RESUMEN DELPENSAMIENTO DE HUME (De la ciencia del hombre a la crítica de la causalidad) Ideas que dan sentido al quehacer de Hume: −La ciencia del hombre En las preocupaciones filosóficas de Hume figura la idea de establecer una ciencia capaz de responder a la pregunta que es el hombre. La ciencia del hombre pretende ser la cúspide del sistema de todas las ciencias. Según Hume todas las ciencias se relacionan con la naturaleza humana: lógica, moral, crítica de artes y letras, y política. Es la única fundamentación sólida de todas las ciencias y está basada en los principios del Empirismo Científico. −El conocimiento humano y las ideas. Sólo con un estudio detallado de la facultad de conocer se podrá saber qué y cómo se pueden alcanzar las verdades: sólo conociendo el alcance de la facultad de conocer se estará en disposición de conocer verdaderamente el hombre. La epistemología que Hume emplea es el empirismo, lo hace más drástico e incisivo, acabando en un tolerante y consecuente escepticismo. Para Hume va a ser la observación de la propia conducta humana quien sirva de juez para establecer los criterios del conocimiento del hombre. Pues la experimentación, la observación y la inferencia causal son los caminos que llevan a establecer lo que pueda ser conocido por el hombre y a la vez ser el fundamento del propio conocimiento humano. Conocer según Hume, es alcanzar nuevas verdades mediante la combinación de ideas que ya están presentes en la mente, con relación al mundo en el que vivimos. Esto significa: −Que todo conocimiento es una combinación de ideas ya alojadas en la mente y que son causadas por impresiones previas. −Que el conocimiento consiste en establecer verdades (un con0ocimiento falso es un sin sentido). Conocer es describir algo nuevo sobre las ideas y las relaciones que tienen entre sí; conocer es pensar en la mente a partir de ciertos datos que están en ella (independientemente de cuál sea su origen). Los datos y las informaciones de la mente son las ideas, la reflexión y combinación que con ellas realicemos serán nuestros pensamientos, que serán nuestro (supuesto) conocimiento de las cosas del (supuesto) mundo en que vivimos. 1 Las ideas según Hume son una copia o reflejo de cada una de las impresiones que recibimos. Son las huellas que el objeto sensible deja en la mente. La mente es: −La facultad de recibir representaciones de las cosas y de los objetos y almacenarlas. −Facultad razonadora (lógica) en base a las representaciones recibidas. −Facultad decisoria en base a los razonamientos establecidos. La mente es el principio activo y pasivo del pensamiento y del conocimiento; allí donde las ideas se alojan y donde, por condiciones naturales y propias de la naturaleza humana, se asocian entre sí; donde razonamos y decidimos actuar. −Los principios del empirismo. *Todos los contenidos de la mente se derivan de: • O de impresiones sensibles (sensaciones externas). • O de impresiones de la reflexión (estados internos causados por ideas que a su vez han sido producidas por impresiones sensibles anteriores). −Se rechaza las ideas innatas y el poder de la razón para descubrir las verdades fundamentales. −Todo conocimiento se origina y funda en la experiencia; el origen de nuestras ideas es la sensibilidad. *Todos los acontecimientos, tanto naturales como humanos se explican por la relación causa−efecto. *Los hechos nunca pueden ser probados con antelación a su aparición. Sólo la experiencia nos confirmará y conformará nuestro conocimiento de los hechos. La probabilidad aumentará nuestra creencia en que se cumpla lo esperado. −Pensamiento de Hume. Hume pretende establecer una ciencia del hombre para conocerlo mejor. En primer lugar hay que averiguar de dónde procede el conocimiento, establecer su fundamento, saber que es y que posibilidades tiene. De la ciencia del hombre se pasa al problema del conocimiento. Dentro de aquí se analizan: −El origen del conocimiento y el concepto y análisis de aquellos materiales que lo constituyen. −La relación y principios con que tales materiales se conectan entre sí; especialmente el resultado final, que son las ideas generales y las distintas relaciones filosóficas. Pensar y conocer es correlacionar entre sí diversos estados de la mente. Las ideas, por ser contenidos mentales, son lo que combinamos entre sí para que el conocimiento humano vaya avanzando. De ahí que las ideas y su origen sean el punto de partida en la problemática del conocimiento. Hume se refiere al origen de las ideas en el Tratado de la Naturaleza Humana, como que son reproducciones 2 débiles de las impresiones y establece aquellas clasificaciones que nos puedan permitir correlacionar las ideas entre sí y con las distintas impresiones. Una vez establecidas y definidas las ideas se ocupa de explicar cómo se asocian entre sí y, estableciendo esto, pasa a exponer las distintas relaciones que podemos establecer entre las ideas. De estas conexiones y asociaciones de ideas surgirán, siempre derivadas de la fantasía, nuevas ideas, que verdaderamente son todo nuestro conocimiento. Después pasa a criticar la relación causa−efecto, para la cual se tienen que suceder distintos estadios: 1.La ciencia del hombre fundada en principios observacionales. 