Diagnóstico de la evaluación del Plan de Manejo del Área Natural Protegida Península Valdés (ANPPV). Por: Adrián Monjeau, Maricel Giaccardi y José Esaín Contenido 1. Consideraciones generales............................................................... 4 1.1 Visión ..................................................................................... 4 1.2 Edición/redacción/actualización .................................................... 4 1.3 Análisis del grado de cumplimiento de los objetivos del PM ..................... 5 1.4 Interacción entre gestores del área ................................................. 7 2. Consideraciones particulares ............................................................ 9 2.1 Caracterización y antecedentes ...................................................... 9 2.2 Aspectos económicos productivos.................................................... 9 2.3 Aspectos socio-culturales ............................................................. 9 2.4 Situación legal .......................................................................... 9 2.5 Equipamiento, infraestructura y personal de guardas ........................... 10 2.6 Estado de conservación y amenazas ................................................ 10 2.7 Actividades humanas: ................................................................. 10 2.8 Zonificación y categorías de manejo ............................................... 17 2.9 El Desempeño .......................................................................... 17 2.10 Otras ideas y recomendaciones no incluidas en los comentarios previos ..... 18 Anexo 1. Análisis del grado de implementación del Plan de Manejo de Península Valdés. ............................................................................. 19 Anexo 2.a. Informe especial sobre la situación de Puerto Pirámides y el Plan de Manejo del área protegida ............................ Error! Bookmark not defined. 1. Visión general ......................................... Error! Bookmark not defined. 2. Aspectos particulares ................................ Error! Bookmark not defined. 2.1 El cobro de la entrada. ............................ Error! Bookmark not defined. 2.2 Discusión bizantina entre la Intendencia y la Subsecretaría de Turismo y áreas protegidas. .......................................... Error! Bookmark not defined. 2.3 Falta de representatividad de Puerto Pirámides en la conformación del Directorio de la Administradora Península Valdés. ... Error! Bookmark not defined. 2.4 Limitaciones de la autonomía municipal. ....... Error! Bookmark not defined. 2.5 Contingencias ....................................... Error! Bookmark not defined. 2.6 Se discute la conveniencia o no de ser parte de un Patrimonio Natural de la Humanidad. .......................................... Error! Bookmark not defined. 2.7 La estacionalidad turística está condicionada a la temporada de ballenas. .................................................... Error! Bookmark not defined. 2.8 Hace falta regular la capacidad de carga turística de Pirámides y de la Península Valdés en su conjunto. ....................... Error! Bookmark not defined. 2.9 Resulta difícil aplicar regulaciones o restricciones a nivel local.Error! Bookmark not def 2.10 Servicios públicos. .................................. Error! Bookmark not defined. Anexo 2.b. Puerto Pirámides y su autonomía en el marco del área protegida Península Valdés: una comuna y su capacidad de desarrollo en un sector geográfico declarado área Natural Protegida.......... Error! Bookmark not defined. 1. Cronologia de leyes sobre municipios .............. Error! Bookmark not defined. 2. El Estado Federal Argentino y la Autonomia Municipal: Autonomia no es Soberanía. .................................................. Error! Bookmark not defined. 3. La Autonomía Municipal en la Provincia de Chubut.Error! Bookmark not defined. 4. Conclusiones ........................................... Error! Bookmark not defined. Anexo 3. La intervención administrativa. Una forma de control administrativo de tipo represivo sustitutivo. ............................ Error! Bookmark not defined. 1. La intervención y sus clases: la política y la administrativa.Error! Bookmark not defined. 2. La intervención administrativa. Sus requisitos. .. Error! Bookmark not defined. 3. La intervención administrativa. Requisitos. El caso de Chubut y las áreas naturales protegidas....................................... Error! Bookmark not defined. 4. Conclusiones. .......................................... Error! Bookmark not defined. Anexo 4. Conflicto sobre normas provinciales y municipales aplicables en la zona de El Doradillo. ...................................... Error! Bookmark not defined. 1. El conflicto en la aplicación de normas en el ámbito de Península de Valdés. ...................................................... Error! Bookmark not defined. 2. El principio de conservación en las áreas naturales.Error! Bookmark not defined. 3. Las áreas naturales municipales dentro de las áreas provinciales.Error! Bookmark not defi 4. El uso del suelo y las áreas naturales como partes del proceso de ordenamiento ambiental del territorio. ................ Error! Bookmark not defined. 