Consideraciones al Proyecto de Ley de Reforma Tributaria, específicamente en lo que respecta al Anticipo de Impuesto a la Renta. Premisas.1. El Impuesto a la Renta grava justamente lo que su nombre indica: la rentabilidad de los negocios. 2. Desde el punto de vista de un inversionista, su rentabilidad está medida en base a los flujos netos de efectivo que sus negocios generan en el tiempo los mismos que se miden como un porcentaje sobre la inversión. 3. Las alternativas de inversión en las economías de mercado varían desde depósitos a plazo fijo en instituciones financieras hasta el emprendimiento de negocios propios, pasando por inversiones en los mercados de valores, compra de acciones en empresas, pequeños negocios familiares o unipersonales, etc. En todos estos casos, el indicador que suele determinar la alternativa más rentable o conveniente es la del retorno sobre la inversión. 4. El factor tiempo es de importante consideración ya que las economías, y por ende los negocios, son fluctuantes. Pueden existir, y de hecho existen, tiempos difíciles y tiempos de abundancia, temporadas de crisis locales o globales, de escasez o sobreoferta de un determinado producto o materia prima, de influencia de factores externos a la empresa ya sean políticos o sociales. 5. Diferentes negocios tienen diferentes enfoques en función del producto o servicio que ofrezcan o de su posición dentro de la cadena de distribución (fabricante, importador, mayorista, distribuidor, minorista, etc). Hay productos de alta rotación y bajos márgenes brutos y viceversa. Hay negocios que requieren grandísimas inversiones en activos fijos y otros no tanto. Otros por su naturaleza requerirán de un gran apalancamiento. En fin, las opciones son tan variadas como las alternativas de negocios. 6. El actual proyecto pretende establecer un impuesto a la renta mínimo lo cual desvirtúa conceptualmente la naturaleza del mismo ya que no estaría gravando la renta sino las operaciones de las empresas. La forma de cálculo se determina como la suma de porcentajes sobre las ventas, costos y gastos, activos y patrimonio. 7. Presumir la renta de las empresas en base a estos porcentajes es un absurdo técnico ya que como hemos dicho, diferentes negocios pueden manejar y de hecho manejan diferentes indicadores. Los componentes del cálculo.- 0.4% de las Ventas: Como sabemos, es imposible establecer si un negocio es rentable o no en base a la utilidad sobre las ventas. Este indicador puede servir, hasta cierto punto, para comparar empresas dentro de un mismo sector. Cabe recalcar que digo que es sólo hasta cierto punto ya que incluso dentro de una misma industria, en un mismo año una empresa puede ser rentable y otra no, debido a una infinidad de factores como podría ser la voluntaria baja de márgenes para ganar participación de mercado por citar una caso. En general una industria manufacturera, una empresa de servicios o un importador que venda sus productos directamente al público tendrá mayor rentabilidad sobre las ventas que un distribuidor o un comerciante. Los productos de consumo masivo generalmente tienen una altísima rotación que genera ventas voluminosas pero que tienen un bajísimo margen; un producto suntuario será exactamente lo opuesto. Si dada una misma inversión, ambos negocios generasen la misma cantidad de dólares de utilidad, entonces ¿sería justo castigar al primero y beneficiar al último? - 0.2% de los Costos y Gastos: Este cálculo viene a ser como la antítesis del impuesto a la renta. Si a mayores egresos se genera una menor utilidad, entonces es absurdo gravar los costos y gastos. Si vendo diez y me cuesta ocho pagaría más impuesto “a la renta” que si vendo los mismos diez y me cuesta cinco. Negocios que tienen mayor porcentaje de utilidad sobre las ventas como suelen ser los servicios, por su baja o nula carga de costos y gastos, serían favorecidos en comparación con otros que en comparación manejen menores márgenes como suelen ser las empresas de comercio al por mayor y menor. Una total contradicción. - 0.4% de los Activos: Hasta cierto punto es cierto que mayores activos deberían generar una mayor renta pues de lo contrario serían improductivos; pero al gravarlos directamente no se estaría tomando en cuenta otros factores como por ejemplo los pasivos. Si una industria obtiene un crédito para instalar una planta y adquirir maquinaria, es lógico que la rentabilidad que ese activo genere será destinada para el repago del préstamo; entonces gravar este activo con un impuesto equivaldría a encarecer el financiamiento. Un tema importante a considerar es el impacto que tendrá este impuesto cuando las empresas deban revalorizar sus activos al entrar en vigencia las nuevas normas internacionales de finanzas. ¿Qué pasará cuando una empresa de transporte deba revalorizar en libros a valor de mercado sus vehículos que hoy en día están ya depreciados? ¿Es que las utilidades aumentarán sencillamente por un cambio en la forma de llevar los libros contables? ¿Y deberá pagar impuesto “a la renta” sobre los activos una gran industria manufacturera exportadora que está bregando por mantenerse a flote debido a una caída de los mercados