AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 QUEJOSA: **********. VISTO BUENO SR. MINISTRO MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO. SECRETARIO: ALEJANDRO CASTAÑÓN RAMÍREZ. México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación correspondiente al día cuatro de diciembre de dos mil trece. V I S T O S para resolver los autos del amparo en revisión 268/2013, que se integra con los recursos de revisión interpuestos por las autoridades responsables: Director General, Director de Administración del Agua, y el Jefe de Distrito de Riego 041, Río Yaqui, y 018 Colonias Yaquis, todos del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua y Gerente del Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua; así como por el tercero perjudicado, Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal de Agua del Estado de Sonora, y por la Agente del Ministerio Público de la Federación adscrita al Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora; así como de la adhesión a los recursos de revisión principales, formulada por la parte quejosa. R E S U L T A N D O: PRIMERO. Demanda de amparo. Por escrito presentado el veinticuatro de noviembre de dos mil diez, ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en el Estado de Sonora, con sede en Ciudad Obregón, **********, en representación de la **********, demandaron el amparo y protección de la Justicia Federal AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 en contra de las autoridades y por los actos que a continuación se precisan: Autoridades Responsables: Ordenadoras: 1. Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional de Agua. 2. Dirección General de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste. 3. Director del Registro Público de Derechos del Agua de la Comisión Nacional del Agua. Ejecutora: 4. Jefatura del Distrito de Riego 041 y 018, Río Yaqui y Colonias Yaquis del Organismo de la Cuenca Noroeste. Actos Reclamados: De las autoridades señaladas con los numerales 1 y 2: a) La indebida determinación de que existen aguas superficiales no concesionadas del Río Yaqui para asignar poco más de once millones de metros cúbicos, cuando no se le ha permitido a la quejosa explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales hasta el volumen máximo concesionado de 69,518,000.00 metros cúbicos y 10,845,000.00 metros cúbicos de aguas nacionales del subsuelo, la cual depende de la disponibilidad real de las aguas, siendo que se le han entregado a la quejosa volúmenes inferiores al límite. b) El trámite y resolución de los expedientes **********, que derivaron de la solicitud de asignación de derechos de 2 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 agua, presentada por la Comisión Estatal del Agua y la expedición de los títulos de asignación **********. c) El incumplimiento por parte de la autoridad con los términos y condiciones del título de concesión número **********, expedido a favor de la quejosa y que le da derecho para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales por un volumen de 69,518,000.00 metros cúbicos anuales y para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales del subsuelo por un volumen de 10,845,000.00 metros cúbicos anuales y la cual depende de la disponibilidad real de las aguas, ya que se le han venido entregando a la quejosa volúmenes inferiores y no hasta el límite. d) La orden para que se proceda a la inscripción de los títulos de asignación en el Registro Público de Derechos de Agua. e) Cualquier acto que derive directa o indirectamente de los antes mencionados. De la autoridad señalada con el numeral 3. f) La inscripción de los títulos de asignación. De la autoridad señalada con el numeral 4. g) La ejecución de los actos realizados por las autoridades previamente mencionadas, consistentes en la inminente disminución a los módulos de riego que constituyen el **********., como lo es la quejosa, de los volúmenes de agua provenientes de la presa Álvaro Obregón (Oviáchic) y que forma parte del sistema hídrico del Río Yaqui como consecuencia de la asignación de derechos 3 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de agua por un total de casi 52 millones de metros cúbicos que se pretende sean conducidos por el Acueducto Independencia desde la presa Plutarco Elías Calles (El Novillo) hasta la ciudad de Hermosillo. Ello en virtud de que la responsable ejecutora anualmente y durante los meses de septiembre y octubre, analiza los volúmenes de agua almacenados en el sistema hídrico del Río Yaqui, conformado por las presas Álvaro Obregón (Oviáchic), Lázaro Cárdenas (La Angostura) y Plutarco Elías Calles (El Novillo) y determina la forma y cantidades en que serán distribuidos, garantizando primeramente el uso doméstico en toda la cuenca, a las Comunidades Yaquis, a los pueblos ribereños y a los módulos de riego del Distrito de Riego 041 del Río Yaqui, en ese orden de preferencia, todo lo cual se traducirá en que los módulos de riego y especialmente el de la quejosa, recibirán menos cantidad de agua por depender las concesiones de la disponibilidad real de agua, lo que trae como consecuencia una disminución del área agrícola sembrable y de la economía de nuestros representados. h) El incumplimiento por parte de la autoridad con los términos y condiciones del título de concesión número **********, expedido a favor de nuestra representada y que le da derecho para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales por un volumen de 69,518,000.00 metros cúbicos anuales y para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales del subsuelo por un volumen de 10,845,000.00 metros cúbicos anuales y la cual depende de la disponibilidad real de las aguas, 4 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 siendo que se le han entregado a la quejosa volúmenes inferiores y no hasta el límite. i) Cualquier acto que derive directa o indirectamente de los antes mencionados. Garantías individuales violadas. La quejosa invocó como garantías violadas las contenidas en los artículos 4°, 5°, 14 y 16 en relación con los diversos numerales 25, 26, 27 y 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, narró los antecedentes del caso y expresó los conceptos de violación que estimó pertinentes1. SEGUNDO. Admisión, trámite y resolución del amparo. Correspondió conocer del asunto al Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora, el cual, mediante proveído de veintiséis de noviembre de dos mil diez, admitió la demanda con el número ********** y tuvo como tercero perjudicado a la Comisión Estatal del Agua del Estado de Sonora. Posteriormente, el veintiocho de mayo de dos mil doce, se celebró audiencia constitucional y se dictó la sentencia correspondiente, cuyo engrose concluyó el catorce de agosto de dos mil doce, concediendo el amparo a la asociación quejosa.2 TERCERO. Interposición de los recursos de revisión y revisión adhesiva. Inconformes con la resolución, las siguientes autoridades responsables, el Agente del Ministerio Público, el tercero perjudicado y la parte quejosa presentaron recursos de revisión: 1 Cuaderno del juicio de amparo **********. Fojas 5 a 46. 2 Cuaderno del juicio de amparo **********. Fojas 1208 a 1230. 5 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Autoridades responsables: 1. Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, a través de escrito presentado el cuatro de septiembre de dos mil doce. 2. Director de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, por escrito presentado el cuatro de septiembre de dos mil doce. 3. Ingeniero en Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, por escrito presentado el treinta de agosto de dos mil doce.3 4. Gerente del Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua, presentó recurso de revisión el trece de septiembre de dos mil doce. Agente del Ministerio Público: 5. Agente del Ministerio Público de la Federación, mediante escrito del treinta y uno de agosto de dos mil doce. Tercero Perjudicado: 3 Toca del amparo en revisión **********.Fojas 3 a 34. 6 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 6. Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal del presentó recurso Agua de del Estado revisión, de mediante Sonora, escrito presentado el cinco de septiembre de dos mil doce. Por auto de seis de diciembre de dos mil doce, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, admitió los recursos de revisión señalados con los numerales 1 al 3, 5 y 6. Por otra parte, se desechó por extemporáneo el recurso señalado con el numeral 4. En contra del desechamiento del recurso, la responsable promovió recurso de reclamación, el cual se registró con el número ********** del índice del Tribunal referido en el párrafo anterior; el cual se declaró fundado y ordenó admitir el recurso de revisión, mediante resolución de veintiuno de febrero de dos mil trece. Asimismo, por escrito presentado el dos de enero de dos mil trece ante la Oficialía de Partes del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, **********, en representación de la quejosa, presentó recurso de revisión adhesiva. Con fecha ocho de enero de dos mil trece, el Agente del Ministerio Público de la Federación, presentó pedimento al Tribunal Colegiado del conocimiento, solicitando la revocación de la sentencia de amparo pronunciada en el juicio de garantías **********, del índice del Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora. CUARTO. Solicitud de la facultad de atracción. Mediante escrito presentado el veintinueve de octubre de dos mil doce en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de esta Suprema 7 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Corte de Justicia de la Nación, **********, en representación de la quejosa, así como **********, en su carácter de Presidente y Tesorero respectivamente de la **********, solicitaron que en ejercicio de su facultad de atracción, este Alto Tribunal resolviera los recursos de revisión interpuestos en contra de las sentencias emitidas en los juicios de amparo ********** del índice del Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora. Con el oficio **********, signado por el Secretario General de Acuerdos de este Alto Tribunal, se formó y registró la solicitud mediante acuerdo de seis de diciembre de dos mil doce. El Presidente de esta Primera Sala la tuvo por recibida a fin de que ésta resolviera si ejercía de oficio, ante la falta de legitimación de los peticionarios, la facultad de atracción para conocer del amparo en revisión ********** del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, así como del amparo en revisión ********** del índice del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito. En sesión privada de nueve de enero de dos mil trece, el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea hizo suyo el escrito de solicitud de la facultad de atracción planteada. Por proveído de dieciocho de enero de dos mil trece, el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, admitió a trámite la facultad de atracción y turnó el asunto al Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Por sentencia de tres de abril de dos mil trece, la Primera Sala de este Alto Tribunal resolvió, por unanimidad, ejercer la facultad de atracción para conocer y resolver los amparos en revisión. 8 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 QUINTO. Trámite del amparo en revisión ante esta Suprema Corte de Justicia de la Nación. En proveído de cuatro de junio de dos mil trece, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación formó y registró el recurso como amparo en revisión 268/2013 y turnó el asunto para su estudio al Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, integrante de la Primera Sala, donde se radicó el mismo.4 SEXTO. Avocamiento. Mediante acuerdo de seis de junio de dos mil trece, el Presidente de esta Primera Sala, tuvo por recibidos los autos, ordenando su avocamiento y envío a su Ponencia, a la cual toca por turno, la elaboración del proyecto de resolución.5 C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es competente para conocer del presente recurso de revisión, en atención a que en el caso se ejerció la facultad de atracción para conocer de él, en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII, penúltimo párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 84, fracción III, de la Ley de Amparo aplicable, artículo 21, fracción II, inciso b), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y conforme a lo previsto en el punto tercero, en relación con el segundo, fracción III del Acuerdo General número 5/2013, emitido el trece de mayo de dos mil trece y publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiuno del mismo mes y año. 4 5 Toca del amparo en revisión 268/2013.Fojas 463 a 466. Ibídem. Foja 468. 9 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Cabe señalar que en el caso no se justifica la competencia del Tribunal Pleno para conocer del presente asunto, en virtud de que su resolución no implica la fijación de un criterio de importancia o trascendencia para el orden jurídico nacional ni reviste un interés excepcional. SEGUNDO. Oportunidad. Con fundamento en el artículo 86 de la Ley de Amparo vigente al momento de presentación de los recursos6, se concluye lo siguiente: El recurso de revisión referido con el numeral 3 (Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua) es oportuno ya que: a) La sentencia recurrida fue notificada el dieciséis de agosto de dos mil doce, y surtió efectos el mismo día.7 b) El término para la presentación del recurso transcurrió del diecisiete al treinta de agosto de dos mil doce. c) De dicho plazo, se descuentan los días dieciocho diecinueve, veinticinco y veintiséis de agosto de la anualidad próxima pasada, por ser sábados y domingos, en términos de los artículos 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. d) El oficio de agravios se presentó el treinta del mismo mes y año, por lo cual se considera oportuno.8 6Artículo 86. El recurso de revisión se interpondrá por conducto del Juez de Distrito, de la autoridad que conozca del juicio, o del Tribunal Colegiado de Circuito en los casos de amparo directo. El término para la interposición del recurso será de diez días, contados desde el siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución recurrida. La interposición del recurso, en forma directa, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación o ante el Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, no interrumpirá el transcurso del término a que se refiere el párrafo anterior. 7 8 Toca del juicio de amparo **********. Foja 1243. Íbid, foja 1247. 10 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Los recursos de revisión referidos con los numerales 1 (Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua) y 2 (Director de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua), también son oportunos, debido a lo siguiente: a) La sentencia recurrida les fue notificada el veintidós de agosto de dos mil doce, y surtió efectos el mismo día.9 b) El término para la presentación del recurso transcurrió del veintitrés de agosto al cinco de septiembre de dos mil doce. c) De dicho plazo, se descuentan los días veinticinco y veintiséis de agosto y el uno y dos de septiembre de la anualidad próxima pasada, por ser sábados y domingos, en términos de los artículos 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. d) Los oficios de agravios se presentaron de manera oportuna, toda vez que se recibieron el cuatro de septiembre de dos mil doce. El recurso de revisión referido con el numeral 5 (Agente del Ministerio Público de la Federación) es oportuno ya que: a) La sentencia recurrida le fue notificada el dieciséis de agosto de dos mil doce, y surtió sus efectos al día siguiente hábil.10 b) El término para la presentación del recurso transcurrió del veinte al treinta y uno de agosto de dos mil doce. c) De dicho plazo, se descuentan los días veinticinco y veintiséis de agosto de la anualidad próxima pasada, por ser sábado y domingo, en términos de los artículos 9 Íbid, fojas 1246 a 1248. Íbid, foja 1242. 10 11 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. d) El oficio se presentó el treinta y uno de agosto del mismo año ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Sonora.11 El recurso de revisión referido con el numeral 4 (Gerente del Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua) es oportuno tomando en cuenta que el Tribunal Colegiado ya calificó tal circunstancia, al resolver el recurso de reclamación 1/2013, de su índice. El recurso de revisión referido con el número 6 (Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua del Estado de Sonora), es oportuno debido a lo siguiente: a) La sentencia recurrida le fue notificada el veintidós de agosto de dos mil doce, y surtió efectos al día siguiente, dado su carácter de tercero perjudicado.12 b) El término para la presentación del recurso transcurrió del veinticuatro de agosto al seis de septiembre de dos mil doce. c) De dicho plazo, se descuentan los días veinticinco y veintiséis de agosto y el uno y dos de septiembre de la anualidad próxima pasada, por ser sábados y domingos, en términos de los artículos 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. d) El oficio de agravios se presentó de manera oportuna, toda vez que se recibió el cinco de septiembre de dos mil doce. 11 12 Íbid, foja 1285. Íbid, fojas 1246 a 1248. 12 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por su parte, el recurso de revisión adhesiva presentado por la parte quejosa también es oportuno ya que: a) Por auto de seis de diciembre de dos mil doce, se admitieron a trámite los recursos de revisión señalados con los números 1 al 3, 5 y 6. b) Dicho auto se notificó por lista a la quejosa el siete de diciembre siguiente a la quejosa, y surtió efectos el día siguiente hábil. c) El plazo para la presentación del recurso se contabilizó del once de diciembre de dos mil doce al dos de enero de dos mil trece. d) De dicho plazo hay que descontar los días quince al treinta y uno de diciembre de dos mil doce, por haber correspondido al segundo periodo vacacional del Tribunal Colegiado del conocimiento, en términos de los numerales 70 y 159 de la Ley Orgánica citada, y del Acuerdo General 10/2006 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la determinación de los días inhábiles y los de descanso; así como el uno de enero de dos mil trece, según los artículos 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. e) El escrito de revisión adhesiva se recibió el dos de enero de dos mil trece en la Oficialía de Partes del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, por lo tanto, fue presentado en tiempo. 13 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 TERCERO. Cuestiones necesarias para resolver el asunto. Las consideraciones necesarias para resolver esta instancia son las que a continuación se sintetizan. I. Conceptos de violación. La parte quejosa, manifestó los siguientes conceptos de violación: Primero. Los títulos de asignación de derechos de aguas nacionales a la Comisión Estatal de Agua son contrarios a la Constitución, a la Ley de Aguas Nacionales y a las leyes del Estado de Sonora toda vez que no es el administrador del servicio, ni tampoco existe convenio celebrado entre el Ayuntamiento y el titular del Ejecutivo del Estado en dicho sentido, para que pudiera ser beneficiario. Segundo. Las resoluciones que derivaron de los títulos de asignación violan las garantías de legalidad y seguridad jurídica al no respetar la declaratoria de veda de veintisiete de julio de mil novecientos treinta y uno, la resolución de la Secretaría de Recursos Hidráulicos de veintidós de febrero de mil novecientos cuarenta y nueve que modifica la citada veda, el acuerdo presidencial de dieciséis de noviembre de mil novecientos cincuenta y cinco en el cual se crea el Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora y el decreto presidencial de veinte de mayo de mil novecientos ochenta y dos que declara de utilidad pública la ampliación del Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora. Se da el agravio en virtud de que los actos de las responsables producen una disminución y afectación en los derechos de los que son titulares los quejosos, ya que al afectarse los volúmenes 14 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de agua a un fin distinto del riego agrícola en los municipios que forman parte del Distrito de Riego del Río Yaqui, y trasladarse los mismos hasta la ciudad de Hermosillo, para el uso público urbano, se rompe el equilibrio existente en la cuenca del río Yaqui, lo que implica que se vea afectado el acceso a los quejosos al recurso en forma injustificada. Tercero. Se señala que los actos reclamados violan la garantía de audiencia, legalidad y seguridad jurídica, en virtud de que se les priva del derecho que tienen en relación al uso y aprovechamiento del agua que les fue conferido mediante título de concesión número **********. Cuarto. Los actos reclamados violan el artículo 4°, párrafo quinto, de la Constitución, que establece el derecho de toda persona a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar y por ende a los recursos naturales necesarios para su existencia y desarrollo, así como las garantías de legalidad y seguridad jurídica contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales. Al respecto, se aduce la violación del artículo 22 en relación con los artículos 13 Bis-4, 14 Bis-5 y el Título Quinto de la Ley de Aguas Nacionales, ya que no se llevó a cabo una consulta con los usuarios y con las organizaciones de la sociedad en el ámbito de los Consejos de Cuenta respecto de la solicitud de asignación de derechos de agua del Río Yaqui que realizó la Comisión Estatal del Agua, a pesar de que existe una veda decretada y publicada en el Diario Oficial de la Federación desde el uno de 15 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 septiembre de mil novecientos treinta y uno, respecto de las aguas del Río Yaqui. Asimismo, se violan los artículos 14 Bis-5 y 16 de la Ley de Aguas Nacionales, ya que no se respetaron los principios que sustentan la política hídrica nacional en cuanto a la obligación del Ejecutivo Federal consistente en asegurarse de que las concesiones y asignaciones de agua estén fundamentadas en la disponibilidad efectiva del recurso. En este sentido, era obligación del Organismo de Cuenca Noroeste llevar a cabo la correcta administración del agua y los servicios de riego en los distritos, al igual que actualizar los volúmenes entregados y aprovechados, así como los padrones de usuarios, esto en términos del artículo 12 bis 6, fracción X de la Ley de Aguas Nacionales. En tal virtud, la autoridad debió de utilizar dichos volúmenes para cubrir las concesiones que previamente había concedido y no pretender otorgar nuevos títulos de asignación, máxime que dicha agua se explotaría fuera de la cuenca hidrológica del Río Yaqui. Igualmente, al otorgarse las nuevas concesiones, no se cumple con el objetivo de reducir y prevenir la sobreexplotación en la cuenca del Río Yaqui, de conformidad con el Programa Nacional Hídrico 2007-2012 y la Ley de Aguas Nacionales. También se incumple con la obligación del Estado de regular las cuencas hidrológicas, incluyendo los acuíferos y los trasvases entre cuencas. Al respecto, la autoridad no cita las normas que autorizan la reglamentación de los trasvases entre cuencas y cómo los aplica al caso en concreto de las asignaciones que autorizó a la Comisión Estatal del Agua, a efecto de que la quejosa pueda verificar que se apegó a dicha reglamentación, con lo que se incumple con el requerimiento de fundar y motivar los actos de autoridad. 16 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por último, la autoridad incumple con la obligación de determinar los servicios ambientales que produce el agua, determinándolos a efecto de que sean reconocidos, cuantificados y pagados. Quinto. Los actos reclamados violan las garantías de legalidad y seguridad jurídicas de la quejosa, al dejar de observar el artículo 22 de la Ley de Aguas Nacionales y los artículos 3, fracciones V y VII, 54 y 59 de la Ley Federal del Procedimiento Administrativo aplicables a la misma, supletoriamente. El expediente relativo a la asignación de las concesiones reclamadas no contiene la evaluación del impacto ambiental y regulatorio, así como los estudios y balances hidrológicos en que se basó para determinar la disponibilidad del agua. Asimismo, carece de la estimación de las pérdidas por evaporación, conducción y el gasto ecológico. Tampoco cuenta con la constitución de las servidumbres necesarias para la realización de las obras. Finalmente, el título de asignación **********, incorrectamente establece que la fuente de abastecimiento es la presa “El Novillo”, cuando el punto en el que se pretende extraer el agua se encuentra en la cortina de la presa “El Oviáchic”, el cual todavía no contiene volumen a extraer. Sexto. Los actos reclamados violan las garantías de legalidad y seguridad jurídica de la quejosa, al no determinar en forma fundada y motivada el caudal mínimo ecológico de la cuenca del Río Yaqui, conculcando el artículo 29 Bis-5 de la Ley de Aguas Nacionales. 17 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Séptimo. Los actos reclamados violan las garantías de legalidad y seguridad jurídica porque existe la obligación de tomar en cuenta la disponibilidad media anual del agua y que dicha información se revise al menos cada tres años. Sin embargo, las autoridades fundaron la asignación de aguas reclamada en el Acuerdo por el que se dio a conocer el resultado de lo estudios de disponibilidad media anual de las aguas superficiales en las cuencas hidrológicas de los ríos Sonora 1, San Miguel, Sonora 2, Sonora 3, Mátape 1, Mátape 2, Bavispe, Yaqui 1, Yaqui 2, Yaqui 3, de los arroyos Cocoraque 1, Cocoraque 2, Río Mayo 1, Arroyo Quiriego, Río Mayo 2 y Río Mayo 3, mismos que forman la región hidrológica número 9, denominada Sonora Sur, mismo que se refiere a datos obtenidos al treinta y uno de diciembre del dos mil cuatro. Además la manifestación de impacto ambiental presentada por la Comisión Estatal del Agua sólo evalúa una fase del proyecto (la obra de toma) y no así las otras tres fases. Octavo. Los actos reclamados violan las garantías de legalidad y seguridad jurídica pues la Dirección de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua debió fundamentar y motivar en forma debida que a ella corresponden actualmente las facultades tanto de la Secretaría de Agricultura y Fomento como de la Comisión Nacional de Irrigación. Noveno. El trámite y resolución del expediente ********** llevado a cabo por la Dirección de Administración del Agua, viola la garantía de 18 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 legalidad y seguridad jurídica de la quejosa. Esto en virtud de que realmente se trata de una trasmisión de derechos respecto de concesiones de aguas nacionales realizada por las Unidades de Riego de Huásabas y Granados a favor de la Comisión Estatal del Agua, bajo la apariencia de extinción de títulos por vencimiento de la vigencia de los títulos, expedición de nuevos títulos de concesión con un menor volumen y asignación de la diferencia a favor de la citada dependencia, esto a efecto de incumplir con la normatividad que en materia de trasmisión de títulos se establecen en la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento. Dichas disposiciones prohíben la transmisión de derechos de una cuenca a otra. Por otra parte, el artículo 104 del Reglamento impone la obligación de conceder el derecho de preferencia a los usuarios del distrito, disposición aplicable a las unidades de riego de conformidad con lo dispuesto por el artículo 63 de la Ley. Asimismo, el proceso de “compra de concesiones de agua” respecto de las unidades de riego de Huásabas y Granados, la autoridad debió decretar la extinción de los títulos con fundamento en el artículo 29 Bis-3, fracción V, por estar viciado el proceso de tramitación por intervención del concesionario, asignatario o por interpósita persona. Décimo. Los actos de las autoridades responsables violan en perjuicio de la quejosa el derecho a tener un medio ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de todas las personas consagrado en el artículo 4° constitucional, en relación con el artículo 25 de la misma Carta Magna. El hecho de explotar la cuenca hidrológica del Río Yaqui más allá de su capacidad, implica que se vean vulnerados los 19 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 recursos naturales hídricos necesarios para ejercer su actividad agrícola y en general los beneficios ambientales de tal recurso natural, como la regulación climática, entre muchos otros. II. Consideraciones de la sentencia recurrida. La Juez de Distrito resolvió, en síntesis, lo siguiente: Primer Considerando. Competencia. La Juez de Distrito es competente para conocer del asunto. Segundo Considerando. Certeza de Actos. El Director del Registro Público de Derechos del Agua de la Comisión Nacional del Agua rindió informe admitiendo la existencia de los actos. El Organismo de la Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua y Dirección General de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste, admitieron como ciertos únicamente los actos reclamados a) [La determinación de que existen aguas superficiales no concesionadas del Río Yaqui para asignar poco más de once millones de metros cúbicos, cuando no se le ha permitido a la quejosa explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales hasta el volumen máximo concesionado de 69,518,000.00 metros cúbicos y 10,845,000.00 metros cúbicos de aguas nacionales del subsuelo, la cual depende de la disponibilidad real de las aguas, siendo que se le han entregado a la quejosa volúmenes inferiores al límite.] y d) [la orden para que se proceda a la inscripción de los títulos de asignación en el Registro Público de Derechos de Agua.]; sin embargo, del informe justificado de la Directora de Asuntos Jurídicos del Organismo Cuenca Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, manifestó que el trámite y resolución de los expedientes números **********, se llevó a cabo por el Director de Administración del Agua del Organismo Cuenca Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, y por ende, las consecuencias derivadas del mismo, lo que se corrobora con las documentales que 20 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 obran en el sumario y de las que se advierte dicho trámite, por lo que deben tenerse por ciertos los actos reclamados a la citada autoridad. Por último, el Jefe de Distrito de Riego 018 y 041de la Comisión Nacional del Agua y Director del Registro Público de Derechos del Agua negaron la existencia de los actos reclamados; sin embargo, su negativa se desvirtúa dado el carácter de autoridad ejecutora que se le atribuye, por lo que al haber admitido la existencia de los actos