UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE ECONOMIA CATEDRA: DE FINANZAS Y PROYECTOS ECONOMICOS Error! Integrantes: Hernández Zuleydith C.I 16318872 Leal Alexandra C.I 16 Román Melissa C.I 15769058 Valencia, Marzo del 2005 INTRODUCCION: Actualmente, vivimos en un mundo de grandes transformaciones que nos aproximan a un futuro impredecible. En este trabajo, uno de los factores cruciales para la supervivencia de las naciones es la economía y precisamente es aquí donde vienen ocurriendo las mayores anomalías de la historia humana. Es ya cotidiano hablar con preocupación sobre los fenómenos que amenazan no sólo nuestro futuro personal sino el de todas las familias y del propio país. Como todo sabemos, la inflación es la continua y persistente subida del nivel general de precios; se mide mediante un índice del coste de diversos bienes y servicios. Los aumentos reiterados de los precios deterioran el poder adquisitivo del dinero y de los demás activos financieros que tienen valores fijos, creando así serias distorsiones económicas e incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se produce cuando las presiones económicas actuales y la anticipación de los acontecimientos futuros hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la oferta disponible de dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la oferta disponible está limitada por una escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos aumentos persistentes de los precios estaban históricamente vinculados a las guerras, hambrunas, inestabilidades políticas y otros hechos concretos. También se puede decir, que la inflación es la principal variable macroeconómica que afecta, actualmente, tanto a la planificación privada como a la planificación pública de la economía. En el presente trabajo vamos a tratar precisamente de la inflación, ese tema que tanto nos afecta y atemoriza y que a pesar de los esfuerzos a todo nivel con apoyo del avance científico, resulta imposible de controlar y combatir. Entonces, permítannos desarrollar este breve estudio de la inflación, a partir de su significado conceptual, sus causas y efectos, hasta llegar a establecer algunas conclusiones para intentar plantear las soluciones y recomendaciones. INFLACIÓN No existe una definición comúnmente aceptada para la inflación, cada una de las principales escuelas del pensamiento económico moderno, sobre todo cuando se trata de explicar las causas, tiene su propia visión y definición en relación al tema. No obstante; dada la necesidad de servirnos de una definición; si se quiere general, del fenómeno inflacionario este pudiera ser dilucidarse como el aumento sustancial y sostenido en el nivel general de los precios. Si la vemos desde la perspectiva del ingreso, y más específicamente desde la óptica monetarista, la inflación es la manifestación más representativa de la pérdida del poder de compra del dinero. Por su parte, Galbraith (1975) engloba las anteriores definiciones en una sola, al respecto dice: “Si se pregunta al hombre de la calle qué es la inflación, probablemente no tenga mayores dificultades para responder y la defina como un aumento en el nivel de precios o como una situación en la que con la misma cantidad de dinero cada vez puede comprar menos cosas. De ese modo, se tendrá una definición muy poco sofisticada, pero básicamente satisfactoria, de lo que es la inflación.” La inflación, agrega, es un “aumento en el nivel de precios o disminución en el poder adquisitivo del dinero (...) es un aumento sostenido en el nivel general de precios.” A pesar de la diversidad de definiciones que pudiéramos dar a cerca de la Inflación, existe un denominador común respecto a la naturaleza básica del proceso inflacionario, y es que esta no es mas que la mera consecuencia de la lucha de agentes económicos y sociales por el reparto del ingreso nacional, cuyo resultado dependerá de la fuerza que cada uno tenga. Los agentes son el gobierno, que trata de apropiarse de una mayor parte del ingreso vía impuestos; el sector privado, que busca el mismo fin elevando los precios; y los sindicatos que persigue lo mismo a través de presiones para lograr aumentos de sueldos y salarios, cuando dicho aumento no es resultado de aumentos de productividad. Por otro lado, la inflación puede transmitirse de unos países a otros a través del comercio internacional. CLASIFICACIÓN DE LA INFLACIÓN. Según las causas que la originan: Inflación de costos Inflación de demanda Según la magnitud del fenómeno: Recalentamiento de la economía Inflación rampante Inflación acelerada Hiperinflación Según las causas que la originan: 1-. El tirón de la demanda. A partir de Keynes, el nivel del gasto público o demanda empezó a concebirse como el principal determinante de la elevación del nivel de precios. En este caso; la inflación se genera cuando la demanda aumenta debido a que el gobierno, las familias y las empresas, por separado o simultáneamente, deciden aumentar su gasto en consumo e inversión, lo que genera un aumento consecuente en la Demanda Agregada. Una expansión de la demanda (autónoma o inducida), no tiene porque reflejarse inmediatamente en una elevación de los precios, ya que a través de un aumento de las importaciones puede atenderse el crecimiento de la demanda. La medida en que esto sea posible dependerá de la capacidad del país en cuestión para soportar y financiar el déficit de la balanza de pagos consiguiente. La inflación se presentará cuando el exceso de demanda no se pueda cubrir debido al agotamiento de las reservas y a la imposibilidad de recurrir al financiamiento exterior. En este momento, el exceso de la demanda por encima de la producción nacional se tendrá que traducir necesariamente en un aumento de precios de tipo inflacionista. Desde esta perspectiva el concepto de inflación, se reduciría al hecho de “mucho dinero en busca de pocos bienes”. es decir, cuando la demanda total de bienes y servicios supera a la oferta de los mismos. 