Hospitalización de niños

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INDICE
1. EVOLUVION HISTORICA DE LA HOSPITALIZACION INFANTIL
2. PROBLEMAS GENERADOS EN EL NIÑO HOSPITALIZADO
3. INTERVENCION EN LA HOSPITALIZACION INFANTIL
3.1. INTERVENCION CON PADRES
3.2. INTERVENCION CON NIÑOS
− 1º INFANCIA
− INFANCIA PREESCOLAR
− TECNICAS
3.3. INTERVENCION EN EL ENTORNO
4. ATENCION A NIÑ@S CON CANCER
5. BIBLIOGRAFIA
1. EVOLUCIÓN HISTORICA DE LA HOSPITALIZACIÓN INFANTIL
Los niños han carecido prácticamente de derechos hasta la Revolución Francesa. En la antigüedad el niño era
una simple posesión de alguien o un ser abandonado. Fue a finales siglo XVIII, cuando la Revolución
Francesa, en su ímpetu liberador, alcanzó también a los niños, y se promulgaron decretos a favor de los
pequeños abandonados, estipulando que su educación tendría que correr a cargo del estado de la nación. Con
fin de abaratar los costes, algunos de estos se encerraron en hospicios, donde la mortalidad era superior al
noventa por ciento.
Con la Revolución Industrial Inglesa, en la época de máxima explotación laboral de la infancia, con jornadas
de dieciséis horas diarias en las minas o telares, se dieron medidas legislativas a favor de la regulación del
trabajo de los niños.
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Entre tanto, los hospitales pediátricos, eran simples hospicios hasta primeros de siglo, que experimentaron un
gran desarrollo. De la mano del progreso científico y la eclosión tecnológica, la medicina parecía haber
alcanzado el rango de ciencia dura.
El conocimiento avanzó enormemente, pero al precio de fragmentarse la atención en los órganos y sistemas de
la visión global del hombre enfermo. El médico estaba más atento a las causas que a las consecuencias de la
enfermedad. Las condiciones de bienestar del paciente eran totalmente secundarias en la hospitalización;
consideradas de pérdida de tiempo a la hora de diagnosticar y llevar a cabo la cura pertinente.
El niño carecía, aun así, de auténticos derechos. En aquel momento histórico no es de extrañar que la
presencia de los padres en el hospital fuese considerada como un estorbo, y el niñ@ debía de permanecer solo,
allí dentro, en tanto que las visitas de los padres eran espaciadas y rechazas, o prohibidas totalmente, como
ocurrió en numerosos hospitales y países hasta los años cincuenta.
Sin embargo, se conocían los efectos milagrosos de la compañía de los padres por estudios, en los cuales se
demostraba que el 10% de los niñ@s que sobrevivían a los hospicios, habían estado en compañía de sus
padres. Se sabía también que el efecto curaba.
La hospitalización con separación forzosa,− calificada por Cobo como la mayor catástrofe que le puede
ocurrir a una persona entre los 8 meses y los 5 años− estaba argumentada científicamente. Las explicaciones
que se daban eran;
• Los niñ@s que padecían una enfermedad de infección, los padres podían aportar más microbios, o
simplemente contagiarse. Manteniéndose así en una especie de cuarentena.
• Los padres podían inferir en el tratamiento adecuado de los niñ@s, abalado descaradamente de
funcional.
• Los padres harían más difícil la adaptación del niñ@ al hospital.
• Porque los niñ@s lloran cuando sus padres marchan.
Dando por la consiguiente solución, que el niñ@ no vea sus padres.
Más tarde se le denominaría síndrome de deprivación materna, puesto que era la separación, y no el hospital,
la que causaba trastornos secuénciales del comportamiento en los niños, que acaban con marasmo físico y un
afectación intelectual que venia a ser irreversible después de un cierto tiempo de separación, aun restituyendo
a los padres.
En los años treinta numerosos autores establecieron de forma concluyente que la separación del niño
hospitalizado constituía una agresión que producía secuelas de diferente gravedad en función de los casos,
sujetos y duración. Tales problemas serían especialmente importantes y objetivables en niñ@s de edades
comprendidas entre los 7 meses y los 5 años.
