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PANTALLAS
Miércoles, 11 abril 2012
Cultura|s La Vanguardia
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YourLostMemories es una nueva y feliz iniciativa
que se dedica a rescatar películas familiares de
Super8 abandonadas en mercadillos y tiendas de
segunda mano, las publica en su web e intenta
localizar a sus propietarios. Tras esta idea
romántica y cinéfila se esconde un ambicioso
proyecto artístico que da pistas sobre los nuevos
caminos por los que transita el audiovisual
La memoria
del otro
MORROSKO VILA-SAN-JUAN
Cuando te acercas a la web de
YourLostMemories (yourlostmemories.com), algo te hace pensar
en una campaña viral tras la que se
oculta una gran agencia y una potente productora. La idea es tan
buena y sencilla que huele a engaño. Pero no, es todo mucho más espontáneo y menos premeditado de
lo que pueda parecer a primera vista. Se trata de una idea brillante
que surgió entre amigos cinéfilos,
que giran en torno a la productora
Boogaloo Films. Tanto Bernat
Manzano como Miguel Ángel Blanca, cabezas visibles del proyecto,
habían ido comprando y coleccionando películas huérfanas, carretes de Super8 encontrados en mercadillos y tiendas de segunda mano. Viajes, bodas, excursiones, chapuzones, atardeceres, panorámicas ligeramente temblorosas y be-
sos robados ante la cámara, principalmente entre los años 70 y 80.
Todo un catálogo de actitudes y estéticas, un retrato preciso de la
transición y un gran archivo, en definitiva, de la memoria colectiva
no oficial.
Bocadillo de romanticismo
Poco a poco, la gente de YLM empezó a atesorar cientos y cientos
de metros de cine familiar. Fascinados por la mirada inocente que
siempre tiene el cine amateur,
“porque, a diferencia del cine profesional, la gente muchas veces graba lo que no tiene que grabar, por
eso es tan perfecto”, finalmente se
preguntaron por los legítimos propietarios, por los dueños de aquellas historias que, sin duda, en algún momento de su vida, habían
extraviado sus películas. Así, decidieron montar YLM, con el fin de
digitalizar aquellos carretes, colgarlos en la web e intentar devolver a la gente sus recuerdos. Un
proyecto tan romántico que cuesta
de creer. “Sí, me voy a hacer un bocadillo de romanticismo”, comenta irónico Miguel Ángel Blanca.
Cuenta que, cuando enseña el
proyecto aquí o allá en busca de financiación, el interlocutor carraspea y siempre acaba preguntando:
“¿pero cuál es el modelo de negocio exactamente?”.
YLM nació con una ayuda del
Ministerio como proyecto transmedia. Además del Super8 como
formato y como género, a Miguel
Ángel y compañía les interesaba
cualquier forma de contar historias en las que pudieran hacer participar a la gente desde su casa. Y
en YLM no sólo se puede participar, sino que su funcionamiento es
imposible sin la implicación del público, al que se pide que envíe películas y que ayuden a dar pistas sobre los protagonistas de las cintas
que se van publicando en la web.
Ahora van a buscar inversores privados que quieran apadrinar el proyecto. En su momento pensaron
en Kodak, pero a las pocas semanas leyeron en los periódicos que
la compañía estaba en bancarrota.
Maldijeron su suerte y decidieron
seguir buscando.
Nuevo paradigma
Los integrantes de YLM se formaron en la Escac y, teóricamente, se
prepararon para integrase en la industria y trabajar de forma profesional. Y aunque en parte lo hacen,
a través de su productora Boogaloo, parece que sus inquietudes
van más enfocadas hacia el nuevo
paradigma que presenta el panorama actual del audiovisual. Las nuevas maneras de explicar historias y
de mostrarlas, frente a los jurásicos y anquilosados sistemas de producción del cine convencional,
abren la ventana a otras formas de
funcionar, mucho más baratas, sostenibles y, sobre todo, rápidas.
Una de ellas, por ejemplo, es el
cine o vídeo de apropiación (found
footage o cine reciclado). No es un
fenómeno nuevo. De hecho, forma
parte de una larga tradición, en la
que figura como una ramificación
del cine experimental. Para los interesados en el tema hay dos obras
de referencia: Usos, estilos y formatos contemporáneos del audiovisual
de apropiación en España, de Gloria Vilches, un estudio (descargable, editable, abierto a comentarios
y añadidos) que se puede consultar en la web Found Footage Hoy
(www.foundfootagehoy.com) y el
libro de Antonio Weinrichter Metraje encontrado, editado por el festival Punto de Vista de Pamplona.
“Venimos de la ficción. Tenemos una productora y, después de
comprobar lo complicado que está
el tema de levantar una película,
encontramos un filón en el hecho
de trabajar con material encontrado. Hay familias que perdieron cajas y cajas… Hay mucho material
para poder contar historias”, asegura Miguel Ángel.
Con el Super8, paradójicamente, el pasado del cine alimenta su
propio futuro. El hecho de poder
volver a utilizar el cine de una manera artística y plástica le devuelve
su esencia de espectáculo. También sirve para generar nuevos discursos. Como reza el lema promocional de la Mostra de Cinema Periférico (S8), de A Coruña, “en el
cine, como en el cerdo, se puede
aprovechar todo”.