2-. La inflación de costes. La elevación de costes, es también una de las causas que dan origen a la inflación. A pesar de que tal explicación atribuye este fenómeno fundamentalmente a la subida de los salarios; dentro de los costes se consideran además de estos últimos, las materias primas, los impuestos, los intereses y los beneficios. Se argumenta que si el ritmo de crecimiento de los salarios se acelera más rápidamente que el correspondiente a la remuneración de los otros factores, traerá como resultado que el proceso de inflación se inicie por una presión de los costes. En consecuencia, los empresarios necesitarán más circulante para sostener la producción y el empleo, por lo que tendrán que acudir al endeudamiento a través de la solicitud de préstamos al sistema financiero. Además de las materias primas, la inflación por empujón de costes también puede ser el resultado de una elevación fuerte y sostenida de los impuestos, los intereses y los beneficios. El gobierno puede aumentar fuertemente los impuestos para financiar un aumento de sus gastos sin que se produzca déficit. En respuesta, las familias tratarán de proteger su ingreso demandando mayores salarios; por su lado los empresarios lo harán trasladando el impuesto al consumidor vía precios, lo que dará lugar a un nuevo impulso inflacionista. Por su lado el sistema financiero también puede impulsar la inflación por medio de la elevación de los intereses que cobra por los préstamos que otorga. Cuando esto sucede, lo más probable es que las empresas reaccionen trasladando al consumidor el aumento de costes en forma de subida de precios. El aumento de los beneficios repercute doblemente: por un lado el aumento de los precios que lo hizo posible y; por otro, la demanda de mayores salarios por parte de los trabajadores motivada por el aumento de precios. Según la magnitud del fenómeno: 1-. Recalentamiento de la economía. Se dice que existe un recalentamiento en la economía cuando se produce un aumento leve de los precios. 2-. Inflación rampante. Supone la existencia de tasas de inflación entre el 4% y el 6%. 3-. Inflación Acelerada. Es una inflación que alcanza casi el 10 por 100 anual. 4-. Hiperinflación. Supone la perdida del control de los precios por parte de las autoridades económicas del país. En algunos casos se han llegado a detectar incrementos de precios de hasta tres dígitos ( más de 1.000 por 100anual) Se produce cuando otra moneda (normalmente el dólar) o una serie de bienes (cigarrillos, bebidas...) acaban por sustituir al dinero oficial como patrón de intercambio. ENFOQUES BAJO LOS CUALES SE ANALIZA EL FENÓMENO INFLACIONARIO -. La visión estructuralista. Para algunos teóricos, para localizar las raíces de la inflación, es necesario considerar los desajustes y las tensiones económicas y sociales que surgen con el desarrollo económico de los países no industrializados. Desde esta óptica la inflación se explica a través de factores reales, que se traducen en la incapacidad de adaptación de la producción interna a una demanda cuya intensidad y canalización no se ajustan a las exigencias de crecimiento de tales economías. Según el enfoque estructuralista, las causas de la inflación radican en la problemática estructural y en la situación de dependencia en la que se encuentran los países subdesarrollados. En dicho enfoque se considera que los problemas estructurales más importantes son los siguientes: a) La inflexibilidad y regresividad del sistema tributario, que da lugar a un gasto público inflacionario, debido a que es necesario atender necesidades sociales apremiantes. b) Las deficiencias en las estructuras productivas. c) Los términos de intercambio desfavorables a los países subdesarrollados, que se presentan en su sector externo y que originan tensiones constantes en sus balanzas de pagos, han obligado frecuentemente a que dichos países devalúen sus respectivas monedas con las consiguientes presiones inflacionarias. d) Además de los problemas mencionados hay que añadir las deficiencias de orden institucional, social y político; las tensiones demográficas, las políticas económicas inadecuadas, la inestabilidad política, la distribución injusta del ingreso y la riqueza y la baja productividad, factores estos que también han actuado negativamente en lo que respecta a la estabilidad de precios. e) Las distorsiones del crecimiento económico que resultan de imitar a las economías avanzadas. Por un