En relación con la hospitalización de los recién nacidos y bebes considerados a grandes rasgos como de
menos riesgo por que sus explicaciones son más difíciles de entender, fueron tal vez los primeros en disfrutar
de la visita de sus madres o padres, cuando se comprobó hace 25 años en Inglaterra, que las caricias y los
arrullos eran lo único que funcionaba en ciertos niños para que aumentaran de peso.
Los bebe sienten un apego intenso y natural hacia la madre, sea o no biológica y, al igual que el niño, la
separación de la madre constituye una amputación ecológica.
2. PROBLEMAS GENERALIZADOS EN EL NIÑO HOSPITALIZADO
Existen una serie de variables que intervienen en una experiencia de hospitalización y que pueden influir en
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las reacciones del niñ@ enfermo hospitalizado, la naturaleza de la enfermedad, la duración de la
hospitalización, experiencias previas en hospitales y con médicos, la ubicación de la curación, comprensión de
lo que les ocurre, el lenguaje que con él se utilice, la edad, sexo y desarrollo cognitivo.
El enfermo se encuentra solo en un ambiente extraño; olores extraños y rodeado de gentes vestidas de formas
extrañas. Allí no se sabe nunca lo que va a ocurrir. Desayuna casi de noche, cena de día. Por la noche
encienden luces y le colocan termómetros o le pinchan. Todo ha cambiado; el sueño, las comidas. El hospital
muestra así un paréntesis en su vida.
Existen muchas evidencias que documentan el serio problema e impacto psicológico que la hospitalización
puede causar en los niñ@s. Hay una gran variedad de síntomas y problemas de personalidad que se aprecian
que pueden aparecer en el niñ@ hospitalizado. Todos ellos a consecuencia del estrés y de la angustia. Hay
también niñ@s que muestran reacciones adversas a la experiencia estresante de la hospitalización y cirugía
mientras están en el hospital y han vuelto de nuevo a su casa.
Hoy rara vez se da la llamada depresión anaclítica o regresiva (Spitz), una fase de protesta, de retraimiento y
de ausencia del mundo. Pero es probable que se de con algunas variaciones individuales, como la edad,
advirtiendo los siguientes estadios;
• Al principio el niñ@ llora, sacude la cuna, mira continuamente hacía el lugar por donde puede venir la
madre
• Luego se vuelve retraído, triste, inactivo
• En la última fase muestra indiferencia, un estado vegetativo
Apenas es observable en las hospitalizaciones actuales, por que la madre se ve sustituida por las enfermeras,
así, cuando ve a la madre, el niñ@ la rechaza. Estableciendo una relación más estrecha con alguna enfermera
en concreto. No es que este adaptado, lo que tiene es una gran dificultad para adaptarse, a la enfermedad, se
podría decir, que se le añade más enfermedad.
Hay una amplia variedad de problemas que acechan al niñ@ y son bien conocidos por los pediatras y
educadores, trastornos que suceden incluso en casos de corta hospitalización, como han demostrado estudios
de Montoya y Medina, vg; depresión, ansiedad, temor a los médicos y a los hospitales.
Las reacciones más comunes en las experiencias de hospitalización, según el estudio de Zetterström, (1984),
son;
• Obsesión hipocondríaca o verdaderas alucinaciones sobre funciones corporales.
• Depresión, inquietud y ansiedad.
• Terror a los hospitales, personal médico, agujas, procedimientos de diagnostico como los rayos X y la
ingestión de fármacos.
• Enuresis o encopresis diurna o nocturna.
• Síntomas histéricos, como pérdida de la voz después de una amigdalectomía.
• Miedo a la muerte.
• Mutismo, regresión autista a grados de incomunicación o retraimiento en el contacto con la gente.
• Problemas de alimentación como rechazo o hiperfagia.
• Movimientos espasmódicos involuntarios de la cara o los parpados, es decir, tics.
