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Lunes 1 de septiembre de 2014 • www.pulso.cl
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EN PORTADA 5
Agricultura afina nueva normativa de obtentores vegetales
“En menos de 10 años
China será nuestro
primer mercado”
ENTREVISTA CON MINISTRO DE AGRICULTURA
Carlos Furche y
ajustes a ‘Ley
Monsanto’: “Uso
de semillas para
pequeños
agricultores no
tendría límites”
Una entrevista de
LEONARDO CÁRDENAS HIDALGO
L
a disputa por el polémico proyecto de ley de obtentores vegetales, conocido popularmente como “Ley Monsanto”, parece ya tener fecha de término. Al
menos tal como la conocemos hasta hoy.
El Ministerio de Agricultura afina
los detalles de un nuevo proyecto
sobre la materia que será ingresado en los próximos meses al Parlamento y que implica un “ajuste importante” respecto a la iniciativa
discutida durante el gobierno anterior.
Esto luego que en marzo pasado
el Gobierno retirara del Congreso
una serie de proyectos de ley, entre
ellos, la iniciativa presentada en
2009 -bajo el primer mandato de
Bachelet- que regula los derechos
sobre obtenciones vegetales y deroga la ley N° 19.342.
Dicha normativa buscaba que
quien obtiene una semilla nueva o
variaciones, la pueda patentar, y recibir dividendos de su explotación,
sea por él o por otro agricultor. Sus
opositores sostienen que dicho proyecto afectaba a la agricultura en
Chile y concentraba la propiedad
de las semillas en manos de unas
pocas empresas multinacionales.
Sin embargo, desde su oficina
en Teatinos 40, el ministro de
Agricultura, Carlos Furche aclara
que el nuevo proyecto “no limitaría el uso de semillas para pequeños agricultores”.
El secretario de Estado adelanta
que el borrador buscó el consenso
de la industria, agricultores y ambientalistas. De hecho hubo una
coordinación liderada por Agricultura que involucró a los ministerios
de Medio Ambiente, Economía y
Relaciones Exteriores.
¿El objetivo? Cumplir el acuerdo
firmado con Estados Unidos de actualizar el cumplimiento de la norma UPOV 78, de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales con sede en
Suiza.
¿Cuándo estima usted que se
concretarán los cambios a la ley
de obtentores? ¿De qué forma lo
harán?
—Tenemos un borrador bastante
avanzado de lo que será un nuevo
proyecto de ley. Uno de los debates
que tenemos pendientes es si será
sometido o no la consulta indígena
como establece el Convenio 169 de
la OIT. Eso es lo que va a determinar el tiempo.
Si va a consulta va a tomar unos
meses más.
¿Cuánto tiempo podría tomar
este proceso?
—No soy especialista en el tema,
pero el plazo máximo son 125 días
hábiles desde el momento en que
inicia la consulta. Eso es lo que
dice la normativa que establece el
Convenio 169 de la OIT. Ese es el
plazo máximo, aunque no quiere
decir que ocupemos la totalidad
de ese plazo.
Pero estimo que en un par de meses, como máximo, vamos a tener
una nueva normativa.
¿Cuáles serían los
principales cambios que
impulsa el proyecto?
—Ya hemos avanzado mucho en el
debate con todas las organizaciones
involucradas y lo que tenemos que
decidir es si corresponde o no que
sea sometido a consulta indígena.
¿Se acoge a la nueva UPOV?
—Sí. Por supuesto.
¿Dónde estarán los principales
cambios?
—Básicamente en garantizar a los
pequeños agricultores el uso de las
semillas. Además de garantizar la
protección de nuestros recursos
genéticos autóctonos y generar una
relación más equilibrada entre la
industria productora de semillas y
los productores. Eso es lo que hemos venido conversando con los
distintos sectores.
¿Y en concreto qué implicará el
nuevo proyecto?
