LOS INCAS Corporación Cultural Colegio Alemán Area de Español y Literatura

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LOS INCAS
Corporación Cultural Colegio Alemán
Area de Español y Literatura
Noveno Grado B
Barranquilla, 31 de noviembre del 2000
Acontecer histórico y cultural de la América Aborigen
Cuando los españoles llegaron a América los indígenas, ocupaban la mayoría del continente americano, desde
las regiones subárticas, hasta el confín austral (más al sur de Tierra del Fuego).
En ese tiempo la población indígena era mas o menos el 8% de la población mundial, la cual era entre 500 y
545 millones de habitantes, por lo tanto la población indígena rondaba entre los 25 a 30 millones de
habitantes. Según los historiadores, el origen del hombre americano se remonta hacia el fin del pleistoceno.
Pese a todas las especulaciones históricas y míticas, se da por descontado que los pueblos que constituyen la
base étnica americana tienen tres orígenes distintos: asiáticos, ingresados por el estrecho de Bering;
polinésicos, que penetraron por las costas del Pacifico y melanésicos, que utilizaron la Antártida transitable
como tierra de paso para entrar en América por Tierra del Fuego y regiones adyacentes.
Las lenguas que hablaban los indígenas de esa época, estaban emparentadas con lenguas melanesias y
australianas, lenguas polinésicas y lenguas asiáticas antiguas. El orden sociocultural del hombre americano era
también muy complejo, pues cuando los españoles llegaron a América existían todos los niveles culturales
verificados en el Viejo Mundo:
• Sociedades ganaderas o pastoriles: nunca tuvieron un desarrollo importante entre los aborígenes
americanos.
• Sociedades recolectoras de alimentos para subsistencia: en este aspecto, se advierten todos los matices
posibles (recolectores puros, cazadores, pescadores, agricultores incipientes, agricultores aldeanos y
alfareros).
• Sociedades agricultoras con regadíos: estas sociedades fueron las que desarrollaron las autenticas altas
culturas (maya, azteca, inca) que originaron grandes civilizaciones urbanas. A la par que el desarrollo
urbano, estas sociedades frecuentaron la domesticación de animales, la metalurgia, la arquitectura y
muestran un notable desarrollo de la religión.
Los principales grupos indígenas en América fueron: Mayas, Incas y Aztecas. Los Incas se ubicaban desde el
sur de Colombia, por Ecuador, Perú y Bolivia, y al norte de Argentina y el norte y centro de Chile. De esta
civilización se destaca la arquitectura (la ciudad de Cuzco, con el Coricancha y la fortaleza de Sacsahuamán).
El imperio Maya (una de las mas altas civilizaciones de la América prehispánica), comprende el sureste de
México, Yucatán y Guatemala, desde comienzos de la era cristiana hasta el siglo XVI. Este imperio se
destacaba por sus conocimientos de las matemáticas y astronomía. También se destacan por la lengua maya,
del grupo maya−quiché, familia maya−zoque, esta fue una de las mas importantes lenguas de civilización de
la América precolombiana.
Los Aztecas se ubicaban en el valle de México en el siglo XII. Este grupo indígena domino esta zona cultural
y políticamente durante el siglo XV. Los aztecas sobresalieron por su compleja organización política, militar y
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religiosa.
Culturas Vitales
Durante varios siglos los indígenas no tuvieron participación activa en las decisiones y cambios del país. Sus
tribus y culturas fueron arrasadas. Hoy día, aunque de una manera lenta, han logrado convertirse en parta
activa de los procesos y cambios políticos, económicos, culturales y sociales que ocurren en el país.
El desconocimiento de las culturas indígenas genera una falsa visión de los indios. Es decir, en la opinión de
la mayoría de los colombianos el indígena es un individuo semisalvaje, analfabeto y retrasado. Si
conociéramos más a los habitantes de nuestro país, podríamos entender como las culturas indígenas poseen
idiomas tan complejos y funcionales como el nuestro; cómo establecen un equilibrio entre el medio ambiente
y su desarrollo cotidiano; cómo educan a sus niños y jóvenes bajo preceptos éticos y morales que, aunque
muy distintos de los nuestros, reflejan su idiosincrasia y particular manera de ser.
Los Incas
Indumentaria
El vestido de un hombre del pueblo era sencillo y nada ostentoso. Consistía en una especie de poncho, muy
parecido a un camisón victoriano de dormir, a esta prenda se le llamaba onka y generalmente se tejía de lana
de alpaca. Usaban también una capa de lana (yacolla) que se echaban sobre los hombros en la noche o cuando
los días eran fríos. Esta prenda es bien conocida pues fue dibujada por un artista nativo de la época de la
conquista.