• Alteraciones del sueño, como insomnio, pesadillas o fobias a la oscuridad.
• Regresión a niveles de comportamiento más primitivos y pérdida de los niveles adquiridos
previamente o del aprendizaje o conducta social.
Algunas de las conductas posibles que el niñ@ puede manifestar tras la hospitalización puede ser el ir siempre
detrás de su madre a cualquier lugar de la casa, ponerse nervioso al oír mencionar a los médicos o el hospital,
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tener pesadillas, etc. En la medida en que estas reacciones se manifiesten o aparecen conjuntamente con otras,
indican el grado de impacto adverso que ha tenido la experiencia.
La hospitalización contiene la posibilidad de efectos emocionales beneficiosos en algunos pacientes infantiles,
aunque la posibilidad de que la experiencia sea traumática es grave. No todas las hospitalizaciones y
enfermedades son necesariamente un trauma.
La hospitalización se pude constituir como una experiencia que permita favorecer de alguna manera el
desarrollo infantil, así como enfocarla hacia la posibilidad de intervenir para prevenir, disminuir o eliminar los
efectos perjudiciales.
Esta doble vertiente del beneficio que contiene la experiencia de hospitalización se puede considerar
basándose en estos aspectos;
3. INTERVENCION EN LA HOSPITALIZACION
INFANTIL
3.1. INTERVENCION CON PADRES
Cuando un niñ@ va a tener la experiencia de una enfermedad o de estar hospitalizado es muy importante la
preparación y participación de madre/padre, o en su defecto, otro familiar por las siguientes razones:
• El cuidado de un hij@ es una experiencia amenazante por lo que no debe estar solo en manos de los
profesionales
• Cuando el niñ@ es muy pequeño su madre/padre es su principal fuente de confianza y seguridad y mas en
los momentos de gran vulnerabilidad como se producen en la hospitalización
• Se ha comprobado que si la madre/padre tiene influencias positivas en las reacciones de su hij@, puede
resultar beneficioso que forme parte del equipo que cuida al niñ@.
Se trata de que la madre/padre o familiar en colaboración con los profesionales consigan minimizar los efectos
perjudiciales y potenciar los efectos beneficiosos de la experiencia de hospitalización.
ORIENTACIONES PARA LOS PADRES:
• No se debe mentir ni engañar al niñ@ sobre los motivos por los que va a ser hospitalizado ya que solo
se conseguirá aumentar su temor al ver que no ocurre lo que se le había dicho y disminuirá su
confianza en el adulto. Los padres tienen que afrontar y aceptar la enfermedad para lo cual tienen que
estar informados sobre la enfermedad y es bueno relacionarse con otros padres en casos similares.
• Hay que asegurarse de que el niñ@ sobre todo si es pequeño no piense que se le va a abandonar o que
esta en el hospital por algún castigo. Hay que evitar amenazar al niño cuando tenga un
comportamiento inadecuado con frases como si te portas mal te llevo al medico. Respecto a la
angustia de separación los padres deben estar en todas las experiencias estresantes para el niñ@ como
curas y estar el máximo tiempo posible para lo que ahora existe la liberación de horarios de visita (24
horas).
• Es bueno comentarle al niñ@ que las actividades cotidianas van a cambiar para lo que los padres han
de informarse. Por ejemplo; que va a encontrarse en una habitación diferente y que probablemente
compartirá con otros niñ@s, que posiblemente tendrá que estar en la cama, comer alimentos en su
propia bandeja o a diferentes horas de las que estaba acostumbrado, etc.
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• También hay que explicarle que se encontrara con diferentes personas (médicos, enfermeras,
educadores, otros profesionales) cuya intención será ayudarle a que pueda volver a realizar sus
actividades habituales. También que encontrara a otros niñ@s a los que les ocurrirá algo parecido o
diferente pero que también necesitaran ayuda y que seguramente hará amigos.
• Al hacer la maleta del niñ@ es importante que incluya su juguete o libro preferido para mantener una
continuidad entre el ambiente familiar y el hogar con el nuevo y extraño del hospital.