lado el consumo conspicuo ha reducido las posibilidades de inversión y; por otro, la inversión se ha orientado a la producción interna para satisfacer dicho consumo que propicia un tipo de crecimiento que difícilmente armoniza con la estabilidad de precios. Por lo tanto, para evitar la inflación es necesario resolver estos problemas mediante transformaciones estructurales de la economía: diversificando la estructura de la actividad económica y; actuando sobre la distribución del ingreso y los patrones de consumo, es decir, sobre la estructura social, y al mismo tiempo modificando la estructura de la producción, exportación e importación -. El enfoque monetarista. Para la escuela monetarista, la inflación sucede si se financian las presiones originadas por un aumento de la demanda, por un aumento de los costes o por un problema estructural. Apuntan que si no se altera la disponibilidad de crédito, y por lo tanto la cantidad de dinero existente en un momento dado, no puede generarse inflación. De forma que; la inflación se produce cuando el Banco Central emite una cantidad circulante que sobrepasa las necesidades de mediación de la circulación de la economía en su conjunto, el exceso de circulante en relación a las necesidades de la realización o venta de las mercancías, conduce a una desvalorización de la unidad monetaria. La emisión de un exceso de circulante representa una <expropiación> de valor por parte de la banca a todos los poseedores del mismo. Cuando la banca pone un exceso de circulante (crédito) en las manos del gobierno o del público, lo que está haciendo es otorgarle capacidad de compra que el resto de los poseedores de dinero pierde al desvalorizarse la moneda. El crédito que la banca concede no puede ser ilimitado, sino que tiene ciertas fronteras que no deben ser superadas si no se quiere producir un efecto inflacionario. Cuando la banca va más allá de esos límites la moneda se desvaloriza. Hay dos formas en que se puede llegar a esto, una de ellas es cubrir el déficit gubernamental mediante nueva emisión o crédito del Banco Central. Hay quienes aducen que la inflación se genera por el aumento de los sueldos y los salarios, lo cual implica la existencia de mayores cantidades de dinero. Sin embargo, para que aumente la cantidad de dinero en circulación es necesaria la intervención del banco central. Es preciso encontrar la forma correcta de canalizar ese aumento en la circulación de dinero, de manera que no se distorsione la economía y; más aún, el poder de compra de la moneda. -. El enfoque de los cambios del sistema capitalista. Este enfoque analiza las causas de la inflación tomando en consideración los grandes cambios sucedidos en la estructura económica y social del capitalismo. Entre ellos podríamos mencionar los siguientes: El surgimiento de los sectores públicos grandes y poderosos, que a través del gasto público inciden en la economía. El surgimiento del poder privado, es decir, de las grandes empresas y sindicatos. La gran proporción de servicios que hay en la economía y con una productividad que aumenta con más lentitud que la de los bienes. La lucha sindical y la capacidad que tengan los sindicatos para formar un grupo de presión importante. MOTIVOS DE LA INFLACIÓN La inflación se puede producir por: Inflación de demanda: Es aquella que se produce por un exceso en la demanda que, por rigideces de la oferta, no tiene otra respuesta que la elevación de los precios. Inflación de costes: Es la inflación que se debe al incremento de los costes de los imputs y los diferentes factores de producción, es decir, la motivada por el incremento del coste de la mano de obra, los tipos de interés, los precios del suelo, de la energía, de las materias primas, etc. CAUSAS DE LA INFLACIÓN: Los procesos inflacionarios pueden venir causados por la excesiva creación de dinero por parte de las autoridades monetarias del país. En estos casos el dinero crece más deprisa que los bienes y servicios suministrados por la economía, causando subidas en todos los precios. Esta creación excesiva de dinero suele estar motivada, a su vez, por la necesidad de los estados de financiar su déficit público. Las expectativas de los agentes económicos sobre como pueden evolucionar los precios en el futuro. Este aspecto es muy importante ya que si por ejemplo, los agentes económicos esperan que los precios puedan aumentar en el corto a medio plazo, intentarán incorporar rápidamente este hecho a los salarios y demás pagos fijados por contrato. Ello provocara importantes tensiones inflacionistas, que de llevarse a la práctica motivaran un incremento de los precios mayor que el previsto. La credibilidad que pueda tener la política económica del gobierno es otro factor importante que puede generar inflación. Si los agentes económicos no tienen confianza en la política económica del gobierno, en teoría tendente a la reducción de los precios, sus actuaciones irán encaminadas a aumentar los salarios y precios. Esta actitud hará fracasar las políticas restrictivas del gobierno. Los acuerdos salariales de larga duración pueden ser un arma de doble filo, ya que la negociación continuada de acuerdos salariales en un marco de inestabilidad