[índice de contenidos de cosmología]: [resumen][introducción] [el principio cosmológico] [el universo en expansión][El significado de la expansión][La dinámica de la expansión y el problema de la masa oscura] [El universo primitivo] [Conclusiones][Poscriptum] [Bibliografía] El universo en expansión Edwin Powell Hubble nació en Marshfield, Missouri, en 1889. Obtuvo una beca Rhodes de la universidad de Oxford y fue un atleta consumado. Estudió Derecho y durante algún tiempo ejerció como abogado en Kentucky, aunque esta profesión dejó pronto de interesarle. Su pasión era la astronomía. A pesar de su poco ortodoxa formación académica logró tener acceso al que por entonces era el mayor telescopio del mundo con 250 cm de diámetro, el observatorio Mount Wilson en el sur de California. Hubble ha sido descrito como "un científico extraordinariamente exacto y cuidadoso que normalmente se abstenía de hacer afirmaciones que no estuviesen bien apoyadas en evidencias". Sus estudios inauguraron lo que podríamos denominar astronomía extragaláctica; descubrió nuevos indicadores de distancias como las variables cefeidas, empleó estadística de galaxias para concluir que éstas estaban distribuidas en el cielo de una manera uniforme, catalogó los diferentes tipos de galaxias según su morfología y creó un primer esquema evolutivo de éstas que, aunque erróneo, sigue siendo utilizado como sistema de clasificación. Pero, sin duda, su mayor descubrimiento, y con toda seguridad uno de los más importantes de la historia de la humanidad, fue la expansión del universo. Basándose en una técnica ya desarrollada anteriormente por el astrónomo estadounidense Vesto Melvin Slipher (1875-1969), Hubble atacó entonces la secular creencia de que el universo era estático, idea a la que Einstein se aferró tenazmente a pesar de que sus ecuaciones de la Relatividad General indicaran todo lo contrario. En 1909, el polémico astrónomo Percival Lowell (1855-1916) –más conocido por su extravagante interpretación de aparentes líneas que surcan la superficie de Marte como canales de agua construidos por una supuesta civilización marciana– instruyó a Slipher para que hiciese observaciones del espectro de las nebulosas espirales. Slipher constató el hecho de que la mayoría de nebulosas presentaban desplazamientos al rojo en sus espectros. Y aunque recibió una gran ovación en una de las reuniones de la Sociedad Americana de Astronomía por este descubrimiento, nadie, incluido el propio Slipher, estaba seguro de lo que tales observaciones podían significar. Cuando en 1929 Hubble describió sus primera investigaciones sobre los desplazamientos al rojo, poseía valores para 46 nebulosas extragalácticas y afirmaba tener distancias exactas para 24 de ellas. Al comparar los enrojecimientos de esas 24 nebulosas con sus distancias, consideró que el modo más simple de representar los datos era una relación lineal desplazamiento al rojo versus distancia. Representación de la velocidad frente a la distancia con los datos originales de 1929. Esta relación, conocida como la ley de Hubble, fue la primera ley verdaderamente cosmológica y fue rápidamente aceptada en la comunidad astronómica por cuatro motivos básicos (siguiendo a W. R. Smith). Primero, un buen número de astrónomos había intentado, antes de 1929, establecer observacionalmente una relación entre distancia y desplazamiento al rojo, de manera que el terreno que había que cubrir estaba perfectamente definido. Segundo, Hubble había utilizado el mejor telescopio del momento, Mount Wilson, y su prestigio en el estudio del dominio extragaláctico, así como su meticulosa calibración de distancias extragalácticas, hacía que sus resultados fueran de gran fiabilidad. Tercero, la ley fue inmediatamente corroborada por el también prestigioso astrónomo Willem de Sitter a partir de sus propias observaciones. Cuarto, hacia finales de los años veinte, los teóricos habían adquirido una clara consciencia de lo inadecuado de una solución estática para el universo dentro de la Relatividad General. De hecho, Hubble había planificado su investigación para contrastar el modelo de universo de de Sitter. Einstein fue uno de los primeros conversos a la nueva idea de un universo dinámico en expansión. Recuperaba así la simplicidad lógica de sus ecuaciones de campo iniciales de la Relatividad General que había deshecho por conservar la idea, no falta de prejuicios, de un universo estático. Einstein se dio cuenta, con toda seguridad, que esos prejuicios le impidieron hacer la predicción teórica más importante de la historia. Sería, en sus propias palabras, "la mayor pifia" de su vida científica. En 1930, Einstein y su esposa Elsa visitaron Mount Wilson, donde Hubble les enseñó el observatorio. Se cuenta que cuando Hubble le explicaba a Elsa que el telescopio de 250 cm se usaba para estudiar la estructura del cosmos, ella respondió:"¡vaya, vaya!. Mi marido lo hace en la parte de atrás de un viejo sobre". Sin duda, fueron estos dos