5. El complemento desde los niveles inferiores, la maximización municipal y el piso provincial inderogable. ........................... Error! Bookmark not defined. 6. El problema de uso de suelo y la doble regulación en el caso del Municipio de Madryn para el Doradillo. ............................. Error! Bookmark not defined. 1. CONSIDERACIONES GENE RALES 1.1 Visión La visión actual de Península Valdés como “área protegida” es inconsistente o irrealista. Falta una visión a largo plazo derivada de la falta de definición sobre qué se quiere hacer PRIORITARIAMENTE en el ANPPV, si conservación, si aprovechamiento económico, si uso sustentable. A pesar de los lineamientos inspirados en la ley 4617, hoy la “identidad” de Península Valdés no es un área de conservación sino un área de aprovechamiento económico, un atractivo turístico, en donde la gestión de la Subsecretaría de Turismo y Áreas Protegidas se concentra (Isla de los Pájaros, Punta Norte, Caleta Valdés, Punta Delgada y Punta Pirámides) no operando en el resto del área protegida. Las visiones “de terreno” son muy diferentes y algunas en el eje antagónico producción-conservación. La visión del Plan de Manejo 2001 parece restarle importancia al hecho de que los argumentos de UNESCO-IUCN para calificar a la Península Valdés como Patrimonio Natural de la Humanidad son exclusivamente biológicos. Esta encrucijada entre metas es un problema inherentemente espacial y la solución pasa por una redefinición de las categorías de manejo claramente zonificadas y delimitadas. De otro modo se cae en una vaguedad conceptual que puede ser moldeada hacia un lado o hacia otro, de acuerdo a las presiones del momento. Incurrir en lo políticamente correcto a corto plazo pero yendo en desmedro de lo ecológicamente correcto en el largo plazo es un acto de irresponsabilidad y demagogia1. 1.2 Edición/redacción/actualización Si el Plan de Manejo es un producto de intenciones co-participativas tiene que tener un lenguaje mucho más claro, o al menos accesible al lector culto no especializado, una edición de estilo uniforme y sencillo, sin impostaciones profesionales ni misterios técnicos innecesarios. Tiene que ser sintético, con mapas, tablas, listados sintéticos de prioridades y arrojar herramientas claras para la toma de decisiones. 1 De Monjeau (2010) Conservation crossroads and the role of hierarchy in the desition-making process. Natureza & Conservacao 8:135-156. El Plan de Manejo tiene que generar Planes Operativos Anuales (POA) que expliciten claramente cómo se lograrán objetivos de conservación a partir de los programas y actividades programadas y con un presupuesto acordado para tal fin. Como la mayoría de los planes de manejo, éste está tecnológicamente desactualizado, es decir, es de la era pre-GIS, pre-sensores remotos y pre-online. Hoy en día mucha información relevante puede resumirse con una buena colección de mapas/imágenes satelitales con sus leyendas y lineamientos básicos que orienten la toma de decisiones. En este sentido, hay que proponer otro estilo de edición, más operativo. 1.3 Análisis del grado de cumplimiento de los objetivos del PM El plan de manejo de Península Valdés contiene 6 programas de manejo con 25 objetivos generales y 12 subprogramas con 121 objetivos particulares y acciones propuestas. Efectuamos un análisis del grado de cumplimiento calificando la implementación de los objetivos generales de Programa y de los objetivos particulares y acciones propuestas de los Subprogramas sometiéndolos a una valoración que va desde un grado de cumplimiento insatisfactorio (1), poco satisfactorio (2), medianamente satisfactorio (3), hasta satisfactorio (4). Dicha valoración surge de la comparación entre el escenario actual alcanzado y el escenario óptimo que se debería haber alcanzado luego de implementar cada objetivo. En el Anexo 1. Análisis del grado de implementación del Plan de Manejo de Península Valdés.presentamos un análisis detallado de la calificación de los programas y de los subprogramas y un detalle de los escenarios actuales alcanzados y el óptimo propuesto en cumplimiento del plan. Dicho trabajo surgió de un taller de trabajo conjunto con el personal de la Dirección General de Conservación de Áreas Protegidas y la Administradora. De los 25 objetivos generales de programa evaluados, el 44 % presenta un grado de implementación insatisfactorio, el 36 % poco satisfactorio, el 12 % medianamente satisfactorio y sólo el 8 % es satisfactorio (Gráfico 1). Este análisis nos muestra que prácticamente el 80 % de los objetivos no han sido cumplidos o su cumplimiento ha quedado en una intención inicial, pero no se ha llegado a ningún resultado concreto. Gráfico 1. Grado de cumplimiento de la implementación de la totalidad de los objetivos generales de programas (expresado en %). En cuanto a la implementación de los 121 objetivos particulares y acciones propuestas de los subprogramas, el 50,4 % es insatisfactoria y el 28,9 % poco satisfactoria (Gráfico 2), es decir que en forma consistente con el análisis del grado de cumplimiento de los objetivos generales de Programas, también el 79,3 % (cerca del 80 %) de los objetivos y acciones no se han implementado. Sólo el 14 % calificó como de implementación medianamente satisfactoria y el 6,6 % satisfactoria (Gráfico 2). Gráfico 2. Grado de cumplimiento de la implementación de la totalidad de los objetivos particulares y acciones de sub-programas (expresado en %). En conclusión, podemos indicar que a lo largo de estos 10 años de vigencia del Plan de Manejo la implementación del mismo ha sido lenta, desorganizada, asistemática y en pulsos ocasionales, respondiendo a intereses momentáneos más que a un trabajo planificado y continuo, mas allá de las definiciones políticas y los funcionarios de turno. Si bien es lógico reconocer la desactualización de un plan de manejo elaborado hace mas de 10 años, durante el análisis del cumplimiento del los objetivos tanto de los programas como de los subprogramas, es fácil predecir que el escenario actual habría cambiado si los objetivos se hubiesen cumplido. 