puede ser muy perjudicial, lo cierto es que acuerdos de larga duración, tres años o más, pueden impedir que el control sobre la inflación sea más efectivo. Las perturbaciones que el lado de la oferta también son causas frecuentes de presiones inflacionistas. La mayor o menor fortaleza del país, la evolución de los precios del petróleo y de las materias primas son factores que pueden afectar de forma significativa a los precios de las economías de un país, especialmente en aquellos países mas dependientes de imputs procedentes del exterior. Cabe destacar, que los determinantes de la oferta y demanda pueden cambiar, es por ello que algunos economistas han llegado a establecer hasta tres tipos de teorías: del lado de la demanda, la teoría cuantitativa del dinero y el nivel agregado de los ingresos; del lado de la oferta, las variables de productividad y costes. Los defensores del monetarismo piensan que los cambios en el nivel de precios reflejan las fluctuaciones de la cantidad de dinero disponible, cantidad que se suele definir como la cantidad de dinero en efectivo en circulación más los depósitos bancarios. Defienden que, para mantener el nivel de precios estable, la oferta de dinero tiene que aumentar a una tasa constante y coherente con la capacidad productiva real de la economía. Los detractores de esta teoría afirman que las variaciones en la oferta de dinero son una respuesta y no la causa de las variaciones en el nivel de precios. La teoría basada en el nivel agregado de ingresos está fundamentada en la obra del economista británico John Maynard Keynes, publicada en la década de 1930. Según la teoría keynesiana, las variaciones de la renta nacional determinan las tasas de consumo e inversión; así pues, el gasto público llevado a cabo por el Gobierno, así como sus políticas impositivas, deben estar encaminadas a mantener en su totalidad los niveles de empleo y el máximo nivel de producción posible. Por lo tanto, la oferta monetaria debe ajustarse para financiar el nivel deseado de crecimiento económico y para evitar las crisis financieras y los altos tipos de interés que frenan tanto el consumo como la inversión. El gasto público y las políticas impositivas pueden utilizarse, según esta teoría, para impedir tanto la inflación como la deflación, al ajustar la oferta a la demanda. La tercera teoría se centra en las variables del lado de la oferta relacionadas con la disminución de la productividad. Estas variables incluyen la tasa de inversión de capital a largo plazo y el desarrollo tecnológico; las variaciones en la calidad y edad de los trabajadores; el cambio de actividades productivas; la rápida proliferación de regulaciones gubernamentales; la inversión en actividades no productivas en lugar de en actividades productivas; la creciente escasez de determinadas materias primas; los cambios políticos y sociales que reducen los incentivos para trabajar; y varias distorsiones económicas relacionadas con problemas monetarios y de comercio internacional, con aumentos elevados de los precios del petróleo y con desastres naturales que reducen las cosechas a escala mundial. Estos temas relacionados con la oferta son importantes a la hora de diseñar políticas monetarias y fiscales. CONSECUENCIAS DE LA INFLACIÓN: La inflación de demanda tiende a producir, entre otros, los siguientes efectos: 1) Aumento de precios. 2) Aumento de beneficios. 3) Disminución de salarios reales. 4) Aumento del empleo y actividad económica en general, mientras la inflación va en ascenso. Por su parte, la inflación de costes resulta en: 1) Aumento de precios. 2) Disminución de beneficios. 3) Aumento de salarios reales. 4) Disminución del volumen de empleo y actividad.” Es decir, los efectos dependerán del origen o causa de la inflación. Asimismo, la inflación redistribuye la riqueza. Igualmente, la inflación significa un impuesto oculto, ya que cuando el gobierno aumenta su déficit y lo financia con emisión monetaria o por cualquier vía de endeudamiento, que permita simultáneamente una aceleración en el ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero, resulta una elevación de precios que provoca una disminución del poder adquisitivo de la moneda, lo cual es lo mismo que si el gobierno hubiera decidido aumentar los impuestos para pagar el exceso de gasto con la recaudación tributaria adicional. También se puede señalar que en términos generales, la inflación da lugar a los siguientes efectos: 1) Es un medio para abaratar la mercancía fuerza de trabajo, el cual tiene como contrapartida el aumento de las ganancias de los empresarios 2) En general afecta a todos los que perciben ingresos constantes o que crecen menos que la tasa inflacionaria y; beneficia a los que pueden subir el precio de lo que venden a niveles superiores de a las tasas inflacionaria. Es así, como el deterioro del poder adquisitivo no es uno de los males de la inflación. En períodos inflacionarios todos tienen un mayor ingreso nominal. Pierden aquellos cuyos ingresos aumentan menos rápidamente que la tasa de inflación. En algunos casos el deterioro de los ingresos reales no tiene como causa la inflación sino la mayor oferta de trabajo respecto a la demanda. La inflación