Así, en YLM, deciden poner sus
archivos de metraje encontrado y
adoptado al servicio de todos aquellos realizadores que quieran llevar
a cabo su propia pieza de apropiación. Al principio, se supone que
buscando visibilidad para el proyecto, se lo proponen a Isabel Coixet,
quien firma junto a Carla Sospedra
One Art, donde ilustra el poema homónimo de Elisabeth Bishop. Se
trata de una certera reflexión acerca de la aceptación de la pérdida y
la capacidad de superación con la
Sin necesidad de rodar
un solo plano, con
material ajeno, se
puede hacer algo
completamente nuevo
que nos sorprende la memoria.
Una voz en off femenina recitando
(casi leyendo) el poema, junto a las
imágenes de viajes, panorámicas
de pueblos y ciudades, puestas de
sol y plano de flores de final, convierten la pieza en un producto inequívocamente Coixet. Se demuestra así que, sin necesidad de rodar
un solo plano, con material ajeno
debidamente seleccionado, y aplicando un discurso propio a la hora
de montarlo y presentarlo, se puede hacer algo completamente nuevo y personal.
Puentes y generaciones
También contactaron con otros directores como Roser Aguilar, Kike
Maíllo o Isaki Lacuesta. Este último les propone ampliar la oferta a
todo tipo de realizadores afines. Y
así es como empiezan a hacer piezas gente como Rafa de los Arcos
(de Boogaloo), Kikol Grau (de Hamaca), un histórico de BTV “etapa
Huerga” y también creador, junto
a Arturo Bastón y Félix Pérez-Hita, del bizarro y por momentos desternillante Gabinete de Crisis, “un
programa de televisión que nunca
verá en televisión”.
La nómina se amplia y entre los
invitados a realizar montajes especiales figuran algunos nombres
muy conocidos y respetados en circuitos de cine experimental, videocreación y documental de autor, como Dani Cuberta, Virginia
García del Pino o Andrés Duque.
La cercanía al proyecto de Ingrid Guardiola (estudiosa y profesora de audiovisual, además de potente agitadora cultural) hizo que
la gente de YLM entrara en contacto con un amplio abanico de realizadores interesados en el cine de
apropiación y el reciclaje audiovisual.
Curiosamente, las inquietudes y
afinidades de la gente que circula
en torno a YLM, que rondan la
treintena, conectan con otra generación de realizadores, ya entrados
en los cuarenta, que son buena parte de los que pasaron por BTV (Barcelona Televisió) en la época en
que la dirigió Manuel Huerga, entre 1997 y 2003. Estos son algunos
de los ya mencionados, como Arturo Bastón, Kikol Grau o Félix Pérez-Hita (que prepara una serie de
diálogos videológicos, bajo el epígrafe de Hilo Mental). También hay
nombres como el de Roger Lapuente (realizador tan independiente
como insobornable y autor de dos
interesantes películas de docuficción, Waha y Fum Fum Fum, esta
última prácticamente inédita).
Otro viejo conocido del apropiacionismo es Benet Román (director de videoclips, piezas para el CCCB y productor en La Chula, junto
a la también realizadora Alicia Reginato). Iván Domínguez (realiza-
Recuerdos en forma de álbum familiar en movimiento. Bodas, vacaciones, una fiesta de
disfraces, aquella
escapada al campo
o la casa de la
playa… Las filmaciones en Super8
forman parte de un
lenguaje que ya es
universal y el que
es muy fácil reconocerse
dor de televisión y publicidad) también ha firmado diversas remezclas para clips y trabajos de creación, así como Lope Serrano y Luis
Cerveró (dos de los tres creadores
de la más que consolidada productora Canadá). Cerveró, de origen
valenciano y formado en la Ecam,
es un nombre de referencia en el
panorama del videoclip. Lejos quedan sus primeros Super8 y sus trabajos de collage y reciclaje, como
Orgasmo (1995), frenético montaje
con fragmentos de viejas películas,
en el que parece rendir homenaje
a su admirado Iván Zulueta. Entre
sus últimos, personalísimos y estilizados trabajos, se encuentra el clip
del grupo musical Mishima
L'última ressaca, cuyo líder, David
Carabén, es precisamente otro realizador que formó parte de aquella
época dorada de la televisión local
de la ciudad. |
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Miércoles, 11 abril 2012
Cultura|s La Vanguardia
El Super8 es un material tan
frágil como la propia memoria. La más leve entrada de
luz en el lugar menos indicado puede velar varios fotogramas que nunca volveremos a recuperar. El S8 es frágil y, a la vez, casi milagroso.
Es cine. Por pequeño que parezca tiene la magia y el encanto del cine, la textura y el
grano que no se pueden conseguir mediante ningún otro
procedimiento.
Tal vez por eso causa tanta fascinación y ha sido usado en tantos y tantos clips,
creaciones, ficciones y documentales. Pero, además, el
S8 rodado en la época en la
que se utilizaba popularmente (básicamente en los años
setenta y ochenta) tiene otra
virtud no menos importante:
es la foto-fija de una época,
el retrato exacto de usos y
costumbres de varios años
que conforman nuestra historia reciente.
Así como el programa
Cuéntame echa mano del extenso archivo de TVE para
hacer referencia a momentos esenciales de nuestra memoria colectiva oficial, el S8
sirve para ilustrar la otra memoria, también colectiva: la
no oficial. Funciona como
una especie de making of de
la historia. Resulta fácil reconocernos o sentirnos identificados con cualquier imagen
familiar tomada en Super8
porque, más que un formato,
es ya casi un código universal. M. V-S-J.
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Por qué
fascina
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