grandes hombres de ciencia y el diálogo que establecieron entre teoría y experimento, los que hicieron de la Cosmología una disciplina científica en todo su derecho que ha revolucionado nuestra actual comprensión del universo. Sin embargo, Hubble no se había dado por satisfecho. En el último párrafo de su artículo de 1929 escribió que la relación lineal era "una primera aproximación que representa un alcance restringido en distancia", de modo que él sospechaba que podía haber una relación más complicada de la que su ley era una aproximación. Hubble deseaba confirmar la aplicabilidad de su ley a objetos más lejanos. En 1936, en su ya clásico "The realm of the nebulae" ("El reino de las nebulosas"), Hubble explicaba la estrategia que subyacía a su metodología: "Un grupo aislado de datos es estudiado y los resultados interpretados respecto al marco del conocimiento general. Luego sigue el proceso de extrapolación y contraste, y la pertinente revisión. Las observaciones y las leyes que expresan sus relaciones son contribuciones permanentes al conjunto del saber (...). La investigación se extiende hacia arriba y despliega una región observable que circunda a un centro dado —un dominio del conocimiento positivo—. Allende el horizonte, queda el reino de la especulación. El observador, si se aventura en él, sólo puede dirigir su relación empírica a las alturas y buscar inconsistencias con extrapolaciones procedentes de otros centros". En 1931, extendió su estudio hasta objetos situados (según su calibración de distancias) a 32 Mpc, un enorme "salto a las alturas" si se contrasta con el objeto más distante del esquema de 1929, situado a 2 Mpc. Había además muchos más puntos en el diagrama de 1931 y la correlación lineal entre desplazamiento al rojo y distancia parecía ser incluso más nítida que antes. El colaborador de Hubble en el artículo de 1931, Milton Lasell Humason (1891-1972), dio una interpretación del desplazamiento al rojo como debido al efecto Doppler por la velocidad de recesión de las galaxias, pero muchos astrónomos se mostraron incrédulos ante el orden de magnitud de velocidades de hasta 20,000 km/s. El valor de la constante de Hubble (H0~550 km s-1Mpc-1) deducida parecía implicar, si uno extrapola la expansión presente hacia atrás en el tiempo despreciando cualquier tipo de aceleración en la expansión, que hubo un tiempo, unos dos mil millones de años atrás, en que toda la materia del universo se hallaba empaquetada mucho más densamente que en la actualidad. De ahí sólo distaba un pequeño paso para hablar de la edad del universo. Pero alrededor de 1930 ya era conocida la técnica de datación por desintegración radiactiva y Ernest Rutherford (1871-1937) había establecido, de su estudio de la desintegración de los isótopos del uranio, una edad mínima aproximada de la Tierra de unos tres mil millones de años. Los estudios de la evolución estelar de aquella época también estimaban una edad de la Galaxia que era mucho mayor que el valor deducido a partir de la constante de Hubble. La polémica estaba servida: ¿Cómo podría ser el universo más joven que los objetos que contiene?. Como es bien sabido, esta polémica se prolongará hasta nuestros días. Ciertamente la ley de Hubble ha sido confirmada por nuevos y mejores datos, pero el valor de la constante permanece como un problema abierto en la cosmología moderna. Existen dos equipos que trabajan con las observaciones de cefeidas del HST (Telescopio espacial Hubble): Freedman y colaboradores (HST Distance Scale Key Representacion de 1996 de la distancia frente a velocidades de más de 30,000 Km/s. Como se ve la relación permanece Project ) obtienen un lineal con gran aproximación valor de 73±5, mientras que el grupo de Allan Rex Sandage que usan las mismas observaciones de cefeidas para calibrar supernovas de tipo Ia, obtienen 57±4. Otros métodos usando lentes gravitatorias o el efecto Sunyaev-Zeldovich en cúmulos lejanos de galaxias son independientes de método de las cefeidas, y dan un valor consistente con la media que obtienen los dos grupos que trabajan con cefeidas: 65±8 que es el valor preferido actualmente para la constante de Hubble. Este valor corresponde a edades que rondan entre 9 y 11,5 mil millones de años, si aceptamos el modelo más simple de universo, conocido como modelo Einstein-de Sitter).De hecho, este dato es incompatible con los cálculos de la edad del universo estimada por otros medios aún considerando la posibilidad de un universo de baja densidad ~0.3 (que daría entre unos 10 y 13 mil millones de años), por lo que parecía necesario el invocar una constante cosmológica diferente de cero. No obstante, la nueva calibración de distancias llevada a cabo por el satélite Hipparcos parece haber puesto fin al conflicto. Sin embargo, la historia de las medidas de este número nos enseña a tratar el tema con mucha cautela. Una actualización de las últimas medidas de la constante de Hubble incluídas las referecias puede encontrarse aquí.