reclamados la señalada como ordenadora, la ejecución de dichos actos se torna inminente. Tercer Considerando. Causas de Improcedencia. No se actualiza la causa de improcedencia prevista en la fracción V, del artículo 73 de la Ley de Amparo que se refiere a la falta de interés jurídico, toda vez que como se indicará más adelante, la **********, acredita su interés jurídico con el Título de Concesión número ********** otorgado por el Ejecutivo Federal por conducto de la Comisión Nacional del Agua, el cual fue prorrogado mediante resolución de veinticinco de enero de dos mil doce, contenida en el oficio número ********** ya que de acuerdo a las condiciones generales y específicas del título de concesión indicado dicha persona moral puede explotar usar o aprovechar aguas nacionales superficiales por un volumen de 69’518,000.00 metros cúbicos anuales de aguas superficiales y un volumen de 10’845,000.00 metros cúbicos de aguas subterráneas, cuya afectación por los actos reclamados se analizará al estudiar los conceptos de violación expresados por dicha parte. La diversa causal prevista en la fracción IX del artículo 73, de la Ley de Amparo, tampoco se actualiza, toda vez que los actos que se reclaman no se encuentran consumados de un modo irreparable, pues el amparo tendrá por objeto restituir al agraviado en el pleno goce de la garantía individual violada, restableciendo las cosas al 21 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 estado que guardaban antes de la violación que se delata, tal y como se verá al verificarse el análisis de la demanda de garantías y de los actos que se reclaman en el considerando respectivo. Asimismo, los actos no aparecen consentidos tácitamente puesto que de la demanda se advierte que legalmente la quejosa tuvo conocimiento por medio de lista de los actos el veintinueve de octubre de dos mil diez, al publicarse el acuerdo de veintiocho de ese mes y año dictado en el diverso expediente ********** del índice del Juzgado, de tal manera que esa notificación surtió efectos hasta el tres de noviembre del mismo año, de tal manera que si la demanda se presentó el veinticuatro de noviembre siguiente, aún no transcurrían los quince días. Por último, no opera la causa de improcedencia prevista en la fracción XIII, del artículo 73, de la Ley de Amparo, pues la misma está referida a actos derivados de resoluciones judiciales o de tribunales administrativos o de trabajo respecto de las cuales conceda la ley algún recurso o medio de defensa dentro del procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas, y los reclamados en el juicio derivan de autoridades distintas a las mencionadas, aunado a que la parte quejosa tiene el carácter de tercero extraño, y por lo tanto no está obligada a agotar el principio de definitividad. Cuarto Considerando. Se tienen por reproducidos los conceptos de violación. Quinto Considerando. Estudio. Los actos reclamados en este juicio de garantías son de los considerados como privativos de derechos, en la especie, de los contractuales que derivan del título de concesión ********** otorgado por el Ejecutivo Federal por conducto de la Comisión Nacional del Agua; lo anterior, puesto que de la condición 22 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 tercera del título de concesión, si bien no crea derechos reales, le otorga a la concesionaria, frente a la administración pública, el derecho a realizar los usos, aprovechamientos o explotaciones de los bienes nacionales (aguas superficiales y del subsuelo), de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes, reglamentos, normas y las condiciones establecidas en el propio título de concesión. Asimismo, la concesión no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionado, ya que la disponibilidad de las aguas está en función de variables hidroclimáticas naturales fuera del control de la Comisión Nacional del Agua, las cuales dependen de fenómenos atmosféricos aleatorios no sujetos a ninguna ley previsible y que pueden causar abundancia o escasez de agua. En el penúltimo párrafo de la condición específica, se señaló que la distribución que anualmente se defina para “la concesionaria”, podrá sufrir alteraciones adicionales, en función del reglamento del Distrito de Riego que previamente sea propuesto por el Comité Hidráulico del Distrito y sancionado por la Comisión. En esa tesitura, conviene precisar que los títulos de concesión se otorgan con fundamento en el artículo 27 de la Constitución, en donde se advierte que al agua se le reconoce su trascendencia nacional, porque sin lugar a duda constituye un recurso natural fundamental para el desarrollo del país, en tanto que beneficia a la colectividad que aumenta día con día con el consecuente incremento de su demanda, por lo que la distribución del agua debe ser equitativa; su conservación primordial; su explotación moderada, su aprovechamiento equitativo, su uso ordenado y eficiente, todo lo anterior, en aras de lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de la vida en las zonas tanto rurales como urbanas, con 23 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 el abastecimiento del vital líquido a las diversas regiones del país donde más se necesita. Así las cosas, las aguas nacionales constituyen un bien nacional, sujeto al régimen de dominio público, como respectivamente lo establecen la fracción I, del artículo 3°, y 4° de la Ley General de Bienes Nacionales. Al ser las aguas nacionales un recurso de dominio e interés público, su apropiación, distribución, aprovechamiento, explotación, extracción y conservación, se encuentra cuidadosamente regulada en el artículo 27 de la Constitución General, en donde se establece que cuando las aguas nacionales sean objeto de explotación, uso o aprovechamiento por parte de particulares, el Ejecutivo Federal podrá otorgarles concesiones, emitidas de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes. La concesión como acto jurídico administrativo mixto, contiene cláusulas de orden regulatorio y otras de naturaleza contractual; las primeras sujetas a las modificaciones del orden jurídico que regulan el otorgamiento de la concesión y las segundas garantizan los intereses legítimos del concesionario, por lo que las modificaciones legales no podrán establecer cargas que afecten desproporcionada o injustificadamente su esfera jurídica y patrimonio. En esa virtud, cuando el Estado expide un título de concesión a favor de un particular en éste se establecen cláusulas en las que se materializan las ventajas económicas en favor del concesionario; es decir, consisten en cuestiones particulares que benefician económicamente al concesionario y por ello, el Estado no podrá variarlas sin concurrir la voluntad de aquél, porque afectaría su esfera jurídica y patrimonio. Por otra parte, en el título de concesión también se fijan condiciones regulatorias, que se encuentran vinculadas al marco legal que regula las condiciones generales de las concesiones, a las que 24 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 deberá sujetarse el concesionario y las cuales sí podrá modificar el Estado, en atención a decisiones que importen intereses de la colectividad, sin que por ello sea necesario el consentimiento del gobernado, es decir, cuando se reforma la legislación aplicable, pues sería tanto como pretender convenir con éste reformas a la Constitución, a las leyes o a los reglamentos respectivos. Tomando en cuenta lo anterior, se advierte que el título de concesión contiene tanto cláusulas contractuales como regulatorias. Como contractuales están el derecho a explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales y del subsuelo por los volúmenes cúbicos anuales que en el título se consignan y el término de la concesión, contado a partir del treinta de enero de mil novecientos noventa y dos por un plazo inicial de veinte años que se prorrogó hasta por veinte años más de los inicialmente meras condiciones concesionados. Las demás disposiciones constituyen reglamentarias, pues son cláusulas relacionadas con las normas que regulan las condiciones generales de las concesiones y que deben sujetarse todos los que estén en las hipótesis normativas de que se trate. Así, si el Estado modifica de manera unilateral disposiciones en las que se establezcan los derechos que de manera particular otorga el título al concesionario, como es el volumen de agua que anualmente puede explotar, usar y aprovechar, podrá afectar directamente los derechos adquiridos del concesionario; lo que no ocurre si se modifican las condiciones generales regulatorias de los títulos de concesión, a través de reformas legislativas o reglamentarias, que importen el interés público. Los dictámenes de los peritos de la quejosa y del juzgado comprueban la afectación que la parte quejosa aduce en su demanda 25 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de garantías, derivada de los procedimientos administrativos ********** relativos a la solicitud de asignación de derechos agua presentados por la Comisión Estatal del Agua, así como de la expedición de los títulos de asignación números **********. Por su parte, el perito de la Comisión Nacional del Agua no logró desvirtuar la existencia de tal afectación. Al respecto, los peritos designados por la quejosa y el Juzgado, concluyeron que la sustracción de un volumen de setenta y cinco millones de metros cúbicos de agua de la Presa Plutarco Elías Calles (el Novillo) tendrá un impacto negativo aguas abajo en el sistema de presas del Río Yaqui, trayendo como consecuencia que no se pueda cumplir con los volúmenes asignados a la parte quejosa de sesenta y nueve millones quinientos dieciocho mil metros cúbicos anuales de aguas superficiales y un volumen de diez millones ochocientos cuarenta y cinco mil metros cúbicos de aguas subterráneas, lo que además traería como consecuencia que se dejaran de sembrar una gran cantidad de hectáreas en el Valle del Yaqui, estableciendo además los peritos que la eventual sustracción de los volúmenes referidos de metros cúbicos de agua de la presa Plutarco Elías Calles para trasladarlo a la ciudad de Hermosillo, Sonora, podría causar un desequilibrio en las aguas subterráneas del agua del Río Yaqui y un impacto socioeconómico a la región. De hecho, uno de los peritos explicó que de los últimos diecinueve ciclos agrícolas de la vigencia de la concesión, sólo en cuatro de ellos ha recibido la parte quejosa los volúmenes de agua que le fueron concesionados. Se advierte que no se llamó a audiencia a la parte quejosa, no obstante el interés jurídico que tiene para ese efecto derivado de su título de concesión, por lo que puede concluirse que tales procedimientos, asignaciones y demás consecuencias derivadas de los mismos es violatoria del artículo 14 de la Constitución, en relación 26 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 con los diversos numerales 25, 28 y 52 de la Ley de Aguas Nacionales. El uso del agua de la Cuenca del Río Yaqui no puede ser variado en tanto subsistan los decretos de veda que prohíben sustraer agua a zonas diversas a la cuenca que las conduce, como es la del Río Sonora, con lo cual además implica la transgresión de la Ley de Aguas Nacionales, por virtud de la cual, sólo se pueden ceder o transferir derechos de agua, cuando éstos sean explotados dentro de su propia cuenca y no para ser trasvasados a cuencas diversas, porque esto rompe con el equilibrio y sustentabilidad de la cuenca cedente. En conclusión, las autoridades responsables, de manera previa a la emisión de asignaciones e inicio de los procedimientos radicados bajo los números de expedientes ********** que derivaron de la solicitud de asignación de derechos de agua presentados por la Comisión Estatal del Agua y la expedición de los títulos de asignación **********, debieron respetar la garantía de audiencia establecida en el artículo 14 constitucional a favor de la asociación quejosa. Ello porque tales asignaciones otorgadas bajo el trámite de los procedimientos administrativos referidos, implican una afectación a los derechos de uso, aprovechamiento o explotación, en relación con la cantidad de aguas superficiales y de subsuelo que le corresponde a la quejosa, con motivo de la concesión número **********. Por lo tanto, se concedió el amparo para el efecto de que las autoridades responsables dejen sin efecto dichos procedimientos administrativos y por ende, las asignaciones amparadas con los títulos **********, así como para que se conceda y respete la garantía de audiencia a la mencionada parte quejosa y en donde deberá considerar que las aguas de la cuenca del Río se encuentran protegidas por decretos de veda. 27 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 III. Agravios: La parte recurrente hace valer, en síntesis, los siguientes agravios: A. En el recurso de revisión referido con el numeral 1, el Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua arguyó lo siguiente: (Único) Se debe decretar el sobreseimiento, toda vez que la sentencia recurrida viola el principio de certeza de los actos reclamados, así como el de congruencia y exhaustividad procesal, pues el Juez de Distrito no tomó en cuenta que la Dirección General de este Organismo de Cuenca Noroeste, por conducto de la Directora de Asuntos Jurídicos, negó la existencia de los actos reclamados en su informe justificado. En la resolución, la Juez hace una incorrecta apreciación del informe justificado dado que concluye “… que deben tenerse por ciertos los actos reclamados de la citada autoridad.”, sin realizar un razonamiento lógico-jurídico, definir, ni explicar con claridad a qué autoridad se refiere, es decir, si al Director de Administración del Agua o al Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua. Además, la Juez de Distrito inobservó que el Director de Administración del Agua de este Organismo de Cuenca Noroeste al rendir su informe justificado, aceptó la existencia del acto reclamado, pues no hay que pasar por alto que de acuerdo con el artículo 76, fracción III, del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua publicado el treinta de noviembre de dos mil seis, dicho Director cuenta con la atribución de emitir títulos de concesión o asignación de aguas nacionales, sin perjuicio del ejercicio directo por parte del Director General del Organismo de Cuenca Noroeste o de sus 28 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 superiores jerárquicos, de conformidad con el artículo 10 de dicho Reglamento. B. En el recurso de revisión referido con el numeral 2, el Director de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, adujo lo siguiente: a) (Primer agravio) La sentencia es violatoria de los principios de legalidad, congruencia y exhaustividad procesal de los cuales deben de estar investidas todas las resoluciones judiciales, en contravención a lo dispuesto por los artículos 4° y 27 de la Constitución; 1, 2, 4, 7 fracción I, 7 Bis fracción V, 9 y Décimo Quinto Transitorio de la Ley de Aguas Nacionales y 2, fracción XXIV, de su Reglamento, toda vez que las asignaciones reclamadas están destinadas a abastecer de agua potable a la Ciudad de Hermosillo, Sonora y atender las necesidades básicas de la población de dicha ciudad. Es evidente y manifiesta la utilidad pública y el beneficio social que representa la emisión de los títulos de asignación otorgados por esta autoridad a la Comisión Estatal del Agua de Sonora. La misma tiene como objeto abastecer de agua a los habitantes de Hermosillo, Sonora. Dicho recurso constituye un bien del dominio público de la Federación al que todo ser humano debe tener acceso en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible, teniendo el Estado el deber de otorgar y garantizar ese derecho vital para su supervivencia y desarrollo, con fundamento en los artículos 4° y 27 de la Constitución, lo cual es un motivo suficiente para que la Juez de Amparo hubiese declarado la improcedencia del presente juicio. En efecto, la Nación es la propietaria de las aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, dada la capacidad que nuestra Constitución les reconoce para administrar y custodiar los 29 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 bienes que les corresponden a la Nación. Por lo tanto, es de interés público regular, en beneficio de la sociedad, el uso o aprovechamiento de los recursos naturales a fin de establecer una distribución equitativa de las aguas nacionales. Considerando lo anterior, las concesiones reclamadas se expidieron exclusivamente para uso público urbano, con el objeto de abastecer de agua potable a la Ciudad de Hermosillo, Sonora y atender las necesidades básicas de aproximadamente un millón de habitantes de dicha ciudad, lo que la Juez no advirtió, pues inconsistentemente les está privando de agua para atender a sus necesidades, no obstante que en autos no está acreditado que se haya causado afectación al módulo de riego quejoso. La Juez de Distrito extravía su análisis al referir que el título de concesión a la quejosa cuenta con elementos reglamentarios o contractuales, y que éstos últimos (contractuales) se vieron afectados con la emisión de los actos reclamados. Por una parte reconoce que es de interés público regular lo concerniente al mejor aprovechamiento de los recursos naturales, pero por otra, refiere que la emisión de las asignaciones destinadas a la atención de las necesidades de todo un centro de población que carece de agua para consumo humano, afectan los elementos contractuales del título de la quejosa, no obstante dicha concesión para nada fue modificada, por el contrario, quedó intocada e incluso prorrogada en todos sus términos y condiciones a través del oficio número ********** de fecha veinticinco de enero del dos mil doce emitido por parte de la propia Dirección de Administración del Agua. Además es evidente que la Juez de Distrito falta a su apreciación en el sentido de que debe existir una distribución equitativa de la riqueza pública y el mejor aprovechamiento de las aguas nacionales, cuando sólo la quejosa cuenta con más agua que la destinada a los pobladores de la ciudad de Hermosillo, Sonora, al amparo de los 30 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 multicitados títulos de asignación, mismas que conjuntamente arrojan un volumen aproximado de 52 millones de metros cúbicos anuales; de ahí lo incongruente, injusto e inhumano de la resolución recurrida. Los 42 Módulos de Riego o Asociaciones Civiles que integran el Distrito de Riego, 041, Río Yaqui, mismos que denominaron **********, tienen concesionadas aguas nacionales por un volumen aproximado de 1,910.69 millones de metros cúbicos anuales, destinadas exclusivamente al riego agrícola del Valle del Yaqui. De tal suerte que el volumen de agua asignado al Estado de Sonora para satisfacer las necesidades básicas de la población de Hermosillo no es significativo en relación al volumen que tienen concesionado dichos módulos de riego para uso agrícola. A la Comisión Nacional del Agua le compete la gestión integrada de los recursos hídricos para atender la problemática de agua en las localidades o regiones de escasez del recurso; asimismo, tiene plena autonomía técnica y administrativa para emitir disposiciones de carácter general en materia de aguas nacionales, siendo autorizada para emitir las concesiones o asignaciones para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales, de conformidad con el carácter público del recurso hídrico; por tanto, salta a la vista la notoria causa de utilidad pública que representan los títulos de asignación, así como las facultades para emitirlos, por lo que no puede anteponerse un supuesto derecho particular que no se ha visto afectado, con el perjuicio de toda una comunidad. Finalmente, el uso para fines domésticos y público urbano, es preferente al resto de los usos que se le pueda dar al recurso hídrico; pues el interés simple o económico que pudiera tener la asociación quejosa, no puede estar por encima del interés público y social de cerca de un millón de habitantes, protegido a nivel constitucional como un derecho del ser humano. 31 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 b) (Segundo agravio) La Juez de Distrito parte de la falsa creencia de que con la autorización de los títulos de asignación reclamados, se va a privar de los derechos otorgados a la asociación quejosa para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales. Sin embargo, por oficio ********** de veinticinco de enero de dos mil doce, el título de concesión de la quejosa fue prorrogado en los mismos términos y condiciones por los que se había otorgado inicialmente. Además, la autorización de los nuevos títulos de asignación cuestionados, no representa una extracción adicional de agua a la Cuenca, sino que obedeció a la disponibilidad de aguas que reportó la cuenca del Río Yaqui, de conformidad con el Acuerdo por el que se da a conocer el resultado de los estudios de disponibilidad media anual de las aguas superficiales en las cuencas hidrológicas de los ríos Sonora 1, San Miguel, Sonora 2, Sonora 3, Matape 1, Matape 2, Bavispe, Yaqui 1, Yaqui 2, Yaqui 3, de los arroyos Cocoraque 1, Cocoraque 2, Río Mayo 1, Arroyo Quiriego, Río Mayo 2, Río Mayo 3, mismos que forman la región hidrológica número 9 denominada Sonora Sur, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veinticuatro de septiembre de dos mil siete, así como a la extinción de diversos títulos de concesión en la Cuenca del Río Yaqui: 1. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Huasabas por un volumen de 17,925,847.00 metros cúbicos anuales. 2. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Huasabas por un volumen de 9,685,335.60 metros cúbicos anuales. 3. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Huasabas por un volumen de 6,688,768.00 metros cúbicos anuales. 32 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 4. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Granados por un volumen de 2,656,818.00 metros cúbicos anuales. 5. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Granados por un volumen de 8,539,733.00 metros cúbicos anuales. 6. Título de concesión **********, expedido a favor de la Unidad de Riego Granados por un volumen de 5,503,409.00 metros cúbicos anuales. Los mencionados títulos de concesión, a pesar que fueron exhibidos como prueba por la autoridad no fueron valorados ni considerados por la Juez, a pesar de su trascendencia, puesto que el volumen que quedó disponible para la Cuenca fue un factor importante para la emisión de los títulos de asignación que se reclaman. Así, no se dispuso del volumen concesionado al módulo de riego de la quejosa, y las asignaciones reclamadas no representan una extracción de agua adicional a la cuenca, sino que ahora simplemente serán utilizados por otra persona, máxime que los títulos extintos existían a la par con los derechos del título de concesión de la quejosa de treinta de marzo de dos mil. Por lo tanto, no se configuró un acto privativo. Invoca en apoyo la tesis 2ª./J.36/2004 de rubro: “TELECOMUNICACIONES. EN LA EXPEDICIÓN DE NUEVAS CONCESIONES A TERCERAS PERSONAS PARA INSTALAR, OPERAR O EXPLOTAR REDES PÚBLICAS EN ESA MATERIA PARA UN ÁREA GEOGRÁFICA ANTERIORMENTE ASIGNADA, NO PROCEDE LA GARANTÍA DE AUDIENCIA A FAVOR DE SU TITULAR.” Por otra parte, los títulos de asignación reclamados fueron expedidos para uso público urbano a favor de la Comisión Estatal del Agua de Sonora, a efecto de que provea de agua para consumo humano de la población de Hermosillo, Sonora. En tal virtud, al 33 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 tratarse de un uso de interés público y beneficio social, en orden de prelación preponderante respecto de cualquier otro uso, no existe la necesidad de otorgar garantía de audiencia a los posibles afectados, de acuerdo al criterio sostenido por los Tribunales Colegiados de Circuito de rubro: “CONCESIÓN PARA USO PÚBLICO URBANO DE AGUAS NACIONALES A LOS MUNICIPIOS, LOS ESTADOS O AL DISTRITO FEDERAL, ES INNECESARIO QUE LA AUTORIDAD, ANTES DE TERCERO OTORGARLA, LLAME POSIBLEMENTE A COMPARECER AFECTADO CON A UN ESA DETERMINACIÓN, PARA CONSIDERAR QUE SE RESPETA SU GARANTÍA DE AUDIENCIA, ATENTO AL ORDEN DE PRELACIÓN QUE A FAVOR DE DICHOS NIVELES DE GOBIERNO PREVÉ EL ARTÍCULO 22 DE LA LEY DE LA MATERIA.” Independientemente de lo anterior, el Juzgador confunde la expedición de los títulos de asignación con la figura de rescate de concesiones para la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales, prevista en el artículo 6°, fracción IV, de la Ley de Aguas Nacionales, pues no se está en el supuesto de una declaratoria de rescate, toda vez que la autorización de las asignaciones no se debió a un aspecto de utilidad e interés público, sino a la disponibilidad de volumen derivado de la extinción de títulos de concesión ya existentes en la cuenca. Asimismo, el título de concesión establece que se tiene derecho a la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales durante el término de vigencia de la concesión, pero en términos de la Ley de Aguas Nacionales (artículo 22) y su Reglamento (artículo 42), en donde se prevé: “La concesión o asignación no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada o asignada”, por lo que el hecho de que un usuario cuente con algún título de concesión para usar, explotar o aprovechar aguas nacionales superficiales o del subsuelo, ello no le garantiza la existencia del recurso hidráulico 34 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 concesionado, y mucho menos otorga derechos exclusivos sobre la cuenca o el manto acuífero de que se trate. c) (Tercer agravio) De acuerdo a la Condición General Tercera del título de concesión ********** y a la Condición Cuarta del Anexo 2.1 del mismo, la concesionaria se sometió incondicionalmente a la disponibilidad que se tenga del recurso hídrico en cada año agrícola. De ahí que dicho título no le garantiza la existencia del recurso hídrico y mucho menos le otorga derechos exclusivos sobre las aguas de la Cuenca Río Yaqui. Contrario a lo determinado por la Juez, no está acreditado que con la emisión de los títulos de asignación reclamados, se cause una afectación al volumen concesionado a la asociación quejosa, pues la disponibilidad de aguas depende de fenómenos de la naturaleza totalmente impredecibles por el hombre, que bien podrían causar abundancia o escasez, y por tanto que la quejosa pueda o no pueda explotar hasta el volumen total de agua que se le concesionó. No es posible determinar a través de una prueba pericial que situaciones inexistentes, futuras y completamente sujetos a fenómenos propios de la naturaleza vayan a causar un daño o afectación de difícil reparación a la quejosa. Máxime que a la fecha no se ha extraído una sola gota de agua al amparo de los títulos de asignación otorgados a la Comisión Nacional del Agua de Sonora, pues tal y como está acreditado en autos, los títulos de asignación reclamados no han entrado en operación, por lo que la supuesta afectación es inexistente y de carácter futuro e incierto. Asimismo, la juez de amparo viola el principio de congruencia y exhaustividad procesal, pues es evidente que apoya su determinación únicamente en el desahogo de la prueba pericial, sin analizar la totalidad de las constancias que obran en autos y las manifestaciones 35 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 contenidas en el informe justificado rendido por la Dirección en comento, específicamente en la parte en donde se señala que la emisión de los títulos de asignación obedece a la disponibilidad de aguas que se tuvo en la Cuenca del Río Yaqui. d) (Cuarto agravio) Se solicita el sobreseimiento del juicio, ya que la quejosa no acreditó su interés jurídico con el título de concesión ********** ni su afectación con la prueba pericial hidrológica y ecológica a cargo de **********. Dicha prueba está prejuzgando sobre situaciones que hasta este momento son inexistentes, futuras e inciertas, en base a meras presunciones, pues no es posible establecer si en el futuro la quejosa podrá explotar el volumen total de las aguas concesionadas, ya que tal aspecto depende de fenómenos variables de la naturaleza, y además, a la fecha no se han ejecutado o entrado en explotación los títulos de asignación. Además de lo expuesto en el tercer agravio sobre la inviabilidad de determinar afectaciones futuras a través de una prueba pericial, de la simple lectura de los dictámenes periciales emitidos tanto por los peritos de la parte quejosa, como por el nombrado por la Juez de Amparo, se advierte que los mismos son incorrectos. Dichos dictámenes se refieren a la eventual sustracción de 75 millones de metros cúbicos de la presa Plutarco Elías Calles o “El Novillo”. Sin embargo, los títulos de asignación reclamados no autorizan el volumen señalado por los peritos, pues estos fueron emitidos para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales por un volumen de 40 182 450.60 metros cúbicos anuales y 11 720 000 metros cúbicos anuales respectivamente, lo cual equivale aproximadamente a 52 millones de metros cúbicos anuales. También es de mencionar, que se dejó en estado de indefensión al a autoridad, pues nunca se le dio vista con el contenido de las pruebas periciales. 