1.4 Interacción entre gestores del área Las interacciones entre la Subsecretaría de Turismo y Áreas Protegidas con su Dirección General de Conservación (DGC) y la Administradora, dejan mucho que desear o, al menos, distan de un ideal. Hay falta de comunicación/coordinación entre la DGC y la Administradora. A pesar de que en el Estatuto de Creación de la Administradora 2 (Artículo 11 desde incisos “a” hasta “p” y Artículo 12 desde “a” hasta “o”) están explícitas sus finalidades y atribuciones y de que dicho Estatuto está subordinado a la Ley XX-18 (ex4722), no está claro en la práctica cotidiana qué responsabilidades competen a cada parte. Uno de los problemas que crea esta confusión está en la vaguedad del lenguaje utilizado, sobre todo en los verbos del Estatuto. Los verbos “dictar”, “liquidar”, “proveer” son claros y concretos, en cambio los verbos “proponer”, “coadyuvar”, “participar”, “contribuir”, “propiciar”, “propender”, sufren de vaguedad e imprecisión, ya que implica un cierto grado de grises en un comanejo entre la Administradora y la Autoridad de Aplicación cuyos límites internos no están explicitados. Estos grises son las especias en las que se guisan los malentendidos entre las partes. Tratemos de separar grises: Por un lado la autoridad de aplicación marca (o debería marcar) la política a seguir, y la Administradora debe implementar todas las acciones 2 Decreto 222 (2004) y gestiones administrativas especificadas en su estatuto, lo que excluye claramente las potestades que la propia ley de áreas protegidas le confiere a la autoridad de aplicación: generación de políticas, accionar de guardafaunas, fiscalización, cobro de multas, regulación de actividades. Por otro lado, la Administradora tiene la potestad de decidir sobre el 70% del presupuesto derivado del cobro de entradas al área protegida y su uso, a partir de decisiones tomadas por su Directorio (cuya presidencia, no obstante, es la autoridad de aplicación). El presidente del Directorio, representando a la autoridad de aplicación, puede vetar una decisión del Directorio de la Administradora. Sin embargo, esta capacidad de veto tiene un límite, ya que si el Directorio y el Consejo Asesor de la Administradora acordaran sobre una decisión en particular, la Subsecretaría no podría revocar dicha decisión. Esta salvedad, le confiere relevancia al Consejo Asesor en cuanto a la influencia que cuestiones técnicas puedan tener en la generación de políticas. La relación actual entre la Subsecretaría y la Intendencia de Puerto Pirámides es antagónica o al menos conflictiva en varios frentes que pueden resumirse en la negación del municipio y de sus habitantes a subordinarse a los objetivos de conservación del área protegida, a los controles que ese status implica y al reconocimiento de restricciones de la ley de creación del área protegida Península Valdés XXI-20 (ex 4722) en general. La ley de creación del municipio o Comisión de Fomento de Puerto Pirámides es clara al indicar la subordinación del municipio a los mandatos del Plan de Manejo del área protegida. No se “ve” buena coordinación entre las autoridades de aplicación que operan en el área en cuanto a cumplimiento de objetivos de conservación del área protegida. Ver al respecto el Anexo 2 (Error! Reference source not found.; Error! Reference source not found.). La mala interacción entre la Dirección General de Conservación y Áreas Protegidas (DGCAP) y otras dependencias del estado está causada en parte por el bajo nivel jerárquico de la DGCAP, que no puede hacer cumplir el Artículo 38 de la Ley 4617. Según la ley, el estado ha declarado espacios de su territorio a la conservación, de modo que las autoridades de aplicación de otras actividades deberían subordinarse a ese objetivo prioritario. De modo que más que buscar mecanismos o estrategias de coordinación, dichas entidades deben subordinarse a la autoridad de aplicación. Si bien esto está claro desde lo legal, resulta difícil llevarlo a cabo en la práctica. 2. CONSIDERACIONES PART I CULARES Las consideraciones particulares revisan los contenidos del Plan de Manejo, su problemática y las necesidades de modificación. Las mismas se desarrollan en los subtítulos que siguen. 2.1 Caracterización y antecedentes Es necesaria una actualización por parte de los especialistas temáticos y una revisión de estilo y registro de los textos, de modo de hacerlos entendibles para una amplia mayoría de lectores. 2.2 Aspectos económicos productivos Están completamente desactualizados. Es necesaria una actualización con una mirada comparativa que contemple el porcentual del producto bruto que corresponde a cada actividad productiva, analizando equitatividad (cómo se derrama esa ganancia en las gentes del lugar). 