El Renacimiento que no fue - Editorial Quebracho Prensa Nacional

Anuncio
El Renacimiento que no fue - Editorial Quebracho Prensa
Nacional
Quebracho :: 18/12/2010
Diciembre 2010, Año 14, n° 70
Así deberíamos caracterizar los hechos de la Argentina reciente.
Hubo quiénes se apuraron a anunciar el desenlace de una gran
crisis que se había cobrado ya varios muertos, hubo quienes
rápidamente enterraron a los otros muertos y pretendieron con
el “propio” fundar el relato de una Argentina que se viene. Pero,
con respeto hacia los muertos, debemos decir que los muertos
están bien enterrados por aquellos que los sobrevivieron. En
muchos compañeros penetró el relato oficial ante la evidencia
de lo que hasta entonces parecían no ver, y descubrieron un
kirchnerismo nutrido de pueblo y conteniendo los mismos anhelos y los mismos sueños que nosotros.
Muchos de esos compañeros que cuando señalábamos que en las filas kirchneristas (no por
kirchneristas) están nuestros compañeros no acordaban con esto. Fue para ellos más elocuente la
televisión y las imágenes que esta reproducía que las evidencias de la política. Muchos entendieron
que ésta fue la “bisagra histórica”, que la muerte (no la vida) de Néstor Kirchner provocó un
renacimiento de la política, del protagonismo juvenil, del sentimiento nuestroamericano, de la
posibilidad de una Argentina para todos. Entonces creemos que es importante señalar, por si
hicieran falta, algunas cuestiones para nosotros estructurantes de lo que podríamos llamar “el
modelo”. Básicamente la reproducción y enajenación de la riqueza nacional mediante el recurrente
pago de la deuda externa. “Desendeudamiento” será el término con que pretendan resignificar lo
que no es otra cosa que un hecho de dependencia y enajenación de la riqueza. No hay ningún poder
nacional que se anime a desempolvar del cajoneo parlamentario aquella sentencia judicial que
define a la deuda externa como ilegal e ilegítima. Anuncian esta medida como una gran proeza
nacional, y algunos la festejan. La depredación y el saqueo lejos de desacelerarse se van
profundizando y los exponentes más claros de estas políticas, gobernadores como Gioja o das Neves,
aparecen como prohombres de la Argentina que se viene. Aquella gira de hace meses por Cánada la
retrataba a Cristina sonriente con el dueño de la Barrick Gold, Peter Munk, garantizándole
previsibilidad en los negocios, daba cuenta de esto. Nuestra política exterior en manos de un agente
sionista como Timerman, arrincona a nuestro país entre el pequeño puñado de países que le hacen
de comparsa a los luctuosos llamados a la guerra contra Irán que proponen Israel y Estados Unidos.
Y peor, enterados, Wikileaks mediante, operando para “contener” a Evo por pedido de la embajadora
yanqui. Entonces lo estructural es el saqueo y la depredación, es la producción de una nueva
burguesía amical expresada por bandidos como Jaime o Britos, es la política exterior “operada por
Estados Unidos”. En otra dimensión encontramos aquello del modelo que enamora a muchos
compañeros y esconde también la dimensión estructural de saqueo y depredación. Está la
construcción de un relato oficial histórico que eslabona y vuelve a enhebrar en una misma lógica las
luchas de la independencia, de Vuelta de Obligado, de las montoneras, de la resistencia, con las
luchas actuales. Que vuelve a imponer la mística militante, la épica de la política. La que no duda a
la hora de identificar los enemigos de la nación (aunque se olvida de sus propios socios), que asoma
con un discurso nuestroamericano (solamente eclipsado cuando nos enteramos que el gobierno ha
operado contra Evo o caemos en cuenta de nuestras estrechas relaciones comerciales y en materia
de seguridad interior con Israel), que invita y convoca a protagonizar la historia. Justamente en
comprender que no todo es estructura está la clave para poder explicarnos la Argentina que vivimos.