si redistribuye el ingreso de tal manera que lo que unos pierden otros lo ganan. Los ganadores pueden ser un grupo de trabajadores estratégicamente ubicado o un grupo de empresarios. Tradicionalmente se piensa que las personas de ingresos fijos son los perjudicados, lo cual sería correcto si los gastos de seguridad social no estuvieran indexados. Los que pierden son los poseedores de acciones, siempre que los precios de las mismas permanezcan fijos y los precios de los bienes y servicios crezcan. Las acciones no han servido de protección contra la inflación por dos razones: el enorme aumento de las tasas de interés provocado por la inflación y el pesimismo de los inversionistas respecto al futuro. La inflación sí es un problema económico de primer orden pero debemos distinguir entre los peligros que representa y los costos reales que impone. El gran riesgo es que se pierda el control de la inflación y ésta tienda a acelerarse. Por otra parte también podemos mencionar algunos peligros de la inflación como lo es: 1. Con nivel de precios descontrolado desaparece el valor de los activos financieros, es decir, devora el valor de las cuentas de ahorros, de las pólizas de seguros y de otros activos fijos. 2. El clima inflacionario hace difícil la inversión racional. Muchas familias sucumben buscando protección en colecciones, monedas de oro, arte, antigüedades y bienes raíces. No siempre las inversiones salen bien. 3. También la inflación tiene efectos sobre los préstamos. En tiempos de inflación todos quieren endeudarse si pueden conseguir fondos suficientemente baratos, pero por la misma razón los bancos sólo prestan a tasas muy altas. Las tasas de interés aumentan en la lucha por conseguir dinero, lo cual pone serios obstáculos a muchos tipos de inversión. La economía se carga con endeudamientos. Los consumidores toman créditos muy grandes que es difícil soportar, las empresas se cargan con altos costos financieros y disminuye la flexibilidad y capacidad de readaptación de los mercados crediticios del país. Existe el peligro de que una gran insolvencia provoque situaciones peligrosas en el mundo bancario. La inflación aumenta el riesgo y la inestabilidad financiera a escala nacional. En suma, precios descontrolados, desaparición de activos y crisis financiera son peligros implícitos en una inflación crónica. Pero los costos reales son el desempleo y la correspondiente pérdida de ingreso como producto de la recesión que resulta de las políticas antiinflacionarios. Al principio, la inflación provoca un aumento de los beneficios, puesto que los salarios y los demás costes se modifican en función de las variaciones de precios, y por lo tanto se alteran después de que los precios hayan variado, lo que provoca aumentos en la inversión de capital y en los pagos de dividendos e intereses. Puede que el gasto de los individuos también aumente debido a la sensación de que más vale comprar ahora porque después será más caro; la apreciación potencial de los precios de los bienes duraderos puede atraer a los inversores. La inflación nacional puede, de forma temporal, mejorar la situación de la balanza comercial si se puede vender la misma cantidad de bienes a mayores precios. Los gastos del Gobierno también aumentan, porque suelen estar explícita, o implícitamente, relacionados con las tasas de inflación para mantener el valor real de las transferencias y servicios que proporciona el Estado. Los funcionarios también pueden prever la inflación y por lo tanto establecer mayores necesidades presupuestarias previendo unos menores ingresos impositivos reales debido a la inflación. Sin embargo, a pesar de estas ganancias temporales, la inflación distorsiona la actividad económica normal; cuanto menos regular sea la tasa de inflación, mayor serán estas distorsiones. Normalmente, los tipos de interés reflejan la tasa de inflación esperada; cuanto mayor sea ésta, más alta serán los tipos de interés y más aumentarán los costes de las empresas, además de disminuir los gastos de consumo y el valor real de los bonos y las acciones. Los mayores tipos de interés en las hipotecas y el aumento del precio de los alquileres disminuye la tasa de construcción de viviendas. La inflación disminuye el poder adquisitivo de los ingresos y de los activos financieros, por lo que reduce el consumo, sobre todo si los consumidores no pueden, o no quieren, acudir a sus ahorros o aumentar el volumen de sus deudas. La inversión de las empresas también disminuye a medida que la actividad económica se reduce, y los beneficios son menores porque los trabajadores demandan un aumento de sus salarios mediante cláusulas que obligan a los empresarios a defender a los trabajadores de la inflación crónica mediante subidas salariales automáticas en función del aumento del coste de la vida. Los precios de casi todas las materias primas responden rápidamente ante señales inflacionistas. Los mayores precios de los bienes que se exportan pueden disminuir las ventas en el exterior, creando déficit comercial y problemas en los tipos de cambio. La inflación es uno de los factores determinantes de los ciclos económicos que provocan distorsiones en el nivel de precios y de empleo, así como