Inflacción

Anuncio
• INTRODUCCIÓN
A nadie ha agradado nunca el estancamiento económico, ni la pobreza; sin embargo, tan sólo hace unos
cuantos años que los gobiernos, a través de sus programas y los economistas y hombres de negocios aportando
sus ideas, iniciaron un ataque en gran escala para combatirlos. Pero el éxito alcanzado ha sido parcial; aunque
en este combate se han esgrimido armas numerosas, las que se conocen han fracasado en varios frentes.
Tal vez no sea factible alcanzar una victoria rápida y es posible que la eliminación de los obstáculos que se
oponen al desarrollo económico requiera un esfuerzo concertado que deba ejecutarse durante un largo
periodo. Por otro lado, podría aducirse que, a menos que se logren resultados inmediatos, las fuerzas del
estancamiento y de la pobreza esterilizarán cualquier esfuerzo que se realice contra ellas. Existe un medio de
atacar el problema que ha sido ya objeto de amplios comentarios. Este medio es la inflación. Algunos
escritores han sostenido que la inflación, al encauzar principalmente los ingresos hacia el ahorro y conseguir
que sea mas atractiva la inversión, es capaz de crear una tasa rápida de formación de capital y que su uso, por
lo tanto, conduce rápidamente al término del estancamiento económico.
Pero la inflación encierra riesgos tal vez constituya un estorbo más que una ayuda para el desarrollo
económico. Sus posibles contribuciones al crecimiento son de carácter especulativo, no ofrecen seguridad es
menester realizar determinados estudios para evitar que las ideas inflacionarias tomen cuerpo de una doctrina
mal definida y no verificada.
México constituye campo propicio para comprobar cómo opera la inflación durante el proceso del desarrollo
económico. En el curso de los últimos veinte años, el país ha logrado una tasa de crecimiento muy rápido, a
pesar de ser un país en vías de desarrollo, y al lado de este crecimiento se ha registrado una inflación
considerable y persistente.
• INFLACIÓN
CONCEPTO. Término utilizado para describir un aumento o una disminución del valor del dinero, con
relación a la cantidad de bienes y servicios que se pueden comprar con ese dinero.
La inflación es la continua y persistente subida del nivel general de precios y se mide mediante un índice del
coste de diversos bienes y servicios. Los aumentos reiterados de los precios erosionan el poder adquisitivo del
dinero y de los demás activos financieros que tienen valores fijos, creando así serias distorsiones económicas
e incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se produce cuando las presiones económicas actuales y la
anticipación de los acontecimientos futuros hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la
oferta disponible de dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la oferta disponible está
limitada por una escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos aumentos persistentes de los
precios estaban, históricamente, vinculados a las guerras, hambruna, inestabilidades políticas y a otros hechos
concretos.
HISTORIA. Los ejemplos de inflación y deflación son numerosos a lo largo de la historia, pero no hay
registros fiables para medir las oscilaciones de los niveles de precios antes de la edad media. Los
historiadores económicos afirman que los siglos XVI y XVII fueron periodos con alta inflación a largo
plazo en Europa, aunque las tasas medias anuales del 1 o 2% son tasas despreciables en relación con las
actuales. Los principales cambios se produjeron durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos,
cuando los precios aumentaron a tasas medias del 8,5% mensual y durante la Revolución Francesa,
cuando los precios aumentaron en Francia a tasas del 10% mensual. Estos breves periodos inflacionistas
eran seguidos de largos periodos en los que se alternaban las inflaciones y deflaciones a nivel
internacional, siempre vinculadas a hechos económicos o políticos concretos.