Por eso, quienes anclados en miradas que nunca alcanzaron a poder explicar Nuestramérica, no
lahaine.org :: 1
podrán comprender la realidad por más esfuerzos que hagan, y verán en el kirchnerismo más
neoliberalismo, continuidad intocada, como si la historia se cristalizara. Y mucho menos podrán
comprender a aquellos millones que verdaderamente creen en este gobierno, y los sentirán como
enemigos. Claro que no es lo mismo el relato neoliberal individualista y promiscuo que las nuevas
lógicas que se vinieron amasando desde el combate contra ese mismo neoliberalismo, muchas de las
cuales son expresadas hoy por el relato oficial. Es claro que eso expresa un nivel de acumulación y
es claro que estas situaciones, en nuestro entender, siempre son generadas por la puja, la tensión, la
lucha popular contra un estado inevitablemente productor de exclusión. A poco tiempo del asesinato
de Mariano Ferreyra volvieron a asesinar compañeros en Formosa, los 6000 chicos de Misiones
siguen con su cuadro de desnutrición que tanto molestó cuando el gobernador lo “alcahueteó” y más
muertos en los desalojos de toma de tierras; la juventud sigue interpelada por la política y en una u
otra plataforma, saludablemente, viene a ocupar como desde hace tiempo su lugar; el “negro”
Martino sigue su huelga de hambre para la libertad, preso desde hace medio año por recomendación
del poder más oscuro de la Argentina; algunos degenerados son juzgados y otros nunca lo serán, los
militantes populares seguimos padeciendo condenas y persecuciones; los Scioli y los Reutemann que
expresan lo que todos sabemos siguen siendo actores importantes, incluso de la construcción del
nuevo kirchnerismo. Así están las cosas. En tensión. Como siempre, mejor o peor que antes o que
hace un tiempo. Lo que ningún militante popular se debe permitir, es dejar de luchar, dejar de
militar contra los poderes más oscuros, contra los males más arraigados, contra la entrega y el
saqueo de la riqueza de todos. Lo que no podemos permitirnos, en la clave que sea que podamos ver
al kirchnerismo, es aplaudir entrega, aplaudir relaciones carnales, aplaudir desidia (como con
Malvinas). No podemos aplaudir la pobreza que sigue existiendo y la desocupación. No podemos
saludar como victoria los subsidios al desempleo o los planes trabajar o las cooperativas que
ficcionan el trabajo genuino. Tiene que quedar claro que eso no alcanza a resolver los problemas
nacionales. El enemigo seguirá siendo para ellos, para nosotros, para la patria, el saqueo, los
grandes grupos monopólicos que lo perpetran, los que a conciencia lo facilitan, los poderes
concentrados de la política y la economía. La posibilidad de superar esta situación, derrotar a ese
enemigo, como siempre está en el poder popular organizado, que hoy pareciera estár lejos de
constituirse en una alternativa a las formas tradicionales de la política que tanto la oposición como
el oficialismo desarrollan desde las prácticas partidistas proscriptivas. La izquierda, llamada
izquierda, mientras habla de la unidad se caga a palos entre sí por ver quién va adelante en una
marcha, que bandera se ve más. Unos con sus prácticas disolventes casi nihilistas entusiasmados por
lograr esta vez quizá un cuatro por ciento en las elecciones, otros ante la falta de capacidad propia,
y por las dudas de no “quedarse afuera”, corren a acordar acuerdos poco explicables. Nosotros
seguiremos quedándonos afuera, expectantes a la convocatoria de un adentro que sea de dignidad y
soberanía, intentando construir ese adentro y mirando a los otros con la humildad suficiente que nos
permita entenderlos como compañeros, porque entre las grandes taras que padecemos las
organizaciones populares está la más grande de todas que es la imposibilidad de identificarnos como
iguales porque transitamos caminos distintos. Desde ya, aquí seguiremos aportando con todo
nuestro esfuerzo para encontrar o construir ese camino. Más artículos de Prensa Nacional diciembre
2010 en http://quebracho.org.ar/inicio/
_______________
http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/el-renacimiento-que-no-fue
lahaine.org :: 2
Descargar