2.3 Aspectos socio-culturales El Plan de Manejo está sesgado en desmedro de las ciencias sociales, lo que se evidencia fácilmente en la composición del plantel profesional, las subdivisiones temáticas y la profundidad de abordaje de cada ítem. Es necesario separar en capítulos aparte el patrimonio natural del cultural (Ver más abajo que están separadas en 3.1 y 3.2) y probablemente también sea necesario separar aspectos sociales de aspectos culturales, ya que son problemáticas diferentes. Por ejemplo, el patrimonio arqueológico e histórico del área protegida no ha sido puesto debidamente en valor. 2.4 Situación legal Dada la importancia central de la situación legal, fue referida en las consideraciones generales (1.4) y analizada en un documento propio que se adjunta a este (Anexo XX). 2.5 Equipamiento, infraestructura y personal de guardas Es necesario actualizar esta información y probablemente proponer la contratación de más guardafaunas (e invertir en el equipamiento e infraestructura correspondiente) para la gestión eficiente del área protegida. Actualmente hay 13 guardafaunas y las autoridades estiman que hace falta un mínimo de 25 para garantizar la gestión. La incorporación de nuevos guardafaunas está prevista y se está avanzando en ello, pero el cuello de botella es la infraestructura necesaria para ello, que es una falencia en todas las áreas. 2.6 Estado de conservación y amenazas Es necesario realizar un abordaje detallado, cuantitativo y geo-referenciado del estado de conservación de flora, fauna, gea y patrimonios culturales, tomados como capas separadas y asignándole un valor de conservación. De este modo tendremos información separada en especialidades temáticas y agrupadas en un mapa de valor conservativo global. Lo mismo con las amenazas y los impactos, es necesario un abordaje cuantitativo y geo-referenciado, de modo de elucidar la superposición entre distintas presiones y objetivos de conservación. La combinación del estado de conservación con la presión sobre el mismo determina la prioridad de respuesta. Sobre los mapas anteriores, es necesario analizar de qué modo se superpone la gestión del área protegida con las áreas más problemáticas, adónde se concentran los esfuerzos. Estos resultados indicarán claramente cómo deben corregirse las prioridades de administración financiera para mejorar la efectividad de la gestión. 2.7 Actividades humanas: 2.7.1 Pesca El uso de los recursos pesqueros está regulado por la Secretaría de Pesca. El Plan de Manejo puede sugerir adonde se puede pescar y adonde no, pero no sugerir umbrales de sustentabilidad. Es necesario compatibilizar criterios entre autoridades de aplicación porque la actividad pesquera tiene consecuencias sobre los objetivos de conservación del área protegida, que incluyen los recursos costero-marinos. Pesca artesanal La pesca artesanal, con todas sus variantes, es una de las actividades humanas más típicas de la Península Valdés, al punto de que le confiere una identidad diferente al típico emblema “ballena”. El 90% de los pescadores tienen permisos de pesca, lo cual es un logro destacable. Si bien es una práctica pesquera de escala compatible con una reserva de categoría VI, no está exenta de problemas: Existen asentamientos ilegales en las playas del Golfo San José, con intrusión en propiedades privadas. Hay deficiencias sanitarias, en los controles de cupos y en la calidad de las embarcaciones. El cupo (21 habilitados) es más elevado del sugerido por los científicos (15). Los pescadores saben que con 30 embarcaciones el recurso colapsa. La manera de repartir el cupo entre las 21 embarcaciones puede llevar a que se sobrepase. También la falta de controles estrictos. La APA piensa que se está pescando mucho más que el cupo. Hay falta de representatividad por las asociaciones vigentes (APA). Falta de regulación comercial en desmedro de los pescadores. Falta de valor agregado de los productos. Los equipos son obsoletos o en mal estado. Hay problemas en la gestión de residuos. La invasión del alga Undaria causa problemas en la actividad. Otras actividades no permitidas como avistaje de ballenas encubiertos o avistaje de delfines o navegación sin permiso y control. Turismo clandestino. No hay control de Prefectura Naval Argentina (PNA) en el Golfo San José. Otras actividades pesqueras Incluyen pesca deportiva de costa, pesca deportiva embarcada, captación de semillas de bivalvos y “caza” submarina. La pesca industrial se prohíbe, pero ninguna parte del plan de manejo lo explicita. 2.7.2 Caza Regulada por la Dirección de Fauna. Está prohibido cazar en el área protegida, salvo los pobladores rurales, que pueden cazar una lista de especies de aves y mamíferos (autóctonos e introducidos) con un cupo establecido (folio 65). Esta incluye el guanaco y excluye el choique. En el Plan de Manejo existe una contradicción o al menos falta de claridad entre lo que se permite en el folio 65 y lo que se prohíbe en el capítulo IV, restricciones generales, folio 151. Se permita o no la caza controlada por cupos, el problema reside en la enorme dificultad de controlar la sustentabilidad de este uso, en el reclamo permanente por regular el guanaco, en la caza furtiva enmascarada y en la presión de los residentes de Pirámides por obtener permisos de caza como lo tienen los pobladores rurales. Es necesaria una regulación muy estricta de esta actividad, que al ser territorialmente muy extensa, necesitaría de una estrategia muy costosa si es llevada a cabo por los guardafaunas, o la firma de convenios de custodia muy “creativos”. También haría falta un censo permanente del estado de conservación de los recursos cinegéticos. Aunque los guanacos no respetan los alambrados, deberían establecerse amplias zonas de veda dentro de la península. Estas zonas hoy solo existen en dos campos privados abocados a la conservación. 