una incertidumbre económica a nivel mundial. Los efectos de la inflación sobre el bienestar individual dependen de muchas variables. Aquellas personas que tienen ingresos relativamente fijos, sobre todo cuando pertenecen a los grupos de menores ingresos, están muy afectadas por la creciente inflación, mientras que aquellas que tienen ingresos flexibles pueden mantener su nivel de bienestar e incluso mejorarlo. Aquellas personas cuyos ingresos provienen de activos con valores nominales fijos, como las cuentas de ahorro, las pensiones, las pólizas de seguros y los instrumentos financieros a largo plazo padecen una pérdida de riqueza real; sin embargo, aquellos activos cuyo valor es variable, como la propiedad inmobiliaria, las obras de arte, las materias primas y los bienes duraderos pueden experimentar subidas de precios iguales o superiores al alza del nivel general de precios. Los trabajadores del sector privado exigirán que sus contratos laborales lleven cláusulas de ajuste que permitan que sus salarios no padezcan la subida del coste de la vida. Los prestatarios suelen beneficiarse de los efectos de la inflación, mientras que los prestamistas pierden dinero, ya que los préstamos hipotecarios, personales, comerciales y públicos se pagarán con un dinero que tendrá menor poder adquisitivo y los tipos de interés aumentarán después de que los precios se hayan incrementado. La toma de decisiones económicas, tanto públicas como privadas, puede depender de un factor psicológico inflacionista. FORMAS DE MEDIR LA INFLACIÓN La magnitud de la inflación es variable y existen tres formas fundamentales para medirla: 1. El deflactor del producto bruto interno: Es el único índice que mide la variación en los precios de todos los miles y miles de bienes y servicios que se producen en la economía de un país. Con él se convierte una cantidad “nominal” en otra “real”. Así, si el producto nacional bruto nominal en un año aumentó en un 10%, habrán contribuido a ello dos elementos: un crecimiento “real” de la producción y otro debido a los mayores precios. Si éstos subieron en un 4% del primer año al segundo, sólo podemos atribuir un 6 % del incremento del producto a una mayor producción, y el resto al alza de precios. Esta operación de corregir el incremento del producto debido sólo a los precios se llama “deflactar”, y el índice de precios que se utiliza es el “deflactor”. Formula: Deflactor: PIB precios corrientes * 100 PIB precios constantes En términos comparativos con los otros indicadores mencionados tiene la ventaja de su amplia cobertura, además de poder recoger para cada período de tiempo la introducción de nuevos productos y/o servicios. No obstante su periodicidad anula en buena medida sus reconocidas ventajas como indicador de la evolución de los precios 2. El índice de precios industriales: Índice de cantidades cuyo objetivo es medir cambios en el volumen físico o en los niveles de producción de artículos industriales a través del tiempo. 3. EL Índice de precios al productor (IPP): Índice mensual de precios que mide los cambios de precios de los bienes que se venden en los mercados primarios (es decir, la primera compra de un artículo en mercados que no sean de menudeo) 4. El índice de precios al consumidor (IPC): es un Indicador estadístico que mide la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo familiar durante un período determinado. Para el cálculo del IPC se adopta un año de referencia, llamado año base, cuyo nivel inicial es 100, y se selecciona una lista representativa de los bienes y servicios que consumen los hogares (la canasta). Por ejemplo, con el sistema base 1997, se entiende que Bs. 100 de 1997 son equivalentes en términos de poder adquisitivo a Bs. 260 del año 2002, a Bs. 50 de 1996, a Bs. 1 de 1983 y a 28 céntimos de 1958. En otras palabras, lo que compraba en 1958 con dos lochas (1 locha = 12,5 céntimos), en el 2002 se compraba con 260 bolívares. Para la selección del año base se espera que sea un año en el cual no haya elementos muy discordantes en la economía, como devaluaciones, alzas muy pronunciadas en los precios y en general que sea año "normal" en la economía. Para establecer los bienes y servicios que se utilizarán en el cálculo del IPC, se realiza la Encuesta de Presupuestos Familiares, con el fin de conocer la forma en que las familias distribuyen el gasto: cuánto en alimentos, y dentro de éstos cuánto en cereales, verduras, frutas; cuánto en vestido y calzado y en general en los diferentes gastos del quehacer cotidiano. Naturalmente se incluyen los bienes más duraderos o cuya compra se hace más esporádicamente como los artefactos eléctricos, los muebles y el vehículo. Además, en la Encuesta se incluyen algunas otras preguntas como la forma de adquisición de los bienes (contado o a crédito), los sitios de compras (bodegas, mercados, supermercados). Y algunas otras interrogantes con relación a otros intereses que tengan los investigadores pues es un estudio costoso y de largo tiempo La información del gasto obtenida a partir de la Encuesta se organiza, para su más fácil análisis, en grupos y subgrupos. Solía ser lo más común utilizar cuatro grupos: Alimentos, bebidas y tabacos, vestido