44_16 de junio de 2014 - José De Echave.pdf

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Publicado: Diario La Primera
Fecha: 17 de junio de 2014
Escribe: José De Echave
HAY QUE DEFENDER EL MINISTERIO DEL AMBIENTE
Los pronunciamientos son cada vez más audaces. A los reclamos por los
supuestos excesos en los trámites que enfrentan los inversionistas,
voceros empresariales y algunos editoriales de la prensa han comenzado a
mencionar que la culpa de todos los males la tienen algunos ministerios. El
Ministerio del Ambiente (MINAM) es uno de los blancos principales.
La queja es que antes los trámites eran más simples y que ahora se han incorporado entidades
como el MINAM, que los complejizan. Lamentablemente, algunos ministros repiten los mismos
argumentos: por ejemplo, para el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, “la creación del
MINAM, la consulta previa y la desagregación de responsabilidades ha sido un bache para las
inversiones” (Gestión del 14/05/2014).
El punto central de las críticas empresariales es la famosa “tramitología”. Según el ex presidente
de la CONFIEP, Ricardo Briceño, la “tramitología” se expresa, por ejemplo, en más de 180 normas
vinculadas a la minería, que se entrecruzan y crean confusión y desalientan las inversiones. Por lo
tanto, el objetivo es traerse abajo las precarias normas ambientales y sociales existentes y la
incipiente institucionalidad.
Los blancos han sido bien identificados: son el MINAM y varios de sus organismos adscritos, como
la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental, el Sistema Nacional de Certificación
Ambiental; también el Vice Ministerio de Interculturalidad; la consulta previa; el proceso de
descentralización, etc.
Los empresarios sienten que ha llegado el momento de lanzar la ofensiva. Perciben que en el
actual contexto de desaceleración de la economía, es el momento oportuno para hacer retroceder
al gobierno y traerse abajo o, por lo menos limitar, instituciones como el MINAM y las normas que
les incomoda: si no se puede desaparecer toda esa institucionalidad, por lo menos hay que
maniatarla y que quede simplemente para guardar las apariencias.
El gobierno sigue retrocediendo y acaba de anunciar un nuevo paquete de medidas para
precisamente destrabar las inversiones. Falso y peligroso dilema para un país entre regulaciones
ambientales e inversiones.
Defender la institucionalidad ambiental, significa defender el proyecto, todavía pendiente, de
construir una verdadera autoridad ambiental y no permitir que determinados grupos de interés
lleven al país a la época de la carreta.
Ver en: http://laprimeraperu.pe/columna/hay-que-defender-el-ministerio-del-ambiente/
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