internacionales? ¿Y esa otra que está temporalmente inactiva, sin vender un solo dólar? - 0.2% del Patrimonio: En estricto rigor es quizá la parte más sensata de la fórmula. Sin embargo la figura contable del patrimonio no necesariamente refleja la realidad de lo invertido por los accionistas de una empresa, pero suponiendo que sí lo sea, cabría plantearse lo siguiente: ¿Puede una persona mantener una inversión que por determinado tiempo le esté dando bajas rentabilidades o incluso pérdidas? Me atrevo a decir rotunda y enfáticamente que sí. Imaginemos que pasaría si las empresas decidieran cerrar cada vez que pasasen por una temporada de “vacas flacas” por la razón que sea. ¿Cuántos planes de negocios se conciben y ejecutan considerando pérdidas para los primeros años de actividad? Con este impuesto se está obligando a ser rentables desde el día uno. ¿Es que son las utilidades lo único que mueve a las relaciones comerciales? ¿Dónde queda el factor humano? Por más que las cosas no vayan bien por un período, siempre hay oportunidades de recuperar el terreno perdido, siempre hay el deseo y la esperanza de que las cosas van a mejorar y hacia allá se dirigen los esfuerzos de las personas involucradas. Por demás está decir que entre otras cosas, un empresario cuya inversión temporalmente no es rentable debe considerar, y usualmente considera, que de su actividad dependen otras personas a quienes les está generando plazas de trabajo y que muchas veces sería más costoso o sencillamente poco ético despedirlas. Presente vs. Futuro.Esta fórmula de cálculo de anticipo de impuesto a la renta ya ha estado en vigencia por dos ejercicios fiscales, pero con dos grandes diferencias: 1) Actualmente al anticipo resultante se le deben restar las retenciones en la fuente efectuadas. El nuevo proyecto no lo contempla. El efecto de no considerar las retenciones es importantísimo y ha pasado casi desapercibido para muchos sectores. Digamos que en una empresa el cálculo arrojaba un resultado de $100,000 y le habían hecho retenciones por $50,000; hasta ahora esa empresa debe pagar $50,000 de anticipo. Con la nueva reforma, esta empresa pagará el doble. 2) Actualmente, si el anticipo pagado llegase a ser mayor que el impuesto a la renta generado, la diferencia sirve como crédito tributario. El nuevo proyecto contempla que esta diferencia correspondería a un impuesto mínimo. Usando el mismo caso, si la empresa al final del ejercicio causaba un impuesto a la renta de $20,000 obtenía un crédito tributario de $70,000 entre retenciones en la fuente y anticipo. Con la nueva reforma, al final del ejercicio la empresa habrá pagado $100,000 de impuesto a la renta que representa un incremento del 400%. Adicionalmente habrá pagado $50,000 de retenciones en la fuente por las que deberá iniciar el correspondiente trámite de devolución por pago en exceso. No es difícil darse cuenta que estas diferencias pueden para muchos negocios significar la diferencia entre seguir existiendo o no. En otras puede significar el incremento sustancial en costos financieros para honrar estos pagos que generarían una reacción en cadena de incrementos. Pensemos por ejemplo en los sectores del turismo, la construcción y las exportaciones que se encuentran gravemente afectados. Se estima que las empresas más afectadas serán las PYMES que precisamente son las más afectadas por la crisis mundial, por el difícil acceso y altos costos de los créditos. Irónicamente el desarrollo de las PYMES consta dentro de los planes de los Ministerios de Coordinación de la Producción e Industrias. Alternativas.- Cuando se creó la retención en la fuente del 1% se estimaba que en promedio las empresas generaban una utilidad sobre las ventas del 4% después de la participación laboral. De esta manera las retenciones venían de cierta forma a ser la forma en que el Estado cobraba por adelantado este impuesto. Para aquellas empresas que generaban utilidades mayores, o a las que no se les retenía por motivos como por ejemplo dedicarse al comercio al por menor, el anticipo de impuesto a la renta venía a cobrar también por adelantado esas diferencias con su fórmula del 50% del Impuesto a la Renta Causado menos las retenciones del período. Las empresas con menores rentabilidades o que generaban pérdidas les quedaba la opción de reclamar la devolución de los valores pagados en exceso. Asimismo las empresas inactivas o que preveían una disminución real de sus ingresos podían solicitar la reducción o exoneración del pago del anticipo de impuesto a la renta. Este sistema es en teoría bastante eficiente porque el reporte de las compras y retenciones permite ejercer gran control al ente regulador y además porque discrimina la situación particular de cada empresa. Es algo injusto ya que el proceso administrativo de pedir la devolución de los valores pagados en exceso resulta engorroso y largo; adicionalmente la devolución no se efectúa con el mismo medio con que fue pagada (dinero en efectivo) sino con una nota de crédito. El proyecto de reforma presume que toda empresa debe generar un mayor promedio de utilidad neta sobre las ventas luego de la participación laboral metiendo de