• Por lo general hay una sala para jugar y realizar actividades con otros niñ@s, si el niño va a estar más
de una semana se puede traer alguna tarea escolar.
• Los hospitales donde los niños deben permanecer periodos prolongados de tiempo suelen tener una
escuela o servicio escolar, de tal modo que l@ maestr@ se encargara de que avance, dentro de lo
posible con adaptaciones curriculares. La comunicación de los padres con el educador permitirá
conocer los progresos o dificultades de su hijo en relación con los aprendizajes escolares.
• El personal medico informara a los padres sobre el diagnostico, plan de tratamiento y progresos
médicos de su hij@. L@s enfermer@s y otros profesionales informaran sobre los cuidados del niñ@.
Los padres deben comprender que los profesionales se preocupan por el bienestar de su hij@ por lo
que deben colaborar con ellos, especialmente con el personal de enfermería. La comunicación
satisfactoria con ellos ayudara a los padres a adquirir control sobre la situación y a aliviar sus
preocupaciones y expresar sus sentimientos.
• Se puede estimular al niñ@ estableciéndole comunicaciones con el mundo exterior mediante llamadas
telefónicas, cartas de amigos, etc.
ASPECTOS A TRABAJAR CON LOS PADRES
Respecto a la angustia de separación los padres deben estar en todas las experiencias estresantes para el niñ@
como curas y estar el máximo tiempo posible para lo que ahora existe la liberación de horarios de visita (24
horas).
En el afrontamiento y aceptación de la enfermedad del niñ@ los padres han de estar muy informados y asea
por el personal sanitario o por otras fuentes y es bueno que se relacionen con otros padres en situaciones
similares, que visionen videos relacionados con el tema, etc.
Para trabajar la actitud de los padres hacia el niñ@ hay que orientar a los padres para evitar las actitudes
negativas delante de los niñ@sy para que dejen al niñ@ sólo ante actividades lúdicas.
Los padres han de familiarizarse con el entorno hospitalario y han de familiarizar al niñ@ también.
A la hora de tratar el concepto de muerte los padres han de opinar sobre que ideas creen que tienen sus hijos
sobre la muerte, no han de evitar este tema, también es bueno integrarse en programas de apoyo para
familiares.
Para tratar el estrés es fundamental la comunicación entre medico−padres, es muy importante recibir un apoyo
emocional y fomentar la confianza de los padres en el hospital (en el personal sanitario, enfermeras, etc.)
3.2. INTERVENCION CON NIÑO@S
Todos los programas de preparación psicológica para la hospitalización infantil conllevan los siguientes
objetivos:
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• Reducir la vulnerabilidad del niñ@ y los padres al estrés y hospitalización.
• Potenciar l habilidad del niñ@ y los padres para afrontar la ansiedad.
• Desarrollar o mantener el sentimiento de competencia que facilita el afrontamiento eficaz en padres e
hijos.
• Promover la participación de los padres como apoyo del niñ@.
• Tener en cuenta la individualidad del niñ@ en relación al nivel de funcionamiento cognitivo.
ASPECTOS A TRABAJAR EN LA PRIMERA INFANCIA
Angustia de separación: es importante que el niñ@ disponga de varias figuras de apego para poder compensar
ausencias temporales de algunas de ellas. También puede ayudar a calmarle y a sentirse seguro disponer de
objetos con los que este familiarizado (su juguete o libro preferido).
Sentimiento de autonomía y dependencia: facilitar que el niñ@ realice algunas actividades cotidianas por si
mismo. Por ejemplo comer, caminar, manipular objetos, etc.
Sentimiento de confianza básica hacia las personas: los cuidadores han de ser siempre los mismos. El niñ@
debe de estar acompañado de figuras de apego. Informarle del tratamiento con un lenguaje adecuado a su
edad.
Estimulación psicomotora y sensorial: es bueno que manipule objetos, proporcionarle estímulos sensoriales,
dejar que el niñ@ exprese sentimientos a través de su cuerpo.