36 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Un juicio de garantías exige que la afectación que refiera resentir el impetrante deba ser real, actual y susceptible de apreciarse en forma objetiva. Por lo cual la asociación quejosa debió acreditar fehacientemente la lesión que produce a su interés jurídico el acto reclamado. e) (Quinto agravio) La autoridad responsable quedó en completo estado de indefensión, pues nunca se le dio vista de las pruebas periciales en comento. f) (Sexto agravio) La sentencia violó el principio de congruencia y exhaustividad procesal pues la Juez establece que se violaron diversos decretos de veda existentes sobre las aguas de la cuenca del Río Yaqui, cuando no se analiza lo dicho en el informe justificado, respecto a que la veda decretada para las aguas del Río Yaqui es de carácter relativo. Dicha veda permite el otorgamiento de nuevas concesiones sobre las aguas de dicha cuenca, con la anuencia de la autoridad hidráulica. Asimismo, dicha veda no tuvo por objeto restringir las aguas del Río Yaqui para el uso doméstico o público urbano, solamente restringió el uso del agua para fines agrícolas, a fin de evitar que se distrajeran sus aguas para el riego de otras tierras fuera del Distrito 041. El uno de septiembre de mil novecientos treinta y uno se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Acuerdo que establece veda sobre concesión de aguas del Río Yaqui, en los Estados de Sonora y Chihuahua y que comprende toda su cuenca dentro de las entidades federativas de referencia. En su artículo II se especificó que dicha veda sería de carácter relativo y por tiempo indefinido, el cual textualmente señala lo siguiente: 37 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 II. Para los efectos del presente Acuerdo, deberá entenderse que esta veda será por tiempo indefinido y de carácter relativo, de acuerdo a la definición que establece a este respecto el inciso XI del artículo 56 de la repetida Ley y abarca toda la cuenca tributaria del Río Yaqui. Por su parte, la Ley de Aguas de Propiedad Nacional publicada en el Diario Oficial de la Federación el día siete de agosto de mil novecientos veintinueve, define qué debe entenderse por veda relativa, señalando lo siguiente: “Artículo 56. Para los efectos de la presente Ley, deben entenderse las palabras siguientes con el significado que a continuación se expresa: (…) XI. Se entiende por veda relativa, la prohibición para que sin la anuencia de la Comisión Nacional de Irrigación, la Secretaría otorgue permisos, autorizaciones o concesiones.” Por lo tanto, las características de la veda establecida en el Río Yaqui permiten que se otorguen nuevas concesiones sobre dicho recurso hídrico, pero con la anuencia de la entonces autoridad hidráulica que hoy en día recae en la Comisión Nacional del Agua. Ahora bien, el dieciocho de marzo de mil novecientos cuarenta y nueve se publicó en el Diario Oficial de la Federación el aviso por el que se dieron a conocer los lineamientos generales del proyecto conforme al cual se desarrollarían las obras del Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora. Asimismo, delimitó las tierras que abarcaría el señalado Distrito, señalándose que se aprovecharían las aguas del Río Yaqui para el riego de una superficie aproximada de 220 000 hectáreas y que conforme al numeral III de dicho documento, se modificaría la declaración de veda del veintisiete de julio de mil novecientos treinta y uno, en términos de lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley de Riegos vigente, el cual se transcribe: 38 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Artículo 4°.- Aprobado un proyecto en conjunto de las obras necesarias para establecer o modificar un distrito o unidad de riego, se declararan en veda la corriente, lago, laguna, depósito o fuente de origen de las aguas respectivas, y no se otorgaran permisos, autorizaciones ni concesiones para el uso de las aguas, si con ello se estorbare o impidiere la construcción de las obras o el establecimiento, modificación o colonización del distrito o unidad de riego de que se trate. De tal suerte que no se modificó en nada el carácter relativo de la declaratoria de veda publicada en el Diario Oficial de la Federación el día uno de septiembre de mil novecientos treinta y uno. Así, resulta evidente que la única limitante para expedir las concesiones consisten en que no estorben o impidan la construcción de las obras y el establecimiento del Distrito de Riego, lo cual se llevó a cabo años atrás. Por otra parte, el Acuerdo Presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el dieciséis de noviembre de mil novecientos cincuenta y cinco estableció el Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora. Asimismo, declaró que era de utilidad pública la construcción de las obras que lo forman, la adquisición de los terrenos necesarios para alojarlas y operarlas. Además señaló los linderos del Distrito de Riego, en terrenos ubicados en los municipios de Cajeme, Eichojoa, Bacum, Navojoa y Guaymas en el Estado de Sonora. Finalmente, dicho Acuerdo señaló que era necesario disponer de los escurrimientos del Río Yaqui hasta la presa Álvaro Obregón y evitar que se distrajeran en el riego de tierras fuera del Distrito 041. Cabe enfatizar que dicho acuerdo sólo limitó el uso agrícola, pero de ningún modo se refirió a la disposición de agua para uso doméstico y público urbano, respetando el derecho fundamental de acceso al agua. El tercer párrafo de la parte considerativa de dicho acuerdo señala: 39 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 “… de acuerdo con los estudios hidrológicos hechos sobre el funcionamiento de estas obras, es necesario disponer de todos los escurrimientos del Río Yaqui y su cuenca tributaria hasta la presa Álvaro Obregón y evitar que se distraían en el riego de otras tierras fuera del Distrito en perjuicio de éste…” Igualmente, el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el cuatro de junio de mil novecientos ochenta y dos, declaró de utilidad la ampliación del Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora, la construcción de las obras necesarias para ello y la adquisición de los terrenos para operarlas, dentro de un área aproximada de 8 500 hectáreas, localizadas en el municipio de Navojoa, Sonora. Ahora bien, la expedición de los títulos de asignación reclamados no impidió en lo absoluto que se estableciera el Distrito de Riego Río Yaqui, ni la construcción de las obras de infraestructura hidráulica que lo conforman, que es a lo que única y exclusivamente se refiere el aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación el día dieciocho de marzo de mil novecientos cuarenta y nueve. Dicho instrumento no modificó en forma alguna el carácter relativo de la declaratoria de veda establecida para las aguas del Río Yaqui en el año de mil novecientos treinta y uno, el cual no impide que se otorguen nuevas concesiones sobre aguas nacionales, pero con la anuencia de la autoridad hidráulica. Señala que el artículo 42 de la Ley de Aguas Nacional establece las reglas y condiciones bajo las cuales se explotarán las aguas nacionales en zonas de veda, el cual se transcribe en cuanto es relevante: Artículo 42.- Para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas del subsuelo en las zonas reglamentadas o de veda decretadas por el Ejecutivo Federal, incluso las que hayan sido libremente alumbradas, requerirán de: I. Concesión o asignación para su explotación, uso o aprovechamiento. 40 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 (…) Las concesiones o asignaciones se sujetarán a los requisitos que establecen los artículos 21 y 21 Bis de esta Ley y se otorgarán de acuerdo con los estudios de disponibilidad respectivos, teniendo en cuenta el volumen de agua usada o aprovechada como promedio en el último año anterior al decreto respectivo y que se hubieran inscrito en el Registro Público de Derechos de Agua. Como se desprende de este precepto, la Ley de Aguas Nacionales sí permite el otorgamiento de concesiones para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales en las zonas de veda decretadas por el Ejecutivo federal. Lo anterior atendiendo a las características de la veda que se haya decretado y a la disponibilidad de agua que se tenga en la cuenca hidrológica. Por todo lo expuesto, se concluye que la Comisión Nacional del Agua está facultada para otorgar nuevas concesiones sobre la cuenca del Río Yaquí. De no ser así, ni siquiera se habría podido otorgar el título de concesión a favor de la quejosa de treinta de marzo de dos mil. g) (Séptimo agravio) La Juez de Distrito no fundamentó ni motivó su resolución. En primer lugar, la A quo adujo que con la emisión de las asignaciones, se violan “diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales”, sin especificar los artículos, capítulos o apartados de este ordenamiento que supuestamente fueron infringidos. En segundo lugar, no se advierte en ninguna parte de la Ley de Aguas Nacionales que no se puedan trasvasar aguas nacionales de una cuenca a otra. Por el contrario, en su artículo 7, fracción II se permite por causas de utilidad pública, la derivación de aguas de una cuenca o región hidrológica a otra. En el presente caso, la asignación de agua a un centro de población que requiere el vital líquido definitivamente cumple con este supuesto. 41 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Finalmente, cabe precisar que el artículo 34 de la Ley de Aguas Nacionales no es aplicable al presente asunto. Dicho precepto establece que la Comisión Nacional del Agua sólo podrá autorizar las transmisiones de los títulos respectivos dentro de una misma cuenca hidrológica o acuífero mediante solicitud fundada. Sin embargo, este caso no se trata de una transmisión de derechos de un título de concesión, sino de la expedición de nuevas asignaciones derivadas de la disponibilidad de agua existente en la Cuenca del Río Yaqui. C. En el recurso de revisión referido con el numeral 3, el Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua arguyó lo siguiente: a) (Primer agravio). La Juez tiene por ciertos los actos que se le atribuyeron a la responsable, al considerar que la ejecución de los actos imputados a la responsable se torna inminente, lo cual es incorrecto, toda vez que en el informe justificado se negó la existencia de los mismos y no obra prueba en contrario. b) Además el Jefe de Distrito de Riego carece de facultades para modificar o disminuir el volumen consignado en el título de concesión número ********** otorgado a favor de la asociación quejosa, conforme al Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua, y las resoluciones que dieron origen a los títulos de asignación número **********, no contienen alguna orden de modificación al volumen consignado en el título de concesión número **********, ya que el mismo quedó intocado. c) (Segundo agravio) Considera que lo procedente es decretar el sobreseimiento, pues no existieron los actos reclamados atribuibles al Jefe de Distrito de riego. Si bien es cierto que el Director 42 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, al momento de rendir su informe justificado aceptó la existencia de los actos reclamados consistentes en la tramitación y resolución de los expedientes que dieron origen a los títulos reclamados a fin de atender las necesidades básicas de la población de Hermosillo, también lo es que ello en nada varía la negativa expresada en el informe justificado rendido por esta autoridad, puesto que la emisión de dichas asignaciones por ningún motivo implica que la Jefatura de Distrito de Riego necesaria u obligadamente haya reducido el volumen de agua que tiene concesionado a la persona moral quejosa, o bien lo vaya a hacer, ni mucho menos contienen una orden para que se le prive o afecte algún derecho del título con el que goza la quejosa para explotar, usar o aprovechar los recursos hidráulicos que en su momento le concesionó la Comisión Nacional del Agua. La Juez tiene por ciertos los actos reclamados con el único argumento de que la autoridad ordenadora aceptó la existencia de los actos, sin indicar a cuál de ellas se refiere. En todo caso, la disponibilidad de agua está en función de variables hidroclimáticas y geohidrológicas naturales, las cuales dependen de fenómenos aleatorios atmosféricos no sujetos a la voluntad del hombre ni a ninguna ley previsible y que pueden causar abundancia o escasez de agua, de tal suerte que la explotación de aguas nacional al amparo de un título de concesión siempre dependerá de la disponibilidad que exista del recurso hídrico. d) (Tercer agravio) Considera que lo procedente es decretar el sobreseimiento, pues la ejecución de los actos imputados a esta Jefatura de Distrito de Riego no es inminente. Por el contrario, dichos actos son inexistentes, de carácter futuro y de realización incierta. Al tenor del artículo 22 de la Ley de Aguas Nacionales y 42 de su 43 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Reglamento, ********** a favor de la quejosa y la Condición Cuarta del Anexo 2.1 del mismo, no se garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua y mucho menos le otorga derechos exclusivos sobre las aguas de la Cuenca del Río Yaqui, las cuales constituyen bienes del dominio público de la Federación. e) (Cuarto agravio) Considera que lo procedente es decretar el sobreseimiento, pues la afectación o perjuicio que diga resentir una persona deber ser real y actual. Los títulos de concesión reclamados, que fueron otorgados a la Comisión Estatal del Agua del Estado de Sonora, no han entrado en operación o explotación. Por ello, es imposible determinar en este momento, ni siquiera con el apoyo de una prueba pericial hidrológica y de medio ambiente, si en un futuro existirán condiciones favorables para la disponibilidad de agua. Además, dichos títulos ni siquiera cuentan con el volumen señalado por los peritos, pues éstos fueron emitidos para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales por un volumen de 40,182, 450.60 metros cúbicos anuales y 11, 720,000 metros cúbicos anuales respectivamente, esto es de aproximadamente 52,000,000 de metros cúbicos anuales. De tal suerte que no es posible establecer una afectación originada por las asignaciones que se reclaman, cuando incorrectamente se refiere que se extraerá un volumen de 75,000,000 de metros cúbicos al amparo de las asignaciones reclamadas, volumen que no es compatible con el volumen autorizado en dichos títulos. De ahí lo incorrecto e incongruente de los dictámenes periciales, puesto que no se apegan a la realidad jurídica que guardan las cosas, sino a meras suposiciones. Por lo tanto, carecen de valor probatorio. Asimismo, para la emisión de los títulos de asignación que se reclaman, no se dispuso de algún volumen concesionado al módulo 44 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de riego quejoso, sino que fue producto de la disponibilidad de agua que se tuvo en la cuenca, entre otras cosas, por la extinción de diversos títulos de concesión en la Cuenca del Río Yaqui. D. En el recurso de revisión referido con el numeral 4, el Gerente del Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua, adujo lo siguiente: a) La sentencia carece de congruencia pues en su informe justificado, la autoridad responsable sólo admitió como cierta la inscripción de los títulos de asignación **********, a favor de la Comisión Estatal del Agua, que fue realizada a la solicitud del Director General de Administración del Agua del Organismo Cuenca Noroeste, haciéndose valer la causa de improcedencia prevista en la fracción V del artículo 73 de la Ley de Amparo, la cual debe tomarse en cuenta pues no se acreditó interés jurídico alguno. b) (Primer agravio) La Juez no tomó en cuenta las causas de improcedencia que invocó con lo que debió haber sobreseído en el juicio, en virtud de que la autoridad señalada como responsable jamás ha emitido o dictado acto que viole en perjuicio de la hoy quejosa en sus garantías constitucionales. Esto es así, pues la autoridad no llevó a cabo ninguna de las imputaciones realizadas por la quejosa y mucho menos los actos por los cuales se concedió el amparo, dado que no realizó procedimiento administrativo alguno para otorgar una asignación ni una concesión a determinado gobernado. La Juzgadora otorgó el amparo en forma general y por todas las autoridades, sin especificar el acto reclamado y la autoridad a la cual se le atribuye, lo que implica que el cumplimiento de la ejecutoria sea imposible jurídica y físicamente de llevarse a cabo, ya que el 45 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 mencionado Gerente carece de facultades para tramitar un procedimiento administrativo para asignar un título de concesión. No se afecta la esfera jurídica del gobernado toda vez que la inscripción de los títulos de asignación materia del acto reclamado no constituye un acto de molestia, toda vez que se encuentra estrictamente apegado a los ordenamientos legales que rigen a la autoridad, los cuales son los artículos 30, 30bis, 31 de la Ley de Aguas Nacionales; 55, 56, 57, 58, párrafo primero y 59 de su Reglamento; 26, fracciones I y V, inciso b), del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua y 1°, 3, 4, 5, 6, 7, 14, 15, 17, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 31, 33, 34, 41 y 44 de las Reglas de Organización y Operación del Registro Público de Derechos de Agua. La quejosa no acreditó su interés jurídico ya que no se encuentra tutelado por la norma jurídica de manera directa y exclusiva, en todo caso se trata de un interés cualificado en razón de la situación de hecho que guarda, por lo que puede afirmarse que prevalece el interés legítimo en que se respete el título de asignación inscrito por la autoridad, ya que no se demuestra que con motivo de los títulos de asignación reclamados se le esté privando del suministro de agua que le fue concesionada, pues todos los usuarios de la cuenca del Río Yaqui están sujetos a los términos y condiciones previstos en los títulos de concesión que le fueron otorgados. De hecho, dichos títulos no están dirigidos a la quejosa, no afectan su esfera jurídica y no se ponen en riesgo los volúmenes establecidos en los títulos de concesión expedidos a favor de la quejosa. Asimismo, dichos títulos no generan un derecho real a favor de la quejosa, ni mucho menos un derecho contractual. Por el contrario, los mismos sólo acreditan que los usuarios tienen derecho a determinado volumen de agua que les ha sido concesionado, sujeto a la disponibilidad que exista en la región. No obsta lo anterior que la quejosa resienta un perjuicio en su interés económico, ya que este no 46 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 da lugar a legitimación. Por el contrario, se requiere un acto violatorio de un derecho subjetivo protegido por una norma legal que afecte sus garantías individuales. En el presente caso no existe un acto de molestia por parte del Gerente mencionado, ya que no se está frente a una obligación o instrucción impuesta al gobernado, sino de un acto de autoridad emitido con toda la formalidad y legalidad exigidas, el cual de ninguna manera restringe el derecho de la quejosa o causa perjuicio alguno. Así, al no existir afectación del interés jurídico, resulta improcedente el presente juicio. c) (Segundo agravio) La sentencia recurrida es imprecisa, incongruente y no se encuentra debidamente fundada y motivada. Ante todo, el A quo desestimó el orden público y el interés social por el cual se otorgaron los títulos de asignación, es decir, abastecer a la Ciudad de Hermosillo, Sonora. En atención a los artículos 4° y 27 constitucionales, así como a los artículos 1°, 2° y 3° de la Ley de Aguas Nacionales, los afluentes de agua son de carácter nacional. Por lo tanto, el hecho que la asociación quejosa cuente con un título de concesión no le crea un derecho a regular la explotación, uso o aprovechamiento de la distribución y control de las aguas nacionales, ya que eso corresponde originalmente a la Federación. De lo contrario, se tendrían que cumplir con todas las concesiones a manera de contrato privado y por un acuerdo de voluntades, pues se desestimaría el carácter que tiene el Ejecutivo Federal para administrar las aguas nacionales. Máxime que en el caso no se afecta la esfera jurídica de la quejosa, ya que de ninguna manera se restringen los volúmenes que abastecen los derechos de agua de los que son titulares, por lo que debe considerarse improcedente el juicio. 47 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 La Comisión Nacional del Agua tiene la obligación de vigilar, custodiar, preservar y distribuir las aguas nacionales, atendiendo a las necesidades primordiales de la población. Así, para satisfacer el interés público y el beneficio social, es necesario distribuir equitativamente el agua. Dicha Comisión no se encuentra obligada a suministrar el volumen de agua establecido en todas las concesiones. Tal otorgamiento está condicionado a ciertos supuestos, como la disponibilidad del vital líquido, lo cual depende de condiciones climáticas y atmosféricas, mas no de la determinación adoptada por una autoridad. Esta situación fue prevista en las Cláusulas Tercera y Quinta del título de la quejosa, mismas que fueron consentidas en todos sus términos y en consecuencia se encuentran obligados a los términos de las mismas. Para tal efecto, cita la siguiente tesis: CONSENTIMIENTO EXPRESO. SE PRESENTA CUANDO EL QUEJOSO SE ACOGE A UN BENEFICIO ESTABLECIDO A SU FAVOR, CUYO NACIMIENTO SE ENCUENTRA CONDICIONADO POR LA OBLIGACIÓN O PERJUICIO QUE LE OCASIONA EL ACTO RECLAMADO. d) (Tercer agravio) La sentencia recurrida causa agravio, pues el Juez consideró que la inscripción de los títulos de asignación a la Comisión Estatal de Agua del Gobierno del Estado de Sonora viola la garantía de audiencia a la quejosa, cuando no existe obligación de la autoridad para otorgarla a todos y cada uno de los concesionarios de aguas, además de que existe disponibilidad de recurso en la cuenca del Rio Yaqui y la autoridad tiene el carácter de ejecutora. e) La autoridad se apoya en la tesis “TELECOMUNICACIONES. EN LA EXPEDICIÓN DE NUEVAS CONCESIONES A TERCERAS PERSONAS PARA INSTALAR, OPERAR O EXPLOTAR REDES PÚBLICAS EN ESA MATERIA PARA 48 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 UN ÁREA GEOGRÁFICA ANTERIORMENTE ASIGNADA, NO PROCEDE LA GARANTÍA DE AUDIENCIA A FAVOR DE SU TITULAR”. Los títulos reclamados atendieron al interés público y beneficio social, lo cual les otorga un carácter preferente respecto de cualquier otro uso cuya satisfacción no requiere que se conceda garantía de audiencia a los posibles afectados. Por lo tanto, no se violó el artículo 14 constitucional en perjuicio de la quejosa, como señala la tesis CONCESIÓN PARA USO PÚBLICO URBANO DE AGUAS NACIONALES A LOS MUNIPIOS, LOS ESTADOS O AL DISTRITO FEDERAL, ES INNECESARIO QUE LA AUTORIDAD, ANTES DE OTORGARLA, LLAME A COMPARECER A UN TERCERO POSIBLEMENTE AFECTADO CON ESA DETERMINACIÓN, PARA CONSIDERAR QUE SE RESPETA SU GARANTÍA DE AUDIENCIA, ATENTO AL ORDEN DE PRELACIÓN QUE A FAVOR DE DICHOS NIVELES DE GOBIERNO PREVÉ EL ARTÍCULO 22 DE LA LEY DE LA MATERIA. f) (Cuarto agravio) La sentencia reclamada viola los principios de congruencia, exhaustividad procesal y de debida fundamentación y motivación, ya que existe diverso juicio de amparo con el número 863/2010-II sustanciado ante el mismo H. Juzgado Octavo de Distrito en el estado de Sonora, promovido por el Consejo Directivo de la **********, en el cual con fecha treinta y uno de mayo de dos mil doce se dictó una sentencia prácticamente idéntica a la resolución recurrida. En tal virtud, se viola el principio de seguridad jurídica a la autoridad responsable, pues la Juez emitió sentencias definitivas prácticamente iguales, sin tramitar el incidente de acumulación respectivo. Lo anterior sin omitir señalar que en ambos asuntos existían razones de sobreseimiento. 49 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 E. En el recurso de revisión referido con el numeral 5, el Agente del Ministerio Público de la Federación, arguyó lo siguiente: a) (Primer agravio). Se debe sobreseer en el juicio, toda vez que considera que el Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 del Organismo de Cuenca Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, en su informe justificado manifestó que no eran ciertos los actos reclamados. Al respecto manifestó que no recibió comunicación alguna por parte de las autoridades ordenadoras. Asimismo, tampoco se han efectuado actos que conlleven a reducir el volumen de agua que quedó consagrado en el título de concesión otorgado a la quejosa, pues el volumen de agua concesionado siempre estará sujeto a la disponibilidad. Además, de acuerdo a la condición cuarta del anexo 2.1 del título de asignación, al artículo 22 de la Ley de Aguas Nacionales y al artículo 42 de su Reglamento, la concesión no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua. Su disponibilidad está en función de variables hidroclimáticas y geohidrológicas naturales fuera de control de la Comisión Nacional del Agua. En virtud de ese acto, la quejosa aceptó someterse incondicionalmente a la disponibilidad que se tenga del recurso hídrico en cada año agrícola. Por lo tanto, no puede considerarse que ese Organismo haya efectuado actos que conlleven a disminuir el volumen de agua contemplado en el título de concesión. La quejosa pretende acreditar su interés jurídico con el título de concesión. Sin embargo, para que el derecho concesionado se viera afectado era necesario que con la expedición de las asignaciones a favor del Estado de Sonora, se hubiera dejado sin efecto o modificado, el título de concesión. Esto no aconteció así, pues la quejosa puede 50 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 seguir explotando las aguas nacionales en los mismos términos y condiciones en que le fue otorgada dicha concesión. No le asiste la razón al A quo al manifestar que los derechos de la quejosa fueron modificados. En efecto, no se advierte de las constancias de autos y mucho menos de los informes justificados rendidos por las autoridades responsables, que las condiciones plasmadas en el título de concesión cambiaron y menos aún, que se afecte la garantía de audiencia con este supuesto cambio, toda vez que para alterarlos, el Estado tendría que convenir los nuevos términos con el gobernado. No se trata de una extracción adicional que vendría a incrementar las extracciones de agua existentes. Los volúmenes concesionados se encontraban contemplados dentro del balance hidráulico de la cuenca del Río Yaqui a través de los títulos de concesiones a las unidades de riego Huasabas y Granados que se extinguieron por el término de su vigencia. Al respecto, es oportuno aclarar que la explotación o aprovechamiento de aguas nacionales superficiales al amparo de los títulos de concesión indicados, se realizaba en forma conjunta con la explotación que realiza la quejosa. Todas ellas, es decir, las concesiones **********, ya existían a la par con la concesión ********** a favor de la quejosa. Estos se encontraban contemplados dentro del balance hidráulico de la Cuenca del Río Yaqui. No se incrementaron los volúmenes de extracción ya que ese mismo volumen de 50 999 951.60 metros cúbicos, fue considerado dentro del balance que sirvió de base para obtener las disponibilidades del Río Yaqui publicadas en el 2007, como parte de los usos o aprovechamientos existentes en la Cuenca del Río Yaqui. Asimismo, para determinar la disponibilidad anual se obtuvo de que la Cuenca del Río Yaqui contaba con una disponibilidad de 51 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 volumen de 8.40 millones de metros cúbicos; asimismo, que la Cuenca Hidrológica Río Yaqui 2, presentó una disponibilidad de 13.66 millones de metros cúbicos, lo que se contabiliza como saldo de un volumen de agua a favor, independientemente de los volúmenes de agua explotados al amparo de las diversas concesiones, y si del estudio de disponibilidad realizado la cantidad de 8.40 millones se redujo a 6,328,149 millones de metros cúbicos, por diversas concesiones otorgadas a particulares, entonces la disponibilidad real de la cuenca era de 57,328,100.60. La quejosa se duele del otorgamiento de los títulos de asignación para satisfacer las necesidades de agua a la población de Hermosillo, pretendiendo acreditar su interés jurídico con su título de concesión; sin embargo, el título quedó intocado lo que implica que la quejosa puede seguir explotando las aguas nacionales en los términos y condiciones establecidas en el mismo. b) (Segundo agravio) Si bien el artículo 14 de la Constitución consagra la garantía de audiencia antes de la emisión de un acto privativo, esto presupone la existencia de derechos subjetivos públicos particulares, determinados o determinables. Para ello se requiere acreditar la causa u origen que por su naturaleza jurídica sea capaz de generar a un individuo o grupo de individuos un derecho delimitado y reconocido, cuya afectación pueda ser restablecida al orden constitucional, sin afectar el orden público e interés social. Sin embargo, en la especie no se advierte la existencia de un derecho subjetivo tutelado a favor de la quejosa que hubiere sido otorgado por la autoridad responsable, al haberse emitido los títulos de asignación que nos ocupan (**********), pues no se le está privando ni afectando derecho alguno para explotar, usar o aprovechar los recursos hidráulicos que en su momento le otorgó la Comisión Nacional del Agua. 52 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Para que existiera tal violación, era menester que con la expedición de los títulos de concesión a favor del Estado de Sonora, se hubiere dejado sin efecto o modificado la asignación de la propia quejosa. No obstante, ésta puede seguir explotando las aguas nacionales, en los mismos términos y condiciones en que le fue otorgado el título. Por otra parte, de acuerdo al quinto párrafo del artículo 22 de la Ley de Aguas Nacionales y 42 de su Reglamento prescriben que la concesión o asignación no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada o asignada. Así, se advierte que el legislador estaba consciente de que el agua es un recurso natural no renovable. Por ello estimó que aún en la circunstancia de que un usuario cuente con un título de concesión para usar, explotar o aprovechar aguas nacionales superficiales o del subsuelo, eso no le garantiza la existencia del recurso hidráulico concesionado y mucho menos le otorga derechos exclusivos sobre la cuenca o el manto acuífero de que se trate. Esta situación quedó perfectamente establecida en el título de concesión otorgado a la quejosa el treinta de marzo de dos mil, en la Condición General Tercera y la Condición Cuarta del Anexo 2.1 del título ********** (sic). De tal suerte que al momento de otorgarse la concesión a la quejosa, se sujetó a las condiciones contenidas en el título así como a las leyes, normas y reglamentos que rigen la materia. De hecho, así se estableció en el penúltimo párrafo de la concesión: “La presente concesión se entiende otorgada sin perjuicio de derechos de terceros y se sujeta a las condiciones generales y específicas contenidas posteriormente en este título y los anexos UNO y DOS en doscientas cuarenta y tres fojas, que forman parte del mismo para otros los efectos legales. En el caso de que la explotación, uso o aprovechamiento de agua se 53 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 otorgue a una dependencia pública u organismo descentralizado el presente títulos se considerara de asignación en dicha parte”. Por lo tanto, el título de concesión de la quejosa no creó derechos reales ni exclusivos a su favor. Así se reconoció que las aguas no son de su propiedad, sino de la Nación, sobre las cuales sólo tiene permiso o autorización para aprovecharlas. Todo esto con las limitantes impuestas y aceptadas por la misma quejosa, estampadas en el título de concesión que le fue expedido y en base a las disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento. En consecuencia, no está facultada de ninguna forma para exigir que se nulifique la autorización de los títulos de asignación reclamados. c) dictámenes (Tercer agravio) La Juez no tomó en cuenta los periciales que obran dentro de los expedientes administrativos números ********** que dio origen al título de asignación ********** de nueve de julio de dos mil diez. En ellos, la Dirección Jurídica de la Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua emitió su opinión técnica sobre el trámite de asignación presentado por la Comisión Estatal del Agua de Sonora. Dichos documentos concluyeron que de los 50 999 951.60 metros cúbicos que amparaban los seis títulos que se extinguieron a las unidades de riego de Huasabas y Granados, era FACTIBLE otorgar el título de asignación reclamado por un volumen de 40 182 450.50 metros cúbicos al solicitante, en razón de que este mismo volumen forma parte de los usos considerados en el balance que sirvió de base para la obtención de las disponibilidades del Río Yaqui. Estos dictámenes forman parte del expediente administrativo y del informe justificado que obran en autos. En tal virtud, la Juez de amparo debió tomarlos en cuenta. 