y calzado, gastos del hogar y por último, gastos diversos. El BCV en el estudio del año 1997, sin embargo usó una distribución más amplia de trece grupos, publicando, a partir de enero del año 2000 un indicador mas desagregado. Se determina la importancia relativa que tiene cada rubro en el gasto de consumo familiar, proporción que en términos técnicos se denomina estructura de ponderaciones del IPC. Para él calculo de la Inflación se hace uso de Índices de Precios ponderados ya que como se dijo anteriormente en los cálculos de estas tasas se asignan pesos diferentes a cada uno de los distintos precios de los bienes y servicios de la canasta en estudio. Así se suministra un reflejo más exacto del coste verdadero que la cesta de la compra tiene para los consumidores. Las cantidades elegidas como pesos se pueden tomar del número de unidades vendidas en: 1) el período base o 2) en el período de referencia. Entre estos Índices Ponderados se tiene el Índice de Laspeyres y el Índice de Paasche Índice de Laspeyres: este índice de precios agregados ponderado utiliza como factores de peso las cantidades vendidas en el periodo base. El principio fundamental es que estas cantidades no cambiarán de un cálculo a otro, y, por tanto, permitirán hacer comparaciones más expresivas a lo largo del tiempo. Su formula se presenta así: L = PR * QB * 100 PB * QB Donde: PR: Es el precio en el periodo de referencia PB: Es el precio en el periodo que fue tomado como año base QB: Cantidades vendidas en el periodo que fue tomado como año base. Índice de Paasche: este índice de precios agregados ponderado utiliza como factores de peso las cantidades vendidas en el periodo de referencia. Lo cual tiene la ventaja de que el índice se basa en la pauta de comportamiento actual de los consumidores. Cuando éstos cambian sus hábitos de compra, los cambios de gusto de los consumidores se reflejan en el índice. La desventaja que presenta este método se refleja en el hecho de que al utilizar medidas cuantitativas diferentes hace imposible atribuir las diferencias del índice a las variaciones de precios únicamente. Su formula se presenta así: P = PR * QR * 100 PB * QR LOS REMEDIOS CONTRA LA INFLACIÓN Y SUS CONSECUENCIAS Para combatir la inflación se recurre a políticas antiinflacionistas, a las cuales -según sea la forma de su aplicación y su dimensión temporal- se les denomina “programas de estabilización, saneamiento o ajuste estructural”. El requisito mínimo de una política antiinflacionista es que la cantidad de dinero en circulación se adapte al crecimiento real de la producción o de la actividad económica mejor de lo que lo hacia durante el período de inflación. Generalmente esto suele significar una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las magnitudes monetarias; pero en casos extremos puede llegar a ser necesario un frenazo total, o incluso una disminución en el nivel de la liquidez. Los efectos de la política monetaria sobre la actividad económica y el empleo dependerán en gran medida del uso que se haga de las demás políticas. Sin embargo, para lograr resultados en el combate a la inflación es necesario que cuando se aplica una política monetaria, también se apliquen de manera simultánea, coordinada y coherente las políticas fiscal, de ingresos, cambiaria, etc. El control de precios es otra medida para combatir la inflación, pero su aplicación sólo puede ser temporal, debido a que a largo plazo distorsiona la asignación de recursos. Las subvenciones o subsidios a los precios de ciertos productos también ayudan al control de la inflación, pero igualmente distorsionan la asignación de recursos y, al final, alguien tiene que pagar los subsidios y generalmente lo hace el Estado motivando un mayor déficit. Las políticas antiinflacionistas repercuten sobre el tipo de cambio y, a través de él, sobre la balanza de pagos, debido a que una política monetaria restrictiva tiende a fortalecer artificialmente el tipo de cambio: al reducir el ritmo de crecimiento de las magnitudes monetarias se disminuye automáticamente la demanda de bienes y servicios importados. A su vez, el fortalecimiento del tipo de cambio incide desfavorablemente sobre las exportaciones y alienta las importaciones. En gran medida el costo real que se debe considerar por los gobiernos y que es provocado por las medidas para remediar la inflación, es decir, por las políticas monetarias restrictivas es el desempleo. Entonces frente a todo esto uno se pregunta, ¿Cuál es la mejor manera de combatir la inflación? El arte de combatir la inflación consiste en pensar medidas económicamente efectivas y políticamente aceptables. Las posibles medidas son: 1. Equilibrar el presupuesto público (gasto igual a ingreso) y mejor aún si se logra que sea superhabitario. El problema es que hay diversas maneras de equilibrar: aumentar los impuestos para igualar el ingreso con el gasto ¿Quién acepta un aumento de impuestos? Otra manera es reducir impuestos y recortar gastos hasta igualarlos con los ingresos. El problema es que harán los ciudadanos cuando aumente su ingreso disponible ¿Ahorrarán o aumentarán su consumo? Si hacen lo último presionarán la inflación al alza. 2. Restringir el dinero. La restricción de la oferta monetaria, es decir, la restricción del crédito mediante su endurecimiento, disminuye el ritmo de compras y producción (supuestamente intensifica la competencia y ello presiona al descenso de los precios) de la economía y en menor grado la inflación, aunque no hay una ley de hierro que diga que al disminuir la producción y las compras deba disminuir la inflación. Los problemas son, en primer lugar, que golpea duramente a las pequeñas empresas y no a las grandes; en segundo lugar, la política monetaria restrictiva es una política de freno y avance, debido a las presiones sociales, primero por disminuir la inflación y luego por aflojar el crédito. 