—El uso de la semilla para los pequeños agricultores no tendría lí-
EN RELACIÓN A LEY MONSANTO
“Es un ajuste
importante, pero
todavía estamos
afinando los detalles”
PLAZOS
“Si vamos a consulta
indígena hay que
sumarle un par de
meses más antes de
enviarlo al Congreso”
FIN POLÉMICA
“Tengo una expectativa
razonable que sí, pero
no puedo dar firmado
eso. Pero sí tengo una
expectativa razonable”
FOTO: AGENCIAUNO
—Gobierno afina los detalles de nuevo proyecto de ley y
evalúa someterlo a la consulta indígena.
—Iniciativa involucró a cuatro ministerios y contempla
“ajustes importantes” respecto de la polémica discutida
durante el gobierno anterior.
mite de uso. Ellos podrían utilizarlas todo el tiempo que necesiten.
¿Con esta propuesta, entonces,
se acaba el concepto de Ley
Monsanto, como la llamaron
sus detractores?
—Efectivamente, nosotros queremos eso.
Se lo pregunto porque ahora no
habrá límite de uso para las semillas.
—Ese era uno de los temas que creo
que se resolverá adecuadamente, y
que generó más críticas.
De hecho hubo varias
manifestaciones en contra por
ese punto...
—Nosotros nos hemos hecho cargo de eso y por lo mismo el tema ha
estado presente en la discusión que
hemos tenido en la industria productora de semillas con las organizaciones de pequeños agricultores
y organizaciones ambientalistas.
En estos meses hemos tenido un
debate silencioso, pero efectivo.
¿Esto quiere decir que hay un
cambio total respecto al proyecto anterior?
—Es un ajuste importante, pero
todavía estamos afinando los últimos detalles. Lo que está pendiente es el tema de la consulta indígena.
En PULSO se publicó que la nueva ley estaría lista en octubre.
¿Cumplirán ese plazo?
—No está lejos en lo que se refiere
a la elaboración del proyecto. No
quiero decir octubre, pero sí estamos súper avanzados.
El tema es que si vamos a consulta indígena hay que sumarle un
par de meses más antes de que llegue al Congreso.
¿Este proyecto de ley recibió el
apoyo de Pioneer y Monsanto,
empresas productoras de semillas transgénicas en Chile?
—Más que recibir el apoyo, hemos
hecho una rueda de consultas y
creo que en general hay flexibilidad
de parte de la gente con la que hemos conversado y que ha permitido ir resolviendo en el papel o en la
teoría estos temas que eran los más
complejos.
¿Este nuevo proyecto de ley va
en línea con el acuerdo que mantiene Chile con Estados Unidos?
—Sí.
¿Consultaron los cambios con las
autoridades de Estados Unidos?
—Para eso tenemos nuestros organismos nacionales, como la dirección económica de la Cancillería.
Tenemos al Instituto de Propiedad
Industrial (INAPI).
Con Estados Unidos hemos conversado a nivel de las organizaciones públicas involucradas: Ministerio de Economía, Cancillería, Medio
Ambiente y Agricultura. Esos han
sido los actores principales en este
proceso de consulta que ha estado
coordinado desde este ministerio.
¿Recibieron respaldo de los
cambios?
—Sí, respecto de los temas más importantes.
¿Usted cree que con esta propuesta se podrá zanjar la polémica por la Ley Monsanto?
—Tengo una expectativa razonable
de que sí, pero no puedo dar firmado eso. Pero sí tengo una expectativa razonable.
Ley que reemplazará a la
Conaf
El DL 701, que fomenta las plantaciones forestal, se extenderá
un año más. ¿Por qué?
—Es lo máximo que podríamos hacer: renovarlo tal como está o efectuar alguna modificación marginal.
Hay una disposición del Tribunal
Constitucional que lo señala así.
Entonces, nosotros hemos concentrado toda nuestra energía en preparar el proyecto de ley para el Servicio Nacional Forestal, que reemplazará a la Conaf.
Espero que, en un plazo máximo
de dos a tres meses, tengamos el
proyecto de ley para ser sometido
a los procedimientos institucionales que correspondan como la
consulta indígena y luego enviarlo al Congreso.
