III ENCUENTRO PANAMERICANO DE PLANIFICACIÓN FAMILIAR

III ENCUENTRO PANAMERICANO DE PLANIFICACIÓN FAMILIAR NATURAL
CONMEMORANDO 40 AÑOS DE LA ENCÍCLICA - “LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR NATURAL: UN RETO PARA EL AMOR”
Centro de Espiritualidad “EL TABOR”. Valle de Ángeles, Honduras
22-27 JULIO, 2008
CONCLUSIONES DE VALLE DE ÁNGELES
INTRODUCCIÓN
Los pueblos del Continente Americano hemos sido siempre amantes y respetuosos de la vida y la
familia. No obstante, por el ingreso de ideologías antinatalistas y hedonistas, se ha ido transformando
esta realidad.
Los pueblos del Continente Americano exigimos a las organizaciones internacionales y nacionales que
atentan contra la vida y la familia, que respeten nuestros valores y principios.
Los pueblos del Continente Americano hacemos homenaje al papa Pablo VI y a sus sucesores, por el
maravilloso regalo de la Encíclica Humanae Vitae (Vida Humana) sobre la Regulación de la Natalidad,
y todo el magisterio sobre la vida y la familia.
DECLARACIÓN
Reunidos Obispos, Sacerdotes y Laicos en el III ENCUENTRO PANAMERICANO DE PLANIFICACION
FAMILIAR NATURAL, -del 22 al 27 de julio del 2008, en el Centro de Espiritualidad “El Tabor”, Valle de
Ángeles-Honduras-, en el contexto de la celebración del 40 aniversario de la publicación de la Encíclica
HUMANAE VITAE, los representantes de los dieciséis (16) países del Continente Americano
declaramos lo siguiente:
1.
La sexualidad humana es un don de Dios, que hay que conocer, cuidar y proteger a lo largo de
toda la existencia. Abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y
de su alma. Sólo puede comprenderse desde una perspectiva integral de todos los aspectos
biológicos, sicológicos, sociales, económicos y espirituales que la componen.
Centro para la Educación en la Vida Familiar – CEVIFA
2° Piso, centro Parroquial Iglesia La Guadalupe, Apdo. Postal # 4681, Tegucigalpa, HONDURAS
Teléfonos: (504) 235-9052, (504) 239-6823 FAX: (504) 239-6823
WEB: www.cevifa.org E-Mail: [email protected]
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2.
La diferenciación sexual del ser humano en hombre y mujer es una manifestación de la
dignidad personal que en forma igualitaria Dios otorga al crearlos en el momento de la
concepción. Corresponde a cada hombre y a cada mujer reconocer y aceptar su propia
sexualidad con responsabilidad. Es en el ámbito de la convivencia conyugal que pueden
identificar las diferencias y la complementariedad física, moral y espiritual que convierte a la
sexualidad en un bien integral para el matrimonio y el desarrollo de la vida familiar.
3.
La sexualidad es un bien de todos, nace con cada individuo y lo abarca hasta el final de su
vida. Es necesario en el momento actual luchar decididamente por formar a los niños, jóvenes y
adultos en una adecuada visión de la misma, sin la aberrante deformación de la pornografía o de
aquellas teorías que sacadas de modelos de investigación en animales ignoran la dignidad del
ser humano.
4.
El camino para lograr la adecuada aceptación y reconocimiento de la sexualidad es vivir a lo
largo de toda la vida, la virtud de la fidelidad, que bajo la influencia de la caridad se convierte en
escuela de donación de la persona.
5.
Los esposos, mediante su recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a
la comunión de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal. En los bautizados,
mediante el sacramento del matrimonio, reviste además, la dignidad de signo sacramental de la
gracia, en cuanto representa la unión de Cristo con la Iglesia.
6.
El amor conyugal exige a los esposos una conciencia de su misión de paternidad y
maternidad responsable, que requiere el dominio necesario que se ejercerá con la inteligencia y
la voluntad propia del ser humano.