2.Las percepciones son el contenido de la mente. 3.Las percepciones son impresiones e ideas, según su fuerza y vivacidad. 4.Toda idea tiene que estar fundada en una impresión sensible anterior. 5.Las impresiones sensibles pueden ser simples o complejas. 6.Las complejas se pueden descomponer en impresiones simples. 7.Las impresiones simples son datos de los sentidos. 8.Entre impresiones e ideas simples hay una total correlación. 9.Las ideas de sensación se asocian y combinan entre sí. 10.La memoria reproduce fielmente las ideas y su orden de aparición; la imaginación y la fantasía asocian las ideas libremente. 11.Existen unos principios de asociación de ideas que son: semejanza, contigüidad y causa−efecto. 12.Las asociaciones entre ideas pueden ser naturales o filosóficas. 13.Los principios de asociación de ideas producen tres ideas complejas fundamentales: idea de relación, idea de sustancia e idea de modo. 14.Los conceptos generales abstractos se establecen por el uso generalizador que realizamos a partir de ciertas ideas de la sensación. 15.Las ideas de relación filosófica pueden ser de dos tipos: cuestiones de Hecho y Relaciones de ideas. 16.Las relaciones de ideas suponen un nuevo examen de las ideas. 17.Las cuestiones de hecho necesitan de un examen experimental y observaciones. −Crítica del principio de causalidad. A través de ella se nos quiere hacer ver que si por la relación causa−efecto se quiere dar base y fundamento para la regularidad de la naturaleza y la predicción del futuro porque hay una conexión necesaria entre dos acontecimientos, que no tenemos fundamentos empíricos para hacerlo, pues en base al criterio empirista de verdad se puede probar que tal conexión necesaria no existe y que sólo es una precipitación de la mente 3 humana apoyada en los hábitos y costumbres conformados en el pasado. La causalidad, o la relación causa−efecto, es la afirmación de que todo lo que empieza a existir debe su origen a algo anterior que lo ha producido.<<Todo lo que empieza a existir debe tener una causa de su existencia>>. El principio de causalidad parece decirnos que existe una vinculación necesaria entre la causa y el efecto, de tal manera que uno se sigue del otro como en una deducción de forma necesaria y que eso ocurrirá en el futuro de una manera fija y constante. El punto de vista de Hume se reduce a dos tipos todo el conocimiento: 1.Relaciones de ideas: expresan algo necesario, no son un aumento de conocimiento. Su verdad es independiente de la experiencia. Su ejemplificación sería el mundo de la matemática. 2.Cuestiones de hecho: son todas las referentes a las ciencias de la naturaleza. Su verdad depende de la experiencia. No expresan algo necesario sino contingente. −Aplicando esto a la idea de causalidad: Los científicos actúan al exponer sus leyes como si la naturaleza se expresara con independencia de la experiencia. A las leyes las muestran como necesarias y universales, aunque verdaderamente no podemos considerar las cuestiones naturales como si fueran relaciones de ideas porque eso es una contradicción. Los científicos dan validez universal y necesaria a lo que descubren por medio del principio de causalidad, aunque éste carece de fundamento y fuerza para dar validez a los logros científicos. Dice Hume, en primer lugar, que no es una relación de ideas ya que de serlo podríamos predecir todas las consecuencias de cualquier fenómeno aunque nunca lo hubiéramos visto con anterioridad, lo cual parece netamente contradictorio con las ciencias experimentales. Si el conocimiento natural no es una relación de ideas es en consecuencias, una cuestión de hecho, donde imperan los dictados de la experiencia y de la observación (tenemos que atenernos a los hechos, ver como actúan y esperar para hacer afirmaciones de lo que ha ocurrido, no estando nunca autorizados a hablar del futuro puesto que aún no es un hecho y no sabemos cómo actuará). Circunstancias que se dan en la relación causa−efecto: −Contigüidad espacio−temporal; causa y efecto se producen en espacios y tiempos próximos. −Prioridad de lo que se llama como causa, seguido de lo