1
En relación con los patrones de inflación que se han dado a lo largo de la historia, el periodo posterior a la II
Guerra Mundial se ha caracterizado por niveles de inflación relativamente altos en muchos países y, desde
mediada la década de 1960, se ha mantenido, en casi todos los países industrializados, una tendencia hacia la
inflación crónica. Por ejemplo, desde 1965 hasta 1978, el índice de precios al consumo en Estados Unidos se
ha situado en una tasa media anual del 5,7%, con un máximo del 12,2% en 1974. En Gran Bretaña, la
inflación también alcanzó un máximo en 1974, a raíz del alza de los precios del petróleo, que aumentaron a
una tasa superior al 25%. Otros países industrializados padecieron alzas similares en sus niveles de precios,
pero algunos países como Alemania Occidental (actualmente parte de la reunificada República Federal de
Alemania) consiguieron impedir que se produjera una inflación crónica. Debido a la actual integración de las
economías de la mayoría de los países, la disparidad de inflaciones refleja la relativa eficacia de las distintas
políticas económicas nacionales.
Esta tendencia inflacionista desfavorable consiguió revertirse en casi todos los países industrializados a
mediados de la década de 1980. Las políticas fiscales de austeridad y las restrictivas políticas monetarias
emprendidas a principios de la década, se combinaron con las drásticas caídas de los precios del petróleo y de
los precios de los bienes para lograr que las tasas medias de inflación descendieran hasta el 4%. Los países de
América Latina, en su mayoría, experimentaron tasas de inflación crecientes a partir de la segunda mitad de la
década de 1950. La variación anual del índice de precios al consumo sufrió violentos cambios en países como
Argentina; desde el año 1975 hasta finales de 1980 pasó de un 43,5% a un 178,3%; México en el año 1982
llegó a tener una inflación del 58,9%; Perú, a partir de 1978, tuvo una inflación creciente alcanzando el 75,4%
en 1981; Brasil llegó al 105,6% el año 1981.
CLASES DE INFLACIÓN. Recalentamiento de la economía.− Se dice que existe un recalentamiento en la
economía cuando se produce un aumento leve de los precios. Inflación rampante.− Supone la existencia de
tasas de inflación entre el 4% y el 6%. Inflación Acelerada.− Es una inflación que alcanza casi el 10 por 100
anual. Hiperinflación.− Supone la pérdida del control de los precios por parte de las autoridades económicas
del país. En algunos casos se han llegado a detectar incrementos de precios de hasta tres dígitos (más de 1.000
por 100anual) Se produce cuando otra moneda (normalmente el dólar) o una serie de bienes (cigarrillos,
bebidas...) acaban por sustituir al dinero oficial como patrón de intercambio.
TIPOS DE INFLACIÓN. De costos.− Causada por un aumento de los costos, lo que implica un aumento en
el ingreso monetario de algún factor productivo (por ejemplo, precio más alto del trabajo, materiales, etc.), sin
un correlato en el aumento de la demanda (y por ende, de la productividad). De demanda.−Aumento
autónomo de la demanda sin el correspondiente incremento en la oferta de bienes y servicios. Estructural.−
Originada en un redistribución del gasto total sin variación de su nivel. Si sube el precio de un bien cuya
demanda ha aumentado y no desciende el precio de un bien cuya demanda ha disminuido, se produce un
incremento del nivel general de precios. Reprimida.− Mínima alteración del nivel general de precios,
mantenida mediante controles gubernamentales (tipo de cambio, control de precios, etc.).
CAUSAS DE LA INFLACIÓN. Tienen que tomarse en cuenta del país de que se trate, ya que no son las
mismas causas de un país a otro. En general son:
• Inflación en el Marco Coyuntural:
• Inflación de guerra: podemos hablar de la inflación de guerra, un país puede estar bien económicamente y
de repente se presentan conflictos bélicos o guerras, cuando se ve envuelto en unos conflictos tiene que
desviar su producción hacia los armamentos, proyectiles etc. para defender el país. Tomando los recursos
que se tienen destinados al salario, a la educación a la producción por ello el gobierno no puede crear
impuestos para ello ya que todo está destinado para eso.
• En el curso de la coyuntura:
• Por exceso de demanda: se puede producir por el uso interno de la reserva monetaria del país (es la
cantidad de dinero que se tiene guardado en los bancos ya sea el estado o particulares) ese uso interno
2
puede ser: por gastos de consumo, aumento de gasto de inversión
• Por elevación en los costos de producción: ocurre por un aumento de salario, por decreto oficial
tratando de calmar el desespero de la gente, aumenta la producción.