7.
El acto sexual humano tiene como características intrínsecas a su naturaleza el realizarse
entre hombre y mujer, con inseparable conexión entre la unión y la procreación. Cualquier
circunstancia, objeto, argumento que sugiera o provoque la separación de estas dos
propiedades, deshumaniza la relación que ambos sexos puedan tener con sus cuerpos y
sentimientos.
8.
El Ciclo Menstrual de la mujer posee fases de fertilidad e infertilidad que son parte integral
de su característica femenina, propia de la especie humana. Su conocimiento debe ser
promovido antes, durante y después del matrimonio para que los cónyuges, con la debida
formación moral y biológica, usen la razón y la voluntad con generosidad, para decidir si existen
serios motivos derivados de las condiciones físicas o psicológicas o circunstancias extremas (HV
16), cuando desean tener un hijo o espaciar su presencia en la familia que libremente han
constituido.
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9.
Los Métodos Naturales Modernos para la Planificación Familiar son la única vía lícita y moral
para que los cónyuges respeten la integridad del acto sexual humano y ejerzan el privilegio de
ser padres o madres como un acto responsable, que protege integralmente a los cónyuges, y en
el cual sólo ellos pueden decidir libres, responsables e informados, sobre el número y
espaciamiento de los hijos.
10.
La Iglesia anuncia con alegría y convicción la Buena Nueva de la familia, santuario de la vida,
al interior de la cual se fragua el futuro de la humanidad. Es por eso que se invita a los teólogos,
científicos y matrimonios cristianos a colaborar con el magisterio jerárquico para iluminar mejor
los fundamentos bíblicos, las motivaciones éticas y las razones científicas para promover y
anunciar una paternidad y maternidad responsables; desde una preparación remota en el hogar,
la preparación y acompañamiento próximo e inmediato de los futuros esposos, hasta una
formación continua para los esposos y padres de familia.
11.
La formación Integral del Instructor de PFN en cada uno de sus Niveles de Enseñanza, considerando los aspectos Metodológicos, Científico-Técnicos y Doctrinales-, es fundamental
para orientar a toda pareja que busque información y formación seria, confiable y eficaz para
administrar su sexualidad con responsabilidad, amor y apertura a la vida.
12.
La Iglesia, Madre y Maestra, a través de su Magisterio, debe apoyar a los laicos u
organizaciones que promueven la Planificación Familiar Natural (PFN), autorizando y animando
la apertura de Centros Parroquiales donde se enseñen científicamente los Métodos Naturales
por parte de personal calificado, en sus respectivas Diócesis.
13.
La Planificación Familiar Natural (PFN) se refiere a los métodos que utilizan las parejas
basados en la observación de los signos y síntomas de las fases fértiles e infértiles del ciclo
menstrual, con el propósito de programar la relación sexual según su deseo de obtener o evitar
un embarazo. Constituye un estilo de vida que requiere la abstinencia sexual temporal, elegida
libremente por la pareja para alcanzar la familia proyectada y enriquecer su sexualidad así como
el diálogo conyugal. Es un proceso educativo que motiva a la pareja para que tenga una relación
plena de madurez y autonomía.
Los métodos de PFN permiten regular la natalidad y no son medios anticonceptivos. Así mismo,
están basados en la abstinencia y no se enseñan ni se utilizan combinados con métodos de
barrera.
14.
Nos comprometemos en la promoción de los valores permanentes de la Paternidad y
Maternidad Responsables y de la Planificación Familiar Natural en todos los países de América. A
la vez, nos hemos unido para organizar la Red Panamericana de PFN con miras a unificar
criterios de acción, asumiendo la misión de luchar con esperanza, perseverancia y fortaleza en la
propagación de la cultura y el Evangelio de la Vida.
Dado en el Campus de Espiritualidad “El Tabor” en Valle de Ángeles, Honduras, el sábado 26 de julio
del año 2008.
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