Habilidades sociales y cognitivas: intentar que establezca relaciones con los demás niñ@s y cuidadores,
realizar juegos relacionados con los conceptos básicos.
ASPECTOS A TRABAJAR EN LA INFANCIA PREESCOLAR
Fomentar la iniciativa del niñ@ sin que perjudique a otros: que el niñ@ haga elecciones y tome decisiones,
sin que estas afecten a los objetivos de otras personas.
Angustia de separación y conductas regresivas: debe disponer de figuras de apego y evitar la sobreprotección
de los padres.
Concepto de muerte: verbalizar temores, necesidad de contacto y estar acompañado, evitar el sentimiento de
culpabilidad en relación a su familia, programas de apoyo.
TECNICAS:
Numerosos expertos manifiestan los efectos beneficiosos que se derivan de la utilización de técnicas para
favorecer la adquisición de habilidades de afrontamiento, tanto en el paciente pediátrico como en sus
familiares. Por ejemplo, previenen las consecuencias negativas procedentes de test y procedimientos médicos,
quirúrgicos, farmacológicos y radiológicos, así como del proceso de hospitalización en si mismo o de
tratamientos médicos prolongados. También ayudan a afrontar la inclusión en lugares especialmente
amenazantes dentro del entorno hospitalario (procedimientos en salas de urgencia, unidades de cuidados
intensivos) y las experiencias dolorosas procedentes de la propia enfermedad, heridas, procedimientos
médicos, etc.
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Se trata de identificar procesos de pensamiento, que no son los más adecuados para que el paciente pediátrico
hospitalizado se adapte de forma satisfactoria ante u n determinado suceso, y planificar experiencias de
aprendizaje con el objeto de cambiar los pensamientos, así como los patrones de conducta y emociones que
correlacionan con dichos pensamientos.
Clasificación sobre las técnicas de afrontamiento ante la hospitalización infantil:
Kendall y Braswell (1986)
Contingencias conductuales
Modelado
Técnicas con imágenes
Relajación
Modificación de autodeclaraciones
Modificación de expectativas y creencias irracionales
Aproximación a la solución de problemas
Poster (1983)
Relajación
Desensiblizaciòn sistemática
Modelado
Ensayo cognitivo y conductual
Juego y juego discusión
Peterson y Harbeck (1990)
Técnicas que aumentan respuestas
Técnicas que disminuyen las respuestas de ansiedad
Técnicas operantes tradicionales que disminuyen las respuestas
3.3. INTERVENCION EN EL ENTORNO
Los espacios deben ser ricos y variados a nivel sensorial con elementos que estimulen el interés visual,
auditivo, olfativo, táctil y kinestetico.
Deben incluir letreros y rótulos con normas e indicaciones que permitan a los sujetos orientarse lo que deben
de hacer o sobre el camino que deben seguir para llegar a determinados lugares del hospital
Promover interacciones sociales positivas entre los miembros de una familia, así como entre padres y
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pacientes que no pertenecen a la misma familia.
El entorno físico del centro debe ser lo mas semejante posible a otros contextos infantiles.
5. BIBLIOGRAFIA.
• El niño hospitalizado; características, evaluación y tratamiento. María pilar palomo del blanco,
EDICIONES PIRÁMIDE SA. 1999.
• Articulo; HOSPITALIZACIÓN DEL NIÑO; hacia el fin del secuestro Dr. Ángel Vázquez de la Cruz
en la revista INFANCIA y SOCIEDAD, Nº 5. 1990
• WWW. VIASULUS.COM
• Proporciona la oportunidad como experiencia psicosocial de incidir en el desarrollo del nivel general
del niñ@
• La alteración de su estado de salud permite al niñ@ experimentar por si mismo la dinámica de un
contexto hospitalario.
• Puede realizar actividades de colaboración y ayuda en las relaciones con otros niñ@s
• La hospitalización puede ser una experiencia de crecimiento y enriquecimiento personal
• Es beneficios en el caso de los niñ@s que no cuentan con el apoyo familiar por diversas causas.
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