54 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 d) (Cuarto agravio) En cuanto a la veda aducida por la Juez de amparo, efectivamente el Diario Oficial de la Federación publicó el uno de septiembre de mil novecientos treinta y uno, el Acuerdo que establece veda sobre la concesión de aguas del Río Yaqui, en los Estados de Sonora y Chihuahua. Sin embargo, dicha veda fue de carácter relativo y por tiempo indefinido. Al respecto, se transcribe el artículo II de dicho Acuerdo: “II. Para los efectos del presente acuerdo, deberá entenderse que esta veda será por tiempo indefinido y de carácter relativo, de acuerdo a la definición que establece a este respecto el inciso XI del artículo 56 de la repetida Ley, y abarca toda la cuenca del Río Yaqui.” Por su parte, el inciso XI del artículo 56 de la Ley de Aguas de Propiedad Nacional publicada en el Diario Oficial de la Federación el siete de agosto de mil novecientos veintinueve, a la que hace referencia el artículo citado en el párrafo anterior, define lo que debe entenderse por veda relativa. Al respecto, se transcribe dicha fracción: “Artículo 56. Para los efectos de la presente Ley, deben entenderse las palabras siguientes con el significado que a continuación se expresa: (…) XI. Se entiende por veda relativa, la prohibición para que sin la anuencia de la Comisión Nacional de Irrigación, la Secretaría otorgue permisos, autorizaciones o concesiones. (…)” De lo anterior se desprende que la veda sobre el Río Yaqui es de carácter relativo. De tal suerte que está permitido concesionar el 55 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 recurso hídrico, pero con la anuencia de la entonces autoridad hidráulica, que hoy es la Comisión Nacional del Agua. Por otra parte, el dieciocho de marzo de mil novecientos cuarenta y nueve, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación los lineamientos generales del proyecto en el que se desarrollarían las obras del Distrito de Riego del Río Yaqui, Sonora, así como la delimitación de las atierras que abarcaría el mismo (220 000 hectáreas). Además, conforme al numeral III, se modificó la declaración de veda del veintisiete de julio de mil novecientos treinta y uno, pero en términos de lo dispuesto en el artículo 4° de la Ley de Riegos vigente. Dicho precepto dispone lo siguiente: “Artículo 4°.- Aprobado un proyecto en conjunto de las obras necesarias para establecer o modificar un distrito o unidad de riego, se declararán en veda la corriente, lago, laguna, depósito o fuente de origen de las aguas respectivas, y no se otorgarán permisos, autorizaciones ni concesiones para el uso de las aguas, si con ello se estorbare o impidiere la construcción de las obras o el establecimiento, modificación o colonización del distrito o unidad de riego de que se trate.” De todo lo anterior, se desprende que no se darían permisos o concesiones para el uso del agua cuando estorbare o impidiere la construcción de las obras, el establecimiento o modificación del Distrito de Riego del que se trate. Así que contrario a lo que aduce la Juez de amparo, la expedición de los títulos de asignación reclamados no impidió en lo absoluto el establecimiento del distrito de Riego del Río Yaqui, ni la construcción de obras de infraestructura hidráulica que lo conforman. Esto es lo único que limita el decreto de veda que recae sobre él, pero no impide el otorgamiento de nuevos títulos de concesión. 56 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 F. En el recurso de revisión referido con el numeral 6, el Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua del Estado de Sonora adujo lo siguiente: a) (Primer agravio) La Juez dejó de resolver la cuestión de incompetencia planteada por el Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua al rendir su informe justificado, mediante el oficio ********** de tres de diciembre de dos mil diez. En el informe justificado de esa autoridad, se sostuvo que los actos reclamados tendrían ejecución en el Municipio de Soyopa, Sonora, en donde se encuentra la presa Plutarco Elías Calles “El Novillo” y no en el Municipio de Cajeme, Sonora, por lo que no correspondía la competencia al Juez Octavo de Distrito en el Estado de Sonora, con residencia en Ciudad Obregón, sino que recaía en los Jueces de Distrito del Quinto Circuito, con residencia en Hermosillo, Sonora. La A quo omitió pronunciarse sobre la declinatoria planteada, lo cual transgrede el principio de legalidad (artículo 16 constitucional). Además, al dejar de resolver una cuestión de previo y especial pronunciamiento sin motivo ni fundamento, se impide tanto a la autoridad responsable como al Vocal, tener elementos para interponer los medios de defensa adecuados, transgrediendo así su garantía de audiencia (artículo 14 constitucional). En consecuencia, todo lo actuado será nulo, provocando una dilación innecesaria del presente juicio, con lo que se violará su derecho a recibir una justicia pronta y expedita (artículo 17 constitucional). Este agravio no puede considerarse como extemporáneo pues: i) la Ley de Amparo no establece expresamente que un conflicto de competencia como el del presente caso tenga una tramitación especial; 57 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 ii) tampoco prevé explícitamente cómo podrán intervenir las partes en el juicio en una cuestión de competencia como la planteada, ya que el único caso en el que dicho ordenamiento contempla tal participación es en el supuesto contenido en su artículo 56, el cual no es aplicable en esta ocasión y iii) dicha Ley no señala medio alguno en contra de la ausencia de pronunciamiento por parte de la Juez de Distrito ante la declinatoria planteada; así que al no existir una resolución a combatir, el recurso de revisión es el único medio para impugnar este tipo de violación procesal, máxime en el caso de las autoridades o tercero perjudicado. La sentencia recurrida sin motivación alguna, se limita a señalar los fundamentos por los cuales la Juez Octavo de Distrito se considera competente: artículos 46 y 49 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el Acuerdo General 17/2012 emitido por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal y el artículo 36 de la Ley de Amparo. No obstante, precisamente la inclusión de este último artículo 36 en dicha fundamentación, es dable suponer que consideró que la ejecución material de los actos se dará en la circunscripción territorial en la que es competente, dado que en la misma se ubica la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales por parte de la quejosa, hecho fundamental en el acto que se reclama. Sin embargo, la ejecución material del acto reclamado no puede realizarse en un lugar diferente al municipio de Soyopa, Sonora. De la lectura de los dictámenes periciales ofrecidos por la actora así como del designado por la Juez recurrida, se desprende que sí existe una afectación a los derechos de la quejosa debido a que las aguas concesionadas a través de los títulos reclamados, ya no llegarán al módulo de riego en que se encuentran ubicados los quejosos. Lo anterior debe tomarse en cuenta como una confesión expresa, pues la ejecución material de la supuesta disminución de los volúmenes concesionados a la quejosa, se concreta en el municipio de 58 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Soyopa, Sonora, donde se encuentra la obra de toma del Acueducto Independencia a partir del cual se derivaría el agua hacia la ciudad de Hermosillo. Teóricamente y con base en los dictámenes periciales, si se realiza la derivación hacia dicho Acueducto de las aguas concesionadas bajo los títulos reclamados, el recurso hídrico no proseguirá su curso natural por la ribera del Río Yaqui ni a las presas correspondientes. Por lo tanto, disminuirá el volumen que llega a la ubicación geográfica donde la quejosa realiza la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales. Sin embargo, la ejecución de dicha reducción no se da dentro de la circunscripción territorial que por ley corresponde a la A quo. Es importante destacar que la Juez siempre estuvo en posibilidad de percatarse que era dudosa su competencia territorial, ya que desde el catorce de diciembre de dos mil diez, se ingresó el escrito mediante el cual los quejosos ofrecieron la prueba pericial en materia hidrológica, medio ambiente y ecología, conjuntamente con la inspección ocular. De la simple lectura de las especificaciones que debían, se desprende que uno de los objetivos era comprobar el recorrido del agua desde la presa Lázaro Cárdenas “La Angostura”, hasta el punto conocido como “Hornos”, que es donde da inicio el Canal Principal Bajo y que a su vez constituye el conducto que llega a la toma correspondiente al Módulo 16. Dicha toma se encuentra en las inmediaciones de la presa Plutarco Elías Calles “El Novillo”, la cual se encuentra a más de 300 kilómetros de “Hornos”. b) (Segundo agravio) La sentencia recurrida es contraria a lo dispuesto por los artículos 14 y 16 de la Constitución, al ser incongruente y estar indebidamente fundada y motivada, ya que el Juzgado de Distrito apreció indebidamente los hechos que dieron lugar a los actos reclamados en el presente juicio, efectuando una indebida 59 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 valoración de las pruebas ofrecidas por las partes, en especial de las periciales y la inspección ocular. En consecuencia, realizó un análisis erróneo al momento de declarar infundadas las causales de improcedencia hechas valer, así como al otorgar el amparo a la quejosa. Para tal efecto, transcribe el considerando TERCERO de la sentencia recurrida, así como el informe justificado del Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora contenido en el oficio ********** de tres de diciembre de dos mil diez. G. En el recurso de revisión adhesiva, la quejosa adujo lo siguiente: a) (Primer agravio) Además de las razones por las cuales se tuvo por acreditada la existencia de los actos reclamados por lo que corresponde a las autoridades responsables señaladas como ejecutoras, la sentencia recurrida debió fundamentarse en el contenido de los artículos 69 y 69 Bis de la Ley de Aguas Nacionales. En efecto, es suficiente que la autoridad señalada como ordenadora admita la existencia del acto reclamado, a pesar de que la ejecutora hubiera negado la existencia del mismo, siempre y cuando esté facultada para el cumplimiento de éste. En el caso, la Jefatura del Distrito de Riego 041 se encuentra obligada a distribuir las aguas del Río Yaqui para cada ciclo agrícola entre los concesionarios conforme a la disponibilidad existente. Por lo tanto, necesariamente deberá reducir los volúmenes de agua que entrega a los concesionarios, en función de los actos de la ordenadora que producen una disminución en la disponibilidad de aguas dentro de la cuenca. 60 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 b) (Segundo agravio) Además, la sentencia debió considerar que las autoridades responsables incumplieron con la obligación que les impone el artículo 22, en relación con los artículos 13 BIS 4, 14 BIS 5 y el Título Quinto de la Ley de Aguas Nacionales. De acuerdo a este ordenamiento, son situaciones distintas a las normales aquéllas donde existan previamente o se declaren e instrumenten zonas de veda (artículo 22). En consecuencia se incumplió con las obligaciones relatadas a continuación. En primer lugar, no se llevó a cabo una consulta con los usuarios y con las organizaciones de la sociedad en el ámbito de los Consejos de Cuenca respecto de la solicitud de asignación de derechos de agua que realizó la Comisión Estatal del Agua (artículo 13 BIS 4). En segundo, la autoridad incumplió con su obligación de concertar con los interesados, la adopción de medidas necesarias que pudieren afectar los derechos de concesionarios y asignatarios de aguas nacionales, más cuando efectivamente ocurre dicha afectación (artículo 9, fracciones XXIV y L). En tercer lugar, no se respetaron los principios que sustentan la política hídrica nacional (artículos 14 BIS 5 y 16). Al respecto, el Ejecutivo Federal debe asegurarse de que las concesiones y asignaciones de agua estén fundamentadas en la disponibilidad efectiva del recurso. Esto no se realizó pues correlativamente es obligación del Organismo de Cuenca Noroeste llevar a cabo la correcta administración del agua y los servicios de riego en los Distritos, debiendo llevar actualizados los volúmenes entregados y aprovechados, así como los padrones de usuarios, en términos del artículo 12 BIS 6, fracción X de la Ley de Aguas Nacionales. Así, se advierte que la autoridad responsable no puede otorgar nuevas asignaciones si de hecho ya existe falta de disponibilidad del recurso. Por el contrario, cuando concluyen derechos concesionarios 61 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 como en el caso de Huásabas y Granados, la autoridad debe utilizar dichos volúmenes para cubrir las concesiones que previamente había otorgado, máxime que se pretende que los mismos sean explotados fuera de la cuenca hidrológica del Río Yaqui a la cuenca del Río Sonora. Lo anterior además viola derechos fundamentales y humanos a la alimentación y a un medio ambiente sano para su bienestar y desarrollo. Al respecto, los dictámenes periciales fueron contundentes en señalar que los actos reclamados repercutirán negativamente en su actividad agrícola y el equilibrio ecológico. CUARTO. Sobreseimiento. En el recurso de revisión presentado por el Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua se señala que debe sobreseerse en el juicio de amparo por los actos atribuidos a dicha autoridad, toda vez que negó su existencia y no se demostró lo opuesto. Este agravio resulta fundado, pues la Juez de Distrito sostuvo que el Organismo de la Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua admitió como ciertos los actos reclamados consistentes en: a) [La determinación de que existen aguas superficiales no concesionadas del Río Yaqui para asignar poco más de once millones de metros cúbicos, cuando no se le ha permitido a la quejosa explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales hasta el volumen máximo concesionado de 69,518,000.00 metros cúbicos y 10,845,000.00 metros cúbicos de aguas nacionales del subsuelo, la cual depende de la disponibilidad real de las aguas, siendo que se le han entregado a la quejosa volúmenes inferiores al límite.] y d) [la orden para que se proceda a la inscripción de los títulos de asignación en el Registro Público de Derechos de Agua.]; cuando, de la simple lectura del informe justificado rendido por su parte, que obra a fojas 165 a 168 del juicio de amparo **********, se advierte claramente que la autoridad negó la totalidad de los actos, 62 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 señalando que éstos se habían llevado a cabo por el Director de Administración del Agua del propio Organismo: “Sobre el particular, informo a Usted que NO SON CIERTOS los actos atribuidos al Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua. Lo anterior es así, ya que el trámite y resolución de los expedientes número **********, que dieron origen a los títulos de asignación números **********, destinados a atender las necesidades básicas de la población de Hermosillo, Sonora, se llevó a cabo por el Director de Administración del de este Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, y por ende, las consecuencias derivadas de los mismos.“ Ahora bien, de las constancias de autos no se desprende la intervención de la autoridad responsable en la emisión de los actos reclamados, pues como lo sostuvo, éstos fueron realizados por el Director de Administración del Agua del Organismo Cuenca Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, en uso de sus facultades. En ese sentido, con fundamento en el artículo 74, fracción IV, de la Ley de Amparo, se actualiza el sobreseimiento en el juicio con respecto a los actos reclamados al Director General del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua. No obsta a lo anterior, el hecho de que la autoridad en términos de la fracción XI del artículo 73 del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua, cuente con facultades para expedir títulos de concesión y asignaciones de aguas nacionales, sea quien represente legalmente a la Comisión y tenga el carácter de superior jerárquico del Director de Administración del Agua del Organismo Cuenca 63 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, quien sí aceptó los actos reclamados; sin embargo, debe sobreseerse en el juicio, pues la autoridad que emitió los actos lo hizo en uso de sus atribuciones y no en sustitución de la autoridad por la que se ordena el sobreseimiento. Tiene aplicación al caso, la tesis de la Segunda Sala, de rubro y texto: “AUTORIDAD RESPONSABLE. LO ES QUIEN EMITE EL ACTO EN USO DE FACULTADES DELEGADAS. Si el acto reclamado es dictado por una autoridad en uso de las facultades que le fueron delegadas por quien originariamente tiene la atribución de emitirlo, debe tenerse como autoridad responsable en el juicio de amparo a la autoridad que directamente emitió el acto, pues al hacerlo en uso de facultades delegadas actúa en nombre propio con la atribución que le fue delegada y no en sustitución de la autoridad que realizó la delegación.”13 QUINTO. Otros agravios vinculados con la determinación de certeza de actos. El Gerente del Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua, adujo dentro de su oficio de agravios que la sentencia resultaba incongruente puesto que el único acto que se aceptó fue la inscripción de los títulos de asignación **********, en favor de la Comisión Estatal del Agua, así como que la resolución es similar a la dictada en el juicio de amparo **********, también señala que no se tomaron en cuenta las causas de improcedencia que invocó, hace referencia en que el acto que aceptó como cierto no fue violatorio de la garantía de audiencia, y diversos 13 Novena Época. Registro: 193416. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo X, Agosto de 1999. Materia(s): Administrativa. Tesis: 2a. CI/99. Página: 225 64 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 argumentos sobre los demás actos reclamados en la demanda de garantías. Es fundado el argumento, en cuanto a la incongruencia de la sentencia, puesto que la Juez, consideró que: “Por último, el Jefe de Distrito de Riego 018 y 041 de la Comisión Nacional del Agua y Director del Registro Público de Derechos del Agua, con residencia en esta ciudad, rindió (sic) informe con justificación negando la existencia de los actos que se le (sic) reclaman; sin embargo, su negativa queda desvirtuada (sic) dado el carácter de autoridad ejecutora que se le atribuye (sic), por lo que al haber admitido la existencia de los actos reclamados la señalada como ordenadora, la ejecución de dichos actos se torna inminente.” Ahora, de la demanda de garantías se advierte que el único acto atribuido a la responsable fue la inscripción de los títulos de asignación **********, lo que aceptó como cierto en su informe justificado; en esa medida, es incorrecto lo afirmado por la Juzgadora en cuanto que negó su existencia. Por lo tanto se debe tener por cierto el mismo, sin que esto implique imputarle actos que no le fueron reclamados. Los demás señalamientos se estiman inoperantes en términos del artículo 87 de la Ley de Amparo aplicable, puesto que sus argumentos recaen precisamente en actos que no le son propios, y plantea causales de improcedencia sobre éstos. Tiene aplicación al caso, la siguiente tesis de Segunda Sala, cuyo criterio se comparte, de rubro y texto: “AGRAVIOS, INOPERANTES, DE AUTORIDAD RESPONSABLE. Es improcedente entrar al estudio de los 65 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 razonamientos que expresen las autoridades recurrentes con el carácter de agravios, que tiendan a defender la constitucionalidad de actos que no les son propios, y a plantear causales de improcedencia que, a su juicio, se surten, que el artículo 87 de la ley de la materia no les permite invocar.”14 Finalmente, el estudio de los argumentos que planteó relacionados con la inscripción de los títulos de asignación **********, los efectos de la concesión del amparo y la circunstancia de que manifieste que la resolución es similar a la dictada en el juicio de amparo **********, no se analizan atendiendo al sentido de la resolución. Ahora bien, el Ingeniero en Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, sostiene que debe sobreseerse en el juicio por cuanto hace a los actos reclamados que se les atribuyen toda vez que negó los actos y no existe prueba en contrario. Este planteamiento es infundado, pues aun cuando señale que carece de facultades para modificar el título de concesión otorgado a la quejosa, y que los títulos de asignación no implican necesariamente que se reduzca el volumen de agua a la persona moral, pues se tratan de actos de realización incierta, ya que refiere que no han entrado en operación y que las pruebas periciales no pueden demostrar tal afectación; lo cierto es que, de la fracción III, del artículo 9° del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua, se advierte que los jefes de distrito ejercen funciones auxiliares en las entidades 14 Séptima Época. Registro: 237609. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen 157-162. Tercera Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 57 66 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 federativas para el cumplimiento de las determinaciones de la Comisión Nacional del Agua: “Artículo 9.- La Comisión contará, para el despacho de los asuntos de su competencia: (…) III. En las entidades federativas, con los directores locales, subdirectores, jefes de distrito, residentes de obra, jefes de departamento y titulares de oficinas de la Comisión en dichas entidades, cuando se requiera en razón de las necesidades del servicio. Los servidores públicos a que se refieren las fracciones anteriores ejercerán las atribuciones que les confieren este Reglamento y demás disposiciones aplicables, sin perjuicio del ejercicio directo por parte de sus superiores jerárquicos, así como del Director General de la Comisión. Dichos servidores públicos deberán, dentro del marco de sus atribuciones, tramitar y resolver los asuntos de su competencia, y suscribir los documentos en los que se hagan constar los actos que emitan, o aquéllos en los que les corresponda intervenir, de conformidad con lo previsto en este Reglamento y demás disposiciones aplicables. La Comisión contará en su nivel Nacional, en el Regional Hidrológico-Administrativo y en las entidades federativas en las que se establezcan direcciones locales, con los demás servidores públicos que se requieran y sean autorizados conforme a las disposiciones aplicables.” Ahora bien, para entender las atribuciones de los jefes de distrito, debemos tener presente que un distrito de riego se integra “con las áreas comprendidas dentro de su perímetro, las obras de infraestructura hidráulica, las aguas superficiales y del subsuelo destinadas a prestar el servicio de suministro de agua, los vasos de 67 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 almacenamiento y las instalaciones necesarias para su operación y funcionamiento.” 15 Asimismo, conforme al artículo 65 de la Ley de Aguas Nacionales, su administración, operación, conservación y mantenimiento se rige por los usuarios, fungiendo como órgano de concertación para el manejo adecuado del agua y su infraestructura el Comité Hidráulico, que se integra por un representante de cada una de las asociaciones de usuarios que integran el distrito, y el referido Jefe del distrito designado por la Comisión Nacional del Agua, conforme al artículo 66 de la referida ley y 98 de su Reglamento: Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales. “Artículo 98.- El comité hidráulico del distrito de riego a que se refiere el artículo 66 de la "Ley", se organizará y operará conforme al reglamento de cada distrito y estará integrado por lo menos con los miembros siguientes: I. Un Presidente, que será el Ingeniero en Jefe del distrito de riego, designado por "La Comisión", y II. Un representante de cada una de las asociaciones de usuarios que integran el distrito cuya administración se haya transferido a las mismas. El comité, cuando así lo considere conveniente, podrá invitar con voz pero sin voto a las dependencias y entidades de la administración pública federal, estatal o municipal, así como a las personas físicas o morales cuya participación se juzgue conveniente para el mejor funcionamiento del comité, cuyo representante tendrá voz pero no voto.” Ley de Aguas Nacionales. “Artículo 65. Los distritos de riego serán administrados, operados, conservados y mantenidos por los usuarios de los mismos, organizados en los términos del Artículo 51 de la 15 Artículo 64 de la Ley de Aguas Nacionales. 68 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 presente Ley o por quien éstos designen, para lo cual "la Comisión", por conducto de los Organismos de Cuenca, concesionará el agua y en su caso, la infraestructura pública necesaria a las personas morales que éstos constituyan al efecto. Los usuarios del distrito podrán adquirir la infraestructura de la zona de riego en términos de Ley. Artículo 66. En cada distrito de riego se establecerá un comité hidráulico, cuya organización y operación se determinarán en el reglamento que al efecto elabore y aplique cada distrito, el cual actuará como órgano colegiado de concertación para un manejo adecuado del agua e infraestructura. El comité hidráulico propondrá un reglamento del distrito de riego respectivo y vigilará su cumplimiento. El reglamento no podrá contravenir lo dispuesto en la concesión y se someterá a sanción del Organismo de Cuenca que corresponda. El reglamento del servicio de riego se ajustará a lo dispuesto en el Artículo 51 de la presente Ley.” Tomando en cuenta lo anterior, se considera que la autoridad señalada sí tiene el carácter de ejecutora para efectos del juicio de amparo, pues es nombrada por la Comisión Nacional del Agua, y ejerce funciones auxiliares de la misma. En esa medida, toda vez que el Director de Administración del Agua del Organismo Cuenca Noroeste, de la Comisión Nacional del Agua, en su carácter de autoridad ordenadora, aceptó los actos reclamados, se advierte que aún con la negativa de la ejecutora, no puede negársele el carácter de ejecutora en el juicio de garantías. Sirve de apoyo a lo anterior, la siguiente tesis de la Segunda Sala, cuyo criterio se comparte: 69 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 “ACTO RECLAMADO. NEGATIVA DE LAS AUTORIDADES EJECUTORAS. Aunque las autoridades ejecutoras nieguen el acto reclamado, indudablemente que los actos de ejecución pueden llevarse a cabo en cualquier momento, cuando tales actos son una orden que se encuentra dictada y no queda más que el cumplimiento de la misma; sin que valga el razonamiento en el sentido de que la ejecutora no es competente y no le corresponde la ejecución de la orden reclamada, toda vez que este razonamiento constituye únicamente la afirmación de una de las partes y que indudablemente se encuentra sujeta a prueba, por lo que tal autoridad debe probar en el juicio que a ella no competía la ejecución del acto reclamado; además de que aun probando tal extremo, la concesión de la protección federal no le perjudicaría, puesto que de todas maneras no ejecutaría el acto reclamado, ya sea por virtud del amparo o por la inexistencia a que alude la falta de facultades.”16 Por las mismas razones, también debe declararse fundado el primer agravio expuesto por la quejosa en su escrito de revisión adhesiva, pues como se expuso, el Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, cuenta efectivamente con el carácter de autoridad ejecutora. SEXTO. Agravios con respecto a la competencia del Juez de Distrito para resolver el asunto. El Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua del Estado de Sonora, presentó recurso de revisión, a quien se le atribuyó el carácter de tercero perjudicado, considera que la Juez Octavo de Distrito en el Estado de Sonora, con 16 Sexta Época. Registro: 266545. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen LXXII. Tercera Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 9. 70 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 residencia en Ciudad Obregón, Sonora, que resolvió el asunto era incompetente, por virtud de que los actos reclamados tienen ejecución en la jurisdicción de los Jueces de Distrito con residencia en Hermosillo, Sonora. Este argumento se estima inoperante toda vez que para determinar si es fundado el planteamiento de la autoridad es necesario realizar un estudio con relación al fondo del asunto. El análisis que se solicita, implicaría determinar desde este momento, si los actos reclamados afectan o no los volúmenes de agua que se entregan anualmente a la quejosa en su Distrito de Riego, lo que es propiamente un tema que deberá analizarse en el fondo del asunto. Máxime que se tuvo por autoridad ejecutora para efectos del juicio de amparo al Jefe del Distrito de Riego 041, Río Yaqui y 018 Colonias Yaquis, Sonora, dependiente del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, a quien se le atribuyeron actos dentro de la jurisdicción del Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora, con residencia en Ciudad Obregón. Por tanto, independientemente que se alegue que la sustracción del fluido sucede en el municipio de Soyopa, que corresponde a los Juzgados de Distrito con residencia en Hermosillo, de conformidad con el Acuerdo General 17/2012 del Pleno del Consejo de la Judicatura, atendiendo a que uno de los actos de ejecución se reclamó a una autoridad que ejerce funciones dentro la jurisdicción del Juzgado de Distrito con residencia en Ciudad Obregón, es evidente que se surte la hipótesis del segundo párrafo del artículo 36 referido, y a prevención, cualquiera de los Jueces podía conocer del asunto. 