3. Provocar una gran recesión, mediante una política monetaria recesiva severa, que impida que aumente la oferta monetaria y por lo tanto el crédito. Esta es una solución “ingenieril” que se acompaña con los siguientes problemas: a) alto costo humano y probablemente inaceptable; b) la desocupación es una manera muy desigual de combatir la inflación y; c) la desocupación afecta fundamentalmente a los más débiles económica y políticamente (jóvenes, negros, mujeres y latinos) porque están poco entrenados y tienen muy poca capacidad de presión política, por lo que su impacto sobre la tendencia de los salarios es muy pequeño. Además, la medida es dispar y no efectiva. Es por ello que las tasas de desocupación aumentan y las de inflación no bajan “obedientemente”. 4. Estableciendo controles voluntarios, tales como sugerir límites a los aumentos de salarios y precios. Con esta medida se puede disminuir la inflación sin cambiar la posición relativa de las personas, siempre y cuando todos acepten los límites y no hagan trampas. Otra modalidad de adhesión voluntaria es la de Planes de Incentivos Fiscales, que consiste en aplicar multas fiscales a las empresas que den aumentos salariales superiores a los pautados, sin embargo, es costosa administrativamente (burocracia) y permite la intromisión del gobierno, generando fricción. Otro tipo son los controles compulsivos, que consiste en imponer límites máximos a los precios o salarios administrados, pero deben ser permanentes y apoyados con fuertes impuestos con lo cual se corre el riesgo de motivar la evasión y los controles son costosos (ejército de inspectores, además de que irritan a la gente y es difícil decidir como se deben ajustar los precios y los salarios cuando la economía crece y enfrenta nuevos cambios; sin embargo es una medida efectiva. El gran problema es que sólo es posible controlar la inflación reduciendo el ingreso de alguien ¿de quién? Todas las medidas para controlar la inflación tienen un costo para algunos y beneficios para otros ¿Cuál es la mejor medida? CONCLUSIONES. La inflación se define como un proceso de elevación continuada de los precios, o lo que es lo mismo, un descenso continuado del valor del dinero. La inflación puede clasificarse como inflación de costos e inflación de demanda. Cuando hablamos de Inflación de costos nos estamos refiriendo básicamente al alza de los precios causada por un aumento en los componentes del costo de producción provocados por perturbaciones en la oferta agregada. Mientras que en el segundo de los casos la inflación es provocada por una expansión del nivel del gasto interno de la economía, principalmente del consumo de las familias y del gasto del gobierno. Los índices de precios representan promedios ponderados de los índices construidos sobre los precios de los distintos bienes y servicios, que tratan de recoger importancia relativa de cada uno de ellos en el conjunto de la economía. Los indicadores más usados como medidores de los fenómenos inflacionarios son: Índice de precios de consumo Índice de precios industriales Deflactor del PIB Es la lucha entre los agentes económicos y sociales por apropiarse de una mayor porción del ingreso la que genera la inflación, excepto si el ingreso nacional crece de manera suficiente para absorber las presiones de los distintos grupos o, de igual manera, si las presiones de los agentes económicos y sociales se neutralizan entre sí. Entre las consecuencias del aumento continuo y generalizado de los precios podemos mencionar; La redistribución de la riqueza. La inflación es un impuesto que distorsiona la actividad económica. La disminución del poder adquisitivo de la moneda. El aumento del empleo y actividad económica en general, mientras la inflación va en ascenso. No obstante en algunas situaciones la inflación genera un aumento en los niveles de paro (si la inflación es consecuencia de una aumento en los salarios). La inflación es un fenómeno estrechamente ligado a la política económica y a las instituciones que controlan y regulan las economías a nivel mundial. Es evidente que dentro de la economía nacional la capacidad y eficacia de los gobiernos de turno para manejar la economía a través de leyes y decisiones, es la clave para la estabilidad y bienestar de los pobladores. BIBLIOGRAFIA ANDERSON, David y comp. (1999) Estadística para Administración y Economía. Internacional Thomson Editores. Séptima Edición. WEBSTER, Allen (1996) Estadística para Administración y Economía. Mosby-Doyma Libros S.A. Segunda Edición.