2.7.3 Ganadería La extensión de la actividad ganadera es enorme y ocupa toda el área protegida excepto dos campos y el delgado sector costero, incluyendo la caleta Valdés y sus islotes. La ganadería ovina es una actividad tradicional, centenaria, de la Patagonia. Para “bien o para mal”, es indudablemente parte de la cultura, de la identidad patagónica y de la historia de la colonización humana. No obstante, desde el punto de vista de la conservación de la matriz de hábitat del área protegida, va en desmedro de sus principales objetivos. El principal problema directo es la pérdida de calidad de hábitat de alimentación por pastoreo ovino, lo que conlleva pérdida de diversidad biológica y disminución del número poblacional de numerosas especies nativas. Otro problema directo es la fragmentación de hábitat debido a los alambrados, impidiendo el flujo genético entre elementos de la fauna y aumentando la efectividad de las aves predadoras que se perchan en ellos. El principal problema indirecto es la persecución de la fauna por parte de los pobladores rurales (cacería y envenenamiento). El guanaco, el zorro y el puma son enemigos de la ganadería y no objetos de conservación. Los peludos y otros elementos de la fauna son cazados como parte muy establecida de la cultura ganadera local. Lo mismo podríamos decir de la presencia de perros, que son inseparables de la cultura ganadera. Resulta muy difícil cumplir objetivos de conservación en áreas ganaderas, sobre todo por la fuerte legislación vigente en propiedades privadas. Que puedan cumplirse o no objetivos de conservación de la biodiversidad terrestre depende casi exclusivamente de la aceptación o rechazo que los propietarios de campos tengan hacia la conservación y de cómo el Estado pueda negociar, a través de la Resolución 070, acuerdos de coexistencia entre los intereses privados y los del área protegida. De lo lograrse estos acuerdos el nuevo plan de manejo no podrá garantizar a la UNESCO la viabilidad ecosistémica del 98% del área protegida. 2.7.4 Turismo Otra de las identidades del área protegida es el turismo, cuyo indudable “icono Walt Disney” es la ballena, o más, precisamente, la cola de la ballena. El avistaje de ballenas empuja a todo el turismo provincial con más fuerza que la marca “Península Valdés” o “Patrimonio Natural de la Humanidad”. Esta última distinción poca gente la conoce, mientras que todo el mundo identifica al área protegida con la ballena. Esta peculiaridad de la actividad turística tiene aspectos buenos y malos. Lo más destacable en cuanto a aspectos positivos es que el avistaje de ballenas está muy bien regulado (tal vez sea el único objetivo del plan de manejo gestionado por completo). Aspectos negativos hay varios: La hegemonía del turismo de ballenas impide la realización de otras actividades acuáticas durante la temporada de ballenas, ya que no se puede navegar, salvo los 6 concesionarios balleneros. Se convirtió en turismo masivo, con colectivos que llegan a Pirámides llenos de gente acotada en horarios, concentrados en la primera o la segunda bajada y que poco dejan para la economía local. Produce una concentración temporal del turismo en el área, generando dos corrientes muy marcadas de turismo: el estival o playa y el invernal o ballenas Las condiciones climáticas o de luz, condicionan la oferta y la demanda del flujo de turismo de ballenas, provocando picos y valles indeseables para un mejor aprovechamiento económico local y para el disfrute del visitante. Es necesario trabajar en liberar a Península Valdés del cerrojo “ballena” como ícono que encandila las múltiples atracciones del área. Hay que diversificar actividades a todas las gamas del turismo en todas las estaciones del año, sobre todo ecoturismo y turismo de aventura, para los cuales el área protegida ofrece condiciones excepcionales. 2.7.5 Filmación y fotos comerciales Esta actividad se encuentra bien regulada y no presenta grandes problemas. Hay que estudiar en detalle el avistaje y filmación de orcas desde la playa, sobre todo en campos privados. Aparentemente hay un buen acuerdo de cooperación entre La Ernestina y los guardafaunas. 2.7.6 Rutas, caminos, tránsito vehicular Se definen tres tipos de caminos: el asfaltado, el enripiado y el de acceso rural. El asfaltado es el que mayor influencia tiene en la cantidad de visitantes, el enripiado es causa de numerosos accidentes y son cada vez más anchos, el de acceso rural es el de mayor extensión lineal y es vía de acceso a cualquier punto de la península, lo que hace prácticamente imposible su monitoreo. Hay atropello de especies de fauna silvestre. 