71 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Sirve de apoyo a lo anterior, por analogía, las siguientes tesis que se invocan: “COMPETENCIA. EL JUEZ DE DISTRITO QUE PREVIENE CUANDO LOS ACTOS RECLAMADOS COMENZARON A EJECUTARSE EN SU JURISDICCIÓN O CONTINÚAN EJECUTÁNDOSE EN ELLA, DEBE ENTENDERSE QUE ES AQUEL ANTE QUIEN INICIALMENTE SE PRESENTA LA DEMANDA DE GARANTÍAS. La disposición contenida en el artículo 36, párrafo segundo, de la Ley de Amparo, a saber "si el acto ha comenzado a ejecutarse en un Distrito y sigue ejecutándose en otro, cualquiera de los jueces de esas jurisdicciones, a prevención, será competente", revela, que dándose los presupuestos mencionados, son igualmente competentes para conocer del juicio de garantías los jueces de las jurisdicciones abarcadas por la ejecución del acto. Sin embargo, como por lógica y sentido común sólo uno de los jueces implicados tiene que ser el que conozca del juicio, la expresión "a prevención" debe entenderse en función del conocimiento anticipado, es decir, el juez ante el cual inicialmente se presentó la demanda, pero no en razón del juez que provea sobre la admisión o acerca de la suspensión provisional o de oficio. Una postura contraria llevaría al absurdo de que tratándose de un conflicto competencial en el que la demanda de amparo no gire en torno a alguno de los actos mencionados en el artículo 17 de la propia ley y que, por consiguiente, el juez que se declara incompetente no tiene por qué proveer sobre su admisión ni en relación con la suspensión provisional o de oficio de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 54 del 72 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 citado ordenamiento, las Salas de la Suprema Corte de Justicia o el correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, en su caso, nunca encontrarían el juez que previno, en primer lugar, porque el juez que se declara incompetente no proveerá respecto de aquellos actos procesales y, en segundo lugar, porque menos lo haría el juez que no acepta la declinatoria de competencia.”17 ”COMPETENCIA DE JUECES DE DISTRITO POR EL LUGAR DE EJECUCIÓN DEL ACTO RECLAMADO. Si del planteamiento de la demanda, aparece que primero se ejecutó una resolución presidencial por un Delegado del Departamento Agrario, y por el ingeniero comisionado al efecto; y que el expediente fue elevado al Jefe del Departamento Agrario y al Cuerpo Consultivo Agrario para su revisión y ratificación correspondiente, de modo que este es el acto fundamental que se reclama y su subsistencia depende de que las autoridades a quienes se atribuye el acto lo realicen, confirmando o no el expediente de ejecución; pero, a su vez, de dictarse esa resolución que se dice inminente, tendría que ejecutarla la Delegación Agraria correspondiente, para dejarla en definitividad, o revocada dejar sin efecto la invasión de predios inafectables que se reclaman; y lo mismo sucedería en caso de otorgarse la protección solicitada; de modo que el acto de ejecución indebido no es definitivo; en estas condiciones, teniendo ejecución posible y que ésta tendrán que realizarla las autoridades residentes en el lugar de 17 Octava Época. Registro: 207078. Instancia: Tercera Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo VI. Primera Parte. Julio-Diciembre de 1990. Materia(s): Común. Tesis: CXXXVI/90. Página: 148 73 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 ejecución, la jurisdicción corresponde al juez de Distrito del mismo lugar, siendo el que debe conocer de la demanda de que se trata de acuerdo con el artículo 36 párrafo 1o. de la Ley de Amparo, ya que lo que fundamentalmente radica la competencia es la jurisdicción donde se ejecuta o trate de ejecutarse el acto reclamado; de acuerdo con las tesis jurisprudenciales números 224 y 343 citadas por Juez de Distrito diferente.”18 SÉPTIMO. Agravios respecto a la falta de interés jurídico. Los agravios que se hacen valer en cuanto a la falta de interés jurídico de la parte quejosa para promover el presente juicio de amparo, deben desestimarse. Esto es así, pues la quejosa cuenta con el título de concesión ********** otorgado por el Ejecutivo Federal por conducto de la Comisión Nacional del Agua, el cual fue prorrogado mediante resolución de veinticinco de enero de dos mil doce; mismo que se inscribió en el Registro Público de Derechos de Agua desde el veinticuatro de abril de dos mil, como se desprende de la última foja del legajo certificado, formado con motivo de las pruebas exhibidas por la parte quejosa en sus promociones ********** por el Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Sonora. A efecto de demostrar lo anterior, debemos tener presente que el interés jurídico es un requisito que exige la Ley de Amparo aplicable para acudir al juicio de garantías, mismo que se encuentra regulado en el artículo 4o. de la Ley de Amparo, que establece: 18 Quinta Época. Registro: 316006. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo CXXX. Materia(s): Administrativa. Tesis: Página: 120 74 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 "Artículo 4o. El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se reclame, pudiendo hacerlo por sí, por su representante, por su defensor si se trata de un acto que corresponda a una causa criminal, por medio de algún pariente o persona extraña en los casos en que esta ley lo permita expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante legal o por su defensor." Asimismo, se advierte que una de las causales de improcedencia del juicio de garantías es que el quejoso carezca de interés jurídico, tal y como se aprecia del contenido de la fracción V del artículo 73 de la citada ley, cuyo contenido se transcribe a continuación: "Artículo 73. El juicio de amparo es improcedente ... "V. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del quejoso." De tal manera que, para que el juicio de amparo resulte procedente, se requiere una afectación a la esfera jurídica del gobernado en su interés jurídico. En ese orden de ideas, resulta conveniente referir dos conceptos para entender el interés jurídico en el amparo, es decir, derecho subjetivo y legitimación. Por un lado, el derecho subjetivo es la facultad consignada por el derecho objetivo mediante una norma jurídica que permite exigir a un sujeto el cumplimiento de una obligación. En ese sentido, se precisa que existen dos clases de derechos subjetivos, los privados y los públicos, los primeros de ellos, tienen 75 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 como característica que el sujeto obligado es un particular, mientras que, en los segundos, el sujeto compelido al cumplimiento es cualquier órgano del Estado. Así, la afectación a los referidos derechos subjetivos públicos se traduce en el interés jurídico necesario para acudir al juicio de amparo. Sirven de apoyo las tesis aislada y de jurisprudencia 1a./J. 168/2007, emitidas por el Pleno y esta Primera Sala, cuyos rubros y textos son los siguientes: "INTERÉS JURÍDICO. INTERÉS SIMPLE Y MERA FACULTAD. CUANDO EXISTEN. El interés jurídico, reputado como un derecho reconocido por la ley, no es sino lo que la doctrina jurídica conoce con el nombre de derecho subjetivo, es decir, como facultad o potestad de exigencia, cuya institución consigna la norma objetiva del derecho. En otras palabras, el derecho subjetivo supone la conjunción en su esencia de dos elementos inseparables, a saber: una facultad de exigir y una obligación correlativa traducida en el deber jurídico de cumplir dicha exigencia, y cuyo sujeto, desde el punto de vista de su índole, sirve de criterio de clasificación de los derechos subjetivos en privados (cuando el obligado sea un particular) y en públicos (en caso de que la mencionada obligación se impute a cualquier órgano del Estado). Por tanto, no existe derecho subjetivo ni por lo mismo interés jurídico, cuando la persona tiene sólo una mera facultad o potestad que se da cuando el orden jurídico objetivo solamente concede o regula una mera actuación particular, sin que ésta tenga la capacidad, otorgada por dicha orden, para imponerse coercitivamente a otro sujeto, es decir, cuando no haya un 76 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 ‘poder de exigencia imperativa’; tampoco existe un derecho subjetivo ni por consiguiente interés jurídico, cuando el gobernado cuenta con un interés simple, lo que sucede cuando la norma jurídica objetiva no establezca en favor de persona alguna ninguna facultad de exigir, sino que consigne solamente una situación cualquiera que pueda aprovechar algún sujeto, o ser benéfica para éste, pero cuya observancia no puede ser reclamada por el favorecido o beneficiado, en vista de que el ordenamiento jurídico que establezca dicha situación no le otorgue facultad para obtener coactivamente su respeto. Tal sucede, por ejemplo, con las leyes o reglamentos administrativos que prohíben o regulan una actividad genérica, o que consagran una determinada situación abstracta en beneficio de la colectividad. Si el estatuto legal o reglamentario es contravenido por algún sujeto, porque su situación particular discrepa o no se ajusta a sus disposiciones, ninguno de los particulares que obtenga de aquél un beneficio o derive una protección que pueda hacer valer tal discrepancia o dicho desajuste por modo coactivo, a no ser que el poder de exigencia a la situación legal o reglamentaria se le conceda por el ordenamiento de que se trate. Por tanto, si cualquiera autoridad del Estado determina el nacimiento de una situación concreta, que sea contraria a la primera, desempeñando un acto opuesto o no acorde con la ley o el reglamento respectivo, es a esa misma autoridad o a su superior jerárquico a los que incumbe poner fin a dicha contrariedad o discordancia, revocando o nulificando, en su caso, el acto que las haya originado, pues el particular sólo puede obtener su revocación o invalidación cuando la ley o el reglamento de 77 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 que se trate le concedan ‘el poder de exigencia’ correspondiente."19 "INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS. El artículo 4o. de la Ley de Amparo contempla, para la procedencia del juicio de garantías, que el acto reclamado cause un perjuicio a la persona física o moral que se estime afectada, lo que ocurre cuando ese acto lesiona sus intereses jurídicos, en su persona o en su patrimonio, y que de manera concomitante es lo que provoca la génesis de la acción constitucional. Así, como la tutela del derecho sólo comprende a bienes jurídicos reales y objetivos, las afectaciones deben igualmente ser susceptibles de apreciarse en forma objetiva para que puedan constituir un perjuicio, teniendo en cuenta que el interés jurídico debe acreditarse en forma fehaciente y no inferirse con base en presunciones; de modo que la naturaleza intrínseca de ese acto o ley reclamados es la que determina el perjuicio o afectación en la esfera normativa del particular, sin que pueda hablarse entonces de agravio cuando los daños o perjuicios que una persona puede sufrir, no afecten real y efectivamente sus bienes jurídicamente amparados."20 Por otro lado, la legitimación es la facultad legal de acudir a un órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie la tramitación de una instancia procesal. Ahora bien, la legitimación puede diferenciarse como ad causam o ad procesum. Para explicar lo anterior, resulta 19 Séptima Época. Registro: 233516. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen 37. Primera Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 25. 20 Novena Época. Registro: 170500. Instancia: Primera Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVII. Enero de 2008. Materia(s): Común. Tesis: 1a./J. 168/2007. Página: 225 78 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 pertinente, por su claridad, traer a colación la jurisprudencia de la Segunda Sala, que esta Primera Sala comparte, y cuyos datos de identificación, rubro y texto son los siguientes: “LEGITIMACIÓN PROCESAL ACTIVA. CONCEPTO. Por legitimación procesal activa se entiende la potestad legal para acudir al órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie la tramitación del juicio o de una instancia. A esta legitimación se le conoce con el nombre de ad procesum y se produce cuando el derecho que se cuestionará en el juicio es ejercitado en el proceso por quien tiene aptitud para hacerlo valer, a diferencia de la legitimación ad causam que implica tener la titularidad de ese derecho cuestionado en el juicio. La legitimación en el proceso se produce cuando la acción es ejercitada en el juicio por aquel que tiene aptitud para hacer valer el derecho que se cuestionará, bien porque se ostente como titular de ese derecho o bien porque cuente con la representación legal de dicho titular. La legitimación ad procesum es requisito para la procedencia del juicio, mientras que la ad causam, lo es para que se pronuncie sentencia favorable."21 Del criterio reproducido puede advertirse que la legitimación en el proceso es la facultad de ejercer la acción en el juicio por aquel que tiene aptitud para hacer valer el derecho que se cuestionará, bien porque se ostente como titular de ese derecho (por su propio derecho), 21 Novena Época. Registro: 196956. Instancia: Segunda Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VII, enero de 1998. Materia: común. Tesis: 2a./J. 75/97. Página: 351 79 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 o bien, porque cuente con la representación legal de dicho titular (en representación). En ese entendido, la legitimación procesal en el juicio de amparo está sujeta a lo dispuesto por el artículo 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el sentido de que el juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada; lo cual constituye un principio fundamental del juicio de garantías, referente a que dicha instancia constitucional debe instarse a petición de quien resulte lesionado en sus garantías individuales. Lo anterior, igualmente, se encuentra reproducido en el artículo 4o. de la Ley de Amparo, el cual establece como condición para la procedencia del juicio de amparo la existencia de un agravio personal y directo en la esfera de derechos del quejoso; lo cual indica que es necesaria la afectación de sus intereses como un elemento fundamental del principio de instancia de parte agraviada (interés jurídico). Los conceptos derecho subjetivo y legitimación procesal se encuentran ligados en el interés jurídico. Dicho de otra manera, la procedencia del juicio de amparo contra un determinado acto de autoridad se encuentra sujeta a que se acredite que dicho acto lesiona la esfera jurídica de derechos del quejoso, a contrario sensu, será improcedente cuando no se demuestre esa afectación jurídica (afectación en un derecho subjetivo); de tal suerte que, como lo preceptúa el artículo 4o. de la Ley de Amparo, sólo puede promover el juicio de garantías la parte a quien perjudique (legitimación). Por lo tanto, es indispensable que para que proceda el juicio de amparo lo promueva la persona, ya sea física o moral (por sí o por medio de su representante), a la cual se le haya causado un perjuicio 80 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 (legitimado) en un derecho subjetivo, y que, por ende, cuente con interés jurídico. Ahora bien, una vez identificado qué es el interés jurídico, debemos tomar en cuenta que el acto reclamado constituye el otorgamiento de los títulos de asignación ********** en favor de la Comisión Estatal del Agua de Sonora. Tomando en consideración el acto reclamado en el juicio de garantías, esta Primera Sala estima que el interés jurídico de la quejosa se encuentra satisfecho en virtud de que cuenta con un título de concesión debidamente inscrito en el Registro Público de Derechos del Agua. Esto es así, pues el artículo 20 de la Ley de Aguas Nacionales establece que el otorgamiento de concesiones o asignaciones de aguas nacionales debe hacerse de acuerdo con las reglas y condiciones que dispone la propia Ley y sus reglamentos: “Artículo 20.- De conformidad con el carácter público del recurso hídrico, la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales se realizará mediante concesión o asignación otorgada por el Ejecutivo Federal a través de "la Comisión" por medio de los Organismos de Cuenca, o directamente por ésta cuando así le competa, de acuerdo con las reglas y condiciones que dispone la presente Ley y sus reglamentos. Las concesiones y asignaciones se otorgarán después de considerar a las partes involucradas, y el costo económico y ambiental de las obras proyectadas. (…)” Destacándose como requisito exigido por el artículo 22 de la Ley señalada, tomar en consideración los derechos de explotación, uso o aprovechamiento de agua inscritos en el Registro Público de Derechos del Agua: 81 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 “Artículo 22.- La Autoridad del Agua" deberá contestar las solicitudes dentro de un plazo que no excederá de sesenta días hábiles desde su fecha de presentación y estando debidamente integrado el expediente. El otorgamiento de una concesión o asignación se sujetará a lo dispuesto por esta Ley y sus reglamentos y tomará en cuenta la disponibilidad media anual del agua, que se revisará al menos cada tres años, conforme a la programación hídrica; los derechos de explotación, uso o aprovechamiento de agua inscritos en el Registro Público de Derechos de Agua; el reglamento de la cuenca hidrológica que se haya expedido, en su caso; la normatividad en materia de control de la extracción así como de la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas; y la normatividad relativa a las zonas reglamentadas, vedas y reservas de aguas nacionales existentes en el acuífero, cuenca hidrológica, o región hidrológica de que se trate. (…)” En esa virtud, la legitimación de la quejosa deriva directamente de ser el titular de una concesión inscrita en el Registro Público de Derechos del Agua, y el derecho subjetivo descansa en el hecho de que para el otorgamiento de otras concesiones o asignaciones, la Ley exige considerar los títulos previos debidamente registrados. Es por lo anterior, que se acredita el interés jurídico de la quejosa para promover el juicio de garantías, con independencia de que se demuestre una afectación material en los derechos de disposición del agua como lo sostienen las responsables, pues esa demostración es un elemento vinculado directamente con el fondo del asunto, pero no así para decretar su improcedencia: “IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SI SE HACE VALER UNA CAUSAL QUE INVOLUCRA EL 82 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 ESTUDIO DE FONDO DEL ASUNTO, DEBERÁ DESESTIMARSE. Las causales de improcedencia del juicio de garantías deben ser claras e inobjetables, de lo que se desprende que si se hace valer una en la que se involucre una argumentación íntimamente relacionada con el fondo del negocio, debe desestimarse.”22 OCTAVO. Antecedentes relevantes del asunto. El Poder Ejecutivo Federal, por conducto de la Comisión Nacional del Agua, otorgó a la parte quejosa el título de concesión ********** para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales, de acuerdo a la disponibilidad del recurso, hasta por un volumen 69´518,000.00 metros cúbicos anuales, y para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales del subsuelo hasta por un volumen de 10’845,000.00 metros cúbicos anuales, por un plazo de veinte años, a partir del treinta de enero de mil novecientos noventa y dos. En la condición tercera del título de concesión se estableció lo siguiente: “TERCERA. La presente concesión no crea derechos reales, otorga simplemente frente a la administración y sin perjuicio de terceros, el derecho a realizar los usos, aprovechamientos o explotaciones de los bienes nacionales, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes, reglamentos, normas y las presentes condiciones. El título de concesión no garantiza la existencia e invariabilidad del volumen de agua concesionada. De acuerdo con el artículo 42 del Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales, la presente concesión no garantiza la 22 Novena Época. Registro: 187973. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XV, Enero de 2002. Materia(s): Común. Tesis: P./J. 135/2001. Página: 5. 83 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada, toda vez que la disponibilidad de las aguas está en función de variables hidroclimáticas naturales fuera del control de “La Comisión”, las cuales dependen de fenómenos atmosféricos aleatorios no sujetos a ninguna ley previsible y que pueden causar abundancia o escasez de agua, lo que a su vez definirá que pueda disponerse o no del volumen concesionado, razón por la cual “La Concesionaria”, desde este momento, acepta incondicionalmente someterse a la disponibilidad del recurso. Las aguas nacionales, los cauces, vasos y riberas, son inalienables, inembargables e imprescriptibles, conforme a lo dispuesto en el artículo 27 constitucional y la legislación reglamentaria respectiva.” Mediante resolución contenida en el oficio **********, de veinticinco de enero de dos mil doce, el Director de Administración del Agua del Organismo Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, otorgó a la quejosa prórroga del título de concesión de referencia por un plazo de veinte años, contados a partir del treinta de enero de dos mil doce. Ahora, durante la vigencia de la concesión de la parte quejosa, la autoridad responsable emitió los títulos de asignación ********** en favor de la Comisión Estatal del Agua de Sonora, a efecto de explotar, usar o aprovechar aguas nacionales por un volumen de 40’182,450.60 metros cúbicos anuales y 11’720,000.00 metros cúbicos anuales respectivamente, lo cual equivale aproximadamente a 52 millones de metros cúbicos anuales. NOVENO. Estudio relativo a la veda recaída sobre la cuenca del Río Yaqui. Por cuestión de orden se analiza lo expuesto por el Director de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua, en donde señala que la 84 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Juez de amparo había estimado incorrectamente que los títulos de asignación se expidieron en contravención de la veda recaída sobre la cuenca del Río Yaqui. Dicho argumento deviene fundado. Al respecto, el artículo 27 constitucional faculta al Ejecutivo federal a establecer zonas vedadas para la extracción y utilización de aguas nacionales, atendiendo en todo momento al interés público. Así lo dispone el quinto párrafo del precepto citado, mismo que a continuación se transcribe: “Artículo 27. (…) (…) (…) (…) Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fije (el, sic DOF 20-01-1960) Derecho Internacional; las aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes; las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las de las corrientes constantes o interminentes (intermitentes, sic DOF 20-01-1960) y sus afluentes directos o indirectos, cuando el cauce de aquéllas en toda su extensión o en parte de ellas, sirva de límite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando pase de una entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos, lagunas o esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas divisorias de dos o 85 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 más entidades o entre la República y un país vecino, o cuando el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades federativas o a la República con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas, zonas marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas; y los cauces, lechos o riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la ley. Las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés público o se afecten otros aprovechamientos; el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus depósitos, pero si se localizaren en dos o más predios, el aprovechamiento de estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a las disposiciones que dicten los Estados (…)” En el caso que nos ocupa, debemos remitirnos al decreto del uno de septiembre de mil novecientos treinta y uno, mismo que estableció un decreto de veda de concesiones de aguas sobre el Río Yaqui. Dicha veda se estableció por tiempo indefinido y con carácter relativo, abarcando toda la cuenca tributaria del Río Yaqui en los Estados de Sonora y Chihuahua. Resulta oportuno rescatar el extracto relevante del Acuerdo señalado. ACUERDO l.-De conformidad con el citado artículo 21 de la Ley de Aguas vigente, se refrenda y se declara en vigor, sin solución de continuidad, el Decreto de 8 de octubre de 1927, que establece la veda de concesiones de aguas sobre el río Yaqui. 86 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 II.-Para los efectos legales del presente acuerdo, deberá entenderse que esta veda será por tiempo indefinido y de carácter relativo, de acuerdo con la definición que establece a este respecto el inciso XI del artículo 56 de la repetida ley, y abarcará toda la cuenca tributaria del río Yaqui, dentro de los Estados de Sonora y Chihuahua. Para comprender el alcance de la veda, es necesario estudiar la Ley de Aguas de Propiedad Nacional de mil novecientos veintinueve, vigente a la fecha de expedición del decreto. El artículo 21 autorizaba a la otrora Secretaría de Agricultura y Fomento a decretar vedas absolutas o relativas para el aprovechamiento de aguas nacionales, cuando la entonces Comisión Nacional de Irrigación emprendiera el estudio de un proyecto que requiriera la conservación de las mismas condiciones en que se iniciara el estudio. Al publicarse tal declaratoria, debía fijarse en ella el plazo de su vigencia. Por otra parte, el artículo 56 diferenciaba entre veda absoluta (fracción X) y relativa (fracción XI). La primera significaba la prohibición total para que la Secretaría otorgara permisos, autorizaciones y concesiones. La segunda implicaba la prohibición para la Secretaría de otorgarlos sin la anuencia de la Comisión Nacional de Irrigación. Posteriormente, el dieciocho de marzo de mil novecientos cuarenta y nueve, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Aviso por el que se dieron a conocer los lineamientos generales del proyecto conforme al cual se habían iniciado y se desarrollarían las obras del Distrito de Riego del río Yaqui, Sonora, así como la delimitación de tierras que abarcaría. Dicho Aviso modificó el decreto de veda de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 4° de la Ley de Riegos entonces vigente, publicada el uno 87 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 de septiembre del mismo año, misma que había sustituido a la Ley de Aguas de Propiedad Nacional. El referido artículo 4° disponía que aprobado un proyecto de conjunto de las obras necesarias para establecer o modificar un distrito o unidad de riego, se declaraban en veda la corriente, lago, laguna, depósito o fuente de origen de las aguas respectivas. Por lo tanto, no se otorgarían permisos, autorizaciones ni concesiones para el uso de sus aguas, si con ello se estorbare o impidiere la construcción de las obras o el establecimiento, modificación o colonización del distrito o unidad de que se trate. Como se puede observar, el decreto de veda sobre la cuenca tributaria del Río Yaqui nunca tuvo el propósito de prohibir totalmente la expedición de concesiones o asignaciones, sino requerir el consentimiento de la autoridad del agua. La intención era conservar las condiciones de la obra para que la Comisión de Irrigación pudiera llevar a cabo el estudio de proyectos. Una vez que el proyecto del Distrito de Riego del Río Yaqui fue aprobado, el carácter de la veda fue modificado para efecto que no estorbaran su construcción, establecimiento, modificación o colonización. Por lo tanto, la veda conservó su carácter relativo, en una época en la que la prioridad era concluir la construcción del Distrito referido. Finalmente, resulta necesario recurrir a la Ley de Aguas Nacionales para delimitar los alcances actuales de la veda. Al respecto, la fracción LXV de su artículo 3, define las zonas de veda como las áreas específicas de las regiones hidrológicas, cuencas hidrológicas o acuíferos, en las cuales no se autorizan aprovechamientos de agua adicionales a los establecidos 88 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 legalmente y éstos se controlan mediante reglamentos específicos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, por la afectación a la sustentabilidad hidrológica, o por el daño a cuerpos de agua superficiales o subterráneos. De acuerdo a la fracción II del artículo 6 de la Ley de Aguas Nacionales, es directamente el Titular del Poder Ejecutivo quien está facultado para emitir los decretos de veda para el establecimiento, modificación o supresión de zonas de veda. Esto lo realizará a iniciativa de la Comisión Nacional del Agua, quien a su vez se basará en las propuestas de los Organismos de Cuenca, de acuerdo con la fracción XLIII del artículo 9 y la fracción XXVI del artículo 12 Bis de dicha Ley. Además, de acuerdo a la fracción XIII del artículo 13 Bis 3, los Consejos de Cuenca tienen la obligación de impulsar las acciones derivadas del establecimiento de zonas de veda. Asimismo, de acuerdo al artículo 13 Bis 4 la Comisión Nacional del Agua, a través de los Organismos de Cuenca, debe consultar con los usuarios y con las organizaciones de la sociedad, en el ámbito de los Consejos de Cuenca y resolverá las posibles limitaciones que se deriven de la existencia o declaración e instrumentación de zonas de veda. En estos casos siempre tendrán prioridad el uso doméstico y el público urbano. De acuerdo al segundo párrafo del artículo 18, la declaratoria de veda será publicada cuando se comprueben condiciones de sobreexplotación para acuíferos y unidades hidrogeológicas específicas, cuidando de deslindar cuando así se requiera, la aplicación de las disposiciones que se establezcan para acuíferos superiores, en relación con otras unidades hidrogeológicas que 89 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 contengan acuíferos inferiores, acuicludos y acuitardos, existentes en la misma zona geográfica a distintas profundidades, en función de sus zonas de recarga y descarga, estratos geológicos que las contengan, condiciones de flujo y almacenamiento y comportamiento en relación con su uso y aprovechamiento. En tal virtud, la Comisión Nacional del Agua deberá realizar, por sí o con el apoyo de terceros, los estudios y evaluaciones suficientes con el objeto de sustentar los deslindamientos referidos y promover el mejor aprovechamiento de las fuentes de aguas del subsuelo. Para ello se expedirán el reglamento para la extracción y para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales de los acuíferos correspondientes, incluyendo el establecimiento de zonas reglamentadas, así como los decretos para el establecimiento, modificación o supresión de zonas de veda o declaratorias de reserva que se requieran. A continuación se transcriben las disposiciones específicas de la Ley de Aguas Nacionales vigente que regulan tales decretos de veda. ARTÍCULO 39 BIS. El Ejecutivo Federal podrá expedir Decretos para el establecimiento de Zonas de Veda para la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales, en casos de sobreexplotación de las aguas nacionales, ya sea superficiales o del subsuelo, sequía o de escasez extrema o