El complemento de su vestido era el taparrabo o faja que se pasaba por entre las piernas y los dos extremos se
mantenían en su lugar por medio un colorido cinturón de lana, el chumpi. Se lo ponían al llegar a los 14 años
de edad. Entre los hombre de baja categoría, el convertirse en hombres con todos los deberes, simplemente se
verificaba con ponerse el taparrabo. Entre los hombres de rango superior, el wara cicoy, o sea el ceñirse el
taparrabo, era un símbolo de virilidad y se le rodeaba de pintorescas ceremonias.
Esa indumentaria, compuesta de taparrabo, túnica y capa rústica, era todo lo que tenía el indio para cubrirse en
el frío clima andino. Para cada ocasión había una vestimenta apropiada, incluso en el corte y arreglo del
cabello. Se usaban diferentes accesorios como peinecillos hechos con espinas o de madera, listones de
algodón, orejeras de cobre, oro, o concha, y alfileres de cobre, plata y oro.
Arquitectura
La arquitectura incaica era de piedra, de carácter monumental y de gran belleza y originalidad. Es admirable
como lograron construir edificios constituidos por piedras de 50 toneladas, sin aún conocer la polea, el
ejemplo principal es el templo de Coricancha en Cuzco. Las ruinas del Machu Pichu son uno de los más
hermosos testimonios de esta maestría.
Los edificios monumentales incaicos impresionan por su simplicidad y belleza. Sin conocer aún la columna,
el arco, ni la falsa bóveda, sus logros arquitectónicos superan a las de otras civilizaciones adelantadas de
América.
Los conocimientos de ingeniería permitieron a los incas construir acueductos y canales de riego artificial,
grandes carreteras y grandes puentes colgantes. Una de sus más admirables construcciones son las terrazas,
escalones tallados en la montaña para utilizarlos como tierra cultivable.
Aspecto
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• Hombres:
Eran de mediana estatura, tenían manos grandes con muñecas angostas, pecho desproporcionadamente amplio
(adaptado para respirar en las grandes alturas), piernas bien desarrolladas y pies anchos. Tienen la cabeza
amplia, pómulos salientes y larga nariz aquilina; sus ojos son pequeños y almendrados. Éstos tienen una
inclinación mongólica, producida por un pliegue epicántico sobre los ojos.
• Mujeres:
Son más pequeñas y de físico más delicado, sin embargo son capaces de hacer arduos esfuerzos físicos.
Artes
Los incas practicaban diferentes tipos de actividades, entre otras se daba mucho el juego con la cerámica.
Ellos practicaron un estilo muy sencillo, funcional y de poca decoración. Los trabajos más comunes que se
veían con este tipo de material eran los aríbalos o vasos para transportar líquidos. Otro tipo de actividad, que
los incas trabajaban muy bien era el tejido, los incas lograron una maestría difícilmente equiparable.
Conocían el telar y desarrollaban una buena industria hasta aproximarse a una abundante producción.
Trabajaban en grandes talleres parecidos a fabricas modernas, ahí trabajaban con lana de vicuña y algodón.
La orfebrería es una habilidad propia de ellos, para los trabajos en oro y plata, metales que tenían para ellos un
valor netamente estético. Se puede decir que los trabajos con plumas fueron los más importantes para los
incas.
Organización Económica
La base económica del imperio era la agricultura. La tierra se dividía en tres categorías, cuyos productos
correspondían al Gran Inca, a los sacerdotes y al pueblo, pero su propiedad correspondía íntegramente al
estado, es decir, al inca.
La ganadería incaica era un elemento básico en la economía del imperio, y, al igual que la tierra los rebaños
eran propiedad del estado y estaban divididos en tres categorías. Cada comunidad poseía un cierto número de
animales, pertenecientes a cada categoría, que debía cuidar y atender y cuyos productos debía entregar al
estado en su totalidad. Los únicos animales domésticos eran: la llama, el guanaco, la alpaca y la vicuña.
La llama se aprovechaba por su lana y como animal de carga; y las vicuñas y alpacas proporcionaban las
finísimas lanas que se destinaban a las bellas telas del inca y su séquito.
Organización Social
La base de la sociedad incaica era el ayllu, un tipo de grupo constituido por varias familias extendidas, unidas
entre si por un cierto grado de parentesco, que vivían todas juntas en un área bastante restringida y compartían
la tierra, los animales y sus productos. La propiedad y el trabajo eran colectivos y solamente ciertos bienes
muy personales, como el ajuar doméstico, vestidos y algunos utensilios, tenían carácter privado. Los ayllus
estaban dirigidos por un jefe colectivo (mallcu) que era aconsejado por un grupo de ancianos (amautas).
Varios ayllus constituían un distrito, dirigido por un administrador; varios distritos formaban una provincia;
varias provincias constituían una de las cuatro partes (suyo) del imperio (Tahuantinsuyo); el jefe de un suyo
(apo) era responsable únicamente ante el inca.