• Inflación tipo espiral:
Es un efecto de la inflación, es la típica inflación, va ascendiendo, es un circulo vicioso que no tiene fin.
Como:
• Aumento general de los precios.
• Reducción del ingreso real de la población (ingreso verdadero que tiene la población para gastar) lo que
origina.
• Presione para un aumento salarial.
• Aumento en el costo de producción (al aumentar los salarios aumentan los costos de producción ya que se
refleja en el costo de precios).
• Aumento de precios para compensar los costos.
• Reducción del ingreso real.
• Aumento de la velocidad de circulación del dinero:
Es la rapidez con que el dinero circulante para atender las transacciones corrientes.
• Inflación administrativa:
Se produce por el desgobierno, por la mala administración, por la demagogia. Cuando el gobierno de turno
cae en esta situación, incurren en gastos excesivos que no son necesarios. Esto trae como consecuencia la
necesidad de pedir al extranjero y se endeuda más aún, la emisión de monedas comienza a imprimir (dinero
inorgánico) para aumentar el dinero circulante. Hay aumento en el incremento de precios.
CONSECUENCIAS DE LA INFLACIÓN.
• El proceso inflacionario, un empuje inflacionario origina otro y así sucesivamente: el proceso inflacionario,
la inflación en sí es una consecuencia, un sistema del desajuste económico del país. Una vez que se inicia es
difícil remediarla.
• Las injusticias en el reparto desigual de la riqueza: cuando hay inflación los que no tienen, tienen menos y
los que tienen, tienen más. Salen ganando unos y pierden otros.
Salen ganando:
Los deudores: Por la devaluación del dinero se endeudaron cuando el peso tenia un valor adquisitivo que no
es lo mismo después de cierto tiempo.
Los vendedores: La inflación hace subir los precios. Se revalorizan los inventarios. Salen ganando ya que la
inflación hace subir los precios y revaloriza las mercancías.
Salen perdiendo:
Los acreedores: Por que prestaron dineros que valía en un tiempo pero cuando regresan el dinero ya no es lo
mismo. Reciben dinero con bajo poder adquisitivo
Los compradores: Por el alza de los precios.
Mecanismos productivos: Es el proceso a través del cual nacen los productos que se van a poner en el
3
mercado.
• La acción sobre el comercio exterior frenan las exportaciones de México hacia el extranjero y estimulan las
importaciones.
• ESCUELAS Y SUS INTERPRETACIONES.
John Maynard Keynes. La postura de Keynes al respecto es que, la inflación y la deflación modifican la
distribución de la riqueza entre las diversas clases sociales y por tal vía modifican la producción y la
acumulación de nueva riqueza.
Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL). Para los economistas estructuralistas, la
inflación no es un fenómeno monetario sino el resultado de desequilibrios reales que se manifiestan en una
subida general de los precios. Para corregir la inflación, proponen, no hay que atacar los síntomas, el aumento
de la circulación monetaria, sino atacar la raíz del mal y corregir los desequilibrios entre grupos y clases
sociales y entre las ciudades y el campo.
Milton Friedman. Propone resolver los problemas de la inflación limitando el crecimiento de la oferta
monetaria a una tasa constante.
Enfoque sociológico. La inflación es una consecuencia monetaria del accionar de los distintos grupos sociales
(básicamente: gobierno, empresariado, asalariados y rentistas), dado que no actúan de una manera adaptativa,
sino conflictiva, al tener distintas concepciones sobre la distribución de la renta y su riqueza.
Teoría de la inflación de costos: Señala que los precios aumentan a partir del incremento de los salarios y
demás componentes de los costos de producción.