2.7.7 Minería Está prohibida, aunque Vialidad reclama el uso de áridos de la Península para el mantenimiento de los caminos y tiene canteras. La justificación del uso de canteras en el área protegida es económica, no conservacionista. Hay que trabajar en una solución razonable entre ambos puntos de vista. No parece lógico pretender que Vialidad, para mantener los caminos internos de la Península, deba extraer los áridos fuera del área protegida, ya que es una distancia considerable. No obstante este argumento, tampoco es lógico que lo hagan en cualquier parte. Deben determinarse áreas de préstamos en sitios de bajo impacto y esta actividad debe reglamentarse, subordinada a los objetivos del área protegida. En el caso de la extracción de sal, manejada por Minas, debe estudiarse su impacto y regular la actividad priorizando los objetivos del área protegida. 2.7.8 Actividades navales No están permitidas salvo las de control. 2.7.9 Investigación Es una actividad muy importante ya que es el laboratorio del CENPAT y la UNPSJB. No obstante esto, los temas de investigación responden a los intereses particulares de los investigadores y no necesariamente a las prioridades de generación de conocimientos científicos que ayuden a la toma de decisiones de manejo en el área. Este no es un problema de los científicos, sino generado porque nunca se les ha solicitado ni incentivado en esa dirección. Por lo tanto, es necesario establecer un listado de prioridades y enmarcarlos en un convenio entre las principales instituciones de investigación. La Provincia podría elevar a CONICET, a las universidades y a otros centros de generación de conocimientos científicos y técnicos, un listado de áreas de investigación prioritarias para la conservación de su patrimonio natural. Sería interesante vehiculizar fondos de contraparte de la Administradora o de fuentes externas para estimular que algunos proyectos científicos de interés se conviertan en herramientas de manejo concretas. La depredación científica no es un tema menor y debe regularse, ya que el científico es un cazador muy especializado. 2.7.10 Monitoreo Es necesario implementar un sistema de monitoreo realista que se concentre en medir indicadores de estado de conservación y amenazas en toda el área protegida, con la intervención de todas las autoridades de aplicación que tienen competencia en el manejo de los recursos (pesca, fauna, suelos, ganadería). Hoy por hoy, la gestión del área protegida se ocupa de otros temas, casi exclusivamente al control de contingentes turísticos en unas pocas hectáreas y a la interpretación ambiental y educación por personal no siempre capacitado. Es importante pensar en el uso de tecnología remota para el monitoreo online diario de incendios. Este es un impacto muy frecuente y de alta intensidad. En general, hay que pensar en un sistema con cuatro componentes: fauna, vegetación, sitios arqueológicos y contingencias. Hay que asignar mayor tiempo, personal y presupuesto a tareas de recorrido y monitoreo por toda el área protegida. 2.7.11 Educación, extensión, interpretación, comunicación Más allá del buen centro de interpretación del Istmo, en el interior del área protegida las extraordinarias oportunidades de educación ambiental se encuentran sub-aprovechadas. El área comunicacional debería seguir trabajando activamente en “matar a la ballena”. Habría que generar los guiones y armado de los centros de visitantes de Punta Norte e Isla de los Pájaros. 2.7.12 Asentamientos humanos En cuanto a los objetivos de conservación del área protegida, Puerto Pirámides es el “Guantánamo de la Península Valdés3”. Los acuerdos con el municipio y -aparte- con los pobladores, es el tema más caliente de la gestión. Las perspectivas de crecimiento desmesurado de la comuna son contrarias a una visión de armonía urbana sustentable dentro de un patrimonio natural de la humanidad. La solución es política, no técnica. 3 Hemos tomado esta metáfora de Peke Sosa. Hay otros problemas menos graves, porque implican soluciones técnicas, como la gestión del agua y de los residuos. La mala relación anteriormente descripta entre la actual intendencia de Pirámides y la autoridad de aplicación del área protegida responde a cuestiones políticas que pueden variar en el tiempo, pero cualquiera de estos desacuerdos, pasajeros o no, se ven agravados por la falta de presencia de la DGCAP, que pocas veces se ocupa de informar y concienciar a la población local y a los visitantes. Los asentamientos ilegales en varias playas de la Península es otro tema de creciente gravedad debido a su escenario tendencial. Es tierra de nadie y cualquiera se mete a construir una vivienda, salvo que otros pobladores lo impidan. Si no se interviene fuertemente en regular estos asentamientos, en el futuro se creará un problema enorme para la conservación. No se le puede ir de las manos al gobierno este problema que hoy es pequeño. La presencia humana no regulada es un impacto multivariado en un área protegida. Una amenaza creciente en contra de los objetivos de conservación de la Península Valdés es el crecimiento demográfico de Puerto Madryn y su expansión hacia el norte. El ejido municipal se superpone al área protegida en El Doradillo hasta El Desempeño. Existe una fuerte presión de los lobbies inmobiliarios para lotear este sector. Se están vendiendo partes de campos ganaderos con el propósito de crear nuevos loteos. Ver Anexo 3. 