facto a todos los sectores y a todas las empresas dentro de una misma canasta. Hace al Estado partícipe de las operaciones de las empresas sin importar la real situación de las mismas. La carga tributaria es ya lo suficientemente alta: sin considerar otros impuestos, la renta está ya gravada con un 15% de participación para los empleados más un 25%; es decir una costo neto del 36.25%. La reforma pretende gravar adicionalmente los dividendos. Creo que la alternativa debe ser mantener la normativa vigente, e implementar más mecanismos de control y fiscalización para aquellas empresas de las que se sospeche evasión. Incrementar a rajatabla los costos por tributos puede tener momentáneamente un efectivo positivo en la caja fiscal pero será contraproducente en el corto plazo. En el fondo estamos hablando de objetivos y voluntades. Si lo que se quiere es incrementar a como de lugar y de manera inmediata las arcas del Estado, pues entonces no hay nada que hacer. Por el contrario, si queremos hacer una economía justa y solidaria pues entonces hay amplio espacio para el debate. Casos Prácticos En estos casos veremos ejemplos de negocios que son igual de rentables y se demostrará como a uno de ellos la nueva reforma lo hará menos competitivo por el simple hecho de manejar un producto de alta rotación y bajos márgenes. 1. Dos personas tiene invertidos $100,000, el uno en un negocio de venta al por menor de productos de consumo masivo, ya sea comestibles, combustibles, gas licuado de petróleo o algo similar; el otro en una joyería. La rotación de los inventarios del primero es cada 15 días; la del segundo es cada 90 días. En ambos casos la utilidad líquida de la empresa es de $50,000 anuales. A todas vistas se tratan de excelentes negocios que generan el 50% de rendimiento sobre la inversión. Las cifras al término del primer año de operación son: CONSUMO MASIVO $ 2,450,000 $ 2,400,000 $ 50,000 JOYERÍA $ 450,000 $ 400,000 $ 50,000 - Ventas: Costos y Gastos: Utilidad: - ACTIVOS TOTALES o Caja o Inventario o TOTAL $ 50,000 $ 100,000 $ 150,000 $ 50,000 $ 100,000 $ 150,000 PATRIMONIO: $150,000 $150,000 Bajo el esquema anterior, los valores de impuestos eran: - Impuesto a la Renta Causado: $ 12,500 - Anticipo para el próximo año: $ 6,250 $ 12,500 $ 6,250 Con la nueva reforma: - Impuesto a la Renta Causado: (Aplica impuesto mínimo) - Anticipo para el próximo año: $ 15,200 $ 12,500 $ 3,500 Como vemos, no solamente que al dueño del negocio de consumo masivo se le incrementarían las necesidades de caja para pagar el anticipo de $6,250 a $15,200 sino que el impuesto a la renta se le subiría de ser un 25% de la utilidad a ser un 30%. El dueño de la joyería tendría un beneficio en la caja al disminuírsele el valor del anticipo, pero al final de cuentas terminaría pagando lo mismo que siempre. Si este escenario ejemplificase un negocio de comercio entre empresas en lugar de venta al público el efecto de caja sería aún pero ya que existirían adicionalmente al menos $ 24,500 anuales en retenciones en la fuente pagadas en exceso para el caso de la empresa de productos de consumo masivo. Estaríamos hablando que casi el 80% de la utilidad de este individuo estaría en poder del Estado. ¿Escenario irreal? No por algo la venta al público ya comercialización de combustibles, entre otras, están exentas de retenciones en la fuente. 2. Dos empresas, tienen invertidos $800,000 en activos fijos y $200,000 en capital de trabajo para vender sus productos. La primera es una importadora que vende localmente al público y su inventario tiene una rotación de 60 días; la segunda es una industria exportadora y rota sus inventarios cada 20 días. Ambos negocios generan una utilidad de $500,000 anuales, 50% de su inversión. Sus cifras al final del primer año son: - Ventas: Costos y Gastos: Utilidad: IMPORTADORA $ 1,700,000 $ 1,200,000 $ 500,000 EXPORTADORA $ 4,100,000 $ 3,600,000 $ 500,000 - ACTIVOS TOTALES o Caja o Inventarios o Edificios y Maq. o TOTAL $ 500,000 $ 200,000 $ 800,000 $ 1,500,000 $ 500,000 $ 200,000 $ 800,000 $ 1,500,000 PATRIMONIO: $1,500,000 $1,500,000 Bajo el esquema anterior, los valores de impuestos eran: - Impuesto a la Renta Causado: $ 125,000 - Anticipo para el próximo año: $ 62,500 $ 125,000 $ 62,500 Con la nueva reforma: - Impuesto a la Renta Causado: $ 125,000 - Anticipo para el próximo año: $ 18,200 $ 125,000 $ 32,600 Estas empresas seguirían pagando su 25% de impuesto sobre la renta y ambas tendrían un beneficio en su flujo, pero el mayor beneficio se lo llevaría el importador sólo por el hecho de tener un producto de menor rotación. En resumen, lo que determina el impuesto a la renta no son las ventas, tampoco los activos ni los costos y gastos, ni tan siquiera el patrimonio. Las empresas de mayor rotación y menores márgenes no tienen por qué verse perjudicadas ni medidas con el mismo rasero que otras de mayores márgenes o que las empresas de servicios. Cuando una empresa no genera utilidad, por la razón que sea, sencillamente no debería pagar. No existe criterio técnico razonable para aplicar una normativa como la que se pretende. Se debe incluso derogar la doble forma de cálculo existente en la actualidad.