situaciones de emergencia o de urgencia, motivadas por contaminación de las aguas o por situaciones derivadas de la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales, cuando: I. No sea posible mantener o incrementar las extracciones de agua superficial o del subsuelo, a partir de un determinado volumen anual fijado por "la Autoridad del Agua", sin afectar la sustentabilidad del recurso y sin el riesgo de inducir efectos perjudiciales, económicos o ambientales, en las fuentes de agua de la zona en cuestión o en los usuarios del recurso, o 90 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 II. Se requiera prohibir o limitar los usos del agua con objeto de proteger su calidad en las cuencas o acuíferos. ARTÍCULO 40. Los decretos por los que se establezcan, modifiquen o supriman zonas de veda contendrán la ubicación y delimitación de la misma, así como sus consecuencias o modalidades. El decreto de veda correspondiente deberá señalar: I. La declaratoria de utilidad pública; II. Las características de la veda, de su modificación o de su supresión; III. Las consecuencias previstas al instrumentar la veda; IV. La ubicación y delimitación de la zona de veda; V. La descripción del ecosistema hídrico o ecosistemas afectados; VI. El diagnóstico de los daños sufridos en los ecosistemas hídricos, el volumen disponible de agua y su distribución territorial, así como los volúmenes de extracción, recarga y de escurrimiento; VII. Las bases y disposiciones que deberá adoptar "la Autoridad del Agua", relativas a la forma, condiciones y, en su caso, limitaciones, en relación con las extracciones o descargas en forma temporal o definitiva; VIII. La expedición de normas que regulen los aprovechamientos y descargas, en relación con la fracción anterior, incluyendo el levantamiento y actualización de padrones; IX. Los volúmenes de extracción a que se refieren las dos fracciones anteriores, y X. La temporalidad en que estará vigente la veda, reserva de agua o zona reglamentada, la cual puede prorrogarse de subsistir los supuestos de los Artículos 38 y 39 de la presente Ley. 91 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 El Organismo de Cuenca que corresponda, promoverá la organización de los usuarios de la zona de veda respectiva, para que participen en su instrumentación. ARTÍCULO 42. Para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas del subsuelo en las zonas reglamentadas o de veda decretadas por el Ejecutivo Federal, incluso las que hayan sido libremente alumbradas, requerirán de: I. Concesión o asignación para su explotación, uso o aprovechamiento; II. Un programa integral de manejo por cuenca y acuíferos a explotar, y III. Permisos para las obras de perforación, reposición o relocalización de pozos, o demás modificaciones a las condiciones de aprovechamiento, que se realicen a partir del decreto de veda o reglamentación. Las concesiones o asignaciones se sujetarán a los requisitos que establecen los Artículos 21 y 21 BIS de esta Ley y se otorgarán de acuerdo con los estudios de disponibilidad respectivos, teniendo en cuenta el volumen de agua usada o aprovechada como promedio en el último año inmediato anterior al decreto respectivo, y que se hubieran inscrito en el Registro Público de Derechos de Agua. A falta de dicha inscripción en el Registro citado, se tomará en cuenta el volumen declarado fiscalmente para efectos del pago del derecho federal por uso o aprovechamiento de agua, en el último ejercicio fiscal. En aquellos casos en los que la explotación, uso o aprovechamiento no pueda ser determinado conforme a lo dispuesto en los dos párrafos anteriores, el volumen de agua se determinará conforme a los procedimientos que establezcan los reglamentos respectivos. Como se puede observar, la Ley de Aguas Nacionales sigue contemplando un carácter relativo de la veda. Por lo tanto, las 92 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 limitaciones de las extracciones y descargas no tienen un carácter absoluto y en todo caso, será la Comisión Nacional del Agua la que determine la procedencia de otorgar nuevas concesiones o asignaciones. Por lo tanto, es dable concluir que el objeto de la veda sobre el Río Yaqui nunca ha sido prohibir por completo las extracciones de dicha cuenca tributaria, sino que en un principio estuvo orientada a garantizar la construcción del Distrito de Riego del Río Yaqui y al haber quedado concluidas dichas obras, la veda se limita a las condiciones que la autoridad del agua disponga, con base en los estudios técnicos relevantes. En consecuencia, los títulos de concesión reclamados por la quejosa no pueden ser inválidos por el decreto de veda sobre el Río Yaqui. En virtud de lo anterior, resulta innecesario analizar el resto de los agravios planteados por las autoridades responsables. DÉCIMO. Estudio relativo a la garantía de audiencia. A continuación se analizan el primer agravio del Director de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste, así como los agravios primero y segundo del Agente del Ministerio Público Federal. En el presente asunto, la Juez de Distrito concedió el amparo tomando en cuenta que el título de concesión otorgado a la quejosa por el Ejecutivo Federal obligaba a que se le diera garantía a la audiencia, previamente al otorgamiento de un título de asignación a una autoridad sobre recursos hídricos que abastecen la cuenca hidrológica del Río Yaqui de donde se obtiene el volumen de agua que le asignan anualmente. Para ello, se basó en pruebas periciales en materia hidrológica, y del medio ambiente y ecología, con las que estableció que la asignación tendría un impacto en los volúmenes concesionados a la quejosa. 93 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por su parte, dentro de sus agravios, las autoridades responsables señalan que la Juez parte de la premisa equivocada de que con la simple expedición de los títulos de asignación reclamados se van a privar los derechos de la asociación quejosa, ya que con las pruebas no se acreditó que en este momento se produzca una afectación, por lo que no era necesario que se otorgara garantía de audiencia. Los señalamientos anteriores son parcialmente fundados para modificar el efecto de la concesión del amparo, por lo siguiente: A fin de llevar a cabo el análisis correspondiente, es relevante, a fin de exponer en relación a los actos privativos y de molestia, tener en cuenta el artículo 14, párrafo segundo, constitucional, que señala: “Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho". El concepto ‘actos privativos’ ha sido desentrañado por este Alto Tribunal en las siguientes tesis: “AUDIENCIA Y SEGURIDAD JURÍDICA, GARANTÍAS DE. ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA DE BIENES O DERECHOS. DISTINCIÓN. ARTÍCULOS 14 Y 16 CONSTITUCIONALES. En los términos del artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Federal, la audiencia previa a la emisión del acto de autoridad y el debido proceso legal, como garantías del gobernado, son de 94 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 observancia obligatoria únicamente tratándose de actos privativos, sea de la vida, de la libertad, de propiedades, posesiones o derechos de los particulares más no así cuando se trata de actos de molestia que no tengan la finalidad de privar al afectado de alguno de sus bienes o derechos, pues tales actos se rigen solamente por la garantía de seguridad jurídica (fundamentación y motivación) que establece el artículo 16 constitucional".23 “ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA DISTINCIÓN. El artículo 14 constitucional establece, en su segundo párrafo, que nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho; en tanto, el artículo 16 de ese mismo Ordenamiento Supremo determina, en su primer párrafo, que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. Por consiguiente, la Constitución Federal distingue y regula de manera diferente los actos privativos respecto de los actos de molestia, pues a los primeros, que son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado, los autoriza solamente a través del cumplimiento de 23 Séptima Época. Registro: 238355. Instancia: Segunda Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen 81, Tercera Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 15. 95 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 determinados requisitos precisados en el artículo 14, como son, la existencia de un juicio seguido ante un tribunal previamente establecido, que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y en el que se apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado. En cambio, a los actos de molestia que, pese a constituir afectación a la esfera jurídica del gobernado, no producen los mismos efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto de proteger determinados bienes jurídicos, los autoriza, según lo dispuesto por el artículo 16, siempre y cuando preceda mandamiento escrito girado por una autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta funde y motive la causa legal del procedimiento. Ahora bien, para dilucidar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de un acto de autoridad impugnado como privativo, es necesario precisar si verdaderamente lo es y, por ende, requiere del cumplimiento de las formalidades establecidas por el primero de aquellos numerales, o si es un acto de molestia y por ello es suficiente el cumplimiento de los requisitos que el segundo de ellos exige. Para efectuar esa distinción debe advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la privación de un bien material o inmaterial es la finalidad connatural perseguida por el acto de autoridad, o bien, si por su propia índole tiende sólo a una restricción provisional".24 Deriva de los criterios anotados que: 24 Novena Época. Registro: 200080. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo IV, Julio de 1996. Materia(s): Común. Tesis: P./J. 40/96. Página: 5. 96 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 a) A diferencia de los actos de molestia, de los que se ocupa el artículo 16 constitucional, los actos privativos a que se refiere el artículo 14 de la Ley Fundamental, producen como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del gobernado. b) Para efectuar la distinción mencionada en el párrafo anterior debe advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la privación de un bien material o inmaterial es el fin connatural perseguido por el acto de autoridad, o bien, si por su propia índole tiende sólo a una restricción provisional. Al respecto, la parte quejosa aduce que la emisión de los títulos de asignación ********** en favor de la Comisión Estatal del Agua de Sonora, a efecto de explotar, usar o aprovechar aguas nacionales por un volumen de 40’182,450.60 metros cúbicos anuales y 11’720,000.00 metros cúbicos anuales respectivamente, lo cual equivale aproximadamente a 52 millones de metros cúbicos anuales, afecta sus derechos de manera privativa, por lo que debe otorgarse garantía de audiencia previa. Los derechos que estima afectados derivan de un título de concesión expedido por el Poder Ejecutivo Federal, a través de la Comisión Nacional del Agua. La quejosa cuenta con el título de concesión ********** para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales superficiales, de acuerdo a la disponibilidad del recurso, hasta por un volumen de 69´518,000.00 metros cúbicos anuales, y para explotar, usar o aprovechar aguas nacionales del subsuelo hasta por un volumen de 97 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 10’845,000.00 metros cúbicos anuales, por un plazo de veinte años, a partir del treinta de enero de mil novecientos noventa y dos. El fundamento constitucional de este tipo de concesiones, deriva del artículo 27 de la Carta Magna: “Artículo 27.- La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada. Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización. La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana. En consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población; para preservar y restaurar el equilibrio ecológico; para el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en los términos de la ley reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; para el desarrollo de la pequeña propiedad rural; para el fomento de la agricultura, de la ganadería, de la silvicultura y de las demás actividades económicas en el medio rural, y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad. 98 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio nacional, en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional. Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fije (sic) Derecho Internacional; las aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes; las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las de las corrientes constantes o interminentes (sic) y sus afluentes directos o indirectos, cuando el cauce de aquéllas en toda su extensión o en parte de ellas, sirva de límite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando pase de una entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos, lagunas o esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas divisorias de dos o más entidades o entre la República y un país vecino, o cuando el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades federativas o a la República 99 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas, zonas marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas; y los cauces, lechos o riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la ley. Las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés público o se afecten otros aprovechamientos; el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus depósitos, pero si se localizaren en dos o más predios, el aprovechamiento de estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a las disposiciones que dicten los Estados. En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones, otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes, salvo en radiodifusión y telecomunicaciones, que serán otorgadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Las normas legales relativas a obras o trabajos de explotación de los minerales y substancias a que se refiere el párrafo cuarto, regularán la ejecución y comprobación de los que se efectúen o deban efectuarse a partir de su vigencia, independientemente de la fecha de otorgamiento de las concesiones, y su inobservancia dará lugar a la cancelación de éstas. El Gobierno Federal tiene la facultad de establecer reservas nacionales y suprimirlas. Las declaratorias correspondientes se harán por el Ejecutivo en los casos y condiciones que las leyes prevean. Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o 100 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva. Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines (…)” El artículo 27 de la Constitución Federal, fundamento del régimen jurídico de los recursos naturales, desde su texto original de mil novecientos diecisiete, tiende al principio de conservación como requisito indispensable para el uso y aprovechamiento de los “elementos naturales susceptibles de apropiación”, entre los que se encuentra el agua. Es importante precisar que la conciencia de la conservación, es un aspecto relativamente reciente, pues en el Derecho Romano, el agua se clasificaba dentro de las res communes, que formaban parte de las res extra commercium, esto es, que por su naturaleza o su afectación estaban absolutamente fuera de los actos de la vida jurídica, pues no pertenecía a nadie, y su uso era de todos: “…Algunas [cosas], pues, son por derecho natural comunes a todos, algunas públicas, otras de la universalidad, otras de nadie, y de particulares la mayoría, las cuales son adquiridas para cada cual de varias maneras, según aparecerá de lo que sigue: 101 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 1.- Y por derecho natural son en verdad comunes a todos estas cosas: el aire, el agua corriente y el mar, y por lo mismo las costas del mar…“25 La percepción tradicional partía de una premisa fundamental: la abundancia del recurso, que implicaba que cada uno podía hacer uso de él, sin que los otros fueran privados, por lo que su apropiación no tenía sentido. En la actualidad esta visión se ha modificado radicalmente debido a la percepción de que no es un recurso inagotable. Al respecto, resulta ilustrativo lo que señala Julio Trujillo Segura, en la obra “Hacia una Nueva Naturaleza Jurídica del Agua: Res Communis”: “El agua es un bien natural, que se caracteriza por su gran movilidad y por su presencia en todos los elementos de la naturaleza. Es un elemento que no puede ser totalmente destruido, e independientemente de cuál sea su uso, siempre será restituido de una forma o de otra al medio acuático. Esta movilidad impide toda apropiación real y permanente. Esta observación nos permite clasificar al agua bajo la categoría de cosas comunes. Los seres humanos, con toda la ciencia y tecnología que han desarrollado, no pueden ejercer el dominio exclusivo y absoluto, porque su producción y autoregeneración del agua se nos escapa por completo. Por ello, sea cual sea el sistema aplicable al agua, el hombre siempre ha tenido conciencia de que el agua pertenece a todos, porque es el elemento que ordena la vida y tiene el carácter de un bien que se renueva sin cesar; por tanto, no puede ser la propiedad de uno solo.”26 Justiniano. Traductor y compilador García del Corral, Ildefonso. “Cuerpo del Derecho Civil Romano, T.I Instituta-Digesto.” Libro II ‘De la Instituta del señor Justiniano’, Título I ‘De la división de las cosas’. Primera edición, 1889. Barcelona España. Página 30. 26 Trujillo Segura, Julio. Hacia una nueva naturaleza jurídica del Agua; Res communis. Instituto de Investigaciones Jurídica. UNAM. Pag. 163. 25 102 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Bajo una percepción similar, el Constituyente Originario, en el artículo 27, determinó las bases legales de la propiedad, aprovechamiento, distribución, clasificación y administración del agua ubicada en el territorio mexicano. El agua se considera como un bien de dominio público inalienable e imprescriptible cuyo propietario originario es la Nación, el cual puede ser susceptible de aprovechamiento. Para ello, se establecen los principios de protección y conservación, con los cuales el Estado debe buscar un punto de equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos naturales para el desarrollo del País y su preservación para una mejor utilización, lo que implica realizar las acciones necesarias para prevenir su escasez. La Constitución reconoce la necesidad del aprovechamiento del recurso, pero al ser un elemento común y necesario para todos, debe ser manejado de manera integral en beneficio de la sociedad, con el objeto de hacer una distribución equitativa. En esa medida se faculta al Ejecutivo Federal a concesionar su uso o aprovechamiento a particulares y a las sociedades constituidas legalmente, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las normas. Sirve de apoyo a lo anterior, en cuanto a su contenido y alcance, la siguiente tesis del Tribunal Pleno: “AGUAS DEL SUBSUELO. SON BIENES DEL DOMINIO PUBLICO CONFORME AL PÁRRAFO SEXTO DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL. Las aguas del subsuelo son bienes del dominio público, en términos de lo 103 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 que prevé el párrafo sexto del artículo 27 constitucional, precisamente porque les da ese carácter cuando establece que el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible y que la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos previstos en los párrafos cuarto y quinto de dicho precepto, por los particulares o sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes; por tanto, como el agua del subsuelo está contenida en el párrafo quinto del artículo 27 citado, la misma es un bien del dominio público.”27 Las concesiones relativas al agua se encuentran reglamentadas en la Ley de Aguas Nacionales, la cual expidió el Congreso de la Unión, en uso de sus atribuciones, previstas en el artículo 73, fracción XVI, de la Constitución, que señala: “Para dictar leyes sobre vías generales de comunicación, y sobre postas y correos, para expedir leyes sobre el uso y aprovechamiento de las aguas de jurisdicción federal”. Por regla general, las aguas superficiales pueden ser aprovechadas para el uso particular de las personas y del hogar, sin requerir una concesión para ello: “Artículo 17. Es libre la explotación, uso y aprovechamiento de las aguas nacionales superficiales por medios manuales para uso doméstico conforme a la fracción LVI del Artículo 3 de esta Ley, siempre que no se desvíen de su 27 Octava Época. Registro: 205995. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo II. Primera Parte. Julio-Diciembre de 1988. Materia(s): Administrativa. Tesis: Página: 12 Genealogía: Informe 1988, Primera Parte, Pleno, tesis 9, pág. 808. 104 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 cauce ni se produzca una alteración en su calidad o una disminución significativa en su caudal, en los términos de la reglamentación aplicable. No se requerirá concesión para la extracción de aguas marinas interiores y del mar territorial, para su explotación, uso o aprovechamiento, salvo aquellas que tengan como fin la desalinización, las cuales serán objeto de concesión.” En los demás casos, se requiere una concesión atendiendo al carácter público del recurso hídrico, como lo exige el artículo 27 constitucional y el primer párrafo del artículo 20 de la Ley en comento, siendo relevante destacar que en caso de que la explotación, uso o aprovechamiento sean llevados a cabo por cualquiera de los tres niveles de gobierno, como es el caso de los actos reclamados, la concesión recibe el nombre de asignación: “Artículo 20. De conformidad con el carácter público del recurso hídrico, la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales se realizará mediante concesión o asignación otorgada por el Ejecutivo Federal a través de "la Comisión" por medio de los Organismos de Cuenca, o directamente por ésta cuando así le competa, de acuerdo con las reglas y condiciones que dispone concesiones la y presente Ley asignaciones y se sus reglamentos. otorgarán después Las de considerar a las partes involucradas, y el costo económico y ambiental de las obras proyectadas. (…) La explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales por dependencias y organismos descentralizados de la administración pública federal, estatal o municipal, o el Distrito Federal y sus organismos descentralizados se realizará mediante concesión otorgada por el Ejecutivo Federal a través de "la Comisión" por medio de los Organismos de Cuenca, o 105 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 por ésta cuando así le competa, de acuerdo con las reglas y condiciones que establece esta Ley y sus reglamentos. Cuando se trate de la prestación de los servicios de agua con carácter público urbano o doméstico, incluidos los procesos que estos servicios conllevan, la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales, se realizará mediante asignación otorgada por el Ejecutivo Federal a través de "la Comisión" por medio de los Organismos de Cuenca, o por ésta cuando así le competa, a los municipios, a los estados o al Distrito Federal, en correspondencia con la Fracción VIII del Artículo 3 de la presente Ley. Los derechos amparados en las asignaciones no podrán ser objeto de transmisión. La asignación de agua a que se refiere el párrafo anterior se regirá por las mismas disposiciones que se aplican a las concesiones, salvo en la transmisión de derechos, y el asignatario se considerará concesionario para efectos de la presente Ley.” De manera particular, las concesiones y asignaciones para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales se otorgan dependiendo de la utilización que se le dará al recurso hídrico. De los usos posibles que establece la ley, de manera enunciativa, se señalan los siguientes: agrícola, ambiental, consuntivo, doméstico, en acuacultura, industrial, pecuario y público urbano.28 “Artículo 3o.- Para los efectos de esta Ley se entenderá por: (…) LIII. "Uso Agrícola": La aplicación de agua nacional para el riego destinado a la producción agrícola y la preparación de ésta para la primera enajenación, siempre que los productos no hayan sido objeto de transformación industrial; LIV. "Uso Ambiental" o "Uso para conservación ecológica": El caudal o volumen mínimo necesario en cuerpos receptores, incluyendo corrientes de diversa índole o embalses, o el caudal mínimo de descarga natural de un acuífero, que debe conservarse para proteger las condiciones ambientales y el equilibrio ecológico del sistema; LV. "Uso Consuntivo": El volumen de agua de una calidad determinada que se consume al llevar a cabo una actividad específica, el cual se determina como la diferencia del volumen de una calidad determinada que se extrae, menos el volumen de una calidad también determinada que se descarga, y que se señalan en el título respectivo; LVI. "Uso Doméstico": La aplicación de agua nacional para el uso particular de las personas y del hogar, riego de sus jardines y de árboles de ornato, incluyendo el abrevadero de animales domésticos que no constituya una actividad lucrativa, en términos del Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 28 106 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Una vez asentado lo anterior, debemos exponer en relación al tema de las concesiones y sus alcances para efectos del titular de las mismas. La naturaleza jurídica de las concesiones ha sido largamente debatida. Una parte de la doctrina sostiene que la concesión es un acto unilateral y soberano que no requiere el consentimiento del particular, pues éste se limita simplemente a admitir las condiciones impuestas por el Estado. Otra corriente considera que la concesión es un contrato por el cual se obligan ambas partes; por lo tanto, deja de ser un mero acto soberano para convertirse en un acuerdo donde son relevantes tanto la voluntad del particular como del Estado. Finalmente, los eclécticos califican la naturaleza de las concesiones como compleja ya que se integra por tres actos: i) reglamentario, ii) condición y iii) contrato. El primero de ellos es realizado por el legislador sin necesidad de obtener el consentimiento de los particulares; por virtud de él, se establecen las condiciones generales aplicables a las concesiones. El segundo acto actualiza a favor del particular todos los derechos y obligaciones previstos en ley. Por último, el contrato es el acuerdo de voluntades entre el particular y el Estado, donde se estipulan los derechos y obligaciones concretos para ambas partes. LVII. "Uso en acuacultura": La aplicación de aguas nacionales para el cultivo, reproducción y desarrollo de cualquier especie de la fauna y flora acuáticas; LVIII. "Uso industrial": La aplicación de aguas nacionales en fábricas o empresas que realicen la extracción, conservación o transformación de materias primas o minerales, el acabado de productos o la elaboración de satisfactores, así como el agua que se utiliza en parques industriales, calderas, dispositivos para enfriamiento, lavado, baños y otros servicios dentro de la empresa, las salmueras que se utilizan para la extracción de cualquier tipo de sustancias y el agua aun en estado de vapor, que sea usada para la generación de energía eléctrica o para cualquier otro uso o aprovechamiento de transformación; LIX. "Uso Pecuario": La aplicación de aguas nacionales para la cría y engorda de ganado, aves de corral y otros animales, y su preparación para la primera enajenación siempre que no comprendan la transformación industrial; no incluye el riego de pastizales; LX. "Uso Público Urbano": La aplicación de agua nacional para centros de población y asentamientos humanos, a través de la red municipal;” 107 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Independientemente de la teoría que se adopte, es claro que una concesión genera una nueva situación jurídica para el particular, en la cual se somete a las condiciones y términos que se pacten en la misma. A diferencia de otros actos administrativos como la autorización o el permiso donde el Estado simplemente aprueba el ejercicio de una facultad preexistente, en la concesión se generan verdaderamente nuevos derechos y obligaciones que previamente no existían en el patrimonio del particular, sujetos y sometidos a las condiciones pactadas. En este sentido, al resolver la contradicción de tesis 157/2003SS, la Segunda Sala de este Alto Tribunal definió a la concesión como el acto administrativo por medio del cual la administración pública federal confiere a una persona una condición o poder jurídico para ejercer ciertas prerrogativas públicas con determinadas obligaciones y derechos para la explotación de un servicio público, de bienes del Estado o de los privilegios exclusivos que comprende la propiedad industrial. Así, dicha Sala reconoció que los derechos del concesionario nacen con el acto de concesión y en el caso específico de uso o explotación de bienes del Estado, se adquiere el derecho de utilizarlos. Tomando en consideración lo anterior, debemos tener presente que la concesión otorgada a la quejosa, se refiere al uso agrícola, que consiste en la aplicación del agua nacional para el riego destinado a la producción agrícola y la preparación de ésta para la primera enajenación, siempre que los productos no hayan sido objeto de transformación industrial. Dichas concesiones se otorgan a personas físicas o morales para su aprovechamiento individual, o bien a personas morales para 108 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 administrar u operar un sistema de riego, como en el caso, o aprovechamiento común para la explotación común. Dentro del aprovechamiento colectivo, la ley reconoce a las unidades y a los distritos de riego, las primeras se refieren a personas morales que agrupan productores que se asocian libremente para establecer sistemas que proporcionen servicios de riego agrícola a diversos usuarios; en cambio, los segundos consisten en un área geográfica específica que se integra por las obras de infraestructura hidráulica, las aguas superficiales y del subsuelo destinadas a prestar el servicio de suministro de agua, los vasos de almacenamiento y las instalaciones necesarias para su operación y funcionamiento, cuya administración se establece por los propios usuarios, con intervención de las autoridades. Otro punto importante que debe tomarse en cuenta en este tipo de concesiones, es que no garantizan la invariabilidad del recurso, ni siquiera su existencia. La lógica de esta previsión descansa en el hecho de que el agua es un recurso no renovable, cuya existencia no depende enteramente del ser humano, sino del medio ambiente. Por supuesto, se entiende que el Estado deberá realizar todas las acciones necesarias para cumplir con la provisión de los volúmenes amparados en los títulos de concesión o asignación. Sin embargo, no se le puede obligar a garantizar la disponibilidad del recurso hídrico derivada de factores medio ambientales, pues equivaldría a exigirle el cumplimiento de lo imposible. En esta tesitura debe interpretarse el quinto párrafo del artículo en comento, el cual se transcribe a continuación: 109 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 “Artículo 22. (…) Las concesiones y asignaciones expedidas por "la Autoridad del Agua", en los casos referidos en el Fracción IX del Artículo 9 de la presente Ley, señalarán expresamente las condiciones de variabilidad de la fuente de agua de la cual se realizará la extracción respectiva, y las condiciones a las cuales estará sujeta la extracción de volúmenes ante sequías y otros fenómenos. Los Títulos de concesión o asignación no garantizan la existencia o invariabilidad de los volúmenes que amparan. Ante sequías y otros fenómenos, se tomarán en consideración los volúmenes aprovechables en las fuentes señaladas en tales títulos, conforme lo dispongan los reglamentos de la presente Ley.” En la condición tercera del título de concesión de la parte quejosa, se estableció lo siguiente: “TERCERA. La presente concesión no crea derechos reales, otorga simplemente frente a la administración y sin perjuicio de terceros, el derecho a realizar los usos, aprovechamientos o explotaciones de los bienes nacionales, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes, reglamentos, normas y las presentes condiciones. El título de concesión no garantiza la existencia e invariabilidad del volumen de agua concesionada. De acuerdo con el artículo 42 del Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales, la presente concesión no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada, toda vez que la disponibilidad de las aguas está en función de variables hidroclimáticas naturales fuera del control de “La Comisión”, las cuales dependen de fenómenos atmosféricos aleatorios no sujetos a ninguna ley previsible y que pueden causar abundancia o escasez de agua, lo que a su vez definirá que pueda disponerse o no del volumen concesionado, razón 110 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 por la cual “La Concesionaria”, desde este momento, acepta incondicionalmente someterse a la disponibilidad del recurso. Las aguas nacionales, los cauces, vasos y riberas, son inalienables, inembargables e imprescriptibles, conforme a lo dispuesto en el artículo 27 constitucional y la legislación reglamentaria respectiva.” En ese sentido, el título de concesión de la quejosa establece un volumen máximo de entrega del recurso hídrico, estableciendo como condición que no se garantiza la existencia o invariabilidad de los volúmenes de agua concesionada. De esto se obtiene, que el derecho que pudiera ser afectado por el acto administrativo, es el que deriva del título de concesión de la recurrente, en cuyos términos y condiciones se estableció, por las partes, que no se garantizaba la existencia o disponibilidad del recurso que debe entregarse a la parte quejosa. Ahora bien, el segundo elemento para el estudio del acto privativo, consiste en el acto administrativo que se considera vulnera el derecho de la quejosa, esto es, la emisión de los títulos de asignación ********** en favor de la Comisión Estatal del Agua de Sonora, a efecto de explotar, usar o aprovechar aguas nacionales por un volumen de 40’182,450.60 metros cúbicos anuales y 11’720,000.00 metros cúbicos anuales respectivamente, lo cual equivale aproximadamente a 52 millones de metros cúbicos anuales, para el uso público urbano. La afectación en los derechos de la quejosa, se hace valer por la circunstancia de que al expedir los referidos títulos de asignación, se impactará de manera negativa en los volúmenes que se entregan y determinan anualmente a la parte quejosa. 