimiento
de la verdad material, tal loable propósito no debe oponerse al principio dispositivo que rige el proceso civil,
en virtud del cual toca a las partes el impulso del proceso, incluida la obligación de probar la existencia de los
hechos controvertidos (art. 377 del Código Procesal). Proceder de otra forma implicaría suplir negligencias u
omisiones de las partes, excediendo las facultades conferidas a loa magistrados en virtud del art. 36 inc. 2º del
Código Procesal, y violando el mentado principio dispositivo sobre el que se asienta el proceso civil
(CNACAF, Sala IV, "Navalles Flora E. y otros c/ E.N. -M° de Defensa- s/personal militar y civil de las
FFAA. y de Seg", causa nro. 599/95, del 4/06/96 y Sala II, "Eurosat S.A. y Otro (Incidente BLSG) c/Comfer
(Resols. 275, 293 y 306/97) s/proceso de conocimiento", causa nro. 27.935/00, del 28/12/00).
IV- Que sin perjuicio de indicar que lo precedentemente apuntado resulta suficiente para dejar vacío de
contenido el agravio en análisis, no resulta ocioso recordar que, conforme se desprende de los términos de la
demanda, la actora reclama la reparación de los daños y perjuicios derivados de la presunta falta de servicio
en que habría incurrido la Prefectura Naval Argentina "al involucrar (la) en una causa penal ajena" (véase fs.
4 in fine), lo que derivó en una demora en el trámite de renovación de su pasaporte ante la Policía Federal
Argentina.
Ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que la pretensión indemnizatoria sustentada en la
responsabilidad extracontractual del Estado por actividad ilícita tiene como presupuestos ineludibles para su
procedencia: a) la ejecución irregular del se vicio, b) la existencia de un daño cierto y c) la relación de
causalidad directa entre la conducta y el daño cuya reparadora se persigue (Fallos: 328:2546). Con respecto al
primero de los recaudos, el Alto Tribunal ha expresado que quien contrae la obligación de prestar un servicio
lo debe realizar en condiciones adecuadas para llenar el fin para el que ha sido establecido y debe afrontar las
consecuencias de su incumplimiento o ejecución irregular (Fallos: 306:2030; 312:1656; 315:1892,1902;
316:2136; 320:266- 325:1277; 328:4175; 329:3065). Esta idea objetiva de la falta de servicio -por acción o
por omisión- encuentra su fundamento en la aplicación del art. 1112 del Código Civil y traduce una
responsabilidad extracontractual del Estado en el ámbito del derecho público {Fallos: 330:3447) que no
requiere, como fundamento de derecho positivo, recurrir al art. 1113 del Código Civil {Fallos: 306:2030). En
efecto, no se trata de una responsabilidad indirecta la que en el caso se compromete, toda vez que la actividad
de los órganos, funcionarios o agentes del Estado, realizada para el desenvolvimiento de los fines de las
entidades de las que dependen, ha de ser considerada propia de éste, el que debe responder de modo principal
y directo por sus consecuencias dañosas (Fallos: 312:1656; 317:1921; 318:193; 321:1124;
330:2748,331:1690).
Sin embargo, cabe recordar que la pretensión de ser indemnizado sobre tales bases requiere dar cumplimiento
a la carga de individualizar del modo más claro y concreto que las circunstancias del caso hicieran posible,
cuál ha sido la actividad que específicamente se reputa como irregular, vale decir, describir de manera
objetiva en qué ha consistido la irregularidad que da sustento al reclamo, sin que baste al efecto con hacer
referencia a una secuencia genérica de hechos y actos, sin calificarlos singularmente tanto desde la
perspectiva de su idoneidad como factor causal en la producción de los perjuicios, como en lo atinente a su
falta de legitimidad (Fallos: 317:1233; 318:77; 319:2824; 321:1776; 323:3973, 329: 3168 y 3966; 331:1730,
entre otros). De allí que, cuando la responsabilidad estatal pretende fundarse en el art. 1112 del Código Civil,
el actor debe, además, probar del modo más concreto posible el ejercicio irregular de la función (CNACAF,
Sala I, "Zambrana María Arellano", sentencia del 19/05/1998 y Sala II, "Mucciolo, Rubén Alberto", del
20/5/2008).
En este orden de ideas, se impone señalar que de la compulsa de la causa surge que, a fin de probar el hecho
dañoso que le imputa al demandado, la parte actora no aportó otra prueba más que la contestación de oficio de
la Policía Federal Argentina obrante a fs. 184, a la que hizo referencia el magistrado de la instancia anterior,
de la que no surge actuación irregular o ilegítima de la PNA. En efecto, allí se informa que con fecha
5/7/2001 la Prefectura Naval Argentina solicitó los antecedentes judiciales o policiales que pudiera registrar la
Srta. Brusa, "mediante la remisión de un juego de fichas dactiloscópicas de la nombrada y en el marco de una
causa por Infracción a la Ley de Profilaxis, con intervención del Juzgado Correccional nro. 14, Secretaría nro.
81". A ello corresponde agregar que los certificados expedidos por el Secretario del Juzgado Correccional
nro. 10, Secretaría nro. 74, agregados a fs. 13 y 15, tampoco dan cuenta de la conducta ilegítima atribuida a la
demandada, sino que únicamente constatan que la actora no intervino en calidad de parte en dicha causa; de
igual modo, la restante prueba documental e informativa resulta inconducente para probar el extremo indicado
dado que sólo se refieren a trámites comerciales realizados en Méjico y a las entradas y salidas del país de la
actora.
Se advierte, en función de las pautas precedentemente apuntadas y de las consideraciones de hecho supra
señaladas, que la sentencia de la instancia anterior muestra un razonamiento ajustado al derecho vigente, en
función de los hechos alegados por las partes y la prueba producida en la causa, por lo que cabe su
confirmación en cuanto estimó que en la especie no concurren los extremos necesarios para imputar el daño
alegado al Estado, por no haberse acreditado la actividad irregular o ilegítima del demandado que le diera
origen. En atención a la forma en que se decide, deviene insustancial el tratamiento del agravio relativo a la
procedencia de los rubros indemnizatorios.
V.- Que, en cuanto a la distribución de las costas del proceso, dado que no se advierten circunstancias
especiales que permitan apartarse del principio objetivo de la derrota (art. 68, primer párrafo del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación), corresponde mantener la decisión de imponerlas a la actora
vencida.
En virtud del resultado que informa el acuerdo que antecede, SE RESUELVE desestimar la apelación
deducida y confirma la sentencia. Sin costas, dado que el Estado Nacional no contestó el memorial de
agravios. A los fines del art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional, se deja constancia de que el Dr.
Carlos Manuel Grecco no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
JORGE ESTABA ARGENTO
SERGIO. G. FERNÁNDEZ
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