¿Cuál es la solución que evalúan para terminar con la disputa que mantienen con el TC?
—Una vez que constituyamos el
Servicio Nacional Forestal como
servicio público todos estos temas
se facilitarán y toda esta especie de
espada de Damocles que tenemos
desde el Tribunal Constitucional
desaparecerá.
El cuestionamiento del Tribunal
Constitucional es que a una corporación de derecho privado como
es la Conaf, no se le pueden entregar atribuciones de servicio público. Eso es en esencia.
¿La idea del actual gobierno es
que todos los proyectos de ley
tengan la venia de las comunidades indígenas?
— No, pero sí los proyectos que los
afecte directamente. Eso es lo que
dice la disposición legal.
La idea del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet es cumplir
la ley. Por lo tanto si la ley establece que un proyecto debe ir a consulta indígena, irá. P
¿Cuál es el objetivo de su próximo viaje a China?
—Voy a China con los principales
gestores en su área de comercio internacional de la industria agroalimentaria de Chile. Va la asociación de exportadores y productores
de fruta, aves, cerdos, lácteos, nueces y paltas. El objetivo es consolidar nuestra apertura de mercado.
China es nuestro tercer destino para
las exportaciones de alimentos. Me
atrevo a predecir que en menos de 10
años va a ser el primer mercado. Hoy
es Estados Unidos, Unión Europea y
China. Y China crece mucho más rápido que los demás. Si se mantiene
esta tendencia, China será nuestro
principal mercado de destino para
nuestras exportaciones de alimentos.
¿Qué productos tienen en carpeta para mejorar el ingreso a
este mercado?
—Vamos a tratar de firmar el acuerdo y consolidar nuestra apertura para
varias especies, como paltas y cerezas, que se abrieron hace poco. Ese es
un ejemplo muy bueno. Hace dos a
tres años atrás no había exportaciones de cerezas a China, porque no estaba aún firmado el protocolo sanitario que permitía el acceso. Una vez
que se despejó eso, China se transformó en el principal mercado para las
exportaciones chilenas de cerezas.
Hoy tres de cada cuatro cerezas que
Chile exporta van a China. Es casi el
75%. Ese es un ejemplo transparen-
te de lo que ocurre y lo que va a ocurrir en el futuro en la medida en que
consolidemos nuestra apertura.
Hace poco se firmó el protocolo y
hoy vamos a ponerlo en marcha
con las paltas.
¿Tienen espacio las carnes?
—Vamos a tener la oportunidad de
tener certificaciones electrónicas
para nuestras exportaciones de carne de cerdo. Eso es algo que China
no ha hecho con ningún país. Eso
va a reducir costos y agilizar procedimientos, facilitando el comercio
en este rubro específico entre Chile y China. Aquí hay un potencial
tremendo, casi ilimitado.
¿Qué rescata de la iniciativa que
impulsaba el gobierno de Sebastián Piñera y que destacaba a Chile
como potencia agroalimentaria?
—Más que definir si somos o seremos
una potencia alimentaria, lo que me
gustaría dejar marcado es que tenemos que trabajar para aprovechar
al máximo la enorme oportunidad
que tenemos por delante. Si eso nos
convierte en una potencia alimentaria, tanto mejor, pero aprovechemos
al máximo la oportunidad que tenemos por delante. P
Z
El próximo 3 a 5 de septiembre se realizará en el Espacio Riesco la cuarta
versión de la Feria Internacional de la
Industria Alimentaria, organizada
por Espacio Food & Service.
“TDLC debe resolver “Tenemos que
fortalecer la DGA y
demanda en el
darle un nuevo orden”
mercado lácteo”
¿Qué le parece la demanda que
interpusieran productores lácteos contra Soprole, Nestlé y
Watt´s?
—Aquí hay una larga historia. De
hecho no es primera vez que organizaciones de productores lácteos
acuden al Tribunal de Defensa de
la Libre Competencia, pidiendo
que se revisen las condiciones en
que se establecen las relaciones en
la industria.