111 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por otra parte, de conformidad con la naturaleza del título de concesión de la quejosa y los derechos que derivan de éste, debemos concluir que la emisión de los títulos de asignación referidos no constituye un acto privativo. Esto es así, pues no se modificaron los términos establecidos en el título de concesión de la quejosa, ni se han alterado de forma alguna las condiciones fijadas para la distribución de los volúmenes máximos concesionados a la misma. Como se expuso, la asociación no goza de un derecho incondicional a los volúmenes de agua concesionados. Esto tiene fundamento en normas constitucionales, internacionales, legales y administrativas derivadas de la naturaleza peculiar de un bien público como es el agua. El agua al no ser renovable y poseer constante movilidad, excluye toda posibilidad de apropiación real y permanente. En tal virtud, nuestra Carta Magna sólo prevé la posibilidad de que la quejosa utilice el agua para fines agrícolas, a través de la emisión de una concesión a su favor, estableciendo un volumen variable máximo, que puede explotar en los términos y condiciones establecidos en el título correspondiente. En esas condiciones, no podemos hablar de que exista la obligación de la autoridad de otorgarle garantía de audiencia previa a la quejosa, por virtud de la expedición de nuevos títulos de concesión o asignación, que pudieran estar vinculados con la disposición real que obtengan del volumen de agua concesionado. Además, la justificación de que la concesión no le garantice en ningún momento una disposición absoluta del recurso hídrico, se 112 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 estima proporcional y racionalmente válida, puesto que el texto constitucional en su artículo 27, antes invocado, obliga al Estado a que este uso del recurso hídrico sea equitativo y sustentable, considerando que el propio Constituyente Permanente tuvo en cuenta que este recurso es limitado. Adicionalmente, el artículo 4° constitucional establece el derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre aceptable y asequible: “Artículo 4°. (…) Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.” Esta reforma se publicó el ocho de febrero de dos mil doce en el Diario Oficial de la Federación y contó con ocho iniciativas, dentro de las cuales, destaca por su relevancia en el tema, la de dos de marzo de dos mil diez del Grupo Parlamentario del PVEM, en donde se sostuvo: “(…) Independientemente de la clara ejemplificación, útil para entender los conceptos aludidos, la percepción de la población en general que tiene acceso al agua sigue siendo la misma al considerarse un bien renovable, inagotable, apropiable y barato, 113 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 lo que ha contribuido a que el agua sea desperdiciada o aprovechada de manera indiscriminada e irresponsable. La realidad nos está demostrando que no es así, lo que está preocupando a todos en el mundo. La comunidad internacional ha sido especialmente activa desde hace varias décadas en promover la protección y el cuidado del agua en sus diferentes dimensiones: el mar, el medio ambiente marino y, por supuesto, el agua dulce como elemento básico y fundamental de la supervivencia de los seres humanos, abarcando desde los aspectos de consunción hasta su uso en actividades productivas. El agua también está siendo objeto de acciones sociales para tratar de garantizar su acceso y calidad para una humanidad cada vez más creciente, más pobre y más demandante de este vital recurso. El problema lo amerita: su escasez es alarmante, en tanto que la población sigue creciendo de manera exponencial; su reducida calidad para consumo humano por actividades humanas contaminantes y el enorme esfuerzo gubernamental y de recursos públicos que se requieren para hacerla accesible a un mayor número de personas y actividades, han hecho que los gobiernos y las sociedades comiencen a replantear su percepción y cultura acerca de las formas de acceso, abastecimiento, aprovechamiento y cuidado del agua por todos. En este contexto, el derecho humano al agua está en el centro de gran parte de las inquietudes sociales y las agendas públicas de varios países, entre los que está México. Por la magnitud del problema, consideramos que expresar en nuestro sistema jurídico el derecho al agua como una garantía individual estipulada en la Constitución Política de nuestro país es indispensable, para reorientar las políticas públicas generales y locales de acceso a este vital recurso, así como las conductas sobre su uso y aprovechamiento, debiendo todos hacer frente a los retos que esto implica. El derecho al agua constituye entonces una condición fundamental para el pleno goce de aquellos derechos conforme 114 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 a los cuales ha adquirido obligaciones internacionales de buena fe. A la luz de las obligaciones contraídas resulta contradictoria la situación actual que se vive en México con relación al derecho al agua. La situación de los recursos hídricos en México es alarmante, el agua se distribuye de manera desigual por geografía, temporada y población. Tan sólo 7 de cada 10 mexicanos cuentan con agua potable y más de 40 millones no cuentan con un sistema de drenaje. Persiste una cobertura insuficiente de los servicios de agua potable y la demanda crece a una mayor velocidad de la observada cuando se llevaron a cabo las construcciones de las obras de infraestructura. Actualmente en las zonas urbanas aproximadamente 12 millones de personas carecen de agua potable y 20 no tienen servicio de drenaje. Agréguese a este panorama que la calidad del agua es deficiente y el suministro irregular; también los niveles de contaminación están inadecuadamente controlados. 38.5 por ciento de la población infantil en México, es decir 14.6 millones de niños y niñas, no cuenta con servicio de agua potable dentro de su vivienda. Cerca de 75 por ciento de la mortalidad infantil de menores de cinco años en México se relaciona con enfermedades gastrointestinales, la mayoría de las cuales es provocada por la mala calidad del agua utilizada para beber. México se encuentra entre los últimos por el índice de calidad de agua potable, ya que ocupa el lugar 106 entre 122 países, apenas por encima de Marruecos e Indonesia. Como se puede inferir de la información anterior, en el país persiste un grave problema tanto legal como institucional, respecto al suministro y a la calidad del agua. Es por todo lo anterior que salta a la vista la necesidad de la incorporación del derecho al agua como parte de las garantías individuales consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. No se puede garantizar una protección integral del derecho a la vida digna y otros que lo complementan si no se atiende a las condiciones fundamentales que lo componen. Resulta imposible pensar en la inviolabilidad 115 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 del domicilio si en él no hay acceso al agua potable. No es posible tener una buena alimentación si el agua que se consume no es segura para el consumo humano. No es exigible el derecho a la salud si no se ha resuelto el problema de abastecimiento de recursos hídricos a los núcleos poblacionales. Es impensable gozar plenamente del derecho a la vida si no se tienen los insumos fundamentales que lo componen, como lo son el derecho a la salud, la alimentación y el agua. (…)” Así también, es de tomar en cuenta la iniciativa de veintinueve de abril de dos mil diez, del Grupo parlamentario del PRD: “(…) Se debe tener en cuenta que sólo el 2.5 por ciento (cerca de 35 millones de km3) del volumen de agua total en la Tierra (estimado en alrededor de 1400 millones de km3), es dulce. De esta agua, la porción utilizable para consumo humano, es menos del 1 por ciento. El consumo global de agua se ha estado duplicando cada 20 años a un ritmo más del doble que la tasa de crecimiento poblacional. Si persiste el ritmo de sobreexplotación del recurso y el ritmo de crecimiento de la población mundial para el 2025 la demanda de agua podría incrementarse en más del 50 por ciento, por lo que la situación se tornará más grave en muchos de los países en desarrollo, como el nuestro-, donde se espera el mayor incremento en la demanda, y donde la erosión, la contaminación y el agotamiento de las fuentes de agua, están reduciendo la disponibilidad de agua dulce. Tanto a nivel nacional como global, estos problemas se agravan con la creciente competencia entre usos y usuarios, de la desigual distribución geográfica del agua, de la inequidad en el acceso a la misma, y de las insuficiencias en el diseño institucional y alcance de las políticas públicas que afectan su gestión. (…)” De igual forma la iniciativa de diecinueve de enero de dos mil once del Grupo parlamentario del PVEM: 116 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 “(…) El agua es un recurso natural limitado, por lo que su uso y conservación deben ser estimados como de interés público. México posee en todo momento el derecho de transmitir el dominio del recurso hídrico a los particulares. El agua es un bien fundamental para la vida y la salud; también, condición necesaria para la vida misma y para la realización de los demás derechos. Se utiliza como insumo básico para la producción de alimentos y energía y para el funcionamiento de toda la cadena productiva de prácticamente todos los ramos de la industria. No puede soslayarse que actualmente la sociedad mexicana padece problemas asociados con el suministro, drenaje y tratamiento de las aguas, así como el efecto que éstos tienen en la vida nacional. Es necesaria una gestión que tome en cuenta los intereses de todos los involucrados y favorezca su organización. No puede darse un uso sustentable al agua sin preservar el ambiente. No hay ninguna condición o escenario suplente para que el Estado no garantice mediante políticas públicas con visión de largo plazo para dar atención prioritaria a la distribución, aprovechamiento conservación y uso racional del agua. Establecer el acceso al agua como un derecho inalienable, así como atender eficazmente la gestión integral de los recursos hídricos con la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad, resulta imperante, pues sólo asumiendo plenamente su reto y responsabilidad puede asegurarse la permanencia de los sistemas hídricos que permiten satisfacer las necesidades del agua. Elevar a rango constitucional el derecho al agua expresa el compromiso que asume el Congreso para el bienestar de los ciudadanos. El ambiente brinda al ser humano el entorno idóneo para su perfeccionamiento, constituye el escenario para su convivencia y representa el contexto en que se desenvuelven otros organismos que complementan su vida. En el transcurso de la 117 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 vida del ser humano coexiste con diversas especies animales y vegetales que desempeñan funciones y tareas que desencadenan diversos efectos que combinados entre sí consuman la vida sana e íntegra, el equilibrio para que el ambiente, cada vez más deteriorado por la acción del hombre debe ser resarcido, por lo que una reforma constitucional que eleve a rango constitucional el derecho al agua será el marco para su uso racional. Lo anterior no debe concebirse como una reforma completa, dado que requiere forzosamente ser completado con la preservación, cuidado y protección del ambiente con visión de largo plazo. El cuidado y la preservación del ambiente son la columna vertebral de continuar con suministro de agua, tanto para consumo humano como para los otros usos. Proteger el ambiente es la vía para continuar la disponibilidad de agua para el ser humano, tanto el entorno de los ecosistemas como su aprovechamiento razonable deben ir a la par, es una deuda que se le debe a las futuras generaciones. No puede suponerse una política de atención prioritaria al agua si se desatiende el entorno ecológico una es consecuencia de la otra, el ciclo del agua se desarrolla inevitablemente en un contexto ecológico saludable. Conservar el equilibrio ecológico es la mejor manera de evitar la escasez del agua entre otras consecuencias necesarias para la supervivencia del hombre. El manejo inadecuado de los recursos hídricos desencadena consecuencias adversas como la proliferación de enfermedades por la falta de agua potable o por su contaminación, la higiene es un factor para la salud y el agua es un factor para ésta, sin mencionar que el deterioro del ambiente y la imposibilidad de garantizar el abasto futuro debido al agotamiento de los mantos destruye la vida. Es común que quienes menos recursos tienen paguen más por el agua potable, lo cual impide romper el círculo transgeneracional de la pobreza. Lo anterior constituye un trato discriminatorio y no equitativo. 118 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 El cuidado del ambiente conlleva a conservar los acuíferos y las cuencas hidrológicas y asegura la permanencia de los sistemas que hacen posible el abasto para cubrir las necesidades básicas de la población. Por ello deben concebirse el agua y la protección del ambiente como una política de Estado prioritaria. La disponibilidad de agua en México presenta una desigual distribución regional aprovechamiento y estacional sustentable. En el que norte dificulta del país, su la disponibilidad de agua por habitante alcanza niveles de escasez críticos, mientras que en el centro y en el sur es abundante. Entre 2000 y 2005, la disponibilidad por habitante disminuyó de 4 mil 841 metros cúbicos por año a 4 mil 573 metros cúbicos por año, y los escenarios estudiados por la Comisión Nacional del Agua, así como las proyecciones del Consejo Nacional de Población, indican que para 2030 la disponibilidad media de agua por habitante se reducirá a 3 mil 705 metros cúbicos por año. Reiterando los diferentes destinos que se da a este valioso recurso hidráulico, se destaca que de la extracción total de agua en el país, 77 por ciento se destina a la actividad agropecuaria, 14 al abastecimiento público y 9 a la industria autoabastecida, agroindustria, servicios, comercio y termoeléctricas. Los distritos y las unidades de riego abarcan 6.4 millones de hectáreas de los más de 20 millones dedicados a esta actividad, y en ellas se genera 42 por ciento del valor de la producción agrícola. En contraste, la mayoría de los agricultores siembra en 14 millones de hectáreas de temporal, de las cuales obtienen con gran incertidumbre cosechas modestas. Los distritos de riego emplean 48.5 por ciento del agua destinada al sector agropecuario. El 69 por ciento del agua que se extrae de los acuíferos se usa en el riego agrícola. Actualmente, sólo se realizan acciones para tecnificar y mejorar la producción en 2.6 millones de hectáreas en regiones húmedas. El uso del agua para la agricultura es muy poco eficiente, alcanzando solamente 119 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 46 por ciento si se consideran los procesos de conducción y asignación, así como su forma de uso. Del agua dedicada al abastecimiento público, 64 por ciento proviene del subsuelo. Los acuíferos abastecen a 72 millones de personas, 80 por ciento de las que viven en ciudades. Tan sólo en 2005 la cobertura nacional de agua potable fue de 89.2 por ciento, mientras que la de alcantarillado fue de 85.6. La cobertura de estos servicios en el medio rural es menor. Para 2005 alcanzó 71.5 por ciento en agua potable y 58.1 en alcantarillado. Adicionalmente, las fugas de la red de agua potable oscilan a escala nacional entre 30 y 50 por ciento. Es evidente que la eficiencia de infraestructura para el suministro de agua potable es prioritaria, el establecimiento de los servicios de drenaje y alcantarillado, y el tratamiento de aguas residuales, constituyen uno de los grandes para México en los próximos años. Es imprescindible invertir en tecnologías que permitan hacer un mejor uso de este recurso, incluido el uso de plantas desaladoras, tecnologías avanzadas para riego y reciclaje de aguas residuales. 3 Lo anterior, sin dejar de lado que el agua para el consumo humano es la primera referencia de la agenda hídrica, pues de ese destino derivan todos los demás. Es evidente que la eficiencia de infraestructura para el suministro de agua potable es prioritaria, el establecimiento de los servicios de drenaje y alcantarillado, y el tratamiento de aguas residuales, constituyen uno de los grandes para México en los próximos años. Es imprescindible invertir en tecnologías que permitan hacer un mejor uso de este recurso, incluido el uso de plantas desaladoras, tecnologías avanzadas para riego y reciclaje de aguas residuales. Lo anterior, sin dejar de lado que el agua para el consumo humano es la primera referencia de la agenda hídrica, pues de ese destino derivan todos los demás.” Por otra parte, el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales recaído a dichas iniciativas y que contenía el proyecto de decreto que reforma y adiciona el artículo 4° de la 120 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, menciona lo siguiente: “El hecho de garantizar este derecho implica el disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico. Si bien este derecho entraña el uso y aprovechamiento del recurso, lo cierto es que el Estado debe garantizar que este tipo de acciones sean congruentes con la capacidad de carga de los ecosistemas de los cuales se obtienen, respetando en todo momento los principios de sustentabilidad que rigen la materia, con el objeto de que este derecho pueda ser ejercido intergeneracionalmente. Al igual que el derecho a un medio ambiente sano, la naturaleza de este derecho lo ubica dentro de los derechos difusos, por lo que se considera adecuado introducirlo como una garantía individual y a su vez de interés general o colectivo. Por lo que toca a la redacción del párrafo, esta contiene las características básicas para garantizar el derecho al agua, como el abastecimiento, la calidad y la obligación a cargo del Estado para garantizarlo”. Como se ve, en las iniciativas y dictamen correspondiente que originaron la reforma del artículo 4° constitucional, se estableció en todo momento la necesidad de proteger el uso del agua para el consumo personal y doméstico y su prelación sobre los demás usos. Asimismo, se reconoció su importancia pues de no garantizarlo, no existiría una protección integral del derecho a la vida y otros que lo complementan. Por ello, se estableció que como derecho humano, implicaba un objetivo prioritario para el Estado que exige a las autoridades emprendan el máximo de los esfuerzos posibles para garantizar su acceso. No obstante, se advierte que el Constituyente Permanente reconoció que el uso y aprovechamiento de este recurso no puede ser ilimitado, sino que dependerá de las condiciones del 121 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 medio ambiente, considerando que el Estado debe asegurar su sustentabilidad. A nivel internacional, el acceso al agua ha sido reconocido como un derecho social. Su fundamento jurídico dimana de los artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los cuales establecen el derecho general a un nivel de vida adecuado (incluyendo la alimentación, el vestido y la vivienda), así como el derecho al más alto nivel posible de salud. Dado que este Pacto no se refiere específicamente al derecho al agua y que la propia naturaleza de este bien es difusa, su interpretación ha sido ciertamente problemática. Por lo mismo, ha sido complicado precisar las obligaciones concretas del Estado para garantizarlo. En tal virtud, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización para las Naciones Unidas, emitió en el año dos mil dos, la Observación General No. 15, para aclarar el alcance de este derecho. Al respecto, dicha Observación confirma que el derecho al agua se subsume claramente en la categoría de garantías indispensables para asegurar un nivel de vida adecuado, en particular porque es una de las condiciones fundamentales para la supervivencia. Asimismo estima que el derecho al agua se encuentra indisolublemente asociado al derecho al más alto nivel posible de salud. Además, recuerda que con anterioridad ya se había reconocido este derecho por el Comité, en la Observación General No. 6. Considerando lo anterior, el Comité define el derecho al agua como la facultad de todos a disponer de este recurso, el cual debe ser suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso 122 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 personal y doméstico. Un abastecimiento adecuado de agua salubre es necesario para evitar la muerte por deshidratación, reducir el riesgo de enfermedades y satisfacer las necesidades de consumo, cocina, así como de higiene personal y doméstica. Dados estos requisitos, el Estado debe asegurar que el agua conserve las siguientes características: i) Disponibilidad: El abastecimiento para cada persona debe ser continuo y suficiente para los usos personales y domésticos, lo cual comprende normalmente el consumo, el saneamiento, el lavado de ropa, la preparación de alimentos, así como la higiene personal y doméstica. Aunque la Observación General No. 15 no obliga a proveer montos específicos, sí sugiere que la cantidad de agua disponible para cada persona, debería corresponder a las directrices de la Organización Mundial de la Salud.29 No obstante, esta regla no es absoluta ni se limita a requerir que el Estado cumpla con dotaciones fijas de agua. Por el contrario, el Comité reconoce que es posible que algunos individuos y grupos necesiten un abastecimiento adicional en razón de la salud, el clima y las condiciones de trabajo. ii) Calidad. El agua debe ser salubre, lo que significa que no ha de contener microorganismos o sustancias químicas o radiactivas que puedan amenazar la salud del ser humano. Además, el agua 29 Específicamente el Comité cita los siguientes estudios: J. Bartram y G. Howard, Domestic water quantity, service level and health: what should be the goal for water and health sectors, OMS, 2002. y P.H. Gleick (1996), Basic water requirements for human activities: meeting basic needs, Water International, 21, pp. 83-92. 123 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 debe tener un color, un olor y un sabor aceptables para cada uso personal o doméstico. iii) Accesibilidad: El agua, sus instalaciones y servicios estarán disponibles para todos, sin discriminación alguna, al menos en las siguientes dimensiones: Física: Debe estar al alcance físico de todos los sectores de la población, en cada hogar, institución educativa, lugar de trabajo o en sus cercanías inmediatas. Además debe ser de calidad suficiente y culturalmente adecuados, teniendo en cuenta las necesidades relativas al género, el ciclo vital y la intimidad, sin que el acceso al agua represente una amenaza a la seguridad física. Económica: Los costos y cargos directos e indirectos asociados con su abastecimiento deben ser asequibles, sin comprometer otros derechos reconocidos en el Pacto. No discriminación: Debe ser accesible a todos de hecho y de derecho, incluso a los sectores más vulnerables y marginados, sin discriminación alguna. Acceso a la información: Las personas podrán solicitar, recibir y difundir información sobre las cuestiones del agua. Es cierto que cuando el Estado desea cumplir con las características antes mencionadas, puede darse un conflicto de derechos entre diversos individuos, grupos o sectores de la población. Después de todo, el agua es un bien público limitado cuyo consumo por una persona puede significar que otra sea excluida de su utilización. Esta situación se complica aún más dadas las diversas finalidades que el agua satisface, adicionalmente de los usos 124 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 personales y domésticos. Además, dado su carácter transversal, el agua es necesaria para el ejercicio de otros derechos reconocidos en el Pacto, por ejemplo para producir alimentos, asegurar la higiene ambiental, procurarse un medio de subsistencia o disfrutar de prácticas culturales. En este sentido, el Comité reconoce la importancia de garantizar un acceso sostenible a los recursos hídricos con fines agrícolas para el ejercicio del derecho a una alimentación adecuada. El Estado debe hacer lo posible para asegurar que los agricultores desfavorecidos y marginados, en particular las mujeres, tengan un acceso equitativo al agua y a sus sistemas de gestión. No obstante lo anterior, la Observación General No. 15 establece que el Estado debe priorizar ante todo el acceso al agua para: i) fines personales y domésticos; ii) evitar el hambre y enfermedades; iii) cumplir las obligaciones fundamentales del Pacto. En virtud de lo anterior, es dable concluir que tanto en nuestra Constitución, como en el ámbito internacional, el Estado debe asegurar que el agua esté disponible continua y suficientemente, que sea salubre y accesible para todos de hecho y de derecho. No obstante, si existen dificultades para proveer recursos hídricos para todos los fines, dada la naturaleza limitada de los mismos, el Estado debe dar preferencia en todo momento la satisfacción del uso personal y doméstico. En términos de lo anterior la legislación ordinaria, establece el orden de prelación y preferencia en los usos del agua en situaciones normales, es decir, cuando no se trate de zonas de desastre, reglamentadas, de veda o de reserva. No obstante, el uso doméstico, 125 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 así como el público urbano siempre tendrán preferencia sobre cualquier otro. El artículo 22 dispone lo siguiente: “Artículo 22 de la Ley de Aguas Nacionales. (…) El Consejo de Cuenca en coordinación con el Organismo de Cuenca que corresponda, propondrá a "la Comisión" el orden de prelación de los usos del agua para su aprobación, el cual se aplicará en situaciones normales, para el otorgamiento de concesiones y asignaciones de la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales, superficiales y del subsuelo, atendiendo a lo dispuesto en los Artículos 13 BIS 3, y 14 BIS 5 de esta Ley. El uso doméstico y el uso público urbano siempre serán preferentes sobre cualquier otro uso. Para efectos de la presente Ley, son situaciones distintas de las normales, cuando se declaren zonas de desastre conforme a lo señalado en el párrafo segundo del Artículo 38 de la presente Ley, y cuando existan previamente o se declaren e instrumenten zonas reglamentadas, zonas de veda y zonas de reserva, con base en los contenidos de las fracciones LXIII, LXIV y LXV del Artículo 3 de la presente Ley. En estos casos, se procederá conforme a lo dispuesto en los Artículos 13 BIS 4, 14 BIS 5 y en el Título Quinto, de la presente Ley.” Así también, el artículo 14-BIS-5, fracción XXII reproduce lo anterior: “Artículo 14 BIS 5.