• INFLACIÓN EN MEXICO
La utilidad de la inflación como instrumento para promover el desarrollo económico. El indicador más
comúnmente aceptado para medir el grado de inflación lo constituye el movimiento de un amplio índice de
precios que abarca un conjunto de bienes no sometidos a control de precios. Como en México no se dispone
de un índice de precios suficientemente amplio, no existe ningún indicador de la inflación que sea totalmente
aceptable. El mejor índice disponible es el de precios al mayoreo en el Distrito Federal, sin embargo, como
nuestro principal interés se concentra en la economía monetaria, que en México gira alrededor del Distrito
Federal, el uso de éste índice no deformara en gran medida nuestras conclusiones. La experiencia de México
en el campo de la inflación ha sido prolongada y los movimientos de precios han sido, por término medio, de
consideración. Entre 1935 y 1955, los precios se elevaron a una tasa media anual de 9.8% y en 15 de los 20
años esa tasa fue de 6% o más. Generalmente, estos grandes movimientos de precios han ido acompañados de
cuantiosas adiciones a la oferta monetaria y, en algunos casos, por incrementos en la velocidad de circulación.
De la oferta monetaria y la velocidad de circulación están medidos en relación con la cantidad de bienes y
servicios disponibles.
Después de la crisis de deuda de 1982, el peso mexicano se devaluó 466% y de ahí México vivió años de
estancamiento económico y tasas crecientes de inflación. En 1987 la tasa de inflación llego a ser de 160 %.
Ante esta situación se adopto un programa de estabilización que logro reducir la inflación gradualmente. El 15
de diciembre de 1987, el presidente Miguel De La Madrid anuncio el pacto de Solidaridad Económica (PSE),
un acuerdo firmado por representantes del gobierno, del sector laboral, del sector agrícola y del sector
privado.
Este acuerdo propuso y comprometió a los firmantes, a las siguientes acciones:
4
• Sanear las finanzas públicas logrando un superávit fiscal, mediante reducción del gasto público y aumento
en algunos precios y tarifas de empresas gubernamentales.
• Mantener una política monetaria restrictiva mediante el control del crédito interno del banco de México.
• Comenzar el proceso de apertura comercial mediante la reducción de aranceles a las importaciones y
eliminación de permisos de importación.
• Mantener el tipo de cambio fijo
• Otorgar incrementos salariales de acuerdo a porcentajes predeterminados, sin sobrepasar las tasas esperadas
de inflación
Las expectativas inflacionarias que se habían formado por la experiencia de inflación reciente y la falta de
confianza en la política económica hacían imperiosa la necesidad de buscar mecanismos tanto por el lado de
la demanda como por el lado de la oferta, que aseguraran una reducción en la inflación. De este modo, el
programa descrito (PSE) incorporo aspectos de demanda y de oferta. Las políticas monetarias y fiscales
restrictivas actuarían para controlar el crecimiento en la demanda agregada, mientras las políticas de apertura
comercial y de tipo de cambio contribuirían a controlar los costos, por el lado de la oferta. Conforme se
avanzo en la implementación del programa se elimino la indización de los salarios a la inflación, para romper
con esta relación que podría alargar el proceso inflacionario que se estaba tratando de eliminar. Se acordó que
los incrementos salariales se otorgarían mediante acuerdos periódicos concertados entre los sectores de la
sociedad, mas no automáticamente con base en la tasa de inflación. Por ultimo, es importante agregar que en
1988 se comenzó el proceso de privatización de empresas paraestatales con el objetivo de contribuir al
saneamiento fiscal del gobierno y a incrementar la eficiencia de la producción.
Los efectos del programa de estabilización se comenzaron a mostrar desde 1998 cuando la inflación bajo a
52%, seguida de 20% en 1989, 30% en 1990, 19% en 1991, 12% en 1992, 8% en 1993 y 7.1% en 1994.
EFECTO SOBRE LOS PRECIOS
El efecto más inmediato y primordial de la inflación es la elevación progresiva del nivel general de precios.