2.8 Zonificación y categorías de manejo Buena parte de la solución a los problemas del área protegida pasa por redefinir el estado de conservación y su distribución, re-zonificar en consecuencia y en utilizar múltiples categorías (Ia, Ib, II, III-VI de la IUCN) con sus normativas claramente establecidas y bien delimitadas en el terreno, en reemplazo de la categoría VI como única. Convenios de uso de playas y campos, contratos, regularización catastral, esclarecimiento de las funciones de cada autoridad de aplicación y sus responsabilidades respecto de objetivos del plan de manejo. 2.9 El Desempeño Controlando rigurosamente El Desempeño, se controla buena parte de la problemática del área protegida. No hay que ceder en esto bajo ningún concepto. Hay que modificar algunas funciones de control en El Desempeño, cuya ubicación estratégica ofrece una oportunidad geográfica única para ejercer el control del área protegida. Hay que reforzar controles a la salida, coordinando con las diferentes autoridades de aplicación. Hay que solucionar el tema del acceso de pobladores empadronados, pero deben ser controlados de alguna manera. 2.10 Otras ideas y recomendaciones no incluidas en los comentarios previos4 Adquisición de tierras para uso conservativo. Realizar estudios de impacto ambiental de todas las actividades humanas. Estudios de capacidad de carga de visitantes, en general para toda el área y en particular para cada unidad operativa. Estudios de capacidad de carga ganadera. Incentivación económica, jurídica e impositiva hacia la reconversión productiva en reemplazo de la ganadería extensiva tradicional. Regular la cantidad de animales domésticos y las razas nocivas para la vida silvestre. Convenios con los productores para manejo y conservación de fauna silvestre. Regular la extracción de especies leñosas. Aumentar el número de guardafaunas para las tareas de campo, control y fiscalización. Puesta en marcha de programas de recuperación de hábitat perdido. Estudios de impacto ambiental de caminos. Coordinación con las diferentes áreas para optimizar presupuestos y actividades Buscar mecanismos para que los habitantes puedan ser de utilidad al control y vigilancia del ANPPV (alerta temprano de fuego, custodio rural, etc.). La figura de custodio rural existe en la Ley de Áreas Protegidas de la Provincia. Hay que explotar su implementación efectiva. 4 En parte tomadas de la tesis doctoral de Marcela Nabte “Desarrollo de criterios ecológicos para la conservación de mamíferos terrestres en Península Valdés” Universidad Nacional de Mar del Plata, 2010. ANEXO 1. ANÁLISIS DEL GRADO DE IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN DE MANEJO DE PENÍNSULA VALDÉS. Por: Maricel Giaccardi. A continuación presentamos un pormenorizado análisis del grado de implementación del plan de manejo de Península Valdés, verificando cómo se ha llevado adelante el cumplimiento de los objetivos generales, particulares y acciones propuestas en los programas y subprogramas. Este análisis se basó en un taller de trabajo conjunto con el personal de la Dirección General de Conservación de Áreas Protegidas y la Administradora, realizado durante el los días 9 y 10 de marzo del corriente año en Puerto Madryn. Cada uno de los objetivos fue sometido a una valoración que va desde un grado de cumplimiento insatisfactorio (1), poco satisfactorio (2), medianamente satisfactorio (3), hasta satisfactorio (4). Para un mejor entendimiento a continuación definimos las valoraciones: Insatisfactorio (1) = los objetivos no son cumplidos o tienen algún grado de cumplimiento que no va más allá de “intenciones de ejecución”. Poco Satisfactorio (2)= los objetivos son ejecutados parcialmente, lo cual no genera cambios sustanciales o perceptibles en el manejo del AP. Medianamente Satisfactorio (3)= el cumplimiento de objetivos es parcial pero su ejecución produce cambios notorios mejorando el manejo del AP. Satisfactorio (4)= el cumplimiento de los objetivos se acerca o alcanza el escenario óptimo establecido. La valoración otorgada al cumplimiento surge de la comparación entre el escenario actual alcanzado y el escenario óptimo que se debería haber alcanzado luego de implementar cada objetivo. El escenario actual alcanzado no es más que la imagen de la situación presente respecto al cumplimiento del objetivo o acción. El escenario óptimo es el mejor estado o condición alcanzada por el cumplimiento de un objetivo o acción. El plan de manejo de Península Valdés contiene 6 programas de manejo con 25 objetivos generales y 12 subprogramas con 121 objetivos particulares y acciones propuestas. Efectuamos un análisis del grado de cumplimiento calificando la implementación de los objetivos generales de Programa y de los objetivos particulares y acciones propuestas de los Subprogramas. De los 25 objetivos generales de los programas evaluados, el 44 % presenta un grado de implementación insatisfactorio, el 36 % poco satisfactorio, el 12 % medianamente satisfactorio y sólo el 8 % es satisfactorio (Gráfico 1, Tabla 1). Este análisis nos muestra que prácticamente el 80 % de los objetivos no han sido cumplidos, o su cumplimiento ha quedado en una intención inicial, o su grado de ejecución no ha contribuido al mejoramiento de las situaciones que se pretendían corregir u optimizar, es decir no se ha llegado a ningún resultado concreto. Gráfico 3. Grado de cumplimiento