¿Había sido informado sobre
este tema?
—Sí. Tuvimos la información de
parte de los productores de que
presentarían este caso al Tribunal
de la Libre Competencia y le corresponde a este organismo evaluarlo
y analizarlo. Para eso hay una institucionalidad establecida.
Mi opinión es que debe ser el Tribunal de la Libre Competencia el
que se pronuncie.
¿Le parece un mercado sensible
para la población?
—El mercado de la leche es sensible, porque son miles de pequeños
y medianos productores que se ubican esencialmente en el sur del
país.
Es una de las industrias con mayor
potencial de expansión para nuestro país. Chile debiera en los próximos años duplicar y, eventualmen-
te, hasta triplicar su producción
actual de leche. Chile debiera transformarse en un exportador significativo. Hoy estamos exportando
entre US$250 millones y US$300
millones. Eso eventualmente podría multiplicarse por varias veces. Además es una industria que
constituye un eje del desarrollo
sectorial en la región de Los Ríos y
la región de Los Lagos.
También existe desarrollo en la
parte sur de La Araucanía. Nosotros
tenemos un diálogo permanente
tanto con la industria como con
sus productores.
¿Cree que es difuso el marco de
negociación en esta industria?
—Lo único que puedo decir es que
en Chile tenemos un marco jurídico estable y una institucionalidad
madura en Chile. Le corresponde al
tribunal de la libre competencia
evaluar.
Sí, pero los productores reclaman que es un mercado dominado por el poder de compra de
las grandes empresas. De hecho
casi el 80% del mercado está repartido en tres empresas.
—El mercado en Chile tiene tres o
cuatro actores principales. Soprole, Nestlé y Watt´s y Colún, que es
una cooperativa. Después vienen
otros actores que van creciendo.P
¿Por qué el gobierno de la Presidenta Bachelet considera más
importante el acceso a agua de
la industria agrícola frente a la
industria minera?
—Las propuestas que enviará el
gobierno pronto serán discutidas en el Congreso y tienen tres
conceptos básicos. Aquí hay
usuarios legítimos del agua que
necesitan una jerarquía que se
inicia con la disponibilidad para
consumo humano. Eso es algo
que no está regulado hoy en nuestro marco jurídico. No puede ser
que el consumo de agua quede
supeditado a la buena voluntad
de los usuarios actuales. Eso hay
que regularlo.
No es que todos los propietarios de
derechos de agua especulen, pero
nadie puede negar que existe.
¿No será retroactivo?
—No puede ser retroactivo por ley.
Estamos hablando de los derechos
hacia adelante. Hay una estimación de la Dirección General de
Aguas de que hay un 10% de derechos de agua aún no otorgados. El
número de años no es lo más sustantivo.
¿Dónde queda el derecho de
propiedad de las empresas ministro?
—Necesitamos arreglarlo para
adelante porque es un derecho
que aún no otorgas. Por lo tanto
puedes condicionar la manera en
cómo lo otorgas. Si lo haces para
atrás caes en un tema Constitucional, porque se está afectando el derecho de propiedad. Ahora en la
mayor parte de los países hay derechos de agua por un tiempo limitado. Incluso algunos tienen
hasta 70 años.
¿No menor de 30 años?
—No conozco ninguno que sea menor de 30 años, porque se necesita
un periodo de evolución para el
desarrollo de las inversiones.
¿No cree que la DGA tiene pocos
recursos para fiscalizar esta
materia?
—Si uno aprueba algo de esa naturaleza tiene que tener una institucionalidad que permita evaluar
eso.
¿Cómo se hace eso, cuando existe una DGA que tiene tanto retraso para el otorgamiento o
trámites en derechos de agua?
—Aquí hay una necesidad de
nuestro marco normativo e institucional. Las dos cosas van de la
mano. Tenemos que fortalecer la
DGA, concentrar las organizaciones que tienen potestad en los recursos hídricos y darle un nuevo
orden.P
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