Sobre esta subida hay que decir que se trata no de una subida absoluta del nivel general de precios, sino de
una variación de los precios relativos. Es decir, que no todos los precios suben en la misma proporción y a la
vez, sino que hay precios que suben mucho y rápidamente, otros menos y lentamente, y algunos incluso no
suben, o suben con retardo. Podemos citar dos causas por las que ocurre esto. Una es la diferente elasticidad
que presentan las ofertas y demandas de los bienes en el mercado, y ya sabemos cómo esto influye en que los
precios suban más o menos al modificarse los datos del mercado demanda y oferta. Otra razón es que algunos
precios están sujetos a cláusulas contractuales a medio e incluso largo plazo, mientras que otros son sensibles
inmediata-mente a las variaciones del mercado.
EFECTOS EN LA REDISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
La retribución del trabajo suele tener normalmente el carácter de fija y señalada contractualmente, de aquí que
sea rígida o poco flexible. Mientras que los precios de las subsistencias son sensibles a la presión inflacionista,
los salarios cuando suben lo hacen lentamente y con retraso. La expresión gráfica que nos recoge es la
conocida de que con la inflación los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera. Esto quiere
decir que el poder adquisitivo real de las rentas del trabajo es cada vez menor, con lo que el sector laboral
tendrá acceso a una cada vez menor parte del Producto Social del país, lo cual es un verdadero ahorro forzoso,
no de carácter monetario ya que consumen su renta monetaria pero sí de carácter real.
En cambio, como norma general y tomando en su conjunto, él sector empresarial, cuyas rentas son diferidas y
aleatorias, suele salir beneficiado del proceso inflacionario, ya que sus ingresos son más sensibles al alza que
sus costos, en los que pesa de manera especial la retribución del trabajo. La acción sindical y las escalas
móviles de salarios pueden atenuar el efecto confiscatorio de la inflación sobre la población asalariada, pero
hay que tener en cuenta que siempre se darán trabajadores en sentido amplio a los que no llegará la protección
5
sindical o no gozarán de movilidad en sus salarios. Téngase en cuenta que si la inflación se debe a que se
quiere absorber más producción de la existente, si algún o algunos sectores económicos han conseguido de
hecho un incremento en su participación en el Producto Social, otros tendrán que ver disminuida la suya.
Otros grupos sociales de rentas muy poco flexibles son las clases pasivas, pensionistas de toda clase y aun los
mismos capitalistas pasivos, o sea, aquellos que han prestado su capital a interés fijo. Todos estos ven que sus
ingresos tienen cada vez menor poder real de compra por lo que cada vez es menor la parte del Producto
Social a la que tienen acceso.
En las operaciones de préstamo, si entre el momento inicial y el del pago de la deuda se ha producido una
inflación, teniendo en cuenta que, por regla general, los contratos se liquidan nominalmente, al recibir al
principal del préstamo recibe nominalmente la misma cantidad de unidades monetarias que prestó, pero con
un valor real menor. El deudor que recibió una moneda determinada entrega otra devaluada, con lo que, si
invirtió el dinero en un activo menos líquido pero de valor intrínseco, el beneficio por él obtenido a costa del
acreedor es evidente. Este es el caso no sólo de los préstamos entre particulares, sino el de las obligaciones
industriales, y en las que al ser el plazo de amortización de cierta amplitud, no es difícil que se vean afectados
por una inflación.
Un caso particular del punto anterior, pero que por su intensidad tiene una importancia especial que le hace
acreedora de mención especial, es el de la Deuda Pública. El Estado, gran deudor respecto de los poseedores
de los fondos públicos, sale notablemente beneficiado con la inflación a través de la cual ve que su deuda se
va volatilizando, mientras que esos poseedores, que nominalmente siguen siendo propietarios del mismo
capital, se van arruinando a medida que éste vale cada vez menos en términos de poder adquisitivo.