de la implementación de la totalidad de los objetivos generales de programas (expresado en %). Si evaluamos la contribución del cumplimiento de los objetivos generales por programa, el Programa Operativo presenta un mayor porcentaje de implementación: 33,3 % satisfactorio y 33,3 % medianamente satisfactorio (Tabla 2, Gráfico 5). En el extremo opuesto el Programa de Evaluación y Monitoreo obtuvo un 100% insatisfactorio. El Programa de Conservación y manejo del patrimonio natural y cultural concentra la mayor parte de los objetivos particulares y acciones en sus subprogramas (75), ya que de él se desprende el ordenamiento y planificación de actividades de conservación, investigación y monitoreo, los usos dentro del AP y el desarrollo urbano y de las poblaciones. Los principales objetivos de este programa están vinculados a la planificación sectorial de las actividades (turismo, pesca, ganadería, desarrollo urbano y poblaciones) y la implementación posterior mediante Planes Operativos Anuales. Estos objetivos no han sido llevados a cabo, lo que ha impedido la ejecución de otros objetivos particulares y acciones de subprogramas que dependen de esas planificaciones sectoriales. Ello contribuye significativamente a la baja implementación de los objetivos generales de este programa donde el 75 % es insatisfactorio y el restante 25 % poco satisfactorio (Tabla 2). De la falta de implementación de este Programa derivan la mayor parte de los problemas actuales del AP. El 100% de los objetivos generales de los programas de Extensión, Educación e Interpretación Ambiental y de Comunicación califican en los rangos de insatisfactorio y poco satisfactorio (Tabla 2). El programa de financiamiento reparte su grado de cumplimiento de objetivos generales en porcentajes iguales (33,3 %) desde insatisfactorio hasta medianamente satisfactorio (Tabla 2). En cuanto al grado implementación de los 121 objetivos particulares y acciones propuestas de los subprogramas considerados en su totalidad, el 50,4 % es insatisfactorio y el 28,9 % poco satisfactorio (Gráfico 4), es decir que en forma consistente con el análisis del grado de cumplimiento de los objetivos generales de programas, también el 79,3 % (cerca del 80 %) de los objetivos particulares y acciones no se han implementado. Sólo el 14 % calificó como de implementación medianamente satisfactoria y el 6,6 % satisfactoria (Gráfico 4). Gráfico 4. Grado de cumplimiento de la implementación de la totalidad de objetivos particulares y acciones de sub-programas (expresado en %). De acuerdo a lo que observamos en la tabla 4, los subprogramas 1.1, 1.3, 2.1, 2.2, 5.1 y 6 poseen una ejecución de objetivos particulares y acciones insatisfactoria en más del 50% (Tablas 3 y 4, Grafico 6). Los subprogramas 1.3, 3.1, 4.2, 5.1, 5.2, 5.3 y 6 no presentan ejecuciones medianamente satisfactorias ni satisfactorias (Tablas 3 y 4, Gráfico 6). Los subprogramas que alcanzan un 50% de implementación en la calificación medianamente satisfactorio son el 4.1 y el 4.4 del Programa Operativo (Tablas 3 y 4, Gráfico 6). La baja ejecución de los objetivos particulares y acciones se manifiesta en la actual situación del AP. La falta de continuidad y ejecución de la planificación sectorial ganadera, pesquera, turística y urbana que indica el plan de manejo, es una de las causas principales de las problemáticas actuales del AP. El plan de manejo de Pla. Valdés fue concebido como un documento en el cual se priorizaron los consensos y se establecieran los grandes lineamientos de acción, pero se necesitaba dar continuidad a este proceso a través de planes detallados a modo de “recetas” donde se respondiera con certezas a las preguntas, dónde, cómo, cuándo, quiénes y con qué sentando las bases para la elaboración de los POAs, como producto de planificación activa. Era necesaria una instancia técnica a los fines de definir los ingredientes de la receta, esa instancia no se llevó adelante. Los resultados de la implementación expuestos aquí y a la vista tienen varias causas que son enunciadas en el presente informe entre las que se destacan: la pérdida de la confianza y de la sinergia generada en el primer proceso participativo, la falta de un ejercicio comprometido y democrático de parte de todos los actores, la discontinuidad de las acciones de la autoridad de aplicación, el avance de intereses sectoriales, las decisiones no compartidas y arbitrarias que han desgastado las relaciones entre actores, la falta de acuerdos entre los mismos estamentos del Estado, la falta de continuidad en las acciones, al respuesta a lo mediático y urgente y no a lo importante y prioritario y la posición de debilidad de la autoridad de aplicación, entre otras. En conclusión, podemos indicar que a lo largo de estos 10 años de vigencia del Plan de Manejo la implementación del mismo ha sido lenta, desorganizada, asistemática y en pulsos ocasionales, respondiendo a intereses momentáneos más que a un trabajo planificado y continuo, mas allá de las definiciones políticas y los funcionarios de turno. Si bien es lógico reconocer la desactualización de un plan de manejo elaborado hace mas de 10 años, durante el análisis del cumplimiento del los objetivos tanto de los programas como de los subprogramas, es fácil predecir que el escenario actual habría cambiado si los objetivos se hubiesen cumplido.