200805-psicologia

Software libre y la La Psicología del programador
Por Manuel Dávila Sguerra
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Publicado en Computer World Mayo de 2008
En 1971 el sociólogo Gerald P. Wienberg escribió un libro llamado ”La Psicología en la Programación de
Computadores” basado en sus estudios sobre el comportamiento de estos profesionales. El dice en su libro
que su único y más importante propósito era el de desencadenar un nuevo campo de estudio sobre una
actividad humana de alta importancia como lo iba a ser la programación de computadores. Era la época en
la que apenas se estaba diseñando el protocolo tcp/ip que por todos es sabido cambió la forma de vivir de
las personas al ser adoptado para el Internet.
En un artículo anterior que llamé “Monumento al programador desconocido” le hacía un homenaje a estos
profesionales que de manera silenciosa han vendido influyendo en la calidad de vida de las personas hasta
tal punto que en el documento que propone la estrategia sobre el software para el 2015 de los EEUU se le
considera un producto de seguridad nacional.
En el software libre esta actividad humana se hace presente de manera muy especial liderada por miles de
programadores que han decidido influir en la generación de estándares, a tal punto de crear de manera
comunitaria una Ingeniería de software consistente. Este tema fue el que escogí para la conferencia en el
Salón de informática de Acis en el 2007 cuyo tema central era la Ingeniería de software y en la enfatizaba
sobre una diferencia entre los desarrollos propietarios y los libres en el sentido que aquellos nacen por las
necesidades del cliente mientras que en el software libre nacen de las “necesidades” del programador ,
Este origen, de característica libre, marcará un elemento clave en la calidad de los resultados.
Weimberg cuenta sobre un experimento llamado “Disonancia cognitiva” en el cual le piden a dos grupos de
personas defender una idea sobre la cual cada grupo tiene un rechazo comprobado. A un grupo se le ofrece
dinero por hacerlo y al otro no. Los resultados del experimento muestran cómo, el grupo que recibe dinero
difícilmente logra producir resultados “satisfactorio”. Esto, debido a la mediación de aspectos éticos y de
principios en el desarrollo de la tarea encomendada que imposibilitan la defensa de ideas contrarias a sus
propias convicciones.
En cambio el grupo que hace el trabajo sin recibir dinero acepta el reto como una actividad intelectual que
no juega contra aspectos morales sino que la convierte en un reto a su capacidad creativa logrando
producir resultados “satisfactorios”.
Lo anterior, dice Weimberg, demuestra que la libertad juega un papel preponderante en la psicología de las
personas para determinar la actitud con la que acoge un trabajo, influyendo positívamente sobre los
resultados, en este caso la programación de computadores.
En otro episodio de su libro cuenta sobre algo sucedido en una Universidad en la cual se había creado un
servicio de tutorías orientado a ayudarle a los estudiantes a resolver los problemas de programación. Sin
embargo, el flujo de estudiantes solicitando el servicio no era el esperado, pero si se hacía evidente la
conglomeración en el recinto así como y el ruido alrededor de las máquinas dispensadoras de bebidas y
comestibles. Las directivas decidieron entonces quitar las máquinas dispensadoras para que los estudiantes
hicieran colas ordenadas para utilizar los servicios ofrecidos.
Sucedió entonces que el sitio comenzó a tener largas e interminables colas con tiempos de respuestas muy
largos como para calificar de eficiente el trabajo de consultoría que se debía desarrollar. Eso si, se solucionó
el problema del ruido y de la congestión.
El estudio de este fenómeno demostró que cuando los estudiantes se conglomeraban en aparente desorden
, se creaban vínculos y relaciones interpersonales que permitían compartir sus problemas y resolverlos
entre ellos mismos. A eso hoy en día se les llaman comunidades virtuales y es tal vez uno de los mayores
aportes que ha hecho el software libre al evidenciar esta característica de las relaciones humanas a través
de tema de interés común.
El libro muestra muchos aspectos interesantes como el caso de la ego programación que puede influir en el
código fuente producido, tanto, que el mismo problema puede ser resuelto de diversas maneras
dependiendo de fuertes aspectos psicológicos y de personalidad. Casi como para decir “déjame ver tu
código y te diré quien eres”. Pero, al mismo tiempo dificulta el análisis crítico de los programas que pueden
herir suceptibilidades de los programadores que identifican su obra como parte de su ego.
Son muchos los temas tratado en este libro que si bien fue escrito hace más de treinta años es una de las
referencias de Erik Raymond en el libro Desarrollo Bazar y desarrollo Catedral en el cual explica el
fenómeno de estas comunidades que conforman el software libre. Esto convierten al Sr Weimberg en un
“vidente” que fue capaz de percibir desde tanto tiempo atrás la importancia de quienes desarrollan los
programas de computador.