Aun cuando jurídicamente no se trate de un préstamo hay otro contrato corriente en la vida económica en el
que los resultados son parecidos a los anteriores. Nos referimos a los depósitos bancarios. También aquí el
depositario, la entidad bancaria o similar, en el momento de resolver el contrato, en el momento en el que el
depositante exige el reintegro de su depósito, aquél se liquida nominalmente, y si se ha producido un proceso
inflacionario, el depositante recibe unidades moneta-rias depreciadas respecto a las que él depositó. Si la
institución bancaria adquirió activos menos líquidos de valor intrínseco por ejemplo, accio-nes el beneficio es
claro para ella. La forma más extendida para amplios sectores sociales, normalmente las clases
económicamente más débiles, de materializar los activos obtenidos por medio de ahorro es precisamente la de
los depósitos bancarios, sobre todo a plazo, de aquí que la inflación afecte sensible y perjudicialmente al
ahorrador modesto.
Un contrato de seguros puede dar también lugar a un perjuicio con ocasión de la inflación. El asegurado que
ha pagado las primas en moneda de cierto valor, recibirá la cantidad estipulada, por ejemplo, en un seguro de
vida, en moneda devaluada, si se ha producido la depreciación del signo monetario. Todo el proceso
favorecerá a la compañía aseguradora si adquirió activos cuyo valor aumentaba a medida que el dinero valía
menos.
Como consecuencia de una disposición legal, ciertos precios pueden quedar de tal forma congelados que
algunos grupos sociales pueden quedar afectados negativamente, y otros favorablemente, incluso durante
largos períodos de tiempo. Esto puede ocurrir, por ejemplo, con las rentas de las fincas urbanas o rústicas,
cuya congelación supone una redistribución del sector propietario al sector inquilino, redistribución que
incluso puede afectar al mismo capital si los cuerpos legales obligan a aplicar un precio que sea la
capitalización de la renta, en caso de venta de la finca.
EFECTOS SOBRE LAS PREFERENCIAS DE LIQUIDEZ DEL PÚBLICO
No sólo la inflación ya en marcha, sino las meras expectativas de la misma, hacen que disminuya la
preferencia de liquidez del público. No interesa mantener el patrimonio en forma líquida cuando el dinero va a
6
valer menos, o, dicha la misma cosa de otra forma, si se espera que vayan a subir los precios de los bienes o
valores; la gente decidirá adquirir hoy esos bienes antes de que se produzca la subida. Que disminuye la
preferencia de liquidez es lo mismo que afirmar que Aumenta la velocidad de circulación del dinero, y como
ésta es uno de los componentes de la corriente monetaria que es la que provoca la demanda vemos que este
aspecto que estamos considerando agrava el proceso inflacionario.
El que tiene unos medios de pago líquidos quiere deshacerse de ellos y adquiere algo que tenga valor
intrínseco, pero el que recibió aquel dinero se encuentra en el mismo caso y trata de comprar otra cosa, y así
sucesivamen-te, pudiéndose llegar, en casos extremos, a la situación que los anglosajones llaman del «dinero
que quema las manos», en la que por desconfianza en el futuro del valor del dinero se provocan situaciones de
inflación galopante.
Ya se comprende que un clima de inflación es el más idóneo para la proliferación de la especulación, y ésta
puede alcanzar tal desarrollo que sea una causa más de la agravación del proceso, a través precisamente de la
mayor velocidad de giro del dinero y la mayor demanda de bienes.
EFECTOS SOBRE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA
La estructura productiva del país queda afectada por la inflación desde dos puntos de vista. En primer lugar, al
predominar la demanda sobre la oferta, toda la producción del país queda absorbida con creces por la
demanda, con lo cual desaparecerá el estímulo necesario para afinar precios y calidad, y ésta queda
perjudicada. En segundo lugar, la demanda está alterada tanto cuantitativa como cualitativamente, y en un
sistema económi-co en el que se produce lo que se demanda eficazmente en el mercado, la orientación de las
nuevas inversiones quedará adulterada con respecto a la que se daría en una ordenación más ortodoxa de la
vida económica. Se crearán empresas que se dedicarán a producir lo que se demanda anormal-mente, con lo
que cuando desaparezca el ambiente anormal y las aguas vuelvan a su cauce, tendrán que liquidarse algunas
que sólo podían vivir en el clima artificial inflacionista, lo cual no sólo supone una pérdida para las mismas,
sino además un despilfarro de recursos, con lo que toda la economía se resiente. Además de esto, al
desarticularse la estructura de los precios se dificulta el cálculo racional de costos; la valorización de
inventarios y la fijación de las amortizaciones se ven sometidos a cálculos más o menos adulterados que dan
como consecuencia resultados un tanto arbitrarios.