- Los principios que sustentan la política hídrica nacional son: (…) XXII. El uso doméstico y el uso público urbano tendrán preferencia en relación con cualesquier otro uso.” 126 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por otra parte, en el presente caso, de los títulos de asignación reclamados, se advierte que el uso del recurso hídrico está vinculado con la instalación de una obra de toma para el bombeo de agua del vaso de la presa Plutarco Elías Calles, mediante una plataforma de succión al pie de dicha presa en donde se ubicarán al mismo nivel de la rasante de la cortina cuatro bombas verticales accionadas por motor eléctrico, con un diámetro de descarga de 60.96 centímetros, cada una para la succión del líquido que será analizado mediante tubería expuesta hasta 45 km de longitud y posteriormente enterrada hasta llegar a la presa Abelardo L. Rodríguez y a una planta potabilizadora a construirse en el cerro de la Cementera en la ciudad de Hermosillo, Sonora30. Lo anterior constituye un trasvase de una cuenca a otra; por lo que en casos como el presente, deben tomarse en cuenta aspectos adicionales, como son el goce del medio ambiente de las personas que se benefician de la cuenca respectiva, por un lado, y por el otro, el objeto de la asignación, es decir, el acceso sustentable al agua para fines domésticos. Al respecto, conviene citar el fundamento del primero de estos derechos. En primer lugar, la Constitución federal, en su artículo 4º establece lo siguiente: “Artículo 4o. (…) Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley (…)” 30 Constancias cuaderno principal. Expediente **********. 127 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Por su parte, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” (ratificado por México en 1996) establece, en su artículo 11, el derecho a un Medio Ambiente Sano destacando que: “Artículo 11: 1. Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios públicos básicos. 2. Los Estados partes promoverán la protección, preservación y mejoramiento del medio ambiente.” En este supuesto, la ponderación de ambos derechos, debe tomar en cuenta precisamente la sustentabilidad del recurso hídrico y las consecuencias ambientales derivadas de un trasvase, puesto que existen estudios31 que coinciden en establecer, en términos generales, factores relevantes, como son: La cesión del agua de una cuenca a otra altera todo el complejo sistema de factores físicos, biológicos y de uso humano del territorio. Así, se modifica la calidad biológica del agua, se afecta el régimen hídrico de los ríos, se alteran las condiciones ecológicas de grandes extensiones de terreno, se afectan importantes factores ambientales: culturales, paisajes y ecosistemas que derivan de una adaptación a lo largo del tiempo; y se ven disminuidos los caudales circulantes en la cuenca cedente. Lo anterior puede poner en riesgo la atención de las necesidades humanas, actuales y futuras, con la prioridad y 31 (Vujica Yevjevich (2001) Water Diversions and Interbasin Transfers, Water International, 26:3, 342-348, DOI: 10.1080/02508060108686926). “DECÁLOGO DE LOS TRASVASES (Josep María Franquet Bernis); Domingo Gómez Orea de la Universidad Politécnica de Madrid, en su capítulo de Impacto Ambiental de los Trasvases del libro “Impacto Ambiental”, y Luis Bairon Pérez en su libro “Gestión de Recursos Hídricos” (Editores UPC.2002. Pp 256). 128 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 garantía de abastecimiento necesarias, y las ambientales, tanto en ámbitos terrestres como acuáticos, en cauces, márgenes, humedales y estuarios. En consecuencia, en términos generales los trasvases sólo pueden ser justificados por razones socioeconómicas. Los proyectos de trasvases de agua requieren largos periodos de estudio con grandes inversiones en diseño y planeación, que incluyan información detallada sobre todos los aspectos que se involucran, incluyendo el impacto ambiental. Al respecto, conviene citar los artículos 3, 7 y 7 bis de la Ley de Aguas Nacionales: “ARTÍCULO 3. Para los efectos de esta Ley se entenderá por: (…) XVI. "Cuenca Hidrológica": Es la unidad del territorio, diferenciada de otras unidades, normalmente delimitada por un parte aguas o divisoria de las aguas -aquella línea poligonal formada por los puntos de mayor elevación en dicha unidad-, en donde ocurre el agua en distintas formas, y ésta se almacena o fluye hasta un punto de salida que puede ser el mar u otro cuerpo receptor interior, a través de una red hidrográfica de cauces que convergen en uno principal, o bien el territorio en donde las aguas forman una unidad autónoma o diferenciada de otras, aun sin que desemboquen en el mar. En dicho espacio delimitado por una diversidad topográfica, coexisten los recursos agua, suelo, flora, fauna, otros recursos naturales relacionados con éstos y el medio ambiente. La cuenca hidrológica conjuntamente con los acuíferos, constituye la unidad de gestión de los recursos hídricos. La cuenca hidrológica está a su vez integrada por subcuencas y estas últimas están integradas por microcuencas. Para los fines de esta Ley, se considera como: 129 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 a. "Región hidrológica": Área territorial conformada en función de sus características morfológicas, orográficas e hidrológicas, en la cual se considera a la cuenca hidrológica como la unidad básica para la gestión de los recursos hídricos, cuya finalidad es el agrupamiento y sistematización de la información, análisis, diagnósticos, programas y acciones en relación con la ocurrencia del agua en cantidad y calidad, así como su explotación, uso o aprovechamiento. Normalmente una región hidrológica está integrada por una o varias cuencas hidrológicas. Por tanto, los límites de la región hidrológica son en general distintos en relación con la división política por estados, Distrito Federal y municipios. Una o varias regiones hidrológicas integran una región hidrológico - administrativa, y b. "Región Hidrológico - Administrativa": Área territorial definida de acuerdo con criterios hidrológicos, integrada por una o varias regiones hidrológicas, en la cual se considera a la cuenca hidrológica como la unidad básica para la gestión de los recursos hídricos y el municipio representa, como en otros instrumentos jurídicos, la unidad mínima de gestión administrativa en el país (…) ARTÍCULO 7. Se declara de utilidad pública: I. La gestión integrada de los recursos hídricos, superficiales y del subsuelo, a partir de las cuencas hidrológicas en el territorio nacional, como prioridad y asunto de seguridad nacional (…) ARTÍCULO 7 BIS. Se declara de interés público: V. La atención prioritaria de la problemática hídrica en las localidades, acuíferos, cuencas hidrológicas y regiones hidrológicas con escasez del recurso (…)” De conformidad con la normativa nacional citada, es evidente que los trasvases no están prohibidos. No obstante, dado que cualquier decisión relacionada con las cuencas es de interés público, la autorización de un trasvase debe justificar razonablemente la utilidad pública en cada caso concreto, considerando la posible 130 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 afectación al derecho al medio ambiente. Para ello, podrá tomarse en cuenta una serie de elementos, tales como: Un estudio de las cuencas más cercanas al lugar en que se trasladará el agua. Evaluar la posibilidad de regenerar el agua en una misma cuenca o de sacrificar otros usos, distintos al público urbano y que se encuentren por debajo en el orden de prelación de la Ley de Aguas Nacionales. Un estudio de la afectación ecológica que se tendrá en la cuenca potencialmente donante, así como de la determinación clara si en dicha cuenca está abasteciendo otras poblaciones para consumo doméstico y si el trasvase podrá afectar dicha disposición.32 En ese sentido, para el otorgamiento de una concesión o asignación de los volúmenes de agua que se obtengan a través de un trasvase, la autoridad deberá demostrar que falta agua en la zona receptora y que sobra en la cuenca cedente, así como la razonabilidad del trasvase frente a otras posibilidades para abastecer a una comunidad con agua con fines domésticos. Además, la autoridad debe presentar una propuesta de medidas para amortiguar la posible afectación ambiental, incluyendo una compensación a las personas que se benefician de la cuenca cedente, lo anterior con fundamento en el artículo 96 Bis de la Ley de Aguas Nacionales: “ARTÍCULO 96 BIS. “La Autoridad del Agua” intervendrá para que se cumpla con la reparación del daño ambiental, incluyendo aquellos daños que comprometan a ecosistemas vitales, debiendo sujetarse en sus actuaciones en términos de ley, de la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento”. 32 Cabe aclarar que en el presente caso, la Manifestación de Impacto Ambiental no cubre el análisis descrito puesto que sólo se refiere a la obra y funcionamiento del acueducto y no al impacto del trasvase. 131 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 De esta forma, en todo momento conviene tener presente que el derecho al agua para uso doméstico tiene que ser sustentable. De no cumplirse con un estándar estricto para los trasvases, se estaría poniendo en riesgo la sustentabilidad del agua, puesto que difícilmente se regenerará el agua de una cuenca donante, con lo cual eventualmente ese recurso será insuficiente. De todo lo anterior se obtiene que el Estado, para determinar si otorga o no una nueva concesión o asignación en materia de agua, debe tomar en cuenta integralmente una serie de elementos, a fin de emitir una determinación compatible y adecuada, que garantice una distribución equitativa de este recurso natural, cuide de su conservación, logre el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana, que son los principios establecidos en los artículos 4° y 27 constitucionales. En esa virtud, aun cuando la quejosa refiera que la garantía de audiencia era necesaria previamente a la emisión de los títulos de asignación por los efectos que pueden causarle, la autoridad responsable no estaba obligada a otorgarla en los términos que señala, dado que conforme a las disposiciones constitucionales, internacionales, legales y administrativas, la concesión no le garantiza en ningún momento una disposición absoluta del recurso hídrico. El Estado mexicano le otorgó una concesión a la quejosa pero conservando en todo momento el dominio sobre este recurso que le otorga el artículo 27 constitucional, con la facultad correlativa de realizar actos para garantizar el acceso equitativo y sustentable del recurso en todos los ámbitos. Precisamente por ello, el Estado conserva el dominio sobre las aguas nacionales, incluyendo las concesionadas a la quejosa, de manera inalienable e imprescriptible. 132 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 En segundo lugar, el Derecho Internacional también reconoce esta misma situación, pues si bien un objetivo de la política hidráulica debe ser garantizar un acceso sostenible al agua con fines agrícolas, como es el caso de la quejosa, el Estado debe priorizar y determinar el uso que debe darse al agua, de acuerdo a los principios rectores antes establecidos. Ciertamente, el escenario ideal sería que la quejosa pudiera acceder invariablemente a los volúmenes concesionados. Sin embargo, los instrumentos internacionales citados reconocen que el agua es un recurso necesario para múltiples fines, por lo que puede ser insuficiente para atender totalmente todos ellos a un mismo tiempo, estableciendo un orden de prevalencia para cubrir las necesidades más básicas. En esa medida, la emisión de los títulos de asignaciones del uso del recurso hídrico, no puede vincularse ni condicionarse con el otorgamiento de una garantía de audiencia previa a su emisión, en relación con el título de concesión emitido previamente a la parte quejosa. Lo anterior, sin que se afirme que con ello se desatienden los principios que rigen, como el uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos. Por el contrario, se reitera que esta facultad atiende a la importante función que debe desempeñar y garantizar el Estado en esta materia, lo que implica que la autoridad conserva en todo momento la facultad de otorgar nuevas concesiones y asignaciones. Aun cuando la quejosa refiera una afectación en los derechos de disposición de agua que derivan de su título de concesión, no implica que estemos en presencia de un derecho de audiencia previa a favor de la misma en los términos que plantea, sino que estamos ante la 133 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 presencia de la implementación por parte de la autoridad del cumplimiento de una obligación impuesta por el legislador a fin de que en el uso de sus facultades constitucionales y legales, se cumpla con los principios que sustentan la política hídrica nacional. Ello no significa que se niegue la posibilidad a la quejosa de ser escuchada en caso de que considere que se le afecta algún derecho, pues si bien su título no tiene la fuerza para limitar o restringir las facultades de la autoridad de asignación y decisión de uso de agua, la ley establece que sean tomados en cuenta los terceros en este tipo de determinaciones. Se afirma lo anterior, pues la propia ley protege los derechos de terceros, incluyendo los de la quejosa, estableciendo mecanismos con los cuales se obliga a las autoridades a analizar que no se afecten sus derechos, siempre a través de un acto debidamente fundado y motivado. Esto es, los derechos de la quejosa se protegen al emitir nuevos títulos de concesión o asignación, mediante la emisión de una determinación fundada y motivada, tomando en consideración los factores establecidos en la ley, partiendo de la base de que ninguna concesión o asignación garantiza la invariabilidad del recurso hídrico asignado, como se desprende de los párrafos tercero y cuarto del artículo 25 de la Ley en comento: “Artículo 25. (…) El derecho del concesionario o asignatario sólo podrá ser afectado por causas establecidas en la presente Ley y demás ordenamientos aplicables, debidamente fundadas y motivadas. 134 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 La concesión, asignación y sus prórrogas se entenderán otorgadas sin perjuicio de los derechos de terceros inscritos en el Registro Público de Derechos de Agua y no garantizan la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada o asignada. Los concesionarios o asignatarios quedarán obligados a dar cumplimiento a las disposiciones de esta Ley, los reglamentos correspondientes u otros ordenamientos aplicables, así como a las condiciones del título, permisos y las prórrogas, en su caso y a responder por los daños y perjuicios que causen a terceros y les sean imputables.” El Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales es congruente al respecto y confirma que los derechos de terceros quedarán a salvo ante nuevas concesiones o asignaciones. Por lo tanto, el título que se expida no garantiza el volumen de agua consagrado en el mismo. Al respecto es relevante el siguiente artículo: “Artículo 42.- Toda concesión o asignación se entenderá hecha sin perjuicio de derechos de terceros. En todo título de concesión o asignación, se deberá señalar que el concesionario o asignatario responderá por los daños y perjuicios que cause a terceros, siempre y cuando le sean imputables por la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales que realice. La concesión o asignación no garantiza la existencia o invariabilidad del volumen de agua concesionada o asignada.” En esta medida, se coincide con el A quo en el sentido de que la quejosa cuenta con la posibilidad de cuestionar las asignaciones pero no de la forma en que se estableció, pues, en estos casos, se trata de una garantía de audiencia para que se verifique si éstas cumplen con los requisitos legales previstos. 135 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Al respecto, dentro de las facultades con las que cuenta la Comisión Nacional del Agua se encuentra la de analizar y resolver, con el concurso de las partes, los problemas y conflictos derivados de la explotación, uso, aprovechamiento o conservación de las aguas nacionales entre los usos y usuarios, entre otros casos, cuando se trate de obras hidráulicas federales operadas directamente o a través de contratos o concesiones con terceros: “Artículo 9°. LEY DE AGUAS NACIONALES. (…) Son atribuciones de "la Comisión" en su Nivel Nacional, las siguientes: (…) IX. Programar, estudiar, construir, operar, conservar y mantener las obras hidráulicas federales directamente o a través de contratos o concesiones con terceros, y realizar acciones que correspondan al ámbito federal para el aprovechamiento integral del agua, su regulación y control y la preservación de su cantidad y calidad, en los casos que correspondan o afecten a dos o más regiones hidrológico - administrativas, o que repercutan en tratados y acuerdos internacionales en cuencas transfronterizas, o cuando así lo disponga el Ejecutivo Federal, así como en los demás casos que establezca esta Ley o sus reglamentos, que queden reservados para la actuación directa de "la Comisión" en su nivel nacional; (…) XXII. Analizar y resolver con el concurso de las partes que correspondan, los problemas y conflictos derivados de la explotación, uso, aprovechamiento o conservación de las aguas nacionales entre los usos y usuarios, en los casos establecidos en la fracción IX del presente Artículo; Por su parte, también compete a los Consejos Consultivos de cada Organismo de Cuenca, conocer los asuntos sobre administración 136 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 del agua y sobre los bienes y recursos a su cargo, e incluso fungir como árbitro, a petición de los usuarios, en la prevención, mitigación y solución de conflictos relacionados con el agua y su gestión: “Artículo 12 BIS 3. LEY DE AGUAS NACIONALES.- El Consejo Consultivo de cada Organismo de Cuenca tendrá las siguientes facultades: (…) II. Conocer los asuntos sobre administración del agua y sobre los bienes y recursos al cargo del Organismo de Cuenca que corresponda;” “Artículo 12 BIS 6. LEY DE AGUAS NACIONALES.- Los Organismos de Cuenca, de conformidad con los lineamientos que expida "la Comisión", ejercerán dentro de su ámbito territorial de competencia las atribuciones siguientes: XIV. Conciliar y, en su caso, fungir a petición de los usuarios, de los Consejos de Cuenca, o de los estados, como árbitro en la prevención, mitigación y solución de conflictos relacionados con el agua y su gestión, en los términos de los reglamentos de esta Ley; Por ello, los terceros que se consideren afectados con la emisión de algún título de concesión o asignación, pueden inconformarse ante la autoridad del agua, la cual tiene la obligación de resolver esas reclamaciones. Es por lo anterior que debe concederse el amparo a la quejosa recurrente, pero únicamente para el efecto de que la autoridad responsable le otorgue garantía de audiencia a fin de revisar los títulos de asignación que impugna, cumpliendo las formalidades esenciales 137 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 del procedimiento, las cuales se traducen de acuerdo a lo que ha establecido esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. Hecho lo anterior, determine, a través de una determinación fundada y motivada, si es dable mantenerlos, modificarlos, o incluso revocarlos. En el entendido que tomando en consideración que es la posible afectación a la esfera jurídica de la parte recurrente la que da lugar a la concesión del amparo y al otorgamiento de la garantía de audiencia; para que la autoridad responsable esté en posibilidad de modificar o revocar los títulos expedidos, deben cumplirse dos aspectos mínimos: a) Primero, que la autoridad determine que los títulos de asignación fueron expedidos en contravención con los términos y condiciones que las disposiciones de la materia exigen, y b) Segundo, que se acredite que esas cuestiones afectan de manera injustificada los derechos concesionados de la quejosa. Esta Primera Sala considera conveniente aclarar que al emitir esta sentencia, no se prejuzga sobre la existencia o no de una afectación en los derechos concesionados de la quejosa. En todo caso, se estima que en asuntos de esta naturaleza, donde existan disputas sobre bienes públicos como el agua, la autoridad debe resolver atendiendo a los elementos particulares de cada caso concreto, observando las reglas contenidas en la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento, que han sido desarrolladas previamente. 138 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Así, en la garantía de audiencia que se otorgue a la quejosa, ésta quedará en libertad de probar que: i) la justificación y prueba en la que se basó la asignación no se apegan a la realidad; ii) el volumen asignado a la Comisión Estatal del Agua de Sonora es mayor a la que anteriormente correspondía a otros concesionarios; o iii) cualquier otro elemento que considere relevante para demostrar una afectación en sus derechos concesionados. Respecto del primer supuesto, en tal audiencia se podría probar, por ejemplo, si han variado o no los volúmenes de agua en la cuenca del Río Yaqui, tomando en consideración que la autoridad responsable se basó en un balance hídrico de dos mil siete para la emisión de la asignación reclamada. En cuanto al segundo punto, es conveniente reiterar que tanto la concesión de la quejosa como la asignación a la Comisión Estatal del Agua de Sonora, están condicionadas a la existencia material del recurso hídrico por cuestiones hidroclimáticas, las cuales no dependen de la autoridad; en tal virtud, ésta quedará en libertad de ponderar, de acuerdo a las reglas de prelación establecidas en la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento, además de otras circunstancias relevantes como la existencia de un trasvase, los derechos de acceso al agua para uso público urbano y para fines agrícolas, al emitir una contestación a la quejosa. Para darle aplicabilidad a los efectos plasmados en esta resolución, la autoridad deberá tomar en cuenta lo previsto en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, a fin de que a través de un escrito que cumpla con las formalidades previstas en el artículo 15 de la citada disposición, inicie el procedimiento de audiencia, dándole intervención a la parte tercero perjudicada; sin que obste para 139 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 estimarlo así el hecho de que dicha ley sea diferente de la reclamada, ya que ha sido criterio reiterado de este Alto Tribunal que para satisfacer tal prerrogativa no es indispensable su previsión en el propio precepto o ley que se tilda de inconstitucional. Estas consideraciones encuentran apoyo en la tesis siguiente: “AUDIENCIA, GARANTÍA DE. EN DISPOSICIONES QUE SE RELACIONAN DIRECTAMENTE, BASTA CON QUE A UNA DE ELLAS LA CONTENGA (PARTICIPACIÓN DE UTILIDADES). Si bien, en principio, cada ordenamiento debe prever para el destinatario de la norma cómo satisfacer la garantía de audiencia, en los casos en que una disposición se relaciona directamente con otra que sí cumple con lo dispuesto en el artículo 14 constitucional, basta lo que en esta última se establezca para que pueda estimarse constitucional el precepto que con ella se relaciona, sin que para ello sea necesario que los preceptos que guarden relación se refieran a la misma materia del ordenamiento cuya constitucionalidad se encuentra sujeta a debate; es decir, que ambos sean laborales, penales, civiles o administrativos, sino que lo que se requiere es que las disposiciones relativas tengan íntima vinculación de manera que, aunque no pertenezcan al mismo cuerpo de leyes, para poder hacer efectiva una disposición deba acudirse necesariamente a la otra y, por ello, también en este supuesto basta que uno de los cuerpos legales contenga la garantía que establece el artículo 14 constitucional para que no se estime violatoria de la garantía de audiencia la otra ley. En consecuencia, aun cuando se considera que la naturaleza de la participación de utilidades es laboral porque la regulan 140 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 sustancialmente disposiciones de derecho laboral, para determinar el monto de las utilidades gravables se debe atender a lo dispuesto en la Ley del Impuesto sobre la Renta en términos de los artículos 120 y 121 de la Ley Federal del Trabajo, así como el artículo 2o. del reglamento de los artículos 121 y 122 de la ley invocada, de manera tal que cualquier modificación a la renta gravable deberá efectuarse mediante el procedimiento que señalan las leyes fiscales, y si el artículo 83 del Código Fiscal de la Federación da intervención a los causantes en el procedimiento que siguen las autoridades fiscales durante la revisión de las declaraciones que presentan, es claro que sí se cumple con el requisito constitucional de audiencia, máxime si se parte del supuesto de que se tiende a determinar un crédito fiscal y que la garantía de audiencia se puede satisfacer mediante el otorgamiento de recurso o medio de defensa posteriores al fincamiento de dicho crédito, conforme al criterio sustentado por el Tribunal Pleno.”33 En resumen, para el dictado de la resolución que dirima las cuestiones debatidas, la autoridad deberá llevar a cabo lo siguiente: 1. Solicitar a la parte quejosa, en el término de tres días previsto en el artículo 297, fracción II, del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, presente un escrito en el cual manifieste lo que a su interés convenga respecto a la expedición de los títulos de asignación otorgados a la 33 Séptima Época. Registro: 232071. Instancia: Pleno. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen 205-216, Primera Parte. Materia(s): Constitucional, Administrativa. Página: 22. 141 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Comisión Estatal de Agua del Estado de Sonora; asimismo, deberá adjuntar los documentos que acrediten su personalidad y ofrecer las pruebas que estime necesarias, en los términos que establece el artículo 50 y siguientes de la disposición antes invocada. 2. Dar el trámite correspondiente a la solicitud, así como dar vista a la Comisión Estatal de Agua del Estado de Sonora como tercero, para que intervenga en el procedimiento. 3. Admitir las pruebas permitidas por la ley y recibir alegatos, los que deberán ser tomados en consideración por el órgano competente al dictar la resolución. 4. En el procedimiento podrán recabarse, incluso de manera oficiosa, los elementos necesarios que sirvan para decidir sobre todas las cuestiones planteadas. 5. El órgano administrativo está en posibilidad de adoptar medidas provisionales para asegurar la eficacia de la resolución que pudiera recaer, si existen suficientes elementos para ello; incluso suspender la entrega de los volúmenes asignados en caso de que se advierta un daño irreparable e injustificado a los derechos de disposición de agua de la parte quejosa. 6. Deberá dictar la resolución correspondiente en la que decida sobre todas las cuestiones derivadas del procedimiento, de manera fundada y motivada, debiendo analizar como mínimo si los títulos de asignación fueron expedidos en contravención con los términos y condiciones que las disposiciones de la materia exigen, verificando si la justificación y pruebas en las 142 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 que se basó la asignación se apegan a la realidad, si el volumen asignado a la Comisión Estatal del Agua de Sonora es mayor a la que anteriormente correspondía a otros concesionarios, si han variado o no los volúmenes de agua en la cuenca del Río Yaqui, tomando en consideración que la autoridad responsable se basó en un balance hídrico de dos mil siete para la emisión de la asignación reclamada, o cualquier otro elemento que considere relevante para establecer si los títulos se expidieron de manera legal. 7. Asimismo tiene la obligación de analizar si existe una afectación a los derechos concesionados de la quejosa, debiendo tener en cuenta que tanto la concesión de la quejosa como la asignación a la Comisión Estatal del Agua de Sonora, están condicionadas a la existencia material del recurso hídrico por cuestiones hidroclimáticas, las cuales no dependen de la autoridad. 8. En caso de que se demuestre tal afectación, la autoridad deberá ponderar los intereses en juego, de acuerdo a las reglas de prelación establecidas en la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento, además de otras circunstancias relevantes como la existencia de un trasvase y los efectos que producen para la conservación y renovación de las fuentes y ecosistemas, los derechos de acceso al agua para uso público urbano y para fines agrícolas. 9. Hecho lo anterior, decida, a través de una determinación fundada y motivada, si es dable mantener los títulos de asignación, modificarlos, o incluso revocarlos. 143 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 DÉCIMO PRIMERO. Estudio de la revisión adhesiva. Los agravios hechos valer en la revisión adhesiva son inoperantes pues con ellos pretenden demostrar que es incorrecto lo señalado por las responsables en el sentido de que no estaban obligadas a consultar previamente a la quejosa para la emisión del título de asignación reclamado. En esa medida, no pueden estudiarse puesto que no prosperaron, en los términos que expone, los agravios de las responsables. También son inoperantes los agravios en cuanto a que señalan que existe una violación a sus derechos a la alimentación y al medio ambiente al estimar que el acto reclamado repercutirá negativamente en su actividad agrícola y el equilibrio ecológico, puesto que no se refieren al tema de la garantía de audiencia por el cual se concedió el amparo. En términos de lo anterior se modifica la resolución sujeta a revisión. Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. Se sobresee en el juicio respecto de los actos atribuidos a la autoridad precisada en el considerando cuarto. SEGUNDO. Se modifica la sentencia recurrida. TERCERO. Es infundado el recurso de revisión adhesiva. CUARTO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********. 144 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 Notifíquese; con testimonio de esta resolución vuelvan los autos al lugar de origen y, en su oportunidad archívese el expediente como asunto concluido. Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de cuatro votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena (quien se reserva su derecho a formular voto concurrente), Olga Sánchez Cordero de García Villegas (quien se reserva su derecho a formular voto concurrente) y Presidente y Ponente Jorge Mario Pardo Rebolledo. El Ministro José Ramón Cossío Díaz votó en contra y se reserva su derecho a formular voto particular. Firman el Presidente de la Sala y Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe. PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA: LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES 145 AMPARO EN REVISIÓN 268/2013 En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II y 18, fracción II de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 146