que se llama efecto. −Conjunción constante, pues al cambiar el experimento por otro igual o semejante se produce lo mismo. Estas tres circunstancias son las que han inducido a los hombres a hablar de que la causa y el efecto están conectados necesariamente. Pero no podemos encontrar la idea de conexión necesaria, bien en el objeto que llamamos causa o en el que llamamos efecto sustentada por alguna impresión sensible. Sólo vemos que se produce algo y que al rato se produce otra cosa. Y ¿entonces porqué se valora la causalidad y recibe confianza? Hume explica lo que ocurre: estamos tan acostumbrados (por experiencias pasadas) a que cuando se produce un determinado fenómeno que se 4 produzca un determinado efecto, que cuando vemos producirse a nuestro alrededor algo semejante a lo que ya conocemos, nuestro espíritu se adelanta, por costumbre o hábito, y somos capaces de predecir lo que pasará. Nuestra mente irá por delante de los acontecimientos reales, pero sólo en base al hábito y no por la razón o por la experiencia. Lo razonable en toda cuestión de hecho sería esperarse y comprobar por la experiencia que así ha sucedido. Pero nunca actuamos así: por el contrario, nos adelantamos y creemos que podemos hacerlo porque pensamos que hay una vinculación necesaria entre la causa y el efecto. Pero no existe esa relación de vinculación necesaria sino sólo una precipitación de nuestra mente fundamentada en nuestros hábitos anteriores. Vamos por delante de los acontecimientos porque estamos convencidos de que el futuro va a ser en todo exactamente igual a las experiencias que hemos tenido en el pasado. Esto el, estamos convencidos de la regularidad de la naturaleza. Nada ni nadie puede garantizar cómo vaya a ser el futuro, ni que podamos tener confianza alguna en él. Si predecimos lo que ocurrirá es porque confiamos que el futuro será igual a lo que ha venido siendo, pero eso lo aceptamos porque se supone que aceptamos el principio de causalidad. A lo que estamos autorizados en base a la experiencia es a decir que en el pasado ha sucedido esto y que siempre ha sido así. Toda vez que vuelva a ocurrir lo mismo, en el futuro lo que hará será aumentar nuestro grado de confianza y nuestra probabilidad de que la cosa siga ocurriendo del mismo modo, pero nunca llegaremos a tener una seguridad absoluta como si fuera una demostración matemática o una prueba lógica. Que el futuro sea igual al pasado es un principio absolutamente indemostrable aunque hasta el momento presente no haya habido contradicciones, si bien esa circunstancia sólo nos dará una altísima probabilidad respecto al futuro, pero en ningún caso una seguridad absoluta y únicamente será una creencia en que los hechos que se vayan a producir en el futuro serán como los que ya han sucedido en el pasado. Los hechos pueden cambiar sin que haya contradicción en ello y por eso precisamente se han de basar en la experiencia. Esa creencia en el futuro la constituye el principio de uniformidad de la naturaleza. La creencia es la inclinación sentimental que nos convence que algo sucederá, estando asociado a una impresión presente al espíritu. La creencia es un principio inverificable, pero necesario para que la vida funcione. Hume no rechaza que sigamos actuando como lo hemos venido haciendo hasta ahora, pero sí quiere hacernos ver que tampoco es una idea innata. Una creencia se asume gratuitamente en base a ciertos condicionantes naturales y epistemológicos que los hombres tenemos. Nuestra convicción en la regularidad de la naturaleza es una creencia y no algo racional o empíricamente fundamentado. Estamos convencidos, tenemos la creencia personal y subjetiva, de que la naturaleza seguirá siendo igual y constante, pero no hay fundamento para ello. Tenemos una creencia tanto en el principio de uniformidad de la naturaleza como en el principio de causalidad. Creemos en ello y eso es todo. El principio de causalidad lo establecemos en base a los siguientes tres postulados: costumbre o hábito adquiridos en el pasado; creencias en que el futuro será en todo semejante al pasado y, por lo tanto, en el principio de uniformidad de la naturaleza. Prioridad de lo que llamamos causa, contigüidad espacio−temporal en los fenómenos observados y conexión necesaria son los componentes que vemos en las cosas del mundo para poder decir que algo es causa de otra cosa. 5 Será el hábito de ver las cosas en esa conexión causal lo que nos hará decir que el futuro será igual al pasado, puesto que presuponemos que la naturaleza es uniforme en todo momento y que lo que vaya a suceder en el futuro será como lo que ya ha sucedido en el pasado. Pero todo esto son meras creencias humanas. 6