EFECTOS SOBRE EL DESEMPLEO
Entre los poquísimos efectos favorables que hay que anotar en el haber de la inflación hay que citar la
absorción del paro. Ya hemos visto cómo, según la explicación de marco coyuntural, mientras haya paro no se
inicia el proceso inflacionista, ya que los incrementos de demanda se compensan con los incrementos de la
oferta, gracias a los factores que entran a producir. Y no sólo con la inflación desaparece el paro, sino que se
produce una situación de superempleo, en la que amplios sectores de mano de obra también trabajan horas
extraordinarias. Por una parte los empresarios al no encontrar nuevos trabajadores están dispuestos a pagar
esas horas extraordi-narias, y por otra los trabajadores, que ven disminuidos sus salarios reales, desean
incrementar sus salarios monetarios.
EFECTOS SOBRE EL AHORRO
Un efecto interesante de la inflación, por las consecuencias que acarrea a largo plazo, es que con ella
disminuye el ahorro voluntario de los particulares. Estos experimentan dolorosamente que, después de haberse
sacrificado reduciendo su consumo, al mantener como lo hacen sectores extensos de la población la renta
ahorrada en forma de activos muy líquidos dinero, depósitos bancarios y tal vez valores de renta fija, cada vez
vale menos lo que con esfuerzo han ido amontonando. La comprobación de que la inflación va erosionando
implacablemente la renta ahorrada desanima al público a continuar ahorrando.
7
En cambio con la inflación se provoca un ahorro forzoso en forma de una reducción obligada del consumo
real por parte de aquellos sectores de la población cuyos ingresos monetarios permanecen constantes, o, por lo
menos, no aumentan en la misma proporción en la que lo hacen los precios. Si ahorrar es no consumir, la
reducción del consumo se obtiene lo mismo a través de emplear a precios constantes menos renta en adquirir
bienes de consumo, o gastando la misma renta con precios más elevados.
En el mercado de capitales la demanda del público se dirige preferentemente hacia los valores de renta
variable, que, por representar un título de propiedad sobre el patrimonio de una empresa, gozan de la misma
propiedad que los bienes de valor intrínseco. Además, en épocas inflaciona-rias, las empresas suelen obtener
normalmente beneficios saneados, con lo que los dividendos pueden ser elevados. Todo esto explica la
demanda de acciones en Bolsa y la elevación de su cotización. En cambio, los valores de renta fija: fondos
públicos y obligaciones, más bien se deprecian por el reducido atractivo que supone en épocas inflacionarias
el ser acreedor a interés fijo. El perjuicio es doble: la renta permanece nominalmente constante, pero con valor
real cada vez menor, y la amortización de los títulos se realiza también por su valor nominal en moneda
devaluada. Claro que los efectos alcistas que sobre la cotización de los valores de renta variable tiene la
inflación pueden quedar atenuados, e incluso anulados, si la inflación por su gravedad o por su prevista
evolución futura ha deteriorado de tal manera la vida económica del país que se desconfía de la rentabilidad
de las empresas en el porvenir.
EFECTO SOBRE LA BALANZA DE PAGOS
Respecto a las relaciones económicas con el exterior la inflación produce una evidente deterioración de la
balanza de pagos por dos motivos. Perjudica a las exportaciones al irse encareciendo el producto nacional, e
intensifica las importaciones debido a que el producto interior se ha hecho más caro relativamente al
procedente de otros países.
Las dificultades de la balanza de pagos nacidas como consecuencia del proceso inflacionario exigen como
medida correctora el que el Estado devalúe la moneda nacional, por lo que podemos decir que la depreciación
de la propia moneda producida por la inflación prepara el camino a la devaluación de la misma. Estas
dificultades exteriores vienen agravadas por el hecho de que tal ambiente es propicio para que se produzcan
fugas de capitales hacia el extranjero, buscando su colocación en divisas no expues-tas a pérdidas de valor.