Para la organización del trabajo y para el pago del impuesto en servicio (mita), el pueblo estaba dividido en
grupos de diez puries (hombres adultos capacitados para el trabajo), estos grupos estaban dirigidos por un
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camayoc; diez de estos grupos (100 hombres) eran guiados por un pachaca−curaca; diez grupos de 100
hombres formaban el orden superior, dirigido por un caraca; el orden máximo de esta jerarquía lo constituía
el grupo de 10000 hombres −una tribu− con su jefe, el honocuraca. Esta organización resultaba muy eficaz
para la satisfacción de la mita, el sistema de impuestos incaico basado en la prestación de trabajo personal.
Esta prestación adoptaba la forma de trabajo en los campos del inca y los sacerdotes, pero, además cada puric
debía trabajar unos cuantos días al año en las minas, en las obras públicas (construcción de rutas, puentes,
calzadas, fortalezas), como porteadores, etc. Existían otros oficios especializados (alfareros, tejedores,
pastores de llamas), cuya prestación se centraba únicamente en las obras públicas. En caso de guerra,
cualquier hombre estaba obligado a participar en ella. Solo los curacas, la clase noble, se libraba de la mita.
Organización Política
El imperio se encontraba organizado piramidalmente, a la cabeza del cual se hallaba el Gran Inca, este tenía el
poder absoluto. El soberano al acceder al poder, renunciaba a su familia y fundaba su propio linaje, cuyos
descendientes, posteriormente, se integraban a la aristocracia imperial, constituida , a su vez, por los
descendientes de antiguos jefes de tribus y de pueblos vecinos al imperio y por los curacas (los cargos de la
aristocracia eran hereditarios). El inca solía casarse con la hija de algún jefe tribal vecino, pero cuando el
imperio alcanzó su máximo esplendor el inca solo admitió como esposa una mujer de su propia sangre, o sea
hermana; con todo, el inca y la nobleza eran polígamos. El inca seleccionaba las muchachas más bonitas de
todos los ayllus para sus harenes; las no escogida eran ofrecidas como vírgenes del sol, y estaban al servicio
de los templos o eran la recompensa de algunos curacas. Al no haber ley sucesoria, la muerte del inca era un
verdadero caos hasta que no fuera impuesto uno de los aspirantes; pero, normalmente, el soberano elegía su
sucesor entre los hijos habidos con la coya (emperatriz). Los hijos de las concubinas formaban un nuevo ayllu
de estirpe real y los mejor dotados alcanzaban altos puestos civiles, militares o sacerdotales. El inca vivía en
Cuzco, en un gran palacio, y en sus viajes era transportado en litera, llevada a hombros por curacas. En las
ceremonias, su persona era objeto de la misma veneración que un dios. A su muerte era momificado y la
momia conservada en el Coricancha (el templo del Sol en Cuzco), y exhibida en la gran plaza de la ciudad en
las más solemnes ceremonias.
Religión
Consistía en una serie de creencias animistas, fetichismo, culto a la naturaleza y ceremonias mágicas. En la
teología inca, el dios supremo era Viracocha, el cual era el creador del universo y dios civilizador que enseñó
a los hombres el cultivo de la tierra, la alfarería, el tejido y las artes. Viracocha adoptó un papel predominante
en tiempos del emperador Pachacuti y fue objeto de los más hermosos poemas, himnos y oraciones incas que
se conocen actualmente. No obstante, la piedad del pueblo se dirigía a la veneración de un considerable
número de fetiches (huacas), cuyo carácter sagrado provenía, generalmente, de haber estado en contacto con
el inca, o por relacionarse con los antepasados del ayllu o con sus momias. El culto al Sol (Inti) era
fundamental en la religión incaica, pues se le consideraba el fundador de la dinastía ; su adoración iba pareja a
la tributada al inca. El Sol era representado por una esfera de oro macizo, y a él estaban dedicados los mejores
templos de Perú. Junto a Inti, eran venerados Mamaquilla, la Luna, e Ilapa, dios del rayo y la lluvia.
Lengua
Los incas no tenían lengua original solo dialectos nativos, así que adoptaron el quechua como idioma oficial y
lo impusieron obligatoriamente en todo el imperio inca. Esta lengua se hablaba en regiones que , por sus
orígenes, debían hablar otras lenguas. Actualmente, esta lengua la habla, con algunas diferencias, la mayor
parte de la población indígena del Ecuador, Perú, Colombia norte de Chile y norte de Argentina.
Literatura
Los incas no tenían más sistema de escritura que los quipus, hilos de diversos colores anudados de diversas
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formas. Y a pesar de que el sistema era suficiente para llevar concienzudamente la monstruosa contabilidad
del imperio, no parece que haya sido para expresar las ideas más abstractas.
Lo que se conserva de la literatura incaica, es , por lo tanto, de tradición oral. Y los textos que se han
conservado, existen por lo que copiaban los españoles de los indígenas. Lo más importante en literatura
incaica, aparte de algunos poemas de gran belleza, es una obra de teatro llamada Ollantay, cuya estructura
dramática es una muestra del arraigo que este tipo de obras tuvo entre los incas.
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