MÉXICO Y LA INFLACIÓN SEGÚN SEXENIOS
8
La explicación de la gráfica de arriba es simple, pues lo único que hace es comparar el diferencial de
inflaciones anuales entre México y Estados Unidos, determinar un porcentaje de crecimiento diferencial y
compararlo con el porcentaje de devaluación (o reevaluación) de nuestra moneda en dicho período. Como este
cálculo se inició en 1970, que fue el último año de desarrollo estable y en el que nuestra inflación incluso fue
menor que la de Estados Unidos, podemos decir con certeza que estamos partiendo de una época en la que
nuestro tipo de cambio se encontraba en equilibrio, es decir no estaba ni sobrevaluado, ni subvaluado.
Calculando para cada año y acumulando los resultados de los últimos 32 años, obtenemos el porcentaje
actualizado de valuación de nuestro tipo de cambio. Según los resultados acumulados hasta el 31 de diciembre
de 2001, tenemos una sobrevaluación de nuestra moneda sobre el dólar de 19.12%, que fue bastante
preocupante, pues mostraba una tendencia ascendente desde el año 1999. Sin embargo la estimación que
hacemos hasta inicios de Noviembre del 2002 y de acuerdo con el movimiento del tipo de cambio del peso
con respecto al dólar, a la alza en las últimas semanas, la sobrevaluación se redujo a 9.67%, lo que desde mi
punto de vista resulta ser muy positivo, pues aleja la posibilidad de una devaluación brusca.
Con color rojo pueden ver los resultados que corresponden a los años en que hemos tenido sobrevaluación y
con color gris los que han tenido subvaluación, ante lo cual considero que ambos extremos son malos y lo
ideal es estar cerca del punto de equilibrio. Si obtenemos la gráfica de valuación del peso, que se muestra
debajo de la tabla, veremos claramente las crestas de sobrevaluación que han venido a desembocar en sendas
devaluaciones en los años de 1976, 1982 y 1994. La cresta actual llegó a sobrepasar la cresta del "error de
diciembre", pero ahora ya tiene una marcada tendencia a la baja.
Considero que es muy positivo que la sobrevaluación tienda a deslizarse la baja, pues aleja el peligro de
devaluaciones bruscas o inesperadas.
9
El movimiento de la paridad peso/dólar a la alza, no significa que debamos de correr a comprar los dólares,
pues no existe razón de peso que pueda indicar la inminencia de una devaluación brusca. El hecho de que el
peso haya perdido valor frente al dólar, dentro de mi punto de vista, no refleja una devaluación en sí, por el
contrario significa que disminuye el porcentaje de sobrevaluación y tiende a acercarse un poco más a su punto
de equilibrio. Es importante sin embargo adoptar una actitud mesurada y desde luego no endeudarse en exceso
y mucho menos en dólares.
• Índice de Precio
Para medir la inflación se recurre a un índice de precios que, mediante una cifra, expresa el crecimiento medio
de los bienes durante un período de tiempo determinado. Por tanto el IPC de México es una medida estadística
que recoge la evolución de los precios del conjunto de bienes y servicios que consume la población residente
en viviendas familiares en país. Se entiende por consumo el gasto real de la población en bienes y servicios
quedando excluidas tanto las operaciones de gasto imputadas, relativas al autoconsumo, autosuministro,
alquiler imputado los consumos subvencionados: sanitarios o de educación, así como la compra de viviendas.
Así el INEGI se elabora una lista de artículos representativos del total de bienes y servicios de consumo, lo
que se conoce como canasta básica.
Tomando esta canasta en el año base, se toma el precio de los productos en el momento de elaborar el índice.
Obteniendo el coste de la misma en dos fechas diferentes, se calcula el cociente de los dos cuyo resultado es el
índice de precios.
ÍNDICE NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR DE LA CANASTA BÁSICA
(Base 1994=100)
Periodo
Índice
10
Descargar